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PROGRAMA PSICOEDUCATIVO PARA PACIENTES CON

TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO DEL


HOSPITAL DE SALUD MENTAL Y DEL
COMPORTAMIENTO SAN JUAN PABLO II

INTERNO EN PSICOLOGÍA : MARIO FELICIANO LANDIO APAZA.


1. FUNDAMENTACIÓN:

El presente programa Psicoeducativo va dirigido a personas


diagnosticadas con algún trastorno mental a excepción de adicciones del
Hospital de Salud Mental y del Comportamiento San Juan Pablo II quienes
necesitan de una serie de recursos personales para hacer frente a diferentes
estresores producidos por la actividad diaria, además de proporcionar unas
habilidades sociales básicas y adherencia al tratamiento.
El principal fin a alcanzar, es el de dotar de diferentes herramientas a los
pacientes para poder reducir el estrés en los brotes psicóticos, teniendo en
cuenta la teoría de vulnerabilidad.
Muchos pacientes del HSMSJP II no logran entender cual es el curso de
la enfermedad, y muchas veces al ser diagnosticados se convierten en el
centro de conflictos familiares. Dichos conflictos familiares se dan por
diferentes motivos como son la falta de habilidades sociales, falta de conciencia
de enfermedad y el poco conocimiento de la enfermedad y su tratamiento.
De esta manera se puede observar que muchas personas con
enfermedad mental crónica no poseen con gran amplitud habilidades sociales,
dificultades para afrontar una situación problemática, negación de la
enfermedad, la vergüenza y el demasiado cuidado. Los cuales, con
impedimentos, que deterioran la relación persona enferma y familia o persona
enferma y comunidad.
Por lo tanto, dicho programa se vio implementado con la consideración
de que deba existir en cada paciente una adecuada información sobre la
enfermedad mental, sus causas, su evolución, sus déficits, así como dar a las
personas enfermas una serie de herramientas (Habilidades Sociales,
Resolución de Problemas, Adherencia al tratamiento, etc.) para hacer frente a
la enfermedad de la forma más constructiva posible, y de esta manera se
permita mejorar las relaciones del enfermo con su entorno.

2. PARTICIPANTES:
 Hospitalizados y de consulta ambulatoria del HSMSJP II de la Unidad de
Trastornos del Comportamiento - Grupo B.

3. OBJETIVOS:

3.1. GENERALES:
 Brindar a pacientes hospitalizados y de consulta ambulatoria del
HSMSJP II de la Unidad de Trastornos del Comportamiento - Grupo B
información objetiva sobre la enfermedad mental.
 Mejorar la relación de la persona con enfermedad mental con su familia,
entorno y comunidad.
 Desarrollar autonomía en la vida diaria a los pacientes hospitalizados y
de consulta ambulatoria del HSMSJP II de la Unidad de Trastornos del
Comportamiento.
 Aumentar la calidad de vida de pacientes hospitalizados y de consulta
ambulatoria del el HSMSJP II en la Unidad de Trastornos del
Comportamiento.

3.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS.


 Reducir actitudes de rechazo hacia la enfermedad.
 Intercambiar información, experiencias, solución de problemas, etc. para
llegar a un mejor conocimiento de la enfermedad.
 Comprender la crisis, compensación, pródromos, evolución y curso de la
enfermedad.
 Prevenir mediante un repertorio conductual el agotamiento tanto físico
como psicológico que padece la persona enferma.
 Favorecer la autonomía de la persona con enfermedad mental mediante
estrategias conductuales, habilidades sociales, etc.

4. ACTIVIDADES / TEMPORALIZACIÓN.
El programa “Psicoeducativo para pacientes hospitalizados en la Unidad
de Trastornos del Comportamiento”, tiene una temporalización de catorce días
contemplados en enero del 2018
El programa consta de 17 sesiones de 3 a 6 horas de duración cada
una, haciendo un total de 61 horas de intervención grupal; además de ello, se
contempla una total de 6 horas semanales las cuales servirán para
coordinación, atención personalizada y aclaración de dudas.
Para abordar el contenido de las distintas sesiones, se utilizarán el material
didáctico necesario para el correcto aprendizaje por parte de los pacientes
mentales, así pues, se utilizarán: trasparencias, películas de vídeo, pizarra, etc.
Además de ello para favorecer la correcta adquisición de lo visto en cada
sesión, se le entregará a cada paciente un registro de tareas, materiales, etc.

