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Jornadas de Debate Feminista

Montevideo - 12 al 14 de Julio 2017

Imaginación política:
movimientos, cuerpos, resistencias

- ¿Cómo pensar este movimiento de lo social que tuvo como punto de visibilidad el pasado 8
de marzo albergando lo que tiene de germinal, de diferente a nuestro modo habitual de
decir y representar? ¿Cómo hacer lugar a ese extrañamiento que produce, que agujerea el
pensamiento político habitual? ¿Cómo pensar las fuerzas en juego sin apresarlas en
términos de “organización”? ¿Cómo generar las condiciones para pensar las fuerzas? ¿Cómo
generar las condiciones para que se constituyan en fuerzas compositivas?
- ¿Cómo poner en juego políticas de existencia disidentes, resistentes y creativas? ¿Cómo
recuperar el campo político para la vida, como un campo posible para el ejercicio de las
fuerzas en su movilidad? ¿Cómo pensar un campo político como campo en constitución?
¿Cómo desplegar nuevas posibilidades de lo político, nuevos imaginarios políticos? ¿Cómo
confiar en una fuerza “cuya forma y promesa no conocemos por ahora”?
Ariana Mira
https://arianamira.wordpress.com/

1
Ser valientes para lo más extraño, asombroso e inexplicable que nos pueda ocurrir.
(Rilke)

Con este texto, (cuyo tono es más bien coloquial), me propongo -tomando parcialmente
como punto de anclaje la última marcha del 8 de marzo-, intentar escuchar, hacer lugar
a algunas preguntas que se abren, a algunas fuerzas que no se con-forman, a lo que
parece quedar sin decirse en un momento que parece de máxima visibilidad y euforia.

No se trata de dar cuenta o representar una experiencia sino de hacer el ejercicio de


permanecer en la movilidad, de generar un decir en resonancia con la experiencia, y eso
incluye la pregunta por cómo experimentamos la realidad.

¿Cómo pensar este movimiento de lo social que tuvo como punto de visibilidad el
pasado 8 de marzo albergando lo que tiene de germinal, de diferente a nuestro modo
habitual de decir y representar? ¿Cómo hacer lugar a ese extrañamiento que produce,
que agujerea el pensamiento político habitual? ¿Cómo pensar las fuerzas en juego sin
apresarlas en términos de “organización”?

Trescientas mil personas poniendo el cuerpo, cuerpos de cuerpos, fuerzas en relación,


juegos de composiciones y descomposiciones, con sus movilidades y sus
cristalizaciones… Una multitud resonando en el problema (más que en el decir)…una
multitud que es múltiple y singular, que es fuerza constituyente… pero ¿cómo generar
las condiciones para pensar las fuerzas? ¿Cómo generar las condiciones para que se
constituyan en fuerzas compositivas?

Decía Suely Rolnik 1 “Pensar desde el saber-del-cuerpo. Una micropolítica para resistir al
inconsciente colonial-capitalista”. El poder deviene micropolítico, por eso las
resistencias y, más aún, la imaginación de la revolución no puede dejar de profundizar y
problematizar también su capacidad micropolítica.

1
Gago, V., Las ideas revueltas, Página 12 del 7 de abril de 2017https://www.pagina12.com.ar/30203-las-
ideas-revueltas, y Gago, V., Tener un cuerpo, Página 12 del 21 de abril de 2017,
https://www.pagina12.com.ar/32949-tener-un-cuerpo

2
Decía Diego Tatián2 “con el tiempo el concepto [de resistencia] se extendió a prácticas
civiles no violentas contra gobiernos, de origen electoral o no, cuyas acciones son o han
devenido ilegítimas … […] Así las cosas, irrumpe un interrogante central para elevar a
concepto lo que sucede en los hechos: ¿qué es practicar una resistencia aquí y ahora?”

Decía Rita Segato3: “Pero dentro del propio movimiento también se lucha, como todo el
mundo sabe, por control, por influencia, por prestigio y hasta también, sobre todo, por
recursos. Nosotras, las mujeres, deberíamos ser las primeras en reconocer el carácter
plural de las experiencias y ser capaces de pensar proyectos históricos diferentes.”

Decía Michel Foucault 4: “Visto que en lo personal me atraen mucho los problemas
concretos como, por ejemplo, la psiquiatría o la prisión, hoy juzgo conveniente partir de
ellos para provocar algo. Pues bien, ¿qué hay que poner en evidencia sobre la base de
esos problemas concretos? Lo que deberíamos llamar un «nuevo imaginario político».”

¿Cómo poner en juego políticas de existencia disidentes, resistentes y creativas? ¿Cómo


recuperar el campo político para la vida, como un campo posible para el ejercicio de las
fuerzas en su movilidad? ¿Cómo pensar un campo político como campo en constitución?
¿Cómo desplegar nuevas posibilidades de lo político, nuevos imaginarios políticos?
¿Cómo confiar en una fuerza “cuya forma y promesa no conocemos por ahora”5?

