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Ciência & Saúde Coletiva

ISSN: 1413-8123
cecilia@claves.fiocruz.br
Associação Brasileira de Pós-Graduação em
Saúde Coletiva
Brasil

Vericat, Agustina; Orden, Alicia Bibiana


El desarrollo psicomotor y sus alteraciones: entre lo normal y lo patológico
Ciência & Saúde Coletiva, vol. 18, núm. 10, octubre, 2013, pp. 2977-2984
Associação Brasileira de Pós-Graduação em Saúde Coletiva
Rio de Janeiro, Brasil

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=63028210023

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TEMAS LIVRES FREE THEMES


El desarrollo psicomotor y sus alteraciones:
entre lo normal y lo patológico

Psychomotor development and its disorders:


between normal and pathological development

Agustina Vericat 1
Alicia Bibiana Orden 1

Abstract This article discusses some aspects of Resumen El siguiente artículo discute aspectos
psychomotor development and its disorders, with propios del desarrollo psicomotor (DPM) y sus
special emphasis on psychomotor retardation. alteraciones, con especial énfasis en el retraso psi-
Diagnostic classifications of psychomotor prob- comotor. Se hace referencia a las clasificaciones
lems, such as DSM-IV and CIE-10, are referred to diagnósticas para los problemas del desarrollo como
and their advantages and disadvantages are ana- el DSMIV y el CIE 10, y se analizan sus ventajas y
lyzed. The concept of normality as a synonym for desventajas. También se problematiza el concepto
the statistical mean in the context of psychomotor de normalidad en tanto sinónimo de promedio
disorders is also analyzed in order to consider its estadístico en el contexto de los problemas del
dynamic and variability, thereby avoiding the DPM, para considerar su dinámica y variabili-
normality/pathology opposition, while some is- dad, evitando la oposición normalidad/patología,
sues, such as the social and cultural aspects, are y valorando aspectos como el sociocultural que
highlighted, making it possible to rethink the uni- permiten repensar la universalidad y la relativi-
versality and relativity of psychomotor develop- dad del DPM.
ment. Palabras clave Desarrollo psicomotor, Retraso
Key words Psychomotor development, Develop- madurativo, Normalidad, Patología
mental retardation, Normality, Pathology

1
Instituto de Desarrollo e
Investigaciones Pediátricas
“Prof. Dr. Fernando E.
Viteri”. Hospital de Niños
Sor M. Ludovica. Calle 14
Nro. 1631. 1900 La Plata
Argentina.
agustinavericat@gmail.com
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Vericat A, Orden AB

