Etica
Segin Kant, los seres humanos no han sido dotados de buena
voluntad para perseguir la felicidad: para eso -observa, lticida-
mente- el instinto habria sido mucho mas eficaz. La voluntad no
es buena como medio para otrofin sino buena en si misma, yen
este sentido es el bien mas elevado y la condicién de todos los
‘demas bienes, incluida la felicidad, Ahora bien, para entender
guées lo que hace a una voluntad buena en si misma es preciso
introducir la nocién kantiana del deber. Kant define el deber
como {a buena voluntad “si bien, bajo ciertas restricciones y
obstaculos subjetivos’, es decir, colocada bajo ciertos impedi-
mentas que no le permiten manifestarse porsisola. El hombre
no es solo un serracional sino también sensible, de modo que
susacciones estén determinadas en parte porlaraziny en parte
lmmanuel Kant, en fa estampi- por las inclinaciones: el amor, el odio, la simpatia, el orgullo,
et la avaricia, el placer, los gustos, etc. Asi, en el hombre hay una
tensién entre la racionalidad y las inclinaciones, entre la ley
moraly “la imperfeccién subjetiva de la voluntad’” La buena vo:
luntad se manifiesta precisamente en la tensién o lucha con las
inclinaciones, como una exigencia. En la medida en que ocurre
talconflicto, la buena voluntad se llama deber. No obstante, Kant
distingue entre:
» actos contrarios al deber;
> actos conformes al deber (por inclinacién mediata o por inclinacién inmediata);,
» actos por deber.
‘Siguiendola propuesta de Carpio, recordemos el ejemplo del queve que alguien se esta shogando
en el rio, que sirve para ilustrar las diversas posibilidades,
1) Veo que alguien seesté ahogando en el io, es justamente alguien a quien le debo dinero, y en
tonces -movido por unainelinacién avara- dejo quese ahogue. En ese caso, esobvioquemi accion
es contraria al deber.
2)Veo que quien se esté ahogando en el rio es una persona que me debe dinero ami: corro entonces
asalvario, pensando quesi no sesalva nunca podré cobrar lo que me deben. Mi accién es conforme
al deber: no se puede decir que sea un acto moralmente malo, pero tampoco bueno; es neutro ya
que, una vez mas, el motor de ta acci6n ha sido la inclinacion [el deseo de recuperar el dinero), y
ademas una inclinacién mediata porque no actué de forma esponténea sino porque esa persona
salvada es un medio para recuperar el dinero.
3) Veo que quien se esté ahogando es un ser amado y me arrojo a salvarlo; nuevamente estamos
ante una accién conforme al deber, una accion que coincide con o que el deber manda, sin embargo
lo hice movido por una inelinacién inmediata pues es directamente a esa persona a quien deseo
salvar Para Kant se trata de otro acto moratmente neutro: ni malo ni buen.
4) Veo que quien se esta ahogando es un absolute desconocido o incluso un acérrimo enemigo;
y mi inclinaci6n es la indiferencia en un caso o la repugnancia en el otro, sin embargo, el deber
me dice que debo salvario, como a cualquier ser humano, y entonces me esfuerzo por salvar.
Estamos ante une accion realizede por deber y no por inclinacién: es este, entonces, et tinico
‘caso en que, Segin Kant, tenemos una accién moralmente buena. Kant considera que puededarse la circunstancia de que un ser humano acti
deber: pero para la determinacion de la bondad moral
motivos y asegurarse de que la motivacién fundamental
‘Actuar por deber es, para Kant, hacerlo por respeto ala ley moral. la prueba;
actuando as{consiste en buscar cudles{a maxima o el principio porel cual se:
al que se ajusta el propio acto, Se pueden distinguir dos tipos de imperativos.o mandatos:
Jinclinacién como por el
distinguir los dos
La moralidad como sentimiento. La presencia de
pafar una accién moral. Sin embargo, Kant debe
el deber. ¥ en este punto, acepta que existe un senti
una inclinacién— que nes lleva al bien. Es nuestro:
sentimiento a priori, es decir que tenemos eon indey
deber, dice Kant, por si mismo nos hace querer cumplirla.|
hacia ef deber, que esta en la base de toda accién moral
valorado dentro de la moralidad y es, ademis, necesario para
funcione. Lejos de proponer un sentimiento de felicidad 0 de
buena decisién moral, Kant dice que el cumplimiento del deber
miento de deber cumplido, de satisfaceién de conciencia, que es:
que se genera con nuestra buena voluntad, Para este filésofo, no
felicidad, sino a la obligacion.
siempre a em
cumplir con
instancia es
trata de wn
porque el
imiento
> el imperative hipotético tiene la forma: “no debo matar si no quiero ir preso% En estos
imperativos hay una condicién (no quiero ir preso) que quiero cumplircon el principio que
sigo. La accién depende de esa condicién que se me impone desde fuera. Entonces no soy
totalmente libre porque dependo del cuiplimento de eso exterior.