Movimiento, repetición, diferencia


¿Pero puede decirse que la araña tiene el proyecto de tejer su tela? No lo creo
en absoluto. Es como decir que la tela tiene el proyecto de ser tejida. (Deligny,
Lo arácnido y otros textos, p.18)

Cuando hablamos desde la experiencia, solemos dar por sentado que hay allí una cierta
verdad en “estado puro”… una especie de autenticidad propia de lo vivido que va de
suyo… pero para que algo de esto tenga lugar es necesario un cierto trabajo. Para dar
lugar a un modo de la experiencia que no consista (no confirme o reafirme) con lo dado,
para no quedar en una mala repetición, es necesario romper con los clichés que pliegan
el pensamiento dogmático o habitual y abrirnos a “lo que sucede en lo que sucede6”.

2
Tatián, D., Oposición y resistencia en Matices, 14 de enero de 2017,
http://www.revistamatices.com.ar/oposicion-y-resistencia/
3
Segato, R., La guerra contra las mujeres, Traficantes de sueños, Madrid, 2016, p.171
4
Foucault, M., Metodología para el conocimiento del mundo: cómo deshacerse del marxismo, Entrevista
con Ryumei Yoshimoto, 1978, en https://ciudadproyector.files.wordpress.com/2013/11/foucault-
michel_el-poder-una-bestia-magnc3adfica-sobre-el-poder-la-prisic3b3n-y-la-vida.pdf, p.91
5
Foucault, M., Las palabras y las cosas, Siglo XXI, México 1978, p. 375
6
Teles, A., Teles, A., Una filosofía del porvenir, Espacio de Pensamiento Editorial, Montevideo, 2007, p.25

3
¿Cómo dar lugar a lo que hay de nuevo o de lo que aún no se sabe en la experiencia, en
lugar de contentarse con confirmar lo que ya se sabe? ¿Cómo realizar un
desplazamiento que nos permita albergar otro modo del mundo… otra mirada, otro
modo de la experiencia?

Estamos habituados a un modo de la memoria que convierte lo vivido en un relato


molar y donde sólo tiene valor aquello que aborda “lo general”, donde el mundo está
organizado de una determinada manera, con posiciones ya establecidas y las luchas son
codificadas en términos de éxito/fracaso respecto del orden regente… “siempre un cara
a cara con el poder…” dice Foucault 7. Realizamos un relato molar incluso de nosotros
mismos, y se nos escurre allí lo que crea y resiste. “Nos empeñamos en sostener
posiciones aún a costa de sacrificar el flujo de creación.”8

Las imágenes dogmáticas nos constituyen como ordenamiento al que estamos


habituados, se instalan como portadoras de verdad, capaces de decir la realidad en
tanto dada, se nos presentan en un modo de percepción que se prolonga en la reacción
de un personaje. Pero cabe la posibilidad de una observación atenta que permita
sustraer la experiencia a la lógica de la mera reacción, para captar el devenir.

¿Qué pasa si nos situamos ante la pregunta por las condiciones, por el campo que hizo-
hace posible la experiencia, por la relacionalidad (en tanto fuerzas en relación que
conlleva otra modalidad del cuerpo y la política: cuerpo-acontecimiento-ético-político)?
¿No se nos abren allí otras posibilidades de escuchar, de pensar, de crear, de memoria?

7
“Foucault se pregunta: ¿cómo franquear la línea, cómo superar también las relaciones de fuerzas?
¿Acaso estamos condenados a un cara a cara con el Poder, tanto si se detenta como si se padece? Y lo
hace en uno de sus textos más violentos y también más curiosos, acerca de los «hombres infames».
Foucault tardó mucho en dar una respuesta.“, Deleuze, G., La vida como obra de arte en Conversaciones,
Pre-textos, Valencia, 1995, pp. 153-163.
“otra vez la incapacidad para franquear la frontera, para pasar del otro lado, para escuchar y hacer
escuchar el lenguaje que viene de otra parte o de abajo; siempre la misma opción de contemplar la cara
iluminada del poder, lo que dice o lo que hace decir.” Foucault, M., (1992) “Omnes et singulatim: hacia una
crítica de la razón política” en La vida de los hombres infames, Montevideo, Ed. Nordan-Altamira, p. 181-
182
8
Grebert de Armas, L., Estudio de la hospitalidad de lenguas entre la locura y el ordenamiento
psiquiátrico. Configuración de un Atlas de mínimos gestos. Tesis de Maestría en Psicología Social,
Facultad de Psicología, UDELAR, 2016, p.19

4
Aparecen entonces la multiplicidad de planos y líneas, dominantes unas, no habituales
o de fuga otras, que trazan distintos mapas y componen territorios complejos de
conceptos, afectos y sensaciones, aparecen diálogos y tensiones entre imágenes de
pensamientos de distinta índole (dogmáticas unas, intensivas otras).

