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LAS MEDIDAS CAUTELARES

PERSONALES EN EL CPP
DR. CESAR AUGUSTO ALVA FLORIÁN

Material utilizado para el desarrollo del curso especializado: "proceso penal: proceso común y sistema de medidas cautelares", certamen organizado por el Equipo Técnico de
Implementación Distrital del Código Procesal Penal de la corte Superior de Justicia de La Libertad los días 14, 15 y 16 de marzo de 2018.
LAS MEDIDAS
CAUTELARES
PERSONALES EN EL
CPP

DR. CESAR ALVA FLORIÁN

Material utilizado para el desarrollo del curso especializado: "proceso penal: proceso común y sistema de medidas cautelares", certamen organizado por el Equipo Técnico de
Implementación Distrital del Código Procesal Penal de la corte Superior de Justicia de La Libertad los días 14, 15 y 16 de marzo de 2018.
I. INFLUENCIA DE LA POLÍTICA CRIMINAL EN LAS
MEDIDAS DE COERCIÓN PERSONALES EN EL CÓDIGO
PROCESAL PENAL

Entre el garantismo y la eficacia de la persecución penal: Una tormentosa relación

El procesalista español MONTERO AROCA indicaba que:

“La regulación que en materia penal se haga de la tutela cautelar


personal constituye el termómetro que mide la ideología de cada
período histórico”
¿ Es necesario sacrificar al garantismo procesal penal al
imponer una medida de coerción personal?
No es necesario en ninguna actuación procesal, estaríamos
revistiendo el paradigma actual de la constitucionalización del
proceso penal por cuestiones de eficacia de la persecución penal.

Es más al día de hoy los pronunciamiento juridisccionales de casos


emblématicos olvidan la vigencia del principio pro homine en la
tutela cautelar penal siendo este uno principio extraido de la DD.HH
Internacional.
PRINCIPIO PRO-HOMINE:

Es aquel que prescribe que en materia de derechos


fundamentales, debe estarse a la interpretación más favorable
para el ser humano, con o cual se propone una intelección de
los derechos fundamentales. que tenga como objetivo ampliar
su ámbito de eficacia, de ahí que todas aquellas regulaciones
que sean restrictivas de estos derechos deben ser
interpretadas bajo la directriz del mejor sentido y la mayor
amplitud en todo lo que beneficie a la persona humana.
La institución de las medidas cautelares personales tiende a
cumplir unos concretos fines, no siempre estrictamente cautelares,
pero que han sido estimados adecuados a la Constitución en tanto
se consideren asegurativa del proceso o de cualquier finalidad
legítimamente protegible. Entonces, si los fines que se asignen a
una medida cautelar exceden de los que son consustanciales a este
tipo de resoluciones, la medida perderá su naturaleza cautelar y
pasará a convertirse en otra cosa, en otra figura cuyos contornos
serán siempre imprecisos y contrarios al sistema de valores que
inspira el Estado de Derecho .
José Luis Castillo Alva comenta con total claridad este escenario:

“El Ministerio Público no es un poder fuera y al margen del Estado de


Derecho. Los fiscales no pueden actuar al margen y por encima de la
Constitución y la ley; no tienen el poder absoluto para disponer de la
libertad y de la vida de las personas cuando y como quieran. Sus
actos y peticiones no son una isla en el ordenamiento jurídico que
siempre deben ser obedecidos y cumplidos por los jueces. El poder
judicial de (y en) una democracia no es ni debe ser el guardasellos de
la fiscalía, ni su mesa de partes ni puede aceptar todos los pedidos
que le formulan, porqué el día que ello ocurra el Estado de Derecho
pasará a ser el “Estado de la persecución penal”.
2. ¿Fundabilidad de medidas de coerción personal en razones
de alarma social o populismo penal?

