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Dirigido por
Víctor Díaz Golpe
Josep Oriola Ambrós
Comité de Publicaciones de la
Sociedad Española de Bioquímica Clínica
y Patología Molecular
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Editado por: Comité de Publicaciones de la Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular
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Marzo 2010
Comité Científico de la Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Pa-
tología Molecular
Comisión de Genética Molecular. Miembros:
María Concepción Alonso Cerezo
Carmen Cañadas Castañeda
Ana Carrillo Redondo
Victor Diaz Golpe
Orland Diez Gibert
Begoña Ezquieta Zubicaray
Jesús Molano Mateos
Josep Oriola Ambrós
Atocha Romero Alonso
Ana María Sánchez de Abajo
Comité de Comunicación
Felipe Antoja Ribó
María del Patrocinio Chueca Rodríguez (Presidenta)
Roser Ferrer Costa
José M. González de Buitrago
Joan B. Ortolà Devesa
Anna Padrós Fluvià
Eulàlia Urgell Rull
Índice de autores
1. Introducción
13
2. Ciclo celular
4. Alteraciones cromosómicas
1. Introducción
26
(Modificado de Human Molecular Genetics. Tom Strachan, Andrew Read. Garland Science. 2003.)
2. Genoma nuclear
34
(A) El tamaño de la «unidad de repetición» es variable. En el DNA satélite va desde pequeño (satélites
2 y 3) hasta 171 pb del satélite alfa. En el DNA microsatélite la unidad de repetición siempre es
pequeña (2, 3 ó 4 pb lo más frecuente). El tamaño del bloque depende del tamaño de la unidad de
repetición y también del número de copias o repeticiones.
(B) Comparación del tamaño de los bloques en los satélites, minisatélites y microsatélites.
(C) Representación de las unidades de repetición.
Los elementos LINE humanos se pueden dividir en tres familias (LINE1, LINE2
y LINE3), en conjunto comprenden cerca del 20% del genoma y se localizan
principalmente en regiones eucromáticas. Sólo la familia LINE1 conserva
transposición activa y es la más abundante ya que supone el 17% del ge-
noma.
Los elementos SINE están divididos en múltiples familias muy variadas,
un ejemplo es la familia Alu que es específica de primates. La repeti-
ción Alu es la secuencia más abundante en el genoma humano. Se
localizan dispersas en las regiones eucromáticas principalmente. Cuan-
do aparecen dentro de genes se encuentran en intrones y en regiones
que no se traducen, al igual que los elementos LINE1. Se piensa que
las repeticiones Alu deben desempeñar alguna función importante para
la célula.
3. Genoma mitocondrial
Bibliografía
38
Tom Strachan, Andrew Read. Human euchromatic sequence of the human
Molecular Genetics. 3.ª Edición. genome. Nature. 2004; 431:931–
2003. Editorial Garland Science. 45.
Bruce Alberts, Alexander Johnson, ENCODE Project Consortium. Iden-
Julian Lewis, Martin Raff, Keith Roberts, tification and analysis of functional
Peter Walter. Molecular Biology of the elements in 1% of the human ge-
Cell. 5.ª Edición. 2007. Editorial nome by the ENCODE pilot proj-
Garland Science. ect. Nature. 2007; 447:799-
International Human Genome Se- 816.
quencing Consortium. Initial se- Check E. Genome project turns up
quencing and analysis of the human evolutionary surprises. Nature.
genome. Nature. 2001; 409:860– 2007; 447:760-1.
921. Greally JM. Genomics: Encyclo-
Venter JC et al. The sequence of the paedia of humble DNA. Nature.
human genome. Science. 2001; 2007; 447:782-3.
291:1304–51. www.genome.gov (página oficial
International Human Genome Se- del Proyecto Genoma Humano,
quencing Consortium. Finishing the julio de 2009).
Capítulo 3
1. Introducción
Entre las numerosas propiedades de los organismos vivos, hay una que es
esencial para la continuación de la vida: un organismo debe ser capaz de
replicarse. En una célula la información necesaria para su replicación se
encuentra en el material genético, en una molécula llamada ácido desoxi-
rribonucleico o DNA. La información sólo es útil si existe un mecanismo
para expresarla. De este modo, en los sistemas biológicos la información
contenida en el DNA se copia en una molécula llamada ácido ribonuclei-
co o RNA mediante un proceso llamado transcripción y, a continuación, 39
esta información se traduce en forma de una proteína. Así, la información
biológica almacenada en el DNA fluye del DNA al RNA y, por último, a
las proteínas.
__________
1. Antiparalelas: cadenas orientadas en direcciones opuestas (una cadena 5´-3´ y la
otra cadena 3´-5´).
3. Replicación del DNA
__________
2. Semiconservativa: la replicación del DNA produce dos moléculas de DNA bicate-
nario hijas, ambas formadas por una cadena parental y una cadena recién sintetizada.
Tabla I. Propiedades bioquímicas de las DNA polimerasas en eucariotas
Polimerasa a Polimerasa d Polimerasa ε Polimerasa b Polimerasa g
Localización Nuclear Nuclear Nuclear Nuclear Mitocondrial
Actividad
No Sí Sí No Sí
3´-5´exonucleasa
Actividad primasa Sí No No No No
Procesividad Baja Alta Alta Baja Alta
Fidelidad Alta Alta Alta Baja Alta
Replicación Sí Sí Sí No Sí
Reparación No ? Sí Sí No
44
(1) La telomerasa contiene el RNA telomerásico con un sector complementario a la secuencia de los
telómeros. (2) La unión del DNA telomérico con el RNA telomerásico se produce por apareamiento de
bases complementarias. La enzima alarga el telómero usando como molde el RNA. (3) Al completar un
alargamiento la enzima se desplaza y comienza un nuevo ciclo de alargamiento y así sucesivamente.
