Sei sulla pagina 1di 164
Maximo Pacheco Gomez LOS DERECHOS HUMANOS DOCUMENTOS BASICOS Tore | Tercera edicién actualsada Maximo Pacheco G. El Profesor Maximo Pacheco G., ex Decano de la Facultad de S E ECH S Ciencias Juridicas y Sociales de la Universidad de Chile ¥ H [ IMANO Doeror Honoris Causa de la Facultad de Derecho de la Universidad de Bolonia, ha preparado una Recopilacisa de los ; Documentos Baisicos sobre Derechos Humanos que comprende gyoo8 IMENTOS B ~ desde la Carta Magna (1215) hasta los mas recientes Be ad ’ bed AS ICOS documentos aprobados por la Organizacién de las Naciones Unidas, la Organizacidn de los Estados Americanos, la Organizacion de la Unidad Africana, el Consejo de Europa y la Lulesia Catdlica, en relacién con los derechos fundamentales de hi persona humana, la hbre determinacién, la prevencién de ta discriminacién, los crimenes de guerra y erfmenes de lesa humanidad, ef venocidio, fa esclavitud, la servidumbre, el trabajo forzoso, la proteceidn de personas sometidas a detencicin o prisian, la nacionalidad, eb asilo, los refuyiados, fa libertad de informacién, la libertad de asociacion, ba politica del empleo, los derechos politicos de la mujer, ef matrimonio y la familia, la infancia y la juventud, cf hienestar, progreso y desarrollo en lo social, el derecho a disfrutar de fa cultura, el desarrollo y Ia cooperacién internacional, etc. Estos documentos se publicun en sa integridad, en cuidadosas traducciones y clasificados de acuerde a normas internacionales. Este libro constituye Ta recopilacién mis completa y actualizada, publicada hasta hoy, de los documentos basicos sobre derechos humanos. 4 Editorial Juridica def: . moral Juridica de Chile 1, DOCUMENTOS GENERALES 1. CARTA MAGNA (Otorgada por Juan Sin Tierra el 17 de junio de 1818) Juan, Rey de Inglaterra por la gracia de Dios, Sefior de Irlanda, Duque de Normandia y Aquitania y Conde de Anjou, a sus arzobispos, obispos, abades, condes, barones, jueces, guardas, alguaciles, mayor- domos, criados y a todos sus funcionarios y leales sGbditos. Salud. Sabed que ante Dios, por el bien de nuestra alma y la de nuestros antepasados y sucesores, para honor de Dios y exaltacién de la Santa Iglesia y para mejor organizacién de nuestro reino, con el consejo de nuestros reverendos padres Esteban, Arzobispo de Canterbury, pri- mado de toda Inglaterra y Cardenal de la Santa Iglesia de Roma; Enrique, Arzobispo de Dublin; Guillermo, Obispo de Londres; Pedro, Obispo de Winchester, y otros subditos leales: 1. En primer lugar hemos asentido ante Dios, y por esta nuestra presente carta, confirmada por nosotros y nuestros herederos para siempre, que la Iglesia de Inglaterra ser4 libre y gozaré inviolable- mente de todos sus derechos y libertades; y haremos que unos y otros sean, por tanto, observados; en consecuencia, la libertad de elecciones, que se ha creido muy necesaria para la Iglesia de Inglaterra, y por nuestra libre voluntad y agrado la hemos concedido y confirmado por nuestra carta, y obtenido la confirmacién de ella por el Papa Inocencio III, antes de la discordia surgida entre Nos y nuestros baro- nes; la cual carta observaremos y haremos que sea observada plena- mente por nuestros herederos para siempre. Hemos concedido también a todos los hombres libres de nuestro reino, por Nos y nuestros here- deros, para siempre todas las infraseritas libertades para que Jas tengan y posean, ellos y sus herederos de Nos y nuestros herederos para siempre, 2. Si alguno de nuestros condes, o barones, y otros que dependen rinclpalmente de nosotros por servicio militar, muriese, y al tiempo te su muerte fuese de edad su heredero, y debiere compensacién, tendré la herencia contra pago de la compensacién antigua; es decir, 2 MAXIMO PACHECO GOMEZ el heredero o herederos de un conde, cien libras por toda una ba- tonia; el heredero o herederos de un caballero, cien chelines a lo més por todo un feudo de caballero; y el que deba menos, pagar menos, segan Ja antigua costumbre de los feudos. 3, Pero si el heredero de los dichos fuese menor de edad, y estuviese bajo tutela, tendr4 su herencia sin compensaci6n o multa, cuando llegue a ser mayor de edad. 4. El guardador de la tierra del heredero que sea menor de edad, solamente sacarA de la tierra de dicho heredero proventos razonables, y la someter4 a costumbres y servicios razonables; y eso sin destruir o arruinar a los hombres o las cosas; y si Nos encomendamos la guarda de esas tierras al sheriff, o a otro cualquiera que sca responsable a Nos por los productos de la tierra, y si 6] ejecutase actos de destruccién o de ruina en las tierras de Ia tutela, Jo compeleremos a dar satisfac- cién, y la tierra sera encomendada a dos legitimos y discretos morado- res de aquel feudo, quienes seran responsables por los productos a Nos, o aquel a-quien Nos los asignaremos; y si Nos diéremos o ven- diéremos la guarda de dichas tierras a alguien, y él ejecutase actos de destruccién o ruina en ellas, perderd la tutela, que seré transferida a dos legitimos y discretos moradores en el feudo, los cuales seran de igual manera responsables a Nos como se ha dicho. 5. Pero el tutor, mientras tenga Ja guarda de Ja tierra, deberA con- servar .y mantener las casas, parques, dehesas, estanques, molinos y otras oosas pertenecientes a la tierra, cubriendo los gastos con los pro- duotes de ella; y cuando el heredero Iegue a ser mayor de edad, deberd restituirle toda su tierra, provista de arados e implementos de labranza, segin la estacién lo requiera, y el producto de la tierra pueda razonablemente sufragar. 6. Los herederos se casar4n sin degradar su linaje, y antes que el matrimonio sea contraido deber4 darse conocimiento de él a sus més cercanos parientes consanguineos. 7. Una viuda tendré, inmediatamente después de la muerte de su marido, y sin dificultad ninguna, su haber de matrimonio y su herencia; ni ser4 ella obligada a dar cosa alguna por su viudedad o por su haber de matrimonio, o por su herencia, que su marido y ella poseian el dia de la muerte de aquél; y puede ella permaneccr. en Ja casa habitacién de su marido cuarenta dias después de su muerte, dentro del cual término le seré asignada su viudedad. 8. Ninguna viuda serd obligada a casarse entretanto que ella tenga Ja intencién de vivir sin marido. Pero ella dara fianza, sin em- bargo, de que no se casar4 sin nuestro asentimiento, si dependiere de Nos, o sin el consentimiento del sefior de quien dependa, si dependiese © otro. LOS DERECHOS HUMANOS. DOCUMENTOS BASICOS 3 9. Ni Nos ni nuestros alguaciles embargaremos ninguna tierra o renta por ninguna deuda, mientras haya muebles del deudor la finca que sean bastantes para pagar la deuda. Ni se embargara a los fiadores del deudor, entretanto que el deudor principal sea suficiente para el pago de la deuda, y si el principal deudor falta al pago de la deuda, no teniendo enteramente con qué satisfacerla, entonces los fiadores responderdn de la deuda; y si ellos lo hicieren, podrin tener las tierras y Jas rentas del deudor, si lo desean, hasta que sean satisfe- chos de la deuda que pagaran por él, a menos que el deudor principal pueda probar que se halla libre de la deuda contra los dichos fiadores. 10. Si alguien hubiese tomado prestada alguna suma de los judios, grande o pequefia, y muere antes de que el préstamo hubiera sido cancclado, la deuda no devengarA intereses mientras el heredero se halle en la minoria de edad, sea quien fuere la persona de quien dependa; y si la deuda cae en nuestras manos, Nos tomaremos nada mas de lo que sea por el valor de la suma principal mencionada en el titulo de la deuda. ll. Y si alguien muriere siendo deudor a judios, su mujer tendrda su viudedad, y no pagara nada de la deuda; y si e) finado dejé hijos menores, se les proveerA de las cosas necesarias segin la heredad (0 propiedad inmueble) del finado; y de] residuo se pagaré la deuda, reservando, sin embargo, el servicio debido a los sefiores feudales. Hagase también de igual manera con las deudas a favor de otras personas que no sean judios. 12. No se impondran derecho de escudo (scoutage) ni subsidio en nuestro reino, a menos que sea por el Consejo Comin de nuestro teino, excepto para redimir nuestra persona, y para armar caballero a nuestro hijo mayor, y para casar una vez a nuestra hija mayor; y para esto no se pagar4 ms que un subsidio razonable. De la misma manera deber4 hacerse respecto de los subsidios de los ciudadanos de Londres. 13. Los ciudadanos de Londres tendr4n todas sus antiguas liber- tades y costumbres libres, tanto por tierra como por agua. Ademéas, decretamos y concedemos que todas las demds ciudades, y burgos, y villas, y puertos, tengan sus libertades y costumbres libres. 14. Y para tener la aprobacién del Consejo Comin del reino en lo tocante a la fijacién de un subsidio (excepto en los tres casos arriba mencionados) o de un derecho de escudo, haremos que sean convo- cados los arzobispos; obispos, abades, condes y grandes barones del reno, por nuestras cartas selladas; y ademds de esto haremos que sean convocados, en general, por nuestros sheriffs y alguaciles, todos los demés que dependen de Nos directamente, en fecha fija, es decir, cuarenta dias al menos antes de la reunién, y en un lugar preciso; y en todas las cartas de tal convocatoria especificaremos la causa de ella. Y hecha de esta forma la convocacién, se procederé al despacho de 4 MAXIMO PACHECO GOMEZ, les negocios el dia sefialado, segin el parecer de los que se hallaren Presentes, aunque todos los que fueron convocados no hayan concurrido. 