» Elimperativo categérico, en cambio, es incondicional, objetivo yauténomo, ytiene [a forma:
independientemente del fin que quieras alcanzar, actda de tal o cual maners. Kant formulé
tres veces este imperativo; la primera formulacion es la siguiente: “Obra de manera tol que
puedas querer que la maxima de tu aceién se convierta en ley universal: Un ejemplo del im-
perativo categérico es: “no debo matar” y no debo hacerlo al margen de las consecuencias
que luego me traiga esa accién. Elimperativo categGrico es propio de una voluntad auténo-
ima. En este sentido: la voluntad esté determinada par el deber, ya accion cumple cabal y
completamente lo que se debe hacer.
ELimperativo categérico se diferencia del hipotético en que no depende de ninguna circunstancia
particular para que se imponga su cumplimiento. Como dice Kant: el deber se impone sin més,
porque todo deber es absoluto.
2Qué es una maxima? Cuando decidi no mentirie al director de ta escuela, incluso pesju-
dlicando asi a mi amigo, consideré que debo decir la verdad y evitar Ia mentira en toda
circunstancia. Lo que hice fue simplemente aplicar esta norma al caso particular en el
gue tenia que decidir: mentir 0 no. Ese fue el prineipio subjetivo de mi accién, lo que
individualmente (de ahi lo de subjetivo) tuye como norma al decidir, Esa es la méxima
de mi accién,
121Etica
2Qué es una fey universal? Una maxima que tiene validez para todos y en todos los casos,
no solo para mi conciencia en un momento dado: “Todos detien decir la verdad y evitar la
mentira en toda circanstancia”.
2Qué significa que puedas querer que la maxima de tu acci6n sea ley universal? “Quiero
‘que todos digan Ia verdad y eviten la mentira,y esto es bueno que lo quiera hacer yo a los demas
‘y que los demas lo hagan hacia mi.” Desear que esa norma individual que fue buena para mi
isin en una situacién precisa, sea buena también para la decisién de todos.
El hombre como fin en si mismo y el reino de los fines. Como se dijo antes, Kant ofrece diversas
formutaciones del imperativo categérico. Fn su segunda formutacién, este se proyecta en un con-
Ccepto del hombre como fin en si mismo. Kant escribe: “Obra de manera tal que nunca uses 0 lo
‘humanidad soto come un medio, sino siempre también como un fin en simisma’: De modo que cada
hombre debe ser siempre pensado, en el marco de nuestra accién, como un fin en si mismo, y 96
debemos servirnosde las personas coma medios para conseguir propdsitos ulteriores. Kantentiende
que cada hombre tiene que ser valorado porigualy, aunque no debo hacerlo para serrespetado yo
mismo -pues esto ser‘a actuar por inclinacién, por un fin particular, privado o egoista-el hecho de
considerara cada hombre como un fin me lleva directamente a ser también respetado como un fin,
La tercera formulacién del imperativo categérico se hace més abstracta y situa la responsabilidad
de cada hombre dentro del panorama general de la accién moral Dice Kant: “Obra de manera tal
que fa méxima de ta voluntad pueda considerorse como legistadora universof” En cierta forma, esta
formultacién despliega algo que ya leimos en la primera: que la maxima de la accién, es decir el
principio subjetivo que nosilleva 3 actuar, debe coincidir con laley universal; de este modo, nuestra
voluntad es legisiadora universal y absoluta
Elfilésofo Anthony Kenny (1931) lo explica asi: “Como ser
humano, dice Kant, no soy solo un fin en mi mismo, sino
también miembro de un reino de fines, una unién de
seres racionales sometidos a leyescomunes. Mivoluntad
es racional en la medida en que sus mSximas puedan
convertirse en leyes universales. El reverso de esta pro-
posicién es que la ley universal es una ley establecida
por voluntades racionales como la mia. Un ser racional
‘esté sujeto solo a leyes que han sido hechas por él y, sin
‘embargo, son universales’.En el reino de los fines somos:
‘todos. la vez legistadores y sibditos.(...) Kant concluye!
laexposicién desu sistema moral con un panegirico dela
dignidad de ta virtud. En e reino de los fines, todo ties
GURAIARGRSEKGEGNN un precio o un valor. Si una cosa tiene un precio, pu
tines os gelnmensltens, inercambiarse por alguna atra. Lo que tiene valor
WolescrAorypotemiste Unico ¢ inalienable; esta mas alla de todo recto. Hay
Pe Quincey (i827) dice Kont, dos clases de precios: os precios del mercad
que corresponden alla satisfaccién de necesidades, y
precios caprichosos, que corresponden a la satisfacci
de gustos. La moralidad esté por encima y mas alla
ambas clases de precios".E| utilitarismo de John Stuart Mill
En el siglo XIX, el pensador inglés John Stuart Milt
(1806-1873) también pens6 quetodohombredesea
lafelicidad, yagregé quel comunidadenla que vive
debe ayudarlo a procurarsela, En su concepcion de
la virtud, Mill sigue a Platén y Aristoteles, aunque
también a Epicuro, puesconsidera queesatravésde
lavirtud que puede conseguirsela felicidad. Ademds
sigue a Kant, alsefialar quees necesario apelar ala
razén para determinar qué es lo moralmente bue-
no, aunque agrega algunos elementos de la ética
de Hume; por ejemplo, considera, al igual que el
empirista Hume, que la sensibilidad es una fuente
relevante ~tan relevante come la racionalidad~
‘cuando se trata de elaborar metas genuinas para
elser humano. Mill concibe al hombre como un ser
sensible-racional, por lo tanto todo planteo moral
debe toner en cuenta este doble aspecto para poder
comprender y postular una moralidad realmente
accesible al hombre.
