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Hortensia Martínez García

Construcciones temporales

ARCO/LIBROS, S.A.
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CUADERNOS DE
Lengua Española
Dirección: L. Gómez Torrego
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A Emma y Ángela
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1.ÍNDICE

PRESENTACIÓN

CAPÍTULO I: LA TEMPORALIDAD EN EL VERBO

CAPÍTULO II: LOS ADVERBIOS TEMPORALES EN LA FUNCIÓN DE COMPLEMENTO


CIRCUNSTANCIAL
2.1. Los adverbios temporales y el verbo
2.2. Los adverbios temporales como núcleos del grupo nominal
2.3. Los adverbios temporales y las preposiciones

CAPÍTULO III: SUSTANTIVOS EN FUNCIÓN DE COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL DE


«TIEMPO»
3.1. Los sustantivos con preposición
3.2. Los sustantivos de significación «temporal»
3.3. Las locuciones y expresiones adverbiales

CAPÍTULO IV: LAS ORACIONES ADVERBIALES DE «TIEMPO»


4.1. Temporales que indican «simultaneidad»
4.2. Temporales que indican «duración»
4.3. Las construcciones hace tiempo y hace tiempo que...
4.4. Oraciones que expresan «delimitación del periodo temporal»
4.5. Temporales que indican «anterioridad» y «posterioridad»
4.6. Temporales de «anterioridad inmediata»

CAPÍTULO V: CONSTRUCCIONES INCIDENTALES DE SENTIDO «TEMPORAL»


5.1. El sentido «temporal» como predicación secundaria
5.2. Las construcciones de participio, gerundio e infinitivo de sentido «temporal»
5.2.1. El participio
5.2.2. El gerundio
5.2.3. El infinitivo
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EJERCICIOS
SOLUCIONES A LOS EJERCICIOS
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
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PRESENTACIÓN

Con este trabajo se pretende cubrir uno de los aspectos de la morfosintaxis del español
que merece una descripción más detallada de la que normalmente pueden ofrecer las
gramáticas. Se trata de explicar de forma resumida y clara todas y cada una de las
construcciones en que se configura la noción de «tiempo»: los adverbios o expresiones
adverbiales, los grupos constituidos de sintagmas nominales y su relación interna, además,
claro está, de las oraciones subordinadas y las unidades que facilitan la subordinación de
éstas al verbo que funciona como núcleo del enunciado oracional (u oración principal) en
que se integran.
La finalidad de la obra es esencialmente divulgativa (puesto que va dirigida
fundamentalmente a profesores y alumnos de enseñanza media, extanjeros, e incluso a los
estudiantes de los primeros cursos de la universidad), por eso se ha prescindido de cualquier
disquisición teórica que pudiera entorpecer la exposición e incluso confundir al lector.
Somos más partidarios de aprovechar en la medida de lo posible las descripciones
tradicionales y ordenarlas de acuerdo con los principios teóricos propios de funcionalismo
que practicamos habitualmente. Prescindiremos, pues, de hacer referencia expresa a citas
bibliográficas y sólo al final del libro ofreceremos estrictamente la bibliografía utilizada para
la elaboración del trabajo.
El libro consta de varios capítulos: en el primero se expone de forma resumida cómo se
manifiesta la noción de «tiempo» en el verbo y qué valores morfológicos alcanza. En el
segundo se describe en qué medida los adverbios temporales, desde la función de
complemento circunstancial que los caracteriza, logran especificar el «tiempo» y el
«aspecto» manifestados morfológicamente en el verbo al que se subordinan, así como sus
posibilidades funcionales para formar grupo con otros sintagmas e incrementarse con
determinadas preposiciones. Cierra el capítulo un apartado dedicado a los adverbios
temporales contemplados desde su faceta de sustitutos, es decir, como unidades que en el
contexto y la situación adecuadas recogen o reiteran de forma abstracta la significación
temporal que de forma más concreta expresan otras unidades en función de complemento
circunstancial.
Siguiendo un orden lógico, en el capítulo III se tratan los sustantivos y su capacidad para
integrarse en la oración como complementos circunstanciales: teniendo en cuenta que ésta es
función propia de los adverbios, cualquier otra categoría de sintagmas requerirá una
transposición o capacitación previa, cometido que normalmente realizan las preposiciones,
las cuales, además, comunican a su término un determinado semantismo. Por eso
intentaremos explicar qué preposiciones y en qué contextos el complemento circunstancial
consigue expresar la significación temporal. Es en este capítulo donde se explica asimismo
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por qué determinados sustantivos son capaces de desempeñar esta función adverbial sin
necesidad de preposición alguna, y cuáles y en qué condiciones pueden ejercerla. También se
describen en este punto las denominadas locuciones y expresiones adverbiales, como
unidades intermedias entre los adverbios propiamente dichos y las unidades adaptadas a la
función adverbial.
En el capítulo IV se aborda el estudio de los segmentos oracionales atendiendo a los
diversos matices de temporalidad («simultaneidad», «duración», «anterioridad», etc.) que
expresan en relación con el tiempo en que se produce lo denotado por la oración principal; y
al mismo tiempo, se señalan las diferencias de construcción a que dan lugar según el grado
de autonomía que tienen las unidades que las introducen.
El capítulo V se ha reservado a las estructuras de infinitivo, gerundio y participio que,
como incidentales, pueden constituir una “predicación secundaria” de significación temporal.
Toda la ejemplificación se realiza sobre la base de textos del español estándar peninsular,
aunque sin olvidar algunas construcciones bastante extendidas en el español de América,
para lo cual hemos utilizado fundamentalmente la Sintaxis hispanoamericana de Ch. Kany.
Por último, deseo mostrar aquí mi agradecimiento a Leonardo Gómez Torrego, director
de la Colección, por haber pensado en mí para la elaboración de esta monografía. Espero no
defraudarlo ni a él ni a los lectores.
Oviedo, junio de 1995
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CAPÍTULO I

