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La VERDAD acerca de
"1844 Made Simple" [1844 Simplificado]
"Y me dijo: Hasta dos mil y trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado".
Dan. 8:14.
Los Adventistas de Séptimo Día tienen una interpretación verdaderamente singular de Daniel 8,
diferente de la de cualquier otra denominación cristiana. Esta página examinará las enseñanzas
de Ellen White y la iglesia ASD acerca de Daniel 8 y la profecía de los 2300 días.
Para entender los 2300 días, primero tenemos que entender la identidad del cuerno pequeño de
Daniel 8:9. El "cuerno pequeño" es la entidad que desuela el "santuario" durante 2300 días. Los
Adventistas del Séptimo Día enseñan que el "cuerno pequeño" de Daniel 8 es el poder romano.
El pionero y teólogo adventista J. N. Andrews escribe:
"En consecuencia, las actividades atribuídas a este 'cuerno pequeño' en Daniel 8:10-13,23-25;
11:31; y 12:11 han de entenderse como que abarcan a la Roma tanto pagana como papal en sus
esferas de acción". (The Prophecy of Daniel, The Four Kingdoms, The Sanctuary, and the 2300
Days, pp. 69-70).
El pionero adventista Uriah Smith nos asegura que no puede haber ninguna otra explicación:
"Roma satisface todas las especificaciones de la profecía. Ninguna otra potencia lo hace. De
aquí que Roma es la potencia en cuestión, y no ninguna otra". (Daniel and the Revelation, p.
162).
¿Es verdad que sólo Roma puede representar el cuerno pequeño de Daniel 8? ¡Examinemos la
evidencia!
Para entender por qué los adventistas enseñan que el cuerno pequeño de Daniel 8 es Roma,
primero tenemos que ir al capítulo anterior de Daniel. En Daniel 7 también hay un poder, o
"cuerno pequeño", que los primeros eruditos protestantes, y más tarde los adventistas, describían
como el poder perseguidor de Roma. Matthew Henry, escribiendo en el año 1712, reconoce que
algunos protestantes creen que el cuerno pequeño de Daniel 7 es Roma.
"El cuarto reino es el de los romanos, el cuerno pequeño es Julio César, y los emperadores
subsiguientes (dice Calvino), el anticristo, el reino papal". (Matthew Henry, Commentary, p.
1075).
Según la enseñanza ASD, el cuerno pequeño de Daniel 7 y el cuerno pequeño de Daniel 8 son el
mismo poder. En apariencia, esto parece razonable, pues ambos son descritos como "cuernos
pequeños". Sin embargo, pronto descubriremos que hay muchas más diferencias que similitudes
entre estos dos cuernos.
Primero, hay un importante cambio de énfasis, que ocurre en el libro de Daniel entre los capítulos
siete y ocho:
Daniel 7 Daniel 8
Potencias mundiales representadas por
Potencias mundiales representadas por bestias
los animales de sacrificiodel servicio del
inmundas.
santuario.
Escrito en arameo, un idioma gentil. Esto
Escrito en hebreo. Esto podría indicar que
podría indicar que fue escrito para que lo
fue escrito para que lo leyeran los judíos.
leyera el mundo gentil.
Enfatiza los servicios del santuario
El énfasis profético se dirige al mundo entero.
judío.
Estas diferencias indican que, mientras que el capítulo 7 se enfoca sobre el mundo en
general, el capítulo 8 se concentra en los sucesos futuros de interés particular para Israel.
Hay importantes diferencias entre el cuerno pequeño de Daniel 7 y el cuerno pequeño de Daniel
8.
Es obvio que hay muchas y significativas diferencias entre el cuerno pequeño de Daniel 7 y el
cuerno pequeño de Daniel 8. Hay también diferencias en el momento en que los cuernos llegaron
al escenario de la historia.
"Y de uno de ellos [uno de los cuatro cuernos del macho cabrío (Grecia)] salió un cuerno
pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa". Daniel 8:9.
Daniel 8:9 dice que el cuerno pequeño saldría de una de las divisiones del imperio de Alejandro,
"al fin del reinado de éstas" (v. 23). Esto nos apunta a un poder que se originó en el mundo griego
en algún momento después del año 300 a. C. Roma nunca fue parte del imperio de Alejandro, ni
se originó en ninguna de las divisiones del imperio griego. Roma surgió en Italia, y fue fundada
en el año 750 a. C. Roma se convirtió en república en el año 509 a. C. Es verdad que Roma
conquistó a las cuatro divisiones del imperio griego, pero esto es prueba adicional de que Roma
no surgió de ninguna de las cuatro divisiones del imperio de Alejandro. Por lo tanto, es
imposible que Roma encaje en el símbolo profético de un cuerno que surge de un cuerno dentro
del imperio griego.
El "cuerno pequeño" de Daniel 7 no tuvo su principio sino hasta que la cuarta bestia se dividió en
diez reinos, ¡lo que ocurrió 476 años después de Cristo! El "cuerno pequeño" de Daniel 8 habría
de surgir "al fin del reinado de éstos" (v. 23). "El reinado de éstos" se refiere a las cuatro divisiones
del imperio alejandrino. "Al fin", o los últimos días de los cuatro reinos, fue entre el 200 a.C. y el
100 a.C. Por lo tanto, el cuerno pequeño de Daniel 8 habría de levantarse ¡seis siglos antes
de que existiese el cuerno pequeño de Daniel 7! Esta diferencia en el tiempo es fuerte evidencia
de que los dos poderes representados por los "cuernos pequeños" no son lo mismo. Surgen en
momentos de la historia humana enormemente diferentes.
<>Según los adventistas, los 2300 días comenzaron en el año 457 a. C. y terminaron en el año
1844 d. C. Se supone que, durante este período, el cuerno pequeño de Daniel 8 "pisoteó" el
santuario. De acuerdo con las enseñanzas adventistas, esto comenzó cuando la Roma pagana
pisoteó el santuario terrenal, y más tarde se convirtió en la Roma papal que pisoteó el santuario
celestial. Esto presenta toda una multitud de dilemas:
1. <>Roma no tuvo ningún contacto con la nación judía sino hasta el año 161 a. C. ¿Cómo
podría el cuerno pequeño haber comenzado su obra de profanación en el año 457 a. C.,
296 años antes de que siquiera entrara en contacto con el estado judío? Roma no participó
en absoluto en las actividades del año 457 a. C., y por eso es imposible que sea el "cuerno
pequeño" descrito en Daniel 8.
2. Roma coexistió pacíficamente con la nación judía, y ni siquiera importunó a los judíos
sino hasta después de que Palestina se convirtió en parte del imperio romano en al año 63
a. C. ¿Cómo pudo el cuerno pequeño "pisotear" el santuario durante casi 400 años si ni
siquiera interfirió jamás con el servicio del santuario durante ese período?