15. Para lo futuro no concederemos a nadie que pueda exigir subsidios de sus inquilinos libres, a menos que sea capaz para redi- mir su cuerpo, y para hacer caballero a su hijo mayor, y pata casar una vez a su hija mayor; y para esto, solamente se pagara un sub- sidio razonable, 16. Nadie serA compelido a cumplir un servicio mayor para un feudo de caballero, o para cualquier otra posesién libre, que el que por ellos se deba. 17. El tribunal de pleitos comunes no seguiré a nuestra Corte, sino que se reuniré en un lugar fijo, 18. Los juicios sobre asuntos de despojo, y de muerte de an- tecesor, y de tiltima presentacién de beneficio, no se seguiran en otro sitio que no sean sus propios tribunales condales, y del modo siguiente: Nos, a nuestro Justiciar mayor si Nos estuviésemos fuera del reino, enviar4 dos jueces a cada condado cuatro veces al afio, quienes, con los cuatro caballeros elegidos por el pueblo de cada condado, tendrén las dichas asisas (sesiones para juzgar) en el tr- bunal condal, en el dia y lugar de reunién de ese tribunal, 19. Y si no pudieren ser determinadas algunas materias en el dia de reunién del tribunal condal, quedar4n all tantos caballeros y poseedores libres que han estado presentes como fueran necesarios para el eficiente pronunciamiento de los fallos, segin el mayor o menor numero de negocids que haya. 20. Ningan hombre libre podré ser multado por una pequeiia falta, sino segin el grado de Ia falta, y por una falta grave serA multado en proporcién a Ja gravedad de ella; salvas las pertenencias de la vivienda que tiene; y si fuere comerciante, salvo su mercancta; y un villano serA multado de la misma manera, salvo su aparejo de carro, si cayere bajo nuestra clemencia; y ninguna de las dichas multas ser4 impuesta sino por el juramento de hombres honestos del vecindario, 21. Los condes y los barones no ser4n multados sino por sus pares, y sélo segtin la gravedad del delito. 22. Ningin clérigo ser4 multado con respecto a sus tenencias legales sino en la proporcién sobredicha, y no segtin el valor de su beneficio eclesidstico, 23. Ninguna comunidad ni persona ser4n compelidas a hacer puentes sobre los rios, a menas que antiguamente y de derecho hayan estado obligadas a hacerlos. 24, Ningin sheriff, comisario de policta, coroner, u otros de nues- tros ministros de justicia, conocerd en los pleitos de la Corona. LOS DERECHOS HUMANOS. DOCUMENTOS BASICOS 5 25. Todos los condados, centurias, distritos y divisiones se man- tendrin al antiguo arriendo, sin aumento ninguno, excepto en nuestras tierras del dominio real. 26, Alguno que tenga de nosotros un feudo lego muriese, y el sheriff, o nuestro alguacil mostrare nuestras cartas patentes de inti- macién, concernientes al pago de lo que el finado nos deba, ser& legal para el sheriff 0 para nuestro alguacil embargar y registrar los muebles del finado que se hallen en su feuda lego, hasta concurrencia del valor de la deuda, por vista de hombres legales, de manera que nada se distraiga hasta que toda la deuda nos sea pagada; y el resto se dejard a los albaceas para que cumplan la voluntad del finado; y si éste nada nos debiere, se dispondra de todo segtim su voluntad, salvo las partes razonables que correspondan a la mujer y a los hijos. 27. Si algun hombre libre muere intestado, sus bienes muebles seran distribuidos por manos de sus parientes mAs préximos y amigos, bajo la supervisién de la Iglesia, salvando a cada uno las deudas que a su favor hubiere contra el finado. ' 28. Ningdn comisario o alguacil nuestro tomard de ningin hom- bre -granos u otras provisiones, a menos que pague al contado por ellos, o que el vendedor le dé plazo para el pago. 29. Ning comisario de policia compelerd a ningin caballero a dar dinero por guardia del castillo si él mismo la hiciese en persona, o por medio de otro hombre apto, en caso de que se halle impedido por alguna causa razonable. Ademds, si Nos lo condujéramos o lo envidre- mos al servicio militar, estar4 libre de la guardia del castillo en pro- porcién al tiempo durante el cual esté en servicio por orden de Nos. 30. Ningiin sheriff o alguacil nuestro, u otro cualquiera tomard caballos 9 carros de ningin hombre libre para hacer acarreos, contra la voluntad de dicho hombre libre. 31. Ni Nos, ni nuestros alguaciles tomaremos la lefia que no es nuestra para nuestros castillos o para otros usos, contra la voluntad de] duefio de esa lefia. 32. No retendremos las tierras de los que sean condenados por delito grave (felony) mds de un afio y un dia, y después de este tiempo ser4n entregadas al sefior del feudo. 33. Todas las compuertas o paraderas que haya en los rios TA- mesis y Medway, y por toda Inglaterra, ser4n abolidas para el venidero, excepto en la costa del mar. 34. El auto Namado praecipe no serA en lo futuro concedido a persona alguna concerniente a ninguna tenencia por la cua! un hombre libre pueda perder su tribunal. 6 MAXIMO FACHECO GOMEZ 35. Habré una medida para el vino y otra para la cerveza en todo el reino, y una medida de los granos, es decir, “la arroba de Londres”; y un ancho de una tela teitida, es. decir, dos anas dentro de Jas listas; y los pesos también seran como las medidas. 36. De aqui en adelante no se dard ni cobraré nada por un auto de investigacién con respecto a vida o miembros, sino que se otorgara gratuitamente, y nunca ser4 denegado. 37. Si alguien dependiese de Nos por feudo arrendado, censo o enfiteusis, y tuviere también tierras de otro sefior por servicio militar, Nos no tendremos (por razén de ese feudo arrendado, censo o enfiteu- sis) la tutela del heredero o de la tierra que pertenezca al feudo de otro hombre; ni tendremos la guarda del feudo arrendado, censo o enfiteusis a menos que el feudo arrendado esté sujeto a servicio mili- tar. No tendremos la tutela de un heredero, ni de ninguna tierra que él tenga de otro por servicio militar, por razén del empleo de suminis- trarnos alguna arma (petty serjeanty) que tenga de nosotros, asi como por el servicio de darnos saetas, pufales y otras semejantes. 38. Ningin alguacil pondr4 en lo futuro en juicio a ningin hom- bre sobre su acusacién singular, sin que se produzcan testigos fide- dignos para probarla. 39. Ningin hombre libre serA arrestado, o detenido en prisién o desposefdo de sus bienes, proscrito o desterrada, o molestado de alguna manera; y no dispondremos sobre él, ni lo pondremos en pri- sién, sino por el juicia legal de sus pares, o por la ley del pafs. 40. A nadie venderemos, a nadie negaremos ni retardaremos el derecho o la justicia. 41, Todos los comerciantes podran salir salvos y seguros de Ingla- terra y entrar en ella, con e] derecho de quedarse alli y trasladarse tanto por agua como por tierra para comprar y vender, segin las costum- bres antiguas y permitidas, sin ningiin perjudicial portazgo, excepto en tiempo de guerra, cuando sea de alguna nacién que se halle en guerra con Nos. Y si algunos de estos ultimos se hallaren en nuestro pais al principio de una guerra, seran detenidos, sin hacer daiio a sus cuerpos 0 mercaderias, hasta que sepamos, 0 sepa nuestro justiciar principal, cémo son tratados nuestros comerciantes en la nacién que est4 en guerra con nosotros; y si los nuestros estan alli salvos y seguros, los de ella lo estarén del mismo modo en nuestro pats. 42. En lo futuro serA legal para cualquiera (salvo siempre aquellos que est4n encarcelados o proscritos de acuerdo con Ja ley del reino, y nativos de algdn pa{s en guerra con nosotros, y comerciantes, que seran tratados en la forma provista mds arriba) dejar nuestro reino y volver a 6], salva y seguramente por tierra o por agua, excepto por un breve lapso en tiempo de guerra, por raz6n de politica publica, conservando siempre la fidelidad que nos es debida. LOS DERECHOS HUMANOS, DOCUMENTOS BASICOS 7 48, Si de alguno.depende algin feudo que ha vuelto a Nos por confiscacién o falta de herederos (como los sefiorios de Wallingford, Nottingham, Bolonia, Lancaster y otros feudos que est4n en nuestras manos y que son baronias) y muriese, su heredero no nos dara otro subsidio ni prestar4 a Nos otro servicio que el que prestaria el barén, si éste poseyese la baronia; y Nos la poseeremos de la misrma manera que Ja posefa el bardén. 44, Los hombres que vivan fuera del bosque no necesitaran en adelante comparecer ante nuestros jueces de bosques, por razén de una intimacién general, excepto aquellos que son acusados o son fia- dores de alguna persona o personas detenidas por delitos cometidos en los bosques. 45. Nombraremos jueces, comisarios, sheriffs o alguaciles tan sdlo a los que conozcan las leyes de] reino y los medios de observarlas bien. 48. Todos los barones que hayan fundado abadias, respecto de las cuales tienen cartas de los reyes de Inglaterra, o de las cuales tienen larga y continuada posesidn, tendrén la guarda de ellas, cuando se hallen vacantes, tal como corresponde que la -tengan. 47. Todos los bosques que han sido establecidos como tales en nuestro tiempo, seran desacotados inmediatamente; e igual proceder se tendré con los rios que han sido tomados o cercados por Nos en nuestro tiempo. 48. Todas las malas costumbres concernientes a bosques, coneje- ras, guardabosques y conejeros, sheriffs y sus empleados, rios y sus guardianes, ser4n sujetas inmediatamente a una investigacién en cada condado, por doce caballeros del mismo condado, elegidos por los hombres honestos del mismo, y bajo juramento; y dentro de cuarenta dias después de dicha investigacién, sera4n enteramente abolidas, de modo que jamds vuelvan a ser restablecidas, siempre con tal que ha- yamos hecho previamente intimacién de ello, o lo haya hecho nuestro justiciar, si es que no estuviéramos en Inglaterra. 49. Nos dejaremos libres inmediatamente todos los rehenes y prendas que nos han dado nuestros stibditos ingleses como seguridades para mantener Ja paz y prestarnos fiel servicio. 50. Removeremos enteramente de nuestros alguacilazgos a los parientes de Gerardo de Athyes (de modo que en lo futuro elles no tengan ningtin alguacilazgo en Inglaterra), a saber, Engelardo de Cygony, Pedro y Gyon de Canceles, Gyon de Cygony, Godofredo de Martyn y sus hermanos, Felipe, Mark y sus hermanos, y su sobrino Godofredo, y a toda su progenie. 