El desarrollo psicomotor cias, diseñadas para promover una saludable adap-


y sus características tación. Durante su maduración, los niños no son
sujetos pasivos, puramente receptores de infor-
El término desarrollo psicomotor (DPM) se mación o enseñanzas, sino que participan activa-
atribuye al neuropsiquiatra alemán Carl Wernic- mente en este proceso, explorando y dominando
ke (1848-1905), quien lo utilizó para referirse al gradualmente el ambiente que los rodea. Las re-
fenómeno evolutivo de adquisición continua y pro- laciones sociales del entorno del niño son básicas
gresiva de habilidades a lo largo de la infancia1. Las para un desarrollo saludable, generando facto-
habilidades mencionadas comprenden la comu- res de protección o resiliencia7; pero también
nicación, el comportamiento y la motricidad del pueden constituir factores de riesgo8.
niño2. Illingworth3 aportó una de las definiciones
más precisas expresando que el desarrollo psico- Alteraciones o problemas del desarrollo
motor es un proceso gradual y continuo en el cual
es posible identificar etapas o estadios de creciente Cuando se hace referencia a desarrollo psico-
nivel de complejidad, que se inicia en la concepción motor normal se habla de un proceso que permi-
y culmina en la madurez, con una secuencia simi- te al niño adquirir habilidades adecuadas para
lar en todos los niños pero con un ritmo variable. su edad. No obstante, como se mencionó, existe
Ambas concepciones remiten a conceptos de evo- gran variabilidad en la edad en la adquisición o
lución o cambio y de gradualidad y continuidad alcance de diferentes habilidades. Esto es relevante
de dichos cambios. Esto permite concebir el DPM porque da cuenta de la dificultad de establecer
como un proceso que posibilita al niño realizar claramente un límite entre lo “normal” y lo “pa-
actividades progresivamente más complejas y tológico”9. En general, ambas esferas son dife-
consecutivas o secuenciales. Por ejemplo, para renciadas con criterios de normalidad estadística
adquirir la marcha, un niño debe antes poder sen- bajo los términos desvío, significación y prome-
tarse, luego pararse y finalmente caminar. dio. Así Poó Argüelles5 planteó que lo patológico
Una de las particularidades del desarrollo psi- es apartarse de una manera significativa de lo
comotor es la existencia de variaciones interindi- esperado para la edad, en un área concreta o en
viduales. Estas variaciones en los niños peque- la globalidad e Illingworth sostuvo lo único que
ños, dificultan a menudo distinguir entre los cam- se puede decir es que cuanto más lejos del promedio
bios que podrían considerarse normales o espe- se encuentre un niño, en cualquier aspecto, es me-
rables y los retrasos de maduración provenien- nos probable que sea normal5. En esta perspectiva,
tes de desórdenes temporales o permanentes, sien- cuando el DPM presenta características peculia-
do cada camino diferente y particular, con tra- res o diferentes a la “norma”, se está en presencia
yectorias caracterizadas por continuidades y dis- de alteraciones o problemas del desarrollo. ¿Pero
continuidades4. Esto es así porque durante el de- cuán apartado de la norma debe estar el DPM
sarrollo, la adquisición progresiva de funcio- para ser considerado patológico? En general es
nes no se realiza según un programa secuencial sencillo estar de acuerdo en lo “muy patológico”,
rígido, sino que por el contrario, presenta varia- pero no tanto cuando se intentan definir ciertas
ciones en el ritmo o tiempo de desarrollo que alteraciones o trastornos, que pueden discurrir
requiere cada nueva habilidad lograda, así como entre ambos extremos.
también en la edad cronológica en que es espera- El DPM puede presentar variantes o altera-
ble el logro de una habilidad o evento determi- ciones diversas. El retraso psicomotor, los dife-
nado. Un ejemplo conocido es la adquisición de rentes tipos de trastornos del desarrollo y los pro-
la marcha, que puede variar entre los 9 y los 16 blemas inaparentes del desarrollo son ejemplos de
meses de edad del niño5. este tipo de alteraciones. El retraso psicomotor es
El desarrollo psicomotor (DPM) resulta de uno de los cuadros más frecuentemente detecta-
la interacción de factores propios del individuo dos en niños pequeños. Narbona y Schlumber-
