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O V I D I V S NASO.

ILVSTRACION A L L I BR O
Venitb' ingentivioltnta TRAGotmA,j>assn

DE POETICA Fronte conue torvs, palla jactbat hund


Zétva tuams^ Scfftrum lat/ Regale tenebat:
Lydius aftaptdum vincla eothumus erat.
DE A R I S T O T E L E S
^ S T A G I R I T A -
NVEVA I D E A o2
DE LA
-1
TRAGEDIA ANTIGVA,
O

ILVSTRACION VLTIMA
AL LIBRO SINGVLAH

DJE A R I S T O T E L E S
S T A G I R I T A ,
P O R
DON IVSEPE ANTONIO
V GONZALEZ D E SALAS.

PARTE PRIMERA, r

E n Madrid : Por D . A N T O N I O DI SANCHA.


Año de 1778.
Sf hallará en su Librería, en la Aduana Vieja,
EL EDITOR. el titulo de 'íiuevASL su Ilustración > y
puede asegurarse que lo merece jus-
tamente •, asi por ser el primero en
I L J A Poética de Ariscotclcs es d« dar luz a muchos lugares dificiles
aquellas Obras, que se han dedica- de el texto de Aristóteles, cuya inte-
do a ihistrar como a competencia ligencia se buscaría en vano en los
gran numero de Sabios. Quandd otros Comentadores, como por la
Don Josef Antonio González de Sa- novedad con que explica algunos>
las emprendió esta su Nueva Ilustrar pasagcs, aplicando oportunamente
don y que salió a luz en Madrid año mucha, y exquisita erudición reco-,
de 16 j ^. en quarto , en la Imprenr gida en, los Escritos de los Filoso- .
ta de Francisco Martincz, ya le ha- ios , y Sabios de la antigüedad. De
bian precedido muchos Eruditos de manera que quando nuestro Salas np
el primer orden. Madio, Victorio, • tuviera otras Obras, que le hubie-
Castelvettro, y otros havian publi- sen dado a conocer en el orbe lite-^
cado sus vigilias sobre ésta Poética, p r i o , esta solo bastaria a colocarle
que corrian Con la mayor aceptación. en un lugar muy distinguido.
Parecia haberse dado por ellos la u l - Acaso repararán algunos , en
tima mano a esta Obra, y que nada que trata con bastante indulgencia
podia añadirse a sus copiosos y eru- a los Poetas Cómicos de su tiempo,
ditos Comentarios. Con todo eso, y aun en la afectación de su estilo, y
nuestro Autor no se detuvo en dar üitografia. Lo primero no es muy
14 d _ es-
¿A de la Fortuna. Exclama el mejor Saty^ das Divinas, i Humanas. Si algunos des-
irico: ( I ) Que LjfsijfjfO attentoa hs lineameth preciaron la verdadera i legitima cultura,
tos de una Statua, murió de su pobreza* I no la torpe i bastarda , que el ignorante
que a Mjron , habiendo podido casi infun- vulgo entiende, de estos no se debe for^-
dir en el Metal su Alma d hombre, i ala mar el universal oprobrio , con que las
Jiera, le falta heredero; no tanto pan mani- Naciones estrañas la dennestan: pues Pom-
festar que el mérito quedó sin 'paga , como peio el Magno en una Carta , que escrí-
para que no se ignore que lo suare de lá bio a Dionysio Halicarnasseo , defendiendo el
estudiosa meditación está comprehendida. estilo de Platón contra sus objecciones , Ko
Indignamente pues se quexaron aquelloi de el numero inferior de defectos , aflir-
£ru(£t9s, e indigna .será hos la quexa de l o i ma , f M# se debe hacer el juicio universal di
que iriadvertidament^ los imitaren. Solo en la Elocuencia \ de los aciertos , que S9
otro sentimiento , he hallado i o , que podrían mostraron mas dignos de alabanza. Bien
iustifícarse alguna vez, los que son dignos hai muchos que en la lengua propria, i
¿e memoria por sus Escriptos. En la des«> las agenas tienen sabor mu i exquisito , i
apacible ^co^idz, ¿igo , que hace la Patria para ios que en essa attencion son menos
a los que son proprios e ingeniosos Monu- tcrupulosos , io daré algún dia a la lux
mentos , quando los Estrangeros, i Enemi- publica ( si Dios concede vida) las obser-
gos los celebran , i estiman, j O Patria tantas vaciones a nuestro lenguage , de que aún
' vezes de los Naturales llamada en los tiempos está defectuoso , quando a ios otros Idio-
paseados Madrastra ! ¿ qué perjuicio te pudie^ mas sobran tantos Maestros. Ellos i la ex-
fon hacer tus Varones excelentes? Si la ru- periencia me advirtieron ser ia importancia
deza , como contra enemigos hacia guerra a maior paia los hombres grandes, el adorna
las Artes f España, que de la oppression ( sus de las palabras; pues como determina el
«nemigos lo sepan) como la palma levanta mesmo ( i ) Dionysio , ilustre Critico, i
mas su frente, Madre será repetida de tan- preceptor de la Elegancia , perdido es y i da
tos insignes Professores en todas la$ Scieiu ninguna estima el mas alto pensar , si ¡a
n cias falta la hermosa vestidura de la oración.
s Opportu ñámente ahora para este propriu fin
( i ) L^sifpmn StMtud vmtu IhuMuruh }»béreram precederá la Ilustración que doi al Libro de
vufia extinxH: V Atyro mi pene bom'trmm amnuu Aris-
ftrarum^tu 4re c$mprebeMtrst > M U invitüt frért-
co De Colocatione Verborum. Cap. 6,
Aristóteles , en donde tanta obscort doctrina
compreheudio aquel que Genio fue de la Phi-
losophia; pero no vanamente en ella se diver-
TITVLOS
tirá nuestro discorso a las contenciosas ques^
tionescori que suelen enredarse sus,modernos
DE LAS SECCIONES,
interpretes ; sino bien assi como lo fue The-
mistio antiguamente de algunos Libros suios I OBSERVACIONES CONTENIDAS
PhiJosophicos, i Andronico Rhodio de los SM ESTA FOXTICA.
Ethícos, que llaman Nicomachios , procederé
io también en su interpretación. Paraphráses PRIMERA PARTE.
fueron aquellas con la inter^nission de exem-
plus, i exornaciones, que en el lugar mas díífi- En la Idea,
cultoso se necessitaban para su perspicuidad.
Este de la misma suerte es el modo que si- T
go , aunque después dilatado^mas en la parte XNtroduccion. Pagina i .
Breve noticia Etymologica de la Tragedij^
que faltó el Maestro, que propriamente mi-
su Comparación con la Epopeía, su Defini-
ra al ornamento i costumbres de el Thea-
ción, i su División.SecciónI. pag.22. i i j -
tro , materia, que cuidada de muchos , guar-
De la Fábula. Secc. I L pag. 19.
dó aun para mi postrera mano Observacio- Otras Observaciones de la Fábula. Secc. I I I *
nes tan nuevas, que el mas visto Estudioso pag.04.
confessará alli su primera noticia. Este qui-
te que fuesse Testimonio en hi lengua pro- De las Costumbres , i de la Sentencia^ Secc-
I V . pag. 98.
pria de mi animo bien devoto a la Patria:
desmienta pues la quexa que de otras han De la Locución. Secc. V . pag. i i i .
tenido sus Éscriptores , monstrandose esta vea De la Música. Secc. V I , pag. 157,
no rigurosa, quando no agradecida. De la Música de Instrumentos. Secc. V H .
m- 155- ^
,De los Danzarines Trágicos. Secc. V I I I . pa-
gin. 169.
De los Representantes. Secc. I X . pag. 185.
De el Apparato Trágico. Secc. X . pag. 117.
De el Adorno de el Theatro. Secc. X I . pa-
11* n -
Aristóteles , en donde tanta obscort doctrina
compreheudio aquel que Genio fue de la Phi-
losophia; pero no vanamente en ella sediver-
TITVLOS
tira nuestro discurso a las contenciosas ques^
tiones con que suelen enredarse sus,modernos DE LAS SECCIONES,
interpretes ; sino bien assi como lo fue The-
mistio antiguamente de algunos Libros suios IOBSERVACIONES CONTENIDAS
PhiJosophicos, i Andronico Rhodio de los W ESTA POETICA.
Ethícos, que llaman Nicomachios , procederé
io también en su interpretación. Paraphráses PRIMERA PARTE.
fueron aquellas con la interjnission de exem-
plos, i exornaciones, que en el lugar mas d i f i - En la Idea.
cultoso se necessitaban para su perspicuidad.
Este de la misma suerte es el modo que si-
IXNtroduccion. Pagina i .
go , aunque después dilatadosmas en la parte
Breve noticia Etymologica de la Tragedia,
que faltó el Maestro, que propriamente mi-
su Comparación con la Epopeía, su Defini-
ra al ornamento i costumbres de el Thea-
ción, i su División.Sección!, pag.22. i J J .
tro , materia, que cuidada de muchos , guar-
De la Fábula. Secc. I I . pag. 29.
dó aun para mi postrera mano Observacio- Otras Observaciones de la Fábula. Secc. I I I .
nes tan nuevas, que el mas visto Estudioso pag.04.
confessará alli su primera noticia. Este qui-
te que fuesse Testimonio en hi lengua pro- De las Costumbres, i de la Sentencia. Secc-
I V . pag. 98.
pria de mi animo bien devoto a la Patria:
desmienta pues la quexa que de otras han De la Locución. Secc. V . pag. 11 a.
tenido sus Éscriptores , monstrandose esta ves De la Música. Secc. V I . pag. 157,
no rigurosa, quando no agradecida. p e la Música de Instrumentos. Secc. V H .
pag. 155- ^
.De los Danzarines Trágicos. Secc. V I I I . pa-
gin. 169.
De los Representantes. Secc. I X . pag. 185.
De el Apparato Trágico. Secc. X . pag. 217.
Ve el Adorno de el Theatro. Secc. X I . pa-
gin.ajj. ^ .
ADVERTENCIA A LOS LECTORES.

P
D e las Partes de quantidad. Secc. X I I . pa- Orqüe'esmui ppssible que los poco versa-
gin. 264. dos en la Arte de la buena Orthographit
Ilustración de otros Preceptos de Amtotelet, juzguen que algunas palabras en este Libro
van escriptas con aífectacion de letras, fuera
continuando su Poética. Secc. X I I I . jpa'- de el uso ordinario ^ quise brevemente adver-
gin. 289. tir en su p-incipio dos cosas; la primera , que
la forma orthographica , que aqui se guarda,
SEGVNDA PARTE. es la de la Lengua Latina , de quien la Espa-
&>!a, o Castellana tiene cierto origen, i en mu-
En la Tragedia Praetua* cha parte es una misma ; i assi el que la alte*
Tragedia necessaria para exemplo practico de Xare le usurpa essa nobleza injustamente , mo-
la Speculativa de Aristóteles, i que haia de vido sin duda del descuido que essotras or-
ser esta Tragedia antigua, Observación I . tíiographias traen consigo. La segunda , que
aunque algunas voces aqui se escriben , como
Auctor de la Tragedia Latina, intitulada: be dicho, de forma al parecer algo aíFectada,
Las Troianas. ^'Quando escripta esta Trage- es para conservarlas en la verdad suia , i darles
dia ? ¿ Quando rc^tcscntzá». ? Observac. I L la dignidad que les es propria ; pero no para
pag. 15. pronunciarlas necessariamente assi , sino de la
{ A qué especie de Tragedias pertenece Ias¡ manera que el uso las oiere mas suaves; pues el
~ Troianas í ezecutados en ella los preceptos no pronunciarse como se escriben es commun
de Aristóteles. Modo en su Traducción, a tantas lenguas antiguas, i modernas. Pero
en su Adorno , i en su Suppleinento. Ob- de todo daré io mas larga noticia en el Libro

E
servac. I I I . pag. j 2 . : tengo para imprimir De la Orthografhsa
Las Troianas, Tragedia Latina de Lucio An- tina , i Españolaadonde ahoia icmitto a
heo Séneca, Español: i Española de D o » los curiosos.
lusepe Antonio González de Salas. Pa-^

HO.
* ERRATAS,

pagina, linea, enmienda.


HORATIVS :
IN ARTE POETICA. sd. 32. sentimiento.
JO. IO. disposición.
Quidquid prxcipes y esto br<vis^ ^g. 21. Papinio:
44. 17. sóbrame/.
ut cito dicta 95. 4. ^f' '

Penipiant animi dóciles ^ te* lio. 4. , Philosophos.


121. 12. también,
neMtque fideles. soo. 10. femeniles.
355. 9. repeicussioOL
»75» 14. ser.

NVE
1 ILUSTRACION DE LA
refiere ( i ) Phocio, que escribió una Historia
de el Theatro, en que se comprehendia larga
noticia de los Trágicos, Cómicos , Músicos,
NVEVA I D E A i todos los otros professores de la representa-
ción. Lo mesmo , dice Suidas, hizo Dionysio
Halicarnasseo en j 6 . Libros. Atheneo hace
DE L A TRAGEDIA ANTIGVA, memoria de algunos en los Libros l o . i 14.
de sus Dlpnosophistas, i ansi otros muchos
o ILVSTRACION VLTIMA que ahora dexo. De donde se conosce , quan-
to prevaleció aquel exercicio en los tiempos
A L L I B R O SINGVLAR passados; pero en primero lugar siempre l a
Tragedia, ansi como su cultura fue también
primera en la edad , segim Aristóteles enseña.,
Este, pues, grande Maestro , que mereció
DE ARISTOTELES aquel exquisito elogio , De haber sabido to-
das las sciencias, después que con nunca vista
S T A G I R I T A . : felicidad huvo ilustrado el circulo universal
de las Artes , no se negó a la que en antigüe-
dad abentaja a todas, sino arrebatado de el ar-
POR DON irSEPE ANTONIO
dor de su ingenio, quiso también tratar DE TA
González de Salas.
i'OETiCA , procediendo en su enseñanza con
im marabilloso modo , i nunca puesto en uso
I N T R O D V C C I O N . hasta entonces. ( 2 ) Con esse titulo , pues , pii-
hlicú dos libros , como afirman muchos , fuera

T
ANTA fiie la oofiz de excelentes Varo- de los que escribió De los Poetas. Plutarcho
nes en la Antigüedad , que con pro- «juicre que los De Poética huviessen sido tres,
lixos discursos procuraron ennoblecer 11 bien solo tenemos hoi el primero. Pero en
los exercicios Scenicos, y principalmente a la ciic modo de distribución , qualquiera sea , o
T & A G E P i A , que si hoi vivieran sus esai- ia
ptos, quedáramos enteramente instruidos de
(1) In Biblíorhecá, ubi de Sopatri Excerptis ser*:
todas las partes de profession tan dilatada: IDO r\x.
uando de ella en nuestra edad o escasamente ( i ) riipí noílfTtítííf.
2
iscurrimos , o como en dudosa obscuridad
alucinamos. De un Auctoi llamado Rufo
A re-
POETICA BE ARISTOr, 5 4 iWSTRACION DE LA
ia de tres Libros , o ia dos, sepan los Estudio- glos postreros, formando tantos Commenta^
sos , que la Antigüedad padeció engaño : p'ies ríos a este Libro, como letras contiene. I otros
el Phiiosopho ansi ésta , como todas las otras sacando de su doctrina también summa innu-
Obras suias , no las dividió en Libros , de que merable de Poéticas. Ilustres han sido estos
es infalible argumento el nunca hallar en sus Escriptores, y ocupado han muchos sus eda-
remissiones señalada partición alguna de sus des en este solo assumpto , juzgándole para
Escriptos , siendo ansi , que a otros suios El con los hombres eruditos por premio sufficien-
se remitte tantas veces , en todos los que hoi te de sus desvelos; pero no han alcanzado en
viven con su nombre. Cuidado fue de los la opinión de ellos sino solo, que fue mejor
successores en su Escuela, facilitando con la su elección que sus,escriptos , aunque docta'
distinccion la doctrina , i variando, según era mente procedieron. De la maior parte se pue-
la sentencia de cada uno , la antigua distri- de conoscer una fatal miseria, que padecen
bución de los primeros , de donde sin duda todas las sciencias, en la copia grande de sus
procedió la variedad referida en el numero de modernos Professores. Esta es, la successiva
los Libros , que como en este Commentario repetición en ios postreros de aquellas proprias
De Poética , se verifica en otros de el mismo cosas, que ios superiores en edad acumula-
Maestro. No pues de el ser solo un Libro , el ron. Io pues que, como ia he dado algún tes-
que gozamos, inferiremos estar defectuosoi timonio, tengo el ingenio a esta costumbre
sino ia de lo proprio , ( i ) que en él promette mui oppuesto, deseando occuparme solo en
tratar su Auctor , i falta el cumplimiento; i Jos olvidos, de los que me precedieron en al-
ia ( 2 ) de lo que refiere en otros escriptos, har gunos Assumptos: pues no es possible que
ber disputado en éste , y no hallarse en él haia vista tan perspicaz , que lo comprehenda
compreheudido. Pero de qualquiera manera todo : es forzoso haberme de hallar pobre, en-
monumento es estimable , para engañar la pe- tre aquella misma abundancia de Observacio-
na de tantos otros perdidos por la injuria de nes repetidas de Poética, i principalmente de
el tiempo. Ansi lo han procurado mostrar gran- la Trágica Constitución , que hoi es m i ins-
de numero de hombres insignes en estos si- tituto. Pero queriendo dar a los Nuestros no-
A 2 glús ticia desta parte a ellos aún no conoscida , pre-
(1) Vt de G)moed¡á cap. í . Poetícat, & bodic non sumo ia en el modo , ia en la perspicuidad,
hallar novedades , quando en los preceptos, i
( i ) Libb. I & ?. Rhctor. ait De RUkulh e^ísse
in Poetid : & ultimo Politicorum , Dc-animorum pur-* en la doctrina , se huviera de referir , lo que
lat'tone ibidem ditererc , quoú nusquam comparec. •bkcrvaion los Mayores. Mas bien, según io
juz-
TOETTCA DE ARISTOT. s 6 ILUSTRACION DE LA
^ g o , podré aún llegar con alguna esperanza lamente que habiendo vivido i5.01ympia-
WL este argumento, de adelantar su UUSTUA- das, y tres año«i de la decima sexta , vino a
c i o N ; quedando por ventura con mejor luz, morir en el 65. ( es el Climactcrico ) de su
en estas breves Seonones , aquel Escripto te- edad. Año que fue de la fundación de Roma
nebroso de el Principe de la Philosophia. 4 5 1 . i el proprio en que murió también De-
Digo pues, que de la Tragedia he dp mosthenes, ieual Lucero en la Oratoria , co-
tratar , según como lo hizo Aristóteles > pues mo aquel lo fue en la Philosophia. Sophocles
ella es Ja que ocupa la maior i mejor parte de pues , a cuia alteza Trágica no permiite el Se-
su Poética. No porque de aqui halamos de nado Critico t que haia llegado alguno; i
entender , que hasta aquel Maestro le faltó a Euripides , segundo en el Triunvirato célebre
la Tragedia vida , ailtura, i elegancia, pues de los Poetas Trágicos, murieron en el año
antes de él huvo famosos Escriptores Trágicos, tercero de la Olympiada 95. Ansi lo dice ( i )
que habiendo solo conoscido por feliz Prece- Diodoro Sicnlo'.'de mancia que 22. años an-
ptor a la Naturaleza , llegaron al grado sum- tes que naciesse Aristóteles, habían muerto
sno en su profession. Esto me pareció hacer Sophocles, i Eurípides. Pero Eschylo, terce-
manifiesto, para satisfacion de muchos , me- ro Poeta famoso de la Tragedia Griega , aún
diante el computo de los tiempos. Aristóteles habia a los otros dos antecedido: pues el ( 2 )
nació el año primero de la Olympiada 99. Scholiaste de Arístophanes refiere , haber
Ansi de el Chronico de Apolodoro lo afir- muerto siendo Archonte Kalías, el año pri^-
ma ( i ) Diogenes Laerdo. También f a) Dio- mero de la Olympiada 8 1 . con que vino a
nysio Halicarnasseo, i que aquel año fue * ser anterior su fin al nacimiento de Aristóte-
Archonte en Athenas Diotrephes , i ^ ) Sui- les 72. años. Basten estos tres -mas señalados,
das señala el mismo año de su naamiento. i mas conosGÍdos hoi por sus mismas Fábulas,
Esto fue en el año de la ciudad de Roma j 6 8 . para convencer lo que propusimos. Sacando
•^[un la quenta mas cierta. Murió este gran (ie aqui una doctrina en mí opinión segura,
PÍttlosopho ( demos este cuidado a aquel Va- que io intento, quando procuro en alguna
fon supremo ) el año tercero de la Olympiada manera ilustrar la Arte de la Poesía , persua-
X14. Ansi lo enseña el proprio Lacrtio > i jun< dir a sus Professores. Es pues, que no crean
A j to- liuber de estar necessariamente ligados a sus
co Lib-f. an-
(t) Jh Epiftola ad Amnunim¿ (t) Lib. I ^ F t AnonyrAus in descript. Olympiad.
* Summo Magistrado»
( j ) I n voce Arutotelts,
^ JUJSTRACKfN DE LA
POETICA DE ARISTOT 7 applandidas. I es bien cierto que no las appro»
antiguos preceptos rigurosos. Libre a de ser biran Varones doctissimos , que de ellas ha-^
so espirito, para poder aiterar el Arte, fun- blaa , si pudieran faltar en los rigores de pre-
dándose en Leyes de ia Naturaleza , ia sea el ceptos , con que en sn edad se hablan de es-
que lo intentare con prudencia ingenioso , i cribir. Estas pues si se representaran hoi en
bien instruido umbien en la Buena Littera- nuestros Theatros , en pocas Scenas experi-
tura. Assi como el primero Aristóteles, des- mentaran d applauso con que celebraban al
pués de haber considerado las Virtudes, i V i - Poeu Eumolpo de Petronio Arbitro sus oien-
cios , que se hallaban en las Tragedias todas tes. Digo pues, que de ninguna manera nos
de sus Griegos (cuia contextura habia dicta-, deleitaran. I lo que mas es , ni a la maior par-
do la Naturaleza ) pudo, escogiendo las unas, te de las Tragedias juzgo que pudiera esperai
i reprobando los otros, formar según su juicio boi el animo mas de hierro , que queramos
excelente una Arte , que después siguiessea ungir. ¿ Qué servirán pues aquellos preceptos
los venideros , no de otra manera en qual- paia la structura de nuestras Fábulas ? Mucho
quier tiempo el judiciosamente Docto con su lin duda , pero no lo que enteramente es ne*
madura observación , podra alterar aquella cesurio. N o es mas dudosa la observación, que
A r t e , i mejorarla , se^n la mudanza de las io tengo de los Oradores antiguos. Entre ellos
edades, y ia diferencia de los gustos , nunca pues fue tenido Demosthenes por un perfecto
unos mesmos. Las Artes para dirigir, i ( s i an- Original, a cuia imagen procuraron dirigir
si puede decirse ) mejorar las. acciones de la loi Maestros de la Arte Oratoria ai Professot
Naturaleza se inventaron; pero no por esso suiu, que consummadamente instituían, fíer-
quedó destituida la misma Naturaleza de po* niogenes entre los Griegos, que de esquísito
der alterar el Arte ; siendo su Magisterio , an« i«l:or, como el grande Quintiliano , escribió
si como mas antiguo , muchas veces forzosa- Jiutitucíones Oratorias; i Cicerón entre los
mente necessario, pues fue la propria Natura- Komanos, basten para testimonio, proponien-
leza primero Maestra de la Arte. Pruebo esto do ( i ) aquel, para único exemplo de la per-
manifiestamente con exemplos, que, como ím i ion en todos sus preceptos, al mismo De-
dice Quintiliano, son los argumentos mas efi- Mioftiltcnes ¡ y éste dando una oración suia
caces. Comedias tenemos hoi de los Griegos, zurita a la Lengua Latina, para acreditar to-
i de los Latinos, que según alaban a sus Au- ¿é »u enseiíanza en los Libros, que esaíbio de
ctores ios Escriptores de la Antigüedad, fue-, Rhc-
ron eminentes con extremo en su profession ; i ÍO Libro I . De Idcis,cap. ^ _
sus Fábulas summamente bien acceptas , i
A 4 ap-
POFTICA DE ARISTOT ^ lo ILUSTRACION DE LA
defectos, que hoi padece el Artificio antiguo,
Rhetorica, como después veremos. Tan tibio
sin el vinculo grave de pisar necessariamente
pues fue el gusto , que de ]as translaciones i
las señales primeras, pues el tiempo siempre,
Alegorías alcanzó aquella edad , que las que
dice ( i ) Synesio , ha ido enmendando , i deS'
con excesso mas atrebidas Hermogenes halla,
cubriendo conveniencias \ no al exemplo de
haber usado Demosthenes, de manera que en
otras antecedentes se suelen hacer todas las co-
su juicio • exceden aun de los limites justos,
sas, porque el principio de ellas commun es
hoi a nuestros oidos tan débiles son i descae* a esta, como a las edades passadas. I ansi
ddas, que apenas de alguno serian admitti* lo que enseña por mejor ia experiencia ha
das por Metaphoras. I otras que con gran- de ser preferido a la auctoridad de e! Maestro
de encarecimiento abomina por ásperas i du- superior; ( a ) pues essa es la Verdad , ante-
ras, i a que nunca, dice, se atret>iera aquel puesta siempre de los Philosophos a la Amis-
Principe de los Oradores de Athenas , son tad i al Crédito ; ( j ) sin que el animo inge-
para nosotros bien apacibles, i con menor aco- nuo se obligue con algún sacramento , al sen-
metimiento , en el lugar proprio de alguna tir de el Preceptor mas approbado. Discípu-
Figura , no se excitarla ia nuestro gusto. Ilus- los somos de Aristóteles , pero no como aque-
tre es el exemplo que seííala, para que m i ob- llos ridiculamente supersticiosos , que hasta
servación se confirme. Los Vuitres son aves, ]o balbuciente, que £1 padecía en la lengua,
que se alimentan de hombres muertos; refie.
irocuraban observar , imitando el mismo de-
re pues el mismo Hermogenes con grande des.
precio, Que por essa razjon un Oradorciüo dg
Ílecto. O como otros de Platón, que anda-
madera los Uamó SXPULCAOS ANIMADOS , di- ban de la propria suerte que E l con los hom-
gno él por esso solo , añade mui oflfendido, de bros contraidos , para dissímular lo ancho i es-
pacioso del pecho, (4) de donde se le había
aquel ^oprio sepulcro. Bien conoscera ahora
occa%ionado aquel nombre.
el sjpiritu mas desalentado, como no halla as-
pereza ni dissonancia en esta Translación, que Esto ia propuesto, i , según es mi pare-
tan dura fue entonces al parecer de aquellos Cfr, admitido de los Varones doctos, pas-
Críticos , sino que antes con ella se excita i se ta-

Í
deleita. Dirigir pues tiene, i emendar ia aqui i) Fpist. n -
la Naturaleza corresponsivamente a la Arte , i t IMafo initio Lib. 10. De Ktpuhlica.
el ingenio con la razón han de corregir los 1) Horatius Lib. i . Epist. i . Nuiltus addictut Iwr^

de-
• ú vrtf^ettifférc. hJ* f * i lurii/ecerat. Etianí Hesychius Milciius.
j% miSTRACIONDE LA
POETICA DE ARISTOT, 11

BREVE NOTICIA:
até a la Ihistracion de aquellos preceptos,
que de la Tragedia nos dexó nuestro Phiio-
sopho : pues es sin duda tan cierto, que su
conoscimiento instruirá mucho (comodixe^ E T Y M o L o C I C A
los ánimos de los que en nuestra edad esai-
bieren Fábulas de qualquiera Dramática spe- DE LA T R A G E D I A ^
de ; i.principalmente para poder acertar eflos
mejor en la misma mudanza, de que hoi ne-
SU C O M P A R A C I O N C O N
cessita la Arte primera.
la Epopeía , su Definición , I
su División.

SECCION t

ETTMOIOGIA.

V A l I O S están mucho los Auctores anti-


guos en el origen deste nombre Trage*
dia. Pero no habernos de ocuparnos ahora di-
latadamente en averiguar, si se deduce de
loi ( i ) Premios , que tuvieron sus Profes-
sores en el Certamen Trágico. O de el ( 2 ) As-
fero Concento de sus versos, o de sus acciones.
O l i de la ( j ) Materia , de que Thespis su
exor-
(^i) Erat TpflCy@«, i d cst , hirctts ^ &
í'puj , id est, vinum.
( i ) U t si rpctxu^íea dicat, aut rpaya^
iUv , quasi Tfeixíiav jtf^ijv, id est, asperam
eitHtilenam.
(j) Tfivyif ,féKet vocanmr, 8e ora peruncti

BRE-
POETICA DE ARISTOT js 14 ILUSTRACION DE LA
cxornador hizo para sus Representantes las pri- acciones ilustres i grandes , pues essas tratan
meras mascaras , como después veremos. O de igualmente la Epopeía , i la Tragedia j pero
la Forma Tetragona de el Choro Trágico. O attríbuiendo Varones insignes , ( i ) de las pa.-^
si de otras diferentes caussas, eu que ociosa- labras de Aristóteles , grande preeminencia
mente contienden los Eruditos de esta profes- aqui a la Tragedia , que io dexo ahora en este
sion. Rstdofue sujprincifio, dice ^ i ) Aristó- lugar. Diffieren pero las mismas Tragedia, i
teles , bien asi como le tuvieron siempre las Epopeía en tres cosas. La primera es, Que la
cosas maiores: Pero si entráramos en la succes- Epopeia usa de un genero de 'tersos simple.
sion de su cultura , largo discurso prevenía- Esto se puede entender a m i juicio de dos ma-
mos , i aqui poco necessario. Sin duda ios neras. Es la una , que al Poema le es proprio
Griegos fueron sus primeros Cultores , de únicamente el Verso Exámetro, como yo l o
quien después la usurparon los Latinos. I los probé ( 2 ) en otra parte; pero la Tragedia 9^-
que ia al ñn la pusieron en el grado superior, mitte otras variedades de números. O puédese
Eschylo fue , Sophocles , i Euripides , como entender de otra manera , que es, constar solo
( 2 ) Aristóteles también lo confiesa, quando el Poema de oración Métrica ; pero la Trage-
ia despus de muchas mudanzas , habiendo dia , (5) como antes habia dicho el mismo
conseguido graeideperfección, consistió en elia, Aristóteles, admitir fuera de los versos tam-
bién el Rhythmo (que son las danzas de «1
CAP. V. C>horo ) i la Harmonía ( qqe es la Música de
COMPAHACIOM CON LA EpOPlXA. ci proprio Choro ) pues ts bien claro, que
citai dos partes ultimas no convienen al Poe-
A la Tragedia pues quando ia perfecta ma , o Epopeia. La segunda diiFerencia que
Compara ansi Aristóteles , antes qUe lle- M conosce entre el Poema i la Tragedia , díce
gue a Definirla , con el Poema Heroico, 0I IMiilosopho , Que es la Narración , en que
Epopeia, o Epica , que todo es uno. Dice,
significa , Que el Poeta en el Poema habla, i
Que ambas convienen entre sí en dos cosas:
iucnta con su propria persona algunas accio-
La una es la Versificación , pues ambas se
nes,
componen en versos. La otra / ia Imitación de
ac- ( 1 ) Cap. 5. VMAÍÍ6I}^ÉV w»/íc/4/4 f/r, Epo-
kcilicct TrajpdLm.
(4) Cap. 4. Edic. Heinsij, quam perpetuó secjuímur: (») Ad Arbitri verba : Homeríc'u versibtu cmtre ii»
mn*'um.fpsc Aristóteles cap. 24.
(I) Cap.«.
(z) Ibidem.
POETICA DE ARISTOT. 15 i6 ILUSTRACION DE LA
nes, fuera también de las personas , que intro-
ducidas en él hablan varias veces; i esto en C A P. V L
la Tragedia no succede , sino toda ella consta
de Interlocutores. I en íin la tercera diiTeren- DiFXNICION.
da es , El tiempo de la acción , porque la Tra-
gedia dentro de un dia natural la circunscri- Luego passa el mismo a la Defimcion es-
be , o excede de él pequeña cantidad; pero el lencial de la Tragedia , i dice , Que es
Poema no tiene cantidad de tiempo definida una imitación severa , que imita i represen'
ni determinada , sino queda a elección de el ta alguna Acción cabal, i de quantidad per^^
Poeta abreviarle , o alargarle proporcionada- fecta cuta locución sea agradable, i delei-
mente conforme a la Acción de su Poema, Si tosa , i diversa en los lugares diversos; no
bien , dice Aristóteles, que essa misma liber- empero empleándose en la simple narración,
tad tuvieron las Tragedias antes. Luego final- fue alguno haga ; sino que introducitndose dif-
mente advierte , Que hai otras Partes , que son Jerentes personas, de modo sea imitada la
communes a la Tragedia, y a la Epopeia; i Acción , que mueva a Lastima , i a Miedo,
otras que son proprias i particulares de sola para que el animo se * purgue de los afectos
la Tragedia; pero con tal modo, que todas las semejantes. Esta es la sentencia de Aristóteles,
que contiene la Epopeia , se hallan también significada a^ui algo mas dilatadamente para
en la Tragedia ; pero no todas las que se ha- tu claridad, 1 digna de preferirse a quantas en
llan en la Tragedia admitte la Epopeia. Qué todas sus Definiciones soñó después ia Turba
Partes sean estas, no lo mostró Aristóteles se- de los Escriptores de Poética. Pero necessario
ñaladamente en este lugar: pero io creo sin •8, declararla aún mas, procediendo por sus
duda entendió las seis de Qualidad, que des- partes distinctamente.
pués refiere de la Tragedia; y las quatro de Dice , Que es una ( i ) Imitación. Nadie
Quantidad , en que nosotros también luego ignora de la Escuela de los Dialécticos, cons-
discurrimos, i de todas diez , a mi entender, tar la Definición de Genero , i DiiFerencia.
üzgo dos solas proprias a la Tragedia , que no En esta pues de la Tragedia es el Genero la
o sean a la Epopeia, la Harmonía, i el Appa- Imi-
rato i pero las otras ocho , pueden ser commu-
• De c$u voz usó Precio para significar lo mismo»
nes a ambas. Otras paites añaden los Professores I era commun para lo proprio en la Escuela de P]^-
de esta erudición , a que ni io repugno , pues
todas caben en la proposición de el Philo<;opho. (1) i*ifific-n. - '
CAP.
POETICA DE ARISTOT. 15 i6 XWSTRACION DE LA
nes, fuera también de Jas personas , que intro-
ducidas en él hablan varias veces; i esto en C A P . V I .
la Tragedia no succede , sino toda ella consta
de Interlocutores. I en ün la tercera deferen- DiFIMICION.
cia es, £/ tiempo de la acción , porque la Tra-
gedia dentro de un dia natural la circunscri- Luego passa el mismo a la Definicton es-
be , o excede de él pequeña cantidad; pero el sencial de la Tragedia , i dice , Que es
Poema no tiene cantidad de tiempo definida una imitación severa , que imita i represen-
ni determinada , sino queda a elección de el ta alguna Acción cabal, i de quantidad per^
Poeta abreviarle , o alargarle proporcionada- fectacuta locución sea agradable j i delei-
mente conforme a la Acción de su Poema. Si tosa , i diversa en los lugares diversos; no
bien , dice Aristóteles, que essa misma liber- empero empleándose en la simple narración,
tad tuvieron las Tragedias antes. Luego final- que alguno haga ; sino que introduciéndose dif"
mente advierte , Que hai otras Partes , que son ferentes personas, de modo sea imitada la
communes a la Tragedia, y a la Epopeia; i Acción , que mueva a Lastima , i a Aüedo,
otras que son proprias i particulares de sola para que el animo se * purgue de los afectos
la Tragedia; pero con tal modo, que todas las semejantes, Esu es la sentencia de Aristóteles,
que contiene la Epopeia , se hallan también significada a^ui algo mas dilatadamente para
en la Tragedia ; pero no todas las que se ha- su claridad, 1 digna de preferirse a quantas en
llan en la Tragedia admitte la Epopeia. Qué todas sus Definiciones soñó después Ja Turba
Partes sean estas, no lo mostró Aristóteles se- de Jos Escriptores de Poética. Pero necessario
ñaladamente en este lugar: pero io creo sin • I , declararJa aún mas, procediendo por sus
duda entendió las seis de Qualidad, que des- partes distinctamente.
pués refiere de la Tragedia ; y las quatro de Dice , Que es una ( i ) Imitación. Nadie
Quantidad , en que nosotros también luego ignora de la Escuela de los Dialécticos, cons-
discurrimos, i de todas diez , a mi entender, tar la Definición de Genero , i DiiFerencia.
üzgo dos solas proprias a la Tragedia , que no fin esU pues de ia Tragedia es el Genero la
o sean a la Epopeia, la Harmonía, i el Appa- Ind-
rato ; pero las otras ocho , pueden ser commu-
• De e$u voz usó Proclo para significar lo mismo,
nes a ambas. Otras partes añaden los Professores I era commun para lo proprio en la Escuela de P]^-
de esta erudición , a que ni io repugno , pues
todas caben en la proposición de el PhlIo<:opho. (1) fAÍfifiO-iS.

