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Prospección arqueológica en la cuenca del río Chico.

Tierra del Fuego, Argentina

PROSPECCIÓN ARQUEOLÓGICA EN LA CUENCA DEL


RÍO CHICO. TIERRA DEL FUEGO, ARGENTINA
Fernando C. Santiago*, Gustavo G. Bujalesky* y Mónica C. Salemme*

INTRODUCCION

La cuenca del río Chico está situada en la región septentrional de la isla Grande de Tierra del Fuego, entre cabo
San Sebastián (53º20´S-68º08´W) y cabo Domingo (53º41´S-67º50´W; figura 1). El área de estudio corresponde
al tramo final del río Chico y tiene una superficie de aproximadamente 1800 km2.
Esta zona fue recorrida anteriormente por otros investigadores y fue considerada como un vacío de in-
formación arqueológica. La investigación se orientó a partir del análisis de la geomorfología de los depósitos
litorales, de su evolución durante el Holoceno y de la definición precisa de la posición del máximo transgresivo
del Holoceno hace unos 6000 años A.P. (figura 2; Bujalesky 1998, Isla y Bujalesky 2000, Salemme y Bujalesky
2000, Bujalesky et al. 2001). Para entonces, este área era una bahía elongada en dirección norte-sur, entre
punta Sinaí y cabo Domingo, a lo largo de 32 km, de aguas poco profundas (2 a 3 m aproximadamente). La
posición de la línea de costa se hallaba entre 2 y 5 km hacia el oeste, respecto a la costa actual. La mayor
penetración del mar se daba en la zona que actualmente ocupa la confluencia de los ríos Chico y Avilés, de-
sarrollándose aquí un gran estuario. El desarrollo de barreras de grava fue obturando las entrantes costeras
interiores y de menores dimensiones, otorgando a la costa una relativa continuidad hacia los 5000 años A.P.
Este hecho habría favorecido el desplazamiento de los grupos humanos en la comarca. Actualmente, en las
zonas más deprimidas ocupadas por el mar durante el máximo transgresivo se desarrollan humedales. Las
paleolagunas costeras interiores se presentan como espejos de agua con régimen episódico. En períodos secos,
sus lechos son sometidos a intensa deflación por los fuertes y dominantes vientos del oeste.
A partir de esta información de base, y considerando que se conocían escasos contextos de cazadores
terrestres, en áreas no costeras, específicamente en lo que se refiere al territorio norte de la isla (Massone et
al. 1993, Massone 1999) se identificaron diferentes tipos de sitios arqueológicos (Salemme y Bujalesky 2000,
Salemme et al. 2003).
Esta contribución tiene como finalidad mostrar los resultados obtenidos en la prospección dirigida a la
identificación de sitios en las paleoplayas del máximo transgresivo del Holoceno y en bordes de lagunas del
interior insular.

OBJETIVOS

La propuesta se ha planteado los siguientes objetivos:


1- Ampliar el conocimiento de la arqueología del sector centro/norte, en el sector argentino de la isla
Grande de Tierra del Fuego.
2- Presentar nuevos sitios arqueológicos localizados en las cuencas de los ríos Chico y Avilés, hasta la
margen norte del río Grande.
3- Analizar el carácter de los asentamientos en cuanto a su localización y la utilización del espacio por
parte de grupos cazadores recolectores que poblaron este sector de la estepa fueguina.

METODOLOGIA

La prospección arqueológica se consideró como la aplicación de un conjunto de técnicas para optimizar las
probabilidades de recuperación de materiales culturales que caracterizan al registro arqueológico, en el ámbito
de un espacio geográfico conceptualmente definido (Gallardo y Cornejo 1986).
Este espacio se ha definido partiendo de la información geológica y cartográfica, fotos aéreas e imágenes
satelitales disponibles de las zonas ya prospectadas anteriormente. Se seleccionaron los sectores de prospec-
ción en las cartas topográficas del Instituto Geográfico Militar, Río Chico Hoja 5369-29 escala 1:100.000 y
las cartas 1: 50.000 Río Chico y Salvador Molina, restituidas por la Dirección de Información Geográfica de
la Provincia de Tierra del Fuego para registrar evidencia de ocupación humana en el pasado. Se centró la