46
El reconocimiento del promotor se lleva a cabo por la unión de TBP a la caja TATA. TBP junto con los
factores TAFs forman el complejo TFIID. TBP unido al DNA recluta a TFIIA y TFIIB, lo que proporciona
una plataforma para que la polimerasa II unida al factor TFIIF se incorpore al complejo. TFIIE, TFIIH y
TFIIJ son reclutados al final del proceso mediante interacciones con la RNA polimerasa II.
__________
4. El promotor es una secuencia de DNA que permite que un gen sea transcrito, sirve
para dar la señal de comienzo a la RNA polimerasa.
5. Los factores de transcripción son proteínas que deben unirse al DNA en zonas
promotoras para que pueda unirse la RNA polimerasa.
4.1 Etapas de la transcripción
4.1.1. Iniciación
A nivel bioquímico, donde mejor caracterizado está dicho proceso es en
los promotores de clase II, dependientes de la RNA polimerasa II, con
secuencia consenso TATAAA (denominada «caja TATA»). En estos promoto-
res, los complejos de preiniciación se forman a partir de múltiples interac-
ciones entre la holoenzima RNA polimerasa II y los denominados factores
generales de la transcripción «general transcription factors» (GTFs) TFIIA,-B,
–D, –E, –F, –H y –J. El proceso de formación del complejo se considera
secuencial y se detalla en la figura 3.
TFIID es un complejo formado por múltiples subunidades que contiene la
proteína TBP (proteína de unión a TATA, «TATA binding protein») y al me-
nos otras 14 proteínas conocidas como TAFs (factores asociados a TBP,
«TBP associated factors»). El contacto de TFIID con el DNA está mediado
por la unión del TBP al surco menor del DNA, en una secuencia consenso
denominada «caja TATA». La unión de TBP a la caja TATA dirige la forma-
ción del complejo de preiniciación por adición ordenada de varios facto-
res generales de transcripción y la RNA polimerasa II. En primer lugar se
incorporan TIIA y –B, a continuación TIIF y la propia RNA polimerasa II y 47
finalmente TIIE, –H y –J.
4.1.2. Elongación
Una vez formado el complejo de preiniciación, el extremo C-terminal de la
RNA polimerasa II (dominio CTD) es fosforilado en numerosos residuos.
Esto provoca un cambio conformacional en la polimerasa, de modo que se
libera del complejo de preiniciación y comienza la síntesis del transcrito
primario (figura 4). Existen distintos factores de elongación que regulan la
velocidad de síntesis y la procesividad de la enzima.
Figura 4. Componentes de la holoenzima RNA polimerasa II
La holoenzima RNA polimerasa II está compuesta por la RNA polimerasa II, un subconjunto de factores
generales de transcripción y el complejo mediador Srb.
4.1.3. Terminación
No se han identificado las secuencias consenso de terminación de la trans-
cripción. Se supone que la terminación depende de las mismas señales que
son responsables del procesamiento del extremo 3’ del RNA. En el caso de
48 los RNAs poliadenilados, las mismas señales que determinan con precisión el
nucleótido donde debe cortarse el RNA y añadirse la cola de poliA son las
que dirigen el proceso de terminación. Las señales de poliadenilación están
bien caracterizadas en humanos. Los elementos esenciales son una secuencia
de seis nucleótidos altamente conservada (AAUAAA) localizada a 10-30
nucleótidos en sentido 5’ del sitio de corte y una secuencia menos conservada
pero rica en Us o Gs y Us en posición 3’ del sitio de corte (figura 5).
Existen tres elementos principales que definen la señal de poliadenilación; (1) una secuencia hexanucleo-
tódica altamente conservada (AAUAAA) localizada a 10-30 nucleótidos en 5` del sitio de corte, (2) una
secuencia menos conservada rica en Us o en GUs en posición 3’ del sitio de corte y (3) el propio sitio de
corte, el cual se convierte en el punto donde se añade la cola poli A, denominado sitio poli (A).
4.1.4. Maduración
Todos los productos primarios de la transcripción se procesan hasta sus
formas maduras mediante una serie de modificaciones. Estas modificacio-
nes afectan al extremo 3´, al extremo 5´ y pueden incluir la eliminación de
secuencias internas no codificantes denominadas intrones.
4.1.4.1. tRNA
La maduración de un tRNA requiere 5 pasos esenciales:
1) la eliminación del extremo 5’ por la ribonucleasa P,
2) la eliminación del extremo 3’ por el efecto combinado de diversas
endonucleasas y exonucleasas,
3) la adición del trinucleótido CCA al extremo 3’,
4) corte y empalme o «splicing» de intrones en algunos tRNAs (en el caso
de los humanos, tan sólo el 6% de los genes de tRNAs contienen in-
trones) por la acción combinada de una endonucleasa que escinde el
intrón y una ligasa que une los exones,
5) numerosas modificaciones (particularmente metilaciones y desamina-
ciones) de los tRNAs en múltiples residuos (figura 6).