51. Tan pronto como se restablezca la paz, enviaremos fuera del reno a todos los caballeros, ballesteras, escuderos y soldados merce- 8 MAXIMO PACHECO COMEZ narlos extranjeros que han venido con sus caballos y armas en perjui- cio de nuestro pueblo. : 52, Si alguno, sin previo juicio legal de sus pares, ha sido despo- se{do o privado por Nos de sus tierras, castillos, libertades o derechos, ‘se los restituiremos inmediatamente, y si sobre este punto se suscitare alguna disputa, sea decidida la materia por los veinticinco barones que se mencionan mAs abajo en la cldusula para la conservacién de Ja paz, Ademds, en cuanto a todas las posesiones de que alguna persona haya sido desposefda o privada sin el juicio legal de sus pares, ya sea por el rey Enrique, nuestro padre, o por nuestro hermano, el rey Ricardo, y que Nos tenemos en nuestras manos 0 son posefdas por nosotros, y que Nos estamos obligados a sanear, tendremos un plazo por el término usualmente concedido a los Cruzados; excepto por aqucllas cosas sobre las cuales tenemos pleito pendiente, o respecto de las cuales se ha hecho una investigaci6n por nuestra orden, antes de que emprendamos la cruzada; pero tan pronto regresemos de nuestra expedicién (o si por acaso desistimes de ella), inmediatamente haremos que se administre plena justicia con ellos. 53. Asimismo, tendremos el mismo plazo para, de la misma ma- nera, hacer justicia en cuanto al desbosque a retencién de los bosques que nuestro padre, Enrique, y nuestro hermano, Ricardo, han plantado; y para Ja guarda de las tierras que estan en feudo de otro (a saber, arjuellas guardas que hasta aqui hemos tenido por razén del feudo dependiente de Nos por servicio de caballero), y para las abadias fundadas en feudo que no sea nuestro, a Jas cuales el sefior del feudo protende tener derecho; y cuando hayamos regresado de nuestra expe- dicién, o si desistimos de ella, inmediatamente haremos plena justicia a todos los que reclaman en estas materias. 54, Nadie serA arrestado o encarcelado en virtud de demanda de una mujer, por la muerte de cualquier otro hombre que no sca su marido, 55. Todas las multas injustas e ilegales, y todas las penas pecu- niarias impuestas injustamente y contra la ley del pats, ser4n perdona- das enteramente, o si no se dejarin a la decisién de los veinticinco barones que se mencionan mds abajo en la cl4usula relativa al asegu- tamiento de la paz, o al fallo de la mayoria de ellos, junto con dicho Esteban, arzobispo de Canterbury, si puede hallarse presente, y otros a quienes 61 desee traer consigo para ese fin; y si él no puede estar presente, seguiré el negocio no obstante sin él, con tal siempre de que si uno o mas de los veinticinco barones fueren demandantes en la mis- ma causa, sean puestos a un Jado en lo. que concierne a este negocio particular, y otros sean reemplazados en su lugar después de haber sido escogidos por el resto de los dichos veinticinco para ese propdsito solamente, y después de haber prestado juramento. LOS DERECHOS HUMANOS. DOCUMENTOS BASICOS g 56. Si Nos hubiéramos despojado o desposeido a galenses de tierras, libertades u otras cosas, sin el juicio legal de sus pares en Inglaterra o en Gales, les sera4n inmediatamente restituidas, y si se suscita alguna disputa sobre este punto, la materia serd determinada en las fronteras por el juicio de sus pares; por tenencias en Inglaterra,. segiin la ley de Inglaterra; por tenencias en Gales, segtin la ley de Gales; por tenencias en las fronteras, segan la ley de fronteras; los habitantes de Gales hardn lo mismo con Nos y con nuestros subditos. 57. Ademas, en lo concerniente a todas aquellas cosas de que cualquier habitante de Gales haya sido despojado o privado, sin el juicio legal de sus pares, por el rey Enrique, nuestro padre, o por nuestro hermano, el rey Ricardo, y que se hallan en nuestras manos (o son posefdas por otros, con la obligacién por nuestra parte de sa- nearselas), tendremos un plazo por el tiempo generalmente concedido a los Cruzados; excepto aquellas cosas acerca de las cuales hay un pleito entablado o una investigacién realizada por nuestra orden antes de que emprendamos Ja cruzada; pero tan pronto como regresemos (0 si por acaso desistimos de nuestra expedicién), inmediatamente haremos plena justicia en conformidad con las leyes de Gales y en relacién con las regiones antedichas. 58. Inmediatamente pondremos en libertad al hijo de Lowelin, y a todas los rehenes de Gales y los relevaremos de los comprometi- mientos en que habian entrado con Nos como gerantia para el man- tenimienta de ja paz. 59. Trataremos con Alejandro, rey de los escoceses, acerca de la restitucién de sus hermanas y sus rehenes, sus derechos y liber- tades, en la misma forma y manera que Jo haremos con nuestros ba- rones de Inglaterra, a menos que por obligaciones contraidas con Nos por su finado padre Guillermo, ultimo rey de los escoceses, deba ser de otra manera; y esto se dejar4 a la determinacién de sus pares en nuestro tribunal. 60. Ademés, todas las dichas costumbres y libertades, la obser- vancia de las cuales en nuestro reino hemos concedido en cuanto corresponde a Nos para con nuestro pueblo, serén observadas por todos los de nuestro reino, tanto clérigos como legos, en cuanto les concierne para con sus dependientes. 61. Dado que, para honra de Dios y reforma de nuestro reino, y para aquietar la discordia que ha surgido entre Nos y nuestros ba- rones, hemos concedido todas las cosas antedichas, en el deseo de que ellas:puedan ser disfrutadas de manera firme y duradera, les damos y concedemos la siguiente seguridad, a saber: que los barones elijan veinticinco barones del reino que ellos crean conveniente, quie- nes cuidarén con todo su poder de poseer y observar, y hacer que se observen la paz y las libertades que les hemos concedido, y que 10 MAXIMO PACHECO GOMEZ confirmamos por nuestra presente carta, de manera ‘que si Nos, o nuestro justiciar, o nuestros alguaciles:o cualquiera de nuestros em- pleados faltaren en algin caso'a Ja ejecucién de ellas para con algu- nas personas, o infringieren algunos de estos articulos de paz y segu- tidad, y se notifica el delito a cuatro barones, elegidos de entre los veinticinco arriba mencionados, los dichos cuatro barones se dirigir4n a Nos (0 a nuestro justiciar, si estuviéramos fuera del reino), y pre- sentando ante nosotros el agravio, pedirdn que sea reparado sin tar- danza. Y si no fuere reparado por Nos (o si por acaso Nos estuvié- semos fuera del reino) y no fuese reparado por nuestro justiciar den- tro de cuarenta dias, contados desde el dia en que se notificéd a Nos (o a nuestro justiciar, si estuviésemos fuera del reino), los cuatro ba- rones antedichos referirdn la causa al resto de los veinticinco barones, y esos veinticinco barones, junto con la comunidad de todo el pais, nos embargarén y afligiran de todas las maneras posibles, a saber: embargando nuestros castillos, tierras, posesiones, y en todas otras maneras que puedan, hasta que el agravio haya sido reparado a su satisfaccién, dejando a salvo nuestra propia persona, y las personas de nuestra reina e hijos; y cuando el agravio haya sido reparado, y aquéllos reasumirén sus antiguas relaciones tocantes a nosotros. Y cualquiera en el reino que lo desee, puede jurar que obedecerA fas érdenes de los veinticinca barones antedichos para la ejecucién de todas las cosas que se han mencionado, y que nos apremiar4, junto con ellos, hasta lo ultima de su poder; y damos publica y amplia li- bertad a cualquiera que desee prestar ese juramento, y nunca impe- diremos a nadie a que lo preste. Y si alguno de nuestros stbditos no Pprestara por su propio acuerdo un juramento para ayudar a los vein- ticinco barones a obligarnos y apremiarnos, daremos orden para que se lo compela a prestar el referido juramento. Y si alguno de Jos vein- ticinco barones muriese o saliese fuera del reino, 0 de cualquier modo se hallara impedido de poner Jas dichas cosas en ejecucién, el resto de los veinticinco barones pueden elegir otro en su lugar, a su dis- crecién, el cual ser juramentado de la misma manera que los demés. Asimismo, en todas las cosas cuya ejecucién se confia a esos veinti- cinco harones, si por acaso, al hallarsé reunidos, no pudiesen acordar en la decisién de alguna materia, o alguno de ellos no pudiese o no quisiese asistir, después de haber sido convocado, todo lo que la ma- yorfa de los que se hallaren presentes ordene y mande serA reputado firme y valeroso, exactamente como si todos Jos veinticinco hubieren concurrido en la decisién; y Jos dichos veinticinco jurardn que todas las cosas antedichas serén fielmente observadas por ellos, y que las haran observar con todo su poder. Y Nos no procuraremos, directa ni indirectamente, cosa alguna por Ja cual alguna parte de estas con- cesiones y libertades pudiera ser revocada o disminuida; y si tal cosa se obtuviese, serd nula y de ningun valor; y Nos no haremos jamds uso de ella personalmente ni por ningun otro, “LOS DERECHOS HUMANOS, DOCUMENTOS BASIOOS i 62, Y toda Ja mala voluntad, odios y encono que han surgido entre nosotros y nuestros stibditos, eclesidsticos y legos, desde la fe- cha de las disensiones, los hemos remitido y perdonado completa- mente. Ademds, todas Jas transgresiones ocasionadas por dichas di- sensiones, desde la Pascua en el afio decimosexto de nuestro reinado hasta la restauracién de la paz, las hemos perdonado a todos, ecle- sidsticos y legos, y las perdonamos completamente, en cuanto tos atafie. Y, en este punto, les hemos concedido nuestras cartas patentes testimoniales de Esteban, arzobispo de Dublin, de los obispos ante- dichos, asi como de maestre Pandolfo, para seguridad de. esta cléu- sula de seguridad y de las antedichas concesiones. 