mopuo 3
123124
Etica
Todo hombre, supone Mill, Busca el mayor placer que le es posible obtener. La meta tiltima de
nuestra vida es este placer que, ademas, da sentido al resto de los placeres que buscamos. Desde
su perspectiva, esto solo puede conseguirse en una situacién de igualdad entre los hombres, en
un clima de relaciones sociales amables y -sobre todo solidarias. El placer buscado es asimilado
por Mill la felicidad. La felicidad generat quedaria garantizada en una socicdad esencialmente
arménica en su conjunto. Para lograr esto, Mil considera que la basqueda natural propia de todo
hombre hacia la satisfaccién del placer debe integrarse con la reflexién sobre sus placeres y formas
de goce. No piensa, como parece sostener la posicién kantiana, que la accion moralmente buena
deba estar divorciada del disfrute, sino que, en la medida en que no somos seres indiferentes, sil
planteo moral va a ser realista, debe incluir estos factores tanto como lo racional.
Elplanteo inserta al hombre en su concreta condicién social y comunitaria. ¥ neste contexto gen
ral, Mil formula el principio de utilidad ~basado en el principio de mayor felicidad que ya habia
formulado su maestro, el jurista inglés Jeremy Bentham (1748-1832)-, que dice: Las acciones son
correctasen la medide en que tienden a promover la mayor felicidad -placery ausencia de dofor- para
lamayoria; y serén incorrectas en la medida en que tiendan o producirlo contrario a la felicidad. Este
principio general constituye la nica fuente de obligacién moral, énico principiode ta moralidad, Mill
comprende entonces el placer y la liberacion del dolor como aquello que es tit -de ahi el nombre
de utilitarismo, con el que se conoce su posicién- tanto al hombre como a ta sociedad en la que
Vive. Mill distingue bien su propia nocién de placer respecto del goce primario de los animales. En
la medida en que el hombre tiene facultades superiores a las bestias, los placeres que busca serén.
también superiores. En la misma linea de Epicuro, Mill considera que estos placeres superiores son.
los placeres intelectuales, contrapuestos a los corporales. Como estamosnaturalmente dispuestos.
‘a.admitiy, tos placeres superiores erin mas deseables para el hombre que los placeres inferiores.
De este modo, nadie prefiere ser ignorante, bruto o sinvergienza, si pudo conocer lo contrario de
esto y cree que es capar de realizar,
‘Ahora bien, un ser con capacidades superiores desarroliadas necesita més para sentirse pleno y
feliz. Cuanto mas simple sea alguien, més facil le resuttars satisfacerse; sin embargo, un hom
Cultivado no va a contentarse con lo més facil o lo inferior. Camo escribe Mill en su ensayo El util
tarismo: “Es indiscutible que el ser cuyas capacidades de goce son pequeias tiene mas oportuni-
dades de satisfacertas plenamente; por el contrario, un ser muy bien dotado siempre considerara
que cualquier felicidad que pueda alcanzar, tal como el mundo esté constituido, es imperfecta.
Pero puede aprender a soportar sus imperfecciones, si son en algin sentido soportables. & mejor
ser un ser humane insatistecho que un cerdo satisfecho; mejorsser un Sécrates insatisfecho que un
necio satisfecho. ¥siel nacio 0 el cerdo opinan de un modo distinto es a causa de que ellos solo,
‘conocen una cara de la cuestién. El otro miembro de la comparacién conoce ambas caras”. Vale
decir que un ser superior esta en mejores condiciones para juzgar lo bueno y, aunque a veces no,
pueda alcanzarlo, no estard dispuesto a perseguir lo inferior, porque eso siempre va a dejarlo en
condiciones de insatisfaccion,
Es cierto, sin embargo, que muchas veces los seres humanos nos orientamos, por una cuestién de
comodidad, hacia metas inferiores. Todas sabemos que es mejor aprender que pasar la vida en
{a ignorancia; sin embargo, un sdbado a la tarde, en un dia de pleno sol, si tenemos que estudiar
ppara aprobar una materia, probablemente prefiramos salir a quedarnos estudiando encerrados
toda la tarde, Porque somos débiles y nos sentimos inclinados a preferir el placer mas proximo,
ante otro placer percibido como ms Iejano (sacar una buena nota y aprober una materia resul
menos cercano que el inmediato goce presente del sol de esta tarde) y, por lo tanto, como un pla
‘cer no elegido en primer lugar. Mill asume que los gaces superiores, las aspitaciones clevadas ylmopuLo 3
intelectuales son més Faciles de perder 0 de releger frente al placer inmediato. Entonees,
10 sera posible, mediando siempre este facilismo, lleger a cumplir con el principio de mayor
jad? Lo que hace falta es promover socialmente el cutive de tanobleza, el desarrollo -eh todo
sible~ de los rasgos superiores del hombre. Todo ser sensible y racional como el hombre va
rar siempre una vida libre de dolores y colmada de disfrutes, y se dard cuenta de que esto
bie solo sila sociedad en su conjunto desarrolla lazos de solidaridiad estables y duraderos.