*
Centro Austral de Investigaciones Científicas (CONICET), Av. Houssay 200, V9410BFD Ushuaia, Tierra del Fuego.
E-mail: ersant2@gmail.com, bujalesky@gmail.com, monica.salemme@gmail.com

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Prospección arqueológica en la cuenca del río Chico. Tierra del Fuego, Argentina

búsqueda en las paleoplaya y paleocosta ya identificadas


(Salemme y Bujalesky 2000) y, hacia el interior, en las
orillas de lagunas, ampliando la prospección a ambientes
alejados de la línea de costa actual (Figura 1).
La vegetación dominante es la estepa herbácea com-
puesta por grandes extensiones de gramíneas bajas de
los géneros Elymus sp., Festuca sp., Poa sp., Hordeum
sp., Azorella sp., Carex sp., Phleum sp. Esto disminuye
y dificulta significativamente la visibilidad arqueológica.
En las planicies aluviales de los ríos Chico y Avilés, los
pastizales cubren casi la totalidad de la superficie y hasta el
momento no se registraron manifestaciones de ocupación
humana prehistórica. Los sectores de lagunas y de lomas
de origen terciario ofrecen espacios erosionados, terrazas
y barrancos con mejores condiciones de visibilidad.
La prospección fue asistemática, siguiendo rumbos
de brújula en las geoformas seleccionadas, sin plantear
transectas o reticulados. La prospección utilizó como
herramienta de búsqueda la clasificación de Borrero et al.
(1992), ordenando las diferentes distribuciones del registro
arqueológico según su densidad por metro cuadrado. Se
identificaron tres tipos diferentes de distribuciones:
Hallazgos aislados: ítems arqueológicos que están
rodeados de un círculo de 20 m de diámetro sin otros
hallazgos. Concentración: conjunto de 2 a 24 artefactos
o ecofactos hallados en un círculo de 20 m. Sitio ar-
queológico: lugar con una densidad mayor o igual a 25
artefactos o ecofactos.
Figura 2: Mapa del máximo transgresivo Los sitios fueron posicionados geográficamente, se
del Holoceno en la zona de estudio. elaboró una ficha de registro para cada uno de ellos,
consignando los principales aspectos ambientales y cul-
turales y se tomaron muestras de materias primas líticas
disponibles en superficie.

RESULTADOS

Se han localizado 8 sitios, 4 concentraciones y 6


hallazgos aislados (Figura 1); en los sitios con contenido
de alguna materia orgánica, tales como Río Chico 1
(Figura 3), Las Vueltas 1 (Figura 4) y Chacra Pafoy 3
Figura 3: Sitio Río Chico 1 y localidad (Figura 5), se han recolectado muestras para su datación
arqueológica La Arcillosa. radiocarbónica.
Se diferenciaron dos tipos de sitios, en estratigrafía y
de superficie. Los sitios en estratigrafía son generalmente
concheros, que pueden clasificarse como lo hizo Borrero
(1985) en: grande (mayor a 1000 m2), mediano (entre 10
y 1000 m2), y 2) chico (menores que 10 m2).
Los sitios de superficie, son acumulaciones de materiales
líticos y en algunos casos acompañados de restos óseos,
principalmente restos de guanaco, hallados en superficies
fuertemente erosionadas por la acción eólica.
Las concentraciones están conformadas por ítems
líticos, en diversos estadios de formatización, principal-
mente las primeras etapas de la cadena operativa; se
trata de herramientas informales, lascas espesas, lascas
Figura 4: Sitio Las Vueltas 1. primarias con restos de corteza, núcleos, nódulos y en

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Santiago, F., Bujaslesky, G.

Figura 1: Mapa de ubicación de la zona de estudio.

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Santiago, F., Bujaslesky, G.