5. MARCO TEÓRICO.
El entrenamiento en habilidades sociales (EHS) incluso con un control
adecuado de la medicación, las tasas anuales de recaídas llegan a alcanzar a
menudo hasta el 40%. Además, los neurolépticos no mejoran las habilidades
sociales necesarias para la vida en comunidad. Los déficit en habilidades
sociales reflejan las influencias conjuntas de: los síntomas que dificultan las
habilidades, la historia inadecuada de aprendizaje antes de la aparición del
trastorno, la falta de estimulación ambiental y la pérdida de habilidades debido
a su falta de utilización (Liberman, DeRisi y Mueser, 1989).
El entrenamiento en habilidades sociales (EHS) es un conjunto de
técnicas, basadas en la teoría del aprendizaje social, que constituye un
paquete de intervención para enseñar de forma sistemática nuevas habilidades
interpersonales a los individuos. Se ha encontrado continuamente que los
pacientes con esquizofrenia tienen una escasa competencia interpersonal. El
EHS es una estrategia eficaz para rectificar esos problemas.

A. La evaluación de las habilidades sociales.


Las habilidades sociales se definen como el comportamiento
componente específico que, en conjunto, es necesario para las interacciones
sociales eficaces. Las habilidades sociales pueden dividirse en cuatro
categorías amplias: habilidades no verbales, características paralingüísticas,
equilibrio interactivo y contenido verbal. Las características no verbales se
refieren a habilidades tales como la adecuación de la expresión facial, el
empleo de los gestos, de la postura y del contacto ocular, conductas que se
encuentran implicadas en la comunicación del afecto y de los intercambios
interpersonales. Las características paralingüísticas se refieren a las cualidades
de la voz, incluyendo el volumen, el timbre, el tono, la velocidad del habla y las
inflexiones vocales. De forma similar a las habilidades no verbales, las
características paralingüísticas transmiten información crítica sobre el afecto de
la persona y su implicación en la interacción. El contenido verbal se refiere a la
elección de palabras y construcción de frases, independientemente de la
manera en la que se dicen las palabras. El equilibrio interactivo se refiere a
cómo se entrelazan las respuestas durante una interacción o a su latencia, y
también a la cantidad de habla del paciente en comparación con su compañero
o compañera de interacción. Un equilibrio interactivo deficiente, indicado por
problemas como una lenta latencia de respuesta o un habla mínima, transmite
a la otra persona una falta de implicación en la conversación y no es
recompensante.
Hay una serie de estrategias disponibles para que el clínico evalúe
déficit específicos en habilidades sociales. Es mejor ir de lo general a lo
específico planteando, en primer lugar, preguntas a los pacientes, a otras
personas cercanas de su entorno y a los que realizan el tratamiento. Luego,
cuando se han identificado áreas problema específicas, se puede llevar a cabo
una evaluación conductual más detallada. Preguntas útiles para evaluar la
presencia de un deterioro del funcionamiento social incluyen:

¿Está solo el paciente?


¿Es capaz de iniciar conversaciones con los demás?
¿Es capaz de conseguir que los demás le respondan positivamente?
¿Es capaz de solucionar conflictos?
¿Es capaz de expresar sus sentimientos?
¿Desea amigos/as o relaciones más íntimas?
¿Está a menudo socialmente aislado?
Estas preguntas no constituyen una lista exhaustiva de todas las áreas
posibles de disfunción social que necesitan evaluarse. Por ejemplo, la
capacidad del paciente para negociar cuestiones de medicación con su médico,
las habilidades para la entrevista laboral, o la capacidad para resistir los
ofrecimientos de los demás a utilizar drogas o alcohol son otras posibles áreas
que necesitan una evaluación.
Una vez que se han identificado las áreas problema, se puede llevar a
cabo una evaluación más precisa de déficit de las habilidades sociales. Existen
una serie de procedimientos para evaluar la habilidad social. La estrategia más
práctica es realizar evaluaciones por medio de la representación de papeles.
Las representaciones de papeles son interacciones sociales simuladas en las
que el paciente interactúa con un ayudante del terapeuta durante una situación
interpersonal breve diseñada para evaluar un área específica de las
habilidades sociales. Las representaciones de papeles suelen ser cortas, de
tres a diez intercambios, y se construyen de modo que se parezcan a
situaciones reales con las que frecuentemente se encuentra el paciente. A éste
se le pide que muestre cómo se las arreglaría con esa situación en la vida real.
Los pacientes participan en varias representaciones de papeles de cada
situación problema con el fin de evaluar los déficit consistentes de las
habilidades. La evaluación más fiable de la habilidad social puede conseguirse
cuando dichas representaciones se graban en vídeo o en casete y luego se
evalúan según los componentes de las habilidades sociales.
Se deben evaluar también las habilidades de percepción social. La
percepción social y los elementos receptivos de la habilidad social se refieren a
las habilidades implicadas en la percepción del significado de las
comunicaciones interpersonales. La interacción social eficaz depende de la
capacidad para darse cuenta, interpretar y responder adecuadamente a lo que
a menudo constituye sutiles señales interpersonales. Se encuentran incluidas
aquí una amplia variedad de señales, desde estados afectivos no verbales
hasta indicadores más complejos de las intenciones. Un prerrequisito
importante es centrar la atención, es decir, el individuo tiene que ser capaz de
atender a las señales complejas interpersonales de las emociones o de las
intenciones y tiene que descodificar con precisión el significado de esas
señales. Puesto que el deterioro de la atención es frecuente entre los sujetos
con esquizofrenia y puede ser especialmente grave entre los pacientes con
síntomas negativos, muchos de ellos requerirán un entrenamiento prolongado
para que aprendan a atender a señales interpersonales relevantes. Se ha
encontrado también que los esquizofrénicos sufren de un deterioro mayor en
habilidades de percepción de la expresión facial, especialmente en el área de
la discriminación y reconocimiento de las emociones. Sin embargo, no se ha
considerado de forma adecuada la relación entre este reconocimiento y otras
medidas de las habilidades sociales.
Aunque se puede llevar a cabo una evaluación detallada de déficit de las
habilidades sociales antes de aplicar al paciente el EHS, es posible también
incluirle inmediatamente en el tratamiento después de identificar áreas
generales de deterioro social. Tal como se revisará en la sección siguiente, el
EHS implica la evaluación continua y el entrenamiento de nuevas habilidades
sociales. Sin embargo, si el clínico desea evaluar de forma más rigurosa los
efectos del EHS sobre la competencia interpersonal del paciente, las
evaluaciones por medio de la representación de papeles antes y después del
entrenamiento en habilidades proporcionará la medida más fiable.

