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SEÑOR JUEZ DE INSTRUCCIÓN QUINTO EN LO PENAL

NUREJ: 4041433
- Formula incidente de actividad procesal defectuosa de nulidad de
imputación. -
- Otrosí. -
RODRIGO MARCELO SILES CHUQUIMIA, de generales conocidas dentro del
proceso penal que me sigue el Ministerio Público a instancias, por el ilícito de
Feminicidio en grado de complicidad, ante su autoridad con las debidas
consideraciones de respeto expongo y pido:
I. ADMISIBILIDAD DEL INCIDENTE
Como es de conocimiento de su probidad, los incidentes de actividad procesal
defectuosa son medios por los cuales, se hace posible el saneamiento del proceso,
ante la existencia de defectos relativos o absolutos, todo con el fin de evitar la
vulneración de garantías y derechos, asimismo teniendo presente la competencia
que ostenta su autoridad emanada de la ley 1970, e individualizada en el Art. 54
num. 1) y el primer párrafo del Art. 279, ambos articulados plasmados en la norma
antes mencionada, sumándose a lo señalado por la Jurisprudencia constitucional,
cuya sentencia fundadora se edifica en la S.C. No. 225/2002 – R de 6 de marzo de
2002, cuya razón de la decisión señala:
“..el recurrente reclama el ilegal secuestro …. por las autoridades recurridas, dentro
de un proceso de investigación iniciado por orden fiscal a raíz de una denuncia de
estafa, de lo que se infiere que esa supuesta ilegalidad debe ser representada ante
el juez cautelar, quien con plena jurisdicción y competencia resolverá lo que fuere
de ley, en ejercicio del control jurisdiccional que le reconoce el art. 279 de la ley No.
1970...”
Dicho entendimiento fue ratificado a través de la S.C. No. 0865/2003-R de 25 de
junio de 2003 y ampliado a través de la S.C. No. 0241/2006 – R de 15 de marzo de
2006 en los siguientes términos:

“III.2........En ese sentido, si bien la fiscalía ejerce la dirección funcional de las


investigaciones en los procesos penales es el juez cautelar quien ejerce el control
jurisdiccional del proceso lo que implica que el control de la investigación le compete
a dicha autoridad desde el momento en que se abre la causa a razón de una
denuncia hasta que la misma pasa a juicio oral momento en el cual el control
jurisdiccional es ejercido por un tribunal de sentencia.”

La mencionada línea jurisprudencial ha sido ratificada por el actual Tribunal


Constitucional Plurinacional a través de reiteradas sentencias como ser la S.C.P.
No. 2300/2012 de 16 de noviembre de 2012 y la S.C.P. No. 0123/2013 de 1 de
febrero de 2013, asimismo es necesario resaltar que el estado el cual transitamos
no constituye un óbice para la compulsa del fondo del presente incidente (mutatis
mutandi la S.C.P. No. 0178/2014 de 30 de enero de 2014, en la cual se declara la
nulidad de una imputación en audiencia conclusiva).
Situación que hace viable la admisibilidad y su posterior consideración por su
autoridad del presente incidente, por lo cual amparada en el art. 314
concordante con los art. 169, num. 3, ambos del CPP., tengo a bien incoar el
presente incidente de actividad procesal defectuosa, bajo los siguientes
fundamentos:

II. ANTECEDENTES DE RELEVANCIA


II.I.
Resulta obligatorio de mi parte manifestar a su autoridad que el presente
incidente esta enteramente dirigido a la imputación de fecha 1 de febrero de
2018, pues de la revisión del cuaderno de investigaciones y relacionando los
documentos mencionados en la imputación de fecha 1 de febrero de 2018,
elementos de pruebas individualizadas en la parte in fine del título de
“FUNDAMENTACION DE LA IMPUTACION” plasmados en la imputación y tomando
en cuenta el texto plasmado en la mentada imputación, se tiene:

a) informe policial en el que se relata la denuncia formalizada por la


víctima.
Informe creemos se refiere al informe de 2 de enero de 2012, emitido por el Sgto.
Enrique Tarqui Zúñiga, quien relata la denuncia interpuesta por el Sr. AGAPITO
ORTEGA CHAVEZ en contra de mi persona, y que del texto de dicho informe con
relación a mi persona se tiene:

“... el día miércoles 19 de diciembre de 2012 por la mañana llama por vía celular al
Sr. Ricardo Toledo diciéndole que va ir el Sr. AGAPITO ORTEGA CHAVEZ bueno
hijo y el Sr. Justo Claro va a soltar las chivas y le encuentra a una sra. Es esposa
del Sr. Radel Lanoza en la propiedad de Quirquincho donde le dice la sra. Esposa
del sr. Radel lanoza, Eliceo dijo que no le suelte las chivas entonces el Sr. Justo
Claros no lo hizo caso y lo solto al rato volvieron Eliseo Toledo Marras y Redel
Lanoza le dice carneamos a la gallina donde el sr. Justo claros le dice como voya
carnear algo que no es mio..” (SIC.)

b) El muestrario fotográfico:
Medio que seguramente se impugnara en su debido momento, muestrario que
además no alla relación alguna con mi persona.

II.II.
Ahora bien, teniendo presente las documentales descritas se tiene que el
representante del Ministerio público a través de la primera imputación de fecha 22
de febrero de 2013, imputación que bajo el título “Relación fáctica de los hechos y
antecedentes” señala:

- En el primer párrafo como su autoridad evidenciará una descripción de lo


sucedido en fecha 20 de diciembre de 2012, actos que supuestamente el señor justo
Claro s ha realizado, sin que se señale a mi persona en acto alguno.
- El segundo y tercer párrafo de dicho título describe la denuncia incoada y las
acciones realizadas por el policía en el puesto del Sr. Ricardo Toledo, nuevamente
sin señalar ni relacionar de forma alguna a mi persona.

II.III

Bajo el numeral 4) intitulado “Fundamentación de la imputación” de la primera


imputación presentada, se tiene:
- El primer párrafo se encuentra trascrito el artículo 350 primera parte del CP.
- En el segundo párrafo señala primero que:

“...el denunciante es una persona dedicada a la crianza de ganado bovino en el


sector de la comunidad de Ibibobo”

Asimismo señala directamente con relación a mi persona y el Sr. Ricardo Toledo lo


siguiente:

“... es ahí que los imputados.... por identificación que hizo la víctima fueron quienes
en principio se apropiaron de una cabeza de ganado vacuno a la que procedieron a
faenar en pleno campo montañoso de la zona el Quirquincho, en fecha 1 de enero
de 2013............”

- En el tercer párrafo de manera directa endilga el ilícito a mi persona


señalando:

“El imputado propietario del corral en el que se encontró los rumiantes ajenos actuó
en esta conducta en forma conjunta con el imputado AGAPITO ORTEGA CHAVEZ
Marras, de donde nace que los coimputados participaron de manera conjunta,
extremo que constituye la coautoria .......”

- Finalmente en el cuarto párrafo concluye:


“Los indicios racionales que se tiene del hecho y la participación de los imputados
se hallan patentizados en el informe policial, muestrario fotográfico y no existe un
solo indicio que nos lleve a dudar que no serían responsables los coimputados ....”

III. MOTIVOS Y FUNDAMENTOS DEL INCIDENTE.-

Como su autoridad evidenciará, se tiene por parte del Ministerio público una
imputación en la cual NO SE PLASMAN HECHOS, SINO MERAS Y
CONTRADICTORIAS, CONCLUSIONES DE MANERA DIRECTA, SIN QUE
MEDIE TAREA INTELECTIVA QUE SE PUEDA CONTROLAR, que como pasare
a demostrar resultan conclusiones totalmente subjetivas, carentes de sustento sea
indiciario o en base de algún elemento de convicción, en total contradicción con las
dos únicas documentales, que menciona la imputación, y que valga la redundancia
son las mismas que supuestamente deberían sustentar la imputación, teniendo
como corolario de dicha actuación del ministerio público, la total ausencia de
fundamentación y motivación, por lo cual el representante del ministerio público, ha
desconocido el principio de Objetividad al cual se encontraba conminado por el art.
70 del CPP, pues realiza una imputación carente de fundamentación, contradictoria
y ajena a la realidad de los indicios que el mismo fiscal señala sustentan su
requerimiento de imputación, actuación que desconoce el mandato del art. 73 del
CPP, pues dicho articulado obliga al Ministerio público a realizar todas sus
actuaciones debidamente fundamentadas con elementos reales o mínimamente
fundada en indicios reales, omisión que sumada al mandato del num. 3 del art. 302
del CPP, en lo que atañe a la fundamentación de los hechos inexistentes endilgados
a mi persona, la motivación en derecho o la subsunción legal o nexo causal entre
los inexistentes hechos y los elementos del tipo penal imputado, situación que
imposibilita de manera total y abierta mi derecho a la defensa, pues una imputación
ambigua, contradictoria y generalizada carente de fundamentación fáctica,
intelectiva y jurídica atentan poder ejercer y formular debidamente mi defensa de
manera amplia.
Mas de manera inicial Sr. Juez, resulta imperioso recordar, que la jurisprudencia
constitucional señalada en la línea seguida por las S.C. No. 0129/2004-R de 28 de
enero, 1691/2004-R de 18 de octubre; 1670/2010-R, de 25 de octubre, 1557/2012
de 24 de septiembre, entre otras, en las cuales el Tribunal constitucional
Plurinacional, señala supuestos en los cuales dicho tribunal realiza la fiscalización
de la tarea intelectiva o valoración probatoria realizada por el ministerio Público,
motivos que también hacen viable el control jurisdiccional sobre este aspecto, pues

esta tarea no presupone que su autoridad realice actos investigativos , SINO


MAS BIEN QUE REALICE EL CONTROL INTELECTIVO DE
LA FUNDAMENTACIÓN REALIZADA POR EL
REPRESENTANTE DEL MINISTERIO PÚBLICO EN SU
IMPUTACIÓN, más aún, si a través de dicha imputación, se pretende a la vez
sustentar una limitación a un derecho tan fundamental como lo es la libertad,
amenazado a la fecha por la mentada imputación, poniendo en riesgo además la
estabilidad familiar, como demostrare llegado el momento propicio.
Ahora con relación al requisito de la fundamentación de todo actuado en materia
penal, resulta obligatorio tomar como parámetro para el desarrollo de la
fundamentación del presente incidente, los fundamentos jurídicos señalados en el
auto supremo No. 73/2013-RRC de 19 de marzo, el cual en concordancia con lo
propugnado por el jurisconsulto Costarricense Dr. Francisco Dall”Anese (Revista de
Ciencias Penales No. 6 del año 1992), nos enseñan que toda fundamentación se
encuentra compuesta de cuatro elementos, los cuales vienen a ser; Una
fundamentación fáctica, una fundamentación descriptiva, una fundamentación
intelectiva y una fundamentación jurídica, siendo la fundamentación fáctica la cual
describe los hechos en toda resolución acusatoria, que obligatoriamente deben
estar sustentados en los elementos de prueba, que deben ser emergentes de la
tarea intelectiva o fundamentación intelectiva realizada por el juzgador o acusador
y la fundamentación descriptiva en la cual se realiza la tarea de describir o detallar
los elementos de prueba compulsados, situación que evidentemente no será
requerida a la magnitud que señala el Auto Supremo citado, pues teniendo
presente que, a través, de este incidente se acusa la carencia de
fundamentación y motivación de una imputación, señalaremos solamente

que:

