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CONCEPTO.- son todos aquellos que intervienen en el proceso penal de alguna u otra
forma con excepción del imputado y la parte civil, los otros sujetos procesales pertenecen
al ámbito del estado.
EL JUEZ PENAL.- Es la persona que ejerce la jurisdicción penal. También podemos decir
que es el que representa al órgano jurisdiccional y encargado de dar inicio al proceso, de
dirigir la instrucción y de resolver mediante resoluciones jurisdiccionales los asuntos
penales. Es la persona física que ejerce la jurisdicción penal.
También se puede decir que el juez penal es el sujeto procesal investido de potestad, de
imperio para administrar justicia en materia penal.
Según el artículo 52 del cuerpo legal acotado el juez penal puede impartir orden a la
policía nacional para la citación o para hacer comparecer o capturar al procesado.
Es decir la imparcialidad tiene que ver con la neutralidad que debe mantener el
tercero (juez) que debe decidir sobre el litigio de las partes.
Es sumamente importante tener en claro que éste tercero que goza de autoridad
para procesar y resolver el litigio no debe estar colocado en: "posición de parte
(impartialidad) ya que nadie puede ser acusador y juez al mismo tiempo, debe
carecer de todo interés subjetivo en la solución del litigio (imparcialidad) y
debe poder actuar sin subordinación jerárquica respecto de las dos partes
(independencia)" [4]
El derecho a ser juzgado por un juez imparcial constituye una garantía judicial
reconocida por el numeral 1 del artículo 8 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, asimismo, constituye un elemento esencial del debido
proceso previsto en el numeral 3 del artículo 139 de Nuestra Constitución Política.
Como podrá advertirse, la idea de un juez imparcial esta ligado al principio de
separación de funciones y elementalmente a la neutralidad con la que debe
proceder el magistrado en la composición de la litis, lo que significa que el
juzgador para mantener su imparcialidad se encuentra obligado a abstenerse de
intervenir de manera oficiosa en el proceso respecto a temas probatorios.
El ordenamiento legal prevé un instituto que podría ser utilizado para diluir
cualquier atisbo de parcialidad: la recusación, pero nótese que ésta opera de
darse los supuestos específicos que regula cada legislación, no amparando el
NCPP la recusación por actuación oficiosa del juez de un medio probatorio. Al
respecto se afirma lo siguiente: "el reconocimiento de la imparcialidad en cuanto
que derecho fundamental recogido en la Constitución se ha hecho a través de dos
vías, una de ellas la abstención y recusación y otra reconociendo a la
imparcialidad como una exigencia constitucional"[8].
De otro lado hay quienes consideran que los jueces debe decretar pruebas de
oficio con el fin de averiguar la verdad de los hechos, así se ha señalado que
"…difícilmente se puede concebir el proceso como justo, cuando la sentencia no
se construye sobre la verdad (…) Decretar pruebas de oficio es una necesidad
psicológica que surge cuando se tiene un vacío cognoscitivo"[9].
CONCLUSIONES
1) Algunos artículos del NCPP no guardan total coherencia principista con el
sistema acusatorio.
2) En aras de la búsqueda de la verdad no se puede concebir el decretar la
prueba de oficio ya que la finalidad del proceso es la solución de un conflicto, el
cual en algunos casos, puede terminar o concluir anticipadamente, diluyéndose en
estos casos la averiguación de la verdad, primando la resolución de la litis.
3) Debe evitarse la injerencia del juez en la materia probatoria, a fin de evitar que
el fallo beneficie o agrave la situación del acusado, y así deslegitimar la actuación
del magistrado como tercero imparcial.
4) La búsqueda de la verdad a cualquier precio debe ser proscrita de todo
ordenamiento jurídico ya que esto podría ser utilizado como mecanismo de
venganza ante un uso desmesurado y arbitrario de la prueba de oficio.
5) El decretar la prueba de oficio contraviene las normas que garantizan el debido
proceso al determinarse que su actuación influiría en su imparcialidad y
el respeto al derecho a la igualdad jurídica que debe sostener el magistrado como
principios y deberes inherentes a su función.
Autor:
Marco Antonio Cumpa Torres
Abogado de la Procuraduría Pública de la Contraloría General de la República
[1] Noticia de lo señalado se puede observar en las siguientes direcciones (vistas
el 30.MAR.2009): http://www.minjus.gob.pe/cpp/noticias_libertad.html
http://www.mpfn.gob.pe/ncpp/files/52d9f0_Informe%20Anual%20Huaura2.pdf
[2] MONTERO AROCA, Juan. "Principio acusatorio y prueba en el proceso penal".
