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Resumen:
Las propiedades vitales no están jamás enteramente realizadas sino siempre en vía de
realización son menos estados que tendencias dirá Bergson(2007) La Evolución Creadora,
ello debe vincularse con el Cuerpo-sin-órganos de Deleuze(2002) texto en el que se
considera que los caracteres esenciales de un estilo de pensamiento que pretende
explicar el devenir de las formas, de los individuos, de los sujetos están constituidos sobre
un fondo pre-individual, pre-formal, esto es, material y fluctuante con que puede ser
pensada la energía que expresan las fuerzas vitales.
El CsO se expresa bajo la premisa de que: es necesario dar cuenta de las instancias
decisivas de un proceso de fabricación o de constitución de un cuerpo, el CsO es una
cuestión que se juega en el devenir, la apuesta delezeana, del mismo modo como la que
se deja leer en el pensamiento de Bergson, siempre se tratará de dar cuenta del devenir
en cuanto tal, devenir-intenso, devenir-animal, devenir imperceptible, son las premisas
deleuzianas que confirman dicha relación. De manera complementaria, el cuerpo dice
Deleuze, no es solamente un agregado de sensaciones presentes sino también de
sensaciones posibles; no salimos nunca de la sensación de nosotros mismos,
experimentamos sensaciones, se presenta entonces las condiciones de una nueva
ontología de la potencia. En este sentido, se pone en cuestionamiento los cuadros
categoriales con lo que el pensamiento intenta subsumir a la experiencia dentro de los
cuadros mecanicistas y finalistas, elemento que puede dar pie para un empirismo radical,
frente a esto, Bergson en la Evolución Creadora dirá ”El error del mecanicismo es
descuidar la materia de la experiencia que es esencial, si queremos desarrollar y llevar
hasta el extremo la hipótesis dinamista deberemos tomar las cualidades que nos son
dadas en nuestras sensaciones, proyectarlas fuera de nosotros, objetivarlas y sacar todas
las consecuencias de esta nueva concepción de la materia”(Bergson,2007:133) Comentario [E2]: Evolución creadora
Los cuerpos inorganizados que son aquellos que tenemos necesidad para actuar y sobre
los cuales hemos modelado nuestra forma de pensar están regidos por esta ley: el
presente no contiene nada de más que el pasado y lo que encontramos en el efecto ya
estaba en la causa. El cuerpo inorganizado tiene por rasgo distintivo el crecer y el
modificarse sin cesar. Para Bergson, una vida sólo contiene virtuales. Está hecha de
virtualidades, de acontecimientos, de singularidades. Lo que llamamos virtual no es algo
que carece de realidad sino algo que se compromete en un proceso de actualización
siguiendo un plano que le da su realidad propia. El acontecimiento inmanente se actualiza
en un estado de cosas y en un estado vivido que permite su irrupción. El propio plano de
inmanencia se actualiza en un sujeto y un objeto a los cuales se atribuye. Bergson se
opone a la finalidad inmanente, a tal finalismo-radical Las diferentes formas del vitalismo
están señaladas por este reconocimiento y por lo tanto por el recurso de una explicación
teleológica de los fenómenos vitales al asumir el carácter creador de la evolución vital, el
abandono del ideal de la explicación mecánica y de la diferencia radical establecida a
partir del logro de esa explicación entre fenómenos físicos y biológicos y antropológicos.
El bergsonismo de Deleuze interviene en este punto para resolver un problema crucial: la
vida no-orgánica está llena de virtualidades y la vida orgánica presenta, por su parte, el
reverso actual de esas virtualidades. Lo estático que supone la noción funcional del
organismo, si este último es extensivo a una finalidad, el cuerpo sin órganos supera el
finalismo no teniendo ni origen ni fundamento determinable, siempre está en devenir
conjugando las potencias y conecciones de un continumm de virtualidades intensivas, al
igual que el elan vital bergsoniano el cual se divide cada vez más, un cuerpo no se define Comentario [E3]: Para Bergson nuestro
cuerpo es un instrumento de acción, sirve
por la posesión de ciertos caracteres sino por su tendencia a acenturalos, la adaptación solo para seleccionar imágenes en vistas a
la acción esto es, a hacer posible la
percepción que consiste en tal selección
explica las sinuosidades del movimiento evolutivo, ello consiste en comprender las reduce el cuerpo a la percepción
direcciones divergentes y las tendencias disociadas y múltiples que este último posee. Tal
como señala en la Evolución creadora, donde extiende la noción de duración desde el yo a
la realidad entera, para Bergson el devenir o el inventar es actualizar algo que solo podía Comentario [E4]: El concepto de
"inmanencia"1 forma parte de la
tradición filosófica occidental
existir en potencia, es constituir un virtual darle forma, el impulso vital responsable de desde sus inicios. Su origen se
remonta a Aristóteles2; su uso se
toda actualización y que fue lo que permitió que la materia y los distintos organismos prolonga en el Medievo 3 y llega
hasta nuestros días4. El término ha
celulares se constituyeran en la complejidad que son las especies en la actualidad, tal adquirido una creciente relevancia,
al punto que ha sido empleado
tendencia de impulso es lo que llevó a la variabilidad orgánica de especies, por lo cual como un criterio ordenador en el
campo de la filosofía moderna. Así,
Giorgio Agamben distingue un
extrapolarla al CsO no es una cosa rara, considerando que las haecceidades linaje enlazado con la
trascendencia, que remite a Kant
preindividuales constituyen cierta forma de concebir una potencia vital, un devenir de las n dicho texto Deleuze afirma que
la filosofía consiste en crear
formas. conceptos, los cuales necesitan un
ámbito, un suelo o un medio en el
cual desplegarse. Dicho horizonte,
denominado "plano de
En este sentido, la vida no-orgánica, la materia inorganizada y el campo trascendental de inmanencia", es presupuesto por
la filosofía al modo de una
fuerzas impersonales son sinónimos de la inmanencia para Deleuze. La vida no-orgánica es comprensión no conceptual o
intuitiva -por ejemplo, el cogito
el fondo de las fuerzas reales que, en su relacionalidad, tejen múltiples mundos y sus cartesiano supone una
comprensión implícita de qué es el
fuerzas. La inmanencia es el «cuerpo sin órganos» o materia no individuada. No hay vida yo y qué es pensar. Según
Deleuze, la filosofía no puede
limitarse a ser comprendida de
porque todo sea un organismo, sino porque el organismo es la apropiación más común de una manera exclusivamente
conceptual -esto es, filosófica-,
una vida no-orgánica. En este sentido, la «intensidad» es, para Deleuze, el primer sino que "se dirige a los no
filósofos, en su esencia". E
momento objetivo de las singularidades pre-individuales y no-orgánicas en la inmanencia.