La imputación carece de fundamentación, pues la fundamentación


fáctica debería emerger de la tarea intelectiva realizada de la
compulsa de los indicios o dicho de otra manera, los inexistentes
hechos en la imputación por su puesto con relación a mi persona
y los escasos hechos que conforman la fundamentación fáctica
debían obligatoriamente emerger de la fundamentación intelectiva
realizada de los indicios, estos indicios que se encuentran
individualizados y señalados en la parte in fine del numeral 3) de la
imputación, numeral en el cual también, se ha consignado de
manera totalmente parcial y ampliamente cercenada la
fundamentación descriptiva de dichos indicios.

En la misma línea debe tenerse presente que el art. 302, del Código de
procedimiento penal señala textualmente que:

“Si el fiscal estima la existencia de suficientes indicios sobre la existencia del hecho
y la participación del imputado, formalizará la imputación a través de resolución
debidamente fundamentada que contendrá”

Lo cual por lógica y de una simple interpretación literal nos trae que la imputación
formal debe ser una resolución debidamente fundamentada basada en indicios
suficientes que demuestren:

a. Primero la existencia del hecho.


b. Segundo la participación del imputado en uno de los grados señalados en el
código penal.

Dos presupuestos que deben basarse en indicios, ahora resulta imperante para los
fines del presente incidente, llegar a la definición de indicios, pues es sobre estos
que se sustentará la imputación, por lo cual impele recurrir al manual de actuaciones
investigativas de fiscales, policías y peritos, publicado bajo asistencia técnica y
financiera del programa de administración de justicia de USAID y el proyecto de
apoyo a la reforma procesal penal de la cooperación técnica Alemana GTZ, y que
fue aprobado mediante resolución conjunta de la fiscalía general de la republica y
el comando general de la policía nacional Número 001/2007 de 22 de febrero de
2007, el cual en su página 145 define la palabra indicio bajo los siguientes términos:

“.. son las manifestaciones exteriores que quedan como resultado del delito que
adquieren gran utilidad para orientar el esclarecimiento de la verdad”

Definición que de la misma manera da como ejemplos los objetos, cosas, huellas,
manchas, etc.
Ahora bien, para una mejor comprensión es necesario sumar el concepto citado,
con la doctrina más aceptada en materia penal, la cual es sustentada por el Dr. Jose
Cafferata Nores, el cual en su libro “La prueba en el proceso penal”, Pág. 192 y ss.
Jurisconsulto el cual con relación al indicio señala:
“El indicio es un hecho (o circunstancia) del cual se puede mediante una operación
lógica, inferir la existencia de otro”
“.... Su fuerza probatoria reside en el grado de necesidad de la relación que revela
entre un hecho conocido (el indiciario), psíquico o físico, debidamente acreditado, y
otro desconocido (el indicado), cuya existencia pretende demostrar. Para que la
relación entre ambos sea necesaria será preciso que el hecho “indiciario” no pueda
ser relacionado con otro hecho que no sea el “indicado”, es lo que se llama
“univocidad” del indicio. Si el hecho indiciario admite una explicación compatible
con otro hecho distinto del indicado, o al menos no es óbice para ella, la relación
entre ambos es contingente: es lo que se llama indicio anfibológico”

Teniendo presente lo señalado diremos:

III.I. LA IMPUTACIÓN CARECE DE FUNDAMENTACIÓN INTELECTIVA, Y


DESCONOCE EL MANDATO SEÑALADO EN LOS ARTS. 72, 73 Y 302 DEL CPP
CONCORDANTE CON LOS ARTS. 40 num. 11) y 57 DE LA LOMP.-

Ahora tomando en cuenta lo previamente fundamentado, Sr. Juez, su autoridad


evidenciará que la imputación, consta de conclusiones subjetivas expresadas de
manera totalmente general y sin individualizar hecho concreto de manera
clara y concisa que emerja de una tarea intelectiva basada en los dos indicios
antes individualizados, pues señala como conclusión generalizada el supuesto
acto ilícito:

1.- La apropiación indebida de ganado.

Prosiguiendo con el desarrollo de los fundamentos del presente incidente debemos


señalar que del tenor de la imputación, se tiene que primero se describe los actos
realizados por el Sr. Justo Claros, en la cual se presenta la primera contradicción
con la imputación pues el Sr. Justo Claros JAMAS MENCIONO ACTO ALGUNO
REALIZADO POR MI PERSONA, TAL COMO REFIERE EL MENTADO INFORME
DESCRITO UT SUPRA, asimismo la imputación de manera posterior realiza un
resumen totalmente antojadizo de la supuesta denuncia interpuesta por el Sr. Claros
y de las actuaciones de la policía montada a instancia del denunciante, para de
manera posterior acusar directamente y con total vehemencia una supuesta
participación en el hecho ilícito investigado sin especificar ni individualizar cuales
serían los supuestos actos que mi persona habría realizado, mediante la cual mi
persona supuestamente incurrió en el hecho ilícito investigado, pues textualmente
y de manera directa la imputación señala:
“El imputado propietario del corral en el que se encontró los rumiantes ajenos actuó
en esta conducta en forma conjunta con el imputado AGAPITO ORTEGA CHAVEZ
Marras, de donde nace que los coimputados participaron de manera conjunta,
extremo que constituye la coautoria“(sic.)

Asumiendo con dicho argumento, que me atribuye una conducta ilícita, sin señalar
que actos ha realizado mi persona, y principalmente que parte de los indicios
individualizados en la imputación demuestran una supuesta conducta ilícita, que en
el caso de autos ES INEXISTENTE, pues de las documentales que menciona el
representante del ministerio público principalmente del informe del policía, no existe
hecho alguno que pueda relacionarse a mi persona a un supuesto hecho ilícito, por
lo cual sorprende que el representante del ministerio público sin señalar indicio o
elemento de convicción del cual emerja una supuesta actuación ilegal de mi
persona, me atribuya directamente la co autoria del ilícito imputado, más aún si del
mentado informe mi persona es nombrada en una sola ocasión, cuando refiere:

“.... al rato volvieron AGAPITO ORTEGA CHAVEZ..”

Pues resulta sorprendente que el ministerio publico, pueda sustentar sobre este
indicio una imputación formal, indicio que es totalmente anfibológico, para los fines
de una correcta imputación formal y que claramente no demuestran de forma alguna
una acción ilegal por parte de mi persona.

III.I.I. DOCUMENTALES OMITIDAS EN LA COMPULSA REALIZADA POR EL


MINISTERIO PUBLICO PARA LA IMPUTACIÒN.-

a. Informe de fecha 6 de marzo de 2013

Sra. Juez resulta de magna relevancia el informe de fecha 6 de marzo de 2013 que
se adjunta que textualmente señala:

“Que en fecha 22 de diciembre del 2012 a horas 18:30 p.m. el Sr Justo Claros
Valderrama quien se presento en el puesto policial de ibibobo a informar
verbalmente, que en el puesto ganadero del Sr. Ricardo Toledo habría encontrado
huellas de faeno de un animal vacuno.... ”

Informe que de manera posterior describe las actuaciones del policía en fecha 1 de
enero de 2013, más en dicho informe su autoridad verificará que a mi persona no
se la nombra en parte alguna y que demuestra claramente la contradicción con la
imputación cuando esta última resolución del representante del ministerio publico,
señala que fue el Sr. Justo Claros quien supuestamente me habría identificado
como autor del supuesto hecho ilícito.

b. Acta de inspección del mes de marzo de 2013.

Sra. Juez de dicho medio probatorio su autoridad podrá verificar la declaración


realizada por el Sr. Justo Claros quien es el principal testigo de la investigación y
etapa preparatoria en curso, el cual señaló:

“Según la entrevista realizada al Sr. Justo Claros manifiesta los presuntos autores
principales serían los Sres. Radel Lanoza Toledo y esposa donde al Sr. Justo
Claros Indico que tio estese callado y no cuente a nadie el animal no es de usted es
de lejos quien el mismo abría observado gotas de sangre que sería de ganado
(vacas)”

Indicio claro dirigido a otra persona y no a mi persona como autor del supuesto
hecho ilícito.

c. Informe de fecha 19 de marzo de 2013

Sra. Juez dicho informe clarifica aún mas la declaración de dicho testigo e incluso
se solicita un mandamiento de aprehensión pues señala:

“Por tanto señor fiscal se tiene que es plenamente identificado por el Sr. Justo Claros
que el principal autor es el Sr. Radel Lanoza Toledo quien había cometido el delito
de abigeato junto a su esposa, por tanto señor fiscal se solicita el mandamiento de
aprehensión.”

