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Universidad Adventista del Plata

Facultad de Teología

HACIA UNA HERMENÉUTICA BÍBLICA DEL

NÚMERO 666 DE APOCALIPSIS 13:18

Tesis

presentada en cumplimiento parcial

de los requisitos para el título de

Licenciado en Teología

Por

Luciano M. Villar

Febrero 2018
HACIA UNA HERMENÉUTICA BÍBLICA DEL

NÚMERO 666 DE APOCALIPSIS 13:18

Tesis

presentada en cumplimiento parcial de

los requisitos para el título de

Licenciado en Teología

por

Luciano M. Villar

APROBADA POR LA COMISIÓN:

Dr. Carmelo Martínes


Director

Dra. María Emilia Schaller


Examinador Interno

Fecha de aprobación
TABLA DE CONTENIDO

LISTA DE TABLAS .................................................................................................... iv


INTRODUCCIÓN ........................................................................................................ 1
Capítulo
I. INTERPRETACIÓN EXÓGENA O EXTRABÍBLICA ............................... 6
Interpretaciones misceláneas ........................................................................ 6
Aritméticas .................................................................................................. 9
Pitagórica ............................................................................................... 9
Gemátricas ........................................................................................... 11
Preteristas y futuristas ........................................................................... 18
Vicarius Filii Dei en el Adventismo ...................................................... 22
II. INTERPRETACIÓN ENDÓGENA O BÍBLICA ....................................... 25
Interpretaciones varias ............................................................................... 25
Por repetición de palabras y numeración ............................................... 25
Periodo de años .................................................................................... 28
Interpretaciones simbólicas ........................................................................ 29
El 666 y las doce tribus de Israel ........................................................... 30
El 666 es el número del hombre ............................................................ 30
El 666 y Babilonia ................................................................................ 34
El 666 y el papado ................................................................................ 36
El 666 y el día de reposo ....................................................................... 37
Interpretación histórico-bíblica ................................................................... 41
El 666 y Elena G. White ....................................................................... 41
Límites de la perícopa ........................................................................... 42
Comparación de versiones .................................................................... 43
Contexto histórico ................................................................................ 46
Estructura ............................................................................................. 46
Datos léxicos ........................................................................................ 49
Contexto bíblico ................................................................................... 59
Paralelos extra-bíblicos ......................................................................... 62
Teología ............................................................................................... 65
Aplicación para la iglesia hoy ............................................................... 67
RESUMEN Y CONCLUSIONES ............................................................................... 69
BIBLIOGRAFÍA......................................................................................................... 75
iv

LISTA DE TABLAS

1. Números triangulares .............................................................................................. 10


2. Características del Anticristo en 2 Timoteo 3:1-5 .................................................... 26
3. Comparación Daniel 3 – Apocalipsis 13 ................................................................. 35
4. Amuleto numérico babilónico ................................................................................. 36
5. Mandamientos de Dios vs mandamientos de la bestia ............................................. 40
6. Variantes textuales ................................................................................................. 43
7. Comparación de versiones ...................................................................................... 44
8. Estructura capítulo 13 ............................................................................................. 47
9. Palabra “número” en el Nuevo Testamento ............................................................. 54
10. Comparación Génesis 1 – Apocalipsis 13 ............................................................. 59
11. Comparación Apocalipsis 13:18 – 21:17 ............................................................... 60
12. Comparación Apocalipsis 13:18 – 17:9................................................................. 61
13. Comparación Apocalipsis 13:8 – 17:8................................................................... 62
14. Comparación Apocalipsis 13 - Lactancio .............................................................. 64
15. Comparación bestia, imagen, marca en Apocalipsis .............................................. 66
1

INTRODUCCIÓN

Tema

El tema de la investigación se centra en el número de la bestia que es presentado

en Apocalipsis 13:18. Mucho se ha dicho sobre este asunto pero nunca se ha llegado a

una conclusión definitiva al respecto. Pareciera que la postura oficial de los

investigadores sobre este particular fuera que ya no hay necesidad de indagar sobre el

mismo debido a la posibilidad de identificar a la bestia positivamente a través de otros

textos y características.1 Si bien se pueden encontrar diversas interpretaciones, se

destacan principalmente dos de ellas: Una intentará dilucidar el 666 a través del uso de

la gematría, práctica que consiste en asignarle un valor numérico a cada letra de acuerdo

al alfabeto griego, latín, o el alefato hebreo en su defecto, y luego buscará en la historia

pasada un nombre o título que coincida con dicha suma. La otra intentará probar que el

número seis es el número imperfecto por excelencia, ya que el siete sería el utilizado por

la Deidad; y que al ser el sexto día, el día en que el hombre fue creado, y la profecía

advierte que se trata de un “número de hombre”, esta interpretación resumirá el

significado de la cifra a esto.

Al encontrarnos ante tantas versiones diferentes que no pueden ser probadas con

la Biblia, es el propósito de este trabajo analizar las propuestas existentes resaltando las

bíblicas, y así intentar echar mayor luz sobre el asunto. El tema de investigación que

concierne a este estudio pertenece a la teología sistemática dentro de la rama de la

escatología.

1
Martin Kiddle, The Revelation of St. John (Nueva York; Londres: Harper and Brothers, 1940),
261.
2

Definición del problema

La identidad de la bestia ya fue descifrada antes, a través de otras características

provistas en los libros de Daniel, Apocalipsis, los evangelios, y las epístolas 2

Tesalonicenses, y 2 Juan, por esto, es difícil comprender, por un lado, por qué la

mayoría de las interpretaciones disponibles del número que representa su nombre, no

coincidan con esta identidad.1 Por otro, el hecho de que para interpretarla, se deba

recurrir a recursos exógenos a la Biblia, nunca antes utilizados para ninguna otra

porción de las Escrituras. Por tanto el problema a resolver es: ¿cuál sería la

hermenéutica bíblica correcta para interpretar el número 666 de la profecía de

Apocalipsis 13:18?

Propósito de la investigación

El propósito será, entonces, descartar todo método de interpretación que no

tenga basamento en las Escrituras, relegar a un segundo plano, o a un plano ilustrativo,

aquellas interpretaciones que no arriben a la identidad de la bestia previamente

identificada, y hallar un acercamiento hermenéutico histórico y bíblico al número en

cuestión.

Justificación del estudio

1. Este tema se está dejando constantemente de lado, aceptando como válidas

teorías que provienen desde el pentecostalismo hasta el catolicismo, incluso en

detrimento de las ideas protestantes aún no refutadas.

2. Este estudio es necesario para someter esta porción de la profecía al método

hermenéutico histórico-bíblico de estudio de las Escrituras.

1
Francis D. Nichol, ed., Apocalipsis en Comentario bíblico adventista, 8 vols. (Buenos Aires:
Asociación Casa Editora Sudamericana, 1994-1995), 7:837.
3

3. Se debe tener en cuenta la seriedad de este asunto, ya que aquellos que entren

en relación con este número recibirán sobre sí las últimas Siete Plagas (Ap.16:2) y serán

“muertos con la espada” que sale de la boca de Dios, y las aves del cielo comerán sus

cadáveres (Ap.19:21),1 mientras la bestia y el falso profeta son arrojados al lago de

fuego y azufre (Ap.19:20).

Limitaciones

1. El investigador se limitará a estudiar todo material disponible en español,

inglés y portugués; teniendo limitada comprensión tanto del hebreo como el griego

bíblicos.

2. Se limita también la obtención de bibliografía a la disponible en la biblioteca

E.I. Mohr de la Universidad Adventista del Plata, y a aquellos trabajos de investigación

que se hallen en texto completo a través de ATLA en la página EBSCO, en el archivo

de revistas de la Review and Herald, y otros recursos de la Internet.

Presuposiciones

Se parte, para esta investigación, de la presuposición de que la Santa Biblia es

totalmente inspirada por Dios (2Ti.3:16). Se le otorga máxima autoridad a la misma

bajo el lema sola scriptura para llegar al de tota scriptura. Del mismo modo, se

consideran los escritos de Elena G. White como inspirados por Dios y válidos para

ampliar y/o definir asuntos teológicos.

Hipótesis

El número de la bestia está especialmente relacionado con Babilonia en el

Antiguo Testamento (Dn.2), y la estatua de oro erigida por Nabucodonosor, su

gobernante (Dn.3). Está también relacionado con otros textos donde se halla el número

1
A menos que se indique algo diferente, en este trabajo las citas bíblicas han sido tomadas de la
Biblia del Pastor: Reina-Valera 1960 (Brasil: Sociedades Bíblicas de América Latina, 2010).
4

en la Biblia (1Re.10:14; 2Cr.9:13; Es.2:13), y debe estudiarse a la luz de los sitios a

Jerusalén por parte de Asiria, Babilonia, Roma pagana y la Nueva Babilonia espiritual

del tiempo del fin; es posible tener un acercamiento hermenéutico y bíblico al asunto sin

utilizar recursos foráneos a la Biblia.

Definición de términos

Gematría: Es un método y una metátesis1 que depende del hecho de que cada

carácter hebreo tenga un valor numérico. En el mundo hebreo del siglo I, cuando la

suma de los números de los caracteres que componen una palabra daba el mismo

resultado que la suma de los caracteres de una palabra distinta, se percibía una analogía

entre ellas y se consideraba que debían tener necesariamente una conexión.

Especulaciones numerológicas parecidas existieron también en el mundo griego, en

especial en la escuela pitagórica 2.

Número del hombre: Se entiende como la interpretación del 666 en la cual el

número seis apela al sexto día de la Creación en el cual fue creado el hombre. Es el

número que representa a la humanidad sin el séptimo día de reposo junto al Creador.

Metodología

Se organizará la investigación en dos capítulos, de los cuales, luego de la

presente introducción, el primero analizará las interpretaciones exógenas; aquellas que

utilizan factores y herramientas externas a la Biblia para extraer sus conclusiones,

haciendo una revisión histórica de las diversas interpretaciones exógenas que ha tenido

la cifra, haciendo hincapié en la gematría y el Vicarius Filii Dei y, en especial, el uso de

este término que ha tenido la Iglesia Adventista del Séptimo Día. El segundo capítulo

apuntará a definir los métodos bíblicos endógenos para interpretar: Las interpretaciones

1
Alternación del orden de las letras en una palabra.
2
Wikipedia, “Gematría”; disponible en http://www.wikipedia.org/wiki/Gematría; Internet
(consultada el 29 de octubre de 2014).
5

simbólicas, incluyendo una exégesis del pasaje, análisis contextual, lingüístico y

teológico, presentando la importancia de lo estudiado para la Iglesia de hoy. Luego se

intentará desarrollar acerca de una manera endógena de interpretación utilizando la

Biblia como su propio intérprete, donde todas las herramientas hermenéuticas surjan de

las Escrituras, y el cumplimiento de las profecías en la historia., y luego se resumirá y

efectuará una conclusión de la investigación.

El autor de esta investigación considera que el apóstol Juan fue el autor del libro

del Apocalipsis, y que éste fue escrito a fines del siglo I d.C.
6

CAPÍTULO I

INTERPRETACIÓN EXÓGENA O EXTRABÍBLICA

En este capítulo se analizarán las interpretaciones extra-bíblicas que se han

realizado acerca del 666 a lo largo de la historia. No es el propósito de esta

investigación hacer una revisión exhaustiva acerca de todas las diferentes

interpretaciones que el número de la bestia ha tenido, pero a modo ilustrativo se podrían

mencionar las principales ideas exógenas que se han sugerido como respuesta al

enigma. Es por esto que se dividirá el tema en dos categorías, siendo la primera las

misceláneas, que son aquellas que no aportan grandes avances al estudio al ser carentes

de basamento escritural, y las de origen aritmético, que son aquellas de corte

matemático.

Interpretaciones misceláneas

El número 666 es, probablemente, la cifra que más atención ha recibido por

parte de los estudiosos, y una gran cantidad de especulaciones se han elevado acerca de

su significado. En la década de 1980, por ejemplo, se ha sugerido que el omnipresente

código de barras en los productos comerciales y tarjetas de crédito, representaban el

666.1 Hay quienes afirmaron que la marca de la bestia será necesariamente un tatuaje en

las frentes y manos derechas que contenga dicho número,2 o una marca que se le ponga

a aquellos que se asocian con el único orden mundial que proponga Satanás a través de

la bestia, 3 como si se tratara de un campo de concentración nazi escatológico.

1
Mary S. Relfe, The New Money System: 666 (Montgomery: Ministries, 1982), 31-75.
2
Iván Barchuk, Explicación del libro de Apocalipsis (San Francisco: Clie, 1957), 259-263.
3
Larry Wilson, ¡Advertencia! El Apocalipsis está a punto de cumplirse (Bellbrook: Teach
Services, 1993), 117, 118.
7

También se ha escrito acerca de una posible relación entre la marca y un

microchip implantado entre los ojos, o en la mano derecha de la gente; teoría incluso

utilizada por escritores de novelas de ficción cristiana. 1 2

Algunos opinan que sólo podrán descifrar el nombre aquellos a quienes Dios les

otorgue especial sabiduría,3 pero que sería innecesario de todos modos, teniendo en

cuenta las características que ya se habrían dado acerca del carácter de la bestia en otras

partes de la Escritura.4 Así, sólo cuando llegue el día y la hora, únicamente los

cristianos verdaderos estarían en condiciones de reconocer el significado del número.5

De esta manera, el Señor en sus propios tiempos lo explicará. 6 Otros consideran que

como la imagen de la bestia aún no ha sido formada, sería erróneo trazar una definición

dogmática sobre el tema. 7

También se pueden hallar entre las diversas ideas, las de aquellos que parten del

supuesto de que ocurrirá un “rapto secreto”.8 Éstos ignoran voluntariamente todo lo

referente a la marca de la bestia, ya que consideran que sólo los que permanezcan en la

1
Mark A. Finley, La próxima superpotencia mundial: Las antiguas profecías, la globalización y
nuestro futuro (Doral: APIA, 2006), 144.
2
La explicación bíblica de la marca de la bestia no está enfocada en tecnologías. Esto debiera
verse como algo periférico o incluso irrelevante, ya que el libro del Apocalipsis no predice tecnologías
futuras, sino que sus intereses son teológicos, morales y espirituales. Lamentablemente, esta teoría del
implante del microchip no está del todo excluida dentro de la Iglesia. Ver Anthony MacPherson, “When
‘the Mark of the Beast’ Was a Biochip!”, Ministry vol. 82 n° 6 (2010): 18-21.
3
Es importante tener en cuenta que cuando las Escrituras anuncian al lector que allí “hay
sabiduría”, e invitan al que “tiene entendimiento” a calcular el número de la bestia, el autor está
refiriéndose a lo que explica Pablo en Efesios 1:17, ya que sólo a través de la iluminación divina el
hombre puede comprender la Palabra de Dios. Ver Nichol, 7:837.
4
Martin Kiddle, The Revelation of St. John (Nueva York; Londres: Harper and Brothers, 1940),
261.
5
Wallie A. Criswell, Expository Sermons on Revelation (Grand Rapids: Zondervan, 1971), 121,
122.
6
Robert Hawker, Poor Man’s Commentary. Obtenido en e-Sword, Software (Franklin: Rick
Meyers, 2000-2017).
7
Hans K. LaRondelle, How to Understand the End-Time Prophecies of the Bible (Sarasota: First
Impressions, 1997), 309-312.
8
Creencia que enseña que Cristo aparecerá un día inesperadamente para recoger a sus siervos
calladamente y, más tarde, después de la predicación universal del Evangelio y su consecuente rechazo
por parte de los impíos, el Señor regresaría pero esta vez en gloria y majestad, y a la vista de todos, para
castigar a los malvados y establecer su reino. Ver R. H. Blodgett, ¿Qué es el rapto secreto?: Cómo
ocurrirá realmente la Segunda Venida de Cristo (Mountain View: Ediciones Interamericanas, 1980), 10.
8

Tierra tendrán que lidiar con la tarea de dilucidar el significado de la cifra, 1 y también

proponen que el número sólo se podrá calcular una vez que la bestia haya aparecido y

sea completamente funcional. 2 Incluso dentro de esta categoría, están aquellos que

opinan que entre los que serán raptados, nadie tendrá interés ninguno en la bestia, su

imagen, su número, y el número de su nombre, en definitiva con todo lo referente al

planeta Tierra, al estar ya gozando en el cielo con Jesucristo y los ángeles. 3

Están los que opinan que nadie sabe la interpretación del número, y que tampoco

serviría de nada ya que el capítulo 13 del libro de Apocalipsis se comprendería

perfectamente sin este dato.4 O, también, aquellos que opinan que el número

representaba a la bestia en tiempos de Juan, y también representará a la bestia en el

tiempo del fin, pero que en nuestros días se desconocería la identidad de ambas. 5

Otros evitarían arriesgar una propuesta, y sólo opinan que se debe estar alertas a

cualquier cosa que represente a una organización religiosa falsa que sea de alguna

manera contraria a Jesucristo, su muerte y resurrección y nuestra salvación, y advierten

simplemente sobre cualquier cosa que represente a esta organización, sea una marca, un

nombre o un número.6

También se considera que la marca de la bestia hace referencia a las monedas

del Imperio Romano, y que aquellos que deseaban tomar el lugar del emperador por la

fuerza, comenzaban a hacer circular metálico manufacturado con la estampa del

aspirante al trono. Consideran que las que había en circulación en aquel entonces tenían

1
Tim Lahaye, Revelation (Grand Rapids: Zondervan, 1975), 188, 189.
2
Clyde C. Cox, Apocalyptic Commentary: An Exposition of the Book of Revelation (Cleveland:
Pathway, 1959), 185, 186.
3
J. Dwight Pentecost, Profecías para el mundo moderno (Barcelona: Logoi, 1973), 147, 148.
4
Juan Stam, Apocalipsis, 4 vols. (Buenos Aires: Kairos, 2009), 3:262, 263.
5
Walter A. Elwell, ed., Evangelical Commentary on the Bible (Grand Rapids: Baker Books,
1989), 1217, 1218.
6
Charles R. Thompson, Revelation Explained (Florida: Tisip, 2011), 166-169.
9

el rostro y la inscripción de Nerón (la bestia), mientras que las falsificadas tendrían los

de Vespasiano (una imagen de la bestia). 1

Aritméticas

Pitagórica

Los cálculos matemáticos siempre fueron motivo de deleite entre los rabinos,

que deseaban así descubrir significados esotéricos en los números que se hallan en las

Escrituras. El mayor grado de complejidad que esto alcanzó es, quizás, el de la

aplicación de aritmética pitagórica a los números bíblicos. Esta práctica, también

involucra el uso de nombres que son concebidos como formas; y estas son triangulares

(la suma de dígitos sucesivos), cuadradas (la secuencia total de números impares), y

rectangulares (la suma de números pares sucesivos). La relación entre estas series haría

fácil calcular las correspondencias entre los varios números. Así, todo número

rectangular es el doble de su triángulo emparentado. El 666 mismo sería doblemente

triangular siendo: el triángulo de 36, mientras 36 es el triángulo de 8. Si 666 es el

número triangular de 36, es porque 1 + 2 + 3, y así, hasta 36, suma 666. Y si 36 es el

triangular de 8, esto haría alusión al número del Anticristo, de acuerdo con el octavo rey

de Apocalipsis 17:11. 2 3 4

1
David M. May, “The Empire Strikes Back: The Mark of the Beast in Revelation”. Review and
Expository n° 106 (2009): 83-98.
2
Robert H. Mounce, The Book of Revelation (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans, 1977), 263,
264.
3
Es interesante, con respecto al número 36, que en el texto hebreo pseudo-epigráfico Salmos de
Salomón TS1 18:1-2 OPE, que son salmos en respuesta al control romano de Jerusalén a partir de la
llegada del General Pompeyo datados alrededor del 63 d.C. (Ver Hugo A. Cotro, Fuentes primarias –
Apócrifos y pseudoepigráficos del AT, Griego III, Apuntes de clase, Libertador San Martín, Universidad
Adventista del Plata, Facultad de Teología, 2016, 8), narra un supuesto intercambio entre el Rey Salomón
y un demonio multiforme de apariencia de varias bestias, en el cual el invocador pregunta por el nombre
de la entidad satánica, a lo que ésta responde: “Somos los treinta y seis elementos, los dirigentes del
mundo en esta era de oscuridad” (cursiva agregada), cuyas últimas palabras son casi idénticas a las de
Pablo en Efesios 6:12.
4
Richard Bauckham considera que es posible ver en “el octavo” (Ap.17:11) una alusión a la
escatología sabática de un octavo día de la creación. Cree que es “tentador ver en el octavo que es uno de
entre los siete un paralelo al octavo día cristiano, el domingo, que también (como primer día de la
semana) es uno de los siete, pero como Juan tenía otras razones para hacer su octavo uno de entre los siete
10

A modo de ejemplificación, el 36 como triangular del número 8 se sumaría

como se ve a continuación.