Asencio Mellado indica: “La medida de coerción personal como instrumento


de satisfacción inmediata de demandas sociales de seguridad o , lo que es
lo mismo, de prevención de la alarma social que , por tanto se mantiene de
forma encubierta una medida de seguridad pre delictual cuya pretensión no
reside en el aseguramiento de un proceso penal sino en prevención de un
abstracto peligro de futuros delitos, ese peligro nunca puede ser concreto
salvo situaciones determinadas y se asienta comúnmente en una
presunción de culpabilidad de difícil justificación constitucional; en realidad
se confunde las funciones de la pena con las del proceso, asignando a este
ultimo fines propios de la primera como lo es la seguridad ciudadana”.
Ninguna medida cautelar personal debe ser justificada tomando como función
cautelar para evitar futuros delitos, duran el proceso, constituye una medida
preventiva de significados más amplios que una medida cautelar No responde a
necesidades del proceso, sino a necesidades sociales y desarrolla una función
sustantiva no ceñida al proceso en curso. Se pasa a ser una medida policial, al servicio
de otros fines de política criminal y seguridad ciudadana del ámbito del derecho penal
sustantivo y no al procesal en el que se encuentra la institución de la medida cautelar.
EL ESTADO ACTUAL DE LA INFLUENCIA DE LA POLÍTICA CRIMINAL EN
LAS MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES PENALES

 Una medida es de prevención de hechos sólo si no influye necesariamente en la eficacia de


la aplicación del ius puniendi es una que en definitiva no cautela el resultado del proceso.
Cautela a la víctima, la convivencia social, a la sociedad.

 Hay que separar la funciones del derecho sustantivo y procesal

 El primero se encarga de regular las consecuencias jurídicas que permiten la “solución de


conflictos intersubjetivos de orden social”

 Los segundos no pueden arrogarse funcione del primero porque solo regulan medidas que
sirven para garantizar la función del derecho sustantivo, pero esa garantía responde
respecto a las consecuencias jurídicas aplicables al hecho histórico no respecto de un
hecho futuro.
El maestro Asencio Mellado cita un tema que es propicio en nuestro
escenario judicial actual con los Casos Odebrecht , Lava Jato y más :

“Ni la corrupción, ni cualquier otro delito puede justificar excepciones al


Estado de Derecho que lo perviertan. Sería tanto como reconocer que un
proceso compatible con los derechos humanos es ineficaz para luchar
contra la delincuencia y abrir la puerta a soluciones inquisitivas”
¿Juicios Paralelos en la decisión de
medidas cautelares personales?
-Son el conjunto de informaciones, opiniones y valoraciones vertidas por medios
de comunicación de forma continuada en el tiempo sobre la existencia o no de
unos hechos, el grado de participación o no de determinadas personas, la
relevancia jurídica de los mismos, culpabilidad o inocencia e incluso el reproche
ético o moral que merecen las personas relacionadas con el procedimiento
penal

-El tratamiento de la información en los juicios paralelos constituye una


modalidad patológica de la información veraz y respetuosa con los derechos
fundamentales de las personas.
 Existeuna política del law and order (derecho y orden) que
convierten a la prisión preventiva en una medida automática,
cuando se trata de delitos violentos (feminicidios), criminalidad
organizada, delitos de corrupción de funcionarios y delitos de
cuello blanco o de empresa (lavado de activos), siendo así que
una respuesta automática al caso en concreto, representa una
visión inconstitucional y ciertamente de “demagógica del
proceso penal”

Podemos concluir sobre el problema especifico del juicio


paralelo en las medidas cautelares personales frente a un
incremento cuantitativo y cualitativo de juicios paralelos, es
preciso reconocer que la libertad de información o prensa y el
juicio público aunque pilares básicos de una sociedad
democrática en un Estado de Derecho, no son un derechos
absolutos. Y deben conciliarse con el derecho a la presunción de
inocencia y el derecho a un juicio justo.
CIDH Y SU PERSPECTIVA CON RESPECTO A
LAS MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES
Las reformas legales y la “pseudo” política criminal tendiente a la utilización de las Medidas
coercitivas para proponer mayores niveles de encarcelamiento como solución a los problemas de
seguridad ciudadana, vienen acompañadas de un fuerte mensaje mediático y político que cuentan
con un gran respaldo de la opinión pública, obstaculizando con ello, iniciativas tendientes a
racionalizar el uso de la prisión preventiva, dejando de lado la adecuada utilización de medidas
menos gravosas para los derechos de los ciudadanos.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha establecido que:


[…] del artículo 8.2 de la Convención se deriva la obligación estatal de no restringir la libertad del
detenido más allá de los límites estrictamente necesarios para asegurar que no impedirá el desarrollo
eficiente de las investigaciones y que no eludirá la acción de la justicia, pues la presión preventiva es
una medida cautelar no punitiva.
¿Cautelar o Punitiva?
El Tribunal Constitucional, a fin de pronunciarse acerca de la finalidad que debe perseguir
la aplicación de las medidas de coerción personal menciona que:
[…] existen dos intereses que deben ser protegidos: a) la garantía a un proceso penal
eficiente que permita la sujeción al proceso penal de la persona a quien se imputa un
delito, y b) la garantía a la protección de los derechos fundamentales del imputado.
Estos intereses, aparentemente contrapuestos, deben lograr un verdadero equilibrio a
fin de no menoscabar la protección de uno frente al otro, siendo la regla general, la
libertad […]. Caso contrario, se produce una afectación al derecho a la libertad
individual y al principio informador de presunción de inocencia. Tribunal Constitucional
en la STC Exp. Nº 731-2004-HC/TC, caso Alfonso Villanueva Chirinos.
¿SE CUMPLE DICHA FINALIDAD?
La respuesta es NO, esto es debido a varios factores, pero de manera general a dos carencias específicas:
El estudio de la prisión preventiva no se ha desarrollado desde la naturaleza procesal de las medidas
cautelares, si no de nuevas y polémicas tendencias político criminales.
En los casos excepcionales en que se ha abordado el estudio desde una perspectiva procesal de las
medidas cautelares en el ámbito penal se ha hecho desde una perspectiva civilista, sin considerar que debe
construirse una teoría desde las peculiaridades de los fines a los que sirve el proceso penal.

Ya esta comprobado que mas tiempo recluido en una prisión – mas aun si es de manera cautelar- no es la
solución a nuestros problemas de corrupción, de delincuencia, de olas de criminalidad; si no por el
contrario, es este desapego a los valores y esta creciente tendencia a cosificar al ser humano y a los
derechos, lo que rechaza la posibilidad de alcanzar ese anhelado equilibrio social.
2. LAS MEDIDAS DE CAUTELA PROCESAL PERSONAL
Requisitos generales:
Las medidas procesales debe cumplir la exigencia de la verosimilitud (fumus boni juris) y el peligro en la
demora (periculum in mora).
Presupuestos materiales:
Suficiencia probatoria: Elementos de convicción para determinar a los responsables (Autor o partícipe)
Prognosis de pena: Delito con sanción mayor a 4 años.
Peligrosidad procesal: Peligro de fuga o peligro de obstaculización.
Tribunal Constitucional (Exp. N° 3223-2014-PHC/TC): “Resulta suficiente que se manifieste alguno de los
aludidos supuestos para que se determine el peligro de la sujeción del inculpado al proceso penal y pueda
decretar la medida”.
3. Principios Generales de las
Medidas Cautelares Personales
Principio de Mínima Intervención
Probatoria
Su finalidad es tratar de desvirtuar la presunción de inocencia que le asiste a
toda persona conforme lo establecido en el Art. 2, inc. 24, literal d, de la
Constitución Política del Estado, respetando los estándares de legalidad.