Como conclusión nótese, Sra. Juez que en la única conclusión donde se me nombra
en la imputación se está atribuyendo un tipo penal y no hechos, limitando de esta
manera a mi persona, la facultad de ejercer mi legítima defensa de manera amplia
e irrestricta, situación que al ser totalmente omitida por el representante del
ministerio público, vulneran mi derecho fundamental a la defensa amplia e irrestricta,
reconocido por nuestra constitución política del estado en su art. 115 romano II y
119 romano II. Omitiendo flagrantemente todos los indicios cursantes en el
cuaderno de investigaciones. Siendo relevante señalar que además de la
inexistencia de hechos acusados, en la imputación no existe tarea intelectiva alguna
la cual se pueda controlar un supuesto de hecho indiciario que se acuse a mi
persona, más aun sobre la base de los dos indicios totalmente anfibológicos.
III.II. IMPUTACIÓN CARENTE DE FUNDAMENTACIÓN FÁCTICA
DESCONOCIENDO NUEVAMENTE LOS ART. 73 CONCORDANTE CON EL
ART. 302 NUM. 3 AMBOS DEL CPP Y LOS ARTS. 40 NUM. 11) CONCORDANTE
CON EL ART. 57 AMBOS DE LA LEY 260.

Teniendo como base lo fundamentado en el anterior título y para demostrar la


ausencia de fundamentación fáctica de la imputación, corresponde iniciar con la
siguiente interrogante:

¿Cuál la acción o el hecho imputado a mi persona que se subsuma en los


elementos contenidos en el tipo penal motivo de la imputación?

Con relación a esta interrogante NO SE TIENE UNA RESPUESTA RAZONABLE


pues, demostrado como está que no existe relación alguna con mi persona y todos
los indicios cursantes en el cuaderno de investigaciones, resulta imperioso indagar
en la imputación cual el sustento fáctico, emergente de las contradictorias
conclusiones que según el Ministerio público señala como emergentes de los
indicios detallados en la imputación, mediante el cual el representante del Ministerio
público, describa los actos supuestamente ilícitos realizados por mi persona y que
se encuadren en el tipo penal, búsqueda que como su autoridad evidenciará, es
totalmente insulsa pues la única relación hacia mi persona en la imputación formal
de fecha 22 de febrero de 2013 es:

“El imputado propietario del corral en el que se encontró los rumiantes ajenos actuó
en esta conducta en forma conjunta con el imputado AGAPITO ORTEGA CHAVEZ
Marras, de donde nace que los coimputados participaron de manera conjunta,
extremo que constituye la coautoria“

Más siendo este el único momento en el cual mi persona es nombrada y que en


teoría del Misterio público es relacionada al hecho ilícito en la imputación, por lo cual
se plasma una evidente falta de fundamentación fáctica, requisito previo con el cual
recién su autoridad o cualquier persona, pueda pasar a realizar un control de la
motivación con relación a los elementos objetivos y subjetivos que presenta el delito
imputado a mi persona, ausencia de fundamentación fáctica o la consiguiente
motivación, pues en ningún momento se llegan a describir las acciones mediante
las cuales mi persona se haya apoderado o faenado ganado alguno, ni mucho
menos existen descripción alguna mediante la cual se expongan las inexistentes y
extrañadas acciones supuestamente ilícitas de manera individual, más aun si se
considera que en el presente proceso al momento de la primera imputación existían
dos imputados, esta inexistencia de hechos que se me endilgan y que son la razón
que al presente mi persona se encuentre en total incertidumbre, y por ende privada
de ejercer mi legítimo derecho a la defensa, por lo cual urge que el representante
del ministerio público aclare cuales son los actos que supuestamente mi persona ha
realizado, pues se me atribuye la comisión de un hecho ilícito en co autoría sin
expresar de manera clara, concisa, puntual e individualizada, cuales son los actos
realizados por mi persona a través de los cuales minimamente demuestren la
participación en el ilícito, tarea que como evidenciará será totalmente imposible, al
demostrar a través de todos los informes la total ausencia de indicios que relacionen
a mi persona con el ilícito.
Por lo cual la imputación formal de fecha 22 de febrero de 2013 desconoce
abiertamente el mandato señalado en el art. 302 num. 3, concordante con el art. 73
ambos del CPP. Ya que no se ha observado una descripción del hecho que se me
imputa, pues lo único que se encuentra es una simple y llana calificación jurídica
provisional que no me permite apreciar cuales los motivos concretos y actos u
omisiones en base a los cuales se me atribuye responsabilidad penal del ilícito, pues
resulta necesario en éste punto hacer hincapié, que la atribución de la comisión de
una conducta antijurídica debe estar debidamente fundamentada, en este contexto
la imputación formal claramente adolece de falta de fundamentación fáctica que
incluso refleje un resultado dañoso extremo totalmente ausente en la imputación,
limitando arbitrariamente mi defensa y desconociendo uno de los principios mas
importantes del proceso penal el cual es el principio de intimación o acusación
previa, elemento esencial para el ejercicio del derecho a la defensa, pues así se ha
manifestado el Tribunal Supremo de Justicia, a través de la doctrina emitida por este
alto Tribunal, señalando:

“III.2 La observancia de los principios de imputación e intimación como garantía para


el ejercicio del derecho a la defensa
El ejercicio del derecho a la defensa técnica y material exige que el imputado
tenga conocimiento en forma clara, precisa y circunstanciada sobre los
hechos que se le atribuyen, de manera que pueda estar en condiciones de
refutar o contradecir los hechos atribuidos dentro de una investigación penal,
esto determina que el principio de imputación adquiera la naturaleza de derecho
fundamental al originarse directamente del derecho de defensa, ya que toda
persona sometida a proceso en conocimiento de los cargos existentes en su contra
desde el primer momento del proceso, tiene la posibilidad de prestar su declaración,
en la lógica de que una de las formas de materialización del derecho a la defensa,
en la posibilidad de que el imputado pueda ofrecer su versión de los hechos y
proponer pruebas que desvirtúen la acusación; siendo obligación de todas las
autoridades que intervienen en el proceso de instruir de cargos y advertir al
imputado de sus derechos constitucionales mediante una relación oportuna,
expresa, precisa, clara y circunstanciada de los hechos y sus consecuencias
legales; lo que implica, que tanto la imputación de cargos y la intimación del
imputado resultan de tanta importancia para el ejercicio del derecho de la defensa.
En ese sentido, el art. 84 del CPP establece que: "Toda autoridad que intervenga
en el proceso se asegurará de que el imputado conozca, los derechos que la
Constitución Política del Estado, las Convenciones y Tratados internacionales
vigentes y este Código le reconoce" (A.S. No. 041/2012 de 12 de marzo de 2012,
S.P.S.)

De la misma manera no se puede desconocer que los hechos o el elemento fáctico


de la imputación, deben ser claros, preciso y circunstanciado, SIENDO UN
REQUISITO SINE QUA NUN, para la defensa así como, para la prosecución del
presente proceso, pues debe tomarse en cuenta que uno de los elementos del
proceso penal, son los hechos, siendo estos los que quedarán incólumes hasta una
virtual sentencia, elemento fundamental reconocido por la doctrina y la
jurisprudencia como el elemento objetivo del proceso penal (véase los
fundamentos jurídicos de la SC No. 0366/2005 –R de 14 de abril). Que al
presentarse estos en la imputación de manera totalmente ambigua, limitan
abiertamente mi derecho a la defensa y por ende al debido proceso legal, derechos
fundamentales reconocidos constitucionalmente e internacionalmente en los
tratados sobre derechos humanos como son el pacto de San José de Costa rica
que dispone en su Art. 8, ap. 2 la “comunicación previa y detallada al inculpado de
la acusación formulada”, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en
su art. 14 ap. 3, a, que refiere a la garantía “a ser informada sin demora en un idioma
que comprenda y en forma detallada de la naturaleza y causas de la acusación
formulada”, normativa que no solamente se refiere a la calificación jurídica del tipo
o tipos penales sino fundamentalmente a una relación histórica del hecho, con
indicación de las circunstancias de tiempo, lugar y modo de comisión, ello concierne
claramente al derecho a la defensa ya que si no se conoce efectivamente el hecho
atribuido, no puede ejercerse una adecuada defensa, limitación tan relevante de mi
derecho fundamental a la defensa que se verifica en la imputación en la frase:

“....actuó en esta conducta en forma conjunta con el imputado Eliseo Toledo


Marras.....”

III.III. IMPUTACIÓN CARENTE DE FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA

Como claramente se evidencia la fundamentación jurídica en la imputación, es


totalmente inexistente, puesto que dicho requisito formal expresado en el adjetivo
penal en su articulado 302 numeral 3) “Descripción del hecho o los hechos que se
le imputan y su calificación provisional”, formalidad que no solamente se limita a
expresar el tipo penal por la provisionalidad de este en la etapa procesal que ahora
transitamos, sino mas bien en subsumir de manera fundamentada tal como señala
la parte inicial del art. 302 de CPP, el hecho descrito en la calificación provisional,
pues de entender a contrario sensu, implicaría una total discrecionalidad, a favor del
ministerio público para imputar cualquier hecho sea este ilícito o no, por lo cual una
debida fundamentación jurídica de la imputación se tiene cumplida cuando se ha
determinado los hechos imputados, emergentes de indicios o elementos
probatorios, y estos hechos son correctamente subsumidos en los tipos
penales provisionalmente imputados, situación que es totalmente ausente en la
imputación que motiva el presente incidente, pues como se tiene demostrado líneas
arriba, NO EXISTE HECHO CONCRETO QUE PUEDA SUBSUMIRSE EN EL TIPO
PENAL ENDILGADO, pues es humanamente imposible, subsumir elementos
objetivos y subjetivos del tipo penal de abigeato a términos tan generales como
“....actuó en esta conducta en forma conjunta con el imputado Eliseo Toledo
Marras.....”, tal como se ha señalado al momento de acusar la inexistencia de
fundamentación fáctica, sumándose a esto las citas realizadas en el inciso 5)
intitulado “Imputación formal y calificación provisional del delito” de la imputación,
título que solamente contiene citas normativas. Más en parte alguna de dicho título
o de toda la imputación, se consigna hechos atribuidos a mi persona, ni mucho
menos se realiza un nexo causal entre los elementos subjetivos y objetivos
del tipo penal que sean concordantes con los hechos, que tal como se
demostró estos últimos son inexistentes, desconocimiento flagrante del principio
de tipicidad y certeza de la norma jurídica, ya que la inexistencia de una operación
lógica que demuestre la subsunción de los hechos endilgados a mi persona al ilícito
penal evidencian en el obrar del acusador, una conducta arbitraria vulneratoria al
debido proceso, el principio de legalidad, seguridad jurídica y principalmente obvia
la certeza del tipo penal principio de respeto obligatorio en materia penal.