En: GÓMEZ COLOMER, Juan Luis (coordinador). "Prueba y Proceso Penal".Tirant
lo blanch, Valencia, 2008, p.22.
[3] http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=imparcialidad
(visto el 10.08.2009)
[4] ALVARADO VELLOSO, Adolfo. "Debido proceso versus pruebas de oficio".
Editorial Temis, Bogota, 2004, p. 146.
[5] MAIER, Julio. Derecho Procesal Penal. T.I, Editores del Puerto, Buenos Aires,
2004, p. 742.
[6] FERRAJOLI, Luiggi. "Derecho y Razón, Teoría del Garantismo Penal", ED.
Trotta, Madrid, 1989, pág. 567
[7] STC recaída en el Expediente Nº 0023-2003-AI/TC. FJ. 34
[8] DÍAZ CABIALE, José Antonio. Principios de aportación de parte y acusatorio:
La imparcialidad del juez. Editorial Comares, Granada, 1996, p.429.
[9] PARRA QUIJANO, Jairo. La racionalidad e ideología de las pruebas de oficio.
En: Material de Lectura del Pleno Jurisdiccional Nacional Penal, realizado en Lima,
20 y 21 de Junio de 2008, p. 301.
[10] ROXIN, Claux. "Derecho procesal penal". Editores del Puerto, Buenos Aires,
200, p. 191.
MINISTERIO PUBLICO
INTRODUCCIÓN
Con el paso del tiempo el volumen de infracciones cometidas sobre la ley
penal, por individuos o una colectividad en un momento determinado y en una
zona establecida, ha obligado la creación de una institución autónoma que vele
por la legalidad como representante de la sociedad con una función
establecida,PERSEGUIR EL DELITO.
El ministerio público tiene un origen muy vetusto, desde los tiempos del
imperio romano hasta la actualidad esta entidad ha sufrido los avatares de un
cambio de paradigma, por tal motivo es menester del grupo detallar las funciones
y atribuciones, que desempeñaran los integrantes de esta organización en la
actualidad dentro de los parámetros que la ley establece.
CAPITULO I
MINISTERIO PÚBLICO
I.- ANTECEDENTES:
La importancia por el conocimiento histórico de las instituciones jurídicas,
necesidad natural y constante del espíritu humano, nos conduce a revivir el
pasado para entender mejor el presente, con la finalidad de llegar a un sistema
más perfecto, evitando los errores cometidos y aprovechando los progresos ya
realizados, por ello determinar los orígenes del Ministerio Público, es una
tarea que aún ofrece dificultades.
”La primera vez que el Estado actuó en defensa de la sociedad, bajo la forma
de Ministerio Público, fue en la antigüedad clásica, en la legislación griega. El
hecho habría ocurrido el año 559 a.c., vigente el Código de Dracón.
Los autores franceses consideran que los Fiscales se equiparan, a su vez, a los
GENS DU ROL, procuradores del rey, encargados, inicialmente, de los intereses
del monarca en juicio, es así como el embrión de lo que hoy conocemos como
Ministerio Público o Ministerio Fiscal, surge en Francia durante el Siglo XIV,
instituido para la defensa de los intereses del príncipe y del Estado, bajo las
ordenanzas de 1522, 1523 y 1586.
Se trata de un juicio incoado en presencia del Ministerio Público, que tiene por
sujeto pasivo a “Alcméonides”, acusado de haber fomentado la pérfida masacre de
partidarios de Ciclón; este proceso resulta ser el más antiguo, apareciendo la
figura de un Abogado General de la Justicia”
II.- ETIMOLOGÍA:
El Ministerio Público se ha relacionado con la función económica de recaudación
de los impuestos y tributos para el erario o tesoro público, desprendiéndose la
etimología de la palabra “fiscal”, que viene del latín “FÍSCUS”, que era el cesto o
canastilla donde se recogían los tributos, función que le correspondía a los
Procuradores, para otros, la palabra “Fiscal” en su acepción etimológica viene del
latín “FISCALIS” y para la Real Academia, como adjetivo denota aquello “
Perteneciente al Fisco o al oficio del Fiscal “ Como sustantivo denota : “Ministro
encargado de promover los intereses del Fisco”. “El que representa y ejerce el
Ministerio Público en los tribunales”.
CAPITULO II
ATRIBUCIONES DEL MINISTERIO PÚBLICO
Constitucionalmente las facultades del ministerio público se encuentran reguladas
en la constitución política de 1993 artículo 159[8]:
1. Promover de oficio, o a petición de parte, la acción judicial en defensa de la
legalidad y de los intereses públicos tutelados por el derecho.
2. Velar por la independencia de los órganos jurisdiccionales y por la recta
administración de justicia.
3. Representar en los procesos judiciales a la sociedad.
4. Conducir desde su inicio la investigación del delito, con tal propósito, la Policía
Nacional está obligada a cumplir los mandatos del Ministerio Público en el ámbito
de su función.
5. Ejercitar la acción penal de oficio o a petición de parte.
6. Emitir dictamen previo a las resoluciones judiciales en los casos que la ley
contempla.
7. Ejercer iniciativa en la formación de las leyes; y dar cuenta al Congreso, o
al Presidente de la República, de los vacíos o defectos de la legislación.
En el artículo 60 y 61 del nuevo código procesal penal también están reguladas las
atribuciones del ministerio público que a continuación explicaremos.
Por acción popular. Cuando una persona del pueblo se entera de un delito
de comisión inmediata y procede a denunciarlo. Si es perseguible de oficio, el
fiscal puede amparar la denuncia.
El Juez tiene como misión principal apreciar las pruebas aportadas por el
Ministerio Público y examinar si acreditan el delito y la persona de su autor.
La constitución del agraviado como persona del proceso – parte civil – no altera
esta situación. Todo delito debe ser castigado y toda víctima indemnizada. Si no
ocurre esto no se restablece el orden jurídico en su plenitud. La pretensión
punitiva del Ministerio público concluye con la sentencia. Si es condenatoria,
mantiene su intervención en la etapa denominada ejecución de sentencia. Si es
absolutoria, con la sentencia termina su intervención.
CAPITULO III
FUNCIONES DEL MINISTERIO PÚBLICO
La Ley Orgánica del Ministerio Público, Decreto Legislativo Nº 52 del 19 de Marzo
de 1981, Título I, Disposiciones Generales, artículo 1º indica que : “El Ministerio
Público es el organismo autónomo del Estado que tiene como funciones
principales la defensa de la legalidad, los derechos ciudadanos y los intereses
públicos; la representación de la sociedad en juicio, para los efectos de defender
la familia, a los menores e incapaces y el interés social, así como para velar por la
moral pública, la persecución del delito y la reparación civil.
También velará por la prevención del delito dentro de las limitaciones que
resultan de la presente ley y por la independencia de los órganos judiciales y la
recta administración de justicia y las demás que le señalan la constitución
Política del Perú y el ordenamiento jurídico de la Nación”[11]
Lo que permite sostener que el rol activo del Ministerio Público en el proceso
penal, respecto a afirmar la pretensión punitiva y de aportar las pruebas, que, en
su caso, enerven la presunción de inocencia, quedan ratificadas, y en su condición
de fiscal investigador sustituye al antiguo juez instructor. En cambio, el juez tiene
por función exclusiva controlar la investigación (control de plazos y tutelas de
derecho, para evitar abusos contra el imputado) y dirigir la etapa procesal del
juzgamiento
CONCLUSIONES:
1. El Ministerio Público debe alimentarse de su entorno social a fin de cumplir con
sus fines y objetivos institucionales adaptándose a los cambios que se van
produciendo en el presente a través de la búsqueda de oportunidades en futuros
escenarios que le permitan resolver los problemas de manera estratégica y no
reactiva, como lo hacía en el pasado.
2. Estudiosos reflexionan sobre los alcances del protagonismo del
Ministerio Público en nuestra sociedad, coincidiendo en señalar que como órgano
autónomo de derecho constitucional, tiene como misión la justicia en defensa del
interés social. De otro lado, institucionalmente, como sostiene Roxin, es una
autoridad de la justicia jerárquicamente estructurada, un actor encargado de exigir
al Juez la aplicación de la Ley y que participa en el proceso de aplicación de
normas jurídicas y en la función política del Estado, que es la pretensión de ejercer
sobre un determinado territorio el monopolio de la violencia legítima.
3. La persecución del delito le está reservada constitucionalmente. La promoción de
la justicia penal, así como la introducción de la pretensión penal. La fase de la
investigación está llamada a ser pre -procesal, la contribución del Fiscal, consiste
en liberar al Juez de la investigación, y sobre todo, desformalizarla para así
preservar la hegemonía del juicio, sin perjuicio del control judicial respectivo y de
la intervención del órgano jurisdiccional cuando se trate de limitar derechos
fundamentales para asegurar la punibilidad. De él depende el éxito o el fracaso de
la investigación.
BIBLIOGRAFIA:
[1] LEVANO VELI, Pablo Ernesto. Génesis y evolución del Ministerio Público. Edit.
UPCP. Ed. 2009, pág. 03.
[2] LEVANO VELI, Pablo Ernesto. Op.cit , pag.03
[3] ANGULO ARANA, Pedro. “La Función Fiscal. Estudio comparado y aplicación
al caso peruano. El
Fiscal en el nuevo proceso penal”. Jurista Editores. Lima (2007). Pág. 40.
[4] SAN MARTIN CASTRO, Cesar. Derecho procesal penal. Edit. Grijley. Ed.
2003, pág. 234.
[5] CUBAS VILLANUEVA, Víctor. La constitución comentada. Edit. Gaceta
Jurídica. Ed. 2005, Tomo II. pág. 754.
[6] LEVANO VELI, Pablo Ernesto. Op cit, pág. 05.
[7] RUBIO CORREA, Marcial. El sistema jurídico en el Perú. Edit. UPCP. Novena
edición 2007. pág. 55.
[8] ibíd. pág. 754
[9] ibídem
[10] VELASCO NUÑEZ, Silvia. Ministerio Público como persecutor del Delito. Edit.
Juristas Editores. Edic. 2006. Pág. 36.
[11] GRANDE ALANYA, Martha. Plan de modernización de la biblioteca de la
escuela del Ministerio
EL IMPUTADO
No es culpable aún
Entonces, para que quede aún más claro, una persona pasará a ser imputada/o
en un hecho cuando la imputación se formaliza a instancias del ámbito judicial.
Ahora bien, debemos decir que un imputado no es culpable todavía del hecho que
se le imputa. Muchas veces se confunde con la culpabilidad y por ello debemos
aclararlo. Una imputación es solamente la atribución de un delito a alguien o la
participación en él, como ya dijimos.
¿Qué es un delito?
Delito será toda conducta, acción u omisión tipificada por la ley y absolutamente
contraria al derecho, es decir, que la misma se encuentre penada legalmente.
Existen diversos tipos de delitos, contra la vida, la libertad, el honor, la intimidad, la
propiedad, la salud pública y la seguridad pública, entre otros.
La justicia tiene el deber de garantizar el debido proceso y los derechos del
imputado
Todo imputado, cualesquiera sea su situación podrá hacer valer los derechos y las
garantías que le ofrecen las leyes hasta que, como dijimos, termine el proceso en
su contra.
La prisión preventiva, una medida que garantiza que se lleve la resolución a buen
puerto
Si bien el principio de inocencia se mantendrá inamovible cualquiera sea la
circunstancia, si una determinada jurisdicción, en orden a garantizar el debido
proceso lo decide conveniente, podrá implementar alguna medida precautoria,
como ser la prisión preventiva, que ciertamente contradice al mencionado
principio, pero que es una típica medida que se toma porque es muy serio y
concreto el riesgo de fuga del imputado o bien su participación en alguna cuestión
que obstruya la investigación. La prisión preventiva justamente se dicta para
preservar la resolución del caso.
I. INTRODUCCIÓN
Sin embargo, debe tenerse presente que en el ámbito del Derecho Procesal
Penal, los vocablos: denunciado, inculpado y acusado tienen significados
diferentes ya que se vinculan con los distintos estadios por los que atraviesa
un encausado (sujeto contra quien se orienta la pretensión penal del Estado).
“Artículo 71.-
1.- El imputado puede hacer valer por sí mismo, o a través de su Abogado
Defensor, los derechos que la Constitución y las Leyes le conceden, desde el
inicio de las primeras diligencias de investigación hasta la culminación del
proceso
(…)”.
4.1. Los agentes activos del hecho punible que pueden ser considerados
imputados
El representante del Ministerio Publico puede atribuir a una persona física:
i) Realizar dolosamente, por propia mano los elementos objetivos y subjetivos
que configuran un delito (autoría directa); así como controlar el resultado
típico, sin aparecer en la escena del evento criminoso (autoría mediata); o
tener con otra o más personas, la decisión común de realizar un hecho
punible, contribuir con aportes significativos en su perpetración e intervenir en
la ejecución del mismo (coautoría).
Debe agregarse que, este sujeto procesal, desde el inicio de las primeras
diligencias de investigación hasta la culminación del proceso puede, por sí
mismo, o a través de su abogado defensor, exigir el cumplimiento de los
derechos que la Constitución y las leyes le conceden; es decir, a ser
procesado por un juez o tribunal con jurisdicción y competencia previas,
legalmente establecidas, respetándose el sub principio de taxatividad punitiva
y el principio de legalidad procesal, que regule meridianamente las funciones,
atribuciones y actividades de cada una de las partes, de tal forma que la
legítima expectativa de obtener una disposición fiscal o resolución judicial,
firme fundamentada en derecho, no sea una quimera.
A partir del 1 de abril del presente año, con la puesta en vigencia del Código
Procesal Penal del 2004 en el distrito judicial de San Martín, se supone que
debe ser el comienzo del fin de los “malandrines” y sus tropelías, y el momento
de demostrar que en verdad, es una herramienta jurídica para garantizar los
derechos humanos, especialmente, los del imputado y del “desdichado”,
respectivamente.
b) El Auto de Sobreseimiento
El sobreseimiento, es la petición del Fiscal al Juez de la investigación
preparatoria, el archivamiento del proceso una vez concluido, porque se tiene
la certeza que, “ (…) el hecho objeto de la causa no se realizó o no puede
atribuírsele al imputado; el hecho imputado no es típico o concurre una causa
de justificación, de inculpabilidad o de no punibilidad; la acción penal se ha
extinguido; y, no existe razonablemente la posibilidad de incorporar nuevos
datos a la investigación y no haya elementos de convicción suficientes para
solicitar fundadamente el enjuiciamiento del imputado” . Si el Juez considera
fundado el requerimiento efectuado por el Fiscal, o si el Fiscal Superior se
pronuncia ratificando lo solicitado, el Juez dictará el auto de sobreseimiento y
dispondrá el archivo del caso.
VII. FUENTES
1. Constitución Política del Estado
2. El nuevo Código Procesal Penal Decreto Legislativo Nº 957.
3. Diccionario de la Lengua Española, Vigésima segunda edición de
www.rae.es/
4. Diccionario Jurídico Elemental Edición 2003 p. 222 Guillermo Cabanellas de
Torres www.librimundi.com/libros/
5. Introducción al Derecho Procesal Penal; CAFFERATA NORES, José I.,”,
Lerner, Córdoba, 1994.-
6. Código Procesal Chileno www.oas.org/juridico/spanish/chi
7. Código Procesal Colombiano
www.secretariasenado.gov.co/.../ley_0906_2004
8. Código Penal
9. Tribunal Constitucional STC N.º 0618-2005-HC/TC.
10. Tribunal Constitucional; Expediente 5514-2005-PA-TC-CALLAO-Edras
Boel Orihuela Romero.
EL ACTOR CIVIL
2. DESARROLLO
2.1 ¿Quién puede constituirse en actor civil?
El artículo 98 del Código establece como premisa inicial que el actor civil es el
titular de la acción reparatoria, luego precisa que esta acción sólo podrá ser
ejercitada por quien resulte perjudicado del delito. Recuérdese que la naturaleza
de la acción reparatoria es fundamentalmente patrimonial y es por ello la
denominación del titular de ella: “actor civil.” Dicho actor civil deberá, en primer
término, sustentar en el proceso cómo es que ha sido perjudicado por la conducta
imputada al investigado y cómo es que este daño sufrido puede ser resarcido. Si
bien en muchos casos de admite que hay un componente moral en la colaboración
del actor civil en el proceso a fin de aportar con elementos que permitan probar la
comisión del ilícito, lo cierto es que todas las facultades de este apuntan
formalmente a la acreditación, aseguramiento y pago de una reparación civil.
Resulta evidente que el que ha sido perjudicado por el delito es el agraviado, pero
no siempre hay identidad entre agraviado en sentido estricto y agraviado en
sentido procesal (artículo 94.2 del Código) y por lo tanto con el actor civil.
Si los agraviados son los accionistas, socios, asociados o miembros (artículo 94.3
del Código) de una persona jurídica, estos podrán también constituirse en actores
civiles, adelantándonos al cómo, se debe recordar que las asociaciones pueden
ser también asociaciones de hecho. En el caso de las inscritas deberán adjuntar
sus respectivas fichas registrales, ya que como se sabe los derechos de estos
agraviados solo serán oponibles a terceros a partir de su inscripción en los
registros públicos. En el caso de las asociaciones de hecho o no inscritas, deberán
acreditar su condición mediante la presentación de los libros correspondientes o
las copias de estos debidamente certificadas.