63. Por tanto, es nuestra voluntad, y ordenamos firmemente, que la Iglesia de Inglaterra sea libre, y que todos los hombres en nuestro reino tengan y posean todas las antedichas libertades, derechos y concesiones, bien y pacificamente, libre y tranquilamente, plena y totalmente, para si mismos y sus herederos, de nosotros y nuestros herederos, en todos los respectos y en todos los lugares para siempre, tal como queda dicho. Se ha prestado asimismo juramento, tanto de parte nuestra como de los barones, que todas las condiciones ante- dichas serdn observadas de buena fe, sin mala intencién. Dado bajo nuestra firma, en presencia de los testigos arriba nombrados, y mu- chos otros, en Ja pradera Hamada Runnymede, entre Windsor y Stai- nes, el diecisiete de junio del afio diecisiete de nuestro reinado. 2. “HABEAS CORPUS AMENDMENT ACT” (26 de mayo de 1679) ACTA PARA MEJOR ASEGURAR LA LIBERTAD DE LOS SUBDITOS Y PREVENIR LOS ENCARCELAMIENTOS EN ULTRAMAR Considerando que los alguaciles, carceleros y otros funcionarios. bajo cuya custodia ha sido detenido algin subdito del Rey por asun- tos ecriminales o supuestamente criminales, se retrasan mucho en cum- plimentar los mandamientos de habeas corpus que se les dirigen, opo- niéndose con un seudénimo o varios al habeas corpus e incluso mis, y con otros trucos para evitar la obediencia debida a tales manda- mientos, en contra de su deber y de las conocidas leyes del pais, por lo cual muchos suibditos del Rey han sido, y todavia pudieran ser en adelante, retenidos en prisién en casos en los que, segun la ley, po- dian prestar fianza, para su mayor molestia y vejacién. Para cuya prevencién, y el mds rapido desagravio de todas las personas encar- celadas por cualquier asunto criminal o supuestamente criminal, que- de decretado por la Excelentisima Majestad del Rey, por y con el consejo y consentimiento de los Lores espirituales y temporales y de los Comunes reunidos en este presente Parlamento y por su autori- dad, que siempre que una persona o personas Heven un habeas corpus dirigido a un alguacil o alguaciles, carcelero o ministro, 0 a otra per- sona cualquiera, en favor de una persona bajo su custodia, y el men- cionado escrito sea notificado al mencfonado funcionario o dejado en la cdrcel o prisién con cualquiera de los subordinados, guardianes o comisionados de los citados funcionarios 0 guardianes, que el referido funcionario o funcionarios, o sus subordinados, agentes 0 comisiona- dos, en los tres dias desde Ja notificacién en la forma antedicha (salvo que la prisién referida sea por traicién o felonia evidente y esté espe- cialmente expresada en el auto de prisién), y bajo el pago o promesa de pago de los gastos de traslado del referido prisionero, que seran LOS DERECHOS HUMANOS, DOCUMENTOS BASICOS 13 tasados por el juez o tribunal que expidié el mandamiento y anctados al final del mismo, no excediendo los doce peniques por milla, y bajo la seguridad dada por su propia fianza de pagar los gastos de regreso del prisionero si lo ordena el tribunal o juez ante el que sea Ievado conforme al auténtico propdsito de esta Acta, y de que no se fugaré por el camino, dard cumplimiento a tal mandamiento, Mevaré o man- dard levar Ja persona detenida o encarcelada ante el Lord Canciller o el] Lord Depositario del Gran Sello de Inglaterra en ese momento, o ante los jueces o barones del referido tribunal que haya emitido el referido mandamiento, 0 ante cualquier otra persona o personas ante las que el referido mandamiento pueda cumplimentarse segun su propia orden. Y entonces, ademds, certificard las verdaderas causas de ja detencién o prisién; y salvo que la deteneién de la referida persona sea en un lugar distante mds de veinte millas y no mas de cien, pues entonces el plazo serd de diez dfas, y si la distancia es mayor de cien millas, e] plazo sera de veinte dias después de la en- trega antedicha, y nunca més largo. 2) Y, con el fin de que ningan alguacil, carcelero u otro funcio- nario pueda alegar ignorancia del significado de tales mandamientos, quede decretado por la antedicha autoridad que todos estos manda- mientos vayan marcados de esta forma “Per statutum tricesimo primo Caroli Secundi Regis” y firmados por la persona que los expida. Y si cualquier persona o personas permanecen arrestadas o dete- nidas, como antes se dijo, por un delito, salvo por traicién o felonfa claramente expresada en el auto de prisién, la persona o personas asi arrestadas o detenidas (es decir, las personas no convictas o cum- pliendo condena por un proceso legal), o cualquiera en defensa de ellas, tendran derecho a recurrir o pedir, en el tiempo de vacacién y fuera de plazo, al Lord Canciller o al Lord Depositario, o a cual- quier juez de su Majestad, de uno u otro tribunal, o a los barones de Hacienda del grado de coife; y los referidos Lord Canciller, Lord Depositario, jueces 0 barones, o cualquiera de ellos, a la vista de la copia o copias del auto de prisién y detencién, o bajo juramento de haber sido denegadas tales copias por las personas en cuya custodia se halla el prisionero, y con una peticién por escrito hecha por esas personas u otras en su defensa testificada y firmada por dos testigos que hayan presenciado e] momento de Ja entrega, tendrén obligacién de expedir y otorgar un habeas corpus con el sello del tribunal al que pertenezca él como juez, dirigido al funcfonario o funcionarios en cuya custodia estA la persona detenida o arrestada, Inmediatamente ser4 cumplimentado ante cl citado Lord Canciller, Lord Depositario, juez, barén, o cualquier otro juez o barén del grado de coife de uno de los tribunales citados, y en su vi-iud, como se dijo, el funcionario, funcionarios, sus subordinados y guardianes, o sus comisionados, bajo cuya custodia se encuentre detenida o arrestada Ja persona, deberd traer tal prisionero o prisioneros, en los plazos antes limitados, ante los citados Lord Canciller o Lord Depositario, jueces, barones o° al- 14 MAXIMO PACHECO GOMEZ guno de ellos, ante quien el referido mandamiento se pueda cumpli- mentar, y en caso de ausencia de éste, ante cualquiera de ellos, con contestacién de} mandamiento y las verdaderas razones de Ja deten- cién y arresto. En el plazo de dos dias desde que la persona fue trafda ante ellos, los citados Lord Canciller, Lord Depositario, jueces o ba- rones, ante quien haya sido trafdo el prisionero, levantardn Ja prisién tomando fianza con uno o mas fiadores en la suma que discrecional- mente fijen, teniendo en cuenta la calidad del prisionero y naturaleza del delito, para asegurar su comparecencia en el Tribunal del Banco del Rey en la siguiente sesién, 0 en el General Goal Delivery del con- dado, ciudad o lugar donde estaba detenido o donde se cometié el delito, o en cualquier otro tribunal donde haya de conocerse compe- tentemente seguin lo exija el caso, y certificard4n el mandamiento y su cumplimiento asi como la garantia o garantias para ante el tribunal donde ha de realizarse la comparecencia, a menos que conste al Lord Canciller, Lord Depositario, juez o jueces, o barones, que la persona detenida lo esté bajo un auto u orden legal de procesamiento proce- dente de un tribunal competente con jurisdiccién en asuntos crimi- nales, o por otra orden firmada y sellada de mano y sello de alguno de los antedichos jueces o barones o. de algun juez o jueces de paz por motivos o delitos tales quc, segin la ley, el prisionero no pueda prestar fianza. 3) Quede declarado también que siempre que una persona vo- luntariamente descuida la petici6n de un habeas corpus durante dos plazos completos desde su detencién, tal persona, voluntariamente descuidada, no obtendré ningun habeas corpus que haya de otorgarse en tiempo de vacacién, conforme a esta Acta. 4) Y que si algtin funcionario o funcionarios, o sus subordina- dos, guardianes 0 comisionados, descuida o rehdsa cumplir en Ia_for- ma antedicha o traer a los prisioneros conforme a la orden del man- damiento en los plazos citados, o a la peticién del prisionero vu otra persona en su defensa rechaza expedir o no expide, en el plazo de seis horas desde la peticién, a la persona que lo pide, una copia au- téntica de! auto o autos de prisién y detencién del prisionero, lo que han de hacer en virtud de ésta todos y cada uno de los guardianes y carceleros de los prisioneros o cualquier otra persona bajo cuya cus- todia estén detenidos, pagar4n por la primera infraccién cien libras a la persona perjudicada, y por la segunda la suma de doscientas li- bras, y quedardn incapacitados para el ejercicio de su cargo, y estas penas serdn exigidas por el prisionero o perjudicado, o sus apodera- dos o administradores a los infractores, sus apoderados o administra- dores mediante una accién persona! por deudas, o denuncia, ante cualquiera de los tribunales reales de Westminster..., y cualquier condena, a peticién del perjudicado, serA prueba suficiente para la primera infraccién, y una condena a peticién del perjudicado por LOS DERECHOS HUMANOS, DOCUMENTOS BASICOS 15 infraccién posterior a la primera condena serd prueba suficiente para condenar a los funcionarios o personas por la segunda infraccién. 5) Y para prevenir la injusta vejacién de ser detenido varias veces por el mismo delito, quede decretado por Ja antedicha autori- dad que nadie que haya sido puesto en libertad en virtud de un habeas corpus podra ser detenido otra vez, en ningim momento, por el mis- mo delito, por persona alguna, a no ser por orden legal del tribunal donde deba comparecer u otro tribunal competente, y cualquier per- sona que contravenga a sabiendas esta Acta deteniendo o encarce- lando, o haciendo conscientemente detener o encarcelar por el mismo delito o presunto delito a una persona puesta en libertad como se ha dicho o que conscientemente ayude o colabore a ello, pagar4 al pri- sionero 0 perjudicado Ja suma de quinientas libras, no obstante cual- quier cambio 0 variacién en el auto o autos de prisién para ser puesto en libertad. 