IV. CARENCIA TOTAL DE ELEMENTOS DE CONVICCIÓN OBJETIVOS PARA


LA APLICACIÓN DE MEDIDAS CAUTELARES.

Sr. Juez, de lo desarrollado ut supra, resulta necesario también sumar la denuncia


sobre, la carencia de fundamentación en la solicitud de medidas cautelares
personales, pues dichas medidas deben estar sustentadas en elementos de
convicción, situación que es totalmente diametral al sustento probatorio en relación
a la fundamentación de los hechos que son inexistentes de la imputación que ahora
se impugna, ya que los indicios que sustentan la imputación no son requeridos para
la aplicación de medidas cautelares personales pues el artículo 233 del código de
procedimiento penal señala la exigencia textual de elementos de convicción.
Siendo estos elementos de convicción sustancias materiales que su autoridad
pueda palpar y valorar, situación totalmente disímil con relación a los fundamentos
de la imputación, en donde se sustenta sobre indicios, dicha diferencia es
evidentemente clara por encontrarse de por medio la posible limitación de un
derecho fundamental como lo es el derecho a la libertad.
Pues dicha norma nos señala claramente, que debe existir elementos de convicción,
o dicho de otro modo elementos que demuestren la creencia firme, pues eso es la
convicción la creencia firme, que demuestren la existencia de los peligros
procesales así como la participación en uno de los grados de autoría del imputado.
Pues con relación al requisito señalado en el numeral 1) del artículo 233 del CPP,
el Sr. Representante del ministerio público en su imputación, no señala elemento
objetivo que sustente la supuesta co autoría, dándolo por demostrado, por lo cual
se evidencia claramente la carencia total de fundamentación e inexistencia de
elemento objetivo, sobre este punto.
Con relación al peligro de fuga el representante del ministerio público señala los inc.
1, 2 y 5 pero solamente reseña conclusiones sin señalar cuales son los elementos
de convicción que demuestren la existencia de dichos peligros procesales, siendo
incluso totalmente contradictorio, pues señala inexistencia de domicilio sin embargo
cursa en el cuaderno de investigaciones un croquis de mi domicilio, señala la
inexistencia de familia sin embargo en su propia imputación hace referencia de
vínculos familiares, con relación a las facilidades de salir del país o permanecer
ocultos, el representante del ministerio público transcribe el artículo que señala el
peligro procesal adhiriendo que “los hechos demuestran que tienen facilidades para
ingresar por rutas alternas al territorio nacional”, sin explicar cuales rutas alternas
cuando mi persona, jamás ha salido del país para asumir dicho criterio, asimismo
con relación al daño resarcible, sobre este punto no adjunta prueba alguna que
demuestre un desmedro económico o físico que mi persona le haya causado al
denunciante, daño económico que debe ser cuantificado y claro para evidenciarse
existente.
Con relación a la supuesta obstaculización, su autoridad evidenciara que
nuevamente el ministerio público emite conclusiones directas sin sustentar estas
con elementos objetivos que la demuestren.
Finalmente siendo un aspecto de magna relevancia se debe acusar, que NO SE
INDIVIDUALIZA LOS PELIGROS PROCESALES QUE SUPUESTAMENTE
EXISTEN ES DECIR NO EXISTE UNA FUNDAMENTACIÓN DE LOS PELIGROS
PROCESALES CON RELACIÓN A CADA UNO DE LOS IMPUTADOS, PUES
ESTOS ADEMÁS DE CARECER DE SUSTENTO PROBATORIO SON
DESCRITOS DE MANERA TOTALMENTE GENERAL, LIMITANDO
ABIERTAMENTE MI DERECHO A LA DEFENSA Y LA POSIBLE
CONTRADICCIÓN EN LA AUDIENCIA CAUTELAR QUE SE REALIZARÁ
DESPUÉS DE UN AÑO DE PRESENTADA LA IMPUTACIÓN EN MI CONTRA.

VI. FUNDAMENTOS DE DERECHO

Ahora bien como su autoridad muy bien conoce, la normativa adjetiva penal
señalada en los artículos 72 (Objetividad), 73 (Requerimientos debidamente
fundamentados), 302 num. 3 (fundamentación de hechos y calificación provisional)
todos del Código de procedimiento Penal, concuerdan que todo requerimiento de
imputación debe estar debidamente fundamentado, tanto en los hechos así como
en derecho o ley sustantiva y adjetiva penal, asimismo de lo detallado ut supra su
autoridad evidenciará la carencia de fundamentación fáctica, pues no se ha
señalado los hechos en forma clara y concisa, en lugar y tiempos, más ante la
ausencia de los señalado la imputación se constituye en un accionar que además
de vulnerar el principio de objetividad al que se encuentra regido el ministerio
público, se incurre en un indebido procesamiento dentro de los alcances del Art. 117
romano I y II y art. 115 de la Constitución Política del Estado.
Se ha desconocido la objetividad (art. 72 del CPP) en la labor del ministerio público
al momento de la valoración de los indicios, pues estos son totalmente
anfibológicos, y contradictorios, omitiendo la razonabilidad en la compulsa pues se
ha realizado un detalle parcializado de los indicios con la finalidad de no incurrir en
contradicción en el texto de la imputación, actuando arbitrariamente, al omitir
detalles de tal envergadura, que demuestran claramente mi correcto accionar, y por
ende la total falta de tipicidad en este, situación que ampliamente desconocen el
principio de imputación o acusación previa reconocido internacionalmente a través
del art. 8 párrafo II del Pacto de San Jose de Costa Rica, pues mi persona tiene
derecho a conocer de manera detallada el accionar que supuestamente encaje en
un tipo penal, siendo la carencia de fundamentación fáctica la cual limita
abiertamente mi derecho a la defensa, pues con los términos generales como
“...“....actuó en esta conducta en forma conjunta con el imputado Eliseo Toledo
Marras.....”, pretenden subsumir el tipo penal imputado, que contienen diferentes
elementos objetivos y subjetivos, para tener como indicio un accionar ajeno a la
normativa sustantiva penal, la carencia de fundamentación intelectiva, demuestra
arbitrariedad y por ende desconocimiento del principio de razonabilidad, pues me
priva conocer cual el camino lógico e intelectivo que ha conducido a la errónea
conclusión, al representante del ministerio público, asimismo ante dicha omisión se
priva a mi persona realizar un correcto control de dicha valoración, pues al
individualizar el indicio, realizar una descripción parcializada y sacar de manera
directa la conclusión, sin que se encuentre de por medio un silogismo que permita
su control, y se demuestre si es correcto o incorrecto el indicio al cual llego el
Ministerio Público, situación que denota nuevamente la carencia de fundamentación
esta vez en su elemento intelectivo.

La normativa procesal penal vigente en el país se halla subsumida, entre otros, al


derecho fundamental a la defensa, previsto por el art. 115 de la CPE, que se define
como el derecho que tiene todo imputado a manifestar y demostrar su inocencia o
atenuar su responsabilidad penal; asimismo la ley adjetiva reconoce que cuando las
partes consideren vulnerados sus derechos y garantías procesales y
constitucionales, invocando actividad procesal defectuosa al amparo de los arts. 167
al 169 del CPP, pueden demandar ante vuestro juzgado la corrección o enmienda,
en ese marco legal los arts. 54 y 279 del mismo cuerpo adjetivo legal, constriñen al
juez cautelar a ejercitar un debido control de los actos del Ministerio Público, de los
órganos coadyuvantes y de sus propios actos a fin de garantizar el debido proceso;
en la misma línea los arts. 7 y 8 de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos establecen el régimen de igualdad ante la ley, asimismo el derecho a un
recurso efectivo ante los tribunales competentes que amparen contra actos que
violen sus derechos fundamentales, aspecto también contemplado por el art. 14 inc.
1) y 4) de la Convención Americana de Derechos Humanos; en consonancia con lo
expuesto, el art. 302 del CPP establece una serie de requisitos que debe observar
el Ministerio Público al presentar la imputación formal, que si no se observan
implican la vulneración de los derechos a la defensa y al debido proceso del
imputado previstos por la Constitución; en consecuencia, de la interpretación del art.
169.3 del CPP tal omisión constituye defecto absoluto inconvalidable por el órgano
jurisdiccional, asimismo, el art. 73 del mismo cuerpo legal y los arts. 40 num. 11)
concordante con el art. 57 ambos de la ley 260 o ley Orgánica del Ministerio Público,
obligan a los Fiscales a fundamentar sus requerimientos observando el principio de
objetividad y verdad material.

Ahora la provisionalidad al que refiere el Art. 302 numeral 3) del adjetivo Penal, no
puede interpretarse en sentido más gravoso en relación a mi persona como
imputada, por cuando dicha calificación ya marca los parámetros de mi defensa, en
consecuencia, corresponde al ministerio público tomar los recaudos necesarios de
previsibilidad para no provocar indefensión frente a un hecho y calificación penal,
situación que no se tomo en cuenta, pues de manera arbitraria sin que se detallen
hechos que encajen en tipo penal alguno, se tiene que la imputación concluye a
modo de convicción por parte del representante del ministerio público, que mi
persona cometió en grado de co autoría el delito de ABIGEATO. Sin embargo, esta
conclusión tan lacónica resulta insostenible por cuanto ninguna conclusión podría
tener sustento JUNTO LOS INNUMERABLES INDICIOS CURSANTES EN EL
CUADERNO DE INVESTIGACIONES Y QUE FUERON OMITIDOS POR EL
REPRESENTANTE DEL MINISTERIO PÚBLICO QUE FUERON DETALLADOS
UT SUPRA. En consecuencia, no bastaba la sola mención del citado ilícito, para
sustentar la imputación, pues era conveniente especificar cuál las conductas
desplegadas por cada uno de los imputados y que se consoliden en la conducta
ilícita imputada, lo cual por supuesto debía ser consecuencia lógica de una debida
fundamentación intelectiva, descriptiva y jurídica y una debida motivación, que es
totalmente inexistente en la imputación pues no se demuestra por lo menos
indiciariamente que se hubiera descrito la actividad reprochable, que en la especie
no existe, pues se puede evidenciar de la simple lectura de la imputación la
inexistencia de una aclaración respecto al acto o hecho antijurídico, concreto,
atribuido a mi persona, máxime sí a esto añadimos que la propia imputación recoge
como antecedente el informe en el cual se describe la denuncia interpuesta, en la
cual NO EXISTE REFERENCIA ALGUNA HACIA MI PERSONA, olvidando de esta
forma el representante del Ministerio público, que los fundamentos de una
resolución de esa magnitud (imputación formal), debe guardar absoluta coherencia
con los antecedentes de la investigación, bajo el razonamiento, además, de que si
la conclusión del representante del ministerio público se basa en indicios estos
deben ser indicios unívocos y no indicios anfibológicos que conduzcan a diversas
interpretaciones tal como se presenta en la imputación ahora acusada de nulidad,
por lo cual resulta totalmente evidente que la imputación peca de falta de certeza
elemento esencial para la prosecución del proceso así como para el ejercicio de mi
legítima defensa.