bajas proporciones instrumentos (Figura 6). Se encontraron


también ecofactos, como restos de Lama guanicoe, en
algunos casos con evidencias de marcas de corte y un caso
de surco perimetral. Las concentraciones se encuentran
en ambientes tales como cárcavas o cimas de colinas de
fuerte erosión eólica, similares a aquellos en los que se
hallan sitios de superficie; se diferencian por la menor
cantidad de ítems arqueológicos que se registran.
Los hallazgos aislados se restringen a las cimas de
colinas conformadas por rocas sedimentarias del Terciario:
cerro Cónico (1 lasca), cerro Cónico Chico (2 lascas), y
cerro “Puesto 15” (1 lasca y 1 pigmento). Otra lasca fue
hallada a 250 metros al norte del sitio Avilés 2, en la cima
de la misma colina. Figura 5: Sitio Chacra Pafoy 3.
Se obtuvieron 4 dataciones radiocarbónicas para
dos de los sitios; en el sitio RC1 una muestra de valvas
de Mytilus obtenida del conchero dio como resultado
5856 ± 44 14C años A.P. (AA65165). En las arenas que
subyacen al conchero, se muestrearon fragmentos de
valvas, a unos 20 centímetr os por debajo del nivel del
conchero. Esta muestra dio como resultado 5918 ± 44
14
C años A.P. (AA65166), indicando así la edad para la
paleoplaya.
Las otras dos dataciones obtenidas son del sitio ChP3;
se obtuvieron dos muestras una a los 0,5 m de la superficie
en la parte más alta del conchero y la segunda, en la parte
baja del conchero, unos 20 m hacia el este del primer
sondeo a los 0,20 m de profundidad. La primera muestra
dio un fechado radiocarbónico de 804 ± 33 14C años A.P.
(AA65162), y la segunda, la más cercana a la superficie
es de 332 ± 39 14C años A.P. (AA65163).
En la tabla 1 se resume la información referida a cada
uno de los hallazgos en cuanto a ubicación geográfica
y geomorfológica; morfología del sitio, tipo de matriz
sedimentaria, presencia o ausencia de conjunto óseo, mal-
acológico y lítico; tamaño en metros cuadrados; y cuando
lo hubiere su ubicación cronológica. Se destaca también Figura 6: Materiales líticos de AM1, LV1 y RC1.
las distancias a la costa actual tomadas en línea recta.

DISCUSIÓN

La discusión sobre el significado de los hallazgos y su integración en el contexto mayor de poblamiento de


la isla requiere aún una gran cantidad de trabajo, pero este primer ensayo demuestra la importancia de esta
zona y su atractivo para los grupos prehistóricos que habitaban Tierra del Fuego. Aunque se han realizado
numerosas prospecciones en el norte de la isla las mismas se han concentrado en las zonas costeras y prin-
cipalmente en la zona del istmo entre Bahía San Sebastián (Borrero 1985, 2004) y Bahía Inútil (Ocampo y
Rivas 1996, Massone 1997, Massone et al. 1998, 2003; Morello et al. 1999) y generalmente corresponden
a sitios tardíos o aún históricos. A pesar del escaso conocimiento, podemos integrar y discutir nuestras con-
sideraciones preliminares.
Los resultados de la prospección muestran evidencia de la actividad humana en la zona de estudio desde por
lo menos ca. 6000 años A.P., en ambientes próximos a la costa del máximo transgresivo del Holoceno (Tabla
1). El sitio RC1, por sus características y por su ubicación topográfica, se correlaciona cronológicamente con
los sitios de la localidad arqueológica La Arcillosa, dadas las edades radiocarbónicas coincidentes (Salemme
y Bujalesky 2000, Salemme et al. en este volumen).
Se pueden observar ciertas redundancias en la ocupación de la costa a través del tiempo, desde el Holo-
ceno medio. Todos los sitios relacionados a este momento, se encuentran en intima relación a paleoplayas,