Si hacemos el ejercicio de echar un vistazo al 8 de marzo pasado desde esta perspectiva,


¿no se nos hace posible captar la multiplicidad de la multitud?: aparece un movimiento
que no se explica a la sola luz de una fuerza única de empuje y que por lo tanto no tiene
un destino garantizado, ni un cauce que seguir, ni da cuenta de un triunfo de nada.

Se podría decir que hay algo que interpela, un resonar en lo que hace problema, que
moviliza, conecta experiencias vividas, cuerpos, movilidades e inmovilidades, algo que
dice de la circulación de afectos y fuerzas, algo de un campo político que es difuso, que
se entrelaza con distintos modos de vida de manera diversa: que desborda toda
organización; que enlaza y tiene múltiples puntos de sostén, también en las mujeres
organizadas y empecinadas en tomar su voz; que también es tomado por los modos
políticos habituales, y sus cristalizaciones (desde los medios de prensa, pasando por el
movimiento sindical y hasta el sesgo de clima pre-electoral)…

Visualizar el entramado en su multiplicidad, con zonas de más fluidez y zonas


cristalizadas. La presencia de expresiones más o menos institucionalizadas, más o menos
formales, más o menos partidarias, que a la vez que se vieron forzadas a “hacer” algo,
instalaron lógicas y relacionalidades propias, formas reconocibles de circulación, pero
también visualizar aquellos modos más difíciles de captar, los devenires minoritarios, el
plano micropolítico en juego.

Suely Rolnik planteaba la necesidad de albergar la inestabilidad propia de una


experiencia que desborda nuestro repertorio de acciones conocidas, que nos permite
captar una pulsación que “nos lleva a un nuevo problema vital, convoca el deseo de
actuar para recobrar un equilibrio diferente, haciendo lugar a la producción de
diferencia.”9

Y desde esta vía, que apela a nuestra movilidad, dar lugar entonces otras posibilidades:

Respecto a los anhelos, ubicar sus cristalizaciones como efectos de producción que los
sitúan en un cierto lugar de trascendencia… y a la vez, desplegar el anhelo enlazado a los
modos de vida, que se expresa de distintas maneras, que se actualiza en distintos
campos.

9
Gago, V., Tener un cuerpo, Página 12 del 21 de abril de 2017, https://www.pagina12.com.ar/32949-
tener-un-cuerpo

5
Respecto a la diferencia, la posibilidad de albergarla ya no como negación o negatividad,
hacer otra cosa que tomar la vía de la fragmentación o de la lucha encarnizada por la
primacía de una verdad, darle a la diferencia un lugar distinto al habitual (su disolución
en algo parecido a la nada o su construcción como enemigo acérrimo).

Respecto a las composiciones colectivas, dar lugar a las preguntas y los desafíos que
exceden a cualquier organización, y concebir como necesario que así sea, porque se
trata de fuerzas en relación, de modo tal de atisbar la posibilidad de configurar fuerzas
de otro modo, que permita ejercitar una política capaz de estimular nuevos modos de
existencia, que permita concebir una forma de libertad que no implique un fin como
determinación. Pensar la libertad como ejercicio reflexivo de las fuerzas.

Cuerpos: cuerpos de cuerpos,


otro modo de la materia, otro modo de la existencia
“…nuestra capacidad perceptiva está acostumbrada a las formas. Se nos vuelve
difícil captar las fuerzas, las intensidades, ellas requieren otras modalidades
perceptivas.”Annabel Teles10

Desde la perspectiva habitual la vía es seguir sosteniendo al individuo como clave de


nuestro pensamiento, que implica seguir sosteniendo la jerarquía y la dominación del
otro. Sostener al individuo como figura recortada y acabada, y sostener lo colectivo
como la sumatoria de esas unidades-individuos, nos instala en la relación entre cosas, en
la lógica de los intercambios de cosas, de las alianzas y las oposiciones entre cosas.
Individualización y totalización… como señala Foucault11.

Es una manera de ver, y desde esta perspectiva se ha analizado abundantemente la


marcha del 8 de marzo12 (cuál es el mensaje, para quién, cómo se modifica la agenda,
diagnósticos y pronósticos, “soluciones”, etc.). Y no sólo del 8…13

10
Teles, A., En el despliegue de la vida… Pensamiento, deseo y creación, Colección Un spivacow de pan
Nº3, 2013; Editorial Fundación La Hendija, Paraná
11
Señala Foucault la existencia de una racionalidad política, que es la que se ha impuesto a lo largo de la
historia en las sociedades occidentales, que produce como efectos inevitables la individualización y la
totalización y a continuación sostiene: “La liberación no puede venir por tanto del ataque de uno u otro de
sus efectos sino del ataque a las raíces mismas de la racionalidad política” Foucault, M., “Omnes et
singulatim: hacia una crítica de la razón política” en La vida de los hombres infames, 1992, Montevideo,
Ed. Nordan-Altamira, p.306
12
En la bibliografía registro algunos artículos disponibles en la web.
13
En estas semanas hay toda una serie de debates en relación a la violencia contra las mujeres, que Rita
Segato ubica como violencia de poder e interpela la salida punitiva.

