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116 RESEÑAS DE LIBROS

Fernando Fuenzalida Vollmar, Tierra baldía. Pero Fuenzalida no cifra su esperanza


La crisis del consenso secular y el milenarismo en la propia fuerza. Él sabe, además, que hasta
en la sociedad postmoderna, Lima: Australis, su libro es un ejemplo arcano de la enfermedad
1995, 232 pp. del milenio que él mismo denuncia. Y entre las
miles de líneas y entre las miles de páginas sé
Luego de casi treinta años sin publicar lee, a gritos, lo que el propio autor nos dice
una obra mayor, y de miles de horas de lectura desde la introducción: "No tengo, en lo que a
y otras tantas de reflexión privada, discusión y religión se refiere, ninguna pretensión de com~
pedagogía, Fernando Fuenzalida nos entrega prender a Dios, ni al misterio del Don (sic.,
un libro aparentemente breve pero que tiene, nótese la personificación del acusativo), que :a
sin embargo, un carácter monumental. Lo pesar de nosotros, transmuta la baja materia
atestiguan, sin más, los 611 títulos de su multi- del tiempo en el oro del Reino. Pero sí cultivo
color bibliografía, entre los que no contamos en mí la confianza en que Él, en Su Amor, me
las muy diversas fuentes de la prensa escrita, comprende . ... (Y) confío en que, en el ardid de
oral y televisiva, que cita frondosa, innumera- la razón y al final de las cuentas, todas las cons"
ble y precisamente casi hasta la obsesión. piracionesse compensen unas a otras. Apocatá&"
Hay algo en Tierra baldía que recuerda tasis se decía en los tiempos del más puro pen~
a·esas basílicas europeas construidas a lo largo sar teológico. Y quien no conozca ese término.· no
de varios siglos, en las que piso a piso se SO'- se ocupe del Fin de los Tiempos" (p. 12).
breponen las edades históricas, los estilos y los De otra parte, sabe también que los
niveles de significación. Y en donde las verda- procesos históricos siguen avanzando indete-
des parciales conforman un conjunto sincrético niblemente..La propia secuencia del libro así lo
de muy difícil peio no,,por ello, menos auténti- delata. Y el capítulo final nos sorprende, de-
co sentido. La románica solidez de la religión jándonos una s ensación de apertura que con-
católica y la gótica elevación de la filosofía esco- tiene todavía casi todas las posibilidades. En el
lástica, hechas añicos al chocar contra el clasi- tránsito de las afiliaciones grupales, desde el
cismo kantesco, llevan al hombre, pobre, a vol- marco cerrado adscriptivo-excluyente hasta el
ver 'los ojos locos, como cuando por sobre el de la identificación abierta voluntario-
hombro nos llama .u na palmada', para encon- incluyente, la progresiva secularización de la
trarse con el abismo barroco de las mil formas estructura. social occidental ha terminado por
actuales del sinsentido, dejándolo 'nunca como quebrar el pacto que fijaba la. razón común o
ahora vuelto con todo su camino a verse solo'. autoridad (pp. 51 ss.). Destruida la fides, el p(}-
Pero a pesar de lo que pareciera insi- der regresiona a la fuerza, la vida social se dis-
nuar su título, el libro está lleno de aliento y grega por la anomia, la libertad y la identidad
esperanza: desde el celestial arcángel que va entran en crisis. Entonces, la angustiante
creciendo capítulo a capítulo hasta inundarlo "memoria del bien perdido" impulsa a las
todo con el clarín de su trompeta, hasta la de,. gentes a crear un metasistema de mitos que d'é
daración de amor de la página 186: ".. .la histo- cuenta de la diversidad de los estatutos hu-
ria, en el tiempo, es apenas un vientre que manos, legitimando su coexistencia o engen-
gesta. Su sentido se encuentra en el parto. El drando, en su defecto, servidumbre y dominie
gestado es un ser transhistórico: el hombre co- -catalizadores del escepticismo y de la anomia-,
mo ser colectivo, libre y consciente de sí./ En y de una posterior mesianización de los parti-
ese parto, que es tránsito de la conciencia del cularismos, cuya innúmera pluralidad actual
hombre, debe producirse la síntesis última que grita a voz en c,uello la inutilidad de todos y
socialice lo individual-natural y concrete en el cada uno de ellos. La paz sólo habría sido po-
individuo lo cultural-colectivo". sible si la razón natural hubiera proporcionado
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realmente el acceso a una verdad común a to- ejemplos que muestran que "en las crisis socia-
dos los hombres. La razón moderna, sin em- les la regresión es un hecho común", tomando
bargo, deserta después de haberse apropiado como centro de gravedad el fracaso de los dos
,d e la batuta y de haberse descubierto incompe- paradigmas, el americano y el ruso. Cegada,
tente para dirigir la orquesta. Sueltos así los ji- sin embargo, la fuente del consenso sagrado, el
rones del tejido social, el consenso ni es dado ni impulso al retorno deviene imposible: hiper-
puede ser tampoco construido; sobreviene, en trofiando particularizaciones de la razón o de
fin, el nihilismo, que arrastra consigo también la voluntad colectivas, los fundamentalismos
al juicio moral (pp. 70 ss.). El hombre de ahora, no son resacralizaciones válidas; no son, en el
perplejo y desamparado,en la relatividad abso- fondo, nada más que el casco vacío de la post-
luta de los paradigmas múltiples (a decir de secularidad. Los fanatismos, dice, parafrasean-
Thomas Kuhn: ninguno más verdadero que el do a Guénon, no son más que cruzadas ana-
otro), convierte sus intentos de generar sentido, crónicas e inversas (p. 104).
