Sei sulla pagina 1di 99

UNIVERSIDAD DE CHILE

FACULTAD DE FILOSOFIA Y HUMANIDADES


ESCUELA DE POSTGRADO

HAITIANAS EN REPÚBLICA DOMINICANA:


FEMINIZACIÓN DE LA MIGRACIÓN,
DISCRIMINACIÓN Y VULNERABILIDAD

Tesis para optar al Grado de Magíster en Estudios Latinoamericanos

Autora: Véronique Landry

Profesor guía: Leonel Delgado Aburto

Santiago de Chile, Agosto de 2013


AGRADECIMIENTOS

Gracias a mi profesor guía, Leonel Delgado por su confianza, su interés en el tema de


investigación, y sus juiciosos comentarios para esta tesis.

Gracias a Alejandro y Sébastien por sus correcciones, observaciones y gran apoyo.

Gracias a toda la gente que conocí durante mi corta estadía en Santo Domingo.

Quiero agradecer especialmente a Patricio por estar siempre a mi lado, apoyarme y darme
toda la confianza necesaria para enfrentar los nuevos desafíos que me trae la vida. ¡Gracias!

Je tiens particulièrement à remercier ma famille et mes précieux amis. Vous avez tous su
comprendre à votre façon mon amour pour le Chili et ce désir de bâtir les chemins de ma
vie différemment. Votre appui, vos encouragements et votre fierté me motivent à toujours
me dépasser et aller au bout de mes ambitions. Merci!

1
RESUMEN

La globalización introdujo a las mujeres latinoamericanas en nuevos flujos de circulación


intrarregionales motivados por la oferta y demanda de mano de obra –muchas veces– no
calificadas. Esta "feminización de la migración" puede afectar la segmentación laboral
desde una perspectiva de género, facilitando la desvalorización y la desigualdad para las
mujeres migrantes. Esta investigación dirige precisamente su mirada hacia las sujetas
haitianas incorporadas en centros urbanos de República Dominicana a partir de la "Nueva
Inmigración Haitiana" hasta el terremoto haitiano de 2010. Por lo tanto, esta
investigación tiene como objetivo confrontar la poca disponibilidad de estudios
académicos sobre la feminización de la migración haitiana en República Dominicana y
contribuir a la comprensión de este fenómeno migratorio estableciendo una
caracterización tanto las migrantes y de su corriente migratoria, como una descripción
crítica de las consecuencias sufridas por estas sujetas, considerando las discriminaciones
y las vulnerabilidades en un contexto globalizado desde las variables "mujer" y
"migrante".

RESUMÉ

La mondialisation a introduit les femmes latino-américaines dans de nouveaux courants


migratoires intra-régionaux déterminés par l'offre et la demande de main-d'œuvre,
souvent non qualifiés. Cette "féminisation de l'immigration" peut affecter la segmentation
du travail à partir d'une perspective de genre et ainsi faciliter la dévaluation et l'inégalité
des femmes immigrantes. Cette recherche porte spécifiquement son regard sur les
haïtiennes en situation d’immigration urbaine en République Dominicaine et ce à partir
de la "Nouvelle Immigration Haïtienne" jusqu’au tremblement de terre haïtien en 2010.
Celle-ci vise spécifiquement à confronter le peu d’études sur la féminisation de la
immigration haïtienne en République Dominicaine ainsi qu’à contribuer à la
compréhension de cette nouvelle migration urbaine en établissant premièrement une

2
description des femmes migrantes en plus de leur nouveau mouvement migratoire urbain.
Ensuite, cette recherche présentera une description critique des discriminations et
vulnérabilités subies par celles-ci à partir des variables "femme" et "migrante".

ABSTRACT

Globalization has introduced Latin American women into new, intraregional traffic flows
driven by supply and demand of often-unqualified labor. This "feminization of
migration" can affect segmentation on a gender perspective, causing the devaluation and
inequality of female migrants. This investigation focuses its analysis on Haitian women
in the Dominican Republic cities, from the "New Haitian migration" to the 2010 Haitian
earthquake. This study aims to confront the limited access of academic studies focused on
the feminization of the Haitian migration to the Dominican Republic and to contribute to
the understanding of this migration by establishing a characterization of both the female
migrants and their current immigration. Furthermore, it presents a critical description of
its discrimination and vulnerabilities suffered by them, based on the "woman" and
"migrant" variables.

3
TABLA DE CONTENIDO

Agradecimientos 1
Resumen 2
Introducción 6
Metodologia y estructura 11
Capítulo 1. La migración femenina en un contexto intrarregional 16
Género, migración y territorialidad latinoamericana 18
Perspectivas conceptuales y teóricas 21
Lo diferencial de sexo 21
Feminización de la migración 24
Las contrageografías de la globalización 26
Capítulo 2. La migración haitiana hacia República Dominicana y discriminaciones:
perspectiva histórica 31
Las causas de la migración haitiana en República Dominicana 32
Cifras de la migración haitiana en República Dominicana 35
¿Entonces, cuáles son las cifras más aceptadas? 37
La migración haitiana. Primeras oleadas a República Dominicana: los bateyes 38
Causas y consecuencias del declive de la industria azucarera 40
La Nueva Inmigración Haitiana 41
Orígenes de las discriminaciones hacia los migrantes haitianos 44
Capítulo 3. Mujer haitiana en el contexto migratorio en República Dominicana 48
Las primeras aproximaciones de la migrante haitiana en República Dominicana 49
La feminización de la migración haitiana en Republica Dominicana 51
Características de las mujeres migrantes haitianas en zonas urbanas 54
Migrantes haitianas urbanas y rurales: una comparación 57
Capítulo 4. Haitianas insertadas en la migración urbana en República Dominicana:
discriminaciones y vulnerabilidades 66
Discriminación y vulnerabilidad de género en Haití y República Dominicana 68
Discriminaciones y vulnerabilidades laborales de género 71

4
Violencia de género hacia las migrantes haitianas en las zonas urbanas 75
Discriminaciones y vulnerabilidades de salud 77
Analisis y recomendaciones 81
Reflexiones y apertura 89
Bibliografia 93

5
INTRODUCCIÓN

América Latina y el Caribe se caracterizan por la heterogeneidad de sus tendencias,


patrones y perfiles migratorios. Los diferentes contextos históricos y las transformaciones
económicas globalizadas modificaron las dinámicas de los flujos y movimientos
incorporando nuevos actores y territorialidades en las diversas tramas internacionales.
Durante el último siglo en América Latina y el Caribe se generó una transformación
sustancial en la composición migratoria, pasando de una estructura de atracción de la
migración ultramar -mayoritariamente europea- para convertirse en una zona emisora de
migración internacional. Hoy en día, se estima que representa aproximadamente un 10% de
las migraciones totales del mundo (Martínez, 2003: 7).
Frente a este nuevo contexto, entidades tales como la Comisión Económica para
América Latina (CEPAL) y un número considerable de investigaciones, dedican
significativos esfuerzos analíticos a estudiar estas dinámicas y sus diferentes circunstancias,
apoyando el desarrollo de conocimientos pertinentes en cuanto a la migración internacional
en América Latina y el Caribe. Entre las principales miradas y perspectivas, se analizan
entre otros, la distribución geográfica de las migraciones y su impacto sobre los sujetos
migrantes en la región a más de las diferentes inserciones laborales y las repercusiones
socio-económicas sobre los migrantes latinoamericanos y caribeños. Se argumenta además
con creciente interés cómo la actual globalización infunde transformaciones significativas
en cuanto a estas perspectivas analíticas, permitiendo un dinamismo migratorio más
heterogéneo en la región, obligando a incluir perspectivas profundizadas y
multidisciplinarias frente a las tendencias contemporáneas de la migración en América
Latina y el Caribe.
Una literatura abundante subraya, desde el análisis de la geografía de los destinos,
los diferentes flujos migratorios internacionales originados por la región en América Latina
y el Caribe destinados esencialmente a los Estados Unidos. Se trabaja principalmente
enfocando la gran heterogeneidad en este proceso debido a los diferentes orígenes
nacionales, condición de legalidad, etnicidad y nivel educativo, entre otros (CEPAL,
2006:63). Se acentúa además, en diferentes investigaciones, que la migración internacional

6
latinoamericana y caribeña admite otras trayectorias a la estadounidense, ampliando
gradualmente el protagonismo a diferentes países europeos –España, Inglaterra e Italia,
entre otros- así como Canadá, Australia y Japón a raíz de la nueva economía globalizada
(Ibidem).
Esta bibliografía enfatiza asimismo la diversidad en cuanto a la territorialidad de las
migraciones latinoamericanas y caribeñas subrayando el incremento de los movimientos
intrarregionales. Esta migración se delimita por las diferentes corrientes dentro de la misma
región. Si bien se ha visto un incremento numérico de su tendencia desde la globalización
de la economía, este tipo de movimiento migratorio ha transcurrido de forma constante en
la historia debido a las cercanías entre países, los impactos políticos y factores económicos
en América Latina y el Caribe. Tradicionalmente los países receptores de la migración
intrarregional han sido Argentina y Venezuela, esto debido a la gran oferta de trabajo a
partir de la segunda mitad del siglo XX. Los migrantes colombianos, por su parte,
representan el movimiento de mayor importancia en la región no solamente debido a la
pobreza y las débiles oportunidades laborales en el país, sino también por razones políticas
a raíz de los desplazamientos forzados y el conflicto armado; por ejemplo, indicando que un
90% de los migrantes colombianos se encontraban en Venezuela en 2000 (CEPAL,
2006:81).
Diversas entidades investigatorias, han subrayado dos características fundamentales
y representativas de la migración intrarregional en América Latina y el Caribe que permiten
evidenciar y describir las grandes transformaciones en la dinámica migratoria regional. La
primera se relaciona a la nueva disposición espacial de lo cual se acentúa la urbanización de
las migraciones, sea un aumento sustancial de las trayectorias dirigidas hacia las grandes
ciudades de la región, lo cual se puede explicar en parte por el aumento de la oferta laboral
en los países cercanos y económicamente estables acentuados por la globalización. En
segundo lugar, se evidencia en América Latina y el Caribe una feminización de la
migración intrarregional, sea una trasformación analítica en cuanto a la distribución de
migrantes por género. Una de las características significativas de esta nueva tendencia sería
la incorporación paulatina y el aumento cuantitativo de la mujer como sujeta migrante
independiente y autónoma en búsqueda de mejores oportunidades económicas, -entre otras

7
razones- en las zonas urbanas, presentando una importante transformación en el modelo
analítico migratorio asociando antiguamente a la mujer con la reunificación familiar. Esta
nueva incorporación en las ciudades latinoamericanas y caribeñas conlleva, no obstante,
una serie de discriminaciones y vulnerabilidades por su condición de mujer y migrante
autónoma. Su experiencia tiene entonces dimensiones analíticas, modalidades y
consecuencias que pueden afectar diferentemente a la mujer de su homólogo masculino.
Sea, si bien pueden apoyar la emancipación de las mujeres, la migración intrarregional
tiende posiblemente también a incluirlas en una serie de discriminaciones y
vulnerabilidades debido a la posible concentración laboral segmentada desde la oferta y
demanda de trabajos precarios a nivel internacional generados por la globalización. Esto,
relacionado entre otros, a su condición de migrante, por la simbolización y la perspectiva
histórica del cuerpo femenino.
Unos de los movimientos migratorios intrarregionales mayormente estudiados desde
un enfoque de género en la región serían los casos de las mujeres peruanas en Santiago de
Chile (Stefoni) y las nicaragüenses en Costa Rica (D’Angelo, Pasos Marciacq y Cranshaw).
Estas corrientes se identifican por su fuerte tendencia a la segmentación influenciada desde
el género que ha incorporado a las migrantes, en gran parte, a vivir experiencias laborales
precarias diferentes a los migrantes masculinos, principalmente en el servicio doméstico.
En la región, sin embargo, una serie de movimientos intrarregionales han recibido
poca atención analítica desde una perspectiva de género, para evidenciar estos flujos
migratorios urbanizados, además de analizar cómo los cambios estructurales de la
economía mundial han influenciado la migración de las mujeres latinoamericanas al
asociarlas en una serie de discriminaciones y vulnerabilidades. Es decir, si bien se han
evidenciado que la migración intrarregional en América Latina y el Caribe conlleva una
urbanización y una feminización de su migración, pocos estudios han reunido estos
elementos al momento de analizar la migración en la región. Un ejemplo podría ser las
mujeres haitianas insertadas en la migración urbana en República Dominicana, las cuales
siguen recibiendo poca visibilidad analítica.
Este caso representa uno de los movimientos migratorios más antiguos y constantes
de la región. Además, se observa la migración intrarregional como una táctica de

8
sobrevivencia desde la época colonial y se caracteriza por su complejidad y su constancia
en su historia debido a su proximidad geográfica (Martinez y Vono, 2005:45). Como Haití
cuenta con las características de un país que ha mantenido un permanente oleaje migratorio
destacado por la inseguridad política, una situación económica precaria a la cual se añaden
los desastres naturales, República Dominicana ha absorbido históricamente una gran
porción de este flujo migratorio. Entre otras razones como consecuencia de su "porosa
frontera" y por la oferta de trabajo precario para la mano de obra bracera masculina, es
decir, para los cortadores de azúcar en las plantaciones dominicanas, donde las mujeres han
sido identificadas analíticamente como acompañantes del migrante masculino.
Se observa, no obstante, una urbanización de la migración a raíz de la abrupta caída
del precio del azúcar a finales de los años 80 donde se impulsó una nueva tendencia
migratoria haitiana hacia el país. Este proceso se caracteriza por una diversificación y una
inserción notable de la fuerza de trabajo haitiana en las grandes ciudades dominicanas
influenciada por la globalización de la economía mundial. Los nuevos sectores de inserción
son principalmente la construcción, el turismo, la hotelería, la restauración, así como la
economía informal. Este nuevo contexto migratorio fue conceptualizado como la "Nueva
Inmigración Haitiana", por Silié, Segura y Dore Cabral (2002).
Con una mayor oferta de empleos de baja calificación dentro de un emergente
contexto urbano y a partir de los cambios económicos internacionales –es decir, a partir de
la "Nueva Inmigración Haitiana"-, se producen las oportunidades para observar y
profundizar el incremento de la migración femenina haitiana en las ciudades dominicanas.
Si inicialmente la migrante femenina era invisible dentro de los Bateyes al asociarse sólo al
sujeto acompañante masculino, los cambios como consecuencia de la urbanización de la
migración introducen a la haitiana dentro de esta corriente compleja y heterogénea,
incorporándola entonces como nueva sujeta1 económica dentro de la "feminización de la
migración haitiana". Se observa, tal como las migrantes peruanas insertadas en la migración
chilena y las nicaragüenses en Costa Rica, una inserción laboral precaria, estas incluidas

1
La utilización del término sujeta en vez de sujeto o sujeto femenino es justificado por la necesidad de
incorporar dentro de los estudios de Género un vocabulario específico a la mujer.

9
mayoritariamente en el comercio informal, el servicio doméstico y el turismo en las zonas
urbanas de República Dominicana.
Ahora bien, al contrario de estas migrantes, las haitianas han recibido poca atención
analítica de este movimiento migratorio intrarregional que permita una comprensión y un
conocimiento más detenido de la complejidad de este movimiento migratorio. Es decir,
pocas investigaciones han enfocado sus intereses en esta nueva corriente migratoria urbana
desde una mirada de género para acertar de forma precisa las características propias de
estas migrantes en una perspectiva intrarregional, además de asociar las discriminaciones y
vulnerabilidades sufridas por estas sujetas en un contexto globalizado y económico desde
las variables de "mujer" y "migrante".
Esta observación motiva entonces a participar en la elaboración de una
investigación que tiene como finalidad ampliar los espectros analíticos de la migración
intrarregional en América Latina y el Caribe, desde el enfoque específico de la haitiana en
República Dominicana, esto, a partir de la "Nueva Inmigración Haitiana" con una
perspectiva de género principalmente desde las variables "mujer" y "migrante". Se interesa
reflexionar y responder a las siguientes preguntas de investigación: ¿quiénes son las
migrantes haitianas en el contexto de la "Nueva Inmigración Haitiana" y cómo se definen
específicamente?, ¿cuáles son las discriminaciones y vulnerabilidades padecidas por su
condición de mujer y migrante?
Para contestar estas preguntas, se precisa de una perspectiva multidimensional para
su comprensión, particularmente como varios factores dificultan su análisis. Por esta razón,
se propone un estudio multidisciplinario de esta corriente migratoria buscando evidenciar
sus elementos novedosos desde la identificación de las características propias de la
migrante, así como las discriminaciones y vulnerabilidades que pueden sufrir, para luego
acceder a un mejor acercamiento de esta temática y consolidar un conocimiento más
preciso que permita delinear y proyectar una mirada comparativa de las diferentes sujetas y
la heterogeneidad de los movimientos migratorios intrarregionales en América Latina y el
Caribe.

10
METODOLOGIA Y ESTRUCTURA

La complejidad y diversidad de los proccesos migratorios latinoamericanos


asociados a la perspectiva de género constituyó una preocupación y una inclinación
conceptual de gran interés durante el transcurso de mi formación de postgrado. Este interés
personal se enfocó rápidamente en una mirada analítica hacia el estudio de la migración
femenina haitiana en República Dominicana como respuesta a la inquietud fundamental de
trabajar una temática pertinente a la perspectiva migratoria femenina latinoamericana y que
se podría relacionar más adelante desde una mirada quebequense2.
Al momento de indagar las diferentes propuestas y temáticas centradas en este
movimiento migratorio, se subrayó que la mayoría de las investigaciones se enfocaban
desde la perspectiva de los Bateyes enfatizando solo brevemente el género, sin destacar
eficientemente el proceso migratorio urbano. Por esta razón, se eligió dirigir la mirada
analítica sobre una investigación cuyo objetivo general es ampliar los espectros analíticos
de la migración femenina intrarregional haitiana en República Dominicana, más
precisamente, a partir de la "Nueva Inmigración Haitiana" y hasta el terremoto de Haití
(2010) integrando una perspectiva multidisciplinaria -proveniente de los estudios de
género, los estudios migratorios, la sociología y la historia- para caracterizar una posición
de discriminación y vulnerabilidad específica de las sujetas desde las variables "migrantes"
y "mujeres"3.
Para lograr este objetivo, se consideró esencial profundizar el estudio de esta
dinámica migratoria contestando las siguientes preguntas de investigación: ¿quiénes son las
2
La migración haitiana representa una componente significativa de la cultura quebequense ya que en la
ciudad de Montreal, Canadá, vive una de las mayores diásporas haitianas del mundo –después de Nueva
York y Miami. Esta investigación podría ser entonces el punto de partida para una tesis de doctorado
analizando desde una perspectiva comparativa las diversas diásporas haitianas femeninas en el continente
Americano. Pues, se interesaría como casos específicos el estudio de las sujetas migrantes haitianas en
Montreal (Quebec, Canadá), Santiago (Chile) y Santo Domingo (República Dominicana).
3
Para estudiar las sujetas migrantes haitianas en República Dominicana, el concepto de género/mujer y
migrante se debe confrontar obligatoriamente con otros factores tales como la variable racial. Pues, el factor
racial es muy importante al momento de emprender una investigación de este tipo. En República Dominicana
existen patrones discursivos, entre otros elaborados por los ultra-nacionalistas, cuales influencian reflexiones
etnocéntricas tales como el Antihaitianismo, un concepto xenófobo, para distanciarse desde lo identitario a
ambos países en términos raciales, lingüísticos y religiosos de la cultura haitiana. Si bien se acepta y enfatiza
esta tercera variable, la presente tesis enfocará sus análisis migratorios desde la mirada de género, es decir, sin
focalizarse en la perspectiva racial.

11
migrantes haitianas en el contexto de la "Nueva Inmigración Haitiana" y cómo se definen
específicamente?, ¿cuáles son las discriminaciones y vulnerabilidades padecidas por su
condición de mujer y migrante? Esto para comprobar la hipótesis de que la poca
disponibilidad de estudios académicos sobre la migración femenina haitiana en República
Dominicana obliga a desarrollar una revisión bibliográfica y un análisis desde una
perspectiva multidisciplinaria, con la intensión de contribuir a la disminución de la
invisibilidad de la migrante en este país desde la perspectiva intrarregional y iniciar el
establecimiento de una caracterización de ellas e interpretar críticamente las
discriminaciones y vulnerabilidades padecidas.
Para lograr estos objetivos, se utilizó un primer método de investigación de tipo
exploratorio que consistió en una localización y revisión bibliográfica enfocada en la
migración intrarregional en América Latina y el Caribe4, en los vínculos asociados al
género y los mecanismos de discriminación. Esto permitió investigar, sistematizar y extraer
la información accesible sobre esta temática, es decir, los principales aportes, como
también establecer las herramientas teórico-metodológicas descriptivas pertinentes para la
realización de esta tesis sea "lo diferencial de sexo" de Jiménez (1998), "la feminización de
la migración" y "la contrageografía de la globalización" de Sassen (2003), los cuales serán
discutidos en el primer capítulo. Además se revisó críticamente la bibliografía dirigiendo la
mirada específicamente hacia el movimiento migratorio haitiano feminizado así como la
perspectiva urbana en República Dominicana, añadiendo tanto una revisión crítica de las
características específicas de las sujetas estudiadas como el contexto discriminatorio y sus
vulnerabilidades.
Esta primera fase metodológica demostró limitaciones en cuanto a la localización de
documentación específica y evidenció la carencia de bibliografía dirigida al estudio de la

4
Esta investigación destaca la dinámica migratoria de las mujeres haitianas en República Dominicana
enfocándose en la migración intrarregional, observando globalmente este tipo de movimientos en América
Latina y el Caribe. Es importante destacar que si bien se acepta que la migración intrarregional, se puede
dividir en sub-regiones migratorias tales como lo intrasubamericano, lo intracentroamericano y lo
intracaribeño, esta investigación no enfoca claramente su mirada directamente en la sub-región caribeña. Esta
decisión residió en el deseo de subrayar el estudio de la migración femenina intrarregional desde una mirada
integral, observando un ejemplo preciso en América Latina que permita demostrar la necesidad de mayores
estudios desde una perspectiva de género y un mejor acercamiento analítico, no solamente para las haitianas
en República Dominicana, sino para todas las diferentes dinámicas de la región.

12
migración haitiana desde un enfoque de género y esto aunque la feminización de la
migración ha sido evidenciada por Silié y cols., en 2002 a raíz de la conceptualización de la
"Nueva Inmigración Haitiana".
Se realizó como segundo método de investigación una búsqueda de bibliografía en
Santo Domingo, República Dominicana -también de tipo exploratorio- durante 10 días
durante el mes de enero 2012. Este procedimiento fue justificado por la necesidad de
ampliar el espectro de la recopilación de información y extender la bibliografía para el
cumplimiento de esta investigación. Distintas organizaciones no-gubernamentales5 como
instituciones de carácter internacional -tales como la Facultad Latinoamericana de Ciencias
Sociales (FLACSO) y el Observatorio Migrantes del Caribe6 (OBMICA)- facilitaron esta
búsqueda y ofrecieron apoyo en cuanto a bibliografía. Por razones personales y de
seguridad, no se efectuó una estancia de investigación en Haití pero sí en Montreal,
Canadá, donde se hizo oportuno el aprovechamiento de diferentes bibliografías enfatizando
la mirada haitiana7.
Estos dos métodos de investigación –revisión y búsqueda bibliográfica-, no
permitieron conseguir, sin embargo, la información esperada para el estudio de la
problemática específicamente propuesta8. Pues, las investigaciones relativas a la migración
haitiana en República Dominicana han dirigidos esfuerzos analíticos limitados hacia las

5
La ONG que ha permitido alcanzar una de la documentación más exhaustiva fue el Movimiento de Mujeres
Domínico-Haitianas (MUDHA) que publicó en 2005 el libro En busca de vida; una investigación sobre las
Mujeres Haitianas implicadas en la Migración en la República Dominicana. Este libro ha sido fundamental
para el desarrollo de esta tesis.
6
Las investigadoras de esta institución han sido de una gran ayuda ya que proporcionaron información difícil
de encontrar. También fueron ellas quienes me facilitaron el acceso a la investigación de Graziella Scudu, El
rostro de la mujer haitiana en el comercio informal urbano de República Dominicana una de las fuentes más
utilizadas en esta tesis.
7
Se visitó a la organización no-gubernamental Centre international de documentation et d’information
haïtienne, Caribéenne et Afro-Canadienne, además de investigar en la Universidad de Montreal y la
Universidad Mcgill. Sin embargo, esta búsqueda bibliográfica apoyó una mayor comprensión del contexto
migratorio haitiano en general y no a la problemática específica de esta tesis.
8
Varias de las Organizaciones visitadas en Santo Domingo no tenían la digitalización de sus publicaciones
anteriores lo que complicó la localización de éstas. Además, varias organizaciones e instituciones no
trabajaban el tema de la mujer haitiana en situación de migración o no específicamente desde una perspectiva
urbana. La Organización Internacional de Migración (OIM) en República Dominicana, por ejemplo, informó
que no trabajaban en temas migratorios relativos a la migración haitiana urbana desde una perspectiva de
género.

13
migrantes haitianas desde la mirada de género9. La lectura crítica de la bibliografía
encontrada obligó a confrontar y agregar herramientas metodológicas normalmente no
utilizadas en el marco de una tesis en Estudios Latinoamericanos.
Se resolvió entonces a enfatizar los hallazgos de las investigaciones del Movimiento
de Mujeres Domínico-Haitianas (MUDHA: 2005) y de Graziella Scudu (2009), aunque
trabajaron la temática de la migrante haitiana en República Dominicana en un contexto
urbano desde el método descriptivo, utilizando las estadísticas para representar a la sujeta
de estudio desde los datos cuantificables propios a las Ciencias Sociales10. Estos para tratar
de describir y explicar los cambios provocados en la problemática estudiada y manifestar
las características particulares de las sujetas migrantes.
Esta misma precariedad de investigación obligó también a la utilización de la
herramienta metodológica comparativa entre las sujetas migrantes insertadas tanto en las
zonas urbanas como en las zonas rurales –Bateyes y agrícolas- ya que no se disponía de
suficientes fuentes bibliográficas para justificar y comprobar las nuevas características de la
migrantes. Se consideró pertinente efectuar esta breve comparación para evidenciar las
diferencias y novedades conceptuales, esto explorando y utilizando la bibliografía revisada
y accesible enfocada en la migrante haitiana inserta en otros contextos migratorios
dominicanos. Se justifica también a raíz de las características evidencias por Silé y cols.
(2002), en la "Nueva Inmigración Haitiana" en el cual se subraya por primera vez las
transformaciones analíticas de la migración desde los Bateyes a las ciudades dominicanas.
Con estas herramientas metodológicas se elaboró esta investigación que se compone
de cuatro capítulos, más un apartado final de análisis y recomendaciones. El primer
capítulo dedica sus esfuerzos en analizar y reflexionar la migración femenina intrarregional
latinoamericana en un contexto globalizado enfatizando la importancia de considerar a la

9
Tal como se desarrollará más adelante en esta tesis, solamente Jasen y Millán (1991), FLACSO/OIM (2004),
MUDHA (2005), Oné Respe (2007), Scudu (2009) y Bridget Wooding (2005, 2009, 2011) se enfocan
específicamente en la migración haitiana desde una perspectiva de género
10
Se justifica su utilización basándose en la perspectiva de Immanuel Wallerstein (1996), quien observa la
pertinencia de los estudios multidisciplinarios -de los cuales se destacan los estudios de género- para extender
el conocimiento de los sujetos invisibilizados desde los cambios económicos globalizados. Es decir, las
estadísticas representan una herramienta metodológica eficaz para apoyar a "las nuevas cuasidiciplinas
relacionadas con los pueblos ‘olvidados’ por la modernidad (los ignorados en virtud del género, la raza, la
clase, etc.)" (71).

14
sujeta haitiana en la situación de migración urbana y dominicana para una mejor visibilidad
desde un nivel latinoamericano. El segundo capítulo resume y contextualiza históricamente
las diferentes corrientes migratorias haitianas hacia República Dominicana enfatizando la
"Nueva Inmigración Haitiana" como también presenta brevemente una descripción del
origen de las discriminaciones enfocadas desde el Antihaitianismo. El tercer capítulo
orienta su mirada en identificar y establecer las características propias de las sujetas
haitianas migrantes insertadas en la "Nueva Inmigración Haitiana" en República
Dominicana, estableciendo lo novedoso de la corriente migratoria desde el ámbito urbano y
comparándolo brevemente con las migrantes haitianas en los Bateyes y las zonas agrícolas.
El cuarto capítulo presenta, describe y analiza las discriminaciones padecidas por las
haitianas en las zonas urbanas desde las variables "mujer" y "migrante". Se concluye esta
investigación con una serie de análisis y recomendaciones para futuros estudios esto para
una comprensión investigatoria más exhaustiva y una contribución académica a la
migración intrarregional latinoamericana así como para una reflexión y apertura en cuanto a
las limitaciones bibliográficas sobre la problemática estudiada.