Resulta necesario la existencia de un grado de confirmación sobre la realidad del


delito y la vinculación del imputado:
• Fumus delicti comissi: apariencia de verosimilitud del hecho delictivo.
¿Se materializa adecuadamente este
principio en la realidad peruana?
Donde se discuta la privación de uno de los derechos fundamentales más
importantes como la libertad de una persona, debe existir una exigencia
probatoria.
Casos como el de Jaime Yoshiyama:
• El Poder Judicial señaló que el allanamiento y registro domiciliario de los inmuebles
tiene como finalidad el encontrar elementos relevantes para la investigación.
• Sin embargo, estas actividades destinadas a la obtención de elementos
probatorios, encuentra sustento solamente en la manifestación de un postulante a
colaborador eficaz Jorge Barata, no se ha realizado ningún acto de corroboración
por parte del Fiscal respecto de estas manifestaciones para diseñar el caso.
¿Cuáles son las implicancias de este
principio en relación a las medidas de
coerción procesal?
Para establecer el nexo entra la probable existencia de un delito y la probable
responsabilidad criminal del sujeto pasivo de la medida, deben concurrir la
existencia de graves y fundados elementos de convicción.

Por “graves” debe interpretarse lo mismo que por “fundados”, es decir, se


requiere “algo más” (un plus material) que elementos suficientes para
estimar la probable comisión de un delito por parte del imputado.

No podría materializarse sin una mínima intervención o actividad


probatoria, para concretizar el denominado fumus delicti comissi.
Caso Empresarios Consorciados (Graña-Montero, JJ Camet,
etc. ) Delito de Colusión y Lavado de Activos/Exp. N°16-
2017, Primera Sala Penal de Apelaciones Nacional:

• Jorge Barata habría comunicado a los directores de las empresas constructoras


asociadas, la conversación sostenida con Alejandro Toledo, y la necesidad de
distribuir el costo de los pagos ilícitos, de cara a ser favorecidos en la licitación
del Proyecto Interoceánica Sur.
• Los elementos de convicción aportados por el Fiscal para sustentar su
requerimiento de prisión preventiva han sido acopiados en el procedimiento de
colaboración eficaz aún en trámite.
• No se delimitaron las circunstancias en que Jorge Barata haya comunicado a los
investigados la conversación que sostuvo con Toledo Manrique con el objeto de
verse favorecidos en el concurso de licitación, porque la declaración del
colaborador no fue corroborada.
• La Sala Penal Nacional dictó orden de comparecencia simple al considerar que
no es razonable afirmar la convergencia de sospecha grave de la vinculación
directa de los recurrentes con los hechos ilícitos imputados, (Fundamento 3.3.7.)
advirtiendo una inadecuada actividad probatoria.
¿Se obtiene elementos de prueba en el
procedimiento de Colaboración Eficaz?
Gonzalo del Río Labarthe:
“El procedimiento de colaboración eficaz no es un instrumento probatorio, sino es un
instrumento diseño del caso para el Fiscal”