Asimismo la carencia de fundamentación jurídica implica la total falta de motivación


elemento fundamental para una correcta fundamentación, pues la inexistencia del
nexo causal entre los inexistentes hechos atribuidos a mi persona y los elementos
del delito, demuestran claramente una imputación arbitraria.

VI.I. DOCTRINA
Bajo este acápite de manera inicial se debe citar a la Dra. Rosaura Garcia quien en
la publicación virtual “http:/www.revistacienciaspenales.com” bajo el título
“Requisitos para la suspensión del proceso a prueba ante la infracción juvenil”,
señala los requisitos necesarios de una imputación bajo los siguientes términos:

“..........la imputación e intimación formal, parte de los derechos generales de


audiencia y defensa; el primero como “el derecho a una acusación formal.
Necesariamente debe cumplirse con cualquier persona que se pretenda someter a
un proceso y comprende: individualizar al imputado, describir detallada, precisa y
claramente el hecho de que se le acusa, y hacer una clara calificación legal del
mismo, señalando los fundamentos de derecho de la imputación; y el segundo,
como el derecho de todo imputado a ser instruido de cargos”

De manera concordante el jurisconsulto Edwar Carlos Enriquez en su obra


“Garantías Constitucionales en materia penal”, pag. 105, ahora con relación al
principio de imputación nos señala:

“...información del hecho imputado esta garantía mínima se refiere al conocimiento


efectivo que debe tener el imputado del hecho que se le atribuye.”

Asimismo el jurisconsulto Jose Cafferrata Nores en su obra “La prueba en el proceso


penal” pág. 10, con relación a la imputación y el respectivo cuidado en dicha labor
señala:

“..para vincular a una persona con el proceso, como posible responsable del delito
que en el se trata hacen falta motivos bastantes (fundados en pruebas) para
sospechar de su participación en la comisión de un delito ... lo cual impide una
imputación arbitraria (la más próxima manifestación del principio de inocencia es la
de no ser imputado arbitrariamente), ello impedirá el sometimiento de aquella al
procedimiento si se tiene la certeza de que no hubo “participación en un hecho
típico, antijurídico, culpable y punible”, o ésta aparece como improbable (ya que la
improbabilidad de su participación es, lógicamente, incompatible con sospechas
motivadas al respecto)”

Finalmente con relación a la errónea apreciación y compulsa de pruebas


inexistentes en el cuaderno de autos y el cuaderno de investigaciones, es pertinente
citar al Dr. Clemente Carballo Espinosa el cual en su obra “Manual de Recursos,
Excepciones e Incidentes” pág. 248 que señala:

“Los incidentes a que se ha hecho referencia, emergen de lo que constituye


actividad procesal defectuosa y de ninguna manera pueden considerarse los únicos;
por cuanto, son innumerables las formas de vulnerar los derechos y garantías
fundamentales, ..............., en especial los que emergen del accionar del Ministerio
Público, quienes como representantes del Estado y la sociedad deben actuar bajo
los principios de legalidad y objetividad, evitando utilizar datos falsos para
fundamentar sus resoluciones: sean resoluciones de imputación o de acusación;
por cuanto, de utilizarse datos falsos, una vez verificado, constituye defecto absoluto
y corresponde su anulación.”

VI.II. JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL

El Tribunal Constitucional Plurinacional, con relación a la certeza, el principio de


legalidad, la fundamentación de la imputación y la proscripción de la arbitrariedad
en las actuaciones del Ministerio público, se ha manifestado en concordancia con
los fundamentos del extinto Tribunal Constitucional y el Tribunal Constitucional
Transitorio, pues se tiene:

CON RELACIÓN AL PRINCIPIO DE IMPUTACIÓN, LA DEBIDA


FUNDAMENTACIÓN DE LA IMPUTACIÓN Y GARANTÍA DE CERTEZA,
ELEMENTOS DEL DEBIDO PROCESO Y DERECHO A LA DEFENSA

Sobre este acápite se tiene la ampliamente conocida Sentencia Constitucional


Fundadora No. 0760/2003-R de 4 de junio, la cual presenta como supuestos fácticos
la ausencia de audiencia cautelar para la detención preventiva dictada por el juez y
ratificada por los Vocales superiores, más el Tribunal Constitucional, de la revisión
de antecedentes, constató que existían hechos conexos a los demandados, por lo
que ingresó al análisis de la imputación formal, concluyendo que estuvo ausente la
garantía de certeza en la imputación, establecida en el art. 302.3 CPP,
restringiéndose, por tanto el derecho a la defensa; por lo que revocó la Resolución
revisada y declaró la procedencia del recurso bajo la siguiente razón de la decisión:

“...La imputación formal ya no es la simple atribución de un hecho punible a una


persona, sino que la misma debe sustentarse en la existencia de indicios suficientes
sobre la existencia del hecho y la participación del imputado en el mismo, en alguno
de los grados de participación criminal establecidos por la ley penal sustantiva; o lo
que es lo mismo, deben apreciarse indicios racionales sobre su participación en el
hecho que se le imputa. (...) la inobservancia de estas exigencias básicas y
esenciales del debido proceso de ley, importan una violación a los derechos y
garantías del imputado, al estar ausente la garantía de certeza en la imputación,
establecida en el art. 302.3 CPP, que es la que circunscribe en forma provisional el
objeto del proceso, situación que restringe gravemente el derecho a la defensa, ya
que el procesado en tales circunstancias no puede conocer con certidumbre los
hechos que configuran el ilícito que se le imputa y, consiguientemente, no puede
preparar su defensa en forma adecuada (amplia e irrestricta), como proclama el
orden constitucional (art. 16.II). Debe tenerse presente que lo que se le imputa a un
procesado no son figuras abstractas, sino hecho concretos que acaecen en el
mundo exterior, que se subsumen en una o más de las figuras abstractas descritas
como punibles por el legislador. Es cierto que la ley le otorga al Fiscal un amplio
margen de discrecionalidad; sin embargo, tal discrecionalidad encuentra su límite
en la exigencia de fundamentación, dado que discrecionalidad no supone
arbitrariedad, menos ausencia de control”
Dicha sentencia fundadora, sustenta la línea jurisprudencial seguida por la S.C. No.
1718/2003-R de 24 de noviembre, en la cual entre otras denuncias se le atribuye al
representante del ministerio público la emisión de una imputación carente de
fundamento, vulneratorio al debido proceso y su derecho a la libertad, el tribunal
constitucional CONCEDE LA TUTELA en lo atinente a la inexistente
fundamentación de la imputación bajo la siguiente razón de la decisión:

“III.4No obstante la detención ilegal de la que fue objeto José Ismael Nuñez
Nogales, el Fiscal hizo la imputación formal, la misma que es acusada de no tener
fundamentación. Al respecto, es preciso señalar que este Tribunal mediante SC
760/2003 de 4 de junio, estableció con relación a la “imputación” en sentido lato,
que “la imputación formal ya no es la simple atribución de un hecho punible a una
persona, sino que la misma debe sustentarse en la existencia de indicios suficientes
sobre la existencia del hecho y la participación del imputado en el mismo, en alguno
de los grados de participación criminal establecidos por la ley penal sustantiva; o lo
que es lo mismo, deben apreciarse indicios racionales sobre su participación en el
hecho que se le imputa”. En el caso examinado, el Fiscal recurrido imputó al hijo de
la recurrente de la presunta comisión de los delitos de robo agravado, asesinato,
tentativa de asesinato, lesiones gravísimas y allanamiento de domicilio previstos en
los arts. 332, 252, 270 y 298 CP. Sin embargo, en la parte que realiza la imputación
formal, no especifica cuáles son los hechos que determinan el por qué se le atribuye
participación en los delitos señalados, inobservancia de una exigencia esencial del
debido proceso que importa una violación a los derechos y garantías del imputado,
al estar ausente la garantía de certeza en la imputación, establecida en el art. 302.3
CPP, que es la que circunscribe en forma provisional el objeto del proceso, situación
que restringe gravemente el derecho a la defensa, ya que el procesado en tales
circunstancias no puede conocer con certidumbre los hechos que configuran el
ilícito que se le imputa y, consiguientemente, no puede preparar su defensa en
forma adecuada (amplia e irrestricta), como proclama el orden constitucional (art.
16.II). Así expone la sentencia constitucional antes citada, que como corolario
concluye en que: “Es cierto que la ley le otorga al Fiscal un amplio margen de
discrecionalidad; sin embargo, tal discrecionalidad encuentra su límite en la
exigencia de fundamentación, dado que discrecionalidad no supone arbitrariedad,
menos ausencia de control”

Asimismo dicha línea jurisprudencial es nuevamente replicada a través de la S.C.


No. 1655/2004-R de 14 de octubre, en la cual se denuncia que el Fiscal recurrido
imputó ilegal e indebidamente contra sus personas sin fundamentar su
determinación, vulnerando sus derechos a la libertad, a la defensa y la garantía del
debido proceso, verificándose dicha denuncia el Tribunal Constitucional CONCEDE
LA TUTELA bajo la siguiente razón de la decisión:

“III.1.El art. 73 del CPP dispone que los Fiscales formularán sus requerimientos y
resoluciones de manera fundamentada y específica. Lo que implica que el Ministerio
Público, debe examinar los hechos para adecuar los mismos a tipos penales que la
Ley establece, señalando claramente cada uno de ellos, durante la fundamentación
de la imputación.”
“Al respecto la citada SC 760/2003-R, refiere claramente que........ sin embargo en
la parte motiva del escrito de imputación formal, que lleva el rótulo de
“FUNDAMENTACIÓN DE HECHO Y DERECHO”, no especifica cuales son los
hechos que determinan que se le atribuya su participación en el delito en grado de
cooperación (complicidad); tampoco especifica en cuál de las 14 modalidades
típicas previstas en el art. 33.m L1008 se subsume el hecho principal en el que la
imputada prestó su cooperación; la inobservancia de estas exigencias básicas y
esenciales del debido proceso de ley, importan una violación a los derechos y
garantías del imputado, al estar ausente la garantía de certeza en la imputación
formal establecida en el art. 302.3 CPP...” . Por ello es necesario que el Ministerio
Público como acusador, particularice el hecho cometido por los imputados para
tipificar concretamente el delito y su grado de participación como señala el art. 302-
3 del CPP, de modo que éste a su vez pueda asumir defensa sobre los hechos que
se le atribuyen durante la etapa preparatoria en igualdad de condiciones.”