LA «TEMPORALIDAD» EN EL VERBO

El «tiempo» preside todos nuestros actos, por eso no es de extrañar que la lengua haya
elegido como forma esencial de expresarlo a la parte más importante de la oración, esto es,
el verbo en sus formas flexivas. Su valor consiste en significar la relación entre lo referido
por la parte léxica y el momento en que se produce la comunicación (caso de los «tiempos
absolutos»: presente, pretérito y futuro), o bien entre lo referido y un momento especificado
en el contexto (como sucede en los «tiempos relativos»: imperfecto, pluscuamperfecto y
condicional).
La noción de tiempo tiene valor de morfema y se manifiesta desinencialmente
entremezclada con otros contenidos morfemáticos como la persona, el número, el aspecto,
la anterioridad y el modo, que varían en la conjugación.
Los morfemas de primera, segunda y tercera persona (vengo / vienes / viene) y los de
número, singular y plural (vienes / venís), constituyen el sujeto gramatical de la oración y
únicamente carecen de ellos el infinitivo, el gerundio y el participio, que por ello no pueden
constituir oración independiente.
El aspecto diferencia dos contenidos según que el hablante considere el proceso verbal
como terminado (viniste) o en continuidad (venías).
El morfema de anterioridad caracteriza a todas las formas compuestas -aspectualmente
perfectivas por la presencia del participio- frente a las simples correspondientes, que son
imperfectivas (has venido, hubo venido, habías venido; habrás venido, habrías venido;
hayas venido, hubieras [o hubieses] venido; haber venido, habiendo venido). Su valor no
consiste en situar el proceso verbal como anterior al momento en que se produce el mensaje,
sino sólo respecto del señalado por las formas simples: la anterioridad puede expresarse
respecto de un pasado, un presente o un futuro.
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Los morfemas de modo se distinguen por la manera de considerar la acción verbal por
parte del hablante: con el indicativo se alude a procesos considerados como reales, o cuya
realización no se plantea por ser indiferente (vienes, has venido, viniste, hubiste venido,
venías, habías venido). Con el subjuntivo, en cambio, se evocan hechos no reales y, por lo
tanto, ficticios (vengas, hayas venido, vinieras [o vinieses], hubieras [o hubieses] venido;,
y con el condicional se denotan acciones realizables en el pasado (ya irrealizables) (vendrás,
habrás venido, vendrías, habrías venido).
En cuanto al imperativo (ven, venid), se trata de un modo que muy poco tiene que ver
con los mencionados, puesto que con él el hablante se muestra absolutamente indiferente
ante la realidad o irrealidad de los hechos que comunica y sólo pretende influir en su
interlocutor para que los cree, los modifique o los mantenga. Su función no es, como en los
otros modos, la representativa sino la apelativa. Desde el punto de vista sintáctico, las
formas del imperativo no se subordinan jamás a otro verbo, mientras que el subjuntivo es el
modo de las oraciones subordinadas. Frente a ellos, el indicativo y el condicional son
compatibles tanto con las oraciones independientes como con las subordinadas.
Todas las formas verbales (salvo el infinitivo, el gerundio y el participio) están
caracterizadas además por el morfema de tiempo, que suele agruparse en función de tres
momentos: el presente, que sería el periodo más menos amplio en que se sitúa el acto
elocutivo; el pretérito denomina al momento anterior a la comunicación, y el futuro, que
abarcaría el periodo todavía no experimentado ni vivido.
Estos tres momentos representan al tiempo cronológico u objetivo. Pero en el tiempo
lingüístico intervienen también factores de tipo subjetivo: el hablante puede participar
psicológicamente en los hechos que comunica acercándose temporalmente a ellos, en cuyo
caso utiliza el presente: vienes, has venido; vendrás, habrás venido; vengas, hayas venido.
O puede sentirlos como algo ajeno a sus vivencias y se aleja consciente o inconscientemente
de ellos y entonces utiliza el pasado: viniste, hubiste venido; venías, habías venido;
vendrías, habrías venido; viniera, hubieras [o hubieses] venido. Todo ello al margen de
que lo expresado se sitúe cronológicamente en el presente, en el pretérito o en el futuro; y
también al margen de que el modo sea el indicativo, el subjuntivo o el condicional. Lo que
interesa muchas veces es la intención participativa o inhibidora del que produce el mensaje.
Pero esta doble perspectiva temporal no se manifiesta siempre y únicamente en el verbo
sino que tiene un alcance sintáctico, pues en la oración compleja existe correlación temporal
entre el verbo de la oración principal y el de ciertas subordinadas (la denominada
«consecutio temporum»): los presentes reclaman presentes (vienes, vendrás, vengas) y los
pasados reclaman pasados (viniste, venías, vendrías, vinieras [vinieses]) en ambas oraciones
(cap. IV).
Todos los matices temporales referentes al tiempo cronológico u objetivo
(«simultaneidad», «anterioridad», «posterioridad», «delimitación», «duración»,
«aproximación», etc.), es decir, todo lo relativo al desenvolvimiento de la acción verbal,
corresponde expresarlo a los adverbios o unidades adverbializadas, a menudo con la ayuda
de ciertas preposiciones.
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CAPÍTULO II