6) Y que si alguien que esté detenido por alta traicién o felo- nia especialmente expresada en el auto de prisién, pidiera en tribunal abierto en la primera semana del término, 0 en el primer dia de las sesiones de audiencia 0 del General Goal Delivery, la vista de su jui- cio, no podr4 aplazarse a las préximas sesiones dé audiencia o del General Goal Delivery. Los jueces del Tribunal del Banco del Rey, los jueces de audiencia 9 del General Goal Delivery tendrdn 1a obli- gacién al hacérseles Ja peticién en tribunal abierto el ultimo dia del términa de sesiones o de General Goal, por el prisionere o por alguien en su defensa, de ponerle en libertad bajo fianza, a menos que los jueces opinen, bajo juramento, que los testigos del Rey no podrian Negar en este plazo de sesiones o General Goal. Y si una persona de- tenida en esta forma no es procesada o juzgada, previa su peticién en tribunal abierto hecha en Ja primera semana del plazo o el primer dia de sesiones de audiencia o de General Goal de ser vista su causa, en el segundo plazo de sesiones de audiencia o de General Goal des- pués de su detencién, o es absuelta en juicio, seré puesta en libertad. 7) Y que nada de lo dispuesto en esta Acta se aplicarA para poner en libertad a una persona acusada por deudas u otra accién o procesada en causa civil, e incluso si es puesta en libertad por el delito criminal, podrA quedar detenida, conforme a la ley, por el otro pleito. 8) Y que si un subdito o sibditos de este reino se encuentran detenidos en cualquier prisién o bajo custodia de cualquier funciona- rio o funcionarios, cualquiera que sean, por causa criminal o supues- tamente criminal, no podran ser trasladados de aquella prisién y cus- todia a Ja custodia de ningun otro funcionario o funcicnarios, a no ser por un habeas corpus u otro mandamiento legal, o cuando el pri- sionero es entregado al policia u otro funcionario inferior para ser Nevado a una prisién comin, o cuando aquella. persona es enviada 16 MAXIMO PACHECO GOMEZ por orden de un juez competente a una casa de trabajo o de correc- cién, o cuando el prisionero es trasladado de una prisién o lugar a otro dentro del mismo condado para su juicio o proceso conforme a la ley, o en caso de incendio o infeccién repentina u otra fuerza ma- yor; y si alguna persona o personas, después de las érdenes citadas, emite, firma o refrenda una orden de traslado, en contra de esta Ac- ta, tanto el que Jo emita, firme o refrende, como el funcionario o funcionarios que lo obedezcan o ejecuten, sufriran e incurrirén en las penas y multas ya mencionadas en esta Acta, y tanto las de los pri- meros como las de los segundos quedaraén, de la forma antedicha, a tavor de Ja parte perjudicada. 9) Y que cualquier prisionero o prisioneros tendra derecho a pedir y obtener su habeas corpus tanto de] Alto Tribunal de Ja Can- cilleria o del Tribunal del Tesoro, como de los tribunales del Banco del Rey o de los Common Pleas; y si el Lord Canciller 0 el Lord De- positario o cualquier juez o jueces, bar6n o barones que pertenezcan entonces al grado del coife de cualquiera de los tribunales citados, en vacaciones, a la vista de la copia de la orden de arresto, o previo juramento de que aquella copia se deneg6, como antes se dijo, niega un mandamiento de habeas corpus, solicitado en la forma antedicha y requerido conforme a este Acta para que Jo expida, serdn severamente multados en la suma de quinientas libras a favor de la parte per- judicada. 10) Y que un habeas corpus conforme al propésito y sentido de este Acta podrA dirigirse y ser4 vdlido ante un conde palatino, en los cinco puertos y demds lugares privilegiados dentro del Reino de Inglaterra, los dominios de Gales, la ciudad de Berwick-upon-Tweed, y las Islas de Jersey y Guernsey, sin que tenga fuerza ninguna ley o eostumbre en contra. 11) Y para prevenir encarcelamientos ilegales en prisiones de ultramar queda declarado por la autoridad antes dicha que ningin sibdito de este reino que sea ahora o en el futuro habitante a resi- dente de este reino de Inglaterra, los dominios de Gales o la ciudad de Berwick-upon-Tweed, podré ser enviado como prisionero a Esco- cia, Irlanda, Jersey, Guernsey o Tangeir, ni a ninguna parte de las islas de guarnicién u otro lugar en ultramar, que estén ahora o en el futuro dentro de los dominios de su Majestad o sus herederos suce- sores, y que tales encarcelamientos quedan declarados ilegales, y que si alguno de dichos sabditos esta o llega en el futuro a ser encarce- lado de esta forma, tales personas podrdn entablar una accién por detencié6n ilegal, por tales detenciones, ante cualquiera de los tribu- nales de su Majestad contra la persona o personas por las que sean encarcelados, detenidos, puestos en prisién, enviados como prisioneros o transportados en contra del auténtico sentido de esta Acta, por vir- tud de esta Acta, y también contra todo el que acuerde, escriba, selle o refrende un mandamiento o escrito para tales detenciones, encarce- LOS DERECHOS HUMANOS, DOCUMENTOS BASIOOS 17 lamiento, prisi6n o traslado, asi como contra quienes hayan aconse- jado, ayudado o colaborado a hacerlo, y el demandante en tales ac- ciones obtendr4 sentencia para recuperar los gastos y dafios, dafios que no ser4n menores a quinientas libras, y sin que quepa mora ni excepcién que detenga el] procedimiento ni por reglas, ni por 6rdenes o mandatos, ni requerimientos defensivos, ni privilegio alguno..., salvo las reglas del tribunal donde la accidn se ejercita, dadas para una causa especial por considerarse en justicia necesarias. Y Ja per- sona o personas que, a sabiendas acuerde, escriba, selle o refrende un mandamiento para tales detenciones, encarcelamientos o traslados, o detenga, encarcele o traslade a cualquier persona en contra de esta Acta, 0 quien aconseje, ayude o colabore a hacerlo, en cuanto sea legalmente convicto de ello, quedaré incapacitado desde ese momento para ostentar cargo publico o de confianza ni beneficio alguno dentro del reino de Inglaterra, dominios de Gales o ciudad de Berwick-upon- Tweed, o cualquiera de los territorios islefios o de sus dominios, e in- curriré y sufriré las penas, castigos y multas establecidos y ordenados en el Statute of Provision and Premunire, dado en el afio dieciséis del Rey Ricardo II, y no podra ser perdonado por el Rey ni sus herede- ros 0 sucesores de estas multas, castigos ni incapacidades, ni de nin- guno de ellos. 15) Y que si cualquier persona o personas residentes alguna vez en este reino han cometido un delito capital en Escocia, Irlanda o cualquiera de las islas o colonias extranjeras del Rey, sus herederos Q sucesores, estas personas podran ser enviadas a] lugar donde debe- rian ser juzgadas por aquel delito para tener el juicio de la misma for- ma en que se hacia antes de esta Acta, sin que prevalezca en contra- rio nada de lo que aqui se contiene. 16) Y¥ que nadie seré demandado, perseguido, procesado o mo- lestado por un delito contra esta Acta, a no ser que la parte delin- cuente haya sido demandada o procesada por el mismo, dentro de los dos afios, como mAximo, desde que el delito se cometi6, si el per- judicado no se halla en prisién, y si se halla en prisién, en los dos afios a contar desde su muerte o desde su primera puesta en libertad. 17) Y para que nadie pueda eludir su juicio en las sesiones o en el General Goal Delivery, intentando su traslado antes de las se- siones, de modo que no esté de regreso para celebrar su juicio, queda declarado que desde que se anuncien puiblicamente las sesiones para el condado donde est4 detenido un prisionero, nadie podrd ser tras- ladado de la cdrcel comin con un habeas corpus expedido en virtud de esta Declaraci6n, salvo que el habeas corpus sea para levarlo ante el juez de la sesién, en audiencia publica, que se encuentre alli, para que haga lo que proceda en justicia. 18) No obstante, que después de terminar las sesiones, cualquier ersona oO personas detenidas podrdén obtener su habeas corpus con- ‘orme al espfritu y la intenci6n de esta Declaracién. 18 MAXIMO PACHECO GOMEZ 20) Y puesto que muchas veces hay personas acusadas de... felonia 0 como cémplices, y que estdn detenidas por mera sospecha, y el que sean o no aptos depende de que las circunstancias que dan lugar a la sospecha sean mds o menos graves, lo cual es mds conocido por los jueces de paz que detuvicron a las personas y tienen las prue- bas ante ellos o para los demds jueces de paz del condado. Por ello queda declarado que cuando una persona resulte ser detenida por un juez o juez de paz y acusado como instigador de una felonia o sos- pechoso de ella, o sospechoso de felonia, la cual haya sido especial- mente y claramente expresada en el auto de prisién, que dicha per- sona no sera trasladada ni podrd quedar en libertad bajo fianza, en virtud de esta Acta ni por cualquier otra forma por la que pudiera serlo antes de esta Acta. 3, BILL OF RIGHTS (13 de febrero de 1689) Afio primero del reinado de Guillermo y Marfa, Sesién 2, capi- tulo 2. Ley que declara los derechos y libertades del sibdito y establece la sucesién de la Corona. 