sefiala dos grandes causas de la insatisfeccién humana: el egoismo y la falta de cultivo de
'vida intelectual. Pero debe entenderse bien la critica que hace al egoismo ya que para el filé-
no se trata de inmolarse o sacrificarse por los demas: el espiritu de sacrificioy el sufrimiento
el sufrimiento mismo no conducen a la humanidad hacia ningtin lado. Si alguien se sacrifica
3 asegurarse bien de que ese sacrificio redunde en beneficio de muchos hombres. Mil lo dice
mente: nadie esté obligado a renunciar a su cuota de placer-felicidad al contrario, solo este
et €5 lo que hace que la vida valga la pena. La sociedad toda debe preocuparse por promover
bienestar general y debe hacer todo lo posible por armonizar los intereses individuales con los
la comunidad. La educacién y la formacion de tos individuos son el instrumento que permite
ia felicidad individual ala comunitaria
mente, es interesante ta idea utiitarista de que
mmiserias y el estado penoso en que se encuen-
la humanidad, las calamidades profundas, la
felicidad tienen su causa pura y exclusivamente
el hombre. Si el ser humano se planteara seria-
te acabar con ello, no habria ningin problema
conseguirto. Lo Unico que deberiames hacer los
bres es proponeémosio y esforzarnos porestefin,
este sentido, John Stuart Mill exhibe una actitud
timista respecto de la capacidad det hombre de
recentar la cuota total de felicidad disirutada por
humanidad.
Flutilitariemo de Bentham y la defensa del consecuencialismo
‘Se dice que en gran medida John Stuart Mill suavizé algunos rasgos del utilitarismo de quie
Sue'su maestro: Jeremy Bentham. | influencia de la reflexién moral de Bentham fue decisiva
y enorme en la historia de la disciplina. Las posiciones Mlos6ficas en ética pueden dividirse
en absolutistas y consecuencialistas. Los absolutistas creen que hay determinadas acciones
‘que son intrinsecamente malas y nunca deben realizarse, sin importar las conseeuencias
derivadas det abstenerse de realizatlas. Los consecueneialistas, en cambio, creen que la
moralidad de las acciones debe juzyatse por sus consecueneias. Antes de Bentham, la mayor
parte de los filosofos eran absolutistas, pues entronizaban 2 la ley natural y a los derechos:
naturales. Si hay derechos naturales y una ley natural, entonces algunas acciones que ataquen
esos derechos o entren en conflicto con esa ley son malas, al margen de sus consecuencias.
El ataque de Bentham a las nociones de ley natural y derechos naturales fue mucho mis
influyente que su defensa del principio de utilidad: logré el efecto de volver respetable el
consecuencialismo ético.
125126
~
ere
La condena de Nietzsche a los modelos éticos de Occidente
Hacia finales del siglo XIX, encontramas un planteo ético completamente dife-
rente:el el ildsofo aleman Friedrich Nietzsche (1844-1900), quien propuso
tuna“filosofia del martilo”, aludiendo con estaimagenalaactitud combativa
¥ destructiva que, segiin él, debia tenerse frente a la historia de las ideas.
Nietzsche -criado por su madre y sus tias en la estricta moral uterana~ se
sintiéliberado cuando descubrié, mientras estudiaba en la Universidad de
Leipzig el ateismo de Arthur Schopenhauer (1785-1860), y desde entonces
bregé por una flosofia contraria al éthos cristiano y al racionalismo, en to-
das sus expresiones. En el desarrollo de esta idea, Nietzsche llega a postulermopuo 3
1e desde los griegos hasta cl siglo XIX, comenzando por el propio Sécrates, los seres humans han
ilizado la razén para compensar una carencia profunda devitalidad. €n una humanidad sana cada
Ino se afianzaria en lo que el filésofo llama su voluntad de poder, su fuerza vital que se afirma en
vida de manera natural, incluso animal. Pero como esta voluntad comenzé a mostrarse y sentirse
{débil, volviéndose una voluntad degradada y enferma, buscé formas de compensacin en la raz6n.
A juicio de Nietzsche, la razén elaboré sistemas éticos (sistemas de valores, polarizando la vida en
bueno" y “malo y sistemas gnoseolégicos (que establecieron la dicotomia “verdadero” y “falso"):
dos sistemas erigidos por el uso de la razén solo destinados a someter a los hombres, doblegén-
dolos y alistandolos en una moralidad del rebaffo: todos siguiendo de manera acritica lo que la
‘eligi6n, a autoridad moral o la flosofia han dicho que es bueno y verdadero, Nietzsche cuestiona
todo sistema cientificoy moral por considerarios herramientas de dominacién, medios paraigualar
2 los hombres en su obediencia y sumision. A su juicio, la debilidad de la voluntad se manifiesta
‘en dos tipos de enfermos: el sabio, en el Ambito del conocimiento, y el asceta, en el Ambito moral.
En todos los casos, se trata de una profunda represion de la fuerza vital, una “domesticacion del
instinto”, La cultura cristiana y racionalista ~sostiene Nietzsche-nos convence de que debemos ser
10505, virtuosos, generos0s; pero esta pretensién solo nos obliga a “portarnos siempre bien” ya
someternos. Aqui es donde, al margen de la critica, propone una “filosofia del martillo™ destinada
no solo a destruir tales sistemas esclavizantes y mostrar que la historia de las ideas es la historia
de un error, sino también a proponer nuevas verdades. Segin Nietzsche, es preciso no seguira la
razén, sino a la voluntad rehabiltada, fuerte e imperante.