propósito o voluntad unitaria, en manipula- Resta todavía mencionar otras impor-
ción, imposición o proyecto tiránico; citando a tantes regresiones actualmente en marcha. ,La
Speamann: "cuando, carente de una razón co- que va de la ciencia hacia el dogma; Una vez
mún que le otorgue una direccionalidad com- más apoya su denuncia en una enorme, abun-
partida, la voluntad particular pretende repre- dancia de casos que implican a personajes e
sentar lo universal, ella se manifiesta necesa- instituciones de gran peso, como el presidente
riamente como fanatismo o ejercicio tiránico" Clinton y la propia Iglesia Católica norteameri-
(p. 76). cana. Luego de pasar detallada revista a lo que
Tal es el estado actual de la cuestión. él denomina "la 'otra ciencia' fundamentalista",
En un ejercicio de lucubración organicista, insiste en que la causa real del deterioro de la
Fuenzalida .se pregunta si no sería posible una sociedad secular contemporánea estriba en que
última síntesis que unificara la visión comtiana ha perdido su significado, su propósito y su
de organicidad y crisis societales con la visión meta. Fundamentalismos análogos pueden en-
dialéctica de Comte y Spencer, según la cual la contrarse, por lo demás, remata con insistencia,
alternancia de crisis y síntesis armoniza las "en los medios judaico, budista, hindú, sikh,
tendencias contrarias. Esto permitiría, léase confuciano y nipón. Todos ellos, en cuanto
entre líneas, una salida al callejón en que nos hostiles al mundo moderno, son parte indu-
ha sumido la muerte de la modernidad. Nada dable del mismo proceso de religiosidad reac-
garantiza, empero, pensamos nosotros, que di- tiva" (p. 111). Y como tales, podría haber aña-
cha síntesis, aún cuando fuera posible, fuese dido, están condenados a no poder alcanzar
realmente orgánica, es decir, organizada. Lue- jamás sus objetivos.