TABLA 1
NÚMEROS TRIANGULARES

+2 +3 +4 +5 +6 +7 +8
1
3 6 10 15 21 28 36

Los que se adentran en estos cálculos, y le agregan una carga teológica, explican

que el número 144, por ejemplo, se trata de un número cuadrado, el del número 12 (12 x

12), lo que representaría bien a la Nueva Jerusalén (Ap.21:16), ya que, según la

Escritura, la ciudad tiene muros de 12.000 codos, que bien podría representar al número

de los sellados de cada tribu de Israel (Ap.7). 1 2 Por otro lado, los números 42 (meses) y

1260 (días) son números rectangulares, que son aquellos que no son primos, por lo que

pueden descomponerse en varias partes iguales. Por ejemplo, el 12 puede dividirse en

dos de seis, para formar un rectángulo de 6 x 2. 3 De acuerdo a esta concepción, el 666

tendría la peculiaridad de ser cuadrado y triangular a la vez. 4

A pesar de la intrincada relación que a través de este tipo de análisis se obtiene,

es difícil imaginarse que el simbolismo en Apocalipsis 13:18 precise un sistema

numérico tan remoto y complicado para elucidarse, porque Juan era un profeta, y no un

matemático.5

no se puede estar seguro de que él así lo deseaba.” Ver Richard Bauckham, The Climax of Prophecy
(Edimburgo: T&T Clark, 1993), 397, 398.
1
Bauckham, 399-401.
2
Otro paralelo que se presenta es el de “número de hombre” (Ap.13:18) con “medida de
hombre” (Ap.21:17), que se desarrollará con mayor extensión en otro capítulo. No obstante, es interesante
notar que 144 es α ̓́γγελος (ángel) transliterado al hebreo, y computado gemátricamente. Ver Bauckham,
398.
3
Beatriz Bianconi, “Regularidades numéricas. Números rectangulares”, El club de la
matemática. Disponible en http://elclubdelamatematica.blogspot.com.ar/2010/01/regularidades-
numericas-numeros.html?m=1; Internet (Último acceso el 12 de diciembre de 2017).
4
Bauckham, 399-401.
5
Stephen S. Smalley, The Revelation to John: A Commentary on the Greek Text of the
Apocalypse (Downers Grove: IVP Academic, 2005), 351.
11

Gemátricas

Son aquellas interpretaciones para las cuales debe utilizarse la gematría que,

como se mencionó anteriormente, es un método de cálculo que involucra convertir

letras a números, adjudicándole a cada una, una cifra determinada y sumar su totalidad,

y viceversa. Esta sería una operación fácil de realizar después de todo, el pasar de letras

a números, ya que eso sólo podría dar un resultado; mientras que pasar de números a

palabras sería mucho más difícil, ofreciendo casi infinitas posibilidades. 1

Esta forma de enfrentar el texto entiende que si es el número del nombre de la

bestia, tiene que ver con el nombre o título del sistema, y concluye que es claro que el

número debe resultar del cálculo de los valores numerales correspondientes a las letras

del nombre o título.2 Se procederá, por tanto, a realizar una revisión histórica que

incluirá a los principales expositores de este método y sus propuestas. Se hará especial

énfasis en la interpretación que obtiene como resultado el título Vicarius Filii Dei, y su

adopción por parte de la Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD) como

interpretación más popular.

Para comenzar, es importante destacar que si se toman todos los números

romanos existentes: I (1), V (5), X (10), L (50), C (100), D (500), y se los suma entre sí,

se obtiene 666, ya que algunos toman esto para decir que el Anticristo será romano.3

Como la mayoría de los autores que escribieron acerca del 666, entendían que la

identidad de la bestia ya había sido identificada a través de otras características

brindadas por la Escritura, para ellos habría sido incoherente que el número no tenga

que ver con ese poder.4 Es por esto que teniendo en cuenta que se trata del “número de

1
Interpretation: A Bible Commentary for Teaching and Preaching, 43 vols. (Louisville:
Westminster John Knox, 2011), 43:162-164.
2
Humberto R. Treiyer, Apuntes de clase correspondientes a la introducción y los capítulos 1 al
14, Apocalipsis, Colegio Adventista del Plata, Libertador San Martín, Entre Ríos, 1980, 93.
3
David Guzik, David Guzik’s Enduring Word Commentary. Obtenido en e-Sword, Software
(Franklin: Rick Meyers, 2000-2017).
4
Nichol, 7:837.
12

su nombre”, comprendían que éste tenía que referirse a un título o nombre del sistema

aludido.1

La práctica de la gematría no sería algo novedoso dentro del mundo del estudio

de escritos de género apocalíptico, teniendo como antecedente el pasaje en 3 Baruc 4:3-

7 donde se hace uso de la gematría, pasando del griego al hebreo. 2 3


Los antiguos

comentadores cristianos ya especulaban con respecto al nombre que podría encajar en el

código de este número. El más temprano fue Ireneo de Lyon, obispo cristiano de fines

del siglo II y comienzos del siglo III, 4 discípulo de Policarpo. Éste último se cree tuvo

contacto personal con el mismo apóstol Juan, 5 aunque aparentemente no contaba con

información especial acerca de la interpretación de Apocalipsis 13:18. Se podría

interpretar, a partir de esto, que la resolución del enigma profético es una información

que Policarpo no consideró importante transmitir, o que el mismo Discípulo Amado de

Jesús habría estado renuente de comunicar, o directamente desconocía su significado a

pesar de haber sido el receptor de la revelación. Ireneo estaba convencido de que la

bestia no era otra que el Anticristo, y que del valor numérico de las letras de su nombre,

se desprendería la cifra 666.6 Supuso que este nombre debía ser griego, por lo que

sugirió tres nombres cuyas letras constituyentes sumaran 666. Estos fueron Evanthas,

Lateinos, y Teitán:

1.  (= 5; = 400; = 1; = 50;  = 9;  = 1;  = 200; total = 666)

1
H. Treiyer, 93.
2
Bauckham, 389.
3
En el texto se narra acerca de una serpiente que bebe el agua del río, pero éste nunca se seca
porque es rellenado por la cantidad de agua representada en la palabra transliterada para “serpiente”. En
4:10 también hace lo mismo con la cantidad de gigantes que perecieron en el Diluvio, donde la palabra
para diluvio en griego transliterada al hebreo es igual a la cantidad de fallecimientos. Ver Bauckham, 389.
4
A. Hamman, Guía práctica de los padres de la Iglesia (Bilbao: Desclée de Brouwer, 1968), 43,
44.
5
Sigfrido Huber, Los padres apostólicos (Buenos Aires: Desclée de Brouwer, 1949), 229.
6
H. Treiyer, 94.
13

2. = 30;= 1; = 300;= 5; = 10;  = 50;  = 70; = 200;

total = 666

3. ( = 300;= 5;= 10;= 300;= 1;= 50; total = 666)2

Era consciente de la multiplicidad de nombres que, al ser sumadas las letras que

conforman sus nombres, ofrecían el número de la bestia como resultado, por lo que

advirtió que la mejor estrategia para el estudioso, sería aguardar hasta que el símbolo

tenga su cumplimiento, luego de la división del Imperio Romano en diez.

Victorino, a comienzos del siglo IV, coincidió con Ireneo en calcular Teitán, y

agregó como opciones los términos Gematria y Antemos. Podría también haber sido el

primero en sugerir el término latino Dic Lux.3 Sugirió, a su vez, los nombres

 y , que del mismo modo sumarían la cifra antes

mencionada. Andreas de Cesarea, de Capadocia, probablemente en el siglo VII, propuso

el griego Amnós Adikos (el cordero injusto, o impío), mientras que Haimo de

Halberstadt, en el siglo IX, aportó el término Genserikos.4 Primasio Hadrumetanus

sugirió los nombres Antemus, y , que significaría “niégame”.

El monje español Beato De Liébana, a fines del siglo VIII, en su comentario

sobre el tema propone ocho nombres diferentes para la interpretación, de los cuales dos

serían novedosos, ya que no se habían mencionado antes, ni se han repetido en ningún

otro autor después. Estos son Damnatus y Acxyme. 5

Muchos años después, se volvería a tratar el asunto a manos de Walter Brute, en

el siglo XIV, que habría sugerido el término latino Dux Cleri (“Capitán del Clero”).

1
Lateinos haría referencia al hombre latino, el Imperio Romano o, directamente, al Papa. Ver
Albert Barnes, New Testament Notes (Grand Rapids: Baker Books, 1949), 5340-5345.
2
Bruce M. Metzger, David A. Hubbard, Glenn W. Barker, ed., Word Biblical Commentary, 52
vols. (Waco; Dallas: Word Books, 1987), 52:770.
3
H. Treiyer, 94.
4
Metzger, 52:770.
5
Henry A. Sanders, “The Number of the Beast in Revelation”, Journal of Biblical Literature 37
(1918): 95-99.
14

Poco después, el papado comenzó a sobresalir notablemente entre las

interpretaciones del número que se efectuaron durante la Reforma. Así fue el caso de

Felipe Melanchton, en 1560, que habría sido el primero en sugerir el hebreo Romith,

como se lo llamaría al Imperio Romano en dicho idioma. Esta idea fue trabajada poco

después por Andreas Dsiander, en 1562, aunque habría agregado otra palabra junto a la

propuesta por Melanchton, quedando entonces Malchuth Romijth (Reino Romano).

John Foxe, en 1587, buscó la manera de introducir el término Romanus, tanto en griego

como en latín. Mientras que Georg Nigrinus, en 1602, desconocía la interpretación, pero

afirmaba que no cabían dudas con respecto a que se trataba del papado. En 1637,

Johannes Gerhard retomó el hebreo Romith, e introdujo el griego Ecclesía Italika.1 Y es

en 1643 que surge por primera vez la interpretación del 666 como Vicarius Filii Dei,

cuyos números romanos sumados se presentan a continuación.

V (5) + I (1) + C (100) + A (0) + R (0) + I (1) + V (5) + S (0) = 112

F (0) + I (1) + L (50) + I (1) + I (1) = 53

D (500) + E (0) + I (1) = 501

112 + 53 + 501 = 666

En este caso, se toma el aserto del papado de ser el representante de Cristo en la

Tierra, para elaborar el título en latín de “Vicario del Hijo de Dios”, y luego se utiliza la

gematría para conocer el valor de cada letra y así obtener el número deseado. Las letras/

números deben ser consideradas dentro de los caracteres romanos para que la suma

pueda realizarse, además de contar con valor de 0 (cero) aquellas letras que no se hallan

dentro del mismo.2

Andreas Helwig, autor, profesor universitario de poesía y especialista en

idiomas, presenta en su obra Antichristus Romanus, varios títulos en latín utilizados por,

1
H. Treiyer, 94, 95.
2
Edwin de Kock, The Truth about 666 and the Story of the Great Apostasy (Michigan:
Adventists Affirm, 2011), 23, 24.
15

u otorgados por otros a, el Papa. Estos son: 1. Vicarius Filii Dei (Vicario del Hijo de

Dios), 2. Ordinarius Ovilis Christi Pastor (Pastor Común a todas las Ovejas de Cristo),

3. Dux Cleri, y 3. Dic Lux (“Dí Luz”, o “Habla Luz”, al igual que Teitán y Lucifer, se

refiere a que el Anticristo proviene de la luz). De los cuales todos y cada uno, utilizando

la gematría con números romanos, suman 666. Helwig consideraba que el nombre debía

1. Contener el número en cuestión; 2. Estar de acuerdo con la orden papal; 3. No debía

ser un nombre vil puesto por enemigos, sino uno aceptable al Anticristo mismo; 4.

Debía ser uno del cual él (el Anticristo) se pudiera jactar. De todos modos, debe

recordarse que el título propuesto por Helwig fue expresamente declarado como una

expansión del verdadero título histórico del Papa: Vicarius Christi, por lo tanto sería un

equivalente y no el título real. 1

En los siglos posteriores puede notarse cómo este término fue mantenido en uso

por diversos autores y religiosos. Entre ellos, por ejemplo, se podría destacar un judío

inglés en el año 1765, con el seudónimo de “Rabino Shylock”2, que en forma de poema

escribió que el título del papado es Vicarius Filii Dei, y que las cifras romanas que lo

componen identificarían al Papa como la bestia. En 1778, el clérigo británico John J.

Bachmair produjo un tratado independiente de otras interpretaciones, y también llegó a

la misma conclusión que Helwig. En 1780, el ministro escocés Thomas Bell ofreció en

una serie de sermones publicados acerca de la explicación apologética del título

mencionando, que muchos son los nombres que contienen las letras que sumadas dan

666, pero muy pocos aquellos que reúnen las otras características de la bestia. 3 En 1793,

un ministro presbiteriano llamado William Linn declaró que el cuerno pequeño en

1
Leroy E. Froom, The Prophetic Faith of Our Fathers, 4 vols. (Washington: Review and Herald,
1948), 2:605-608.
2
Tal vez en alusión al personaje de la obra El mercader de Venecia, de William Shakespeare.
3
Jerry A. Stevens, Vicarius Filii Dei: Connecting Links Between Revelation 13:16-18, the
Infamous Number 666, and the Papal Headdress, an Annotated Timeline (Michigan: Adventists Affirm,
2009), 26, 27.
16

Daniel, el hombre de pecado en Pablo, y la bestia de Juan, “todos se cumplen en el

papado”, y citó el título latino a modo de conclusión. El hugonote francés Étienne

Gibert, en 1796, planteó los términos Lateinos, Romith, Ludovicus, y también Vicarius

Filii Dei, pareciendo tener mayor afinidad con este último. En 1799, la revista The

Evangelical Magazine de enero, publicó un testimonio de un oficial inglés que al visitar

Roma, afirmaba haber leído el título en la frente de la mitra papal de Pío VI (1717-

1799).1 En 1811, el teólogo anglicano George S. Faber, en una disertación, afirmó que

Vicarius Filii Dei era un título papal, pero negaba que éste fuera la respuesta al número

de Apocalipsis 13:18. 2

Desde entonces surgieron algunas otras interpretaciones novedosas, pero de poca

trascendencia. James Bicheno, en 1831, deseaba aplicar el número a Francia,

especialmente a Ludovicus (Luis XIV),3 Josías Litch, en 1838, propuso la frase griega

He Latin Basileia, donde la suma de las letras también daría el número esperado,

probablemente replicando las conclusiones sacadas por el metodista Adam Clarke.4

Se presentó, por otra parte, al falso profeta Balaam que en el idioma hebreo

sumaría 666; y la ocurrencia de que, a diferencia de la Septuaginta (LXX) que utiliza las

palabras enteras, el códice uncial Vaticano 5 (siglo IV) pondría solamente las tres letras,

signos numéricos, que son Ch X St. Sería, en tal caso, interesante que Jesús sea Ch R St.

(Cristo), y menciona que esta sustitución de la R por la X es del mismo género en que la

Roma papal sustituyó la Cruz por el poder de las llaves. De acuerdo a esto, en gematría,

las dos primeras letras de “Cristo”, (Ch R) representan setecientos, el número perfecto.

1
Ibíd., 29, 30.
2
Ibíd., 33.
3
H. Treiyer, 96.
4
Carlos Olivares, “El 666 y el ‘Vicarius Filii Dei’ en la interpretación adventista: Desafíos
actuales”, Advenimiento 1 nº 2 (2004), 30-57.
5
Junto con el Sinaítico, los manuscritos completos más antiguos del Nuevo Testamento. Ver
Claudia Mendoza, Los manuscritos del Nuevo Testamento y la crítica textual (Buenos Aires: Universidad
Católica Argentina, 2011), 320.
17

Las letras que representan 666 (Ch X St), representarían un número imperfecto, que no

llega a 700. Una triple caída (apostasía) de la perfección septenaria. 1

Hay quienes consideran que el número representa a los hombres de Satanás que

se van levantando a lo largo de la historia, y que es a través del ejercicio de la gematría

que los cristianos podrán prevenirse contra estos instrumentos demoniacos. 2 Otros se

inclinaron a pensar que el número apuntaría a una encarnación del diablo de fines del

siglo I, pero que los discípulos inmediatamente posteriores a Juan habrían perdido la

sabiduría para descifrarlo.3 Algunos, por otra parte, han deseado llamar la atención a la

palabra griega para bestia, therion (), que transliterada al hebreo daría 666. 4

Se propuso también que el dios misterioso que se adoraba en Babilonia conocido

como “el dios oculto”, y que otros lo habrían llamado “el sistema oculto” bajo el

nombre de Saturno que significaría “estar escondido”; provee la explicación de que en

caldeo y arameo este nombre se escribiría “Stur”, por lo que luego se podría calcular el

valor numérico de S (200) + T (60) + U (400) + R (6) = 666.5

Algunos hacen referencia a un supuesto mito hebreo del Caos Primordial, un

monstruo del caos del cual la imagen del dragón y la bestia habrían salido; y sería este

monstruo en el idioma hebreo que daría exactamente con la cifra, ya que el nombre de

ésta criatura sería Tehom Qadmonah, y esto en letras hebreas sería igual a 666. 6

Finalmente, una solución más de este tipo, pero extremadamente compleja, ha

sido propuesta por Ethelbert Stauffer, teólogo alemán de principios del siglo XX, quien

1
Robert Jamieson, ed., Comentario exegético y explicativo de la Biblia, 2 vols. (El Paso: Casa
Bautista de Publicaciones, 19--), 2:806.
2
Eduard Schick, El Apocalipsis (Barcelona: Herder, 1974), 174, 175.
3
Sylvester Birngruber, El Apocalipsis de San Juan (Madrid: Rialp, 1966), 199-201.
4
Smalley, 352.
5
Roy A. Anderson, Unfolding the Revelation (Mountain View: Pacific, 1961), 125-134.
6
Donald Guthrie, ed., The New Bible Commentary: Revised (Londres: Inter-Varsity, 1970),
1296, 1297.
18

presenta que el nombre griego de Domiciano,  (= 775), completo con sus

títulos oficiales, era 

, ocasionalmente hallado abreviado en monedas como

 (= 666).1

Después de todo lo expuesto anteriormente, no es extraño que algunos teólogos

directamente deseen abandonar y apartarse del tema, sólo para concentrarse únicamente

en conocer bien las características provistas de esta marca y de la bestia, más que su

nombre y el número del mismo. 2

Preteristas y futuristas

Ante la ola de acusaciones en contra del obispo de Roma en el siglo XVI por

parte de la Reforma, a través de la interpretación del número de la bestia, la

Contrarreforma elaboró e introdujo sus propias interpretaciones para contrarrestarlas. J.