CON RELACIÓN A LA FUNDAMENTACIÓN DE LA IMPUTACIÓN CON DATOS


ERRÓNEOS O INEXISTENTES VULNERA EL DEBIDO PROCESO Y EL
DERECHO A LA DEFENSA.

Así se manifestó el tribunal Constitucional Transitorio, a través de la S.C. No.


0010/2010-R de 6 de abril, sentencia que además adhiriéndose a la línea
jurisprudencial ut supra, expone un nuevo supuesto de hecho el cual refiere
directamente que la fundamentación imprecisa y errónea con relación a los
documentos que se encuentran en el cuaderno de investigación vulnera el derecho
a la defensa y el debido proceso, pues ante la denuncia por los recurrente de que
se presentó la imputación formal sin fundamentación y con datos incorrectos
respecto a su declaración informativa, el tribunal constitucional Transitorio
verificando la contradicción en la fundamentación, señala como vulnerado el
derecho al debido proceso por carecer la imputación del requisito de
fundamentación y CONCEDE LA TUTELA BAJO LOS SIGUIENTES TERMINOS:

“c) Sobre la falta de fundamentación de la imputación y los datos incorrectos


El principio de imputación deriva del derecho a la defensa, e implica que la
imputación que realice el Estado contra una persona debe estar correctamente
formulada, para que el derecho a la defensa pueda ser ejercido de manera
adecuada. Para ello, de conformidad a la doctrina, la imputación debe ser precisa,
sustentada en un relato ordenado de los hechos, con todas las circunstancias de
modo tiempo y lugar, que le permitan al imputado afirmar o negar elementos
concretos.
En ese entendido, el art. 302 del CPP, determina que: ..........
El Tribunal Constitucional, en la SC 0760/2003-R de 4 de junio, señaló que la falta
de fundamentación y cumplimiento de los requisitos previstos en el art. 302 inc.3)
del CPP, restringe el derecho a la defensa, ya que “…el procesado en tales
circunstancias no puede conocer con certidumbre los hechos que configuran el
ilícito que se le imputa y, consiguientemente, no puede preparar su defensa en
forma adecuada.......... En el caso analizado, se constata que la imputación no
cumple con los requisitos exigidos por el art. 302 del CPP, pues, por una parte la
Resolución no se encuentra debidamente fundamentada -como lo exige esa norma-
ya que luego de hacer referencia al informe del investigador asignado al caso y a
las declaraciones informativas de los imputados, se limita a sostener, de manera
general, que los imputados “son con probabilidad autores del delito”, cuando se
debió realizar un análisis individualizado para cada imputado respecto a los indicios
sobre la existencia del hecho y la participación del imputado en el mismo.
A lo dicho se suma que en la propia fundamentación existen contradicciones que
tornan impreciso el relato de la imputación.”

Dicha línea jurisprudencial es nuevamente replicada ahora por el Tribunal


Constitucional Plurinacional a través de la Sentencia Constitucional Plurinacional
0741/2012 de 13 de agosto de 2012, en la cual ante la denuncia en la cual los
recurrentes señalan lesionado su derecho a la libertad, habida cuenta que dentro
del proceso penal seguido en su contra por la presunta comisión de los delitos de
robo agravado, daño calificado incendio y asociación delictuosa, se los privó de su
libertad ilegalmente en virtud a órdenes de aprehensión emitidas por el Fiscal
codemandado, quien, luego de las ejecuciones de las mismas, recién libró
mandamientos de comparendo a efectos de tomarles su declaración informativa,
para finalmente emitir resoluciones de aprehensión carentes de fundamentación; de
otro lado, requirió su detención preventiva en la imputación formulada contra los
imputados, la que tampoco goza de una debida motivación; aspectos que no
obstante fueron denunciados ante el Juez cautelar; sin embargo, no merecieron
reparación alguna, prosiguiendo con la celebración de audiencia para la
consideración de medidas cautelares, en la que les impuso detención preventiva,
mediante una resolución no fundamentada, por lo cual el tribunal Constitucional
Plurinacional verificando dicha denuncia CONCEDE la tutela bajo los siguientes
razonamientos:

“III.4. Exigencia de fundamentación en la imputación


En la SC 0010/2010-R de 6 de abril, se menciono lo siguiente: “El principio de
imputación deriva del derecho a la defensa, e implica que la imputación que realice
el Estado contra una persona debe estar correctamente formulada, para que el
derecho a la defensa pueda ser ejercido de manera adecuada. Para ello, de
conformidad a la doctrina, la imputación debe ser precisa, sustentada en un relato
ordenado de los hechos, con todas las circunstancias de modo tiempo y lugar, que
le permitan al imputado afirmar o negar elementos concretos”.
En ese entendido, el art. 302 del CPP, ..........El Tribunal Constitucional, en la SC
0760/2003-R de 4 de junio, señaló que la falta de fundamentación y cumplimiento
de los requisitos previstos en el art. 302 inc. 3) del CPP, restringe el derecho a la
defensa, ya que: “…el procesado en tales circunstancias no puede conocer con
certidumbre los hechos que configuran el ilícito que se le imputa y,
consiguientemente, no puede preparar su defensa en forma adecuada (amplia e
irrestricta)…”
“.....III.7.2. Análisis de las actuaciones del Fiscal demandado...........Sobre la falta de
fundamentación de la imputación. Tal como se demostró en el Fundamento Jurídico
III.4, la debida fundamentación de las resoluciones judiciales o administrativas, a la
que toda autoridad está obligada a tiempo de emitirlas, es una exigencia que nace
del debido proceso y precautela el ejercicio pleno del derecho a la defensa. En ese
entendido, la imputación formal, conforme a lo establecido en la citada SC
0010/2010-R, debe ser precisa, sustentada en un relato ordenado de los hechos y
con todas las circunstancias de modo, tiempo y lugar, que permitan al imputado
admitir o rechazar los mismos, cumpliendo a cabalidad lo preceptuado por el art.
302 del CPP; al margen de lo cual, cuando se solicite la aplicación de medidas
cautelares, el fiscal de manera inexcusable debe fundamentar debidamente la
existencia de los tres requisitos para que la medida a adoptarse esté amparada por
ley; su incumplimiento determina que se esté frente a una acción arbitraria o de
hecho que lesiona las garantías del debido proceso y la seguridad jurídica procesal;
y por ende la libertad de los imputados.
En el presente caso, se constata la existencia de dos imputaciones presentadas por
el Fiscal demandado, la primera de 15 de mayo de 2012 a horas 12:00, contra Daniel
y Bernardino, ambos Terrazas Fernández; y la segunda de ampliación de 16 del
mismo mes y año a horas 11:00, contra Wilder Terrazas Fernández y Claudio
Terrazas Aguada; de las que se extraen similares datos y sindicaciones a los
imputados.
De un lado, en ambos documentos se sostiene de manera general que los
imputados al prestar su declaración informativa ante el suscrito Fiscal, negaron su
participación en el hecho atribuido, indicando que se encontraban en la comunidad
de Pekin a tres horas de donde sucedieron los supuestos ilícitos, extremos que no
son evidentes, pues de la revisión de las actas de declaración informativa, cada uno
de los imputados declaró de manera individual diferentes sucesos; Bernardino y
Daniel Terrazas Fernández, indicaron lo que se señaló en la imputación, es decir,
que se encontraban en Pekin con su padre, sin embargo, Claudio Terrazas Aguada,
se abstuvo de declarar; y, Wilder Terrazas Fernández indicó que se encontraba en
Riberalta con su esposa desde el mes de febrero; lo que demuestra contradicciones
evidentes.
Con relación a la fundamentación y calificación provisional, las dos imputaciones
resultan ser idénticas, que luego de hacer referencia al informe del investigador
asignado al caso, la entrevista realizada al denunciante, el acta de aprehensión, las
declaraciones informativas de los imputados, “la imputación formal”, el informe de
inicio de investigación, el requerimiento al Director de la FELCC y “otros actos
procesales”, se limitan a sostener, de manera general, que los imputados son con
probabilidad autores del delito, cuando se debió realizar un análisis individualizado
para cada imputado respecto a los indicios sobre la existencia del hecho y su
participación en el mismo.
..................Por todo lo expuesto, corresponde otorgar la tutela solicitada en este
punto, bajo el entendido que la imputación formal presentada por el Fiscal
codemandado, carece de los contenidos exigidos por el art. 302 del CPP, aspecto
que se encuentra vinculado directamente con el derecho a la libertad física o
personal, en dicha imputación formal está inserta la petición de aplicación de la
medida de detención preventiva, la cual, como se ha visto, contiene datos
imprecisos y carece de fundamentación.”

SE VULNERA EL DERECHO A LA DEFENSA Y LA GARANTÍA DE LEGALIDAD


PENAL ANTE UNA IMPUTACIÓN EN LA QUE REALIZA UNA TIPIFICACIÓN
ARBITRARIA.