3. Si la Roma papal es el cuerno pequeño de Daniel 8 durante la última parte de los 2300
días, entonces, ¿qué le ocurrió a la Roma papal el 22 de octubre de 1844? ¿Dejó el papado
súbitamente de profanar el santuario en 1844? ¿Fue "quebrantado, aunque no por mano
humana" (vs. 25), en 1844? ¿Por qué no hay ningún suceso en la historia papal que
coincida con el final de los 2300 días?
4. Si la Roma pagana ni persiguió a los judíos ni detuvo los sacrificios en el año 457 a.
C., y si no hay ningún suceso en la historia papal que coincida con la terminación de
los 2300 días en 1844, entonces, ¿cómo podemos vincular a Roma con esta profecía?
Daniel 8 no dice que los cuatro cuernos fueron absorbidos por el cuerno pequeño, como las cuatro
divisiones del imperio de Alejandro fueron absorbidas por Roma. La aplicación a Roma convierte
a la profecía en algo bastante diferente de lo que indican los símbolos de Daniel.
El que lea el capítulo entero no puede dejar de ver que un suceso sigue al otro:
"Y al final del reinado de éstos [las cuatro divisiones del imperio griego], cuando los
transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey altivo de rostro y entendido en
enigmas". Dan. 8:23.
No puede haber ninguna duda de que aquí Gabriel identifica al "cuerno pequeño" del versículo 9
como "un rey altivo de rostro". La palabra hebrea para "rey" en el versículo 23 es melek, y
significa "un rey; rey, real" (Strong). La palabra melek no se traduce nunca como "reino, ni poder
mundial, ni imperio".
Gabriel usa la misma palabra hebrea, melek, para identificar el cuerno grande del macho cabrío
en el versículo 21, el cual todos los eruditos bíblicos concuerdan en que se refiere a Alejandro.
En el versículo 23 (véase más arriba), la palabra "reinado" viene de la palabra hebrea malkuth,
que significa "dominio, imperio, reino, reinado, reino, real" (Strong´s). Por lo tanto, Gabriel hizo
una obvia distinción al usar estas dos palabras. He aquí lo que Gabriel dijo:
De un malkuth [dominio, reinado, imperio, reino] se levantará un melek [gobernante, rey].
Procediendo desde el versículo 23, se hace referencia al rey en una forma personal. Las palabras
"su" [de él] y "él" aparecen 10 veces en los subsiguientes versículos 24 y 25. Esto denota que se
refiere a un individuo, no a un poder mundial.
Si el cuerno pequeño no es Roma, entonces, ¿quién es? Hay una opinión casi unánime entre los
eruditos bíblicos de todas las denominaciones - judíos y cristianos, y hasta algunos prominentes
eruditos adventistas - de que el cuerno pequeño es Antíoco Epífanes. Al examinar la evidencia
que sigue, se verá con abundante claridad que Antíoco Epífanes cumple con exactitud todas
las especificaciones de Daniel 8. No se puede decir lo mismo de Roma. El hecho de que el
cuerno pequeño comenzó su obra mucho antes de que Roma tuviera algún contacto con los judíos,
y de que el cuerno pequeño surgió de una de las divisiones del imperio griego, parecería eliminar
a Roma, pues ella no encaja ni en el lugar ni en el tiempo. Además, al cuerno pequeño se lo
describe como un rey específico, no como un imperio. Por lo tanto, puesto que Roma no cumple
estos requisitos fundamentales de la profecía, examinemos a Antíoco Epífanes para establecer si
él cumple las especificaciones de esta profecía. Examinaremos el capítulo, versículo por
versículo.
8:9 Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia
la tierra gloriosa.
Según Dan. 8:9, el cuerno ataca primero al sur, luego al este, y, en su camino al este, ataca la
tierra gloriosa.
El reino de Antíoco Epífanes se centraba en Siria, que estaba situada al norte de Israel. Nótese
que, durante su carrera, Antíoco atacó sólo al sur y al este de Siria:
Al sur - "Antíoco entró en Egipto, y combatió contra [su rey] Ptolomeo Filométor, tomó muchas
ciudades, y sitió a Alejandría; y, con toda probabilidad, habría sometido al país entero, de no
haber sido porque los romanos lo restringieron enviándole su embajador Pompilio, quien lo obligó
a desistir y alejarse". (Gill´s Exposition). Las campañas militares de Antíoco contra Egipto se
describen en 1 Macabeos 1:19,20:
"De esta manera, tomaron las ciudades fortificadas en la tierra de Egipto, y él tomó sus despojos,
y después de que Antíoco hubo atacado a Egipto, regresó nuevamente en el año ciento cuarenta y
tres, y subió contra Israel y Jerusalén con una gran multitud".
Al este - Hacia Armenia y Persia, los atrópatas en Media, y los países más allá del Éufrates, a los
cuales hizo pagarle tributo:
"Por lo cual, estando muy perplejo en su mente, decidió entrar a Persia, para recibir allí los tributos
de los países, y reunir mucho dinero". (1 Macabeos 3:31).
"Por ese tiempo, viajando Antíoco por las altas regiones, oyó decir que Elimas en el país de Persia
era una ciudad de gran renombre por sus riquezas, su plata, y su oro; 2 Y que había en ella un
templo muy suntuoso, en el cual había coberturas de oro, y pectorales, y escudos, que había dejado
allí Alejandro, hijo de Filipos, el rey de Macedonia, que reinó el primero entre los griegos". (1
Macabeos 6:1,2).
La tierra gloriosa - El término tierra gloriosa se encuentra tres veces en la Biblia fuera del libro
de Daniel, y en cada caso se refiere a la tierra prometida de Israel (véanse Salmos 106:23-26,
Jeremías 3:18, 19, Zacarías 7:7, 14). Antíoco tomó por asalto la tierra de Israel, matando a decenas
de miles de judíos, en un intento por aplastar la religión judía.
El campo de operaciones de Antíoco estaba precisamente en las tres áreas que Daniel menciona.
Esto no ocurre con Roma. Muchas de las mayores conquistas de Roma fueron al norte y al oeste
de ella. Roma conquistó grandes regiones de la Europa noroccidental, las áreas que ahora ocupan
Inglaterra, Francia, Bélgica, Holanda, Suiza, Austria, España, y Portugal. Los romanos
conquistaron las regiones noroccidentales de África, que ahora están ocupadas por Marruecos,
Argelia, y Túnez. Roma fue definidamente un poder que creció mucho hacia el norte y hacia el
oeste. Por lo tanto, Roma no puede ajustarse a las especificaciones de esta profecía.
En su libro 1844 Made Simple [1844 Simplificado], el escritor adventista Clifford Goldstein
arguye que, en comparación con Persia y Grecia, Antíoco no "se engrandeció sobremanera", y
que, por lo tanto, no puede haber sido el cuerno pequeño de Dan. 8:9. Una lectura cuidadosa de
Dan. 8:9 revela que la profecía nunca dice que el cuerno pequeño se engrandecería mucho en
comparación con Persia y Grecia. Al cuerno pequeño no se le compara con otros poderes, sino
que se dice sólo que "se engrandeció mucho" en tres direcciones: hacia el sur, hacia el este, y
hacia la tierra gloriosa. Antíoco no fue un cuerno grande en un escenario grande. Fue un cuerno
pequeño que desempeñó un gran papel en un escenario pequeño. Su conquista de Egipto y su
ataque contra el judaísmo pueden ciertamente describirse como "extremadamente grandes" en el
escenario de la historia del Medio Oriente durante este período. Puede argumentarse que, de todos
los enemigos del judaísmo, Antíoco Epífanes fue el que estuvo más cerca de extirpar la religión.