Henten en 1547, y el jesuita Luis de Alcázar luego en 1614, fundaron la interpretación

preterista, sugiriendo que el Anticristo no fue otro que Nerón, quien habría sido

prefigurado por el griego Antíoco Epífanes a mediados del siglo II a.C. 3 De allí como

punto de partida, Hugo Grotius en 1645, abordó el tema intentando aplicar el número al

emperador romano de fines del siglo I, Ulpius Trajanus. De esta forma, se intentó poner

la atención de las mentes en los eventos pasados, para considerar las profecías como

eventos cumplidos, indignos de atención. Por otra parte Francisco Ribera, en 1591,

afirmó que el 666 es el número del Anticristo, pero que esto no se verá sino en el futuro,

haciendo uso de la interpretación futurista de la profecía. También habría mencionado

que dicho número se le podría aplicar a Lutero, de modo que, además de poner las

1
Metzer, 52:771.
2
Donald Grey Barnhouse, Revelation: An Expository Commentary (Grand Rapids: Zondervan,
1974), 246-251.
3
Alberto R. Treiyer, “Comentarios sobre la Escuela Sabática Abril-Junio 2002: Estudios sobre el
Apocalipsis”, disponible en http://adventistdistinctivemessages.com/spanish/articulos.html; Internet
(último acceso 13 de diciembre de 2017), 2.
19

interpretaciones proféticas en un futuro muy lejano, también colocó un manto de

sospecha presente sobre el reformador.1 2 3

Es siglos después, alrededor de 1830 cuando, tal vez tomando las

interpretaciones tendenciosas y viciadas preteristas y futuristas del siglo XVI como

antecedente, que resurgió la interpretación que identifica el número de la bestia con

Nerón César, y otros emperadores, y estas ideas aún perduran en la interpretación

teológica contemporánea, aunque son frecuentemente rechazadas ya que ningún padre

de la iglesia las habría tenido como resolución del enigma.4 5


De hecho, Ireneo,

Tertuliano y Jerónimo, esperaban el surgimiento del Anticristo una vez caiga la Roma

pagana,6 y además la interpretación del 666 como Nerón César sólo podría ser viable en

tiempos de Pablo.7

1
H. Treiyer, 95.
2
Tomás de Aquino, en el siglo XIII, ya habría sugerido que la venida del Anticristo sería en el
futuro, y que su reino duraría tres años y medio literales. Ver A. Treiyer, Comentarios, 3.
3
Del mismo modo, en tiempos más modernos, se ha intentado colocar el número de la bestia
sobre el nombre de Elena G. White, para lo cual precisaban que Juan escriba acerca de un nombre en
inglés, y se precisaría también que la letra W se convierta en dos V separadas para poder computarlas
dentro del alfabeto latín, y se debía ignorar por completo su apellido materno, Harmon. El cálculo sería
del siguiente modo: E (0) + L (50) + L (50) + E (0) + N (0) + G (0) + O (0) + U (5) + L (50) + D (500) +
W (10) + H (0) + I (1) + T (0) + E (0) = 666. Ver Carlos Olivares, “Elementos para descifrar el 666: Una
propuesta”, DavarLogos 8 n° 1 (2009): 31-58.
4
Esta objeción, o la que argumenta que para que el número concuerde se debería calcular el
nombre del emperador junto con su título (César), que no sería parte de su nombre; podrían ser refutadas
en cierta medida con el documento Liber genealogus, obra de cristianos africanos donatistas del siglo V,
donde se menciona a Nerón como portador del número de la profecía, aunque éste sería 616 y no 666.
(Ver Mark L. Hitchcock, “A Critique of the Preterist View of Revelation 13 and Nero”, Bibliotheca Sacra
164 nº 655 (2007): 341-356). Se debe tener en cuenta, sin embargo, que este documento también
manifiesta que el último perseguidor de la Iglesia sería Nerón redivivus (revivido), y que para obtener la
cifra deseada, primero se debería calcular con gematría el término Antichristus (Anticristo), el cual daría
154, y luego multiplicarlo por cuatro, de acuerdo a las cuatro letras del nombre del emperador “Nero”
(Nerón), para obtener así el 616. (Ver Francis X. Gumerlock, “Nero Antichrist: Patristic Evidence for the
Use of Nero’s Naming in Calculating the Number of the Beast (Rev.13:18)”, Westminster Theological
Journal 68 (2006): 347-360). Por otra parte, si bien existen manuscritos con la cifra 616, el 666 se ha
hallado en los mejores manuscritos. Ver Nichol, 7:838.
5
Aunque algunos comprenden que si puede llegarse al Nerón César a través de la gematría, esto
no sólo emparentaría al Anticristo con la Roma pagana, sino también con la Roma papal. Ver Federico C.
Eiselen, Edwin Lewis, David G. Downey, ed., Comentario bíblico de Abingdon (Buenos Aires: La
Aurora, 1951), 585, 586.
6
LaRondelle, 313.
7
Ibíd., 309.
20

Hubo quienes afirmaron que el número señalaba al César en la época de Juan,

pero que el código que se tenía en aquellos días para hacerlo ya no estaría disponible. 1

O que el número aludiría exclusivamente a Nerón, y que cualquier intento por

aplicárselo a otro nombre, sería únicamente con motivo de ser movidos por el odio o el

miedo hacia la persona en cuestión.2 Este tipo de interpretación comprendería que la

profecía sólo fue útil o válida para aquellos lectores contemporáneos a Juan, y no habría

nada que investigar para las generaciones posteriores a ella. 3 Aún entre los que creen

que el número de la bestia sólo puede aludir a Nerón, hay quienes consideran que este

personaje se volverá a levantar en el fin del tiempo, y que en esa oportunidad será

Nerón Renacido, y con este agregado a su nombre, se podría obtener nuevamente la

cifra en cuestión.4

Otros declaran desconocer si este número apelaba a algún personaje específico

para la época en que las cartas fueron escritas, pero vaticinan que la gematría será útil

en el tiempo del fin cuando este poder se haga presente y pueda calcularse su nombre de

forma numérica.5 Dentro de este grupo se podría ubicar a aquellos que opinan que

interpretar al Anticristo como el papado es un total desconocimiento del libro del

Apocalipsis, sin dejar de defender la gematría como método de interpretación, pero

transportándola a un futuro en el que aparecería la bestia, y que ésta sería una persona y

no un sistema, 6 como quienes opinan que el Anticristo será un falso mesías judío que

reconstruirá Jerusalén y su templo, y cumplirá con las características que Pablo da de él

1
Harry Buis, The Book of Revelation: A Simplified Commentary (Philadelphia: Presbyterian and
Reformed Publishing, 1960), 77.
2
Martin Rist, The Modern Reader’s Guide to the Book of Revelation (Nueva York: Association,
1961), 85, 86.
3
Robert C. Sproul, The Last Days According to Jesus (Grand Rapids: Baker Books, 1998), 183-
189.
4
James M. Efird, Revelation for Today (Nashville: Abingdon, 1989), 90-95.
5
William R. Nicoll, The Expositor’s Bible: A Complete Exposition of the Bible, 6 vols. (Grand
Rapids: Wm. B. Eerdmans, 1943), 6:888-890.
6
Matthew Henry, Comentario exegético-devocional a toda la Biblia, 10 vols. (Terrassa: Clie,
1983-1991) 10:480, 481.
21

en 2 Tesalonicenses 2:4 durante tres años y medio. 1 Todas estas ideas son

contrarrestadas por las declaraciones de los que, desde algunos sectores del

protestantismo, dictaminan con vehemencia que toda interpretación que niegue la

relación del número con el título papal, proviene del catolicismo, el espiritismo o el

protestantismo apóstata.2 Es quizás por este motivo que surgieron interpretaciones

gemátricas que apuntarían al Papa “Ioannes Paulus Secundus” (Juan Pablo II),3 aunque

los que defienden esta interpretación hayan tenido que cambiar “Paulus” por “Paulo”,

de tal manera que la suma pueda dar el número correcto:

I (5) + O (0) + A (0) + N (0) + N (0) + E (0) + S (0) = 1

P (0) + A (0) + V (5) + L (50) + O (0) = 55

S (0) + E (0) + C (100) + v (5) + N (0) + D (500) + V (5) + S (0) = 610.

1 + 55 + 610 = 666.

Nótese, por otro lado, con respecto a la aceptación del título por parte de la

Iglesia Católica Romana (ICR), en abril de 1915 se le consultó a la revista católica

americana Our Sunday Visitor: “¿Cuáles son las letras que se supone que están en la

corona del Papa, y qué significan, si es que tienen significado?”, a lo que la publicación

respondió: “Las letras grabadas en la mitra del Papa son éstas: Vicarius Filii Dei, que en

latín significan Vicario del Hijo de Dios. Los católicos sostienen que la iglesia, que es

una sociedad visible, debe tener una cabeza visible.” (p.3). La misma revista, pero en

1914, admitió que las letras del título sumaban 666, pero que esto no tendría ninguna

importancia ya que muchos otros nombres también lo hacían. Finalmente, en el número

de agosto de 1941, al tocarse nuevamente el tema, los responsables de la revista negaron

1
Hitchcock, 341-356.
2
de Kock, 23, 24.
3
Olivares, El 666, 30-57.
22

que tal título estuviese en la tiara, afirmando que dicho ornamento no tendría ninguna

inscripción. 1

Vicarius Filii Dei en el Adventismo

En pleno apogeo del movimiento adventista Millerita, en 1843, el periódico

Midnight Cry publicó un artículo de título “The Number 666 in Roman Letters” (El

Número 666 en Letras Romanas), donde se hacía alusión a una obra anterior donde se

identificaba al Papa a través de la gematría del título papal Vicarius Filii Dei, y es este,

quizás, el primer antecedente del uso de esta interpretación dentro de los fundamentos

de la IASD. Desde entonces, durante la Organización Eclesiástica (1844-1863) no se

habló directamente del tema, aunque Jaime White, George W. Holt, y John N. Andrews

comprendían que el número hacía referencia a la bestia de la tierra, pero en ningún

momento se trató de reconocerla a través de la gematría, sino más bien se lo relacionaba

con la cantidad de sectas cristianas que se desprenderían de la bestia, en coincidencia a

la interpretación de Charles Fitch de 1843. 2 3

A partir de la Organización Eclesiástica Mundial de la IASD (1863), la

incertidumbre acerca de la cifra apocalíptica comenzó a transformarse en una suerte de

certeza interpretativa desde que Urías Smith, el primer adventista del séptimo día en

tomar el término de Helwig, publica su libro Thoughts, Critical and Practical, on the

Book of Revelation (Pensamientos, Críticos y Prácticos, sobre el Libro de Apocalipsis)

en 1865.4 Él, a modo de justificación de su elección, habría declarado que uno de los

Papas tenía dicho título escrito en piedras preciosas sobre su mitra,5 lo cual respaldaba

con el libro The Reformation: A True Tale of the Sixteenth Century (La Reforma: Una

1
Nichol, 7:838.
2
Olivares, El 666, 30-57.
3
Fitch no solo tenía una interpretación diferente a la de Helwig, sino que se oponía a la
utilización de la gematría en el proceso de interpretar el número. Ver Olivares, El 666, 30-57.
4
Ángel M. Rodríguez, Fulgores de gloria (Buenos Aires: Asociación Casa Editora
Sudamericana, 2001), 126.
5
Stevens, 85.
23

historia verdarera del siglo dieciséis), una obra de la autora Anne Tuttle Jones Bullard,

de 1832, que narraba el testimonio de dos mujeres en la ciudad de Roma que habrían

tenido la posibilidad de leer el título en el adorno papal. 1 Cabe la mención que en esta

publicación también se identificaba el número con el término Filius Latinus solis diei,

traducido como “el Hijo Latino del día del sol”, que demostraba que el Papa habría sido

instrumental en establecer el domingo como el día santo de la ICR. 2 3 De todos modos,

para los que defienden esta interpretación, el asunto no sería tanto si el título estaba

escrito allí o no, sino que lo importante sería si en algún momento el Papa lo hubiera

utilizado, porque en el caso de negarse que así fuera, entonces sería admitir que se

estuvo acusando falsamente a la ICR por siglos.4 Argumentó Smith también a favor de

ésta, aduciendo que dicho título aparece “tan frecuentemente en la literatura católica

romana y sus rituales a través de los siglos, que no pareciera necesario añadir otra

prueba de su validez e importancia.”5 Presentó, por otra parte, la evidencia del

documento conocido históricamente como la “Donación de Constantino”, cuya

autoridad descansaría en la confirmación de un concilio de la iglesia, según Binio, alto

dignatario de la iglesia, 6 y en su presencia dentro del “Corpus Iuris Canonici” de la

Iglesia Romana. Esta donación estaría mencionada en una carta con fecha de 30 de

marzo de 315, en latín, de Constantino al Papa Silvestro I (314-335), donde se hace

referencia a que el apóstol Pedro habría sido nombrado vicario del Hijo de Dios por

Cristo mismo, y sería por esto que el pontífice tendría también esta autoridad heredada

desde allí en adelante.7 1

1
Olivares, El 666, 30-57.
2
Sanders, 95-99.
3
La relación entre la marca de la bestia, el papado y el día domingo, será tratado más adelante.
4
Stevens, 87.
5
Urías Smith, Las profecías de Daniel y del Apocalipsis (Mountain View: Pacific, 1949), 251,
252.
6
Ibíd., 252, 253.
7
de Kock, 23, 24.
24

La interpretación de Smith como la respuesta al acertijo, fue publicada

nuevamente en 1866 a través de dos artículos consecutivos de la revista adventista

Review and Herald,2 pero es realmente en los años 1881 y 1882 cuando el primer libro

de Urías es unido a un comentario sobre el libro de Daniel, también de su autoría, y este

impreso pasa a ser objeto de difusión a todo el mundo a través de la venta de libros

puerta a puerta, también llamada de colportaje.

Otro factor de gran peso en la diseminación de esta interpretación dentro de la

Iglesia, fue la obra realizada por el folleto de Escuela Sabática que enseñaba a calcular

el número de este modo, ya en el año 1904.3

Finalmente, es recién en el año 2002 cuando la postura de la IASD se separa

oficialmente del Vicarius Filii Dei, a través del Folleto de Estudio de Escuela Sabática

preparado por el Dr. Ángel Manuel Rodríguez, por entonces Director del Biblical

Research Institute (Instituto de Investigación Bíblica) de la Iglesia. 4 Aunque muchos se

sienten incómodos al abandonar del todo la interpretación, ya que el título “Vicario del

Hijo de Dios” calza perfectamente en la descripción del Anticristo, ya que reemplaza la

relación con Dios con una relación con un hombre, y hace abolición del sábado, porque

desea liberarse de la relación constante con Dios del cual el reposo sabático es un

recordatorio constante.5

1
Si bien la así llamada “Donación de Constantino” fue conclusivamente probada un fraude en el
siglo XVI, y así es como se la considera hoy (Ver W. Ullmann, “Donation of Constantine”, en New
Catholic Encyclopedia, 17 vols., Washington: The Catholic University of America, 1967, 4:1000-1001),
el Vaticano la endosó enfáticamente de nuevo en el Concilio de Trento (1545-1563) durante la
Contrarreforma, y la mantuvo como válida por otros dos siglos (Ver Stevens, 85). Luego de esto, el Papa
Benedicto XV hizo desaparecer el título incluido en la “Donación de Constantino”, al aprobar el nuevo
“Codex Iuris Canonici”. Ver W. H. Peters, “Benedictus XV” en New Catholic Encyclopedia, 2:279, 280.
2
Urías Smith, “The Two-Horned Beast”, Review and Herald vol. 28 n° 25 (1866): 196-197.
3
Olivares, El 666, 30-57.
4
Stevens, 79.
5
Kenneth R. Wade, “Stuck on 6”, Ministry vol. 61 n° 12 (1988): 22.
25

CAPÍTULO III

INTERPRETACIÓN ENDÓGENA O BÍBLICA

En este capítulo se analizarán aquellas interpretaciones que se han realizado

acerca del tema en cuestión utilizando la Biblia como punto de partida, o directamente

como su propio intérprete. Se dividirán las mismas, a su vez, en tres categorías siendo la

primera un breve repaso histórico acerca de las interpretaciones varias, que son aquellas

que no cuentan con gran apoyo en cantidad de suscriptores. Luego se estudiarán

aquellas llamadas simbólicas, entre las cuales hallaremos la popular interpretación de

“número del hombre”; y se intentará sugerir un acercamiento a una hermenéutica bíblica

acerca del asunto, a través del método histórico-bíblico el cual la Iglesia Adventista del

Séptimo Día (IASD) ha adoptado como método hermenéutico con el cual dirimir

cuestiones teológicas. 1 Finalmente, se realizará una exégesis de la perícopa.

Interpretaciones varias

Por repetición de palabras y numeración

Esta vía de interpretación se basa en el ejercicio de numerar palabras que se

repiten en los pasajes claves, o a lo largo de las Escrituras, donde se podrían presentar

varios adjetivos seguidos acerca de la bestia o sus seguidores. Cuando esta numeración

suma el total del número seis, es cuando habría que prestar atención a su relación con el

número apocalíptico. Por ejemplo, hay quienes presentan el hecho de que Pablo en su

carta a Timoteo dé una lista de características del Anticristo en una serie de tres de seis,

1
Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, Tratado de Teología (Buenos Aires:
Asociación Casa Editora Sudamericana, 2009), 111, 112.
26

o sea: seis, seis, y seis (2Ti.3:1-5).1 2 Por qué se interpreta que existe una división de los

treinta y seis adjetivos en tres grupos, sin embargo, no es explicado. Los mismos

estarían como se representa a continuación.

TABLA 2
CARACTERÍSTICAS DEL ANTICRISTO EN 2 TIMOTEO 3:1-5

1º SERIE

Amadores de sí mismos Avaros Vanagloriosos

Soberbios Blasfemos Desobedientes a sus padres

2º SERIE

Ingratos Impíos Sin afecto natural

Implacables Calumniadores Incontinentes

3º SERIE

Crueles Aborrecedores de lo bueno Traidores

Temerarios Hinchados Amadores del placer más

que de Dios

Si bien todos estos adjetivos podrían ser adjudicados a la bestia, el único que

coincide de forma textual con la descripción de ella dada en Apocalipsis 13, es el de

“blasfemo”, ya que las Escrituras nos dicen que la bestia “hablaba grandes cosas y

blasfemias” y que “abrió su boca en blasfemias contra Dios” (Ap.13:5, 6).

