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DE LA TECNICA A LA TECHNE

Alicia Olabuenaga García

Definir nuestra cultura como una cultura técnica, no sólo no


resultaría extraño para nadie, sino que sería considerado una
frivolidad. No creemos que hubiera dificultades a la hora de
concebir la técnica como un valor que se inscribe en el ámbito
en el que se desarrolla la actividad creadora e intelectual del
hombre, y considerarlo, además, como un valor definitorio de
nuestro mundo.
La técnica, ese conjunto de máquinas en funcionamiento,
aparece como fruto de la actividad humana, como un
instrumento para la realización de los fines del hombre. Esta
definición antropológica e instrumental implica dos cosas: en
primer lugar, la técnica moderna se presenta como un
instrumento al servicio del hombre, el hombre debe controlar
el desarrollo tecnológico y lo debe dirigir de acuerdo con sus
propios fines. Por otra parte, la técnica moderna tiene una
relación especial con la ciencia, fundamentalmente con las
ciencias de la naturaleza, relación que constituye una nota
característica de nuestra técnica moderna y que la diferencia de
otras formas técnica mas antiguas.
Actualmente, resulta difícil concebir ambos términos por
separado, ya que la mayor parte de las investigaciones
científicas arrancan de imposiciones técnicas, de la misma
manera que son pocos los descubrimientos científicos que no
se concretan en grandes avances tecnológicos.
Sin embargo, este paralelismo, o esta relación de implicación
no ha existido siempre históricamente hablando, y un buen
ejemplo de ello puede ser como se plantaron estas cuestiones
en el mundo griego. Constatamos que es un tipo de sociedad en
la que se produce un importante desarrollo científico que no va
acompañado de un desarrollo técnico. Como ejemplo puede
servirnos los comentarios que hace Plutarco en "La vida de
Marcello" sobre el ingenio de Arquímedes.
Señala el autor romano que, a pesar de ser Arquímedes uno de
los grandes ingenieros de la antigüedad, no estaba convencido
de la legitimidad, del valor de sus trabajos mecánicos, que
consideraba pasatiempos que agradaban al rey Heron, el cual le
había pedido que: "aplicase un poco la geometría de la
especulación de las cosas intelectivas a la acción de lo
corpóreo y sensible". Sin embargo, añade Plutarco, para
Arquímedes tenían tan poco interés estas máquinas, que no
consideró que fuera necesario dejar nada escrito sobre ellas, ya
que consideraba "vil, bajo y mercenario" todo arte que tuviera
que ver con la utilidad y la puesta en práctica y por ello dedicó
su tiempo "a escribir solamente cosas cuya belleza y sutilidad
no estuviera mezclada con la necesidad".(1)
No obstante, la definición antropológica e instrumental de la
técnica moderna es operativa en su contexto, pero como señala
Heidegger, "lo exacto no es todavía lo verdadero"(2) y en este
sentido, la verdad de la técnica moderna, la pregunta por su
esencia, solo puede responderse-desvelarse, remitiéndonos al
contexto en el que surge el término "técnica", y ese ámbito no
es otro que el mundo griego en el cual aparece por primera vez
el concepto de Techné. Se nos podrá objetar que poco tiene que
ver este concepto clásico de techné con el de técnica, sin
embargo Heidegger remite a él para definir la esencia de la
técnica moderna. Quedar limitados por una definición
puramente instrumental supone, para Heidegger, quedar
atrapados por ella. Pero como afirma Hölderlin, "donde hay
peligro crece también la salvación". La salvación es siempre el
camino del saber, por ello, preguntarse por la esencia de la
técnica supone un pensar, un saber, una episteme desveladora
de verdad. Sólamente desde esta perspectiva desveladora la
técnica moderna puede tener un papel liberador.