15
CAPÍTULO 1.
LA MIGRACIÓN FEMENINA EN UN CONTEXTO INTRARREGIONAL

En el transcurso del tiempo, las mujeres latinoamericanas han estado siempre


presentes en los procesos migratorios. Según un informe elaborado por Martínez Pizarro
(2003:20), se puede afirmar que en el año 2000, las mujeres representaban a más de la
mitad de la población migrante en América Latina y el Caribe, llegando a 50.5%. A pesar
de esta evidencia, es solo a partir de la década de los 80 que se introduce una perspectiva de
género al momento de estudiar y analizar los diferentes movimientos migratorios
latinoamericanos. Pues, hasta finales de los años 70, eran estudiados mayoritariamente
desde una perspectiva económica dentro de una visión y un ámbito neo-capitalista11. Se
pretendía que las migraciones eran motivadas por decisiones "individuales y racionales" y
no por contextos sociales (Gregorio Gil, 1998: 22). Las mujeres migrantes se veían
entonces asociadas a la experiencia general del migrante masculino ya que esta perspectiva
teórica representaba al migrante como un capital humano. Esto le daba a la mujer migrante
un rol de simple acompañante, siguiendo un patrón "asociativo" o con un fin de
reunificación familiar.
Durante los años 80, se inicia paulatinamente un nuevo marco conceptual de la
teoría migratoria internacional que subraya la perspectiva de género, lo cual le permite a la
mujer migrante introducirse desde lo académico como nueva sujeta migrante en dichos
fenómenos. Surgen gradualmente, a partir de esta década, análisis conceptuales y teóricos
desde una perspectiva de género, que permiten tanto desmitificar a la mujer de su rol
asociativo al migrante masculino como evidenciar el incremento de migración femenina
independiente. Desde esta perspectiva se estudia a las migraciones femeninas considerando

11
Según José Itzingsohnl (2003:79) las políticas neoliberales son una de las causas del aumento de las
migraciones. Si bien la urbanización fue un elemento significativo de la industrialización, sea de la fase
económica anterior; "el marcado aumento de la pobreza, el deterioro de las condiciones de empleo y la
incapacidad de las nuevas democracias para responder a los reclamos sociales de la gente, han hecho que la
migración internacional se transforme en una estrategia de subsistencia y movilidad social" (79).

16
una territorialidad interregional, en un contexto "norte-sur", tales como las migrantes
dominicanas en el servicio doméstico en España12.
Es fundamental desde esta contextualización enfatizar también que las migraciones
femeninas admiten otra territorialidad, esto es, lo intrarregional. Se delimita como un
movimiento migratorio dentro de la misma América Latina y el Caribe hacia polos de
mayor desarrollo económico también conceptualizado como la migración "sur-sur". Se
observa que la bibliografía científica que incorpora una perspectiva de género a esta
territorialidad es sumamente reciente ya que solamente a finales de los años 90 y principios
de los años 2000 se empiezan a registrar limitadas investigaciones13 enfocando su mirada
hacia esta temática desmarcando la "feminización de la migración", un concepto que
evidencia el aumento numérico de las migraciones femeninas así como una mayor
autonomía en el proceso. A esto, se añade paulatinamente el impacto de la globalización y
sus influencias sobre la heterogeneidad de los movimientos migratorios femeninos
latinoamericanos. Se reflexiona sobre cómo la economía global hubiera apoyado la
integración segmentada de las mujeres migrantes desde las ofertas de empleos
internacionales precarias incorporándolas en procedimientos de desvalorización asociado a
discriminaciones y vulnerabilidades específicamente asociado a su cuerpo y su sexo
femenino.
Para entender de forma adecuada las implicancias que relevan el análisis de las
haitianas en un contexto urbano en República Dominicana se considera oportuno presentar

12
Existe una literatura abundante que dedica sus esfuerzos científicos hacia el análisis de las migraciones
interregionales latinoamericanas, sea, desde un polo en desarrollo hacia uno desarrollado (migración "norte-
sur"), desde una perspectiva de género. Las mujeres dominicanas en España por ejemplo, han sido la temática
de numerosas investigaciones. Se observa una feminización de la migración dominicana en España tanto
desde una perspectiva cuantitativa como participativa e independiente, lo cual descarta en gran medida la
reunificación familiar como motivo migratorio. Estas sujetas se han incorporadas en su mayoría en el servicio
doméstico lo cual manifiesta una segmentación y estratificación de su género asociada a una división sexual
del trabajo. Además, se enfatiza las investigaciones hacia una transnacionalización del cuidado y del cuidado
maternal de las sujetas dominicanas en España. Esta información suele ser importante destacar para la
temática de esta tesis ya que el contexto y las consecuencias de la migración de mujeres dominicanas hacia
España suele inscribirse como uno de los argumentos que justifican la llegada de mujeres haitianas en el
servicio doméstico en República Dominicana. Si bien la temática de esta tesis no analizará esta situación o
estas consecuencias, se cree importante dar luz a la investigación interregional desde un enfoque de género
para contextualizar mejor el tema de estudio. Para mayor información sobre la migración dominicana hacia
España referirse a las investigaciones de Herranz Gomez y Gregorio Gil.
13
Se puede referir entre otros a Martínez Pizarro (2003), Cortez Castellanos (2005) y Thorin (2001).

17
a continuación un acercamiento teórico sobre la temática de la migración intrarregional
desde una mirada de género además de desglosar tres de las teorías claves que apoyan esta
matriz en América Latina y el Caribe, estas son: "lo diferencial de sexo", la "feminización
de la migración" y la "contrageografías de la globalización". Además se presentará una
definición conceptual de "mujer" y "género" para señalar cómo las mujeres incorporadas en
este tipo de corriente migratoria han sido insuficientemente estudiadas. La unión conceptual
entre la perspectiva de género y la migración permitirá entonces un mejor acercamiento
hacia la identificación y la caracterización de las sujetas migrantes haitianas.

Género, migración y territorialidad latinoamericana

Simone de Beauvoir en su libro Le deuxième sexe escrito en 1949, ensayo fundador


del pensamiento feminista contemporáneo, define el término "mujer" como un producto
histórico de construcción cultural, reglamentado por la educación y la socialización que ha
llevado a limitarla siempre desde su rol de madre, esposa, hija y hermana. Para de Beauvoir
la definición de lo que es ser mujer no revela en nada lo biológico, fisiológico o psicológico
sino se interpreta desde las relaciones masculinas/femeninas de poder, desarrollando una
perspectiva histórica. La mujer se convierte en un objeto intercambiable dentro de la
sociedad construida por hombres, lo que permite fomentar la supuesta creencia en la
inferioridad de la mujer que la confina a roles maternales reproductivos y no productivos.
A partir de estas reflexiones beauvoirianas, Marta Lamas (1996) delimita que el
"género", desde la matriz castellana, no se construye alrededor de la taxonomía de lo
femenino como "un concepto asociado con el estudio de las cosas relativas a las mujeres"
(329) sino más bien en la concepción y construcción del poder desplegada desde la
diferencia de los sexos. Sería entonces un mecanismo constructivo de las relaciones
sociales fundamentadas en los contrastes que distancian los sexos. Por lo anterior, el género
corresponde entonces a una forma elemental de relaciones características de poder.
Conjuntamente, esta perspectiva discursiva de género se construye simbólicamente
y culturalmente desde una suma de prácticas, experiencias, pensamientos y discursos sobre
la perspectiva de lo que debería ser lo masculino y lo femenino (Lamas, 1996:336). Estas

18
representaciones simbólicas son la base de la producción o fabricación del sujeto social, sus
diferencias y la implicación de una jerarquización, subordinación y relaciones de poder. Es
decir que, las mujeres y los hombres son el resultado de una producción histórica y cultural
desde una dicotomía del dominador/dominado en un modo masculino/femenino. Se puede
añadir que el género es una observación de los orígenes identitarios subjetivos entre
hombres y mujeres.
Pues, si dichas relaciones sociales que enmarcan las diferencias de género se ven
influidas por una dinámica de poder, entonces analizar la situación de las mujeres migrantes
en un contexto intrarregional se considera doblemente relevante. Pues, las sujetas migrantes
se pueden encontrar en una doble dinámica por caracterizarse como migrante y mujer, lo
que puede producir discriminaciones y vulnerabilidades específicas.
La migración, por su parte, se refiere teóricamente a un flujo de circulación
asociado a la movilidad humana que se justifica y se motiva principalmente por situaciones
económicas, políticas y/o humanitarias, dentro del cual las/los latinoamericana/os han
constantemente sido presentes. Las migraciones se pueden delimitar entonces como un
sistema de "flujos migratorios de largo plazo establecidos que vinculan dos o más países,
dentro del contexto de dimensiones económicas, políticas y sociales en permanente
cambio" (Kritz y Zlotnik, 1992 c.p. Báez Evertsz y Lozano, 2008:177). Se establecía
normalmente que una corriente migratoria iba desde los países con mayor vulnerabilidad
económica hacia los polos desarrollados, conceptualizado geográficamente como la
migración "sur-norte" (Reysoo, 2004:19) o migración interregional. Kearney (1986) quien
desarrolla "la teoría de la modernización" procura explicar cómo las corrientes migratorias
se justificaban por razones meramente económicas. Tal como lo sostiene Gregorio Gil
(1998):

La persona migrante se mueve entre dos mundos, la sociedad tradicional y


la sociedad moderna, por factores que la empujan o tiran a ella
(‘push/pull’). Las migraciones se explican por la toma de decisión
individual y racional que los individuos y sus familias llevan a cabo basada
en una evaluación en términos económicos (22).

19
Esta misma autora pretende que esta perspectiva teórica defina a la mujer en situación de
migración como un "sujeto individual, racional y sin género", por esta misma razón, "las
potenciales diferencias entre la migración del hombre y de la mujer no son significativos ni
teórica ni empíricamente" (Ibidem).
En la actualidad predomina una perspectiva multidisciplinaria de la migración que
subraya su complejidad y pluralidad. Tal como lo evidencia Scudu (2009), "el nuevo
paradigma de análisis, conocido como the new economy of migration, pone el acento sobre
los sujetos involucrados, sus subjetividades, aspiraciones y sobre todo la importancia de las
redes familiares y comunitarias para determinar las fases de los movimientos migratorios"
(19). Estos mismos sistemas migratorios además "siguen el curso cambiante del desarrollo
auto-reproductivo [y] pueden experimentar transformaciones cruciales, bifurcaciones, en el
contacto de las diferentes dimensiones que inciden en los mismos y las contingencias del
cambio histórico" (Báez Evertsz y Lozano, 2008:178).
Como lo explica Carolina Stefoni (2002) hoy en día, "los tradicionales centros de
atracción de la migración latinoamericana (Estados Unidos, España, Italia, Alemania) han
comenzado a cerrar sus fronteras, diseñando políticas más restrictivas y de mayor control
sobre la población migrante" (141). Es decir, previamente, las migraciones
latinoamericanas se caracterizaban por un movimiento "sur-norte", de este enfoque
analítico existe una literatura científica relevante. No obstante, las restricciones de entradas
hacia estos tradicionales centros de atracción dentro de una economía ahora globalizada,
combinado a un crecimiento económico parcial en la región latinoamericana y la
consolidación de regímenes democráticos que puso fin a décadas de violencia política,
provocaron un cambio que generó una nueva oleada migratoria de tipo intrarregional
caracterizada por un fuerte predominio femenino (Martínez y Vono, 2005:45).
En América Latina y el Caribe estos movimientos migratorios tienen "sus orígenes
en la histórica heterogeneidad económica y social de los países. Junto con la proximidad
geográfica y cultural se ha hecho posible, además, que la mayoría de los movimientos
ocurra entre países cercanos y entre zonas fronterizas, en muchos casos, configurando
regiones de intenso dinamismo comercial" (Martínez y Vono, 2005:45). En el Caribe se
estima a un 10% el porcentaje de las migraciones totales intrarregionales (Lesser,

20
Fernández-Alvaro, Cowie y Bruni, 2006:71). Jorge Martínez (2003:22) conceptualiza este
tipo de movimiento migratorio como una "migración intralatinoamericana" justificando que
los migrantes se encuentran focalizados en reorientar sus preferencias territoriales y
encontrar países intermedios en la misma América Latina y el Caribe propicios a las
oportunidades de trabajo.
Se puede insinuar entonces que la apertura de los mercados internacionales ha
influido en incrementar las desigualdades de oportunidades migratorias entre las diferentes
economías mundiales causando nuevos ciclos migratorios y una nueva territorialidad
atraída desde la oferta y demanda de los países económicamente más estables. Eso apunta a
que primero, la globalización afecta de forma dispar las diferentes economías mundiales
causando un movimiento migratorio distinto a la tradicional "sur-norte", motivando así en
América Latina y el Caribe un movimiento "sur-sur" destinado a la oferta de empleos de
baja calificación como se sostendrá más adelante en este capítulo (Sassen 2003a-b).
Tradicionalmente las mujeres migrantes -aunque presentes en los movimientos
intrarregionales- no han sido incorporadas adecuadamente desde un enfoque teórico. Por
ende y por las razones mencionadas anteriormente, se puede establecer que las sujetas
insertadas en los fenómenos migratorios femeninos se enfrentan a situaciones distintas a los
migrantes masculinos dentro de este contexto migratorio. Esto motiva entonces el análisis
de esta situación en América Latina y el Caribe desde una perspectiva de género.

Perspectivas conceptuales y teóricas

Lo diferencial de sexo

La investigadora Julia Eva Jiménez (1998) provoca un despertar analítico al apuntar


que las teorías migratorias presentan inicialmente al sujeto involucrado en dichas corrientes
desde un enfoque laboral y masculino, simbolizando así a la mujer migrante como una
simple acompañante. Para justificar este razonamiento, Jiménez (1998) y posteriormente
Lipszyc (2004) y Zulma Reges (2008), analizan extensamente las diferencias de roles en las
parejas migrantes, desde la dicotomía tradicional de producción y reproducción. La

21
experiencia de la mujer no interesaba tanto a los académicos puesto que las teorías
migratorias se construían en base a motivaciones laborales. En efecto, como las principales
teorías estaban enfocadas en el ámbito económico, la mujer (desde su concepción
tradicional) no encajaba dentro del conjunto analítico. Jiménez (1998) sostiene que "el peso
de las explicaciones economicistas, juntamente con la división tradicional de roles [hizo]
que las teorías migratorias no tuviesen en cuenta las migraciones femeninas" (8).
Estas investigaciones apuntaban entonces hacia una perspectiva macro-económica
de las migraciones sin remitir hacia una diferencia de género o sexo14. Se puede pensar que,
según esta perspectiva, las mujeres al ser concebidas como no-trabajadoras, no tenían poder
de decisión en la migración, entonces no se incluían dentro del enfoque analítico de
investigación migratoria. Esta separación conceptual entre el trabajo productivo y
reproductivo construyó una imagen de la mujer caracterizada por estar fuera de la población
activa (de los Reyes, 2001: 278).
Gregorio Gil (1998:22) sostiene que esta postura androcentrista se justificaba
también porque las migraciones anteriores a estos años eran estudiadas desde una
perspectiva económica. Se consideraba que estos movimientos migratorios eran motivados
por decisiones "individuales y racionales" y no por contextos sociales. Las mujeres
migrantes se veían entonces incorporadas o asociadas a la experiencia general del migrante
por ser visto como una migración de capital humano.
La pauta teórica sobre lo "diferencial del sexo" introducida por Jiménez (1998)
inicia en alguna medida la temática alrededor de la migración y el género. Esta asociación
conceptual busca demostrar que las principales teorías investigativas alrededor de las
experiencias migratorias han sido construidas desde una masculinidad laboral. Incluso,
añade que se puede observar un fuerte androcentrismo en los estudios migratorios hasta los
años 80. Esto, por haber construido un marco teórico omitiendo el rol y la experiencia de la
mujer dentro del proceso, basándose principalmente en la dicotomía
producción/reproducción. No obstante, para razonar la ausencia de una perspectiva de

14
Este posicionamiento teórico puede explicar la abundante literatura relativa a las remesas y su impacto en el
contexto migratorio en América Latina. Las remesas se pueden definir como "transferencias de
remuneraciones o del monto acumulado de riqueza que hacen los inmigrantes individuales a su país de
origen" (Stefoni, 2008: 8).

22
género dentro de estos estudios, se puede pensar que como el análisis se centraba en un
ámbito macro-económico, sea desde una postura "asexual" o "agénero", no se consideró al
individuo desde una mirada de género sino como un capital humano.
En este sentido, la teoría de lo diferencial del sexo que señala Jiménez pretende
romper los moldes que interpretan la migración desde un punto de vista masculino,
permitiéndoles a las mujeres una nueva visibilidad dentro del entramado migratorio. Es
más, propone que la experiencia migratoria es diferente entre sexos. Además, aspira romper
con la dicotomía entre producción/reproducción. En este contexto, la migración no debe
solamente analizarse desde el punto productivo puesto que la experiencia migratoria se
extiende a mucho más y afecta a la mujer de diferentes formas que al hombre. Es decir, "la
migración femenina no es homogénea. Al contrario: las mujeres latinoamericanas migran a
distintos destinos, con diversos motivos (…) se reúnen con sus familias en el exterior,
huyen de guerras y persecución, se trasladan para buscar alternativas económicas y libertad
personal" (Staab, 2003:9).
Por otra parte, Jiménez procura evidenciar, a partir de su conceptualización de lo
"diferencial de sexo", la necesidad de estudiar más profundamente la presencia de la mujer
dentro de los movimientos migratorios para desarrollar un análisis sobre la construcción
discriminatoria sufrida por estas sujetas en los diferentes contextos migratorios. Para Green
(2002), esto permitiría además que "los estudios feministas y los estudios sobre los
inmigrantes [sean] una epistemología paralela de descubrimiento y recuperación
historiográfica, de la empatía por las víctimas destacando sus respuestas y sus luchas" (119-
120)15.
La teoría de lo "diferencial de sexo" justifica entonces la incorporación de una
perspectiva de género al momento de analizar las migraciones intrarregionales en América
Latina y el Caribe así como en el caso de las haitianas en República Dominicana es posible
dar cuenta de los flujos migratorios específicos de la mujer y de las diferentes experiencias
de las sujetas migratorias en casos geográficos particulares. Más precisamente, por las
necesidades de esta tesis, es de suma importancia incorporar esta teoría al momento de
15
Versión original: Les études sur les femmes et les études sur les immigrés ont suivi une épistémologie
parallèle, de découverte et de récupération historiografique, de l’empathie pour les victimes à la mise en
avant de leurs réponses et de leurs luttes (Traducción de Véronique Landry).

23
estudiar las sujetas haitianas en un contexto urbano en República Dominicana, siguiendo el
análisis e interpretación de su patrón migratorio, de sus características propias como
migrantes, así como de las discriminaciones y vulnerabilidades padecidas como mujer y
que se manifiestan disímilmente a las vividas por los migrantes masculinos en el mismo
contexto. Es decir, la sujeta migrante puede ser víctima de doble discriminación por ser
migrante y mujer en República Dominicana.

Feminización de la migración

A raíz de lo teorizado, es durante la década de los 80 donde se inicia un giro


paulatino en la percepción sobre la noción del migrante. Gracias a la noción de lo
diferencial del sexo expuesto por Jiménez, se inicia un nuevo término conceptual dentro del
marco teórico migratorio, que implica un cambio significativo y una cierta introducción de
la mujer como nueva sujeta migrante. Bajo este contexto se empezó a desarrollar y
justificar la conceptualización del término "feminización de la migración". Dentro del
argumento de la emergencia de las perspectivas feministas se inició lentamente, en cierta
medida, la desmitificación del rol de la migrante femenina incorporando el término género
dentro de los estudios migratorios e introduciendo la noción de la "feminización de la
migración". Esto, pretendiendo definir y delimitar dos elementos introductores de este
nuevo concepto.
Primero, un aspecto cuantitativo, que subraya y evidencia un aumento numérico de
mujeres dentro de las corrientes migratorias, posiblemente analizado desde la perspectiva
globalizante de movilizaciones regionales, intrarregionales e internacionales16. En
comparación con las demás regiones de menor desarrollo, América Latina y el Caribe fue la
primera a alcanzar el 50% de los migrantes femeninas (Martínez, 2003:19). En segundo

16
Una estadística pertinente que mencionar, en la década de los 80, las mujeres migrantes latinoamericanas
fueron las primeras del mundo en desarrollo en alcanzar el porcentaje de los hombres migrantes, llegando a
representar 50% de las migraciones de dicha región (Naciones Unidas, 2009:5). Sin embargo, se debe
relativizar este carácter cuantitativo de la feminización de la migración. Se puede afirmar que los
desplazamientos, sí aumentaron y que sus características han tomado diferentes aspectos, sin embargo, tal
como lo pretende Flores Cruz (s.f: 3), estos no pueden compararse a las movilidades rural-urbano durante la
Revolución Industrial o a los movimientos migratorios ultramarinos de finales del siglo XIX y principio del
siglo XX.

24
lugar, el enfoque más fundamental, y en el cual se debe centrar, no pretende ser tanto el
aumento sustancial de la migración femenina sino el perfil participativo de las sujetas
migrantes independientes e individuales en búsqueda de oportunidades laborales.
La reciente diversificación laboral producto de la economía neo-capitalista les
permitió a las mujeres migrar en búsqueda de nuevas oportunidades laborales sin ser
obligadas a acompañar el movimiento migratorio masculino para validar su
desplazamiento. Tal como lo afirma Reysoo (2004) "la migración femenina se organiza
según una restructuración de la economía global (…) la estructura de la migración ligada al
trabajo cambió profunda y paralelamente a la nueva división internacional del trabajo y del
papel económico creciente de la mujer" (21).
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) añade además otros
elementos importantes en cuanto a las decisiones de migrar de las mujeres. Pues, "no es
sólo porque satisfacen la demanda global de sus servicios, sino también como resultado de
una serie de factores que entran en juego en el país (…) las obligaciones familiares, el
desempleo, los bajos salarios, la pobreza, las escasas oportunidades sociales y económicas
y el deseo de ampliar sus horizontes" (2006:22)17.
Según Stefoni (2002:120) las principales razones que justificarían la migración
femenina serían de orden económico (si bien otros discursos apuntan hacia la emancipación
y libertad personal). Aunque la "feminización de la migración" no se caracteriza de forma
homóloga en todos los países, la región latinoamericana señala una predominancia de la
migración femenina intrarregional. Estos cambios se evidencian tanto en la toma de
decisiones de las mujeres, como en su integración, transnacionalidad18 y el envío de
remesas. Tal como lo evidencia Wooding (2011), la "feminización de la migración"
17
Cita original en francés: "ce n’est pas seulement parce qu’elles répondent à la demande mondiale de leurs
services, mais aussi sous l’effet d’une série de facteurs qui entrent en jeu dans les pays d’origine […] les
obligations familiales, le chômage, les bas salaires, la pauvreté, la limitation des perspectives sociales et
économiques et le désir d’élargir leurs horizons" del documento Vers l’espoir. Les femmes et la migration
internationale del UNFPA. (Traducción de Véronique Landry)
18
Si antes se vivía con un núcleo familiar extenso: padres, abuelos, tíos, etc.- ahora, las nuevas realidades
migratorias crean el concepto de la "transnacionalidad". Este término reciente nace de la idea de migraciones
transnacionales, el que se define como "un fenómeno dentro del cual los migrantes mantienen y promueven
relaciones entre el país donde residen, su tierra natal y comunidades locales" (Mahler y Ugrina, 2006: 11, cita
traducida libremente del inglés). También, se puede definir el transnacionalismo como "un proceso en el cual
los migrantes construyen y mantienen relaciones sociales que unen y conectan, en diversos niveles, a la
sociedad de origen con la de llegada" (Correa Castro, 2009:23).

25
enfatiza "en las circunstancias de la migración de las mujeres, de ser esposas e hijas
dependientes, a ser el principal sostén de la familia y jefes de hogares transnacionales"
(102)19.
Vale la pena aclarar que, si bien los estudios académicos empezaron a entender que
la sujeta migrante en un contexto intrarregional representaba una entidad distinta a la del
sujeto migrante masculino, con una experiencia diferente por su género, es importante
aclarar que la "feminización de la migración" debe necesariamente confrontarse con otras
teorías como, por ejemplo, la perspectiva de género. Ésta, por sí sola, no permite explicar
las diferencias migratorias padecidas por las mujeres migrantes, es decir, las
discriminaciones e invisibilidades. Esto significa que el género y la migración se deben
cruzar con la perspectiva de territorialidad, en este caso la intrarregionalidad, para
enriquecer y fortalecer el análisis en los estudios migratorios desde un enfoque de género.

Las contrageografías de la globalización

Las dos observaciones teóricas descritas anteriormente sirven de contexto para


problematizar cómo las mujeres han sido incluidas dentro del movimiento migratorio
intrarregional latinoamericano. Desde esta perspectiva, Sassen (2003a:1) manifiesta que la
"feminización de la migración" se explica principalmente por los cambios definidos a raíz
de las dinámicas de cambio estructural en la economía mundial globalizada20.
De forma simultánea, se transmite la representación de que la globalización está
profundamente enlazada al incremento de la movilidad y que la paulatina interdependencia
económica y comercial se asocia a la acentuación de la migración internacional o
interregional (Martínez Pizarro, 2002:11). Además, la globalización afecta los movimientos
transfronterizos "por la multiplicación de los patrones migratorios, la aceleración de los
flujos, el incremento del volumen de las personas involucradas, las diferenciación de los

19
Esta citación de Bridget Wooding fue tomada de UN-INSTRAW en www.un-instraw.org
20
Se entiende la globalización como una tendencia histórica a la interrelación entre actores sociales
geográficamente distantes y anteriormente no vinculado (…) hay una variedad infinita de actores y prácticas
sociales, entonces ocurre que estas interconexiones históricamente resultan multidimensionales, es decir,
involucran lo que suelen llamarse las dimensiones "económica", "política", "cultural" y "social". (Mato, 2001:
131-132).

26
tipos de migración -económicas, forzadas, de estacionamiento- la feminización y el
aumento de la politización de los movimientos mismos" (Castles y Miller,2003, c.p. Scudu,
2009: 19).
Sin embargo, tal como lo acentúa Stefoni (2002:26), las migraciones
latinoamericanas han debido redirigirse por las nuevas exigencias políticas y económicas de
los países tradicionales de migraciones lo cual ha motivado la migración intrarregional en
América Latina y el Caribe. Desde esta perspectiva, Sassen (2003b) observa la perspectiva
feminista de la economía global relacionada a su geografía, lo que le permite crear nuevos
mecanismos que autorizan un tipo de integración de la mujer a la fuerza del trabajo. Utiliza
el concepto "contrageografías de la globalización" para describir estos circuitos
transfronterizos generados desde la oferta de empleo internacional, y que les han permitido
a las mujeres incorporarse como migrantes en los diferentes tipos de trabajos ofrecidos
como los servicios domésticos, manufacturas, economía informal, entre otros. Se puede
interpretar también como la "feminización de la mano de obra transnacional", lo cual se
entiende como "la generación de un mercado trasnacional de mano de obra compuesto por
redes de mujeres que desempeñan servicios de trabajos domésticos21, cuidados personales,
venta callejera, personal de bares o restaurantes, etc." (Balbuena; 2003: 2).
Sin embargo, la misma globalización habría acrecentado y marcado la segmentación
de los mercados laborales, facilitando así los procesos de desvalorización y desigualdad de
la mujer, en otras palabras, hubiera creado según Sassen (2003b) "una clase de trabajadoras
invisibles y desapoderadas en los servicios estratégicos que constituyen la economía
global" (123).
La emancipación de las mujeres y su integración dentro del circuito migratorio
internacional esconden una nueva tendencia que enlaza a dichas mujeres a ciertos tipos de
abusos y vulnerabilidades, los cuales incluyen también la "violencia de género". Este
último concepto se define como:

21
La alta tasa de migración femenina dirigida al servicio doméstico y el cuidado de niños se podría
conceptualizar también como la "globalización de la maternidad". Esto resultaría de "una progresiva
mercantilización a escala nacional y transnacional de la asistencia, el cuidado y la crianza (y del servicio
doméstico), que conduciría a la migración de mujeres pobres desde los ámbitos rurales a los urbanos y desde
los espacios nacionales a los internacionales" (Mora, 2002: 13).