Pesimismo y optimismo de la voluntad de poder
SNieLZseRe fue, inicialmente, un seguidor de fa obra de Arthur Schopenhauer, de quien toma
la imagen del casmos como un voluntad que lucha por desear, por extenders, que arrolla
todo a su paso y que no surge de una razén organizada, sino mas bien de impulso clego. Pero
‘a diferencia de Schopenhauer, que ve esto como una especie de dolor, Nietzsche considera
que s{ hay sufrimiento pero también hay alegria, una profunda exaltacién. Schopenhauer
vee! juego de la voluntad desde el individuo y constata que Ta voluntad se vale de él para sus
propios fines y htego lo aplasta sin miramientos. El resultado es un irrenunciable pesimismo:
Ia vida es dolor, porque es deseo, y el deseo tiene como dnicos destinos la insatisfaccién o el
hhastfo, Nietzsche, en cambio, considera que el yo es una flusién, y entonces adopta un pun-
to de vista descentrado para cgfitempllar el juego que eternamente fluye de las fuerzas que
componen Ia voluntad de poder Bste juego se le aparece, pues, como gozoso.” (F. Savater,
La aventura del pensamiento.)
Cudl es la funcién que le cabe a esta voluntad de poder en el sistema completo de la ética nietzs
cheana es motivo de controversia. En primer lugar, porque la escritura floséfica de Nietzsche es
més literaria que sistematica: el flésofo nunca llegé a elaborar la forma de un sistema completo.
En segunda lugar, por el uso polémica ~y en gran medida ilegitimo- que de las obras de Nietzsche
hizo su hermana y albacea Elisabeth, quien durante la larga enfermedad psiquidtrica del filésofo
y, tras su muerte, manipulé sus escritos dandoles un sesgo nazi (al punto que Adolf Hitler logé a
Visitar la casa-museo del filésofo, y lo us6 para sus fines propagandisticos). En tercer lugar, porque
como sefiala A. Kenny-“Nietzsche no llega a hacer una presentacién coherente del punto de vista
moral desde el cual critica ala moral convencional” y entonces “es dificil encontrardénde se sitia
el propio Nietzsche en torno a cuestiones como la valoracién de la crueldad’.
127vs
Etica
Lareflexion ética de Nietzsche es, segiin él mismo a define, “una especie de psicologiay geneatogta
de la moral’. Contra el punto de partida cristiano, que predica que son los pobres y débiles los que
Uegarén al cielo, mientras quella fuerza la arrogancia son valorades negativamente, Nietzsche rechaza
quehaya que sometersea sentimientos como la humildad ola catidad con los masnecesitados. Esta,
es, segiin é, la trama inventada por fos débiles para legitimar su resentimiento contra los fuerte.
Como explica el filésofo espaol Fernande Savater (1947), segiin Nietzsche “los enfermos y os in:
capaces han generado un pensamiento segregatorio diciendo que los que riuntan, los mas fuertes,
arrogantes y brillantes, son malos: una especie de satanes” Asi a historia revela ~segiin establece
‘Nietzsche en su tratado La genealagia de la mora! (1887)~ dos géneros diferentes de moralidad: los,
aristécratas, que se sienten pertenecientes a un orden superior al del resto de la hurmanidad, em-
plean palabras como “bueno” para referirse a si mismos, a sus ideales y sus caracteristicas {noble
cuna, riquezas, arrojo, veracidad, pelo rubio). ¥ desprecian a los demas come plebeyos, vulgares,
cobardes, poco veraces, de tez oscura, y designan sus caracteristicas como"“maias”. Esta esla moral
de los amos. Sin embargo, los pobres y débiles, resentidos por el poder y la riqueza de los aristé
cratas, establecen su propio sistema de valores en oposicién al de las ricos: “moral de esclavas 0
de rebatio”, que elogia rasgos del carécter como la humildad y la benevolencia, que benetician al
cesvalido (La geneatogia de ta moral, pardgrafos 2 10).
A esta situacién Nietzsche la denomina
“ransvaloracién de os valores". Ademés,
laatribuye alos udios-ala *rebelin de los
exclavos"- ysostiene que el crstanismo la
hereda ylallevaa su plenitud. hora bien, si
laoposicién entree bienyel males un rasgo
propiode a moral delosesclavos que hoyes
ladominante, Nietzsche considera entonces
que debemios luchar contra la dominacién
de-esa moral de esclavos. As juicio,explica
Kenny, tla salida consiste en trascender los
limites del bion y del male introducir una
segunda transvaloracién de los valores. si
lologramos, surge (..) l Superhombre, la
forma superiorde a vida. La gente ha empe-
zado a darse cuenta -cice Nitasche- que el
ctistianismo no es una creencia aceptable y
queDios esta muerte, Elconcepto de Diosha
sido el mayor obstéculo para la plena reali-
zacién ea vida humana: ahore somos libres
de expresar nuestra yoluntad de vivir, Pero
nestravoluntad de vivirno ha dese, como
lade Schopenhauer, una que favorezca alos
debitesshadeservoluntad de poder. ..)El |) marecheye.stbethombreObermenchenslamén),
placer no es el fin de a accion sino simple-
mente la conelencta del ejericio del poder.