Su ataque contra el judaísmo sólo puede describirse como "extremadamente grande".
8:10 Y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó
por tierra, y las pisoteó.
Este versículo no está hablando de seres celestiales, porque ningún imperio, ni siquiera Roma, ha
echado por tierra a seres celestiales. Tanto la Biblia como los Apócrifos judíos usan un lenguaje
similar para describir a los sacerdotes y gobernantes del pueblo hebreo. He aquí algunos ejemplos:
Los hijos de Jacob se describen en el sueño de José como estrellas. (Génesis 37:9).
En Isaías 24:21, los gobernantes judíos son llamados "ejército de los cielos en lo alto..."
En 2 Macabeos 9:10, se describe a Antíoco como "el hombre, que pensó un poco antes
que podía alcanzar las estrellas del cielo..."
Además, de manera figurada, Antíoco se engrandeció contra el más poderoso príncipe de los
ejércitos, Dios mismo. El sobrenombre Theo Antíoco lo declaraba como el esplendor radiante,
en forma humana, de lo divino, un dios manifestado en carne (véase, The House of Seleucus, de
Edwin Bevan, tomo 2, p. 154).
Antíoco Epífanes desató un cruento ataque contra el santuario judío y la religión judía en un
intento por borrar de la existencia la religión judía. Prohibió el continuo sacrificio de corderos, y
profanó el santuario. El libro de Macabeos describe cómo fue quitado el continuo sacrificio, y
cómo fue desolado el santuario.
"Y en su arrogancia, entró al santuario, y quitó el altar de oro y el candelero, y todo el
mobiliario...". (1 Macabeos 1:21).
El ataque de Antíoco contra la religión judía fue la peor crisis que enfrentaron los judíos entre el
cautiverio babilónico en el año 606 a. C. y la destrucción de Jerusalén en el año 70 d. C. Después
de dos años, la situación en el santuario empeoró:
"Y derramaron sangre inocente por todo alrededor del santuario, y profanaron el santuario
mismo.... El santuario se convirtió en un desierto desolado...". (1 Macabeos 1:37,39).
El objetivo de Antíoco era destruir la religión judía y hacer que todo el pueblo de Palestina se
uniera y tuviera culto adoptando su religión pagana so pena de muerte. Ordenó:
"Entonces el rey escribió a todo el reino diciendo que todos debían ser un solo pueblo, y que cada
uno debía renunciar a sus prácticas personales... y suspender las ofrendas encendidas y los
sacrificios y las libaciones en el santuario...". (1 Macabeos 1:41,42,45).
Ahora examinemos el siguiente versículo de Daniel 8:
8:12 Y a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército junto con el continuo
sacrificio; y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó.
La Biblia dice que estas calamidades vinieron sobre los judíos "a causa de sus transgresiones".
En otras palabras, fueron los pecados de los judíos los que trajeron sobre ellos esta calamidad.
Fueron los judíos los que de hecho tomaron la iniciativa de helenizar a Jerusalén. Una delegación
de judíos prominentes fue a ver a Antíoco, poco después de que Antíoco asumió el poder, a pedir
permiso para convertir a Jerusalén en una Antioquia y erigir la señal distintiva de una ciudad
helénica, el gimnasio. Más tarde, después de que Antíoco juramentó a su propio sumo sacerdote,
el gimnasio fue construído y pronto pululaban en él jóvenes sacerdotes, que perseguían el ideal
helénico de fortaleza y belleza física. (Véase, de Bevan, The House of Seleucus, tomo 2, pp. 168-
181).
8:13 Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos preguntó a aquél que hablaba:
¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio y la prevaricación asoladora
entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados?
8:14 Y él dijo: Hasta dos mil y trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será
purificado.
Los adventistas afirman que hacer que los sucesos en los días de Antíoco encajen en la cronología
de la profecía requiere algo de manipulación. Pero la cronología de Antíoco encaja en la
profecía mucho mejor que Roma. Los adventistas aplican el principio de "día por año" a Daniel
8:14, afirmando que los 2300 días equivalen a 2300 años. Sin embargo, la palabra hebrea para
"día" (yowm o yamim para días) no aparece en el versículo. Las palabras traducidas como "días"
(ereb boqer) significan literalmente "tardes y mañanas". Puesto que el contexto del versículo
mismo habla de los continuos sacrificios en el templo, que tenían lugar cada mañana y cada tarde,
la única conclusión razonable es la de que este versículo está hablando de los sacrificios diarios
en el templo.
Ciertamente sería temerario aplicar el principio de "día por año" a todas las profecías en que se
habla de "días".
Jonás profetizó que Nínive sería destruída en 40 días (Jonás 3:4), que no
equivalían a 40 años.
En Génesis 6:3, Dios profetizó que habría un período de 120 años antes del
diluvio, los cuales no equivalen a 43.200 años.
Por lo tanto, debemos tener cuidado cuando aplicamos el principio de día por año, especialmente
en los casos en que la palabra "día" ni siquiera aparece en el texto hebreo, como en Daniel 8:14.
La profecía de los 2300 días tuvo un asombroso cumplimiento durante el terrorífico reinado de
Antíoco. ¿Podría ser que Dios previó esta terrible amenaza 400 años antes de que ocurriera, y le
envió un mensaje a Daniel para que consolara y le asegurara a su pueblo que Él le daría finalmente
la victoria? Asombrosamente, Dios les dijo a los judíos precisamente por cuánto tiempo sería
profanado Su santuario: 2300 sacrificios de tarde y mañana serían suspendidos mientras el
santuario era profanado.
Según el calendario judío (véase el recuadro más abajo), los 2300 días resultan en seis años, tres
meses, y 18 días. Este período de tiempo comenzó el día quince del mes de Cisleu, en el año 145
de los Seléucidas, en el cual Antíoco estableció la abominación desoladora en el altar de Dios:
"En el quinto y el vigésimo día del mes hacían sacrificios sobre el altar del ídolo, que estaba
sobre el altar de Dios". (1 Macabeos 1:59).
Éste fue el principio de intenso sufrimiento para los que en Israel decidieron permanecer fieles a
Dios. Judas Macabeo se escandalizó por la injusticia que se estaba cometiendo contra el santuario
de Dios:
"¡Ay de mí! ¿Por qué nací para presenciar la ruina de mi pueblo y la ruina de la santa
ciudad, y para estar sentado mientras es entregada a sus enemigos, y el santuario a
extranjeros? Su templo ha venido a ser como un hombre en desgracia... He aquí, nuestro
santuario y nuestra belleza y nuestra gloria han quedado asolados, y los paganos los han
profanado". (1 Macabeos 2:7,8,12).