Cada nucleótido está representado por un circulito/cuadradito coloreado. La parte del tRNA maduro
está representado con cuadraditos marrones. Las secuencias de los extremos 5´y 3´ se simbolizan con
circulitos morados. El anticodón se representa con tres circulitos rojos y el intrón con circulitos azules.
4.1.4.2. rRNA
En eucariotas, el procesamiento del RNA ribosomal tiene lugar fundamen-
talmente en un subcompartimento del núcleo denominado nucleolo. En él,
la RNA polimerasa I genera un gran RNA precursor policistrónico (pre
rRNA) que contiene la secuencia de los rRNAs maduros 18S, 5.8S y 28S.
Este RNA precursor es modificado químicamente en numerosos residuos y
procesado por numerosas exo– y endonucleasas hasta producir los rRNAs
maduros. El rRNA 5S se transcribe independientemente en forma de pre-
cursor (pre rRNA5S) por la RNA polimerasa III.
4.1.4.3. mRNA
Los transcritos primarios del mRNA (pre-mRNA o hnRNA) son procesados
por modificación de bases (formación del CAP), poliadenilación y «spli-
cing» (figura 7).
50
Los exones se representan en naranja y los intrones en verde. La caperuza en 5´de color azul. La cola
de poli A en 3´se designa con la abreviatura AAAn. Durante el proceso de «splicing» se eliminan los
intrones (verde) y se unen los exones (naranja).
• No tiene solapamiento.
• No es ambiguo, es decir un codón indica un solo aminoácido.
• Es degenerado. La mayor parte de los aminoácidos (salvo metionina y
triptófano) son codificados por más de un codón (codones sinónimos).
Las diferencias entre los codones que codifican un mismo aminoácido
se encuentran generalmente en la tercera base de los tripletes.
52
El código genético está formado por 64 codones, cuyas secuencias en el mRNA aparecen en el esque-
ma. La columna de la izquierda indica el nucleótido que se encuentra en la primera posición (5´) del
codón. La fila superior indica el nucleótido que ocupa la segunda posición (central) del codón. La columna
de la derecha indica el nucleótido que ocupa la tercera posición (3´) del codón. El codón AUG (azul)
especifica metionina (Met). El término STOP (rojo) indica un codón de terminación o parada.
Las moléculas de tRNA son intermediarias entre las proteínas y los ácidos
nucleicos. Todas las moléculas de tRNA comparten unas características
estructurales comunes. La estructura secundaria del tRNA recuerda a una
hoja de trébol (se detalla en la figura 9). La estructura terciaria del tRNA
tiene forma de L, donde el brazo y el lazo anticodón ocupan los extremos
opuestos de la molécula.
El anticodón del tRNA está formado por tres nucleótidos que interaccionan
con el codón del mRNA mediante emparejamiento de bases complementa-
rias. Estas interacciones permiten cierta flexibilidad estructural (balanceo) en
la posición 5´, donde pueden tener lugar emparejamientos de bases distin-
tos a los del tipo Watson –Crick. Los tRNAs sirven como adaptadores entre
los codones del mRNA y los aminoácidos apropiados. En humanos, se han
identificado unos 500 genes que codifican tRNAs distintos. Existen tRNAs
(isoaceptores) que, uniendo el mismo aminoácido poseen distintos antico-
dones. También existen numerosos tRNAs («isodecoder tRNAs») con se-
cuencias distintas que, sin embargo, contienen el mismo anticodón (y por
supuesto unen el mismo aminoácido). No existen moléculas de tRNA es-
tándar con anticodones para los codones de parada. Sin embargo, el
codón UGA, en determinados contextos, puede codificar no para una
señal de parada, sino para el aminoácido selenocisteina. 53
Aparecen cuatro brazos, que contienen emparejamiento de bases por enlaces de hidrógeno del tipo
Watson-Crick, y cuatro lazos. Los tRNA constan de dos partes esenciales, un brazo aceptor que se une
covalentemente al aminoácido, y un lazo anticodón que interacciona con el codón del mRNA. Todos
los tRNA tienen la secuencia CCA en el extremo 3´ y la mayor parte tienen ácido guanílico en el
extremo 5´, además contienen bases modificadas.
El proceso de síntesis proteica se lleva a cabo en un complejo RNA-
proteína denominado ribosoma. Los ribosomas de eucariotas son de 80S
(una subunidad grande de 60S y una subunidad pequeña de 40S) (Tabla
IV). Las dos subunidades no están unidas entre sí permanentemente, sino
que se asocian cada vez que se inicia una nueva cadena polipeptídica.
Los ribosomas tienen dos sitios, el sitio A (aminoacilo) y el sitio P (peptidilo).
5.1.2. Iniciación
La subunidad pequeña del ribosoma se une al mRNA en su región 5´ («ups-
tream») y comienza a descender en dirección 5´-3´ hasta que se encuentra
con el codón de inicio (AUG), metionina más cercana al extremo 5´. En
este punto se unen la subunidad grande y el tRNA iniciador cargado con
el anticodón UAC. El tRNA iniciador se une al sitio P del ribosoma (figura
10). Ahora el ribosoma está totalmente ensamblado y listo para iniciar la
traducción.
5.1.3. Elongación
Un aminoacil-tRNA (una molécula de tRNA covalentemente unida a su
aminoácido) es capaz de reconocer y emparejarse con el siguiente codón
del mRNA en el sitio A de la subunidad grande del ribosoma. El aminoá-
cido que le precede (metionina al comienzo de la transcripción) se une al
aminoácido que entra mediante un enlace peptídico. El tRNA iniciador es
liberado del sitio P y el ribosoma se mueve al siguiente codón sobre la
molécula de mRNA. El tRNA que ha llegado más recientemente, que es el
que sostiene la cadena proteica creciente, cambia desde el sitio A al sitio
P del ribosoma. De este modo deja el sitio A vacío para la llegada de un
nuevo complejo aminoacil-tRNA (figura 10).