En la Sentencia constitucional No. 1691/2004-R de 18 de octubre, modificando la


línea jurisprudencial vigente hasta dicha fecha, ante la denuncia de que el Fiscal de
materia del Distrito de Tarija, vulneró los derechos de su representada a la libertad,
a la igualdad, al debido proceso y a la presunción de inocencia, al haber dispuesto
su aprehensión con un requerimiento sin contener los requisitos de ley, pese a que
el delito atribuido hacía improcedente la medida y sin considerar su presentación
voluntaria. Además que en forma posterior cambió la tipificación de su conducta
para subsanar sus errores. El Tribunal Constitucional, de la revisión de
antecedentes estableció que la autoridad recurrida incurrió en una arbitraria
calificación del hecho investigado, aspecto que determinó modular la línea
jurisprudencial respecto a su competencia en la materia; por lo que confirmó la
resolución revisada que concedió la tutela bajo el siguiente razonamiento:

“Si bien es cierto que este Tribunal ha sentado la línea jurisprudencial según la cual,
este órgano jurisdiccional no entra a analizar problemas vinculados a la calificación
de la supuesta conducta delictiva (tipicidad), ello no significa que cuando se
presenta una lesión grosera al principio de legalidad y dentro de ello al principio de
certeza que el tipo penal representa, no deba ejercer tal control destinado a
restablecer la eficacia material de los derechos y garantías de las personas, que es
uno de los cometidos primordiales que la Constitución y la Ley del Tribunal
Constitucional le encomienda; dado que tal omisión, de un lado significaría
consolidar un atentado intolerable contra uno de los pilares básicos en los que se
asienta el Estado de Derecho diseñado por la Ley Fundamental del país, vulnerando
con ello a su vez el derecho a la seguridad jurídica, al que es acreedora toda
persona”
"..................De lo expresado se constata que el Fiscal recurrido, de manera
indebida, sin sujeción ni sustento alguno en la Ley, calificó el comportamiento de la
recurrente arbitrariamente, calificación con la que intentó justificar la medida de
aprehensión adoptada, y sustentó la supuesta autoría del hecho por parte de la
recurrente con apreciaciones enteramente subjetivas, lo que determina que sea
aplicable la tutela que brinda el art. 18 de la Constitución Política del Estado".

Sentencia Constitucional fundadora que sustenta la línea jurisprudencial seguida


por las S.C. No. 1544/2004-R de 14 de octubre de 2004; S.C. No. 1872/2004-R de
6 de diciembre entre otros.

LA FALTA DE FUNDAMENTACIÓN EN LA SOLICITUD DE MEDIDAS


CAUTELARES VULNERA EL DERECHO A LA DEFENSA Y EL PRINCIPIO DE
IMPUTACIÓN.

Así se manifestó el Tribunal Constitucional en la S.C. No. 731/2007-R de 20 de


agosto ante la denuncia de vulneración al derecho a la libertad y la defensa así
como a la garantía al debido proceso porque dispuso su detención preventiva no
obstante que la imputación formal carecía de una justificación fáctica y jurídica. El
Tribunal Constitucional, de la revisión de antecedentes, constató que el fiscal se
limitó a solicitar el señalamiento de audiencia para la consideración de medidas
cautelares de carácter personal, sin ninguna fundamentación; extremo que debió
ser advertido por el juzgador teniendo presente que le corresponde como autoridad
cautelar, ejercer el control jurisdiccional de la investigación, por lo que se vulneró
los derechos fundamentales señalados y se revocó la resolución revisada y se
declaró la procedencia del recurso bajo los siguientes razonamientos:

“......la fundamentación de la imputación formal no sólo se limita a los indicios


relativos a la existencia del hecho y la participación del imputado, sino también a
uno de los efectos que puede derivar, esto es a la adopción de medidas cautelares
sobre el imputado y sus bienes, porque entre la imputación y la adopción de medidas
cautelares, sean personales o reales, existe una clara relación de causalidad,
conforme lo determinó la citada SC 0760/2003-R. En ese sentido, debe tenerse
presente que el art. 302 del CPP establece que la imputación presentada por el
fiscal -una vez concluida la investigación preliminar-, debe ser formalizada mediante
resolución fundamentada, conteniendo entre otros aspectos, la solicitud de medidas
cautelares si procede; lo que significa que el representante del Ministerio Público al
solicitar la aplicación de medidas cautelares debe hacerlo también de manera
fundamentada, estableciendo con precisión la existencia de los requisitos previstos
en los art. 233 y 240 del CPP, sea que se trate de detención preventiva o medidas
sustitutivas, así como la indicación concreta de cual o cuales circunstancias
concurren al caso concreto de las descritas en los arts. 234 y 235 del CPP; esta
necesaria fundamentación resulta exigible ante la necesidad de que el imputado a
tiempo de asumir conocimiento de la imputación formal a través de la respectiva
notificación, conozca los fundamentos de la solicitud, a efecto de que en ejercicio
de su derecho a la defensa, vinculado a la concesión de tiempo y medios adecuados
para su preparación (art. 8.II.c de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos), pueda en su caso preparar una estrategia de defensa a ser desarrollada
en la audiencia cautelar, que le permita refutar, contradecir e incluso acreditar la
inexistencia de las circunstancias que fundamentan la petición fiscal o la presentada
por la parte querellante; defensa que resultaría limitada en el caso de que recién en
la audiencia se conozcan los argumentos del Ministerio Público y del querellante
para solicitar la aplicación de una medida cautelar”

Sentencia fundadora que sustenta la línea jurisprudencial seguida por las S.C. No.
0010/2010-R de 6 de abril y la S.C.P. No. 0741/2012 de 13 de agosto de 2012 antes
mencionadas.

CON RELACIÓN A LA AUSENCIA DE FUNDAMENTACIÓN E INEXISTENTE


INDIVIDUALIZACIÓN DE LOS HECHOS CUANDO EXISTEN MÁS DE UN
IMPUTADO

El Tribunal Constitucional transitorio, a través, de la S.C. No. 0401/2010 – R, de 28


de junio de 2010, la cual ante varías denuncias, pero principalmente ante la
denuncia relacionada con la carencia de fundamentación de la imputación asi como
la falta de individualización de los hechos imputados, el máximo tribunal de nuestro
estado, concediendo la tutela solicitada señalo:
“III.3. Sobre la falta de fundamentación de la imputación
El principio de imputación, deriva del derecho a la defensa, e implica que la
imputación que realice el Estado contra una persona debe estar correctamente
formulada, para que el derecho a la defensa, pueda ser ejercido de manera
adecuada. Para ello, de conformidad a la doctrina, la imputación debe ser precisa,
sustentada en un relato ordenado de los hechos, con todas las circunstancias de
modo, tiempo y lugar, que permitan al imputado afirmar o negar elementos
concretos.
El art. 73 del CPP, señala:......”
“......En el presente caso, se evidencia que la imputación formal, emitida, por el
Fiscal de Materia, no cumple con los requisitos exigidos por el art. 73 y 302 del CPP,
toda vez que, no se encuentra debidamente fundamentada; del examen de la
misma, se advierte que el Fiscal a tiempo de imputar formalmente por la presunta
comision del delito de asesinato, lo hizo de forma genérica, sin especificar el grado
de participación de las cuatro personas imputadas con el ilícito que se les atribuye,
limitándose a establecer lo siguiente: "…que la conducta de los protagonistas del
hecho, se tiene información de los testigos, que los mismos han cometido el delito
y se dieron a la fuga en una camioneta doble cabina de propiedad de Valentín
Huanca"; en base a dicha generalización, ésta autoridad define que la conducta de
las personas aprehendidas, se adecua a las previsiones del ordenamiento penal, en
consecuencia -como se dijo- este Tribunal aclaró que la imputación formal ya no es
la simple atribución de un hecho punible a una persona, sino que la misma debe
sustentarse en la existencia de indicios suficientes sobre la existencia del hecho y
la participación del imputado en el mismo, debiendo apreciarse indicios racionales
sobre su participación en el ilícito que se le imputa.
Asimismo, en el caso de la imputación formal, esta debe superar con creces a la
imputación genérica; en cuanto a la certeza de la existencia del hecho y la
participación de los imputados, el fiscal debe examinar y adecuar el hecho al tipo
penal, señalando claramente cada uno de ellos, en la fundamentación de la
imputación; consiguientemente, es un deber la exigencia de especificar los hechos,
individualizar el grado de participación y tipificar racionalmente la conducta del
imputado; esto tiene como efecto, el ser un presupuesto del derecho a la defensa,
marcando un límite de la investigación que se realiza en la etapa preparatoria, sobre
cuya base se desarrollará el proceso penal y que imprescindiblemente tiene que ser
de conocimiento del imputado para que éste ejerza todos los derechos y garantías
reconocidos en la Constitución Política del Estado, las Convenciones y Tratados
Internacionales vigentes y el mismo Código de Procedimiento Penal; sin embargo,
en el presente caso, los imputados se encuentran coartados de hacer una defensa
amplia e irrestricta, toda vez que la imputación formal, carece de fundamentación,
al no especificar el grado de participación de cada uno de los imputados en el hecho
investigado y no especifica los resultados y elementos que las investigaciones
preliminares hayan aportado, más aún, considerando que la imputación formal,
marca el inicio de la etapa preparatoria del juicio, conforme ha establecido la SC
1036/2002-R de 29 de agosto; además, si bien es cierto que la ley otorga al fiscal
un amplio margen de discrecionalidad, esta encuentra su límite en la exigencia de
fundamentación, dado que la discrecionalidad no supone arbitrariedad, menos
ausencia de control.”
“...................ahora bien, todas estas irregularidades, debieron ser advertidas por la
Jueza de Instrucción en lo Penal, que ejerce el control jurisdiccional de la
investigación, conforme establece el art. 54 inc. 1) del CPP, pero no sucedió dicho
extremo.
Se concluye, la vulneración al derecho a una defensa amplia e irrestricta de los
imputados ahora accionantes, por cuanto la imputación formal carece de
fundamentación y requisitos señalados en la presente Sentencia; aclarar que
cualquier denuncia de actividad procesal defectuosa, al ser ésta, una vía idónea (SC
0008/2010-R), debe ser interpuesta ante el juez cautelar, antes de acudir a esta vía
extraordinaria, situación que se dio en el presente caso.”

Entendimiento jurisprudencial seguido por el actual tribunal Constitucional


Plurinacional a través de la S.C.P. No. 0741/2012 de 13 de agosto de 2012, citada
ut supra.
Líneas jurisprudenciales emitidas por el Tribunal Constitucional Plurinacional, cuya
observancia es obligatoria al amparo del art. 203 de la CPE, concordantes con los
Arts. 8 de la ley 027 y el art. 15 en su romano II de la ley 254 (véase la S.C.P. No.
846/2012 de 20 de agosto).