Macabeo se levantó e inició una revuelta contra Antíoco. Durante más de tres años, luchó y
combatió contra los ejércitos de Antíoco. Finalmente, derrotó a Nicanor el día trece del mes de
Adar, en el año 151, y el poder de Antíoco sobre Judea fue quebrantado.
Después de su victoria, cuando Judas entró en Jerusalén, encontró "el santuario desolado". (1
Mac. 4:38). Inmediatamente, dio instrucciones para que el santuario fuera reconstruído y
purificado para que pudiera usarse nuevamente para los servicios sagrados (Mac. 4:41-51). Los
judíos conmemoran el triunfo de Judas con una festividad anual llamada la Fiesta de la Dedicación
(o Hannukkah). El Salvador honró esta festividad con su presencia (Juan 10:22).
El santuario fue "purificado" por Judas Macabeo cuando purificó los lugares santos, santificó los
atrios, reconstruyó el altar, renovó los vasos del santuario, y puso todo en su debido lugar:
Entonces Judas designó a ciertos hombres para combatir a los que estaban en la fortaleza, hasta
que hubo purificado el santuario. Escogió sacerdotes de irreprochable conversación, que se
complacieran en la ley, los cuales purificaron el santuario, y echaron las piedras contaminadas en
un lugar impuro. Cuando se consultaron sobre qué hacer con el altar del holocausto, que había
sido profanado, les pareció mejor derribarlo, para que no fuera reproche para ellos a causa de
haber sido profanado por los paganos. Así que lo derribaron, y pusieron las piedras en un lugar
conveniente en la colina del templo, hasta que viniera un profeta y les mostrara qué se había de
hacer con ellas. Luego tomaron piedras enteras de acuerdo con la ley, y levantaron un nuevo altar
como el anterior, y construyeron el santuario, y fabricaron las cosas que había dentro del templo,
y santificaron los atrios. También fabricaron vasos sagrados nuevos, y trajeron al templo el
candelabro, y el altar de las ofrendas encendidas, y el altar del incienso, y la mesa. Y quemaron
incienso sobre el altar, y encendieron las lámparas que estaban sobre el candelabro, para que
iluminaran el templo. Además, pusieron los panes sobre la mesa, y extendieron los velos, y
terminaron todas las obras que habían comenzado a hacer. (1 Macabeos 4:41-51).
Cálculo de los 2300 días
Hay dos métodos principales para calcular el período de 2300 días:
1. Contando desde el día quince del mes de Cisleu, en el año 145 de los seléucidas, en el cual Antíoco
estableció la abominación desoladora sobre el altar (1 Macabeos 1:59), hasta la victoria obtenida por
Judas sobre Nicanor, el día 13 de mes de Adar, en el año 151, hay 2300 días. Los judíos celebraban una
festividad anual el 13 de Adar, en conmemoración de esta victoria.
2. El período comenzó cuando Menelao, el sumo sacerdote judío, hizo que el pueblo abandonara la religión
pura el sexto día del sexto mes del año 141. Según Josefo, Menelao fue a ver "a Antíoco y le informó
que ellos deseaban abandonar las leyes de su país y la manera judía de vivir según esas leyes, y [en su
lugar] acatar las leyes del rey y el modo de vida de los griegos". (Antiquities, bk. 7, ch. 5.1). El período
terminó el día veinticinco de Cisleu en el año 148, cuando los judíos ofrecieron los sacrificios diarios
en el nuevo altar del holocausto (1 Macabeos 4:52). Esto hace un total de 2300 días.
De esta manera, podemos ver un pasmoso cumplimiento de la profecía cuando Judas Macabeo
purificó y vindicó el santuario de Dios al final del período de desolación de 2300 días.
Daniel enseña que, al final de la profecía de los 2300 días, el santuario sería purificado. La palabra
hebrea para "purificado" se usa 41 veces en el Antiguo Testamento, y Daniel 8:14 es la única vez
que la palabra se traduce como "purificado". En realidad, la palabra significa "vindicar" o
"justificar". Nótese la definición de Strong:
06663 tsadaq - una raíz primitiva; TWOT - 1879; v
Y me dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será vindicado.
English Standard Version (2001):
Y me dijo: "Durante 2300 tardes y mañanas. Luego el santuario será restaurado a su estado
legítimo".
Versión King James Moderna de Green (1993):
Y me dijo: "Durante dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será vindicado".
New American Standard Bible (1960):
Me dijo: "Durante 2300 tardes y mañanas; luego el lugar santo será restaurado
apropiadamente".
Me dijo: "Se necesitarán 2300 tardes y mañanas; luego el santuario será reconsagrado".
Y me dijo: "Durante dos mil trescientas tardes y mañanas, luego el santuario será vindicado".
El santuario está siendo vindicado de haber sido pisoteado y derribado por la abominación
desoladora. La abominación desoladora comenzó cuando Antíoco Epífanes profanó el templo de
Dios al ofrecer sacrificios a ídolos sobre el santo altar de Dios.
Durante la generación en que Jesús caminó en la tierra, las acciones de Antíoco Epífanes estaban
todavía frescas en la mente del pueblo. Entendieron que Antíoco Epífanes era la abominación
desoladora. El historiador judío Josefo, un contemporáneo de Jesús, escribió acerca de Antíoco:
"Y esta desolación ocurrió de acuerdo con la profecía de Daniel, que había sido pronunciada 408
años antes; porque declaró que los macedonios disolverían ese culto [por algún]
tiempo". (Antiquities of the Jews, p. 260).
Jesús se refirió a la abominación en el libro de Daniel (Dan. 9:27) para advertir a sus seguidores
que una desolación similar iba a ocurrirle a la nación judía en el futuro:
Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta
Daniel (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. (Mat.
24:15-16).
Esta abominación tuvo lugar en el año 68 d. C., cuando los ejércitos romanos dirigidos por Cestio
sitiaron a Jerusalén, poniendo sus estandartes dentro del área sagrada que se extendía más allá de
los muros del templo, profanándolo. Los cristianos reconocieron esto como la señal para partir de
Jerusalén, y cuando Cestio levantó temporalmente el sitio, los cristianos salieron, y ni un solo
cristiano murió en el subsiguiente sitio y la destrucción de Jerusalén por Tito en el año 70 d. C.
8:17 Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y me postré sobre
mi rostro. Pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del
fin.
8:19 Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira; porque eso es para el
tiempo del fin.
Debemos tener presente que "el tiempo del fin" no es lo mismo que "el fin del tiempo". Más bien,
se refiere al fin del período particular asociado con esta profecía. En este caso, se indica
claramente "el fin de la ira", a saber, las aflicciones que se permitió que sobrevinieran al pueblo
judío.
8:20 En cuanto al carnero que viste, que tenía dos cuernos, éstos son los reyes de Media y
de Persia.
8:21 El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el
rey primero.