go de constatar que en las megaciudades de Un ejemplo, particularmente patético
hoy coexisten los tres tipos de religiosidad de esta actitud, lo observa Fuenzalida en la ob-
(adscriptiva, semiadscriptiva y abierta) aparen- sesión de pureza que ha germinado entre los
temente sin estorbarse demasiado entre sí, el norteamericanos contemporáneos. Disfrutan,
autor niega oportunidad a cualquier esperanza dice, de su nueva conciencia moral, con el en-
que no afinque en la idea de un consenso glo- tusiasmo de verdaderos cruzados. Una especie
bal. Las califica de "regresiones al dominio del de ascetismo instrumental invade sus concien-
salvacionismo mesiánico" y de "regresiones de- cias. Su noción dietética de la pureza y el mie-
fensivas en dirección a la forma adscriptiva" (p. do neurótico a morir o incluso envejecer, ha
100). Pero difiere de Spengler: "más que un es- convertido a los natural food shops en tiendas de
tado senil... la sociedad secular manifiesta los consumo de lujo de alimentos otrora tan sim-
síntomas de una adolescencia traumática" (p. ples como el germen de trigo o la miel. Y aquí
102). , Pasa revista a una gran cantidad de el autor vuelve a sumergirse en un enmaraña-
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do bosque casuístico, que lo lleva del análisis el calificativo es nuestro) se valen de todos los
del delirio nazi al de algunas ingenuidades recursos de la ciencia moderna de la persua-
indigenistas y nativistas, que no por ingenuas sión y del marketing. El pornográfico mora~
son menos peligrosas. Esto, por último, le mo, la barata mercancía del escándalo, el uso
permite abordar el problema más grave de to- intensivo de la televisión en su propaganda, en
dos: el de la regresión a la sangre. su manipulación de la moral de las masas, la
Apoyado en las tesis de Rosemberg y hipócrita incongruencia de sus escalas de valo-
Jl.mg, denuncia los mesianismos de sangre que res, no son sino algunos de los rasgos de estos
advierte tanto entre los ·eslavos, germanos y anticristos, cuyos lobbies ·ejercen vergonzantes
celtas, como entre los nativistas americanos. presiones. La oferta, dice Fuenzalida, se le hace
(Quizá acá Fuenzalida pudo insistir en los sig- a una población planetaria aterrada por la in-
nos de esta índole que se encuentran tanto en certidumbre y el stress, y cuyos sentimientos de
el discurso de Sendero Luminoso .como en la insuficiencia e inadecuación engendran una
composición de sus cuadros, lo mismo los diri-' demanda que desborda la capacidad eclesial
gentes que los de base). Fundamentalismo y (pp. 132 · ss.}. Acá nos enfrentamos a la vieja
neo-etnicismo como estados de regresión su- imagen del huevo y la gallina: ¿Por qué no
cesiva;· el primero aspira a una universalidad puede satisfacer la Iglesia la sed de infinito?
monopólica, el segundo se encierra en un ex- ¿Porque es mucha? ¿No contradice eso a la
clusivismo tribal. Según el autor, este involu- esencia del Cristianismo? La explicación es
cionismo postula implícitamente "un abandono otra. ¿No nos ha dicho ya el autor con insis"
por Dios de su obra". Imposibles ya la encar- tencia que la incompetencia de la Iglesia está
nación del espíritu libre y la transfiguración de en función de la medida en que se olvida de sí?
la carne ·hecha espíritu, negado así el En sus propias palabras: "El vaciamiento de la
"acontecimiento unitario de síntesis'', la reali- ciencia y la teología formales fragmenta la
dad de lo humano se ve reducida a lo efímero, imagen del mundo y fomenta regresiones fa~
a la creciente heteronomía entre Razón y Mo- náticas. De su parte, y en ausencia de una legíc
ral, en el contexto del Contrato violado, la Fe tima instancia de síntesis, la voluntad progr&
traicionada y el hombre caído (p. 123). siva unitaria (de estos modernos anticristos)
Otro rasgo de excepción del libro lo sincretiza en forma confusa ... (en un vano in~
constituyen los ·epígrafes, todos ellos son citas tento de generar un nuevo paradigma que re;;
de T.S. Eliot. Por momentos es difícil escapar a suelva las contradicciones internas del actual)~
la sensación de estar leyendo una enorme exé- (pp.159 ss.). Estos impulsos espontáneos care;
gesis de Wasteland. Cada capítulo está repre- cen de toda dirección y estructura formal, pero
sentado en su integridad por el epígrafe. El pe- se valen de la nueva red planetaria, de medios
núltimo capítulo toca la cuestión de los falsos como de un nuevo espacio semántico, para ir)~
dioses. Fuenzalida lo presenta en toda la ate- tentar restaurar el sentido "mistérico" alimen-
rradora profusión de la religiosidad de consu- tando la nueva y eterna expectativa mesiánicm
mo, anteponiéndole los siguientes versos: Fernando Fuenzalida es, sin ninguna
"With an alíen peoplejclutching their gods ...". La duda, un pensador original y profundo, a la
apertura. de estas pseudo religiones (el califica- par que erudito y valiente. Su obra no es petrus,
tivo es nuestro), "tiende a conformarse a la por la simple razón de que constituye una acu-
condición y demandas de la democracia electi- sación gravísima: la del resquebrajamiento :de·
va y la economía de libre mercado". En su petrus. La termina poniéndose; una vez más; en
competencia por ofrecer opio divino a los manos de su Padre; el último epígrafe, tambiert
mortales corazones, cuyas ansias de infinito de Eliot, (¡cómo, si no!) así nos lo hace saber:
han quedado insatisfechas a raíz de la debacle "...were we led all this way for/Birth or Death?''.