La maxima realizacién del poder humano
seré la creacién del Supertiombre’ el cual
no se logra gor evolucian, sino mediante un
dlercieio dela voluntadmoputo 3
C6 ‘Superhombre? En su obra Asi hablo Zaratustra, Nietasche cuenta su versién —re-
formulada- de la historia de este profeta y mago persa que, en la Antigiiedad, vino a ensenar
los suyos que Dios ha muerto, que la vida es un ciclo de eterno retorno y, sobre todo, “qué es
1 Superhombre”, Se suele definir al Superhombre como alguien “capaz-de generar su propio
sistema de valores identificando como bueno todo lo que procede de su genuina voluntad
de poder”. Sin embargo, esta caracterizacién parece ir de la mano de la asociacién entre
filosofia nietzscheana y totalitarismo desatado. En su conferencia “zQuién es el Zaratustra
de Nietzsche?”, el filésofo alemin Martin Heidegger (1889-1976) explica: “Con la palabra
“superhomibre’ Io primero que tenemos que hacer ¢s mantenemos a distancia de todos los
acentos equivocados y perturbadores que suenan habitualmente en las opiniones. Con la
‘denominacién Superhombre’, Nietzsche no menciona a un hombre simplemente de dimen-
siones mayores que las que ha tenido el hombre hasta ahora, Tampocomenciona ain tipo de
hombre que arroje lo humano fuera de si y haga de Ia mera arbitrariedad su ley'y de un furor
titénico su regla. Fl Superhombre, tomando la palabra en su sentido completamente literal,
‘es mas bien aquel hombre que va mas allé del hombre que haa ahora, tinica y
all.” (M. Heidegger, “7Quién es el Zaratustra de Nietzsche?")
fv
4iso
Etica
La ética existencialista
En el siglo Xx, también surge una posicién que viene @ devolverle explicitamente al ser humano
la responsabilidad total de su accién moral. Se trata del existencialismo, que tiene en el flésofo,
francés Jean-Paul Sartre (1905-1980) uno de sus més reconocidos representantes. En ineas gene:
rales, y para comprender el contexto de a ética sartreana, digamos que la posicién existencialista
se funda en la idea de que, en los hombres, la existencia precede a la esencia. ;Cémo entender
esta afirmacién? La esencia de algo puede definirse como el conjunto de caracteristicas que
hacen que ese algo sea precisamente eso y no otra cosa, La esentcia de la mesa no es més que la
stuma de todas las caracteristicas que hacen que sea una mesa (yo une silla oun pizarrén, etc.),
yen lafilosofia clasica se ha identificado a la esencia con ol plan o la forma que tiene en mente
el constructor de algo al hacer ese algo. Todo aquello que presente el canjunto de caracteristicas
con las que identificamos a una mesa serd,
precisamente, una mesa, y aquello que no
posea esas caracteristicas ha de ser otra
cosa, pero no una mesa. En ta medida en
que la esencia esta contenida en la defini
cién de cada cosa cuando definimos algo,
expresamos su esencia-, se dice que ella
es universal: definir a silla es definir todas
las sillas. Por otro lado, como nadie podria
fabricar una sillasin teneren cuenta su con-
cepto, debemos decir que la esencia de los,
objetos es anterior a la existencia concreta
de ese objeto (es preciso que la esencia
de la mesa esté presente en la mente del
fabricante antes de que, efectivamente, ja | afi otitis eeu buses
fabrique como un objeto concreto).
Volviendo a la maxima de Sartre, lo que esta afirma es que, a diferencia de todos los objetos fab
‘cados -105 cuales se producen siguiendo algiin modelo o plan previo-, el ser humano no tiene
paradigma, un modelo o una esencia que exista con anterioridad, Sartre sostiene que ne hay ut
naturaleza o esencia humana sino que el hombre es su propio proyecto. Primero existe -nacc,
es “yecto’ arrojado al mundo sin haber pedido nacer- y recién mas adelante va determinando
esencia, de acuerdo conus propiaselecciones, Todo ser humano se encuentra, desde un principi
en este mundo, sin haber elegido nada: ni su condicién social, econémica, politica; ni su circu
tancia, nisu familia. Pero a partir del momento en que comienza a actuar, todo lo que sigue es|
eleccién suya, Nada deo que el hombre hace esté predeterminado o preestablecido. Cada hom
es tal como se concibe a si mismo, razén por la cual es el dinico responsable de su existencia,
‘como dice Sartre: “El hombre es el Unico que no solo es tal camno él se concibe, sino tal coma,
se quiere, y como se concibe después de la existencia, como se quiere después de este imp.
hacia la existencia; el hombre no es otra cosa que lo que él se hace. Este es el primer principio
existencialismo”. (J-P, Sartre, Fl existencialismo es um humanismo.)