El ribosoma tiene dos subunidades, una grande (60S) coloreada en morado y una pequeña (40S) en
azul. A su vez, se representan los sitios de los ribosomas, el sitio A (aminoacídico) coloreado en rosa,
el sitio P (peptidilo) en verde y el sitio E (“exit” salida) en amarillo.
55
5.1.4. Terminación
La síntesis proteica termina cuando el ribosoma alcanza un codón de para-
da (UAA, UAG, UGA). Los factores eRF («protein release factors») reconocen
estos codones de parada cuando llegan al sitio A. Así la unión de estas
proteínas libera al polipéptido del ribosoma, obteniendo la energía para
realizarlo de la hidrólisis de una molécula de GTP. El ribosoma se separa en
sus dos subunidades, que posteriormente se podrán reensamblar cuando
comience otra ronda de síntesis de proteínas. En el proceso de traducción
intervienen varios tipos de proteínas que actúan como factores de iniciación,
elongación y terminación (tabla V).
Existen dos regiones que no se traducen en un gen («untranslated regions»),
una de ellas se encuentra entre la CAP y el AUG iniciador (metionina) de-
nominándose «región 5´ no traducida (5´UTR)» y la otra ocupa desde el
codón de parada («stop codon») a la cola de poliA denominándose «región
3´no traducida (3´UTR)» (figura 7).
Bibliografía
57
Capítulo 4
1. Introducción
61
Familia que presenta dos casos afectos de Hipoaldosteronismo hiperreninémico, varón y niña que
mostraron un cuadro pierde sal perinatal. Ambos pacientes presentaron la mutación T318M del gen
CYP11B2 que codifica la Aldosterona Sintetasa, para la que ambos padres (consanguíneos) eran
portadores. Esta es la situación que se plantea en las enfermedades recesivas que son raras, y la que
generalmente caracteriza a este tipo de herencia. Cuando existe relación familiar en los progenitores,
el/los pacientes reciben ambos alelos mutados porque los padres comparten el alelo deficiente que,
sin embargo, es muy infrecuente en población general.
Arbol que muestra una familia con dos casos de forma no clásica de hiperplasia suprarrenal congénita
por deficiencia de 21-hidroxilasa (HSC-NC21OHD). Los pacientes son heterozigotos compuestos y uno
de los progenitores (en este caso, la madre) presenta la enfermedad. El padre y el hermano son porta-
dores de la mutación leve V281L, muy prevalente en nuestra población. La segunda mutación es un
híbrido de deleción, una mutación severa que debe ser considerada en el consejo genético de estos
pacientes y familiares ya que se asocia con las formas graves ó clásicas de la enfermedad.
El ejemplo presentado recoge dos casos afectos, madre e hijo, de Síndrome de Noonan por mutación
en el gen PTPN11 N308D (esta mutación es recurrente en todas las poblaciones estudiadas). Los
abuelos maternos no mostraron la mutación.
Se han subrayado los genotipos en los pacientes en cada uno de los casos.
De una manera general podemos afirmar que para aquellos genes presen-
tes en el genoma en dos copias (alelos paterno y materno), la funcionali-
dad del producto génico de ambas es sustituible y, de aparecer enferme-
dad por la existencia de mutación de uno de los alelos, ésta se manifestará
igualmente sea el alelo mutado heredado paterno o materno (en la célula
no se distingue fisiológicamente entre el producto génico proveniente de
uno u otro alelo). Existen algunos genes que constituyen una excepción a
esta regla general, aquellos sometidos a «imprinting» o marca que permite
a la célula conocer su procedencia paterna o materna. Para estos genes se
requiere la expresión de uno de los alelos concretos, paterno o materno
según los casos, que no son entre sí sustituibles por lo que la transmisión
del alelo mutado sólo producirá clínica en el descendiente si se hereda a
partir de uno concreto de los progenitores. Los síndromes de Prader Willi y
Angelman implican a la misma zona del genoma (locus cromosoma
15q11-12) y constituyen ejemplos claros de este fenómeno. En el primero
66 de los casos es la falta de funcionalidad en el alelo paterno la causante de
la clínica, mientras que en el segundo, es debida a la falta de función del
alelo materno. La falta de función puede originarse por la ausencia del gen
(deleción), mutación en el alelo requerido, o por la falta de expresión del
gen (debido a metilación). En algunas ocasiones, la deleción puede ser
amplia y citogenéticamente detectable mediante sondas FISH, pero en
otras ha de recurrirse a técnicas moleculares para poner de manifiesto la
alteración.
4.5. Mosaicismos
4.6. Epistasis
5. Herencia multifactorial
Las enfermedades más frecuentes con mayor impacto en la vida adulta están
ocasionadas por una combinación de factores, algunos de ellos de predis-
posición genética (con cierta recurrencia en familias) y factores externos que
pueden o no concurrir y sobre los que se puede actuar (medicina predictiva).
Adicionalmente, los distintos individuos pueden presentar una susceptibilidad
variable, de componente tambien hereditario, a dichos factores.