CAP.
POETICA DE ARISTOT. \j iS ILUSTRACION DÉ LA
Imitación , en que ella conviene con todas las ve a referir alabanzas de la Imitación, pues
otras formas Poéticas , ( i ) según enseña el ella afisma , que la dio principio. D i c e , que
mismo Maestro, pues todas ellas Imitan, Fi- está Ínsito en la Naturaleza de el hombre
guran , i Representan. Ilustremos este ter- desde su niñez el deseo del Imitar; verdad
mino a mejor l u z , pues es en el que consiste que parece advirtió de aqui también Apolo-
la essencia de toda la Poesia. Hallaremos nio Tyaneo en una conferencia que tuvo de
también esta claridad en el mismo Phiiosopho, Pinctura , i que Philostrato cuenta en el L i -
aunque esparcida en diversos lugares. Después bro segundo de su vida. I es proposición bien
que en el principio de este libro huvo signi- verificada en muchos de los exercicios pueri-
ficado , que todas las differencias i formas J?oe- les , que ordinariamente vemos , como son al-
ticas eran ( a ) Imitaciones, y los modos dif- gunos , de los que hizo memoria Horacio en
ferentcs con que imitaban , passó a mostrar, nna ( i ) Sátira. I añade Aristóteles , Que por
como fuesse aquella Imitación , i dixo , que aquella Imitación se distingue el hombre de
era, como la representación que hace de las cosas los otros anímales, cosa que es bien clara.
la Pinctura con los colores , i dibujos , irc. De Siéndole también assi proprio i natural, £1
donde se viene a inferir, que en el Genero de deleitarse con la Imitación. Esto convence con
su Definición la Tragedia, no solo conviene exemplos admirables, que sücceden en las
con las otras formas Poéticas, sino de la mis- imágenes de las cosas horribles i espantosas!
ma suerte con la Pinctura , con la Sculptura pues siendo cierto, que seria penoso el ver
o Statuaria , i con todas las otras Artes , que fieras de aspectos disformes, i cuerpos muer-
assi pueden Imitar , i Representar. La Poe- tos , i otras cosas a la vista terribles ; las Pinc-
sia pues , i como specie suia ia Tragedia, * luras, i bien acabadas Representaciones de
con las palabras Imita i Reptresenta las co- aquellas mismas , son deleitosas i agradables.
sas , assi como con los colores i lineas ia Pinc- 1 la ocasión de esto es ( como El también lo
tura. ( j ) Después el proprio Maestro , como repite en la ( a ) Rhetorica ) que aquellas co-
para dar ñus ilustre origen a la Poesia , vuel- • a i , ^ue le son de alguna enseñanza, i ad-
B ve niraaoB , son para el hombre de grande
(O Cap. I . sub princip. gus- ;
* Parcimus nunc Rhythmo , & Harmonúí, cutn (i) Lib. X. ^Jificart catat, phtttlk adtin^ttt tmr
quíbus etiam Imiucur Poesis , dé cisque eciam Ari»- tqmtart io arundint longé.
toceles. {%) Lib. 1.
(}) Cap. 4.
POETICA DE ARISTOT. 19
10
UXJSTRACION DE LA
gusto i deleite , i assi se recrea mirando las kiciido tan grave para el animo , el ver mo^
imágenes, porque de alli viene en conosci- iir a alguno , o padecer en una difficil i con-
miento de alguna cosa , discurriendo consigo loo josa enfermedad , deleita summamente e l
(pongo io por exemplo) este es tigvr, aquel iontemplar aquella statua de metal, que re-
es dragón; aquel es el cadáver de Héctor ar-
rastrado por Achiles, el otro viejo venerable
I irc\enta a locasta espirando , a quien su arti-
ko al meral del rostro anadio plata , para que
es Priamo , a quien Pyrrho da muerte , i en ntríor Imitasse lo lánguido , i descolorido de
aquella imagen , cuto argumento ignoramos, lá Muerte: i de la misma forma es agradable
el conoscimiento de el artificio perfecto , de • I mirar a Philoctete en su enfermedad do-
la elegancia de los colores , i de otras caussas loroiamente pinctado. De donde induce con-
en su Representación contenidas, viene tam- t r i li)i Philosophos Epicúreos en favor de los
bién a engendrar delectación en nuestro ani- (lyrrnaicos un agudo argumento, para pro-
mo. Esta es doctrina toda de Aristóteles , de l i s r , que en el animo está el deleite de las
Guien después Plutarcho la trasladó a sus iiMMi que se ven, i se oien } i no en los ojos,
¿ i ) Questiones Convivíales , occasionando aún NI f II lot oidos ; pues unas mismas viéndose,
mas a nuestro proposito la disputa ; pues dio I oIsMilote, unas veces deleitan, i otras fa-
motivo a ella una Comedia de Straton , que , mediante la diversa consideración. Es
en Athenas habia sido mui celebrada. Los Aisiss luego aún mas esta observación con
affectos en aquella Fábula Representados v i - tlSMiploi mui opportunos. Dice pues, Que
M vs lá misma differencia en el cacarear ( tal

E
vamente (que por esso deleitaron ) movieron
a que el discurso passasse a los otros aíleo- iu voz propria ) de las gallinas , i en el
tos , que son proprios de las Acciones Trá- lAIr do las cornejas, a quien sin molestia
gicas , i inquirieron, ¿Qué fuesse la caussa, I iKidomo» escuchar; i el que las Imitare
que dando pena el ver las demostraciones de
un Airado, de un Doliente , i de un Te* P it Uniente , nos será gustoso i apacible. I
m#iilo refiere un successo , que otro nin-
|NNlria assi dexar nuestro intento bien
meroso , los que Representan i I m i u n con
perfección estos mismos movimientos de el Vál»t ido, i juntamente la fuerza de la Imi-
animo , nos deleitan ? I después de algu- tan sn r l agradar. Cuenta que huvo un'
nas otras razones, concluie el Auctor con la llamado Parmeno , que imitaba con
(#má |H*ilcu-ion el gruñir del cochino, con

t
propuesta aqui de Aristóteles, i dice, Que
B a sien- VtfiMhtcnte otros compitieron en aquc-
lUiláil, pues siempre les llevó la ap-
(i) L i b . f . quzst. I .
pro-
POETICA DE ARISTOT. 19
10
ILUSTRACION DE LA
gusto i deleite , i assi se recrea mirando las fticndo tan grave para el animo , el ver mo^
imágenes, porque de alli viene en conosci- iir a alguno , o padecer en una difficil i con-
miento de alguna cosa , discurriendo consigo loo josa enfermedad , deleita summamente e l
( pongo io por exemplo } este es tigfe-, aquel iontemplar aquella statua de metal, que re-
es dragón; aquel es el cadáver de Héctor ar-
rastrado por Achiles, el otro viejo venerable
I iic\cnta a locasta espirando , a quien su arti-
llo al metal del rostro anadio plata , para que
es Priamo , a quien Pyrrho da muerte , i en nteior Imitasse lo lánguido , i descolorido de
aquella imagen , cuto argumento ignoramos, lá Muerte: i de la misma forma es agradable
el conoscimiento de el artificio perfecto , de al mirar a Philoctete en su enfermedad do-
la elegancia de los colores , i de otras caussas loroiamente pinctado. De donde induce con-
en su Representación contenidas, viene tam- tri 1(11 Philosophos Epicúreos en favor de los
bién a engendrar delectación en nuestro ani- ('.yrrnaicos un agudo argumento, para pro-
mo. Esta es doarina toda de Aristóteles , de tMr, que en el animo está el deleite de las
auien después Plutarcho la trasladó a sus imá» que se ven, i se oien ; i no en los ojos,
( i ) Questiones Convividles , occasionando aún NI til lot oidos ; pues unas mismas viéndose,
mas a nuestro proposito la disputa ; pues dio I oltMiiote, unas veces deleitan , i otras fa-
motivo a ella una Comedia de Straton , que llían , mediante la diversa consideración. Es
en Athenas habia sido mui celebrada. Los Altiáá luego aún mas esta observación con
affectos en aquella Fábula Representados v i - tlfiiiploi mui opportunos. Dice pues, Que
M vt lá misma differencia en el cacarear ( tal

E
vamente (que por esso deleitaron ) movieron
a que el discurso passasse a los otros afl^ea- iii voz propria ) de las gallinas , i en el
tos , que son proprios de las Acciones Trá- lAIr do las cornejas, a quien sin molestia
gicas , i inquirieron, ¿Qué fuesse ia caussa, I imdomo» escuchar j i el que las Imitare '
que dando pena el ver las demostraciones de Uniente , nos será gustoso i apacible. I
un Airado, de un Doliente , i de un Te- m«n(o refiere un successo , que otro nin-
meroso , los que Representan í Imitan con |NNÍria assi dexar nuestro intento bien
perfección estos mismos movimientos de el Vil»« ido, i juntamente la fuerza de la Imi-
animo , nos deleitan ? I después de algu- i«*N tn r l agradar. Cuenta que huvo un'
nas otras razones, concluie el Auctor con la ;|«f0 llamado Parmeno , que imitaba con
( i m i |>rilcu-ion el gruñir del cochino, con

t
propuesta aqui de Aristóteles, i dice. Que
B a sicn- vtftMMicnte otros compitieron en aquc-
lUdáil, pues siempre les llevó la ap-
(i) L i b . f . quzst. I .
pro-
92 tUSTRACIDNDE LA
FOFTICA DE ARISTOT. i r sí las Taiedias. Dice, Que el dolor de las
probación de los oientes ; confessando que lo desdichas calamidades, que los hombres ab-
hablan hecho bien , pero que de ninguna ma-^ horrecen.fs appetecitíe, quando ellas en el
ñera llegaba alguno al cochino de Parmeno, Theatro a'vén representadas , i que aman
mereciendo aquella propria alabanza , quedar el padeflaquel dolor i lastima, \i i i i S - .
después por Adagio. Uno pues llevando un ifo poLcixs SU r s L E i T E . ( i ) De don-
lechoncillo debaxo del brazo encubierto de- de procdt. Que quanto es mas excessivo
safió a Parmeno a la misma ^ contienda ; » aquel semiento suio , tanto estiman mas i
quien con la acostumbrada approbacion res- eíabandife lo Representa ; i al contrario le
pondieron , creiendo que él lo. Imitaba, i no %ituperai\ llenos de fastidio , si
verdaderamente el lechoncillo gruñia, ¿ Qué el dolor j» sintieron en sí fue pequeño : pero
vale esso para el cochino de Parmcfto^ I en- entonces ^udo mas se congojan i lastiman,
tonces él mostrando el suio, los convenció, assisten ^s attentos, i L Í O R A N A L E G K A N -
de quan distante de la verdad juzgaba su opi- Dosi ENi' M I S M O L L A N T O . ( 2 ) Assí contínúa
nión. De donde bien percibimos ia la rara so discnrífl, repitiendo lo mismo otras veces,
virtud de la Imitación , pues aquello pro- con diffeotes palabras; siendo una la occa-
prio , que esoichandolo en su verdad , nos sion entois, las qué se admira el Santo , la
hubiera de ser penoso , si lo imaginamos Imi- propria d p , i natural • virtud de lá Imita-
tado , nos deleita i agrada. Los Horrores pues don , com se ha visto.
de la Tragedia , i sus Commiseraciones , que Las «suientes partes, que contiene la
tanto serian congojosas en su verdad, assi se DcfinicioíiSonDífFerencias, con que se dis*
vienen a desfigurar, quando mas perfecta- tingue íalragedía , no solo de todas las otras
mente figuradas con la Imitación , que ia son formas P«icas Imitadoras, sino también de
apacibles i deleitosas. De aqui conoscera el las Artes, iñade pues La Severidad a la I m i -
Estudioso, quan diestramente queda eiitendi- tación ,.clcinanera que dice , Imita Acción se^
da , como sutil divinimentc significada la ob- *f)era. Eaiínde con la palabra Acción se dif-
servación , que el gran Padre de la Iglesia ferendadfiquellas Artes, que Imitan cosas
Agustino , milagro singular de la Naturaleza, naturales,! artificiosas, pero nó Acciones,
hace en sus ( i ) Confessiones de las Repre- como la iiictura, Stamaria , &c. Con lo Se-
sentaciones Trágicas. Varías veces alli mani-
ve-
fiesta estos eíFectos, que sentía, causaban en
Yi) Et iif fpte esf voluptat e'm,
Bj tí (z) Endeiu lacrjrmatur»
( i ) L i b . ) . cap. X .
. 24 tUISTRACIONDE LA
TOmCA DE ARISTOT. % eucion en los diversos lugares , porque quaa^
vero se Distingue de la Comedia > cuias Ac-, do el Choro danza , concurren juntos el Me*
cionés son apacibles, i de humilde diversión.. tro, la Harmonía , i el Rhythmo ; quando
Dice mas, Que la Acción ha de ser cabal i de le ( i ) está quedo, b Harmonía, i el Metro;
quantidad perfecta , para mostrar , que la í el Metro solo en todas sus Scenas. Differen-
Tragedia, que Define , es la ia consummadá cianse assi la Tragedia de la Epopeia , que
en toda perfección Í i para DiíTerenciarla de BU solo de los versos, i de la Poesia • D i -
las otras Tragedias, que al jHrincipio fueron thyrambica , que siempre , sin diíferencía al-

E
faltas i defectuosas , i la Acción de su Fábula nna, de el Metro , Rhythmo, y Harmonía,
imperfeaa, siendo esto mui conoscido de lo$ as palabras, Pero no empleándose en la sim-
progressos , que la Tragedia hizo , hasta que ple narración que alguno haga , manifiestan
llegó a su estado perfecto. Enseña aqui tamr K r Dramática la Tragedia, constando de I n -
bien Aristóteles, que la Acción de la Fábula terlocutores que Representan ; a diflerencia
ha de ser una} i no ha de venir grande ni también de la Epopeía , i Dithyrambica. La
pequeña a la Tragedia , sino ajustada i cabal; cliusula postrera , De modo sea su Represen-
argumento que después prosigue largamente.- tación , que mueva a Lastima, i a Miedo,
Passa adelante i dice , Que su Locución ha de para que el animo se piovue dé los affectos se-
ser agradable i deleitosa * cuias palabras ex- mejantes y nos enseña el fin proprio de la Tra-
plica luego El proprio , advirtiendo que la |r(iia , ^ue es curar el animo de aquellos af-
llama deleitosa , porque ha de ser en núme-
ros, de ( i ) versos, i ha de aiudarse de el
Í fitoi , 1 ella queda assi diferenciada de las
«iua formas Poéticas , i de la Comedia, que
compás de los Bailes, i Danzas , i de la (I m> curan affectos algunos , 0 curan otros dif-
(5^ Harmonía de la Música ; i estas Diff&r liM lites. Pero no es fácil de entender, ¿Cómo
rencias señala mas con las palabras, que se l i 'I ruj^cdia moviendo en el animo de el hom-
siguen , I diversa en hs libares diversos; lilr luí affectos de Commiseracion i Miedo,
porque en los Actos usa solo la Tragedia de |Hir«U inrarlos ? pues manifiestamente se op-
la ( 4 ) Versificación numerosa ; pero en lof JHUIO d adolecer de uUa enfermedad, al cu-
Choiros, de el compás de las (5) Danzas y' i
de la Música (6) Harmonía, juntamente u m - rar-
bien con los (7) versos. Diversa pues la Lo- II ) I iirIfi primero
Sraumo.
inventada para las alabanzas de Bac-
B 4 cu- lliit , ili »IOIH1C tuvo el nombre. Cuios i wnos se can-
MUH \ inH de instrumentos, i a su compás iAota-
(O Metro, ( t ) Rhythmo. (?) H-irmonía. (4) Metro, MtM* i« loimaban j damnu*
(y) Rhythmo. (éj Harmonía. (7) Metro.
POETICA DE ARISTOT. 25
taise de ella. I es mui cierto , que la Imita- a6 ILUSTRACION DE LA
ción , i la Representación de Acciones, que los mortales de experimentar aquéllas passio-
contienen horrores i crueldades, haian de ex- nes en sus infelices successos , las sentirán me-
citar en el Oiente aquellos affectos ; i parece, nos sin duda , medicado ia el sentimiento con
que también lo ha de ser, que haian antes el UTO f i con él Exemj>l(^dc otras semejantes
de enfermarle, que de alguna manera con-, infelicidades , o de las que fueron maiores.
valecerle. Assi lo sintió ( i ) Platón , i siguien- Con el Uso , digo, i con el Exmflo , i am-
d o su opinión Proclo , desterrando por essa
bos medios confirmo de este modo. Con el
caussa de su República a la Tragedia , i z
Usoj porque , como qneda dicho , de la per-
( a ) Homero , como su Auctor mas excelente.
fecta Representación de las Acciones Tragi-
Fero sin duda es mui al contrario , como
<a«, se han de mover aquellos affectos de
con ilustre doctrina i agudeza lo advirtió aqui
Miedo i Lastima , que les son proprios; i
nuestro prudente Maestro. Quiere decir pues,
de «u repetido sentimiento se ha de seguir
Q u e habituándose el animo a aquellas pas-
l i insensibilidad referida, pues es cosa nata-
siones de Miedo, i de Lastima , frequenta-
dias en la Representación Trágica , vendrán
r i i . Que de las acciones acostumbradas, aunr
forzosamente a ser menos ofifensivas; y des- fue penosas sean, no se contraiga: passion,
pués quando succedan occasiones proprias a »Su( cede ver al hijo , o aí esposo peligrar en
ios f1 riesgo de alguna rigurosa enfermedad , las-
ttma aquel spectaculo con gran dolor en su
|irincip¡o , sin que presuma esfuerzos ia e l
( O L i b . 10. de R c p u b l l d , & aliSs.
( i ) Maxi mo T y r i o , discípulo de la Aeademia Pla- •llrntn humano, para no postrarse en su pre-
tonica , en la Dissertacíon 7. procuró en abono de el Ifituíi I i habituase el animo a la pena , i vie-
j^rande Homero, hallar in^niosamsnte occasion que ns necessariamente a moderarse el sentimien-
justifícasse su destierro. Dice, Que en una República
sin passiones ni vicios sobraría el que los comgiessc, If ion la dilación, i a tratar i communicar
como el Medico en donde no hai enfermos. Debierati • I (|uc ve padeciendo. Por ningún benejicio,
los que pelean por su cne^dico haber aprendido de aqui
su maior defensa > pero mentirosa aunque aguda , pues
di(« el divino ( i ) Séneca , tenemos tanta oblu
en la verdad aquella fue clara emulación de Platón, giitim a la Naturaleza, como porque sabien-
cuio animo ambicioso i presumido deseó usurpar para do
sí, i para su Philosophia, el Imperio que alcanzó aouel
Poeta i Philo<-opho insigne. Esta es sentencia de D i o - (•) De iranquíllitate animi cap. 10. ffítllo nvliüt
oysio Halicarnasseo , en una Carta a Pómpelo Magno, tnmlm di m»Hi natura meruU , quiñi quoi qtmm jciref,
que está entre sus Obras Criticas , olvidada para esta
§^mninil»ftn itrvfnh , itto in familiarUatem gravinhn»
occasioo de los Hercules de las Musas.
$áémtMi, Nrmo duraret, ti rerum adverjarum tamdem
TOErTCA tÉARIStOT. 27 a8 ILUSTRACION DE LA
dó a quantas desdichas nacinos, haJUé la de ( i ) Timocles Pontico en una Cowiedja,
Mümbre para aUvÍ9 de eílJf , ^ue fDuede cuios versos refieren Atheneo, i Stobeo j es de
brevemente hacer tractable la fias grax^e ca- • este modo:
lanUdad. Porque ninguno pudira durar en la Las adversas fortunas ,
vida f si en la continuación tf las aátversi.- Que son a los mortales importunase ,
dades hwviera el mismo dolot que en loe: heri- Alivian de el dolor la propria pena
da primera. Insigne testinonio es e l que Con la desdicha agena.
para este proposito cuenta d< • E s c h y l o Plu- por esso es poderosa
tarcho. Dice , Que en los pegos Isthiínicos Aíedicina , la tanto Lastimosa
vio, a u n A t h l e t a , que sienJo herido grave- Trágica Acción , en su Pavor horreneda ,
mente , lio se quexó; i que la gente ^ u e lo A hacer que el mal no offenda.
miraba, dio grandes voces, ientonces E-schylo . Porque al que la enemiga
dixo: ¡O quan grande cosa fs el habitúo fila Dura pobreza el anvno fatiga,
costumbre ! Gritan los que h miran el que la el bien , si mira a Telepho mas pobre ,
recibió el golpe caüa. Bien jnes «jueda conos-, Ha de juzgar le sobre.
cida la £erza de el Uso: jasso la a l a de el , Furioso a Alcmeon presente
Exemplo. La semejaozj eji los trabajos, Ve ,el que delirios padeció en ta mmte.
i la comparación , siempre. los hizc» leves. I el rigor templa el ciego a sus enojos p,
Doctrina que ninguno ignora , experimenta- Si ote a Edipo sin ojos,
da en el proprio desfconsuel»'*í^i está, expues- Niobe en su mal prolijo
ta nuestra vida triste a desventuras. Templa- Serena , al que defuncto llora al hijo».
rán pues los Humanos las passiones suias con I aquel, que a Philoctete claudicante
aquellos Exemplos pinctados en la Xragedia, Mira tal vez delante,
que comparados a sus desÜchas, podran ellas No ia sentirá tanta
parecer menores. I hallanJo de essa suerte a Pena, aunque desigual mueva suplanta.
ninguno essento de la iniquidad de el Hado, Ni al anciano infeliz, si a Eneo advierte,
verán padecer sus rigores lüu mas gravemente Será díira su suerte.
los Principes i los Keics. Ssta es la sentencia Assi de el Hadofiero
de Parecerá el desden menos severo ,
Menor su mal hallando los Mortales, )
• Etiam Stobanis serm. i9> ^ Comparado a otros males. )
Es la sctítenda de el Choro 4. de nuestra Tra-
gedia. C A -
(1) In Mxnadibus.
50 imSTRAcrONDELA
que Aristóteles llama ^^^fon , nosotros llama-
riamos en la Tragedia , como en I9 Coínedia,
C A P . VI. VII. el Argumento , la Materia , la Traza. D e esta
Acción pues, siendo una misma, se pueden
DIVISIÓN. hacer differentes Tragedias, siendo la Cons-
Después que ia Aristóteles huvo Deñnido titución de sus partes diversa. Pongo por exem-
assi la Tragedia , passó a D i v i d i r l a en Jas par- pío : Una misma es la Acción de la Tragedia
tes, que a ella son essenciales , que £1 llamó fíippdjto de Eurípides, i de la de Séneca;
-de Qualídad; i estas enseñó eran seis ; i en pero diversa es la Constitución de las partes,
otras , que llamó de Quantidad , que eran i disposion en ambas. Una misma es también
quatro. Las seis de Qualidad dice que son, la Fábula de la Hecuba , i de las Troianas de
X á r ( i ) Fábula , las (2") Costumbres ( o Exor- los proprios Eurípides, i Séneca; pero vienen
nación Moral") la ( j ) Sentencia , la ( 4 ) ZOÍW- a ser diversas Tragedias, por Ja diversa Cons-
«ow , ( 5 ) Música , í Exterior ( 6 ) .^^/7d- titución de ambas: i assi se ve en otras m u -
r^/^o. Las quatro que tocan a la Quantidad, chas. Pero no obstante esta DifFerencia a laS
El (y) Prologo , Episodio, W ( 5 ) jB'aro- dos, a la ^£^«0» , digo , i Constitución , cóm
¿jío , i los ( 4 ) Choros. Hablaremos de cada una prehendio Aristóteles en el nombre de Fábula.
l o que por ahora pareciere mas opportuno. E n tanto grado es pues la parte principal d»
la Tragedia aquella Acción , i Constitución
suia , que de su diíFeitncia se origina tam-
DE L A FABVLA. bién la differencia de las mismas Tragedias,
( i ) Pues unas son Simples, otras Implexas,
SECCION I L o Compuestas , otras Pathetifas ,o Afectuo-
LA Fábula llama el Maestro ^?«/Í sas , otras Morales. De la Fábula , que en un

A Tragedia, i assi la parte principal


de ella. Esta es la Acción imitada o represen*
t a d a , i la Constitución de sus partes. A la
discurso de acciones sencillo no se divierte a
nmdanzas diversas , i no esperadas , se com-
ponen las Tragedias , que se llaman Simples.
que Assi quieren que sean casi todas las de Es-
chylo ; i de los Latinos la Medea , i laOr-
(O A*tíS-(^. (2) fidroí. (j) ^i¿voíot. tavia. Las de contrarias acciones a las Simples
son
T l ^ 5rpoAoy(^. ( 2 ) tirna-óíiov. ( j ) e£o^^. (O Arisc. capp. I I . 17.

( 4 ; %0f xov.
TOETICA DE ARISTOT. 31 5» nUSTRACION DE LA
íonlas Implexas', i de ellas dan poir cxemplo que anteceda; f que dexa dependencias, que s
l a Iphigenia de Eurípides, & c . I las Hercules Sigan después de sí. El fin es al contrario
Latinas, &c. Las Patheticas soü-, las que con pues él se sigue a otra cosa, que necessario
lastimosos successos mueven a grande Com- : mente precedió; pero después de él no qued
miseracioncn las Acciones de sus Fábulas, de ^ tíra cosa alguna que se siga. El medio fina
que es ilustre exemplo las Troianas , Trage- mente es aquello que se sigue a otra cosa »
dia Latina de nuestro Séneca Español. Las que después de si dexa otras cosas que se si
Morales eran las que Imitaban Costumbres ex- ' gan. Con arte igual ha de saber ia el Poeta
celentes, i assi viilian mucho para el exem- ' dividir propriamente la Fábula. Pero con p r o -
plo. Los que refiere Aristóteles de ellas, que videncia ( creo que de ninguno prevenida ^
son las Tragedias Phfhiotides^ i Peleo, h o i no Que el precepto referido mira a la parte d e l a
viven. P a o de todas estas species hablamos Acción actuada en la Fábula misma, n o a
después en lugar mas opportuno. la Episódica narración ; supuesto que, c o m o
enseña ( i ) Donato, es grande excelencia P o é -
tica , dar principio a la Fábula por la parte
C A P. V I I L
ultima de su argumento« remittiendo a l a
Narración , que son los Episodios , la noticia
Mucho se detiene Aristóteles en la Fábu-
de lo que habia precedido , circulo admirable^
la, i con alta erudición , si bien poressa caus-
que también observa , guardaron no solos los
sa no fácil de percibir, procuraré pues io con
Poetas Trágicos , sino los Cómicos ^ i el p r o -
alguna claridad reducir a términos mas suaves
prio Homero , i V i r g i l i o assimismo le siguie-
su doctrina. Para este eíFecto es necessario en
ron. ( 2 ) Horacio comprehendio todo este m i
primero lugar advertir, Que aunque puede
ser diversa la Constitución de la Fábula, siem- dis-
pre ha de ser de forma su disposición , que no (1) I n Andrise Arjgumento: Pertpecto árpmento jcht
se alteren sus partes , Colocándose en lugares dehemus , banc me virtutem Potticam , ui a novisthms
ágenos i improprios^ Esto es , que el Principio argumenti rebui inápki mt'tum FabuÍ4 , origifum Nar-

no se confunda con el Medio , n i el Medio ( 2 ) D e H o m e r o loquitur Tragicorüm Príncipes


con el Principio , o el F i n . Mucho importará vcrs. 148.
Semper ai evmftan fettínat ,(Tin Afed'tat ret
para el conoscimiento de estas partes en la
Non lecuí , ac notat, auditorem rapit , ü* qua
Fábula, la noticia que da de ellas el pro- Dtíperjtt tractata ritescere pone y reltnqmt:
prio Philosopho. Dice pues, Que el principio Atque tía mentitur, tic veril faha remiscet,
tñmo nt Aíediimi, Atedio nc discrepes Imunu
es aqudlo, que está independetue de otra cosa
que
POETICA m ARBTOT.
discurso en pocos versos, que quedarán desr 54 ILUSTRACION DE LA
de hoi con mejor i u i i como otros muchos, comprehenden. No lo será tampoco el iMmeit'
que de su Arte se ilustran en nuestra Poética^ sámente grande , porque no podran prercebirse
ODeaqui advierto io ahora el ingenioso, fundar juntamente sus partes con tanto exceso cresei-
mentó , que tuvieron los Maestros «antiguos, das j i dilatadas; pues se olvidarán las unas
para necessitar a los Escriptores de Tragedias passando ía consideración a otras, que ten-
i Comedias , a que dentro de el spaciode tm gan tanta distancia: como esto sttccedcria , si :
4Íia o dos circunscribiessen el tiempo dé la Ac- diessemos algún animal, que occupasse el es-
ción en sus Fábulas; p u ^ dexaban este pre- pació de innumerables leguas. Assi pues , dic(^
cepto tan fácil de executar, aunque mas dila- como el tamaño i grandeza en los animales, /-
tado fuesse su argumento V enseñando también tod¿ís las cosas corpóreas debe ser de manera,
a empezarlas por lo ultimo de ellas; occa- que fácilmente se comprehenda con los ojos; de
sionandose juntamente a quedar assi su Cons-» ¡a misma suerte en las Fábulas se ha de dar
titucion incompilrablemente ma& artificiosa: aquella grandeza i quantidad , que con faci-
X>octrina que de la misma suerte h o i podra lidad pueda percUnrse con la memoria i pero
mejorar mucho nuestras Dramáticas Repre- con una advertencia, que aquella será mas ex-
sentaciones. > celente Fábula, cuia Acción fuere maior, i mas
Esto advertido , sigu^e bien , el dar noti- dilatada, como sea dentro de los términos de
cia de la justa i perfiecta quantidad de la Fa- perceptible. Con que enseña, quan desprecia-
b t i l d ) Cosa , que j como essencial a* ella , la ble cosa es la Fábula de pobre Acción , que
señaló en la Defihicioh el Maestro. Dice pues vulgarmente se diría , de poco caso , i de pC'
ahora , Que no solo'e¿ bastante ,para que un queño enredo. I al fin define i determina , aun-
animal, o otra cosa' quálqáiera tenga hermosu-
que * umversalmente, i por maior , el tamaño
ra i ii 'Consta di partes differentes , que es-
i quantidad de . Ia Fábula p^r este ^ modo.
Dice , Que aquella será^^supropria grandeiba,
tas las tenga bien dispuestas i.cotoeadas , sino
quanta fuere o forzosamente , o verisimilment*
^ue es necessario tenga tajnhienjperféííta i jus^
necessaria , para que, procediendo sh Acción
'ta quantidad , i grandeza. Pwqm lo Her^
ton bien ordenada Constitución de sus partes,
moso consiste en el Tamaño , i bien colocada
lUxue a mudarse la misma Acción de Infrli-
Disposición. No podra pUffs ser spet'ioso el ani-
i i Jad en Felicidad i o al contrario de Felicidad
mal , que fuere demasiMamente pequeño , pov-
0H Infelicidad. Esto es mostrar , ser necessario
que re confunde la consideración de su partes
como es tan breve el tiempo, en qñe todas se^ aquel
C com- (i) íir\Sls.
56 ILUSTRACION DE LA
uiia persona sola; pues le pueden Succeder
POETICA DE ARISTOT. 35 '
a uno j i Hacer el proprio mucho numero de
aquel espacio , que occupare la successiva
cosas tan diversas , i incoherentes, que de nin-
Connexion de la Fábula , hasta su Solución.
guna manera de ellas se pueda formar la Ac-
También en este mismo lugar distingue en
ción , que quiere ser Vna. En donde señala ha-
dos maneras la grandeza i quantidad de la
ber errado muchos Poetas , que hablan hecho
Fábula , una Natural, i otra Artificiosa. L a
^ Poe;nas de Hercules , de Theseo , i de otros
Natural es aquella quantidad , que pide la
semejantes ; juzgando, que todas las Acciones
Naturaleza de la Acción , que se trata en la
de Hercules , de Theseo, &c. eran Vna Ac-
Fábula , i esta es la que habernos referido. L a
ción sola para su Poema, por ser todas de V a
Artificiosa es la que se medía entonces por
solo Hercules, o de V n solo Theseo , &c. Pe-
el relox , quando los Actores Tragcdos la re-
ro que Homero , assi como en todas las cosas
presentaban , o los Poetas Trágicos la recita-
fué mas excelente , también en esta parte aben-
ban en su Certamen , pues no habia de exce-
tajó a los otros , hacifendo V n a la Acción de
der su grandeza en la representación , o recita-
cada uno de sus Poemas, o iá dictándoselo
ción de el termino, que para la Tragedia es-
assi la Maestra Naturaleza , o iá fuesse instrui-
taba definido , midiéndose por reloxes , * que
do de la Arte , no ignorada entonces. I que
destilaban agua , como hoi vemos los de are-
assi no reduxo en su Vlyssea todos los succes-
na. N o parece que impropriamente se pudie-
sos que tuvo Vlysses: como es, el haber si-
ra llamar la primera quantidad de la Fábula
do herido en el monte Parnasso , i haberse
jFormal, i la postrera Material.
fingido loco en la presencia de tantos Princi-
pes Griegos; porque de ninguna manera estas
C A P . IX. dos. cosas tienen entre sí conveniencia, para
que sea * Forzoso , o Verisímil, que habién-
También enseña luego el Philosopho con
dole succedido la una de ellas , le huviesse
maior claridad , que ha de ser Una la Acción
de succeder la otra. Si no reduxo aquellas co-
de la Fábula j habiendo antes en la Defini-
sas , que podían tener respecto a la Vnica Ac-
ción de la Tragedia , dissimuladamente signi-
ficándolo '; í assimismo enseíía el modo dé ser' ción
Una. Dice pues , Que no se entiende ser
: * 'Dcs<J5^ aquí se debe observar, quán riguroso ha
Una la Fábula, porque trate la Acción de de;ser;el JUICIO de la connexion i convcnicnda en
C a una
Ka^ediaT ^ ^ ^ ^^^^»

• Trfoi xAfi-vVuífxtí, ad Cdepsydram.


POETICA DE ARISTOT. 37
cion de la Vlyssea , o la Iliada. I que esta mrSTRACmíDE LA
V n i d a d de la Acción Imitada se convence as- herencia entre las partes, que forman e l T o d o
simismo , con el exemplo de las otras Arteá de la Acción de la Fábula, es de t a n grave
Imitadoras, pues también I m i t a n , i Represen- consideración , que aún en los mismos E p i s o - .
tan V n a Acción sola. Como si- la Pinctura, dios la pide Aristóteles en o t r o l u g a r
pongo io por exemplo , quier^e Representar mas adelante: cosa m u i digna también de
a Laoconte espirando entre los lazos de las advertirse. Los ( 2 ) Episodios son aquellas d i -
serpientes, Imita con sus colores aquella Ac- gressiones, que se introducen entre l a A c c i ó n
ción sola, i no otras diversas de Laoconte. principal de la Fábula. Estos pues , dice A r i s -
Pero ( añade) assi como se requiere, ser V n a toteles, que son abominables quando n o se
la Acción de la Fábula , es necessario también juntan , o assen a la Fábula de manera , que ,
sea Toda i entera; que sea Vna , pero que parezcan partes necessarias de ella , o q t i e ten- |
conste de todas sus partes, i no quede defectuo- gan verisimilitud de ser necessarias. Creo, \
sa de alguna de ellas. I que para conoscer si que queda assi entendido este lugar d e nues-
aquellas partes, de que consta el Todo de la tro excelente M a ^ t r o ; i de la propria suerte
Fábula, son proprias suias , i necessarias, se la doctrina de la Vnica Acción, que quiere
lia de observar , si quitada alguna de ellas, o para la Epopeia, i también para la TVagedia,
mudada de su lugar , se dissuelve i deshace casi sin exceder de el modo con que procede,
Toda la Acción de la Fábula , o se perturba quando en esta parte se hallan tantas i tan
su buena Constitución : porque en no desha- dilatadas disputaciones de Varones eruditos,
ciéndose , o perturbándose, Toda la Acción, de donde poco mas que una embarazada con-
en quitando de ella alguna parte, o mudán- ñision, consigue la estudiosa juventud. Com-
dola , no es propria parte suia , porque l o mun Fortuna a toda la Poética de Aristóteles^
que puede quitarse , o ponerse sin que se co- si no es a todos sus ilustres Escriptos.
nozca , i se eche menos, no puede ser parte Quiere pues el Philosopho , que la Ac-
propria de el Todo. Esto se percibe mejor coa ción de la Fábula sea Vna, i juntamente que
el exemplo de lus dos mismos successos refe- sea de Vno. D e suerte que de tres maneras se
ridos ahora de Vlysses, pues falta alguno de puede peccar contra estas Vnidades. L a p r i -
ellos de la Vlyssea , sin que se eche menos mera se ha referido , que es de los que redu-
en el Poema , de donde se conosce , que no es cen a V n a Acción los successos, i los hechos
parte de aquel Todo , i por essa razón dedada di-
alli de Homero. Esta necessidad pues de 00- 0) Cap. 10.
C j he- ( 2 ) í^euró^wv, dccJinatio e via.
40 mjsTRAcmnM IA
POETICA DE ARTSTOI. 59' su JSstma. ^knÁo fuerza esto entenderse^
á i v m o s i dcsassidos de u n Heróe, qual Her- assi de sus successos hasta que llegó a Troia,
cules ; Theseo , i otros, de cuío genero h u v o como de los que se siguieron a la muerte de
muchos en la Antigüedad. H o i conoscemos en- Héctor,, que es donde Homero acaba ; quan^
tre los Griegos a Nonno Panopolita , que ea do dieramos que no quisiera tratar de los que
esse modo cantó de Baccho ; i entre los L a t i - tuvo en la conquista Troi?na, que son los con-
nos ái Stacio Papinio , que de Achiles empezó tenidos en la Iliada. Que se haia de entender
a hacer l o mismo, como él l o affirma al prin-* lá proposición de Stacio , de todos los succes->
opio de su AchiíeldiL. En donde se debe ad- sos de Achiles anteriores a los Troianos, se
vertir u n error, en que h o i están con grande convence de los. mesmos contenidos en los 5,
rebeldía Varones m u i doctos , creiendo que Libros de su Achileida; i juntamente se co-
los cinco Libros , que tenemos suios de los he- nosce la falta , feneciendo eí Quinto en el pri-
chos de Achiles, es la Obra perfecta i con- mer puerto de su navegación , desde que sur-
summada, que él concibió de aquel Ptinci-i gió en Scyros, isla donde su madre le habia
p e ; pues manifiestamente muestra por muchos t occultado en habito m u g e r i l ; pues son m u -
caminos haber sido su concepto difFerente. ^ chas otras las hazañas, i victorias , que tuvo
Discurro io assi por algunos, que no serán ' en su viage no tocadas de Homero } antes
fuera de nuestro proposito, siendo también . de llegar a Trola , referidas en nuestra Trage-
este desengaño considerable al genero de Era- dia por Pyrrho en el 2. Acto. I que también:
dicion , que tratamos. ^ se haia dé entender la proposición de Papinio
Para satisfacer pues a la objeccion, que ú referida , de lo succedido a Achiles después;
se le pudiera opponer a Papino , de tomar u n de la mucrte.de Héctor, dicelo él claramaite,,
assumpto , ( i ) seguido primero altamente de mostrando, ( 1 ) Que nb ha de parar en su
el grande Poeta Homero , pues l a Acción narración , donde le dexó Homero; siw) que ha
V n i c a i principal de la Iliada , es de Achiles; de continuar a su Héroe por todos sus succes^
responde, (2) Que aüi faltan muchas cosas sos m Trota , hasta su muerte.; cuias palabras
t *(3) ^ ^ intento es proseguir toda admiro , como emprenden grandes Varones,
torcerlas al opuesto sentido, habiendo con ellas
tan-

(1) —77 Nec in Hfctore tracto


SM/nv(5cUicet v e l i s M u s a ) ttd tota iuvenem ¿educer^
(O Proposición de Scacío.
Nu ¡re per omnem ( t i c amor ett) Heroa vetit^ Trña*