El hombre esté “condenado a la libertad’, dice Sartre; y con esta frase tan paradéjica nos qui
decir que todo el tiempo estamos eligiendo y no puede ser de otra manera. Aun en el caso de:
decidamos ne decidir, y que otro lo haga por nosotros, Sartre nos diria que también estamos:
idiendo ponernos en manos de otra para que nos diga qué hacer y decidimos obedecerio. Inc
si queremos proponer un caso sumamente extremo y pensamos que nos quedaremos encerMODULO 3
ivamente en nuestra casa -si esto fuera posible- para no decidir nada més, esto también es
de una decision, y a ella le seguirén todavia muchas otras.
bien, a menudo los seres humanos consideran que la vide sefia, indica, da signos de lo que
be hacer o de lo que se debe evitar hacer. Ei hecho de que siempre desapruebo los exémenes,
es un signo evidente de que debo abandonar la escuela o dejar ls carrera universitaria que
\cé? Cruzarme al sacerdote en la calle anteayer, ayer y hoy, sera una sefial de alguna clase?
hay algo que el destino quiere decirle a esa mujer, tres veces divorciada, a través sus constan-
fracasos matrimoniales? Muchas veces los seres humanos disfrazamos nuestras conductas de
estas a 505 signos, que en rigor no son sino interpretaclones de lo que pensamos, fo que
smos, lo que consideramos que es lo correcto, Pero segiin Sartre, estos supuestos signos no
An inscriptos en ninguna realidad; si asi fuera, tendriamos que aceptar que existe una realidad
superior -una divinidad 0 un destino- que envia esas sefales para
indicarnos o que tenemos que hacer. Nofay que engafiarse: todo esta
a juicio de Sartre— en nuestra decision: mejorarlos resultados de los
exdmenes estudiando mas, yendo a la igiesia cuando a cada uno le
parece apropiado ir, 0 eligiendo mejor al marido.
Entonces, todo hombre se elige a si mismo y cada cosa que conereta
sevuelve parte de su proyecto subjetivo, es “un proyecto quese vive
subjetivamente”; por lo tanto, su esencia se conforma deacuerdocon
‘us propias decisiones. Sartre aclara queno necesariamentesomos|o
‘que queremos, porque normalmente concebimos este "querer" como
tun deseo consciente, y nosotros somos lo que hacemos de nosotros.
Somos accién y no lo que, de manera abstracta, decimos querer ser.
Sialguien se pasa a vida diciendo que quiere pintar yhacer cursos de
pintura, pero después pasa todo su tiempo ocupéndose deotrascosas
yno dando nunca lugar a la pintura, Sartre le diria que en realidad
no quiere pintar. En este sentido es que nuestro proyecto es lo que
hacemos, no lo que decimos querer.
Una de las cosas mas importantes quese desprenden de esta posicién esque, como iaesencia tiene
carécter universal-no puede haber una esencia de lo particular- Ia elecci6n que toma cada indivi-
{duo vale para toda la humanidad. Sartre nos dice que “eligiéndome, elijo al hombre”; es decir que
todas las decisiones particulares y subjetivas implican que prefiguro una imagen dehombre que nos
trasciende acada uno en loinéividual. Por esta cuestion, porque al elegir, seelige al hombre dicho
de otro modo: “se define al hombre’-, cada uno siente angustia ante toda decisin. La angustia,
por lo tanto, ¢s algo natural para el hombre, cada vez que se reconoce como un legislador de la
humanidad. El reconocimiento de la responsabilidad de cada hombre, frente a sus decisiones que
conforman el universal hombre, produce esa angustia. Legisladores somos cada uno de nosotros
al decidir lo que esta bien y lo que esta mal, yal actuar en consecuencia. Sartre es consciente, por
otra parte, de que la angustia no es un sentimiento compartido portodos los seres humanos. Esto
es, segin él, porque viven de manera inauténtica y se engafian a si mismos, al no aceptar que lo
que eligen para si también deborian querer que tuviera validez para el resto de a humanidad, Para
Sartre hacer algo deshonesto y excusarse diciéndase a uno mismo que se trata de una falta menor
es mala fet se trata de una actitud completamente inauténtica pues implica hacer algo que esta
‘mal incluso para el mismo agente, pero negando el cardcter malo de la accién procura evitar la
angustia que traerfa responsabilizarse por ella,
131J
QA LEGITIMACION DE LAS NORMAS
Alpresentar la cuesti6n de los valores, al comienzo de este médulo, sefialamos que algunas conce
ciones dan cuenta del origen y entidad de tales valores, Pero zcémo se justifican o se fundamen
filos6ficamente las normas morales que ubyacen a nuestres decisiones? Por qué una norma mor
se vuelve legitima’ Unavez que hemos visto algunos de los planteos mas importantes de la histori
de las ideas, estamos en condiciones de comprender que las nortnas han tenido basicamente:
tipos de fundamentacién:
> la deontolégica o de principios;
> lateleoldgica o consecuencialista.