Las declaraciones de los solicitantes no deben ser utilizadas como pruebas


para sostener un requerimiento de prisión preventiva (como erradamente lo
hace Fiscalía) y menos una condena, sino que deben estar exentas de una
corroboración.
Naturaleza indiciaria en la actividad
probatoria
La prueba indiciaria tiene como función probar, con algunos agrados de
probabilidad la existencia de un hecho, mientras que la sospecha es una
institución que no tiene una base externa y objetiva para demostrar un hecho.
Recurso de Nulidad N° 2912-2009-Piura, que señala los elementos referidos al
indicio y la inferencia lógica:
A.Ha de estar plenamente probado por los diversos medios de prueba que autoriza la ley, pues
de lo contrario sería una mera sospecha sin sustento real alguno.
B.Deben ser concomitantes al hecho que se trata de probar.
C.Deben estar interrelacionados, cuando sean varios, de modo que se refuercen entre sí y que
no excluyan el hecho consecuencia.
¿Realmente se controla la permanencia
de la Media Cautelar interpuesta?
Las medidas cautelares que sirven para coadyuvar a los fines procesales, son lo que deben ser,
un instrumento para el fin, no el fin en si mismo, lo cual debe entenderse siempre en su esencia
de CAUTELAR Y TEMPORAL, la regla general debería ser –digo debería por que no es así en la
realidad- que todos los ciudadanos que estén inmersos en un proceso penal, lleven el mismo en
libertad hasta el momento de decidir si serán absueltos o por el contrario se les impondrá una
condena.
La primera cuestión que se señala es la limitación temporal y condicionada de una medida
cautelar. Esta característica que se señala como una constante o distintiva de las providencias
cautelares, en este trabajo la definiremos como: provisionalidad, es decir, la limitación de la
duración de los efectos de estas medidas. Así pues, las mismas difieren, según la opinión de
Calamandrei, de todas las otras providencias jurisdiccionales no por la calidad de sus efectos,
sino por una cierta limitación en el tiempo de los efectos mismos. Este concepto de
provisionalidad se utiliza en un sentido distinto, y más restringido, que el de temporalidad.
PRINCIPIO DE LEGALIDAD
El principio de legalidad procesal, según el Prof. Montero Arocca17 sostiene que es El resultado
de estos tres monopolios es la llamada garantía jurisdiccional, que forma parte del principio de
legalidad en materia penal. Este principio, formulado inicialmente por Feuerbach, se articula hoy
en cuatro garantías: 1) Criminal o nullum crimen sine legge, 2) Penal o nulla poena sine legge, 3)
Jurisdiccional o nemo damnetur sine legale iudicíum, y 4) De ejecución o las penas se ejecutan
en el modo previsto en la ley. Pues bien, lo que estamos diciendo es que la garantía
jurisdiccional tiene en realidad un doble componente, pues por un lado atiende a que la pena se
impone sólo por los tribunales y, por otro, a que la pena se impone por los tribunales
exclusivamente por medio del proceso.
Su naturaleza constitucional
El Tribunal Constitucional en el Exp. 1805-2005-HC/TC, indica que el principio de
legalidad, de cuya interpretación pro homine se infiere que aplicarlo a todos los
imputados a los que se procese es extender in malam parte lo que pudiera afectar a
este, cuando por el contrario su aplicación debe ser in bonam parte. Lo cual quiere
decir, que la legalidad procesal de las normas debe ser interpretado in bonam
partem, máxime si en materia penal rige el principio favor rei y no crear vallas legales
para el ejercicio de los derechos del imputado.

Así, la legalidad del proceso posee rango constitucional, no solo porque haya sido
reconocido como principio por el guardián de la Constitución, sino también porque la
propia Constitución lo recoge, aunque sea de forma genérica, comprendiendo su
vertiente sustantiva y procesal a la vez, en el artículo 2° inciso 24° literal d).
Audiencia Cautelar y Confirmatoria Judicial

El sistema de audiencias incorporado por el código procesal penal del 2004 ha reforzado el principio
de oralidad en todo el proceso penal, fundamentalmente se observa este principio en la etapa de
juzgamiento, donde gracias a la publicidad del juicio se puede observar como los jueces, fiscales y
abogados fundamentan sus posturas y se resuelve sobre ellas de manera oral.

De igual forma sucede en las audiencias cautelares con un requerimiento previo o las audiencias de
confirmatoria judicial, pues en nuestro sistema procesal penal, toda medida de coerción personal o
real es discutida previamente, salvo que para garantizar el éxito y por la propia naturaleza de la
medida ésta deba ser autorizada judicialmente sin traslado a las partes afectadas.

