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Las tres fantasías de angustia de castración

Las fantasías de placer que producen felicidad al niño a su vez desencadena una angustia profunda.
El pequeño teme ser castigado con la mutilación de su órgano viril, símbolo de su potencia, de su
orgullo y de su placer. Esta fantasía en la que recibirá el castigo de la mutilación de su falo se la
conoce como fantasía de castración. La amenaza de ser castigado con la castración y la angustia que
suscita son una amenaza y una angustia fantaseada. El niño no experimenta la angustia de
castración ya que esta es inconsciente por lo tanto no es consciente. La angustia inconsciente de
castración habita en su interior, mientras desee y obtenga placer, por más mínimo que sea al niño
le producirá una angustia. La angustia es el reverso placer, por lo que la angustia masculina es el
reverso del placer de fantasear. No hay placer edifico sin su contraparte, la angustia de desear y
tener miedo de ser castigado si persiste fantasear. El Edipo en sí mismo es una neurosis. El niño al
pensar que todos tiene un falo, pero cuando este niño ve el cuerpo desnudo de su madre o de una,
es ahí donde se da cuenta la ausencia del falo por eso de manera inconsciente se diga de hay alguien
en este mundo que ha perdido su falo el corre el riesgo de que le priven de él. Como se tiene tres
fantasías de placer hay tres variantes de angustia que son el verso de las fantasías de placer. Si la
fantasía de placer es poseer al otro, la amenaza de castración pende sobre el objeto más preciado
el pene-falo es decir la parte del cuerpo más caracterizado. El agente de amenaza es el padre que
prohíbe y le recuerda al niño la ley de interdicción del incesto. El agente de amenaza no es el padre
portador de la prohibición sino del padre seductor, el padre es un amante al que el niño desea, pero
de quien teme un exceso, la posibilidad de que abusen de él. La angustia no es el temor de perder
su pene-falo, sino de perder su virilidad transformándose en la mujer –objeto del padre. Esta
fantasía de seducción del niño varón seducido por el padre como la angustia de ser objeto de abuso,
es una fantasía primordial que se la necesita identificar en la cura analítica de los hombres
neuróticos. El agente de la amenaza es el padre odiado que intimida al niño porque puede frenar el
impulso parricida. en la primera, el padre prohíbe, alguien a quien teme, en la segunda el padre es
un abusador que infunde temor y el tercero el padre es un rival también tenido. El agente de
amenaza es el padre y el objeto amenazado es el pene-falo o su derivación, la virilidad.

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