B. Clasificación de las habilidades para la vida.


Las habilidades para la vida se manifiestan en contextos específicos, por
lo que implican respuestas en conformidad al contexto, cada contexto está
matizado con normas, tradiciones, valores sociales.
a. Sociales o interpersonales:
 Comunicación.
 Asertividad.
 Empatía.
 Cooperación o trabajo en equipo.
b. Autonomía o manejo de emociones:
 Manejo de emociones.
 Control del estrés.
c. Cognitivas:
 Solución de problemas.
 Toma de decisiones.

Habilidades interpersonales:
Tiene que ver con conductas de interacción personal, especialmente con
habilidades de comunicación, permitiendo expresar y comprender sentimientos
de solidaridad, cooperación, motivación en el trabajo de equipo, permite
también ejercer un liderazgo exitoso en todo tipo de iniciativa, logrando los
objetivos planteados.
El hecho de ser habilidades aprendidas tiene una connotación muy
importante, ya que implica que nunca es tarde para aprenderlas y ponerlas en
práctica.
La educación normalmente se lleva a cabo 3-4 sesiones educativas.
Estas sesiones cubren generalmente información sobre el trastorno
psiquiátrico, la medicación y el modelo de vulnerabilidad-estrés de la
esquizofrenia. Las sesiones educativas son más eficaces cuando se enseñan
por medio de un estilo muy interactivo,
Tratamiento cognitivo-conductual de la esquizofrenia 623 estimulando la
expresión de las experiencias del paciente y de sus familiares, haciendo
preguntas frecuentemente para comprobar que se ha entendido y evitando el
enfrentamiento o el conflicto siempre que sea posible. Se pueden utilizar
carteles, folletos y libros (p. ej., Mueser y Gingerich, 1994) para facilitar la
comunicación de la información sobre el trastorno psiquiátrico a los miembros
de la familia.
La educación sobre la esquizofrenia incluye información sobre cómo se
llega a un diagnóstico, los síntomas característicos, los mitos frecuentes, y el
curso y los resultados. Las sesiones que se centran en la medicación discuten
los efectos principales de la misma para disminuir los síntomas y prevenir las
recaídas, los nombres de los medicamentos utilizados con frecuencia, las
dosis, los efectos secundarios de la medicación psicótropa y las estrategias
para vérselas con los problemas frecuentes de esta medicación. La educación
sobre el modelo de vulnerabilidad- estrés se centra en ayudar a las familias a
comprender cómo el control del estrés, la medicación, la disminución del abuso
de sustancias psicoactivas y el aumento de las habilidades de afrontamiento
pueden mejorar el curso a largo plazo de la esquizofrenia. Al final de las
sesiones educativas, los miembros de la familia desarrollan un plan para la
prevención de recaídas con el fin de responder a las primeras señales de aviso
de dichas recaídas.