PROMETEO : EL PADRE DE LAS TECHNAI

Prometeo no aparece en la mitología griega como el inventor


del fuego, pero parece que Atenea, Hefaistos y Prometeo están
relacionados con las artes derivadas del fuego y por lo tanto
tienden a simbolizar, en el pensamiento mitológico, lo que
podríamos llamar, la función técnica y a su vez una clase
social: la de los artesanos.
El texto más antiguo en el que aparece el mito del origen de las
artes es el de Hesiodo. En este texto el trabajo aparece como
consecuencia del enfrentamiento de Zeus y Prometeo por el
robo del fuego. En esta misma línea, los estudios de Dumezil
sobre la cultura indoeuropea, hablan también del robo de
ambrosia, alimento de la inmortalidad. En cualquier caso, el
relato explica la aparición de la raza humana que se separa de
los dioses.
El fuego, objeto de disputa no es, según Dumezil, un fuego
civilizador, si no un fuego "que cuece", un fuego que permite
la cocción de los alimentos, sin los cuales el hombre y su
especie están condenados a morir, por ello, Prometeo, que
quiere salvar a la raza humana roba el fuego, este fuego
artificial. Pero parece evidente que "el robo del fuego debe ser
pagado. En adelante, toda riqueza tendrá como condición el
trabajo: es el fin de la edad de oro cuya representación mítica
subraya la oposición entre fecundidad y trabajo"(3).
A partir de ahora, la tierra dejará de producir espontáneamente
su riqueza, dejará de ofrecer al hombre sus frutos como dones,
sólo el trabajo hará que la tierra se convierta en productiva. De
la misma manera, el hombre no nacerá de la tierra, si no de la
mujer, y lo hará con dolor. La tierra dejará de ser la madre
fecunda.
Así, la función de la fecundidad y la del trabajo aparecen
unidas también en el mito de Pandora (la que todo lo da).
Fecundidad y trabajo aparecen en Hesiodo como funciones
ambivalentes, al igual que Prometeo y Pandora; ambos son
amables y maléficos, ambos comportan bienes para la
humanidad, pero también acarrean desgracias. En este mundo
de ambivalencias, sólo hay una cosa que no engaña, que no
supone ninguna ambigüedad ya que supone la condición de
nuestra aceptación de la condición de hombres y esta realidad
es el trabajo. "Los hombres, renuncian ala hybris; por su parte,
los dioses aseguran a los que trabajan, la riqueza en rebaños y
en oro. El trabajo adquiere así un valor religioso "los que
trabajan llegan a ser mil veces mas queridos de los inmortales",
dice Hesiodo" (4).
El Prometeo de Hesiodo supone el final de la imagen de una
tierra generosa que ofrece sus dones a los hombres; la tierra no
es la madre tierra, sino tierra de labor. Demeter, dios de la
agricultura, distribuye sus dones e instaura un orden particular.
El trabajo tiene, desde este punto de vista, un carácter religioso
ya que es también una forma de vida moral, en oposición al
ideal del guerrero, una forma de experiencia religiosa que
renuncia al placer y se somete a la austeridad del trabajo
cotidiano. En los Trabajos, no hay diferencia entre teología,
ética y tratado de agricultura. El trabajo agrícola no tiende a
producir, mediante medios técnicos, valores útiles a la
sociedad. El agricultor sigue un modelo autárquico y
trabajando se hacen queridos de los dioses. (Es sorprendente
como la teoría social de la iglesia en la edad media, retoma este
carácter del trabajo agrícola como la forma de trabajo que "más
place a Dios"). Jenofonte insiste en la idea de que el trabajo
agrícola permite ejercitarse en cierto tipo de excelencia, de
areté, y no se incluye dentro del campo de las technai, sino que
más bien, junto con la función guerrera, se opone a los
artesanos, encerrados en su taller, lejos del contacto con la
naturaleza, adoptando su cuerpo a su forma específica de
trabajo, debilitándolo, modoficándolo. La agricultura no es una
techne, un saber especializado que consista en el aprendizaje
de procedimientos secretos de éxito. El trabajo agrícola supone
la dependencia del hombre del medio natural y por lo tanto la
única forma de sentir todavía su dependencia de las fuerzas
divinas.
Hesiodo, pone de manifiesto la función moral que implica el
concepto de trabajo en la Grecia arcaica. L.Bonilla señala a
este poeta, como aldeano y pensador, y "responde al ideario tan
griego de la práctica, de lo útil", de la objetiva racionalidad y
así fundamenta las ventajas del trabajo no sólo en
consideraciones teóricas, sino también en los bienes que
proporciona".(5)
En este mundo arcaico, en la época de los hombres y de las
mujeres de la guerra de Troya, se establecen los dos pilares que
Bonilla, frente a otras teorías, considera los pilares
fundamentales de la cultura griega: un realismo naturalista y un
amor al trabajo. A partir de aquí, evoluciona toda la dinámica
griega, tanto filosófica, como técnica y social. A pesar de que
en algún momento ese realismo se viera empañado por ideales
místicos de procedencia oriental, no obstante, hay en el mundo
griego una mentalidad pretécnica, una dinámica, una inquietud
para resolver los problemas que incita permanentemente a la
investigación y al trabajo.
SABER TEÓRICO Y SABER PRÁCTICO EN LA
SOCIEDAD PRESOCRATICA.