1. Por cuanto los Sefiores (Lores) espirituales y temporales, y los Comunes, reunidos en Westminster, representando legal y libre- mente todos los estamentos del pueblo de este Reino, el decimotercero dia de febrero de) afio de Nuestro Sefior 1688, presentaron a sus ma- jestades, a la saz6n Namados y conocidos por los nombres y titulos de Guillermo y Maria, Principe y Princesa de Orange, que estaban presentes de sus propias personas, una cierta declaracién por escrito, hecha por Ios dichos Sefiores (Lores) y Comunes, en los siguientes términos a saber: Por cuanto el difunto Rey Jacobo U, con la ayuda de varios ma- los consejeros, jueces y ministros, empleados de él, traté de subvertir y extirpar la religién Protestante y las leyes y libertades de este Reino. Asumiendo y ejerciendo el poder de prescindir y suspender las le- yes y la ejecucién de las leyes sin el consentimiento de! Parlamento. Encarcelando y procesanda a diversos meritorios prelados por pe- dir humildemente ser excusados de aprobar dicho poder asumido. Emitiendo y haciendo ejecutar una orden bajo el Gran Sello, pa- ra establecer una Corte Hamada Corte de Comisionados para Causas Eclesidsticas. Estableciendo impuestos por y para el uso de Ja Carona, bajo pretexto de prerrogativa, en otro tiempo y de otra manera que la que habia sido autorizada por el Parlamento. Formando y manteniendo un ejército permanente dentro de este Reino, en tiempo de paz, sin el consentimiento del Parlamento y alo- Jando soldados en forma contraria a la ley. 20 MAXIMO PACHECO GOMEZ Haciendo que varios buenos stibditos Protestantes fueran desar- mados al mismo tiempo que los Papistas eran armados y empleados en contra de la ley, Violando la libertad de eleccién de los miembros del Parlamento. Procesando, en la Corte del Banco del Rey (“King’s Bench”), materias y causas que competen sdélo al Parlamento y cometiendo di- versas otras acciones arbitrarias e ilegales. Y por cuanto en los ultimos afios, personas parciales, corruptas y descalificadas han sido repuestas en sus empleos y han servido en los jurados en juicios, y particularmente diversas personas que no eran propietarias han servido como miembros de jurados en juicios por alta traicién. Y se han exigido fianzas excesivas de personas procesadas en casos criminales, para eludir el beneficio de las leyes promulgadas para la libertad de los sibditos. Y han sido impuestas multas excesivas. Y han sido infligidos castigos ilegales y crueles. Y se han hecho varias é6rdenes y promesas de multas y requisi- ciones, antes de ninguna condena o sentencia contra las personas so- bre las cuales las mismas han sido impuestas. Todo lo cual es abierta y directamente contrario a las leyes co- nocidas y a los estatutos y libertades de este Reino. Y por cuanto el dicho difunto Rey Jacobo II, habiendo abdicado el Gobierno y el trono, el cual quedé por consiguiente vacante, Su Alteza el Principe de Orange (de quien quiso Dios Todopoderoso hacer ‘el glorioso instrumento de la liberacién de este Reino del Pa- pismo y del poder arbitrario), hizo (por consejo de los Sefiores (Lo- res) espirituales y temporales y diversas personas principales de los Comunes), que se escribieran cartas a los Sefiores (Lores) espiritua- les y temporales Protestantes, y otras cartas a los varios condados, ciudades, universidades, burgos y cinco puertos, para que eligieran Personas que los representaran, como era de derecho, ante el Parla- mento que se reuniria y sesionaria en Westminster, el vigésimo segundo dia de enero de este afio 1688, para impedir que sus leyes religiosas y libertades quedaran otra vez en peligro de ser subvertidas, visto lo cual se hicieron elecciones a este efecto. ; ¥ hecho Io anterior, los dichos Sefiores (Lores) espirituales y temporales, y Comunes, de acuerdo a sus respectivas cartas y eleccio- nes, encontraéndose ahora reunidos en pleno, y libres representantes de esta nacién, tomando en su mds seria consideracién los mejores medios para obtener los fines antes dichos, en primer lugar (como lo habian usualmente hecho sus antepasados en casos semejantes), para la vindicacién y afirmacién de sus antiguos derechos y libertades, de- claran: Que el pretendido poder de suspender Jas leyes o Ja ejecucién de las leyes por autoridad regia, sin consentimiento del Parlamento, es ilegal. LOS DERECHOS HUMANOS, DOCUMENTOS BASTOOS 21 Que el pretendido poder de dispensar las leyes o la ejecucién de las leyes por autoridad regia, como ha sido asumido y ejercido dltima- mente, es ilegal. Que la orden para establecer la difunta Carta de Comisionados para Causas Eclesidsticas, y todas las otras érdenes y Cortes de natu- raleza semejante, son ilegales y perniciosas. Que recaudar impuestos por y para el uso de Ja Corona bajo pre- tensién de prerrogativa, sin autorizacién del Parlamento, por un tiem- po més largo o de una manera distinta de aquella en que la misma sea otorgada, es ilegal. Que es derecho de los stbditos hacer peticiones al Rey y que toda condena y persecucién por hacer tales peticiones son ilegales. Que el reclutamiento o mantencién de un ejército permanente dentro del Reino en tiempos de paz, a menos que sea con el consen- timiento del Parlamento, es contrario a la ley. Que los suibditos Protestantes pueden tener armas para su defen- sa, adecuadas a sus condiciones, como lo permite la ley. Que Ja eleceién de miembros del Parlamento debe ser libre. Que la libertad de palabra y los debates o procedimientos en el Parlamento no deben ser acusados o cuestionados en ninguna Corte o lugar, fuera del Parlamento. Que no se exigirin fianzas ni se impondrén multas excesivas, ni se infligirdn castigos crueles y desacostumbrados. Que los miembros de los jurados deben ser debidamente enrola- dos y retornados y que los miembros de los jurados que conocen de juicios por alta traici6n deben ser propietarios. Que todas las érdenes y promesas de multas y confiscaciones a personas particulares, antes de su condena, son ilegales y nulas. ¥ que para la reparacién de todos los agravios y para enmendar, fortalecer y preservar las leyes, deben celebrarse frecuentemente Par- lamentos. Y ellos afirman, piden e insisten en todos y cada uno de los ante- riores, como sus derechos y libertades indubitados, y que ninguna declaracién, sentencia, hecho o procedimiento en perjuicio del pueblo, a ninguno de esos derechos, debe de ninguna manera ser tomado en adelante en consideracién o ejemplo. Para cuya demanda de sus de- rechos, ellos se sienten particularmente alentados por Ja declaracién de Su Alteza el Principe de Orangé, como el nico medio de obtener una completa reparacién y remedio de los mismos. Teniendo en con- secuencia entera confianza en que su dicha Alteza el Principe de Orange perfeccionar4 la liberacién hasta ahora efectuada por él y continuaré preservandola de la violacién de sus derechos, que ellos han denunciado, y de cualesquiera otros atentados contra su religién, derechos y libertades, los dichos Sefiores (Lores) espirituales y tem- porales, y Comunes, reunidos en Westminster, resuelven que Guiller- mo y Maria, Principe y Princesa de Orange, sean y son declaradas Rey y Reina de Inglaterra, Francia e Irlanda y de'los dominios que 22, MAXIMO PACHECO GOMEZ a ellas pertenecen, para detentar la Corona y Dignidad Real de dichos Reinos y dominios para ellos, el dicho Principe y Princesa, durante sus vidas y la vida del sobreviviente de ellos, y que el unico y pleno ejercicio del Poder Real sea solamente ejecutado por el dicho Prin- cipe de Orange en los nombres de los dichos Principe y Princesa durante sus vidas comunes, y después de sus decesos, dicha Corona y Dignidad Real de los dichos Reinos y dominios, estaran en los herederos del cuerpo de la dicha Princesa y a falta de tal descenden- cia, en la Princesa Ana de Dinamarca y en los herederos de su cuerpo, y a falta de tal descendencia, en los herederos del cuerpo de dicho Principe de Orange. Y los Sefiores (Lores) espirituales y temporales, y Comunes, ruegan a los dichos Principe y Princesa aceptar los mis- mos en esa forma. Y que los juramentos en adelante mencionados sean tomados a todas las personas a las cuales actualmente puedan exigirse juramen- tos de lealtad y supremacia, en lugar de ellos, y que los dichos jura- mentos de lealtad y supremacia sean abrogados. “Yo, A.B., sinceramente prometo y juro que prestaré fiel y verda- dera lealtad a sus Majestades el Rey Guillermo y la Reina Marfa. Si asf lo hiciere, Dios me ayude”. “Yo, A.B., juro que de corazén aborrezco, detesto y abjuro, como impia y herética, la condenable doctrina y posicién segin la cual los principes excamulgados y privados por el Papa o por cualquiera autoridad de la Sede Romana puedan ser depuestos o asesinados por sus stibditos o de alguna otra cualquiera manera. Y declaro que nin- gin extranjero, principe, persona, prelado, Estado o potentado tiene o debe tener ninguna jurisdiccién, poder, superioridad, preeminen- cia o autoridad, eclesidstica o espiritual, dentro de este Reino. Si asf lo hiciere, Dios me ayude”, Hecho lo cual sus dichas Majestades aceptaron la Corona y Dig- nidad Real de Jos Reinos de Inglaterra, Francia e Irlanda y de los dominios pertenecientes a ellas, de acuerdo con la resolucién y deseo de los dichos Sefiores (Lores), y Comunes, contenidos en dicha de- claracidn. Y con esto sus Majestades quedaron satisfechas de que dichos Sefiores (Lores) espirituales y temporales, y Comunes, consti- tuyendo Jas dos Cémaras del Parlamento, debian continuar en sesién, y con Ja concurrencia de sus Reales Majestades, hacer efectiva provi- sién para el establecimiento de las leyes de religién y libertades de este Reino, de manera que las mismas en el futuro no queden de nue- vo en peligro de ser subvertidas. A lo cual los dichos Sefiores (Lores) espirituales y temporales, y Comunes, asistieron y procedieron a actuar en consecuencia. Ahora, en cumplimiento de lo anterior, los dichos Sefiores (Lores) espiritua- les y temporales, y Comunes, reunidos en Parlamento para la ratifica- cién, confirmacién y establecimiento de la dicha declaracién y los articulos, cl4usulas, materias y cosas contenidas en ellos por la fuerza de una ley promulgada en debida forma por autoridad del Parlamen- LOS DERECHOS HUMANOS. DOCUMENTOS BASICOS 23 to, ruegan que sea declarado y promulgado que todos y cada uno de los derechos y libertades afirmadas y proclamados en dicha declaracién son los verdaderos antiguos e indubitados derechos y libertades del pueblo de este Reino y asi serA estimado, permitido, juzgado, supues- to y tenido por verdadero, y que todas y cada una de las materias antedichas serdn firme y estrictamente mantenidas y observadas, como lo son expresamente en la dicha declaracién, y todos Jos funcionarios y ministros cualesquiera serviran a sus majestades y a sus sucesores de acuerdo con las mismas, en todos los tiempos por venir. Y los dichos Sefiores (Lores) espirituales y temporales, y Comunes, consi- derando seriamente cuAnto habia agradado a Dios Todopaderoso en su