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Tabla 1. *Sitios y concentraciones: ChP: Chacra Pafoy; A: Avilés; RC: Río Chico, LG:
Laguna Grande, PTF: Pozo Tierra del Fuego; AM: Amalia; LV: Laguna Las Vueltas; HRA:
Herradura. ¤ Concentraciones. + L: lascas; N: núcleos; I: instrumentos.
Conj. Conj. Conj. Tamaño 14
C años Geoforma Distancia (km)
Sitio Ubicación Morfología Matriz Óseo Malacológico Lítico + m2 A.P. Emplazamiento costa actual
53º37,715´S Margen de
LV1 68º01,656´O montículo humus si no L, N, I 3000 ---- 5,5
laguna
53º38,779´S superficie arena Margen de
LG1 ¤ si no L, N, I 900 ---- 13,9
68º07,716´O eólica laguna
53º38,697´S superficie arena Margen de
LG2 ¤ si no L, I 800 ---- 13,4
68º07,715´O eólica laguna
53º39,250´S superficie arena Margen de
LG3 ¤ si no L, N, I 1000 ---- 14,4
68º07,860´O eólica laguna
53º34,394´S superficie arena Cima colina
A1 si no L, N, I 300 ---- 5,1
68º04,673´O eólica Terciario
53º34,222´S arena Cima colina
A2 ¤ 68º04,798´O superficie si no L, I 40 ---- 5,0
eólica Terciaria
53º33,399´S arena Cima colina
A3 68º04,254´O estratigrafía no no L, N, I 200 ---- 3,5
eólica Terciario
5856 ± 44
conchero
53º33,485´S (AA65165)
RC1 chico coluvial si Mytilus sp. L, N 10 Paleoplaya 2,9
68º03,508´O 5918 ± 44
lenticular (AA65166)
332 ± 39
conchero
53º36,66´ S (AA65163) Base colina
ChP3 68º00,231´O mediano humus si Mytilus sp. L 500 2,9
804 ± 33 Terciario
monticular (AA65162)
53º36,282´S areno Margen de
AM1 68º26,084´O superficie arcillosa no no L, N, I 200 ---- 30,5
laguna
PTF1 53º40,620´S arena
68º56,611´O estratigrafía eólica si no L, N, I 64 ---- Cárcava 3,9
53º39,823´S superficie arena Cima colina
HRA 67º58,046´O no no L, N, I 80 ---- 4,7
eólica Terciario

tales como LA 1,2,3, RC1 (Salemme et. al. en este volumen), Cerro Las Bandurrias (Favier Dubois y Borrero
2005), Marazzi 1 (Morello et. al. 1999); sin embargo no se dispone aún de datos para este lapso cronológico
en sitios del interior insular.
Un dato discordante con respecto a su localización, por encontrarse a casi 3 km de la costa actual, y en
el mismo cordón de paleoplaya es el sitio ChP3. Este sitio es un conchero que se encuentra ubicado al pie de
una colina conformada por rocas sedimentarias del Terciario, en el paleocantilado del máximo transgresivo
holoceno. Consiste en una gran acumulación de valvas (principalmente Mytilus sp.) y algunos huesos guanaco y
aves. Los dos fechados radiocarbónicos obtenidos para este sitio, lo ubican a finales del Holoceno (Tabla 1).
La ocupación tierra adentro de la paleocosta del Holoceno está definida por sitios arqueológicos redun-
dantes en su localización en las márgenes de lagunas (sitios LV1, LG1, LG2, LG3, AM1), siempre en su lado
este y sur; sus otras márgenes aparecen como vacías de información. Probablemente, correspondan a secto-
res más protegidos de los vientos predominantes. No obstante, no todas las lagunas prospectadas presentan
evidencias de ocupación humana; por ejemplo en las lagunas De la Suerte, Almirante O´Connor y Escondida,
no se registraron indicios de actividad en el pasado.
El sitio LV1 es destacable por ser el único en el cual se observa un procesamiento intensivo de guanaco,
con restos correspondientes a varios individuos. Algunos materiales líticos se muestran en la Figura 7. Aunque
su análisis está en proceso, se advierten abundantes marcas de corte y puntos de impacto en muchos de los
huesos y además se observa una fragmentación intencional y sistemática de todos los huesos largos. Los huesos
largos han sido partidos sistemáticamente utilizando golpes en sectores cercanos a las epífisis, previamente
tratados con surco perimetral. Podría tratarse de un evento de matanza y/o de procesamiento de guanaco, o
bien es un campamento base sucesivamente reocupado.
Algunos espacios demuestran redundancia de ocupación y son los puntos altos del paisaje, tales como
los sitios Avilés 1 (Figura 8), Avilés 3, Herradura y la concentración Avilés 2, todos ubicados en la cima de
colinas.
En cuanto a los hallazgos aislados también se han encontrado en estos puntos altos del paisaje. A modo
de hipótesis, podemos sostener que la localización de los hallazgos aislados en cotas altas del espacio, estaría

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Santiago, F., Bujaslesky, G.