La ciencia, y la aparición de las técnicas no son invenciones


griegas. En cualquier manual de historia de la ciencia
encontramos un desarrollo importante de todos estos saberes
en las sociedades orientales. Egipto o Babilonia desarrollaron
grandes avances en el terreno de las matemáticas, la
astronomía, la geometría e incluso la biología. Pero, no
obstante, seguimos hablando del milagro griego cuando nos
referimos a la ciencia y la filosofía surgida en Grecia alrededor
del siglo VI a.C., mejor dicho, en las colonias griegas de la
costa de Asia menos, en concreto en la ciudad de Mileto.
No podemos olvidar que, este "milagro" se produce en un
momento histórico y en una sociedad determinada: en unas
colonias formadas por gente con un fuerte mestizaje oriental,
por emigrantes salidos de la metrópoli con un gran afán de
progreso, que son un pueblo sin pasado, que han renunciado a
una estructura de sociedad tribal debido al desarrollo, como
veremos, de una serie de técnicas productivas, que ya poseen la
técnica de la fundición del hierro y un alfabeto, que viven en
una sociedad costera, con un puerto que se ha convertido en un
centro importante de actividad comercial y de tráfico cultural,
que está en el centro de las rutas de las caravanas que se
dirigen hacia el resto del continente asiático...
En este tipo de sociedad emprendedora donde va a surgir una
carácter específico que determinara una nueva concepción de
la ciencia griega. No se puede afirmar, simplemente, que el
carácter novedoso de la ciencia griega sea el que los
pensadores de Mileto inauguren un saber secularizado y
"racional" sobre la naturaleza, ya que habrá que esperar a
Parménides para que la razón entre en el campo
epistemológico con todo su valor cognitivo. Farrington
propone el término "operacional" para resaltar el carácter
novedoso de esta reflexión. La ciencia Griega se definirá como
un saber operacional de la naturaleza y esto implica que la
medida de la verdad viene dada por el éxito de la práctica, así,
"la exaltación del conocimiento práctico contenido en las
técnicas hasta hacer de él un método de análisis de los
fenómenos naturales, fue el paso verdaderamente
revolucionario"(6). Lo que defiende Farrington no es sólo la
existencia de una ciencia aplicada, sino un hecho más radical:
son las técnicas las que servirán de modelo a la ciencia teórica
o especulativa. No sólo sería improcedente, por lo tanto, hablar
en este momento de un divorcio entre técnica y ciencia, sino
que será el trasfondo técnico el que de origen a los modelos
explicativos teóricos.
Los avances en el terreno de las técnicas los encontramos en
casi todos los terrenos productivos:
-El arte de las minas progresó durante los siglos V y VI, en las
minas de Laurión se llegó al tercer contacto, se perfeccionó el
pozo vertical, así como el conocimiento de yacimientos y
filones. En la isla de Siphnos, en el siglo VI nos encontramos
con hornos de chimenea con revestimiento de arcilla, orificio
de aireación y de colada.
-El mejor ejemplo de esta evolución lo encontramos en las
técnicas de construcción de los grandes edificios públicos y
religiosos. Aparecen nuevos materiales que sustituyen a la
madera y al ladrillo, como es el caso de la piedra y esto sólo
fue posible en la medida en que aparecieron sistemas
elevadores,como demuestran algunas marcas en las piedras de
los muros de Delfos.
