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INVOCACION INICIAL
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamara tu alabanza
ANTIFONA
Aleluya. El Espíritu del Señor llena el universo, venid, adorémosle. Aleluya.
Salmo 94
Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos.
Salmo 62
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansias de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti, porque fuiste mi auxilio,
y a las sombras de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Cántico
Dn. 3,57-88. 56
La– Mi7
Criaturas todas del Señor. Bendiga la tierra al Señor.
Mi7 La–
BENDECID AL SEÑOR. LO ENSALCE
Mi7 La–
Ensalzadlo CON HIMNOS POR LOS SIGLOS.
La–
CON HIMNOS POR LOS SIGLOS. Montes y cumbres. BENDECID
Cuanto germina en la tierra. BENDIGA
Ángeles del Señor. BENDECID Manantiales. BENDECID.
Cielos. BENDECID Mares y ríos. BENDECID
Aguas del espacio. BENDECID Cetáceos y peces. BENDECID
Ejércitos del Señor. BENDECID Aves del cielo. BENDECID
Sol y Luna. BENDECID Fieras y ganados. BENDECID
Astros del Cielo. BENDECID. Mi7
Lluvia y rocío. BENDECID. Ensalzadlo
Vientos todos. BENDECID La–
Fuego y calor. BENDECID. CON HIMNOS POR LOS SIGLOS.
Fríos y heladas. BENDECID
Rocíos y nevadas. BENDECID. Hijos de los hombres. BENDECID
Témpanos y hielos. BENDECID Bendiga Israel al Señor. BENDECID
Escarchas y nieves. BENDECID Sacerdotes del Señor. BENDECID
Noche y día. BENDECID Siervos del Señor. BENDECID
Luz y tinieblas. BENDECID Almas y espíritus justos. BENDECID
Rayos y nubes. BENDECID Santos y humildes de corazón. BENDECID
Ananías, Azarías y Misael. BENDECID
Mi7
Ensalzadlo
La–
CON HIMNOS POR LOS SIGLOS.
Antífona 3
Los apóstoles hablaban en otras lenguas las grandezas de Dios.
Aleluya.
SALMO 149
ALEGRIA DE LOS SANTOS
Los hijos de la Iglesia, nuevo pueblo de Dios,
Se alegran por su rey, Cristo, el Señor. (Hesiquio)
Que los fieles festejen su gloria y canten jubilosos en filas: con vítores
a Dios en la boca y espadas de dos filos en las manos: para tomar
venganza de los pueblos y aplicar el castigo a las naciones, sujetando a
los reyes con argollas, a los nobles con esposas de hierro. Ejecutar la
sentencia dictada es un honor para todos sus fieles.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Recibid el Espíritu Santo; quedan perdonados los pecados a quienes los perdonéis.
Aleluya.
ORACION CONCLUSIVA
CONCLUSIÓN