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IUNA

Departamento de Artes Visuales


“Prilidiano Pueyrredón”
Cátedra ConsueloZori -Lenguaje Visual I -II
¿Qué significa "percepción"?
Percibimos siempre que nuestro cerebro registra información externa a la propia mente.
Percibimos cuando olemos, cuando tocamos, cuando sentimos frío, cuando oímos, pero de todos
los sentidos que nos permiten tener sensaciones, el que ahora nos interesa es la vista.
La percepción visual es clave en nuestro desarrollo y realización como personas: la mayor parte
de la información útil que poseemos nos ha llegado a través de imágenes, expresiones, signos y
palabras impresas, todas ellas visibles. Es posible vivir sin ver, pero es mucho más complicado
y difícil.
Cuando percibimos se desarrolla un proceso muy largo y complejo en el que colaboran los ojos
en interacción con el cerebro, que es el que dirige sus movimientos exploratorios. Pero es
únicamente el cerebro el que realmente percibe y "siente" las imágenes en una labor de
procesamiento de la información que ocupa varias áreas de nuestro encéfalo; áreas que,
curiosamente, no están junto a los ojos sino cerca de la nuca. Puedes visitar la actividad "El
camino de la visión" para entender que la realidad que nos rodea no posee la misma naturaleza
que nuestras visiones o percepciones visuales.
El color, el movimiento, la forma, la tridimensionalidad y otras características que vemos en los
objetos que nos rodean son interpretaciones mentales, son invenciones subjetivas sin las cuales
no nos podríamos desenvolver en el mundo y sobrevivir.

Todos los sentidos interpretan las señales que le llegan de la realidad externa (acidez y
basicidad, vibraciones del aire, movimientos de moléculas, ondas electromagnéticas, etc.) como
sensaciones subjetivas (olores, sonidos, calor, color respectivamente) gracias a procesos
perceptivos similares que recorren las mismas etapas.
Es difícil de creer, pero lo que sentimos al ver algo es un producto cerebral, filtrado,
simplificado y reelaborado, un flujo de información que recorre varios caminos entre las
estructuras neuronales de nuestra materia gris.

De todo el proceso perceptivo visual, el ojo es el único órgano que podemos observar. Nuestros
ojos son nuestras cámaras de video personales. Cámaras de precisión que nunca se cansan y que
generan un impresionante caudal de información hacia el cerebro. Este flujo inmenso de
información es, probablemente, el de mayor capacidad del reino animal, y el gran diámetro del
nervio óptico es reflejo de ello.
Siempre se ha comparado la estructura del globo ocular con la de una cámara fotográfica, pero
tiene más parecido aún con las cámaras de video. A pesar de la importancia capital de nuestro
ojo, puede que conozcamos mejor las partes que componen una cámara de video. ¿Sabrías decir
dónde están la córnea o la esclerótica?.
Experimentar directamente con nuestra visión es muy divertido e instructivo, pues nos damos
cuenta de desconocidas peculiaridades de nuestro ojo con las que convivimos a diario: el "punto
ciego" que es una zona de nuestro campo visual en la que no percibimos nada,la visión
periférica o zona con detalle reducido en ese mismo campo de visión, las curiosaspost-
imágenes, que son colores o imágenes fantasmas producidas por el desgaste de los pigmentos
fotorreceptores, la pérdida de percepción de los contrastes tonales, provocada también por el
cansancio de la retina, etc.
La retina es la superficie cóncava interior del globo ocular; en ella se encuentran las células
fotorreceptoras que individualmente son estimuladas por la luz. Poseemos dos tipos de células
fotorreceptoras: los conos y los bastones (o bastoncillos).Los conos se encargan de la visión de
los colores, tal como haría un CCD (dispositivo acoplado de carga) de una videocámara,
mientras que los bastones se encargan de la visión monocromática en bajas condiciones de luz.
Hay una pequeña zona de la retina con una altísima concentración de células fotorreceptoras, en
concreto de conos, es la llamada "Fovea Centralis" y gracias a ella podemos ver en detalle la
parte central de la imagen que estamos contemplando. En ese escaso 2% de arco retiniano hay
más conos que en el resto del ojo. Es lógico, pues, que siempre que algo nos interesa y
queremos observarlo en detalle, movamos el ojo para que su imagen quede centrada en la fóvea:
es lo que se conoce como"Dinámica de centrado en la fóvea". Este movimiento de búsqueda y
de centrado es uno de los cinco que realizan los músculos oculares. Los más curiosos de estos
movimientos son los rápidos "Movimientos sacádicos".
Permíteme que haga otras comparaciones entre el ojo y las cámaras de video. En los dos casos
la captación de imágenes no es continua, sino a intervalos, en las videocámaras con sistema PAL
se captan 25 fotogramas por segundo, cifra bastante similar a la del ojo, que no sobrepasa las 30
imágenes por segundo. Otra similitud es la adaptación automática a la luminosidad ambiental;
cuando aumenta el brillo de la escena la cámara cierra su diafragma... y el ojo cierra su pupila.
No hay duda de que los ingenieros han tenido como referente al ojo para desarrollar sus
aparatos de video. El último parecido que reseñamos es la adaptación a las condiciones
cromáticas de la escena, gracias a la cual el ojo y la cámara de video (sólo las cámaras con
balance de blanco) logran reducir la tendencia o matiz de una escena para no verla tan
coloreada.