6
La pregunta que se abre paso aquí es, hoy, después de todo lo que hemos vivido ¿cómo
es posible seguir pensándonos en términos de individuos terminados, cerrados,
aislados, sujetos sujetados a unas identidades, a una lógica jerárquica y encarnizados en
luchas de poder? Nos damos de frente con los efectos cristalizados de unas condiciones
de composición subjetivas nefastas y seguimos sosteniendo esas condiciones?! Nos
advierte Teles, “Sufrimos de aburrimiento, llevamos siglos sosteniendo las mismas ideas,
con mínimas modificaciones.”14

¿Cómo corrernos de esta pista? Necesitamos salir del pensamiento representacional15,


crear otro plano de pensamiento, otra manera de concebir lo humano, otra imagen-
pensamiento del pensamiento y del mundo. “¿Por qué solo contentarnos con mover las
piezas del tablero, cuando podemos reinventar el tablero?”16

Spinoza y su ontología política nos abre otras vías al presentarnos la causa inmanente17
y la causa sui18, como condiciones para otro modo de las cosas singulares. Pensar la
política en relación a la ética, pensar lo humano en tanto modo, cosa singular, como
potencia-deseo19 (potencia siempre relacional), trae consigo la posibilidad de pensar las

14
Teles, A., Política afectiva. Apuntes para pensar la vida comunitaria. La Hendija, Paraná, 2009, p. 31
15
Y con representacional entendemos un pensamiento dedicado a conocer la realidad en tanto dada
(conocimiento, análisis, reconocimiento) desde un objetivismo que excluye la posibilidad de mutación del
quien que piensa (repliegue de lo afectivo: el que conoce no se modifica en el ejercicio de ese pensar)
16
Grebert de Armas, L., Estudio de la hospitalidad de lenguas entre la locura y el ordenamiento
psiquiátrico. Configuración de un Atlas de mínimos gestos. Tesis de Maestría en Psicología Social,
Facultad de Psicología, UDELAR, 2016, p.31
17
Spinoza nos plantea la existencia de una única sustancia (Dios-Naturaleza), y sostiene que las cosas
singulares son modos de la sustancia, es decir, entidades cuya esencia y existencia están sujetas a la
sustancia. Este despliegue de la sustancia sólo puede entenderse desde la causa de sí en su actividad
inmanente: “de la sola necesidad de la esencia de Dios se sigue que Dios es causa de sí y de todas las
cosas. Luego, la potencia de Dios, por la cual son y obran Él mismo y todas las cosas, es su esencia misma”,
Spinoza, B., Ética, E1p34dem.
18
“Por causa de sí entiendo aquello cuya esencia implica la existencia, o sea, aquello cuya naturaleza no
puede concebirse sino como existente”, Spinoza, B., Ética, E1def1.
19
El deseo es la potencia del modo humano, es un grado de potencia, parte de la potencia productiva de
la Naturaleza-Naturante que se despliega en la Naturaleza-Naturada (que se expresa en los modos
singulares). Toda potencia es acto, la potencia no puede separarse de un poder de afección (poder de
afectar y ser afectado, relacionalidad). La esencia del modo es a su vez grado de potencia, parte de la
potencia divina, es decir, parte intensiva o grado de intensidad. Por esta razón, el deseo es tendencia a
aumentar la potencia a través de las relaciones que me convienen, es decir, conatus: “El conatus en
Spinoza no es más que el esfuerzo de perseverar en la existencia, una vez dada ésta, es la esencia del

7
composiciones colectivas, lo común, las territorialidades políticas productivas, los
cuerpos políticos en tanto configuraciones móviles20.

En Spinoza la relacionalidad constituye la potencia misma, propia del despliegue de la


potencia-Naturaleza (potencia-afección, por eso afectiva). Pensamiento y extensión son
sólo dos de los atributos, los que nosotros conocemos, de la Naturaleza. Aquí la materia
adquiere otra consistencia: no se trata de lo que hay, se trata de la producción, se trata
de lo actual y lo virtual, se trata de lo infinito y lo finito a la vez. “Somos paquetes de
relaciones”21 y nuestras configuraciones varían según un juego particular de movimiento
y reposo.

En esta pista, donde el deseo es potencia, que es poder de afectar y ser afectado, es el
cuerpo el que va sosteniendo el movimiento y a la vez va afectando el movimiento
relacional. El cuerpo es la consistencia de la afección. El cuerpo es el que opera las
composiciones, porque el cuerpo en sí vivifica o realiza las afecciones.

¿Es posible pensar el cuerpo, ya no como el lugar del gran atrapamiento (regulación de
los cuerpos, dispositivos de poder, captura en la lógica óptico-táctil, en el régimen de lo
empírico y del estado de cosas, anclaje del sistema sexo-género, de las identidades,
cuerpos puestos “al servicio de”, objeto discreto, aquello que separa, cuerpos unidos
por distintos dispositivos… modalidades del cuerpo que lo ubican como exterior), sino
como cuerpo acontecimiento? Reintroducir el cuerpo intensivo-deseo-inmanencia para
plantear un campo político en distinción con el campo político que aparece como único.

Entonces, cuerpos intensivos, otro modo de concebir lo humano, otro modo de


existencia: relacional, artística-ético-política. La invitación es a pensar los cuerpos ya no
en términos empíricos, en términos de materia-forma, cuerpos dados, sino en tanto
configurales, composición afectiva y relacional, campo de relacionalidad, de afección en
sentido spinoziano (poder de afectar y ser afectado…). Y pensar lo colectivo desde allí,
como composición, como cuerpo de cuerpos.

8 de marzo. Animarse a experimentar configuraciones, intensidades, movilidades. Estar


ahí presentes, tener esa experiencia de fuerza que conecta con otras.

“Las mujeres paramos”, y hablar de paro conmovía el mundo: el del trabajo, sus
instituciones sindicales, cooperativas, recuperadas. Abría visibilidad en torno a los otros
modos de trabajo: los informales, precarios, domésticos… La cuestión de la producción y

modo (grado de potencia), pero una vez que el modo ha comenzado a existir” (Gille Deleuze, Spinoza y el
problema de la expresión, capítulo XIV, Qué es lo que puede un cuerpo, página 221.)
20
Teles, A., Política afectiva. Apuntes para pensar la vida comunitaria. La Hendija, Paraná, 2009
21
Deleuze, G., En medio de Spinoza, Cactus, Bs.As., 2008, p148

8
reproducción… conmovía la vida. Afirmar algo y a la vez interpelar los modos de mundo,
instalar la pregunta ¿Qué es parar en cada situación? Y encontrar las maneras…

Llegar a la concentración, con palabras o sin ellas, desde una disposición a estar con
otras/os, desde unas tramas cotidianas movilizadas, albergando tristezas (“nos están
matando”) y perplejidades, “rechazos precisos y deseos de una vida nueva, que se
inventa al borde del duelo y del abismo alegre de descubrir una fuerza común.” 22

Parar, un detenerse, darse un tiempo que permita una captación, un preguntar, y quizá
un imaginar cómo queremos vivir. Y todo ello desde una existencia múltiple y desde una
multitud múltiple… Y si en este movimiento de la existencia se hace visible la trama que
constituimos y nos constituye, entonces quizá encontremos la disponibilidad para una
elaboración paciente y difícil, transitar la pregunta por lo común. Y lo común como algo
a construir, que no está dado.

Aquí echamos mano del concepto de Derecho Natural en Spinoza. Este derecho, en
relación al Estado de Derecho, no se suprime, permanece inmanente a la potencia
singular y colectiva, no hay delegación ni sustracción, hay extensión. En Spinoza, lo que
hay es constitución del campo político por el ejercicio de la potencia: lo político
amplifica y expande la potencia, hay ejercicio del Derecho Natural en lo relacional
político afectivo. Este es el Estado de Derecho al que se refiere Spinoza. Y en cuanto a la
libertad: de lo que se trata es del ejercicio de la libertad en el campo relacional
inmanente. En Spinoza hay un pasaje del Estado de Naturaleza al Derecho Natural que
implica la comprensión de la relacionalidad, la comprensión de los movimientos
compositivos, de la politicidad de la vida. 23

Aquí también lo común no está dado, pero por la vía del pensamiento, de la experiencia
y de los afectos encontramos la pista de la posibilidad mutacional. Perseverar en el ser
puede tener como expresión el mero apetito, el estar a merced de las pasiones, o puede
encontrar la vía del buen vivir en acto, como ejercicio político.

Rita Segato nos trae a presencia la capacidad que las mujeres han desplegado de
“pensar colectivamente en el bien común, en los bienes comunes”, le llama “deseo de
comunidad”24. Como decíamos, no se trata de algo dado.

También Silvia Federici habla de esto como algo que está albergado en una perspectiva
feminista. Las mujeres como sujetos principales del trabajo reproductivo, tanto histórica

22
Gago, V, Una creación colectiva, en Página 12 del 9 de marzo de 2017,
https://www.pagina12.com.ar/23401-una-creacion-colectiva
23
Notas personales del seminario “Inquietud por lo humano”, en Espacio Pensamiento, a cargo de
Annabel Lee Teles, junio 2017..
24
Segato, R., La guerra contra las mujeres, Traficantes de sueños, Madrid, 2016

9
como actualmente, han dependido en mayor medida que los hombres del acceso a los
recursos comunes, y han estado más comprometidas con su defensa. “Hoy en día, con la
perspectiva de un nuevo proceso de acumulación primitiva, las mujeres suponen la
fuerza de oposición principal en el proceso de mercantilización total de la naturaleza.”25

Y sostiene a continuación: “La primera lección que tenemos que aprender de estas
luchas es el hecho de que el «bien común» es la puesta en común de los medios
materiales y supone el mecanismo primordial por el cual se crea el interés colectivo y los
lazos de apoyo mutuo.” 26

Entonces, recapitulando, ¿qué posibilidades tenemos hoy, de pensarnos en términos de


composiciones, de cuerpo de cuerpos, y de producir en esa configuración móvil, aquello
común, que en el ejercicio del apoyo mutuo, constituya un modo de la policitidad en
relación con la vida?