(biológicos) y aquellos vinculados a determinan- ger10 lo definieron como un diagnóstico provisio-
tes del contexto psicosocial (familia, condiciones nal, en donde los logros del desarrollo de un deter-
de vida, redes de apoyo, entre otras). Según Young minado niño durante sus primeros tres años de
y Fujimoto Gómez6 el desarrollo humano es mol- vida aparecen con una secuencia lenta para su edad
deado por una interacción dinámica y continua y/o cualitativamente alterada. El término retraso
entre la biología y la experiencia. La cultura influ- psicomotor, entonces, se suele mantener hasta
ye en cada uno de los aspectos del desarrollo y esto que pueda establecerse un diagnóstico definitivo
se ve reflejado en las prácticas de crianza y creen- a través de pruebas formales11. Alvarez Gómez et
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al.12 sostienen que, debido a que es un término A veces es relativamente sencillo percibir si el
muy indefinido, no debería utilizarse más allá de retraso puede ser transitorio o no. En los casos
los tres a cinco años de edad del niño, cuando ya en que los retrasos están asociados a otros sig-
se pueden realizar tests que miden la capacidad nos o características físicas o dismorfias, por
intelectual. ejemplo, es más frecuente que se trate de un cua-
En España el término retraso psicomotor se dro que tienda a mantenerse en el tiempo. Lo
utiliza como sinónimo de retraso del desarro- mismo ocurre en el retraso global del desarrollo
llo10, mientras que en América Latina es más fre- donde hay alteración de dos o más áreas o cam-
cuente el término retraso madurativo13. Álvarez pos del desarrollo, manifestándose un retraso
Gómez et al, por otra parte, definen al retraso del significativo, correspondiente a dos o más des-
desarrollo como una demora o lentitud en la se- viaciones estándar inferior a la media en pruebas
cuencia normal de adquisición de los hitos del de- acorde a la edad del niño14. Algunos ejemplos de
sarrollo, por lo cual para estos autores no existe trastornos globales del desarrollo son el autis-
nada intrínsecamente anormal, los hitos madura- mo, el síndrome de Asperger o el síndrome de
tivos se cumplen en el orden esperado, sólo que en Rett. Cuando el problema del desarrollo es leve o
forma más lenta12. Esto implica que, a largo pla- sutil, puede no ser fácilmente evidenciable y para
zo, el niño adquirirá las habilidades deficitarias y detectarlo es necesario realizar una prueba de
siempre seguirá un orden específico en la adqui- pesquisa o screening15,16. En estos casos podría
sición de las mismas. hablarse de trastornos inaparentes del desarrollo
Por lo anteriormente mencionado, el niño con psicomotor. Dado que la mayoría de los lactantes
retrasos en su desarrollo puede normalizarse a y preescolares con dificultades del desarrollo no
largo plazo y, cuando esto no ocurre, será diag- tienen signos obvios de enfermedad, por lo me-
nosticado con una cierta patología. Narbona y nos en un inicio, ni factores de riesgo que lo su-
Schlumberger10 contemplaron las diferentes po- gieran, la identificación de estos niños aparente-
sibilidades diagnósticas en las que puede desem- mente sanos suele constituir un verdadero desa-
bocar un cuadro que inicialmente se manifestó fío1. Los trastornos inaparentes del desarrollo
como un retraso psicomotor de la siguiente ma- plantean tal vez la discusión más difícil en esta
nera: puede ocurrir que el retraso sea una va- área y transcurren en un límite difuso entre lo
riante normal del desarrollo, en cuyo caso se nor- “normal y patológico”.
malizará espontáneamente antes de la edad pre-
escolar. Puede que en realidad sea un verdadero Clasificaciones diagnósticas
retraso, debido a déficit en la estimulación por de los problemas del DPM
parte del entorno familiar y social, que podría
ser normalizado si se adecuara la educación y el Una de las dificultades halladas al incursio-
ambiente del niño (retraso de etiología ambien- nar en los problemas del desarrollo es su clasifi-
tal); o bien deberse a enfermedad crónica extra- cación. Existen numerosas clasificaciones diag-
neurológica (cardiopatía congénita, enfermedad nósticas, entre ellas dos sistemas principales o de