8:22 Y en cuanto al cuerno que fue quebrado, y sucedieron cuatro en su lugar, significa que
cuatro reinos se levantarán de esa nación, aunque no con la fuerza de él.
8:23 Y al fin del reinado de éstos, cuando los transgresores lleguen al colmo, se levantará un
rey altivo de rostro y entendido en enigmas.
En el versículo 23 encontramos que el poder del cuerno pequeño surgiría "al fin del reinado de
éstos". Esto se refiere a los últimos tiempos de las cuatro divisiones del imperio griego, justo antes
de que fuesen conquistadas por Roma. Las cuatro divisiones comenzaron en la batalla de Ipso en
el año 301 a. C. El reino de Macedonia cayó en el año 168 a. C., el de Casandro en el año 146 a.
C., el de los Seléucidas (sobre el cual gobernaba Antíoco), en el año 65 a. C. El de Ptolomeo duró
hasta el año 30 a. C. Puesto que el reino cuádruple dejó de existir cuando cayó Macedonia en el
año 168 a. C., la profecía requiere que aparezca el cuerno pequeño poco antes de ese año. Antíoco
reinó desde el año 175 a. C. hasta el año 164 a. C.
"Él [Antíoco] era "duro de rostro", como se puede traducir; un hombre insolente y descarado, en
el cual no había ni vergüenza ni temor; no respetaba ni a Dios ni a los hombres; cometía los más
atroces crímenes de la manera más pública; y en particular era atrevido e insolente en sus
blasfemias contra Dios y la verdadera religión; y también puede significar que era cruel, bárbaro,
e inhumano, especialmente hacia los judíos, como lo prueba abundantemente su persecución
contra ellos; y el hecho de que era "entendido en enigmas", los cuales sabía tanto proponer como
resolver, muestra que era sagaz y astuto, bien versado en artes y tácticas malvadas; poseía el arte
de engatusar y engañar a los hombres; fue por medio del engaño y la astucia como obtuvo el reino
de su sobrino; por medio del malvado arte de la persuasión, que dominaba, sedujo a muchos de
los judíos para que renunciaran a su religión y abrazaran el paganismo; y era tan hábil en políticas
malvadas, que sabía ocultar sus propios designios y penetrar los secretos ajenos; según Jaquíades,
era diestro en el arte de la magia y la astrología".
Ahora continuemos con la explicación de Gabriel de la visión en Daniel 8:
8:24 Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia; y causará grandes ruinas, y
prosperará, y hará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos.
Antíoco era "poderoso", aunque no tanto como el cuerno grande, Alejandro. La profecía dice que
Antíoco no era poderoso con fuerza propia. Esto muestra que las calamidades que atrajo sobre los
judíos eran por dirección y disposición divinas. Este gran poder le fue dado para que fuera
instrumento en la mano de Dios para castigar a los judíos por sus pecados. Una situación similar
ocurrió mucho antes en la historia de Israel, cuando Dios envió a Elías a ungir a un rey sirio (1
Reyes 19:15), que más tarde haría estragos en un Israel rebelde (2 Reyes 13:3,22).
La manera en que Antíoco arrasó la santa ciudad y masacró a muchos hebreos es un notable
cumplimiento de la profecía de que "causará grandes ruinas, y prosperará, y hará arbitrariamente,
y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos".
La profecía dice que "será quebrantado, aunque no por mano humana". Esta es una pasmosa
profecía que indica cómo moriría Antíoco. Nótese cómo se cumplió esta profecía:
"Pero el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel, le castigó con una peste incurable e invisible;
pues, tan pronto como hubo pronunciado estas palabras, le sobrevino un dolor en las entrañas que
no se le quitaba, y un penoso tormento de sus partes internas. Todo ello era de lo más justo, porque
él había atormentado las entrañas de otros hombres con muchos y extraños tormentos. Sin
embargo, no cesaba de jactarse, y estaba todavía lleno de orgullo, respirando fuego en su ira contra
los judíos, y ordenándoles apresurar el viaje: porque sucedió que se cayó del carruaje que se
sacudía violentamente; cayéndose, pues, todos los miembros de su cuerpo quedaron muy
adoloridos. Y así, el que poco antes pensaba que podía dar órdenes a las olas del mar (era orgulloso
más allá de su condición) y pesar las altas montañas en una balanza, fue lanzado al suelo, y llevado
en una litera a lomos de un caballo, mostrando a todos el manifiesto poder de Dios. De tal manera
que los gusanos salían del cuerpo de este hombre impío, y mientras vivía en aflicción y dolor, sus
carnes se caían, y la inmundicia de su hedor era repulsiva a todo su ejército.
"Y, a causa de su hedor intolerable, nadie podía soportar transportar al hombre que poco tiempo
antes pensaba que podía alcanzar las estrellas del cielo. Entonces, apestado, comenzó a abandonar
su gran orgullo, y venir al conocimiento de sí mismo por medio del azote de Dios, mientras su
dolor aumentaba a cada momento. Y cuando ya no pudo soportar su propio hedor, dijo estas
palabras: 'Hay que someterse a Dios, un hombre mortal no debe considerarse a sí mismo,
orgullosamente, como si fuera Dios...' Así, el asesino y blasfemo, habiendo sufrido de lo más
dolorosamente, mientras suplicaba a otros hombres, murió de una muerte miserable en un país
extraño en las montañas". 2 Macabeos 9:5-12,28.
La evidencia más convincente de que Daniel 8 está hablando de Antíoco Epífanes es el hecho de
que Daniel 11 explica a Daniel 8 con mayor detalle, y de que el cuerno pequeño es interpretado
desde el versículo 21 en adelante. Aunque Uriah Smith ha tratado de acomodar la historia para
que se ajuste a la profecía, su explicación no es sino una parodia. Sólo Antíoco se ajusta a las
especificaciones.
Durante la Conferencia Bíblica de 1919 de los dirigentes adventistas, hubo una prolongada
discusión sobre Daniel 11:
WIRTH: Me parece que Antíoco Epífanes es realmente la gran figura en este capítulo.
Versículo 21. Y en su tiempo (el de Seleuco Filópater) se levantará (reinará) una persona
despreciable (Antíoco Epífanes 176-164) al cual no darán (no ofrecerán) la honra del reino (la
soberanía, porque Teliostarnes complotaba para obtenerlo; también Demetrio; otro partido
favorecía a Ptolomeo Filómetor), pero tomó el reino (accedió al trono de Siria por encima de los
otros) con halagos (Euménides, rey de Pérgamo, y Atalo, los sirios, los romanos): así, él (Antíoco
Epífanes) llegó sin aviso, y se apoderó del reino mediante halagos.
Versículo 22. Y con las armas de una inundación, ellos (Heliodoro, Ptolomeo, Filómetor) serán
derribados de delante de él (Antíoco Epífanes) y quebrantados (derrotados) junto con el príncipe
del pacto (Onías III, depuesto del sumo sacerdocio en el año 176 a. C., y más tarde asesinado). Y
después del pacto con él (entre Antíoco Epífanes y Jasón, el nuevo sumo sacerdote) él (Antíoco)
engañará (deponiendo a Jasón y elevando a su hermano Menelao a la posición de sumo sacerdote).