Otra propuesta de este tipo, destaca que en el capítulo 13 de Apocalipsis habría

seis menciones a la bestia recibiendo autoridad para actuar, seis menciones de la bestia

hablando, y seis menciones de ésta recibiendo adoración; sean la bestia misma o el

1
Wim Malgo, Apocalipsis de Jesucristo: Una exposición para nuestra época, 3 vols.
(Montevideo: Obra Misionera “Llamada de Medianoche”), 2:54-56.
2
Si bien en la epístola se describen las características de los hombres impíos en el tiempo del fin,
se comprende que éstos no tienen otro carácter que el del Anticristo mismo. Por otra parte, de acuerdo a la
epístola de Juan, todo aquel que niega que Jesús es el Cristo, “niega al Padre, y al Hijo”, y por esto se lo
reconoce como Anticristo (1Jn.2:22).
27

dragón. Agrega que también en el libro se encontrarían el sexto sello y la sexta

trompeta, que describirían la manera en que el hombre se rebela contra Dios, e

introducen también la idea de que el número 666 fuera propiedad de Satanás, debido a

sus deseos de ocupar el lugar de Dios y no poder hacerlo. 1 Sin embargo, aquellos que

hacen mención de la sexta iglesia, el sexto sello y la sexta trompeta como resolución del

enigma, buscando allí la rebelión del hombre contra Dios, no estarían contemplando

que, por ejemplo, en el caso de la sexta iglesia, Filadelfia (Ap.3:7-13), no sólo es sin

reprensión al igual que la iglesia de Esmirna (Ap.2:8-11), sino que está, de hecho, en

una condición mucho mejor que la séptima, Laodicea, de la cual se dice que es “cuitada,

y miserable, y pobre, y ciega, y desnuda” (Ap.3:17). Tampoco haría caso al hecho de

que el sexto sello, por ejemplo, es la misma Segunda Venida de Cristo (Ap.6:12-17).2

Algunos piensan que el número 6 siempre habría estado asociado con hombres

que desafiaron a Dios, dando como ejemplos a Goliat, quien se presupone contaba con

seis dedos en cada mano, tal vez por el incidente en Gat en el cual un gigante es

mencionado como poseedor de veinticuatro dedos (1Cr.20:6), y Nabucodonosor, que

habría erigido la estatua de oro con sesenta codos de alto y seis codos de ancho

(Dn.3:1).3 Otros incluyen que Lucifer diría “yo” seis veces en Isaías 14:13,14 y los

constructores de la torre de Babel dirían "nosotros" también seis veces. El árbol que

representa a Babilonia en Daniel 4 es mencionado seis veces, y el rey Belsasar encontró

su fin al estar adorando “dioses de oro y de plata, de metal, de hierro, de madera, y de

piedra”, seis materiales en total.4 Sólo seis instrumentos musicales con los cuales se

1
Leandro A. de Lima, “Os Números do Apocalipse: A Importância da Análise Literária para a
Interpretação do Livro”, Fides Reformata 18 n° 1 (2013): 9-23.
2
Roy C. Naden, The Lamb Among the Beasts: A Christological Commentary on the Revelation
of John that Unlocks the Meaning of its Many Numbers (Hagerstown: Review and Herald, 1996), 200.
3
Watchtower Bible and Tract Society, Entonces queda terminado el misterio de Dios (Nueva
York: Watchtower, 1971), 382-388.
4
Anderson, 133.
28

invita a la población a adorar en Daniel 3:5, mientras en Apocalipsis 13:16 son seis los

tipos de personas que reciben la marca.1

También hay quienes consideran digno de observarse que la palabra Babilonia

aparezca seis veces en el Apocalipsis, y que sólo seis descendientes de Caín sean

mencionados en el libro de Génesis (4:17, 18). Si bien el autor es consciente de que la

descendencia continúa siendo presentada más adelante (vv. 20-22), se queda con que la

primer tabla genealógica de Caín presenta sólo seis nombres: 1. Caín, 2.Enoc, 3. Irad, 4.

Mehujael, 5. Metusael, y 6. Lamec. Como al llegar a este nombre el relato bíblico

comienza a expandir sobre su historia, el autor considera que Dios está enviando un

mensaje al lector a través de la séxtuple mención de nombres, proponiendo que la lista

comienza y termina con un asesino (v.18).2

Período de años

Esta vía de interpretación es la que considera que el número de la bestia alude a

cierta cantidad de años, aplicados a diferentes motivos a lo largo de la historia.

Joaquín de Fiore en el 1202, a pesar de admitirse ignorante sobre el 666, sugirió

que podría tratarse de un periodo de tiempo entre Adán y el Anticristo. Poco después, el

Papa Inocencio III, en 1216, afirmó que la cifra serían los años en que la religión de

Mahoma tendría predominio. Nicolás de Cusa, en 1464, coincidía con Inocencio,

pensando que la cifra tenía algo que ver con Mahoma y su poder. Martín Lutero, por su

parte, en 1546, sugería que se trataba de los años en que el papado tendría dominio:

Desde Gregorio I hasta el fin del mismo. Finalmente, Heinrich Bullinger, en 1575,

introdujo un periodo de 666 años que irían desde el año 97, supuesta fecha de escritura

1
Olivares, Elementos, 31-58.
2
Louis F. Were, The Woman and the Beast in the Book of Revelation: Studies in Revelation 12-
20 (Michigan: First Impressions, 1983), 106-108.
29

del Apocalipsis, hasta el 763, año en el que el obispo de Roma, según Bullinger, habría

comenzado a olvidar su humildad.1

En 1752, Johan A. Bengel propuso que el número era un período de tiempo que

equivaldría a los 42 meses de la profecía (Ap.13:5), aunque para esto, mediante una

explicación complicada, se debían acortar la cantidad de años que dicha cifra representa,

para que pueda coincidir con el mensaje que era predicado por Bengel.

John Bacon, en el siglo XIX, también consideró que se trataba de un periodo de

años, en los cuales caerían el papado y el Islam, y comenzaría el Milenio. 2 3


En 1840,

William Allen en el periódico Signs of the Times, deseaba datar el surgimiento del

Anticristo, interpretándolo como el papado, en el 666 d.C. Aduciendo que fue en esa

fecha en la que el Papa Vitalianus habría establecido la liturgia en latín. 4 Henry Jones,

en 1880, lo habría también aplicado a una cantidad de años de predominio de la Roma

pagana (del 158 a.C. hasta el 508 d.C.) sobre el pueblo de Dios, interpretación de la cual

habrían echado mano previamente Guillermo Miller y Josué Himes, antes del gran

chasco en 1844.5

Interpretaciones simbólicas

En la historia, como se detalló anteriormente, ha habido varios tipos de

interpretaciones simbólicas, así como las hubo de corte gemátrico. Siguiendo la premisa

de que el libro del Apocalipsis tiene un sentido simbólico, los que suscriben a esta

interpretación se vuelcan a comprender la cifra de modo simbólico, también. Del mismo

1
Pero sea este el número de años desde su ascenso hasta su caída, o el número de errores y
herejías contenidos en el papado, como otros interpretaron, no es claro. Mucho menos cuál es ese periodo
que es descrito por estos números proféticos. Ver Matthew Henry, Commentary on the Whole Bible.
Obtenido en e-Sword, Software (Franklin: Rick Meyers, 2000-2017).
2
H. Treiyer, 94-96.
3
Se entiende por Milenio el periodo de mil años descrito en Apocalipsis 20, en los cuales
Satanás se encuentra encadenado en el abismo.
4
Olivares, El 666, 30-57.
5
H. Treiyer, 96.
30

modo en que Juan es informado del número de los sellados, y luego observa una

multitud que él no puede contar (Ap.7:4, 9).1 2

El 666 y las doce tribus de Israel

Existen, por otra parte, trabajos acerca de la lista alterada de las doce tribus de

Israel que se presenta en el libro del Apocalipsis (7:5-8), en la cual se responde la

pregunta acerca de quiénes podrán estar en pie en el Día de la Ira de Dios (6:17). Es en

esta nómina donde nada menos que el sexto lugar es ocupado por Manasés que, según

esta propuesta, reemplazaría a Dan que habría quedado afuera por ser portador de una

conexión con la serpiente, de acuerdo a la profecía del patriarca Israel (Gn.49:17).3 En

definitiva, las razones por las cuales el orden de los nombres fue alterado tienen poca

elaboración bíblica y teológica, y no aportarían una respuesta al cálculo del 666, más

allá que algunos eruditos consideren que la razón para este cambio, haya sido

simplemente un intento fallido del autor de reproducir de memoria el orden de

nacimiento de los patriarcas o, en parte, resultado de un ordenamiento aleatorio

posterior a la transmisión original. 4

El 666 es el número del hombre

Este modelo interpreta que el número alude directamente al hombre, aduciendo

que la tradición bíblica asociaría al seis con los seres humanos, de acuerdo con el día en

el que éstos fueron creados (Gn.1:27-31)5. Esta concepción es considerada, dentro la

teología protestante moderna, una de las más lúcidas. 6

1
Olivares, Elementos, 31-58.
2
También ocurre esto cuando Juan oye que sólo el León de Judá puede abrir los sellos, pero al
mirar ve a un Cordero inmolado (Ap. 5:5, 6).
3
Adylson Valdez, “El Número 666 y las doce tribus de Israel”, Revista Bíblica 68 n° 3-4 (2006):
191-214.
4
Richard Bauckham, The Climax of Prophecy: Studies on the Book of Revelation (Edinburgo:
T&T Clark, 1993), 221.
5
Tim Lahaye, Revelation (Grand Rapids: Zondervan, 1975), 188, 189.
6
Ricardo Foulkes, El Apocalipsis de San Juan: Una lectura desde América Latina (Grand
Rapids: Nueva Creación, 1989), 151-154.
31

Se dice que antiguamente los números se utilizaban por su valor simbólico

además del convencional. De este modo, algunos de ellos como el 3, 4, 6, 7, 10, 12, 40

y 70 y sus múltiplos, además de expresar lo que la cifra misma representa, en las

Escrituras tendrían un significado más. Así, el 3 sería enfático, de modo que al repetir

algo tres veces se estaría reforzando esa idea; el 10 y el 40 serían números redondos, o

planetarios; el 12 sería el número de la iglesia, y del reino de los cielos; y el 7 un

número perfecto que pertenece a Dios, que se referiría a sus obras de misericordia, o a

su juicio, símbolo de su poder y gobierno.1 El número del mundo entregado a juicio; por

eso habría una pausa entre el sexto y el séptimo sello, y la sexta y séptima trompeta. Los

juicios en el mundo serían completos en seis. Por el cumplimiento del siete, los reinos

del mundo se volverían de Cristo. Así como 12 es el número de la Iglesia, 6, su mitad,

simbolizaría el reino mundial quebrantado.2 Por otra parte, mientras algunos niegan la

posibilidad de que el número sea de un hombre, ya que en tal caso Juan habría descrito a

la bestia como un leopardo con pies de oso y boca de león (Ap.13:2), para después decir

que la misma en realidad era un hombre. Otros también afirman directamente que el

número es espiritual, y que representa a la humanidad, a lo incompleto o la

imperfección y que los tres seis simbolizan a la Trinidad falsificada. 3 Éstos comprenden

que se trataría en realidad de un número humano.4 Sería el rechazo del hombre a

proceder hacia el siete.5 Aquellos que entienden que el llamado a calcular utilizando

sabiduría estaría alentando a observar el número seis, escritural y teológicamente, más

1
Félix Cortés A., “666: Número de Hombre”, El Ministerio Adventista, noviembre-diciembre
(1992): 14-23.
2
Jamieson, 2:806.
3
Mike Tucker, Meeting Jesus in the Book of Revelation (Nampa: Pacific, 2007), 99-100.
4
Richard C. H. Lenski, The Interpretation of New Testament, 12 vols. (Columbus: Wartburg,
1943-1961), 12:410-417.
5
Ranko Stefanovic, La Revelación de Jesucristo (Berrien Springs: Andrews University, 2013),
427.
32

que matemática o numeralmente,1 respaldan que el número 7 represente algo completo

en la Biblia, por lo que uno menos que éste, concluyen que debería significar algo

incompleto. El seis sería típicamente lo que es terrenal, en oposición a lo que es

celestial. Se hallaría justificativo adicional para esto, también, en los seis días de trabajo

para el hombre (Ex.20:9), y en los seis años de servidumbre de un esclavo, previo a su

liberación (21:2).2 Se afirma que el 6 siempre estuvo relacionado a lo humano, y en

especial a lo humano después de la entrada del pecado. De este modo, si el 6 simboliza

esto, y el 3, como se dijo antes, es énfasis, entonces tres veces 6 sería un énfasis en la

humanidad pecadora. Así es como entienden algunos que cada 6 de este número,

representaría a una de las bestias de la trinidad falsificada: 1. El dragón (6), 2. La bestia

del mar (6), y 3. La bestia de la tierra (6).3

La cifra simbolizaría, por otra parte, la autosuficiencia y el orgullo de la persona

que no necesita a Dios. Incluso se menciona que para un judío el número 6 tendría

condenación, y que repetirlo tres veces potenciaría ese mal. 4 Aún más, el griego para

“mente natural” sumaría 666; la palabra para “cruz”, stauros (σταυρὄς), 777; y el

nombre de “Jesús” (Ιησοῦς) 888. Así, 666 sería disturbio eterno sin descanso, 777 la

perfección eterna, y 888 la victoria eterna. 5 El diablo estaría obligado a utilizar el 666

por su incapacidad de llegar a la perfección del 777,6 el resultado termina siendo una

parodia incompleta.7 La bestia y su imagen tendrían el número que identifica los

1
Anthony MacPherson, “When ‘the Mark of the Beast’ Was a Biochip!”, Ministry vol. 82 n° 6
(2010): 18-21.
2
Henry D. M. Spence, Joseph S. Exell, ed., The Pulpit Commentary, 52 vols. (Londres: Funk
and Wagralls, 19--), 51:337.
3
Cortés A., 14-23.
4
Jacques B. Doukhan, Secretos del Apocalipsis: El Apocalipsis visto a través de ojos hebreos
(Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2008), 127.
5
Anderson, 133, 134.
6
Sylvester Birngruber, El Apocalipsis de San Juan (Madrid: Rialp, 1966), 199-201.
7
Andrew J. Harker, “The Affective Directives of the Book of Revelation”, Tyndale Bulletin 63,
n° 1 (2012): 115-130.
33

esfuerzos incesantes modelados por su líder, Satanás. De este modo, el 6 sería el

símbolo numérico de los perdidos sin reposo.1

Por otro lado, están aquellos que toman esta idea del número del hombre, y

calculan que el 666 es el mismo elevado a la tercera potencia, donde: 6 + 60 + 600 =

666; es allí donde se podría entender que el 7 es el número de la perfección cuyo grado

máximo de expresión sería a la tercera potencia, también, por lo tanto 7 + 70 + 700.2 3

Del mismo modo, se toman las palabras de Jesús a Pedro ante su pregunta acerca del

perdón al prójimo, para argumentar que la cantidad de veces que el hombre debe

perdonar es 70 x 7, para emular la perfección del perdón de Dios. 4 5 Otros, comprenden

que el número de la bestia aludiría a un hombre haciéndose pasar por Dios, como

menciona Pablo en 2 Tesalonicenses 2:4. 6 O mejor dicho, el esfuerzo del Anticristo por

exaltar a un hombre al lugar de Dios y Cristo. Es por esto que se le daría importancia a

la mención de que los santos tienen la victoria sobre su nombre (Ap.15:2), porque se

trata de la victoria sobre el nombre o carácter de auto-deificación de la bestia.7 El 666

representaría la fijación del hombre consigo mismo, el hombre buscando la gloria en sí

mismo y sus propios poderes creativos sin Dios. La práctica de la ausencia de Dios.

Demostraría que el hombre no regenerado es persistentemente malvado. 8

En tiempos más recientes, el principal defensor de la interpretación que entiende

al número 6 como el de la imperfección, fue Juan Straubinger (1883-1956), sacerdote

católico alemán. Según él, esta forma de comprender el tema sería la interpretación que

1
LaRondelle, 311.
2
Watchtower, 382-388.
3
Esto sería quizás una manera de decir, ya que los números a la tercera potencia se multiplican,
por lo que 63 sería 6 x 6 x 6 = 216.
4
Domingo Fernández Suárez, Una interpretación del Apocalipsis (El Paso: Casa Bautista de
Publicaciones, 1967), 136, 137.
5
Nuevamente, la multiplicación daría 490, y no una cifra de dos, o tres sietes.
6
Martin R. De Haan, Revelation: 35 Simple Studies in the Major Themes Revelation (Grand
Rapids: Zondervan, 1946), 188, 189.
7
LaRondelle, How to, 310.
8
Ibíd., 311.
34

le habrían dado San Beda el Venerable (672-735), monje benedictino proclamado

Doctor por el Papa León XIII, y San Alberto Magno (1193-1280), sacerdote y obispo

católico proclamado Doctor por el Papa Pío XI, y beatificado por el Papa Gregorio XV

en 1622, entre otros.1

El 666 y Babilonia

Debido a la enorme cantidad de similitudes, el capítulo 3 de Daniel tiene gran

significancia a la hora de interpretar el 13 de Apocalipsis, ya que en este último “está el

complemento del libro de Daniel”. 2 Es por esto que la relevancia de la antigua

Babilonia, que imperó en tiempos de Daniel, y volverá a imperar antes de su caída en el

tiempo del fin (Ap.14:8), debe ser traída a colación para estudiar la naturaleza del

número de la bestia. 3

En relación con la perícopa de Apocalipsis, que contiene una imagen idolátrica a la

cual se fuerza a adorar bajo pena de muerte, con la estatua erigida en tiempos de

Nabucodonosor en Daniel 3, se pueden tener en cuenta los factores que se verán a

continuación.

1. Las medidas de la imagen levantada en el campo de Dura eran 60 x 6 x 6

(Dn.3:1).4

2. Ananías, Azarías y Misael se negaron a postrarse frente a la estatua y frente a los

“dioses” de Nabucodonosor. El plural indicaría que la estatua representaba a más

de un dios, y no al emperador (v.18).

1
Bernardo Siebers, Comentarios del Apocalipsis (Buenos Aires: Plantin, 1951), 112-113.
2
Elena G. White, Los Hechos de los Apóstoles (Buenos Aires: Asociación Casa Editora
Sudamericana, 2009), 482.
3
Cabe mencionar que cuando Apocalipsis 13:2 lee que la bestia tiene una boca de león, está
haciendo referencia al león alado de Daniel 7:4, que, de acuerdo al paralelo profético que éste mantiene
con Daniel 2, representa a Babilonia (2:37, 38).
4
Si sólo se dan dos medidas de la estatua, la tercera medida debe ser inferida, porque de lo
contrario se trataría de una imagen bidimensional. Se sugiere que debería ser la misma que la del ancho,
por lo tanto, 6 codos. Ver Héctor Urrutia Hernández, Profecías Apocalípticas de Daniel: ¿Vendrá el Fin
en el 2012? (Chile: Wandersleben Eirl, 2012), 92.
35

3. Había dos tríadas de dioses babilónicos, los cuales eran: Anu, Enlil y Ea, de la

primera, y Šamaš, Šin y Hadad (o Ramman), en la segunda.

4. Estos dioses tenían un número asignado a cada uno, siendo Anu el primero con

el sesenta, y Hadad, el último, con seis. 1

Así como en el mundo occidental contemporáneo, el número 10 es la base del

sistema matemático, y el 6 tiene su influencia en la manera de medir los arcos y

ángulos, y el tiempo (60 segundos, 60 minutos),2 en la antigua Babilonia, este número

no sólo era la base de sus cálculos temporales y matemáticos, sino también de su

astrología y adoración. De este modo, las coincidencias entre los dos capítulos se

pueden apreciar a continuación.

TABLA 3
COMPARACIÓN DANIEL 3 - APOCALIPSIS 13

DANIEL 3 APOCALIPSIS 13

Se levanta una imagen (v.1) Se hace una imagen (v.14)

Sus medidas son 60 x 6 x 6 (v.1) El número de su nombre es 666 (v.18)

El que no adora la imagen es ejecutado El que no adora la imagen es ejecutado

(v.6) (v.15)

La imagen representa a las tríadas de La imagen representa a la tríada satánica

dioses babilónicos del tiempo del fin

Otra conexión disponible es la que se puede hallar en el hecho que,

inmediatamente después de mencionar el número de la bestia (Ap.13:18), el apóstol

escribe el número de los sellados por Dios (14:1), y hace una referencia a la caída de

Babilonia, en el tercer mensaje angélico (v. 8).

1
Olivares, Elementos, 31-58.
2
Stefanovic, 426.
36

Por otra parte, se dice que es conocido que los sacerdotes babilónicos utilizaban

un amuleto que contenía una misteriosa configuración de números en cuadro, como se

puede ver a continuación.