Así, en el código procesal penal, la tutela cautelar penal ha sido reservada para el actor civil y para el
Fiscal, y en definitiva, revestido de la coertio el juez resolutor de las incertidumbres cautelares, sean
éstas con el fin de buscar pruebas y asegurar las mismas o con la finalidad de asegurar la presencia de
los sujetos procesales, o inclusive con la finalidad de asegurar la no lesividad del bien jurídico
Audiencia Cautelar y Confirmatoria
Judicial
Ahora, la única medida cautelar de coerción real sujeta a la confirmatoria judicial es la medida de
incautación (ojo, dentro del ámbito de las medidas de coerción, puesto que en las medidas restrictivas en
la búsqueda de pruebas se pueden encontrar más), siempre y cuando no exista un alto apremio y exigencia
del periculum in mora, puesto que si el peligro en la demora es de baja intensidad, el Fiscal deberá requerir
al juez que expida un auto autorizando la incautación.
La intervención del juez en un control ex ante o ex post a la medida de incautación es imprescindible, el
Acuerdo Plenario N° 05-201020, en el fundamento 14° es indispensable la intervención judicial, que es una
condición previa para la valorabilidad de toda incautación desde la perspectiva probatoria, desde luego no
es posible utilizar como evidencia lo obtenido a través de la incautación, mientras no se ha cumplido con el
correspondiente control jurisdiccional…de no ser posible la autoridad judicial deberá rechazar
provisoriamente el requerimiento o solicitud, que, como dato esencial, se sustentó en la incautación.
Entonces, la confirmatoria judicial constituirá un acto procesal-jurisdiccional mediante el cual se blinda de
legalidad al acto investigativo en la búsqueda de pruebas o se asegura la ejecutabilidad de la sentencia que
aplica como consecuencia accesoria la sanción del decomiso
Principio de Proporcionalidad
El principio de proporcionalidad en nuestro ordenamiento jurídico, mantiene dos acepciones,
tanto la sustantiva, en el artículo VIII del Título Preliminar del Código Penal, como la procesal,
específicamente en materia cautelar en el artículo 253° inciso 2° del Código Procesal Penal.

