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Dos son los textos en los que Aristóteles aborda, de una forma
más sistemática la definición de la techne y su comparación
con otros tipos de saberes: el libro I de la Metafísica y en el
libro II de la Física.
En el libro 1-3 de la Metafísica (980a-983b), en el que se hace
una clasificación gradual de los distintos niveles de
conocimiento, Aristóteles comienza haciendo una distinción
radical entre las formas de saber específicas de los animales y
de los hombres: "los demás animales viven con imágenes y
recuerdos y participan poco de la experiencia. Pero el género
humano dispone del arte y del razonamiento".
La techné aparece, pues, como un tipo de conocimiento
especificamente humano, es decir, racional y por lo tanto
ligado especificamente a su capacidad racional.
"La experiencia hizo al arte", sin embargo no se pueden
confundir ambas formas de conocimiento. La empiria tiene que
ver con el conocimiento de las cosas singulares y por ello es
fundamental en la vida práctica ya que supone una "cierta
familiaridad con las cosas" y en cierta medida todo
conocimiento teórico debe estar basado en la experiencia, ya
que el médico no cura al hombre en general, sino que "sólo lo
singular puede ser curado".
"Nace el arte cuando de muchas observaciones experimentales
surge una noción universal sobre casos semejantes". Siguiendo
con el ejemplo de la techne médica (no olvidemos que
Hipócrates es coetáneo de Sócrates y que el arte de la medicina
alcanza con él un prestigio inusitado) saber que tal remedio
cura a tal hombre es fruto de la experiencia, pero saber que
cura a todos los individuos aquejados del mismo mal, es fruto
de la techne. Pero ,¿en qué radica esta diferencia de grados?,en
que unos conocen la causa y otros no, pues "los expertos saben
el qué, pero no el por qué", por ello nos parecen más sabios,
añade, los jefes de obra que los simples operarios, por que
estos "dominan la teoría y el conocimiento de las causas".
Por último, hay todavía una diferencia importante entre el
saber empírico y la techne: esta última, como toda ciencia,
puede ser enseñada. Así pues, la techné aparece con todos los
rasgos de un saber ligado a las formas de conocimiento
racional y emparentada con la ciencia, ya que con ella
comparte:
-Su universalidad, conocimiento de cosas universales ya que
sólo este tipo de conocimiento permite predicciones verdaderas
sobre casos futuros.
-Su enseñabilidad, como todo saber ligado a la inteligencia,
conoce las causas y por lo tanto puede ser enseñado.
-Su precisión, la techné aporta precisión donde antes sólo había
vaguedad, así la medicina es precisa en la medida en que se
cumple en todos los casos.
-Su interés por la explicación, ya que se plantea cuestiones
sobre el por qué e intenta ofrecer respuestas teóricas, o al
menos, con fundamentación teórica.
Así, podemos concluir que "la universalidad y la explicación
permiten controlar el futuro en virtud de la aprehensión
organizada del pasado; la enseñanza posibilita que el trabajo
realizado impulse progresos futuros; la predicción brinda
exactitud y coherencia a los resultados, reduciendo al máximo
los fracasos "(12).
En esta definición, tal y como aparece en la Metafísica,
Aristóteles reduce el significado de techné a lo que en la Física
llamará la techné arquitectónica, para diferenciarla de la
productiva, es decir, de las encaminadas a la producción de un
objeto útil. Por ello, los ejemplos que aparecen tienen que ver
con el médico o con el ingeniero. Esto parecería suponer que
este tipo de artes estarían claramente ligadas a la inteligencia,
mientras que las artes productivas tendrían más que ver con la
poiesis, con la repetición rutinaria instalada en la tradición, que
poco o nada tiene que ver con la ciencia , puesto que el
ejercicio poietico se ha convertido en un conjunto de
actividades prácticas que son pura repetición y que, por lo
tanto, no conducen a la innovación.
Pero, precisamente, porque el pensamiento aristotélico se
inscribe en el marco de la polis, de la Politeia, porque el fin de
la ciudad no es sólo vivir, sino vivir bien, estas artes,
puramente productivas, aunque estén encaminadas a la
producción de un objeto externo, no tienen en el producto su
único fin, sino que una actividad técnica, bien realizada, es ya
un fin en sí mismo. Recordemos a este respecto que la Etica a
Nicómaco comienza con la siguiente afirmación: "Todo arte,
toda investigación, toda acción y toda deliberación tienden a
un fin" y añade que este fin es el bien. De la misma manera que
hay actos, artes y ciencias múltiples, hay también fines
diversos jerarquizados. En este orden de fines, todos ellos se
subordinan al de la Política ya que "el bien es deseable cuando
concierne al individuo aislado, pero es mucho más bello
cuando se aplica a un pueblo y a Estados enteros". Dicho de
otra manera, la techné productiva se convierte en pura poiesis
cuando se desvinculan de su carácter social y ético. Cuando se
moraliza, cuando su finalidad interna contribuye al buen vivir
de la ciudad, aparece como un saber.