respiratoria, desnutrición, entre otras), compen- uso más difundido. Una es la establecida por la
sándose en la medida en que mejora la enferme- Asociación Norteamericana de Psiquiatría, el
dad general de base. Por otra parte, un retraso Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos
puede deberse al efecto de un déficit sensorial ais- Mentales en su cuarta revisión (DSM IV), que
lado, como la sordera neurosensorial congénita constituye el sistema más utilizado para la inves-
o ser la primera manifestación de una futura de- tigación internacional. La otra es la Clasificación
ficiencia mental, cuyo diagnóstico definitivo en Internacional de Enfermedades (CIE 10) desa-
los casos leves, no suele evidenciarse hasta el final rrollada por la Organización Mundial de la Sa-
de la edad preescolar. Otra posibilidad es que sea lud. Esta última incorpora a todos los proble-
la primera manifestación de una encefalopatía mas del desarrollo bajo la denominación de Tras-
crónica no evolutiva, un trastorno neuromuscu- tornos del desarrollo psicológico. Habitualmente
lar congénito de escasa o nula evolutividad, la se los denomina simplemente trastornos del desa-
primera manifestación de una futura torpeza se- rrollo y son un amplio grupo de problemas de
lectiva en la psicomotricidad fina y/o gruesa (tras- inicio en la primera o segunda infancia, de curso
torno del desarrollo de la coordinación, frecuen- estable, que varían desde dificultades escolares
temente asociado a la forma disatencional del hasta problemas psicomotores. Una de las ca-
TDAH), o el inicio de un trastorno global del desa- racterísticas principales es que presentan deterio-
rrollo (trastorno de tipo autista)10. ro o retraso del desarrollo de las funciones rela-
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cionadas con la maduración biológica del siste- como en el caso de la DSM IV, que dedica un solo
ma nervioso central. En la mayoría de los casos, capítulo a los problemas de inicio en la infan-
las funciones afectadas son el lenguaje, las fun- cia17. Por último, aunque los sistemas de clasifi-
ciones viso-espaciales y la coordinación de los caciones diagnósticas van delimitando un lenguaje
movimientos. En el Cuadro 1 se listan los tras- común en sus sucesivas versiones, los resultados
tornos incluidos por la CIE 10. son poco satisfactorios en lo que respecta a ni-
Otras clasificaciones diagnósticas para los ños21.
problemas del desarrollo coinciden parcialmen-
te con la CIE 10. Una de las más aceptadas en Relativizando lo normal y lo patológico
salud mental es el Manual de Diagnóstico y Esta-
dística de las Enfermedades Mentales (DSM IV) Puede decirse que, universalmente, el desa-
de la Asociación Americana de Psiquiatría17. Esta rrollo psicomotor es un proceso evolutivo y con-
clasificación (Cuadro 2) incorpora a los trastor- tinuo, que sigue una secuencia similar en todos
nos del desarrollo infantil bajo la categoría Tras- los niños. Sin embargo, establecer qué es lo nor-
tornos de inicio en la infancia, la niñez o la adoles- mal en el desarrollo psicomotor es dificultoso,
cencia incluyendo en este grupo al retraso men- porque el proceso de maduración psicomotriz
tal, a los trastornos del aprendizaje, a la de las no se realiza de manera rígida ni estereotipada2.
habilidades motoras, a los de la comunicación, a Esto plantea algunas preguntas ¿Qué es normal?
los trastornos generalizados del desarrollo, a los ¿Lo “normal” es “normal” para todos? Rosato et
trastornos por déficit de atención y comporta- al.22 introdujeron el concepto de “ideología de la
miento perturbador, entre otros18. normalidad” para analizar los procesos de pro-
Una ventaja de este tipo de clasificaciones es ducción de discapacidad. Esta ideología opera
que posibilitan organizar los cuadros clínicos y sustentada en una lógica binaria, donde “anor-
otorgan a los profesionales un lenguaje en co- malidad” no describe una cosa singular ni estable
mún. Sin embargo, muchas veces imponen rótu- sino que más bien es referida a los límites que
los a los pacientes, con lo cual se pueden limitar marca el termino opuesto, la normalidad.
las expectativas que se tiene sobre el niño19. La Illingworth, afirmaba que los retrasos del
