HAZAÑAS DE UN GATO ROMANO

Se llama así a los gatos plomos, con rayas negras y de ellos voy a

relatar dos historias:

En un pueblo vivían un hombre y una mujer, casados entre ellos,

criaban un gato romano.

Un día que estaban almorzando, apareció en el plato de comida del

marido, excremento de gallina. Este se molestó mucho y reprendió

a su mujer. El segundo día también apareció la misma cosa y el

hombre maltrató duramente a su mujer, el tercer día nuevamente

apareció el excremento de gallina y el hombre enfurecido por la

supuesta falta de la esposa agarró el cuchillo de la cocina y mató

a su mujer.

Al día siguiente el hombre tuvo que cocinar sus alimentos, puso la

olla sobre el fuego y saló a traer un poco de leña para encender el

fuego, cuando sintió que la tapadera de la olla sonó, volvió

corriendo para ver lo que ocurría y vio que el gato retiraba la

tapadera de la olla y echaba la suciedad.

Sólo entonces, comprendió que no era su mujer quien echaba la

suciedad, sino el gato. Al saber esto lloró desconsoladamente por

la muerte de su esposa. Enfurecido por la actitud del gato y en su

cólera llegó a matar al gato.

 RESURRECCIÓN DE UN GATO

En casa de una familia había muerto un gato. Nadie pensó en darle

sepultura al gato, sino que lo botaron al techo.

Pero en la noche, cuando todos dormían en la casa, se escuchó una

orquesta que tocaban en el techo.

Impulsados por la curiosidad se levantaron a esa hora y salieron a

ver lo que ocurría y vieron que en el techo había muchos gatos que

tocaban sus instrumentos alrededor del gato muerto.

En ese momento empezó a revivir empezó a revivir, moviendo

primero la cola, luego alzó la cabeza y por último se levantó y se

fue bailando al son de la música.

Por allí sed ice que esos gatos fueron diablos.

 LA VENGANZA DE UN GATO

En cierto pueblo vivía un cura que tenía una cocinera y un gato. La

cocinera acostumbraba siempre a servir primero al gato y después

al cura. Pero un día en que el sacerdote estaba apurado le pidió a

la cocinera que le sirviese primero.

Por este simple hecho, el gato no quiso comer; viendo lo cual el

sacerdote tomó el látigo y lo castigó por tres veces; pero al último

golpe, el gato encolerizado dio un salto y se enroscó en el cuello

del sacerdote y lo ahorcó.

Esto ocurrió en la misma iglesia, porque a falta de comedor, el cura

se encerraba en la iglesia para comer.

La gente del lugar al no saber nada del sacerdote, ni a dónde se

había ido, ni qué había sido de él, decidieron abrir la iglesia, y lo

hallaron muerto, y al gato, acurrucado en una esquina del templo.

 LA SUPERSTICIÓN DEL GATO NEGRO

Las supersticiones acerca del gato negro ofrecen ideas muy

curiosas como las siguientes:

Muchas son las personas que cuando van a emprender un viaje y

ven cruzar por el camino un gato negro, postergan el viaje para el

otro día.

Al contrario, muchas otras consideran la aparición de un gato

negro como augurio de buen viaje, pues dicen que el gato negro es

un mensajero que viene a avisar la buena suerte que le espera al

viajero.

De esta manera, el gato negro es, indistintamente, signo de buena

o mala fortuna según las personas.

Quienes lo consideran como presagio de mala suerte, dicen que el

gato negro es el hermano de Lucifer y representante de las brujas

en cualquier lugar.

Si un gato negro aparece en la casa, para vivir en ella por su propio

gusto, sin que nadie lo haya traído, esto significa una suerte bruja

conquistada por los moradores. Pero si este animal aparece

repentinamente y desaparece de igual manera, es mensajero de

cosas fatales.