Sei sulla pagina 1di 2

SABIAS CUALES SON LOS PRIMEROS AUXILIOS PARA GATOS:

Entre muchas otras cosas, a los gatos se los conoce por tener siete vidas, pero es solo un mito tonto eso
es jugarse muchas de ellas con un día a día no exento de peligro. Hay numerosas amenazas a las que un
gato se expone constantemente, en especial si se le permite salir a la calle cosa que no debe ser , por lo
que nunca está de más tener a mano una serie de consejos básicos que podrían llegarle a salvar la vida,
en caso de verse en peligro (¡Dios no lo quiera!)

Mover a un gato herido


Puede ocurrir que un gato sufra un accidente lo suficientemente intenso como para imposibilitar sus
movimientos. Y por supuesto, el nivel de gravedad es variable: el gato puede quedar inconsciente, entrar
en estado de shock, contar con heridas evidentes e incluso verse seriamente dificultado a la hora de
respirar. En todos los casos hay que llevarlo cuanto antes a un veterinario, pero es importante tener en
cuenta cómo actuar en cada uno de ellos, teniendo en cuenta que no conviene que el gato quede tendido
en la misma posición durante más de cinco minutos, ni darle de nada comer.

Dificultad para respirar


Si al gato le cuesta respirar, se le debe poner de lado y con la cabeza ligeramente inclinada hacia atrás.
En esta postura, el siguiente paso es tirar de su lengua unos milímetros, abriendo su boca y
limpiándosela de la mucosidad que pudiese haber. Esa postura es la que debe respetarse mientras se
llevan a cabo los pasos que se especifican en el apartado que sigue.

Está inconsciente
Al encontrarse con un gato inconsciente, hay que procurar mover-lo lo menos posible, por lo que lo
primero que hay que hacer es buscar una manta lo suficientemente grande como para contener todo su
cuerpo. Después, con la ayuda de otra persona, debe colocarse el cuerpo del animal sobre ella,
utilizándola como una camilla y llevándola, por tanto, extendida y en tensión hasta dar con una superficie
plana y resistente sobre la que depositarla.

El gato sufre una conmoción


Sabremos si el animal está sufriendo los efectos de una conmoción, cuando al sentir su pulso no sólo lo
notemos mucho más acelerado de lo normal, sino que además tenga el cuerpo frío. En este caso, se le
debe envolver con una manta para que su temperatura suba, antes de mover-lo.

Tiene un hueso roto


No es extraño que si un gato sufre una caída u otra clase de golpe, acabe con alguna fractura. En ese
caso, hay es tratarlo con sumo cuidado, intentando zarandear al animal lo menos posible y, desde luego,
sin intentar entablillar la parte afectada ni nada por el estilo. En vez de eso, hay que colocar al gato en
una manta de lado, procurando que la pata rota no quede bajo el peso de su cuerpo. Haciendo lo posible
para que se quede inmóvil, se tiene que buscar después el contenedor más adecuado (superficie plana y
rígida) en el que depositar lo para su transporte hasta el veterinario.

El gato parece haberse envenenado


El gato es un animal listo y cauteloso, pero puede cometer el error de acabar ingiriendo alguna sustancia
dañina para su organismo. Lo más normal es que él mismo la vomite al poco de haberla tragado, pero
puede que no ocurra, y en ese caso nos toca actuar, y hacerlo rápidamente dándole leche que ayudara a
neutralizar un poco el veneno y que la leche cubra el intestino y llevarlo a un veterinario rápido con una
muestra de la sustancia en cuestión. Desde luego, lo que no podemos hacer es intentar provocar su
vómito.

Cómo saber si el gato está envenenado


Pese a que, debido a la posible gravedad del mismo, no podemos hacer demasiado en caso de
envenenamiento, algo en lo que sí podemos intervenir es en detectar los síntomas lo antes posible, para
poder llevar a nuestra mascota a una clínica veterinaria cuanto antes. Así, en caso de que la sustancia
dañina se le haya adherido al cuerpo, notaremos que el animal se lame casi de manera compulsiva para
intentar sacársela. Sin esperar a que sea demasiado tarde, debemos impedírselo y limpiar la zona
afectada antes de llevarlo al veterinario. Si el gato se ha intoxicado, lo demostrará vomitando,
depositando con dificultades, con alteraciones de su comportamiento, exceso de salivación y/o con
espasmos. En todos los casos lo más seguro es que acabe sufriendo un colapso, por lo que para no
llegar a ese extremo, recoge una muestra del veneno en cuestión (si es posible) y ve corriendo a la
clínica. Ten en cuenta que algunas sustancias pueden ser mortales para el animal.

Heridas
Es de esperar que, si un gato sale de casa, vuelva tras haber participado en alguna riña con otros
animales del vecindario. Dependiendo de la virulencia de las peleas, lo mismo puede ser que no debamos
prestar demasiada importancia, como que tengamos que acudir a un veterinario.

Heridas superficiales
Arañazos, mordiscos, cortes y piel arrancada son un resultado clásico de las peleas gatunas, aunque
generalmente, suele tratarse de heridas superficiales que no requieren asistencia de profesionales. Con
limpiar y desinfectar correctamente las heridas basta, aunque conviene prestar atención en especial a
orejas y ojos (diana de mordiscos y zarpazos), así como a la evolución de posibles mordeduras, con tal
de evitar abscesos que sí deberían ponerse en manos de profesionales.

Abscesos
Un absceso es básicamente la infección de una mordedura por parte de otro gato. La zona infectada
resultante se hincha al cabo de unos días, lo cual denota que la herida está infectada, y que hay que
actuar: primero de todo, corta los pelos que la rodean, para después desinfectar la con agua oxigenada.
Aunque eso, al cabo de unas horas, debería solventar el problema, lo mejor es que un veterinario revise
la herida, confirmando que no vaya a infectarse de nuevo.

Hemorragias
Hay diversos tipos de herida, correspondientes a otros tantos niveles de sangrado. Si se trata de un corte
superficial, le podemos limpiar con una gasa húmeda, cortar el pelo que lo rodea y desinfectarlo. Además,
se puede evitar el contacto con más pelos aplicando algo de vaselina en los extremos del mismo. Si en
cambio se trata de una herida más profunda, deberemos cubrirla con una gasa empapada, aplicando algo
de presión sobre ella y llegando incluso a sujetarla con un vendaje, reforzado con ulteriores compresas.
Tras realizar todo el proceso, comprobaremos si la hemorragia perdura, y en ese caso, llevaremos a
nuestro gato al veterinario con carácter de urgencia.

Picaduras de insectos
De igual manera que con los humanos, si un insecto pica a nuestro gato lo normal es que se sienta
molesto al tiempo que la picada se le hinche; y si se trata de una avispa o similar, hay que buscar el lugar
exacto para extraerle el aguijón con la ayuda de unas pinzas. En caso de resultar imposible, habrá que
consultar con el profesional.

Quemaduras
Una quemadura, ya sea por contacto con fuego, objetos calientes y/o eléctricos o agua hirviendo, puede
llevar a complicaciones muy graves para la salud del gato. Por ese motivo, la única forma de atenderle
correctamente es llevarlo a un veterinario lo más rápido posible. El responsable del animal lo único que
podrá hacer por su cuenta es aliviarle el dolor, aplicando sobre la quemadura una gasa o algodón
empapados en agua fría primero (no se recomienda aplicar otra clase de sustancias), una bolsa de hielo
después y, finalmente, algo de vaselina. Ni se debe cortar el pelo alrededor de la herida, ni cubrirla con
nada. Recuerda llevarlo lo más pronto posible aun veterinario.

Potrebbero piacerti anche