infancia es un período de cambios continuos por desarrollo psicomotor son pensados en función
lo que a veces es difícil encajar un trastorno en de alteraciones en la secuencia del desarrollo y en
una estructura clasificatoria rígida; es por eso que la adquisición de ciertas pautas que se demoran
a las mencionadas clasificaciones se les objeta que,
tanto el factor evolutivo como las diferencias de
expresión de los síntomas en relación a la edad
estén poco considerados en los apartados dedi-
cados a los niños. A su vez, las secciones referidas Cuadro 2. Trastornos de inicio en la infancia niñez
exclusivamente a los niños son muy reducidas, o adolescencia según el DSM IV.
Trastornos de inicio en la infancia,
niñez o adolescencia
Retraso mental
Cuadro 1. Clasificación de los trastornos del
Trastornos del aprendizaje
desarrollo de la CIE 10
Trastornos de las habilidades motoras
Trastornos del desarrollo psicológico (F80-89)
Trastornos de la comunicación
Trastornos específicos del lenguaje y del habla
(F80) Trastornos generalizados del desarrollo
Trastornos por déficit de atención y
Trastornos del desarrollo específicos del
comportamiento perturbador
aprendizaje escolar (F81)
Trastornos de la ingestión y de la conducta
Trastornos del desarrollo específicos del desarrollo alimentaria de la infancia o de la niñez
psicomotor (F82)
Trastornos de tics
Trastornos del desarrollo específicos mixtos (F83)
Trastornos de la eliminación
Trastorno generalizado del desarrollo (F84)
Otros trastornos de la infancia, la niñez o la
Otros trastornos del desarrollo psicológico (F88) adolescencia
Fuente: OPS20 Fuente: APA, 2000 (19)
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más que la “norma”. Desde una perspectiva esta- emic, por el contrario, desacuerda con las catego-
dística, cuanto más lejos se encuentre un niño del rías diagnósticas generalizables, proponiendo el
promedio, es menos probable que sea normal23. conocimiento de los significados específicos que
Canguilhem24 debatió con aquellos que identifi- cada cultura otorga a un determinado síntoma o
caban norma con promedio y sostenían que los dolencia28. En este punto es necesario pensar el
valores considerados promedios estadísticos desarrollo normal en función de la percepción
otorgarían las medidas ciertas de lo que debía ser (subjetiva) y del contexto cultural desde donde se
considerado normal para un organismo. Si la identifican/definen y adquieren significado los
norma es más que el promedio algunos niños eventos del desarrollo infantil. Lev Vygotsky29 afir-
ubicados en los extremos de una campana de maba que el niño es un ser social desde que nace y
Gauss, podrían pertenecer a la norma (falsos que en la interacción con los demás va a residir la
positivos), en vez de ser clasificados como “anor- clave de su desarrollo. Para la psicología cultural
males”. En su obra Lo Normal y lo Patológico Can- y transcultural las prácticas sociales promueven
guilhem24 afirmaba que lo normal es fijado por comportamientos culturalmente específicos. Así,
convención. Consideraba que los promedios la diversidad del comportamiento es entendida
(constantes) fisiológicos expresan normas co- como un producto de las relaciones entre el con-
lectivas de vida histórica y socialmente cambian- texto cultural y el desarrollo humano30. De tal
tes. Sostenía que no es el promedio el que esta- modo, algunos contextos pueden favorecer el de-
blece lo normal, sino que por el contrario las sarrollo de un área madurativa en particular. Por
constantes fisiológicas expresan normas de vida ejemplo, entre los Mbyá-Guaraní, el ser conside-
que no son el resultado de hábitos individuales rado como un Mbyá requiere dos atributos: que
sino de valores sociales y biológicos. Para este el niño hable y camine erguido, por lo que se fa-
autor la variación era parte de la normalidad vorecen estos aspectos en la crianza31. También en
“siendo que lo normal no tiene la rigidez de una los Mapuche, la adquisición temprana del len-
determinante que valga para toda la especie, sino guaje es un atributo deseable en un niño, por lo
la flexibilidad de una norma que se transforma que es una de las actividades que se favorecen en
en relación a las condiciones individuales, enton- primera instancia32. Este componente subjetivo