-En lo que concierne al arte militar los inventos fueron también
notables; aparece un nuevo tipo de armamento y cambia la
estrategia. Sin duda casi todos los pueblos empiezan a utilizar
fortificaciones más o menos elaboradas. Atenas erigió sus
primeras murallas ante el asedio de los Persas alrededor del
siglo VI.A causa de ello surgieron una serie de maquinaria de
asedio realmente novedosas. Herodoto y Tucídides describen
estas máquinas incendiarias, las catapultas, las torres móviles
de madera, gastrofetas...
Lo que vemos nacer en este período no es sólo una técnica que
progresaba, sino también una técnica que buscaba su propia
racionalidad, que recurría a unos principios que la ciencia
acababa de descubrir y que a su vez proporcionaba a la ciencia
algunos modelos de los que esta carecía. Por ello, en este
momento del desarrollo de la ciencia y de la técnica parece
mas adecuado resaltar que el nacimiento del sistema científico
estaba necesariamente ligado al sistema tecnológico. Desde
Tales a Arquitas, la mayoría de los sabios griegos se
interesaron tanto por la ciencia como por sus aplicaciones
práctica.
Tales, "ese hombre bien dotado para las artes mecánicas", decía
Platón, es uno de los ejemplos mas evidentes de conjunción
entre pensamiento científico y técnico. De todos es conocido la
predicción de un eclipse de sol , pero también, como cuenta
Aristóteles el hecho de que "apoyándose en sus conocimientos
de astronomía predijo que iba a haber una buena cosecha de
olivas. Con lo cual arrendó todos los molinos de Mileto a bajo
precio. Cuando llegó la época de la recolecta arrendó al precio
que quiso los molinos, ganando mucho dinero, lo que
demuestra -dice Aristóteles que es fácil para los filósofos
enriquecerse, lo que ocurre es que no se afanan en ello".
Pero Tales no es el único. Anaxímenes "osó dibujar un cuadro
de la tierra habitada" y diseñó un reloj de sol. Teodoro inventó
el nivel y la escuadra, la llave e incluso la palanca, parece que
estableció un sistema de calefacción central para calentar el
templo de Diana en Efeso. Eupalanio de Samos construyó un
túnel destinado a conducir el agua hasta la ciudad. Esta
construcción fue el resultado de la aplicación práctica de sus
conocimientos geométricos y no es resultado de una
construcción teórica. A Glauco de Quíos, se le atribuye la
invención de la soldadura de hierro, a Arquímedes la del
tornillo y la polea, de él nos dice Plutarco que "sobresalía en la
fabricación de máquinas, queriendo conducir la geometría y la
especulación hacia las cuestiones de la vida, halló toda suerte
de aplicaciones".
En fin, la lista podría ser mas extensa pero no por ello
cambiaría el hecho de que ciencia y técnica en el mundo
presocrático no se presenten como actividades separadas, sino
que es necesario admitir que desde el siglo VI y V el progreso
fue continuo en ambos órdenes, y ello tanto en lo referente al
utillaje disponible como, al mismo tiempo, alas construcciones
técnicas mas complejas. Se está gestando un mundo nuevo, una
nueva forma de concebir la ciencia de forma cada vez más
discursiva y especulativa, y nuevo también, en la medida en
que esta cambiando el concepto de saber técnico. La aparición
de la polis democrática y la forma específica de pensamiento
que lleva implícita, cuyos principales responsables serán
Platón y Aristóteles, modificará tanto el discurso técnico como
el científico.
EL CONCEPTO DE TECHNE EN LA ÉPOCA CLÁSICA