TABLA 4
AMULETO NUMÉRICO BABILÓNICO

1 32 34 3 35 6

30 8 27 28 11 7

20 24 15 16 13 23

19 17 21 22 18 14

10 26 12 9 29 25

31 4 2 33 5 36

La suma de la secuencia de números en este amuleto, tanto horizontal como

vertical, es 666. Por lo tanto, 6 sería el número de Babilonia. 1 2

A manera anecdótica, el imperio neo-babilónico duró 66 años (605-539 a.C.), y

fueron 6 reyes desde Nabucodonosor hasta Belsasar.3 Así como la Antigua Babilonia

tuvo su relación con el sistema sexagesimal, la Nueva Babilonia tendrá su relación con

el 666.

El 666 y el papado

Algunos, incapaces de obtener una certificación por parte del número provisto

para sus sospechas de la identidad de la bestia, se aventuraron a descubrir simbologías,

de tal manera que la marca en la frente y en la mano derecha signifique, por ejemplo, la

1
Stefanovic, 426, 427.
2
Si bien hay quienes dudan de la legitimidad de estos amuletos, ya que tendrían inscripciones en
latín, y no en caldeo, y suponen su manufactura después del 1705 d.C. Ver A. Treiyer, de Kock, 14.
3
De tal manera que i) Nabucodonosor, ii) Evil-merodac, iii) Neriglisar, iv) Labashi-Marduk, v)
Nabonido, y vi) Belsasar. Si bien este último nunca llegó a ser rey, puesto que su padre Nabonido aún
vivía cuando cayó el imperio babilónico; pero de forma anecdótica es mencionado por Héctor Urrutia
Hernández, Las bestias del Apocalipsis: La gran Revelación de Jesucristo (Chile: Doblebe, 2014), 56, 57.
37

postración de los poderes físicos e intelectuales a la dominación del papado; en la frente

por vía de profesión, y en la mano con respecto a obra y servicio. 1 En la frente

representaría la impiedad teocrática, y en la mano, la impiedad práctica de la audacia

atea.2 Otros, también convencidos de que la identidad del Anticristo se halla en el

obispo de Roma, entienden que aquellos que tienen la marca pueden ser personas que ni

tendrían el imborrable carácter del clero romano, ni serían profesores abiertos de la

religión papal, sino que estarían inclinados de corazón hacia ella, y en privado y secreto

la promoverían, por sus doctrinas y prácticas; y así serían numerados, comprendidos,

estimados, y contados por los papistas, y recibirían favores de ellos. 3 O incluso, algunos

afirmaron que los que harían una profesión abierta de su sujeción y obediencia al

papado, serían los que recibirían la marca en la frente, y aquellos que se obliguen a sí

mismos a utilizar todo su interés, poder, y esfuerzo, para promover la autoridad papal,

serían los que recibirían la marca en la mano derecha. 4

El 666 y el día de reposo

Se afirma que el término hebreo para “marca” en el AT es oth, que dependiendo

su lugar en la palabra, combinado con otros términos puede ser también ath, o incluso

eth. De este modo es que la marca se halla, por ejemplo, en el nombre de la mujer de

Urías Hitita, que el rey David tomó como esposa, B-ath-sheba (Betsabé) (2Sa.11), B-

eth-lehem (Belén), el lugar donde nació el Salvador (Mq.5:2), y en la palabra Sabb-ath

(Sábado), por lo que se podría indicar que la marca de Dios se encuentra en el sábado

1
Jamieson, 2:806.
2
John P. Lange, Commentary on the Holy Scriptures, 12 vols. (Grand Rapids: Zondervan, 1976),
12:256.
John Gill’s Exposition of the Entire Bible. Obtenido en e-Sword, Software (Franklin: Rick
3

Meyers, 2000-2017).
4
Matthew Henry, Commentary on the Whole Bible. Obtenido en e-Sword, Software (Franklin:
Rick Meyers, 2000-2017).
38

del séptimo día, así como afirma Ezequiel 20:20 que el sábado sería señal entre Dios y

su pueblo. 1

Complementando esto con lo visto anteriormente acerca de la perfección del 7 y

la imperfección del 6, se explica que Adán y Eva fueron creados perfectos en el sexto

día, pero que para permanecer en dicha perfección debían mantenerse en contacto con

Dios, y es para esto que Dios habría creado el sábado del séptimo día; para mantener

fuerte esta relación. La triple repetición del 6, estaría hablando de la continua falla en

llegar a la perfección de la humanidad sin una relación con Dios. Sería el número que

evidencia lo incompleto del hombre lejos de Dios. El número de la rebelión, de tratar de

lograrlo por su propia cuenta. “Dios desea que lleguemos al número 7, el número de la

relación restaurada con Él.”2

De acuerdo a esta interpretación dentro de la IASD, la marca de la bestia no

puede comprenderse a menos que se la vea a la luz de las acciones antinómicas de la

bestia. Se afirma que en las tablas de la Ley, los Diez Mandamientos, el sábado es la

marca de Dios, que lleva su nombre: “El Señor tu Dios”, y número: 7° día (Ex.20:10),

mientras en Génesis 1, el 6° es el día del hombre, y de la Creación incompleta, que

recién se termina formalmente en el 7° día, luego del reposo de las criaturas en

compañía de su Dios. Siendo así, el 666 pareciera apuntar a un rechazo humano final a

adorar al Creador y su señal conmemorativa, el sábado. 3 Para estos teólogos, es obvio

que el conflicto final es acerca de los Mandamientos de Dios, ya que cuando el Señor da

la advertencia para rechazar la marca, en el mensaje del tercer ángel (Ap.14:9-11),

menciona que allí “está la paciencia de los santos, los que guardan los Mandamientos de

Dios y la fe de Jesús.” (Ap.14:12). Teniendo en cuenta que se trata de un llamado a

1
Leslie Hardinge, The Lamb, God’s Greatest Gift: Meditations on the Book of Revelation
(Harrisburg: American Cassette Ministries, 2005), 260, 261.
2
Wade, 22.
3
Anthony MacPherson, “When ‘the Mark of the Beast’ Was a Biochip!”, Ministry vol. 82 n° 6
(2010): 18-21.
39

adorar, se enfocaría en los primeros cuatro Mandamientos de las tablas de piedra, que

son aquellos que describen nuestras responsabilidades de adoración para con Dios.

Como los primeros tres Mandamientos son formulados de manera negativa, “No

tendrás…; No te harás… no te inclinarás; No tomarás…”, y este llamado en el

Apocalipsis es en positivo, se podría concluir que corresponde al cuarto, que evoca el

mismo lenguaje del Mandamiento: “Porque en seis días hizo el Señor los cielos y la

tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, el

Señor bendijo el sábado y lo santificó” (Ex.20:11), cuando exhorta: “Adorad a aquel

que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas” (Ap.14:7).1 Por lo tanto,

podría verse que la bestia del mar estaría premeditadamente atacando los primeros

cuatro Mandamientos. El demandar adoración, es un ataque directo contra el primer

Mandamiento. El levantar una imagen para ser adorada, es una violación directa del

segundo Mandamiento, y la blasfemia de Dios ataca el tercero. Se comprendería,

entonces, que la demanda de recibir la marca de la bestia indicaría un ataque directo al

cuarto Mandamiento, el Mandamiento del sábado.2

Teniendo en cuenta las parodias satánicas que el enemigo hace de las creaciones

de Dios, es muy posible sugerir que la adoración de la bestia, de su imagen, y la

recepción de su nombre y número, sean una parodia divinamente inspirada para

describir la versión de Satanás de esos cuatro Mandamientos que estarán en pugna en el

fin de los tiempos. La falsificación quedaría como se puede ver en la próxima tabla.3

Por otra parte, Pablo menciona en su epístola a los Hebreos que el hombre que

ha entrado en el reposo del Señor, “también ha reposado de sus obras, como Dios de las

suyas” (4:10), lo cual dirige la atención directamente hacia la semana de la Creación, en

1
Orris J. Mills, “Marked for Death”, Ministry, septiembre (1967): 35-37.
2
Stefanovic, 423.
3
Ervin K. Thomsen, “Worshiping Whom? Recognizing Contemporary Disguises”, Ministry,
abril (1996): 15-19.
40

la cual Dios trabajó seis días, y descansó en el séptimo. Del mismo modo, se esperaría

que el hombre haga lo mismo al entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en

semejante ejemplo de desobediencia” (v. 11).1

TABLA 5
MANDAMIENTOS DE DIOS VS MANDAMIENTOS DE LA BESTIA

APOCALIPSIS 13 – ÉXODO 20 – LOS MANDAMIENTOS

MANDAMIENTOSFALSOS DE DIOS

Y adoraron al dragón y a la bestia (v.4) “No tendrás otros dioses…” (v.3)

Infundió “aliento a la imagen de la bestia, “No te harás imágenes… no te

para que la imagen hablase e hiciese matar arrodillarás… ni las adorarás” (vv.4-6)

a todo el que no la adorase.” (v.15)

“Sobre sus cabezas, un nombre blasfemo” “No tomarás el nombre del Señor tu Dios

(v.1) Blasfemias “contra Dios” y su en vano” (v.7)

Nombre (v.6)

La marca de la bestia (vv.16-18) El sábado del Señor (vv.8-11)

La marca, nombre y número de la bestia Nombre y número de Dios (v.10)

(v.17)

Regulación del trabajo y opresión Regulación del trabajo y protección

económica económica

“Ninguno pudiese comprar ni vender” “Seis días trabajarás y harás todo tu

(v.17) trabajo, pero el… sábado… en él no harás

ningún trabajo” (vv.9, 10)

Extensión universal Extensión universal

“Hacía que a todos, pequeños y grandes, “Ni tu ni tu hijo, ni tu siervo…” (v.10)

1
Hardinge, 270.
41

ricos y pobres, libres y esclavos” (v.16)

Interpretación histórico-bíblica

La historia no es más que el cumplimiento de la profecía, y ésta el adelanto de la

primera. De este modo, se entiende que todo creyente en la Biblia debiera suscribir al

método profético-histórico de interpretación bíblica, y al estudio de los datos

gramaticales que se desprenden del texto, que son las maneras más fidedignas de

acercarse a las Escrituras en busca de la interpretación de las mismas. 1

A continuación, se hará una mención acerca de los escritos de Elena G. White en

relación al tema, y luego se efectuará un estudio exegético, analizando la perícopa

donde se halla el versículo que contiene el número en cuestión. Se hará un rastreo

semántico de las palabras principales que se utilizan, así mismo se comparará el

lenguaje con el del resto de los libros de la Biblia, así como con los libros apócrifos y

pseudo-epigráficos que podrían haber estado en el vocabulario de Juan al escribir el

Apocalipsis. Luego de estos pasos, se procederá a extraer la teología de lo investigado,

y su relevancia para la Iglesia hoy.

El 666 y Elena G. White

Si bien la autora nunca se refirió puntualmente al número y su dilucidación, 2 es

preciso mencionar una cita suya en particular sobre la cual surgió controversia, puesto

que lleva en ella la cifra en cuestión.

Estas palabras aparecieron por vez primera en la página 19 del libro A Word to

the Little Flock (Unas Palabras a la Manada Pequeña) de Jaime S. White, en 1847, con

segmentos escritos por Elena, su esposa. El texto traducido del inglés lee:

Vi que el número (666) de la Imagen de la Bestia1 estaba formado;2 y que fue la Bestia la
que cambió el Sábado, y la Imagen de la Bestia continuó después, y guardó el del Papa, y

1
Raúl A. Quiroga, Historia y profecía de Daniel y Apocalipsis: Desde el punto de vista del
santuario terrenal y celestial (Libertador San Martín: Laiglon, 2017), 166.
2
H. Treiyer, 93.
42

no el Sábado de Dios. Y todo lo que se nos pedía que hagamos, era renunciar al Sábado de
Dios, y guardar el del Papa, y entonces tendríamos la marca de la Bestia, y de su imagen. 3

En una edición posterior, esta cita habría sido omitida. Pero Urías Smith, casi

dos décadas después, como editor de la Review and Herald, respondió una objeción a la

validez de esta visión, que él reimprimió casi textualmente en un pequeño volumen dos

años más tarde aún (1868). “Se puede decir, que la visión afirma que el número ya

estaba formado en 1847”, habría comentado Smith. Lo más probable es que eso no haya

sido así en lo absoluto; porque, en el texto, el lector es expresamente llevado hacia

delante al tiempo en que los fieles a Dios no podrán comprar ni vender sin la marca de

la bestia, un periodo aun futuro; el tiempo cuando el número esté formado. Por otro

lado, el número que pertenece a la primera bestia, no es del cual se habla en esta visión,

aunque el que la publicó así lo consideraba, y por ello insertó la cifra entre paréntesis. 4

Límites de la perícopa

El capítulo 13 del libro de Apocalipsis es la ampliación de la guerra del dragón

contra la Iglesia, que fue antes mencionada en 12:17.5 El capítulo presenta la ascensión

de dos bestias, que serán el eje del esfuerzo del enemigo de Dios en la batalla final del

tiempo del fin. La primera bestia es la que surge de las aguas (v.1), y la segunda es la

que lo hace desde la tierra (v.11). Esta segunda bestia es la que, a través del uso de

señales milagrosas (v.13), engaña a la población mundial para conseguir que adoren a la

primera bestia (vv.12, 14) y le hagan una imagen. Es esta última la que, al adquirir

1
Poco después del chasco en 1844, Jaime S. White creía que el número estaba relacionado a la
bestia de la tierra, por lo que tendría sentido que el editor que comprendió mal el mensaje haya sido él
mismo. Ver Olivares, El 666, 30-57.
2
Las palabras made-up, traducidas como “formado”, también podrían traducirse como
“inventado” en inglés moderno. Aunque teniendo en cuenta el contexto de la cita, es preferible la primera
opción.
3
Elena G. White, An Exhaustive Ellen G. White Commentary on Daniel and Revelation, 2 vols.
(Harrah: Academy Enterprises, 1980), 2:888.
4
Jerry A. Stevens, Vicarius Filii Dei: Connecting Links Between Revelation 13:16-18, the
Infamous Number 666, and the Papal Headdress, an Annotated Timeline (Michigan: Adventists Affirm,
2009), 37, 38.
5
Jon K. Paulien, Seven Keys: Unlocking the Secrets of Revelation (Nampa: Pacific, 2009), 103,
104.
43

aliento, comienza a hablar y a hacer matar a todo aquel que no adore a la bestia

marítima (v.15), y pone una marca, en las frentes y en las manos derechas, sobre la

población que obedece sus mandatos (v.16). Esta marca tiene la capacidad de proteger

la vida de su portador, al mismo tiempo que lo habilitaría a comerciar, en cuanto a

compra y venta se refiere (v.17); y esta marca tiene ciertas peculiaridades acerca de ella,

y un número (v.18). Por lo tanto, la perícopa a estudiar será desde el surgimiento de la

segunda bestia y su accionar, hasta el versículo que contiene la cifra en cuestión.

Comparación de versiones

Los objetivos de la presente comparación de versiones, serán:

1. Identificar si en el v. 17 la marca, el nombre, y el número de la bestia, puedan

significar la misma cosa, o si el número corresponde solamente al nombre, para saber si

se trata de una triple repetición de lo mismo, o si es por un lado: la marca, y por el otro:

el nombre y su número; o si directamente se trata de tres elementos diferentes entre sí.

2. Definir si en el v. 18 el número es de un hombre (en particular) o del hombre,

como en la humanidad (en general).

En un principio, las variantes textuales serían dos:

TABLA 6
VARIANTES TEXTUALES

Nestle-Aland 27th Ed. (1993)1 Stephanus (1550)2

καὶ ἵνα μή τις δύνηται ἀγοράσαι ἢ καὶ ἵνα μή τις δύνηται ἀγοράσαι ἢ

πωλῆσαι εἰ μὴ ὁ ἔχων τὸ χάραγμα τὸ πωλῆσαι, εἰ μὴ ὁ ἔχων τὸ χάραγμα, ἤ τὸ

ὄνομα τοῦ θηρίου ἢ τὸν ἀριθμὸν τοῦ ὄνομα τοῦ θηρίου ἢ τὸν ἀριθμὸν τοῦ

ὀνόματος αὐτοῦ.3 ὀνόματος αὐτοῦ.1

1
Michael S. Bushell, M.D. Tan, BibleWorks, ver. 8.0. Software (Norfolk: LLC, 2009).
2
Ibíd.
3
“Y a fin de que ninguno sea capaz de comprar o vender si no el que reciba la marca, el nombre
de la bestia o el número de su nombre.”
44

La diferencia principal entre estas versiones radica en la presencia de la partícula

ἢ (“o”), la cual es clave a la hora de descifrar el verdadero significado de este versículo.

Desde la traducción de la versión de Nestle-Aland, la conclusión lógica sería que la

marca es el nombre de la bestia o el número de su nombre; mientras que la traducción

del códice Stephanus nos estaría indicando, por otra parte, que la marca y el nombre de

la bestia no serían lo mismo, aunque sí las consecuencias de su posesión.

TABLA 7
COMPARACIÓN DE VERSIONES

TEXTO COMENTARIO

… la marca o el nombre de la bestia, o el Aquí la marca, el nombre y el número

número de su nombre. (Reina Valera podrían ser tres elementos diferentes, o en

1960) su defecto dos; marca y nombre +

número.

…la marca, la cual es el nombre de la El agregado “la cual” hace que la marca y

bestia o el número de su nombre. (NBLH) el nombre sean la misma cosa, y el

número identifique al nombre.

…la marca: el nombre de la bestia o el Aquí se identifica la marca como una de

número de su nombre. (LBA) dos posibilidades: el nombre o el número

del mismo.

Si bien las diferentes traducciones tampoco definen el tema, sí se podría concluir

que habría tres opciones posibles de traducción del pasaje, que nos permitirían extraer

tres posiciones con respecto a esta cuestión:

1. La marca, el nombre y el número de su nombre, son tres elementos diferentes, aunque

la obtención de cualquiera de éstos acarrearía la misma condenación (RV60), 2. La

1
“Y a fin de que ninguno sea capaz de comprar o vender si no el que reciba la marca, o el
nombre de la bestia o el número de su nombre.
45

marca puede ser la obtención del nombre de la bestia, o la del número de su nombre

(LBA), 3. La marca es en sí misma el nombre de la bestia, y el número representa al

último (NBLH).