El estudio de este tipo de entidades clínicas requiere de una información 69
múltiple, y sólo son objetivables a partir de la información genómica (Pro-
yecto Genoma) obtenida mediante el análisis simultáneo de innumerables
polimorfismos puntuales distribuidos en todo el genoma con los soportes
informáticos adecuados. Los componentes ambientales en su incidencia
sobre factores genéticos de predisposición también podrán ser valorables
en cierto grado desde un análisis molecular. En esa proyección más ambi-
ciosa aunque todavía lejana, la medicina predictiva se basa en evitar o
favorecer aquellos componentes ambientales de nutrición, medicación ó
exposición, que puedan modificar favorablemente la evolución de un pro-
ceso dependiente de múltiples variables genómicas detectadas de forma
conjunta mediante arrays (dispositivos analíticos constituidos por una serie
de moléculas inmovilizadas sobre regiones concretas de un soporte que
permite la detección simultánea de múltiples variantes mediante hibrida-
ción; según detecten variantes en la secuencia de DNA ó mRNAs serán
genómicos ó de expresión).
Los estudios que permiten analizar estas variantes son de tres tipos: análisis
de ligamiento (estudio no paramétrico de parejas de afectos o ASP «affec-
ted-sib-pairs»), estudios de asociación caso/control y test de desequilibrio
en la transmisión de caracteres (TDT).
En el caso de variantes genéticas con una incidencia conocida en la en-
fermedad, ya puede realizarse la valoración y pueden adoptarse decisio-
nes médicas. Ello ocurre actualmente en algunas entidades concretas de
campos muy definidos: farmacogenética y cáncer. En otro tipo de enfer-
medades, como la diabetes y la hipertensión nos encontramos en una
etapa previa. Aunque se conocen ya algunos genes y loci implicados, hay
que continuar obteniendo información a partir de estudios múltiples de
asociación que vayan definiendo genes y variantes condicionantes del
proceso, para poder en un futuro interpretar un patrón definido y actuar de
forma preventiva
Uno de los campos en los que se está introduciendo este tipo de abordajes
de una manera más rápida es, como decíamos, el cáncer, especialmente
el estudio de expresión génica. El perfil de mRNAs parece ser muy útil en
la subclasificación tumoral, es un marcador muy sensible del estadío y del
pronóstico y también permite el estudio simultáneo de diversos oncogenes y
genes supresores de tumores. Por otra parte, la farmacogenética estudia
diversas variantes polimórficas y la susceptibilidad a un determinado fár-
maco (debida a diferencias en los citocromos que lo metabolizan, a las
proteinas tranportadoras y otros factores responsables de su metaboliza-
ción) que condicionan la respuesta al tratamiento. Ello es de especial inte-
rés en aquellos fármacos cuyos efectos secundarios puedan ser graves en
70 algunos individuos, en los que el ajuste de dosis puede ser difícil o cuando
sea importante conocer si va a haber o no respuesta terapéutica.
En resumen, el escenario simple al que se ajustaban los rasgos afortuna-
damente elegidos por Mendel (monogénicos, localizados en distintos cro-
mosomas y de expresividad y penetrancia elevada) permitió identificar los
patrones autosómico y recesivo y la segregación independiente de los
caracteres cuando nada se sabía de cromosomas, genes o DNA. Las en-
fermedades monogénicas (mendelianas y no mendelianas) tomadas indivi-
dualmente son infrecuentes y el impacto asistencial más importante es el
debido a enfermedades de base poligénica multifactorial (enfermedad
cardíaca, diabetes, cancer, etc.). En las enfermedades poligénicas, cada
gen interviene siguiendo unos patrones también mendelianos, uno o ambos
alelos (efecto dominante y recesivo), aunque ya no se tratará de alelos
mutados sino de variantes de la normalidad. Debido a que son muchas las
variantes que interaccionan y que no sólo habremos de considerar efectos
sensibilizadores sino también efectos protectores, el patrón conjunto sólo
puede ser analizado mediante aplicación de técnicas masivas y soportes
informáticos. Si en una primera etapa fueron las herramientas biológicas (la
observación de Mendel o las endonucleasas de restricción y polimerasas
termoestables) las que ayudaron en el estudio de la herencia y del DNA,
son actualmente las herramientas informáticas las que nos permitirán inter-
pretar y encontrar las asociaciones reales de la base poligénica.
Bibliografía
71
Capítulo 5
1. Introducción
2. Mutaciones
Todas las células sufren en todo momento las agresiones físicas y químicas
del entorno. Los agentes de origen físico, como los rayos cósmicos o la
radiactividad, pueden modificar directamente bases nucleotídicas, romper
cadenas de DNA, etc., (los rayos ultravioletas, menos energéticos, causan
sobretodo dimerización de timinas adyacentes), o indirectamente causar la
aparición de iones superóxido, muy reactivos. Los mutágenos de origen
químico son muy diversos: análogos de bases de ácidos nucleicos, alca-
loides, ácidos, alquilantes, colorantes, peróxidos y muchos otros. A éstos
cabe añadir la actividad de agentes biológicos, como los virus y las bacte-
rias.
A pesar de la gran variedad de mutágenos externos, gran parte de las
mutaciones suele tener origen endógeno, en el propio metabolismo intrace-
lular (iones H+, agitación térmica, etc.), afectando a miles de bases por
día en cada célula, en forma de despurinación, desaminación, oxidación,
creación de enlaces covalentes entre las dos cadenas, etc. No obstante, la
mayor fuente de mutaciones radica en los errores espontáneos en la repli-
cación y reparación del DNA.
