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la semiotica: Ciencia que estudia los diferentes sistemas de signos que

permiten la comunicación entre individuos, sus modos de producción, de

funcionamiento y de recepción.

la proxémica: ciencia que estudia el sistema de signos empleado en la

comunicación) dedicada al estudio de la organización del espacio en la

comunicación lingüística.

la paralinguistica: es parte del estudio de la comunicación humana que se

interesa por los elementos que acompañan a las emisiones propiamente

lingüísticas y que constituyen señales e indicios, normalmente no verbales, que

contextualizan, sugieren interpretaciones particulares de la información

propiamente lingüística.

La Kinésica: Disciplina que estudia los gestos y movimientos corporales.


El duelo y la inseguridad adolescente
En primer lugar, hay que tener en cuenta el momento evolutivo en el que se encuentran: los
adolescentes sufren un montón de transformaciones durante este periodo, no se trata
únicamente de un proceso hormonal duro -al que quitamos importancia-, sino de grandes
cambios físicos y cognitivos durante los cuales tiene que crearse una imagen adecuada de su
cuerpo y del mundo.
Si a esto le unimos un duelo por alguien significativo, que era fuente de seguridad para él,
es probable que el adolescente vea cómo su mundo en construcción se tambalea y su
supuesta seguridad caerá unos peldaños, mientras intenta aparentar una falsa normalidad. Dos
máximas en el pensamiento adolescente son: “Yo puedo con todo” y “Aquí no pasa nada,
todo está bien”. Así que hay que estar prevenido ante estas actitudes. No es que no les
duela, sino que simplemente en ese momento no pueden ni quieren manejar ese dolor.
La importancia del grupo para el adolescente
El grupo es importante, desde dos puntos de vista diferentes. Una de las quejas habituales
de los adultos que conviven con los adolescentes es la incomunicación que perciben. Sin
embargo, esto es algo común: los adolescentes hablan de sus cosas con sus amigos, así
que es normal que decidan compartir sus sentimientos con sus iguales y no expresen su
tristeza o dolor con los adultos, ya que se sienten más comprendidos por sus pares.
Por otro lado, el adolescente no quiere ser el diferente, “el raro”, y la muerte los hace distintos
a sus iguales, los hace más vulnerables y frágiles, así que no debemos sorprendernos si
muestran un comportamiento de aparente normalidad: no quiere decir que no les duela, sino
que no quieren significarse, ni ser diferentes.
Todos hemos oído hablar de la famosa presión de grupo. Al estar inmersos en una
masa social, las personas solemos amoldarnos al canon imperante, formando incluso
una personalidad grupal en algunas ocasiones.

Si todas las personas de un grupo tienen una misma idea sobre algo, la presión que
ejerce puede hacer que acabes creyendo en ella (aun cuando al principio puede que no
lo hicieras).

Esta influencia del grupo se ve muy claramente en la adolescencia.

La influencia del grupo sobre el adolescente


Como vimos en “¿Qué le pasa a mi hijo cuando se convierte en un
adolescente?”, en esta etapa se producen cambios físicos, psicológicos y
sociales.

Estos últimos derivan casi exclusivamente del grupo de amigos que tenga el
adolescente. Pero ¿es siempre una influencia negativa? ¿Existe siempre esa influencia,
o tu hijo puede anteponer a ella sus ideas y principios?

Conforme al grupo

En 1951, el psicólogo Solomon Asch realizó un famoso experimento sobre la presión


de grupo y el comportamiento de las masas.

En él juntó a un grupo de estudiantes a los que se les daba unas fichas con líneas
verticales con el fin de que las comparasen y dijesen cuáles eran las de mismo tamaño
(las diferencias se apreciaban claramente).

Sin embargo, sólo uno de los estudiantes era objeto de estudio; el resto eran cómplices
que responderían según se les mandase.

Al principio las respuestas eran todas correctas, pero en un momento los compinches
respondían conjuntamente de forma errónea.

Las personas objeto del estudio afirmaron que sintieron un gran malestar ante esta
situación, y casi el 37% de las veces respondieron de forma incorrecta, aun sabiendo
que lo era, porque el grupo lo había hecho.

Parece ser que sí tendemos a dejarnos llevar por la opinión del grupo, aun cuando
ésta pueda no parecernos la adecuada, como si llevar la contraria a la mayoría fuera
algo mal visto o inadecuado.

Puede que nos sintamos rechazados oque nos parezca que estamos equivocados por el
simple hecho de opinar de forma distinta.
Adolescencia, etapa de formación

Una de las necesidades del ser humano es la de pertenencia. Necesitamos sentirnos


parte de un grupo y ser partícipes de él. En la adolescencia se forma el primer grupo
importante: el de los amigos.

Es lo que llamamos un grupo de iguales, pues suelen ser personas semejantes a


nosotros, de nuestra misma edad, gustos y características.

El grupo pasa a ser la referencia, el marco en el que el adolescente se fija, y las ideas,
principios y opiniones que surjan del mismo influirán en las suyas propias.

El adolescente absorbe todo lo que le rodea; está en una etapa de desarrollo,


crecimiento, aprendizaje y formación de su personalidad, y está formándose la persona
que va a ser. Su grupo es una pieza clave que actúa moldeándole.

Como demostró Asch, el grupo influye en la decisión del individuo, y este fenómeno
aumenta en el adolescente.

Él no tiene desarrollada una opinión clara sobre muchos aspectos de la vida, y además
siente la necesidad de formar parte de un grupo de gente en el que sentirse aceptado
y libre para expresarse.

Por ello la influencia de los demás es tan importante en esta etapa. Pero en la formación
de su personalidad no sólo influye su grupo de amigos; también lo hace su entorno
familiar.

Los parientes sois fundamentales en su crecimiento.

Las influencias no tienen porqué ser malas

Solemos creer que las influencias siempre son malas, pero no tiene porqué. Algunos
de los hábitos poco saludables que tanto teméis, como el fumar tabaco, se desarrollan
con más posibilidad en un adolescente que ha visto fumar a sus padres. De ahí la
importancia como padres de dar un buen ejemplo a los hijos.

Pero su grupo puede influir positivamente si está rodeado de personas con valores y
normas adecuados, pues en él aprenderá ese estilo de vida.

Además, pertenecer a una cuadrilla de amigos en la que se sienta libre, feliz y bien
considerado supone un plus en su autoestima que no hay que menospreciar.

Obviamente, siempre vas a querer conocer a sus amigos y saber lo que hace, pero
hazlo sin transmitir desconfianza ni preocupación excesiva; simplemente mostrando
interés.

Si tienes miedo a que su

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