Cuando las ondas electromagnéticas que componen la luz visible llegan a un objeto pueden ser
reflejadas parcial o totalmente o pueden ser absorbidas por él. La luz que rebota en las cosas es
la que acaba llegando a nuestros ojos, y tras ser captadas por las células fotorreceptoras se
convierte en energía nerviosa. El proceso no se para aquí, esa información nerviosa es
procesada, como ya dijimos, por el cerebro. Los procesos mentales cerebrales que manejan la
información visual son múltiples, entre ellos destacan cinco: el reconocimiento y memorización,
la interpretación perceptual del color, del movimiento, de la forma y de la tercera dimensión.
Trataremos más adelante cada uno de estos logros perceptivos.
Existen otros procesos que no implican sensaciones visuales pero que son necesarios para que
todo el proceso visual no gaste excesivos recursos psicológicos y sea útil para nuestra
supervivencia:la atención selectiva, la valoración contextual de tono, color y tamaño de las
figuras en relación con su fondo y la constancia de la forma y del color.
Puedes consultar en esta Web ejemplos de mecanismos o esquemas perceptivos con los que
trabaja nuestra mente.
Todos los métodos de trabajo cerebrales han ido desarrollándose a lo largo de miles de años de
evolución filogenética y es difícil escapar a ellos; en algunos casos son métodos tan rígidos que
permiten ser engañados por ciertas imágenes, por las llamadas ilusiones ópticas. Este es el caso
de la visión de post-imágenes en puntos contrastados que generan una especie de bordes, de las
figuras imposibles con apariencia correcta, de la confusión entre el color real y el aparente de
los objetos, del cálculo erróneo del tono y del color por influencia del entorno, de la valoración
equivocada de tamaño y dirección de los objetos también por causa del fondo, la percepción de
movimiento ficticio causado por la reacción ante la constancia perceptual de un movimiento
homogéneo que hemos visto durante mucho tiempo y la valoración errónea de la velocidad de
desplazamiento o velocidad de giro porque el fondo también nos confunde.

