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EL DERECHO A LA INFORMACION Y A NO SER CONFUNDIDO EN LOS

MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y REDES SOCIALES

“Se puede engañar a todos en alguna ocasión, incluso se puede engañar a muchos durante algún
tiempo, pero no se puede engañar siempre a todo el mundo”, Abraham Lincoln.

Teniendo claro que nuestra constitución establece un marco universal a la dignidad humana
sustentada en los principios de libertad, igualdad, equidad, solidaridad, inclusión, diversidad,
participación y comunicación; de allí que la comunicación es base fundamental de los
derechos humanos y la democracia de un país como Colombia.

Dentro de los derechos fundamentales del individuo y los derechos colectivos se contempla
el derecho a comunicar1 o el derecho a la información, pero actualmente se plantea otro
concepto y es el derecho a no ser confundido, como elemento garantizador de la participación
y el acceso al conocimiento, lo que implica que cada persona tiene el derecho a la libertad de
tener opiniones sin interferencia sin que medien fronteras. (ONU, 1948).

En 1978 la Unesco defendió por un nuevo orden mundial en el manejo de la información y


los medios de comunicación más objetivo, veraz, justo y ecuánime. Teniendo en cuenta que
no es el volumen de la información sino la calidad del contenido disponible para comunicar,
así los factores necesarios para mejorar la calidad informativa y fomentar el desarrollo y la
cultura vendría de un mayor acceso y participación en los medios de comunicación, la
interacción de la sociedad con los medios era necesario para desarrollar las necesidades del
derecho a comunicar. (Fisher, 1982:32).

Existen cuatro pilares fundamentales2 del derecho de comunicar: a) El rol de la comunicación


y los medios en el ejercicio de la participación política democrática social; b) La
comunicación del conocimiento generado socialmente; c) El ejercicio de los derechos civiles
relacionados con procesos de comunicación social y d) La comunicación de diversas culturas
e identidades en los niveles social e individual.

1
Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
2
Proyect Communication Rights in the Information Society
Un acercamiento a la verdadera función y responsabilidad que deben desempeñar los medios
de comunicación social para mantener y cumplir con los estipulados del artículo 20 de la
Constitución Nacional, derecho a la información y los temas anexos a este derecho como lo
es el derecho a no ser confundido y otras circunstancias negativas en la información
eliminando en cierta manera la formación equivocada de la información jurídica que se emite
a diario.

El problema es que el ejercicio del periodismo en Colombia se desarrolla como en todas las
demás profesiones desde el; entonces ¿Qué responsabilidad tienen los medios de
comunicación con el derecho de información y el derecho a no ser confundido? y ¿A qué
factores se debe el incremento de las publicaciones periodísticas equivocadas? La
información presentada en los medios de comunicación hace ver que una sola película o un
solo programa de televisión es capaz de modificar las estructuras del conocimiento y opinión
de la audiencia.

Los medios de comunicación y los periodistas permanecen indiferentes; en la actualidad las


normas legales no son contextualizadas a la realidad judicial del país y el desconocimiento
de las mismas y el manejo erróneo de la información influencia de manera negativa a la
audiencia. Los medios realizan una manipulación informativa como método para atraer la
opinión pública controlando ideas que se convierten en verdad absoluta hacia los intereses de un
determinado colectivo, así no lo sea. Ha sido tal la manipulación que los medios de hoy emiten desde
mentiras u omiten información propagando rumores o desinformando, usando técnicas generalizadas,
parcializando información y polarizando la opinión de los ciudadanos. Para manipular la información
está demostrado que hay que controlar a los medios de comunicación y esta se hace desde las políticas
de los gobiernos de turno o que los medios pertenezcan a conglomerados económicos vinculados al
sector político, como sucede en nuestro país; fenómeno que ha sido denominado por los españoles
como “biperiodismo”. La polarización de opinión impide al ciudadano pensar y reduce la capacidad
de reflexión.

Ahora con las nuevas herramientas tecnológicas y redes sociales, muchos se autoproclaman
periodistas y publican información sin verificar, violando tajantemente varios artículos
constitucionales; lo peor de esta clase de publicaciones es que se vuelven virales en contados
segundos y los internautas las toman como ciertas, no hay ni exigen un filtro de veracidad y
ecuanimidad informativa, ha sido tal el impacto de esta clase de “mala información” que en 2011 la
falsa información de la avalancha de la represa de Chingaza en Villavicencio produjo una treintena
de heridos, accidentes de tránsito y caos, muestra de que los ciudadanos creen en un rumor sin
confirmación que en las mismas autoridades. La información incontrolada en las redes sociales está
deteriorando aún más el ejercicio del periodismo y la comunicación social. ¿A que se debe que no se
distinga una noticia falsa de una verdadera? Para varios especialistas la falta de interés en verificar la
información, la ausencia de análisis y sentido crítico evidencia la supresión de la capacidad para
interpretar en que mundo se desarrollan los ciudadanos de hoy. Bien lo dijo Jonathan Swith en 1710:
“La falsedad vuela, y la verdad viene tras de ella”

Como conclusión es necesario concientizar a los medios de comunicación, a los periodistas


y “pseudoperiodistas”, que la información proporcionada y difundida por estos, no puede
seguir como hasta ahora, en razón a la protección de los derechos reglados por la Constitución
Política y las leyes, que no se pueden desconocer con la excusa de la libertad de expresión.

Por:
ALIX JOHANNY MELO GONDELLEZ
Comunicadora Social

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