Tres son las características que configuran el nuevo concepto


de techné en el mundo clásico. En primer lugar "la actividad
del artesano pertenece a un dominio en el que ya se ejerce en
Grecia el pensamiento positivo". La techné adquiere un
carácter práctico, ya que el artesano no pone en juego, a la hora
de dominar la naturaleza, fuerzas ocultas, sino que actúa sobre
la physis, transformándola. En este sentido (como veremos
mas adelante en el Protágoras de Platón) la techne se opone a
la tyche en el doble sentido, tanto de suerte como de don
divino.
En segundo lugar, la función de la técnica pertenece y se
inscribe en el marco de la polis. En la medida en que este
concepto significa tanto la actividad especializada como el
conjunto de reglas para triunfar en el terreno de la acción, sólo
puede concebirse en el marco de la Politeia. Así pues, la
división del trabajo y la especialización técnica fundan la
Politeia griega.
Por último, los textos más académicos añaden una tercera
característica: la separación radical entre ciencia y técnica, así
como un cierto parón técnico debido a la devaluación del
trabajo de los artesanos. A la hora de evaluar este último
aspecto, la mayor parte de los textos remiten a la existencia de
la esclavitud como el elemento que permitiría explicar el nuevo
estatus de la clase artesanal.
Para Vernant, la ausencia de un pensamiento técnico no puede
explicarse recurriendo solamente a la existencia de la
esclavitud, "ni depende solamente del nivel general de
conocimientos, sino que implica todo un orden de
representación"(7).
Siguiendo esta tesis, creemos que el sistema de representación
de la cultura clásica debe imponer una nueva definición de una
serie de conceptos que se utilizan de forma profundamente
anacrónica. Sólo analizando el término de techne tal y como
aparece en el marco de la polis griega podremos arrojar luz
sobre esta discusión.
Parece posible afirmar que le concepto de técnica, tal y como
se entiende actualmente, no existe en el mundo clásico, o que,
en cualquier caso, no se puede traducir techne por técnica. Hoy
entendemos por técnica una ciencia aplicada, preocupada por
la eficacia, basada en un pensamiento experimental, operando
sobre objetos materiales, orientada hacía esquemas mecánicos
para transformar conscientemente la naturaleza, situándose en
una línea de progreso y renovación. En el marco de la Polis,
quienes poseen estas características, si no todas, al menos
algunas de ellas, es el hacer de los artesanos y en este sentido
si puede afirmarse que el oficio artesanal no es creador de
valores sociales porque, a pesar de que los hombres sólo
pueden sobrevivir intercambiando el producto de su trabajo, y
que tanto para Platón como para Aristóteles la ciudad se
fundamenta en la repartición de tareas, el trabajo no es un
elemento de cohesión social, ya que es precisamente lo que
divide y por lo tanto, la cohesión debe buscarse en otro lado.
Pero de esta consideración no puede deducirse tan fácilmente
que la diferenciación de la actividad artesanal se oponga a la
comunidad política.
Las capacidades productoras se presentan como capacidades
naturales en la medida en que la actividad artesanal prolonga
las cualidades naturales de los artesanos, pero, también, por
otra parte, el objeto fabricado obedece a una finalidad análoga
a la del ser vivo; su perfección consiste en adecuarse a la
necesidad en virtud de la cual ha sido producido. Por ello
"socialmente el artesano no es un productor. Por su oficio entra
en contradicción con el usuario en un lazo de dependencia
natural, en una relación de servicio....la poiesis sitúa al
artesano en otro plano: el de las fuerzas físicas, el de los
instrumentos materiales" (8).
Quizás sea a partir de este texto desde dónde se puede aclarar
el verdadero sentido del concepto de techné y su diferencia con
el saber del artesano, que no es, en principio, un verdadero
saber, sino una repetición rutinaria instalada en una tradición
que poco tiene que ver con la ciencia, un trabajo que se ha
convertido en un sistema de habilidades prácticas que no
conducen a la innovación. Aristóteles hablará de "esa
familiaridad con las cosas", marcada por la finalidad impuesta
por la producción de un objeto útil, en fin, de una actividad
productiva destinada a la poiesis.
En Platón y en Aristóteles, ese no es el técnico. El que posee
una techné no es el zapatero o el alfarero, sino el ingeniero o el
médico. Por lo tanto parece necesario ver como aparece el
concepto de techné en ambos autores.
Prometeo en el Protágoras de Platón