relacionada con la forma de búsqueda y recolección de materias primas para la talla. En la cima de estas colinas
(cotas de 100 m.s.n.m.) se encuentran playas de grava del Plioceno medio (Bujalesky e Isla 2005), que podrían
haber funcionado no sólo como sitios de aprovisionamiento de materias primas sino también como lugares
estratégicos con amplios campos visuales, aptos para adquirir información tanto sobre el desplazamiento
de grupos de animales para la caza, como de otros grupos humanos. En este sentido, ya se han formulado
hipótesis sobre la disponibilidad de materia prima desde la península El Páramo hasta cabo Espíritu Santo
sobre la costa (Franco 1998, Borrazzo 2004), o en puntos acotados del paisaje como proponen Prieto et al.
(2004). La costa es el principal reservorio de materias primas empleado (Borrero 2004).
Estos nuevos lugares identificados (paleoplayas del Plioceno Medio), pueden haber actuado como canteras
secundarias alternativas de obtención de materias primas, como así también los bordes de lagunas, y los depósitos
glacifluviales (Salemme et al. en este volumen). Se asume que las materias primas están más uniformemente
distribuidas en el espacio de lo que se sostenía hasta el momento (Franco 1998, Borrero 2004).
Aunque aún no se han analizado los conjuntos líticos recolectados en los sitios, se puede decir de forma
preliminar que las materias primas, son básicamente las mismas en todos los sitios, siendo la riolita la más
representada, siguiéndole en algunos casos el basalto y en otros la calcedonia, excepto en el sitio Avilés 3, en
el cual es la calcedonia la materia prima más representada.
Con respecto a la morfología de los instrumentos, podemos afirmar que se observa poca formatización en
el conjunto lítico; entre los pocos instrumentos formatizados se destacan las raederas como el artefacto más
frecuente en todos los sitios (ver Figura 8), seguido de las bolas de boleadora; esta característica también ha
sido observada del lado chileno de la isla (Massone et. al. 2003).
La diversidad de desechos e instrumentos líticos, como así también la extensión y ubicación de los sitios,
indican la existencia de una variabilidad funcional de los mismos que debe considerarse en futuras investi-
gaciones. En este sentido sería necesario profundizar el conocimiento de los sitios registrados en el interior
y evaluar estos yacimientos en relación con los de la zona litoral, considerando y tratando de discernir si los
mismos son o no parte de un mismo sistema de asentamiento.

CONSIDERACIONES FINALES

A través de la prospección arqueológica de la cuenca del río Chico se presentan algunas cosnideracio-
nes:
1. La interacción entre los procesos naturales y el tipo de ocupación del espacio por los cazadores reco-
lectores fueguinos ha generado un tipo de registro arqueológico zonal de baja visibilidad.
2. Sitios arqueológicos de interés para futuros estudios estratigráficos en detalle, tanto referibles al momento
del máximo transgresivo del Holoceno (RC1), como sitios del Holoceno tardío, como ChP3 y posiblemente
LV1, han sido prospectados en el área de paleocosta y en el interior de la cuenca del río Chico.
3. El registro arqueológico muestra una redundancia en la ocupación (Dewar y Mcbride 1992) espacial
hacia el interior, -tomando la costa Atlántica como referencia- en los bordes de lagunas y en zonas altas. En
la costa podemos afirmar que las ocupaciones son aún más redundantes y con mayor visibilidad arqueológica
que en el interior (también lo constatan Ocampo y Rivas 1996, Massone 2003).
4. Los diferentes tipos de sitios arqueológicos están asociados en mayor o menor medida a cursos o cuerpos
de agua, excepto los hallazgos aislados que como ya dijimos están ubicados en cotas altas del paisaje.
5. A futuro se plantea elaborar una carta de prospección, para delimitar recorridos pedestres en diferen-
tes áreas considerando la diversidad de ambientes que tiene la región, es decir muestrear estratificadamente,
creando estratos de prospección (sensu Massone 1997) que contengan diferentes geoformas y ambientes para
identificar mejor la variabilidad espacial de los sitios arqueológicos.

AGRADECIMIENTOS

Estas investigaciones se realizaron con fondos aportados por el Proyecto PICTR 2002-00067, SEPCYT,
concedido a J. Rabassa, y el PIP CONICET 6199/05 otorgado a Mónica Salemme. Agradecemos a la Sra.
Campos y al Sr. Roberts de la estancia “Los Flamencos” por su amabilidad y permisos para efectuar los múl-
tiples recorridos en el área. Así también al Sr. Saudino de la empresa Roch por lo mismo.

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Prospección arqueológica en la cuenca del río Chico. Tierra del Fuego, Argentina

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