Como tal, constituye la etapa previa al instante en que las singularidades, al componerse
entre sí o actualizarse, se resuelven como objetos de experiencia. El plano de inmanencia
constituye en este caso la base diferencial para la producción de relaciones, para la
composición de entidades, un plano unívoco que sólo dice la producción de diferencias. En
ella se desarrolla todo en intensidad, en este sentido, las potencias, haecceidades o
devenires se hacen visibles cuando entran en relación con otras fuerzas formando planos
de consistencia entre potencias y relaciones entre elementos pre-individuales no
constituidos. La inmanencia es única, pero se hace múltiple, a condición de selección o
composición, vale decir, de individuación, de actualizaciones, de pliegues. La inmanencia
es, pues, una relacionalidad indeterminada y los planos de organización son, por su parte,
relaciones determinadas por dinamismos particulares de individuación. Producir las
condiciones para pensar un campo de inmanencia sin sujeto ni objeto, habitado por
singularidades puras en devenir, será lo que Deleuze en Dos regímenes de locos(2003),
finalmente, sellará en la expresión “una vida inmanente que es pura potencia (pure
puissance), e incluso beatitud a través de los sufrimientos y las
debilidades”(Deleuze,2003) Comentario [E5]: Kant hablará de los
principios cuya aplicación se tiene, en todo
y por todo en los límites de la experiencia
La doble catadura de lo real que Bergson explora en Materia y memoria, buscando las posible
Bergson quien, a comienzos del siglo pasado, formula una crítica de la incapacidad que las
ciencias de su época tuvieron para pensar lo nuevo, para Deleuze, el devenir llama a la
habilidad de ocasionar diferentes instancias físicas que tienen estas formas topológicas (y
otros tipos de máquinas abstractas) en procesos de "actualización divergente". De
acuerdo con Bergson, el primer obstáculo fue la concepción mecánica y lineal de la
causalidad y el rígido determinismo que se le imprime. Es claro que si el futuro está de
antemano dado en el pasado, si éste es esa mera modalidad del tiempo donde
posibilidades que han sido determinadas con antelación se realizan, hay que luchar por
modelar al futuro según un esquema abierto e ilimitado y, a su vez, preñar presente y
pasado no solamente de posibilidades que se realizan, sino también de virtualidades que
se actualizan.
El CSO y el vinculo con la vida implica una teoría de la inmanencia y la diferencia, implica
una potencia creadora sobreabundante, vale decir una etología de los conjuntos, devenir
de las formas e individuos sobre un fondo pre-individual, campo de individuación con un
material fluctuante con que puede ser pensado la energía de las fuerzas vitales. El
organismo pasaría de ser el juicio de Dios del que se alimentan los médicos o la anatomía
política que impone coherencia y funciones productivas en el utilitarismo corporal para
conformarse como potencia y devenir puro.
En este caso, el impulso vital en tanto virtualidad que se está actualizando y simplicidad
que se está diferenciando implica la integración de la duración en la materia. Deleuze, en
¿Qué es la filosofía? Señala a propósito de Spinoza, que lo que lo que hace en Materia y
Memoria Bergson es trazar un plano que corta el caos, un movimiento dentro del plano de
inmanencia que no cesa de propagarse, y la imagen de un pensamiento que no deja de
expandirse. El plano de inmanencia toma prestado del caos determinaciones que
convierte en sus movimientos infinitos o en sus rasgos diagramáticos. Sustituimos, dice
Bergson, el carácter afectivo de las sensaciones por el carácter extensivo de sus causas.
Imaginamos la intensidad en términos espaciales, a lo que, por otra parte, está habituada
nuestra conciencia, este último finalismo y mecanicismo corpóreo es el que debe ser
superado en tanto la corporalidad se constituye como potencia.
Bergson,H(2006). Materia y memoria. Ensayo sobre la relación del cuerpo con el espíritu.
Cactus. Buenos Aires.