ces es claro que el límite entre lo normal y lo en la percepción de conductas como normales o
patológico se hace impreciso”25. Siguiendo a Ca- anormales, es el que vincula la salud mental (nor-
poni25 esto implica asumir la construcción subje- malidad) a la condición de “adaptado” o “no adap-
tiva de formas de vida y modos de ser fisiológi- tado” a las exigencias de la cultura del grupo de
cos y que es a través de la variación de las normas pertenencia31. Al respecto, el antropólogo Meyer
sociales y vitales que se producen variaciones en Fortes, citado por Nunes33, señaló que no son las
los promedios estadísticos que consideramos fases de maduración biológica, sino las relaciones
constantes funcionales. La perspectiva de Can- que el individuo establece dentro de su grupo do-
guilhem hace repensar la falsa oposición normal/ méstico y de la sociedad como un todo, las que
patológico en tanto lo normal comprende lo va- delinean y expresan los cambios dentro del ciclo
riable. Por otra parte permite relativizar la nor- de vida.
malidad no sólo en función de valores biológicos El abordaje del desarrollo infantil y sus va-
sino sociales. Esto posibilita rescatar la visión di- riantes, debe reconocer la diversidad del com-
námica del DPM, considerando al retraso psico- portamiento humano, pensada en términos de
motor como una entidad provisoria, que se pro- particularidades culturales (generalmente asocia-
duce en un continuum (más que en una oposi- das a pertenencias étnicas específicas), pero como
ción) normalidad-patología. sostienen Colángelo et al.34 debe evitarse un cul-
Una segunda cuestión, abordada especialmen- turalismo ingenuo, que llevaría por ejemplo a
te por la psicología y la antropología, es la relacio- concebir las poblaciones indígenas como comu-
nada a la universalidad y la relatividad del desa- nidades homogéneas, regidas por pautas tradi-
rrollo. El universalismo y el relativismo son vistos cionales atemporales y excluye otras dimensio-
como dos emergentes de la relación entre cultura nes presentes en las sociedades complejas, tales
y psicopatología, y remiten a las nociones de etic y como la desigualdad social. Según estas autoras
emic, es decir lo universal y lo particular del com- la infancia es una construcción donde se conju-
portamiento humano26. El primer enfoque per- gan estas dimensiones, entre otras; señalando la
mite construir categorías aplicables a todos los complejidad y variedad de las relaciones que pue-
grupos humanos, dando sustento a las clasifica- den establecerse entre los procesos de crecimien-
ciones del tipo CIE 10 y DSM IV27. El enfoque to y desarrollo y la edad social34. En este sentido
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señalan que la definición de “la” niñez, qué es ade- bién rige en lo inherente a los instrumentos utili-
cuado para cada edad y qué comportamientos o zados para su diagnóstico y/o pesquisa cuyo re-
características –por no adecuarse a lo estableci- sultado informa si un niño “aprobó” o “no apro-
do– caen en el terreno de lo anormal, no es un bó”, en base a un punto de corte. Estos puntos de
dato de la naturaleza, sino el resultado de una corte dejan lejanas las consideraciones del entor-
disputa por imponer una visión particular como no sociocultural y ambiental del niño donde cier-
la legítima y universal. tas pautas son más estimuladas y valoradas que
otras. Un abordaje reflexivo del desarrollo infan-
til deberá incluir una mirada más relativista del
Breves reflexiones comportamiento humano, evitando la interpre-
tación de los problemas del DPM desde una vi-
Las consideraciones hechas con anterioridad sión dicotómica para contemplarlos como un
ponen de manifiesto que la dificultad hallada en espectro de síntomas variables, dinámicos y
la categorización de lo normal/patológico, tam- modificables en el tiempo.

Colaboradores

A Vericat fue responsable por la investigación


bibliográfica, discusión de textos y redacción del
manuscrito. AB Orden trabajo en la discusión de
textos, redacción y organización general del ma-
nuscrito.
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Artigo apresentado em 15/02/2012


Aprovado em 15/03/2012
Versão final apresentada em 23/03/2012

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