En vista de lo expuesto hasta aquí, teniendo en cuenta que el texto más antiguo

recibido en griego a través del P47, incluye la conjunción “o”, se podría concluir que la

mejor traducción posible es aquella que establece dos posibilidades: 1. La marca, o 2. El

nombre de la bestia o su número.1 Pero a pesar del apoyo de estos manuscritos para la

inclusión de la “o”, parece ser que el más certero es aquel que coloca “el nombre” en

aposición a “la marca de la bestia”; en otras palabras, el que implica que la marca

consiste en el nombre. Esto colocaría la marca en contraste con el sello de Dios en las

frentes, que consiste en el nombre del Cordero y del Padre (Ap.14:1). 2 Entonces “La

marca” sería “el nombre” o “el número de su nombre.” 3

Con respecto al v.18, ya que la palabra se encuentra sin artículo en el idioma

griego, algunos sugieren que podría tratarse del hombre como símbolo de la humanidad,

más que como hombre individual; estaría enfatizando un concepto humano, y no a un

hombre en particular. Sería un “número de hombre”, y no el “número de un hombre”,

por lo que su traducción al castellano tendría un sentido más similar a “número de la

humanidad”, ya que el número es del nombre de la bestia del mar, que es una sucesión

de reinos que se vieron en el capítulo 7 del libro de Daniel. 4 5 El texto sugeriría que está

de alguna manera relacionado con la humanidad,6 por lo tanto, si se opta por esta

1
Nichol, 7:837.
2
Stefanovic, 424, 425.
3
H. D. M. Spence, Joseph S. Exell, ed., The Pulpit Commentary, 52 vols. (Londres: Funk and
Wagralls, 19--), 51:336.
4
Olivares, Elementos, 31-58.
5
Otros opinan que cuando en las Escrituras lee que se trata de un número de hombre, se estarían
refiriendo a que es el número de un hombre, así como Daniel afirma que el cuerno pequeño tiene ojos y
boca de hombre, al tratarse de una descripción del mismo sistema (Dn.7:8). Ver Alberto R. Treiyer, Las
expectaciones apocalípticas del santuario: Con historias e ilustraciones (Siloam Springs: Creation
Enterprises International, 2008), 280, 281.
6
Stefanovic, 425.
46

traducción por sobre la primera, entonces el número estaría haciendo referencia al sexto

día de la Creación, momento en el cual el hombre aún no había tenido su reposo con

Dios (Gn.1:31).1 2

Contexto histórico

Si bien los eruditos no concuerdan con respecto a la fecha exacta en la cual el

libro del Apocalipsis se escribió, todos sí coinciden en que fue en algún momento a

fines del Siglo I. Dentro de la IASD, se concluye que el momento en el que se redactó

esta porción de la Escritura fue antes del fin del reinado de Domiciano, antes del 96

d.C.3 Esto sugeriría que la situación de los cristianos no era muy favorable a los ojos del

Imperio Romano, teniendo en cuenta la gran persecución que se llevó a cabo en contra

de ellos en aquellos días, justamente entre los años 81-96 d.C.4 Por otro lado, con estas

fechas en mente, se podría descartar definitivamente la posibilidad de que el número de

la bestia esté refiriéndose a la persecución a manos de Nerón César como un evento

futuro.

Estructura

A continuación se analizará la estructura del capítulo en general, y de la perícopa

en particular. Con respecto a las coincidencias que se pueden hallar entre las dos bestias

presentadas en el capítulo, se presenta la información en paralelo en la siguiente tabla.

1
Rodríguez, 127.
2
La idea de asociar el número con lo humano, lo terrenal o lo mundanal ya estaba presente desde
el año 1169, cuando Gerhoh de Reichersberg opinaba que el 666 se trataba de un número que indicaría
triple mundanalidad. Ver H. Treiyer, 94.
3
Ibíd., 7:739.
4
Wikipedia, “Persecución a los cristianos”. Disponible en
https://es.wikipedia.org/wiki/Persecuci%C3%B3n_a_los_cristianos; internet (último acceso el 26 de
noviembre de 2017).
47

TABLA 8
ESTRUCTURA CAPÍTULO 13

BESTIA DEL MAR BESTIA DE LA TIERRA

Bestia sube del mar, con cuernos (v. 1) Bestia sube de la tierra, con cuernos (v.

11)

Boca de león, el dragón le da su autoridad Boca de dragón, la bestia del mar le da su

(v. 2) autoridad (vv. 11, 12)

Gran milagro de resurrección (v. 3) Grandes señales, fuego del cielo (v. 13)

Adoran a la bestia y al dragón por el Engaña con el milagro y manda a hacer la

milagro (v. 4) imagen (v. 14)

Se le da una boca para blasfemar (vv. 5, 6) Se le da aliento a la imagen para que hable

(v. 15)

Guerra contra los santos (vv. 7, 8) Manda matar a los que no la adoran (v.

15)

Autoridad mundial (v. 7) Autoridad mundial (vv. 16, 17)

La adoran los perdidos (v. 8) Los perdidos llevan el número 666 (v. 18)

Con respecto a este paralelo, el lenguaje del capítulo pareciera indicar que hay

una relación estrecha entre las dos, puesto que la bestia de la tierra manda que se adore a

la bestia del mar (v.12), hace grandes milagros en presencia de ella, e incluso manda a

la población a que le haga una imagen (v.14). Es preciso notar, en cuanto a la

realización de grandes señales, que la frase traducida como “ante él, en su presencia”

(v.14), en realidad significa “por su autoridad, de su parte” o incluso “a su comando”. 1

Si bien la relación exacta entre el 666, y aquellos que no están inscriptos en el Libro de

1
Bruce M. Metzger, David A. Hubbard, Glenn W. Barker, ed., Word Biblical Commentary, 52
vols. (Waco; Dallas: Word Books, 1987), 52:757.
48

la Vida no es del todo clara, sí es evidente que todos aquellos que obtengan la marca de

la bestia con el número de su nombre, no estarán anotados en dicho Libro.

En relación directa con la perícopa, se puede desarrollar una estructura espejada,

que revela el punto principal que el autor desea resaltar. Por otra parte, debe

comprenderse este quiasmo, como uno pequeño dentro la estructura paralela mayor que

se presentó en la tabla anterior.

QUIASMO DE LA PERÍCOPA

a. Descripción de la 2° bestia (v.11)

b. Obliga a adorar a la 1° bestia, ejerce su autoridad (v.12)

c. Hace grandes señales (v.13)

c’. Con señales manda que le hagan imagen a la 1° bestia (v.14)

b’. Imagen de la bestia ejerce autoridad, obliga a adorar (vv.15-17)

a’. Descripción del nombre y el número de la bestia (v.18)

De acuerdo a esta estructura quiásmica, las características de la bestia ofrecidas

en el versículo 11, y las características del nombre y su número (v.18), no serían el eje

central de lo que Juan desea transmitir. Más bien, pareciera que el autor quería enfatizar

que será a través de las señales, o milagros, que este poder se ganará la confianza y

adoración de los moradores de la tierra, y que con ellos forzará a hacerle imagen a la

bestia que sube del mar (Ap.13:1, 2). De todas maneras, el paralelo de la descripción de

la segunda bestia con el número, podría estar refiriéndose a “una apariencia de piedad”

en lo que representan los dos cuernos como de cordero, mientras que niega “la eficacia

de ella” (2Ti.3:5) cuando habla como dragón. Quizás, el número se trata de una manera

de identificar a un poder que tendrá la apariencia de un cordero, pero que hablará y

actuará como dragón.


49

Con lo presentado hasta el momento, se podría concluir que la bestia de la tierra

es, en sí misma, una imagen de la primera bestia. Una imagen con boca de dragón, que

con ella manda a hacer una imagen de la bestia del mar. Como si de una matrioshka1 se

tratara, una imagen de la bestia, que lleva en su interior otra imagen de la misma bestia.

Datos léxicos

En primer lugar, se analizarán las ocurrencias de la cifra 666 de forma literal.

Por ejemplo, el texto en Esdras 2:13, donde se menciona a la descendencia de

Adonicam, que es de 666 personas. Este nombre hebreo significa “un señor

ascendiendo” o “ascendido”, y los eruditos sólo se quedarían en la propuesta de esto, sin

desarrollarlo.2 Con respecto a ésta, y a la aparición del número en 1 Reyes 10:14 y 2

Crónicas 9:13 detallando la cantidad de oro recibida por Salomón, se declara que estas

citas serían de género histórico, y sólo indicarían cantidad de peso y de personas,

mientras el número en el Apocalipsis sería simbólico y enmarcado dentro de un género

literario apocalíptico.3 Aunque es digno de mención que los 666 talentos de oro que

recibía el tercer rey de Israel anualmente estarían en directa violación del mandato de

Dios en Deuteronomio 17:17, que habla sobre la prohibición de aumentar esposas y

codiciar aumento en plata y oro como deberes del rey; y este hijo de David habría hecho

justamente ambas cosas. Primero se menciona su riqueza en 1 Reyes 10:14-25, después

su poderío bélico en 10:26-29, y en 11:1-8 se menciona el aumento de mujeres del rey,

y la consiguiente desviación idolátrica que esto le trajo.4 De este modo, el número de la

bestia, dentro de la mentalidad hebrea, sería un indicador directo hacia la apostasía del

1
Matrioshka, mamushka, babushka. Muñecas rusas de fines del siglo XIX con cavidades huecas
en su interior para la colocación de muñecas idénticas de inferior tamaño, también huecas, reproduciendo
así el procedimiento. Ver Wikipedia “Matrioshka” en https://es.wikipedia.org/wiki/Matrioshka; Internet
(último acceso 20 de diciembre de 2017).
2
John Gill, Exposition of the Entire Bible. Obtenido en e-Sword, Windows (Franklin: 2000-
2014).
3
Olivares, Elementos, 31-58.
4
Andrew J. Harker, “The Affective Directives of the Book of Revelation”, Tyndale Bulletin 63
n° 1 (2012): 115-130.
50

rey Salomón, hijo de David.1 2


Así como Salomón, el 666 podría estar apuntando a la

iglesia cristiana como el sistema que una vez era fiel a Dios, pero eventualmente se

aparta de Él y se convierte en el enemigo del pueblo de Dios en el tiempo del fin. 3 Pero,

de acuerdo a los exegetas, los talentos de oro de Salomón y los hijos de Adonicam no se

podrían vincular con el número de la bestia de Apocalipsis 13:18, porque describen

medidas humanas, y no están en un contexto de género literario apocalíptico. 4

A continuación, se procederá a buscar las palabras de mayor importancia de la

perícopa en el resto de las Escrituras, para apreciar otros contextos en los cuales fueron

utilizadas, y sus diversas traducciones y usos.

Para comenzar, se estudiará el término onoma (ὄνομα), traducido como

“nombre”. También podría traducirse como: a. Un nombre (literalmente o figurativo), b.

Autoridad, c. Carácter.5 Esta palabra es de común uso en toda la Biblia, donde aparece

numerosas veces siempre con la misma idea y traducción. En el Apocalipsis se la puede

hallar veintinueve veces, de las cuales trece hacen referencia directa al nombre de Dios,

y/o al Cordero. Se destaca entre estas ocurrencias, cuando Jesús declara que aquellos de

la iglesia de Filadelfia que logren vencer, serán columnas en el templo de Dios, y que Él

escribirá sobre ellos el nombre de Dios, de la ciudad, la nueva Jerusalén, y el propio

nombre nuevo suyo (del Cordero) (3:12). En lo concerniente a la perícopa, y textos

cercanos a ella, el capítulo 13 presenta cuatro apariciones del término, de los cuales sólo

uno alude a Dios, y es para mencionar que la bestia blasfema del mismo (v. 6). Las otras

hablan de los nombres blasfemos en las cabezas de la bestia (v. 1), los nombres de los

impíos que no se hallan escritos en el Libro de la Vida (v. 8), y el nombre de la bestia,
1
Jon K. Paulien, The Deep Things of God (Hagerstown: Review and Herald, 2004), 59.
2
A Cristo también se lo conocía y llamaba de “hijo de David” (Mt.9:27; 12:23; 15:22; 20:30, 31;
21:9, 15; 22:42), es quizás por esto el contraste de un hijo de David, relacionado con el 666, y el otro hijo,
sin mancha.
3
Stefanovic, 427.
4
Paulien, Deep Things, 59.
5
James Strong, Diccionario Strong de palabras griegas del Nuevo Testamento en Nueva concordancia
Strong exhaustiva (Nashville: Caribe, 2002), 60.
51

en relación también con el número (v. 17). Es interesante que inmediatamente después

de este capítulo, se halle la referencia a los 144.000 que llevan el sello de Dios en sus

frentes, pero en esta oportunidad se aclara que ese sello lleva el nombre de Dios y del

Cordero (14:1).1 En 15:2, en el contexto de la visión de los redimidos ante el trono de

Dios, se hace referencia a la victoria de ellos alcanzada sobre “la bestia, y su imagen, y

de su marca, y del número de su nombre”, donde “nombre” y “número” vuelven a estar

relacionados.

El término traducido como “bestia”, therion (θηρίον), también podría

comprenderse como: a. Animal salvaje, b. Seres similares a animales. El diccionario de

la Concordancia Strong agrega: a. Animal peligroso, b. Bestia salvaje, venenosa. 2 Hace

su aparición en treinta y ocho versículos del NT, de los cuales treinta y uno se hallan en

el Apocalipsis. De los siete restantes, es interesante destacar el caso de Hechos 28 que

narra la llegada de los náufragos a la playa de Malta, donde Pablo echa unas ramas a la

fogata “y una víbora [ἔχιδνα], huyendo del calor, se le prendió de la mano” (v. 3). Es

interesante que en los versículos siguientes, al ofidio se lo llame de bestia (therion) (vv.

4, 5).3 Así como el dragón también es llamado de ofis (ὄφις), “serpiente” (Ap.12:9). En

la Revelación, todas las apariciones corresponden a las bestias del capítulo 13, menos

donde habla del jinete que cabalga sobre un corcel amarillo, que mata “con espada, con

hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra” (6:8); y la cuando hace alusión a la

bestia que sube del abismo (11:7).

1
Sería posible considerar, de acuerdo a Apocalipsis 3:12, que además de estos dos nombres,
también el sello incluiría el de la ciudad de Dios.
2
El diccionario también agrega que esta palabra sería un diminutivo del término ther (θἤρ),
presente en Romanos 11:9, traducido como “red”. La palabra en sí puede traducirse como: a. Un animal
salvaje como presa, caza, b. Destrucción (figurativa), c. Trampa. Ver Strong, Palabras griegas, 39. Otra
definición aporta: a. Cacería de bestias salvajes para destruirlas, b. Metafórico de preparación para la
destrucción de hombres. Ver Gerhard Kittel, ed., Thayer’s Theological Dictionary of the New Testament,
obtenido en e-Sword, Software (Franklin: Rick Meyers, 2000-2017).
3
De esta manera, Pablo obtiene una mordedura (o marca) de serpiente en su mano.
52

La palabra sofía (σοφία), traducida generalmente como “sabiduría”. Se presenta

en el Antiguo Testamento (AT) como algo que es provisto casi exclusivamente por

Dios. En el Apocalipsis, directamente, la sabiduría es un atributo divino (5:12; 7:12).1

Esta palabra aparece cincuenta y ocho veces en el AT de la LXX, de las cuales donde

más lo hace es en el libro de Proverbios, donde generalmente también se la atribuye a

un don de la Divinidad. Como ejemplo de la utilización de este término como don de

Dios, se podría citar la capacitación del Espíritu Santo a los hombres que habrían de

manufacturar los muebles y adornos del Santuario terrenal (Ex.36:1). Mientras que en el

NT aparece cincuenta y un veces, siendo 1 Corintios donde más lo hace con quince

ocurrencias. Por otro lado, acerca de la utilización de la sabiduría para lograr descifrar el

misterio, ésta se puede hallar en los versículos de Apocalipsis 17:9, Daniel 12:10, y

Efesios 1:17,2 ya que todos ellos apuntan a que se pueden conocer todos los significados

de la profecía a través de la intervención del Espíritu Santo iluminando el

entendimiento.3 Señalan oportunamente que para comprender el mensaje en Apocalipsis

13:18 y 17:9, se debe recurrir al libro de Daniel ya que allí, la raíz del término hebreo

‫( ִׂשכֵּל‬comprensión, conocimiento) estaría cinco veces ligada de manera explicativa a la

raíz de ‫( בין‬comprender, ganar conocimiento), y que esto ocurriría sólo en este caso. La

idea de conocimiento escatológico en Daniel 2, 9, 11, y 12 sería el mejor marco de

referencia para comprender Apocalipsis 13:18 y 17:9. El uso de dicha combinación de

palabras indicaría que Juan comprendía que los cristianos eran el cumplimiento de lo

profetizado en Daniel 11 y 12, y sería bajo esta luz que se debe comprender la situación

1
Stefanovic, 425.
2
A. F. Harper, ed., Beacon Bible Commentary, 9 vols. (Missouri: Beacon Hill, 1969), 9:577,
578.
3
Nichol, 7:837.
53

actual de la iglesia, y de los cristianos que deben discernir la verdad en medio de la

apostasía teológica propia de los últimos días. 1

El término psefizei (ψηφίζει), traducida como “calcular”. Sólo aparece dos veces

en toda la Biblia, en el NT, y en ambas ocasiones tiene la misma idea; la de calcular. Es

interesante notar que en Lucas 14:28 el versículo dice: “Porque ¿quién de vosotros,

queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo

que necesita para acabarla?” (Cursivas agregadas), uniendo la idea de calcular con la de

la economía, que justamente tiene relación con la prohibición de comprar y vender que

plantea la profecía (Ap.13:17).

La expresión arizmós (ἀριθμός), traducida como “número” o “total”, aparece

copiosamente en el AT, y sólo dieciséis veces en todo el NT, de las cuales, ocho son en

el Apocalipsis, cinco en Hechos de los Apóstoles, una en Lucas, una en el evangelio de

Juan, y una en la epístola a los Romanos. Es interesante notar que de las ocho

ocurrencias en el Apocalipsis, dos de ellas se refieren al número de la bestia (Ap.13:17,

18). En las otras se puede encontrar la particularidad de que siempre se trata de cantidad

de personas.2 Teniendo esto en cuenta, sería necesario aislar aquellos pasajes que,

además de utilizar el término griego, contengan una cifra. Por ejemplo en Juan 6:10 se

hace referencia a la alimentación de los cinco mil, en Apocalipsis 7:4 a la cantidad de

sellados, y en 9:16 a la cantidad de jinetes. Por lo tanto se procederá a establecer la

información de forma paralela para verla con mayor claridad.

1
Gregory K. Beale, “The Danielic Background for Revelation 13:18 and 17:9”, Tyndale Bulletin
31 n° 1 (1980): 163-170.
2
Nuevamente, las ideas de Fitch tomadas por White y otros adventistas, podrían tener su
basamento también en estos elementos.
54

TABLA 9
PALABRA “NÚMERO” EN EL NUEVO TESTAMENTO

REFERENCIA NÚMERO

Juan 6:10 5.000 hombres alimentados

Apocalipsis 7:4 144.000 sellados por Dios

Apocalipsis 9:16 200.000.000 jinetes

Apocalipsis 13:18 666 número de la bestia

Se comprende que la marca consiste en el nombre de la bestia, y el número se

desprende de éste último. Por lo tanto, para descubrirlo, es necesario comprender que la

marca de la bestia no es más que una antítesis del sello de Dios, por lo que si se

comprende uno, se debería fácilmente descifrar lo otro.1 Si bien la palabra sello tiene su

antecesor en el AT, no está en relación con algo que provenga de Dios directamente. El

sello veterotestamentario habla más acerca de autorización, poder, validez legal,

inviolabilidad y privacidad, cerrar algo de la interferencia. 2 En cambio, la idea de una

señal o marca de parte de Dios ocurre reiteradas veces, y con muy diferentes

significados y contextos.

Antes de proceder, es preciso comprender que señal y sello no serían lo mismo.

Mientras la primera hablaría de un recordativo, el segundo indicaría garantía,

protección, y muestra de autoridad. La señal sería un acontecimiento, de carácter

general o grupal, mientras que el segundo apuntaría a una distinción de corte personal.

Hay, sin embargo, dos oportunidades en las que el concepto de señal se

aproxima al de sello en el AT. Una de ellas es cuando el Señor pone de forma protectora

una marca en Caín, exclusivamente “para que quien lo hallara, no lo matase” (Gn.4:15);

y la otra durante el establecimiento de la Pascua, donde se menciona que los israelitas


1
Cortés A., 14-23.
2
Nicolás Luzardo, “El sello de Dios de Apocalipsis 7:1-3”, Tesis de licenciatura, Libertador San
Martín, Universidad Adventista del Plata, Facultad de Teología (2006), 18.
55

debían sacrificar un cordero, y su sangre debía ser puesta en los postes y el dintel de las

puertas de sus hogares. Así, la sangre sería “la señal de las casas donde” ellos estaban y

“al ver la sangre” el ángel destructor pasaría de largo de esa vivienda (Ex.12:13). 1

Es llamativo el hecho de que en el Pentateuco, y en Ezequiel, la palabra hebrea

utilizada que se traduce como señal sea siempre la misma, excepto en Ezequiel 9. Esta

proviene de la raíz hebrea ‫( אֹות‬oth) que el diccionario del programa informático

BibleWorks se traduce como: a. Señal, b. Marca (distintiva), c. Estandarte (de batalla),

d. Señal recordativa (pacto) obligación, e. Memorial, f. Señal que garantiza después la

dependencia de la aceptación, g. Señal milagrosa, h. Mostrar el poder de uno, i.