Y él (Antíoco) accederá (a la soberanía) y se hará fuerte con poca gente (sus pocos asistentes).
Versículo 24. Él (Antíoco Epífanes) entrará en los lugares pacíficos y abunantes de la provincia
(las provincias altas, también Cele-Siria y Palestina) y él (Antíoco Epífanes) hará lo que no
hicieron ni su padre ni el padre de su padre (despojar altares y templos): él (Antíoco Epífanes)
repartirá entre ellos (sus súbditos) la presa (de sus enemigos), los despojos (de los templos) y las
riquezas (de sus amigos) etc.
Versículo 25. Y él (Antíoco Epífanes) despertará (171 a. C.) su poder y su valor contra el rey del
sur (Ptolomeo Filómetor) con un gran ejército ("una gran multitud"); y el rey del sur (Ptolomeo
Filómetor) se empeñará en la guerra con un ejército grande y muy fuerte ("muchos, y
extremadamente fuertes" Newton), pero él (Ptolomeo Filómetor) no prevalecerá ("tuvo miedo y
huyó"): porque harán artimañas contra él (Eulaco, su ministro, Macrón, un premier, los
mejandrianos).
Versículo 26. Aún los que coman de su carne (la de Ptolomeo) (sus ministros, Eulaco, Macrón)
le destruirán (traicionándolo), y su ejército (el de Ptolomeo) será desbordado,
y muchos caerán muertos.
PROF. ANDERSON: ¿A qué versículo del capítulo alude usted cuando habla de la profanación
del templo, como usted lee en la historia?
PROF. LACEY: En el capítulo 11. El versículo 30 habla de la profanación del templo. Pero
llegaremos a eso un poco más adelante. La carrera de Antíoco Epífanes es muy semejante a
lo que se predijo del cuerno pequeño. Sólo para ilustrar: Las cosas que se dicen del cuerno
pequeño pueden aplicarse a Antíoco Epífanes. Él es el undécimo en la línea de sucesión, tres
fueron arrancados, mató a los santos del Altísimo, cambió la ley del Altísimo; le fueron entregadas
cosas en su mano por un tiempo, y tiempos, y la mitad de uin tiempo, que son tres años y medio.
Así que, supongamos que Ud. y yo hubiésemos vivido en ese tiempo. Habríamos pensado que la
profecía se estaba cumpliendo... Más tarde, Antíoco descargó su desprecio sobre los
desafortunados judíos, despachando a Apolonio con 20.000 hombres a Jerusalén, los cuales
mataron grandes multitudes, saquearon la ciudad, derribaron casas y muros, asesinaron a los que
asistían los servicios en el templo, y profanaron el Lugar Santo, de manera que el servicio entero
se interrumpió, la ciudad quedó vacía de judíos, y sólo quedaron extranjeros. A su llegada a
Antioquia, publicó un decreto obligando a todos a conformarse a la religión griega, so pena de
muerte. Así fue abrogada la ley judía, y en el templo mismo se estableció el culto pagano.
PROF. LACEY: "Pusieron sobre el altar la abominación desoladora. Ofrecieron sacrificios sobre
el altar de los ídolos, que estaba sobre el altar de Dios". 1 Macabeos 1:54,59. Ustedes ven que
ellos pusieron la abominación desoladora en el Lugar Santo. El mismo lenguaje de la Biblia dice,
"la abominación desoladora" es puesta en el templo; y esto es historia. (Extractado del Informe
de la Conferencia Bíblica [Report of Bible Conference] de julio 7, 1919, pp. 65-66, y de julio 8,
1919, pp. 18-27, publicado en el archivo de documentos en línea de la iglesia ASD).
Daniel 8 y Daniel 11
Cualquiera que intente interpretar a Daniel 8 sin la interpretación angélica del capítulo 11 se
perderá de mucho. Y permítasenos subrayar que el intento de Uriah Smith de hacer encajar a
Roma en el capítulo 11 como cumplimiento de versículos como el 11:21 es una parodia. Los
detalles de estos versículos encajan sólo con una persona - Antíoco Epífanes.
Algunas veces olvidamos que el libro de Daniel se escribió para el pueblo judío. Daniel 8 se
escribió para advertir a los judíos de la mayor crisis que habría de sobrecoger al pueblo de Daniel
entre el tiempo del cautiverio en Babilonia y la destrucción de Jerusalén en el año 70 d. C.: el
ataque homicida de Antíoco Epífanes contra los judíos. Dios nunca ha dejado a su pueblo sin
aviso en cuanto a futuras situaciones de urgencia. En el libro de Daniel, Dios predijo las
calamidades que tendrían lugar bajo el tirano sirio.
Sabiendo que los capítulos 11 y 12 cubren el mismo terreno que el capítulo 8, podemos preguntar
cuáles equivalencias proporcionan estos capítulos para 8:10-14. ¿Nos ayuda el paralelismo entre
el 8 y el 11 a entender mejor el pasaje en 8:14? Comparemos la profecía del templo de Daniel 8
con la profecía del templo en Daniel 11.
En cada uno de ellos, un poder blasfemo y conquistador viene contra el pueblo del pacto
santo.
En cada uno de ellos, el Príncipe del pacto, su santuario, y los adoradores son derribados.
En cada uno de ellos, se promete que esa iniquidad no triunfará para siempre, por cuanto
Dios ha decidido vindicar a su pueblo y la verdad, y derramar su indignación sobre el
opresor idólatra y perseguidor. Esta vindicación, sin embargo, no ha de tener lugar sino
hasta "el tiempo del fin" (Daniel 8:17; 11:35,36) después de 2300 días.
"El contexto de Daniel 8:14 atribuye la profanación del santuario al cuerno pequeño. La
interpretación adventista la atribuye a la transferencia de los pecados confesados al santuario
celestial por el ministerio sacerdotal de Cristo. Entonces, pretender, delante de nosotros mismos,
que la interpretación adventista lee a Daniel 8:14 en contexto sería identificar al cuerno
pequeño con Cristo. En otras palabras, no podemos tener a la vez el contexto y la interpretación
adventista por lo que concierne a la Biblia misma. (Cottrell, citado en Daniel 8:14 por Desmond
Ford, pp. A-115-116).
Si vamos a ser consistentes con la lógica adventista diciendo que la purificación del santuario era
el día de expiación, ¡entonces estamos obligados a concluir que Cristo y su pueblo son el poder
del cuerno pequeño que contaminó el santuario! Esta es una conclusión herética y deja a los
adventistas en un dilema del cual es imposible zafarse.
Algunos eruditos adventistas, reconociendo que el cuerno pequeño no surgió de Grecia, como lo
indica el símbolo del macho cabrío, han indicado que el cuerno pequeño sale de uno de los "cuatro
vientos" del cielo, más bien que de uno de los cuatro cuernos. Afirman que el hebreo permite esta
posible interpretación.