Pasamos a describir brevemente los principales logros perceptivos de nuestra visión:

La percepción de la forma es uno de los éxitos de nuestro cerebro, al conseguir resaltar


mentalmente la figura sobre el fondo y unas figuras sobre otras para así poderlas reconocer
rápidamente.
El contraste entre figura y fondo es el primero que utilizamos para crear la forma, silueta o
contorno de un objeto. Es posible, de todos modos, que en el proceso de resolución figura-fondo
pueda haber confusiones. La percepción de la forma se basa, también, en las "Leyes de
Pregnancia" o de la forma, descubiertas por la Psicología de la Gestalt. Según estas leyes
asociamos perceptivamente elementos que tienen similitud (en su color, forma, movimiento,
etc.), que poseen buena continuidad, que son simétricos o que están próximos. Con estas leyes
de pregnancia, al asociar y simplificar estímulos, ahorramos mucho esfuerzo neuronal.
Todas estas formas y figuras, que hemos captado y elaborado suelen ser memorizadas de
manera flexible, de tal manera que, posteriormente, cuando volvamos a ver las mismas figuras,
reconoceremos sus formas aunque estén tapadas, distorsionadas o modificadas ligeramente; es
lo que se conoce como "Constancia de la forma". Puedes experimentarlo con la actividad
"Reconoceformas".

La memorización de lo visto, que acabamos de comentar, es el segundo gran éxito de nuestra


percepción. ¿Qué pasaría si no pudiéramos memorizar los objetos y las personas?: no podríamos
reconocerlas cuando volviésemos a verlas.
Nuestro cerebro posee un enorme archivo de imágenes, formas, palabras, rostros, ideas, sonidos,
olores, etc. que va aumentando con el paso de los años. Este gigantesco "disco duro" hecho de
neuronas parece inagotable. Para hacer eficaz, rápido y ligero el almacenamiento y la búsqueda
de datos, éstos se memorizan como esquemas, patrones o estructuras de reconocimiento. No se
guardan, por lo tanto, imágenes como si fueran fotografías con todos sus detalles, sino sólo las
características llamativas o diferenciadoras y las relaciones espaciales de los elementos
observados. Gracias a ello, no tenemos que memorizar todos los triángulos posibles para
reconocer uno de ellos, por ejemplo, cuando vemos tres palos cruzados o tres bolas que señalan
sus esquinas.
Siempre que reconocemos una escena o figura lo hacemos influidos por nuestra experiencia
previa, es decir, por lo que existe en nuestra memoria concreta y particular. Un ejemplo lo
tenemos en la capacidad de completar figuras o formas inacabadas, pues cada observador las
reconocerá de manera distinta, en función de su archivo personal e intransferible de imágenes.
Existe un tipo de figuras que puede ser reconocidas de dos o más formas distintas: las imágenes
ambivalentes o de doble sentido. Sus trazos los podemos configurar de dos formas,
identificándose con dos patrones distintos. Por ejemplo, esta "0" puede ser para nosotros un
número o una vocal, lo que no podremos hacer es captar los dos significados al mismo tiempo.
Puedes experimentar más acerca del reconocimiento y la memoria con la actividad
"Reconocefiguras", en la que se pondrá a prueba tu capacidad de descubrir el significado de
imágenes difusas y con la actividad de "Predisposición al reconocimiento" en la que
comprobarás que el conocimiento previo de una figura nos puede hacer descuidar la
observación y reconocimiento de figuras que se le parecen.

El tercer logro de la visión es la percepción del color.