“Se dice que las revoluciones tienen un mal porvenir. Pero es que no se cesa de
entremezclar dos cosas, el porvenir de las revoluciones en la historia y el devenir
revolucionario de la gente. En los dos casos no se trata de la misma gente. La única
oportunidad de los hombres está en el devenir revolucionario, lo único que puede
conjurar la vergüenza o responder a lo intolerable.” 27

Resistencias:
luchas de poder, ejercicio de poder , movilidad de la fuerzas
La red no es hacer; está desprovista de todo para, y todo exceso de para la hace
trizas en el momento mismo en que se le deposita la sobrecarga del proyecto.
(Deligny, Lo arácnido y otros textos, p.28)

Para pensar lo común desde esta perspectiva, necesitamos abandonar ciertas


legalidades, dejar los mapas para crear nuestras cartografías, nuestros territorios.
“Correr[nos] de una mirada moral del problema de la dominación y los dogmatismos de

25
“Como recogía en “Caliban and the Witch” (20), durante la primera fase del desarrollo capitalista, las
mujeres supusieron la primera línea de defensa contra los cercamientos tanto en Inglaterra como en el
«Nuevo Mundo», y fueron las defensoras más aguerridas de las culturas comunales que amenazaba con
destruir la colonización europea.” Federici, S., El feminismo y las políticas de lo común en una era de
acumulación primitiva (2010) (1), en MI PRIMER CUADERNO FEMINISTA CUIR: NOS MULTIPLICAMOS PARA
DESAPRENDER, Grupo de Trabajo Invasorix, p.85
26
Ibidem.p.86-87
27
Entrevista de G. Deleuze con Toni Negri, 1990, publicada por el Magazín Dominical Nro.511 “Dossier
Deleuze-Guattari”, febrero 7 de 1993, pp.14-18,
http://www.ddooss.org/artículos/entrevistas/Deleuze_Toni_Negri.htm

10
un Orden establecido para habitar una ética que permita visibilizar los movimientos de
territorialización en términos de relaciones y efectos de producción de los distintos
modos de habitar el territorio”28.

Estamos acostumbrados a una concepción cósica del poder: lo que ocurre es que nos
detenemos en los efectos de producción. El poder no es forma, pero se imprime en los
cuerpos, son fuerzas que hacen decir y ver… Y por ello, participamos de la misma
imagen de poder que nos constituye y queremos mover. Pensar el poder como algo
estabilizado o cristalizado (cosa) nos hace obstáculo: las fuerzas no son estables, quizá
sus efectos de producción. El poder, aquello informal de lo que nos habla Foucault
(microfísica del poder), se formaliza en las formas de saber, en los cuerpos, en las
instituciones, es constitutivo de lugares, pero no es esos lugares ni esas instituciones ni
esos cuerpos.

“A principio de los años ’70, Foucault hablaba indistintamente de biopoder y biopolítica.


Pero finalmente tuvo que distinguirlos: biopoder es efectivamente el poder sobre la vida,
pero biopolítica es más bien la respuesta resistente de la vida ante este nuevo poder.” 29

Foucault nos propone una concepción microfísica del poder, pero también nos advierte
que detenerse allí es una vez más entrar en un callejón sin salida. En la Voluntad de
saber, invoca unas resistencias, anteriores incluso al poder. ¿De dónde vienen estas
resistencias que Foucault invoca?

Las resistencias actualizan o develan el carácter creativo, genésico, mutante y móvil del
poder, de las fuerzas en relación. La resistencia es también informal, móvil, no es
resistencia a algo, al menos no en primer lugar30.

Pero ¿cómo desplazarse de las luchas por el poder, y de qué se trataría entonces?
Deleuze, a partir de Foucault, plantea la cuestión de los procesos de subjetivación:
plegar la fuerza, que lo informal se afecte a sí mismo. Se pliega, y al plegarse habilita la
28
Grebert de Armas, L., Estudio de la hospitalidad de lenguas entre la locura y el ordenamiento
psiquiátrico. Configuración de un Atlas de mínimos gestos. Tesis de Maestría en Psicología Social,
Facultad de Psicología, UDELAR, 2016, p. 88
29
Entrevista a Judith Revel por Verónica Gago, Reflexiones marginales Nro.16
30
Notas personales del seminario “Inquietud por lo humano”, en Espacio Pensamiento, a cargo de
Annabel Lee Teles, mayo 2017

11
relacionalidad consigo mismo, con el mundo y con los otros. Y con Spinoza decimos:
lejos de una renuncia de lo político, no es posible sin lo colectivo, es en la trama
relacional.

La subjetivación sería aquí el movimiento propio de las relaciones de fuerzas, relaciones


de poder: somos modos expresivos del afuera. Es la movilidad de las relaciones de
fuerza lo que nos permite pensar la subjetivación, y pensar en esta trama en el sentido
de nuestra existencia y la existencia colectiva: cómo estamos viviendo y cómo se van
gestando los procesos subjetivos. Una ontología crítica y creativa de nosotros mismos,
una ontología del presente.31

Pero “¿Cómo se crea un pueblo?”. Annabel Teles en su seminario nos dice “La multitud
es la condición de un movimiento emancipatorio, es la fuerza compositiva de los
cuerpos, muestra la fuerza constituyente de lo colectivo” 32, pero esto no va de suyo.
Necesitamos despojarnos de la imagen de pensamiento que nos empuja a asimilar la
multitud con la “masa”, para dar lugar a una perspectiva inmanente de producción y de
autoproducción de la potencia misma. “Pensar la multitud no en carácter de sujeto
político sino vinculado a la posibilidad de lo colectivo”33. Ya no debatirnos entre Estado
sí- Estado no, o por entrar en las agendas, o por ser reconocidos en tanto sujetos
políticos, sino más bien –y en la pista de lo que plantean algunas feministas34 de que La
Política ha secuestrado la politicidad- afrontar la creación de lo colectivo, de lo común.

Deleuze nos plantea la necesidad de inventar nuevos espacios-tiempo. “Ya no


disponemos de la imagen de proletariado al que le era suficiente tomar conciencia” 35.
Pero ¿cómo puede ser potente un devenir minoriario? Y minoritario no refiere a
números, sino a la no instalación un modelo por el cual definirse 36. Se trata de un

31
Teles, A., Una filosofía del porvenir, Espacio de Pensamiento Editorial, Montevideo, 2007, parte 1,
cap.2
32
Notas del seminario intensivo Spinoza a cargo de Annabel Lee Teles, junio 2017
33
Notas del seminario intensivo Spinoza a cargo de Annabel Lee Teles, junio 2017
34
Tales como Rita Segato, Raquel Gutiérrez Aguilar, Silvia Rivera Cusicanqui. También lo sostiene A. Teles
desde un pensamiento filosófico.
35
Entrevista de G. Deleuze con Toni Negri, 1990, publicada por el Magazín Dominical Nro.511 “Dossier
Deleuze-Guattari”, febrero 7 de 1993, pp.14-18,
http://www.ddooss.org/artículos/entrevistas/Deleuze_Toni_Negri.htm
36
El feminismo como movimiento social, o nuevo feminismo, o segunda ola, comienza a finales de los
años 60 en EE.UU y Europa, junto a otros muchos movimientos. Para ese feminismo en particular los
planteos que sostenían tenían que ver con la redefinición del concepto de patriarcado, orígenes de la
opresión de la mujer, el rol de la familia, la división sexual del trabajo, trabajo doméstico, sexualidad,
separación espacios público/privado: lo personal es político, y el estudio de la vida cotidiana, necesidad de
una transformación de las relaciones entre los sexos para que sea posible un cambio social en las
estructuras económicas, necesidad de una nueva identidad que redefina lo personal como imprescindible
para el cambio político.
Estos planteos del feminismo al igual que otras luchas similares se plantean terrenos que no son los
clásicos de las luchas políticas “sino que constituyen más bien el rechazo de determinadas formas
identitarias. Son luchas contra la sumisión de la subjetividad, contra una forma de poder que transforma a

12
devenir, en tanto proceso. Y en caso de desplegar una cierta potencia, ¿cómo no perder
la movilidad de una lengua minoritaria? Cómo evitar llenar la “Línea habitual” para
mantenernos en la experimentación móvil/línea errante?37

Retomamos a Deleuze nuevamente: “Cuando una minoría crea modelos es porque desea
volverse mayoritaria… Pero su potencia viene de lo que ella ha sabido crear y que pasará
más o menos por el modelo sin depender de él. El pueblo es siempre una minoría
creadora y lo sigue siendo incluso cuando conquista una mayoría: las dos cosas pueden
coexistir porque no se viven en el mismo plano.”38

Foucault planteaba la cuestión de la falta de imaginación política para responder hoy


¿Qué es vivir en esta comunidad? 39 Se necesita imaginación, pero no jugando al modo
de ideal kantiano (de causa final) o ideal de futuro. No hablamos de pobreza de los
ideales políticos sino que la pregunta invoca la necesidad de un ejercicio de
pensamiento inmanente capaz de generar campos de consistencias. Imagen-
pensamiento en que pensar-vivir distinto lo que hace problema nos habilite a librar
nuevas y otras luchas en otros territorios como modo radical de transformación. Imagen
como relación de imágenes: configuración móvil en función de eso mismo que se
produce allí.