27
Una violencia que se refiere a los hombres y mujeres, donde las mujeres
suelen ser las víctimas. Se deriva de las relaciones de poder desiguales
entre hombres y mujeres. La violencia dirigida en contra de una mujer por
ser mujer (...) esto incluye pero sin restringirse, agresiones físicas,
sexuales y psicológicas (Interagency Gender Working Group, 2008:4)22.

Dicho esto, la globalización y estos nuevos circuitos transfronterizos no aumentan


únicamente las oportunidades laborales de las sujetas insertadas en movimientos
migratorios, sino que además atribuye influencias y presión sobre las mujeres. Tal como lo
sostiene Wooding y Sangrio (2011):

El proceso de migración y el empleo en un país en que no son


nacionales pueden incrementar las oportunidades de tener más ingresos,
autonomía y empoderamemiento, de manera que cambian los roles de
género y responsabilidades y contribuyen a más igualdad. Pero pueden
también exponer a dificultades en el pleno goce de sus derechos además
de la discriminación y vulnerabilidad (162).

Es decir, dentro del proceso migratorio la mujer puede padecer específicamente de


"discriminación contra la mujer" lo cual sería:

Toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por


objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o
ejercicio por la mujer, independientemente de su estado civil, sobre la
base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y

22
Versión original: "Une violence concernant les hommes et les femmes, où la femme est généralement la
victime. Elle découle de relations inégales de pouvoir entre hommes et femmes. La violence est dirigée contre
une femme du fait qu’elle est une femme ou elle touche les femmes de manière disproportionnée. Elle
comprend, sans s’y restreindre, des agressions physiques, sexuelles et psychologiques". (Traducción de
Véronique Landry).

28
las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social,
cultural y civil o en cualquier otra esfera" (Convención sobre la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la mujer de
las Naciones Unidas, 1979, Artículo 1).

Ante este panorama, el concepto de vulnerabilidad, por su parte se podría explicar


desde una perspectiva estructural y cultural ya que las mujeres se encuentran muchas veces
padeciendo vulnerabilidades por su posición de género y de migrantes (Cortez Castellanos,
2005:13). Pues en cuanto a las vulnerabilidades serían:

El resultado de la acumulación de desventajas y una mayor posibilidad


de presentar un daño, derivado de un conjunto de causas sociales y de
algunas características personales y/o culturales (…) por su condición de
edad, sexo, estado civil y origen étnico se encuentran en una condición
de riesgo que les impide incorporarse al desarrollo y acceder a mejores
condiciones de bienestar (Centro de Estudios Sociales y de Opinión
Pública, párr. 2).

La teoría de las "Contrageografías de la globalización" y estas precedentes


definiciones permiten analizar la relación entre el flujo migratorio de las haitianas hacia
República Dominicana con las discriminaciones y vulnerabilidades padecidas por ellas, así
como destacar una mirada crítica hacia aspectos pertinentes a la globalización que afectan a
una perspectiva de género. También amplía la percepción tanto de la definición de "mujer"
como un ser inferior, en una posición de silenciamiento por el tipo de trabajo efectuado y
una vulnerabilidad como nueva sujeta productiva (Catarino y Morokvasic, 2008:3). Cortez
Castellanos (2005:25) añade que muchas mujeres migrantes, al incorporarse dentro del
mercado laboral, presentan una doble vulnerabilidad: ser mujer y migrante. Por esta razón,
se argumenta su posible incorporación en campos laborales no calificados puesto que la

29
perspectiva globalizante explica que las mujeres integran estos movimientos migratorios en
su gran mayoría haciendo trabajos de baja remuneración y calificación23.
Las investigaciones migratorias han sido ampliamente reflexionadas desde una
orientación macro-económica, sea desde una masculinidad laboral o un capital humano;
solo recientemente con la apertura del pensamiento feminista, las sujetas incorporadas en la
realidad "sur-sur" han empezado a argumentarse desde su género. Por esta razón, se cree
primordial expandir la mirada analítica de la migración intrarregional en América Latina y
el Caribe desde la perspectiva de género ya que dicha asociación conceptual admite la
posibilidad de romper los modelos dicotómicos e introducir una nueva epistemología en el
descubrimiento hacia la sujeta migrante; su caracterización y las construcciones
emancipadoras y/o discriminativas producto de la globalización y su nueva economía de
mercado. Considerando cómo han producido cambios en la territorialidad migratoria
latinoamericana, lo cual se refleja en nuevas dinámicas que obligan un análisis
multidimensional a partir de las variables migrante y mujer.
Si bien se han evidenciado cambios migratorios estructurales consecuencias de este
contexto migratorio, avances en la producción de información científica no han enfatizado
suficientes esfuerzos en desmitificar la mirada de género puesto que aun son escasas las
investigaciones dirigidas a identificar y analizar las transformaciones ocurridas por las
migrantes haitianas a raíz de la "Nueva Inmigración Haitiana". Para comprender mejor, el
próximo capítulo presenta una aproximación histórica y conceptual sobre este movimiento
migratorio.

23
De esto, se olvida o minimiza la presencia femenina dentro de las corrientes migratorias profesionales
clasificadas, es decir, mujeres latinoamericanas incorporándose en un mundo laboral competitivo e
internacional.

30
CAPÍTULO 2.
LA MIGRACIÓN HAITIANA HACIA REPÚBLICA DOMINICANA Y
DISCRIMINACIONES: PERSPECTIVA HISTÓRICA

La inestabilidad política, la permanente situación económica precaria y las


catástrofes naturales son algunas de las causas que permiten explicar por qué Haití
mantiene un constante y dinámico oleaje migratorio a lo largo del siglo XX. Pues, este país
del Caribe, que se establece como el más pobre de América Latina, posee una
territorialidad migratoria heterogénea que incluye movimientos poblacionales
interregionales dirigidos principalmente hacia Estados Unidos y Canadá24. Desde una
perspectiva intrarregional, sea desde una migración "sur-sur", República Dominicana se
caracteriza como el país que ha absorbido la mayoría del flujo migratorio haitiano desde el
principio del siglo XX debido a su cercanía y las supuestas oportunidades de trabajo
ofrecidas y codiciadas. La necesidad de mano de obra bracera25 en las plantaciones

24
Si bien esta investigación enfoca la migración haitiana desde una perspectiva intrarregional, se cree
sustancial identificar brevemente los elementos característicos de los movimientos poblacionales haitianos
desde una perspectiva "sur-norte" ya que complementan esta dinámica migratoria dentro de su contexto
histórico y político. Se destacan dos ciclos migratorios internacionales haitianos con particularidades
sumamente distintas. En primera instancia, se acentúa la movilidad migratoria hacia Norteamérica, sea hacia
Estados Unidos y Canadá, tras el establecimiento del régimen dictatorial de François Duvalier durante los
años 50. Esta se compone principalmente de profesionales e intelectuales de la clase media y alta exiliados
por razones políticas, se extiende a trabajadores calificados y no-calificados a finales de los años 60
principios de los años 70 (Pellegrino, 2001:60). Las principales razones que justifican la elección de estos dos
países como destinos migratorios se explican por la influencia política de los Estados Unidos durante la
ocupación norteamericana (1915-1934) lo cual relacionó fuertemente a las élites haitianas con la cultura
estadounidense. Por su parte, la presencia de la migración haitiana en Canadá, lo cual se concentra
principalmente en la provincia de Quebec, se debe a la cercanía lingüística (Pellegrino, 2001:60). La segunda
corriente migratoria, los Boat People, presenta rasgos considerablemente disímiles. Pues, su movilidad se
dirigió solamente hacia Estados Unidos, más precisamente hacia las costas de Florida. Esta migración
haitiana era de tipo ilegal y surgió a inicios de la década de los 70. Se definía por migrantes originarios de la
zona norte del país y de clase social sumamente baja trasladándose en una barca precaria e insegura como
con destino a las costas estadounidenses para reivindicar su exilio. En la actualidad y según las
investigaciones de Canales, Vargas y Montiel (2010:30), los lugares de desplazamiento internacional de la
migración haitiana representarían en porcentaje según las siguientes cifras: Estados Unidos 74%, República
Dominicana 11%, Canadá 10%, Francia 4% y otros 1%. Como los subrayan los mismos investigadores, si
bien la migración haitiana representa una proporción menor en cuanto a países como Estados Unidos,
constituye no obstante más de dos tercios de la migración dirigida hacia República Dominicana (Ibidem). Por
esta razón, se justifica la necesidad de estudiar y caracterizar a este movimiento migratorio desde los
"términos de las condiciones de vulnerabilidad y factores de riesgo" (2010:31) y esto enfatizando la
perspectiva de género.
25
Los cortadores de caña de azúcar son comúnmente llamados "braceros" al trasladarse con sus familias a los
ingenios dominicanos llamados bateyes. Estos últimos se definen como pueblos de obreros azucareros.

31
azucareras dominicanas ha producido un persistente movimiento migratorio que se
compone visiblemente por hombres haitianos que desde la década de los años 20 migran
dentro de la isla Quisqueya26. No obstante, los cambios económicos a raíz de la abrupta
caída del precio del azúcar durante los años 80 impulsaron una nueva tendencia migratoria
de haitianos hacia República Dominicana que permitió la apertura de posibilidades
laborales con menor calificación dentro de un emergente contexto urbano dando las
oportunidades para evidenciar un fenómeno complejo y poco visibilizado en los estudios
migratorios, a saber, la "feminización de la migración haitiana". Si inicialmente la mujer
haitiana era invisible dentro de los bateyes al asociarse sólo como sujeto acompañante
masculino, la urbanización de la migración la introduce en esta corriente heterogénea,
incorporándola como nueva sujeta de la migración.
El segundo capítulo de esta investigación tiene como finalidad señalar las causas y
cambios históricos y estructurales de la migración haitiana hacia República Dominicana,
desde una mirada migratoria intrarregional y para una mejor comprensión del contexto
histórico de la "Nueva Inmigración Haitiana" en el cual se incorporan las sujetas
estudiadas. Además, conceptualizar brevemente las discriminaciones históricas dirigidas
hacia los haitianos en Republica Dominicana. Si bien la variable "raza" no se incluye como
elemento fundamental en esta investigación es de suma importancia destacar esta dinámica
histórica para una mejor comprensión de la temática.

Las causas de la migración haitiana en República Dominicana

El contexto socioeconómico27 y político, junto con los desastres naturales a través


de su historia, determinan a Haití en el contexto internacional como una cultura migratoria

26
No obstante, es importante subrayar que existen también otros movimientos migratorios hacia República
Dominicana tales como los cocolos, nombre conocidos por grupos de migrantes procedentes de las islas St.
Kitts, Nevis y Tórtola, como también desde la comunidad árabe y china (CRS/OIM, 2003:25).
27
Los indicadores sociales y económicos evidencian que Haití es el país más pobre de América Latina. Se
ubica en la posición 149 de los 182 países en cuanto a índice de desarrollo humano (IDH) del programa de las
Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD) y su producto Interno Bruto (PIB) es aproximadamente de $660
(OCHA, 2010). Con una población de casi 8.1 millones de habitantes, más de la mitad de la población tiene
menos de 21 años (Fortin, 2009:9). Estos datos se amplificaron a raíz del terremoto.

32
bien arraigada desde los inicios del siglo XX tanto desde una perspectiva interregional
como intrarregional. Varios periodos claves, según el investigador Báez Evertsz (1986, c.p.
Morán y Figueroa, 2005) permiten explicar este movimiento migratorio haitiano hacia la
República Dominicana.
Pues, el "impacto del capitalismo dependiente y la ocupación estadounidense
(1915-1934)" serían un primer espacio histórico para percibir y referirse al movimiento
poblacional haitiano hacia el país vecino. Durante esta época, el desbarajuste fiscal
gubernamental, la falta de oportunidades laborales, las extremas condiciones de vida
ocasionadas por dicha ocupación y la depresión mundial forzaron a un número
considerable de haitianos a migrar hacia otras islas caribeñas tales como Cuba y la
República Dominicana para trabajar en las zafras azucareras28 (Morán y Figueroa,
2005:261). Ahora bien, debido a la crisis internacional, el gobierno cubano repatrió cerca
de 30.000 haitianos entre 1936 y 1937, lo cual cerró "los canales de la emigración haitiana
hacia Cuba e incrementó la migración a través de la frontera domínico-haitiana hacia la
República Dominicana" (Ibídem).
Si bien durante los años 40, un cierto crecimiento de las exportaciones impulsó la
economía haitiana debido al aumento de los precios del café y del azúcar, así como la
expansión de la producción bananera, el establecimiento del régimen dictatorial de
François Duvalier (1957-1971) impulsó un número considerable de campesinos haitianos a
cruzar la frontera dominicana29 e incorporarse como cortadores de caña en los Bateyes. Se
estimaba en 60.000 los trabajadores azucareros en el año 1964 (Morán y Figueroa,
2005:262).
El tercer periodo clave que permite explicar la migración haitiana hacia República
Dominicana según Báez Evertsz sería el "nuevo proyecto industrial y la agudización de la
28
Antes de la crisis mundial, la política estadounidense en el Caribe promovió el establecimiento de
plantaciones de azúcar en Cuba y en menor medida en República Dominicana. Haití, no obstante, no poseía
la estructura agraria o la infraestructura que permitiera la instauración de tal proyecto. Por esta razón, Estados
Unidos influyó en el movimiento de trabajadores agrícolas haitianos hacia ambos países. Se estima a más de
200.000 los haitianos que ingresaron a Cuba (de forma legal o ilegal) para tal tipo de trabajo entre los años
1915 y 1928 (MUDHA, 2005:114). Sin embargo, debido a la crisis internacional el gobierno cubano repatrió
cerca de 30.000 haitianos (Morán y Figueroa, 2005:261).
29
Se recuerde que desde una perspectiva migratoria interregional, una gran diáspora haitiana se exilió en
Norteamérica. Eran por su mayoría profesionales e intelectuales en una primera instancia, lo que permite
pensar que muchos de los haitianos que cruzaron la frontera dominicana pertenecían a la clase social baja.

33
crisis agrícola" entre los años 1971 y 1983 lo cual coincide con la Dictadura de Jean-
Claude Duvalier. La epidemia porcina, la contaminación de los ríos, así como los cambios
en la economía global redujeron no solo las exportaciones haitianas sino que les obligó a
depender de las importaciones extranjeras (Morán y Figueroa, 2005:264). Esto originó el
proceso migratorio rural-urbano haitiano provocado por la declinación del sector agrícola.
Estableció una expansión urbana y una concentración poblacional imprevista en la capital,
Puerto Príncipe, que favoreció una crisis económica30. Esto empeoró las condiciones de
hacinamiento e insalubridad así como una falta de servicios y fuente de trabajo (Silié y
cols., 2002:62)31. Las situaciones precarias de urbanización en Haití así como el contexto
político generado por el régimen dictatorial de Jean-Claude Duvalier durante los años 80
incrementaron la migración hacia otros países, tales como Estados Unidos con los boat
people. República Dominicana siguió siendo un destino para los haitianos con peores
condiciones económicas (Silié y cols. 2003:62).
Durante este mismo tiempo, se instauran las maquiladoras32. Entre 1991 y 1994, "se
produjo una desestabilidad crónica de Haití, a través del golpe de Estado al régimen de
Jean Bertrand Aristide, la dictadura militar, el embargo económico y la segunda
intervención militar estadounidense en este país" (Silié y cols. 2002: 180). Como
consecuencia, dichas maquiladoras fueron trasladadas hacia otros países, lo cual tuvo como
resultado una destrucción de las industrias y de la agricultura (Morán y Figueroa,

30
A esta observación, se añade otros factores tanto naturales como sociales y económicos, que pueden
explicar la crisis padecida en Haití durante los años 80. "Recordamos los años del ciclón Allen…la caída de
los precios de los productos tradicionales de exportación como el café y hasta la diminución de la ayuda
externa, así como el incremento de los flujos migratorios rural-urbano a lo interno y hasta el exterior" (Silié y
cols., 2002: 53).
31
Estos investigadores enumeran además otros factores que favorecen la migración de haitianos hacia otros
países como Estados Unidos, Canadá y República Dominicana. Según ellos, la concentración de la población
en la capital de Puerto Príncipe provoca que por primera vez haya una concentración del empobrecimiento
urbano. Los migrantes urbanos piden entonces más servicios y oportunidades de empleos que los
campesinos, sin embargo como el Estado haitiano presenta varias ineficiencias, activa entonces el
desconcierto de parte de los ciudadanos de la capital. A raíz de esto, se crea entonces un sector informal,
mostrando así la expresión de una nueva actividad económica no tradicional que crece al margen del Estado
(Silié y cols., 2002:63-64).
32
La industria maquiladora es impulsada y orientada "principalmente al mercado de los Estados Unidos, ha
sido estimulado por privilegios arancelarios para la importación y otros incentivos y ha sido producto de
operaciones de ensamblado con baja remuneración" (Buitelaar, R., Padilla, R. y Urritia R., 1999:133).

34
2005:264). Esta situación socio-económica y política movilizó una oleada masiva de
haitianos a salir de su país en búsqueda de mejor oportunidad de vida33.
Entre tantas otras razones, no se puede olvidar el terremoto en Haití en enero de
2010. Pues, "la falta de vivienda y trabajo, la destrucción de infraestructuras, las urgencias
médicas, el miedo, la violencia, la inseguridad se señalan como los principales factores que
forzaron (…) a desplazarse tanto al interior del país como hacia República Dominicana"
(Wooding, 2011:114). No obstante, se insiste que desde una perspectiva cronológica, esta
investigación no considera el terremoto dentro de su análisis debido a la falta de
bibliografía.
Para concluir, se pueden destacar otros factores además de la situación económica,
política y las catástrofes naturales para explicar la migración de haitianos específicamente
en República Dominicana como "la condición geográfica de ser países limítrofes en una
pequeña isla favorece los desplazamientos (…) la gran ‘porosidad’ de la frontera
domínico-haitiana" (Báez y Lorenzo, 2008:190).

Cifras de la migración haitiana en República Dominicana

Como se ha evidenciado anteriormente, la República Dominicana absorbe una gran


parte de la migración haitiana intrarregional debido a su posición geográfica34, al contexto
histórico azucarero y -como se demostrará más adelante en este capítulo- al desarrollo de
una nueva economía de servicio con necesidad de mano de obra extranjera. La presencia
haitiana durante el siglo XX en este país señala no solamente una historia migratoria
compleja y dinámica, sino también un contexto social y político que puede admitir una
serie de discriminaciones y vulnerabilidades dirigidas hacia los/las haitianos/as por el
hecho de ser sujetos migrantes. Esta situación se inicia en parte de la controversia y
constante debate en cuanto al número de haitianos en el país.
33
Según el artículo de Báez y Lozano (2008:180), más de 30.000 balseros haitianos fueron detenidos por las
autoridades estadounidenses, y recluidos en la base naval de Guantánamo.
34
Es significativo destacar que "dentro de las migraciones en el Caribe insular la migración haitiana hacia la
República Dominicana constituye el sistema migratorio laboral más importante, en términos de magnitud de
personas involucradas y del tiempo en funcionamiento de casi un siglo, dentro de las corrientes laborales
impulsadas por la modernidad capitalista" (Ministerio de Trabajo, Observatorio del Mercado Laboral
Dominicano, 2011: 9).

35
Los diferentes grupos de intereses –élite, gobiernos, ONG, intelectuales, etc.-
afirman cifras que oscilan entre 200.000 y los dos millones de inmigrantes haitianos en
República Dominicana. La discordancia entre los datos emitidos se puede justificar por tres
factores claves: la ausencia de censo oficial, la falta de precisión en la definición misma del
"inmigrante haitiano" y los factores ideológicos.
En primer lugar, Wooding y Moseley-Williams (2004:34) afirman que la falta de
un censo oficial que evidencie y cuantifique el movimiento migratorio, y que cifre la
cantidad de haitianos y haitianas en el país. Si hubiese esta información sería posible
argumentar diferentes hipótesis frente al número total de inmigrantes. También, es
importante añadir que la perspectiva dicotómica de lo formal/informal -como se verá más
adelante- en los movimientos migratorios haitianos obstaculiza la posibilidad de establecer
una cifra exacta con la herramienta del censo (Silié, Inoa y Antonin, 1998:9).
En segundo lugar, los intelectuales subrayan la falta de consenso al momento de
observar las diversas dimensiones tipológicas incluidas en la migración haitiana (Wooding
y Moseley-Williams: 2004:34). Es decir, evidencian la necesidad de aclarar los límites
conceptuales del migrante haitiano/a y responder las preguntas: ¿Quién es el haitiano o la
haitiana en la República Dominicana? La respuesta debe incluir obviamente los migrantes
haitianos recientemente llegados; sin embargo, ¿los hijos de haitianos nacidos en tierra
dominicana, las otras generaciones y los hijos de parejas mixtas se incluyen también en la
definición del migrante haitiano? Estas preguntas son algunas de las que los investigadores
Wooding y Moseley-Williams (Ibidem) resaltan e invitan a reflexionar. A estas
observaciones, agregan la necesidad de añadir la dimensión de la temporalidad entre
inmigrantes, es decir según el tiempo de permanencia en la República Dominicana (Báez
Evertsz y Lozano, 2008:192).
En tercer lugar, la capacidad de cifrar los inmigrantes haitianos en el país está
dificultada por diferentes factores ideológicos, tales como el "Nacionalismo". Este se
caracteriza principalmente por el pensamiento Antihaitianista -concepto que será definido
más adelante en este capítulo- desarrollado por la élite dominicana. Esta posición ha sido
utilizada desde la era trujillista para defender las teorías concernientes la amenaza a la

36
identidad nacional y cultural, la invasión y la unión pacífica (Silié y cols., 1998: 10). Tal
como señalan Báez Evertsz y Lozano (2008):

La mayor presencia de los inmigrantes en las ciudades, los episodios de


conflictos y desestabilización política de Haití han impulsado una
creciente preocupación pública sobre el volumen de inmigrantes que es
acompañada con la difusión de apreciaciones numéricas que han ido en
progresivo ascenso (192).

¿Entonces, cuáles son las cifras más aceptadas?

Las cifras que publican los diferentes medios de comunicación dominicanos


nacionalistas afirman que entre uno y dos millones35 de haitianos viven en territorio
dominicano en comparación con 500 mil durante la década de los 90 (Báez Evertsz y
Lozano: 2008:192). Por su parte, la Organización Internacional para las Migraciones
(OIM) en su informe de 2006, evaluaba a 800 mil los haitianos en el país apuntando así
hacia la misma cifra que la población estimada de haitianos en Estados Unidos durante este
año (Ibidem).
Frente a estas cifras, se cree más adecuado estimar una suma de haitianos viviendo
como migrantes en República Dominicana entre 315.000036 y 380 000. Esta última
aproximación fue calculada por Wooding y Moseley-Williams (2004:37) analizando las
tasas de crecimiento y las deportaciones y repatriaciones. Llegan a la conclusión que el
50% de los repatriados no vuelven a República Dominicana y que 20.000 haitianos
regresaron forzosamente entre los 1991-2001. Si bien en 1991 se calculó una población
haitiana de 245.000 y que los niveles de crecimiento se mantuvieron, la cifra sería del
orden de 500.000 en los años 2000. De esto, se resta un promedio de 20.000 deportados o

35
Estas cifras representan entre un 10% y un 20% de la populación total de la República Dominicana según
Báez Evertsz y Lozano (2008:192).
36
Báez Evertsz y Lozano (2008:193) analizan la población incluyendo tanto los recién llegados como sus
descendientes. La cifra total para ellos es de 510.000 haitianos. Estiman que 315.000 inmigrantes nacieron en
Haití -266.000 de estos son mayores de 18 años- y 195.000 sería el total de los descendientes.

37
repatriados anuales y se llega a la cifra de 380.000 haitianos en República Dominicana, un
5% de la población total del país (Ibidem). Este porcentaje representa una proporción
mucho menor comparado con el 10% o el20% analizado por los medios de
comunicaciones nacionalistas.

La migración haitiana. Primeras oleadas a República Dominicana: los bateyes

El cultivo de azúcar en la República Dominicana ha sido un componente básico en


la economía de este país durante varios siglos. Sin embargo, como destaca Fuguson
(2003:10), fue durante la ocupación estadounidense (1916-1924) que esta industria se
desarrolló y expandió37. Tal como fue comentado anteriormente, los Estados Unidos
favorecieron considerablemente la migración haitiana para la zafra; movimientos
migratorios siguieron luego de la desocupación. Esta actividad se caracterizaba por ser
ejercida de modo temporal y estacional. Como lo explica Silié (2003:11), ésta era una
migración de tipo colectiva bajo contrato. El gobierno dominicano estimaba el número
necesario de mano de obra y el gobierno haitiano, junto a los buscones38, reclutaba a los
trabajadores que eran luego trasladados hacía el país vecino39. Es decir, "el sistema
migratorio laboral haitiano-dominicano se sustentaba sobre todo en la circulación de
migrantes entre la economía campesina haitiana y la agricultura cañera dominicana, las
prácticas y agentes que organizaban el mismo regulaban las fases en el proceso de esa
circulación" (Báez Evertsz y Lozano, 2008:189).
Los jornaleros eran repartidos en varios ingenios -terrenos estatales y privados de
explotación azucarera- según lo necesitado para la zafra (Silié, 2003:11). Esta migración
era entonces colectiva y pactada tras un contrato "oficial". Cabe destacar que la gran

37
Como lo pretende este autor, 11 de los 21 ingenios pertenecían a empresas estadounidenses de lo cual 98%
de las exportaciones se dirigía hacia este país. Luego de la salida de los Estados Unidos, este movimiento
migratorio siguió y en 1935, se estimaba a 50.000 haitianos viviendo en República Dominicana (Fuguson,
2003:10).
38
Los buscones, passeurs para los haitianos, son intermediarios encargados de ubicar a los trabajadores y
trasladarlos a la frontera dominicana (Wooding, Moseley-William, 2004:42).
39
Estos acuerdos bilaterales eran incentivos económicos para Haití. Por cada trabajador, el gobierno
dominicano pagaba un monto al gobierno haitiano. Se estipula que en 1986 se pagó 2 millones de dólares por
19.000 braseros a la Dinastía Duvalier (Wooding y Moseley-William, 2004:40).

38
mayoría de los haitianos contratados eran hombres jornaleros de origen rural y se
centraban prácticamente al 100% en los enclaves azucareros -ingenios- lo que les aislaba
considerablemente de los sectores urbanos y de la población dominicana. Estos
trabajadores eran indocumentados, debido a que no tenían permiso legal de las autoridades.
Sin embargo, como lo explica Silié (2003:5), quienes se quedaban trabajando luego de la
zafra pasaban a ser de inmediato ilegales.
Durante el primer movimiento migratorio, los "braceros" –nombre común para los
cortadores de caña de azúcar– se trasladaban con su familia a los ingenios dominicanos y
residían en los Bateyes. Estos se definen como pueblos de obreros azucareros. Estas
poblaciones fueron parte de los ingenios, y eran considerados como un tipo de territorio
independiente dentro de la República Dominicana40. Los ingenios tenían sus propios
servicios básicos, seguridad y transporte. También contaban con viviendas para quienes
trabajaban en este lugar, etc. (Wooding y Moseley-William, 2004:42). Ciertos inmigrantes
fueron contratados de forma permanente, por esta razón se desarrolló con el tiempo una
comunidad haitiana en la zona, donde sus descendientes también se integraron a los
bateyes.
Se estima que hoy existen cerca de 400 bateyes dispersos en el territorio
dominicano (Amnistía Internacional, 2005:7). Las condiciones de vida dentro de estas
localidades son de las peores del país; tienen poco accesos al agua potable, educación o
salud. Además los niveles de desnutrición se mantienen (ibídem). En los bateyes, se han
conservado con el pasar de los años las tradiciones haitianas, el idioma creole y la religión
vudú. Así también, estos bateyes fueron usados como lugares de refugio para aquellos
haitianos que tenían miedo de ser deportados -como lo ocurrido en 1996 y 1999-
(Wooding, Moseley-Williams, 2004:43).

40
Al principio, en estos ingenios no se pagaba a los inmigrantes con moneda dominicana sino con fichas.
Esta medida se debía al buscar aumentar las ganancias. Los empleados solo podían comprar en las tiendas de
los ingenios. Podían entonces poner el precio que querían a los alimentos de primera necesidad (Wooding y
Moseley-Williams, 2004:42).