En el diálogo del Protágoras se plantea la cuestión de la


función de la techné frente a la tyche. Este planteamiento no es
específico de Platón ya que lo encontramos también en la
Física aristotélica y en cierta medida pertenece al trasfondo de
la cultura griega.
Tyche tiene que ver con la fortuna, con lo que acontece, lo
contingente, o simplemente con lo que los hombres no
controlan. En este sentido, lo que se plantea en el texto es la
idea de que el verdadero progreso consiste en eliminar la tyche
mediante la techné, "una nueva techné que asimile la
deliberación práctica a la numeración, ponderación y
medida"(9).
Los hombres tienden a dejarse gobernar por la fortuna por
varias razones:
-Hay una vulnerabilidad manifiesta de los hombres frente a la
fortuna, fundada en la fragilidad que supone el apego a las
actividades u objetos vulnerables. Así, Sócrates, teme a la
fortuna en su relación amorosa con Alcibiades por que no
puede controlarla.
-En segundo lugar, los valores buscados son plurales y por ello
mismo es difícil evitar los conflictos entre ellos; así, buscar el
amor de Alcibiades entra en contradicción con la búsqueda de
la verdad.
-Por último, el poder de la pasión nos aleja de ajustarnos a una
planificación práctica y nos convierte en juguetes de la fortuna.
Pues bien, frente a esta vulnerabilidad de los hombres
sometidos a los caprichos de la fortuna, parece que la única
forma de poder vivir una buena vida es el desarrollo de la
techné.
Según admite Protágoras, Prometeo y su hermano Epimeteo
son los encargados de los dioses de distribuir las cualidades de
forma conveniente. Epimeteo derrocha todas las cualidades
con las bestias y no deja nada para los hombres. Prometeo,
para reparar el mal causado por su hermano, roba el fuego, es
decir, "el genio creador de todas las artes". Así, los hombres,
después de este regalo, poseen todas las technai, pero
desconocen el arte de gobernar, la justicia y el honor. De este
hecho pueden deducirse claramente el origen de las tres clases
sociales de Platón, fundadas en la techne:
-La techné utilitaria
-La techné militar.
-La techné de gobernar.
Parece que sólo las dos segundas se convierten en saber o
episteme, mientras que la primera quedaría excluida de
cualquier relación con el saber. Por ello, algunos autores
concluyen "que esta forma de delimitar y juzgar lo técnico en
el hombre, es en Platón solidaria con todo un sistema donde lo
filosófico, lo moral y lo político están estrechamente
enlazados" (10).
Sin embargo, no se puede olvidar el doble sentido que tiene en
Platón el concepto de techné, tanto como arte, que como
ciencia. Varios especialistas del mundo griego confirman esta
hipótesis: Nussbaum señala que no se puede encontrar en
Platón una distinción sistemática entre episteme y techné.
También Dood, en su texto sobre "lo irracional en los griegos"
afirma que a finales del siglo V la techné se entendida como "la
aplicación sistemática de la inteligencia a todos los campos de
la actividad humana". Guthrie, en su historia del mundo griego
(III,I,115) la define como algo que comprende todas las ramas
de la habilidad o inteligencia aplicada, humana y divina , que
se opone a la acción de la naturaleza aislada. Por último, Lyons
en "La estructura semántica, análisis del vocabulario de
Platón"(Oxford, 1963),afirma que la techné y los nombres de
las technai concretas actúan semánticamente como objeto
directo más común del verbo epistasthai.
Así pues, deberíamos concluir que la techné "es una aplicación
deliberada de la inteligencia humana a alguna parte del mundo
que proporciona cierto dominio sobre la tyche: se relaciona con
la satisfacción de las necesidades y con la producción y el
dominio de las contingencias "(11).
El libro X de la "República" puede constituir un texto
aclaratorio de lo anterior antes expuesto. Platón se refiere a una
triple concepción de la poiesis:
-La poiesis del obrero divino de las ideas. El demiurgo produce
contemplando directamente las Ideas en todo su esplendor e
inmediatez.
-La poiesis del obrero humano que produce cosas, objetos ,
tomando como modelo análogo las Ideas.
-La producción del artista, que no está relacionada en ninguna
manera con la realidad ideal y que por lo tanto, sólo produce
simulacros.
Esta jerarquización de la poiesis produce, a su vez, una
jerarquía en los rangos de la Teoría:
-La espisteme , sería el saber del Demiurgo, o de los hombres
"que son como los dioses", que ve plenamente el ser tal y como
es por naturaleza.
-La techné, sería el saber humano que intenta ver lo que los
dioses ven plenamente y que funda su saber-hacer en esta
visión limitada de las ideas.
-Por último, el "saber" de los artistas, alejados completamente
del mundo ideal y cuyo saber ni merece el nombre de techné.
Así pues, las artes técnicas, encaminadas a la producción de
objetos "contienen verdad" en un doble aspecto: en primer
lugar, por que suponen un cierto conocimiento de la auténtica
realidad, así, dice Platón, un carpintero no puede fabricar una
cama si no posee la Idea de cama. Pero también contienen
verdad en un segundo aspecto, en cuanto cooperan con la
naturaleza y el logro de cada propósito implica que las
potencias de la naturaleza han sido logradas.
Por todo ello, creemos que no se puede hacer una
interpretación restringida de la techné, y sobre todo es
necesario apartarse de las visiones anacrónicas que abordan el
significado de este término desde una perspectiva moderna e
instrumental. Traducir techné por técnica es confundir la
techne con la idea de un producto identificable y exterior a la
propia acción que conduce hacia él. Y parece que esta
concepción no es habitual en los autores antiguos, ni en los
historiadores que se han dedicado a estudiar el mundo griego.
Incluso pensadores como Aristóteles que diferencian, como
veremos, las artes que producen una obra (ergon) exterior al
ejercicio del artífice, de las que tienen el fin en sí mismo,
reduce la finalidad, en ningún caso a una finalidad exterior (el
producto),pues si hay algo implícito en la estructura social de
la polis clásica es que no sólo se trata de vivir, sino de vivir
bien ,por lo tanto, toda actividad, ya sea noética o poiética
tiene un fin en sí misma.
EL CONCEPTO DE TECHNE EN ARISTOTELES