Es uno de los principios –sino el principal- que fundamenta la materia cautelar en el proceso
penal, bajo el cual subyacen tres subprincipios, como lo es el de adecuación, necesidad y
proporcionalidad en sentido estricto, los cuales han sido recogidos por la Casación 626-2013-
Moquegua21, la cual es un precedente vinculante de la Corte Suprema de Justicia, para ser
puntos a debatir y que deben estar presentes cuando de materia cautelar se trate y el Tribunal
Supremo lo ordena de la siguiente manera, Finalmente, se fundamentará la proporcionalidad de
la medida cautelar solicitada, la magnitud del riesgo procesal acreditado, así como su duración.
El Fiscal debe motivar en su requerimiento escrito, conforme al artículo ciento veintidós del
Código Procesal Penal y en las alegaciones orales, demostrando por qué es idónea, necesaria y
proporcional en sentido estricto. La defensa podrá cuestionarlo.
El test de proporcionalidad según
Alexy
El Prof. Robert Alexy en su libro Teoría de la Argumentación Jurídica habla del test de
ponderación y de proporcionalidad, indicando que el carácter de los principios tiene una
relación de implicación con el más importante principio del derecho constitucional material: el
principio de proporcionalidad, y viceversa, el principio de proporcionalidad implica el carácter de
los principios. El principio de proporcionalidad, con sus tres subrpincipios de idoneidad,
necesidad y proporcionalidad en sentido estricto, se sigue lógicamente de la definición de los
principios y esta definición se sigue de aquel...los subprincipios de idoneidad y de necesidad
expresan el mandato de optimización relativo a las posibilidades fácticas…se trata de impedir
ciertas intervenciones en los derechos fundamentales que sean evitables sin costo para otros
principios…; como se podrá apreciar, del fragmento del libro del Prof. Dr. Robert Alexy los
criterios de idoneidad y necesidad no son susceptibles de ponderación, de igual forma en todo
momento se habla de principios y derechos, puesto que ellos son los únicos pasibles de
ponderación haciendo posible su práctica entre un derecho con derecho o principio con
principio.
Problemáticas del Test de Proporcionalidad
¿A qué se refiere la jurisprudencia cuando nos indica que se debe tomar en cuenta
el principio de proporcionalidad? El Tribunal Constitucional24 responde que es La
proporcionalidad que debe existir entre el interés general de la sociedad en reprimir
el delito y el interés del individuo en que se respeten sus derechos fundamentales se
rompe en perjuicio de este último, a quien se le impone un mayor sacrificio.
El principio de proporcionalidad en materia cautelar en el proceso penal, tratado
con mayor probidad para le medida de coerción personal como la prisión
preventiva, resulta ser un principio fundamental de las medidas cautelares, bajo el
cual no sólo será un punto a debatir en la audiencia de prisión preventiva, sino que
por ser un principio debe ser de aplicación para todas las demás medidas
cautelares, aunque no esté especificado textualmente por la jurisprudencia, debe
ser de aplicación genera
DESLEGITIMACIÓN DE LAS CARACTERÍSTICAS PROPIAS DE LAS
MEDIDAS CAUTELARES
Queda claro que las medidas de coerción personales son TEMPORALES y VARIABLES, LO QUE NO
QUEDA CLARO ES QUE deslegitimen dichas características y principios y que una vez impuesta la
medida de coerción personal, sobre todo la prisión preventiva, dejen de corroborarse si subsisten
los elementos que la fundaron. La mantención de las medidas coercitivas, deberían poder existir y
subsistir, si y solo si se den los presupuestos para su aplicación, pues éstas afectan la legitimidad
del proceso, en relación a la presunción de inocencia, y la garantía de ser juzgado en un plazo
razonable o ser puesto en libertad. Lejos de preservar dicho carácter temporal se logran confundir
materialmente, con la pena que en su momento se pretende imponer al imputado.
Silvia Barona Villar afirma que las medidas cautelares –sobre todo las de coerción personal- no
pretenden convertirse en definitivas, por lo que deben alzarse cuando en el proceso principal se
haya llegado a una situación que haga inútil el aseguramiento, bien por el cumplimiento de la
sentencia, bien por actuaciones en el proceso de ejecución que despojan de motivación el
mantenimiento de las medidas.
Agotamiento de la medida cuando
concluyen los plazos máximos y no cuando
desaparece la necesidad
La resolución que impone una medida de coerción personal,
es provisional en su propio fin, debido a su naturaleza esta
destinada a agotarse, y a servir de instrumento para el
proceso penal, sin embargo la practica fiscal y judicial, y por
que no también de la defensa acostumbrada al letargo de sus
funciones, olvida y desentiende esta característica esencial,
pretendiendo que con la imposición de la medida – que en su
mayoría es prisión preventiva – el proceso este “seguro” y el
investigado hacinado o limitado en su libertad el tiempo que
su investigación deba durar.
Principio de Variabilidad
Las medidas cautelares pueden, entonces, no sólo ser modificadas, sino
también suprimidas, según el principio rebus sic stantibus, lo que ocurre
cuando se modifica la situación de hecho que dio lugar a su obtención o
concesión. La medida de coerción puede ser objeto de modificación por la
autoridad jurisdiccional sea a pedido del fiscal o las partes o de oficio por el
mismo juez, cuando:
a) varíen los supuestos que motivaron su imposición;
b) por desobediencia a los mandatos judiciales, es decir, cuando se
incumplen de las reglas de conducta emanadas del juez. La variabilidad de
las medidas pueden ser de mayor a menor intensidad y viceversa. SANCHEZ
VELARDE. Ob. Cit. Pág. 325-327.
Principio de Variabilidad
“Si los presupuestos en orden a los cuales se adoptó determinada medida cautelar, varían, o por el
contrario, se confirma en un determinado estadio procesal, que la información hasta el momento
obtenida demuestra que se desvirtúa la base fáctica respecto de la cual se adopto esa medida, es
OBLIGATORIO – situación muchas veces ignorada o pasada de largo por los operadores de justicia
en razón a las cargas procesales y tiempos muertos – que se disponga el INMEDIATO CESE DE LA
MEDIDA CAUTELAR IMPUESTA INDEPENDIENTEMENTE DE QUE SE REEMPLACE O NO POR OTRA
QUE REPSONDA A SUPUESTOS MENOS EXIGENTES” - STC Expediente N 2434-2004-HC del 04 de
octubre. En UN sentido similar STC Expediente N 1901-2002-hc del 12 de agosto.
La característica principal de la coerción procesal es la de no tener un fin en sí misma. Es siempre
un medio para asegurar el logro de los fines del proceso, Por lo tanto al no tener un fin en si
misma su variabilidad queda sujeta al mejor mecanismo para asegurar su finalidad – aseguramiento
del imputado al proceso - mas no a otras aristas de índole poco mas ligera, como presiones
sociales, política criminal, derecho penal de gradería, etc.
GRACIAS POR SU ATENCIÓN

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