Maravillosa Providencia y misericordiosa bondad hacia esta Nacidn, asistir y preservar a dichas sus Majestades y Personas Reales, para que reinaran felicisimamente sobre nosotros desde el trono de sus ancestros, para lo cual ellos les entregan lo hondo de sus corazones, sus humildisimas gracias y alabanzas. Verdadera, firme y seguramente y en la sinceridad de sus corazones piensan y por las presentes reco- nocen y declaran que el Rey Jacobo II, habiendo abdicado el Gobier- no, y sus Majestades habiendo aceptado la Corona y Dignidad Real, como antes dicho, dichas sus Majestades, se hicieron, fueron y de derecho deben ser por las leyes de este Reino nuestros Soberanos Rey y Reina de Inglaterra, Francia e Irlanda y de los dominios pertene- cientes a ellas, en cuyas principescas personas e] Real Estado, Corona y Dignidad de los dichos Reinos, con todos los Honores, Titulos, Re- galias, Prerrogativas, Poderes, Jurisdicciones y Autoridades pertene- cientes a los mismos, son muy rectamente y enteramente investidos e incorporados, unidos y anexados y para prevenir toda cuestién y divi- sién en este Reino, por razén de cualesquiera pretendidos titulos a la Corona y para preservar una certeza en Ja sucesién de la misma, en y sabre la cual bajo Dios descansan la unidad, paz, tranquilidad y segu- ridad de esta Nacién, los dichos Sefiores (Lores), espirituales y tem- porales, y Comunes, suplican a sus Majestades que se promulgue, establezca y declare que la Corona y Gobierno Real de los dichos Reinos y dominios, con todas y cada una de las anteriores materias que les pertenecen, pertenece y continuara perteneciendo a dichas Ma- jestades y al sobreviviente de ellos, durante sus vidas y la vida del sobreviviente de ellos, y que el entero, perfecto y completo ejercicio del poder real y del Gobierno residir& Gnicamente en y ser& ejecutado por su Majestad en los nombres de ambas Majestades durante sus vidas comunes, y después de sus decesos las dichas Corona y materias anteriores seran y permanecer4n en los herederos del cuerpo de su Majestad, y en defecto de tal descendencia, en su Alteza Real la Prin- cesn Ana de Dinamarca y en los herederos del su cuerpo, y en defecto de tal descendencia, en los herederos del cuerpo de su dicha Majestad. Y en seguida los Sefiores (Lores) espirituales y temporales, y Comu- nes, en el nombre de todo el pueblo antes dicho, muy humilde y fiel- mente se someten a sus herederos y posteridades para siempre y 24 MAXIMO PACHECO COMEZ fielmente prometen que mantendr4n y defenderfn a sus dichas Ma- jestades y también la limitacién y sucesién de la Corona aqui especi- ficada y contenida, hasta el limite de sus poderes y con sus vidas y haciendas contra toda persona cualquiera que intente cosa alguna en contrario. Y por cuanto ha sido establecido por la experiencia que es inconsistente con la seguridad y bienestar de este Reino Protestante ser gobernado por un principe Papista o por algin Rey o Reina que se case con un Papista, los dichos Sefiores (Lores) espirituales y tem- porales, y Comunes, ruegan ademas que se promulgue que toda y cualquier persona que es 0 sean o serdn reconciliadas 0 que comul- guen con la Sede o Iglesia de Roma 0 que profesen la religién Papista 0 que se casen con un Papista, serfn excluidas y serfin por siempre incapaces de heredar, poseer o gozar la Corona y Gobierno de este Reino y de Irlanda y los dominios pertenecientes a ellos o de ninguna parte de ellos, o de tener uso o ejercer ningun real poder, autoridad o jurisdiccién dentro del mismo, y en todos o cualesquiera de dichos caso o casos, el pueblo de estos Reinos ser4 y es por las presentes absuelto de su lealtad. Y la dicha Corona y Gobierno, de tiempo en tiempo, descender& y serA disfrutado por la persona o personas que sean Protestantes y que hubjeran heredado y disfrutado del mismo en caso que dicha persona o personas asf reconciliadas. aue comulguen © que profesen o se casen como antes se ha dicho, hubieren muerto naturalmente. Y que todo Rey o Reina de este Reino que, en cualquier tiempo en el futuro. Hegue y suceda a la Corona Imperial de este Reino. en el primer dfa de Ja sesi6n de! primer Parlamento siguiente a su Vlegada a la Corona. sentado o sentada en su trono en la Cémara de los Pares, en presencia de Jos Sefiores (Lores) espirituales y tempo- rales, y Comunes alli reunidos o al tiempo de su coronacién, ante Ja persona o personas que administren el juramento de coronacién a él 0 a ella, al tiempo de prestar tal furamento (si esto ocurriere antes). suscribiran una audible repetici6n de Ja declaraci6n mencfonada en la ley promulgada en el trigésimo afio del reinado del Rey Carlos TI. titulada Lev para Ja m4s efectiva preservacién de la Persona v Go- hierno del Rev, cue inhabilita a los Papistas para sentarse en cualquier Camara del Parlamento. Pero si ocurriere que tal Rey o Reina, al tiempo de su sucesién a la Corona de este Reino. tuviere menos de doce afios, entonces tal Rey o Reina hard suscribir v audiblemente repetir tal declaracién al tiempo de su coronacién o el primer dia de Ja sesi6n de] primer Parlamento. como antes se ha dicho, cualescuiera de estos hechos que ocurra primero, después que tal Rey o Reina haya alcanzado la dicha edad de 12 afios. Tado lo cual sus Majestades est4n contentos y agradados de que sea declarado, promulgado y esta- blecido por autoridad del presente Parlamento y permanecer4 y ser4 la Jey de este Reino para siempre, y las mismas son por sus dichas Majestades por y con el consejo y consentimiento de los Sefiores (Lo- res) espirituales y temporales, y Comunes, reunidos en Parlamento y por la autoridad de los mismos, declarados promulgados y establecidos. LOS DERECHOS HUMANOS. DOCUMENTOS BASIOOS 25 Il, Y¥ sea ademds declarado y promulgado por la autoridad antes dicha, que desde y después de la presente sesién del Parlamento, ninguna dispensacién por “non obstante”, de y para cualquier ley o cualquier parte de ella, ser permitida, sino que la misma ser4 tenida por nula y sin efecto, salvo que la dispensa sea permitida en tal ley, y excepto en tales casos que sean especialmente previstos por una o mas leyes aprobadas durante la presente sesién del Parlamento. III, Pero ninguna carta o garantia de perdén otorgada antes del vigésimo tercer dia de octubre del afio de Nuestro Sefior 1689 ser& de ningin modo impugnada o invalidada por esta ley, sino que la misma es y queda en la misma fuerza y efecto en derecho, como si esta ley nunca hubiera sido promulgada. 4. DECLARACION DE INDEPENDENCIA DE LOS EE. UU. (4 de julio de 1776) 1 Cuando, en el curso de los acontecimientos humanos, se hace necesario para un pueblo disolver los vinculos politicos que lo han ligado a otro y tomar entre las naciones de la tierra el puesto, sepa- rado e igual, a que las leyes de Ja naturaleza, y del Dios de esa natu- raleza, le dan derecho, un justo respeto al juicio de la humanidad le obliga a declarar las causas que lo impulsan a la separacién. Sostenemos por evidentes, por si mismas, estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Crea- dor de ciertos derechos inalienables, entre los cuales estdn la vida, la libertad y la bisqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legitimos del consentimiento de los gobernados; que siem- pre que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios el pueblo tiene el derecho a reformarla o a abolirla, e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio sca la mds adecuada para alcanzar la seguridad y felicidad. La prudencia, claro esta, ensefia que no se deben cambiar por motivos leves y transitorios gobiernos de antiguo establecidos; y, en efecto, toda la experiencia ha demostrado que la humanidad est4 mds dispuesta a padecer, mientras los males sean tolerables, que a hacerse justicia aboliendo Jas formas a que est4 acas- tumbrada. Pero cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, diri- gida invariablemente al mismo abjetivo, demuestra el designio de someter al pueblo a un despotismo absoluto, Hene el derecho, tiene el deber, de derrocar ese gobierno y establecer nuevas garantias para su futura seguridad. Tal ha sido el paciente sufrimiento de estas colo- 1 Aprobada por el 2° Congreso Continental, a propuesta de Lee, en nom- bre de Virginia, en su sesién del dia 2 de julio de 1776 y redactada con el titulo de Declaration of Independence, y posteriormente aprobada en la sesi6n de 4 de julio de 1776. LOS DERECHOS HUMANOS, DOCUMENTOS BASICOS 27 nias; tal es ahora la necesidad que las obliga a reformar su anterior sistema de gobierno. La historia del actual rey de la Gran Bretafia es una historia de repetidos agravios y usurpaciones, encaminados todos directamente hacia el establecimiento de una tirania absoluta sobre estos Estados. Para probar esto, sometemos los hechos al juicio de un mundo imparcial... En cada etapa de estas opresiones hemos pedido justicia en los términos mds humildes; a nuestras repetidas peticiones se ha contes- tado solamente con repetidos agravios. Un principe, cuyo cardcter esta asi sefialado, con cada uno de los actos que pueden definir a un tirano, no es digno de ser el gobernante de un pueblo libre. Tampoco hemos dejado de dirigirnos a nuestros hermanos bri- tanicos. Les hemos prevenido frecuentemente de las tentativas de su poder legislativo para englobarlos en una jurisdiccién injustificable. Les hemos recordado las circunstancias de nuestra emigracién y esta- blecimiento aqui. Hemos apelado a su innato sentido de la justicia y magnanimidad, y les hemos conjurado, en los vinculos de nuestro parentesco, a repudiar esas usurpaciones, las cuales interrumpirian in- evitablemente nuestras relaciones y correspondencia. También ellos han sido sordos a la voz de la justicia y de la consanguinidad. Debemos, pues, aceptar la necesidad de nuestra separacién y considerarlos como consideramos a las demas colectividades humanas: enemigos en la guerra, amigos en la paz. Por tanto, los representantes de los Estados Unidos de América convocados en Congreso General, tomando como testigo al Jucz Su- premo del Universo de la rectitud de nuestras intenciones, en nombre y por la autoridad del buen pueblo de estas Colonias, solemnemente hacemos publico y declaramos: Que estas Colonias Unidas son, y deben serlo por derecho, Estados Libres e Independientes, que que- dan libres de toda lealtad a la Corona Britanica, y que toda vincula- cién politica entre ellas y cl Estado de la Gran Bretafia queda y debe quedar totalmente disuelta; y que, como Estados Libres o Independien- tes, tienen pleno poder para hacer Ja guerra, concertar la paz, concertar alianzas, establecer e! comercio y efectuar los actos y providencias a que tienen derecho los Estados independientes. Y en apoyo de esta Declaracién, con absoluta confianza en la proteccién de la Divina Providencia, empefiamos nuestra vida, nucs- tra hacienda y nuestro bien mas sagrado, el honor. 