Sei sulla pagina 1di 3

El niño con el pijama de rayas

3° medio A
NOMBRE: ____________________________

Personajes: Bruno, Shmuel, Madre, Gretel, Padre, María.

Escena 1: Casa de Bruno


Bruno: (llorando) ¡Pero papá! Yo no quiero quedarme ahií. Me aburro mucho y es muy feo el paisaje.
Madre: Bruno, no seas escandaloso. Además, será solo un tiempo. Y el trabajo de tu padre es muy importante,
recuérdalo.
Padre: Mira Bruno, si no te gusta, mala suerte. Mi trabajo implica que debo estar allá y ustedes son mi familia,
así que se quedan conmigo.
Bruno: ¡Pero papá! (llora desconsoladamente) Llévense a Grete (aparte) al fin y al cabo es tonta de remate. (a sus
padres) Tendré que dejar a mis amigos, a Karl, a Daniel y a Martin. ¡Es terrible!
Madre: Ya harás otros amigos. (tajante) María, ve a hacer las maletas de Bruno. (María va a hacer la maleta) y
tú, Bruno, ve a ayudarle.

Escena 2: La nueva casa


Bruno: Parece que nos hemos equivocado. Esta casa es horrible.
María: Me temo que no, señorito Bruno. (María se dirigió a deshacer las maletas.)
Madre: A nosotros no nos corresponde pensar. Nosotros venimos acompañando a papá. Y ciertas personas toman
las decisiones por nosotros.
Bruno: Creo que deberías decirle a Padre que has cambiado de idea. Si no hay más remedio que pasar el
resto del día aquí, y cenar y quedarnos a dormir esta noche porque todos estamos cansados, no importa, pero
mañana tendríamos que levantarnos temprano si queremos llegar a Berlín antes de la hora de merendar.
Madre: (suspirando) Bruno, ¿por qué no subes y ayudas a Maria a deshacer las maletas? Estamos aquí,
hemos llegado, éste será nuestro hogar en el futuro inmediato y tenemos que poner al mal tiempo buena
cara. ¿Me has entendido? (Madre se va)
Bruno: ¡Este no es mi hogar y nunca lo será! Ni siquiera creo que haya alguien con quien jugar que no sea Gretel.
Menudo consuelo. Gretel es tonta de remate.
Gretel: (apareciendo) No es bonito, ¿verdad?
Bruno: ¡Es horrible! ¡Quizá cuánto tiempo pasaremos aquí!
Getel: Padre dice que un futuro inmediato.
Bruno: ¿Qué es un futuro inmediato?
Gretel: Como tres semanas.
Bruno: ¡Menos mal! Pensé que era como un mes el que pasaríamos en este lugar tan feo.
Gretel: Bueno, sí. Ahora puede parecer horrible. Pero cuando arreglemos un poco la casa seguro que no nos
parecerá tan mal. Le oí decir a Padre que quienes vivían aquí en Auchviz antes que nosotros perdieron su
empleo muy deprisa y no tuvieron tiempo de arreglar la casa para nosotros.
Bruno: ¿Auchviz? ¿Qué es un auchviz?
Gretel: «Un» Auchviz no, Bruno (suspiro) Sólo Auchviz.
Bruno: Bueno, pues ¿qué es Auchviz?
Gretel: Es el nombre de la casa. Auchviz. Auchviz debe haber sido la familia que vivía aquí antes que nosotros,
supongo. El padre no debía de hacer bien su trabajo y alguien dijo: «Largaos, ya buscaremos a otro que sepa
hacerlo mejor.»
Bruno: Entonces ¿estamos aquí, en Auchviz, porque alguien echó a la familia que vivía en esta casa antes
que nosotros?
Gretel: Exacto, Bruno. Y ahora, sal de encima de mi. Me estás arrugando el vestido.
Bruno: Bueno, los otros niños no parecen simpáticos.
Gretel: ¿Cuáles niños?
Bruno: (acercándose a la ventana) Esos.
Gretel: (tragando saliva) Mmm, si, no lo parecen. (Reflexionando) Es muy extraño. Sí, debe de ser eso. Es el
campo. A lo mejor ésta es nuestra casa de veraneo.
Bruno: esto no se parece a un campo. Hay personas de todas las edades y esos soldados parecen retarlos. Además,
todos se visten igual. Definitivamente esto no es el campo.
Gretel: Tienes nueve años ¿Qué sabrás tú? Cuando tengas mi edad entenderás mucho mejor estas cosas.