Cuando las células se multiplican toda la información genética (6 mil millo-
nes de nucleótidos) debe copiarse con exactitud y trasmitirse a las células
hijas. La duplicación del genoma se lleva a cabo con una gran fidelidad,
pero en un proceso tan complejo se producen abundantes errores. Tenien-
do en cuenta la enorme cantidad de mitosis efectuadas durante una vida
humana, en las que se copia la totalidad del genoma en cada una de
ellas, a pesar de todos los mecanismos de salvaguarda se producen múlti-
ples errores en todos los genes, aunque para cualquier gen, sólo una pe-
queñísima proporción de células presentará la mutación. En la gran mayo- 75
ría de casos la mutación es perjudicial y causa la muerte de la célula, pero
en otros el cambio producido puede pasar a células hijas y tener conse-
cuencias patológicas, como el cáncer.
Para reducir el número de mutaciones las células disponen de sistemas
enzimáticos de reparación de DNA que identifican y corrigen todos los
tipos de anomalías: roturas de una cadena, enlaces covalentes entre dos
bases contiguas o complementarias, modificaciones químicas de una
base, pérdidas de una o más bases, errores de replicación, etc. Por
ejemplo, múltiples polimerasas de DNA con actividad nucleasa 3’-5’,
desempeñan una actividad correctora. Al incorporarse una base incorrec-
ta durante la síntesis de DNA dicha actividad enzimática causa su elimi-
nación y, tras un nuevo apareamiento de bases correcto, prosigue la
síntesis de DNA. Si la reparación no tiene lugar o es defectuosa el cam-
bio accidental sucedido en una cadena puede quedar fijado a partir de
la replicación siguiente y la mutación puntual se perpetúa en las genera-
ciones celulares posteriores.
Adicionalmente, existen mecanismos de vigilancia de RNA encargados de
actuar ante los errores de la secuencia de mRNA durante la expresión
génica, que aseguran la eliminación de mRNA inapropiados.
2.2. Mutaciones en células somáticas o germinales
La sustitución de una citosina por una timina transforma el codón CAG correspondiente a una glutamina
(Gln) en el codón TAG de terminación.
80
La sustitución de una citosina por una guanina causa el cambio del codón AAC, correspondiente a una
asparagina (Asn), por el codón AAG, correspondiente a una lisina (Lys).
82
La deleción de una timina causa la modificación del marco de lectura de los tripletes y aparece un
codón de terminación prematura. Puede transcribirse a un RNA inestable, degradado por el mecanismo
de mRNA decay, o bien traducirse a una proteína truncada anormal.
83
Durante la replicación, en regiones de DNA repetitivo la cadena molde y la cadena sintetizada pue-
den aparearse de forma incorrecta debido a un deslizamiento («slippage») de la una sobre la otra. Se
ocasiona la incorporación o pérdida de nucleótidos o unidades de repetición según se haya formado
el bucle en la cadena sintetizada o en la cadena molde, respectivamente.
84
Se indica la localización de la expansión en el gen correspondiente.
Figura 5b. Secuencias consenso del lugar donador (5’), aceptor (3’) y
punto de ramificación
85
El tamaño de las iniciales de los nucleótidos es proporcional a la frecuencia con la que se presentan en
las posiciones de las secuencias consenso. Los lugares dador (GT) y aceptor (AG) de splicing son
invariables (100%).
Las flechas indican los lugares de mutación. La alteración de los lugares dador (cuadrado) o aceptor
(círculo) de splicing puede ocasionar la omisión de un exón. Si el número de nucleótidos excluidos no
es divisible por tres se altera el marco de lectura y aparece de forma prematura un codón de termina-
ción.
Las flechas indican los lugares de mutación. La alteración de los lugares dador (cuadrado) o aceptor
(círculo) de splicing puede ocasionar la retención del intrón. Los nucleótidos intrónicos se traducirán
incorporándose a la proteína los aminoácidos correspondientes. Si el número de nucleótidos retenidos
no es divisible por tres se altera el marco de lectura y aparece de forma prematura un codón de termi-
nación.
Alternativamente, las mutaciones pueden recaer también en lugares ilegíti-
mos, crípticos, que se vuelven activos y participan en el splicing (Fig. 6c).
Si se encuentran en un exón, pueden causar la exclusión de parte del mis-
mo en el transcrito maduro, mientras que si se hallan en un intrón, se inclui-
rá parte del intrón en el transcrito. Generalmente, esta anomalía hace sur-
gir un codón prematuro de parada o bien genera una proteína aberrante.
Por otra parte, algunas mutaciones aparentemente silenciosas ocurridas
dentro de un exón, aunque no en lugares crípticos, pueden ser patógenas,
ocasionando la omisión de dicho exón.
88
Las flechas indican los lugares de mutación. La alteración de los lugares dador (cuadrado) o aceptor
(círculo) de splicing puede inactivarlos ocasionando la activación de lugares alternativos hasta ahora
crípticos (cuadrados y círculos blancos). Alternativamente, las mutaciones pueden localizarse en lugares
ilegítimos, crípticos, que adquieren una mayor semejanza a la secuencia consenso de splicing y se
vuelven activos. Estas alteraciones, según sus características y localización, pueden ocasionar la reten-
ción de nucleótidos intrónicos o la omisión de nucleótidos exónicos en el RNA resultante y modificar la
proteína.