Daniel 8:8, 9 - "... y salieron cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo. Y
de uno de ellos salió un cuerno pequeño..."
En hebreo, las palabras pueden ser del género femenino, masculino, o neutro. En Daniel 8:9, la
palabra "ellos" está en el género masculino. Puesto que la palabra "cuernos" es femenina, y la
palabra "vientos" puede ser o masculina o femenina, los eruditos adventistas han indicado que la
palabra "ellos" debe referirse a "vientos". Por lo tanto, argumentan, el cuerno pequeño surgió de
uno de los cuatro vientos. Sin embargo, hay un problema con eso. La palabra "uno" es femenina,
lo cual parece ligarla a la femenina "cuernos". Por lo tanto, si hemos de mirar sólo a la lingüística,
no podemos establecer con certeza si el cuerno pequeño surgió de de los veintos o del otro cuerno.
Así que tenemos que buscar otra evidencia. El cuerno representa un poder real, y sería inusitado
encontrar un poder real no asociado con un cuerpo (un reino). Parecería extraño que a un profeta
se le diera una visión mostrando una secuencia de eventos que tienen que ver con Alejandro el
Grande, luego el desmembramiento del imperio griego en cuatro partes, y después el surgimiento
del cuerno pequeño, si el cuerno pequeño no surgiera del imperio griego. Aparentemente, el
imperio griego proporciona el telón de fondo para el surgimiento del cuerno pequeño, o de lo
contrario, ¿por qué se mencionaría?
La idea de un cuerno que surge del viento no sólo parece extraña, sino que viola la unidad visual
del símbolo. Nótese la secuencia de la visión:
¡En ninguna parte del libro de Daniel (o el de Apocalipsis) encontramos que un cuerno surja del
viento y esté separado de un cuerpo! ¡Los cuernos no surgen del viento! Los cuernos representan
reyes o divisiones de un reino. La bestia representa al reino mismo. ¡Un cuerno separado de un
cuerpo representaría a un rey sin reino!
¿Permite el hebreo interpretar el pasaje en el sentido de que el cuerno surge del viento? Eso es
discutible. Pero, aún así, el hebreo también permite la interpretación de que surge de uno de los
cuernos. Ahora, usted debe hacerse una pregunta: ¿Cuál interpretación tiene más sentido? ¿Un
cuerno que surge de un cuerno existente? ¿O un cuerno que surge del viento? La única
interpretación que tiene sentido es la de un cuerno que sale de uno de los cuatro cuatro cuernos
existentes.
William Miller, y después Ellen White, Uriah Smith, y otros Adventistas del Séptimo Día, en un
intento de enlazar a Daniel 8 con Daniel 9, han afirmado que Gabriel fue enviado nuevamente a
Daniel, 11 años después, para explicarle nuevamente la visión de Daniel 8. Aseguran que la última
parte de Daniel 9 es una explicación adicional de Daniel 8. Esta enseñanza se deriva de Daniel
8:27:
"Y yo Daniel quedé quebrantado, y estuve enfermo algunos días, y cuando convalecí, atendí los
negocios del rey; pero estaba espantado a causa de la visión, y no la entendía".
Primero, es necesario reconocer que la palabra la ha sido insertada por los traductores, pues no
está en el hebreo original. Eliminar la palabra hace ambiguo el significado del versículo.
En esta traducción, es obvio que la parte relativa a "no entender" se refería a las personas con las
cuales trabajaba Daniel, que no comprendían por qué Daniel estaba enfermo y deprimido.
Para afirmar que Daniel no entendió la visión - requiriendo así una segunda visita de Gabriel -
primero debemos suponer que el ángel fracasó en su primera misión. En Daniel 8:16, una voz
ordena:
"Gabriel, enseña a éste la visión".
Si Gabriel no hizo entender la visión a Daniel, entonces habría desobedecido a Dios. Además,
esto haría a Gabriel culpable de practicar el engaño, porque en el versículo 19 Gabriel le dice a
Daniel: "He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir ..." ¿Fracasó Gabriel? ¿Le mintió a Daniel? Si
uno es un cristiano creyente en la Biblia, entonces debe creer que Gabriel obedeció la orden de
hacer entender a Daniel la visión, y tiene que creer en las palabras del propio Gabriel de que haría
entender a Daniel. Por lo tanto, no hay razón para que Gabriel regresara 11 años después para
explicar una visión que ya había logrado explicar.
La posición adventista queda refutada cuando consideramos que Gabriel visitó a Daniel
obedeciendo la orden de Dios (o la de Jesucristo), el cual le ordenó: "Gabriel, enseña a éste la
visión (mar'eh)" Dan. 8:16. ¡Sin embargo, se nos dice que esta es la misma parte de la visión
(mar'eh) que Daniel no entendió! Como se discutió más arriba, si esto es cierto, ¡entonces Gabriel
dejó de obedecer a Dios!
¿Cuán confuso puede ser esto? Los adventistas enseñan que en Dan. 8:26 (primera parte) la
palabra "visión" (mar'eh) se refiere a alguna parte de la profecía en Daniel 8 que no sería explicada
a Daniel sino hasta 11 años más tarde, mientras que la "visión" (chazown) del mismo versículo
(última parte) se refiere a otra parte de la visión completa. ¡Esta interpretación no tiene ningún
sentido en absoluto!
¿Cuál es la verdad? En el capítulo 9, encontramos que Daniel había estado estudiando los escritos
de "el profeta Jeremías" (Dan. 9:2). El centro de la atención de Daniel era la profecía de Jeremías
en relación con el cautiverio de 70 años de los judíos. Cuando Gabriel le dijo a Daniel que
"entendiera la visión" (Dan. 9:23), se refería a la visión de Jeremías. ¡Gabriel no se refería a una
visión que había ocurrido 11 años antes, una visión que él ya había explicado, una visión que ya
le había dicho a Daniel que guardara!
Se asegura que el uso de la palabra "determinadas" en el texto que dice: "Setenta semanas
están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad" (Dan. 9:24), significa que las 70
semanas (490 años) son cortadas de un período mucho más largo, a saber, los 2300 años.
Las palabras "determinar" y "determinado" se definen en la Concordancia Analítica de Young así:
"Marcar de antemano, decir, ser determinado, aconsejar, ser aconsejado, desatar, juzgar/decidir,
arreglar, determinar/mover repentinamente/ser cortado, poner/puesto,
completar/terminar/determinar".
Es una pobre exégesis considerar sólo un significado de una palabra en un esfuerzo por establecer
un fundamento doctrinal cuando es bien evidente, como en este caso, que la palabra
"determinadas" tiene varios significados. El significado más evidente es el de que Dios había
decretado o determinado cierto período de tiempo, más allá del cual la nación judía dejaría de ser
reconocida como su pueblo santo. Si los 490 años han de ser cortados de algún otro período,
entonces ¿por qué las 2300 tardes y mañanas? ¿Por qué no cortarlos de la profecía de los 1260
días, o de la de los 1290 días, o de la de los 1335 días? ¿Cómo sabemos que la profecía de las 70
semanas no es cortada del medio o del extremo de la profecía de los 2300 años?