Escena 3: Despacho del padre


(Bruno toca a la puerta, padre sentado escribiendo)
Padre: Pase (Bruno entra) Hola hijo. Estaba punto de subir a verte. (le estrecha la mano)
Bruno: Hola (tímidamente). Papá, ¿cuándo volveremos a casa?
Padre: Bruno, este es nuestra casa ahora. Un hogar es donde está la familia, y nuestra familia debe estar acá, ergo,
este es nuestro hogar.
Bruno: Pero los abuelos son de nuestra familia y no están acá.
Padre: es cierto, pero los miembros más importantes de nuestra familia son tú, mamá, Gretel y yo y si estamos
acá.
Bruno: Pero es horrible.
Padre: Vamos, dale una oportunidad. Al final acabará gustándote. Ya verás. (se acerca a Bruno). Cuando yo era
niño había ciertas cosas que no me gustaba hacer, pero si mi padre decía que lo mejor para todos era que las
hiciera, yo me esmeraba y las hacía. Entendía que mi padre, tu abuelo, sabía qué era lo que más me convenía,
y que yo siempre estaba más contento cuando lo aceptaba. ¿Crees que habría tenido tanto éxito en la vida si no
hubiera aprendido cuándo he de discutir y cuándo obedecer las órdenes sin rechistar? Dime, Bruno, ¿qué crees?
Bruno: (después de pensar) ¿Has hecho algo mal en tu trabajo? Ya sé que todos dicen que eres un hombre
importante y que el Furias tiene grandes proyectos para ti, pero no te habría enviado a un sitio como éste si no
hubiese tenido que castigarte por algo.
(Padre ríe)
Padre: Veo que no entiendes la importancia de un trabajo como el mío.
Bruno: ¿Quiénes son esas personas?
Padre: Soldados, Bruno. Siempre los ves.
Bruno: no, me refiero a esas personas que viven afuera.
Padre: (pensativo) Ah, esos. Bruno, esos no son personas.
Bruno: (sin entender) ¿Ah, no?
Padre: Al menos no son lo que nosotros entendemos por personas —explicó Padre—. Pero no debes
preocuparte. No tienen nada que ver contigo. No tienes absolutamente nada en común con ellos. Instálate
en tu nueva casa y pórtate bien, eso es lo único que te pido. Acepta la situación en que te encuentras y todo
resultará mucho más fácil.

Escena 4: jardín
Bruno: Estoy harto. Esta casa no tiene nada interesante. Mejor revisaré el jardín. Al fin y al cabo, al otro lado de
la reja están esas personas de pijamas raros. Siempre están trabajando y a veces, cuando se acercan los oficiales
se caen y no se vuelven a parar. Otros tienen que llevárselos.
(buscando deprimido) Supongo que este lado es igual de aburrido que el resto de la casa. Esta alambrada parece
ocupar varios kilómetros… (caminando) y tengo hambre. (mirando entre los barrotes) ¡Hay un punto que se
mueve! ¡No, es un niño! (dudando) Hola.
Niño: Hola.
Bruno: Estoy explorando.
Niño: ¿Ah, sí?
Bruno: Sí. Desde hace casi dos horas.
Niño: ¿Has encontrado algo?
Bruno: Bueno, te he encontrado a ti. (Encogiéndose de hombros) Vivo en la casa que hay a este lado de la
alambrada.
Niño: ¿Ah, sí? Una vez vi la casa desde lejos, pero a ti no.
Bruno: Mi habitación está en el segundo piso. Desde allí veo por encima de la alambrada. Por cierto, me
llamo Bruno.
Niño: Yo me llamo Shmuel.
Bruno: Nunca había oído ese nombre.
Shmuel: Ni yo el tuyo.
Bruno: Me gusta tu nombre. Suena como el viento.
Shmuel : Gracias, a mí me gusta el tuyo. ¿Cuántos años tienes?
Bruno: Nueve.
Shmuel: ¡Yo también! Nací el quince de abril de mil novecientos treinta y cuatro.
(Bruno lo mira con asombro)
Bruno: No puede ser… ¡yo también! ¡Somos como hermanos gemelos!

Escena 5: Cerca de la alambrada


Voz en off: Bruno y Shmuel se hicieron muy amigos. Todos los días se juntaban a conversar, exploraban juntos,
cada uno por su lado de la reja. Un día Bruno propuso a Shmuel que hicieran un agujero para que él pudiera pasar
a su lado de la reja. Shmuel creyó que era buena idea y prometió a Bruno que le conseguiría un pijama para que
pasara desapercibido. El día llego, ambos amigos se vistieron iguales y recorrieron juntos el otro lado de la
alambrada. Pronto llegó la noche.
Madre: (llorando) No puede ser. ¡Mi hijo ha desaparecido y es tú culpa!
Padre: Tú deberías haberlo vigilado. Yo estaba trabajando.
Gretel: (llorando) Hace muchas horas que está perdido. Siempre le gusta esconderse, pero nunca tanto rato.
Madre: (encontrando la ropa) Mira, es la ropa de Bruno. (pausa) ¡Ha cruzado! ¡Tienes que hacer algo!
(desesperada) ¡Recupera a nuestro hijo!
Padre: (tristemente) Ya no hay nada que hacer… esta tarde… (padres lloran desconsoladamente).

Potrebbero piacerti anche