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Hidrocarburos

El petróleo es posiblemente uno de los elementos mas definidores de la actual coyuntura


de nuestra civilización industrial. Sus características son bien conocidas: alto poder
energético, facilidad de manejo y transporte, abundantes subproductos, especialmente
petroquímicos. Por el contrario, su explotación es costosa y alcatoria, las reservas son
limitadas, la distribución geográfica desigual y finalmente, requiere de cuantiosas
inversiones en infraestructura tanto para crudos como para petroquímicos.

El cuarto párrafo del articulo 27 constitucional es el fundamento de la legislación en esta


materia, mismo que dispone “corresponde a la nación, el dominio directo de el petróleo y
todos los carburos de hidrogeno solidos, líquidos o gaseosos.

Visionariamente, dicho precepto coincide con la tendencia mundial que señala que 70%
de las reservas mundiales de petróleo pertenecen a empresas estatales, 25% a empresas
mixtas y solo 5% a transnacionales y privadas que cotizan en bolsa.

La actual reforma energética privatizadora se inicia en la década de 1980 con acciones


restrictivas para Pemex ( segunda empresa petrolera mundial después de la Exxon MObil)
con el objetivo dual de:

a) Asegurar garantías de abasto petróleo a Estados Unidos.


b) Desalentar los procesos de refinación de gasolinas y petroquímicos en Mexico
para aprovechar la oferta disponible de refinerías texanas del país vecino

Estas presiones, se acentuaron durante las negociaciones del TLCAN (1993) en el cual
los contratos de riesgo, la libre importación de gasolina y gas y a apertura a gasolineras
extranjeras, fueron expedientes que Mexico permanentemente rechazo amparado en su
Carta constitucional.

Los intentos privatizadores continuaron en las propias negociaciones del TLCAN, pero ahí
se logro reservar el petróleo y la energía eléctrica con base en lo prescrito en los artículos
25,27 y 28 de la Constitución federal.

Luego, las reformas de 2008 a la legislación secundaria de hidrocarburos incorporaron


nuevas modalidades de contratos (integrales e incentivados), pero no fueron suficientes
para los intereses extranjeros, que insistían en que empresas como Pemex y la Comisión
Federal de Electricidad debían desaparecer para cumplir la vieja estrategia de dominación
conocida como “de centro-periferia”. El centro refina y la periferia extrae (explora y
explota) el crudo como como ditie o materia prima.

En los últimos años , sin embargo, la geoeconómica del petróleo cambio un tanto dicha
ecuación que postula la desindustrialización de la cadena productiva de los hidrocarburos,
pues de nueva cuenta se revalúa el mercado de los energéticos por tres razones básicas:

1.- Los hidrocarburos siguen siendo la principal fuente de energía mundial.

2.- Las reservas probadas globales han crecido casi 2.5 veces
3.- Se ha roto el mito del fin de la era del petróleo.

En función de estos factores, las innovaciones tecnológicas y la preponderancia del


talento humano han estimulado la exploración y explotación de crudos en las
profundidades de los océanos, logrando ventajas monopólicas competitivas para un grupo
de empresas trasnacionales que pugna por adueñarse de las reservas petroleras del
globo.

En esta estrategia han divido al sector energético en tres vertientes:

a) Exploración y explotación de petróleo y gas


b) Actividades logísticas y de transporte de crudo sin procesar
c) Abarcar refinación de crudo y procesamiento de gas natural, junto a la
comercialización de petrolíferos, petroquímicos y gasolinas.

En síntesis, el negocio petrolero que en el caso de México asciende a tres billones de


dólares, adquiere una nueva perspectiva que los países petroleros deben evaluar y que
resumimos en aspectos positivos y negativos:

a) Positivos: los tres aspectos vistos del petróleo como mercancías, requieren
cuantiosas inversiones de conglomerados o bolding de empresas. Las tecnologías
innovadoras y servicios anexos son propiedad de empresas que actúan vendiendo
sus diseños y andamios en los mercados mundiales. La experiencia logística con
empresas reconocidas en asociaciones entre estado y empresa es indispensable
sin comprometer las reservas y la renta petrolera.
b) Negativos:
 Privatizar el petróleo como mercancía a manos de terceros que exploran y
explotan es negativo.
 El abasto seguro para el país dueño del recurso debe estar controlado por
organismos del Estado huésped.
 Los tres aspectos antes vistos deben integrarse al mercado interno para el
desarrollo de cadenas de valor nacionales y abastecer, de ese modo, de
gasolinas, petroquímicos, gas y derivados a las empresas y consumidores
nacionales estimulando el empleo y la proveeduría de pequeñas y medianas
empresas nacionales.
 Desarrollar y estimular la innovación tecnológica y el talento humano mexicano,
privilegiando los centros universitarios internos e institutos, como el Instituto
Mexicano del Petróleo .