Dos son los textos en los que Aristóteles aborda, de una forma
más sistemática la definición de la techne y su comparación
con otros tipos de saberes: el libro I de la Metafísica y en el
libro II de la Física.
En el libro 1-3 de la Metafísica (980a-983b), en el que se hace
una clasificación gradual de los distintos niveles de
conocimiento, Aristóteles comienza haciendo una distinción
radical entre las formas de saber específicas de los animales y
de los hombres: "los demás animales viven con imágenes y
recuerdos y participan poco de la experiencia. Pero el género
humano dispone del arte y del razonamiento".
La techné aparece, pues, como un tipo de conocimiento
especificamente humano, es decir, racional y por lo tanto
ligado especificamente a su capacidad racional.
"La experiencia hizo al arte", sin embargo no se pueden
confundir ambas formas de conocimiento. La empiria tiene que
ver con el conocimiento de las cosas singulares y por ello es
fundamental en la vida práctica ya que supone una "cierta
familiaridad con las cosas" y en cierta medida todo
conocimiento teórico debe estar basado en la experiencia, ya
que el médico no cura al hombre en general, sino que "sólo lo
singular puede ser curado".
"Nace el arte cuando de muchas observaciones experimentales
surge una noción universal sobre casos semejantes". Siguiendo
con el ejemplo de la techne médica (no olvidemos que
Hipócrates es coetáneo de Sócrates y que el arte de la medicina
alcanza con él un prestigio inusitado) saber que tal remedio
cura a tal hombre es fruto de la experiencia, pero saber que
cura a todos los individuos aquejados del mismo mal, es fruto
de la techne. Pero ,¿en qué radica esta diferencia de grados?,en
que unos conocen la causa y otros no, pues "los expertos saben
el qué, pero no el por qué", por ello nos parecen más sabios,
añade, los jefes de obra que los simples operarios, por que
estos "dominan la teoría y el conocimiento de las causas".
Por último, hay todavía una diferencia importante entre el
saber empírico y la techne: esta última, como toda ciencia,
puede ser enseñada. Así pues, la techné aparece con todos los
rasgos de un saber ligado a las formas de conocimiento
racional y emparentada con la ciencia, ya que con ella
comparte:
-Su universalidad, conocimiento de cosas universales ya que
sólo este tipo de conocimiento permite predicciones verdaderas
sobre casos futuros.
-Su enseñabilidad, como todo saber ligado a la inteligencia,
conoce las causas y por lo tanto puede ser enseñado.
-Su precisión, la techné aporta precisión donde antes sólo había
vaguedad, así la medicina es precisa en la medida en que se
cumple en todos los casos.
-Su interés por la explicación, ya que se plantea cuestiones
sobre el por qué e intenta ofrecer respuestas teóricas, o al
menos, con fundamentación teórica.
Así, podemos concluir que "la universalidad y la explicación
permiten controlar el futuro en virtud de la aprehensión
organizada del pasado; la enseñanza posibilita que el trabajo
realizado impulse progresos futuros; la predicción brinda
exactitud y coherencia a los resultados, reduciendo al máximo
los fracasos "(12).
En esta definición, tal y como aparece en la Metafísica,
Aristóteles reduce el significado de techné a lo que en la Física
llamará la techné arquitectónica, para diferenciarla de la
productiva, es decir, de las encaminadas a la producción de un
objeto útil. Por ello, los ejemplos que aparecen tienen que ver
con el médico o con el ingeniero. Esto parecería suponer que
este tipo de artes estarían claramente ligadas a la inteligencia,
mientras que las artes productivas tendrían más que ver con la
poiesis, con la repetición rutinaria instalada en la tradición, que
poco o nada tiene que ver con la ciencia , puesto que el
ejercicio poietico se ha convertido en un conjunto de
actividades prácticas que son pura repetición y que, por lo
tanto, no conducen a la innovación.
Pero, precisamente, porque el pensamiento aristotélico se
inscribe en el marco de la polis, de la Politeia, porque el fin de
la ciudad no es sólo vivir, sino vivir bien, estas artes,
puramente productivas, aunque estén encaminadas a la
producción de un objeto externo, no tienen en el producto su
único fin, sino que una actividad técnica, bien realizada, es ya
un fin en sí mismo. Recordemos a este respecto que la Etica a
Nicómaco comienza con la siguiente afirmación: "Todo arte,
toda investigación, toda acción y toda deliberación tienden a
un fin" y añade que este fin es el bien. De la misma manera que
hay actos, artes y ciencias múltiples, hay también fines
diversos jerarquizados. En este orden de fines, todos ellos se
subordinan al de la Política ya que "el bien es deseable cuando
concierne al individuo aislado, pero es mucho más bello
cuando se aplica a un pueblo y a Estados enteros". Dicho de
otra manera, la techné productiva se convierte en pura poiesis
cuando se desvinculan de su carácter social y ético. Cuando se
moraliza, cuando su finalidad interna contribuye al buen vivir
de la ciudad, aparece como un saber.
En la Física II, la aparición de la techné tiene una doble
función: por un lado, permite la separación de dos órdenes