En la Física II, la aparición de la techné tiene una doble
función: por un lado, permite la separación de dos órdenes
distintos de entes, el mundo natural, el mundo de "los seres que
encierran en sí mismos el principio del movimiento", y el
orden de la techne, un orden humano, ligado a la voluntad de
los hombres y a la sociedad. Physis y techne son dos principios
diferentes: todo ser surge de un principio, este puede ser
intrínseco (el caso de los seres naturales) o extrínseco que
supone la producción artificial de una cosa.
Parece curioso la aparición de este término en el marco de la
descripción de los seres naturales, pero , también parece lógico
ya que la techné supone la existencia de una dínamis, frente a
la energía del acto natural, dinamis que debe transformarse en
un ergon (propia de la acción humana) que conduce al acto
perfecto (entelequia).También, en este sentido se debo volver a
insistir en la diferencia entre techné y técnica, la segunda busca
solamente la producción de un objeto útil, la primera busca un
acto perfecto que contribuya a una vida cualificada, es decir,
eticamente buena y políticamente justa.
Por otra parte, en el mundo natural, una causa implica
necesariamente un efecto, es decir, que la dínamis tiende a
convertirse en energeia, pero en el mundo de la techne se
necesita una mediación que ponga en relación el saber, el hacer
, con los fines, fines que no se reducen a una finalidad exterior,
sino que tienen también una finalidad ética y por lo tanto
política.
También, en la Física, aparece de forma más explícita la
distinción entre los tipos de actividad técnica .En Física II 194b
Aristóteles dice: "También las artes producen la materia...las
artes que la conocen y la dominan son dos: unas consisten en
hacer uso de las cosas y otras son arquitectónicas....ambas se
diferencian en que las artes arquitectónicas conocen la forma,
mientras que las artes productivas conocen la materia". Así ,
vuelven a parecer los "expertos" que poseen un saber que sólo
se sabe cuando se realiza, y los técnicos que poseen una
práctica adquirida, de la cual deducen un saber universal, que
saben el por qué y sobre todo que conocen la materia y la
forma. El que construye un timón, dice Aristóteles, sabe que
forma debe tener y cómo funciona, pero el que posee la techne
de la navegación, sabe cómo y por que debe tener tal forma o
estar hecho de tal madera. Así, aparece la diferencia entre
carpintero que lo construye y el ingeniero que lo concibe, entre
el arquitecto que sabe cómo hay que construir y el obrero que
coloca las piedras.
Pero, todavía es necesario añadir una última precisión. Hemos
intentado mostrar que el concepto de techné no puede ser
traducido por el de técnica ,en su definición antropológica e
instrumental, tampoco puede ser desligado de la episteme y de
la inteligencia ya que por ser fruto de una actividad
típicamente humana transforma la dínamis en ergon, es el
resultado de un acto deliberativo y volitivo, y por lo tanto es un
concepto que en Aristóteles se aplica a diferentes topoi. En este
último sentido podemos hablar de :
-Una techné lógica, un instrumento que consiste en la
producción de modelos de argumentación que sustituyen al
razonamiento dialéctico del hombre sabio.
-Una techné moral que consistiría en producir acciones justas
que utilizaría el hombre prudente para vivir bien.
-Una techné poética, es decir la producción de reglas para que
la obra literaria imite verosímilmente a los acontecimientos
realizados en la naturaleza.
-Una techné retórica, el arte de argumentar para que convencer
equivalga a razonar bien.
Una techné ligada a la actividad intelectual y moral del
ciudadano, techné que se ejerce permanentemente en el ágora,
en los tribunales, en la vida cotidiana y que en ningún caso se
reduce a la actividad poiética, este sería el destino de la técnica
en el sueño Heideggeriano y esta sría también nuestra única
posibilidad de salvación. Realmente no sabemos si la pregunta
por la esencia de la técnica, en cuanto remite al análisis de la
techné, puede ser liberadora del hombre, quizás tampoco nos
resulta fácil compartir esa especie de optimismo trágico de
Heidegger, pero si creemos que sólamente rastreando el
funcionamiento de este concepto en los textos clásicos, sólo
enmarcándolos en el único contexto posible de la acción
humana, que para un griego es el topos de la polis, puede
entenderse la variedad semántica de este término y evitar así
todo tipo de tentación simplista o reducionista. Si mirar hacia
atrás no nos salva, nos permitirá, al menos, entender mejor
nuestro destino.
CITAS
1. PLUTARCO: La vida de Marcelo. Ed. J.Gil, Barcelona, 1944.
2. HEIDEGGER: Langue de tradition et langue technique. Ed.Lebeer Hossmann, Paris 1990,
Pag.21.
3. J.P.VERNANT: Mito y pensamiento en la Grecia antigua. ED. Ariel, Barcelona,
1983.Pag.224.
4. J.P.VERNANT: op. cit. pag. 246
5. L.BONILLA: Historia de la técnica y del trabajo. Ed. Alianza, Madrid, 1995, Pag.89.
6. B.FARRINGTON: Mano y cerebro en la antigüedad. Ed.Ayuso, Madrid, 1974, pag.26.
7. J.P.VERNANT: op. cit. pag. 287.
8. Ibidem, pag273
9. M.C. NUSSBAUM: La fragilidad del bien. Ed.Visor, Madrid 1995, pag. 136.
10. J.P.VERNANT: op. cit. Pag 249.
11. M.C. NUSSBAUM: op. cit. pag. 143.
12. Ibidem pág. 145.