La razón de que William Miller cortara la profecía de las 70 semanas de la profecía de los 2300
días es que él necesitaba un punto inicial para su profecía de los 2300 años. En la Biblia no hay
ninguna fecha inicial, así que Miller la enlazó con la profecía de las 70 semanas para poder tener
una fecha inicial para los 2300 años. Por supuesto, no tiene en absoluto ningún sentido iniciar la
profecía de los 2300 días en el año 457 a. C. porque el santuario no fue desolado sino cientos de
años más tarde.
¿No prueba Mateo 24:15 que la profecía de Daniel se aplica a Roma?
Jesús les dice a sus discípulos que huyan de Jerusalén cuando Roma se acerque:
"Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta
Daniel (el que lee, entienda)". (Mateo 24:15).
Los adventistas dicen que esto es evidencia de que Roma es el poder del "cuerno pequeño" de
Daniel 8. Sin embargo, según la teología adventista, no es posible que esto sea cierto. Los
adventistas enseñan que la Roma pagana profanó el santuario terrenal. Sin embargo, los
adventistas también enseñan que en el año 33 d.C. los servicios del santuario terrenal fueron
transferidos al santuario celestial y el templo terrenal quedó desolado.
Esta transferencia del santuario terrenal al celestial es absolutamente necesaria para que funcione
la teología adventista del "cuerno pequeño" de Daniel 8. De acuerdo con la teología adventista,
se supone que el "cuerno pequeño" "pisotea" el santuario durante 2300 años (Dan. 8:11-14).
Puesto que la Roma pagana llegó a su fin por el año 500 d.C., ¡<>durante unos 1300 años no hubo
nadie para que pisoteara el santuario! Los adventistas concibieron la idea de que la Roma papal
arrancó donde la Roma pagana cesó. El único problema con esto es que la Roma papal jamás
"pisoteó" el santuario terrenal. Así, pues, los adventistas están atorados: Tienen que cambiar la
ubicación del santuario y el significado de "pisotear", y lo tienen que hacer a la mitad de los 2300
años.
Para conseguir que los romanos pisoteen el santuario durante 2300 años completos, los
adventistas tienen que hacer un "cambio de vías" en la mitad de ese período. Tienen que cambiar
de engranajes, de literal a simbólico. Esta es la única manera en que pueden hacer que funcione,
¡y aún entonces el asunto presenta más preguntas que respuestas! Los adventistas dicen que el
santuario de Daniel 8 es el santuario terrenal hasta la muerte de Cristo, y después del año 33 d.C.,
se cambia al santuario celestial. Mientras se supone que la Roma pagana ha profanado físicamente
el santuario terrenal, se supone que la Roma papal ha profanado el santuariocelestial en sentido
simbólico. ¿Cómo pisoteó la Roma papal el santuario celestial? Se supone que el pisoteamiento
ocurrió cuando el papado "oscureció" la obra intercesora de Cristo al instituir su propio
sacerdocio, establecer la doctrina de la transubstanciación, y otras falsas enseñanzas.
La destrucción del templo por parte de Roma ocurrió en el año 70 d. C. Los adventistas dicen que
esto prueba que el poder del cuerno pequeño era Roma, porque Roma desoló el lugar santo del
santuario. Sin embargo, según Ellen White, la transferencia del santuario terrenal al celestial
ocurrió 37 años antes, a la muerte de Cristo:
"Pero he aquí, este velo se había desgarrado en dos. Ya no era sagrado el lugar santísimo del
santuario terrenal ... Desde entonces, el Salvador iba a oficiar como sacerdote y abogado en el
cielo de los cielos". (El Deseado de Todas las Gentes, p. 757).
"Cuando Cristo exclamó en la cruz: 'Consumado es', el velo del templo se rasgó en dos ... El que
hasta ahora había habitado en el templo hecho de manos, se había ido, y no lo bendeciría nunca
más con su presencia". (Signs of the Times, dic. 8, 1898).
La idea de que la ubicación del santuario cambió en el año 33 d.C. y de que el "pisoteamiento" se
convirtió en simbólico suscita varias preguntas adicionales:
Si Roma no comenzó a pisotear el santuario sino hasta el año 70 d.C., entonces, ¿quién
era el poder del cuerno pequeño que pisoteó el santuario entre el año 457 a. C. y el año
70 d. C.?
El papado ni siquiera adquirió prominencia sino hasta el año 538 d. C. Así que, ¿quién
pisoteó el santuario celestial durante 500 años antes del establecimiento del papado?
Así, pues, ¿prueba Mateo 24:15 que Roma es el poder del cuerno pequeño? No, si usted sigue la
retorcida lógica de la teología adventista, porque, por el año 70 d. C., ¡el carácter sagrado del
templo terrenal hacía mucho tiempo que había desaparecido, y el cuerno pequeño no podía haber
desolado un templo que Dios ya había abandonado y que había quedado desolado!
La explicación más sensata de Mateo 24:15 es que Jesús menciona a Daniel para hacer una
comparación entre el inminente ataque de Roma y el ataque histórico de Antíoco Epífanes, del
cual los discípulos estaban bien conscientes. En efecto, Jesús estaba diciendo que los ejércitos
romanos vendrían de la misma manera en que <>Antíoco Epífanes profanó el templo y mató a
muchos judíos.
Con toda probabilidad, Jesús no estaba citando a Daniel 8 en absoluto, sino que se refería a la
profecía mesiánica de Daniel 9:27:
"Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el
sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador,
hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador".
Que Jesús se refería a Daniel 9:27 puede demostrarse fácilmente por el contexto de las
afirmaciones de Jesús. Jesús está describiendo para sus discípulos una invasión militar de Judea
por ejércitos romanos. Daniel 9:27 habla de la "muchedumbre de las abominaciones", y en el
margen dice que "con los abominables ejércitos desolará". Así, los traductores hebreos de la Biblia
entendieron el contexto del pasaje en Daniel 9:27 en el sentido de que se refería a una invasión
de estilo militar, que es exactamente lo que Jesús estaba profetizando que tendría lugar cuando
Roma invadiera a Judea y toda la "tierra santa" quedara desolada. La sincronización también
encajar, pues la abominable invasión tuvo lugar después del fin del período de las 70 semanas, y
sus efectos duraron "hasta la consumación" (el fin de la cautividad de Israel).
¿Cree Ud. que es sabio aceptar una doctrina fundamental que está construída sobre tantas y tan
débiles suposiciones? Las doctrinas deberían construírse sobre hechos, no suposiciones. Los
hechos son que el cuerno pequeño representa a Antíoco Epífanes, que la profecía se cumplió
literalmente, y que casi todos los eruditos bíblicos (judíos, cristianos, y hasta algunos adventistas)
a lo largo de los últimos 2000 años han reconocido a Antíoco como el cumplimiento de la profecía.
El documento que antecede es un compendio de material de las siguientes fuentes: