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HECHOS

Si bien este trabajo se centrará fundamentalmente en los aspectos procesales


concernientes al recurso de nulidad presentado ante la Corte de Apelaciones de Valparaíso,
es preciso conocer someramente los hechos acaecidos con anterioridad al recurso, a modo
de contextualización para comprender cabalmente el asunto.
En lo sustancial, los hechos fueron los siguientes: El 5 de diciembre de 2012,
compareció ante la Inspección Comunal del Trabajo de Viña del Mar, la señora Teresa
Ojeda Mayorga, con el objeto de interponer denuncia administrativa por la separación
ilegal de sus funciones, efectuada por la empresa Servicios de Aseo y Jardines Mac Lean
Ltda. La denuncia originó la fiscalización llevada a cabo por la funcionaria de la
mencionada institución comunal Karen Arancibia Gutiérrez, quien constató que la
trabajadora tenia la calidad de dirigente sindical. Posteriormente, la fiscalizadora concurrió
al domicilio indicado por la trabajadora y se entrevistó con Gladys Reyes Soto, supervisora,
quien no poseía las facultades exigidas por el artículo 4 del Código del Trabajo. Ante esta
situación, la funcionaria dejó citación para que acudiese el representante legal de la
empresa a la Inspección del Trabajo de Viña del Mar. A dicha citación compareció Roberto
Olivares Sánchez, Jefe de Personal, quien no se allanó al a reincorporación de la dirigente
sindical. Además, de acuerdo con el informe de fiscalización, el empleador no acreditó
estar en sentencia firme y ejecutoriada que autorizara a separar de sus funciones a la
trabajadora aforada.1 No habiéndose allanado la empresa, se citó a audiencia de mediación
a objeto de lograr la reincorporación de la trabajadora, la cual no arrojó resultados positivos
para la denunciante puesto que no fue reincorporada, ya que el señor Olivares señaló que
que al momento del despido no se tenía conocimiento del fuero de la trabajadora. Ante la
negativa de la parte denunciada, se denunció la la situación ante el Juzgado de Letras del
Trabajo de Valparaíso.
Este tribunal determinó que la empresa denunciada había incurrido en una práctica
lesiva de libertad sindical debiendo poner término a la misma restituyendo a la dirigente
sindical a sus labores habituales, además de condenar a la parte demandada al pago de una
multa. El tribunal además emitió decreto judicial para procurar la reincorporación
inmediata de la trabajadora, cosa que se hizo el 28 de diciembre de 2012.
Es de vital importancia para el desarrollo posterior de este trabajo que a pesar de
que, según este tribunal la denuncia fue notificada válidamente, la empresa no contestó la
demanda dentro del plazo legal. Además, en la audiencia preparatoria, el Tribunal llamó a
las partes a conciliación sin éxito, por lo que ante la falta de contestación se resolvió no
recibir la causa a prueba, cosa que fue conformada por las partes comparecientes.

1
Norma que exige esto
Al no existir contestación de la demanda, el tribunal, en uso de la facultad a que se
refuere el artículo 453 numeral 1º inciso 7º2, tuvo por tácitamente admitida por la empresa
los hechos mencionados previamente, los que además tienen el carácter de presunción legal
de veracidad según el artículo 21 del DFL Nº 2 de 1967.3 Además, el tribunal haciéndose
cargo del principio de tutela judicial efectiva dentro de la lógica de la protección de la parte
más débil de la relación laboral, introdujo una reducción probatoria a la parte denunciante,
lo que según el tribunal no implicaba una reducción del onus probandi. Teniendo esto en
consideración, tribunal estableció que la denunciante cumplía con el estándar probatorio
exigido.
Finalmente, el tribunal laboral acogió la demanda interpuesta por la Inspección
Comunal del Trabajo de Viña del mar en contra Servicios de Aseo y jardines Mac Lean
Limitada y se declaró que: la conducta denunciada constituía práctica antisindical que
lesionaba la libertad sindical, que se condena a la denunciada al pago de una multa de 80
UTM y que se ordena la reincorporación de la trabajadora a sus funciones bajo las mismas
condiciones. Además, se condenó en costas a la empresa.
Frente a esta sentencia, don Cristian Soto, en representación de la empresa,
interpuso un recurso de nulidad ante la Corte de Apelaciones de Valparaíso en contra de la
sentencia previamente descrita, fundado en la letra d, y en subsidio, en la letra b del artículo
478 del Código del Trabajo, los cuales señalan lo siguiente: “El recurso de nulidad
procederá, además b) Cuando haya sido pronunciada con infracción manifiesta de las
normas sobre la apreciación de la prueba conforme a las reglas de la sana crítica; d) Cuando
en el juicio hubieren sido violadas las disposiciones establecidas por la ley sobre
inmediación o cualquier otro requisito para los cuales la ley haya previsto expresamente la
nulidad o lo haya declarado como esencial expresamente”. Por diversas consideraciones
que serán analizadas más adelante, la Corte rechazó el recurso de nulidad por lo que la
sentencia dictada por el Juzgado de Letras del Trabajo de Valparaíso no es nula.

COMENTARIO

Lo primero que debemos indicar es que las normas procesales relativas a los
procedimientos laborales se encuentran junto con las normas sustantivas en el mismo
Código del Trabajo, actuando el Código de Procedimiento Civil de manera subsidiaria, de
acuerdo a lo señalado por el artículo 432 del Código del Trabajo: “En todo lo no regulado
en este Código o en leyes especiales, serán aplicables supletoriamente las normas
contenidas en los Libros I y II del Código de Procedimiento Civil, a menos que ellas sean
contrarias a los principios que informan este procedimiento. En tal caso, el tribunal

2
3
dispondrá la forma en que se practicará la actuación respectiva.” 4 Esto se encuentra de
alguna manera respaldado en el artículo tercero del Código de Procedimiento Civil que
indica: “Se aplicará el procedimiento ordinario en todas las gestiones, trámites y
actuaciones que no estén sometidos a una regla especial diversa, cualquiera que sea su
naturaleza”5.
Como se señaló más arriba, la empresa fundamentó el recurso de nulidad con el
literal d del artículo 478, para sostener que en el presente juicio se han violado los derechos
y garantías del debido proceso, al no haber sido la demanda legalmente emplazada, puesto
que no se hizo la notificación en el domicilio correspondiente debido a un supuesto error en
la interpretación del artículo 437 del Código del Trabajo. Esta norma, según el recurrente,
era improcedente, ya que la primera notificación es de carácter personal y no fue hecha en
su domicilio, por lo cual quedó sin el derecho de contestar la demanda y, en definitiva, de
comparecer a la tramitación de la causa.
Lo primero que merece la pena indicar, es qué se entiende por debido proceso para
determinar si efectivamente se vio vulnerada esta garantía constitucional, establecida en el
artículo 19 numeral 3 inciso 6 que señala que “Toda sentencia de un órgano que ejerza
jurisdicción debe fundarse en un proceso previo legalmente tramitado. Corresponderá al
legislador establecer siempre las garantías de un procedimiento y una investigación
racionales y justos.”

La doctrina6 ha entendido el debido proceso como la "garantía constitucional consistente en


asegurar a los individuos la necesidad de ser escuchados en el proceso en que se juzga su
conducta, con razonables oportunidades para la exposición y prueba de sus derechos"7 Otra
definición que nos parece adecuado citar es aquella que trata el debido proceso como
“aquel que se adecúa plenamente a la idea lógica de proceso: dos sujetos que discuten
como antagonistas en pie de perfecta igualdad ante una autoridad que es un tercero en la
relación litigiosa y, como tal, impartial, imparcial e independiente"8

Tras haber estudiado el concepto de “debido proceso”, corresponde analizar el


mencionado artículo 437 del código del trabajo para determinar si, a nuestro parecer,
efectivamente fue erróneamente interpretado. Sin embargo, para mayor claridad en el
estudio de este y otros artículos relacionados, es conveniente detallar en qué consiste la
notificación de la demanda, concepto que puede definirse como “la actuación judicial que

4
CÓDIGO DEL TRABAJO
5
CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL de 1902.
6Diccionario del profe
7
COUTURE, Eduardo (1973) : "Vocabulario Jurídico" (Buenos Aires: Ediciones de
Palma) p.189
8VELOSO, Alvarado (2003) : " El debido proceso de la garantía constitucional" (Rosario:

Editorial Zeus) págs. 296-297


tiene por objeto poner en conocimiento de las partes en litigio, o de terceros, o de otras
personas ajenas al proceso, una resolución judicial” 9 la razón de ser de la notificación
radica en que toda acción que se interpone debe ser conocida por la contraparte, habiendo
entendido la doctrina que “la demanda debe ser puesta en su conocimiento juntamente con
la resolución que haya recaído en la demanda respectiva. El demandado, a su vez,
notificado que sea de la demanda y de la resolución que en ella hubiere recaído, tiene un
plazo para defenderse, o sea, para contestar. La notificación, pues, de la demanda hecha
en forma legal al demandado y el transcurso del plazo que éste tiene para contestarla, se
conocen técnicamente con la denominación de emplazamiento"10

Retomando el artículo 437 del Código del Trabajo, tenemos que éste indica lo siguiente en
su inciso primero: “En los casos en que no resulte posible practicar la notificaciónn
personal, por no ser habida la persona a quien debe notificarse y siempre que el
ministro de fe encargado de la diligencia establezca cuál es su habitación o el lugar donde
habitualmente ejerce su industria, profesión o empleo y, tratándose de persona natural, que
se encuentra en el lugar del juicio, de lo que dejará constancia, se procederá a su
notificación en el mismo acto y sin necesidad de nueva orden del tribunal, entregándose las
copias a que se refiere el inciso primero del artículo precedente a cualquier persona adulta
que se encuentre en la morada o en el lugar donde la persona a quien debe notificarse
habitualmente ejerce su industria, profesión o empleo.”

Al analizar la norma, resulta evidente que para no notificar personalmente a la parte


demandada es necesario que ésta no haya sido posible de encontrar, cosa que en ningún
momento se señala que haya sido así. Además, tal como lo señala la empresa demandada,
esta norma resultaba improcedente, puesto que se trataba de la primera notificación, la cual
debe ser personal según lo exigido por el art. 436 del Código del Trabajo11. Esto habría
originado que la parte demandada se quedara sin el derecho de contestar la demanda y en
definitiva, de comparecer a la tramitación de la causa.
A nuestro juicio, la norma que efectivamente debía aplicarse al caso es el mencionado
artículo 436 del Código del Trabajo, que indica en su primer inciso que “La primera
notificación a la parte demandada deberá hacerse personalmente, entregándosele copia
íntegra de la resolución y de la solicitud en que haya recaído”. Posteriormente, el inciso
cuarto señala que “Además, la notificación personal se podrá efectuar en cualquier día,
entre las seis y las veintidós horas, en la morada o lugar donde pernocta el notificado, en

9
Diccionario Castellon
10
CASARINO, Mario (2005) : "Diccionario de Derecho procesal Civil" (Santiago:
Editorial jurídica de Chile) pág. 17
11
el lugar donde ordinariamente ejerce su industria, profesión o empleo, o en el recinto
del tribunal”.
Tras examinar la norma, nos resulta indudable que la demanda no fue legalmente
notificada, puesto que como se indicó, la notificación se hizo en un lugar que no
correspondía a la “morada o lugar donde pernocta el notificado” ni tampoco donde
“ordinariamente ejerce su industria, profesión o empleo”. En vez de notificarse la demanda
al representante legal de la empresa, don Rodolfo González, esta se notificó a la señora
Gladys Reyes quien como una trabajadora más de la parte denunciada, se desempeñaba
como supervisora de personal en el domicilio de otra empresa en donde la demandada se
limitaba a prestar servicios bajo el régimen de subcontratación.
El artículo 477 del Código del trabajo señala en su inciso primero que “tratándose de las
sentencias definitivas, sólo será procedente el recurso de nulidad, cuando en la tramitación
del procedimiento o en la dictación de la sentencia definitiva se hubieren infringido
sustancialmente derechos o garantías constitucionales, o aquélla se hubiere dictado con
infracción de ley que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo.”
Atendiendo lo indicado por la norma recién citada, a nuestro parecer la sentencia no puede
ser sino nula bajo este precepto, puesto que al notificar la demanda de la manera en que se
hizo (es decir, a una trabajadora de la empresa en el domicilio de una empresa a la cual la
demandada prestaba servicios), se estaría infringiendo el mencionado artículo 436 del
mismo cuerpo legal que exige que la notificación sea efectuada personalmente. Además,
creemos que también se infringe la garantía constitucional establecida en el inciso sexto del
numeral 3 del artículo 19 de la Constitución Política del Estado que exige que “toda
sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un proceso previo
legalmente tramitado. Corresponderá al legislador establecer siempre las garantías de un
procedimiento y una investigación racionales y justos”. Esto porque al no existir
emplazamiento legal no puede hablarse de un proceso previo “legalmente tramitado”,
puesto que se infringió una disposición legal que lo exige.

Rodriguez Papic, define emplazamiento como “ la notificación a la cual se le agrega la


orden de que el demandando comparezca al tribunal a causa de que hay una demanda
interpuesta en su contra o de que se ha deducido un recurso legal”, y es este trámite un
elemento esencial dentro del proceso, que genera los vínculos jurídicos entre las partes y el
juez, he ahí su gran valor.

Para Maturana, el emplazamiento en primera instancia, tiene ciertos elementos, que son en
primer lugar la notificación válida de la demanda y de la resolución recaída en ella y, el
transcurso del término que la ley establece para que el demandando comparezca para
efectuar su defensa ante el tribunal. La doctrina considera que la definición de este
concepto “emplazamiento” es muy trascendente, no solo por un interés dogmático, sino
que, en razón de este trámite procesal, surge y se constituye la relación jurídica procesal, lo
que evidentemente tiene una gran importancia, ya que va más allá de ser un simple hecho o
formalidad en el proceso, siendo esencial para el real ejercicio o la canalización de los
derechos y garantías que resguardan el debido proceso.
Tampoco puede haberse de un procedimiento y una investigación “racional y justa”,
puesto que no puede haber justicia si debido a la falta de emplazamiento legal no se da la
posibilidad de contestar la demanda ni tampoco puede haber racionalidad cuando se
infringen disposiciones legales. Junto a esta garantía, también creemos que se estaría
infringiendo aquella que establece el inciso segundo del mismo numeral: “Toda persona
tiene derecho a defensa jurídica en la forma que la ley señale y ninguna autoridad o
individuo podrá impedir, restringir o perturbar la debida intervención del letrado si hubiere
sido requerida.” Nos parece que se pasa a llevar el derecho a defensa si, al no notificar
correctamente, se impide que el demandado tenga la posibilidad de contestar la demanda
para defenderse de la o las acusaciones.
Si se toma la letra d del artículo 478 del mismo código, señalado por el recurrente
como causal del recurso nulidad, también a nuestro parecer procede este recurso atendiendo
a esta norma, puesto que indica que “El recurso de nulidad procederá, además: d) Cuando
en el juicio hubieren sido violadas las disposiciones establecidas por la ley sobre
inmediación o cualquier otro requisito para los cuales la ley haya previsto
expresamente la nulidad o lo haya declarado como esencial expresamente”12. Se entiende
que lo exigido por artículo 477, citado supra, forma parte de lo que se comprende bajo el
precepto “cualquier otro requisito para los cuales la ley haya previsto expresamente la
nulidad”, por lo que se ve reforzada la idea de que la sentencia efectivamente es nula
teniendo en consideración estas normas.

Por otra parte, refiriéndonos a la jurisprudencia, no existe gran cantidad de fallos sobre esta
materia, y aún más, la escasa jurisprudencia en este ámbito no ha sido uniforme. Un caso
similar se presento el año 2009 en la corte de Apelaciones de Valdivia, donde la empresa
Agrícola Rademacher Ltda. Interpuso un recurso de nulidad impugnando la sentencia de
primera instancia por haberse transgredido ciertas garantías constitucionales establecidas en
el articulo 19 Nº3, constatando en los antecedentes que la sociedad Agrícola y Ganadera
Rademacher y Compañía limitada no había sido válidamente emplazada, ya que la
notificación se hizo a un empleado de la sociedad, que no reviste la calidad de
administrador ni representante legal y por tanto la parte demandada se había visto
imposibilitada de plantear sus argumentos, dejándola en indefensión y ocasionándole un
perjuicio que para la corte solo es reparable con la invalidación de la sentencia y de la
audiencia en que se dictó.

Finalmente, la corte acogió el recurso de nulidad interpuesto por la empresa demandada


inicialmente, debido a que había operado una notificación tacita, entendiendo por ello

12
Art. 478 cdt
infringida una garantía constitucional del debido proceso. 13

En este sentido las cortes fallaron de forma completamente contradictoria respecto de un


asunto con los mismos fundamentos, ya que mientras la corte de apelaciones de Valdivia
acogía el recurso de nulidad, por dejar en indefensión en primera instancia al demandado al
efectuar de manera inadecuada la notificación dando lugar a un emplazamiento inválido, en
la Corte de Apelaciones de Valparaíso se rechaza el recurso basado en los mismos
fundamentos jurídicos y casi idénticos en sentido factico.

No obstante nuestras discrepancias con ciertos razonamientos de esta corte, como se


ha podido desprender con lo analizado más arriba, no podemos sino tener en cuenta que
esta corte también descartó la nulidad de la sentencia aduciendo que en el penúltimo inciso
del artículo 478 del Código del Trabajo se señala que “No producirán nulidad aquellos
defectos que no influyan en lo dispositivo del fallo”, lo que a nuestro criterio tiene
bastante sentido puesto que el recurrente efectivamente había infringido las normas
laborales establecidas en el código del ramo por lo que difícilmente su contestación hubiese
podido haber influido en lo dispositivo del fallo. Además, es un hecho no discutido que a
pesar de no haberse notificado correctamente, la demandada concurrió a la audiencia
preparatoria, por lo que es posible inferir que esta parte deliberadamente no contestó la
demanda a pesar de tener conocimiento de ella.
Junto con lo anterior, creemos que la corte no yerra en negar la nulidad de la
sentencia si considera la oración final del mencionado inciso penúltimo del artículo 478 del
Código del trabajo, el cual señala que “Tampoco la producirán los vicios que, conocidos,
no hayan sido reclamados oportunamente por todos los medios de impugnación existentes”.
Efectivamente el recurrente, conociendo del vicio, no reclamó oportunamente la existencia
de éste, por lo que bajo este precepto podría no concurrir la nulidad atendiendo a un criterio
estrictamente procesal. Como se señaló supra, queda claro que la empresa conoció del vicio
puesto que a pesar de la falta de emplazamiento legal, concurrió a la audiencia preparatoria
y deliberadamente no contestó la demanda en la oportunidad procesal que la ley otorga, sin
reclamar oportunamente la existencia del vicio por los medios de impugnación existentes,
como indica el considerando quinto de la sentencia.
Es por ello que, a pesar de considerar que sin lugar a dudas no existió
emplazamiento legal producto de la errónea notificación, la sentencia de primera instancia
no adolece de nulidad por los motivos indicados en el inciso penúltimo del art. 478 del
Código del Trabajo, los que de alguna manera dejan sin efecto las conclusiones obtenidas
tras analizar el problema que existió con respecto a la notificación de la demanda.
Desafortunadamente, la empresa demandada no actuó diligentemente dentro del
procedimiento, por lo que ahora no tendrá sino que enfrentar las consecuencias del fallo.

13 Gatica c/ Agrícola Rademacher Ltda.(2009).


Como nuestro análisis está enfocado en el tópico de la notificación y el respeto a la
garantía fundamental del Debido Proceso, no nos remitiremos la causal indicada en
subsidio por el recurrente, basada en la b del artículo 478 del Código del Trabajo, la que de
todas formas fue desestimada por la corte con justa razón a nuestro parecer.

REFERENCIAS

COUTURE, Eduardo (1973) : "Vocabulario Jurídico" (Buenos Aires: Ediciones de Palma)


p.189

VELOSO, Alvarado (2003) : " El debido proceso de la garantía constitucional" (Rosario:


Editorial Zeus) págs. 296-297

CASARINO, Mario (2005) : "Diccionario de Derecho procesal Civil" (Santiago: Editorial


jurídica de Chile) pág. 17
Jurisprudencia citada

 Gatica c/ Agrícola Rademacher Ltda. (2009): Corte de apelaciones de


Valdivia, 13 de Mayo de 2009 ( Recurso de nulidad),

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