VI.III. JURISPRUDENCIA INTERNACIONAL

Bajo el presente título, se debe citar la jurisprudencia emitida, en el caso Barreto


Leiva contra Venezuela, la cual resaltando el derecho comunicación previa y
detallada de la acusación (artículo 8.2.b de la convención) señala:

“28. Para satisfacer el artículo 8.2.b convencional el Estado debe informar al


interesado no solamente de la causa de la acusación, esto es, las acciones u
omisiones que se le imputan, sino también las razones que llevan al Estado a
formular la imputación, los fundamentos probatorios de ésta y la caracterización
legal que se da a estos hechos. Toda esta información debe ser expresa, clara,
integral y suficientemente detallada para permitir al acusado que ejerza plenamente
su derecho a la defensa y muestre al juez su versión de los hechos. La Corte ha
considerado que la puntual observancia del artículo 8.2.b, es esencial para el
ejercicio efectivo del derecho a la defensa.” (Corte IDH. Caso Barreto Leiva Vs.
Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de noviembre de 2009.
Serie C No. 206, Párrafo 28)

Asimismo con relación al momento desde el cual el Estado se encuentra obligado a


cumplir con el mandato o respeto a la comunicación previa la Corte señala:

“29. Ahora bien, el derecho a la defensa debe necesariamente poder ejercerse


desde que se señala a una persona como posible autor o partícipe de un hecho
punible y solo culmina cuando finaliza el proceso, incluyendo, en su caso, la etapa
de ejecución de la pena. Sostener lo opuesto implicaría supeditar las garantías
convencionales que protegen el derecho a la defensa, entre ellas el artículo 8.2.b,
a que el investigado encuentre en determinada fase procesal, dejando abierta la
posibilidad de que con anterioridad se afecte un ámbito de sus derechos a través
de actos de autoridad que desconoce o a los que no puede controlar u oponerse
con eficacia, lo cual es evidentemente contrario a la convención. En efecto, impedir
que la persona ejerza su derecho de defensa desde que se inicia la investigación
en su contra y la autoridad dispone o ejecuta actos que implican afectación de
derechos es potenciar los poderes investigativos del Estado en desmedro de
derechos fundamentales de la persona investigada. El derecho a la defensa obliga
al Estado a tratar al individuo en todo momento como un verdadero sujeto del
proceso, en el más amplio sentido de este concepto y no simplemente como objeto
del mismo.
30. Por todo ello, el artículo 8.2.b convencional rige incluso antes de que se formule
una “acusación”, en sentido estricto. Para que el mencionado artículo satisfaga los
fines que le son inherentes, es necesario que la notificación ocurra previamente a
que el inculpado rinda su primera declaración, ante cualquier autoridad pública.
31. Evidentemente, el contenido de la notificación variará de acuerdo al avance de
las investigaciones, llegando a su punto máximo, expuesto en el párrafo 28 supra,
cuando se produce la presentación formal y definitiva de cargos. Antes de ello y
como mínimo el investigado deberá conocer con el mayor detalle posible los hechos
que se le atribuyen.” (Corte IDH. Caso Barreto Leiva Vs. Venezuela. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de noviembre de 2009. Serie C No. 206,
Párrafo 29, 30 y 31)

Ahora bien con relación a la formalidad de la comunicación previa que


obligatoriamente debe cumplirse en todo proceso señaló:

“45. Es admisible que en ciertos casos exista reserva de las diligencias adelantadas
durante la investigación preliminar en el proceso penal, para garantizar la eficacia
de la administración de justicia. Asiste al Estado la potestad de construir un
expediente en búsqueda a la verdad de los hechos, adoptando las medidas
necesarias para impedir que dicha labor se vea afectada por la destrucción u
ocultamiento de pruebas. Sin embargo, esta potestad debe armonizarse con el
derecho de defensa del investigado, que supone, Inter Alia, la posibilidad de conocer
los hechos que se le imputan.”
46. La transición entre “investigado” y “acusado” y en ocasiones incluso
“condenado” puede producirse de un momento a otro. No puede esperarse a que la
persona sea formalmente acusada o que como en el presente caso se encuentre
privada de la libertad para proporcionarle la información de la que depende el
oportuno ejercicio del derecho a la defensa.
47. El hecho de que el señor Barreto Leiva hubiese podido conocer por los medios
de comunicación o por su declaración previa ante el congreso (Supra Párr. 33) el
tema de la investigación que se estaba realizando, no relevaba al Estado de cumplir
con lo dispuesto en el artículo 8.2.b de la Convención. El investigado, antes de
declarar, tiene que conocer de manera oficial cuales son los hechos que se le
formulan, no sólo deducirlos de la información público o de las preguntas que se le
formulan. De esta forma su respuesta podrá ser efectiva y sin el margen de error
que las conjeturas producen; se garantizará el principio de congruencia, según el
cual debe mediar identidad entre los hechos de los que se informa al inculpado y
aquellos por los que se le procesa, acusa y sentencia y se asegura el derecho a la
defensa” (Corte IDH. Caso Barreto Leiva Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 17 de noviembre de 2009. Serie C No. 206, Párrafo 45, 46 y
47)

Finalmente con relación al derecho humano reconocido por el Art. 8.b.c de la


convención referente a la concesión de tiempo para preparar la defensa y los
supuestos necesarios para que una investigación sea declarada en reserva (art. 281
CPP boliviano) la Corte señala:

“53. Al respecto, esta Corte se remite a lo ya expuesto en los párrafos precedentes


(supra párrs. 45 y 46), y únicamente agrega que aunque reconoce la existencia de
la facultad e incluso la obligación del Estado de garantizar en la mayor medida
posible el éxito de las investigaciones y la imposición de sanciones a quienes
resulten culpables, el poder estatal no es ilimitado. Es preciso que el Estado actúe
“dentro de los límites y conforme a los procedimientos que permiten preservar tanto
la seguridad pública como los derechos fundamentales de la persona humana.”
54. Uno de esos derechos fundamentales es el derecho a contar con el tiempo y los
medios adecuados para preparar la defensa, previsto en el artículo 8.2.c de la
Convención, que obliga al Estado a permitir el acceso del inculpado al conocimiento
del expediente llevado en su contra. Asimismo, se debe respetar el principio del
contradictorio, que garantiza la intervención de aquel en el análisis de la prueba.
55. Si el Estado pretende limitar este derecho, debe respetar el principio de
legalidad, argüir de manera fundada cuál es el fin legítimo que pretende conseguir
y demostrar que el medio a utilizar para llegar a ese fin es idóneo, necesario y
estrictamente proporcional. Caso contrario, la restricción del derecho de defensa del
individuo será contraria a la convención.” (Corte IDH. Caso Barreto Leiva Vs.
Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de noviembre de 2009.
Serie C No. 206, Párrafo 53, 54 y 55)

Jurisprudencia internacional, que debe ser tomada en cuenta pues esta integra el
bloque de constitucionalidad señalado en el art. 410 romano II, asimismo por los
mandatos señalados en los artículos 256 romano I y el art. 13 romano IV todos de
la constitución política del Estado, puesto que así se ha manifestado este
Tribunal Constitucional Plurinacional en la S.C. No. 0110/2010 –R de 10 de
mayo al señalar:

“..Las sentencias emanadas de la CIDH, por su naturaleza y efectos, no se


encuentran por debajo de ni de la Constitución Política del Estado tampoco
de las normas jurídicas Infra – Constitucionales, sino por el contrario, forman
parte del bloque de constitucionalidad y a partir del alcance del principio de
supremacía constitucional que alcanza a las normas que integran este bloque, son
fundamentadoras e informadoras de todo el orden jurídico interno, debiendo el
mismo adecuarse plenamente a su contenido para consagrar así la vigencia
plena del Estado Constitucional, enmarcado en la operatividad del sistema
Interamericano de Protección a Derechos Humanos.” (el resaltado no
pertenecen al original)

Precedente constitucional por el Tribunal Constitucional Plurinacional a través de la


S.C.P. No. 770/2012 de 13 de agosto de 2012 emitido por Sala Plena, sin soslayar
que nuestro Estado Plurinacional de Bolivia, es parte de la Convención
interamericana de derechos humanos, ratificada el 19 de julio de 1979 y
reconociendo de manera incondicional la competencia contenciosa de la Corte
Interamericana el año 1993 de acuerdo con lo estipulado por el art. 62 de la
Convención, siendo de carácter obligatorio la jurisprudencia que emana de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, situación que también es una conclusión de
la aplicación de los artículos 26 (buena fe en el cumplimiento de los tratados) y
artículo 27 (imposibilidad de alegar disposiciones de derecho interno
contrarios a los tratados), ambos articulados plasmados en el Convenio de Viena
sobre Derechos de los Tratados.

VII. PETICIÓN EXPRESA.-

Con los fundamentos y jurisprudencia vinculante al amparo del art. 203 de la CPE,
y compulsados los elementos adjuntos en calidad de prueba al presente incidente
del cual se evidenciará el defecto absoluto sustanciado al emitir la imputación formal
en mi contra sin precisarse de manera concreta los hechos en base a los cuales se
me pretende incriminar el delito de abigeato, impetro a su autoridad sustanciar el
presente INCIDENTE DE ACTIVIDAD PROCESAL DEFECTUOSA DE NULIDAD
DE IMPUTACIÓN basado en lo fundamentado ut supra aplicando en justicia la
disposición legal señalada en el art. 169 numeral 3 del CPP., al haberse conculcado
derechos fundamentales como el derecho a la defensa y la garantía y derecho al
debido proceso legal, además de principios procesales básicos del sistema
acusatorio, y ejerciendo el rol de contralor de garantías declare NULA LA
IMPUTACIÓN FORMAL EN TANTO SEAN CORREGIDOS LOS ERRORES
INSUBSANABLES DENUNCIADOS TODO EN PROCURA DDE LOS PRINCIPIOS
Y DERECHOS QUE PROCLAMA LA CPE.
OTROSÍ 1.- Determinaciones en mi nuevo domicilio procesal ubicado en la calle
Potosí lado de la Casa de Justicia (Of. Dr. Palavecino).
OTROSÍ 2.- Adjunta la documental probatoria mencionada en el tenor de la
presente, asimismo solicito a su autoridad conmine al representante del ministerio
Público, remita ante su autoridad el cuaderno de investigaciones, teniéndose a dicho
cuaderno de investigación y la documental mencionada como prueba del presente
incidente.
Villa montes, 16 de abril de 2014

ELISEO TOLEDO MARRAS

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