5. LA CONSTITUCION DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA (17 de septiembre de 1787) Nosotros, el Pueblo de los Estados Unidos, a fin de formar una Unién mds perfecta, establecer la Justicia, afianzar la tranquilidad interior, proveer a la Defensa comin, promover el bienestar general y asegurar para nosotros mismos y para nuestros descendientes los bene- ficios de la Libertad, estatuimos y sancionamos esta Constrruciéx para los Estados Unidos de América. Articulo uno PRIMERA SECCION ; Todos los poderes legislativos otorgados en la presente Constitu- cién corresponderén a un Congreso de los Estados Unidos, que se compondré de un Senado y una CAmara de Representantes. Secunpa Seccrén 1. La Camara de Representantes estar4 formada por miembros elegidos cada dos afios por los habitantes de Jos diversos Estados, y los electores deberan poseer en cada Estado las condiciones requeri- das para los electores de la rama mds numerosa de la legislatura local. 2. No sera representante ninguna persona que no haya cumplido 25 afios de edad y sido ciudadano de los Estados Unidos durante siete afios, y que no sea habitante del Estado en el cual se le designe, al tiempo de la eleccién. 3. [Los representantes y los impuestos directos se prorratearén entre los distintos Estados que formen parte de esta Unidén, de acuer- LOS DERECHOS HUMANOS, DOCUMENTOS BASICOS 29 do con su poblacién respectiva, la cual se determinar4 sumando al nimero total de \personas libres,\inclusive las obligadas a prestar servi- clos durante cierto término de afios y excluyendo a los indios no sujetos al pago de contribuciones, las tres quintas partes de todas las personas restantes]. ° El recuento deber& hacerse efectivamente dentro de los tres aiios siguientes a la primera sesién del Congreso de los Estados Unidos y en Jo sucesivo cada 10 afios, en la forma que dicho cuerpo disponga por medio de una ley. El] nimero de representantes no excederd de uno por cada 30 mil habitantes, con tal que cada Estado cuente con un representante cuando menos; y hasta que se efecttie dicho recuen- to, el Estado de Nueva Hampshire tendrd derecho a elegir tres; Massa- chusetts, ocho; Rhode Island y las Plantaciones de Providence, uno; Connecticut, cinco; Nueva York, seis; Nueva Jersey, cuatro; Pennsylva- nia, ocho; Delaware, uno; Maryland, seis; Virginia, diez; Carolina del Norte, cinco; Carolina del Sur, cinco, y Georgia, tres. 4. Cuando ocurran vacantes en la representacién de cualquier Estado, la autoridad ejecutiva del mismo expedirA un decreto en que se convocara a elecciones con el objeto de Ilenarlas. 5, La Camara de Representantes elegirA su presidente y demas funcionarios, y ser& la tinica facultada para declarar que hay lugar a proceder en los casos de responsabilidades oficiales. Tercena Seccién 1. El] Senado de Jos Estados Unidos se compondré de dos sena- dores por cada Estado, elegidos por seis afios por Ja legislatura del mismo, y cada senador dispondr4 de un voto. 2. Tan pronto como se hayan reunido a yirtud de la eleccién inicial, se dividiran en tres grupos tan iguales como sea posible. Las actas de los senadores del primer grupo quedardn vacantes al termi- nar el segundo afio; las del segundo grupo, al expirar el cuarto afio; y las del tercer grupo, al concluir el sexto aio, de tal manera que sea factible elegir a una tercera parte cada dos aiios, y si ocurren vacantes, por renuncia u otra causa, durante el receso de la Jegislatura de algan Estado, el Ejecutivo de éste podré hacer designaciones provisionales hasta el siguiente periodo de sesiones de la legislatura, Ja que proce- der4 a cubrir dichas vacantes. 3. No sera senador ninguna persona que no haya cumplido 30 afios de edad y sido ciudadano de los Estados Unidos durante nueve afios y que, al tiempo de la eleccién, no sea habitante del Estado por parte del cual fue designado. 4, El Vicepresidente de los Estados Unidos ser4 presidente del Senado, pero no tendr4 voto sino en e] caso de empate. . 30 MAXIMO PAGHECO GOMEZ 5. El Senado elegira a sus demas funcionarios, asi como un pre sidente pro tempore, que fungird en ausencia del Vicepresidente o cuando éste se halle desempefiando la presidencia de los Estados Unidos. 6. El Senado poseerd4 derecho exclusivo de juzgar sobre todas las acusaciones por responsabilidades oficiales, Cuando se retina con este objeto, sus miembros deberdn prestar un juramento o protesta, Cuando se juzgue al Presidente de los Estados Unidos, deberd presi- dir el del Tribunal Supremo. Y a ninguna persona se le condenar& si no concurre el voto de dos tercios de los miembros presentes. 7. En los casos de responsabilidades oficiales, el alcance de la sentencia no ir4 mas alla de la destitucién del cargo y la inhabilita- cién para ocupar y disfrutar cualquier empleo honorifico, de confianza @ remunerado, de los Estados Unidos; pero e)] individuo condenado quedard sujeto, no obstante, a que se le acuse, enjuicie, juzgue y cas- tigue con arreglo a derecho. Cuarta Secci6n 1. Los lugares, épocas y modo de celebrar las elecciones para senadores y representantes se prescribiran en cada Estado por la legis- latura respectiva, pero el Congreso podra formular o alterar las reglas de referencia en cualquier tiempo por medio de una ley, excepto en lo tocante a los lugares de eleccién de los senadores. 2. El Congreso se reuniré una vez al afio, por lo menos, y esta reunién serd el primer lunes de diciembre, a no ser que por ley se fije otro dia. Quinta Secci6n 1, Cada cdmara calificaré las elecciones, los informes sobre es- crutinios y la capacidad legal de sus respectivos miembros, y una ma- yoria de cada una constituira el quérum necesario para deliberar; pero un numero menor puede suspender las sesiones de un dia para otro y estar4 autorizado para compeler a los miembros ausentes a que asistan, del modo y bajo Jas penas que determine cada cAmara. 2. Cada cdmara puede elaborar su reglamento interior, castigar a sus miembros cuando se conduzcan indebidamente y expulsarlus de su seno con el asentimiento de las dos terceras partes. 3. Cada cdmara Jlevara un diario de sus sesiones y Jo publicard de tiempo en tiempo, a excepeién de aquellas partes que a su juicio exijan reserva, y los votos afirmativos y negativos de sus miembros ¢on respecto a cualquier cuestién se haran constar en el diario, a peti- cién de la quinta parte de los presentes. LOS DERECHOS HUMANOS. DOCUMENTOS BASICOS 31 4. Durante el perfodo de sesiones del Congreso ninguna de las camaras puede suspenderlas por mds de tre. dfas ni acordar que se celebraran en lugar diverso de aquel en que se retinen ambas cémaras, sin el consentimiento de la otra. Sexta Seccién 1. Los senadores y representantes recibiran por sus servicios una remuneracién que sera fijada por la ley y pagada por el tesoro de los Estados Unidos. En todos los casos, exceptuando los de traicién, delito grave y perturbacién del orden ptblico, gozarén del privilegio de no ser arrestados durante el tiempo que asistan a las sesiones de sus respectivas c4maras, asi como al ir a ellas o regresar de Jas mis- mas, y no podrdn ser objeto en ningun otro sitio de inquisicién alguna con motivo de cualquier discusién o debate en una de las cAmaras. 2. A ningun senador ni representante se le nombraré, durante el tiempo por el cual haya sido elegido, para ocupar cualquier empleo civil que dependa de los Estados Unidos, que haya sido creado o cuyos emolumentos hayan sido aumentados durante dicho tiempo, y ninguna persona que ocupe un cargo de los Estados Unidos podra formar parte de las cAmaras mientras continie en funciones. Septrma SEcci6N 1. Todo proyecto de ley que tenga por objeto la obtencién de ingresos deberd proceder primeramente de la CAmara de Represen- tantes; pero el Senado podrA proponer reformas o convenir en ellas de la misma manera que tratandose de otros proyectos. 2. Todo proyecto aprobado por la Camara de Representantes y el Senado se presentar4 al Presidente de los Estados Unidos antes de que se convierta en ley; si lo aprobare lo firmard; en caso contrario lo devolvera, junto con sus objeciones, a la cdmara de su origen, Ja que insertar integras las objeciones en su diario y procederé a recon- siderarlo. Si después de dicho nuevo examen Jas dos terceras partes de esa cdmara se pusieren de acuerdo en aprobar el proyecto, se remitiré, acompafiado de las objeciones, a la otra c&mara, por la cual seré estudiado también nuevamente y, si lo aprobaren los dos tercios de dicha cAmara, se convertirA en ley, Pero en todos Jos casos de que se habla, la votaci6n de ambas c4maras serd nominal y los nombres de las personas que voten en pro o en contra del proyecto se asentarén en el diario de la cdmara que corresponda. Si algin proyecto no fuera devuelto por el Presidente dentro de LO dias (descontados los domin- os) después de haberle sido presentado, se convertira en ley, de la misma manera que si lo hubiera firmado, a menos de que al suspender

Potrebbero piacerti anche