El artículo 94.4 del Código también atribuye a las asociaciones (por medio de sus
representantes legales) la facultad de ser agraviado en proceso donde se afectan
intereses difusos. Se entiende asociaciones que tienen en sus fines (conforme al
estatuto correspondiente) la defensa de los intereses difusos afectados mediante
la comisión del delito en investigación. Cuando estas asociaciones intervienen
como actor civil, se debe tener cuidado en el sentido de que su principal facultad
es la de colaborar con el esclarecimiento de los hechos y la investigación, la
capacidad de reclamar una reparación civil tiene que estar siempre en relación a
beneficiar con esta a los directamente afectados con los delitos cometidos.
Adicionalmente a los descritos, el actor civil no pierde los derechos que le asisten
como agraviado y que están descritos en el artículo 95 del Código:
No se debe olvidar que la constitución civil del agraviado genera su renuncia tácita
a acudir a la demanda en la vía civil pura, llamada extra penal. Solo puede
recuperar esa capacidad el actor civil que se desiste de tal condición hasta antes
de la acusación fiscal. De la misma manera, el demandante civil (extra penal)
renuncia tácitamente a constituirse en actor civil en el proceso penal derivado de
los mismos hechos.
El artículo 102.1 en su última parte pareciera indicar que se dicta la resolución sin
mayor trámite que el haber recabado la información y la notificación de la solicitud:
Sin embargo, el segundo punto del indicado artículo precisa que para efectos del
trámite, rige lo dispuesto en el artículo 8 del Código Procesal Penal.
Olvidan los que propugnan esta tesis, que la garantía de publicidad, oralidad y
contradicción, son garantías del juicio oral, y así se puede verificar de la lectura del
aludido artículo I.2 del Título Preliminar:
“Artículo I. Justicia Penal.- […] 2. Toda persona tiene derecho a un juicio previo,
oral, público y contradictorio, desarrollado conforme a las normas de este Código.”
Eso se desprende de varios elementos o variables, primero la investigación es
reservada en contraposición del juicio oral que es público. En el juicio oral la
presencia del imputado es obligatoria, a diferencia de las audiencias de la
investigación preparatoria, donde a excepción de la de Principio de Oportunidad,
Terminación Anticipada y de Colaboración Eficaz, no se requiere la presencia del
investigado, ni siquiera en la de prisión preventiva o en el control de acusación.
Existen diversas audiencias donde la asistencia de la mayoría de los sujetos
procesales es facultativa, como por ejemplo la de control de sobreseimiento y la
misma audiencia de medios de defensa del artículo 8, donde la presencia del fiscal
es la única obligatoria.
Tercero, y más importante: La constitución en actor civil implica por mandato legal
el impedimento del agraviado a recurrir a la vía extra penal. Imagínese a un
agraviado que decide litigar en la vía civil, presenta una demanda por daños y
perjuicios y finalmente pierde la capacidad de continuar dicho proceso por una
excepción deducida por la otra parte, la que se declara fundada debido a que en el
proceso penal originado en los mismos hechos, tiene la calidad de actor civil.
Súmese a esa hipótesis que a ese momento la causa penal ya esté en acusación
fiscal, imposibilitando el desistimiento. ¿Incurriría en responsabilidad el Juez que
constituyó en actor civil a este agraviado de oficio? A todas luces la respuesta es
positiva, y no solo incurriría en responsabilidad funcional, sino también en
responsabilidad civil.
3. CONCLUSION
Como se ha visto, se ha intentado abordar las principales dificultades que podrían
derivarse de la constitución del agraviado como actor civil. Si bien el procedimiento
parece sencillo, como se ha demostrado, en el trámite de los procesos, se pueden
advertir variables mucho más complejas que requieren soluciones no
contempladas por el Código. Es necesario afirmar que cualquier solución tiene que
estar ajustada a derecho, a los principios generales del proceso y a las reglas del
Código Civil en cuanto sean pertinentes.
Se deben evitar excesos como por ejemplo la realización de audiencias
innecesarias cuando no hay oposición, so pretexto de resguardar un
“contradictorio” que como ya se ha explicado, es una garantía del juicio oral, y es
aplicable a la investigación preparatoria siempre que no afecte la eficiencia del
sistema.