Predicción, h. Advertencia;2 mientras que de acuerdo al diccionario de James Strong,

también puede entenderse como: a. Bandera, b. Baliza, c. Monumento, d. Augurio, e.

Prodigio, f. Evidencia. 3 Por su parte, en Ezequiel 9 se utiliza la palabra ‫( תָּ ו‬tab)

traducida como: a. Marca, b. Firma; Strong agrega: Confianza. Este término aparece

sólo tres veces en todo el AT, de las cuales en Ezequiel 9 se dan dos ocurrencias con

sentido de marca, y luego en el libro de Job con sentido de firma (Jb.31:35).

La traducción al griego del AT conocida como Septuaginta (LXX), no hace

diferencia y pone la misma palabra en todas las ocurrencias en que se traduce “señal”.

El término griego utilizado allí es semeia (σημεῖα), que se traduce como: a. Señal, b. La

señal o marca (distintiva) por la cual alguien es conocido, símbolo, indicación, c. Señal

milagrosa, de origen divino o demoniaco. El diccionario del griego al inglés de la LXX

agrega: a. Señal (de advertencia), b. Estandarte, c. Monumento.4 En el Nuevo

Testamento (NT) no se utiliza la misma palabra, sino que para señal o sello se utiliza el

1
Ibíd., 83, 84.
2
Michael S. Bushell, M. D. Tan, BibleWorks v.8.0, Software (Norfolk, 2009).
3
James Strong, Diccionario Strong de palabras hebreas y arameas en Nueva concordancia
exhaustiva Strong (Nashville; Miami: Caribe, 2002), 142.
4
Johan Lust, Erik Eynikel, Katrin Hauspie, ed., Greek-English Lexicon of the Septuagint
(Stuttgart: Deutsche Bibelgesellschaft, 2003).
56

sustantivo sfraguida (σφραγῖδα), traducido como: a. Sello, b. Marcador, c. El

instrumento con el cual se sella, d. La marca o impresión de un sello, e. Lo que

confirma, atesta o autentifica, f. Certificación; la Concordancia Strong agrega: a.

Fortificado (cercar, encerrar, bloquear, tapar, cerrar), b. Anillo (como cercando en o

protegiendo de malversación),1 c. El sello impreso. Éste aparece dieciséis veces en todo

el NT, de las cuales trece son en el Apocalipsis, y sólo dos en referencia al sello de

Dios, mientras que las otras ocurrencias en este libro son con respecto a los siete sellos

del libro que son abiertos. Fuera del libro de la Revelación, aparece también con

referencia a la circuncisión (Ro.4:11); con respecto a los discípulos de Pablo que serían

un sello de su apostolado (1Co.9:2); el sello del fundamento firme de Dios, que conoce

el Señor a los suyos, y se aparta del mal el que invoca el nombre de Cristo (2Ti.5:19). A

su vez, como verbo se utiliza la raíz sfraguizo (σφραγίζω) que se traduce como: a. Sellar

para mantener algo secreto, b. Marcar (con un sello) para identificar; mientras que

Strong añade: a. Estampar (con anillo o marca privada) para seguridad o preservación,

b. Guardar secreto, c. Atestiguar, d. Entregar, e. Impedir, f. Sello, g. Señalar. Aparece

catorce veces en el NT, de las cuales donde más lo hace es en Apocalipsis con siete

ocurrencias. La mayoría de éstas se refieren a los 144.000 sellados con cuatro

menciones (7:3, 4, 5, 8), mientras que las otras se refieren al sellamiento de la voz de los

siete truenos (10:4), al sellamiento de las cadenas del dragón (20:3), y al pedido de no

sellar el libro mismo (22:10). En otros libros se utiliza como sello sobre piedra de

sepulcro (Mt.27:66); como sello de garantía (Jn.3:33; 6:27); las donaciones para los

1
Es interesante que la palabra pueda traducirse como “cercar, encerrar, etc.”, teniendo en cuenta
las similitudes que hay entre sello y señal de Dios (ambos van en la frente, como cuando puso señal en
Caín en Génesis 4:15). En Isaías 8:18, y en Ezequiel 4:2, 3, los sitios enemigos a Jerusalén son una señal
de Dios. Por otra parte, en el NT el Señor Jesús menciona que el sitio de Jerusalén por parte del Imperio
Romano será también señal de Dios para los creyentes (Mt.24:15; Lc.19:43, 44). Y finalmente, Elena G.
White agrega que en el tiempo final “así como el sitio de Jerusalén por los ejércitos romanos fue la señal
para que huyesen los cristianos de Judea, así la asunción de poder por parte de” los Estados Unidos de
Norteamérica “con el decreto que imponga el día de descanso papal”, será para los cristianos una señal
de Dios. Ver Elena G. White, Eventos de los últimos días: Cómo enfrentar la última y mayor crisis de la
Tierra (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2014), 124.
57

hermanos de Jerusalén (Ro.15:28); y el sellamiento del Espíritu de Dios (2Co.1:22;

Ef.1:13; 4:30).1

Por otra parte, cuando se menciona la marca de la bestia, se encuentra el término

jaragma (χάραγμα). Esta palabra podría traducirse como: a. Proveniente de lo mismo

que rasguño, o picazón, b. Sello (como etiqueta de servidumbre), b. Figura esculpida

(estatua), c. Escultura, d. Marca.2 Se podría interpretar así que la bestia de la tierra,

además de hablar como dragón, también muerde como tal, ya que la palabra χαραγμα

también podría tener el sentido de “mordedura de serpiente”, como se puede observar en

el ejemplo literario que se ofrece en Sófocles, Tragedias. Filoctetes, 267, donde el texto

lee: “…atacado por sangrienta mordedura [χαράγματι] de una serpiente [ἐχίδνης]

matadora de hombres”.3 Y la Biblia declara que el dragón es también la “serpiente

antigua, que se llama diablo y Satanás” (Ap.12:9). De este modo, el falso profeta

hablaría y mordería como el diablo. De las nueve veces que aparece la palabra griega en

el NT, ocho se encuentran en el libro de Apocalipsis. De estas últimas, todas hacen

referencia a la marca de la bestia, pero es interesante destacar la aparición del término

fuera del Apocalipsis, donde éste representa a una imagen idolátrica. El versículo en

cuestión es Hechos 17:29 que lee: “Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que

la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación

de hombres” (cursivas agregadas). Lo cual la emparentaría con la imagen de la bestia

que fue formada en Apocalipsis 13:14, ya que la palabra eikona (εικονα) que se utiliza

en dicho versículo, además de la acepción de “imagen”, podría tener una más literal,

como ya se mencionó, que sería “estatua”. Esto haría un paralelo más directo y

significativo con la que fue erigida por Nabucodonosor (Dn.3:1), donde en la versión

1
Nótese que cuando se habla del Espíritu Santo como sello, se estaría refiriendo al objeto con el
cual se sella y no al sello mismo en sí. Ver Luzardo, 83, 84.
2
Strong, Palabras griegas, 93.
3
H. G. Liddell, R. Scott y H. S. Jones, eds., A Greek-English Lexicon (Oxford University Press,
1996), 1976.
58

LXX se utiliza la misma palabra griega para imagen (εικονα). De este modo, se podría

también ofrecer una traducción alternativa en la cual se incorpore dicha salvedad: “y a

fin de que ninguno sea capaz de comprar o vender si no el que tenga/reciba la

escultura, o el nombre de la bestia o el número de su nombre” (cursivas agregadas). 1

En tal caso, la bestia de la tierra forzaría a los moradores del mundo a que le hagan una

estatua a la bestia, y luego los obligaría a recibir a esta escultura.2 Por lo tanto, el

número 666 también le podría corresponder a la estatua, además de al nombre de la

primera bestia. Así como la bestia de la tierra hace a la población levantar una imagen

en nombre de la bestia del mar, detrás de la cual se encuentra el dragón, y comienza a

hablar,3 y tiene el número 666 de su nombre, del mismo modo, la imagen de oro que

Nabucodonosor levantó en Dura, era en nombre de otras tríadas de dioses, y llevaba su

número, que era 60 x 6 x 6.4 Es interesante, también, notar que el oro está siempre

presente en el contexto, al igual que en la estatua, la cantidad de oro que recibía

Salomón anualmente antes de su caída en pecado de fornicación e idolatría

(1Re.10:14)5, los adornos de perlas y oro en la ramera (Ap.17:4, 5), y los utensilios de

oro del Santuario robados por Nabucodonosor en la fiesta orgiástica de Belsasar, donde

en ellos se bebía vino y se adoraban a los “dioses de oro y de plata, de metal, de hierro,

de madera, y de piedra” (Dn.5:4), mencionados incluso en el mismo orden que lo haría

Pablo siglos después (Hch.17:29). Por lo tanto, teniendo en cuenta los amplios espectros

1
Es aquí, tal vez, donde se puede comprender de dónde surgiría la idea de que el número 666
aludiera a la bestia de la tierra, como lo consideraban Jaime S. White y otros adventistas, poco después
del Gran Chasco de 1844.
2
Elena G. White, El conflicto de los siglos (Buenos Aires: Asociación Casa Editora
Sudamericana, 2015), 635.
3
Es preciso notar que en la antigüedad, “los gentiles de Grecia y Roma tenían gran fe en las
estatuas parlantes”, hecho que sumaría detalles a la revelación acerca de la imagen de la bestia hablando
y maravillando a la población. Ver Henry, Comentario, 10:477. Esta fe no se habría desgastado del todo,
teniendo en cuenta la gran cantidad de creyentes que atesoran imágenes de santos y de la Virgen María, a
las cuales se les atribuyen milagros varios, principalmente el de llorar. Ver Marina Warner, Alone of All
Her Sex: The Myth and the Cult of the Virgin Mary (Londres: Weidenfeld and Nicolson, 1976), 293.
4
Si bien no puede negarse que la traducción apuntaría a la palabra “marca”, esta opción de
“imagen” no deja de ser digna de consideración exegética, Teniendo en cuenta que en la mente de una
persona que comprendía el griego del siglo I esta palabra significaba tanto una como la otra.
5
Esto se analiza más adelante.
59

semánticos de las palabras utilizadas tanto para la señal de Dios, como para la marca de

la bestia, se debería comprender que el 666 también tendría varias significancias.

Contexto bíblico

Se comenzará por buscar en las Escrituras textos que se hagan eco de las

palabras que se hallan en el versículo en cuestión. Se hará un estudio paralelo de las

mismas y se extraerá una conclusión.

En relación con la idea de la imagen de la bestia siendo formada, y aliento de

vida infundido en ella, en paralelo con la creación del hombre en el libro de Génesis, se

podrán apreciar las coincidencias a continuación. Como se mencionó antes, el número

de la bestia a modo de número de hombre, puede estar también apuntando al sexto día

de la Creación, ya que las bestias (terrestres) y el hombre fueron creados en ese día. Por

otro lado, la bestia de la tierra (Ap.13:11) hace una imagen de la bestia del mar,

mientras el hombre es hecho a imagen de Dios (Gn.1).

TABLA 10
COMPARACIÓN GÉNESIS 1 – APOCALIPSIS 13

GÉNESIS APOCALIPSIS

Dios hace al hombre a su imagen y La bestia de la tierra manda que le hagan

semejanza (1:26) imagen a la bestia del mar (v.14)

Se le da autoridad sobre peces, aves, Ejerce la autoridad de la primera bestia

bestias y animales (v.26, 28) (v.12)

Dios formó al hombre y sopló en su nariz Infunde aliento (πνοὴν) en la imagen de la

aliento (πνοὴν LXX) de vida (2:7) bestia (v.15)

Con respecto a la frase: “número de hombre”, ésta puede compararse con un

paralelo del mismo libro que se halla en contexto de la medición de las dimensiones de

la nueva Jerusalén en Apocalipsis 21:17. Este paralelo se puede apreciar mejor a

continuación.
60

TABLA 11
COMPARACIÓN APOCALIPSIS 13:18 – 21:17

AP.13:18 AP.21:17

ἀριθμὸς γὰρ ἀνθρώπου ἐστίν μέτρον ἀνθρώπου, ὅ ἐστιν ἀγγέλου

La idea del número siendo de hombre, y las medidas siendo también de hombre

(o de ángel), hace que se forme un paralelo explicativo en el cual se comprende que la

ciudad de Dios está hecha de “piedras vivas, con las cuales se está edificando”

(1Pe.2:5), así como los que obtienen la victoria son columnas en el Templo de Dios

(Ap.3:12), y los doce cimientos de los muros son los nombres de los apóstoles (21:14),

y las puertas de la ciudad tienen los de las doce tribus de los hijos de Israel (v.12). Del

mismo modo estaría la ciudad impía, la nueva Babilonia, construida con las piedras

vivas de aquellos que reciben la marca de la bestia.

Por otro lado, en el mismo libro de Apocalipsis se puede hallar un texto que es

interesantemente similar al versículo donde se halla la cifra estudiada. El contexto y el

lenguaje son muy similares, y la coincidencia no pareciera ser casual. El texto en

cuestión es Apocalipsis 17:9. En este capítulo, uno de los ángeles encargados de

derramar las copas de la ira de Dios sobre los impenitentes, muestra a Juan nuevos

detalles acerca de la bestia que ya había observado con anterioridad. En el versículo

mencionado, en especial, es cuando habla sobre el número de cabezas que tiene esta

criatura. Se compararán los textos en paralelo para poder apreciar mejor las

coincidencias.
61

TABLA 12
COMPARACIÓN APOCALIPSIS 13:18 – 17:9

AP.13:18 AP.17:9

Ὧδε ἡ σοφία ἐστίν. ὁ ἔχων νοῦν Ὧδε ὁ νοῦς ὁ ἔχων σοφίαν. Αἱ ἑπτὰ

ψηφισάτω τὸν ἀριθμὸν τοῦ θηρίου, κεφαλαὶ ἑπτὰ ὄρη εἰσίν, ὅπου ἡ γυνὴ

ἀριθμὸς γὰρ ἀνθρώπου ἐστίν, καὶ ὁ κάθηται ἐπ᾽ αὐτῶν. Καὶ βασιλεῖς εἰσιν

ἀριθμὸς αὐτοῦ ἑξακόσιοι ἑξήκοντα ἕξ. ἑπτά·

Aquí hay sabiduría. El que reciba Aquí el pensamiento que tenga

pensamiento calcule el número de la sabiduría. Las siete cabezas siete

bestia, pues número de hombre es, y el montañas son, sobre las cuales la mujer

número mismo es seiscientos sesenta y misma está sentada. También siete reyes

seis. son.

Es obvia la intencionalidad del autor al utilizar las mismas palabras en un texto

posterior, para que el que tenga la sabiduría pueda utilizar la información que se le

brinda más adelante en el mismo libro. El objetivo será, por lo tanto, comprender la

relación entre el seiscientos sesenta y seis, y los tres siete que se hallan en la siguiente

aparición de estas palabras. Por otra parte se puede advertir otro paralelo entre los dos

capítulos, que es el de un anacoluto que se refiere al Libro de la Vida, que queda fuera

de lugar en la descripción de las bestias en el capítulo 13, y la descripción de la ramera

que monta la bestia en el capítulo 17. Visto que el 666 tiene un paralelo con aquellos

que no se hallan inscritos en el Libro de la Vida, como se vio antes, este paralelo gana

aun mayor significancia.


62

TABLA 13
COMPARACIÓN APOCALIPSIS 13:8 – 17:8

AP.13:8 AP.17:8

cuyos nombres no estaban escritos aquellos cuyos nombres no están escritos

en el Libro de la Vida en el Libro de la Vida

del Cordero que fue inmolado

desde el principio del mundo desde la fundación del mundo

Se concluye que el capítulo 17 es una ampliación y explicación de las palabras

del capítulo 13, por lo que debieran cotejarse ambos capítulos dándole al postrero la

preminencia en significado y claridad.

Paralelos extra-bíblicos

Se compararán las conexiones disponibles con textos no inspirados que podrían

haber estado entre las obras que el autor conocía de la época, o que Dios sabía que

estarían en las mentes de los receptores del libro, para poder entablar un diálogo con

ellos en un lenguaje que haga sentido a los oídos de la gente permeada por dicha

cultura.1

En los Oráculos Sibilinos se menciona que habrá un rey que sumará “LIP” dos

veces diez con su letra inicial (5:11-13), lo cual podría ser una invitación a calcular su

nombre de forma gemátrica, similar a lo que ocurre con el de la bestia. En otro pasaje se

encuentra un oráculo en el cual se lee que luego de que pasasen seiscientos años y dos

décadas de dictadura romana, el primer señor del mar occidental sería el gobernante de

Roma. Y la inicial de su nombre sería el comienzo de las letras (12:11-22).

1
Paulien, Deep Things, 100.
63

En el tercer libro de los Macabeos,1 se hace referencia a ciertas personas que

fueron registradas y marcadas en sus personas con el símbolo de la hoja de hiedra de

Dionisio, cosa que les habría resultado en una disminución o limitación de derechos

(3Mac.2:29). Esto también se menciona en el segundo libro de los Macabeos,2 donde

habría ocurrido algo similar bajo la autoridad griega de Antíoco Epífanes quien, además

de su conocida profanación del templo judío, les prohibía a los judíos específicamente

“celebrar el sábado” (2Mac.6:6),3 y habría también realizado esta marcación sobre sus

enemigos,4 obligándolos a “ceñir sus frentes con hiedras” en honor al dios Baco (v.7).5

Es interesante hacer la conexión entre la limitación de derechos que estas personas

tendrían al recibir la marca de Dionisio, con la imposibilidad de comprar o vender que

viene en consecuencia de recibir la marca de la bestia. 6

Pueden encontrarse paralelos, no sólo entre el dios Dionisio (Baco para los

romanos) y la ramera de Apocalipsis 17, que lleva el nombre de Babilonia sobre su

frente, sino también entre la descripción de Jesús en Apocalipsis 1 y la diosa griega

Hécate.7 1

1
Libro que no habla de los Macabeos en sí, sino de la persecución a los judíos por parte de
Tolomeo IV Filopator (221-203 a.C.). Ver G. Aranda Pérez, Florentino García Martínez, Miguel Pérez
Fernández, Literatura judía intertestamentaria (Navarra: Verbo Divino, 1996), 400.
2
Crónicas judías en tiempos del Imperio Griego (175 a.C. – 160 a.C.). Ver Evaristo M. Nieto,
ed., La Santa Biblia: Edición totalmente renovada (Madrid: Ediciones Paulinas, 1988), 572.
3
Este podría ser un antecedente de la idea de una marca en la frente, representando a un dios
extraño, unida a la imposibilidad de observar la Ley de Dios, específicamente el sábado del cuarto
Mandamiento.
4
Lange, 12:806.
5
Es interesante comparar la idea de la abominación desoladora en el lugar santo (Dn.9:27;
Mt.24:15), con la presencia de los gentiles en el templo, llenándolo de lujuria y de orgías” con
“prostitutas” y “llenándolo todo de prácticas y cosas inmundas.” (2Ma.6:4). Ver Daniel J. Harrington, The
Maccabean Revolt: Anatomy of a Biblical Revolution (Wilmington: Michael Glazier, 1988), 46.
6
Nótese que se solía representar a Dionisio en carros tirados por panteras y leopardos. (Ver
http://www.geocities.ws/el_verbo_crea/19baco.html; Internet. Último acceso 13 de diciembre de 2017).
Él mismo portaba pieles de leopardo a veces, e incluso se lo ha representado en más de una ocasión
sentado sobre uno, así como la ramera de Apocalipsis 17:3 está sentada sobre la bestia escarlata que tiene
su contrapartida con la bestia que surge del mar en Ap.13:1, a la cual se la describe con apariencia de
leopardo (Ver https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Dionysos_mosaic_from_Pella.jpg; Internet.
Último acceso 13 de diciembre de 2017). Se dice que el leopardo era un animal “psicopompo”, esto es,
un ser que tiene el papel de conducir a las almas hacia la ultratumba, el cielo o el infierno. (Ver
Wikipedia, https://es.wikipedia.org/wiki/Psicopompo; Internet. Último acceso 13 de diciembre de 2017).
7
Paulien, Seven Keys, 36, 37.
64

Finalmente, se comparará con Lactancio 7.17.4-8 (240-320 d.C.).