Habilidades cognitivas:
Están relacionadas con las operaciones mentales, tienen como objetivo
procesar información, generar o desarrollar nuevas informaciones para afrontar
situaciones exitosamente, al igual que las habilidades sociales, éstas también
son aprendidas pero están relacionadas con procesos de evolución y desarrollo
de la persona, es decir un niño de 8 años podría llevar a cabo operaciones
mentales simples de un bajo nivel de complejidad en relación que otro de 15
años, ello se debe a que las estructuras del sistema nerviosos aún están en
proceso de maduración, sin embargo es necesario tener en cuenta que este
proceso de maduración se ve fortalecida con los ejercicios y prácticas que se
realicen en las edades tempranas.

Habilidades para el manejo de las emociones:


Al igual que las habilidades cognitivas, está relacionada con la
maduración emocional, relacionada directamente con el sistema nervioso y el
contexto social, por ello toda reacción emocional genera una activación
fisiológica y una determinada conducta de respuesta. De allí que esta habilidad
se denomine “control emocional”, puesto que están orientadas al control de
reacciones fisiológicas, nerviosas, conductuales como la impulsividad, la
tolerancia a la frustración, el control del miedo, la ira, manejo del estreses, la
eficacia de las habilidades emocionales incluyen también el manejo cognitivo
de las ideas o pensamientos distorsionados.

C. Enfoques Teóricos.
Existen diferentes enfoques teóricos que sustentan la explicación de las
habilidades para la vida, algunas teorías:

Teoría del Aprendizaje Social:


Manifiesta que los aprendizajes de las habilidades para la vida se basan
en la observación e imitación de lo que otras personas hacen, en una dinámica
de reforzamiento (recompensa) y castigo, es decir, se aprenden las conductas
que socialmente son recompensadas, las conductas de las personas exitosas
sirven como retroalimentación muy importante..
En este sentido las habilidades sociales no es simple tema teórico, por el
contrario se aprenden y se ejecutan en un contexto social.

Teoría de la Psicología cognitiva o Constructivista:


El aprendizaje delas habilidades para la vida es una construcción en
base a las experiencias cognitiva basada en la práctica o interacción social,
cultural y los significados que se atribuye a esta relación. Implica conocer las
estrategias adecuadas para alcanzar el objetivo social y conocer el contexto en
el cual una estrategia específica puede ser apropiadamente aplicada.

Teoría de las inteligencias múltiples.


Existen 8 tipos de inteligencia, las que se pueden clasificar en
intrapersonales (habilidades para comprender los propios sentimientos y
motivaciones) y la interpersonal (la habilidad para entender y discernir los
sentimientos e intenciones de otros)

Existe también el aporte de otras teorías como:


Teoría de la influencia social.
Teoría de la resiliencia y riesgo de Bernard.
Teoría del desarrollo infantil y adolescente.

6. COMO ENSEÑAR LAS HABILIDADES PARA LA VIDA.


Todo programa efectivo de capacitación en habilidades para la vida
procuran un contexto de aprendizaje “natural”, es decir las condiciones en las
que se enseñen las habilidades para la vida deben de ser semejantes a las
condiciones normales en los que se suceden. Es decir, la enseñanza de las
habilidades para la vida es eminentemente práctica. En este sentido se hace
necesario la instrumentalización de técnicas como:
 El modelaje.
 La observación.
 Interacciones sociales.

El aprendizaje efectivo de las habilidades sociales implica:


 Actuaciones
 Análisis de situaciones.
 Trabajo en grupos pequeños.
 Debates.
 Ensayos individuales.
 Mapeo de decisiones o árboles de problemas.
 Análisis de contenido literario.
 Ejercicios de relajación y desarrollo de confianza.
 Juegos.

La secuencia de la enseñanza de las habilidades para la vida sigue el
siguiente orden

7. METODOLOGÍA:
En la presente guía tales momentos se han estructurado como sigue:
1) Motivación: son las dinámicas o técnicas participativas que se realizan al
inicio de cada sesión, esto es muy importante ya que contribuye a
construir un clima de confianza y respeto, estimula la atención, y genera
una disposición a participar.
2) En todas las sesiones, el desarrollo del tema es dinámico, participativo,
con mucha más razón debido ala naturaleza del tema, las habilidades
para la vida no se aprenden solo en la pizarra o leyendo, se aprenden
practicando, por ello el diseño de las sesiones implica técnicas
participativas orientadas a la formación y desarrollo de las habilidades
para la vida.
3) El reforzamiento de los temas trabajados se da a través de actividades
grupales y en base a los formatos incluidos para cada sesión en el
“Cuaderno de trabajo”, pero también se adicionan formatos para
registrar el desempeño de las habilidades en otros contextos en donde
la habilidad se ponga en ejercicio. Este punto se constituye en un
proceso de seguimiento por parte del facilitador.

El presente programa busca promover las siguientes habilidades a


través de la adquisición de determinados objetivos que se detallan:

TEMA OBJETIVO PROCEDIMIENTOS FECHA

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