Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Resumen
La filosofía de la medicina como rama especial de la filosofía de la ciencia, es una especialidad nacida
hace menos de cincuenta años. Reconocemos a Mario Bunge y a Cesar Lorenzano como parte de su
fundación intelectual analítica. Lo que buscamos en esta ponencia es hacer un recorrido parcial de su
historia, aportando al final una visión sistémica de su práctica, que es a la vez científica tecnológica. Y
que ha sido motor de su crecimiento epistémico.
1
La preguntas dejaban pendiente una discusión, que aun hoy se mantiene en
determinados ámbitos de la filosofía, de si la medicina es realmente una ciencia o es
una artesanía tecnológica que aplica ciencia que le son básicas. El problema para
Whitebeck es que el término "medicina" se usa tanto para el conocimiento teórico como
para la práctica, y esa intima relación entre partes que de algún modo pueden actuar
separadamente, atenta en contra para su cabal reconocimiento como disciplina
científica, recomendando que para el desarrollo de la filosofía de la medicina se debía
reconocer que es lo que le corresponde a cada cual.
En su libro Epistemología, editado en 1977, por primera vez Bunge dedica un capítulo
proponiendo una nueva disciplina del conocimiento que llama Iatrofilosofía, sugiriendo
que dedique sus esfuerzos a "escarbar los supuestos filosóficos de las ideas y
prácticas médicas, e indagar acerca de los problemas filosóficos que surgen de su
investigación y praxis” (Bunge, M. 1980). Como antecedente reconoce a una colección
especializada que había aparecido en 1975, llamada Philosophy of Medicine, de
Engelhardt y Spicker, y una revista de 1976.
2
tendría sentido formular generalizaciones acerca de ellos, y buscar terapias para todos
los que padecen esa enfermedad. Clasificar a las enfermedades en clases naturales,
por lo tanto no es menos objetico que clasificar a las especies para poder reconocerlas.
Marcum, 2008). Pocos se han ocupado de hacer un análisis acerca de la estructura teórica
de la medicina, de hecho, algunos autores han puesto en duda la existencia real de una
filosofía de la medicina como campo de estudio independiente, achacando el no poder
cumplir con tres de sus requisitos necesarios. 1) Estar integrada a otras áreas del
conocimiento. 2) Tener un canon, y 3) estar dedicada a ciertos problemas y cuestiones
que definan sus límites (Stempsey, 2005).
3
es una ciencia aplicada. Porque no es posible reducir, ni deducir la medicina de
postulados biológicos o fórmulas químicas.
Como ciencias que van a aplicarse en el ámbito médico, se busca que el estudiante
sea competente en las prácticas dentro del laboratorio, pero su estudio no convierte a
nadie en médico. Algo similar podemos decir que ocurre con la bioética y la ética
médica. La bioética es el estudio de los aspectos morales o de comportamiento en el
ejercicio de algunas de las ciencias de la vida. Su área se corresponde con las ciencias
biomédicas. En cambio, a la ética médica le atañen reglas morales o de
comportamiento que involucra la práctica diaria de la medicina en la que están
envueltos los profesionales de la salud (A. Rojas & Lara, 2014).
Para algunos grupos, si la medicina es una ciencia, entonces debería ser una ciencia
social (Löwy, I. 2011), de modo que dentro de su investigación histórica no se la debería
reducir solo al componente científico. Sin embargo tampoco debe cometerse el error de
analizarla unívocamente desde ese segmento. Este "giro practico o cultural", es el
trabajo de sociólogos, antropólogos, filósofos e historiadores, que buscan entender las
relaciones de la medicina desde un punto de vista social, entre otros el rol de la mujer y
las condiciones culturales en que se practica la medicina. A esta exploración le importa
más los aspectos performativos, que la construcción de sus teorías, y cuestionan las
investigaciones clínicas en defensa de los animales vivos (Worboys, 2011). Asumiendo que
la construcción de una investigación terapéutica, el modo en que se realiza y quienes
integran las pruebas, todo ello incidirá en la práctica clínica futura.
1
Bunge, Mario. (2012) Op.cit.p112.
5
César Lorenzano ha sido de los filósofos argentinos que más se ha ocupado en
promover a la filosofía de la medicina como rama especial. Epistemólogo y médico,
desde 1976 viene publicando artículos y libros acerca del tema. Lorenzano sigue en su
desarrollo la forma analítica de Bunge, pero le agrega junto al historicismo kuhneano
una mirada estructuralista, de manera de hacerla más completa, integrada, pero a la
vez separada de las ciencias básicas. Toma las preguntas de Bunge, las amplía y se
ocupa de contestarlas. Para él, la medicina es un tipo de tecnología muy particular. (C. J.
Lorenzano, 2010). Las clínicas son la ciencia básica de la medicina y el tratamiento es su
parte tecnológica. Por tanto, la medicina no es solo tecnología, ni su saber teórico es
un derivado de la biología o la química. Para él hacer filosofía de la medicina, es
referirse a una estructura conceptual en la que se articula una teoría, una terapéutica y
por último, que no es lo menos importante, el conocimiento que se crea a partir de esta
íntima relación.
Separa así a sus dos componentes básicos: a) la clínica médica: que es la que
caracteriza a la enfermedad, la que involucra al diagnóstico y al pronóstico. La que
razona acerca de lo que le ocurre al paciente, y plantea un modelo teórico de la
enfermedad intentando que encaje dentro de lo que le ocurre al paciente. Y b) la
terapéutica. En ella hay un hacer, un pretender modificar el curso de la dolencia, de
accionar en contra de los designios de la naturaleza, y que su por acción, el médico
consiga torcer el curso de la enfermedad.
Este modo de pretender la curación, es una novedad que recién aparece durante el
siglo XIX. Cuando el paradigma galénico estaba vigente, el médico asumía que la
curación del enfermo no dependía, al menos totalmente, de su acción. El supuesto se
basaba en que la enfermedad era producto de un desbalance de las fuerzas humorales
y la función del médico era la de colaborar con la naturaleza para conseguir de nuevo
el equilibrio. La novedad, junto al cambio del modelo teórico de enfermedad y con ello
de marco teórico, fue el producto de una revolución tecnológica producto de la acción
de algunos cirujanos que actuaron a finales del siglo XIX (Chullmir, R. 2015).
6
La medicina se estructura teóricamente de un modo propio, partiendo de preguntas
específicas que son de índole médica. Ni a la biología, la química o la física, le
interesan las cuestiones que hacen a la salud o la enfermedad. Ese es un territorio
privilegiado de la investigación médica. La enfermedad es un conjunto de signos y
síntomas que se hallan en un paciente, con lesiones características y una evolución
clínica determinada. Pero cuál es el nexo racional que hace que se clasifique a una
enfermedad distinta de la otra? Lorenzano en un principio (Lorenzano, C. 1977), separa la
práctica (la terapéutica), del conocimiento clínico. Considera que es dentro del último,
donde se encuentra el cuerpo teórico y lo conceptual de la medicina (C. Lorenzano, 1999). Al
separar el diagnóstico de la terapéutica, distingue el conocimiento de la enfermedad, de
sus posibilidades para ser curada. Su apuesta metateórica es que cada enfermedad,
guarda con las de su misma índole parecidos que las atraviesan en distintas
direcciones. Similaridad en el sentido wittgensteiniano que hace que se perciban como
miembros de una misma familia (C. J. Lorenzano, 2007b). Parecido que solo puede
explicarse si son interpretados como relaciones entre modelos, de modo tal, que
comparten una estructura implícita.
La filosofía analítica de la ciencia tiene por objeto poner de manifiesto o hacer explicito
los aspectos filosófico-conceptuales de una actividad científica. Así considerada, una
teoría es un armazón conceptual de dos niveles diferentes relacionados entre sí (C.
& Díez, 2002) ha renunciado al nivel observable y dice que toda descripción se hace
siempre desde una teoría, que es necesariamente otra y distinta de aquella que va a
explicar el fenómeno.
Para la microbiología las bacterias son observables, pero no es esto lo que entra en la
medicina, sino la descripción de lo que provocan y como lo hacen. La observación
instrumental de la bacteria por medio del microscopio, esa es la base empírica de la
bacteriología y así la describe. Para la teoría de la medicina la bacteria es un término
no-teórico. La bacteria proviene de una teoría externa de la medicina, que explica
porqué, tal o cual germen, es el responsable por medio de tal o cual mecanismo, de
una enfermedad. La medicina elabora una teoría de la enfermedad utilizando términos
8
propios y de otras teorías, y de esa manera construye sus propias hipótesis. Cada
enfermedad es un modelo teórico completo.
Cada paciente será una aplicación empírica, un ejemplar de una teoría clínica dada. La
primera aplicación histórica de la teoría, la descripción original de la enfermedad, será
el ejemplar paradigmático de esa teoría. Los ejemplares paradigmáticos enseñan a
conocer a los sistemas adonde pueden aplicarse las estructuras de la teoría, puesto
que se parecerán a ellos. Los casos clínicos tienen una relación de semejanza, son
parecidos a los que el médico aprendió durante su aprendizaje. Una semejanza que es
estructural y fenomenológica.
2
C.J. Lorenzano, 2007b. Op. Cit.
9
compleja, con términos teóricos y leyes específicas, permite reconstruir el modo en que
se usa la teoría y al mismo tiempo la manera en que fue elaborada por primera vez (C. J.
Lorenzano, 2014b).
10
desarrollo de la medicina, pero, y aunque la terapia se valide con la práctica, es
necesario poder justificarla científicamente.
En los últimos años junto a Lorenzano hemos analizado el proceso de producción del
conocimiento medico, que en parte es derivado de la acción tecnológica (terapéutica),
que invierte el supuesto tradicional que dice que el saber medico siempre es producto
de alguna de sus ciencias básicas. Contrario a esta visión clásica, hemos visto que hay
producción conceptual dentro de la práctica de la medicina.
Lorenzano, C. 2016).
Esta productiva unión entre tecnología y ciencia, nacida del seno en la comunidad
médica hace solo ciento cincuenta años, produjo consecuencias bien visibles dentro y
fuera del área médica. Por un lado, la medicina se desarrolló como nunca antes en su
historia, consiguiéndose duplicar la expectativa de vida dentro de los países
desarrollados. Sin embargo, y como contrapartida, la medicina parece haber quedado
reducida a una fábrica productora de terapias, cuyos resultados ya no se miden
epistémicamente, sino de acuerdo a su significación comercial (comoditizacion de la
salud) sin terminar de considerar las consecuencias de su uso. Tema interesante a
tratar pero, que, por cuestiones de espacio no será posible de abordar. Solo llamamos
la atención, porque surge como consecuencia de considerar a la medicina como parte,
derivada de un conocimiento tecnológico.
11
12