(Musa.)
TOMTICA DE ARISTOT. 4T 42 ILUSTRACION DE LA
ttttas otras cosas en contrario , i juntamsnte Homero dexó a Achiles; sino continuarle has-
la Interpretación por nuestra parte de el Scho- ta su muerte en Troia j i pues esto también no
liaste antiguo Placido Lactancio. También se halla en Papinio, bien se convence estar fal-
aiuda mucho a nuestra sentencia , la falsa d i - to aquel Poemaclo suio de la Achileida.
visión de los Libros en la misma Achileida, E l segundo modo de peccar contra el pre-
repartida en 5. desiguales a quantos se han, cepto arriba señalado de Aristóteles en la V n i -
escripto de Poemas, i al proprio Stacio en su dad , es quando se refiere Vna Acción , pero
Thebaida. Pues aún los que mas acordada- l que esta es de muchos. N o ñieron pocos los
mente los dividen en dos, vienen a dexar el Antiguos , que también incurrieron en este er-
a. Libro defectuoso de la mitad , conforme a ror ; por ventura no ignorándole , sino adver-
los otrojs; i assi aún. la misma quantidad suia tidamente queriendo seguir essa forma. Co-
está publicando su defecto. Arguio finalmen- mo de todos los tres modos de peccar con-
te i o de esta manera : Stacio promette seguir tra la Vnidad , se puede entender mas acerta-
todos los hechos de Achiles ; hace memoria de damente lo mismo. En esta classe entran todos
los menos ilustres , i no la hace de sus maiores los Escriptores de los Argonautas. H o i para
cxemplo tenemos dos: uno Griego, Apolo-
hazañas; luego está defectuosa necessariamente
nio K h o d i o ; i otro Latino, Valerio Flacco,
su obra. Si responde el Contrario , que dexa
También incluien aqui algunos Doctos a Papi-
lo que Homero canta en su Iliada ; esto con-
nio Stacio , en el argumer^to de la Thebaida,
vence mas aitn la Consequencia , pues no hai
por contenerse en él la guerra Thebana. Pero
mención alguna de aquellas victorias maiores
assi hallaríamos, que de qualquiera guerra
en Homero. D e donde viene a quedar impe- V n a sea la Acción , pero de muchos Ca-
dida la Interpretación contraria , de los que pitanes.
affirman, que en aquellas ( i ) postreras pala-
bras significa Stacio , no haber de cantar , l o £1 modo tercero es de aquellos que com-
que iá Homero habia occupado , pues como prehenden muchas Acciones, i estáis executa-
habemos dicho , hai tantas empresas de Achi- das de muchos. N o fueron también pocos los
les , que n i Homero las cantó , n i Stacio tam^ antiguos Poetas, que h o i se observa haber se-
poco. Sino lo que claramente de el lugar se guido este camino, i entre ellos tienen lugar
colige, es no haber de quedarse Sucio donde todos los que escribieron Transformaciones;
Ho- para cuio exemplo hoi vive el tres veces gran-
de Poeta Ovidio Nason. De quien nunca^creeré
(1) —' — ffec mHictore tracto I
Sistere , sed tota iuvenem deducere Trota» io , que concibiendo en su animo escribir
una
POETICA m JRISTOT, 43 44 ILUSTRACION m LA
tina Epopda , sacasse a luz a q u e l , que enton-: i es , que £1 Imita i Representa la Accio» d e
ees fuera monstruoso parto ; sino que quirien- Aiexandro, no como él la hizo,sino como e r a
d o imitar a muchos Griegos , sabidor i adver- Verisímil, o Necessario que la hiciera m e j o r .
t i d o de el modo de su assumpto, prosiguió' Con que assi queda entendida la differencia,
aquella forma Poética , varia en sus Acciones, que el mismo Maestro pone entre el Poeta i ;
i también varia en aquellos, que en ellas i n - el Historiador ; pues, como E l enseña , no l o s j
tervienen. distinguen los versos , siendo assi que H e r o -
C A P . X. doto en versificación numerosa no dexára d e
ser Historiador, n i Homero dexára de ser
Procede luego Aristóteles a enseñar la Poeta , aunque se dissolvieran en prosa sus
Verisimilitud, que ha de tener el argumento Poemas; porque lo que los differencia es, q u e
de la Fábula. Esta quiere que sea en tanto el Historiador cuenta las acciones como suc-
jrado , que no admittc la Fábula Possible , i cedieron ; i el Poeta las Representa i Imita co-
aadmitte Kerísimil. Estraño se hará esto a mo era Verisímil, o Necessario se obrassen
la primera vista , i mas aún con lo que en- mejor , para que sirvan assi de exemplo i e n - \
s d b el mismo Philosopho ( i ) en otra parte, señanza a los hombres. D e donde queda aho-
que hace mucho a este proposito. Dice pues. ra entendido con luz inas mas clara aquel l u -
Q u e es mas proprio de el Poeta cantar cosas gar célebre d e ( i ) Petronio Arbitro , quando
falsas i mentirosas, como sean verisímiles, trata de instruir al Poeta Epico, pues contcx-
que aquellas , que no siéndolo, fuessen verda- tandole con el cap. 10. de la Poética de Aris-
deras , i necessarias. Esto me parece queda en- tóteles , se persuadirá el mas Contencioso , a
tendido , con solo considerar quanto mas que teniéndole Petronio delante , escriliio
distantes i dilatados términos son los de la aquellas palabras. Applicarémos ahora la doc-
Possibilidad , que los de la Verisimilitud, i trina referida a la Fábula de la Tragedia: de-
quanto mas familiares al hombre las unas ac- beranme esta Ilustración , no sin alguna agu-
ciones que las otras; pues las Possíbles repug- deza, los que se enredan confusos entre tantos
nan a la credulidad muchas veces , i esto no ramos, al parecer desassidos , que en este pro-
puede succeder a las Vcrisimilcs. Pero es con- prio Capitulo se hallan inclusos; pero verda-
veniente primero advertir, cómo entiende
aqui Aristóteles la Verisimilitud para el Poeta; de-
(i) Pag. 60. roe» editionis : Non enim rtsgtstdt ver-

(i) C a p . 14. de P o e u d & »f. aciunt i jed per arnbagtj , dCC»


POETICA DE ARISTOT 45 ¿ 46 miSTRACION DE LA
deramjente con elegante erudición assidos i tra- aqui Aristóteles » ( i ) i mas adelante señala
bados. D i g o io assi, Que el Poeta Trágico, algunas familias , cuios successos estuvieron
cnseíia Aristóteles, no haber de Representar consignados para lo mismo. D e donde queda
i Imitar en su Fábula la Acción de Thyestcs, ahora entendida la alusión , que a esto h i -
o Andromacha, solo con la fiereza, o lasti* 20 ( a ) el Eumolpo de nuestro A r b i t r o , quan-
ma ^ que a ellos succcdio Í sino como Verisi»- do previene su auditorio para referir aquel fa-
m i l , o Necessariamente se puede iim^imrf moso cuento de la Matrona Ephesina. I tam-
que succederia ( i ) con la maior lastima , i bién el grande Agustino , quando haciendo
fiereza possible ; pnra que assi de su Repre- memoria en sus ( 5 ) Confessiones de los Spec-
sentación i Imitación proceda el mover con taculos Trágicos, comprehende en ellos las
mas excesso aquellos affeccos proprios a la Tra- Acciones Falsas, i Antiguas , significando
gedia , i en su Definición referidos , de Miedo las Fábulas Fingidas, i Verdaderas , de que
i Coramiseracion. D e aqui infiere también él ^ ahora tratamos; lugar de ninguna manera ad-
Maestro, quanto mas grave , i Philosophica vertido assi, siendo tan cierto. Enfin resuelve
profession es la de la Poesia , que la de k Hisí- . el Philosopho, que puede fingir la Fábula el
toria. porque la Historia con Singularidad con, , Poeta, i hace este argumento : Las Tragedias
sidera l o que hizo , o padeció Alcibiades ; pe? de Fábulas verdaderas se admitten hiende e l
ro la Poesia Generalmente lo que pudo hacer, auditorio, porque siendo conoscidas , nadie
o padecer; i el Philosopho trata de Vniver- duda de su Verisimilitud; pues no dudo io de
sales , no de Singulares, como al hombre con- [ la fé de aquel caso , que sé que succcdio: Lue-
sidera ( pongo io por exemplo ) en su gene- go las Tragedias de Fábulas fingidas , si tam-
r o , no a cada hombre de por sí. bién fueren Verisímiles , serán bien admitd-
Mueve luego una question Aristóteles, cer- das de los oientes: Luego podralas fingir el
ca de si será forzosa obligación del Poeta Trat Poeta. Esto lo convence aún mas con el mis-
gico elegir Fábula , que sea verdadera, o bast mo eftecto , pues señala por testimonio una
tara fingirla verisímil. .En donde es necessario Tragedia de Agathon, intimlada la Flor, cu-
que advirtamos , haber tenido los Antiguos u n ia
genero de Historias, como destinado para ar-
gumentos de las Tragedias. Assi l o muestra ('} Cap. ,4.
aqui
_ ( i ) Vé la Sección 4 . en donde se trata de l a cxjH-es-
síon de las Costumbres.
POETICA DE ARISTOT. 47 4« ILUSTRACIONDE LA
i/L F í b u l a era fingida , i los nombres fambien de la Antigüedad , ( i ) Horacio también
,de los Interlocutores, i igualmente fije bien prefiere , i hoi no tenemos Tragedia algun
jrecibida, i approbada de el auditorio. Pero Griega o Latina que no contenga Fábula d
añade el Philosopho, que podra insistir el argumento conoscído i verdadero; i con sin
Contrario , diciendo , Que en las Fábulas fin- gularidad j para apoio de su doctrina, pud
gidas se aventurará por lo menos la accepta- apenas nombrar Aristóteles una Tragedia fin
cien , porque jno siendo sabido antes su argu- gida de Agathon. Pero l o que hallo io qu
mento , quedará dudosa la Verisimilitud. I de ninguna suerte era permittido a los Maio
-fftsponde , qse esfe es ridiculo, cuidado , pues res, es, que escribiesscn Tragedias , cuio ar
455 cierto, que en las Tragedias de mas verda- gumento fuesse de successos presentes. Exprés-
dera Fábula , i por essa razón mas conoscida, lamente lo enseña assi D i o n Chrysostomo en
concurren muchos oientes que la ignoran; pues la insigne Oración De la Hermosura. Pero no
no todos , aunque célebres i notorios, saben es la razón ( como algunos Políticos pensaron)
los successos de £di po , i de T h y estes; i no el impedirse la significación de las cosas, con
:por csso aquellos oientes, que los ignoran , se el respecto que a los Poderosos se guarda, en
sígTidAn menos de sus Tragedias. Pero advierto tanto que permanecen vivos; pues este scni-
aqui io , que esto procede de su conoscida Ve- pulo para la fé de la Historia pudiera hacer
risimilitud i i que como contengan esta mis- embarazo, no a la libre constitución Poética
ma virtud las fingidas, se experimentará en que altera los hechos i los mejora, conforme
fa acceptacipn l o que dice Aristóteles. Mas es la arte suia en qualquiera occasion lo necessitav.
sin duda que se habrían de anteponer siempre L a caussa fue la estima, con que ordinariamen-
las Tragedias de Fábulas verdaderas , pues sn te miramos todas aquellas cosas que mas le-
fin , que es curar el animo de los aHectos de xos están de nosotros ^ i a quien sin duda la
Miedo i Lastima , sin comparación con mas succcssion de el tiempo communica venera-
bentaja l o conseguirían , porque el ver exem- ción. Mas los ilustres Poetas Italianos, que
plos verdaderos, de grandes Principes , que pa- después se atrebieron a la grandeza Trágica,
decieron adversidíides maiores , mas desminui- dcío io ahora el inquirir si con felicidad, por
ria el sentimiento en las proprias desdichas (se-
ía
gún también la doctrina de Timocles arriba
propuesta ) que si Jos^ exemplos representados fi) I n A r t . Poet. vcrsu i x 8 .
• Tu^ue "
se imaginasen fingidos. I assi este , como mas Hrciiui Liacum carmen deduc'u in Actuty
seguro camino siguieron los grandes Trágicos SíuÁm tifroferret Ignota ladictaque frirmu»
de
POETICA pE ARISTOT. 49 50 ÍLUSTRACIOKDEIA
la máior parte eligierou ia ñccioii de las Fá- fectos, que tan propria es a la essencia de
bulas , no empero sin nota de los Críticos de . Tragedia, se ha de obrar mediante la Const
$u misma nación. Assi es el Torrismondo de tución de la Fábula, i su Acción ; i no po
el señalado i glorioso Spiritu entre los morta- medio de la Locución , o Sentencias, o otr
les Torquato Tasso, de quien io sudo .affir- alguna parte de las seis señaladas en la Trage
mar (permítaseme aqui este breve elogio) no dia. Precepto que se debe mucho advertir. D e
solo ser desigual por superior a todos losPoe-- manera que la connexion de los successos, i e
tas de Italia en su lerusakn Victoriosa , sino succeder este de aquel que antecedió, ha d
que él mismo lo es a sí proprio con grande mover aquellos affectos. I esto, añade, ser
bentaja, comparándose aquella obra con todas . con maior excelencia, si aquel successo qu
las otras » que se frequentan con su nombre ; i ^ procede de el que precedió antes, fuere mas
assimismo confessaré , que debo un raro i ex- distante de lo que se podía esperar. I entonce
quisito deleite de m i animo a aquel Poema,, aun con maior eminencia, si el successo pro-
siempre que he repetido su lección. D e la ' cedido fuere necessitado de la misma trabazón
misma suerte luán Baptista Giraldo escribió de la Fábula , i no de el Caso o la Fortuna. E l
algunas Tragedias Italianas de Fábulas fingí-, exemplo hace todo esto claro en nuestra Tra-
das , i otros que no nombro. gedia. Andromacha Representa una madre
Después de esto, habiendo iá manifesta- muí amante de su h i j o , por ser m u i enamora-
do la abominación que merecen las Fábulas^ da de su esposo. Avisada pues del proprio es-
que llama Episódicas, porque contienen Epir, poso , quando iá defuncto , trata de esconder
sodios frequentes, i largos , i no assidos con la al h i j o , para reservarle de la muerte. Consti-
Acción principal de la Fábula ( c o m o ( i J a r - v tuiese de tal forma la Fábula , que se vé en
riba iá v i m o s ) passa a mostrar qual sea el ella depositarle en el mismo monumento de su
mas excelente modo de Fábulas para la Trager padre \r al parecer el mas seguro por la
dia. Estas pues dá a entender que son las op-r religión antigua. Succede después por haberle
puestas a las Episódicas, que sus partes se jun-, encubierto a l l i , el que venga a las manos de
ten bien entre s í , i de la una pareí&ca proceder los enemigos; successo sin duda el que menos
la otra ; pero de tal forma, que su Imitación se podía esperar , por muchas razones : i esto
i Representación excite Horror i Lastinia. En- se obra por medio de su propria madre, que
señando a q u í , que la excitación de estos af- e l l a le M c a de aquel lugar , para entregarle a
I> • . . fec- V l y s s e s . Aqui pues se conosce , quede la mis-

( 0 Pag. j 8 . . . . . . .1 ma Constitución de los successos«se vá excí-


tan-
POETICA DE ARISTOT 51 S% ILUSTRACION DE LA
Cando el aífecto grande de la Lastima ; i este lia. A las Fábulas Simples exornaron mucho
aumentándose con l o proprio , que siempre los Episodios , pero con las calidades adverti
yi succediendo mas impensado, viniendo la das. I fueron sin duda por su misma sencillea
parte mas extremada de Comraiseracion, que aquellas Fábulas mas diíficultosas de dexar
es llegar aquel hijo tan amado a las manos de perfectas, habiéndose de buscar para su bue-
el cruel enemigo , a obrarse por medio de su na sazón mas condimentos. Las Compuestas
madre'propria , i no por algún C(^ingente de tenian menos riesgo en la tibieza de su Ac-
la Fortu na , pues manifiestamente se percibe, c i ó n , como se conosce bien de lo que de
no moviera entonces tanto dolor i Lastima. ellas enseña Aristóteles , pues les attribuie las
Pero doaamente advierte luego Aristóteles, Mudanzas grandes de contrarias Fortunas , i
que aquellos casos , que se obran por la For- los raros i no pensados Conoscimientos, estan-
tuna , excitan mas movimiento i admiración do uno i otro en la Constitución de la Fábula
en el animo , quando se vé que acontecen no dispuesto de tal modo , que de los successos
sin caussa. I trae para esto un singular exem- que precedieron , viniessen a succeder o Neces-
plo. Habia un hombre en Argos dado la muer- saria, o Verisímilmente aquellas Mudanzas, i
te a M i t y o varón famoso, i estando el mata- Conoscimientos.
dor después mirando una Statua del proprio
M i t y o , caió sobre él la Statua , i le quitó la C A P . X I L
vida. Plutarcho refiere lo mismo en el L i b r o
ilastte , De aquellos a quien dilata Dios el Passa después el Maestro succcssivamcnte
castigo , como otros semejantes successos para a discurrir con maior particularidad de las pro-
este proposito. Dice pues Aristóteles, que ca- puestas Mudanzas de la Fábula Compuesta;
sos semejantes , que aunque de Fortuna, pa- i pone exemplos de algunas, traídos de Trage-
rece que con occasion acontecieron , son tam- dias conoscidas entonces. I luego hace l o pro-
bién para las Fábulas dignos de estima. prio en, los Conoscimientos , i dice , Que aquel
es el mejor Conoscimiento en la Fábula , que
C A P. X I . juntamente lleva consigo alguna Mudanza:
como se v é en la Tragedia Edipo de Sopho-
D i v i d e luego el Philosopho la Fábula, clcs, i assi en la de nuestro Séneca , en donde
jparte essencial ( como habemos dicho ) de la fuera de lo que se podia pensar, quando juz-
Tragedia , en Simple, i Compuesta , o Imple- gaba el auditorio mas feliz a Edipo, viene a
xa, l á de ellas hicimos arriba alguna memo- •cr mas miserable, i desdichado; pues tra-
D a ria. icn-
POETICA DE ARISTOT 55 M TLUSTRACTONDE LA
lendole nueva de Rei de C o r i n t h o , entiende mente , de este lugar desassido , se halla ¿e%*
de alli haber comettido incesto con su madre, pues de la parte essencial segunda de la Tra-
i haber dado a su padre la muerte, que es una gedia , que es la Exornación Moral, o Cos'-^
mudanza m u i singular, i bien manifiesta : i tumbres. Los Interpretes de Aristóteles, creo
juntamente está exprcsso alli el Conoscimiento i o , conoscieron esta inconveniencia ; pero n i n -
de su madre locasta , a quien habia incestado; guno se atrevió a ponerla remedio , hasta que
i el de su padre Laio , a quien habia quitado Daniel Heinsio juntó los dos pedazos dividi-
]a vida, Pero a m i ver es sobrada observación dos , i mejoró el orden de este Esaipto conos-
esta de Aristóteles, pues no parece possible, cidamente. En este postrero trata el Philoso»
que llegue a haber nuevo Conoscimiento, sin pho de las species o differencias de los Conosci^
que necessariamente se siga también alguna mientos, i señala cinco. L a primera es por aU
Mudanza. Pero Mudanzas sí pueden succeder, ¿unas señales impressas de la misma Natura-
sin que intervenga algún nuevo Conoscimien- leza en los cuerpos humanos, de que da por
t o , Luego señala los Conoscimientos que pue- cxemplo la imagen de la lanza , con que na-
de haber de cosas inanimadas , como de la C i u - cían todos los descendientes de aquellos anti-
dad , de el Palacio , de el T e m p l o ; pero dice, guos Spartanos, procedidos de los dientes de
que no son estos Conoscimientos de los que el D r a g ó n , que sembró Cadmo. L a segunda
ahora habla en la Tngcáíi, porque a ella solo es por señal adquirida de algún successo, co-
tocan aquellos, de que puede resultar alguna mo en Vlysses la cicatriz de su herida, d e
Mudanza contraria de Felicidad, o Infelici- donde fue conoscido de su ama ; o mas ex-
dad. I que los semejantes mueven Commise- trínsecamente por alguna loia. L a tercera spe^
racion o M i e d o , cuia Imitación es tan propria cié cs^or la Memoria , como quando viendo
de la Tragedia. Dice también, Que puede o oiendo alguno alguna cosa , se le renue-
haber Conoscimientos, en donde uno solo sea van Memorias, que le obligan a hacer de^
de ellos participe; i otros, en donde xeciproca- monstraciones , por donde viene a ser Conos-
mente se conozcan dos. cido. Esto se percibe bien con el exemplo que
trae dé Homero en el lib. 8. de la Vlyssea.
C A P . X I I I . A l l i se refiere como en el Palacio de Alcinoo,
oiendo Vlysses cantar a Demódoco Citharedo
En to¿:is las Poéticas de Aristóteles, assi ía conquista Troiana, se le renovaron en la
escriptas de mano, como impressas , se rompe Memoria successos, que le obligaron a llorar;
aqui el h i l o de los Conoscimientos; cuio frag- por cuia occasion fue Conoscido. L a quarta
D j men- spc-
POETICA DE ARISTOT. 'ss 56 ILUSTRACION DE LA
specie que pone , es por Sylogúmo , o Radocu- de la Eabula , como arriba decíamos de la ex
nación , que se induce de alguna señal de 1;^ citación de los aífectos de Commiseiacion
persona, o de las costumbres, o a esse modo Lastima.
de alguna otra appariencla..Aristóteles dá de C A P . X I V .
este Conoscimiento muchos exemplos i bastará
aqui uno de ellos para su noticia, ttjúáo de Dos partes substanciales , dice pues el P h i
una Tragedia intitulada los Choephoros , que losopho , que son de la Fábula Compuesta
eran unos Sacerdotes de Cercs. Llegó Electra Las Mudanzas de la Fortuna , i los Conosci
al sepulchro de su Padre Agamemnon , para mientos i i luego añade otra tercera , que es
hacer en é l funeral sacrificio , en donde ha- la Turbación, o Passion , que se caussa en los
llando una mata de cabellos , hizo este argu- ánimos del Auditorio ; i assi la define bien a l
mento : A q u i llegó quien tenia cabello seme-^ proposito de este sentido , Que es una Acció
jante j Ninguno le tenia semejante sino Ores- llena de tormento i dolor. Parte sin duda que
tes ; Luego aqui llegó Orcstes. Finalmente la también es commun a la Fábula Simple. Esta
quinta specie de conoscimientos es por Enga- enstña pues, que se occasiona por medio de
ño , o Paralogismo , que viene a ser falsa ra- horribles muertes, excessivos rigores i heridas,
ciocinación. E l exemplo, que trae Aristóteles i otras sen.eiantes representaciones, que se exc-
para declarar esta forma de Conoscimiento, i cutan en el Theatro. En donde entra una por-
está mentirosamente escripto, de donde han fiada question, sobre Si será permittido, ex-
procedido grandes fatigas a los Interpretes.. poner a los ojos de los oientes aquella mani-
A q u i solo se advertirá , que de el lugar se fiesta execucion; o commnnicar solo su noticia
percibe, como de alguna falsa proposición, ar- por relaciones. I en esto es infalible verdad,
tificiosamente inducida , procuraba en su Fá- que los Antiguos estuvieron m u i discordes,
bula el Poeta , dar Conoscimiento de alguna pues manifiestamente vemos executado de
persona al Auditorio : Luego prefiere el Maes- - unos Poetas Trágicos aquello proprio que en
tro a todos, el que juzga por Conoscimiento sus Poéticas otros Maestros abominaron. Para
mejor ; i este quiere la maior parte de sus I n - cuia confirmación será bien sufficiente el exem-
terpretes , que sea sexta specie suia ; i parece plo solo de Medea , habiendo de degollar sus
no sin fundamento , pues su forma se percibe hijos, que muchos años antes tengo io adver-
diversa de todas las referidas. Esta , dice , que tido, ( i ) Horacio niega resueltissimamente,
es , Quando se viene en Conoscimiento de alguno
que
por la mesma Constitución, / buena disposición (i) I n Arte Poet.
D4 de ¡fec£uercjcoramFOPrLO Medea trucidet.
POFTICJ DE ARISTOT S7 58 ILUSTRACION DE LA
que aquella execucion se permitta en el Thea- citar un espantoso pasmo, que para engañar
tro. I después nuestro Séneca en la Tragedia i mover ingeniosamente. Aludiendo sin duda a
de ( i ) su nombre , publicamente en los ojos lo que Gorgias decía , Que la Tragedia era un
de todos , executa aquel mismo horror. E n Engaño , con que el que mas engañaba, era
donde vemos dio mas crédito al grande Aristó- mas recto i justo profes sor suio. Aquel enga-
teles , que fue de esta opinión , como de el 60 pues se conseguía , mediante la fuerza de
lugar presente consta, que a Horacio , siendo la Constitución T r á g i c a , a quien en todas
de la contraria, I assi podran los Interpretes partes vemos que prefiere nuestro Maestro.
de estos insignes Maestros recoger sus fatiga- Luego passa E l mismo a enseñar los me*
das exposiciones , por convenir esta contien- dios, con que en la Constitución de la Fábula se ;
da ; pues es sin duda cierto , que en la A n t i - alcance aquella Turbación i Passion estimable, i
güedad estuvo esso dudoso i opinable. Pero cuia doctrina es esta. En primero lugar aquel •
a lo menos no lo estuvo , Que aquella Pertur- affecto de Perturbación se ha de caussar por 1
bación, o Passion, en que ahora discurrimos, medio de la Mudanza de Fortuna infeliz a l a 1
«ra sin comparación mas estimable, quando se felicidad de estado; o al contrario de la Felici-
contraía por medio de la misma Constitución dad a la desdichada Fortuna. Luego se ha de
de la Fábula, i no por aquellas otras fieras considerar, que entre los hombres todos, unos 1
execuciones , que necessariamente eran fuera son Buenos , otros Malos, i otros que pode- 1
de la Arte. Sino que leída solo , o escuchada mos llamar Indiferentes , o Medios entre ma- i
la Tragedia, sin otro algún artificio , movies- los i buenos. D e manera que pueden introdu- \
se i perturbasse los ánimos. En que parece h i - clise en la Fábula los Buenos , que caigan de
zo bentaja Sophocles , pues a Eschylo , i E u - la felicidad en la sucate adversa. I esto re-
rípides vemos, que imputó Aristophanes aque- prueba el Philosopho , porque dice , Que no >
l l a passion , contraída por medios extrangeros. puede mover Miedo , ©Lastima affectos , que, %
J un Critico G r i e g o , culpando en Eschylo como sabemos, son proprios de la Tragedia; |
l o proprio , dixo agudamente , Que las seme- sino que es una cosa nefanda i abominable,
jantes execuciones horrendas mas son para ex- i assi necessariamente mal admittida. Lugar
ci- es este de los que con mas occasion han po-
( r ) I n Medea ,TraP,ediá e x t r c m l , ubi vídetur s t u - dido trabajar a sus Interpretes ; pues fuera de
dió ¡iificiar! voluisse Horatianam scntentiam. L o q u i - dissonar tanto a toda consideración , el decir,
tur ipsa Medcí próxima iam parricidio; que no causse proprio Miedo la agena adversi-
' Nn in Oc'culto tibi est
dad de el Varón justo ; n i que mueva a Las-
lerdtnda virtus, approha POPULO marmm^
POETICA DE ARISTOT, 59 »o ILUSTRACION DE LA
tima , el verle padecer indignamente : contra- ponda al ver padecer injustamente , quando
dicese también aqui el mismo Aristóteles , ha- en la Tragedia se representa a la viva attencion
biendo enseñado lo contrarío en sus ( i ) L i - de los ojos, con la bentaja i eminencia , que
bros de Rhetorica, Pero, a mí j u i c i o , la so- después en su ( i ) lugar advertiremos, tanto
lución de esta duda iá la previno el Maestro en é se aumenta aquella horrible fiereza en el con-
ella propria. D i c e , Que aquella Mudanza cepto de los presentes, que iá en si no sienten
aquel aíFecto mismo , que en la verdad era tan
no caussa Lastima o M i e d o , pues estos son af-
proprio, i faltando entonces , vienen sin duda
fectos moderados para tan grande horror , por-
en su lugar a padecer una pasmada suspen-
que a una acción tan ( 2 ) abominable i nefan-
sión de el animo. Esta nueva interpretación
da solo le corresponde un animo attonito i 1
mía a la repugnancia , que hasta hoi todos los
pasmado. Bien assi como las lagrymas son i n - ;
grandes hombres han imputado a su Maestro
dicio de dolor i pena , i en la grande pena i
( si bien aunque con débiles armas defendién-
dolor faltan las lagrymas. Esto es claro de su
dole ) se ilustra mucho i se confirma con una
doctrina propria , quando ( j ) E l affirma , Qut
ingeniosa observación de él mismo , en que
h mui terrible i atroz está tan lexos de caus-
después largamente io discurro en la parte u l t i -
sar Misericordia , que antes la impide , i qui"
ma de esta IDEA.
ta de nuestro animo, poniendo a este proposi-
to u n exemplo m u i opportuno. D i c e , Que Pero aunque assi quedaría sin duda libre
Amasis , mirando llevar un hijo a morir , no de qualquiera objeción Aristóteles , la verdade-
lloró i i vertió muchas lagrimas, viendo pedir li- ra satisfacion suia no consiste, según después
mosna a un amigo suio. N o se contradice pues e l io he advertido, sino en no ser cierta la con-
Philosopho , quando enseña en la ( 4 ) Rhetori» tradicción , que aqui le attribuien los Profes-
ca. Que la Lastima o Misericordia es un sentir- sores de Poética. Es pues su sentencia en la
miento concebido de el mal, que se vé padecer Rhetorica , Que la Commiseracion o Lastima,
al que de él es indigno \ quando ahora en la como iá he dicho , es un sentimiento concebido
Poética dice lo contrario, porque aunque sea de el mal, que se vé padecer , al que de él es
la Lastima aíFecto , que propriamente corres- indigno. En cuia Definición si bien se com-
pon- prehende el Varón Bueno, que de la prospera
r ortuna baxe a la adversa , sin duda también
(t) L i b . 1. ubi de Timort & Aínerkordla plene dís-
que-
purat. co En la Sección 4. quando se trata de la exprcs-
•ion de las Cojtmnbres,
(}) Ibidem. ( 4 ) C a p . 17.
POETICA DE ARISTOT 61 €% ILUSTRACION DE LA
puedan comprehendidos otros, que sin haber es m u i conforme a la acción Trágica ; pues
gozado antes de felicidades , padecen miserias siendo cosa tan abhorrecible al corazón h u -
indignas. Estos últimos pues , dice Aristóteles mano , no puede assi engendrar los aífectos que
en la Rhetorica , que obligarán a Lastima i se pretenden de Miedo i Commiseracion , que
Commiseracion , aíFecto bien proporcionado todo no puede dudarse. Como también lo que
para aquella injusticia de la Suerte. Pero quan- añade luego de los mismos Malos ^ que cai-
do se extremare tanto su iniquidad , que der- gan de el bien a la desgracia : contradiciendo
ribe al justo de su proprio i iá posseido esta- de la propria suerte el que sean admittidos;
do feliz , affirma ahora en la Poética, que fal- porque aunque el ver esto ¿s agradable al hom-
tará la Lastima i el Miedo que pide la Trage- bre , no empero de alli resultarán el Miedo
dia , quedando por essa caussa aquella ac- pretendido de la Tragedia , n i la Misericordia;
ción para ella poco conveniente ; pues en caso no el Miedo , pues esse se contrae de ver pa-
tan nefando i atroz , fuerza será que se halle, deciendo al semejante , i ninguno se juzga a si
el que lo contemplare, pasmado i absorto. E n por tan Malo : no la Misericordia o Lastima,
donde no solo no se contradice el Philosopho; pues essa nace ( como iá sabemos ) de el mal,
sino admirablemente se aiuda a q u i , i se inter- que aqueja al que no le ha merecido; i esto de
preta con lo que disputa en su Rhetorica , co- los Malos ninguno ha de pensarlo.
m o de lo que arriba referimos de las lagrymas, D e los Buenos no habla , que a la prospe-
í maiores sentimientos , se conosce : i mas ridad asciendan de la baxeza de su estado, por-
cumplidamente en los lugares ( i ) sefialados que siendo el que de aqui procede añecto de-
lo verá el Estudioso. Demás que después el leitoso , i ninguno de los que a la Tragedia
mismo Maestro vuelve a admitir a la Trage- pertenecen, aquella Mudanza solo podría con-
dia los proprios Buenos , derribados de su fe- venir a la Comedia , i assi fuera esta aqui ad-
licidad a la desdicha , para que por tantos ca- vertencia importuna.
minos no tenga lugar la repugnancia. Concluie pues, con que quedan conve-
Después dice, según la división de los nientes solos los Medios , o Indifferentes , que
hombres al principió de este discurso propues- n i son Buenos n i Malos. I estos señala el pro-
ta , Que podrían introducirse los Malos, que prio Aristóteles ( i ) en otra parte ( con que
subiessen de la infeliz Fortuna al estado pros- aqui se ilustra mucho a sí mismo ) que son
pero ; i esto también lo reprueba, porque no los
' es
^ f i ) ?. Fthicor. & apcrtiító ibidem Andronicus
Rhodius in Paraphrasi.
(O Lib. 1. Rhctoric. ^
POETICA DE ARISTOT. €s 64 ILUSTRACION- DE LA
los que inadvertidamente cometten algún de tienen respecto a la maior parte de el A u d i
l i c t o , porque no son buenor, pues peccan; torio , para poder excitar con su semejanz
n i malos , habiendo peccado con ignorancia. mas communmente los affectos tan repetidos
Constituiendo pues a los semejantes en supre- Antes que los Antiguos Poetas Trágicos t u
ma grandeza i dignidad , si de ella los mira- viessen conoscimiento de estos primores de l
mos abatidos por peccado , que con ignoran- A r t e , i de otros, que siendo mas fáciles, po
cia comettieron , es cosa clara , que muevan no alargarme ahora escuso , variamente vaga
los Aífectos de Miedo , i Lastima, que tantas ban por el ancho campo de las Historias
veces se ha d i c h o , son proprios a la Trage- para eligir argumentos a sus Fábulas; pero
dia , i juntamente Apassionen i Perturben los después mejor instruidos se reduxeron a cier-
ánimos de los oientes. Esto se percibe aún me- tas familias ( como aqui dice Aristóteles , i i o
jor con algún exemplo de los que solo apunc- advertí arriba ) por hallar en sus sucCessos mas
ta Aristóteles. Edipo da muerte a su padre apta disposición i conveniencia , en que seexe**
L a i o , i se casa con su madre locasta, fieros cutassen los preceptos de esta prudente doc-
delictos ambos; pero comettelos totalmente trina. D e donde se infiere quanto importe e l
ignorante: i assi quando llegamos a mirarle acierto de la Fábula para la perfección, que
|K>r aquella occasion arrojado de el Kegio se procura en la Tragedia; corriendo hoi la
splendor a la maior miseria, es forzoso que misma razón en nuestra Comedia. I en l a
una , i en la otra , después de la noticia mejor
mueva los affectos referidos. I mas aún si sus
de su Arte , ha de obrar mucho el Inicio i la
antecedentes costumbres fuessen ( i ) mas bue-
Prudencia.
nas que malas. Esta doctrina de Aristóteles de
los Indifferentes entre Maldad i V i r m d se
confirma mas ,,considerando, que la maior parte
OTRAS OBSERVACIONES
siempre de los hombres son de este genero, pues
es cierto son muchos menos los extremadamente de la Fábula.
Virtuosos i perfectos ; como también los re-
matadamente de perdidas costumbres : i assi SECCION I I L
de essotra Medianía es el maior numero; i
por esta razón los exemplos de los semejantes
tie- S IGUESE ahora otra distinción , que hace
Aristóteles de la Fábula , mostrando, que
Advtocelacmplod<:Mcd«iI«oDd«puo puede ser , o de una sola Constitución , o
de dos. Esto es , que en su Constitución haia
éa U Setcion U L
una
POETICA DE ARISTOT. 6s 66 ; ILUSTRACION DE LA
una sola Mudanza de Foj tuna, quiero decif, Trágica, o Epica , es necessario, que aquella
que alguno descienda de el feliz estado al in- adversidad , que a uno sucede, sea occasion de
feliz , o ai contrario ; i entonces será la Fábu- felicidad para o t r o , pues si se vé destruida
la de una sola Constitución: o qiie en la Fá- T r o i a , i muerto Priamo; también de alli pro-
bula se Constituían dos Mudanzas contrarias; cede , que estén los Griegos victoriosos, i M e -
de uno pongo io por exemplo , que jpassé de nelao cobre a Helena. Si a Vlysses representa
el estado dichoso al desdichado; i de otro, Homero feliz i bien afortunado con su Reino,
de el desdichado al dichoso: i entonces será la i su Esposa ; igualmente de alli se constitu-
Fábula dé doblada Constituciort. I juntamen- ien en su mortal desdicha los pretensores
te reprueba esta forma postrera , i dice , Q u é amantes de Penelope. I lo proprio se ha de
la mejor Constitución es , la que consta de lá hallar en quantas Acciones se dieren repre*
Miidanza Unica de alguno , i que esta sea dé sentadas.
la felicidad a la itifelicidad , i no al contrario; D e donde parece incurre en dos errores
i que ¡a caussa baia sido algún delícto impen- Aristóteles, i*». EL UNO es, dar Fábula de
sado , i no la perversidad dé las costumbres, una Constitución , no siendo possible ; 2*. i
como iá habemos dicho. En donde quedamos EL OTRO , preferirla a la de dos Constitucio-
instruidos de Advertencias siguiente^; nes , o de dos Mudanzas en su Constitución,
pareciendo antes haber de ser mas adornada,
í. ADVERTENCIA; i llena de argumento la de doblada Constitu-
ción ; quando dieramos possible la de una , o
V n á es mui essencial , i que ha dado m i i - ^ la quisiéramos fingir. Pero io libraré , a m i
cho en que entender á los Críticos dé esta pro- parecer, seguramente de estas objeciones a
fession » i á los interpretes de Aristóteles. Q u é Aristóteles, i». DE LA PRIMERA , con solo el
puede , digo j quando lo niegan muchos, ser cxemplo de la Tragedia nuestra las Troianas.
Ja Fábula de una sola Constitución , esto es, Su Fábula sin duda es , la que prefiere Aris-
comd habemos visto , que uno o muchos se tóteles , porque claramente se halla en ella
muden de un estado de Fortuna a otro , slri que una sola Mudanza en su Constitución ; i esta
necessariamente en la propria Fábula proceda de el estado feliz calendo al infelicissimo. N o
de alli ia Mudanza coiitraria. Contra esta sen- contiene, digo otra vez, Acción alguna , de
tencia discurren los Interpretes de nuestro donde se conozca constituido alguno en felici-
Philosopho , impugnando rigurosamente a s j dad ; sino todas son para que quede la adver-
Maestro de esta totma : E n qualquiera Acción sidad mas extremada. Cierta cosa es, que vir-
E Tra- tual-
POETICA DE ARISTOT 67
68 ILUSTRACION DE LA
tualmente se puede decir, que aquellas desdi-
chas son glorias de los Griegos ; sonlo , io lo II. AnVERTENClA.
confiesso: pero que es necessario que el dis-
curso las inquiera , porque en toda la Fábula
La segunda Advertencia, que podemos
no están expressas. Dcmanera que de aqui en-
tener de los documentos de Aristóteles arriba
tendemos la doctrina de el Maestro , quando referidos, es , Que reprueba la Fábula , en
prefiere la Fábula de una sola Constitución, cuia Constitución se hallen dos Mudanzas ex-
que quiere decir, Que esté una sola M u d a n - pressas. I esto que reprueba aqui el Philoso-
za expressa en la Fábula , pues el querer i m - pho , no sé si sus Interpretes lo tienen bien
pedir el discurso , de que proceda de aquella entendido. Porque lo que aqui determina por
Mudanza otra contraria para otros, como será malo es aquella Fábula, en cuia Constitución
possible al Poeta ? Essa parte pues bien se v é , haia dos Mudanzas , que sean de esta suerte:
que no está en la Tragedia , sino extrínseca- Que el Bueno passe de su infeliz Fortuna a la
mente en el discurso ageno. Esto satisface a prospera ; i el Malo de la prospera a la infe-
la una objeción. 2*. A XA OTRA , digo , Que liz ; porque estas Acciones son m u i improprias
juntamente con preferir Aristóteles la Fábu- de la Tragedia , como de la Comedia propris-
la de una sola Mudanza , prefiere aquella M u - simas. Que sean estas Mudanzas las que re-
danza , que es de la felicidad a la infelicidad; pruebe , conoscese de el exemplo que propone
i siendo esta la que ha de ser mas propria de de ellas en la Vlyssea. Pues con derecho Jiisto,
la Tragedia , necessariamente en la Fábula i animo recto conquistan Laertes , Vlysses, i
donde huviesse dos Mudanzas, habría de ser Telemacho su Reino , su palacio, i su esposa,
la otra contraria a la propuesta ; esto es, que i lo consiguen felizmente: i los pretensores de
"viniesse alguno del infeliz estado al que fues- Penelope , que injustamente usurpaban ai^uel
se feliz : i esta seria una Acción , que como señorío , perecen con gran desdicha. I assi es-
poco conveniente a la Tragedia, mas la ba- ta Acción la attribuie distinetamente para C ó -
ria contradicción , que en alguna manera la micas Fábulas. N o porque dexe de confcssar,
adornasse ; i assi dignamente puede preferir el que también de ella , i de otras semejantes se
Maestro la Fábula de una sola Mudanza en su hicicssen Tragedias; pero imputa la caussa de
Constitución , a aquella que tuvicsse dos. Pero csfc error en los Poetas , al gusto de los vul-
de eity ahora he de tratar mas largamente. ¿^ares oientes, que naturalmente appetecen mas
ver que el Malo padezca, i el Bueno se pre-
mie, que io contrario i sin attencion a los af-
II.
fcc-
POETICA BE ARISTOT. 69 70 ILÜSTRACIOyiDE LA
, fectos , que de Lastima i Miedo se han de con- pues los fines i affectos de ambas son tan d i -
traer de Ja Acción Trágica, i de aquel gene- versos. Las dos Mudanzas proprias de la Co-
ro de Mudanzas no es possible que se con- media ia ha dicho que son , que el Bueno su-
traigan , pues de los bienes de el Bueno nin- ba de el miserable estado a la grandeza , i el
guno se atemoriza , ni lastima ; i de la mis- Malo baxe de la grandeza al miserable estado.
ma suerte ni de los males de el Malo; sino an- Pues las Mudanzas , que podran ser proprias
tes se deleita , viendo que padezca el Malo, i de la Tragedia , juzgo io que serán , baxiur
que tenga el Bueno felicidades: skndo el caus- el Bueno de la Felicidad al estado infeliz, i
sar deleite mui contrario eíFecto a la Tragedia. el Malo subir de el estado infeliz a la Felici-
De donde de passo se conozca quanta discul- dad. Iá escucho que apressurados me recon-
pa han merecido siempre los errores contra la vienen , con que estas Mudanzas las tiene
Arte , occasionados de procurar el gusto de el contradichas Aristóteles ( como ( i ) arriba v i -
Auditorio. Teniendo de esta advertida obser- mos ) quando da las Mudanzas en los IndiíFe-
vación de Aristóteles valerosa defensa nuestros rentes por mejores para la Tragedia. Pero en
Poetas Cómicos, si alguna vez no ignorantes esto mismo está la respuesta. Constituidas por
erraron , sino prudentes captaron la accepta- mejores, i esso io no lo niego; pero no las
cion de las vulgares orejas. Este genero pues contradice absolutamente. Pruebolo con evi-
de duplicada Mudanza reprueba el Maestro dencia de el mismo Aristóteles , i en el pror
para la Trágica Constitución de la Fábula, prio lugar que ahora ilustramos , en donde no
por ser proprio de la Cómica , como he dicho. pone duda , que puede ser la Fábula de dos
Mas no habemos de creer , que reprueba ab- Mudanzas de Fortuna ; sino advierte , que el
solutamente la Mudanza de Fortuna duplica- que quisiere formar su Constitución mas per-
da , como sea proja-ia a la Tragedia. Adver- fecta , elija por su consejo sola una Mudanza.
tencia es esta , creo io , que mui nueva para Luego si puede tenar dos , i repugnan tanto a
los Doctos de esta profession. Io alómenos no la Tragedia , las que son proprias de lá Come-
la he visto imaginada de alguno. Raios si bien d i a , por las razones dichas, necessariamente
de escasa luz han precedido en Aristóteles, de halaran de ser l a s oppuestas Mudanzas , que
donde con otras razones me he persuadido a h a b e r n o s iá señalado ( dexo en su lugar prií-
este pensamiento. ¿ Quál pues será propria n i c r o la de l o s indiíFerentes. ) Convenzolo aún
duplicada Mudanza para la Constitución de la ñus manifiestamente otra vez de el proprio
Tragedia ? Io digo , que la que fuere contra-
Aris-
ria a la señalada por propria para Ja Comedia, co Pag.jg.
E j pues
POmCA pE ARISmT. 7f p ILUSTRACION T>E LA
Aristóteles, ( i ) Iá vimos arriba, que dixo, era pare el animo en ellos, i venga a ser assi op-
nefanda la Mudanza, que se introduxesse en portuna Mudanza para la Trágica Constitu-
la Tragedia , abatiendo al Bueno de la felici- ción ; siendo esta la caussa de admittirla
aquí Aristóteles , sin que sea contradicción
dad al estado infeliz, i assi entonces la contra-
suia , habiendo reprobadolá antes, coníp v i -
dixo , para dexar por mejor la Mudanza de los
mos, f
Indifferentes. Ahora pues en el lugar que es-
tamos , persuadiendo ser mas perfecta la Fá- Demancra que la una de las dos Mudan.-
bula de una sola Mudanza, i señalando de jsas de m i opinión , de el mismo Aristóteles es-
qual genero de hombres será mejor esta M u - tá convencidií , i corre la propria razón en ia
danza , igualmente apprueba al Indifferente otra. Pues mas Trágica Mudanza se ha de co-
^ como iá he dicho ) i assi mismo al Bueno; noscer de necessidad , i que causse Turbación
i que ambos dtscicndzn de la prospera Fortuna en el animo d¿l oiente ( que es el affecto de
a la adversa : que es la Mudanza que io he . que ahora tratamos ) ver que el Malo se le-
. dado por propria para la Tragedia. De donde vante de la infelicidad de su estado a la pros-
podran entender ia los Críticos de esta profes- peridad , que no si le viesscmos baxando de la
sion , que Averroes no repugna a Aristóteles, prosperidad a la desdicha , pues esto antes die-
quando en la Paraphrasis que hace de su Poéti- ra deleite , affecto proprio para la Comedia
ca , constituie al sagrado loseph, hijo delacob, ( como se ha visto, ) I quando dieramos, que
por opportuno argumento para la Tragedia, este exemplo no pudiesse caussar los dos affec-
siendo aquel insigne Patriarcha viva idea de tos referidos de la Tragedia , Miedo , i Com-
, innocencia , i de sanctidad. Pues aunque ver- , miseración ( que si en alguno , no en el otro
daderamente ( como antes observamos) esta me convengo ) por lo menos el de la Perturba-
parece una acción abominable, i en que el ción , sería cierto ; i esto bastarla en el rigor
animo hade quedar attonito i pasmado, i no mas precpiso de la Arte , pues no tienen todos
con Miedo i Misericordia : i por essa razón re- los exemplos mas propriamente Trágicos res-
probó alli ( como he dicho ) el Philosopho es- , pecto a todos tres affectos, que ha de caussar
ta Mudanza : como es cierto , que para llegar la Tragedia , sino unos a un affecto , i otros
a aquella absorta suspensión de affectos , se ha a otro , como es manifiesto. También los tes-
de passar por los affectos mismos de la Com- timonios délas mismas Tragedias confirmaran
miseracion i el Miedo, es mui possible que bien mi sentencia , si fuera permittido accu-
mular aqui muchos exemplos. Estos digo pue
£4 pa- que testificaran, como huvo excelentes Tr?
t o Vdg, íí. &c.
ge-
POÉTICA DE ARISTOT. 75 74 IWSTRACIONDE LA
gedías después de Ja enseñanza de Aristóteles, peto de Medea , sobrado seria el quererlo
en donde su Constitución constaba dedos Mu- cer ahora notorio. Quien repitiere hoi Ja l
danzas de Ja Fortuna } i estas de Ja forma Trá- ción de esta Tragedia , hallará bien conve
gica , que tengo aqui záverúái. Mas rcÜGto cido todo lo que io he querido probar a
uno que baste. Ia Medea de nuestro Séneca proposito. Indúcese pues de n uestro discur
ha sido Fábula, que, en la opinión de mu- que Aristóteles tuvo por mejor la Fábula
chos Eruditos, ha mtrtciáo el primero Jugar de una sola Mudanza para la Tragedia , pero pe
Jas que hoi tenemos Latinas. No hai pues al- mittio la Constitución que tuviesse dos M
' guna duda, que en ella se hallan las dos Mu- danzas contrarias, siendo estas Trágicas pr
danzas expressas, que vamos inquiriendo, priamente , i no Cómicas.
f i ) La una es de lason derúhoLáo de su ídiá-
dad i maior contento con Ja nueva esposa Creu-
sa , lReino de Corintho; a la infelicidad i III. ADVERTENCIA.
dolor de verla abrasada con su suegro ; i des-
pués dos hijos proprios también muertos a Otra question mueve el proprio Maestro
' manos de su misma madre Medea. 1 la otra de cuia resolución quedamos en tercero luga
Mudanza es de Medea con tanto tattemo of-í Advertidos de su doctrina arriba propuesta
fendida , i indignada de su zhmmÍGnto i des- Pues juntamente con determinar por mejor
precio , que en la mas fiera venganza ( 2 ) ha- Fábula la de una sola Mudanza , resolvió , que
' lió su maior gloria i felicidad. Expressas es- huviesse de ser preferida j la que fuesse de la
tan estas dos Mudanzas en la Tv^gtáxzi i que felicidad a la infelicidad. De donde también
lason sea de ilustres costumbres i bondad res- conoscemos, que huvo Tragedias que acaba-
pe- ban en felices successos , como E l proprio an-
tes lo habia significado j pero ahora muestra,
que juzgaba por mejores las que fenecían con
(i) Extrctrá "Fábula lason adeó miscr e s t , ut mor- [
tcm p: o muñere petat ab ipsa Medea :
lo fiero i horrible , que contenia la Fábula;
I A . htfista memet perime. ^ | pues esto se conseguía siendo la Mudanza de
Medea vero negat ideó plañe , quód mors quidem mi-1 la felicidad á la infelicidad , i no al contrario.
s e r i s , gratissiitia e s t : . Califica en esta parte por el mejor de los Trá-
ME. M'sereriíuheti
( z ) Ipsa profitetur pluribus: gicos a Eurípides, aunque en otras no tan ex-
M E . larn Iam recepi Sceptra, Gennanum , Pa-
celente ; i culpa a los que en aquello , que tu-
treniy dic.
Redice Regna, &:c.
vo mejor , le reprehendían. Si bien hoi en
O placida ia ídem numSnal O festum diem \. las Tragedias que tenemos suias, no se veri-
TOWCTCA DE ARISTOT. 75 ya ILUSTRACION DE LA
Üca mucho la sentencia de Aristóteles, pues tuien , sea en una de tres diñerencias que hai
h& inas acaban prósperamente. de hombres; o entre los que íüeren Amigos
( en que se incluien los parientes ) o entre los
C A P. XV. que fueren Enemigos, o entre los Indiflferen-
tes, que ni sean amigos ni enemigos. Si el
En el Capitulo, que ahora se sigue, vuel- Enemigo pues mata al Enemigo, no de ai
ve a inquirir modos con que pueda excitar la se excitará el affecto de Lastima, porque la
Fábula de la Tragedia aquellas tan necessa^- enemistad procede siempre de alguna injuria,
rías passiones suias, Horrible Miedo, i Com- o algún genero de oífensa recebida; i como
miseracion , i de ellos señala dos Dos Géneros. todos naturalmente appetezcan la venganza,
E l Fho procurado con artificios exteriores, que' ' apaciblemente qualquiera permittira en otro
estos son los Apparatos diversos de el Theatro; lo mismo, que en aquel caso él executára.
no entendiendo aqui (como algunos quisieron) También si la muerte se comette entre los
las horrendas execuciones de los parricidios, que son Indifferentes en la amistad , assi como
i crueldades inhumanas , dé que arriba habla- aquella acción se executa sin aíiecto odioso,
mos ; sino los adornos de la Scena, la violen- tampoco excita affecto alguno en quien la
cia de las Machinas, i las espantosas composta- mira ; pues si de successo tal se quita el senti-
ras de los Representantes, de que también des- miento commun, de que todos participamos,
pués habemos de hablar. El Otro Genero que quando padece nuestro semejante , no queda-
halla , es Ínsito en la propria Constitución de rá en aquella pxecucion otra cosa Trágica. Res-
la Fábula , i este iá arriba por su doctrina le | ta solo , si el caso atroz succede entre los qua
señalamos; pero ahora specifica para esse fin i son Amigos , o Parientes ; pues entonces se
los modos , prefiriéndole juntamente con gran- 3 han de mover aquellos aífectos , que son tan
de bentaja al que primero propuso. Dice pues, proprios de la Tragedia. * Son assi mismo cir*
que ha de estar Constituida de tal manera cunstancias de este Genero , los Modos en el
la Fábula, que ella por sí sin ninguna aiuda conoscimiento con que la atrocidad se execu-
cxtrangera , al que la leiere o escuchare causse ta i porque puede ser sabiendo que se comette,
Horror i lastima : i luego advierte , por qua- i
les medios aquello será possible que se con- ( * ) Miré hic hallucinatur Gallurius j quxstionem-
siga ; procede en esta forma. quc intcmpesriviter excitar, quod Mapiscriim non c a -
pi.it i Lonlundit namque Formas essenciales Tragoediz,
Necessaria cosa es, que la atrocidad de fie- cmu Miidií hisce , qui Accidentes plañe sunt & C i r
ras execuciones, que. en la Fábula se Consti- cunstanriar Agnitionura. C a p . 23. de Tragocdiá*
tu-
POETICA DE ARISTOT. 77 78 ILUSTRACION D E LA
j puede ser ignorándolo^ De lo uno es exem- bien a estas podia dexar después el Arte de per-
plo Medea , quando quita la vida a sus hijos; fecta Constitución con alguna mudanza, acon-
i de lo otro Edipo, quando a su padre. Hai seja ahora , por mas seguridad sin duda, que
otro Modo tercero, quando alguno ignorante en las primeras se exerciten los Poetas. Pero
se prepara para alguna crueldad, i por algún lina objeción podría de aqui resultar para Aris-
conoscimiento la suspende. El menos Trági- tóteles. Diría alguno delicado Censor, Que
co , dice Aristóteles , que es el que advertida- l para qué es esta Arte, si las Historias que
mente quiere alguno executar , i al fin sus- han de seguir los Trágicos, están constituidas
pende el eíFecto. Specie es esta de el Modo pri- de la Fortuna con aquella aptitud, que ad-
mero , aunque con alguna differencia. Por algo vierten los preceptos? En donde , quando r i -
mejor reconosce el segundo, que es quando gurosamente se huviera de tomar la limitación
después de haberse executado la fiereza , se vie- de la sentencia referida ( que no debe assi ima-
ne en su conoscimiento: porque aquel caso ginarse ) respondiera por el insigne Stagirita
es menos atroz , i descubriéndose después el bien eruditamente Aquila Romano , cuio pen-
engarío , obliga a maior horror i espanto. Pe- ^miento hizo grande lisonja a m i discurso,
ro el Modo , que prefiere por mas abentajado quando hallé prevenido de él , lo que io
es el postrero. Como quando Iphigenia quería mucho antes tenia considerado. Doctrina es
sacrificar a su hermano Orestes, i lo suspeur commun para la Rhetorica i la Poesia, as-
dio en conosciendole. si como para otras ilustres Artes, aunque
Vuelve luego enfin tercera vez a ponderar él habló alli con un su discípulo, profes-
el buen acuerdo de los Poetas Trágicos , en ha- sor de la Oratoria. Estas son sus palabras:
ber circunscripto a numero cierto de Familias Curta cosa es, que casi quantos preceptos
los argumentos de sus Fábulas, i añade áqui se observan , naturalmente se hallan exe-
una razón bien opportuna. Dice pues, que cutados por los buenos ingenios, i que en la
Como antes de El obrassen sin arte , qué diri- Eloquencia se exercitan ; pero que mas succede
giesse la Constitución de sus Tragedias, i ha- assi acaso i por ventura, que por alguna scien'
llassen casualmente dispuesto por la Fortuna en tijica advertencia. Por cuia caussa se ha de
aquellos successos, lo que la Maestra Natura- applicar el Arte i elStudio , para que aquellos
leza les dictaba por mejor, seguían i repetían aciertos , que por dicha i sin consideración nos
aquellas Historias , sin divertirse a otras , en occurrieron , siempre estén sugetos a nuestra
cuia contextura no hallaban aquella Constitu- 'voluntad en el executar se; i quantas veces Ik-
ción , de que se agradaban naturalmente. I si gare la occasion , con segura noticia podamos
bien usar
POETICA DE ARISTOT, 79 • áo ILUSTRACION DE LA
usar de ellos. Naturalmente, acaso, i por ven- es, que en la misma succcssion de Scenas,
tura obraban en aquellas Fábulas bien los Poe- de Actos que huviere de tener ^ disponga
tas antiguos , porque sus successos eran mas distribuía los lugares proprios a los successo
occasionados al acierto ; pero para conoscerle, que se haian de introducir : señale los tiempo
i para assegurarle , altamente ( i ) aconseja a las principales interlocuciones: i enñn des-
aquel Maestro Romano el conoscimiento de la criba su connexion toda , con las salidas i en-
A r t e , en qualesquiera ingeniosos Professores. tradas de el Theatro. Para que , discurre assi^
Fuera de que en la mas ajustada Historia para tehiendo de este modo presente a la vista la
la Tragedia , es hcil de errar la buena struc- Idea i Trabazón de su Fábula , consiga , que
tura : siendo de esta verdad evidente zxgu.' de la propria suerte que si la viera representar^
mentó , E l podene hacer de una misma Ac- pueda percebir i conoscer el decoro de su con-
ción Tragedias diíFerentes , por la diversa textura , i quando en ella se assen bien ^ i con-
Constitución, ( 2 ) como arriba vimos. forman entre sí las acciones ^ i quando se re^
pugnan i contradicen^ I para Convencer mas^
CAP. X V I . quanto importe este cuidado, trae un exem-
plo de un Poeta Trágico , llamado Carcino^
Siguiendo también aqui la construcción,
que Daniel Heinsio hizo de este Mhto de Poé-
3 ue por no prevenirse con la diligencia referi-
a , comettio un descuido en su Fábula ^ que
tica , se colocan en este lugar otras observacio- no le costó menos, de que a fuerza de silvos
nes i preceptos, que con propriedad, si bien el Auditorio no dexasse acabar su Tragedia.
algunos mas extrínsecamente miiran a la Fabu- Era en ella la parte principal Amphiarao , a
Ja, parte primera essencial de la Tragedia, quien dio muerte su muger Eriphylc , por
como iá sabemos. L o que primeramente pues cuia venganza Alcmeon, hijo de ambos , qui-
^Av'icttt ahora Aristóteles , contiene una i m - tó después a su madre la vida: Para la conve-
portancia grande , para todos los que huvie- niencia de el successo, que después se habia
ren de escrebir Fábulas Dramáticas, o sean de seguir, era necessario ,. que los oientes su-
Comedias , o Tragedias. Porque avisa, que picsscn , que Amphiarao habia iá salido de
ante todas cosas el Poeta describa sencillamente un templo} olvidosele a Garcino de manifes-
el argumento, i contextura de su Fábula. Esto ur esto al Theatro, i procedió de ignorarlo el
es, u'iiiir tal inconveniencia en la connexion , co*
(i) L i b r o Dt Figur'u Scntcntiarum»
1110 el eftCcto dio bastante testimonio.
(») Pa£. } » .
Luego passa a dar mas particular noticia
POETICA DE ARISTOT. 8i $a ILUSTRACION DE LA
de este mismo precepto , si bien en su distri- hermana , . i fue para él aquel conoscimiento
bución parece otro distincto. En él pues el occasion de su libertad , o , según Polyides,
Maestro nos enseña , que aquella descrip- otro Poeta Trágico, Iphigenia conoscio pri-
ción que ha de preceder , se entiende ha mero a su hermano Orestes por Raciocinación,
de ser de la Fábula desnuda, i de lo que i le escusa la muerte. Esta es punctualmente la
solo en ella se haia de actuar, desde don- I descripción que hace Aristóteles de aquella
de toma principio , hasta donde viene a te- Fábula. Pero en ella io observo, que no pro-
ner ñ n , para que puesta a los ojos la sen- pone exactamente la forma , que ha de tener
cilla i continuada succession de acciones , pue- ¡a delineada structura , que al principio nos
da el Poeta juzgar acordadamente donde se / pretendió enseñar , porque huviera de ser esso
haian de entretcxer i inxerir los Episodios, i con un exemplo tan dilatado, que contradi-
las Exornaciones necessarias. I añade junta- ^< xera mucho a su aífectada brevedad , i al mo-
mente para maior claridad un exemplo de có- do de proceder en su Poética. Fuera de que
mo es la Acción desnuda de la Fábula; i éste | si tan summaria quisiéramos imaginar la Idea
parece le tomó de Eurípides ( según algunos de la Fábula , que persuade al Poeta , se pro-
observan) en la Tragedia llamada ( i ) Ij>hi- ponga a sí mismo, no le librara de el peligro
genia. Dice de este modo: Vna doncella, cu- de contradicciones , repugnancias, i inconve-
io nombre era Iphigenia , habia de ser sacrifi- niencias semejantes, a las que observó en e l
cada , i succedio entonces, que arrebatada de Poeta Carcino , pues no estando descripta con
el mesmo sacrificio , sin qué lo pudiessen per- maior particularidad la contextura, mal se pu-
cebir los que en él assistian , fue llevada a otra dieran advertir los riesgos de aquellos , i otros
región , en donde era costumbre el sacrificar a delictos , en que se peligrara. I en fin es cier-
una Diosa los extrangeros que alli conduxesse to , no se pudieran conseguir muchos de los
su fortuna. Vino pues en aquella región I p h i - beneficios, que de aquella diligencia resultan.
genia a ser Sacerdote de aquel proprio sacri- Es pues necessario entender , que solo aquí
ficio : i assimismo dispusieron los Hados , que diestramente propuso una disposición summa-
un hermano suio Uegasse después a aquella ria i primera de la Fábula , para conoscimien-
provincia, i según su costumbre fuesse pite- to de la colocación de sus partes , distribuidas
so , i puesto para sacrificar. En esta occasion, desde su Principio , por la succession de el
no coQosciendola antes , vino a conoscer a su Medio , hasta que vienen a terminarse en el
• F her- que es su proprio Fin , como arriba diximos;
i para que en aquella forma de primeras l i -
(i) Iphigenia in Taurit.
neas
POÉTICA DE ARISTOT. 85 84 ILUSTRACION DE LA
neas assi propuesta , pueda con acertado co- formar la descripción de la Fábula ; i no dar
noscimiento el Poeta hallar los lugares pro- cxemplo de la descripción entera , que quiere
prios , para la interposición de los Episodios, preceda antes de empezarse la versificación*^
que ahora trata , i de las otras exornaciones, Cosa no solo bien distinguida, antes confun-
que se han de entretexer ; añadiendo después dida totalmente por los Interpretes. La i m -
de esto toda lá otra connexion de menores posición de los nombres a los personages Tra-4
partes , salidas, i interlocuciones. Propuso gicos, quiere el Maestro que sea luego que
pues aquella desnuda i summaria imagen , pa- se formó aquella general i siunmaria descrip-
ra instruir al Poeta en el conoscimiento , de ción primera. 1
qiiales fuessen sus partes proprias , i quales Después de esto vuelve a advertir la con- ^
las cstrañas, que E l llama (^i)fuera de la Fa- veniencia i parentesco , que han de tener los
huía ; i hacelo' de la misma suerte con un Episodios con la Acción principal, importan- ;
cxemplo , i en el proprio señalado de I p h i - cia que arriba ponderamos: i añade ahora una
genia. Dice , Vino su hermano a aquella pro- advertencia no menos necessaria. Dice , Que
viñeta, donde sacrificaban a los jorasteros. los Episodios de las Fábulas Dramáticas han de
¿ Qué occasion fue la que alli le conduxo ? Res- ser mucho mas breves que los de el Poema t
ponde , Esto es fuera de la Fábula; i assi de- Epico, pues para su exornación i aumento, es
be inxerirse como cosa extrangera por Episo- bien permittido, que en él se dilaten; por
dio , en el lugar que se juzgare conveniente. ser sus términos tan libres de circunscripción,
De donde con seguridad se conosce , haber si- i d a por exemplo opportuno de esta doctrina ^
la Vlyssea de Homero , que siendo un Poema
do la intención de Aristóteles en la descrip-
tan largo o diffusso, se observa, que sü pro-
ción de la Historia de Iphigenia, • dar solo
pria i legitima Acción se reduce, A la peregri-
Un exemplo, de como se ha de empezar a
nación de un Principe , que algunos años er-
rante , i perseguido de Neptuno , viene a que-
dar desamparado de los suios , quando entretan-
to en su palacio , los competidores amantes de
• E s t o se convence mas , de que en la contextura
d e Ariscoteles es precepto este segundo distincto de e l su muger consumian las riquezas de su Reino,
rimero; aunque ambos miran a l a descripción de l a i ponian en peligro la vida de su hijo. Pero
f a b u l a , que na de preceder a l a versifícaaon : i en
numero es tercero precepto , porque en n-edio de los
él después de tantas borrascas en el mar vuel-
ve a su patria, i reconociendo a los suioi,
dos interpone Aristóteles otro , de los affectos de que
se h a de vestir el P o e u , para ctcrebir la T r a g e d i a , c o -
emprende castigar a los otros , con cuia muerte
m o luego vercaios.
en
POÉTICA DE ARISTOT ^ 8« ILUSTRACION DE LA
en ñn queda libre i vengado. Concluie pues de el Poeta , digo, i de el Representante. Dis-
Aristóteles, que quanto aquel Poema fuera curro io pues ahora de esta manera , i en p r i -
de esto contiene , son Episodios. mero lugar affirmo , Que aqui nos enseña el
Ilustre es mucho la enseñanza quede este Maestro , que procure por todos los medios
Capitulo nos resta ahora que tratar. I io la possíbles el Poeta , contraer' en sí, i infundir
tuve bien advertida aiin antes que la hallasse en su animo aquellas passiones, que quiere ex-
en Aristóteles. Pero terribles son en ella la» , primir i Imitar en su Tragedia , porque de
contiendas i fatigas de los Interpretes, bus- essa suerte "moverá las proprias después, quan-
cando alguna luz entre confusas tinieblas. £1 do se representare, en los ánimos de los oientes,
proprio es nuestro intento, por si aqui nos es I es la razón , porque el que verdaderamente
también la claridad propicia ; Ilustrando jun- padece algún affecto , mueve el mismo en
tamente la doctrina de nuestro Maestro , con los otros; i esto lo conseguirá el Poeta , quan-
el sentimiento igual de otros excelentes Va- do vestido de aquellos afteclos, exprimiere,
rones en la Arte de el enseñar. Dice pues, figurare , i Imitare a la persona que los pa-
X^ue ha de procurar el Poeta, con quanta di- dece , en quien sin duda, si la huviere I m i -
ligencia le fuere possible , vestirse de aquella tado , i figurado bien, quedarán communica-
appariencia i affectos naturales, que quisiere dos , i como transferidos sus affectos proprios.
exprimir , i Imitar en su composición , porque Esto es, pongo io por exemplo , en Hercules^
naturalmente son mui poderosos a mover en quando l e ' figurare , i Imitare airado , i en
las otras personas sus passiones aquellos que Andromacha , quando congojada i afligida..
assi las padecen ; i por esso el que está con- < Cuias figuras, representadas después en el
gojado congoja a quien le mira; i concibe ira Theatro, moverán los mismos afíectos, de que
el que mira al airado. Este lugar han pro- el Poeta estaba vestido. Aquella persona pues
curado hacer mas dificultoso sus Expositores, intermedia entre el Poeta i el Auditorio, en
queriendo , que de su original se induzga que ^qqien el Poeta influió sus passiones, quando
hable en él el Philosopho expressamente de los Ja figuraba i exprimía , representada después
Representantes; siendo cierto , que no hai in- •bien por el Representante Trágico , será el ar-
conveniente alguno para que sea el Poeta , a ícaduz i conducto ppr donde cOmmunicará el
quien instruie con este precepto , pues las pa- I*octa al Auditoria sus passiones i aífectos.
labras Griegas no lo contradicen. Fuera de De donde iá entendemos, por qual medio
que , como luego veremos , pudiera sin i n - quiere enseñar Aristóteles, que podrá com-
conveniencia en esta occasion hablar de ambos, .municar el Poeta al Auditorio las passiones i
F j de af-
TOETTCA DE ARISTC^. 87 S8 ILUSTRACION DE LA
affectos humanos que él tuvo quando escrebia. Por quales medios pues podrá fcl Poeta,
Conoscicndo de nuestro discurso, que este como el Orador, infundir en sí estos affectos,
es * r/ Representante , que usurpa entonces la suppuesto que , como dice ( i ) Quintiliano,
misma figura del Poeta, para la communi- no están en nuestra potestad, el proprio Es-
tacion de las passiones: i assi en esta acción pañol divino ingeniosamente lo enseña, a quien
l o que parece conviene al uno , es también en esta parte remitto ahora al Estudioso. I
para el otro conforme, porque se reputan am- vengo a Horacio , qu? en su Poética aífirma
bos por uno mismo. I el Representante viene lo mismo que Aristóteles, i expressamente d i -
también a ser aquella figura interinedia (pues ce al Poeta , que informa, (i)Qttí si quiere.que
él llore , esfuerza que haia precedido, el llorar
l a representa en el Theatro ) a quien com mu-
él primero, siendo el arcaduz i figura interme-
llicó sus affectos el Poeta ; 1 assi viene a caus-
dia entre el Poeta Trágico , i Horacio , que es
sar la propria cómmocion en los ánimos de
aqui el Auditorio , la persona de Telepho , o
los oientes , que en el suio el Poeta contru- Peleo } i por cosequencia lo ha de ser también
xo quando pinctó con sus versos aquella fi- el Representante , que hace las figuras de Pe-
gura. Este fue el concepto de Aristóteles , no leo i Telepho , en donde parece formó attenta-
sé si hasta ahora bien entendido , por estar sig- mente, solo al proposito de mi explicación,
nificado con grzndissimz obscuridad i conci- aquel lugar Horacio. Quintiliano pues , digo,
sión. Todo pues queda assi reducido en sum- que enseña los medios con que se puedan con-
iría. E l Poeta con el affecto de ira pinctó a traer en el animo los affectos naturales : i ( j )
Hercules airado , en quien quedó el affecto Horacio el modo, con que después se expriman,
impresso ; el representante hace después la fi-
gura de Hercules, i viene a communicar su i
affecto el Poeta al Auditorio ; por medio de (i) L i b . 6. Institution. Oratoriarumcap. t *
el Representante , qué es • iá uno misnio con
el Poeta , i con el Hercules figurado; porque ^• " Si vis me flere dolenium est
PmnUm ifsi tibi: tune ttta me inforluma Iddent,
de todos tres , de el Poeta , de Hercules, i de TelepheivelPeleUy
el Representante, viene a ser solo uno el af- • ( 3 ) Vers. 108. ^ *'
fecto , aquel digo , que primero estuvo en el Formal enim natura ptiüs noi tntus ad omnem "'
Furtunarum babitum : iuvat aut impeUit ad iram f
Poeta. Aut ad bumum maerore gr.ivi deducit (T angit:
F4 Por Posí eftrt ayiirrú motus interprete lingua.
* Significóle con l a palabra Griega ff7i»)ft*(rí, Si dicentis erunt fortunis absjtna dicta ,
Komani tallen/ ^quites , peaitesque cachiniim, ?
que denota las acciones i apparienclas de su semblante.
90 ILUSTRACION DELA
TOFTTCA DE ARISTOT. 89 sido solo. Dice de esta suerte : ( i ) La düi^
i signifiquen j que este es, con las palabras, gencia maior ( según es mi sentimiento ) par
hiendo de las passiones interiores interprete la que podamos mover affectos en los otros, es
lengua; como si i o para pinctar airado a A - que los movamos primero en nosotros mismos}
cliiies, o m u i condolida i agrabada de penas porque será possible que parezca ridicula nues"
a Hecuba ( discurro assi ) procurasse informar tra representación i Imitación de el llanto ,
interiormente m i spiritu con la passion de ira, la ira , i de la indignación , si la significa
i con la de congoja : quando iá huviesse conce- mos solo con las Apparienclas i con las pala-
bido bien aquellas passiones , las palabras con bras , i no con Id verdadera passion de él
que después llegasse a Imitar aquellas figuras,
animo. ¿ Quál otra es la razan, que los que
serian opportunas i significativas de sus af-
se lamentan en la presente occasion de su
fectos de manera , que con ellas mo-veñi los
pena , se vea algunas veces, que con grande
mismos , en los que las escuchassen. Porque
elegancia forman sus quejas, i exclamaciones,
s i , mediante esta diligencia, no fuesse proprio
Ique el enojo haga a los rudos eloquentes , si-
a su sugeto, lo que cada uno hablasse, ha-
no que entonces se excitó en ellos la fuerza de
ria donaire i risa todo el Auditorio. Esto es
el animo , i la verdad de aquelhs sentimien-
lo que bien a nuestro proposito Horacio nos
tos ? Por esso es necessario , que en las cosas
enseña. N o menos es admirable todo l o que
que desearemos , parezcan verdaderas , repre-
al mismo observa nuestro Quintiliano , de
sentemos los affectos de tal suerte» que pa-
quien referiré alguna parte , para ilustración
rezcamos nosotros mismos mui semejantes , a
de Aristóteles , i paia convencer de una vez a
los que padecen verdaderamente aquellos affec-
los que j u z g a n , que habló solo en el lugar
tos ; i que nuestras palabras procedan de aquel
referido de hs (^1^ apparienclas, i exteriores
animo que quisiéremos poner en el que las es-
sudones de los Representantes; pues determina
nuestro Español, que essas solas fueran para cucha, i Por ventura quedará aquel lastimado,
mover de poca substancia. Permittanse las de- quando me oiere a mí , que sin lastima le ha-
licadas orejas a escuchar algún tanto , en la blo ? ^ Quedará airado , si el que prettende ir-
radeza de mis palabras Españolas , al que p u - ritar la ira , no se irritó primero ? i Enterne-
• do ser honor de la gloriosa España , si aún en- cerase con lagrymas , el que mirare mis ojos en-
tre muchos nuestros insignes Varones huviera durecidos i enjutos ? De ninguna manera pue-
de esso succeder. Nada, sino es elfuego , vale
si-

<0 Vbi suprá.


(1) TÉpí TWV <r%»ff*£¿TfiúV.
POETICA DE ARISTOT. gi 92 ILUSTRACION'DE LA
fara encender , ni para humedecer i mojar si- los affectos proprios, para mover los ágenos,
no es el agua, ni hai cosa alguna , que com- verifiada también en la acción de los Repre-^
munique a otra el color , que ella no tiene. Ne- sentantes. Es pues de.un Griego famoso l l a -
eessario es pues i que en nosotros veamos pre- mado P o l o , i que ( r ) A u l o Gelio nos l e
valecer primero aquellas passiones , que quisié- cuenta con elegancia. Dice , Que sus partes
remos , que prevalezcan , en el que nos escucha; para la representación Trágica fueron admira-
i que antes que procuremos mover affectos , nos bles , i abentajadas a todas las de los otros en
sintamos nosotros affectuosamente movidos. su edad. Pcraió este pues u n h i j o , a quien
Buen Interprete de Aristóteles es Quintiliano, amaba tiernamente; pero después que iá le
i mas advirtiendo , que instruie alli a su Ora- huvo llorado con tristes i largas demonstra-
dor , Auctor de la Oración, i de la Acción ciones, volvió a su cxercicío. Succedio , que
de ella; el que la compuso, i el que la reñere en aquel tiempo se huvo de representar en
i representa , como decíamos , que en la T r a - Athenas la Tragedia de Sophocles , intitulada
gedia venía a ser el Representante, repután- la Electra; i dispone su argumento , que cre-
dose por uno mismo con el Poeta : Quando no iendo la propria Electra haber sido muerto
huviera sido también costumbre en la Antigüe- con cruel violencia su hermano Orestes , sal-
dad , que fuessen los mismos Poetas Trágicos ga con la urna de sus huessos , a llorarle en
los Representantes principales de sus Tragedias, el Theatro lastimosamente. Polo pues que h u -
( i ) como después observo , cosa hoi no po- vo de r^^esentar aquella figura, hizo sacar
cas veces vista en nuestra Comedia. Pero de de el sepulchro de su hijo sus huessos con la
qualquiera manera , o siendo los Representan- urna misma , i renovó de aquella forma su
tes los Auctores, o no siéndolo, huvo de ser llanto tan extremadamente , que no siendo íá
parte mui importante , para la excitación de fingida su represemacion, movió un éxcessivo
los atfectos en el Auditorio , la viva i afec- dolor i sentimiento en todo el Auditorio. A i u -
tuosa acción de los que representaban. Clara- darse pues huvieron alli las tres personas ar-
mente se convence esto de lo que después dis- riba referidas , Sophocles , Electra , i Polo,
currimos en la eminencia , a que llegó la re- para que se produxesse aquel eíFecto en los
presentación antigua, adonde ahora remitti- oientes ; porque el de el Representante Trági-
mos al Curioso. Solo aqui he de referir un co no bastara, faltando al primero de el Poeta,
successo , que confirma bien la importancia de con que a Electra se le huvieron de commu-
los ni-
(i) A l principio de la Sección 9, (0 Lib. 7. a p . f , -
POETICA DE ARISTOT 95
nicar ( como iá nos enseñó Horacio ) palabras, 94 ILUSTRACmW DE LA
affectuosas i convenientes a su dolor ; i si en Que la Connexion es' áqtiella, que contiene
ellas no huviera quedado impresso el affecto quanto hai desde el principio hasta aquel punc-
de Sophocles, no hallara después disposición to , en que empieza a succeder la Mudanza
la appariencia exterior de el Representante, a de la Fortuna de Felicidad en Infelicidad , o
quien pudiera communicar su sentimiento, al contrario ; i la Solución es, la que contie-
aunque fuera tan verdadero como el de Polo. ne la parte de la Fábula , desde el principio
Probada me parece que queda iá , como en- de la Mudanza de Fortuna , hasta el fin de la
Tragedia. Esta doctrina es tan clara , que no
tendida , la sentencia de Aristóteles.
necessita de exemplos para su inteligencia,
n i de que nos detengamos en ella mas tiem-
C A P . XVII.
po ; pero que no olvidemos lo que Aristóteles
añade, i es , Que la Tragedia no se distingue f
Quando expressamente no lo huviera ma-
de otra , o se tiene por una misma , porque
nifestado , pudiéramos conoscer , quanto i m -
trate una misma Fábula, o otra differente j si-
porte en la Tragedia (igualmente como en la
no por ser una misma , o differente, la Con-
Comedia) el acierto de la Fábula, de l o que
nexion , i Solución en esta que en aquella,
el Maestro procura dexar en ella bien ins-
que es l o proprio que ( i ) arriba diximos de
truido a su Poeta. Para este fin vuelve ahora a
la Constitución de la Fábula , i un solo pre-
advertir otra división suia, que aunque bre-
cepto í pues mediante la diversa Constitución, |
ve , dá grande luz para su structura. Dice,
vendrá assi a ser diversa la Connexion , i So-
Que qualquiera Fábula ha de contener dos
lución , de que ahora hablamos: i avisa cui- ^
partes, que la una de ellas sea su ( i ) Conne-
tlatlosamente, Que en ambas partes procure *
xion , i la otra su ( 2 ) Solución. L a Connexion
igual acierto el Poeta , pues se hallan muchos,
siempre es la maior parte , i principal de la •|uc siendo excelentes en la Connexipn, des-
Tragedia , i la que admitte Episodios , Exor- pués en la Solución tienen defectos , i assi al
naciones , i Ampliaciones varias*, pero la Solu- contrario; desigualdad que en todas edades se
tion solo lo que es proprio de la Acción prin- experimenta.
cipal , i verdadera. Luego dá señas claras de
estas dos partes para su conoscimiento, i dice, Luego enseña, quantas sean las species
Que tpic puede haber de Tragedias, i dice , que
loii quatro. Las mismas son , que io seña-
(2) AvVtf. lé
(1) Paa.jo.
POETICA DE ARISTOT. 95
lé ( 1 ) arriba. L a primera Specie , dice , qu«
es la Implexa, o Compuesta , de que tanto ^6 ILUSTRACION DE LA
habemos discurrido. L a segunda * P^r/t^fíV^, nadamente a la calunmia , i nías en edad ( d
o Afectuosa, en donde re rejjresentan tan hor- la suia habla el Philosopho ) que tan provo
ribles successos, i lastimosos', que mueven af- cados se hallan muchos a la reprehensión d
fectos i dolores singularmente. L a tercera l l a - los Poetas. ¡ O linage infeliz injustamente! ( d
ma Moral, porque en ella se Imitan i expri^ los legítimos hablo, i sagrados Ministros d
men Costumbres excelentes i virtuosas de ma- las Musas) cuia desdicha no es la maior aún l
nera , que vale para mover a su imitación. En indigna onénsa, la poca estima, i el much
la quarta Specie hai contienda , por no haber- desamparo * sino que en la confusa i vulga
la' nombrado Aristóteles , sino iignlñcudoh reprehensión , pueda la ronca ave de la ce
con exemplos, que tampoco la manifiestan. nagosa laguna formar libremente quexas coi^
Muchos de los Criticos anteriores quieren, que tra la que será merecida censura ; como con
entienda aqui Aristóteles la Tragedia de r á - tra la calumnia iñaliciosa, el que es cysne sua-
bula Simple, que iá conoscemos, por ser la ve de elCaystro ; i que la murmuración, que
contraria de la Implexa o Compuesta , entre para este es iniquidad de el Hado ; para eJ.
estas también seííalada. Daniel Heinsio ima- otro , siendo desengaño i castigo, venga a ser
gina no sé que otra Specie toda Fabulosa , de gloria i ostentación. Altos spiritus, no os que-*
aquellos que la Gentilidad colocaba atormen- xeis iá de los murmuradores, que hace l o
tados en el Infierno , i su razón no es tan bue- > mismo la ignorancia.
na. Pero en todas quatro Species persuade Aris- Finalmente en la Fábula, parte primera
tuteles, que procure el Escriptor Trágico aben- 5 de las seis de Qualidad, trata de el Choro,
tajarse , ú quisiere no exponerse m u i occasio- porque aunque es una de las quatro de Quanf
tidad de la Tragedia , aqui le considera como
parte i miembro, que compone la ensénela i
(i) Pac-JO. Qualidad de la Fábula ; i que de é l , assi co-
• Il¿B'Oi non solum afectum & anirm morbtan
mo de los demás referidos, bien assidos i co-
ñgnificac, sed perpesttonem etiam cadii, aut alicuius
accrbitatis. Sic Sanct. Athanasius Orationem in&aipsit, herentes , se forma u n cuerpo perfecto. D i s -
Ilfpí ará'B'iif Kvpía. De' Paisime Domint, hoc est. tinccion esta no sé si bien advertida de los
De perpessione cruciatuum. Vnde animadvertimus, Interpretes. Claramente lo muestra el mis-
quat Tragediar Patbtika intellijciendaí sint. Ast e^uidcm mo Maestro , diciendo , Que todas las perso-
puto^voce illa utrumquc Aristotekm mitinee com- nas de el Choro se han de reputar por un solo
plccti. Interlocutor de la Fábula , i parte de el todo.
Esto se explica mas con lo que se sigue , mos-
tranr
POETICA VE ARISTOT. 97
erándonos, Que assi como las otras personas de
la Fábula se introducen, para aiudar su A o
cion , i componerla , de esse mismo uso ha
de ser el oíficio de el Choro. I esto no podrá 98 IIUSTRACIONBE LA
conseguirse, sino es tratando cosas tan con-
formes i convenientes al proposito principal DE LAS COSTVMBRES,
de la Tragedia, que pueda assi venir a pare- i de la Sentencia.
cer jjarte legitima de aquel todo. D e donde
queda conoscido, que atiento a la doctrina
S E C C I O N IK
de Aristóteles , attribuió esto mismo al Cho-
ro ( i ) Horacio en su Poética. Siendo pues
C A P . X V I I I .
esta la obligación , que ha de observar ne-
cessariamente el Choro , bien se sigue ser jus- LAS COSTVMBRES.
t a la reprobación de aquellos Poetas , que io
que introducían, para que en sus Choros se
cantasse , no convenia mas a una Tragedia que
S IGVENSE ahora las Costumbres, o Exorna-
ción Moral, parte segunda essencial de la
Tragedia , i que después de la Fábula , d i g -
a otra qualquiera , en donde lo introduxessen.
namente occupa el lugar primero en su com-
S i bien muestra haber hecho esto Agathon no
posición : assi como en la Pinctura , después
por inadvertencia , sino cuidadosamente, que-
de el dibujo, los colores; i ambas , la Trage-
riendo persuadir aquella extravagancia , que dia , digo , i la Pinctura, como con los colo-
después parece siguieron algunos. res la una , la otra con la Moral Exornación,
procuran Imitar i figurar al Soberbio , al H u -
milde ; al Airado , al Compuesto ; al Astuto,
al Sencillo i i enfin las Costumbres , i proprie-
dailcs de cada uno. Bien pues Aristóteles para
»ij',nificar qual sea esta parte de la Tragedia,
•c vale de exemplos de la Pinctura , i dice,
G DB i)\\c muchas de las Tragedias modernas tenian
«Irlfi (o de Exornación M o r a l , i otras en ella
O) Vers. «r jhcntajaban : D e la manera que Polygnoto,
Actorií farttt Chorw, offictumtfue viHle
»<*lcl)rc Pinctor , en la expression Moralexcc-
Defendat: Yieu quid medios tnterñnat actus •
Stuod non Propasito condutat, í?" b<ereat apti. IIM a Zcuxis , cuias Pincturas carecían deaque-
II.i viitud. ( i ) Plinio también hace larga m *

mo*
(1) Lib. jy. cap. 10. & alias.
TOETICA DE ARISTOT, 99
iriória de los grandes artífices, que en l o uno,
100 ILUSTRACION DE LA
i en l o otro fueron señalados. I a Parrhasio en-
hres buenas ; en donde parece sin duda repr
señó Socrastes, según refiere ( i ) Xenophontc,
hende el error de muchos Poetas T r á g i c o
de el modo que podría representar en sus pin-
que no admittian , n i figuraban persona a l g
cturas aquellas passiones , que proprias son de
na en sus Tragedias , que no fuesse de h o r r
e l a n i m o , i a C l i t o Sculptor en sus Statuasj
bles i abominables Costumbres. Pues q u a n d
es lugar admirable. Pero aunque , prosigue
demos que en la persona primera, o Principa
Aristóteles, es de tanta importancia en la T r a -
de la Fábula , no se ha de admittir sino l
gedia esta Moral Exornación , con ella sola,
medianía de las Virtudes, como arriba decía
aunque sea m u i abentajada , no podrá for-
mos ; en aquella medianía se pueden e x p r i m i
marse una Tragedia j pero podría con sola la
i Imitar Costumbres opportunas para el buen
Fábula , aunque quedasse desnuda deste Ador-
exemplo. Fuera de que se introducen otras
n o , de la manera que se podra formar una
muchas personas, en quien tienen lugar p r o -
pinctura con las lineas solas de el lápiz , o el
prio las que son mejores, i de mas consura-
iesso ; i no podrá con los colores ( aunque m u i
mada virtud , como es en el Sacerdote, en e l
excelentes sean ) confusamente estendidos por
luez , en el Consegero anciano , i en otros.
l a tabla, i sin que se coloquen sobre la izcor-
C o n que queda bien salva la contradicción,
dada Constitución de el dibujo. D e suerte que
que algunos , presumiendo de su agudeza,
en la Tia^edh es la Exornación M o r a l l o que
imaginaban se había hecho aqui Aristóteles a
en la Pinctura los colores; i lo que en la Pin-
sí proprio. L a segunda condición , o calidad
ctura el dibujo, es en la Tragedia la Fábula.
es, Que sean convenientes las Costumbres j i
C o n esta doctrina previno a su Poeta Aristóte-
esto es, que convengan propriamente al su-
les ( a ) al jprincipio de sus preceptos, i ( j )
después le informa con mas specificada noti- 5 cto de cada uno : al Viejo la prudencia i cor-
ura ; al loven el ardimiento , i precipitación;
cia en esta segunda parte de la Ttigcdii,
enseñándole, Que la Exornación Mor2\e a l a femenil juventud la presunción , i m u -
esta se ha de entender de Acciones, i de Pala- «Nnza; i assi a todos, ( t ) Horacio advirtió
bras ) para ser buCna i ha de tener quatro con- 14111 bien este precepto m u i señaladamente. L a
diciones. L a primera es, Que sea de Costum- iruera es. Que sean semejantes las Costum-
Ga hti h(s\\o se entiende de las personas, cuias
Cos-
co Vers. ifg.
( . ) Cap.*. C5) Cap. 18.
TOETICA pE ARISTOT. loT loa ILUSTRACTONDE LA
Costumbres i condiciones son conoscidas. Por* Comedia intitulada Adelphos, i Aristotcle*
que si propriamente queremos Imitar a V l y s - para encarecerle mas añade , Que aún a aquel,
ses , astuto le habremos de representar , i se- p r o p r i o , que fuere vario i desigual en sus
mejante a la noticia , que de él nos han dado Costumbres, ha de Imitar siempre el Poeta
los Antiguos ; a Pyrrho soberbio i implacable, tan conforme, que venga a mostrarle igual
i de esta suerte a otros. £s sin duda advertido en aquella desigualdad suia , i constante en stt
variedad.
precepto , i que con elegancia nos le repitió
también ( i ) Horacio. N o empero se ha de Luego enseña, Que como en la Constitu-
confundir con el segundo, porque son dis- ción de la Fábula las Acciones han de ir pro-
tinctos. Finalmente la Condición quarta debe cediendo unas de otras , de la forma que pare-
ser , Que guarden Jas Costumbres una igual- ce es Necessario o Conveniente , assi se ha de
dad i tenor siempre conforme ; porque hará observar lo mismo en la expression de las
grande dissonancia , que al que figuramos en Costumbres ; porque de tal suerte se han do
una parte de la Tragedia animoso , en otra le Imitar i figurar en las Obras, i en las Pala-
mostremos cobarde; liberal una vez a alguno, bras de la persona introducida en la Fábula,
i otra vez ¿vzÚGnto; pues el apoio, que esta que lo que fuere Haciendo, i Diciendo pa-
consonancia tiene en la buena Philosophia, no rezca , que por Conveniencia , o Necessidad
admitte variedades. Las Costumbres son pro- lo habia de Hacer , i Decir assi, según la ca-
prias affecciones de el animo , i hábitos suios, lillad de sus Costumbres; i assi mismo según
como enseña el Philosopho , i estos son siem- lo que habia E>icho , o Hecho antecedente-
pre en él constantes , i continuamente pareci- mente. Porque procediendo de esta suerte la
dos. Por essa razón no se olvidó ( 2 ) Horacio ( onstitucion de la Fábula , i la Expression
en su Poética de referir este mismo precepto, tic las Costumbres , esto es , que de lo antece-
( j ) Donato le advirtió en el argumento de 1* ilcntc parezca pender, lo que se sigue, o por
G j Co- N r i essidad , o Conveniencia , i que esté co-
hnonte i assido todo entre sí, dice , que suc-
(1) Vers. 1x9. ir.lcr.i , que para la buena Solución de la Fa-
•' Honoratum si forte repornt Acbillem 9 IMIIJ no seneccssite de el socorro de alguna Ma-
Itnpiger , iracundus &c I hiiu , que traiga a algún D i o s , para desatar
Xi) vers. lié. U »nnlusion i enredo de la Acción ; o que se
Servetur ad imum
l|#vp i desparezca alguna persona , que de
Slualis ah incepto procesicrit , W sihi constet,
(?) Servatur autem PER TOT.íAÍ FABf^LAMnJ/h 61 lá manera no podría librarse; sino que de
Juicio , ¡0VUS Demea , Leño avarus , &&
la
104 ILUSTRACION DE LA
POETICA DE ARISTOT. joj Venid y Dañaos , mirad si ia se atrehe
l i misma Connexion se deribará la Solución. Vueitra vista , a mi Héctor fulminando
( i ) Este era pues el reparo de el que ha- Flechas jlammantes , oid el estruendo
bia enredado inadvertidamente de tal modo De sus armas horrendo.
su Fábula , que con felicidad no podia desa- O sola io merezco verle? —- —
tarla , remittiendo al poder de los Dioses en L a segunda occasion , en que se puede intro-»
algún milagroso fin la Solución, que assi se- ducir la Machina, dice que es, Para referir
ría fácil de el múor enredo. Apparccia pues successos iá passados , que no pueden venir a
f>ara este effecto este o aquel D i o s , por el ar- noticia de los hombres , sin aiuda divina, o
tificio de alguna Machina : como en la Tra- para prevenir i adivinar los que han de succe-
gedia Hippolyto de Eurípides Diana, i en der , siendo proprio a las Deidades, que lo co-
«1 Amphytrion de Vhuto lupiter. 1 otras ve- nozcan todo , i que nada ignoren. En la Tra-
ces por el mismo medio de la yí^ichim se ar- gedia Orestes de Eurípides hallan algunos I n -
rebataba i desaparecía la persona , que se ha- terpretes exemplos para esta doctrina de Aris-
llaba en aprieto. Assi hizo Eurípides, que h u - tóteles , como quando Apolo desde su Machi-
iesse Medea en la Tragedia de su nombre , i na , manifestando el robo de Helena, dá noti-
de la propria suerte en la suia nuestro Stnt- cia de todo lo que antes se ignoraba ; i después
ca. Pero también enseña, Quando sería en la pronostica lo que habia de succeder a Orestes.
Tragedia permittida la Machina , i señala dos Vitimamente advierte dos preceptos, que
occasiones. L a primera es en successo , que son también de importancia para la Moral
fuesse fuera de la Fábula , i esto l o entiendo r.xornacion , si bien el uno mira con proprie-
i o , que no se introduxesse para la Solución ibd a los Representantes. Dice pues, Que la
s u i a , sino para exterior adorno de su hccion, 1' xpression de las Costumbres ha de ser Imita-
i en parte alguna accidental, como se perci- «1.1 por el Poeta con aquella eminencia i au-
be en nuestra TxzgtdXdL, quando Androma- mento , que los Pinctores ponen en los retra-
cha invocando el favor de Héctor iá defunc- tos : ( i ) pues procuran que queden parecidos,
t o , apparece él mismo , solo permittien- • laxándolos mejorados de como es el original;
dose ver de su Esposa. Assi ^dice ella en el miniiiable comparación sin duda, i sin duda
Acto j , tam-
G4 Ve- i l ) A esto alude después en el cap. ijr. el mís-
«M) Aristóteles, dando por exemplo a Zeuxis en aquel
( i ) Horat. itidem in Poética vers. i f r . .
ATíc Deus Ínterñt, niVi íí(g«M/ vindice rtodti» •unlu de pinctar.
Itwidtritm
TOETICA DE ARISTOT. i o5 fo6 ILUSTRACION DE LA ^
también fue esta la mente de Aristóteles en acabadas, que el uso commun i ordinario de
este precepto. Fineta el Poeta al avaro ? pues las cosas, como si un Sculptor hace alguna sta-
ha de figurar su avaricia , que en cierto modo tua hermosa, toma de cada cuerpo humano
exceda a su verdad ; ilustre cxemplo es en es- aquella parte que tiene mas perfecta , i de t o -
ta parte el viejo Euclio de la Aulularia do das juntas forma una imagen tan extremada-
Planto. H a de pinctar el recelo i temor de mente con§ummada , que de ninguna suerte se
algún peligro ? dilatará pues la exaggeracion í podrá hallar sugeto alguno natural i verdadero,
a términos mas significativos de aquella pas- que de hermosura igual se componga ; i se-
sion : como se percibe en la Andromacha de ria lo mismo , si quisiesse figurar otra , que t u -
nuestra Tragedia , quando procura encubrir a viesse grande fealdad. D e donde colige , que
Astianacte. Esto se funda , según io observo, assi imaginariamente compuso su República
en una ingeniosa doctrina de nuestro divino Platón, mas excelente i emmendada , que se-
( i ) Séneca , que él advirtió , habia dado ori- ria possible hallarse alguna en el uso de los
gen a las Hyperboles , o Encaricimuntos ex- hombres.
cessivos. Halla este grande V a r ó n , Que él Pero en segundo lugar, como he dicho,
hombre encarece con mentira, para que a la advierte , Que es necessario para U significa*
•verdad se venga a dar crédito ; como quando cion de las Costumbres de el animo , que alu-
dixo un ( 2 ) Poeta : Mas blanco que la nieve, de también la Acción de el Representante, con
i mas ligero que el viento ; bien supo , que no los ademanes de el gesto, differencias de la
podia persuadir, que huviesse maior ligereza v o z , pronunciación de las palabras , i com-
que la del viento, n i maior blancura que la postura en fin de todo el cuerpo, pues son
de la nieve ; sino excedió assi de l o que po- partes estas, que assi como están sujetas a las
dia ser , para que se Uegasse a creer lo sum- orejas i ojos del Auditorio , pueden mover
mo , que era possible. M u i opportuna me pa- m u c h o , aiudando a la Moral Significación,
rece también aquí otra observación de ( j ) Má- expressa i representada por el Poeta en los ver-
ximo T y r i o , elegante Philosopho Platónico. sos. Esta postrera es interpretación de ( i ) Eu-
Dice , Que siempre las Artes tienen las opera- gubino , después que communmente era rece-
ciones proprias, con maior excesso perfectas i bida otra differente sentencia en toda la Escuela
aca-
de Aristóteles j i sin duda se conosce mas su
conveniencia, con lo que poco antes obser-
<i) L i b . 7. de Benef cap. %%,
( i ) V i r g i l . lib. IX. AEncid. va-?
{i) Di&sert. 7. ( i ) Ad Arist. Poeticaok
POETICA DE ARISTOT. I07
108 ILUSTRACION DE LA
Vabamosde los Kepresenuntes antiguos.
ficacion es commun a todas las A r t e s , o poí
mejor decir , una universal consideración de el
C A P . XIX. lenguage humano. Pero specificandola mas
a aquella parte , que puede importar para
¿ A SENTENCIA. adorno de la Tragedia , como para adornar
la Oración Rlíetorica , la Historia, i otras ope-
L a Sentencia es la tercera parte de las seut raciones de el ingenio , E s la Sentencia un
que señaló Aristóteles a la Tragedia , i de que concepto agudo i elegante , que contiene exce-
ahora según su succession llega a tratar. Pero lente doctrina , para instruir el animo , i me-
previniendo antes al Poeta advertidamente, jorarle; en donde con universalidad se ha-
que la enseñanza de las Sentencias toca con bla , no con singularidad. Esto quiere decir.
maior propriedad a la Arte de la Rhetorica, Que no de Sócrates, no de Zenon , n i de otro
en donde dice , Que ha explicado iá essa par- alguno se particulariza , lo que contiene la
te cumplidamente. Por esta razón es general Sentencia , sino universalmente de todos , a
i breve la noticia , que nos dá de la Sentencia quien les puede convenir. Como quando en
el Maestro en este lugar. I o insistiendo en sus las Troianas dice ( i ) Agamemnon , templan-
pissadas , no tan scrupulosamente como hasta do el furor de Pyrrho :
a q u i , procuraré por términos breves dar al-
Mas quanto manifiestos
guna luz a esta parte de la Tragedia , i q u é
Los libres medios son de su venganza,
conveniente pueda ser para toda la exercita- Tanto ha de ser maior de elpoderoso
cion Dramática. Qualquiera cosa pues que El alto sufrimiento , i la templanza,
concebimos en nuestra mente, i después la sig- I después:
nificamos con palabras, en esta forma o en
Pues no ha permanecido
aquella compuestas, generalmente se llama
Largo tiempo el Imperio de el Tyrano, ,
Sentencia. A siete formas reduxeron los Gram-
Sino el que es , moderando la aspereza ,
maticos Griegos, i después los Latinos , todas A la razón medido.
las differencias, que pueden hallarse de Sen- ! assi en otras.
tencias en esta signiñcacion. De Llamar , de
Muchas también son las species de este ge-
Mandar , de Preguntar , de Desear , de lu-
uno (le Sentencias , como Simples , Compues"
rar , de Agradecer , o Acariciar, i final-
M . , Que Instruien, Que Exortan, Que Acón-
mente de Significar, o decir alguna cosa affir-
mando o negando. L a Sentencia en esta signi- se^
(i) Ka.x.
POETICA DE ARISTOT. 109 lio ILUSTRACION DE LA
4tejaH, i otras , cu ios exemplos, i doctrina ten- fianza que en esto se debe observar. Escriptof
drán mas opportuno lugar. Pero todas en fin que siendo de la misma edad de Homero , no
grande parte son de la Tragedia , pues su hic inferior en la doctrina, i en la elegancia.
grave i prudente enseñanza , bien se conosce, Los Philophos mas modernos , assi Griegos,
quanto convenga a la magestad de aquella re- como Latinos, se dexaron llevar algo de la
presentación. Ella consta de grandes Princi- demasía , en donde igualmente quedan inclui-
pes , de Héroes , a quien es proprio el hablar dos los Poetas, pues en la Antigüedad unos
con gravedad i prudencia ; i assi a ellos mas mismos eran con los Philosophos. Pero lo que
propriamente convienen las Sentencias: no al mas hai que notar en Hesiodo, i por l o que
plebeio, en cuio lenguage siempre se conos- viene mas opportuno para exemplo es, por
ce bageza. También en Ta misma occasion de haber guardado aquella moderación , siendo
los horrores de sus successos, es fuerza que ha- casi su universal instituto la principal parte de
ia quien , o para reprimirlo», o para advertir la Moral Philosophia ; i siendo tan proprias las
sus escarmientos , tenga necessidad de aquella Sentencias para aquellos preceptos , no las des-
prudente doctrina. I assi se observa , que es luce con su frequencia. Mas sobre la emi-
su mas opportuno l u g a r , en donde dos o tres nencia de todos, enseñó esto el elegantis-
hablan , o confieren , de que hai en sola núes- ? limo Petronio Arbitro por largo espacio, en
tra Tragedia muchos exemplos , sin salir maá el principio que h o i vive de su Satiírico , i en
lexos a buscarlos. A los Ancianos son también otros lugares , que juntos se hallarán en la
mui proprias, como al ardor precipitado de la Sirena Latina , que salió de nuestro Museo.
luventud desconformes. Considerando siem- Agudissimamente en una parte llama a la
pre sean convenientes sus conceptos al estado, copia desassida de las Sentencias Vidros que-
i a la profession de el que usa de la Senten- brados. Si bien a l l i , creo i o , con respecto a
cia. E l Sabio propriamente de la Philosophia un triste linage de Grammaticos, cuio caudal
sacará erudita enseñanza , el R e i de la Políti- ílc misera erudición se reduce a cierto numero
ca , el Sacerdote de la Theologia. Pero tam- «le importunas Sentencias, con que fatigan en
bién es necessario advertir, que el uso de las Hkla occasion a quien los escucha; pues si dies-
Sentencias tiene su limitación ; pues en sien-
M-mos, que aquellas fuessen de Cicerón, o
do demasiada su frequencia, pierde la ora-
Scncca , tendrían iá entonces aquel valor con
ción el decoro , i se convierte en una afeitada
líianilc semejanza , que las partículas de
i femenil compostura. Admirable exemplo,
lili vidro quebrado , que antes huviesse si-
advierto i o , que quedó en Hesiodo de la tem-
do m u i precioso. Coherencia pues han de
plan-
te
POETICA DE ARISTOT. i r i lia ILUSTRACION DE LA
tener , ( i ) Icon valentía se ha de precipitar queda su proprio lugar con mejor inteligen-
el varonil spiritti ^por la alteza de el Senten- cia , pues de aqui conoscemos , que solo quiso
cioso decir , aun en los argumentos fabulosos, Arbitro alli instruir a los Poetas , no a los Ora-
pero con tal artificio , que no quede eminente dores , guiado de la doctrina.de Aristóteles;
ni señalada la Sentencia fuera de el cuerpo de i assi se convence con grande seguridad de l o
la oración; sino que entre sus adornos encubier- que antecede , i después se sigue en el Satírico.
ta , la ennoblezca i ilumine con su splendor»
Este es el concepto de dos insignes lugares, en DE LA LOCVCION.
donde enseña el mismo Arbitro el modo con
que se ha de usar de las Sentencias, que jun-
SECCION K
tos assi vienen a ser de admirable doctrina ; i
dan luz aqui a un lugar de Aristóteles, juzgo
C A P. XX. f

L
que de ninguno entendido hasta ahora. Si bien
X)aniel Heinsio, en la versión que hizo de A Locución se sigue ahora, parte quarta
s u Poética, muestra haber querido interpre- que de la Tragedia hace Aristóteles.
t a r l e con algunas palabras de Petronio. Proce- Commun es también a todas las Artes, pues
d e pues el Philosopho enseñándonos, que assi ninguna sin palabras puede significar sus con»
como en las Oraciones Rhetoricas , también ccptos. Pero derechamente a aquellas toca la
e n las Representaciones del Theatro útntii lu- Locución, de quien ella es Sugeto proprio,
gar las Sentencias, para mover affectos : pero como de la Grammatica , de la Rhetorica , i
con una differencia , que en las Representacio- de la Dialéctica ; viniendo assi mismo tam^
nes han de estar las Sentencias dissimuladas, bien a ser parte essencial entre otras , que com-
demanera que adornen encubiertamente, i sin |u)ncn al Orador, al Poeta , i al Historiador,
cuidado ; pero en las Oraciones no es de i m - Ai|u¡ empero casi solo habemos de considerar
|X>rtancia , que lleguen a percebirse descubier- la Locución, en quanto es parte de la Poe- *
i tas i eminentes fuera del cuerpo de la Ora- «ia , i mas specialmente de la Tragedia. Aris.
ción , como dice Petronio. D e donde también loulcs pues m u i por maior trató de ella en
que- r l i.iSro de Poética , que hoi tenemos ; no sé
II t i l los que faltan tuvo lugar separado la ob-
i n vacion de los diversos Stilos , que a las par-
l e i s^Kcies de la Poesia hablan de correspon-
,P. fraterea curandutn "J^J ^^^^^ rñuant. «In. De las partes de la Locución, habla el

mis-
POETICA DE ARISTOT. 115 114 ILUSTRACION'DE LA
m i s m o Philosopho bien menudamente en et todas edades los Criticos de esta profession han
C a p . 2 1 . pero es de el modo , que mas p r o - querido , que sea la Eneida zúa mas verdade-
p r i a m e n t e pertenecen a la Grammatica , i assi ro Poema de Homero que la Iliada, i Kfys-
m e n o s a nuestro proposito. Pero io advierto, sea, que tenemos hoi suias, assegurandonos
q u e de los lugares que esparcidos están en la precisa imitación a ellas de el gran V i r g i -
este L i b r o de Poética, i de lo que con singu- l i o , i juntamente la deformación i mudanza,,
l a r i d a d en el Cap. 22, discurre , se conosce que de la injuria de el tiempo padecen aque-
b i e n manifiestamente , qual quiere Aristóteles llos dos excelentes Poemas Griegos.
q u e haia de ser la Locución Trágica, i los me- Que huviessen pues los Latinos Trágicos
d i o s también por donde se consiga. Grande imitado la alteza de V i r g i l i o , se percibe bien
pues nos enseña que sea su Stilo , i adornado de los grados que tuvo la Tragedia Romana
c o n magestad sumraa, i grave decoro; hallán- en la grandeza de su Locución. Desde L i v i o
d o l e por esta razón mui conveniente i seme- Andronico se fue mejorando por muchas eda-
' a u t e al Epico , o Heroico. Assi lo enseña en des , hasta que viniendo a 1^ de Augusto , l l e -
Í os Capp. 4. 22. Bien sabia esto el divino So-
phocles , que pudiendo en esta parte imitar
^ó a la perfección summa ; assi como en el
imperio de aquel Principe tuvo la maior emi-
propriamente a Eschylo , como a Escriptor nencia el lenguage Latino. Entonces escribió
también Trágico , no imitó sino es a Homero V i r g i l i o , i en el mismo tiempo assi le imitó
Poeta Epico. I por la misma caussa Platón después V a r i o , excelente Poeta Trágico , que
en e l Dialogo Theeteto doctamente llamó a estuvo dudoso entre los ( i ) Grammaticos an-
H o m e r o Principe de los Poetas Trágicos ; i en tiguos , si fuessen de el proprioi V i r g i l i o sus
los Libros De República dos vezes le coloca • Tragedias. D e la misma edad es Ovidio , cu*
entre los mismos como a Amaestro , i otras le \ ía Medea fue la admiración de quantos des-
nombra Padre i Auctor de la Tragedia , de pués le siguieron. También Mecenas, cuia
donde después lo tomó ( i ) Hermogenes, Bien' Octavia no sin alabanza hoi tiene memoria,
podríamos hacer de esta antigua observación, Demanera que entonces tuvo el grado superior
una inducción cierta para los Trágicos Lati- la Locución de la Tragedia Latina , quando
nos ; i es , haber también imitado a Homero, tuvo el Poeta Heroico superior a quien poder
como los Griegos mejores , por haber los imitar. Igual pues hallamos hasta ahora la
proprios Latinos imitado a V i r g i l i o : pues en Lo-
H to- ( O T i b e r . D o n a t in Vítá Virgilij, Scholiastes H o -
r a i i j , & Commenutor vcws V i r g .
co lo Afí/Ao^, capp. 3?. jtf.
ti« HUSTRACIONDE LA
POETICA m ARISTOT. 115
desigualdad que la Elegía reconosce a la T r »
L o c u c i ó n Trágica con la U^icz. Horacio ca
gedia , i quan humildes sean sus números, en
s u A r t e sin esta comparación enseñaquanta
comparación de la gravedad de los Trágicos.
b a i a de ser sublime , aunque con otra también
I no contentándose con esta confession de la
l o declara , pues dice, { i ) Son indignos los
Elegia sola en otra parte hace superior
•versos humildes de la Tragedia , como serian
aquella eminencia de la Tragedia a todo otro
de la grave matrona los deshonestos meneos,
genero de Escripto. N o tiene iá mas adonde
que hiciesse hallando , quando la obligassen Oí
subir, i assi viene a ser necessario, que baxe
salir en alguna fiesta, entre Satyros lascivos
alguna ver. Docto es el precepto de Horacio,
i des conquestas. Este es el sentido de aquel
en donde se contiene esta observación. Dice
l u g a r , que no debe de ser fácil, pues le he
pues, ( 2 ) Que en algunas occasiones , assi ^
v i s t o explicado por algunos Interpretes bien
samo le es proprio a la Comedia excitar el stilo, )
desviadamente. Mas adelante hablando en la
i levantar la moderación , con que procede en
succession de la Tragedia , dice quanto la exor- sus números , assi también a la Tragedia eí
n ó Eschylo , dándola también aquella gran- moderarlos. Pues quando Telepho, i Peleo re-
d e Locución , que le era propria. E n la Carta presentan su pobreza, i su, destierro , mal op-
a Augusto muestra la misma alteza de su Sti- portunas serian los modos grandes de decir,
l o - I tinto enfin l e es conveniente , que el Co- teniendo antes necessidad de significaciones tris-
thurno , adorno de que usaban los personages tes para mover los ánimos de los oientes. L o
Trágicos en los pie?, para engrandecer la sta- mismo advierte ( j ) Cicerón, que por no alar-
t u r a de el cuerpo , vino a usurparse jpor el mis- garme , no refiero. L a imitación pues de las
m o alto modo de hablar. Assi lo usan V i r g i - Acciones Lastimosas, de donde ha de proce-
l i o » Propercio, Horacio, Quintiliano , i con der el affecto de Commiseracion, que la Tra- |
elegancia San Geronynio, i otros muchos Í de f C i l i a pide^ con palabras ba de ser i modos |
suerte que por la frequencia de su usurpación •tfcctuosos: i a estos bien se conosce no con-
•vino a recebirse por Proverbio. Admirable-
mente representa ( 2 ) Ovidio el rendimiento i vie-
Ha dc- ( i ) L i b . z. Trist.
Otnrte í,enuticripti Xiravitate Tragadla vhtcit»
(i) In Poética vers.
JnrcrJum tamen iT voeem Comoedia tollít, & C .
Efutiré leveti inití^na Tragotdiavermt, (\ In Oratore : Iit máxime Tragkis canctierem , itf
Vt fettit mvrona mrvtri iuts* diehtts, $tt i'innihut locii eaiem cantentione uterehtw , creb-oque
latererit S tfyrir paullüm puiihunia protervh, *i(nt : nmnumquam etiam ad qmtidianurn ¿enuf tw^
( 1 ) L i b ? . Amor. E l c g . i . §mh auederent.
Non ego conttdtritn Sublimia Carmina nottfis , &c*
^ift HXISTRACTONDE LA
significar la maior excelencia , que con ellas
PÓFTICA m ARISTOT. 117 '
fia de tener, Dice en el principio de el Cap.
•tiene por la maior parte la soberbia i furor Át
^2. £s pies la Virtud ( por Excelencia , co-
«i lenguage. También tienen lugar en la T r a -
mo la maior , señala esta ) de la Locución, qu8
gedia las passiones de el Amor , i no menos
sea perspicua i clara \ no por esso ha d»
tienen de significarse con Stilo proprio. I aún
ter humilde. Mostrando assi, que ha de ser v a -
quieren los Doctos Antiguos , que esta misma
liente i alta. L o mismo observa aún para su
desigualdad hermosee la Oración, ( i ^ Plinio
Orador dilatadamente el doctissimo Hermoge-
e l Menor dice, aunque a otro proposito, Qua
nes , en el Libro primero de sus Ideas. ( 1 ) D i -
assi succede en ella , como en la Pinctura , don-
ce paes en uno de muchos lugares, Que es sin
de ninguna otra cosa ilustra tanto lo sjplendi-
duda mui necessario que a la Perspicuidad
do de sus luces , como sus sombras. Pero na
acompañe la grande i elevada Alteza de la
es bien por esto se entienda , ser possible per-
oración. Pero nueva, entiendo , que ha de
snission alguna a baxeza o humildad sin deco-
ser esta, doctrina para aquellos miseros, que
r o ; pues se han de templar los semejantes af-
torpemente profanos enturbian i obscurecen
fectos blandos con tal structura de palabras,
las fuentes puras i limpias de las Musas, por
que en ella se conozca cultura i grandeza. Assi
no ver en ellas representada su ignoraiKi'a.
por esta razón vienen aquellos a ser los l u -
Dos extremos oppuestos juzgarán, que aquí
gares mas difficultosos de la Tragedia, habien-
Aristóteles junta , Que sea Alto el character
' dose de moderar con decencia summa la alteza
de el Stilo , i juntamente Claro, porque ( co-
de la Locución. mo también en el mismo lugar enseña Hermo-
Ilustre es i venerable el precepto , qne al genes ) Peligra mucho en ser débil la oración,
•proposito de la grandeza Trágica nos dexó que Ciara es i Perspicua. Pero lo que mas ad-
Aristóteles ; i fue el alma de m i concepto, des- mira , enla Tragedia pide el Philosopho aque-
desde que tuve algún gusto en este genero de llos dos extremos, donde a la fiereza de sus
Erudición. Reconosciendo pues el gran Philo- acciones representadas parece aiudaria tal vez
sopho quanto era necessario a la Tragedia el el mismo horror de la Locución intrincada, i
jStilo sublime ; i recelando también la Obs- tenebrosa. N o pudo encarecer mas la necccs-
curidad , que suele acompañar al que lo es, sidad summa , que todas las species de oración
^ desdicha fatal en todas las edades! después tienen de Claridad * doctrina no menos adver-
de haber tratado bien menudamente de las
partes , de que consta la Oración , queriendo ti-
(i) Op.;.
H j sig-
(i) L i b . s« E p i s t . 1 $ ,
POETICA DE ARISTOT. 119 120 ILUSTRACION DE LA
tida de el proprio ( i ) Hermogenes , quando «eñalados en la Antigüedad de todas las n u «
en primero lugar la coloca , i la trata , Porque culus naciones. Alto es su spiritu , i atrebldq
( concluie assi ) la Qarídad es principalmente a la maior empresa ; felices son también en las.
necessaria a ( 2 ) TODA ORACIÓN. Dexo Enig- invenciones , floridos en el Stilo , i que natu-
mas , i Griphos , a quien por essencia convie- ralmente acometen siempre a enriquecerle i d i -
ne la Oi^scuridad. Bien assi la Seringa do latarle. Pero no sé de qué mal astro tocados
Theocrito ( que el ser suia tiene mas probabi- le han pervertido en estos años postreros de
l i d a d ) siendo Poesia Enigmática , no valdrá nuestra edad , obscureciéndole, i afeándole; de
para defensa de algunos; a cuia imitación po- manera que monstros son iá muchos de los
drían decir, componen obscuro i artificioso su partos de sus ingenios , que necessario es reli-
contexto ; pues fue assi escripto cuidadosamen- giosamente expiarlos i i consultar para su i n -
te aquel ultimo I d y l i o , por donaire de el i n - terpretación los Oráculos , no de otra suerte
genio , i para martyrio de los Grammaticos, que si fueran Libros Sibylinos. Con esto los
después de otros treinta claros, puros, i ele- Poetas Lyricos nuestros , que en m i opinión
fcon bentajosos a los Griegos i Latinos , assi se
gantes. ¿ Mas cómo se podría admittir el que
cscribicsse ¿yr/wg-^fj en la ordinaria construc-i hallan deformados, que en pocos se conosce
cion de sus palabras ? iá la hermosura i elegancia primera. Los C ó -
E l amor de la Patria ha de obligarme a di- micos están mas preservados hasta hoi de esta
vertir en este discurso, si bien , no creo, fue- icstilente influencia , quiera el Hado propicio ,
ra de el instituto de nuestra POÉTICA , pues ibrarlos de su contagio , quando tienen iá en
siguiendo las señales de el gran Philosopho utpicl grado la Comedia , adonde con no pe-
Aristóteles , aqui también procedemos en su * licúa distancia de ninguna manera llegó la
ILUSTRACION. D l g o pucs , Quc la Perspicui- » c los Antiguos. L o mismo recelo de los He-
dad en la oración es sin duda la virtud , que loicüs , de quien se esperan cada dia perfectos
mas attentamente cuidó enseñar aquel ilustre |V»cmas, ( i ) Assi no quieran , como dice H o -
Maestro, anteponiéndola a todas las otras , que i j i lo de sus Romanos, perdonarse al trabajo
mas la pudiessen ennoblecer; i que si assi mis- M hi lima, i a la dilación. Lugar que pro-
mo la observassen los Ingenios Españoles , es pria-
cierto podrían competir, con quantos huvo (1) Vers. i 8 * . '
H4 se-
il^Uihn lingua Latium , // non offenderet mum —
(1) L i b . de Ideis cap. z ,
M'frnque ^oetarum ¡im<t labor , t T mora & c . s
( 2 ) iraní AÓya ait.
POETICA DE ARISTOT. 121
fríamente es opportuno para nosotros , pues
añade , Que si aquello observaran sus Poetas,
laa ILUSTRACION DE LA
nofuera el Imperio Latino maior en el esfuer*
duda , que si io deseasse llegar a la eminencni
tjo ^ i en las armas , que en las letras. I luego
de la Pinctura , que para conseguirlo hablado
con eñicaces palabras advierte a los suios,
hacer dos cosas : La primera , seguir los p r e -
quanto Tmporte la repetida emendacion; sin
ceptos de quien en aquella Arte fuesse i n s i g -
duda igualmente habla con los Españoles. L a
ne Maestro: I la segunda , procurar i m i t a r
misma passion de Obscuridad padecen otros,
luego al que huviesse sido excelente Pinctor.
que también son Poetas , aunque fabrican en
De la misma suerte se debe hacer en otra
prosa sus Escriptos; pues por tales los consti-
qualquiera Arte : creamos a los Maestros, crea-
tuie su Argumento , i la Imitación , como
mos a los Artífices; i procuremos desengañarnos
sabemos de Aristóteles. Tambion ( lo que
•^si de la perversa opinión que nos destmie»
mas es ) los Historiadores; i los Oradores aún,
proceda pues de esta forma nuestro discurso.
permittiendose tanto menos lugar al que es-
cucha , para averiguar la sentencia envuelta V i r m d es que universalmente comprehen-
de a la Oración la Claridad; assi lo enseñan sus
en obscuro lenguage , que al que la descifra
Maestros: bien claro lo habemos iá oido de
con la lección. Por esso dixo ( í ) Quintilia-
I Icrmogenes, i de Aristóteles , i fuerte es el
no , Que no solo ha dje procurar el Orador,
iij^iimcntode Comparación, que de su pre*
que se entienda su Oración , sino que de nin-
«'rpio se induce. Si en el Cothurno de el Stilo
guna manera sea possible el dexarse de en-
Trágico se requiere tan necessariamente la
tender. Es lugar notable. I Demosthenes no
Perspicuidad , ¿ qué será en los otros, cuio ^
ignoraba esta obligación , pues quando suc-
«luracter es inferior? Pregunto: ( i ) ¿ E l fin
cedio traer algunas palabras menos conosci-
de estas palabras, que componen la humana
das de las Leies antiguas de Dracon, no du-
I,«Hlición , es otro , sino declarar el concepto,
dó el explicarlas con otras suias. \ grande
que io tengo en m i animo , que mientras está
desdicha la nuestra , i ruina infalible de los
pir^so en esta cárcel material, no puede ma-
ingenios, si la verdad de la mejor doctrina,
iiilr\tarsc sino es por esse medio? Bien se vé
i el desengaño de este error no lo estorbare
• I I que los Spiritus no usan de él , como no
apresuradamente l Cierto es, sin escrúpulo de ) i iicccssitan. ¿ Pues de quál modo puede con-
du-
f í n irse , querer significar m i concepto , i de-
(») L i b . 8. cap. i . ^are mn ut inteUigm fossU, clilo con oración tan obscura, que no se per-
sed ne omninó posiit non inteUtgere, curandum.

y i ) Sic E r o t l a m i s , Interpres
i l i i i a i u s , in Prooenaio.
vocum Hippocratis ve-
TOmCA m ARISTOT. 115 t34 ILUSTRACION DE LA
eiba i Dignamente se le podria decir a quaU entendimiento alguna buena sentencia , o pea-
quiera que incurriesse en torpeza semejante, samicnto agudo, no procure significarle de m a -
l o que Favorino Philosopho con admirable nera , que se entienda perfectamente i i para
agudeza dixo a u n mancebo , que también ha- ello busque palabras , i circunlocuciones, q u e
blaba como para que nadie le entendiesse: l o declaren , porque teme , por no entenderse,
¿ Por ventura , hombre ignorante , callando no se • malogre ? Esto es tan cierto , como lo h a -
€onseguirias mejor tu intento? A u l o Gelio l o brán experimentado en sí quantos viven. Pues
refiere en el Cap. l o . de el l i b . i . que todo es de la misma forma ha de ser cierto, que v 4
a este proposito. También l o es summamen- desconfiado de la sentencia , i que de ella ncr
te el argumento que hace el divino ( i ) Aris- tiene buen concepto el que no solo no cuida
tóteles en su Rhetorica ; estas son sus palabras: de significarla, sino antes de obscurecerla. T e n -
La Virtud de la Oración ( l a parte principal gan pues sabido quantos llegaren a ver obra
quiere decir , pues por Excelencia aqui tam- qualquiera de essas tenebrosas , que dentro de
bién la señala, como en la Poética} es la Cla- Jas tinieblas de su Locución no hai otro the- ^
ridad, i esto sé convence bien de este argu- soro , sino el que suele hallarse entre la obs- ,
mento : Porque si el que habla no significa el j curidad de cuevas escondidas , ceniza i carbo-< ^
concepto que quiere, perdido es el fin i el uso 5 nes. Con otra comparación declaró lo mismo ;
de su lenguage, Que es como si dixera: E l Phocion varón sabio ( cuéntalo ( i ) P l u t a r c h o )
fin de la Locución es declarar el concepto, E l |ul>Iando de cierto escripto , con que estaba ^
que habla Obscuramente no le declara , Lue- nnii preesumido Leosthenes , por la alteza in-
go perdido es en aquel el fin i el uso de la L o - trincada de su lenguage , diciendo , Que era
cución. Bien concluie el Sylogismo , i consi- itmijante al Cyprés , que sin tener fruto algu-
guientemente , que es la V i r t u d mas essencial no tanto se levanta. Es pues infalible, que
de la Oración la Perspicuidad ; i que también, procuran de essa suerte Auctores infelices sup-
como el Poeta , la procura el Rhetorico , se- p l i r c l defecto de la sentencia; i universal-
gún expressamente con Hermogenes , i Aris- innue su insuíficíencía i su ignorancia. ¡Quán-
tóteles lo enseña ( 2 ) Luciano. lo» exemplos pudieran traerse de esta verdad!
Suppuesta esta verdad , ¿Quál hombre pe^
será possible hallarse, que si concibió en su
en- • A esto alude lo que enseña Aristóteles después
tit liv ultimas lineas de esta Poedca, i Quiociliano en
• I I i p . D'-la Perspicuidad.
(1) Lib. cap. I .
( O I " Apophtliegm.
(2) D e Saltationc.
POJETICA DE ARISTOT. 125 126 ILUSTRACION DE LA
pero con riesgo conoscido de el o d i o , que io Perspicuidad^ I en el ( i ) Capitulo que trata
cuidadosamente he procurado escusar en mis solo de Ella , prosigue largamente lo mismo,
escriptos. Docto es sin duda el testimonio, iá enseñando los medios con que se consiga,
que dio de esta observación mia nuestro £s- iá abominando los errores de los que aíFecta-'
|)añol ( i ) Quintiliano ; i que parece impos- ron lo contrario : véase en su original, que
sible después de leído , no dexe quien la tu- no podemos aqui tan descuidadamente dete-
viere , iá demos que pueda , secta tan abomi- nernos. Passa nuestro Discurso pues de esta
nable. Prop-ia excelencia es Qákc') de el qué suerte adelante. I
^s mas docto , el mostrarse mas claro , mas l o creo no podria conoscerse Escriptor alfi
perceptible. ÍORQUE LA PERSPICUIDAD ES LA guno, que quando determinó publicar obra
VAIOR VIRTUD DE LA ORACION; í quautO UUO de su ingenio , no intentasse juntamente, i
es mas inferior en el ingenio, tanto procura appeteciesse la frequencia de los Lectores, i
enfurecer mas su Stilo , i encumbrarse, como también el applauso. Marcial se precia en
los que son pequeños de statura, se empinan diversos lugares de haberlo conseguido. Ovi-
sobre los pies; i amenazan mas , los que tie- dio i otros se prometten igual gloria en h*
nen nunos fuerzas. Assi es cierto , que los que Posteridad. ¿ Como pues imagina , podrá al-
escriben con hinchada Locución , pervertida, i canzar esto el que obscuramente procede en d
de ruido grande en las palabras; i en jin los contexto de sus Palabras ? Deleitando el anir
que peccan de qualquiera manera affectada, mo ha de ser sin duda , no atormentándole..
dan indicio claro de flaqueza, no de valentía; A tres géneros pueden reducirse, según io
como los miembros hinchados no muestran es- juzgo , quanta variedad de Escriptores se ima-
tar robustos , sino enfermos ; i los que erraron ginen ( fuera digo de los que professan Ar-
el verdadero camino , se dilatan por rodeos. ies ) Poetas , Oradores , i Historiadores. Fá-
Tanto pues aquel será peor , quanto fuere mas cil fuera el probarse, según son dilatados los
obscuro. ( 2 ) En otra parte pregunta : ¿ Si po- términos, que a cada uno prescriben los V a -
dria hallarse cosa tan culpable como la Ora- rones doctos. A ninguno pues de los compre-*
ción , que para entenderse tuviesse necessidad hendidos en aquellas ciasses , dexa de ser pro-
de Interprete, siendo su maior excelencia la proprio i necessario fin el Deleitar al oiente.
Pers- De el Poeta bien se conosce , pues la nume-
rosa harmonía no tiene otro respecto, i assi
(t) Lib.2. Instimt. cap. %• por
(») L i b . 1. cap. i. (O Lib. S. cap. »•
POETICA DE ARISTOT. 117 128 ILUSTRACION DÉ LA
por essa parte suele ser su enseñanza mas transf bros de Rhetorica. Que es escusado , dice, e
cendente. Bien affirma esto Horacio en su Poé- dividir las Virtudes de la Oración , pidiend
tica , quando dice * ( i ) Que aquel Poeta po- que sea Magnifica , ique sea Deleitosa,pues
drá ser preferido a todos, que Deleitando al el Deleite que ha de causar , de las otras
Lector , le aprovechare. A l Orador attribuie excelencias suias, antes iá enseñadas, neces-
( 2 ) T u l l o las mismas dos obligaciones , De- sariamente ha de proceder. Porque d pedir,
leitar, i Enseñar j i aííade la tercera, de que que sea Perspicua i Clara j que no sea Humil-
también necessita , que es el Persuadir. Igual- de , sino Splendida , ¿para qué otro Jin puede
mente el Historiador tiene los proprios dos fi- ser, sino para que en ella se halle el Deleite,
nes , L o Util de la Enseñanza , instruiendo al de que necessita , i la Magnificencia? \o
Lector con los exemplos , i el Deleitarle. As- Maestro! N o pues enseña obscuramente , Que
si lo dicen los Maestros de la Historia, i la deleitará sin duda la Oración , como ella n o
razón es clara , pues ( j ) naturalmente en el sea Obscura , n i Humilde , que tanto es a
animo de el hombre hai siempre un deseo de nuestro proposito. Esto se funda en aquella
saber l o que ignora , que quando se reduce a proposición , que ( i ) antes previno, Ser pro-
acto le Deleita. Pues si a todos es tan neces- prio p<yr su naturaleza en todos, que reciban
sario el Deleitar , buscar tienen el medio coa Deleite, de lo que pueden percebir i apprehender
que l o consigan. Eslo pues infalible , la Pers- sin trabajo. ( 2 ) Luciano, si bien figurada-
picuidad. Crean esta verdadera proposición: mente , mostró lo mismo , aconsejando a L e -
E l artificio es, que mas regala i lisonjea el ^ui-r xiphanes , aquel ridiculo fabricador de tene-
mo t la apacible significación de el concepto; brosas extravagancias de el lenguage , Que hi-
i al contrario , lo que mas le oflFende i indig- ciesse sacrificio a las Gracias, i a la Perspi-
na ^ es aquella ¿aspereza i difficultad con que cuidad, i Quién habrá pues viviente, ó fie-
no se permitte fácil a la comprehension. Do- ros Escriptores , que dure algún espacio leien-
ctrina es de Aristóteles la que asseguro, quando do horrores mal inteligibles ? ¿Con qué ani-
su misma verdad no la acreditara bastantemen- mo quedará contra su Auctor ? ¿ I qual será
te* ( 4 ) Discurre pues altamente assi en sus L i - el abhorrecimiento a sus obras desde alli ade-
bros lante ? Sin poderse contener llamará luego al
(i) Lectorem Delectando , pañterque monendo. Medico, que también Luciano con donaire
(z) De óptimo fienere Orat. Órator dicendo animu
gudientium (IT Docet, tíT Delectat, üT permovet. sin-
(?) Videpag. i j . (O Cap. II.
(4) Lib. 3. cap. i f . (O In Lcxiphanc.
POETICA DE ARTSTOT. 129 t^o ILUSTRACmN DE LA
singular cuenta curó al proprio X.CEÍphane8 Attentamente también he io consideradoV
ridiculamente enfurecido-, imagen que con si podrían en su abono aquellos Lucífugas opr
yivos colores representa a tantos, que hoi ado- poner aun alguna apparente razón , i ninguna
lecen de el mismo- delirio de asperezas , i obs- hallo que lo sea. Porque si dixessen, Que COA
curidades. Deseando de la propria suerte, coa aquella diñicultosa < Obscuridad contraen , i
otra semejante bebida , verle vomitar estupen- giangean u n cierto respecto , i admiración^
das Locuciones, o las bombardas i pkasp ¿ Q u é cosa se puede imaginar tan sin. funda-
q u e , burilándose decia ( i ) Timocles, habia mento ? ¿Pues esta admiración i reverencia de
coihido un horrendo Orador. Lean pues, to- quién viene a ser ? Solo del torpe vulgo , o
dos los que assi venqjaosamente se hallaren de alguno, que siendo superior , dignamente
heridos, aquel Dialogo de Luciano , para que eccupa por ignorante en el aprecio de los
viéndose en él tan abatidos i burlados, ab* Doctos el lugar mas Infimo de lá plebe. Esto
horrezcan su perdición , i se rcdozgan al ver- es lo que dice San ( i ) Geronymo, Que nó
dadero camino de la Eloquencia. L«an tani^ "hai cosa tan fácil como engañar a la vileza
bien la primera Epístola de Philostrato, co- de el vulgo , a quitn es proprio admirarse
Bosceran la propria doctrina ilustremente en-^ mas de aquello que m entiende. Alto spiritu
señada. I en el ( 2 ) Epigramraa de Marcial por cierto taidria , i elevado el pensamiento
a Sexto Poeta de los tenebrosos, hallarán la quien captasse tan infeliz admiración. Pero
misma entre la natural gracia de aquel Espa- dirianme , que en la Antigüedad huvo no uno
ñol , en donde analmente concluie, Que lo que solo, que por el titulo de Obscuros merecie-
él procura en sus versos , es , que lleguen a ron memoria en la succession de las edades.
ser bitn aceptos de los mas scrupulosos Gram- Veamos pues descubiertamente qual es la es-
maticos i pero sin que sean necessarios Gram- tima con que de ellos se acuerdan los M a -
maticos , que los interpreten. I en fin otros iores. Heraclito Ephesio es sin duda el que
muchos fuera de estos pudieran leer , que i o , en primero lugar saldrá al encuentro; adver-
por no proceder infinitamente , passaré en si- tido en los escriptos de Cicerón., de San
lencio. Geronymo , i de Laercio , que escribió su v i -
I At. da iíanto para opprobrio suio , quanto fuere
•• . . . *• el spacio que durare contra el olvido; pues en
(i) Athenanislib. 6. , ella no se contiene mas, q^ue un continuado
(x) Lib. 10. Ep. zr.
Sané mea carmina, Sexte , ¡ de
Crammaticis flaceaot , E f tine Grammatiás.,'
13^ ILUSTRACION DE LA
POETICA DE ARISTOT. lyi como si diessemos presumido a alguno de m u 4
d e l i r i o , assi en las acciones, como en los Dog- hermoso , porque huviessen alabado la c o m -
mas de la Secta, que quiso instituir. Estos postura de sus faciones, los que fuessen cie-
pues dexó envueltos cuidadosamente en tinie- gos ; o a otro , porque celebrassen la excelen-
blas obscurissi mas de palabras, para cuia i n - cia de su Música , los que fuessen sordos. S i
teligencia ( i ) pedia Sócrates el socorro de u n estos son aquellos presidios con que cuidan
grande nadador llamado Delio, que de la ce- defender los miysterios , occultos en el abys-
guedad de aquel piélago redimiessc su juicio, mo de su Escuela, sobrado tiempo ha sido,
de donde después quedó en ( a ) Proverbio. el que se ha empleado en descubrir su p e r d i -
Tanto fue pues afifectador de la Obscuridad, ción. Passen los ojos por lo que el mismo
que adquirió por esso el nombre señalado de Quintiliano previene a aquel lugar suio , i es-
Tenebroso ; i el precepto primero, que enseña- cucharán la alabanza , que les es merecida.
ba al discípulo , que succedia seguirle , era^ Pero n i tampoco deben persuadirse , que i
Que obscureciesse la Oración. Otro hallo se- es fácil la empressa de la Perspicuidad , que ^
g u n d o , i parecido mucho a l humor de <d assi encarecidamente aconsejan tantos hombres
primero, ( j ) Quintiliano dá noticia de él; insignes ; n i que dexó de ser valeroso el ven-
aunque supprimiendo su nombre, si bien cimiento de el que llegó a alcanzarla. Sepan
muestra no haberle conoscido , pues por lo los que no lo han experimentado , Que acue-
que halló escripto en T i t o L i v i o , dice , Que llo que les parece, que por su blandura i sen-
huvo un Maestro ( s i n duda entiende de Gram- cillcz ( c o m o es la formula de el v u l g o ) se
matica , o Rhetorica ) que mandaba a sus dis* t fiaba ello dicho, es lo que para llegarse a de-
cipulos , que obscureciessen la Locución, usan^ «ir , costó difficiles porfías , cuidados , i desve-
do para ello de el verbo Griego orKÓna-ov OBS- lo». Cosa es bien advertida, que en tanto que
CURECÍ ( de que parece usaba también Hera- t\r esta materia pesada nos componemos , lo
clito ) originándose de alli aquella su graciosa iittil i elegante de el concepto, no puede por
alabanza,; Con quanta elegancia escribió , o inrilios fáciles, prestarse a la communicacion.
dixo i Sin duda alguna que io no le entendi. i\«|iicllo pues d i f f i c i l , fuerza ha de ser , que
l Quién podrá (contenerse a la risa , leiendo • alj',uno de los dos fatigue , o al que expri-
tan desmedido desacuerdo? Es lo mismo 111. la sentencia , o al que la attiende ; i assi
la : Go- l i l i l u de haber duda , que si padece el Lector,

r l Auctor quedó libre ; i que al contrario , eí


( i ) Laertius tradit in Socrate.
ii) Delius natafor , apud Suidan). AuLiur tudó mucho quando fácil se halló el
O) Lib. i. cap. z. Le
154. ILUSTRACION m^'A'
liallan juntas aquellas dos extremidades , que
iá vimos pedia Aristóteles , L a Grandeza sum-
t a c t o r en la inteligencia. Grande es el atajo ma de l a Locución, c o n la apacible dulztura.
die los que escriben , como para que ninguno de la Claridad. Ilustre testimonio es el que
los perciba: no sé i o , si en la duración sacri- dexó ( i ) Valerio Marcial , de. ser esta misma
ficarán también a la Posteridad. Ingeniosa-^ la opinión que de él tuvieron los Antiguos,
mente comprehendio este desengaño en pocas pues reprobando la Obscuridad , que professa-
palabras el excelente ( í ) Maestro Venusino; ba aquel Poeta Sexto, de quien hicimos mcnr
léalas el Estudioso en su lengua o r i g i n a l , que cion arriba , infiere de él u n e r r o r torpissimo,
i o voi recogiendo iá las velas a m i Discurso.. Que en su juicio serta mejor Poeta Cinna ( que
Hasta áqui procuré mostrar, quanto los ÉLie también obscuro) que Virgilio , por ser
grandes Maestros de las ilustres Artes enca- Perspicuo ; de donde se conosce bien, quanto
rezcan la importancia de la Claridad en lá era tenido por claro. D e los Oradores glo-t
Oración ; i habiendo de aprender, se debe dar. rioso cxemplo eá Gceron, ( 2 ) cuia suave í
crédito a sus preceptos ; i esto se propuso ar- ) perspicua elegancia padeció tan, indigna ca-
tiba ser l o que en Primero Itigar-importa a lumnia en el juicio de los scabrosos , que no
los discípulos. Pero luego en el Segundo, íe pudieron imitar ; como en el de Sexto nues-
Imitar a los que en las mismas Artes huviéren tro Epigrammatarlo, dice que Marón. De los
sido suj^emos ArtificéSi Insignes tres exem- Historiadores debe ser Quinto Curcio el d i g -
plos , i ái^o sobre toda comparación son' namente perfecto original, i io les assegurq;
insignes ; Iqá que señalaré aqui para Idease (dices aciertos a los que con diligencia estu-
adonde dirijan su imitación quantos professa-' diosa le frequentaren. D e la edad misma f u q
ten estas letras', i'en quien assimismo se ha- üuc V i r g i l i o , i . T u lio , o m i l i vecino a ella;,
llen altamente executadas todas las Virtudes, i c donde se debe advertir , Que quando es-
que se piden én la profession de cada u n o ; i tuvo la Eloquencia en d mas alto puncto> pre-
e n todos tres la Perspicuidad , pues es la que valeció mas la Perspicuidad en el Stilo. Pues
Üan de obsarvar principalmente. Es pues de t a n t a es laque en la Historia de Curcio' se corf
los Poetas , e l í j u e es milagro de los hom- iiosce , que por esse t i t u l o , i por el que se si-
bres , Virgilw Marón. Divinamente en él se ^;lie de e l , que (como dcxamos probado) es
I j ba-
Ci
(i) Lib. 10. Epig. I I .
(t) I n A r t . Poctic. vers. Z40. . . . "
(i) Auctor Dialogi de Oratorib... .
£x noto fictum carmtn siquar , ttt iihr quwir
Speret Uem ; Sudet multum ¡fruttraque íaboreii •' '
Auius ídem " — * '
TúrmA'^imjicmm'. ^
tífíces d e l a L o c u c i ó n . N o e s p u e s incoheren^»
« } D e l e i t e i S u a v i d a d ; t i e n e ea i a jes^mgcioii
t e , n i i i i i p o s s i b l e , A s s i l o m u c s d " a también e n
jde todos los ( i ) V a r o n e s i n s i g n e s e n l a s L e -
e l ü n d e l a Epístola señalada P h i l o s t r a t o , i e i
t r a s el lugar primero e n t r e l o s n)aiór$s q t i e
e l e g a n t i s s i m o ( i ) P e t r o n i o dá l a razón d i c i e n *
«scribieron:HiskQfia , p a r a q u e a s s i n o paiezr
d o . Que es mm distincto el ser GRANDE la
ca e l p o n e r l e i o . e n e l P a r a d o x a . im^^ilMda b o t
•Oraeiok'y i decorosa , de el ser escabrosa i,
A m i proposito; N o . h a i testimonio cierto de
TttivcTíK^aA i pues fuede LEVANTARSE ¿¿fj^n
Auctor antiguo /jquc de él ^ag» liicmori;^;
mente i fétida de una natural i apacible her- ]
^ r o d e los niodernos tiene e n su ^probación
fwojwra*. N a d i e s u p o s i g n i f i c a r l o c o n i g u a l e x -
v u n i v e r s a l m c n t e l o s v o t o s ; assi httvid^ra g o z a d o
celencia y i d e i a p r o p r i a suerte executarlo. I
ide materia florida i varia , pues »como dice
assi i o fenezco este d i s c u r s o , c o n q u e n o de
L i p s i o , i D e Aiexandro qué h a i sino g u e r r a ^
o t r a m a n e r a tendrá e l l u g a r p r i m e r o e n l a L e í - ;
P e r o e n e s s a s t e r i l i d a d d e a r g u m e n t o ; n o ;gs
c u c i ( H i e l P o e t a , q u e j u n t a r e l a Alteza coa
'possible dexarledeias manos > quando vino
la Perspicuidad, q u e l e tendrá: e n l a P o e s í a , j
.a e l l a s ; i t a n t o la a m e n i d a d d e su lengpa^
e l q u e j u n t a r e l o Ktil, i l o Deleitoso, como
ha arrebatado a los hombres doctos , que
dice Horacio. L o s medios para alcanzar a q u e -
( a ) a l g u n o d i x o , qi>e l e parecía h a b > a b a en
llas dos v i r t u d e s , enseitan los m i s m o s M a e s t r o s 1
dulces n u m e r a s métricos. Per6;iStas Urgi-
referidos^ m u c h o s son sus p r e c e p t o s , i n o f a - ^
m e n t e E r y c i o P u t e a n o discurre sus excelencias
c i l e s de^^executar ( c o m o i á d i x e ) p u e s s i e n t - |
~ a d m i r a b l e s e n u n I n i c i o i Prefación, q u e h ^ o
pre difiicil fue de c o n s e g u i r , s e g i m aifirnu
«suHistoria. ;N
-(a)Hei<mogenes a o t r o n o difiéreme p r o p o s i - ^
V o l v a n K ) s a o r a pues»a s e g u i r e l h i l o que
to , todo aquello q u e útil es i excelente ; p é - ¡
dcxamos d e l a L o c u c i ó n Trz^ci. Alto p i d e
- ro l a industria i e l desvelo vencen resistencias |
Aristóteles ( c o m o i á v i n l o s ) s u c h a r a c t e r . , i
m a i o r e s . >Pará o t r o l u g a r x«:mitto i o a h o r a s i l 1
j u n t a m e n t e Pwtpieuo. I . i á también habemos
ilustración. . . . . . ••'r i
visto , que como possible , i c o m o necessacio,
o t r o s M a e s t r o s enseñan l o p r o p r i o . I después
c . • • > ¡
(como lo propusimos) hallamos executado
aqiiello m i s m o e n los q u e fueron grandes A r -
. . DE
I4 ti-
COBudarus, Brissonius, Bizaríus , Bernartius, iit macuÍBsa , nec TVKGIÜA i sed naturaíi pulcbntúdine
EXVRGIT. r
Turnebus , Valerios Acidal. Gordonius. .
ii) Angelus DecembriusiPe Foluia ÜttsrJfriag^
158 ILUS fRACION DE LAl
aqui de considerarla en su origen , n i en la va-
r i e d ^ de su succession, sino iá.quaridoiesmvo
" D E L A M V S I C A. i perfecta entre los Griegos , i principalmente
entre los Romanos. E n ambas gentes llegó a
' : sE cCION vi. ] tener la Música summa eminencia , por aque-

I
llas grandes competencias de sus professores*,
A p a f t c quinta de la Tragedia hizo Aris-»
en los juegos 01 y m picos , Pythios , Ñemeos,
^ toteles a la Música , i la primera de to-
Isthmios, Capitolinos, i Neronios, en O l y m -
das sei^ en ja facultad de deleitar el animo. L a
pia , Smyrna , Ñapóles , i Roma. Assi vino
sexta el Apparato. Este era el adorno de las
también a ser insigne la introducida e n las Re-
personas Trágicas'j i de el Theatro , en que se
presentaciones de el Theatro , para cuio mejor
representaba. D e estas dos no trató nuestro
conoscimiento , empiezo io a discurrir en esta
Maestro , escusandose por no ser partes que
manera.
legítimamente tocassen al Poeta Trágico, pues
l a una era propria de los Músicos, i la otra La Música, dice nuestro ( i ) S. Isidoro,
db los artífices mechanicos , i otros ministros o es Harmónica , i esta consta de el sonido de
1 Magistrados j que cuidaban de los juegos Sce- la voz. O es Orgánica, i se forma con el
HYCOS.. Esto se convencñ bien ser m u i cierto^ •viento soplando. O es Rhithmyca , i se anana
d e que halla hoi perfectas las Tragedias de So- ^ con el tacto, i impulso de los dedos. Assi a aque-
phndes , i de Séneca , el qué se excrcita en su ' llas tres diferencias corresponden , el son con-
lección , pudiendo juzgar de ellas perfecta- centuoso , que salé por la garganta ; í el que
mente sin aquellas dos partes: assi como de lí»í con el viento sale por la pauta \ el que pul-
Oraciones de,Cicerón , o Demosthenes ^ faltán- sando se caussa en la Lyra , o Vigüela, o en
doles tafttbien la AccioUi Pero aunque esto e^ otro qualquiera hutrumento, que hiriéndole es
assi, ^ m i m e pareció dar:en l a occasion prOr canoro. A q u i están comprehendidas quantas
«ente alguna no vulgar notkia de ellas pror species de Música sean imaginables, i recibe
prias , eñ tanto que mas exactamente Ótrq assimismo clara luz de el lugar referido o t r o
por ventiw» prosigue este' argumejnto j iá para no vulgar de Tertuliano, de ninguna manera
exornación de ia Tragedia , iá para renovat bien entendido hasta ahora de iosque^mas des- ^
algo la memoria de las costumbres antiguaSj voladamente han tratado la occulta erudición
que suelcjser apacible occupacion. de aquel Africano. Distinguiendo pues las par-
En los Choros Trágicos , ¿A^O pues , que .; • . tes,
tenia la Afwíífüí propripr lugar. N o habemos (O Lib. |. Orig.iap. i>, - ;
aqui
140 \ LA
POETICA DE ARISTOT 139 tro; si bien la que parece , podria tener pro»
tes, que son propjrias a los juegos Theatraies priamente respecto a.la Tragedia , serla la
con singularidad , i las que tiene también el Harmónica, ( i ) en dignidad i en antigüedad
Theatro communes con otfos juegos; entro abenta ada a todas.. Clara es la conveniencia,
estas postreras pone universalmente la Música pues c concento de la voz viene a ser p r o -
toda j, significándola con estas palabras, ( i ) Que prio para los versos de los Choros, que se i
eoHsta y dice , de la voz, de los Modos , de los cantaban. Esto es lo que bl mismo Sancto
ORGANOS, i de las ITRAS. Que punctual- quiere decir en el Capimlo siguiente, i de
mente es la misma distinccion que hizo San Athéneo ( 2 ) se observa , que por essa occa-
Isidoro, habiendo tomadola de los Músicos sion los versos que se habían de cantar , se ^
antiguos. Con la voz significa la Música Har- hacían cuidadosamente regulares para la H a r -
momea i con los ÓRGANOS , la Orgánica i i con monía , como hoi succede de la propria suer-
las iTRAs, la Rhithmyca; pues , como luego te en nuestra Música. Pero sin diida tenían
veremos, la Lp-a es nombre genérico , que también lugar todos tres géneros de Música,
significa todo instrumento de cuerdas. Añadió en los Choros Trágicos; porque los versos se
también los Modos, para mostrar , que en el cantaban con la Voz, al son de mucha difife-
Theatro no se usaba de uno solo , sino de va-' rcncia Flautas, i de instrumentos de Cuer*''
rios , como después lo advierto; entendiendo das; o iá juntos todos, o iá alternándose. D e
alli los Nomos , o Leies , de que abajo se tra- varios lugares de Auctores tengo advertida
ta, no los otros sueños de los Interpretes. De estaacordad? conveniencia de instrumentos Or-
k Música pues , dice Tertuliano, tiene uso el gánicos , i Rhithmycos, que juntamente acom-
Theatro ; de que también usaban los Roma- pañaban a la Harmonía de la Voz humana,
nos en otros luegos , Pompas , i Sacrificios. 1 particularmente de algunos que trae Athc- \
Conoscerase ahora quanto los Doctos erra- neo , de Eiístathío Interprete de Homero , de '\
ron , quando para interpretar este lugar , tra-' Philostrato en la vida de Apolonio, i de Poe- ^
taron de emendarle; culpa grande , o refugio tas Latinos , que fuera el referirlos grave mo-
wdiuario en lo que no se entiende. lunta-' lestia, pero bastará por muchos un ilustre l u - '
mente allí nos enseña, que todas tres difFe-' gar de nuestro Séneca , que será aqui mui op-
, rencias de Jvlusica se frequentaban en el Thea-¿
tro;

(O L i b . De Spectacul. cap. l o . Quivero FOCE , (T


(O Casaubonus lib. 14. Obscrvac u p . g.
crgo qui reponunt , Liuer'u transiguntw.
140 JLUSTRAaONDE LA
POETICA DE ARISTOT 15^ tro; si bien la que parece , podria tener pro»
tes, que son propjrias a los juegos Theatraies priamente respecto a.Ja Tragedia , serla la
con singularidad , i las que tiene también el Harmónica, ( i ) en dignidad i en antigüedad
Theatro communes con otfos juegos; entre abenta ada a todas.. Clara es la conveniencia,
estas postreras pone universalmente la Música pues el concento de la voz viene a ser p r o -
toda ^ significándola con estas palabras, ( i ) Que prio para los versos de los Choros, que se
eoHsta f dice , de la voz, de los Modos , de los cautaban. Esto es lo que fcl mismo Sancto
ORGANOS, i de las L-JTRAS. Que punctual- quiere decir en el Capitulo siguiente, i de
mente es la misma distinccion que hizo San Atheneo ( 2 ) se observa , que por essa occa-
Isidoro, habiendo tomadola de los Músicos sion los versos que se habían de cantar , se f
antiguos. Con la voz significa la Música Har- hacían cuidadosamente regulares para la H a r -
mónica i con los ORGANOS, la Orgánica j i con monía , como hoi succede de la propria suer-
las iTRAs, la Rhithmyca; pues , como luego te en nuestra Música. Pero sin duda tenían
veremos, la Lyra es nombre genérico , que también lugar todos tres géneros de Música,
significa todo instrumento de cuerdas. Añadió en los Choros Trágicos; porque los versos se
también los Modos, para mostrar , que en el cantaban cou la Voz, al son de mucha difiíe-
Theatro no se usaba de uno solo , sino de va-' rencia de Flautas, i de instrumentos de Ocer*'
rios , como después lo advierto; entendiendo das; o iá juntos todos, o iá alternándose. D e
alli los Nomos , o Leies , de que abajo se tra- varios lugares - de Auctores tengo advertida
ta, no los otros sueños de los Interpretes. De esta acordada conveniencia de instrumentos Or«
la Música pues , dice Tertuliano, tiene uso el ganicos, i Rhithmycos, que juntamente acom-
Theatro ; de que también usaban Ir^s Roma- pñaban a la Harmonía de la Voz humana,
nos en otros luegos , Pompas , i Sacrificios. 1 particularmente de algunos que trac Athc- [
Conoscerase ahora quanto los Doctos erra- neo , de Eustathio Interprete de Homero , de
ron , quando para interpretar este lugar , tra-' Philostrato en la vida de Apolonio, i de Poe-
taron de emendarle *, culpa grande , o refugio tas Latinos , que fuera el referirlos grave mo-
wdiuario en lo que no se entiende. lunta-' lestia. Pero bastará por muchos un ilustre l u - '
mente alli nos enseña, que todas tres diffe-' gar de nuestro Séneca , que será aqui mui op«
, rencias de üNíusica se frequentaban en el Thea-^
tro; por-„ .

(O L i b . De Spectacul. cap. l o . Qua vero VOCE , (T 0 ) Ericius Putean, in Musathena capp. c. 4.


Modir) qr ORG'JiNISy LTKIS tramiguñtut, & C . Málé <0 Casaubonus lib. 14. Obícrvat. ¿ J . g..
crgo qui reponunt , Liuerij tramiguntuf.
/ POETICA DE ARISTOT. 141 " 14a ILUSTRACION DE LA
^ r t t m o . ( i ) Dice a Lucillo ¿No ves de quan siempre unos proprios los appellidos. A aque-
grande numero de voces el Choro se compone} llos quatro referidos arriba attribuie tales pro-
j^ues solo uno es el son que de todas se for- priedades ( l ) Appuleio : Que el Lydio fuesse
ska , alguna alli hai aguda , alguna gra'pe, lastimoso , i triste ; El Phrygio devoto , como
i a^una que tiene el medio entre las dos , ac- para cosas sagradas; El Dórico belicoso i I ei
tornpañan voces de mugeres a las de los hom- Iónico , que él llama lasio , vario. Véase pues
hres , i Mezclanse también Instrumentos ; alli ahora la diversidad. A l Lydio , que Appule-
jfues la voz de cada uno de por st está eth io hace lastimoso, Luciano turbulento ; A l
cubierta , pero percibense las de todos juntos. Phrygio, que aquel hace devoto , este le hace
También de otra suerte dividieron la Mú- furioso i A l Dórico , que el uno belicoso, e l
sica los Antiguos en Varios Modos. De estos otro grave; I el lasio , o lom'co, para uno es
fueron los mas celebres el Lydio , el Phrygio, vario , i suave para otro. Sus effectos signi-
el Dórico , i el Iónico, según se puede conos- ficaban assi. No es menor la variedad , que
cer de ( a ) Luciano, i de ( 5 ) Plutarcho. Otros de los mismos Modos se halla -en ( 2 ) Aris-
Auctores añaden otros, como son ( 4 ) Mar- tóteles i en ( j ) Plutarcho , i en ( 4 ) Atheneo;
ciano Cápela , ' ( 5 ) Cássiodoro , i ( 6 ) Cen- pero io no me detengo ahora* en conferirlos.
sorino, ( 7 ) Atheneo, i Heraclides Pontico. Vna cosa particular dice ( 5 ) Boecio, Que
Pero en los géneros de Melodía de atjuellos aquellos nombres de los Modos Músicos se
Modos, los Escriptores todos están mui dis- occasiona ron de las costumbres i condiciones
cordes. Alterábanse sin duda , según io juzgo, de cada nación ; i alúdalo también ( 6 ) Cas •
con el tiempo sus Leies (^Nomos las llamaban siodoro. De donde se podria inferir, la que
los Músicos Griegos) aunque la obligación fuesse mas cierta propriedad de cada uno,
de no mezclarse un Modo con otro , les puso averiguando las inclinaciones i naturalezas pro-
esse nombre, como observa Plutarcho ; si bien prias de aquellas Gentes, Pero lo que hace a
luego él mismo se lastima de la alteración i nuestro proposito es, ¿ Quál Modo fue proprio
mudanza , que se hallaba de la Música anti- de la Tragedia ? De ( 7 ) Atheneo se conosce,
gua , comparada con la de su tiempo , siendo i juntamente una grande confirmación de lo
siem-: que enseñó Boecio. Inquiere las proprieda-
(1) Epist. des
( i ) I n Harmonide. ( j ) De Música. (4) De Música,
(f) De Música (6) O el que es Auaor de los Frag- ( I ) In F L O R I D I S . (x) Lib. 8. Polític. (3) V b i
•upra. (4) Vbi supra. (y) De Música. (<Í; Lib. x. Va-
mentos que andaa con el Libro de Die Natali, Cúp. i i . liar. Epist. 40. (7) Vbi supra. ^
(7; Lib. 14. , ,
144 ILUSTRACION ÜET.A
gitio , que en el cántico de un C h o r o mismo se
POETICA DE ARISTOT. 145 difiérenciaban variamente para maior dulzura,
des de los Ionios , i halh , ser corpulentos, Como se hacia también en ia Comedia 4 assi Jo
apimosos , pertinaces , i implacables , conten- enseña ( i ) Donato , Interprete antiguo de Tc-
ciosos, desapacibles .intratables y ásperos, i rencio. Si bieft esto en los tiempos anteriores no
ffigurosos. I infiere de alli , que el Modo Io- era permittido, como io lo entiendo de Plutar-
nio no sea Jlorido , « alegre ¡ sino áspero i co ; Sino constantemente en un cántico se se-
duro i pero en donde se percibe también una guía un Modo , sin mezclarse con otros ; pero
cierta grandeza i generosidad; i luego con- en su edad, dice , que iá estaba aquello al-
cluie , Que por esso es mui conforme para la terado , i assi viene a tener litgar lo que dice
Tragedia; i admirablemente para todo m i Donato. A los instrumentos de cuerdas era
discurso advierte después, Que en su edad las proprio el Modo Dórico ; i a las nautas el
costumbres de los Ionios se habian afeminado Phrygio , i Lydio j assi se infiere de ( 2 ) Ho-
. muclio, i entorpecido Í i que de la propria racio :
suerte su Música habia degenerado con el
Bien a la Lyra en tanto.
tiempo de la primera. E l mismo Modo Ionio
Con Dórico concento,
attribuie ( i ) Plutarcho a la Tragedia, icón
Applicando la voz el dulce acento,
^ é l el Lydio \ aún dice, Que por essa caussa
I acordando la Flauta el Phrygio canto.
fueron ambos bien acceptos de Platón. Tam-i
bien le señala otro, que es diverso de los qua- D i x e , que eran los Modos Phrygio , i Lydio
tro referidos, llamado Myxclydio, de quien de las Flautas, porque aqui Horacio ambos
es proprio mover i excitar el spiritu. Dice los comprehendio con la voz Barbarumi i
pues, Que escribe Aristoxtno , haver sido Í«- esto se convence bien de el ser el Phrygio i
ventora de la Harmonia Myxolydia Sapho el Lydio Modos Barbaros. * Esto quiere de-
(una de los nueve Poetas Lyricos) i que de cir , que no eran Griegos, como lo eran los
ella la aprendieron después los Músicos Trági- otros dos de los quatro, que arriba señalé,
cos , acompañándola con la Dórica: porque es- Do-
ta infunde magestad i señorío , í la otra mueve (t) Neqtáe enim emnia ijsdem Mtiis in un» canfi»
passiones i affectos en el animo ; / de lo uno i sgebantur , sed tape mutatis.
de lo otro participa la Tragedia. Su Música (z) Epod. 9.
Sonante mistum tibijt carmen Lyra «
pues , según vemos, constaba de los Modos Hac Dorium , illii Barbarum.^
Ionio , Lydio, Myxolydio , i Dórico. I o iraa- • Festus in Barban,

(i) Vbi supra, »,


» ^. . •

POETICA DE ARISTOT, 145 ?: 146 ILUSTRACION DE LA


I^orfco , i Iónico, i otro tercero, que tam- pas de la Música. Las mudanzas eran muchas,
bién tuvieron , Eolfco. Assimismo se convence, pero las mas ordinariamente repetidas tenian
q u e entienda Horacio con la palabra Bar- V su docta i mysteriosa significación , iá de los
barumlos dos Modos Phrygw , i Lidio de las movimientos de los cielos, iá de la variedad
Flautas, de el Ihmzths Ljdias ( i ) unas ve- o stabilidad de los elementos. A este proposi-
ces , i ( 2 ) otras Phrygias. También truxe par- to podrá ver el Estudioso los Scholiastes de
ticularmente aquel lugar de Horacio , por- Aristophanes , i Pindaro , fuera de lo que des-
que en él se vea , como al son de la L y r a , i pués hablaremos de erChoro, quando se tra-
de las Flautas se cantaban los versos, que es te de las partes , que señaló Aristóteles de
de donde empezó mjestro discurso. Bien pues Quantidad a la Tragedia.
por essa razón habia en el numero de per- Observo también aqui, que habia en el
sonas que contenia el Choro , para mucha va- Choro Maestro de la Música , a quien e^a
riedad de exercicios; pues aunque Diomedes proprio el enseñarla a los otros Músicos, i
Grammatico dá a entender, que no huvo nu- después gobernarlos quando llegasse la occa-
mero prescripto en la edad de Eschylo eran sion en que cantassen: i assi mismo Maestro
señaladamente cincuenta personages, los de que ordenaba las danzas, i después las guiaba.
que el Choro Trágico se componía. Después A aquel llamaban Phonasco , a este Chorago.
los. Athenienses moderaron aquella muche- De «1 Phonasco hallo memoria expressa en
dumbre , i duró algunos años en doce solos; antiguos Glossarios, en una Sátira de las Me-
hasta que Sophocles añadiendo tres , queda- nippeas de Varron , en Suetonio, en Sidonio
.ron en quince. Entonces pues era el orden Apolinar, en Hesychio : i en otros muchos,
con que sallan al Theatro , o distribuiendose que con periphrases entienden al mismo , lla-
en tres lleras de a cinco, o en cmco de a mándole El Principe de la Música , El Pre-
tres ; i assi proporcionadamente quando ñie- ceptor Músico , &c. Creo sin duda ser el pro-
ron otros los números: toda es observación prio a quien llama Mesochoro ( i ) Plinio el
de ( j ) Ivilio Polux. Pero no solo en los Cho- Menor; estaba este en medio de el Choro,
ros se Cantaba, i se Tañia; sino que tam,- como de su nombre se coúosce , i de alli
bien se Danzaba, i se Bailaba al mismo com* hacía señal quando habian de cantar. En
K, ' pas, ( 3 ) Sidonio Apolinar hai mención también
( I ) L i b . 4 Carm. ultimo , & Cappella, de
( i ) Lib: 4. Carm. i . & aiiás. (i) Lib. z. Epist. 14,
( j ) Lib. 4. cap. i f , . (1) Lib. 1. Epist. u
-POETICA DE ARISTOT. ^47 148 XWSTRACION DE LA
de é l , i en el Scholiaste antiguo de luvenal.
Era semejante su cxercicio , al que hoi "tienen DIVISIÓN DE IOSPEXSONAGESTXAGICOS.
los Maestros de Capilla; i el lugar donde le
colocaban a proposito « pues igualmente des- Tres eran pues los géneros de personas que
de alli podia gobernar la Música de todos con tenian parte en la representación de la Trage-
los compasses , que el movimiento de la ma- dia : Los Músicos , los Danzarines , i los Re-
no suele significar ; que assi observo io lo presentantes : i^e cada un genero de los tres
hadan también los Antiguos. Con elegancia habia diversas species i discurro, aunque bre-
lo muestra ( i ) Philostrato en la Imagen de vemente I por ellos en esta manera.
Venus. A l l i pincta un Choro de Nymphas,
I entre ellas la que como Maestro volvía a Mvs ICOS.
mirar a la que parecía desentonarse j corri-
giéndola , i gobernando a todas con el compás Iá tenemos de los Músicos alguna noticia»
de su mano. Casi con las mismas palabras imi- pues habemos visto , que unos Cantaban, otros.
tó este lugar ( 2 ) Aristeneto , pero su Inter- Tocaban instrumentos de Cuerdas , i otros
prete Latino no lo advirtió , comettiendo por Animaban Flautas con el spiritu. Inquirir lo
essa caussa un error manifiesto en su traduc- speculativo de la Música antigua , si bien no)
ción. El que se llamaba Choro didascalo pro- fuera difl3icultoso , habiendo hoi antiguos i
fessaba lo mismo , como lo muestra Diogenes Escriptores que la tratan, fuera empero po-
Laercio en la vida de Diogenes Cynico. De- co apacible doctrina para este lugar. Solo pues
el Chorago hacen mención lulio Polux, i podran ser opportunas advertencias, a m i jui-
Atheneo. ( j ) Demetrio Byzantio escribe, que cio , aquellas que , o por notables , o por se-,
antiguamente era el que presidia al Choro , i incjatites a la Música, que en nuestra edad
le gobernaba , i guiaba ; no como en su tiem- conoscemos , huviéren de deleitar , o instruir
po , que el Chorago cuidaba de el apparato al Estudioso. De los Cantores ( que S. Isidoro
Scenico, como luego veremos. Jlania Harmónicas ) observo haber sido extre-
madamente cuidadosos , iá de mejorar la voz,
l i de conservarla. Ambas cosas se inducen de
( r ) Suetonio , i también que para conseguir-
¡jb ambas, a ninguna diligencia se perdonó
( 1 ) L i b . X. Tconum. Glau-
(2) L i b . I . Epist. 10.
O) L i b . 4. de Poematc* co InNeronc cap. zo.
POEfiCA DE ARTSTOT. 14^/ 150 ILUSTRACIONDn LA-
Claudio Nerón , V I . Emperador de Roma , i l a blandura de la voz , esse mantenimiento.
locamente ambicioso de la Música , pero coa ¿ Pero qual hombre humilde de la plebe, n0
singularidad de la que era propria a"^a Trage^ soberano Trincipe , compró tan ásperamente
dia ; empleando grandes i continuos desvelos aquella blandura ? Otras tan ridiculas diligen-
en, su exercicio , con los Maestros que se ha* cias para, la Música refiere después el mismo
liaban entonces mas insignes. Solicitaba di« Suetonio , prosiguiendo en su vida, que io
versas, i penosissimas evaaiaclones de el es- dexo ahora en silencio , i passo á las que eran
tomago para esse fin ; privábase de frutas, i communes a muchos, ( i ) Aristóteles reprueba
de qualesquiera otros manjares offensivos; i el uso Venéreo para la voz , i los Romanos
llegó a snfifrir una pesada lamina de plomo se le impedían tan rigurosamente con las F i -
sobre el pecho, con que echado de espaldas bulas y comp ( 2 ) Cornelio Celso lo refiere,
exercitaba la voz : voluntario i railo martyrio, i de quien con donaire summo hablan varias
cuio effecto , a nuestro entender h o i , parece veces nuestro Valerio Marcial, luvenal, i
habia de ser en la Música mui oppuesto a su otros. ( 5 ) San Isidoro escribe, Que los anti*
intención. No solo pues refiere esto Suetonio, guos Músicos el dia antes qiu huviessen dé '
Historiador tan grave, sino ( i ^ Plinio el Ma- cantar no comían , i que eran legumbres ordir
ior , auctorizadó por tantos títulos en todas nanamente su mantetdmiento ; de donde nació
las edades, añadiendo mas , Que eran excessi- que se llamassen Fabarios los Cantores. Por-
vas las voces con que cantaba , puesto en aquel que se sustentaban con habas, quiere decirr
tormento j i que fue él mismo también el in- manjar también alabado para la voz por P l i '
ventor de aquella lisonja de la Música. ( 2 ) En n i o , i Dioscorides. Quando succedia haberse
otro lugar cuenta de el proprio Emperador enronquecido de el exercicio demasiado los
otro excesso no menos admirable: Que para personages Trágicos , o iá fu^se cintando , o
il mismo effecto de la voz , en todos los meses iá representando, los curaba ( 4 ) Galeno con
de el Estio m comia otra cosa alguna sino frequentes baños de agirá dulce, i con man-
eran puerros ; i que aun de pan no se atrebia jares suaves , i solutivos. De esta ambición,
a tomar un bocado. Bien es verdad, que el
con
proprio Escriptor alaba en ( j ) otra parte, para
( O Lib. 7.deAmmalib.
K j la (z) > Lib. 7. cap. 2 ; .
( O Lib. i . deDivinis Offic. cap. i * .
( i ) Lib. 34«cap. to, ( 4 ) L i b , 7. De Compositione Medicamento,
( i ) Lib. 16 cap. «. Ufi.Xai, Tcaroüf , sive secmdwn locos, c^p. 1, ^
O ) Lib. xo. cap. .
POETICA DE ARISTOT. j ^ t 15a ILUSTRACION'DÉ LA
%on tan penosas diligencias procura<jIa de Ix instrumentos de cuerdas, i para el O r g a n o ,
Antigüedad en su Música , se puede bien co- aunque con differentes señales, o Notas , q u e
legir , <pe hizo sin duda bentaja a la que h o i este era el nombre que tenian. Manifiestamen-
akanzaipos, quaodo de los efiéctos que de te lo muestra ( 1 ) Boecio, i que la cifra era de
ella dexaron escriptos los Maiores, no se con- letras Griegas, iá con alguna mudanza , o i ¿ ,
venciera. ¿ Pues quando pudo nuestra Harmo- Vueltas. Alypio Escriptor Griego compuso u n
libro de éstas Notas Músicas , que h o i se
nía , sin otra alguna medicina sanar gravissi-
nias passiones de el animo , phrenesies , i de- guarda en la Bibliothecá Vaticana ; i ( 2 ) V i - |
cencío Galileo trae un Cántico Griego a p u n -
lirios , i también otras varias enferiliedades de •
ctado /cn la forma antigua , Cufo Modo en la i
el. cuerpo , como, en la edad passada era or- i
Música era Lydio , que le halló assi en unos
dinario ? ¿ Habem¿s conoscido por ventura no- ^
pergaminos antiquissimos , monumento sin
sotros algún Músico , que como Asclepiades
duda digno de vendracion. -
corrigiesse , íenfrcnasse con el concento Hat-
monioso los sediciosos alborotos de ,el pueblo? También es cierto , Que los antiguos G r i e -
¿ O algún Dánion , cuja melodía de los Mo- gos significaron las difí'erencias i variedades de
dos graves pudo sossegar la insolencia de los ía voz , por Notas semejantes a estas ,
que se turbaban con Ja embriaguez? Xeno- Re , M i , Fa , Sol, La , que después inven-
crates curó los locos con la Música , Thales tó Guidon Aretino .grande Músico en el Si-
Cretense pestes rigurosas, Theophrasto a los glo undécimo , i que communmente también
que padecían ceática, i muchos otros a los hoi nosotros usamos , eínscñando entonces a ^
que mordieron, víboras i differentes animales, cantar por ellas, assi como por estas succede
como en * Aristóteles se lee , en * Atheneo, ahora. Luis Septalio, Varón mui docto , quie-
en * Plutarcho, en • Capella , en ( i ) Aulo re que fuessen aquellas Notas antiguas las sie-
Gelio , i en ( a ) Sexto Empírico. te letras Vocales Griegas , i que con sus so-
Observación fue mia , i después entiendo nidos solos differenciassén las voces músicas;
ba sido de otros , Que cantaron I9S Antiguos pero no trae testimonio alguno que lo confir-
Jpor cifras , apunctando en los tonos las dif- me. Solo acredita bien con Erycio Puteano
ferencias de ia, voz, como hoi se hace para los haber conoscido los Maiores Siete differencias
K4 ins- - de

* Locis laadatís. (\. 4. Z)f Afáwj,cap. ;


( i ) L i b . 4. cap. I j * '
(i) Lib. 6. 44ven, Malbematkm
POÉTICA m ARISTOT. 155 154 ILUSTRACION ns LA
de voces , como dixo ( i ) VhgUio ; no seis, es suave y como sé vé en los que TERETIZAI?,
como ahora se zdmlttcn ; por cuia caussa el que es lo mismo que si dixera, En los que
mismo ( 2 ) Puteano anadio la séptima B i , a SOLFEAN , pues entoHces es mas suave la voz
las referidas de el Aretino. Pero sin duda de una Flauta, o de una Lyra} Verdad que
(j*) Aristóteles en sus Problemas (advierto ' de la experiencia ninguno ignora; ^'pues quién
i o ) parece haber significado aquella forma no se ha deleitado mas con las variedades de
de Música , usada en el Arte, diciendo, Que* un instrumento , que con el desapacible i re-
i con ella Teretizahan; assi como nosotros ded-f petido canto de aquellas sylabas, Sol , i ^ ,
mos, que Solfean. De donde mas seguramen- MiyScc. que ningún sentido contienen ? I
te se podria conjeturar , Que fueron algunas assi es una de las caussas que propone de este
de las Notas suias las Sylabas 7> , JRÍ , 21,' effecto el Philosopho , El juzgar la voz de el
hombre -mas suarve, no tanto por sí propria,
Zai&ic. I bien de alli haber procedido , que
como por los conceptoft, que con ella' se sig-
Taren, Teretismata, Teretismi, se usurpassen
nifican. . * . ;
por géneros de Música , referidos i repetidos^
muchas veces de los Grammaticos Griegos, De las que en nuestra Música se Uanian
como se hallan éh Phrynicho , Hesychio , el- hoi Falsas , hallo io también memoria en la
Grande Etymologico, lulio Polüx , i Suidas. Música antigua ; si>noloesde la voz , qiíe hoi
Mas ¿c qualquiera manera que lo considere-" también se Ihtfx^ Faisete. Expressamente las
mos, en lo que puede haber question, solo' ncímbrai ( i ) Cicerón;, i muestra ser unas mis-
es, en-quales fuessen las Notas , con que se mas 1, en las señas, qíie de. ellas dá , pues di-
enseñaba la Arte de la Música; no en que ce ^ Que eran unas 'úecis mas blandas i deli-
con ellas se aprendiesse , pues de la sentencia cadas que ks otras epteras ijirmes.
de el Problema manifiestamente se induce , in-
quiriendo el Maestro con singular adverten-
cia , Qual sea la occasion , que siendo la voz
de el hombre mas suave que otra alguna, quan-
do canta sin palabras que hagan sentido , no
es
DE
(i) L i b . <. A E o e i d .
-• ...... Septem ditertmma vocum»
(i) Tn Mndulata Fallade. judm ctrítKS-severa. ^^i^At, I^Uí.yL4E,
(j) Saccion. i 9 . Proverb. l o , -
POÉTICA m ARISTOT. 155 154 ILUSTRACION DE LA
de voces , como dixo ( i ) Virgilio ; no seis, es suave , como se vé en los que TEXETIZAK,
como ahora se admitten ; por cuia caussa el que es lo mismo que si dixera, En los q u e
mismo ( 2 ) Puteano anadio la séptima Bi, a s o i F E A N , pttes entonces es mas suave la voz
las referidas de el Aretino. Pero sin duda de una Flauta, o de una Lyra "i Verdad q u e
( j ) Aristóteles en sus Problemas (advierto ' de la experiencia ninguno ignora; ¿ pues quién
i o ) parece haber significado aquella forma n o se ha deleitado mas con las variedades d e
de Música , usada en el A r t e , diciendo, Que- un instrumento , que con el desapacible i r e -
con ella Teretizahan; assi como nosotros deci-r petido canto de aquellas sylabas, Sol , Re,
mos, que Solfean. D e donde mas seguramen- MiyScc. que ningún sentido contienen ? I
te se podria conjeturar, Que fueron algunas assi es una de las caussas que propone de este
de las Notas suias las Sylabas Te , R» ,Ti,' effecto el Philosopho , E l juzgar la voz de el
hombre -mas suarve, no tanto por si propria,
ZayScc. T bien de alli haber procedido , que
cmo por los concepto^, que con ella - se sig-
Taren , Teretismata, Teretismi, se usurpassen
nifican. . . ' . ;
por géneros de Música , referidos i repetidos'
muchas veces de los Grammaticos Griegos, D e las que en nuestra Música se Uanian
como se hallan en Phrynicho , Hesychio , el hoi Falsas , hallo io. también memoria en la
Grande Etymologico, l u l i o Polux , i Suidas. Música antigua ; si>noloesde la voz , que h o i
Mas de qualquiera manera que lo considere-" también se Ihnx^ Faisete. Expressamente las
mos , en lo que puede haber question, solo ncímbrai ( i ) Cicerón;, i muestra ser unas mis-
es, en quales fuessen las Notas , con que se mas „ en las señas, qtoe de. ellas dá , pues d i -
eiTseñaba la Arte de la Música; no en que ce vQw* eran unas 'úeds mas blandas i del*-
con ellas se aprendiesse , pues de la sentencia e4das f*e ks otras epteras ijirmes.
de el Problema manifiestamente se induce , i n -
quiriendo el Maestro con singular adverten-
cia , Qual sea la occasion , que siendo la voz
de el hombre mas suave que otra alguna, quan-
do canta sin palabras que hagan sentido , no
es

DE
(i) L i b . <. AEncid.
(i) I n Modulara Pallade.
O) Stíction. 19. Proverb. l o , •
TOFitCA DE ARISTOT. 155 156 ILUSTRACÉONDE LA'
en su forma están discordes los Antiguos , p e -
DE LA M V S I C A D E ro nace de confundir los tiempos.'.La que l í o -
Instrumentos. jnero describe en un Hymno de Mercurio, pa-
rece fue el origen de todas , i en quien se ha-
llaban diversidad de partes, que dieron oc-
SECCION, VIL casion a con&indir los Instrumentos. Declaro
esto mas; dice Homero, Que a una concha

L
I N S T U V M E N T O S J>E CVEllDAS. de Tortuga ( mui grande > según Eustathio
después de haberla cabado Mercurio, atra^
A Música de Instrumentos de cuerdas besó én las orillas de la concha par la part€
( es la MJiithmfca, según vimos en San, hueca unas cañas'partidas , i mcima de ella
Isidoro ) era muí dulce , í ^ssi attribuieron al- estendio una piel de toro ; luego le añadió d
gunos Gentiles al mismo Apolo su invención», brazos , i un palo derecho atrabesadaen el
otros a Mercurio. l o , después de larga obser-; tomo tugo, t poniéndola siete cuerdas ^fue L
vaoion de los Escriptores antiguos, vengo a ra. Aquellos que Homero hace brazos, ( i )
persuadirme, que el nombre Lyra, i Citha-\ jotros llamaron Cuernos ; a que aludió también
• ra (siendo una cosa propria ) eran gencd-. el (2) Ariosto en su Orlando , nombrando
eos 4 i communes a todos los instrumentos de Cornuta a la Lyra ; i de donde se confundió
Cuerdas; si bien había innumerables speciei; esta con otra , que muchos siglos después tu-
de ellos con otros particulares nombres , i vo principio , cuiá forma se representa con
formas diíFerentes, que lo uno i lo otro se dos SS encontradas , 8S por la semejanza que
propagado siempre a numero infinito , con l^. tienen con dos cuernos, que también se pu-
succession de las edades, pues en s^s Instru- siessen encontrados. Siendo assi ,'que aquella
mentos se verifica también lo que. dixo primera constaba de la tortuga , i de aquellos
Anaxilas , Que la Música es como la Libya-i brazos torcidos, i esta de solos los brazos; si
que engendra todos los años algunafieradif- bien por el origen de la primera muchos
ferente. No obstante pues la genérica signifij Poetas antiguos llaman Abusivamente ( j ) ^ol•-
cacion , que con el tiempo adquirió la Lyra, í»-
en su principio Instrumento fue special , i el ( i ) Ptolemafus, Philostratus.
primero que se inventó de Cuerdas, aunque (i) Canco 16, • .
en Fttgtovenetto , cbe col dolce canto,
Concorde al luon de la Cornuta Cetra &C»
(i^ In Hyacintho.
(}) Tettudinem.
158 mUSTRACION DE LA
POETICA DE ARISTOT. 157 ras) i assi se halla en muchas imágenes ant
tuga a la postrera , i de ella se han de enten- guas , i lo dice ( i ) Macrobio , (2) S. Isido
der , aunque no fue conípuesta de aquella ro , (5) Horacio , i (4) Ovidio. Todas sie
materia; pero quando hablan de Apolo , o eran distinctas en el sonido , i tenian nombre
Mejrcurio , se entiéndela primera JLyra, i differentes > que io ahora no refiero. Pero de
Propr lamente usan entonces de aquel nombre, pués se aumentó mucho , i variamente aque
pues de aquella materia- constaba verdadera- numero , como lo testifican (5) Atheiieo ,
mente. De una suerte i de otra hai exemplos lulio Polu^ usando a un mismo tiempo d
en Horacio, i en otrQS Poetas, l^a forma de instrumentos diflFerentes en numero de Cuer
la primera Lyra casi se puede percibir , con- das. Assi lo vemos hoi en nuestras Vigüelas
siderando la cara de un toro , i que en los Laúdes, Tiorbas, Harpas, &c. * Censorino,
dos remates de los cuernos se atraviesse un Boecio, Capella, i S. Isidoro advierten tam
palo , que es el que arriba llamé iugo. £a bién aquella variedad.
las Imágenes Celestes , la Constelación de la
Lyra se debefigurarcomo la que pincta Ho- Los modos pues que huvo de tocar aque-
mero de Mercurio, pues él fue quien la dio llas Lyras, son también dignos de saberse:
a Orpheo ; i assi se halló en el Manuscripto io hallo que fueron quatro. £1 mas ordinario,
antiguo de Arato, donde estaban pinctadas las i mas fácil, era con el Plectro , cuio uso er
Constelaciones, i de donde las trasladó a su proprio a la mano derecha. Su materia cuer
impression Hugon Grocio; pero huvo de re- no , según enseña (6) Platón ; su Forma tam--
presentar los brazos mas pequeños » i maior el bien al principio se señala. Con él pues se he-
cuerpo de la Lyra. De la postrera se hallan rían , i pulsaban las Cuerdas con golpes leves,
hoL muchas imágenes en marmoles antiguos, i artificiosos, demanera que hiciessen consor
principalmente en statuas de Apolo , Mercu- nancia ; i a un mismo tiempo con la mano si-
rio , i Hercules Musageta , de la manera que niestra , por el otro lado de la Lyra se pun-
alprincipio de este Libro entre los Instru- cteaban las proprias Cuerdas, como vemos en
mentos ScenicQS se vé pinctada. I unos i otros
copias son , de los que en diversos Monumen- (i) Lib. i.Samrn.
tos se conservan aún de la Antigüedad en
Roma. Communmente la Lyra era de sieti O ) Lib. ?. Carm. 11.
(4^ Lib. f. Pastor. . >
Cuerdas , como hoi nuestra Guitarra ( pues (jr) Locis laudatis.
por una se reputa cada una de las dos dupli- • Locis laudatis.
cadas de un mismo tono , segundas i terce- ( í ) Lib. 7» De Lcgib.
ras')
POETICA DE ARISTÓT 159
el Harpa. La primera Música de el Plectro 160 IWSTRACION DE LA
llamaban Tañerfuera ; i la segunda de la ma- csquisito de Publio Pomponio Segundo , E$-
no Tañer deutro ; occasionandose estos térmi- criptor Trágico , en los versos de un Che»© :
nos de la postura de las Cuerdas, que era so- ( i ) D ^ los hombros pendiente
bre la una cara de la Lyra (como se vé en
La dulce Lyra, en números diversos ,
todas las sculpidas en piedras } para que el . Dé música a las danzas conveniente.
Plectro las pudiesse toc^ , o el Arco , co- &c. ,
mo luego digo ; i assi por la parte que esta- , Pero quando * Pindaro muestra , que estaba
ban fuera las Cuerdas, pulsaba el Plectro , i suspensa de un Clavo , era estando guardada.
propriamente aquello era Tañer fuera ; i por También de la descripción de Appuleio se con-
la parte oppuesta venia a estar la siniestra firma lo que arriba dixe , que el uso del Ple-
mano como dentro de la Lyra , para llegar a ctro en las Cuerdas era , con golpes hiriendo-
las Cuerdas , i por esso aquello se llamaba las , i pulsándolas. Con otro lugar ( pudiendo
^ Tañer dentro. Con esto quedará entendido ( i ) con muchos) pruebo lo mismo, por ser de
Asconio Pediano , quándo trata no bien pers- nuestra Tragedia. Habla Agamemnon de Achi-
picuamente esta diíFerencia. También (2) Ap- les en el Acto 2.
{iuleio , quand6 describe una elegante Statua
(2) • Suaves
de un Músico, que Polycrate Tyrano dedicó
en Samos a limó. Dice , Que tenia la Cithard Nervios en tanto con el Plectro bland
f endiente de una banda artificiosamente labra- A la Lyra pulsando.
da , i qur con la mano siniestra , alargando (5) Cornuto , Interprete antiguo de Pcrsio,
los dedos , tocaba las Cuerdas; i con la dere^ hace assi memoria de este modo de tocar la
tka 'afplicaha el Plectro a la Cithara , coma _ Lyra , i Philostrato en la Imagen de Orpheo.
p^ra herirla. De aqui sabemos , qué ponían También se convence de la (4) statua deHer-
suspensa de el cuello la Lyra; i bien estaba cu-
assi dispuesto , pues con ninguna de las ma- ( i ) Tendeat ex humirít dulcís cbel/t, apta cboreu,
nos podian tenerla. Verificólo con un lugar
Et números edat varior &c.
es- * Clavo vero susf)ehsafn Lyrana reponi solítam,
(i) 1(1 ?. Verr. Suum canunt Citbarista utr'mique ex Pindaro didici Od. i . OJymp.
mamt fmgmtur officto. Dextera Plectro uthur , e?" ooc —— A A A a Acú^ÍAV cLTro ^l^fjuyyet, ^aarti^/^
est FOKIS CANEKE ; Sirtittra Seitu tbordat earpit , ísr Á^fJíCiAV , &c.
bocestINTVS CANEKE. Sed Porteam Citbaram Á Clone exime ^ &C.
' {i) InFieridií, ^ (x) Levi canoram verberara plectro Chelym.
(O Ad Sat. 6.
(4) Apud Boissardum Pare. 4. Amifuitaf. Romanar^
POETICA DE ARISTOT 159
el Harpa. La primera Música de el Plectro 160 ILUSTRACION DE LA
llamaban Tañerfuera ; i la segunda de la ma- csquisito de Publio Pomponio Segundo , E
no Tañer dentro ; occasionandose estos térmi- criptor Trágico , en los versos de un Chctfo
nos de la postura de las Cuerdas, que era so- ( i ) D ^ los hombros pendiente
bre la una cara de lá Lyra ( como se vé en
todas las sculpidas en piedras ) para que el La dulce Lyra, en números diver
Dé música a las danzas convenie
Plectro las pudiesse toc^ , o el Arco , co-
' &c. , ,
mo luego digo í i assi por la parte que esta-
Pero quando • Pindaro muestra , que estab
ban fuera las Cuerdas, pulsaba el Plectro , i suspensa de un Clavo , era estando guardad
propriamente aquello era Tañer fuera; i por También de la descripción de Appuleio se co
la parte oppuesta venia a estar la siniestra firma lo que arriba dixe , que el uso del Pl
mano como dentro de la Lyra , para llegar a ctro en las Cuerdas era , con golpes hiriendo
las Cuerdas , i por esso aquello se llamaba las , i pulsándolas. Con otro lugar ( pudiend
Tañer dentro. Con esto quedará entendido ( i ) con muchos } pruebo lo mismo , por ser d
Asconio Pediano , quándo trata no bien pers- nuestra Tragedia. Habla Agamemnon de Ach
picuamente esta diffcrcncia. También (2) Ap- les en el Acto a.
fiulcio , quandí) describe una elegante Statua (2) • Suaves
de un Músico, qne Polycrate Tyrano dedicó
en Samos a lü'no. Dice , Que tenia la Cithara Nervios en tanto con el Plectro bla
f endiente de una banda artificiosamente labra- A la Lyra pulsando.
da , i que' con la mano siniestra , alargando ( j ) Cornuto , Interprete antiguo de Pcrsio,
los dedos , tocaba las Cuerdas; i con la dere^ hace assi memoria de este modo de tocar la
cha 'applicaba el Plectro a la Cithara , como _ Lyra , i Philostrato en la Imagen de Orph
P^ra herirla. De áqui sabemos , qué ponían También se convence de la (4) statua deHer-
suspensa de el cuello la Lyra; i bien estaba cu-
assi dispuesto , pues con ninguna de las ma- (i) Pendeat ex bunuris dulcís cbelyt , apta chor
nos podian tenerla. Verificólo con un lugar Et números edat varios &c.
cs- * Clavo vero susí)ehsam Lyram reponi solitajm,
(i) I n ?. Verr. Síiatm canunt Chbarítt<e utrmque ex Pindaro didici Od. i . Olytnp.
manut fmguntur officio. Dextera Plectro uthur , er ioc
eit FORfS CANEKE ; Sinuira £ath (bordas carPit , «r
bocestINTVS CANERE. Sed Doricam Citbaram i Clave exime ^ &c.
(z) Levi canoram verbtrant plectro Chelym.
(i) InFlortiii, V •-•—1... rWMi'
(O AdSat. <í.
(4) Apud Boissardum Part. 4 . Antuptitat. Romanar^
162 ILUSTRACION DE LA
POETICA DE ARISTOT. I6T en sü Poema de Achiles; i ( i ) Marcial,
cules Musageta , que Tito Celso guarda hoi quando muestra , Que los que assi cithariza-
en Roma. En la mano derecha se vé como tie- ban , de la mucha frequenfia de tocar con el
ne el Plectro, cuia forma se debe notar ; i en dedo primero las Cuerdas , se le herían i i por
la siniestra la Lyra. Platón enseña lo mismo, esso aconseja, Que usen mas ordinariamente
quando en el Lib. 7. de sus Lcús reprueba el de el Plectro.
abuso de hacer la mano derecha mas fuerte i El tercero modo que io hallo , de ningu-
abentajada con el ejercicio que la siniestra, no le he visto hasta ahora advertido. Era pun-
pues la naturaleza 1/s hizo iguales. cteando con los dedos de ambas manos la Ly-
El segundo modo que huvo de tocar la ra , de la propria suerte que hoi vemos se ta-
Lyra , fue con sola la mano siniestra , pun- ñe la harpa. De esta forma se conosce en un
cteando, como dixe, las Cuerdas , sin que aiu- sepulchro Romano speciosissimo , tañendo la
dasse la derecha con el Plectro, cuia dificul- Lyra un Centauro , que sin duda representa a
tad encarece también ( i ) Asconio , admiran- Chiron , grande Maestro de la Música , i que
dolo mucho en un Músico llamado Aspcndio, lo fue de Achiles , como de nuestra (2) Tra-
que la tañía de aquella suerte ; como también gedia consta, ( j ) Boissardo le trae en sus An-
de él mismo lo aífirma (2) Cicerón, i que tigüedades, cuia imagen , con otras alli ¿gu-
le dio muerte C. Verres. El primero que tocó iadas , dará mucha luz a estas nuestras obser-
3a Lyra de este modo , dice ( j ) lulio Polux, vaciones. De este modo pues de tocar la Lyra
que fue Epígono un Músico de Ambracia. creo SjE ha de entender (4} Papinio, quando
También hoi hacen lo proprio en nuestros dice en su Tbebaida, Que cantaba Apolo a
laúdes , i tiorbas, pero personas raras , i ad- son qUe sus manos hadan , tocando la Cith
mirables mucho en su arte. C<m sola, digo, La voz Latina lo significa mas.
la mano siniestra , sin llegar la derecha , en el
£1 quarto modo tampoco ha sido casi has-
brazo de el Instrumento sobre los trastes . for-
man harmonía mui suave. De este modo de U
Música se ha de entender (4) Stacio Papinio
L m ' ( i ) Lib. 14. Epigr. i6f.
Férvida ne frito tibi pellice pumla ¡urgat,
Exoment dociltm garrida Plectra Lyram,
( i ) Ibídem. . (i) In Choro Act. 3.
(x) Orat. }. in Verrem. ( 0 Toro. 3.
( j ) Lib 9. cap. 9» (4) Lib. 6.
( 4 ) Lib. I - JfUerea cantu Mutarum nohile mulcens
——— Ducítque manum, dí^otqM s<marH> Concilium , Cithar<t(\ue manuí injtrtut Apollo,
Infr'mgit CUbard. id ett , Jocerprcte Luctacio , Manui hahem insertas.
POETICA DE ARISTOT. i6j 164 ILUSTRACION DE LA
ta ahora manifiesto. Era como ei primero , si- lia al Theatro, señala la Lyra , i los Cothu
no que en lugar de el Plectro , que pulsaba nos, con que. sigjiifica ser en acciones Trágica
las Cuerdas, usaban de Auo, que las raía. De También en una medalla de Pomponio Se-
esta misma ( i ) voz se valió Sophocles en una gundo , ( i ) ilustre Escriptor de Tragedias en
Tragedia , que refiere Atheneo ; de donde io el imperio de Caligula, i Claudio (como
colegi este modo de tocar las Cuerdas; i Da- consta de Dion, i Tácito ) se vé en el re-
lecampio nota , ser a la traza como en nues- verso sculpida una Musa, que en la mano
tra edad se tapen los Violones , i Violines, siniestra tiene una Lyra , i en la derecha el
ctín cuio exemplo queda bien entendido. Con- Plectro , como proprio Instrumento de sus
véncelo el (2) Festo de Paulo , i Verrio Plac- Choros.
eo , pues expressamente llaman 2 estos Músicos
HAEDOBES ,porquejparc.ce que RAEN las Cuer- INSTRVMENTOS D I F I A U T A Í .
das quando las hieren. I todo en fin se aiuda
mucho con un lugar de Horacio en la Poeti- , íy Resta iá soló pues, el tratar de la Musi'
ca , quando quiere que haya perdón para al- ' ta Orgánica de la Tragedia, que constaba de
gunos descuidos de los Poetas, (5) Pues no í Instrumentos de Flautas. Commun fue s
simpre , dice , obedecen las Cuerdas al inten- I uso en los Sacrificios, en las Exequ ias funera-
to de el Músico, m hiere el ARCO las que quería. I les , en los Convites, en las Bodas , i con gran-
Assi entienden Varones mui doctos este lugar. de frequencia en el Theatro para las Gome-
Para disculpar lo que aqui me he alarga- diá's , i Tragedias. Efficaz genero de Música,
do, advierto , haber sido proprio Instrumento como dice (2) Piutarcho; pero sin duda me-
de la Tragedia la Lyra , o Cithara. El prime- nos noble que los otros , i por esso abhorre-
ro que la introduxo en sus Choros fue So- cido , i dexado de su mismo Artífice primero,
phocles ; i assi pusieron los Griegos una statua pues dice (5) Eustathio , Que fue su Inven-
suia en un pórtico de Athenas , llamado Pe- tora Minerva , i que advirtiendo la fealdad
cile , con una Lyra en las manos. I Xiphili- 5«í caussdba en el rostro el spiritu, con que s
no refiriendo de Ñeron el adorno con que sa- animaba la Flauta, la arrojó , abominand
L 2 lia
su

(i) Raiofet fidicinet Scñ, qtda videníur cordat ktu


Radere. (z) Symposiac 7. cap. g.
O) Ad Lib. í. lÜ4á.
(3) Nec semptrferltt qtufdcwnque mnabitur ARCVS.
POETICA pn ARISTOT, 1B5 \66 miSTRACIONm LA ,
ytf Música. Melanippides en ia Ti^^cáiz Sa« das ? i tal vez de la continuación de escu
tyrica , intitulada Marsyas , dice lo mismo, procede astio, i se appetece el otro me
i otros muchos. Por la propria caussa dexó la ntable.
Nobleza de Athenas, desde Alcibiades , el uso Hallase memoria en el Theatro de Fla
de estos Instrumentos, como de Pamphila, tas Iguales, Desiguales; Derechas, i S
Historiadora Gxit^z txi el Imperio de Nerón, tras. Festo distingue las Iguales , i Desi
refiere ( i ) Aulo Gelio. De esso se occasionó les , no por el tamaño , sino por el numero
después, El inventarse una cierta ligadura, o los agugcros. I las Derechas, i Siniest
mascarilla para el rostro , que , como enscíía por tenerlas con la mano Derecha , o Sinie
(a) Piutarcho , moderasse la violencia de el tra, Pero es necessario advertir también , qu
aliento , que soplando se comunica a la Flau- cstuviessen al lado derecho , o siniestro de
ta i I que también encubriesse la deformidad, boca. De las Derechas era el son agudo ,
^ entonces se caussa en el rostro. El ptoprio las Siniestras grave. Infiérese ingeniosam
( j ) Piutarcho. cuenta , Haber usado Marsyas te de ( i ) Plinio , quando dice, Que la par
también de aquella mascarilla. I de la misma de la caña próxima a la raiz , es buena pa
suerte manifiesta la inferioridad de esta Mu- la Flauta Siniestra; i la parte de la pun
»ica , lo que dice (4) Cicerón , traído de los para la Derecha. Es la razón, que por
Griegos , Que los que no habían podido ser puncta es ajigosta, i por la raiz ancha; i (2
Músicos de la/ Citharas , lo eran de las Flatir Galeno enseña , que el grave son no se pued
tas. I es assi a este proposito lo que Thea- caussar sino con anchura i el agudo con e
no , o en terminación mas propria a nosotros, , trecheza. De Flautas Serranas hai memo
Theana , una Poeta Griega , escribió en una también en la Scena : dicen , Que eran de agu
elegante Carta a Euridice amiga suia , celosa do sonido, i assi áspero , como el que caussa
entonces de su marido , porque se distraía con Sierra, de donde tomaron nombre. Otras inn
otra muger de menor hermosura. Prcgúntalai . merables diflferencias huvo de Flautas, pero qu
pues, i Qué comparación tiene la. Flauta con . no hacen ajnuestro proposito, i assisepassan en
qualquiera suave i dulce Instrumento de Cuer* silcncip.; Cañas fueron su materia primera , de
Lj? . das? cui;^ variedad trata largamente ( j ) Theophras-
to,
(O l i b . lí- cap, 17» ( i ) Lib. l i . cap. í6.
'2) Lib. de Irá. ( i ) Cap. 69. An. Med.
(•^) Ibidcm. ( ó Lib. 4. de Causis Hat. ,'
(4) Pro Murena* -
POÉTTCA DE ARISTOt. \ t 168 miSTRACION DE LA
to, .i después PJinio én el lugar señalados representan : Hombres doctos quieren infe
Luego sé formaron de diversas maderas Box, • de las Inscripciones , que las Comedias
Loto, Laurel, i Laserpicio , ( i ) de que hai Tertncio tienen en su principio , haberse d
observación mia. Otras huvo , de varios hues-» do al Theatro algunas con este duplicado m
sos , como de Ciervos, Caballos , Aguilas, do de Flautas. Io hasta ahora no he halla
Vuitres. También se hicieron de Marfil, i do indicio de donde se colija haberse usado ta
Cuerno. También de diversos Metales, i^ra bién en las Tragedias. Pero que en la Músi
mas ordinariamente de Plata , como se coli- de los Choros Trágicos huvo Flautas , no
ge de Plinio. De Paxa, i Avena las huvo, cosa que adrnitte duda alguna ; pues fue
pero humildes , i grosseras; i de donde aque- de muchas razones, que lo asseguran, ex
llas miesses eran robustas. Añado al fin una pressamente Hesychio , i Eustathio nombra
cosa notable , que cuenta Antigono Carystio, las Flautas Trágicas , con las Citkaristi
Que es haber en Sicilia un genero de espina, i otra^ ; significando assi , Que acompañaba
llamada Cacto , que si succede, pisándola, ; alas voces de los Cantores instrumentos d
herirse algún ciervo , quedan después sus i Cuerdas , i, a los unos i otros las Flautas.
liuessos de ningún sonido , i assi inútiles para * en nuestra Tragedia, venia a ser legitima obl
las Flautas. Observación que también se con- | gación , pues constando sus Choros de mu
firma de un lugar de Philetas Poeta Griego. • <' gercsPhrygias , o Troianas , no podia faltar en
Vna costumbre de la Antigüedad para su harmonía la Música, que era propria a
nosotros será mui estraña , El tañer , digo , a aquella >íacion , i de donde tuvo origen ; co
un mismo tiempo un Músico dos Flautas; i sa es vulgar ser invención de Phrygia Jas Flau
siendo una Derecha , i otra Siniestra , i con- tas , con que se ponefina la Música de la Tra
siguientemente una Grave, i otra Aguda, ha- gedia.
cer con ambas consonancia suave. Hyagnis,
dice Apuleio , que fue el primero que exer-
citó este artificio ; pero Plinio , que su hijo
Marsyas. San Agustín hace mención de esta
Música de dos Flautas , i en Ids Marmoles
antiguos , i en las Medallas, i Anillos Sig-i
natorios se vén imágenes, que claramente la
L4 te-

co AdArbic.
DE
POETICA DE 4RIST0T. 169 170 ILUSTRACION DE LA
tre sí las Estrellas fixas con los Planetas er-
DE LOS D A N Z A R I N E S rantes , llegando a tal encarecimiento su ala
banza , que afiirme el mismo Luciano , ser la
Trágicos^
cosa mejor absolutamente que tienen los mor
tales. Inicio de donde claro se pfercibe, quan-
to su animo fue delicioso; si bien tuvo en
SECCION VIH su defensa una rara approbacion , referida

S
también por Libanio ; i es ^ haber sido el
IGVKSE el tratar de los Danzarines, l Danzar 1 el Bailar para Sócrates igualmente
Bailarines, que tienen el segundo lugar decoroso exercicio , con el Disputar de las
en la División que hicimos de los Pcfrsona- Virtudes, aquel Sócrates digo , a quien los
g^s Trágicos ; i su profession se exercitaba tam- Oráculos señalaron por el mas sabio de los
bién en los Choros. El movimiento de los pies hombres. De donde bien se colige el precio
medido i concertado , que regularmente sigue el que tuvieron los Bailes en la Antigüedad v i
compás de algún genero de Música ( esta pue- que seria grande la excelencia , a que llega-
de ser su universal Definición) lan remoto ron entre los Griegos, i los Romanos, ( i )
tiene el principio en las primeras edades , que pues muchos Escriptores suios rcduxeron a
viene iá en la nuestra a perderse de vista. arte aquel exercicio, ilustrándole en libros en-
Bien pues con la misma religiosa adoración teros > que escribieron de solo esse assumpto.
de la Suprema Deidad parece haber nacido, I no menos de muchas otras Gentes se lee
porque siempre fue significación en los hom- también su estimación , i su mucha frequen-
bres de su animo devoto , celebrando assi, i eia. Pero principalmente prevaleció su cul-
solemnizando festivamente su grandeza. X), tura en aquellas dos Naciones Principes, como
como enseña ( 1 ) Luciano , i (a) Libanio, tu- las que entre.todas fueron las mas cultas. Dcs-
vo principio con la machina propria de el Vni- ' pues, creo , ninguna otra Provincia ha usur-
verso. Dando origen a sus movimientos, los pado tanto su elegancia , como la Nuestra,
bien acordados i medidos de las Spheras celes- en donde con perfección summa hoi perma-
tiales , i las mudanzas que en ellas hacen en- nece , i con singular semejanza de los Anti-
^ tre guos. Breve memoria haré ahora de lo que
mas esquisito se me ofreciere; remittiendo
para
(i) De Saltatíone.
Luc¡anii&
(r) Apología pro Saltatonbus*
i 172 JLUSTRACIOlsrDE LA
POETICA DE ARTSTÜT 171 nes, ( i ) Ammonio , i ( 2 ) luHo Polux ent
para otro lugar el dilatar este discurso ; pues i otras también Trágicas ; pero después esto
solo casi se ha de permittir aquí, lo ^ue no ^ : confundió , i admitcio la Tragedia Danzas ,
siendo vulgar , perteneciere con propriedad a ' Bailes; quiero decir , numerosos movimien
tos de pies i de manos : i assi usaremos tam
la Tragedia. bién aqui confusamente de sus nombres.
Dos formas vienen a ser distinctas entro Mudanzas llamamos nosotros a las va
nosotros, las contenidas en esta acción, dis- riedades i differencias de que constan los Ba
tinguidas con los dosi nombres de Bailes , i les , i Danzas; i observo io , Que parece tuv
Dantas. Las Danz^as son de movimientos sin duda origen , de lo que escribe Lucian
mas mesurados i graves , i en donde no s© de Proteo, que se Mudaba en muchas forma
tsa de los brazos , sino de los pies solos; los differentes. A cuia opinión fabulosa , dice
Bailes admitten gestos mas libres d& los bra- que dio occasion el haber sido insigne Maes
zos , i de los pies juntamente. Esta propria tro dé Bailar , i Danzar; i tener grande exce-
diíFerencia observo en los Antiguos; i ( i ) lencia en la imitación varía de las cosas, que
Atheneo enseña, que primero usaron de las representaba danzando , i las Mud¿inzas , que
Danzas solas, no valiéndose de los brazos, o ^ de una forma h^icia a otra , iá imitando al
las manos en ellas, que de los Bailes, en don- : árbol, iá a las aguas, iá a las fieras, después
de movían las manos i los píes a un mismo I se las fingieron Transformaciones. ( 5 ) L i
tiempo. También infiero de el mismo Auctor, banio parece que también alude a Jo mis
que las Danzas serian mas proprias de la mo , i no hai cosa mas parecida a las Mu-
Tragedia ; pues la Danza llamada Entrnelia, danzas, que hoi.se usan en los Bailes nues-
que era propriamente Trágica, dicít, Qm tros ; pues iá en ellos se imita al que hada,
contenia en sus mudanzas una venerable gror iá al que siega , iá al que texe; i assi a otras
*vedad , cosa que los Bailes no admitten ; pe- infinitas diíFerencias.
ro sin duda era aquella Danza muí numero-
Bailaban , i Danzaban en los Choros al
sa i acordada, como lo dice el mismo nom- ;
bre. De ella hace memoria Luciano, He- \ son de los Instrumentos , como de muchos lu-
sychio , el ( 2 ) Scholiaste de Arisfopha- gares de los Escriptores referidos prece. Tam-
nes, bién
(1) De Diflfer, voc
( i ) Lib.T4. Vbi mira de Saltationibus, sed qüae (2) Vbi supra.
huc non faciunt máxime vero ad hodicroas nostras Sal- (j> Vbi supra.
tationcs conducunc.
(z; Ad Nubes.
174 miSTRACION DE LA
guos este artificio , pues expressamente le ha-
POETICA DE ARiSTOT, 175
bien al son de lo» versos que se cantaban, llo io advcirtido de Luciano, ( i ) Dice , Que •
i esto era mas proprio de los Choros; i los en los años anteriores a su edad, juntamen
versos se cantaban al son de los instrumentos Cantaban , i Danzaban los Bailarines; per
Vüxios , comoii arriba se ha dicho. En dos que después eonosciendo el inconveniente
versos lo mostró todo ( i ) Ovidio , al fin de quanto se exponen de aquella forma a de s
el postrero L'ihw De los Remedios de Amor^ narse, por lo que sg agraba el aliento con
enseñando quanto impida al que quiere curar agitación continuada , tuvieron por mejor ,
su anirao de essa dolencia , el frequcntar los otros cantassen a los que huviessen de Da
cntreteuirñicntos de el Theatro. Luciano mues^ De lo proprio nos advierte Aulo Gelio.
tra de la misma suerte , que al concento de También nos enseña después Luciano la \
Jos versos cantados se Bailaba, i Danzaba en ventaja que a todos los otros hacian los Baila-
los Choros Trágicos , i Cómicos : i que los rines Trágicos, porque la variedad de sus |
versos que $Q hiázn , para que a su música Mudanzas era mucha, i por su difficultad, i
se Bailasse , se llamaban * Hyporchematai excelencia estudiadas con maior cuidado. Eran
x^mhicn lo díiCQXji) KmttTitio, i ( 5 ) Proclo, assimismo conformes al spiritu Trágico , i a
i añade sus Inventores. K%ú también lo ve- su grandeza , arrogantes i hinchadas, com
nios en nuestros Theatro^, pues unas veces díe Qa) Plutarcho se infiere , quando attribu-
D^^2j^n ll^^jlzn s,o\o al son de los instrumen- ie a Pylades el imperio en las de aquel ge-1
tos; i otras veces al son de lo que con los ñero ; pues manifiestamente se sabe de nucs-:
instrumentos cantan las voces. I lo jque mas tro ( 5 ) Séneca Rhetorico , haber sido el pro-
es, los mismos que Danzan i Bailan, cantan prio Pylades Trágico Danzarín, de quien hai
juntamente , primor i úc^nch. en estos úl- mucha memoria , como de insigne en su arte,
timos años introducida , i summamente difli- por el tiempo de Augusto. I no es menos cier-
cultosa, útn¿o fiierza que estorbe, para la to que entre las Danzas Trágicas tenían gran-
concentuosa harmonía de la voz, el espíri- de lugar aquellas, que sin palabra alguna,;
tu alterado i defectuoso con los agitados mo' si voz de el que Danzaba , entera i exactissi-
y'ixaknto^. Pero tampoco ignomon los Anti-
guos mámente representaban a los ojos Fábulas, i;
, His- i
(i) Enervant ánimos C¡thar<e , Caníusque , LyréépiC^ i ) Vbisopraw

*
Et Vox y tsr nunur'is Bracbia mota mi/»
DinzjíS que corresponden a la vosu
(t) Lib. I . Épisu i f .
Íi) Lib. 7. Syaipos. quaest. 8.
3) Lib. ) . coacrovers.

(j) In Crcstoroathia.
ILUSTRACION DE LA
P.OBTICA DE AHISTOT. 175' dioses , algunos con simulada severidad envi
Historias, que cbntcnian muchas i diíFeren- diosos , quando otros sin recelo manifestaban
tes accipncs: que esta es una de las elegan- su emulación : í a la misma Venus , encen-
cias de maior admiración de la Antigüedad; dida en rosada vergüenza , communicar sus
pues con grande deleite de el Auditorio , sig^ temores a Marte : i muchas otras menudissi-
niücaban vivissimamente las mas mínimas cir* mas particularidades, quantas en aquella Fá
cunstancias, i profundos conceptos , aiudan- bula pudieran ser possíbles: i que no solo
dose ^olo de las difterencias de el semblante, para su ímiucion no se valia de alguna voz,
i movimientos-de los pies i de las manos^ pero que hizo , por mostrar maior eminen-
Aristóteles- lo enseña assi en el principio de su cia , que callassen los instrumentos : Mudando
Poética, i Luciano en el mismo Dialogo el Philosopho de intención, i admirando iá
cuenta de este genero de Danzas cosas adnii* en sus alabanzas aquellos primores , prorrum-
rabies, i juntamente que prevaleció mucho pió con voces excessivas en semejantes pala-
esta habilidad en la edad de Nerón, que es bras : fiambre, sin duda que io oigo quanta
la de nuestro proposito. I que el proprio Ne- cosas representas , i que de ninguia ma
rón la exercitasse con ambición ao pequeña, las veo solamente, pues me parece con to
se conosce largamente de Suetonio. Artificio verdad, que hablan tus manos. Baste es
era este mui ordinario entonces, i hoi mui sa- exemplo entre muchos , que pudieran refe-
bido délos Mtptos, Archimimos , i Pantomi- rirse para espanto de nuestra edad, por no ror
mos , como sus nombres lo muestran, que di-; ducir a incredulidad otros cxcessos, assegura-
cen Imitadores. Pero de los Bailarines, i Dan- í dos de graves Escriptores , quando parecen so-
zarines PantqmmifQs ( que según io entiendo \r las acciones possibles. ¿ Pues cómo
eran otros } no tanto , i por esso digno' aqui sin voz podría sugeto humano significar vo-
de observación, ( i ) Demetrio, Philosopho^ ces canoras , iá diversas , iá juntas; i assi-
Cynicoque antes burlaba conr grande risa de mismo la propria Música concentuosa de
aquella profession, viendo a un Danzarín de muchos i varios instrumentos , i la maior
Nerón representar en un Baile el adulterio de suavidad, i atiPectuosas palabras de los Re-
Venus i Marte , i como en él descubría el Sol presentantes ? pues de aqui passa lo que cuen-
aquellos escondidos abrazos , i Vulcano corj ta Luciano , i que como de cosa vulgar ha?
jirtificiosas redes encadenaba aprisionados a los^ blan otros muchos. Llamábanse pues estos
adúlteros: assistiendo a aquel spectaculo los Bailes i Danzas Pantomimicasitzmhicn Chi
dio- ronomias ( aunque constaban juntamente fl«
(i) Lydanps ubi supra.
I7¿8 ILUSTRACION DE LA
POETICA DE ARISTOT 177 en un ( i ) Marmol antiguo , i lo dicen ( i ) Z
los pies.) Assi se conosce <íe Hesychio , i de 2Ímo, Suidas , ( j ) Ensebio, i ( 4 ) Antípat
( i ) Aristeneto , i lo dan a entender las pala:- con otros Griegos Epígranvmatarios.
bras d¿ ( a ) Cassiodoro , no sin elegancia: Varios son los nombres , que de Danz
Ala Comedia a la Tragedia se juntaron particularmente Trágicas ,-rcfieren los Escr
las loquaeissimas manos de hs Bailarines, hs tores , i con singularidad (3) Atheneo, i l
dedos llenos de lenguas, i aquel süencio suh lio Polux. Pero entre ellas es celebre la q
tan copioso de voces , quando son Representan- fue llamada Therniaustrida , por ser mas
tes sin palabras , i de quien la Musa Polym- ücultosa , i en donde se requería maior fue
nia dicen fue inventora, para mostrar , qu^ •7A i agilidad, porque constaba ( según io
pueden los hombres sin el uso-de los labios servo) de los agitados saltos , con la repet
declarar sus pensamientos. Mas dilatadameii;- cion de los pies en el aire , que nosotros ll
te describe ló mismo ( j ) Nono P^inopolita , i mamos Cabriolas. Infierolo de un lugar
que dará grande lu2 al que 16 leiere , coa 'Crítias Escriptor Griego de Política , referid
otros muchos , en quien se halla lá propria^ f también de ( 6 ) Eustathio en la interpretació
sentencia ; como el haber sido Polymnia , a t a la Vlyssea de Homero. Thermatistrís , dice
quien se debe la invención. Assi lo dice; un I tra un genero de Danza , en donde se e
( 4 ) Poeta Anonymd , en unos versos de ia3 I han con vehemencia hs pies. Assi lo en
invenciones de las Musas , i en el proprio lu- [ (Oritias con estaspalabras : Quando sa
gar Luciano , aunque con menos claridad. [ Danziarincs en dto, antes qué vuelvan
Qüan propvias pues fueron.las Danzas Pan- , suelo , cortan con los pies muchas recip
tomimicas de la Tragedia , se convence, de ' repeticiones t a que llaman danzar la T
que el mismo Pylades Danzarín Trágico , de ntausirida. Antiguo origen tiene pues e
quien arriba $© hizo memoriase halla seña- elegante artificio/.como el que tan^bien hoi
lado con el iiombre de P^tonünio: Asá se Í9f¡
M cu ve-
p. A E L i y S AVOVSTI IXSS&XVS. Í Y L A -
DXS. PANTOMIMVS. & C . '
(z) Lib. 4. Vari. Episr. f t. ííá{TraiB50ediaE & Con
(z) Lib. I . .
l'wguosi digiti y silennuT» clamosUm, txfostño 'tacita , ^wa/w (%) In Chronico.
(4) In Antholo^iíL'
Muia Ptlymnia reper'tsse narraitír , oitendeni.^ bormHt
h) Locís laudatis.
fosse , sfrif or'n affitm íüwn xf^íle dedarare,
(l) Lib. 19. Dionysiac. ' ' . ( 6 ) Lib. S".
(4) S¡¿n»t cuna* mam , loquimt Ptíyhymnia gtsiu»
POETICA T>E ARISTOT, 579 186 ILUSTRACIONDE LA
ydmos usado -entre nosotros, i ordinario ea Griegos frequcntada , i successitamenta de los
Italia , que son los Bailes i Danzas de Viejos Romanos ; pues hallo memoria de Bailes de
jnui decrépitos , a quien sin duda en la An- Pastores , de Vendimias^, de Segadores, de
tigüedad dieron principio los Choros, que Pescadores, i de otros muchos usos, i exer-
constaban de semejantes personagcs ancianos. cicios , que fuera inmenso aqui el referirlos,
Assi los introduxo el Séneca , que fue Auctor i molesta su comprobación.
de la Tragedia Latina , intitulada Thyestes , i Sola añadiré aqui otra specie de Danza,
Sophocles casi en todos.los Choros de las su- o porque de ella habrá ahora la primera no-
ias. I quando los admittian las Comedias, no ticia , o por lo menos la primera Ilustración.
eran de ellos la menor parte los proprios vie- Dinos la llamaron los Griegos ; creo ser la
jos, ( i ) Aristophanes los tiene en dos Come- misma, que con diphthongp escrebian tam-
dias de las t{ue hoi -conoscemos. Claramente bién Demos , i de quien hace memoria ( i )
pincta (1) iulio Polux la mucha vegez que luán Meursio : porque, como enseñan los An-
representaban , encorvados , i sustentándose tiguos ( 2 ) Grammaticos , muchas voces se
sobre báculos; causando aquella misma incon- pronunciaban de ambas maneras. Quando
veniencia donaire en exercicio , donde pro- pues la demos por señalada en Meursio, ¿ qué
priamente se requiere ligereza i desenvoltura. habrá de esta , como de otras muchas, más
I si buscamos la fuente mas antigua , daré ÍQ que el noi^bre ? Nada sin duda , siendo esso
la occasion , que pudo introducir en los Cho- mui fácil , a los que tratan los Auctores con
ros una edad , que a nuestro parecer seria po- attencion bien moderada, ( j ) Atheneo le
co opportuna, pues es sin duda la que cuenta dixo, Que era un genero de Danza él
Libanio en su Apóloga por los Danzarines, 3o reliffo assi desnudamente. Pero io conosci,
Dice, Que en Lacedemonia era el Danzar Qual fuesse su forma , de la memoria que ha-
exercicio ordinario i commun A los caducos % ce de ella ( 4 ) Erociano, antiguo Interprete
decrépitos , igualmente como a la juventud i no de las palabras obscuras de Plippocrates , i
pues haria novedad el verlos en el Theatro. bien raro Escriptor entre los que en mi L i -
Assi casi rae persuado , no haber hoi en esta brería se conservan. Dice, Ser una specie dt
parte artificiosa de la Música , invención , o en-
diíFerencia , que no huviesse údtí antes de los ( i ) Tn Orcbfítra.
(t) Passim in Grecls Lexicographis, eciam Phryir
nicho , Hesychio , & alijs.
, ( i ) InVespis, &inLu5Í5trat3. ) Lib. I I , Diptios.
(z) Vbi sufHra. ( 4 ) Yoce iJ^rv^.
POETICA DE ARISTOT. i8t pXfStRACJDyrDE LA
enfermtdad j en que parece se andan al rtf- t\o de la Danza referida; pues de hi
dedor todas las cosas que se rén. I luego añan agitación se excitan i levantan los- vapores ca
de, Que también es spuie de Danza. Era lientes, i los affectos qualquiera los ha exper
pues , en que se daban muchas vueltas eá mentado, que para estefino el otro huvier
torno , coiño hoi vemos en no pocas Mudan- dado al rededor algunas vueltas ; cuia parid
zas ; porque de alli es cierto se contrae talt en summa dexa bien infalible mi sentencia
turbación en el celebro, que juzgan lo mis- I assimismo entendido ( i ) Apolophanes Có
mo , los que assi Danzaron, que los que pa- mico i quando dixo , Ser esta Danza terrib
decen aquella aíFeccion vertiginosa. Fuera de ifiera , pues ninguna otra puede ser tan mo-
que , como refiere Hesychio, de la ( i ) voz lesta al Danzarín mas ágil.
Griega ( que es la primitiva ) con que se sig- Es también mui cierto , haber usado los
nifica qualquiera remolino , o de. el aire , o Danzarines de la Tragedia de aquel genero de
de el agua , se derivan verbos significativos instrumentos Músicos , incluido entre los que
de la acción propria de andar al rededor. I assi se llamaron Rhythmicos antiguamente. So
también quando se usuipa por Vdssolz pa- pues'de los que ahora hah\o los Cymbalo
labra mcsma Dinas en (2) Atheneo , ( j ) I u - Témpanos, Crótalos , Scabelos , Sistros , T
lio Polux , i otros, se debe entender Vdss(t tas t Crembalos, i otros algunos > que en e
torneado , o que lo parezca , qualquiera fues-n nombre genérico de Crepitaculos se incluían
se su materia. Observa ( 4 ) Aecio de la doctri-^ Porque aunque a lá vista exterior parezca ser
na de Archigenes , i Posidonio , Que pro* Una.Musíca la suia ruda , i poco concentuosa^
cede aquel mal de acometter a la cabeza va- es cosa bien sabida haber tenido en la Anti-»
pores calidos i agudos, que turban en ella guedad eminencia grande , i primores tan es-
los spiritus animales; i que los symptomas, quisitos, que se hizo lugar entre los instru'-
o aíFectos que le siguen , con el advertido do mcntos de maior suavidad i dulzura. El pro>
Erociano, spn, Confundirse en los ojos la bar esto es escusado, por ser notorio a los mui
vista, i En las orejas oírse un sordo i grave medianamente versados en las buenas letras.
ruido ; que todo, es cosa clara , se «xecuta eq Pero diré de aquella Música una observación
aguda de San Agustín, i que explica mucho
su
(z) Vbi supra. (1) InDauUdei
(3) Lib. i, cap. itf.
(4) Tetrabibli z. Sermón, i . cap. 7; . At7v^ rtf ÍMOS , &C. .
Í84 miSTRACtúN T>E LA
brevemente a la luz publica. El Tympano c
TbÉÚCADÉ ARÍSTOT r»j ~
responde a nuestros Adufes , o Panderos ;
8?i qoalidad. Dice el gran ( i ) Padre, Qu^
Systro ^.hi'^naxas \s Testas ^ o Ostras
aquella es verdaderamente una consonanfiet
son las vulgares Tejuelas , o Tejoletas ;
mui numerosa , i cierta , i por esñt razpnpo^
Crótalos eran semejantes a las que llamamos
derosa a regalar con grande deleite Ibs oidos¿
Tablillas; los Crembalos a las Castañetas.
De donde se percibe el grado excelente a qué
estas es hoi el usocommunmente mas frequcn-
habia llegado. Pero que es ( añade luego ) coti
tado en nuestra España ,4 "que acompañadas
un tenor i modo perpetuo; demanera que sis»
de instrumentos de cuerdas, excitan con ex-
apartan los otros instrumentos de Flautas¿
cesso , i realzan la variedad, que vemos ordi-
o Ljras , de ninguna suerte se podrá conos*
nariamente en los Bailes, por ser mucha la
eer quando tiene Jin el son que se toca ^ ni d»
elegancia i artificio con que se han llegado a
donde vuelve otra vez a tener principio, fis ex«»
tañer, ( i ) lacobo Dakcampio Interprete de
célente i infalible advertencia , i que de ella
Atheneo, i hombre bien docto, es también
también se infiere lo que dimos ahora por as'^
í de opinión, que los Crembalos eran nuestra
sentado; la acorcJada compañía, digo , que
l Castañetas. Su materia fue varia, pues de
gozaban aquellos con los otros instrumentos
un Cántico de Diana , citado por Atheneo, se
Rhythniicos, i Orgánicos. La experiencia,
infiere haber sido hechas de metal, i de un
de la observación de el Sancto es hoi fácil a
lugar de (2) Hermippo, Poeta Griego , Có-
qualquiera que advirtiere alguno de los ins-
mico. , que también se hicieron de Conchas d
trumentos que tenemos de aquel genero , co-
ostras marinas , i assi mudando materias vi
mo Sonaxas .panderos, texuelas, morteruelos,
nieron , como hoi , a ser de huessos, i made
Castañetas , &c. Con algunos pues de aque-
ras diferentes. También en algún tiempo ima-
llos (que referimos arriba ) los Danzarines
giné io, que eran Castañetas las Crusmatas
Trágicos, o iá tañéndolos ellos mismos, o iá
de ( j ) Marcial j i hoi aún no me resuelvo a
a su son , tañéndolos otros ^ que de ambas ma-
limdar de parecer , pues hallo que fueron
neras hai exemplos ^ Bailaban en los Choros.
Muchos de ellos tienen correspondencia con
lois nuestros, como io digo en mis Notas al - (r) In Notis ad Athcnari lib. 14.
Satírico de Arbitro , i mas largamente en las
( 2 ) Costumbres Novantiquas , que espero <ía£ (j) Lib. 6, Epigr. 71. •
M4 bre- i Edere lascivot ad BMÍca Cruimata getttü f
Et GaditanU ludere docta mtdis.
(i) íJk.^.peMutica,
(t) In Moribus ISitvantiquttm
V POMTICA VE ARISTOT, 185 186 ILUSTRACION DE LA •
para Bailar instrumentos de la Andalucía , i Como también otros impidieron a la Nobleza
de que usaban eñ sus Bailes las mugeres de que saliessc a Representar en los Theatros pú
Cádiz , tan celebradas de los Antiguos en blicos , admittíendola antes a los juegos Sce
essa profession. Demanera que continuada- nicos , no solos los Emperadores temerarioS
menta parece han ido conservando estos ins- sino los mismos prudentes , i valerosos.
trumentos por todas las edades ; como Ja ex- REUQVIAS hai de la Antigüedad , de
celencia en el Danzar , i en el Bailar todas las donde se puede colegir la perfección que al-
Españolas, confessada i repetida muchas ve- canzaron , i entre ellas no es pequeño argu-
ces por ios Escriptores Latinos , con que po- mento. El persuadir ( i ) Quintiliano, que
nemosfina esta segunda parte de las Personas el nuevo Orádbí'se entregue algún tiempo
Dramáticas. a la disciplina de buenos Representantes , que
le instruían en los gestos, i acciones , 1 en la
DE LOS REPRESENTANTES. que fuere elegante pronunciación. I aún el
grande Tulío se valió en esta parte de Rós-
elo , i Esopo , según lo testifica en su Vida
SECCION IX. Plutarcho. Para cuio fin era forzoso , que tam-
Os personages Trágicos, que restan, se- bién ios Representantes fuessen en la Chiro-
L gún la distribución que arriba hicimos,
ionios Representantes. Distinctos eran délos
Músicos, i de ios Danzarines , i en algún
líowíVí ( Arte estudiada de los Antiguos ) insig-
nes Maestros. De ella tratamos algo en nues-
tro Petroníb , con la occasion de pinctarnos
tiempo menos estimados; pero después la vivamente aquel Auctor una dama de gran-
eminencia , a que llegaron en su profession, de belleza , ( i ) que al donaire de sus pala-
los puso en superior grado , i en celebridad, bras aiudában acordadamente meneos graciosos
i honores singulares. Varios fueron los tiem- de sus manos, Assi también , en correspon-
pos de su prospera fortuna assi en los Grie- dencia , los ilustres Representantes frequenta-
gos , como en los Romanos ; * obligando ron no menos a los Oradores , quando defen-
después aquella misma demasía a algunas dían las caussas de sus Clientes, para llevar
Constituciones, i Senatus consultos , que ím- de el Foro acciones i elegancias , que perficio-
pidiessen excessos i abusos de su estimación. nassen mucho después su Representiicíon en el
Co- Thea-
«• Séneca Fhilo^ Tadtus j Suetonius, AEmilius (i) Lh. I . cap, tr. ' \
Probus , Varijs in locis.
TOFTTCA DE ARISTOT 187 188 ILUSTRACION DE LA
Theatro. ( i ) Valerio Máximo cuenta, ha- de aquel affecto, que se pretende commurív-
berlo hecho assi los mismos Roscio , i Esopo,> car a otro , dice , ( i ) Quf él proprio vio m
Representantes famosos; particularmente quan- flías veces Representantes , que acaban
do Oraba Hortensio, de quieto escribe (2) Au- hacer la figura de alguno , cuios success
lo <7elio, Haber sido de su cfdad el maior hian sido lastimosos , sallan aun despu
Orador fuera de Tu lio ; pero afectadamente rando de el Theatro. Con tanto ardor se mo-
cuidadoso de los meneos i acciones. Mas quien vían entonces en aquello que querían represeI^
advirtiere la prolixa , i scrupuJosa observa- tar , que llegaba iá mas a ser en ellos senti-
ción de preceptos, que de esta parte hace (5)^ miento interior, que engañosa appariencia. I
Curio Fortunaciano cp su Arte Rhetprica po- de aqui venimos a averiguar ser fácil lo qUe
drá conoscer , que escuela tan admirable , pa- arriba Luciano dixo , según la misma doctri-
ra la Representación de la Scena , tuvo la An- na de Quintiliano , pues lagrymas verdaderas
tigüedad en las Exercitaciones Oratorias; es sin duda suelen producir ternuras semejantes.
»ifl duda cosa bien digna de leerse. Mucho para esto también importaban los af-
TAMBIÉN por los effectos se puede cole-
fectos impressos en las composiciones de los
girla eminencia de su acción affectuosa , pues Poetas, como assimismo dexamos arriba ob-
jrefiere ( 4 ) Luciano, i se ha de entender ne- servado , i de Puppio Escriptor de Tragedias
cessariamente dé" los Personages Trágicos, que ' nos advierte (2) Horacio, llamando a las que
era mui ordinario el ver en grande copia der-. escribió Lagrimosas , porque - ( como añade
ramando lagrymas al Auditorio , quando suc- el Scholiaste antiguo ) compelían a llorar a lo
cedia Representarse algún caso desastrado. I que las veian Representadas , de donde tuv
motivo él proprio de hacerse este ( j ) Epi- <
de ( 5 ) Quintiliano observo io otra cosa , que
gramma:
aún convence mas, a mi parecer., la fuerza i
la verdad artificiosa de su fingimiento. Si JBien , en mifin, sera el llanta
guiendo el assumpto excelente en la Institu- De mis antigos frequente ,
ción de su Orador, que traté arriba , cerca Pues viviendo io , la gente
de quanp importe el vestirse verdaderamente Por mi occasion lloró tanto.
de Pe»
U) Lib. 8. cap. JO.
(i) Lib. i.capi. ijr. (i) Vide Ciceroncm lib. ». de Oratort»
(z) Lib. I . Episc. I .
Lib. 3. De Pronuntutt'me,

?
0
4) Dt Saltatione. ' (}) FUhunt amict fS" bení noti mortem meam.
f). Lib. ¿.cap. ». Natn fopuluí iam me vivo iacrymavif satiti
POETICA DE ARISTOT 189 190 miSTRACmiDELA
Bcro sin duda se perdiera toda la excelencia d« introducirse en las acciones de el Theatro ;o{
ei Poeta , si después no le aiudára la Repre- servando otras- cosas' en aquel Capitulo dig
sentación. I assi por ventura se lograron ta nr» nas de ser leidas a este ^oposito. Fueron aqu
las Tragedias de Puppio, corao significó la la llos dos Representantes Roscio, i Esopo d
ma , porque fue él mismo el ^ principal Re- gran nombre, i según cuenta Furio Albino
presentante de ellas; pue^ era assi cosrumbis tuvo Cictton con eilos mui familiar commu
( según lo que se notó arriba) en las edades nicacion , defendiéndolos , i cuidando de sus
primeras de la Tragedia. !fóen se verificó c\ut conveniencias con summa attencion i solici-
en muchos desde Livio Andronico, Escripioi i tud , como assimismo consta de sus Epístolas
Representante Trágico , de que dan test muí. i Oraciones. También cuenta ( 1 } Macrob
n i o ( i ) Tito Livio, (a) Valerio Máximo, i repite ( 2 ) luán Saresberiense, Que solía el
i ( j ) Donato ; cosa que en Athenas succetlii proprio Tullo tener competencia con Roscio,
mui ordinariamente , como hoi lo vcmo» d i lobre si una sentencia podría el uno Repre-
la propria suerte en nuestros Theatros: dornU •entarla con mas diíFerencias de acciones , que
no pocas veces son Auctores de las Conicdi^i «1 otro, con su grande copia de eloquencía,
mismas , los que las Representan. variarla por mas diíFerentes modos de decir.
L A CVIDADOSA observación de prc<rjn 1 )c donde le procedió tanta presunción a Rós-
tos V con jque procedían en la Reprcscntat KMI, elo , aue escribió un Libro , comparando k
es también 'indicio de lo.qué se abciKjjjMin Arte de el Bien hablar , con la de la Repre^
en ella. Pues ( 4 ) Quintiliano "no solo dilln* •tntacion. Indicios todos de la estima i per*
rene i a los modos de pronunciación cnirr liic Irci ion , que alcanzó en aquella edad.
Representantes Trágicos , i . Cómicos; <li< I.K SIN DVD A también entre los Griegos no
do, Que la de aquellos habia de sn y,4 ., fallaron otros tan excelentes Artífices de laSce-
i con pausa , i la de esto^ mas apresstirj<U i t
, pues en toda ingeniosa profession fueron
que assi lo executaronRoscio Conti*o , i
lit»¡fi;ncs , i Idea que desearon imitar los Ro-
Esopo Trágico : Sino que distingue lo- \•>^•
prios compasses i figuras de el andar, 1 .1. ^1 111 Jilos. De un Trágico Representante, 11a-
moverse entre los personages, que JIUMU^ III uln Archslao, cuenta un estraño successo
( 1 ) Luciano , que me parece satisfará no- mo-
nos
(i) Lib. ?•
x) Lib. x.cap. 4. ' . O) lib. *. Saturo, cap. 10.
DcComoed.a&TragawJ. (•) I'<»licrarici l i U 8. Q n
{
(4; Lib. 11. cap. j .
192 ILUSTRACION DE LA
llamaba , como luego veremos) se decía, ha^
POETICA m ARISTOT. J91 cer las Primeras partes j el segundo , ias 5^
jios su eminencia. £1 solo, dice , que fue la fundas i i assi el tercero , las Terceras , i los
occ^ion de un Epidcmico delirio a los Abde- que se seguían. De la misma suerte que hoi
ritas i siendo iá su Principe Lysimacho. Pro- decimos de el mas abentajado Representante,
cedían en él todos por estos j;rados muí regu- uuc hace los Primeros Papeles , de el imm
larmente. A l principio adolecían de una en- í iato a é l , los Segundos; i assi los Tercer
cendida fiebre, i continuábase hasta el sépti- i Quartos. Esto consta de ( i ) Terencio , de
mo día , que en é l , como termino decreto- (( i ) Horacio, i de sus Schbliástes antiguos,
rio , tenia fin; en unps con un fluxo de san- de ( 5 ) Valerio Máximo , de ( 4 ) Séneca, de
d
gre mui copiosb, i en otros con un sudor Suetonio, i de otros muchos. Pero (6) Ci-
igualmente cxcessivp. Pero occupaba aqqql cerón añade una cosa particular , i es, Que
tiempo en general a los dolientes un frenesí lus que hacían las Segundas i Terceras Par-
ridiculo» pues como Representantes Trágicos tes , pudiendo algunas veces Representar ben-
referían versos de la Andrómeda de Eurípides, ujosamente al de las Primeras , supprímian i
con voces desmedidas; specíalmente los que deformaban su Representación , para que se
eran de la persona de su amante Perseo. Oc- jl)cntajasse i lucicsse la acción de el primero.
casionósc locura tan dilatada de Archelap, Pero hase de entender esto , mas para el luci-
jque Representó aquella Tragedia, i aquella miento dé la primera persona de la Fábula,
persona en irnos Caniculares, adonde concur- ( uc para la ventaja de el Representante; puos
;riendo copia ímmensa de Auditorio, i au- de otra suerte antes procuraran deslucirle, por
mentándose por essa caussa el calpr , se en- hi competencias que entre sí tenían los Re-
icendío la fiebre, i al delirio dio origen , la I» cscntantes todos , occasioaadas de los pre-
fuerza de los vivos aíFectos de aquella Repre- mios
sentación 3 ppxqui? appr^hendidos con summ^
vehemencia de los oientes, i intensamente im- fi) lo Phormióne. , , ; ,
[1) Lib. I . Eplst. .' '
pressos en la imaginación , pudieron mover Lib. P. jCap. 14*
aquella aíFcccion desacordada.' Valerosf caussa Lib. j . de Irá. . ; I
I i i Caligulácap. ¡TT- . .
pues habemos de consideráis la qv>^ j^oduxc^so Action. I . in Verrem í Pi »i ActoribUt Gr^ct
tan admirables eíFectos. fifrt vidtmui, tdpi illum , ^«1 est ' Stcnndtrum aurTtf
.Graduábanse los JR^epresentantcs commynr iLtryrn Partium, quum poisjt aliquanto dariüs dkef
iluúm ipie Trirnarum , multum mmnüfteit > Itt illt Pr'i^
mente entre los Griegos i Romanps , con este tipt qÚÁm maximt*xcellat.
termino i modo de hablar , que el mejor 1
"primero de la Compañía ( que assi también ^0
lia-'

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