TABLA 14
COMPARACIÓN APOCALIPSIS 13 - LACTANCIO

APOCALIPSIS 13 LACTANCIO 7.17.4-82

Hace grandes señales (v.13) Y se le dará poder, para que pueda hacer

señales y maravillas, los cuales

entramparán a los que los vean para

adorarlo. (v.4)

de tal manera que aun hace descender Él ordenará que descienda fuego del cielo

fuego del cielo a la tierra delante de los (v.5)

hombres. (cont.)

…aliento a la imagen de la bestia, para y que una estatua hable;…

que la imagen hablase… (v.15)

Y hacía que a todos (…) se les pusiese Aquellos que creen y vienen a él serán

una marca en la mano derecha, o en la marcados por él como si fueran ganado;

frente; (v.16) (v.7)

…para que la imagen hablase e hiciese Aquellos que rechazan su marca huirán

matar a todo el que no la adorase. (v.15) hacia las montañas, o serán buscados y

muertos con torturas bien ideadas.

…y se le dio autoridad para actuar Y le será dado que haga desolación en la

cuarenta y dos meses. (v.5) tierra por cuarenta y dos meses.

1
La diosa Hécate era representada con tres rostros, o incluso en tres personas, y algunos retratos
clásicos la muestran sosteniendo una antorcha, una llave y una serpiente. En el juicio se sienta junto a los
venerables reyes”, “les concede la pesca”. Otra versión del mito dice que ella era una humana que se
quita la vida, y que Artemisa le otorga estatus de diosa después de muerta. Se creía que ella alejaba a los
espíritus malignos (cursivas añadidas). Ver Wikipedia https://es.wikipedia.org/wiki/H%C3%A9cate;
Internet (último acceso 14 de diciembre de 2017).
2
Bruce M. Metzger, David A. Hubbard, Glenn W. Barker, ed., Word Biblical Commentary, 52
vols. (Waco; Dallas: Word Books, 1987), 52:727.
65

Teología

Para comprender mejor este tema, es preciso concentrarse en la perícopa que va

desde Apocalipsis 13:11-18. Se debe entender que la marca de la bestia, consiste en su

nombre, y éste puede ser comprendido a través del número 666.

Teniendo en cuenta la fecha en que se supone se escribió el libro, se podría

descartar definitivamente la interpretación del Anticristo como Nerón César, ya que esta

opción no sería válida ni aun para las personas a las cuales Juan escribió en un primer

momento.

La perícopa escogida no hace énfasis en el tema de estudio de esta investigación,

sino más bien en las señales que la bestia de la tierra realiza para engañar a la gente que

recibe la marca.

De acuerdo a las tablas paralelas detalladas previamente, en el capítulo 13 del

Apocalipsis puede verse con claridad la idea de una falsificación de la obra creadora de

Dios por parte del dragón a través de las bestias y la imagen, y la falsa impostura del

enemigo acerca de su capacidad de crear, y de dar vida a objetos inanimados. Puede

notarse, así mismo, la idea del otorgamiento del favor divino, manifestado en fuego

descendiendo del cielo, como en el enfrentamiento de Elías con los cuatrocientos

cincuenta profetas de Baal, y cuatrocientos de Asera, en el monte Carmelo (1Re.18:17-

39).1 Estos detalles podrían también sugerir un estudio para otra investigación acerca de

qué tipo de señales serían las enfatizadas por el enemigo de Dios llegado el momento

del “acto capital que coronará el gran drama del engaño.”2

En relación a los amplios campos semánticos de las palabras principales de la

perícopa, es posible notar que “marca” y “señal” tienen entre sus acepciones las ideas de

1
Olivares, Elementos, 31-58.
2
White, Conflicto, 682.
66

un “cerco” o “sitio”, y las de “estandarte”, “bandera”, o “estatua”. Por lo que se

convierten en términos polivalentes a la hora de estudiar la profecía.

Con respecto a la relación entre los libros apócrifos y el tema del capítulo

bíblico, es evidente que las ideas plasmadas en la profecía no eran del todo novedosas,

sino que se tratan de conceptos e imágenes que ya circulaban entre los creyentes judíos

y gentiles.

En el libro de Apocalipsis la marca de la bestia se menciona de diferentes

modos; es posible comprender que el número (666), además de identificarse con el

nombre de la bestia del mar, lo hace con sus adoradores, y esto permitiría comprender el

número de la bestia como una explicación o extensión del nombre y la marca. 1 2

A continuación se presenta la información en forma de tabla comparativa para su

mejor comprensión.

TABLA 15
COMPARACIÓN BESTIA, IMAGEN, MARCA EN APOCALIPSIS

13:14-17 14:9 14:11 15:2 20:4

Bestia Bestia Bestia Bestia Bestia

Imagen Imagen Imagen Imagen Imagen

Marca (mano Marca (frente o Marca de su Marca (frente o

derecha o mano) mano)

frente)

Nombre de la Nombre

bestia o

Número de su Número de su

nombre nombre

1
Olivares, Elementos, 31-58.
2
Esto echaría luz sobre la interpretación de Charles Fitch en 1843, que consideraba al 666 el
número de sectas protestantes que se unirían al papado, en oposición a los 144.000 sellados del Cordero.
67

Por otro lado, puede observarse que la bestia del mar posee la boca de un león

(13:2), detalle que al estar el Apocalipsis directamente emparentado con el libro de

Daniel, y por las otras bestias mencionadas que componen su cuerpo, se puede

interpretar como la boca de Babilonia, de acuerdo al león alado de Daniel 7:4;1 mientras

que la bestia de la tierra habla como un dragón (v.11), lo cual nos refiere a una boca

como la de Roma (Dn.7:7, 19-21, 23-25; Ap.12:4), o “la serpiente antigua, que es

llamada diablo y Satanás”, (Ap.12:3, 9). A su vez, al tiempo que la autoridad de la

bestia del mar es conferida por el dragón (13:2), la de la bestia de la tierra proviene de la

bestia del mar (v.12). De este modo se podría comprender que el dragón al caer en la

tierra (12:9) “se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su

hijo tan pronto como naciese” (v.4), arrojó tras ella agua como un río (v.15), y

finalmente “se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella” (v.17). La

estrategia del dragón en esa batalla estaría descripta a continuación, cuando se debiera

traducir que él, el dragón, se paró “sobre la arena del mar, y [yo, Juan] vi subir del mar

una bestia” (13:1) a la cual “le dio su poder y su trono, y grande autoridad” (v.2), y a

través de ella recibió adoración (v.4), blasfemó contra Dios (v.6), venció a los santos en

batalla y obtuvo autoridad mundial (v.7). Al ver Juan a la “otra bestia que subía de la

tierra” (v.11a), se entiende que es el dragón el que está detrás de ella, y hasta hablando a

través de ella (v.11b).2

Aplicación para la iglesia hoy

La importancia de conocer a fondo el significado de las profecías concernientes

al tiempo del fin ya se ha mencionado, y se reitera haciendo énfasis en la suerte que

correrán aquellos que se vean involucrados con la marca, el nombre o el número de la

bestia, y unan sus destinos con los del dragón, la bestia y el falso profeta. También se

1
De ser este el caso, la bestia se movería a la velocidad del leopardo (Grecia), y la fiereza
carnívora e inflexibilidad del oso al pisotear a sus enemigos (Medo Persia).
2
Metzger, 52:725.
68

debe tener en cuenta que el mensaje del tercer ángel tiene como propósito prevenir al

mundo de la recepción de la marca de la bestia (Ap.13:9-11), y si la marca se trata del

nombre, y el nombre puede ser descifrado a través del número, entonces la vitalidad de

este tema es evidente.

Por otra parte, si la IASD es, como lo comprende el investigador, la iglesia de

Dios en esta tierra, el pueblo escogido que el Señor está dirigiendo,1 encargado de llevar

estas amonestaciones al mundo, entonces la Iglesia es la que debería ocuparse en

dilucidar y conocer mejor que nadie este asunto.

1
Elena G. White, La iglesia remanente (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana,
1978), 44.
69

RESUMEN Y CONCLUSIONES

Se realizará un resumen a modo de evaluación de las principales posturas

analizadas en los capítulos anteriores, esto es: la gemátrica, la simbólica, y la histórico-

bíblica. Se mencionarán los puntos a favor y en contra de cada una de ellas, y se

presentará una conclusión final con respecto a la investigación.

La gematría y el Vicarius Filii Dei

Si bien el judaísmo no es ajeno a la práctica de calcular números y convertirlos

en letras, teniendo en cuenta los antecedentes apócrifos y pseudo-epigráficos

presentados anteriormente, la mayoría de los investigadores coinciden que esto no

habría sido lo que estaba en mente de Dios al inspirar el Apocalipsis, ni en la de Juan el

apóstol a la hora de escribirlo. Por otra parte, no tendría sentido calcular el valor de las

letras romanas cuando el texto fue escrito en griego.

Se podrían tener en cuenta, también, los siguientes puntos en contra de este

método de interpretación: 1. Las posibilidades de este procedimiento serían ilimitadas,

2. En ninguna parte del Apocalipsis o la Biblia se anima a realizar este tipo de cálculo,

3. Juan hubiera señalado el idioma a ser utilizado a la hora de hacer esta suma, ya que

siempre que la lengua juega un papel importante, el apóstol lo aclara (Ap.9:11; 16:16),

4. Tendría una interpretación escatológica ya que invita a calcular el número en el

tiempo del fin, 5. El 666 debe ser aplicado a la bestia una vez que su herida mortal sea

sanada, y es por esto que el título Vicarius Filii Dei quedaría momentáneamente

descartado al pertenecer al pasado.1 Hay que tener en cuenta que los eventos de

Apocalipsis 13:11-17 todavía están en un futuro, y la imagen de la bestia aún no ha sido

1
Stefanovic, 426.
70

formada.1 Cuando se menciona el número de la bestia, se estaría refiriendo a la bestia

completa, restaurada y resucitada. 2

No es el propósito de la investigación desmentir que el título haya sido en

realidad utilizado por el papado, ni tampoco falsear los testimonios acerca de los

testigos visuales de dicho título en la tiara, o mitra papal. Es preciso comprender que,

incluso de haber estado allí escritas, no serviría suponer que éstas fueron supuestamente

escondidas, “ya que la invitación a calcular el número de la bestia supone una fuente

accesible y verificable para cualquier estudioso.”3

Es importante destacar, sin embargo, que el investigador concuerda con la

resolución del enigma a través del título “vicario del Hijo de Dios”, ya que la mención

de la bestia teniendo nombres blasfemos (Ap.13:1), podría significar que se trata de un

sistema humano que tiene nombres y títulos honoríficos que sólo les pertenecen a Dios

y a Cristo.4 Debe ser por este motivo que es tan difícil simplemente abandonar esta

interpretación, ya que concuerda perfectamente con todas las características del

Anticristo mencionadas a lo largo de las Escrituras. El inconveniente principal de esta

interpretación, como ya se dijo, es el método utilizado para obtenerla.

Finalmente, se rechaza la gematría como método de interpretación última y final,

al considerarse inapropiada, ya que una infinidad de nombres pueden dar la cifra

provista por el libro profético. Además, el hecho de que cuando el nombre mismo no

llega al número, se le suele agregar un título, y si la suma no diera en el idioma griego,

se podría probar en hebreo, o latín, y que no sea preciso ser muy puntilloso con la

1
LaRondelle, 311, 312.
2
Olivares, Elementos, 31-58.
3
Urrutia, Bestias, 59.
4
LaRondelle, 310, 311.
71

ortografía del nombre en cuestión, rebajan también la credibilidad y seriedad del

estudio.1

Simbología del número del hombre

Con respecto a la simbología utilizada para arribar a la interpretación del 666

como el “número del hombre”, se deberían tener algunos aspectos en mente: 1. Se dice

que el número 6 es la encarnación de lo incompleto, pero esto no tiene un sólido asiento

bíblico o teológico, 2. Se hace mención de la cifra como si se tratara de una serie de tres

unidades, a saber 6-6-6, cuando “la cifra no es una compuesta de tres números seis,

sino, de acuerdo a todos los manuscritos antiguos, es seiscientos sesenta y seis, escrito

en palabras”2, por lo tanto son una unidad, una decena, y una centena, además del hecho

de que el número nunca es presentado como tres veces seis, sino como una unidad:

seiscientos sesenta y seis, 3 “en griego nadie podría haber entendido ese número como

tres seis.”,4 3. Se afirma que el número 777 es el de la perfección, o aquel que

representa el Nombre de Dios, cuando esto no tiene tampoco respaldo en las Escrituras.

Aunque es cierto que el número 777 sí hace una aparición en la Biblia, cuando lo hace,

es para proveer la edad de Lamec, padre de Noé (Gn.5:31), sin hacer ningún tipo de

paralelo con la idea de perfección o lo divino. Quizás, en un intento forzado de

simbolización, quien estuviera ávido de hallar en el 666 el día de reposo papal, y en el

777 el sabático del cuarto Mandamiento, podría fantasear que al haber vivido la

supuesta cifra de la perfección, Lamec engendró a Noé que significa “descanso”,

haciendo un paralelo con el sábado bíblico, y su ingreso al Arca [del Pacto]; aunque

1
Spence, 51:337.
2
Urrutia, Bestias, 59.
3
Olivares, Elementos, 31-58.
4
Alberto R. Treiyer, “La verdad acerca del 666 y la historia de la gran apostasía”. Mensajes
Distintivos Adventistas, Reseña crítica disponible en
http://www.adventistdistinctivemessages.com/Spanish/articulos.html; internet. Enero de 2013. Último
acceso el 13 de octubre de 2017, 3.
72

para otorgarle significado al 666 desde allí, habría que realizar varios pasos más sin

fundamento teológico o escritural.

Por otra parte, considerar la idea de que en las Escrituras el número 6 represente

lo incompleto y el 7 lo completo, podría acarrear un problema, por ejemplo, al dejar

envuelta en un misterio la razón por la que los serafines y seres vivientes en presencia

de Dios posean seis alas cada uno (Is.6:2; Ap.4:8), y la interpretación histórica del

cumplimiento profético de las siete iglesias, sellos, trompetas, y plagas, también

debieran padecer dicha modificación interpretativa para convertirse en la historia de la

iglesia completa solamente, y no períodos históricos que ésta atraviesa, así como las

plagas representarían la destrucción completa de los impíos y no plagas puntuales y

numeradas, desde el punto de vista interpretativo de la IASD. 1 Sería también

inexplicable que la mismísima Palabra de Dios fuera un compendio de 66 libros,2 que

las medidas del Templo de Dios incluyan el número 60 (1Re.6:2) al igual que la

abominable estatua de Nabucodonosor (Dn.3:1), y que el rey David ofrezca la suma

imperfecta de dinero de 600 siclos, para comprar una locación con la intención de hacer

expiación por su pecado, y detener la matanza perpetuada por el Ángel del Señor

(1Cr.21:25). La investigación acerca del número no impide que se busquen símbolos,

pero mucho menos debe prohibir la búsqueda de un nombre que equivalga a la cifra. Por

otra parte, dentro de la IASD, enfatizar el punto del número de la humanidad estaría

forzando la interpretación, y esto podría ser interpretado como un intento de escapar a

darle un nombre definido que identifique al papado como la bestia que surge del agua

en Apocalipsis 13:1, y el domingo como su marca. Numerosos textos de la Biblia hacen

alusión a “nombre” como carácter, siendo un ejemplo el de Elías en el monte Carmelo

cuando desafía a los adoradores de Baal a invocar a su dios en el nombre de sus dioses,

1
A. Treiyer, La verdad, 14, 15.
2
Urrutia, Bestias, 59.
73

y no en los nombres de ellos, significando que el nombre/ carácter de todos los dioses

paganos es uno y el mismo: el de Satanás. Los dioses paganos tenían nombres bien

definidos, por lo que la idea del 666 como abstracto sería impracticable. 1

Sin embargo, aunque no se pueda estar en total acuerdo con todas las

afirmaciones que esgrimen aquellos que utilizan este sistema de interpretación, sí se

podría concordar con el hecho de que el Apocalipsis es un libro que incluye vasta

simbología, y que el 666 no sería la excepción. Se podrían aceptar la mayoría de los

aportes que hace este método, pero al fallar en identificar con certeza el nombre del

Anticristo, se considera que ésta también sería una manera incompleta o inadecuada de

obtener la confirmación final acerca del resultado al enigma numérico. Después de todo,

la identidad de la bestia ya ha sido identificada a través de otras características

brindadas por la Escritura, por lo que el número debiera tener que ver con ese poder, de

lo contrario sería incoherente que Dios revele a Juan esta información en ese momento

determinado.2

Método histórico-bíblico

Como ya se mencionó con anterioridad, el método que mayor justicia le otorga a

la interpretación profética es el histórico-bíblico, ya que éste es el que utiliza la Biblia

como su propio intérprete, elevando las Escrituras al lugar de la autoridad final,

desligándose así de normas externas que determinen su veracidad,3 tal y como lo

presupone el autor de esta investigación. Por esta razón, se considera que para obtener

una hermenéutica bíblica del número 666 de Apocalipsis 13:18, se debería poner la

atención en los siguientes puntos estudiados durante la investigación:

1
A. Treiyer, Expectaciones, 280, 281.
2
Nichol, 7:837.
3
Asociación General ASD, 109.
74

1. La relación de similitudes entre la imagen de la bestia, la bestia de la tierra, y

la bestia del mar, para poder extraer elementos revelados de uno, para

completar los que faltan del otro,

2. La estatua idolátrica de Nabucodonosor, sus medidas, y las trinidades

paganas representadas por ella,

3. Analizar contextualmente la acepción del término griego jaragma como

“estatua”, y “mordedura de serpiente”, y la relación entre “marca” y “señal”,

y sus acepciones como “cercamiento”, “sitio”, “monumento” y “estandarte”.

4. El paralelo estructural del número de la bestia con los perdidos que no se

hallan en el Libro de la Vida, y adoran a la bestia y su imagen.

5. La alusión numérica de las 7 cabezas, 7 montes, y 7 reyes de Apocalipsis

17:9, antecedida por las mimas palabras que llaman a la utilización de la

sabiduría.

Las opciones interpretativas del número de la bestia, fueren estas gemátricas,

simbólicas, o una mezcla entre ambas, se consideran insuficientes a la hora de

identificar el nombre de la bestia. Donde acierta una en el resultado, falla en el método,

y viceversa. En próximas investigaciones se podrían estudiar los cinco puntos antes

mencionados, y cotejarlos a la luz de los resultados parciales obtenidos mediante

métodos hermenéuticos no tan satisfactorios.


75

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