del consenso, las pseudo iglesias (acá también Este verso, más que pregunta de profttndis cla-
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mabis. Poniéndose en la antípoda de Alain Da- contesto que el Cusco es precioso. Esto no es
nielou, no acepta que "Cuando la humanidad para sugerir nada negativo de la ciudad en que
en conjunto se hace un peligro para las otras nací, sino para hacer evidente que la relación
especies ... los dioses inspiran a los hombres la de Lima con el resto de los peruanos, y espe-
locura que los lleva a la destrucción" (p. 175). cialmente con los limeños, es muy complicada
Considera que ese tipo de interpretaciones son y que quizás por ello sabemos poco de la his-
un excelente ejemplo de "la postmodema abo- toria de esta ciudad. Una de las virtudes del
lición de fronteras entre realidad y ficción" (p. libro, que se comenta, es que viene a cubrir un
178). Con ironia transida de dolor nos dice, vacío, pues desde hace un buen tiempo no se
hacia el final del libro, que "Es de esperar que producía una historia social de Lima.
conforme se acerque la fecha fatal se multipli- Todas las personas, instituciones y ciudades
quen los mesías rivales" (p. 180). Revisa, luego, crean una imagen de su propio pasado y del
algunos de los intentos más serios de entender espacio que han ocupado que sirve para múl-
hacia dónde se dirige todo este proceso: el de tiples propósitos. Estas imágenes nos dan cierta
Comte y el de Danilevski, el de Spencer, el de seguridad, proyectan una identidad, nos
Toynbee y otros, para terminar con la tesis del permiten relacionarlas con otras personas y
Fin de la Historia de Fukuyama y la teoría de crean estrategias de crecimiento, diferenciación
la Gaia de Lovelocke. o sobrevivencia. Estas imágenes del pasado
No olvidemos lo que se dijo más arri- pueden crearse de una manera superficial y
ba del arcángel que crece.· Este último capítulo estereotipada o de una manera más. compleja,
está íntegramente cubierto por el manto de su elaborada y. académica. Este libro pertenece a
figura y el sonar de su clarín. Fernando Fuen- la segunda manera de crear imágenes históri-
zalida opone a los consensos salvíficos engen- casde una ciudad.
drados en los arcaicos estratos del folklore y El libro se concentra en el período de
del mito que aspiran a un dominio excluyente 1850 a 1950, uno de los grandes momentos de
sobre la conciencia del hombre, y a los todavía cambio de la sociedad limeña y peruana, cuyos
más primitivos consensos de sangre, que po- polos serían la herencia colonial y la consoli-
nen en peligro la estabilidad que ya se creía lo- dación de Lima como el centro financiero,
grada, "la manifestación numinosa que subli- administrativo y político de la República. Este
ma y fusiona la multiplicidad de razones y es un proceso estimulado por el crecimiento' de
voluntades privadas en lo uno social, concreta una variedad de productos de exportación,
la razón colectiva en consenso, la voluntad co- marcado por la inflexión que significó la Gue-
lectiva en la fe y transforma la masa en nación" rra del Pacífico y que se ubica en la antesala de
(p. 184). Son la agujas que elevan su voz al la explosión demográfica que transformó a Li-
cielo; el cuarto piso, abierto al par, al tiempo y ma a partir de la década del cincuenta.
al infinito, de la basilica de la Transhistoria. Un rasgo paradójico es que durante
este período Lima desempeñó un rol decisivo
Raúl Valenzuela en el Perú, a pesar de que casi siempre albergó
a un porcentaje minoritario del país. Por ejem-
plo, hacia 1870 Lima tenia 100,000 habitantes y
Aldo Panfichi y Felipe Portocarrero, eds.: hacia 1930 tenia 273,000 habitantes, lo que sig-
Mundos interiores, Lima 1850-1950, Lima: nificaba el 3.7 y el 4.8 por ciento de la pobla-
CIUP, 1995, 445 pp. ción nacional, respectivamente. Hoy en día,
Lima y Callao albergan al 30 por ciento de la
Cuando me pidieron que comente el libro población.
de Felipe y de Aldo recordé que cuando me Una segunda característica importante
preguntan, en el extranjero, cómo es Lima, de Lima, relacionada con este libro, es que du-

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