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3:5. La serpiente hizo más que contradecir a Dios. La serpiente fue suficientemente
arrogante como para tratar de explicar lo que Dios verdaderamente sabe. La sugerencia
fue que Dios estaba reteniendo algo de la mujer y del hombre y que Dios simplemente no
quería que ellos pudieran saber todo igual que Él. La mentira fue que las personas podían
llegar a ser como Dios por medio de la desobediencia. Para la mujer, desobedecer el
mandato de Dios sería como decir que no estaría más bajo la autoridad de Dios sino que
sería igual a Él. Por lo tanto, el primer pecado fue motivado por el poder.
Qué me dice la Biblia
Una tentación con la cual todos luchamos es querer tener más poder para nosotros
mismos. Podemos justificar fácilmente tenerlo para hacer cosas buenas. Sin embargo, si
la adquisición de poder requiere desobediencia a la Palabra de Dios, entonces hemos
caído víctimas de una de las tentaciones más antiguas conocidas por la humanidad.
Qué dice la Biblia a los jóvenes
Muchos de los jóvenes pasarán por momentos cuando son
tentados a dudar de Dios y de sus mandamientos. Los argumentos que escucharán de sus
compañeros, padres, o los medios de comunicación pueden ser tan atractivos como los
utilizados por la serpiente. Los jóvenes de hoy necesitan aprender a analizar las verdades
a medias y evitar ser llevados al pecado.
Error: Creer las mentiras (Génesis 3:6-7)
3:6. El fruto el árbol era físicamente atractivo. Se veía como si supiera delicioso y
pudiera hacer lo que la serpiente decía que haría. No fue difícil para la mujer probarlo.
Uno solo puede imaginar que supo delicioso, también (¡ella pudo, después de todo,
convencer a Adán de que probara!). ¿Cuántos pecados cometemos hoy día porque
pensamos que (1) se ve bonito, (2) al final será bueno para nosotros, o (3) es atractivo a
uno de nuestros sentidos?
Adán estaba “con ella”2 y aparentemente no trató de intervenir. No hay indicio de que
Adán trató de defender las instrucciones de Dios o de razonar con la mujer. Él parece
haber participado voluntariamente. Tal vez él fue tentado por ella así como ella fue
tentada por la serpiente. Si ese fuera el caso, su tentación requirió un menor esfuerzo. La
tentación de ella por la serpiente requirió una conversación astuta. ¡La tentación de Adán
por Eva solamente requirió darle del fruto!
3:7. El efecto del fruto fue inmediato. Según conocieron el bien del mal, también se
dieron cuenta de que su desnudez estaba mal. El primer pecado condujo al primer
incidente de un sentido de culpa. Indudablemente, la infusión súbita de conocimiento
entre el bien y el mal les revelaría muchas cosas diferentes. Sin embargo, la primera y
más importante revelación para ellos fue su condición personal. No solamente estaban
desnudos físicamente, también lo estaban espiritualmente. Note que sus intentos para
lidiar con este problema fueron inadecuados, igual que los nuestros hoy día.
3:12. Dios interrogó a la mujer. Ella también quería culpar a alguien más. Ella respondió
que la serpiente la había engañado. A pesar de que esto era técnicamente cierto, la
mentira funcionó solamente porque la mujer decidió dudar de Dios y sus instrucciones.
La serpiente no la obligó a comer del fruto. Fue su decisión. Ella, al igual que Adán, pudo
simplemente haber dicho que no.