3. Polimorfismos
El DNA repetitivo representa más del 40% del genoma humano. Algunos
bloques de repeticiones se hallan dispersos en todo el genoma, mientras
que otros se agrupan en localizaciones específicas, la mayoría en tándem.
Generalmente, se hallan en la fracción mayoritaria de DNA que no se 93
traduce a proteína, aunque algunas pueden localizarse muy cerca de ge-
nes y alterar su expresión.
Según su tamaño, pueden diferenciarse varios tipos de VNTR, aunque los
límites entre ellos no se han definido estrictamente. La fracción altamente
repetitiva de repeticiones cortas posee una composición de nucleótidos
diferenciada y en los procedimientos iniciales de separación del DNA en
gradiente de densidad formaba una segunda banda respecto al resto de
DNA genómico, que recibió el nombre de DNA «satélite».
El DNA minisatélite consiste en repeticiones en tándem de una secuencia
entre una y varias decenas de nucleótidos, abarcando cientos de nucleó-
tidos. Los loci suelen tener múltiples alelos y algunos minisatélites son
hipervariables. El DNA microsatélite consiste en un secuencia repetida
simple de uno o varios nucleótidos y su longitud varía de menos de 10 a
más de 100 nucleótidos. También reciben la denominación de repeticio-
nes cortas en tándem («short tandem repeats» o STR). Cuando las repeti-
ciones son muy cortas (di– o trinucleótidos) pueden ser inestables y variar
entre tejidos en un mismo individuo o entre generaciones (ver mutaciones
dinámicas). Actualmente, se conocen más de 10.000 secuencias STR en
el genoma humano. El examen de suficientes loci STR y del número de
repeticiones de cada uno de ellos permite obtener un perfil genético úni-
co de un individuo.
La variabilidad de los VNTR se debe a la eliminación o adición de repeti-
ciones individuales, ocasionadas por el cruzamiento o intercambio desi-
gual de cromátidas hermanas. Cada variante presenta un número distinto
de repeticiones y es un alelo heredable, útil como marcador genético. Su
estudio se realiza mediante la amplificación por PCR del segmento que
contiene las repeticiones y la determinación posterior de su tamaño en
electroforesis en gel, en el que aparece un patrón de bandas único para
cada individuo (huella genética o «DNA fingerprinting»).
Bibliografía
95
Capítulo 6
1. Introducción
99
101
104
En esta figura se muestra una hebra de DNA con tres desapareamientos diferentes, un desapareamien-
to base-base (T/G), una inserción/deleción de una base (C) y una inserción/deleción de cuatro bases
(CACA). Los dos primeros tipos de desapareamientos son reconocidos por el complejo MSH2/MSH6-
MLH1/PMS2. El complejo MSH2/MSH3-MLH1/PMS2 reconoce con alta eficacia los IDLs de 4 pb.
Estos IDLs también son reconocidos por el complejo formado por MSH2/MSH3-MLH1/MLH3.
106
109
HRR: El complejo trimérico MRN genera extremos de DNA de hebra sencilla preparados para
iniciar el proceso de recombinación. Finalmente, el complejo MUS81/MMS4 (resolvasa) permite
separar las dos moléculas de DNA. NHEJ: El heterodímero KU70/KU80 reconoce los extremos
dañados del DNA. La acción coordinada de este heterodímero y la proteína DNA-PKcs permite
alinear los extremos libres del DNA. Por último, el complejo XRCC4-DNA ligasa 4 lleva a cabo la
reacción de ligación.
Aaltonen LA, Peltomäki P, Leach FS, ans KJ. The importance of repairing
Sistonen P, Pylkkänen L, Mecklin JP, stalled replication forks. Nature.
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formation, measurement, and bio- MutSbeta and MutSalpha. J Biol
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sequences reveal a new mechanism factor for colon cancer. Hum Mol
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Kolodner RD. Mismatch repair: anaemia proteins. Nat Rev Cancer.
mechanisms and relationship to 2004; 4(4):266-76.
Capítulo 7
Epigenética
1. Introducción
Concepto
2. Visión general
3. Nucleosoma
118
5. Mecanismos epigenéticos
A) Modificación directa en un aminoácido de la cola de histonas que da lugar a un cambio tipo cis en
la estructura de la cromatina;
B) Un cambio en un aminoácido puede ser reconocido por una proteína moduladora (M) cuya unión
puede alterar la cromatina por un mecanismo trans;
C) Algunas variantes de histonas pueden dar lugar a una remodelación nucleosomal con una desestruc-
turación no covalente; 119
D) Las regiones metiladas de islas CpG pueden ser reconocidas por proteínas (MeCP) que regula la
transcripción en un mecanismo trans.
5.2. Efectos en el D NA
6. Impronta genómica
7. Información epigenética
Bibliografía
INTERFERENCIAS ANALÍTICAS
Dirigida por N. Gascón, F. Antoja y R. Galimany
Interferencias analíticas y efectos biológicos. Interferencias endógenas. 129
Revisión crítica de los diversos protocolos para el estudio de las interferen-
cias analíticas. Criterios para la interpretación de interferencias analíticas.
Estudio multicéntrico de las interferencias analíticas producidas por diversos
medicamentos.
96 páginas (1993).