Nos puede parecer trivial y lógico ver en colores, pero debes saber que es un proceso muy
complejo; la mayor parte de los animales no ven en color y durante millones de años de vida
sobre la tierra ningún ser vivo veía con colores. Piensa, además que los colores no están en los
objetos ni en la luz, sino que son un "invento" perceptivo con el que nuestro cerebro interpreta
-en forma de sensación cromática- la información nerviosa que le llega de los conos de la retina.
¿Sorprendido? Los colores son una sensación tan subjetiva que podemos verlos mientras
dormimos, pues pertenecen al dominio del cerebro, no al del ojo.
Los conos se dividen en tres tipos: unos captan las longitudes de onda que convertiremos en
color rojo, otros las del color verde y otros las del color azul. A estos tres colores se les llama
primarios y son la base del sistema de colores conocido internacionalmente como "RGB" (Red,
Green y Blue) que se ha adoptado para los televisores, monitores y proyectores multimedia.
A estos colores primarios también se les llama aditivos, pues al mezclarse entre ellos el valor de
luminancia del color obtenido aumenta (se aclara). Con la mezcla a partes iguales de los tres
colores obtenemos el color blanco.
Isaac Newton dedujo que si al descomponer la luz blanca obteníamos los colores del arco iris
-colores aditivos-, al mezclar éstos últimos recompondríamos la luz blanca. Y lo puso en
práctica en el actualmente conocido como "Disco de Newton".
Otro sistema de color es el de los colores sustractivos también llamados colores pigmento; al
mezclar sus colores primarios (amarillo, magenta y cian) obtenemos un color más oscuro. Los
colores primarios de este sistema son los que se utiliza en las impresoras y en las imprentas
(método "Offset") para conseguir el resto de los colores.
Otras características de los colores percibidos que trataremos en las actividades de esta Web son
el contraste, la saturación, el brillo y el matiz y, por otro lado, los cambios que provocan en ellos
el filtrado, cuyo ejemplo más conocido lo tenemos en los colores del cielo, formados por el
filtraje que hace la atmósfera de los rayos solares.
Para completar el tema del color puedes realizar las actividades "Rellenar figuras con colores
complementarios y suplementarios" y "Colores y emociones" en la cual conocerás cuál es la
razón de que sintamos emociones concretas ante cada color.

El cuarto éxito alcanzado por nuestra visión es la percepción del movimiento.


Muchos animales sólo ven lo que ocurre en cada instante ante ellos, reaccionando de inmediato
ante lo captado, no procesan el tiempo (los datos pasados) y por lo tanto no tienen una previsión
ni una percepción del movimiento. Para el resto de los animales, el movimiento es el cambio de
posición de algo a lo largo del tiempo. Con esta definición podemos percibir movimiento
cuando no hay un desplazamiento real con tal de que una forma desaparezca en un lugar y
aparezca otra igual a su lado.
Con la percepción del movimiento procesamos mentalmente otros parámetros como la
velocidad, el peso o ligereza de algo que cae en base a su aceleración, predecimos trayectorias,
impactos, e incluso somos capaces de reconocer ciertas figuras que, confundidas con su fondo,
desaparecen ante nuestros ojos cuando están quietas.
Puedes visitar la actividad "Movimiento inverso de aspas" para entender el curioso fenómeno
perceptivo de ralentización y marcha atrás de elementos radiales que giran muy rápido.

Hemos dejado para el final el logro más envolvente y llamativo de nuestra percepción: la
creación de la sensación espacial o tridimensional.
Existen múltiples datos en nuestro entorno que nos dan pistas sobre las distancias y los espacios
que separan los cuerpos u objetos que vemos. Esos "caminos" para percibir en tres dimensiones
se completan con tres datos procedentes de nuestra actividad ocular: la disparidad retiniana o
binocularidad, el enfoque y la convergencia ocular. Nos bastan unos pocos de estos datos para
recrear la ilusión de espacio y profundidad; es, por eso, tan fácil que nos sumerjamos en el
"espacio" de una secuencia de cine o que percibamos profundidad en una fotografía, volumen
en un cuadro al óleo o espacio en un dibujo, cuando no son más que colores en superficies
planas.
En esta Web encontrarás interactividades que te proponen ejemplos de dos de esos datos: el
claroscuro, que nos hace percibir el volumen de los objetos y su lejanía en función de las
sombras que arrojan y el movimiento relativo de los objetos que también nos ayuda a conocer
su distancia, en este caso por la diferencia de posición relativa cuando nos movemos delante de
ellos. No dejes de visitar la actividad en la que percibimos un volumen inexistente por el
movimiento conjunto y sincronizado de unos puntos aislados.
La subjetividad de nuestra visión espacial está fundada en el punto de vista peculiar y personal
que tenemos para mirar. Punto de vista que genera una perspectiva cónica personal. Existen
muchas otras posibilidades de interpretar visualmente una escena que no son cónicas. Ejemplo
de varias de ellas aparecen en la actividad "Perspectivas".

Fuentes Web : enciclopedia interactiva+educarex

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