LA REFORMA CONSTITUCIONAL DE ENERGIA DE 2013

La reforma constitucional de energía adquirió carácter constitucional en el plazo record


mundial de cinco días ( dos días en el senado, un día en la Cámara de Diputados y dos
días en 16 congresos locales), evidenciando la rapidez y eficacia del derecho
parlamentario mexicano.
La reforma constitucional, propiamente, se concentra en el articulo único que a la letra
dice “Se reforman los párrafos cuarto, sexto y octavo del art. 25; el párrafo sexto del art.
27; los párrafos cuarto y sexto del art. 28 y se adiciona un párrafo séptimo al art. 27,
recorriéndose los subsecuentes en ese orden para quedar como sigue:

Articulo 25.- Retira del área estratégica a los hidrocarburos y energía eléctrica para
llevarla al nuevo articulo 27 constitucional reformado.

Articulo 27.- Establece que en materia de hidrocarburos y energía eléctrica pese a ser
inalienables e imprescriptibles, es posible concesionar y contratar con particulares formas
de exploración y explotación, siempre que en las asignaciones y contratos se mencione
que dichos bienes pertenecen a la Nación mientras están en el subsuelo, sin decir nada
respecto al momento en que se extraen y se vuelven mercancías y pertenecen a los
particulares.

Articulo 28.- No son monopolios naturales del estado la industria petróleo ni la energía
eléctrica, pues entregan via contratos y concesiones a los particulares, incluyendo a las
dos empresas estratégicas (PEMEX Y CFE) que se transforman en empresas productivas
del Estado, sin privilegios ni garantías estatales algunas. En este sentido, se les da un
plazo de dos años para probar su eficiencia y productividad, transcurrido el cual se
otorgan tres años de gracia a Pemex para subsistir como empresa productiva del Estado,
aunque no como organismo descentralizado.

Además se crea el Fondo Mexicano del Petróleo para la estabilidad y el desarrollo, y los
órganos reguladores denominados Comisión Nacional de Hidrocarburos y Comisión
Reguladora de Energía, de competencia exclusiva del Ejecutivo.

A esta parte, denominada propiamente de reforma constitucional, se adicionan 21


artículos transitorios, cuya naturaleza jurídica es compleja, pues apuntan a regular y
disciplinar aspectos que solo se mencionan en la parte constitucional antes descrita.

Mencionaremos de estos transitorios los que, a juicio nuestro, son verdaderamente


significativos:

Articulo cuarto transitorio. Establece la tipología de contratos que pueden celebrarse entre
las empresas productivas del Estado, y/o el Estado mexicano con terceros interesados en
participar en la renta petrolera. Estos contratos se insinúan así:

a) Contratos de servicios: practica que ya ejercía Pemex con contratistas privados, y


que permiten pagar una tarifa o precio por los servicios contratados, el pago es en
dinero.
b) Contratos de utilidad compartida: se retribuye al contratista con un porcentaje de
las ganancias que deja la venta del hidrocarburo o gas a terceros. Nada se dice de
como se controla el costo productivo de cada empresa o contrato y menos aun se
mencionan los porcentajes de utilidad a repartir (10%, 30%, 50%).
c) Contratos de producción compartida: se retribuyen a la empresa contratante con
parte del hidrocarburo obtenido, antes de ser procesado, es decir, se paga con
petróleo la prestación de este tipo de contratos y finalmente
d) Contratos de licencia: la empresa controla todo un perímetro o área, y no solo un
pozo o varios, y lo obtenido se lo vende a precios de mercado a empresas
productivas del Estado, en condiciones onerosas, es decir, a precios de mercado.
Se trata de un derecho de concesión, sin especificar mas.

Estos cuatros tipos de contrato permitirán que la actual renta petrolera nacional, que
asciende a mas de 85 millones de dólares, puedan o deban compartirse con empresas
privadas nacionales o extranjeras a través de las modalidades contractuales antes
descritas.

Se dice que la legislación secundaria en la materia señalara plazos o posibles porcentajes


y montos de la contraprestación que el Estado mexicano otorgue a terceros.

Por ultimo, a decir del actual director de Pemex, Emilio Lozoya: “La forma de retribución o
pago a los privados dependerá del tipo de contrato y de l que convenga al empresario
privado”.

Articulo quinto transitorio: Este precepto, que a nuestro entender es la base de la reforma
constitucional aprobada, permite a las empresas registrar en sus activos, para efectos
contables y financieros, las reservas asignadas o convenidas en los contratos, con la sola
condición de que en dichos instrumentos se mencione que estas reservas pertenecen a la
Nación mientras se mantienen en el subsuelo, es decir, se trata de una garantía con fines
privados de las reservas petroleras de México.

Articulo séptimo transitorio: Plantea un original sistema de fomento y apoyo a los


proveedores nacionales que puedan participar en los distintos tramos de las cadenas
productivas de la industria petrolera nacional, sin fijar limites de origen nacional mínimo o
valores agregados nacionales prestablecidos, y que, en todo caso, las medidas de
fomento al respecto que se intenten realizar deberán estar en armonía con los acuerdos
de libre comercio que México ha suscrito. Conviene precisar que en todos los tratados de
libre comercio, incluyendo lógicamente el TLCAN (articulado 1106) , se establece
claramente la prohibición de exigir requisitos de origen para los productos que entren a
competir con productos ex

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