39
Causas y consecuencias del declive de la industria azucarera

A finales de años 80, surgieron cambios considerables en el sistema migratorio


haitiano en República Dominicana, esto provocado por el colapso de la industria azucarera
dominicana. Según lo subrayado por Wooding y Moseley-Williams (2004:44), las
principales razones que permiten explicar este contexto serían la baja de los precios del
azúcar en los mercados internacionales, la disminución de las importaciones de los Estados
Unidos, así como la débil inversión hecha por el Consejo Estatal del Azúcar (CEA) para
modernizar los ingenios. Si bien, durante los años 70 se producía y exportaba más de un
millón de toneladas anualmente y se pagaba 0.76$/libra en Estados Unidos, ya en 1982
solo se pagaba 0.05$/libra de azúcar (Furguson, 2004:12). En 1991, se producían
solamente 340.000 toneladas (Wooding, Moseley-Williams, 2004:44).
A consecuencia de este nuevo escenario, la mayoría de los ingenios de la CEA se
privatizaron o cesaron de funcionar. Para los braceros haitianos, las perturbaciones
económicas dentro del mercado azucarero les afectaron considerablemente ya que no
solamente se encontraron desempleados sino que les obligó a migrar de los bateyes en
búsqueda de fuente de trabajo. Este movimiento fue conceptualizado como la "diáspora de
los Bateyes" por Wooding y Moseley-Williams (2004:46), es decir, como una oleada
migratoria económica iniciada a principios de los años 80 que se caracteriza por el
abandono de los bateyes para dirigirse hacia otras regiones agrícolas del país, más
propicias al desempeño laboral. Durante este periodo, la República Dominicana tuvo un
aumento de producción agrícola no azucarera que permitió la integración de los
trabajadores de los bateyes; incorporándose principalmente en la cosecha de arroz y café
(Wooding y Moseley-Williams, 2004:47).
Esta transición coincidió además con el desarrollo de una nueva economía de
servicios -industria del turismo, la construcción y el sector comercial informal- en los
grandes centros urbanos dominicanos. Es decir, a principios del siglo XXI, la producción
azucarera que:

40
Había sido la espina dorsal del país en aportes, en ocupación de fuerza
laboral y en los ingresos generados por las exportaciones, tenía sólo una
contribución marginal en los ingresos generados respecto al
representado por las industrias de zonas francas, el turismo y las
remesas enviadas por la diáspora dominicana (Báez Evertsz y Lozano,
2008:179).

Es preciso agregar a este cambio económico que durante este periodo se observa una fuerte
migración dominicana dirigida principalmente hacia los Estados Unidos y Europa
especialmente de las mujeres dominicana en España -tal como ha sido comentado
anteriormente-. Esta movilidad acrecentó la necesidad de mano de obra extranjera en
diferentes labores y en varias regiones urbanas del país.
Si bien se percibió una cierta integración de los braceros en esta nueva economía de
servicios, dos razones pueden explicar su muy limitada inserción laboral. La procedencia
rural de los braseros haitianos y el tipo de labor efectuada en los ingenios rigió el destino
de la migración hacia un trabajo similar, de fácil inserción laboral por el tipo de mano de
obra solicitada.

La Nueva Inmigración Haitiana

Los diferentes movimientos migratorios en la República Dominicana sufrieron


transformaciones significativas a finales de los años 80. Esto fue generado por diferentes
factores económicos y sociales. De este nuevo modelo económico, se desarrolló un
novedoso sistema migratorio y produjo la diversificación de la tipología de los inmigrantes
haitianos, eso con la urbanización de la migración haitiana (FLACSO/OIM, 2004) lo cual
es conceptualizado como la "Nueva Inmigración Haitiana" por Silié y cols (2002).
Estas alteraciones permitieron a los haitianos ampliar sus oportunidades laborales
dentro del mercado de trabajo puesto que la proximidad geográfica y el usual carácter

41
irregular de la migración bracera, incorporaban a los haitianos dentro de una nueva
dinámica migratoria en República Dominicana41.
Pues, los investigadores de esta nueva conceptualización indican los siguientes
puntos claves "el rostro de la inmigración haitiana en la República Dominicana es cada vez
más urbano, joven y femenino (…) [con] habilidades ocupacionales distintas a las que
tienen los tradicionales inmigrantes haitianos" (Silié y cols. 2002: 9).
Gracias a esta investigación pionera se evidenció, en primer lugar, la urbanización
de la migración haitiana, pasando de una migración dirigida principalmente hacia los
Bateyes y las zonas agrícolas hacia un movimiento mayormente centralizado en los focos
urbanos dominicanos (FLACSO/OIM, 2004:13). Dicha urbanización se justifica por la
diversificación de las oportunidades ofrecidas a raíz de la oferta/demanda de mano de obra
con poca calificación en nuevos sectores económicos de servicio tales como la
construcción42, el comercio ambulante, el servicio doméstico y el turismo (Ibidem), esto
debido al desarrollo de una nueva economía de servicios.
Estos cambios imponen también diferencias en las formas de entradas y de
contratación de los haitianos en sus nuevos puestos de trabajos en República Dominicana.
En efecto, si bien antes, la contratación se hacía de forma colectiva y los migrantes
haitianos llegaban principalmente de las mismas regiones del país vecino. La "Nueva
Inmigración Haitiana" diversificó los lugares de origen de los migrantes junto con resaltar
que se han ampliado tanto los sistemas de contratación como las oportunidades laborales.
Por lo tanto, "si bien la relación contractual no es formal, los recursos del trabajador
para negociar con los empresarios son mayores, pues en todo caso, los jornaleros
mantienen libertad y pueden movilizarse a otros centros de trabajo" (Silié y cols, 2002:12).
Esto influencia otro aspecto transcendental muy pertinente a esta nueva tendencia
migratoria, esto es, el contacto de los haitianos con la sociedad dominicana. Anteriormente

41
Si bien, el sistema migratorio haitiano en República Dominicana se califica esencialmente por su carácter
laboral de baja calificación, Lozano y Wooding (2008:188) subrayan también la existencia de una limitada
corriente migratoria de empresarios, y de sectores medios, es decir, profesionales y estudiantes.
42
Desde una mirada masculina, los migrantes haitianos en República Dominicana se han insertado
principalmente en la construcción a partir de los años 90. Se justifica por el "dinamismo del sector en el
contexto de la expansión urbana, incremento de las edificaciones turísticas y reanudación de los grandes
proyectos públicos" (OMLAD, 2011: 13).

42
los migrantes se encontraban confinados y aislados en los Bateyes, ahora el intercambio
con los dominicanos es eminente y frecuente, lo que causa nuevas dinámicas sociales.
Tal como fue sostenido por los investigadores Silié y cols. (2002) la "Nueva
Inmigración Haitiana" se caracteriza por su carácter urbano y por la juventud de los
migrantes. Pues, en su mayoría, los sujetos migrantes son de procedencia urbana, es decir
de las ciudades haitianas previo a la migración y su rango etario oscila entre los 20 y 40
años (92). "A diferencia de los jornaleros de la industria azucarera de procedencia
esencialmente rural, [los migrantes] proceden [en su mayoría] de las zonas urbanas de su
país"43 (95).
El aspecto transcendental y la motivación para esta tesis se encuentran en la
presencia femenina en esta corriente migratoria y el proceso de feminización de la
migración. Si bien todavía domina la presencia masculina44, la representación femenina ha
aumentado significativamente dentro de este proceso migratorio. Esto mismo evidencia
Báez y Lorenzo (2008) explicando que si bien "la perdida de la importancia de la inserción
en laboral en la cosecha cañera ha tenido por correlato una relativa diversificación
ocupacional, ante todo, de una concentrada y diferenciada según género" (198).
Lo interesante de esta nueva inclusión sería pensar en una posible transformación
del rol de la mujer, siendo ahora una agente independiente dentro de la corriente
migratoria; que no sigue más al migrante masculino sino que se efectúa su movimiento
migratorio de forma autónoma. Scudu (2009) sostiene este elemento explicando que ya las
mujeres migrantes no se identifican como "un sujeto sombra que se mueve detrás de sus
cónyuges o familiares, sino migran autónomamente, no solo a la búsqueda de una mejora
económica, sino también guiadas por proyectos que podemos definir de emancipación de
género" (20). La dicotomía producción/reproducción y masculino/femenino se empieza a
romper para dejar entrar la mujer como agente productora desempeñando labores en el
mercado económico dominicano. Ellas suelen trabajar en ámbitos diferentes al de los

43
Según la investigación, subrayaron que un 59.1% de los entrevistados eran originarios de las zonas urbanas
de Haití.
44
Según los primeros datos relavados por esta primera investigación sobre el tema, 72.6% de los migrantes
son hombres y el 27.4% son mujeres. En 2004, se efectuó la primera encuesta nacional de lo cual se demostró
estadísticas ligeramente más bajas en cuanto a la presencia de la mujer.

43
hombres; el comercio ambulante, el turismo, el trabajo doméstico, etc. (FLACSO/OIM,
2004:16).

Orígenes de las discriminaciones hacia los migrantes haitianos

Si bien esta investigación dirige sus esfuerzos en establecer las características


socioeconómicas de migración e inserción laboral de la sujeta migrante haitiana incluidas
en el movimiento migratorio urbano de la "Nueva Inmigración Haitiana" y en demostrar las
discriminaciones y vulnerabilidades padecidas específicamente por estas migrantes en un
contexto urbano, desde una perspectiva de género -es decir utilizando las variables mujer y
migrante- se cree primordial explicar y analizar brevemente los orígenes de dichas
discriminaciones hacia los haitianos en República Dominicana desde una perspectiva
global, es decir "asexual45". Es sumamente importante recalcar el contexto histórico en
cuanto a este tema, no obstante, se reitera que el énfasis general de la tesis en cuanto a
observar y analizar las discriminaciones dirigidas hacia las sujetas migrantes haitianas, se
enfoca específicamente en elementos de género y no desde la variable de "raza".
Las complicadas relaciones entre Haití y República Dominicana se pueden explicar
y justificar desde diferentes perspectivas. Pues, en esta isla caribeña compartida por ambos
países, acontecieron una serie de hechos históricos que demuestran los orígenes de las
discriminaciones padecidas por los migrantes haitianos en República Dominicana. Uno de
los conceptos claves que permite señalar y manifestar la profundidad de esta situación sería
el término "Antihaitianismo".
Este se define como una discriminación taxonómica de tipo xenofóbica dirigida
hacia los haitianos, haitianas y sus descendientes, promovida e instalada a raíz de la
dictadura de Rafael L. Trujillo46 entre 1930-1961. Representa también, el término de

45
Por "asexual" significa que no se hace distinción entre un migrante haitiano masculino o femenino en
cuanto al análisis de los orígenes de las discriminaciones padecidas.
46
Rafael Leonidas Trujillo (1891-1961) fue uno de los dictadores más sangrientos de la historia
latinoamericana. Luego de la ocupación norteamericana entre 1916 y 1924, Trujillo miembro de las Fuerzas
Armadas, fue electo Presidente de la República Dominicana en agosto 1930, precedido por Horacio Vásquez
(1924-1930). Reprimiendo toda oposición e imponiendo el culto de la personalidad fue asesinado el 30 de
mayo 1961 (Bosch, 2009).

44
segregación racial más influyente del marco identitario entre ambas naciones y es un
concepto aún vigente en ciertos sectores de la sociedad dominicana. Los mecanismos
utilizados para justificar esta matriz de pensamiento enclavada en el imaginario colectivo
de los individuos tienen como fin distanciar y separar los rasgos identitarios dominicanos
desde las bases dicotómicas separativas y disyuntivas de lo blanco/castellano/europeo
frente a lo negro/creole/africano, "permitiendo" entonces la subordinación hacia los
haitianos. El "Antihaitianismo" representa uno de los términos de segregación racial más
influyente dentro del marco identitario dominicano.
Diversos acontecimientos históricos de los cuales algunos remontan a la época
colonial permiten evidenciar el nacimiento de estas actitudes xenófobas. Es preciso
recordar que Haití fue la primera colonia en América Latina en declarar su independencia
en 1804, luego de una revolución de esclavos africanos47. Se destaca también que para la
República Dominicana la invasión haitiana entre 1822 y 1843 marcó profundamente la
identidad nacional48. Como lo explica Wooding y Moseley-Williams (2004) "los haitianos
temían, con razón, que las potencias esclavistas de la época (…) realizaran una invasión a
través del escasamente poblado territorio oriental, por lo cual se propusieron ocupar la
totalidad del territorio isleño" (18). Luego de su independencia en 1844, o su liberación de
Haití, se impulsó inicialmente en República Dominicana el concepto de "Antihaitianismo"
a favor de un pro-hispanismo (Ibidem). Como lo sostienen los mismos autores:

Los conflictos armados entre ambos países durante la primera mitad del
siglo XIX generaron en los dominicanos un sentimiento de nacionalismo
hispánico y de desconfianza frente a Haití. No obstante, la mayoría de los

47
La revolución haitiana y luego su independencia (1791-1804) son sucesos históricos fundamentales en
América Latina que permitieron la incorporación de instrumentos sociales que cambiaron la visión social en
la región. No solamente, el 1 de enero 1804, Haití fue la primera colonia a declarar su emancipación de los
países colonizadores, sino representaba también el primer pueblo en abolir la esclavitud y construir un nuevo
Estado por quienes anteriormente fueron esclavos (Cordova-Bello, 1967:121). Para más información entre
otros, referirse a Jean Prince-Mars (1953).
48
Entre 1822 y 1844 los haitianos, bajo la presidencia de Jean-Pierre Boyer, ocuparon la totalidad de la isla,
invadiendo su parte Este. Entre las diferentes acciones desarrolladas, abolieron la esclavitud también en la
zona oriental. Sin embargo, esta dominación haitiana motivó la lucha, liderada por Juan Pablo Duarte, de los
dominicanos hacia su independencia en 1844. Para más información Frank Moya Pons (1978) y Jean Prince-
Mars (1953).

45
estudios modernos señalan que el racismo y la xenofobia que en la
actualidad caracterizan al sentimiento anti-haitiano son resultado de
procesos políticos del siglo XX, particularmente los acontecidos durante la
dictadura de Rafael Leonidas Trujillo entre 1930 y 1961 (19)49.

Es decir, la discriminación taxonómica y xenofóbica hacia los haitianos se habría


instaurado con mayor fuerza durante los 30 años de la dictadura de Trujillo. Si bien, las
relaciones entre ambos países se mantuvieron de forma bastante cordial durante los años
inaugurales de la dictadura en República Dominicana como lo explica Ságas (2009:3), la
masacre de los haitianos bajó las órdenes de Trujillo50 en 1937, donde asesinaron a todo
sujeto de apariencia haitiana51, determinó la segmentación, la separación y el alejamiento
de República Dominicana de los rasgos haitianos (Wooding, Moseley-Williams, 2004:20).
Esto impuso dicotomías separativas y disyuntivas básicas. Trujillo justificó estos hechos
como un mecanismo de defensa contra la "degradación biológica del pueblo
dominicano52(NCHR, 1995:12) y como proceso de "blanqueamiento de la nación"53.
Se instauró, además, por un cierto sector de la población dominicana, el "mito de la
unificación" para enfatizar el discurso nacional del "Antihaitianismo". Este mito reside en
que una conspiración internacional, entre gobiernos y ciertas ONG, hubiera sido instaurada

49
No obstante, Pablo Mariñez (1987:155) sostiene que este transcurso de tiempo y estos acontecimientos
históricos sería el principio de la formación de la conciencia nacional dominicana y los orígenes de la cultura
propia y del antihaitianismo durante el siglo XX.
50
Como lo asegura el ex presidente Juan Bosch (2009:57), la abuela materna de Trujillo era haitiana. De este
evento se contradice asimismo frente a sus orígenes familiares y biológicos.
51
Se mató a los haitianos que se encontraron incapaces de confirmar su nacionalidad dominicana. Una de las
formas para reconocer a un haitiano durante la masacre fue pedirle pronunciar la palabra perejil. Esa palabra
suele ser muy desafiante para los francoparlantes y de habla creole (Wooding, 2009:12).
52
El pueblo al estar tan cercano, convivir y compartir con su vecino, podría además llegar a adquirir los vicios
"bestiales", "bárbaros" y "salvajes" de los haitianos, para luego llegar a la decadencia de la patria y de las
costumbres civilizadas, hispánicas y católicas adquiridas desde la dicotomía impuesta durante la colonia y
resaltada por razones económicas, políticas e identitarias de parte del dictador.
53
Trujillo, tal como en otras naciones, instituyó la migración masiva de europeos para poblar las cercanías de
la frontera por ser "invadida" de sujetos haitianos. Se creía que con la migración europea se podría alejar de
los rasgos africanos y de la taxonomía negra que solamente podía asignarse a la barbaridad del país vecino y
que sería una consecuencia dañina para el pueblo dominicano (Yri, 2008:40). Se resalta de estas migraciones
europeas la llegada de republicanos españoles durante la dictadura de Franco, así como la de judíos, los cuales
estaban escapando de la Alemania de Hitler (Yari, 2008: 42). Además, como medida de seguridad se
implementaron varias legislaciones, estas intentaban controlar las migraciones de haitianos y así atenuar el
impacto de la presencia negra en la frontera (Ibídem).

46
para unificar la isla y así ayudar a Haití a sobrepasar sus problemas económicos y políticos.
Este hecho tendría cambios en la identidad dominicana, tanto en los valores, como en su
cultura. Este supuesto miedo a la unificación está aún vigente, tal como lo fue durante la
dictadura de Trujillo. Ahora es aprovechado por los ultra-nacionalistas descendientes del
pensamiento trujillista para crear polémica respecto de la validez del discurso antihaitiano
(Wooding, Moseley-Williams, 2004:15) y para justificar el desarrollo y uso de las
dicotomías separativas lo cual afecta la dinámica migratoria haitiana en República
Dominicana. Si bien, esta perspectiva no se toma directamente en cuenta en el marco de
esta investigación, permite una contextualización breve para una mejor reflexión de la
migrante haitiana en contexto urbano y su caracterización como se verá en el próximo
capítulo.

47
CAPÍTULO 3.
MUJER HAITIANA EN EL CONTEXTO MIGRATORIO EN REPÚBLICA
DOMINICANA

El contexto cada vez más globalizado de las migraciones intrarregionales


latinoamericanas ha demostrado dos componentes fundamentales del fenómeno de la
"feminización de la migración". Existe un aumento cuantitativo de la proporción de
mujeres migrantes en la región además de un carácter cada vez más autónomo e
individual en la migración. En el caso específico de la migración haitiana hacia República
Dominicana, si bien se identifica dicha feminización, escasas son las investigaciones
dedicadas específicamente a este fenómeno y sus cambios desde una perspectiva femenina
y urbana.
Por esta razón, a partir de la contextualización teórica e histórica precedente, es
esencial ampliar los espectros analíticos del contexto migratorio haitiano en República
Dominicana. Esto, desde una mirada de género para identificar y delimitar las
particularidades y características que acentúan el movimiento migratorio de las mujeres
haitianas en situación urbana en República Dominicana. Se cree esencial profundizar en
este capítulo el estudio de esta nueva dinámica proporcionando el análisis de las
siguientes preguntas: ¿cómo se describe la nueva corriente migratoria femenina haitiana
en República Dominicana? ¿Qué características identifican a las mujeres migrantes
haitianas en las zonas urbanas? ¿Cómo se diferencian las sujetas migrantes insertadas en
los movimientos migratorios rurales -Bateyes y zonas agrícolas-?
Estas interrogantes son primordiales ya que permitirán, en primer lugar, describir y
demostrar las principales características propias de las migrantes haitianas insertadas en
este contexto migratorio urbano, tras los cambios estructurales económicos durante los
años 80 en República Dominicana. Siguiendo a Jiménez (1998), quien sostiene que es
esencial romper con las investigaciones migratorias construidas desde la masculinidad,
sea desde la postura "asexual", "agénero", o sin considerar o profundizar la postura
femenina, se puede admitir una paulatina "feminización de la migración" y un carácter
más participativo en cuanto a las mujeres. Con este objeto, se especificará y analizará, en
primer lugar, la migración intrarregional haitiana hacia República Dominicana desde lo

48
"diferencial de sexo", evidenciando a la mujer como sujeta migrante con características
específicas a su género. Así, esta investigación busca romper los moldes que interpretan la
migración desde un punto de vista masculino en este contexto geográfico específico. En
segundo lugar, se comparará los resultados de las migrantes haitianas en zonas urbanas
con las mujeres insertadas en la corriente migratoria hacia las regiones rurales; sea
agrícola y en los Bateyes. Esto tiene como propósito demostrar tanto lo novedoso de este
movimiento como para destacar las transformaciones propias de las sujetas analizadas en
la presente investigación.

Las primeras aproximaciones de la migrante haitiana en República Dominicana

Las mujeres haitianas siempre han estado presentes en el movimiento migratorio


hacia República Dominicana. Solían llegar como acompañantes de la fuerza de trabajo
masculina dirigiéndose hacia los Bateyes. "Llegaban más bien para complementar a los
hombres en las actividades domésticas y sobre todo en las culinarias que les permitía
asegurar su alimentación" (OIM/FLASCO, 2002: 12). Tal como explica One Respè
(2007):
Al principio, la migración de las mujeres hacia República Dominicana,
era para reunirse con su familia, ya que hace 20 ó 30 años eran los
hombres los que migraban al país vecino para trabajar como picadores
de caña de azúcar. A veces migraban las mujeres pero la mayor parte
acompañaba a un hombre (16).

Con el tiempo estas mujeres empezaron a trabajar en los pueblos vecinos en el comercio
informal y en el servicio doméstico (Wooding y Moseley-Williams, 2004:43).
Una de las primeras investigaciones, que contiene una breve observación de la
mujer en la migración haitiana54 y que analiza socio-económicamente los bateyes del
Consejo Estatal del Azúcar (CEA), es la de Frank Moya Pons. En 1986 este estudio

54
Se enfatiza que esta investigación de Moya Pons, Frank (1986) resaltó ciertas observaciones relativas a las
mujeres en los Bateyes sin acentuar específicamente desde una perspectiva de género.

49
subraya por primera vez las condiciones en las cuales viven las mujeres haitianas en el
sector azucarero en República Dominicana. Se afirma que:

En los bateyes también residen mujeres que tienden a ser las más pobres
de los pobres. Las características generales de la mujer en las
plantaciones del CEA son la desocupación, la dependencia económica,
el ser vistas con menos aprecio que el hombre, el ser consideradas como
simples reproductoras sexuales de mano de obra y reproductoras de
mano de obra a través de [los] quehaceres domésticos (93).

El autor añade además que "hay muy pocas posibilidades económicas para la población
femenina dentro de la sociedad cañera dominicana, pues allí no se le ofrece trabajo" (94).
La primera investigación totalmente dedicada al estudio de la mujer haitiana en
República Dominicana es el estudio intitulado Género, trabajo y Etnia en los bateyes
dominicanos de Senaida Jansen y Cecilia Millan (1991). Este estudio dirigió su perspectiva
analítica específicamente hacia los Bateyes. Apuntó principalmente a la doble jornada de
trabajo que estas mujeres haitianas migrantes deben cumplir a diario, en la casa o fuera de
ésta, determinando su invisibilidad como agente productora. Esto haciendo hincapié en la
"importancia del trabajo doméstico no remunerado en la producción de la fuerza de trabajo
y la generación de plusvalía" (93), a partir de la división sexual del trabajo, y observando
cómo "la estratificación social que alimenta la plusvalía y confina a la mujer a los salarios
más miserables se apoya en la estratificación sexual, en la subordinación de la mujer al
hombre (…) reforzada por la economía de mercado (…) que hacen ‘invisible’ la
producción de la mujer" (24). Estas observaciones concuerdan con lo sostenido por Frank
Moya Pons (1986:93-94) quien sostiene que las mujeres haitianas en los Bateyes eran
consideradas como simples reproductoras sexuales de mano de obra delegada a trabajos
domésticos.
Estas reflexiones se alinean directamente con las teorías y conceptos descritos
anteriormente en el primer capítulo. Estas investigaciones describen a las mujeres en los
Bateyes como un producto histórico, social y cultural que conlleva a definirlas siempre

50
desde su patrón de madre, esposa, hija y hermana. Esto, además desde lo expresado por
Simone De Beauvoir (1949), que obliga a la mujer haitiana a convertirse en un objeto
intercambiable dentro de una sociedad construida por hombres, lo que fomenta la creencia
en la inferioridad de la mujer que la confina a roles maternales reproductivos, no
considerados como productivos.
Su invisibilidad productiva en la economía de mercado, consecuencia de su
condición de mujer, refuerza lo dicho por Jiménez (1998), lo cual admite la no integración
de las sujetas migrantes en los análisis académicos anteriores a la investigación de Jasen y
Millán (1991), ya que las principales teorías investigativas alrededor de las experiencias
migratorias han sido construidas desde una masculinidad laboral. En esta perspectiva, al
investigar, durante la década de los 9055, la problemática migratoria haitiana en República
Dominicana a partir de la perspectiva género/trabajo, Janson y Millan encabezaron el
primer análisis centrado en romper los moldes de interpretación de la temática migratoria
desde un punto de vista masculino, permitiéndoles a las mujeres haitianas una entrada
paulatina como sujeta migrante56.

La feminización de la migración haitiana en Republica Dominicana

Tal como se ha observado anteriormente, la "Nueva Inmigración Haitiana"


evidencia elementos transformadores dentro de los movimientos migratorios de haitianos
hacia República Dominicana. Uno de estos aspectos transcendentales corresponde a la
"feminización de esta migración". Tal como en muchas partes de América Latina y el
Caribe, este fenómeno representa uno de los cambios más significativos en la tipología
migratoria haitiana. Habría un aumento numérico de mujeres haitianas en movimiento hacia
el país vecino, conjuntamente a un perfil participativo de éstas como sujetas migrantes

55
Es de notar que esta investigación se elaboró durante la misma época que los cambios en la economía
azucarera cuales dieron inicio a la "Nueva Inmigración Haitiana"
56
Esta investigación instaura una nueva línea de estudio e introduce la perspectiva de género en este campo
de estudio específico, como lo observa Wooding y Moseley-Williams (2004) "sorprendentemente, los
hallazgos y pistas del estudio no fueron retomadas por más de una década" (62). Es decir, solamente a partir
de los años 2000, se dio continuación a la desmitificación de sujeta migrante haitiana en República
Dominicana, retomando lentamente esta temática de investigación respecto de la migración y el género desde
la mirada urbana y rural.

51
independientes en búsqueda de oportunidades laborales. Tal como lo subraya Wooding
(2011), "un número creciente de mujeres [haitianas] no viene siguiendo a sus parejas, sino
por iniciativa propia, demostrando en algunos casos mayor determinación en emigrar y de
permanencia que los hombres" (108).
En República Dominicana, este aspecto se explica en parte por la urbanización de la
migración lo que concedió a la mujer la posibilidad de desasociarse del perfil de
acompañante que le confinaba anteriormente a cumplir el papel de sujeto invisible en los
Bateyes. Esto le permitió impulsarse como nueva sujeta migratoria independiente con una
determinada visibilidad en el mercado laboral. Por tanto, la dicotomía
producción/reproducción y masculino/femenino se quiebra en cierta medida y con ello la
sujeta haitiana se inserta como agente productora desempeñando labores económicas en
República Dominicana, soliendo trabajar en ámbitos diferentes a los de los hombres sea en
el comercio ambulante o en el trabajo doméstico, entre otros. (Silié y cols, 2002:103).
A raíz de las evidencias teóricas de este nuevo fenómeno migratorio, se elaboró la
primera Encuesta sobre inmigrantes haitianos en la República Dominicana (2004) en
colaboración con la Facultad Latinoamericana de Ciencia Sociales (FLACSO) y
Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Este documento cuantifica por
primera vez la urbanización de la migración y la migrante femenina. Este esfuerzo de
identificación admite un primer cruce de datos desde la perspectiva "diferencial de sexo"
accediendo así a una información relevante sobre la migración haitiana en República
Dominicana.
Los principales resultados de esta investigación concluyen que estas migrantes
representan un 22.4% de la totalidad de los migrantes haitianos en República Dominicana.
En su mayoría estas sujetas están en edad reproductiva y productiva57, tienen entre 1 y 6
hijos y sus hijos viven tanto en Haití como en República Dominicana58. Más de la mitad de
estas mujeres viven en el país desde más de 5 años por razones económicas, por falta de

57
76% de ellas tienen menos de 39 años lo que representa un 90% de las mujeres en edad reproductiva
(FLACSO/OIM 2004: 19-20).
58
84.8% de las mujeres declaran tener hijos (FLACSO/OIM, 2002:72).