AVANCES EN HORMONOLOGÍA
Dirigida por M.A. Navarro Moreno
Se destacan algunos de los aspectos más sobresalientes que han ocurrido
en el estudio de la patología relacionada con el análisis hormonal en los
últimos años. Existen capítulos que abordan este estudio con técnicas de
biología molecular (hipófisis, tiroides); otros recopilan la regulación general
de órganos y sistemas (ovario y crecimiento) a la luz de la implicación que
los factores de crecimiento ejercen en esta regulación. Otros capítulos
describen marcadores óseos y regulación hormonal del hueso y de las
hipercalcemias, centrándose los restantes en aspectos tan novedosos como
el abordaje del estudio de tumores ocasionales suprarrenales, estudio de
proteínas en diabetes, la DHA como agente terapéutico y el tema siempre
debatido del uso de los llamados métodos de tercera generación para la
tirotropina.
136 páginas (1996).
HOMOCISTEÍNA
Esta monografía el resultado de la 1.ª Jornada Nacional sobre Homo-
cisteína que se celebró en Segovia en el marco de las Jornadas del
Comité Científico de la Sociedad Española de Bioquímica Clínica y
Patología Molecular, organizada por el Grupo de Trabajo sobre Ho-
mocisteína.
Se revisan tanto los aspectos técnicos de la determinación de la homocis-
teína, importantes en nuestra especialidad, como los aspectos clínicos.
Desde la perspectiva clínica se trató tanto la patología vascular en los
distintos territorios, como otras patologías, quizá menos prevalentes, pero
no por eso menos interesantes. Otro aspecto que se consideró muy de
actualidad y también se presentó en la Jornada fue los aspectos nutriciona-
les y epidemiológicos de la homocisteína.
Finalmente, la monografía recoge los 24 pósters que se presentaron en la
Jornada, que ya se publicaron en el número 2004; 23 (3): 121-154 de la
revista Química Clínica.
164 páginas (2005).
VITAMINAS
Dirigida por Ramón Deulofeu Piquet, M. Antonia Vilaseca y M. Cruz Pastor
La Comisión de Vitaminas Nutrición y Dietética, ha publicado la primera
parte de la Monografía de Vitaminas (volumen I) Hidrosolubles.
Hoy en día ha cambiado la perspectiva de estudio de las vitaminas, pues
sabemos que, en nuestro medio, tan importante es el déficit parcial como
fue la carencia absoluta en épocas anteriores. Los temas de nutrición son
de gran actualidad pues cada día tenemos más pruebas de que la calidad
de la dieta está en relación directa a la salud. Esta monografía reúne las
aportaciones de expertos de diferentes áreas tanto de la universidad, como
de los laboratorios clínicos e incluye un prólogo del profesor Gregorio
Varela-Mosquera, no olvida los aspectos metodológicos y aporta informa-
ción clínica y nutricional muy útil.
180 páginas (2005).
136
ESTUDIO DE LA FUNCIÓN SOMATOTROPA EN EL LABORATORIO
CLÍNICO
Dirigida por Laura Audí, María Luisa Granada y Eugenio Berlanga
En esta monografía, que ha elaborado la Comisión de Hormonas, se
revisa uno de los campos más controvertidos del laboratorio clínico tanto
desde el punto de vista analítico como el de su interpretación clínica. Se
actualizan aspectos relacionados con la hormona del crecimiento (GH),
los factores de crecimiento similares a la insulina (IFGs) y sus proteínas de
transporte, abordando temas de fisiología y patología, incluyendo ano-
malías génicas. Se describen y discuten los protocolos más actuales utili-
zados para la exploración funcional del eje y los métodos analíticos que
habitualmente se emplean para el estudio de la función somatotropa.
100 páginas (2005).
VITAMINAS LIPOSOLUBLES
Dirigida por Ramon Deulofeu y Begoña Olmedilla
Con este segundo volumen, la Comisión de Vitaminas, Nutrición y Dietéti-
ca culmina una de sus más anheladas aspiraciones, proporcionar unas
guías actualizadas sobre las vitaminas que reúnan aspectos metodológi-
cos, clínicos, nutricionales y epidemiológicos.
Actualmente, el interés en las vitaminas liposolubles y otros compuestos
relacionados (por ejemplo carotenoides) está en auge, especialmente por
las «nuevas» actividades biológicas que presentan y su relación con la
138 prevención de distintas enfermedades crónicas y degenerativas y, también,
por la posibilidad de modificar el curso de estas enfermedades mediante
cambios en la dieta. El impacto en salud pública derivado de tales cam-
bios puede ser enorme y, en este contexto, el papel del laboratorio resulta
esencial en la valoración, monitorización e interpretación tanto del estado
nutricional, a nivel clínico y epidemiológico, como en las evaluaciones de
las intervenciones dietéticas.
Esta monografía, sin ser exhaustiva, reúne información imprescindible apor-
tada por expertos en las distintas vitaminas liposolubles e incluye, además,
un capítulo sobre los carotenoides, abriendo la puerta para el abordaje
futuro de otros compuestos bioactivos con relevancia clínica, nutricional y
epidemiológica.
112 páginas (2006).
PROTEÓMICA CLÍNICA
José Manuel González de Buitrago y Laura Ferreira Redondo
La proteómica es la ciencia que estudia el proteoma, esto es, el conjunto
de todas las proteínas presentes en un medio biológico en un momento
determinado. La proteómica clínica es la aplicación de las técnicas y estra-
tegias de la proteómica al campo de la Medicina. En esta monografía se
presentan las principales técnicas que utiliza la proteómica y su aplicación
para el estudio de los proteomas del plasma sanguíneo, la orina, el líquido
cefalorraquídeo y otros líquidos y tejidos biológicos y el descubrimiento de
biomarcadores.
156 páginas (2006).