distintos de entes, el mundo natural, el mundo de "los seres que
encierran en sí mismos el principio del movimiento", y el
orden de la techne, un orden humano, ligado a la voluntad de
los hombres y a la sociedad. Physis y techne son dos principios
diferentes: todo ser surge de un principio, este puede ser
intrínseco (el caso de los seres naturales) o extrínseco que
supone la producción artificial de una cosa.
Parece curioso la aparición de este término en el marco de la
descripción de los seres naturales, pero , también parece lógico
ya que la techné supone la existencia de una dínamis, frente a
la energía del acto natural, dinamis que debe transformarse en
un ergon (propia de la acción humana) que conduce al acto
perfecto (entelequia).También, en este sentido se debo volver a
insistir en la diferencia entre techné y técnica, la segunda busca
solamente la producción de un objeto útil, la primera busca un
acto perfecto que contribuya a una vida cualificada, es decir,
eticamente buena y políticamente justa.
Por otra parte, en el mundo natural, una causa implica
necesariamente un efecto, es decir, que la dínamis tiende a
convertirse en energeia, pero en el mundo de la techne se
necesita una mediación que ponga en relación el saber, el hacer
, con los fines, fines que no se reducen a una finalidad exterior,
sino que tienen también una finalidad ética y por lo tanto
política.
También, en la Física, aparece de forma más explícita la
distinción entre los tipos de actividad técnica .En Física II 194b
Aristóteles dice: "También las artes producen la materia...las
artes que la conocen y la dominan son dos: unas consisten en
hacer uso de las cosas y otras son arquitectónicas....ambas se
diferencian en que las artes arquitectónicas conocen la forma,
mientras que las artes productivas conocen la materia". Así ,
vuelven a parecer los "expertos" que poseen un saber que sólo
se sabe cuando se realiza, y los técnicos que poseen una
práctica adquirida, de la cual deducen un saber universal, que
saben el por qué y sobre todo que conocen la materia y la
forma. El que construye un timón, dice Aristóteles, sabe que
forma debe tener y cómo funciona, pero el que posee la techne
de la navegación, sabe cómo y por que debe tener tal forma o
estar hecho de tal madera. Así, aparece la diferencia entre
carpintero que lo construye y el ingeniero que lo concibe, entre
el arquitecto que sabe cómo hay que construir y el obrero que
coloca las piedras.
Pero, todavía es necesario añadir una última precisión. Hemos
intentado mostrar que el concepto de techné no puede ser
traducido por el de técnica ,en su definición antropológica e
instrumental, tampoco puede ser desligado de la episteme y de
la inteligencia ya que por ser fruto de una actividad
típicamente humana transforma la dínamis en ergon, es el
resultado de un acto deliberativo y volitivo, y por lo tanto es un
concepto que en Aristóteles se aplica a diferentes topoi. En este
último sentido podemos hablar de :
-Una techné lógica, un instrumento que consiste en la
producción de modelos de argumentación que sustituyen al
razonamiento dialéctico del hombre sabio.
-Una techné moral que consistiría en producir acciones justas
que utilizaría el hombre prudente para vivir bien.
-Una techné poética, es decir la producción de reglas para que
la obra literaria imite verosímilmente a los acontecimientos
realizados en la naturaleza.
-Una techné retórica, el arte de argumentar para que convencer
equivalga a razonar bien.
Una techné ligada a la actividad intelectual y moral del
ciudadano, techné que se ejerce permanentemente en el ágora,
en los tribunales, en la vida cotidiana y que en ningún caso se
reduce a la actividad poiética, este sería el destino de la técnica
en el sueño Heideggeriano y esta sría también nuestra única
posibilidad de salvación. Realmente no sabemos si la pregunta
por la esencia de la técnica, en cuanto remite al análisis de la
techné, puede ser liberadora del hombre, quizás tampoco nos
resulta fácil compartir esa especie de optimismo trágico de
Heidegger, pero si creemos que sólamente rastreando el
funcionamiento de este concepto en los textos clásicos, sólo
enmarcándolos en el único contexto posible de la acción
humana, que para un griego es el topos de la polis, puede
entenderse la variedad semántica de este término y evitar así
todo tipo de tentación simplista o reducionista. Si mirar hacia
atrás no nos salva, nos permitirá, al menos, entender mejor
nuestro destino.

CITAS
1. PLUTARCO: La vida de Marcelo. Ed. J.Gil, Barcelona, 1944.
2. HEIDEGGER: Langue de tradition et langue technique. Ed.Lebeer Hossmann, Paris 1990,
Pag.21.
3. J.P.VERNANT: Mito y pensamiento en la Grecia antigua. ED. Ariel, Barcelona,
1983.Pag.224.
4. J.P.VERNANT: op. cit. pag. 246
5. L.BONILLA: Historia de la técnica y del trabajo. Ed. Alianza, Madrid, 1995, Pag.89.
6. B.FARRINGTON: Mano y cerebro en la antigüedad. Ed.Ayuso, Madrid, 1974, pag.26.
7. J.P.VERNANT: op. cit. pag. 287.
8. Ibidem, pag273
9. M.C. NUSSBAUM: La fragilidad del bien. Ed.Visor, Madrid 1995, pag. 136.
10. J.P.VERNANT: op. cit. Pag 249.
11. M.C. NUSSBAUM: op. cit. pag. 143.
12. Ibidem pág. 145.

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