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Mancha.
BOE núm. 262, de 2-11-1993 [pág. 30647]
DOCM núm. 58, de 4-8-1993 [pág. 4173]
La caza constituyó una necesidad vital para el hombre desde los comienzos
de su existencia. Si éste, antes que nada, fue cazador por instinto de
conservación, desde una concepción ética de hoy día, con una sociedad cada
vez más culta y desarrollada, la caza no debe plantearse como una forma de
supervivencia, sino como una necesidad de ocio para satisfacer una afición
deportiva de manera racional para no alterar los equilibrios naturales.
Constituye, pues, la caza para nuestra Comunidad una actividad que debe
mantenerse, fomentarse y mejorarse, pero reordenando el aprovechamiento
para que sus posibilidades de contribuir al bienestar social alcancen
plenitud.
TÍTULO PRELIMINAR
PRINCIPIOS GENERALES
Artículo 1º
Artículo 2º
A los efectos de esta Ley se considera acción de cazar la ejercida por las
personas mediante el uso de procedimientos o medios apropiados para la
captura, vivas o muertas, de piezas de especies declaradas objeto de caza.
Artículo 3º
Artículo 5º
Artículo 6º
Artículo 7º
Artículo 8º
Artículo 9º
Artículo 11.
Artículo 12.
Artículo 13.
Artículo 15.
Artículo 16.
Artículo 17.
Artículo 18.
Artículo 19.
Artículo 20.
Artículo 21.
Artículo 22.
Artículo 24.
Artículo 25.
Artículo 26.
h) Cazar fuera del período comprendido entre una hora antes de la salida
del sol y una hora después de su puesta, excepto en los supuestos de las
modalidades de caza nocturna que se regulen en el Reglamento de la
presente Ley.
Artículo 27.
Artículo 29.
Artículo 30.
3. Para que los menores de dieciocho años puedan cazar con armas, se
requiere, además, que vayan acompañados por algún cazador mayor de
edad.
Artículo 31.
Artículo 32.
Artículo 33.
1. Para obtener por primera vez la licencia de caza será necesario superar
las pruebas de aptitud que se determinen reglamentariamente.
Artículo 34.
Artículo 35.
Artículo 36.
f) Los lazos y anzuelos, así como todo tipo de trampas y cepos, incluyendo
costillas, perchas o ballestas, fosos, nasas y alares.
Artículo 37.
Artículo 38.
c) Los medios, los sistemas o métodos a emplear y sus límites así como el
personal cualificado, en su caso.
Artículo 39.
Artículo 40.
Artículo 41.
1. Son propiedad del cazador las piezas que haya capturado, vivas o
muertas, mediante el ejercicio de la caza, siempre que éste sea realizado
de acuerdo con las prescripciones de la presente Ley, sin perjuicio,
cuando se trate de piezas cobradas en terrenos sometidos a régimen
cinegético especial, del abono que estipulen sus titulares por los trofeos
u otras partes del cuerpo de los ejemplares cobrados por el cazador.
Artículo 42.
Artículo 43.
Artículo 44.
Artículo 45.
A los efectos de esta Ley, los terrenos de carácter cinegético podrán ser
de aprovechamiento común o estar sometidos a régimen especial.
Artículo 46.
Artículo 47.
Artículo 48.
Artículo 49.
5. Para poder practicar la caza en los cotos sociales será necesario estar
provisto de un permiso especial expedido por el organismo gestor. La
adjudicación de los permisos se realizará de la forma en que
reglamentariamente se determine.
10. Cuando los cotos privados de caza incumplan los fines del artículo 1.é
de la presente Ley, la Consejería de Agricultura, previa incoación del
oportuno expediente, con audiencia a los interesados e informe del Consejo
Provincial de Caza, podrá anular la declaración del coto o establecer un
vedado temporal sobre sus terrenos.
15. El arriendo, la cesión, así como cualquier otro negocio jurídico con
similares efectos de los aprovechamientos cinegéticos por los titulares de
los cotos privados de caza no eximirá a éstos de su responsabilidad como
tales titulares, ante la Consejería de Agricultura, en relación con la
actividad cinegética en el acotado.
3. Todo terreno cercado que tenga las superficies mínimas a que se refiere
el artículo 56.4,podrá constituirse, a petición de quien tenga el derecho,
en coto de caza, siempre que su cerramiento cumpla las condiciones que se
fijen reglamentariamente, esté debidamente señalizado y cuente con el
correspondiente plan técnico aprobado.
Artículo 60.
Artículo 61.
Artículo 62.
Artículo 63.
Artículo 64.
Artículo 65.
1. Sólo podrán ser objeto de comercio las piezas de caza de las especies
declaradas comercializables por la normativa básica estatal.
Artículo 66.
Artículo 67.
Artículo 68.
Artículo 70.
Artículo 71.
Artículo 72.
-Cotos de caza
-Granjas cinegéticas.
-Palomares.
-Talleres de taxidermia.
-Aves de cetrería.
-Rehalas.
Artículo 73.
Artículo 74.
Artículo 75.
Artículo 76.
Artículo 77.
Artículo 78.
Artículo 79.
Artículo 80.
Artículo 81.
Artículo 82.
Artículo 83.
Artículo 84.
Artículo 85.
Artículo 86.
Artículo 87.
Artículo 88.
Artículo 89.
a) La intencionalidad.
Artículo 90.
Artículo 91.
Artículo 92.
Artículo 93.
Artículo 94.
Artículo 95.
Artículo 96.
Artículo 97.
Artículo 98.
Artículo 99.
Artículo 100.
Disposiciones adicionales.
2.ª Los Refugios de Caza de las Lagunas de los Patos, Alcahozo, La Vega,
El Prado, El Tobar, Uña, Camino de Villafranca, La Yeguas, Grande y Chica
de Villafranca, Manjavacas y Pétrola, pasan a ser Refugios de Fauna con
las mismas superficies y límites que los establecidos en los Decretos de
su creación.
Disposiciones finales.
DISPOSICIONES ADICIONALES
DISPOSICION DEROGATORIA
DISPOSICIONES FINALES