La fundamentacién deontolégiea o de principios afirma que una accién debe hacerse por
ipios. Desde el punto de vista de su funcisn legitimadora, no importa aqui determinar en
‘e230 cuales son los principios ni de analizar detenidamente su naturaleza, sino solo de que
fuerza legitimadora proviene de la conviecién -asila llama el filésofo aleman Max Weber (
1920)- de que esos principios que se siguen son el nico eriterio vatide para justificar ta a
moraimente buena. Se da por sentado que los principios afianzan la dignidad del hombre y.
siempre justos. Dentro de os sistemas que ofrecen una fundamentacin deontol6gica, ls pla
Wamados fundamentalistas suelen atender exclusivamente a los principios; siel agente m
‘compromete con los principios queda eximido de atendera las consecuenciasde su aceién.mopuo 3
que, teniondo la conciencia tranquila de que hicimos lo que deblamos hacer de acuerdo con
principios, eso es suficiente para este tipo de fundamentacién, aunque hayamos causado
catastrofe por efecto de nuestra accién. Si alguien esté convencido de que no hay que mentir,
ente en ninguna circunstancia, y si tiene un amigo con una enfermedad terminal, es conse-
te con su posicién, de modo que ante la pregunta de su amigo le dird la verdad, sin importar
vva a producir una profunda depresién negativa también para su enfermedad. La posicion
jana puede ser un ejemplo de esta posicién, ya que para Kant no son las consecuencias las
efinen La moralidad de un acto sino et hecho de haber actuado siguiendo el principioo,en su
el imperative categérico.
{fundamentacion teteol6gica o consecuencialista, por el contrario, toma en cuenta las conse-
a8 o efectos posibles de nuestras acciones para juzgar su validez. Esta es la queWeber llama
de la responsabilidad, yen verdad tiene como principal problema la imposibilidad de prever
jas las consecuentias que se deriven de cada accién. El planteo utilitarista de John Stuart Mill
pirado, como se dijo, por el consecuencialismo de su maestro Jeremy Bentham) puede ser un
plo de este tipo de justiticacién: en el cdlculo de utilidad que debe hacerse frente ala decision
lo que promueva el mayor bienestar para fa mayor cantidad posible de gente, entran en juego
consecuencias que, directa e indirectamente, tendran (as decisiones tomiadas.
@ tercera posici6n, que involucra a las dos anteriores, ha sido propuesta en los diltimos aftos
autores que se dedicaron a cuestiones de responsabilidad moral que atarien al campo de la
logia. El especialista Nicolés Sosa propone seguir una posicién consecuencialista en nuestros
jandas a los politicos, funcionarios y empresarios que deben velar pory comprometerse con los,
blemas ecol6gicos, pero debe fomentarse en la ciudadania una fundamentacién de principios,
de estimular un compromiso con el futuro del planeta, mas allé de las consecuencias que sus
luefias acciones diarias y observables puedan tener,
OS DERECHOS HUMANOS Y LA BUSQUEDA
E UN FUNDAMENTO ETICO UNIVERSAL
mo se dijo en el médulo 1, a propésito de Las etapas en la historia de la filesofia, algunos
snominan a esta etapa en la que hoy vivimos “Posmodernidad”, definida asi no solo por venir
sspués de (pos-) la Modernidad sino sobre todo porque reconoce elcaracterfallido de los valores
modernos, de sus utopias, de su contianza ciega én que cl uso delarazén llevaria ala humanidad
inecesariamente hacia la libertad. La Modemnidad se caracterizaba por su confianza en la racio-
nalidad y en cl progreso histérico como herramientas de libertad; por su conviccién en que la
ciencia, la técnica y [a industria proporcionarén bienestar para toda la humanidad; por la cer
tidumbre de que las luchas sociales derivarian en una sociedad sin oprimidos, Pero al cabo de
dos Guerras Mundiates y varias amenazas de guerra nuclear, tras la caida del comunismo, luego
desortear totalitarismosy genocidios de distinto orden (todos avalados por el uso sistematico de
tecnologias de la muerte), con la flexibilizacién y precarizacion laboral extendidas globalmente a
través de politicas neoliberales, esas tres grandes ideas modernas en las que confiaba la Moder-
nidad, esos grandes relatos 0 utopias -como los denomina el fildsofo Jean-Frangois Lyotard
(1924-1998)~ han dejado paso a un clima de profunda desilusién, en el que las convicciones no
tienen firmeza, ni se perciben valores perdurabtes, ni proyectos a largo plazo (todo tiene que
ser ya, pues vivimos en el reino de o efimero, lo fragmentado, la pura relatividad), y nos invade
lun Sentimiento de vacio moral.4
Etica
No obstante, en este marco profundamente relativista, la ética como disciplina filosofica gana
terreno, sobre todo en la medida en que se compromete con el analisis de los efectos que tienen
{os desarroltos cientificos y tecnolégico’ en nuestras vidas en tanto seres humanos que existimos,
en comunidad. La bioética es, de hecho, la rama de la ética que se especializa en estudiar en qué
‘medida la ciencia y la técnica Se involucran en nuestras vidas y en nuestras decisiones. En los co-
rmités de bioética se discuten cuestiones como: za partir de qué momento de! embarraza se supone
{que un bebé debe considerarse un “ser humana’ y tiene derecho a que se proteja su vido? En efecto,
la respuesta que cada uno dé a esta pregunta llevard implicta la idea de que el aborto es 0.00 es,
un asesinato. igualmente conciernen a la bioética cuestiones como las siguientes: zesté biem que
los médicas practiquen la eutanasia 0 deben defender la vida a toda costa? :Qué hacer cuando un
paciente cuya vida corre riesgos se niega a secibir una transfusién porque sus creencias religiosas
s€ (0 prohiben?