Sei sulla pagina 1di 2

SEPTIMA CARTA DE PABLO

CARTA A LOS COLOSENSES


La Epístola a los Colosenses es uno de los veintisiete libros que constituyen el Nuevo
Testamento. Es una breve carta dirigida a los cristianos de la ciudad de Colosas,
en Frigia, al sudoeste de Asia Menor. La carta se presenta como obra de Pablo de
Tarso, autor de otras epístolas incluidas en el Nuevo Testamento, y la tradición
eclesiástica no cuestionó su autoría.
AUTORIA
La tradición eclesiástica ha venido atribuyendo la epístola a Pablo de Tarso, y sólo
desde el siglo XIX se ha cuestionado esta idea. En la actualidad, las opiniones están
divididas.
CARACTERISTICAS

La carta tiene un parecido considerable con la de Efesios, tanto en los conceptos como
en el lenguaje. Sin embargo, tiene un mensaje distintivo propio. En Efesios, Pablo
hace hincapié en el pensamiento de la iglesia como en cuerpo de Cristo, mientras que
en Colosenses resalta a Cristo como la cabeza de la iglesia.

La advertencia contra la confianza en la sabiduría mundana que aparece en 1


Corintios también aparece en Colosenses.

CONTEXTO
La carta va dirigida a la comunidad cristiana de la ciudad de Colosas, en Frigia.
Colosas era una ciudad pequeña, relativamente cercana a Éfeso y Mileto. La
comunidad cristiana de Colosas estaba en contacto con las de otras dos localidades
próximas, Hierápolis y Laodicea (cf. 4,13-16), con las que intercambiaban los textos
que les eran remitidos por los líderes cristianos. El motivo de la epístola son las
disensiones que han surgido en el seno de la comunidad a causa de la predicación de
algunas personas cuyos nombres no se citan. La doctrina de estos predicadores
puede reconstruirse a partir de la propia epístola.
FECHA DE COMPOSICION
En la epístola hay elementos que permiten afirmar que fue escrita en prisión (cf. 4,10;
4,16). Por ello, los partidarios de la autoría de Pablo consideran que fue escrita durante
alguno de los períodos de encarcelamiento del apóstol narrados en los Hechos de los
Apóstoles: su primera prisión en Roma, durante la cual disfrutó de una relativa libertad
para predicar (cf. Hch 28,16-28), su segundo encarcelamiento en dicha ciudad, su
prisión en Cesarea Marítima (cf. Hch 23,12-27,1), o incluso en Éfeso (cf. Hch 9).
ESTRUCTURA
La estructura de la epístola es la siguiente:

1. Introducción (1,1-14)
2. Primera parte, de carácter teórico-doctrinal (1,15-2,23)
3. Segunda parte, exhortación moral (3,1-4,1)
4. Conclusión (4,2-18)
Esta estructura coincide con la de otras epístolas paulinas, como Romanos y Gálatas.
OCTAVA CARTA DE PABLO
PRIMERA EPISTOLA A LOS TESALONICENSES
La Primera epístola a los tesalonicenses o 1ª de Tesalonicenses es uno de los
veintisiete libros que componen el Nuevo Testamento cristiano. Asimismo, es una de
las trece epístolas atribuidas por la tradición a Pablo de Tarso. Como su nombre
indica, se trata de una epístola dirigida a la comunidad cristiana de Tesalónica y se
dice primera porque existe también una segunda carta en el canon bíblico, dirigida a
esta misma comunidad
AUTOR
Es posible que haya sido la primera de las Epístolas de Pablo, escrita hacia fines del
año 51, tras el regreso de Timoteo desde Macedonia, puesto que transmite sus
comentarios sobre el estado de la Iglesia en Tesalónica. Pablo emplea la carta como
medio para corregir la iglesia tesalonicense y proporcionarles instrucción moral; se
destacan en ella los temas del martirio por Jesús y la fe en la proximidad de la segunda
venida (Parusía).

La Iglesia: Fue fundada por Pablo en su segundo viaje misionero. Allí encontró una
oposición violenta a su obra, pero tuvo éxito en ganar a algunos judíos y a numerosos
griegos, que le hizo posible el establecimiento de una iglesia fiel.

Marco Histórico: Pablo había enviado a Timoteo a animar y a fortalecer a la iglesia.


Este a su regreso le dio un informe que evidentemente motivó al apóstol a escribir la
carta.

Temas Principales: Esta es una de las cartas más personales de todas las de Pablo.
No es tan doctrinal o polémica como algunas de las otras.

El cuerpo de la carta consiste principalmente de recomendaciones, reminiscencias


personales, consejos y exhortaciones. La verdad central, resaltada ampliamente, es
la esperanza futura de la venida de Cristo.

El evangelio en Europa

Pablo y sus colaboradores fueron los primeros en llevar a Europa el evangelio de


Jesucristo. Habiendo zarpado del puerto de Troas, desembarcaron en Neápolis y
luego se dirigieron a Filipos (Hch 16.11–12), desde donde, «pasando por Anfípolis y
Apolonia, llegaron a Tesalónica» (Hch 17.1; 1 Ts 2.1–2).

ESTRUCTURA

Prólogo (1.1–10)

1. Ministerio de Pablo en Tesalónica (2.1–3.13)


2. Diversas exhortaciones (4.1–5.24)
Epílogo: Salutaciones y bendición final (5.25–28)

La carta concluye con una invitación a todos los creyentes (5.25–28), para que cumplan con
solicitud sus responsabilidades como miembros de la iglesia de Jesucristo.

Potrebbero piacerti anche