“Más que procesos de subjetivación podría hablarse de nuevos tipos de acontecimientos.


Acontecimientos que no se explican por los estados de cosas que los suscitan y en los que

los individuos en sujetos.” (Gómez Sánchez, L., (2003) Procesos de Subjetivación y Movimiento Feminista.
Una Aproximación Política al Análisis Psicosocial de la Identidad Contemporánea. España, TESIS
DOCTORAL, UNIVERSITAT DE VALÈNCIA, Departamento de Psicobiología y Psicología Social, Facultad de
Psicología p. 148). Son resistencias y movimientos en relación a ciertas “[forma[s] de poder que se ejerce
sobre la vida cotidiana inmediata, clasifica a los individuos en categorías, los designa por su individualidad
propia, los ata a su identidad, les impone una ley de verdad que deben reconocer y que los otros han de
reconocer en ellos”. (Foucault, M. (2001) “El sujeto y el poder”. En Paul Rabinow y Hubert Dreyfus, Michel
Foucault: más allá del estructuralismo y la hermenéutica (pp. 241-259). Buenos Aires: Nueva Visión,
p.227. “Creo que cada producción de identidad está hecha sobre la base de una dessubjetivación o
dessinguralización: una identidad colectiva es necesariamente reductiva en el sentido de que un rasgo
pasa a ser considerado suficiente para definir a una persona o a un colectivo. […] Creo que
necesariamente el mecanismo identificatorio es un instrumento de poder, por eso leer los movimientos
con categorías identitarias implica reducirlos, fijarlos a un nombre, clasificarlos y jerarquizarlos. Y a la vez
dotarlos de toda una suerte de aparatos que responden y reprimen esta expresión política en
movimiento.” Entrevista a Judith Revel, Reflexiones marginales.
En todo caso podríamos formular la cuestión así: ¿Cómo pensarnos más allá de las identidades, pero
también con ellas, en su movilidad, y no como detención?
37
Grebert de Armas, L., Estudio de la hospitalidad de lenguas entre la locura y el ordenamiento
psiquiátrico. Configuración de un Atlas de mínimos gestos. Tesis de Maestría en Psicología Social,
Facultad de Psicología, UDELAR, 2016, p. 172
38
Entrevista de G. Deleuze con Toni Negri, 1990, publicada por el Magazín Dominical Nro.511 “Dossier
Deleuze-Guattari”, febrero 7 de 1993, pp.14-18,
http://www.ddooss.org/artículos/entrevistas/Deleuze_Toni_Negri.htm
39
Foucault, M., Metodología para el conocimiento del mundo: cómo deshacerse del marxismo, Entrevista
con Ryumei Yoshimoto, 1978, en https://ciudadproyector.files.wordpress.com/2013/11/foucault-
michel_el-poder-una-bestia-magnc3adfica-sobre-el-poder-la-prisic3b3n-y-la-vida.pdf, p.91

13
recaen. […] Creer en el mundo es suscitar acontecimientos, incluso muy pequeños, que
escapen del control o que den lugar a nuevos espacio-tiempo.”40

Dice Nietzsche que los grandes cambios se hacen a paso de paloma… ¿Seremos capaces
de creer en el mundo?

40
Entrevista de G. Deleuze con Toni Negri, 1990, publicada por el Magazín Dominical Nro.511 “Dossier
Deleuze-Guattari”, febrero 7 de 1993, pp.14-18,
http://www.ddooss.org/artículos/entrevistas/Deleuze_Toni_Negri.htm

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Del 8M en Uruguay:

Día de la Mujer 2017: Un hecho histórico. ¿Y después?

Trescientas mil personas reclamaron equidad y no más violencia de género

UN RÍO DESBORDADO: Vista aérea de la marcha del 8 de marzo

VAN POR MÁS La movilización del 8 de marzo superó las expectativas de las organizaciones convocantes

La masiva movilización y la discusión sobre derechos y violencia a las mujeres puso en primer plano que
“Uruguay esconde la desigualdad”

Imágenes

Página inicial:
https://pixabay.com/es/tela-de-ara%C3%B1a-web-el-agua-gotas-399854/

Página 2:
Fotos 1 y 3, propias
Foto 2: Web de la Universidad
http://www.universidad.edu.uy/prensa/renderItem/itemId/40133/refererPageId/12
Foto 4: Gesi Lima

Página 4:
Rebelarte, http://www.rebelarte.info/Parar-para-cambiar-la-vida

Página 6:
Fotos 1 y 2: Web de la Universidad
Foto 3: Gesi Lima

Página 10:
Foto 1: Rebelarte
Foto 2: Universidad
Foto 3: Martha Passeggi

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