52
empleo, bajos ingresos o dificultades financieras. A nivel general, las migrantes activas
económicamente trabajan por su propia cuenta como comerciantes (81%)59.
Si bien los datos recopilados no permiten distinguir o analizar las diferencias
taxonómicas que se generan entre las migraciones femeninas rurales y urbanas a raíz de la
urbanización de la migración, se valora los aportes del estudio sobre las migrantes haitianas
en República Dominicana debido a que representan la primera descripción
sociodemográfica relevante desde la perspectiva de género. Esta iniciativa de la
FLACSO/OIM motivó desde luego a las organizaciones dominicanas y haitianas a romper
este vacío analítico y emprender una labor de identificación, iniciando la construcción de
una mirada más amplia del fenómeno migratorio femenino haitiano específicamente
urbano.
A pesar de esto, para alcanzar un análisis pertinente hacia la temática y los objetivos
planteados en esta investigación se dispone de un número restringido de fuentes. Por esta
razón, se enfoca en tres principales estudios al momento de sistematizar la información
existente sobre este tema para contestar y argumentar las preguntas fundamentales de este
capítulo. Pues, son las únicas fuentes que dedican sus esfuerzos analíticos hacia la sujeta
migrante haitiana en República Dominicana desde una mirada urbana. Se refiere a El rostro
de la mujer haitiana en el comercio informal urbano de República Dominicana elaborada
por Graziella Scudu (2009), Migración de las mujeres haitianas en la República
Dominicana: Realidades y perspectivas por el Movimiento de mujeres domínico-haitianas

59
Las estadísticas señaladas en esta encuesta desde la perspectiva de género permiten observar varios
contrastes desde las características socio-demográficas. En primer lugar, los migrantes haitianos masculinos
en República Dominicana suelen ser más jóvenes que las mujeres. Efectivamente, un 40.2% de los migrantes
tienen 24 años o menos contra un 28.8% para las mujeres. Respecto a su estado civil, los datos demuestran
que cerca del 50% de los migrantes masculinos están solteros frente a solamente un 9.6% para las mujeres,
además muchos de ellos se encuentren sin hijos. Para los migrantes que sí tienen hijos, más del 58.8% de los
niños no viven con ellos en República Dominicana. Esta afirmación justifica que suelen volver a Haití más
seguido que las mujeres para cumplir con las obligaciones familiares. La ocupación laboral es también muy
específica al género. Los hombres se desempeñan mayoritariamente en el área de la construcción y las
mujeres en la venta ambulante, el servicio doméstico y el turismo. Otro aspecto importante para considerar
desde la perspectiva de género se orienta hacia el nivel educativo de los y las migrantes. Las mujeres carecen
más de educación que los hombres ya que un 51.2% de ellas no asistieron a la escuela frente a un 38.8% por
los hombres. Las razones que justifican la migración también difieren. Si bien los hombres declaran que su
primera motivación es el trabajo en un 83%, las mujeres justifican la migración para establecerse
permanentemente en República Dominicana. Esto podría estar relacionado con la mejor calidad de vida en
este país, así como las mejores posibilidades de desempeño como trabajadoras, una mejor educación para los
hijos y mayor independencia.

53
(MUDHA) (2005) y Una cuestión de entendimiento. La presencia de las mujeres migrantes
haitianas en el servicio doméstico en la República Dominicana de Wooding y Sangro
(2011)60.
No obstante, estas investigaciones dirigen su enfoque desde la sociología empleando
metodología cuantitativa y cualitativa propia a las encuestas y el trabajo de campo. Esta
perspectiva propia a este campo de investigación obliga a trabajar con estadísticas, lo cual
representa un desafío analítico desde los estudios culturales. Sin embargo, esta dificultad, si
bien representa un reto, no impone el estudio de esta temática migratoria, sino que
demuestra la precariedad de estudios desde una perspectiva de género y justifica la temática
optada porque puede reflejar, una diferente trayectoria migratoria que admite no solamente
una novedosa percepción de la migrante haitiana sino una nueva perspectiva del género en
la migración en República Dominicana.

Características de las mujeres migrantes haitianas en zonas urbanas

Una de las primeras características al momento de analizar las mujeres haitianas en


zonas urbanas corresponde a su carácter juvenil. La gran mayoría de ellas se encuentran
en edad productiva y reproductiva y son menores de 44 años (MUDHA, 2005:61).
Además, su migración es sumamente reciente ya que una gran parte de las migrantes
viven por primera vez en el país vecino y solamente un porcentaje mínimo de ellas residen
en República Dominicana desde más de cinco años (63).
Su procedencia o último lugar de residencia en Haití tiende a ser urbano y suele ser
principalmente de la capital, Puerto Príncipe (Scudu, 2009:30). Los mercados laborales en
los cuales las migrantes se insertan representan también un cambio significativo en la

60
Esta observación tiene una limitación metodológica por la reducida bibliografía que abarca esta temática
migratoria desde un enfoque de género. No obstante, se subraya otras investigaciones tales como Fanm nam
fwontyé, fanm toupatou: Una mirada a la violencia con las mujeres migrantes haitianas, en el tránsito y
desplazadas en la frontera domínico-haitiana (Petrozziello y Wooding, 2011), El rostro de Miriam en el ir
y venir de las mujeres inmigrantes (One Respé, 2007), Informe de estudio cualitativo sobre la trata de
mujeres haitianas en República Dominicana tras el terremoto (OBMICA, 2011). Estos estudios, si bien no
enfocan directamente desde una variable urbana a partir de la "Nueva Inmigración Haitiana" (Silié y cols.
2002) y de la urbanización de la migración, manifiestan una preocupación hacia el estudio de la migración
femenina haitiana en República Dominicana desde lo cual se puede recopilar información valiosa sobre esta
temática.

54
dinámica migratoria. Como la mayoría de las sujetas migrantes llegan desde las zonas
urbanas haitianas, ellas tienden a incorporarse en actividades como el comercio informal,
el turismo o el servicio doméstico61. Esto debido a que se han desempeñado en este
ámbito laboral en su país de origen. Lo cual implica entonces una incorporación
62
segmentada por la dicotomía hombre/mujer dentro del mercado laboral (OBMICA,
2011:107).
Las principales razones que animaron a las mujeres haitianas a participar del
movimiento migratorio hacia zonas urbanas dominicanas se explican por motivos
económicos63. Es decir, el desempleo, la pobreza y la búsqueda de nuevas oportunidades
están a la base del proyecto migratorio (Scudu, 2009:27). Es significativo, conjuntamente,
subrayar la inestabilidad socio-económica y política como factor de escape de las mujeres
haitianas hacia República Dominicana (MUDHA, 2005:75). No obstante, no se debe
olvidar la importancia de las motivaciones personales, sea el deseo de independencia o
bien un cierto grado de empoderamiento representativo de la "feminización de la
migración" (Scudu, 2009:20).
El patrón migratorio constituye también un aspecto innovador que resalta la nueva
corriente migratoria haitiana urbana femenina, puesto que un número considerable de
mujeres llegan a República Dominicana de forma independiente e individual, es decir sin
ser acompañada por un hombre. Esta realidad migratoria evidencia una de las principales
características de la "feminización de la migración": la autonomía de la mujer en el patrón
migratorio64. Esta transición para las sujetas migrantes muestra cambios significativos
desde una perspectiva de género ya que "la mujer haitiana se traslada de un ámbito

61
Un aspecto importante que observar desde una perspectiva de género es cómo los migrantes varones
haitianos, en contraparte, tienden a desempeñar labores en el rubro de la construcción al nivel urbano.
62
La relación causal entre la zona de origen y la incorporación segmentada es muy significativa dentro de la
"Nueva Inmigración Haitiana", pues es uno de los aspectos característicos de este movimiento migratorio. Si
la mujer haitiana se ha desempeñado laboralmente en el área agrícola, tenderá a dirigir su migración hacia
espacio donde puede reproducir labores similares. Lo mismo se puede presumir para el migrante masculino.
No obstante, los migrantes originarios de las zonas urbanas haitianas se dirigen en su mayoría hacia las
ciudades dominicanas.
63
El 86% de las mujeres entrevistas dentro de la investigación de MUDHA justificó su participación en la
migración por razones económicas (2005:62).
64
Santo Domingo sería la ciudad donde un porcentaje mayor de sujetas migrantes haitianas habrían migrado
de forma autónoma e independiente (Scudu, 2009:32).

55
reproductivo a uno productivo, proceso en el que manifiesta la adquisición, mediante la
migración, de un cierto grado de empoderamiento" (Scudu, 2009:21).
Además, una proporción de ellas declara ser solteras al momento de llegar a
República Dominicana, sin embargo, casi totalidad de las mujeres haitianas se
caracterizan por ser madres65. La mayoría de los niños no viven con el padre, sea
dominicano o haitiano, lo que evidencia el carácter mono-parental en el cuidado otorgado
por estas mujeres a sus hijos.
El fuerte predominio de la jefatura femenina representa también un aspecto
importante que señalar (Scudu, 2009:26). No obstante, no todas las mujeres migrantes
llegan a República Dominicana acompañadas de sus hijos, casi la mitad de las migrantes
en zonas urbanas dejan a sus hijos en Haití al cuidado de algún miembro de la familia;
tía, abuela, etc. (Scudu, 2009:25)66. Este fenómeno permite evidenciar la
transnacionalización de las migraciones y los vínculos familiares que mantienen estas
mujeres migrantes con su país de origen (OBMICA 2011: 108). Según MUDHA
(2005:69), la casi totalidad de las migrantes haitianas mantienen un tipo de relación
familiar con Haití.
Uno de los temas importantes que subrayar además, sería la condición de
legalidad o el estatus migratorio de las sujetas migrantes en zonas urbanas. Se sabe que la
migración haitiana en República Dominicana ha sido criticada considerablemente por su
ilegalidad y esto desde de los movimientos hacia los Bateyes. Al observar
específicamente esta variable en el contexto de la presente investigación, las
informaciones disponibles son bastante imprecisas ya que las migrantes, si bien indican
conocer los procesos de legalidad y declaran tener los documentos en orden, pocas veces
poseen realmente la documentación necesaria para vivir y/o trabajar en República

65
Según los datos recopilados, las mujeres haitianas viviendo en las zonas urbanas tienen en promedio 4
hijos, la mayoría entre las edades de 1 y 3 años. Un 43% de estas mujeres tienen hijos tanto en Haití como
en República Dominicana frente a un 20% solo en Haití y un 37% solo en República Dominicana. Además,
81% de las mujeres en zonas urbanas tienen hijos con haitianos contra un 19% con dominicanos (MUDHA
2005:61). Estas estadísticas evidencian la compleja situación de estas mujeres frente a su maternidad.
66
Este fenómeno sería bastante elevado en la región capitalina de Santo Domingo, por parte de las
migrantes haitianas insertadas en el comercio informal (Ibidem: 25).

56
Dominicana67. Sin embargo, Scudu (2009:35) relevó que un 47% de las mujeres que
trabajaban en el comercio informal urbano disponía de documentos necesarios.
Se puede destacar también como elemento fundamental el nivel de escolaridad de
estas mujeres. Se identifican por tener el nivel educativo más elevado que el promedio de
los migrantes haitianos en República Dominicana68. Si bien un 80% de las sujetas
migrantes afirman ser alfabetizadas solo un 2% de estas mujeres alcanzaron el nivel
universitario. Es decir, llegan ya bastante escolarizadas a las zonas urbanas en su mayoría
(MUDHA, 2005:62)69.
Se puede identificar entonces a la sujeta migrante en zonas urbanas como una
mujer joven en edad productiva y reproductiva, proveniente mayormente de las ciudades
de Haití y con un cierto nivel de escolarización. Además, cuenta con una historia
migratoria reciente, autónoma, motivada por razones económicas, desempeñándose
mayoritariamente en el comercio informal, turismo o servicio doméstico. Esta migrante
se define también por su perfil maternal, su jefatura de hogar y por su limitado grado de
legalidad en cuanto a su estatus migratorio.

Migrantes haitianas urbanas y rurales: una comparación

Para alcanzar una interpretación analítica que proporcione una descripción


exhaustiva de la migrante haitiana urbana en República Dominicana, se cree oportuno

67
Como lo observó MUDHA, en cuanto a la condición de legalidad laboral de las migrantes haitianas en
zonas urbanas, un 80% de las entrevistadas afirmaron estar en situación de legalidad (2005:63). No
obstante, la mayoría de estas mujeres solo poseen un visa de turismo, lo cual no les permite ejercer como
comerciante.
68
Desde una perspectiva masculina, la investigación Inmigrantes Haitianos y Mercado Laboral, Estudio
Sobre los Trabajadores de la Construcción y de la Producción del Guineo en la República Dominicana del
Ministerio de Trabajo y el Observatorio del Mercado Laboral Dominicano (2011:65) observa que un 20.4%
no posee ningún nivel de escolaridad frente a un 37.1% que terminaron la primaria, 14.4% intermedio,
26.4% secundaria y 0.6% quien tienen un nivel de escolaridad universitaria. Esta información suele ser
interesante pues demuestra que las mujeres poseen un porcentaje levemente más alto que los hombres en
situación de migración urbana insertada en la construcción en cuanto al nivel de escolaridad universitaria.
69
Esta estadística no establece si las migrantes saben leer también en español lo que les puede poner en
situaciones de desventaja en su vida cotidiana. Sin embargo, en la Encuesta sobre inmigrantes haitianos en
la República Dominicana se establece a 20.5% el porcentaje de mujeres migrantes que saben leer el español
(2004:111). No obstante, debemos recordar que esta investigación no hace contraste entre la migración
rural y urbana.

57
utilizar una herramienta metodológica comparativa con las sujetas migrantes insertadas
en las corrientes migrantes en contextos rurales70 –sectores agrícolas y azucareros.
Consideramos esencial pues, en el marco de esta tesis, confrontar los distintos
movimientos migratorios en este contexto geográfico desde la mirada de género para
identificar y delimitar las particularidades y características que acentúan el nuevo
movimiento migratorio de las mujeres haitianas en situación urbana en República
Dominicana. Esto para lograr -como veremos en el siguiente capítulo- desmitificar y
analizar las discriminaciones y las vulnerabilidades propias a las sujetas específicas de
estudio.
Una de las particularidades evidenciadas anteriormente relaciona a la migrante
haitiana en zonas urbanas con su juventud; es decir suele incorporarse al proceso
migratorio a más temprana edad y en etapa reproductiva. Al comparar las estadísticas
entregadas por la organización MUDHA (2005:61), se justifica este enunciado con la
información siguiente: el 90% de las migrantes haitianas en zonas urbanas se ubica en la
franja etaria de 15 a 44 años71. Según Wooding y Sangrio (2011:171), las mujeres
insertadas en el servicio doméstico también se caracterizan por su temprana edad, lo
independiente y personal de su movimiento migratorio, ilustrando así el fenómeno de la
feminización de la migración en República Dominicana. Desde la mirada laboral
informal, se evidencia según Scudu (2009:24) que el conjunto más característico e
importante, un 50%, se ubica en una franja de edad entre los 23 y los 38 años. Estas
estadísticas demuestran entonces que la productividad y la reproductividad de las sujetas

70
Pues, los cambios estructurales de una economía agro-exportadora a una de servicio rediseñaron los
modelos migratorios haitianos en República Dominicana. La disminución de oportunidad laboral para la
mano de obra no-calificada en los Bateyes debido a la baja del precio del azúcar dominicano redefinió las
trayectorias pasando de un movimiento sumamente rural a uno urbano, esto a final de los años 80 para
tomar fuerza a partir de la década de los 90. Si bien se pone mucho énfasis en lo novedoso y lo distinto de
esta corriente migratoria, aún así, no se puede creer que la migración rural hacia los Bateyes haya
finalizado. Al contrario, significa que la migración feminizada haitiana posee varias dinámicas en cuanto a
lo rural y urbano.
71
En contraparte a esta información, Scudu (2009) con su estudio El rostro de la mujer haitiana en el
comercio informal urbano de República Dominicana observa un porcentaje bastante más bajo que lo
señalado por MUDHA. En efecto, un 61% de las mujeres haitianas en la ciudad de Santo Domingo se
ubican entre las edades de 23 y 38 años. Esta investigación, sin embargo, se centra solamente en las
migrantes insertadas en el comercio informal. Si bien este tipo de labor suele ser desempeñado
principalmente por mujeres, las migrantes se incorporan en otras actividades laborales tales como: turismo,
servicio doméstico y comercio de otros tipos.

58
migrantes. Oné Respe (2007:6) también observa las mismas características, enfatizando
que la edad promedio de la primera llegada de las migrantes haitianas en República
Dominicana es de 24 años72.
En contraparte, las sujetas mujeres en los Bateyes entre 15 y 34 años representan
un 68% de las migrantes73. En las zonas agrícolas un 64% de las mujeres se encuentran
entre 25 y 44 años, además, un 26% tienen entre 45 y 64 años. Estas estadísticas las
sitúan en la categoría de las migrantes con más edad (MUDHA, 2005:35-51).
Se ha subrayado anteriormente que las nuevas sujetas suelen llegar de las zonas
urbanas de Haití, principalmente de Puerto-Príncipe. Esto sería otro punto diferencial de
las demás migrantes haitianas residiendo en zonas rurales dominicanas ya que suelen ser
de regiones específicas de Haití que no se caracterizan por ser urbanas tales como Fort-
Liberté, Ouanaminthe y Hinche (MUDHA, 2005:35)74.
Una de las razones que explica la llegada de mujeres migrantes más jóvenes en las
regiones urbanas de la República Dominicana estaría relacionada con la falta de
oportunidad laboral, la gran precariedad para estas sujetas y ante todo el bienestar de los
hijos75 puesto que muchas de ellas son madres solteras; hasta un 21% en el sector

72
El rostro de Miriam en el ir y venir de la mujeres inmigrantes de Oné Resp (2007) analiza
estadísticamente las características socio-económicas (entre otras) de las sujetas migrantes haitianas en dos
ciudades específicas de República Dominicana: Gurabo y Haina. Por las especificidades de la presente
investigación, se cree oportuno recurrir a los resultados de Gurabo ya que esta ciudad se encuentra ahora
aglomerada por la ciudad de Santiago y se caracteriza por su urbanización.
73
Si bien han trascurrido más de 20 años desde esta pionera investigación de la investigación Género,
Trabajo y etnia en los bateyes Dominicanos (Jansen y Millán, 1991), sigue siendo válida al momento
analizar esta problemática. Es muy interesante observar que el porcentaje de mujeres haitianas en los
Bateyes en edad reproductiva en el año 1991 es casi el mismo, o sea 67.2%, que el sondada por MUDHA
en 2005. Esta información puede evidenciar que la corriente migratoria femenina en los Bateyes se
caracteriza por su estabilidad en el tiempo ya que no ha sufrido cambios desde la perspectiva de género en
cuanto a la edad.
74
La investigación de Jansen y Millán no hace referencia al lugar de origen de las migrantes dentro de su
análisis, se basa más bien en el origen étnico, focalizándose en los antepasados para concretar sus
observaciones. Es decir, en la primera investigación sobre mujeres y Bateyes, se tomó en cuenta que estas
mujeres haitianas residían en República Dominicana desde un periodo considerable o más bien que su
familia vivía en el país desde varias generaciones.
75
En cuanto al número de hijos por mujer migrante, desde la mirada de las sujetas migrantes insertadas en
el servicio doméstico, Wooding afirma que el promedio de hijos se encuentra a 2.7 (2011:172). Para las
sujetas migrantes insertadas en el comercio informal, el promedio es de 2.9 (Scudu, 2009:25). De forma
más precisa, se observa que un 46% de las mujeres haitianas tienen entre 1 y 2 hijos, 48% de las demás
tienen entre 3 y más hijos. Se observa un 6% no son madres (Ibidem). Desde una perspectiva rural, la

59
económico informal (Scudu, 2009: 32). Wooding y Sangrio (2011) también observan esta
tendencia. Pues, un porcentaje importante de las mujeres insertadas en el servicio
doméstico son solteras; "reforzando la idea de la tendencia hacia proyectos migratorios
independientes de mujeres jóvenes de medio urbano (feminización de la migración) que
cruzan la frontera sin el ánimo de juntarse con su familia o pareja" (173). Asimismo,
observa desde la perspectiva de las mujeres insertadas en este tipo de trabajo que "las
motivaciones para migrar no solo son la búsqueda de trabajo o el envío de remesas para
sostener la familia, sino también pueden incluir un proyecto personal autónomo que
incluye el interés en la superación académica" (171).
Es decir, las motivaciones son principalmente económicas y no de
acompañamiento del hombre o reunificación familiar. Esto subraya el carácter de jefatura
femenina de las migrantes en zonas urbanas. Si un porcentaje promedio de 25% de las
sujetas migrantes son solteras en República Dominicana, entonces esto les lleva a
sostener económicamente el núcleo familiar además de mandar remesas. Si bien el
porcentaje es un poco más alto en los Bateyes, un 32%, la situación es totalmente opuesta
en las zonas agrícolas ya que un 90% están unidas a un hombre (MUDHA, 2005: 51).
Esta situación motiva a las mujeres a migrar al país vecino debido a que existiría
una mejor oferta laboral76. "Los factores económicos-estructurales juegan un papel
determinante en impulsar el movimiento migratorio de las mujeres haitianas, sin embargo
hay que subrayar que éstos interactúan con motivaciones de carácter personal" (Scudu,
2009:28). Esta última información es precisamente lo novedoso que conlleva la nueva
inmigración femenina de carácter urbano en República Dominicana desde un perfil
participativo, emancipador e independiente. Se ha observado que más de un 20% de las
mujeres migrantes en las zonas urbanas que emprendían esta migración por decisión
propia estaban motivadas por razones económicas. Además, en Santo Domingo, se

cantidad promedio de hijos para las mujeres migrantes en los Bateyes es de 4 y para las mujeres en las
zonas agrícolas el promedio es de 2.5 (MUDHA, 2005:35-52).
76
Wooding explica, en su artículo Women, Migration and Rights Activism: the Dominican Experience
(2009), que si bien la pobreza y la inestabilidad política son motivos de movimiento migratorio hacia
República Dominicana para las mujeres haitianas, la repartición de la tierra en su país de origen podría ser
otro impulso migratorio. Pues, explica que las mujeres "han sido legalmente desventajada en términos de
herencia en Haití, de ahí la necesidad de buscar otras oportunidades para ganarse la vida fuera del país" (4).

60
encuentra la mayor presencia de mujeres haitianas autónomas e independientes (Scudu,
2009: 32).
Al contrario, para las mujeres migrantes haitianas insertadas en las zonas rurales,
se ha observado la tendencia generalizada hacia la reunificación familiar. Esto demuestra
una propensión de las nuevas generaciones compuestas por familiares haitianas de las
primeras generaciones de trabajadores haitianos a migrar hacia las mismas regiones que
sus parientes. Las ciudades de proveniencia de estas mujeres también evidencian esta
trayectoria ya que suelen llegar todas de las mismas regiones urbanas haitianas.
Este aspecto resulta ser muy significativo al momento de determinar los diferentes
tipos de ámbitos económicos dentro de los cuales se incorporarán las haitianas al
momento de llegar a República Dominicana. Las migrantes provenientes de la capital
haitiana, donde la dinámica económica se caracteriza por su fuerte comercio informal,
tienden a incorporarse laboralmente en un ámbito similar. Al contrario, las mujeres
haitianas de zonas agrícolas, se dirigirán por zonas cuyas necesidades representan
mayormente sus posibilidades de empleo.
La inserción laboral en el comercio informal en zonas urbanas suele ser justificada
por "la independencia y flexibilidad que les permite conservar y, en segundo lugar, por
los ingresos económicos que son, en muchos casos, más elevados que los ofrecidos por el
servicio doméstico, zonas francas y fincas agrícolas" (Scudu, 2009:38). Ahora bien, su
carácter informal en lo referido al comercio puede ser interpretado por la falta de
alternativa y capacitación de las migrantes haitianas (Ibidem). En las zonas agrícolas, un
58% de las mujeres trabajan como jornaleras agrícolas; un 10% como vendedoras
ambulantes; un 12% chiripea, lo que significa que trabajan en casa de alguna familia y un
20% que no indica ninguna actividad económica. En las zonas de los Bateyes, las mujeres
se caracterizan por su oficio doméstico o asalariado en un 48% y son vendedoras
ambulantes o fijas en un 32% (MUDHA, 2005: 42-57).
Otro aspecto importante de la "Nueva Inmigración Haitiana", desde una
perspectiva de género, se acerca a las redes sociales manejadas por estas mujeres. Según
las investigaciones de Wooding y Sangrio (2011), las sujetas migratorias en situación
urbanas insertadas en el servicio doméstico mantienen "relaciones con Haití a través de

61
visitas por razones familiares como enfermedades o matrimonios, de búsqueda de
documentos, en relación con el pequeño comercio aunque hay una pequeña minoría (…)
que no ha vuelto a su país" (192). A estas redes sociales se añade el vínculo con las
iglesias, red social importante para la sujeta migrante en República Dominicana. Estas
desempeñan "una función importante de intercambio de informaciones, apoyo para la
documentación, ayuda con la integración y auspicio de actividades culturales y
deportivas77" (Ibidem). Lo mismo se puede observar desde la perspectiva de las mujeres
insertadas en el comercio informal. Es interesante además destacar la identificación de
una "red migratoria femenina que sostiene la migración y apoya la inserción laboral"78
(Scudu, 2009:32). En cuanto a las mujeres insertadas en actividades laborales de tipo
rural, tanto agrícola como en los Bateyes, las redes sociales se refieren más a la
reunificación familiar.
Las sujetas migrantes en las zonas urbanas que residen en el país entre uno y cinco
años representan un 70%, así también un 42% del total de la muestra vivía en el país por
primera vez según MUDHA (2005:63). Las estadísticas de One Respé (2007:8) son
bastantes similares, puesto que evidencian un 3.8 años para el tiempo de residencia de las
migrantes en la zona urbana de Gurabo79.
En contraparte, se evidencia que solamente un 12% de las migrantes haitianas en
las zonas agrícolas residía por primera vez en este país y que un 62% de ellas lleva

77
Frente a esta observación, se destaca que los hombres parecen ser más favorecidos por estas iniciativas
como tienden a tener menos responsabilidades y más tiempo libre después de los horarios de trabajo. Desde
una perspectiva de género, esto también permite demostrar la carga de trabajo de la mujer en cuanto a hijos
y hogar luego de su trabajo regular (Wooding y Sangrio, 2011:193)
78
Esta identificación es muy interesante en la medida en que analiza las diferencias en cuanto a las redes
sociales en el lugar de destino; es decir, si conoce a un hombre o a una mujer. Desde esta perspectiva, se
observa que las que siguen los pasos de un familiar masculino "han comenzado con la venta de productos y
comida en los lugares relacionados con el trabajo de estos (…) mientras quienes han migrados con un
familiar de sexo femenino les ha sido más fácil incorporarse en el comercio informal. Esto se debe a que
esta actividad es ejercida mayormente por mujeres" (Scudu, 2009:32).
79
Si bien estas dos investigaciones evidencian resultados bastantes similares en cuanto al tiempo promedio
de residencia en República Dominicana de las sujetas migrantes haitianas en zonas urbanas, las
conclusiones emitidas por Graziella Scudu (2009) no demuestran semejantes estadísticas. Pues, al
contrario, evidencia que las mujeres insertadas en el comercio informal en Santo Domingo tendrían un
tiempo de residencia promedio de 10.7 años y en Santiago de 9.7 años. Estas conclusiones obligan entonces
una mirada más generalizada que permite diversas tendencias en cuanto a estas sujetas. O más bien,
permiten analizar cuáles serían las características que llevan a estas diferencias estadísticas en la nueva
corriente migratoria urbana.

62
viviendo más de cinco años (MUDHA, 2005: 53-54)80. En las zonas de los Bateyes se
manifiesta que un 56% de las mujeres están en su primera vez en el país 81 con un 44% de
las mujeres viviendo desde más de cinco años. Su migración es entonces sumamente
reciente en comparación a las demás mujeres haitianas en República Dominicana.
Se reveló anteriormente que las sujetas haitianas en zonas urbanas poseían un
grado limitado de legalidad en cuanto a su estatus migratorio82. Al momento de comparar
con sus homólogas en las regiones rurales, se observa en cuánto difieren. Pues, si bien el
porcentaje de ilegalidad es bastante alto para las migrantes en zonas urbanas -53%
(Scudu, 2009:35)-, las mujeres haitianas en las zonas de los Bateyes y agrícolas poseen
casi nula condición de legalidad y tampoco conocimientos en cuanto a procedimientos
para lograrla. Pues en la zona agrícola, las mujeres "consideraban que teniendo cualquier
tipo de documento, esto les garantizaba su estatus de legalidad" (MUDHA, 2005:54).
Para las mujeres en los Bateyes se observa una situación similar83.
Esto se considera un aspecto primordial al momento de analizar las
discriminaciones y vulnerabilidades de derechos desde una perspectiva de género, lo cual
se realizará más adelante en esta investigación. Pues, como lo sostiene Cortez Castellanos
(2005:55), la condición de ilegalidad puede someter a las mujeres migrantes a

80
Una de las razones que explicaría el porcentaje mínimo de migrantes femeninas llegadas recientemente
en las zonas agrícolas de República Dominicana sería por "la red solidaria de familiares y amigos/as de las
primeras generaciones de migrantes que integraron la industria azucarera o que son descendientes de esas
migrantes, que se encontraban en Haití" (MUDHA, 2005:54). Es decir, muchas de estas mujeres se
incluyeron a los movimientos migratorios hacia estas zonas como hijas o familiares de descendientes
haitianos residiendo en estas zonas de la República Dominicana. Se observa un porcentaje bastante bajo
frente al tiempo de residencia ya que solamente un 6% de las mujeres haitianas en zonas agrícolas
dominicanas tiene menos de cinco años de residencia: esta información estadística puede asociarse también
al fenómeno de reunificación familiar (Ibidem).
81
Aunque este dato revela ser más elevado que el de las mujeres insertas en las migraciones urbanas, esta
información se puede explicar por el bajo porcentaje de mujeres que regresan a su país luego de la primera
migración.
82
Scudu (2009:35) según su encuesta, demuestra que un 33% de las mujeres migrantes poseen un pasaporte
con visa, 10% tienen la residencia dominicana y solo 4% obtuvo la cédula dominicana. Esta última sería
una tarjeta con identificación, foto y huella dactilar que permite realizar trámites en bancos, para firmar
contratos y para poder votar (Wooding y Moseley-Williams, 2004:52).
83
Pues, si bien 36% de las mujeres en los Bateyes afirman tener sus papeles en orden, al momento de
identificarlos presentaron su carnet del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), lo cual las identifica como
residentes de los Bateyes pero en ningún modo presenta un documento legal en República Dominicana.
Para los que declararon no poseer ningún tipo de documentación, se precisa que "un 90% de las
participantes (…) manifestó que tenían miedo de regular sus situación por temor a que las deportan"
(MUDHA, 2005:39)

63
condiciones laborales de tipo abusivas, sin cualquier posibilidad de formalizar reclamos a
las autoridades laborales o civiles, por el miedo a perder el trabajo o a la deportación.
Se ha subrayado anteriormente el nivel educativo de las sujetas haitianas al migrar
a República Dominicana, haciendo hincapié en que ellas llegan a las zonas urbanas
escolarizadas en su mayoría: un 80% saben leer y escribir84. No obstante, un porcentaje
mínimo pero significativo de las migrantes, sea un 2% de ellas, alcanzaron un diploma
universitario (MUDHA, 2005: 62). One Respé (2007:11) añade a estas estadísticas
observando que un 22% de las migrantes haitianas entrevistadas alcanzaron una
escolarización de 10 años y más. Así también, Santo Domingo sería la ciudad con el
menor porcentaje de migrantes haitianas analfabetas (Scudu, 2009:27). Estas
afirmaciones son bastante demostrativas al momento de compararlas con la escolaridad
de las mujeres en las zonas rurales.
Según la encuesta de FLACSO/OIM (2004:112), el porcentaje de mujeres que no
saben leer y escribir es de 52.6% y las que no asistieron a la escuela es de 51.2%85. De las
que sí asistieron a la escuela, un 43.1% de ellas estuvieron entre 1 y 6 años (113). Si bien
esta encuesta no permite captar las estadísticas específicas para las mujeres haitianas
insertadas en una migración urbana o rural, esta información da un panorama global de la
tendencia escolar de las migrantes en República Dominicana.
Según Jasen y Millán (1991: 49), un 48.3% de las mujeres insertadas en los
Bateyes no sabían leer o escribir. Para las que sí fueron a la escuela, un 47.4% de la
muestra solamente cursó la primaria, recordamos, sin embargo, que esta investigación
pionera se elaboró en 1991. MUDHA (2005:36) logra demostrar que la situación ha
mejorado en los Bateyes puesto que un 38% de las mujeres saben leer y escribir en esta

84
Este porcentaje elevado se fragmenta en un 20% que alcanzaron terminar la primaría, un 8% que llegaron
a la secundaria, el porcentaje restante solamente cursó la educación primaría sin terminarla.
85
Si se compara estas estadísticas desde una perspectiva de género, se puede concluir que los migrantes
masculinos haitianos llegan a República Dominicana con un mejor nivel escolar; 38.4% de la muestra de la
Encuesta sobre inmigrantes haitianos en la República Dominicana (2004:112) no sabe leer ni escribir. Esta
cifra es bastante inferior a la estadística emitida para las mujeres que llega a un 52.6%. Esta situación
evidencia un desequilibro en las oportunidades escolares según el género en Haití además de vulnerar a las
mujeres en situación de migración. Vale mencionar que estas estadísticas se enfocan en la lengua creole. Las
estadísticas sobre estas competencias son bastante inferiores para el español ya que un 67.1% de los
hombres y 79.2% de las mujeres no pueden leer ni escribir el español.

64
zona. En las zonas agrícolas, el porcentaje de las mujeres alfabetizadas es de solamente un
20% (52).
Efectuar esta comparación no solamente permite observar y acrecentar las
características propias a la sujeta migrante en zonas urbanas sino alejar a la "Nueva
Inmigración Haitiana" del movimiento migratorio rural. Conjuntamente, evidencia la
necesidad de enfocar de forma exhaustiva la perspectiva de género en la migración urbana
en el país para una interpretación analítica más representativa de la sujeta migratoria en
situación urbana. Es decir, la elaboración de este análisis descriptivo y comparativo con la
herramienta metodológica de las estadísticas se estima fundamental ya que permite una
mirada específica de la dinámica migratoria, como también ampliar el espectro analítico
de la "Nueva Inmigración Haitiana".
Estas observaciones llevan entonces a demostrar la presencia de un movimiento
migratorio de carácter femenino y apuntan a la transformación analítica de la sujeta
migrante; sea de una migrante invisible y caracterizada como simple acompañante del
hombre en los Bateyes, o bien desempeñando labores económicas de forma independiente
en las zonas urbanas de República Dominicana. Informaciones que justifican la utilización
de la teoría de lo "diferencial de sexo" ya que fundamenta una experiencia singular y
única en la mujer haitiana, desde su género, además de especificar e incorporarla como
sujeta desde una perspectiva de investigación migratoria.
No obstante, la supuesta autonomía e independencia que caracteriza esta dinámica
migratoria debe ser confrontada a la dicotomía inclusión/exclusión y emancipación/des-
emancipación. Es decir, se debe reflexionar y examinar si la mujer haitiana, en un proceso
migratorio autónomo hacia República Dominicana sin cumplir la reunificación familiar,
se puede incorporar en una red de discriminación y vulnerabilidad por ser mujer y sujeta
migrante en un país ajeno. Se cree primordial considerar esta observación como punto de
partida para el próximo capítulo; a fin de reflexionar sobre la construcción discriminatoria
y las vulnerabilidades sufridas por parte de estas sujetas en el contexto migratorio
específico a raíz de la "Nueva Inmigración Haitiana". Para esto, se cree oportuno llevar a
cabo un análisis desde la teoría de las "contrageografías de la globalización" de Sassen
(2003a-b).

65
CAPÍTULO 4

HAITIANAS INSERTADAS EN LA MIGRACIÓN URBANA EN REPÚBLICA


DOMINICANA: DISCRIMINACIONES Y VULNERABILIDADES

Se considera fundamental reflexionar sobre lo significativo que constituye el


abordar y el ampliar las temáticas de investigación dirigidas específicamente hacia las
sujetas migrantes en un contexto intrarregional, tal como el de la "Nueva Inmigración
Haitiana" se encuentra fundamental, ya que se inicia con este proceso un distanciamiento de
la invisibilidad analítica de la migrantes femenina desde la mirada de Jiménez (1998).
Desde esta perspectiva, se demostró en el capítulo anterior a una sujeta haitiana con mayor
participación autónoma86 y con características distintivas a las mujeres insertadas en los
Bateyes. Esto permitiendo señalar un nuevo patrón migratorio feminizado haitiano y urbano
en un contexto globalizado y que tiene como principal fuente de inserción laboral el trabajo
doméstico, el turismo y la economía informal. Esto, tal como ha sido establecido por el
concepto de las "contrageografías de la globalización".
Este paradigma migratorio, desde una perspectiva de género, puede entonces
acrecentar un mayor nivel de autonomía y emancipación por las novedosas oportunidades
económicas ofrecidas, así como por las nuevas obligaciones y responsabilidades que
conllevan un significativo cambio hacia más igualdad entre los sexos (Wooding, 2001:162).
No obstante, este contexto migratorio puede también traer obstáculos y barreras respecto de
los derechos de la mujer migrante. Se revela entonces primordial profundizar mayormente
este estudio desde variables específicas como las de "mujer" y "migrante" para desarrollar
un análisis más exhaustivo. Esto desde las discriminaciones87 y las vulnerabilidades88 de
género sufridas por las sujetas analizadas.

86
Al utilizar la palabra "autónoma", se hace referencia a la autonomía del movimiento migratorio. Es decir, la
sujeta haitiana incorporada en el flujo migratorio representativo de la "Nueva Inmigración Haitiana" no se
justifica por reunificación familiar sino por decisión personal e individual no necesariamente ligada al
hombre. Sin embargo, se entiende que no toda las experiencias migratorias en este contexto se identifican de
esta forma, sin embargo, se subraya como una de las características distintivas y novedosas del flujo
migratorio desde una perspectiva de género.
87
Se recuerda que el término "discriminación de género" sería definido como "toda distinción, exclusión a
restricción basada en el sexo que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento,
goce o ejercicio por la mujer, independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre

66
Según Scudu (2009:53), muchas de las segregaciones y debilidades estarían
relacionadas a la nacionalidad, al color de la piel y al trabajo ejecutado por las haitianas en
República Dominicana. Ahora bien, es fundamental añadir a estas observaciones, una
perspectiva de género referida a cómo el contexto de la globalización influencia y presiona
nuevos movimientos migratorios femeninos dirigidos por las ofertas y las oportunidades
laborales precarias en contextos urbanos específicamente dirigidas hacia ellas. De modo
que, al ser incorporadas en este paradigma migratorio como sujetas participativas en este
tipo de mercado laboral, se pueden enfrentar a dobles segregaciones y/o debilidades por ser
mujer y migrante. Estas dos variables conducen así a la potencial jerarquización,
subordinación y a relaciones de poder en cuanto configuran una perspectiva discursiva de
género según lo sostenido por Lamas (1996:336).
El interés de este capítulo se centra entonces en subrayar cómo la economía mundial
y estos circuitos transfronterizos, desde la teoría de Sassen (2003a-b), predisponen en
mayor medida a las migrantes a sufrir diferentes tipos de segregaciones en su calidad de
nuevas sujetas productivas. Por ello se considera primordial observar y describir esta
situación desde la "Nueva Inmigración Haitiana" contestando y reflexionando entonces la
siguiente pregunta: ¿cuáles son las discriminaciones y vulnerabilidades sufridas por las
migrantes haitianas insertadas laboralmente en zonas urbanas de República Dominicana
vistas desde una perspectiva de género?
Es importante notar que pocas investigaciones resaltan aún esta problemática desde
la mirada femenina y urbana para así contestar esta interrogación. Las informaciones
disponibles sitúan su orientación analítica en las mujeres insertadas laboralmente en la
economía informal y el servicio doméstico89. Con los documentos accesibles, se ha definido

y la mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social,
cultural y civil o en cualquier otra esfera" (Naciones Unidas:
http://www.un.org/womenwatch/daw/cedaw/cedaw36/cc/chile/0647950S.pdf
88
En cuanto a las vulnerabilidades sería "el resultado de la acumulación de desventajas y una mayor
posibilidad de presentar un daño, derivado de un conjunto de causas sociales y de algunas características
personales y/o culturales […] por su condición de edad, sexo, estado civil y origen étnico se encuentran en
condición de riesgo que les impide incorporarse al desarrollo y acceder a mejores condiciones de bienestar"
(Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública, párr.2).
89
Si bien se reconoce y evidencia según Silié y cols (2002) que las mujeres se integran también en el sector
económico del turismo, no se dispone de las informaciones relevantes desde la perspectiva estudiada para

67
tres categorías para su mejor descripción, a saber, las discriminaciones laborales de género,
la violencia de género y las vulnerabilidades de salud sexual y reproductiva. Para empezar
esta discusión, se propone observar brevemente las condiciones de discriminaciones de
género en Haití y República Dominicana para una mejor contextualización.

Discriminación y vulnerabilidad de género en Haití y República Dominicana

Wooding y Petrozziello (2011:22) sostienen que en Haití se perpetúan


segregaciones y debilidades condicionadas socialmente e históricamente desde la mirada de
género. Esta situación afecta directamente y cotidianamente a las haitianas en su país.
Enfatizan además que la violencia específica de género sería uno de los principales
mecanismos de jerarquización y subordinación dirigidos hacia ellas. En el caso específico
haitiano, esta podría ser vivida y sufrida diariamente tanto desde una perspectiva doméstica
como desde una perspectiva institucional.
El porcentaje de mujeres haitianas que declaran haber vivido violencia de género
por parte de un sujeto masculino se acerca a un 27% en esta nación (Fortin, 2009: 9). Sin
embargo, se debe relativizar las estadísticas mencionadas, principalmente porque existe una
cultura del silencio en cuanto a violencia privada y pública hacia las mujeres que
obstaculiza el registro de datos (Ibidem). Además, consta de un desconocimiento
fundamental de los derechos básicos de las mujeres, añadido a la falta de una ley dirigida
específicamente desde la violencia sexual90. Esto permite, en muchos casos, la impunidad
de los agresores. Se añade también que "la falta de mecanismos efectivos para la
persecución exitosa obstaculiza la denuncia por parte de las mujeres. En estas
circunstancias, muchas sobrevivientes prefieren guardar silencio como estrategia de
sobrevivencia" (Wooding y Petrozziello, 2011:24). Desde una mirada institucional, se

incluirlas en la descripción y análisis de esta sección. Además, se añade que las mujeres se pueden insertar en
el trabajo sexual, no obstante, esta perspectiva no se aplica en la presente tesis.
90
Se afirma que si bien existe un decreto presidencial sobre violencia sexual en Haití desde 2005, no se ha
transformado aún en ley. No obstante, las investigadoras Wooding y Petrozziello (2011) subrayan que durante
el año 2011, el Ministerio de la Mujer y los Derechos de la Mujer ha presentado un legislación aspirando a
incorporar: "todos los tipos de violencia, nuevos derechos reconocidos y nuevas obligaciones
correspondientes al estado (…) por primera vez las nuevas formas de violencia que están explícitamente
reconocidas son en relación con la violencia conyugal, a nivel psicológico, económico y sexual en el marco de
las relaciones de pareja" (24).

68
añaden grandes disparidades entre mujeres y hombres, especialmente en cuanto a los
accesos a la educación91. Las haitianas padecen de desigualdades de oportunidades por ser
de sexo femenino, lo cual facilita considerablemente su inserción laboral en sectores
precarios. Asimismo, siguen recibiendo pocos servicios de salud, están entonces más
expuestas a enfermedades y peligros en cuanto a salud sexual y reproductiva en su país.
Igualmente, se afirma que a nivel institucional, la violencia sexual de género puede ser
utilizada como arma política en momento de tensión e inestabilidad en Haití (Ibidem).
La preocupación para las sujetas haitianas en situación de migración sería dirigirse
hacia República Dominicana, un país en el cual se evidencian también altas tasas de
discriminación, vulnerabilidades y violencia de género hacia la mujer. Se argumenta y
evidencia un crecimiento numérico en cuanto a este tipo de violencia en este país, lo cual
demuestra una problemática profunda en la sociedad de destino92 (Wooding y Petrozziello,
2011:26). La violencia de género sería entonces un mecanismo y una realidad en la cual las
sujetas migrantes estarían propensas a seguir siendo víctimas ya que tanto en el país de
origen como en el de destino, se mantiene una estructura de segregación basada en el sexo
femenino.
Es interesante destacar -como ya se ha referido- que la mayoría de las migrantes
haitianas justifican la migración por motivos económicos -sea debido al desempleo o la
pobreza- y que la violencia sufrida no resulta ser una de las razones principales enunciadas
para argumentar este movimiento migratorio. Esto se podría explicar por el carácter
institucionalizado -tanto en un contexto público como privado- de la violencia de género en

91
Según Fortin (2009:8), se puede observar que un 23% de las mujeres haitianas no han recibido ningún tipo
de alfabetización frente a un 18% para los hombres. Un dato importante que subrayar, para los efectos de esta
tesis, sería el contraste entre los porcentajes de alfabetización según la dicotomía rural/urbano. Pues, en el
medio urbano un 89% de las mujeres son alfabetizadas contra un 52%. Tal como se subrayó en el apartado
anterior, las mujeres insertadas en la "Nueva migración Haitiana" llegan a las zonas urbanas escolarizadas en
su mayoría y que la mayoría también residía en urbes haitianas. Las estadísticas de Fortin enfatizan esta
información.
92
Se evidencia que un 29.8% de las dominicanas entre las edades de 15 y 49 años han padecido alguna vez
formas de violencia desde su pareja o ex-pareja; una estadística que va en aumento. Amnistía Internacional,
por su parte, denuncia el número de mujeres dominicanas asesinadas por sus cónyuges o ex-cónyuges. Acusan
un Feminicidio subrayando que durante la primera mitad del año 2011, el porcentaje de mujeres asesinadas en
estas circunstancias representa un 20% más en cuanto al año 2009 (Encuesta Demográfica y de Salud 2007
c.p. Wooding y Petrozziello, 2011:26).

69
su país de origen93. Por esta razón, "el estado de derecho aún débil que rige en su país de
origen, reduce sus expectativas en cuanto a protección por parte de las autoridades en el
país anfitrión" (Wooding y Petrozziello, 2011:26-27).
A este contexto se podría añadir la variable del estatus migratorio. Este elemento
constituye uno de los asuntos fundamentales que incluir para una comprensión más
exhaustiva de la contextualización de las discriminaciones y vulnerabilidades que sufren
las mujeres haitianas en República Dominicana. En efecto, "la relación entre la extrema
pobreza de los migrantes, su escaso conocimiento de las vías legales de migración y los
riesgos que conlleva la migración indocumentada hace que ciertas poblaciones sean
particularmente vulnerables" (Mora, 2002: 17). Si bien muchas de ellas afirman tener la
documentación necesaria para vivir legalmente en el país de destino, un porcentaje elevado
de ellas entró de forma ilegal; cruzando el río, el monte o siendo traficadas (MUDHA,
2005:63). Esta situación se puede explicar por la tradición migratoria entre ambos países,
ya que respecto al ingreso de haitianas en República Dominicana "el punto central continúa
siendo el de la entrada ilegal (…) al país, la cual es el producto de un mercado laboral
desregulado, totalmente informalizado y flexible" (Báez Evertsz y Lozano, 2008: 151-
152). Además, es importante precisar que "el sistema legal de la República Dominicana
(…) carece de un marco jurídico o de reglamentaciones que faciliten la regularización del
proceso migratorio. Esto obliga a que la inserción de los extranjeros tienen que darse
forzosamente de forma irregular y esto lo conduce a la ilegalidad" (FLACSO/OIM,
2004:14). Para estas mujeres la situación de ilegalidad94 les asigna la imposibilidad de

93
Tal como evidenciado en el capítulo anterior, se justifican mayoritariamente motivos económicos -sea el
desempleo y la pobreza- como los principales impulsos migratorios. Esta observación, a raíz de lo sostenido
por Fortin (2009) y Petrozziello y Wooding (2011), permite reflexionar sobre cuán institucionalizada está la
violencia en la sociedad haitiana y cómo no se identifica como uno de los principales motivos de la
migración. No obstante, se puede establecer que es una variable transversal desde lo público y privado en la
vida de la migrante, que le afecta en cuanto a sus posibilidades laborales y sus efectos sobre la pobreza, y que
la dirige hacia el movimiento migratorio.
94
Es decir, la situación de ilegalidad o indocumentación se puede producir tanto al momento de migrar como
una vez en el país de destino. Puede ocurrir por haber cruzado la frontera sin documentos o haber sido
traficada. También puede suceder a pesar de haber entrado en el país de forma legal pero por vencimiento de
visas.

70
obtener la documentación necesaria, perjudicando igualmente a su familia95, afectándoles
entonces en todos los aspectos de su experiencia migratoria y haciéndoles vulnerables
laboral y socialmente, además de ser susceptibles de sufrir diferentes tipos de actos
discriminatorios.

Discriminaciones y vulnerabilidades laborales de género

La autonomía del proceso migratorio sería una de las características de la


feminización de la migración en la perspectiva de la "Nueva Inmigración Haitiana". Ésta
estaría motivada por factores económicos tales como el desempleo, la pobreza y/o la
búsqueda de nuevas oportunidades laborales. Desde luego, las sujetas migrantes admitidas
como nuevas agentes productoras en las zonas urbanas de República Dominicana se
encontrarían añadidas en un contexto globalizado intrarregional debido a las
particularidades subrayadas anteriormente.
Desde una mirada laboral esto incorporaría a las mujeres migrantes en una marcada
segregación económica y las ubicaría en los escalones más bajos. Se asume que las sujetas
estudiadas padecen inevitablemente de discriminaciones en el lugar de trabajo
especialmente porque muchas de ellas no poseen la documentación necesaria para trabajar

95
Un aspecto que preocupa a los inmigrantes es que se les niegue la nacionalidad a los hijos de haitianos
nacidos en territorio dominicano. La nacionalidad es un derecho universal otorgado por el Estado, el cual
permite acceso a la salud pública, educación, derecho a voto (Amnistía Internacional, 2007:4). En República
Dominicana, se estipula que un ciudadano dominicano es una persona que nació en tierras dominicanas,
excluyendo los hijos de diplomados extranjeros residiendo en el país así como los viajeros en tránsito (22). A
pesar de respetar estos requisitos, un gran porcentaje de los hijos de haitianos, no pueden hacer uso de este
derecho. Para demostrar su nacionalidad, los adultos necesitan una cédula de identidad y los niños, un acta de
nacimiento. Quien se encuentre en República Dominicana sin portar estos documentos es considerado ilegal
(Wooding, Moseley-Wiiliams, 2004: 51-52). Con la nueva Constitución aprobada el 26 de enero de 2010, en
su artículo 18-3, reduce los derechos a la nacionalidad estipulando que "las personas nacidas en territorio
nacional, con excepción de los hijos e hijas de extranjeros miembros de delegaciones diplomáticas y
consulares, de extranjeros que se hallen en tránsito o residan ilegalmente en territorio dominicano"(Dirección
general de Migración República Dominicana, 2010). Las consecuencias de esta Constitución sólo agravarán
las condiciones de precariedades económicas y sociales que sufre un número considerable de madres
migrantes con hijos nacidos en República Dominicana. Una de las razones principales para que las personas
no tengan acceso a este documento son las barreras burocráticas que implica realizar el trámite. Estos datos no
permiten identificar si se ubican en zonas rurales o urbanas, no obstante, explican brevemente la situación en
cuanto a ilegalidad en República Dominicana.

71
legalmente, constituyéndose como sujetas femeninas autónomas e independientes en un
país de destino con altas tasas de violencias de género.
Una de las primeras observaciones en cuanto a este contexto intrarregional sería la
estigmatización de las oportunidades laborales. Como se ha expresado anteriormente, las
sujetas haitianas al representarse tanto desde la categoría de mujer como de migrante, se
incorporan en una dinámica compleja que las obliga, casi siempre, a cumplir actividades
laborales precarias o de "carácter femenino" y con menor acceso a fuentes de ingreso
económico. Esta situación suele imponer una estigmatización femenina por la modalidad de
inserción laboral y por el tipo de trabajo que ejercen llevando a una subordinación de las
mujeres en la esfera económica.
Pues, por ejemplo, "hay un lugar común que persiste globalmente, insinuando que el
servicio doméstico no es un verdadero trabajo, ‘es trabajo de mujer’, ejemplificando por el
hecho de que, todavía en muchos contextos, ni figura con el mismo rango de derechos que
otros/as trabajadores/as" (Charney y García Castro 1991 c.p. Wooding, Sangrio, 2011:177).
Esta situación de estigmatización les puede conferir a las mujeres un cierto posicionamiento
de invisibilidad96 por estar insertadas en este tipo de trabajo, lo cual les puede "menoscabar
o anular el reconocimiento, goce (…) en las esferas política, económica, social, cultural y
civil" tal como queda subrayado por las Naciones Unidas (1979).
Esta situación puede causar además la simbolización y la caracterización de estas
sujetas como seres inferiores ejerciendo trabajos de baja calificación. Esto las desprotegería
tanto respecto a su sexo femenino, como a su cuerpo y las discriminaciones dirigidas
específicamente hacia ellas, lo cual puede incluir la violencia física, sexual y emocional, la
humillación, el hostigamiento, entre otros, en el lugar de trabajo. Puesto que una elevada
proporción de sujetas migrantes se caracteriza por ser autónomas y solteras 97, es decir,

96
Afirman, las dos investigadoras (2001) que "esta invisibilidad, su estatus migratorio e idiomático, y el
prejuicio vulnerable en el espacio laboral, donde su empleador/a puede restringir o limitar su espacio
transnacional porque el Estado tiene un control débil sobre las condiciones en la esfera privada de la casa
familiar" (181).
97
Se destaca que un 25% (un porcentaje promedio entre las diferentes investigaciones) de las sujetas
migrantes son solteras, pero la casi totalidad de ellas son madres, lo que las puede obligar a aceptar trabajos
precarios que les permitan cuidar a sus hijos.

72
como agentes productoras son expuestas a la desprotección de su persona, lo que puede
implicar también abusos de poder masculino.
Este último elemento puede ser efectivo ya que muchas sujetas migrantes declaran
estar expuestas al abuso de poder en el lugar de trabajo. Esto estaría dirigido hacia ellas
principalmente por su condición de mujer y su cuerpo feminizado, y por su situación de
migrante ejerciendo un trabajo precario. Serían entonces victimas de diferentes tipos de
violencias de género tanto por las autoridades como por sus empleadores, sujetos
masculinos desconocidos en la calle, entre otros. Varios ejemplos ilustran y relevan este
tipo de discriminación de género.
Muchas de las mujeres haitianas, que trabajan en la venta callejera urbana98 para
ejemplificar un caso, deben vender sus mercancías99 de forma ilegal ya que los espacios
estratégicos disponibles son inaccesibles para las migrantes indocumentadas. No obstante,
estas sujetas migrantes utilizan diferentes estrategias para una mejor modalidad de venta100.
A pesar de esto, muchas de estas migrantes urbanas manifiestan las dificultades que implica
este tipo de trabajo por las constantes redadas de los policías y los robos de mercancías por
parte de las autoridades (MUDHA, 2005:67)101. Esta situación las afecta sumamente puesto
que además de perder el material de venta, se encuentran también con la obligación de
pagar multas y posiblemente ser expropiadas del lugar de venta, lo cual obliga a encontrar
otros espacios para el comercio (Scudu, 2009:56). Esta situación amplifica sus niveles de
vulnerabilidad como sujetas femeninas debido a las altas tasas de violencia de género en el
país. Se afirma que los hombres, practicando las mismas actividades remuneradas, no
padecen de mecanismos similares de precariedad fundamentados en el abuso de poder, lo
que evidencia una discriminación específica a la condición de mujer (MUDHA, 2005:68).

98
Existe varios tipos de vendedoras en los mercados de las grandes urbes dominicanas; aquellas que tienen
puestos fijos, las itinerantes y las ambulantes. Las segundas se refieren a las que se desplazan hacia las
diferentes ferias y mercados, y las últimas son las que caminan en las calles vendiendo su mercancía (Scudu,
2009:41)
99
Muchas de las mujeres venden productos agrícolas frescos, comida, productos de higiene personal, textiles,
ropa usada, cosméticos, entre otros.
100
La distribución de los puestos de trabajos callejeros se basa en múltiples tácticas y se lleva a cabo según
los "networks familiares y sociales". Esto se fundamenta en las relaciones establecidas con otros vendedores,
comerciantes y las amistades al momento de situarse (Scudu, 2009:41).
101
Scudu (2009:53) sostiene que un 36.5% de las mujeres entrevistadas fueron víctimas de robo de mercancía.
De este porcentaje, un 36% afirmó que no pidió ayuda durante este/os episodio/s ya que tenían miedo.

73
Ahora bien, el abuso de poder se puede percibir también en otras circunstancias.
Las migrantes insertadas en el trabajo doméstico revelarían ser muy vulnerables al
"hostigamiento/abuso sexual en el contexto laboral de parte de los varones de la casa"
(Wooding, Sangro, 2011:181). Puesto que esta situación se incorpora en la esfera privada,
las agresiones dirigidas hacia su cuerpo pueden ser más difíciles de evidenciar o denunciar
por ellas102.
Asimismo, se observa cómo las sujetas haitianas se encuentran vulnerables en
cuanto a su libertad de circulación. Pues, se reporta por MUDHA (2005) que las mujeres
declaran padecer de "innumerables formas manifiestas de violencia" (67), lo cual se
relaciona tanto a la simbolización de su cuerpo femenino como al trabajo precario ejercido
por ser migrante. Ellas tienen miedo de sufrir de apropiación y sustracción de los productos
de venta por las autoridades -como se ha expresado anteriormente-. Se ha establecido que
las mujeres padecen mucho en el ámbito laboral por causas relacionadas con las "constantes
redadas y amenazas de repatriación (…) la mayor preocupación [es que] la policía les
maltrata y les quita sus mercancías, además de robarles su dinero. Lo que evidencia una red
de violencia y corrupción contra ellas" (Ibidem). En consecuencia, son bastante vulnerables
puesto que el tipo de trabajo que ejercen las obliga a transitar de forma cotidiana, lo que
aumenta los riesgos de padecer las discriminaciones asociadas a la libertad de
circulación103.
Además, muchas expresan ser vulnerables y tener miedo a las amenazas de
repatriaciones a Haití, es decir ser expulsadas del país de migración. Se subraya el
aumento cuantitativo de este fenómeno dirigido específicamente hacia las mujeres en las
grandes urbes dominicanas desde el año 2008104 (Wooding y Sangrio, 2011: 189). Como lo

102
No se debe olvidar, sin embargo, que los abusos de poder en el ámbito laboral desde el servicio doméstico
se protagonizan muchas veces desde la empleadora, es decir, desde una mujer. Puede tener como resultado un
menoscabar hacia lo ejercido por la mujer migrante, lo cual puede resultar en discriminación y violencia de
género también provocada por una mujer.
103
Por esta razón, muchas mujeres tratan de "invisibilizarse" para evitar ser víctimas de la repatriación. Las
sujetas migrantes insertadas en el servicio doméstico "puertas adentro" tienen esta ventaja ya que duermen en
el lugar de trabajo (Wooding y Sangrio, 2011:188).
104
Si bien durante todo el siglo XX se realizó de forma constante la repatriación de haitianos, sin embargo, la
proporción de mujeres haitianas incluidas en este proceso era bastante bajo. No obstante, desde el año 2008 se
han incrementado significativamente las repatriaciones de migrantes haitianas, y esto específicamente en la
ciudad de Santiago.

74
demuestra Amnistía Internacional (2007:15) y Human Right Watch (2002:18) casos de
repatriaciones, tanto individuales como masivas; abundan los registros de estas
organizaciones y afirman que se efectúan tanto en las zonas urbanas como rurales. Se
sostiene, según estas investigaciones, que durante estos eventos no se toman en cuenta las
necesidades especiales de la mujer migrante, por ejemplo, al dar un trato insensible a las
mujeres embarazadas, o bien debido a que pueden ser además víctimas de maltratos durante
este proceso105 (Wooding y Sangrio, 2011:188). Esta situación puede vulnerar a la mujer en
su derecho a la circulación debido a que muchas de ellas tienden a restringir su tránsito en
la vía pública por miedo a ser expulsadas del país. La violencia de género puede ser
también asociada a este fenómeno puesto que muchas mujeres, como se verá a
continuación, han declarado ser víctimas de "violación sexual expresada a través del acoso
y el chantaje emocional del cuerpo (…) la privación de la libertad" (Scudu, 2009:56)
mientras circulaban en la calle tanto por la policía como por desconocidos.

Violencia de género hacia las migrantes haitianas en las zonas urbanas

Tal como se ha subrayado anteriormente, tanto en Haití como en República


Dominicana, se desarrollan mecanismos de discriminación de género dirigidos hacia la
mujer y que implican diferentes niveles de jerarquización y subordinación, lo cual las
obliga a padecer diversos niveles de segregaciones sexuales implicando la violencia de
género (Lamas, 1996:336). Esto se puede fragmentar desde diversas ópticas tales como la
violencia física, sexual, verbal y económica (Petrozziello y Wooding, 2011:40). Las sujetas
haitianas suelen padecer este tipo de discriminaciones puesto que provienen de países
donde la discriminación en contra de la mujer está profundamente arraigada en la sociedad
y en la cultura (Fondo de Población de las Naciones Unidas, 2006:31)106. Muchas de ellas

105
El abuso de poder durante el pedido de documentación o al momento de contestar las expatriaciones se ven
de manera recurrente en los reportes de la sociedad civil. Asimismo, la violencia y la negación a dar comida
durante el traslado y la repatriación de mujeres embarazada o con niños recién nacidos son casos alarmantes.
El transporte hacia el otro lado de la frontera también preocupa la sociedad civil, como se ha evidenciado
varios casos de amontonamiento de personas en los buses hacia la frontera, lo cual ha causado varios
accidentes.
106
Es importante rescatar que tanto Haití como República Dominicana son países que han firmado la
Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la mujer dictaminada por
Naciones Unidas ambos en 1980.

75
en las zonas urbanas subrayan prácticas de tipo discriminatorias y violentas dirigidas hacia
ellas, a su cuerpo y su derecho sexual. Afirman también haber sido víctimas de violencia
sexual y abuso mientras trabajaban. Pues, pueden sufrir por ejemplo de "vejación,
humillación, insultos, malos tratos en el trabajo; violencia física; prejuicios (Wooding y
Sangrio, 2011:183). Sobre esto, se sostiene que el riesgo de padecer de violencia sexual es
muy elevado por la perspectiva de género de este contexto (Scudu, 2009: 53).
Esto conlleva entonces un nivel de inseguridad y de fuerte precariedad para las
mujeres, especialmente porque tienen muy poca seguridad o protección contra los ataques o
abusos. Si bien, la "Nueva Inmigración Haitiana" se caracteriza por la autonomía de la
mujer en su condición migratoria, este peligro se enlaza también a su cuerpo,
particularmente porque cierta parte de la población las asocia a "objetos sexualizados (…)
desprovistos de derechos debido a su condición migratoria, en vez de como personas
sujetas a derechos con un sentido de dignidad propia" (Petrozziello y Wooding,
2001:56)107. Una situación similar se puede observar por parte de las migrantes insertadas
en el servicio doméstico. Tal como hemos explicado, ellas pueden sufrir de abuso de poder,
lo cual se puede presentar como una violencia de género perpetuada por un sujeto
masculino en el lugar de trabajo.
En resumen, el "sentido de lo que constituye violencia en su vida es (…) cualquier
abuso u ofensa que agreda sus sentido de dignidad personal" (Petrozziello y Wooding,
2001: 42). Además, la violencia de género está institucionalizada en la vida cotidiana de
estas mujeres, agravándose por la falta y el acceso a la documentación adecuada para
acceder a la legalidad migratoria. Esto puede tener como repercusiones otros tipos de
discriminaciones y vulnerabilidades específicas por su condición de mujer y su cuerpo.

107
En la República Dominicana, se observa por cierta parte de la población la creación de un mito sobre la
sexualidad de las mujeres haitianas: el "cocomordan" (Petrozziello y Wooding, 2011:57). Esta palabra que
deriva del creole y que significa "vagina que muerde" instala un imaginario donde las mujeres haitianas tienen
capacidades sexuales particulares que agradan a los hombres al momento de tener relaciones sexuales
(Ibidem). Este mito provoca que las mujeres afrodescendientes sean convertidas en objetos sexuales, además
de banalizar el acoso y la violencia sexual dirigidos hacia estas migrantes haitianas (Ibidem). Si bien esta
investigación no toma como elemento de análisis el tema de la raza, este aspecto sigue siendo importante
desde la perspectiva de género ya que impone un enfoque en el cual las mujeres haitianas son vistas como
objetos sexuales en virtud de un mito relacionado a su fenotipo y su sexo.

76
Discriminaciones y vulnerabilidades de salud

La globalización parece perjudicar disparejamente a las migrantes en cuanto a la


salud, lo que puede conllevar vulnerabilidades referidas a su derecho sexual y reproductivo
en el país de destino, enfatizando esto en las diferencias de género por sus roles maternales
y reproductivos (Cortez Castellanos, 2005:53). Esto sería:

La salud materna, infantil y reproductiva, (…) así como los recursos


necesarios para actuar con esta información; el derecho a la prevención,
tratamiento y control de ITS, en particular el VIH/SIDA, incluidos
programas de prevención y educación para cuestiones vinculadas a
conductas relacionadas con la salud; y el derecho a servicios, bienes y
educación en salud" (Mora, 2002: 4-5).

Muchas mujeres haitianas en situación de migración urbana resaltan y enfatizan que solo
pueden ejercer parcialmente su derecho en cuanto al acceso a la salud sexual y reproductiva
porque muchas no poseen la documentación necesaria para poder adherirse a los servicios
de salud o bien este derecho les está negado por su estigmatización108 (Wooding y Sangrio,
2011:186).
Esto puede verse en la opinión de un cierto sector de la sociedad dominicana. Ésta
estipula que las migrantes haitianas suelen ser representadas e interpretadas simbólicamente
y exclusivamente como una sujeta reproductora únicamente interesada en migrar hacia
República Dominicana para parir en este país y tener hijos de nacionalidad dominicana
(Wooding, 2009: 7)109. Además, "el nivel de indocumentación de la población migrante

108
Si bien la perspectiva de esta tesis no toma en cuenta la variable de la raza, como ha sido expuesto, el tema
del Antihaitianismo impacta necesariamente esta situación.
109
Esta constatación parte de la investigación de la organización Oné Respe (El prejuicio rompe la taza.
Racismo y xenofobia en la prensa dominicana: 2007) que estudió los prejuicios, el racismo y la xenofobia en
la prensa dominicana. Se subraya además que las mujeres haitianas raras veces suelen ser visibilizadas en la
prensa, excepto como sujeta reproductora –embarazo/parto y objeto sexualizado- (Wooding, 2009: 7). Desde
otra perspectiva en abril de 2002, el director de un hospital en Santiago declaró al Listín Diario que un
número creciente de haitianas estaban dando luz de forma gratuita dentro del sistema de salud público, sea
desde el dinero de los contribuyentes dominicanos. Este artículo declaró hasta un 30% de presupuesto se

77
haitiana (aún más acentuada para las mujeres migrantes) (…) refuerza los lugares comunes
sobre el uso excesivo de los servicios en el país de estas mismas migrantes" (Wooding y
Sangrio, 2011:186).
Una de las más grandes dificultades se encontraría entonces en cuanto al trato
recibido en los hospitales durante el embarazo y al momento del parto en República
Dominicana. Esta situación puede imponer riesgos elevados para las sujetas migrantes y
afectar su integridad física, emocional y su salud haciéndolas más vulnerables a
complicaciones de salud.
Esta situación evidentemente afecta a las mujeres en cuanto a su salud en general ya
que las mujeres suelen acudir solamente a los centros hospitaleros en casos de
emergencias110. Como la mayoría de las haitianas se insertan en oportunidades laborales
precarias, no tienen acceso al sistema de protección social (Scudu, 2009:51). Esta realidad,
les puede afectar también laboralmente en caso de accidentes o enfermedades, debido a que
muchas no poseen documentación o temen las prácticas discriminatorias (52). Por esta
razón, se pueden ver obligadas a seguir trabajando en caso de enfermedades y agravar su
condición de salud. A raíz de esto se puede resumir que "las condiciones de trabajo y los
bajos niveles socioeconómicos, que les caracterizan, constituyen importantes factores de
vulnerabilidad y son las causas de las elevadas tasas de enfermedades y accidentes
laborales" (Ibidem).
Las mujeres asumen los costos de la migración de forma diferencial a los hombres,
por las representaciones simbólicas socialmente impuestas desde la base de la producción o
fabricación de la sujeta social, sus diferencias y las implicancias de una jerarquización y
subordinación. Esto, como lo observa Mora (2002), les expone a "mayores riesgos de
violencia, de abuso y coacción sexual, a la imposibilidad de negociar sexo seguro, a
embarazos no deseados, al contagio de ITS -incluido el VIH/SIDA-" (12) o mayor
vulnerabilidades en cuanto al trato recibido en los hospitales.

dirigía a tratar a los haitianos ilegales (Lesser y cols., 2006: 332). Este artículo "justificó" la inquietud de un
sector de la población dominicana en cuanto a servicios de salud y migrantes haitianas.
110
Se ha señalado también que migrantes haitianas insertadas en el servicio doméstico se puede encontrar
imposibilitadas a hacerse respetar sus derechos en cuanto a la salud puesto que muchas cumplen con horarios
exagerados de trabajo lo que les imposibilita a veces tener tiempo para ir al médico (Wooding y Sangrio,
2011:181).

78
A esto se puede agregar que la discriminación y la violencia de género afectan
específicamente los derechos sexuales y reproductivos de la mujer migrante y conduce su
vulnerabilidad hacia la trata y el tráfico de personas111. Desde esta perspectiva las sujetas
que en su mayoría padecen estas situaciones serían las migrantes indocumentadas. Si bien
se reconoce esta preocupante situación, se dispone de muy poca información o datos
estadísticos para evidenciar exhaustivamente esta dinámica específica en cuanto a las
sujetas migrantes haitianas insertadas en la "Nueva Inmigración Haitiana". Solamente
MUDHA, hace alusión a que las mujeres en situaciones urbanas habrían sido traficadas112.
No obstante, Petrozziello y Wooding (2011:68-71) enfocan su investigación en la violencia
dirigida hacia las mujeres migrantes haitianas en las zonas fronterizas domínico-haitianas113
y afirman que existe evidentemente un tráfico de mujeres haitianas hacia las zonas urbanas,
principalmente hacia la capital dominicana. Se puede suponer que el tráfico de personas
podría ser influenciado por la globalización de los circuitos migratorios como "estas redes y
agentes que organizan el tráfico de migrantes se vinculan a los circuitos de demanda de
trabajadores migratorios de varios modos, operan con conexiones en ambos países" (Silié y
cols. 2002:119). Se explica, asimismo, que este proceso de clandestinidad en el cual se
puede encontrar a las mujeres es propicio a engaños, a violencia y a violaciones sexuales, lo
cual puede llevar a la trata de personas dirigidas hacia el trabajo doméstico forzado, la
prostitución, el turismo sexual, entre otros (Petrozziello y Wooding, 2011:68-71).
111
La trata de personas según el Protocolo de Palermo de las Naciones Unidas se define como: "la captación,
el traslado, la acogida o recepción de persona, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de
coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la
concesión o recepción de pago o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga
autoridad sobre otra, con fin de explotación" (Naciones Unidas, 2000). Por su parte el tráfico de personas
consiste en el consentimiento y el pago de las personas migrantes para ser traficadas ilegalmente hacia otro
país; se efectúa en condiciones peligrosas y se termina una vez llegado a destino (Wooding, 2011: 97).
112
Esta organización sostiene que un 2% de las sujetas migrantes habrían sido traficadas hacia República
Dominicana. (MUDHA, 2005:63). Ahora bien, se puede insinuar un porcentaje mayor a este por la falta de
datos accesibles.
113
Este estudio enfatiza su alcance geográfico en Comendador, una ciudad dominicana ubicada en la frontera
domínico-haitiana, en una región no considerada urbana con una dinámica migratoria diferente a la estudiada
en esta investigación. Subrayan además los impactos del terremoto de Haití en 2010 respecto de la migración
fronteriza y el aumento de la violencia de género dirigida hacia las mujeres a causa de esta catástrofe
medioambiental. El enfoque difiere ya que no se puede asegurar que las sujetas migrantes poseen las mismas
características que las evidenciadas en el capítulo 3 de esta tesis, por esta razón, no se puede pretender que
participen en el mismo tipo de movimiento migratorio. No obstante, se asegura la presencia de tráfico y trata
de mujer hacia la capital antes del terremoto, lo que permite constatar esta situación. Sin embargo, no se sabe
si estas fueron insertadas en la "Nueva Inmigración Haitiana" desde el tráfico de personas.

79
Por esta razón, si bien los datos a los cuales se tiene acceso enfatizan en las mujeres
insertadas laboralmente en el comercio informal, así como en el servicio doméstico, no
hacen casi ninguna mención específica a esta temática, sin embargo, no se excluye su
posibilidad. Se cree que las migrantes, que hayan sido traficadas hacia República
Dominicana, podrían explicar una de las tantas dinámicas de la indocumentación. No se
descarta tampoco que la trata de personas sea una de las características de la "Nueva
Inmigración Haitiana", particularmente por las condiciones que suponen la globalización de
las migraciones intrarregionales desde una mirada de género. No obstante, esta perspectiva
necesita evidentemente mayor investigación.
Aunque este capítulo ha enfocado su mirada en la observación y descripción de las
discriminaciones y vulnerabilidades en relación al trabajo ejercido por las sujetas migrantes
en República Dominicana, señalando el tráfico de personas no se incluye específicamente
en este ámbito, se ha resuelto introducirlo. Se considera pertinente, en la medida que
representa uno de los factores introductores de precariedades laborales y violencia de
género. Estas observaciones permiten iniciar un análisis necesario en cuanto a las
segregaciones dirigidas específicamente hacia las mujeres migrantes en República
Dominicana. Esto, porque se sabe muy poco sobre estas sujetas desde la mirada de la
"Nueva Inmigración Haitiana". Pues, es una mirada inicial que se debe profundizar con una
reflexión pertinente para lograr expandir la perspectiva analítica de estas sujetas
consolidando una mejor visibilidad en el contexto migratorio globalizado intrarregional.

80
ANALISIS Y RECOMENDACIONES

La finalidad de esta investigación ha sido enfatizar y relacionar las temáticas de


"migración" y "género" dentro de la migración intrarregional. De forma más detallada, se
ha procurado estudiar a las sujetas haitianas incorporadas en la "Nueva Inmigración
Haitiana" en el contexto urbano dominicano a partir de finales de los años 80 hasta el
terremoto de Haití en 2010. La poca disponibilidad de estudios académicos sobre la
"feminización de la migración" haitiana en República Dominicana en el contexto urbano
determinó la elección de una perspectiva multidisciplinaria para intentar soslayar la
invisibilidad de la migrante en este país. Desde el contexto intrarregional globalizado, se
realizó una lectura crítica de la bibliografía pertinente a la temática, recurriendo a
herramientas teóricas de las disciplinas del género, los estudios migratorios, la sociología
y la historia con el fin de argumentar las principales interrogantes planteadas. El
propósito específico buscó, en primer lugar, evidenciar la identificación y caracterización
de las sujetas haitianas en este movimiento migratorio femenino y, en segundo lugar,
diferenciarlas analíticamente de las demás migrantes insertadas en paradigmas
migratorios rurales dominicanos. Finalmente, se identificó las principales
discriminaciones y vulnerabilidades padecidas por estas sujetas a partir de las variables
"migrante" y "género".
Esta investigación logró introducir la identificación de diferentes particularidades
propias de la sujeta haitiana. Se resaltaron, además de su participación permanente en esta
corriente migratoria, una serie de características114. En esta perspectiva se determinó que
la sujeta migrante en República Dominicana experimenta un cambio analítico; desde una
migrante invisible y caracterizada como simple acompañante del hombre en los Bateyes

114
Se señala como una mujer joven, en edad productiva y reproductiva, migrando de forma autónoma, es
decir, no justificada por la reunificación familiar. Destacamos la mayor escolarización que su homóloga en
zonas rurales. Además, se distancia analíticamente de las demás haitianas integradas en corrientes
migratorias rurales por su proveniencia. Esta, suele ser mayormente de las regiones urbanas de Haití como
Puerto Príncipe. Se incluye también en las esferas laborales del comercio informal, el turismo y el servicio
doméstico. El porcentaje de solteras es más representativo por la sujeta en la migración, no obstante, la
maternidad es una particularidad para ambas.

81
hacia una sujeta que desempeña labores económicas de forma independiente en las zonas
urbanas de República Dominicana.
Como un segundo objetivo fundamental de esta tesis, a raíz las características
encontradas, se evidenciaron las principales discriminaciones y vulnerabilidades
padecidas por estas sujetas migrantes insertadas en las zonas urbanas dominicanas. El
propósito de este examen analítico tenía como finalidad observar de qué manera este
circuito migratorio intrarregional específico les afectaba a las haitianas como individuo
mujer y migrante. Lo reflejado al analizar y contestar esta interrogante enfatizó en
diferentes discriminaciones laborales y violencia específica al género, así como a las
vulnerabilidades en cuanto a derechos a salud sexual y reproductiva. Los datos evidencian
la importancia de la asociación teórica entre las variables "mujer" y "migrante" en el caso
preciso de las mujeres haitianas en República Dominicana.
Se puede además comprobar de que la poca disponibilidad de estudios académicos
sobre esta temática obligó a desarrollar una revisión bibliográfica y un análisis desde una
perspectiva multidisciplinaria justificando lo "diferencial de sexo". No obstante, si bien se
inició una caracterización de ellas y una interpretación crítica de las discriminaciones y
vulnerabilidades padecidas durante este periodo con la intensión de contribuir a la
disminución de la invisibilidad de la migrante en este país, una serie de limitaciones en
cuanto a la extensión de las investigaciones existentes sobre esta temática demuestra la
obligación de seguir buscando y confrontando las teorías y los datos hallados para una
representación más exhaustiva de las sujetas y sus discriminaciones.
Entonces se abre la necesidad de desarrollar un análisis reflexivo y específico. Por
esta razón, se elabora, a continuación, una reflexión pertinente en cuanto a las
limitaciones bibliografías y la necesidad de mayores estudios sobre las haitianas incluidas
en este proceso migratorio. Esto enumerando y refiriéndose a varios temas centrales que
enfatizar, observar y confrontar en futuras investigaciones sobre esta problemática. Estos
se vinculan en su mayoría a la perspectiva del género/cuerpo, la migración y la
territorialidad, así como diferentes asociaciones conceptuales relativas a esta temática.
Esto para apoyar y favorecer a que la mujer haitiana insertada en la "Nueva Inmigración
Haitiana" sea mejor investigada. Precisamente ampliando el conocimiento de su

82
migración para así lograr teorizar y conceptualizar de forma más acabada su experiencia
migratoria global. Es decir, para lograr una visibilidad tanto teórica como analítica a fin
de consolidar una mejor definición e interpretación. Esta investigación concluye con una
apertura analítica y conceptual entre las dos variables utilizadas así como su implicancia
frente a la problemática específica de las sujetas migrantes.
Se subrayó cómo la globalización contribuye a la inserción de las mujeres
latinoamericanas en la migración intrarregional. Esto es generado por la oferta de empleo
internacional resultado de las transformaciones estructurales de la nueva economía
mundial. Las haitianas en República Dominicana se vieron entonces introducidas en esta
nueva dinámica migratoria luego del colapso de la industria azucarera, permitiendo así
una representatividad distinta a las mujeres en los Bateyes. La juventud, así como el
doble perfil en la dicotomía producción/reproducción, implican a las mujeres en una serie
de cambios estructurales, cambiando la mirada invisible relativa a la reunificación
familiar en los Bateyes y su transformación simbólica como mujer independiente
visibilizada dentro de una migración en las zonas urbanas. Esto evidencia lo significativo
que representa enfatizar y considerar las variables "mujer" y "género" conjuntamente, ya
que proporcionan evidentes transformaciones analíticas desde lo "diferencial de sexo" y
la "feminización de la migración" debido a su modelo participativo y su autonomía, que
conlleva las discriminaciones y vulnerabilidades evidenciadas anteriormente. Desde esta
perspectiva globalizante, se debe evidentemente desarrollar una serie de reflexiones en
cuanto a qué elementos subrayar para una mejor comprensión de la temática, así como
para entender cómo impacta la territorialidad sobre la caracterización de esta mujer y sus
segregaciones en cuanto a género.
El primer punto que se enfatiza en esta reflexión sería la precariedad y la
segmentación de los mercados laborales femeninos. Esto, tal como se ha observado
anteriormente, las confina a trabajos precarios de bajos sueldos, lo cual las subordina y
las segrega en una esfera económica precaria. Se han evidenciado varios elementos de
desvalorización y desigualdad en las diferentes inserciones laborales de las migrantes
haitianas desde las observaciones de la "Nueva Inmigración Haitiana" de Silié y cols.
(2002). Sin embargo, las limitaciones bibliográficas solamente permitieron acceder a una

83
documentación restringida sobre el comercio informal y el servicio doméstico. Aquí, se
subraya la poca representatividad analítica de las migrantes haitianas desde el enfoque
laboral. Es decir, se debe profundizar más la dicotomía inclusión/exclusión y la
emancipación/des-emancipación en cuanto a su nuevo rol productivo en la economía
mundial desde la variable "migrante" y "mujer". Necesariamente, esto se ve afectado por
la violencia de género debido a que su situación laboral le hace vulnerable a abusos de
poder, particularmente porque deben enfrentar abusos físicos, emocionales y sexuales que
afectan su dignidad. Entonces, son necesarios mayores análisis comparativos para
observar las pautas y las discordancias entre las diferentes inserciones laborales de las
migrantes haitianas, con el fin de confrontar y dimensionar las discriminaciones y las
vulnerabilidades padecidas. Esto para fragmentar los entramados simbólicos específicos
relativos a la dicotomía emancipación/des-emancipación, observando cuánto impactan las
diferentes inserciones laborales precarias globalizadas a la condición segregada de la
migrante y mujer haitiana.
Otro aspecto sustancial que enfatizar para alcanzar una mejor visibilidad y
favorecer el desarrollo de una bibliografía pertinente sobre la problemática presentada
sería la confrontación y profundización en la dicotomía "legalidad/ilegalidad". Si bien se
hace referencia a este elemento en la tesis, no se alcanzó la documentación suficiente para
enfocar específicamente los elementos de esta dicotomía. Es decir, esta investigación no
toma una delimitada perspectiva en cuanto a la variable legalidad/ilegalidad. Esta
dificultad metodológica obstaculizó el estudio de estas sujetas migrantes ya que reconoce
la ilegalidad como uno de los componentes fundamentales de este movimiento
migratorio, que influencia decisivamente el análisis de las discriminaciones y
vulnerabilidades. Esto tuvo como consecuencia un acercamiento y una aproximación
parcial, por lo cual no se pudo subrayar integralmente sus consecuencias sobre la sujeta
de estudio. Por esta razón, sería primordial enfatizar y apartar específicamente cada
elemento de la dicotomía legalidad/ilegalidad y analizarlo desde esta problemática por
separado y disociado, confrontando tanto las inserciones laborales como las
discriminaciones. Asimismo, se debe enfatizar una mejor caracterización de las migrantes
según su perfil migratorio en la dicotomía legalidad/ilegalidad.

84
Siguiendo el énfasis en la mirada precedente, la relación analítica entre el
"cuerpo" y la "indocumentación", sería otro elemento que merece mayor investigación
desde una perspectiva de género. Es decir, la ilegalidad de la migrante afecta la
representación simbólica de su cuerpo, influyendo entonces de forma dispareja en las
discriminaciones, vulnerabilidades y violencia de género. El imaginario del término
"mujer" se confronta entonces a la representatividad dicotómica productivo/reproductivo
por su rol económico y maternal. En cada aspecto de la migración, la mujer, por su
construcción histórica y cultural de su cuerpo reproductivo, vive una migración particular
que puede concluir en tráfico, trata de persona y comercio sexual. Este enfoque
representativo impacta evidentemente al cuerpo de la migrante, admitido por las
transformaciones apresuradas a raíz del clima global, lo cual esconde nuevas tendencias
que enlazan a las sujetas mujeres a ciertos tipos de abusos y vulnerabilidad, así como
evidencian la no representatividad de sus derechos sexuales y de salud.
Se cree esencial confrontar las variables "mujer" y "migrante" con la
globalización y la territorialidad migratoria, para así evidenciar a la sujeta haitiana en el
movimiento migratorio de la "Nueva Inmigración Haitiana" y reflexionar sobre las
diferentes categorías y tipos de discriminación. No obstante, es pertinente también no
solamente incluir a la mujer dentro de un círculo de victimización, sino también "como
actores sociales autónomas preparadas para tomar decisiones racionales en cuanto a su
vida y su cuerpo" (Wooding, 2011:100). Es decir, no se las debe solamente interpretar
desde la perspectiva de la víctima segregada, sino que analizar además de qué forma
puede posiblemente emanciparse, tomar control sobre su propio cuerpo y cómo se alejan
de la violencia doméstica e institucional padecida en su país de origen. A esto, se puede
añadir cómo es adquirida la inserción laboral y la nueva visibilidad desde perfil
participativo y cómo puede también llevar a una emancipación, una independencia
económica y un mayor respeto de su cuerpo. Ahora bien, esto necesita un mayor enfoque
para permitir una profundización efectiva.
Si bien el propósito de esta investigación es otro, se considera fundamental en el
marco de otros estudios, añadir la perspectiva de "raza" a los mecanismos analíticos
migración/género en República Dominicana, específicamente en las zonas urbanas. Esto

85
es de suma importancia ya que el contexto histórico en este país se ve marcado por un
"Antihaitianismo", lo cual se ha establecido como un rechazo tanto de la cultura africana
como del aporte de la cultura haitiana en la creación de una identidad nacional. Esta
realidad afecta de forma específica a las migrantes en zonas urbanas y complica el
análisis de las discriminaciones padecidas puesto que problematiza su identidad como
migrante femenina haitiana afrodescendiente. Por esto es pertinente enfatizar cómo la
variable de "raza" afecta los cambios sociales y territoriales que perturban y perjudican la
realidad de la migrante haitiana por ser mujer y migrante. Estos elementos implican un
trato discriminatorio que puede afectar diferentemente a la mujer desde una perspectiva
de género, como también desde un ángulo urbano. Esta variable, si bien no fue tomada en
consideración en esta investigación, merece una mirada específica para evidenciar las
representaciones simbólicas de la mujer afrodescendiente migrante y las nuevas
circunstancias que las afectan para así comprender y mitigar las discriminaciones y
vulnerabilidades en República Dominicana. Esto es también primordial para el desarrollo
de mecanismos legales eficientes que respetan los derechos específicos a la mujer en
todas sus perspectivas.
Para ampliar los espectros analíticos de la sujeta migrante haitiana, es
fundamental igualmente agregar en el futuro un enfoque cronológico, que confronte los
aspectos examinados en este estudio con las consecuencias y cambios observados a raíz
del terremoto de Haití en 2010. En esta investigación se eligió como cronología los
inicios de la "Nueva Inmigración Haitiana" hasta esta catástrofe natural. Se presupone
que este evento causó enormes cambios en este movimiento migratorio, no obstante, no
se disponía de la bibliografía necesaria para evidenciar estos cambios. Es esencial desde
una perspectiva analítica destacar esta dinámica, es decir, estudiar las variaciones en las
características de las mujeres haitianas migrantes en zonas urbanas de la República
Dominicana luego del sismo. No solamente para alcanzar una aproximación de la
migración desde una perspectiva de género, sino para analizar los impactos del sismo
haitiano sobre la llegada de migrantes femeninas hacia este país y sus diferentes latitudes.
Es decir, viendo cómo la migración, desde un eje multidireccional, ha modificado las
características, las condiciones y las inserciones laborales. Esto permitiría entonces

86
examinar el eje transnacional que impone las nuevas condiciones de migraciones que
sectorizan a las sujetas migrantes haitianas. Si bien un esfuerzo ha sido abordado desde la
mirada del Observatorio Migrante del Caribe (OBMICA) en República Dominicana,
pocas son las investigaciones que observan estos tipos de cambios comparativos.
Es fundamental manifestar y analizar las oposiciones de género comparando
específicamente lo femenino frente a lo masculino en esta dinámica migratoria específica
de las zonas urbanas, es decir, comparar las diferentes características, discriminaciones,
inserciones laborales, etc. Si bien esta investigación no elaboró su perspectiva analítica
desde esta mirada, representa un mecanismo fundamental para una mejor comprensión
del fenómeno de la "feminización de la migración" y la "Nueva Inmigración Haitiana".
Así también, en esta investigación no se comparó específicamente a las mujeres con sus
homólogos masculinos ya que se aspiraba a elaborar un documento manifestando y
evidenciando integralmente a la mujer haitiana en las zonas urbanas y así demostrar la
falta de bibliografía sobre este tema y la necesidad de mayores estudios en la isla como
en la región latinoamericana a raíz de la migración intrarregional. La decisión de
comparar las características encontradas con las mujeres insertadas en las zonas rurales -
Bateyes y zonas agrícolas- y no con los migrantes masculinos reside, primero, en la falta
de archivo para enfocar solamente en la sujeta urbana y, segundo, en observar la
evolución de la migración femenina haitiana en República Dominicana y así crear un
documento íntegramente dedicado a las sujetas de estudio. Luego, es fundamental
desarrollar un estudio comparativo desde la perspectiva específica masculino/femenino
para así ver cómo funcionan las representaciones simbólicas que están en la base de la
producción de la sujeta femenina y de la implicancia de una jerarquización y
subordinación en cuanto a discriminaciones y características que afectan diferentemente a
las mujeres y los hombres.
Una de las herramientas necesarias para enfrentar estas recomendaciones sería la
elaboración de una nueva encuesta nacional dirigida hacia la migración haitiana en
República Dominicana. Esto para observar y construir mayores datos y estadísticas
relativas a la descripción socio-económica de la mujer haitiana, enfocándose en el
carácter urbano de su migración. Es decir, la Encuesta sobre Migrantes Haitianos en la

87
República Dominicana elaborada en 2004 por la Facultad Latinoamericana de Ciencias
Sociales (FLACSO) y la Organización para las Migraciones (OIM) debe ser reelaborada,
reanalizada y luego comparada para su mejor comprensión. Esto no solamente permitiría
describir de forma más precisa a la sujeta sino que además comparar los datos con la
primera encuesta y analizar los cambios específicos en esta corriente migratoria
femenina. Esto, a casi diez años de su elaboración, serviría de apoyo para romper con la
precariedad de las escasas investigaciones y para extender la esfera analítica dedicada a
esta temática, desarrollando una contribución investigativa más eficiente a nivel
académico, así como la elaboración efectiva de políticas públicas que respetan a los
derechos específicos de la mujer migrante.
Todas estas recomendaciones colaboran en una mejor aproximación analítica de
las sujetas haitianas insertadas en la migración intrarregional, permitiendo así un
conocimiento más preciso y riguroso de la temática. Para amplificar esta mirada, se
recomienda proporcionar, el establecimiento de mayores comparaciones pertinentes entre
las diferentes experiencias vividas por las sujetas migrantes intrarregionales en América
Latina y el Caribe, esto para desmitificar e interpretar de forma adecuada a las mujeres
migrantes en la región. Además, es fundamental alcanzar diferentes paralelos entre las
sub-regiones en cuanto a las migraciones intrarregionales, es decir, comparar cómo se
articula la migración femenina intracaribeña frente a los otros movimientos
intrasuramericanos e intracentroamericanos, entre otros. Es decir, se debe articular una
mirada analítica que permita desmenuzar las diferentes sub-regiones de América Latina y
el Caribe para subrayar y manifestar a las nuevas sujetas migrantes tales como las
haitianas en República Dominicana. Además es preciso observar cómo las diferentes sub-
regiones se acercan desde sus particularidades y se alejan por sus divergencias, esto para
obtener un conocimiento más exacto de la problemática migratoria intrarregional en
América Latina y el Caribe.

88
REFLEXIONES Y APERTURA

Incluir el tema del género al momento de estudiar las migraciones intrarregionales


latinoamericanas dentro de una economía global es adecuado debido a que las
perspectivas y el análisis demuestran tanto la "feminización de la migración" como una
gran disparidad y heterogeneidad de las experiencias entre hombres y mujeres. Esto, en
cierto sentido, ha modificado los patrones sociales y culturales en la región. La mujer,
debido a la construcción histórica y cultural de su cuerpo reproductivo y a su nuevo rol
productivo, experimenta la migración globalizada de manera inevitablemente diferente.
Esto significa que el género es variable, permutable y genera intercambios entre las
diferentes sociedades consecuencia de la globalización y la nueva territorialidad
migratoria. Lo mismo puede ser insinuado en relación a los términos "mujer" y "cuerpo"
ya que a raíz de la "feminización de la migración" los nuevos roles de las mujeres dentro
de las migraciones pueden imponer nuevos tipos de discriminaciones y vulnerabilidades
al estar insertadas en ambas partes de la dicotomía producción/reproducción. Sin
embargo, la velocidad en la cual la migración ha transformado la representación
simbólica del cuerpo femenino y el significado en el imaginario del término "mujer" por
las dos representatividades dicotómicas -sea lo productivo/reproductivo- puede explicar
la poca representatividad analítica de la mujer migrante haitiana en una perspectiva
intrarregional.
En este sentido, la mujer migrante puede cambiar dicha dicotomía asociada a lo
masculino/femenino, modificando igualmente la definición de su "cuerpo"
incorporándola tantos en roles productivos a consecuencia de la migración, como
reproductivos. Es decir, puede romper con los esquemas simbólicos e históricos de la
mujer, determinados a partir de la crítica expuesta por de Beauvoir -como fue indicado en
a lo largo de la tesis-. La ficción de la división de género, en este contexto migratorio, es
entonces minimizada culturalmente y la representación de esta sujeta como entidad
inferior puede ser cuestionada a partir de su nuevo rol económico, esto a pesar de la
diferenciación en la definición como sujeta y a los roles sociales y culturales efectuados
por la sujeta. El cambio social y cultural que puede provocar la migración autónoma de la

89
mujer rompe con la imagen simbólica del cuerpo de ellas, esto puede llegar a vulnerarlas
ya que permite fragmentar este entramado simbólico para incluir nuevos roles. Éstos
incorporan nuevas representaciones figurativas del cuerpo de la mujer migrante en un
contexto mundial apoderado por lo económico, tal como muestra Sassen (2003a-b), ya
sea en la trata de personas, en la precaria inserción laboral u en otros ámbitos.
A pesar de que durante los años 80, en cierto sentido, se abrió una nueva línea de
pensamiento desde la perspectiva de género con lo "diferencial de sexo" y la
"feminización de la migración", la velocidad con la cual los movimientos migratorios se
han desarrollado, junto con la influencia de la globalización económica, han incorporado
varias sujetas en un estado de silenciamiento que simplemente no han sido evidenciada.
Estos conceptos obligan a poner en perspectiva cada teoría y posición para observar de
forma nueva este acontecimiento y así incorporar el tema de la sujeta migrante. Sucede lo
mismo con la "Nueva Inmigración Haitiana" a raíz de los cambios económicos
globalizados en República Dominicana, que han permitido a las sujetas haitianas
incorporarse en este movimiento migratorio, con sus características y diferencias
discriminatorias. No obstante, no ha recibido el esfuerzo analítico para lograr una mayor
visibilidad específica a su género.
Los flujos migratorios internacionales se modificaron a raíz de las nuevas
exigencias políticas y legales de los países en desarrollo, lo que ha causado un giro en los
movimientos: pasaron de sur-norte a sur-sur. Este añadido conceptual -sea el carácter
intrarregional y su territorialidad- incrementa las perspectivas que considerar al momento
de analizar la migración femenina haitiana -tal como para la sujeta latinoamericana- lo
que puede obstaculizar un análisis pertinente de todas las facetas que implica la
migración femenina en la región. Pues, la velocidad de los cambios económicos
mundiales y su territorialidad han generado circuitos migratorios que esconden nuevas
tendencias, que enlazan a las sujetas mujeres a ciertos tipos de abusos y vulnerabilidad,
tráfico de personas, maltrato, explotación laboral, como también la no representatividad
de sus derechos sexuales y de salud.
Para entender mejor lo que conduce a las sujetas migrantes haitianas a estos tipos
de abusos y vulnerabilidades, se debe entonces considerar, además del carácter

90
económico, las características propias de las corrientes migratorias y de las migrantes.
Asimismo, al analizar la territorialidad y comparar las similitudes y discordancias entre
los diferentes tipos de migraciones, se debe también investigar, por el caso específico de
las haitianas en la "Nueva Inmigración Haitiana". Conjuntamente es preciso considerar la
legalidad/ilegalidad del movimiento migratorio, sus diferentes tipos de incorporación
laboral y cómo han enfrentado discriminaciones de género, todo ello para lograr entender
las transformaciones de la mujer migrante haitiana y alcanzar una mejor representación
simbólica del cuerpo dentro de las observaciones teóricas migratorias regionales, así
como para comprender los abusos y las vulnerabilidades padecidas por las sujetas
haitianas en contextos urbano.
Es decir, la invisibilidad de ellas también tiene que ver con la incapacidad de
definir de forma concreta y específica los cambios sociales y territoriales que les afectan,
perjudican o bien permutan la realidad de la migrante haitiana. Con una ampliación de
estudios académicos sobre ellas se podría conocer y profundizar las nuevas circunstancias
que las afectan, para entonces mitigarlas y reducirlas con evidencias claras que
permitirían un mayor respeto de los derechos específicos de la migrante y su género en
República Dominicana, además de desarrollar más investigaciones para la visibilidad de
estas sujetas.
Se evidencia que el factor predominante que debilita una mejor representación de
la migrante haitiana en las teorías migratorias regionales es la dificultad de analizar
conjuntamente las diferentes componentes que califican a la experiencia migratoria
femenina: el género, el cuerpo, la territorialidad y las consecuencias de la globalización.
Su poca visibilidad se relaciona entonces con este límite analítico. Se necesita por lo tanto
un enfoque y un compromiso verdadero hacia el estudio de la mujer migrante haitiana
dentro de este contexto intrarregional para visibilizar y disminuir la vulnerabilidad y
discriminación de esta sujeta migrante. De esto, también tener una perspectiva clara de
los flujos migratorios femeninos en la isla para poder desarrollar políticas públicas de
integración que respetan los derechos específicos a la mujer.
Para terminar, esta investigación proporcionó una discusión pertinente y necesaria
que manifestó la relevancia de añadir la perspectiva de género al momento de investigar

91
sobre la migración intrarregional en América Latina y el Caribe. Es decir, tomando el
ejemplo de las haitianas en República Dominicana insertadas en la "Nueva Inmigración
Haitiana". Primero se señaló lo fundamental que constituye destacar y acentuar esta
temática desde las variables "mujer" y "migrante", y cómo la globalización constituye
una influencia transcendental que modifica la estructura histórica de las migraciones en la
región afectando diferentemente a las sujetas migrantes. Este ejemplo además destaca y
acentúa la necesidad de compromiso analítico verdadero en América Latina y el Caribe
frente a la temática migratoria intrarregional incorporando así perspectivas
multidisciplinarias. Para favorecer tanto la elaboración de mayores investigaciones
pertinentes para acceder a desmitificar y demonstrar los diferentes paradigmas
migratorios femeninos, además de las pautas de discriminaciones y vulnerabilidades que
sufren las sujetas migrantes en la región. Segundo, para examinar las similitudes y
discordancias comparando las diferentes dinámicas femeninas en los países de la región
para así obtener un cuadro más preciso y acertado de la sujeta migrante en la región. Se
establece entonces para concluir que, a pesar de lo transcendental que representan estas
variables, las asociaciones analíticas no han resultado en una mayor atención de parte del
gobierno respecto del establecimiento de mejores políticas públicas en República
Dominicana que optimicen las visibilidades de las migrantes haitianas y que manifiesten
un mayor respeto de sus derechos como mujeres y migrantes en este país.

92
BIBLIOGRAFIA

Amnistie International (2007). République dominicaine. Une vie en transit: la situation


tragique des migrants haïtiens et des Dominicains d’origine haïtienne. Londres: AI.

Báez Evertsz, F. y Lozano W. (2008). La inmigración haitiana contemporánea a la


República Dominicana. En Lozano, Wilfredo y Wooding, Bridget (eds.). Los retos
del desarrollo insular. Desarrollo sostenible, migraciones y derecho humanos en
las relaciones dominio-haitianas en el siglo XXI. (pp. 175-225). República
Dominicana: FLACSO/CIES/UNIBE.

Balbuena, P. (2003). Feminización de las migraciones: el espacio reproductivo nacional a


lo reproductivo internacional. [Versión electrónica] Revista Aporte Andino, 7, 1-6.
Recuperado el 15 de Mayo de 2013, de
http://www.uasb.edu.ec/padh/revista7/articulos/patricia%20balbuena.htm

Beauvoir, S. de (1949). Le deuxième sexe. Paris: Gallimard.

Bosch, J. (2009). Rafael Leónidas Trujillo, la carta dominicana. En Juan Bosch. Póker de
espanto en el Caribe. (pp. 45-82). México: UNAM.

Buitelaar R., Padilla, R. y Urrutia, R. (1999). Industria Maquiladora y cambio técnico.


Revista de la CEPAL. 67, 133-152.

Canales, A. I., Vargas, P.N. y Montiel Armas, I. (2010). Migración y salud en zonas
fronterizas: Haití y la República Dominicana. Santiago: CEPAL Serie Población y
desarrollo N°90.

Catarino, C. y Morokvasic, M. (2005). Femmes, genre, migration et mobilités. [Versión


electrónica] Revue européenne des migrations internationales, 21(1), 7-27.
Recuperado el 13 de Mayo de 2011, de http://remi.revues.org/2534

Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (s.f.). Grupos Vulnerables Recuperado


el 20 de Abril de 2013del sitio Web de la Cámara de Diputados de México:
http://www.diputados.gob.mx/cesop/Comisiones/d_gvulnerables.htm#_ftn2

Comisión Económica para América Latina (CEPAL) (2006). Cuatro temas centrales en
cuanto a migración internacional, derechos humanos y desarrollo. Montevideo:
CEPAL.

Córdova-Bello, E. (1967). La independencia de Haití y su influencia en Hispanoamérica.


Caracas: Instituto Panamericano de Geografía e Historia.

93
Correa-Castro, J. Y. (2009). Ahora las mujeres se mandan solas. Migración
transnacional y relaciones de género. Universidad Autónoma de Querétano,
México: Plaza y Valdés S.A.

Cortez Castellanos, P. (2005). Mujeres migrantes de América Latina y el Caribe:


derechos humanos, mitos y dura realidad. Santiago: CEPAL, serie Población y
desarrollo N°61.

CRS/OIM (2003). RD: Tierra de migrante. Informe final. Santo Domingo: CRS/OIM.

De lo Reyes, P. (2001). Women and migrants. Continuity and change in patterns of


female migration in Latin America. En Pamela Sharpe (ed.). Women, Gender and
labor Migration. Historial and Global Perspectives. (pp. 275-289). Londres:
Routledge.

Dirección general de Migración República Dominicana (2010). Constitución de la


República Dominicana, proclamada el 26 de enero. Recuperado 25 de Mayo de
2010, del sitio Web de la Dirección General de Migración:
http://www.migracion.gov.do/leyes/constitucion_dominicana_2010.pdf

FLACSO/OIM (2004). Encuesta sobre inmigrantes haitianos en la República


Dominicana, Santo Domingo: Facultad Latinoamericana de Ciencia Sociales
(FLACSO) y Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Fondo de Población de las Naciones Unidas (2006). Vers l’espoir. Les femmes et la
migration internationale. New-York: FNUAP.

Flores Cruz, R. (s.f.). La migración femenina en América Latina. Instituto de


investigación Gino Germani.

Fortin, I. (2009). Équité de Genre, Justice et Sécurité en Haïti. Ottawa: Institut Nord-Sud.

Furguson, J. (2003). Migration in the Caribbean: Haiti, Dominican Republic and beyond.
UK: Minority right group international.

Gregorio Gil, C. (1998). Migración femenina. Su impacto en las relaciones de género.


Madrid: NARCEA.

Green, N. L. (2002) De l’immigré à l’immigrée. Repenser les migrations. Paris: Presses


universitaire de Frances.

Human Rights Watch (2002). Personas ilegales. Haitianos y haitianos-dominicanos en


República Dominicana. NuevaYork: HRW.

94
Interagency Gender Working Group (IGWG) (2008). Lutte contre la violence basée sur
le genre dans les programmes de santé de l’USAID (2ème édition). Washington,
D.C: USAID.

Itzingsohn, J. (2003). Migración, Globalización y Geopolítica. Anuario Social y Político


de América Latina y el Caribe, (6), 77-82.

Jasen, S. y Millán C. (1991). Género, trabajo y etnia en los Bateyes dominicanos. Santo
Domingo: Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC).

Jiménez J. (1998). Una revisión crítica de las teorías migratorias desde la perspectiva del
género. Revista Estudios Migratorios, del Consello da Cultura Galega. Centre
d'Estudis Demogràfics, 139, I-26.

Kearney, M. (1986). From the invisible hand to the visible feet anthropology studies on
migration and development. Annual Review of Anthropology. 15, 331- 361.

Lamas, M. (1996). Usos, dificultades y posibilidades de la categoría del género. El


género y la construcción cultural de la diferencia sexual. México: UNAM, 327-
366.

Lesser T., Fernández-Alvaro B., Cowie L., Bruni N. (2006) (eds.). Intra-Caribbean
Migration and the Conflict Nexus. Ottawa: Human Rights Internet.

Lipszyc, C. (2004). Feminización de la migración: sueños y realidades de la mujer


migrante en cuatro países en América Latina. Seminario "Caminar sin sueño".
Montevideo: Urbal Red 12 mujer ciudad.

Mahler, S. J. y Dusan U. (2006). Central America: Crossroads of the Americas.


Migration information Source, Abril, 3-15.

Mariñez, P. (1987). El Caribe bajo las redes políticas norteamericanas. Santo Domingo:
Editora Universitaria, UASD.

Martínez, J. y Vono, D. (2005). Geografía migratoria intrarregional de América Latina y


El Caribe Al comienzo del siglo XXI. Revista Geografía Norte Grande, 34, 39-52.

Martínez Pizarro, J. (2003). El mapa migratorio en América Latina y el Caribe, las


mujeres y el género. Santiago: Proyecto regional de población CELADE.

Mato, D. (2001). Producción transnacional de representaciones sociales y transformaciones


sociales en tiempos de globalización. En Mato, D. (comp). Estudios
Latinoamericanos sobre globalización, cultura y transformaciones sociales. (pp.
127-159) Buenos Aires: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales- CLACSO. .

95
Ministerio de Trabajo, Observatorio del Mercado Laboral Dominicano (2011)
Inmigrantes Haitianos y Mercado Laboral, Estudio Sobre los Trabajadores de
la Construcción y de la Producción del Guineo en la República Dominicana.
Recuperado 05 de Mayo de 2013, del sitio Web Observatorio de Mercado Laboral
Dominicano: http://www.omlad.gob.do/.

Mora, L. (2002) Las fronteras de la vulnerabilidad: género, migración y derechos


sexuales y reproductivos. Santiago: Fondo de Población de Naciones Unidas.

Morán, V. P. y Figueroa D. I. (2005). La porosa frontera y la mano de obra haitiana en la


República Dominicana. Caribbean studies, 33 (001), 251-280.

Moya Pons, F. (1986). El Batey. Estudio socio-económico de los bateyes del Consejo
Estatal del azúcar. Santo Domingo: Fondo para el avance de las Ciencias Sociales.

Moya Pons, F. (1978). La dominación Haitiana. 1822-1844. Santo Domingo:


Universidad Católica Madre y Maestra.

MUDHA (2005). Migración de las mujeres haitianas en la República Dominicana:


Realidad y perspectivas. Busca de vida, una investigación sobre las mujeres
Haitianas implicadas en la Migración en la República Dominicana. Santo
Domingo: Apoyo a los Repatriados y Refugiados (GARR) y el Movimiento de
Mujeres Domínico-Haitianas (MUDHA).

Naciones Unidas (1979). Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de


Discriminación contra la mujer de las Naciones Unidas. Recuperado el 16 de
Febrero de 2013, del sitio Web de las Naciones Unidas:
http://www.un.org/womenwatch/daw/cedaw/text/sconvention.htm

Naciones Unidas (2000). Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de


personas, especialmente mujeres y niños que complementa la convención de las
Naciones Unidas contra la delincuencia organizada transnacional. Recuperado el
16 de Febrero de 2013, del sitio Web de Office of the Commision for Human
Rights: http://www2.ohchr.org/spanish/law/pdf/protocoltraffic_sp.pdf

OCHA. (2010) Haiti revised Humanitarian Appeal. Key facts and figures. Recuperado el
25 de Mayo de 2010, del sitio Web de la Organización Internacional de las
Migraciones:http://www.iom.int/jahia/webdav/shared/shared/mainsite/published_do
cs/brochures_and_info_sheets/un_facts_figures.pdf

Oné Respe (2007). El Rostro de Miriam en el ir y venir de las mujeres inmigrantes.


Santiago de los Caballeros: Oné Respe.

Pelligrino, A. (2001). Migrantes latinoamericanos y caribeños. Síntesis histórica y


tendencias recientes. Santiago: CEPAL.

96
Petrozziello, A. J. y Wooding B. (2011). Fanm nam fwontyé, fanm toupatou: Una mirada
a la violencia con las mujeres migrantes haitianas, en el transito y desplazadas en
la frontera domínico-haitiana. Santo Domingo: Observatorio Migrantes del Caribe
(OBMICA).

Prince-Mars, J. (1953). La République d’Haïti et de la République Dominicaine. Les


aspects divers d’un problème d’histoire, de géographie et d’ethnologie. Depuis les
origines du peuplement de l'Île antiléenne en 1492, jusqu'à l'évolution des deux
États qui en partagent la souveraineté en 1953. Port-au-Prince: Collection du
Tricinquantenaire de l'Indépendance d'Haïti.

Reysoo F. (2004). Féminisation de la migration. En F. Reysoo y Ch. Verschuur (dir.).


Femmes en mouvement: genre, migrations et nouvelle division internationale du
travail (pp.17-27). Berne: Commission suisse pour l’UNESCO; Direction du
développement et de la coopération. Genève: Institut universitaire d’études du
développement.

Ságas, E. (2009). A Case of Mistaken Identity: Antihaitianismo in Dominican Culture.


Haïti au quotidien. Recuperado el 15 de Mayo de 2013, de
http://www2.webster.edu/~corbetre/haiti/misctopic/dominican/antihaiti.htm

Sassen, S. (2003a). Contrageografías de la globalización: la feminización de la


supervivencia. Contrageografías de la globalización. Género y ciudadanía en los
circuitos transfronterizos. Madrid: Traficantes de sueños.

Sassen, S. (2003b). Los espectros de la globalización. Buenos Aires: Fondo de Cultura


Económica.

Scudu, G. (2009). El rostro de la mujer haitiana en el comercio informal urbano de


República Dominicana. Estudio sobre las condiciones socio-económicas y
laborales de las migrantes haitianas participantes del comercio informal urbano en
República dominicana. ISCOD-Alas de Igualdad.

Silié, R. (1998). Aspectos socio-histórico sobre la inmigración haitiana a la República


Dominicana. En Silié, R., Inoa, O. y Antonin A. (Eds). La República Dominicana y
Haití frente al futuro (pp.1-32). Santo Domingo: FLACSO-República Dominicana.

Silié R. (2003). La nueva inmigración haitiana. International Migration Conference in


the Americas: Emerging Issues Conference. Toronto: Universidad York.
Silié, R., Segura, C. y Dore Cabral, C. (2002). La nueva inmigración haitiana. Santo
Domingo: FLACSO.

97
Staab, S. (2003). En búsqueda de trabajo. Migraciones internacionales de las mujeres
latinoamericanas y caribeñas. Bibliografía seleccionada. Serie Mujer y Desarrollo.
Santiago: CEPAL.

Stefoni, C. (2008). Migración y desarrollo. Intercambios, 87, 1-23.

Stefoni, C. (2002). Mujeres inmigrantes peruanas en Chile. Papel de población. Julio-


septiembre (33), 118-145.

The National Coalition for Haitian Rights (NCHR). (1995). Beyond the Bateyes. Nueva-
York: NCHR.

Wallerstein, I. (1996). Abrir las Ciencias Sociales. Informe de la comisión Gulbenkian


para la reestructuración de las ciencias sociales. México: Siglo XXI Editores.

Wooding, B. (2009). Women, Migration and Rights Activism: the Dominican. FLASCO,
julio, 1-16.

Wooding, B. (2011). (ed.). Mujeres en el camino. Santo Domingo: Observatorio Migrante


del Caribe (OBMICA).

Wooding B. y Moseley-Williams R. (2004). Inmigrantes haitianos y dominicanos de


ascendencia haitiana en la República Dominicana. Santo Domingo: Cooperación
Internacional para el Desarrollo (CID) y el Servicio Jesuita a Refugiados y
Migrantes (SJR).

Wooding, B. y Sangrio A. (2011). Una cuestión de entendimiento. La presencia de las


mujeres migrantes haitianas en el servicio doméstico en la República Dominicana.
En Liz, R.E. (ed.). Movimientos migratorios desde y hacia República Dominicana,
Tomo 1. Santo Domingo: Fondo para el Fomento de la investigación económica y
social (FIES).

Yri, J. (2008). El bárbaro vago y la isla indivisible: La representación de lo haitiano en


la oficialidad dominicana ejemplificada por la lectura de El ocaso de la nación
dominicana y La isla al revés – Haití y el destino dominicano. Tesis de Magister no
publicada, Universidad de Bergen, Bergen.

Zulma Reges, C. (2008). Las fronteras que cruzan las mujeres migrantes. XI Congreso
Metropolitano de Psicología de Buenos Aires. Buenos Aires: APBA.

98

Potrebbero piacerti anche