LOS ADVERBIOS TEMPORALES EN LA FUNCIÓN DE COMPLEMENTO


CIRCUNSTANCIAL

La función de complemento circunstancial se caracteriza, en contraste con el resto de las


funciones oracionales, por los siguientes rasgos: no guarda relación directa con los
morfemas subjetivos del verbo (frente a la de sujeto); jamás está representada por los
pronombres átonos lo, los, la, las, me, te, nos, os, se, lo (en oposición al complemento
directo, complemento indirecto y atributo); respecto del suplemento, la diferencia
fundamental radica en la categoría de los sintagmas que la desempeñan: sustantiva, la del
suplemento (también la de las otras funciones mencionadas) y adverbial, la del complemento
circunstancial.
Los sintagmas en función de complemento circunstancial tienen el cometido de añadir a la
significación oracional otras relativas a las «circunstancias» en que se producen los hechos
señalados por el verbo. Los matices y circunstancias son diversos, razón por la cual los
complementos circunstanciales pueden ser varios y coexistir en un mismo enunciado
simplemente yuxtapuestos, característica que también los separa de las otras funciones
oracionales, que son únicas, pues cuando los sintagmas que las desempeñan son más de uno
deben ir yuxtapuestos o coordinados.
De todas las significaciones expresables en un complemento circunstancial («lugar»,
«modo», «condición», etc.) es la «temporal» la que aquí nos corresponde explicar. Para ello
comenzaremos por la descripción de los adverbios, dado que son ellos los que de manera
autónoma sitúan temporalmente lo designado por la oración en que se incluyen.

2.1. LOS ADVERBIOS «TEMPORALES» Y EL VERBO


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2.1.1. La triple distinción en que se considera dividido el transcurrir del tiempo


cronológico puede manifestarse con ciertos adverbios que orientan deícticamente el proceso
verbal hacia el pasado, el presente o el futuro, a saber: ayer (también anteayer, anoche,
anteanoche,antaño), hoy (el antiguo hogaño) y mañana (pasado mañana),
respectivamente. Y poco importa que el morfema verbal no coincida con el tiempo señalado
por el adverbio: hoy siempre situará los hechos en el presente objetivo aunque sea
compatible con formas verbales del pasado; mañana los situará en el futuro, por más que
admita combinarse con formas del pasado gramatical (si bien, imperfectivo); y ayer, que por
aludir a un momento pasado y concluido debiera exigir formas perfectivas, puede, sin
embargo, combinarse con el pretérito imperfecto:

Los veo hoy


Hoy tendremos reunión
A María la avisé [he avisado] hoy
Hoy comían en su casa
Ellos podrían [habrían podido] salir hoy
Mañana termino el trabajo
Ese asunto lo resolveré [habré resuelto] mañana
Mañana llegaban los excursionistas
La respuesta deberíamos conocerla mañana
Ayer tuvimos problemas
Ayer sabíamos algo de su situación
Hubiéramos [habríamos] podido decidir esto ayer

Es evidente que el tiempo cronológico del adverbio (presente, pasado, futuro) se impone
al morfológico (presente / pasado). Se impone, pero no lo anula, puesto que no en vano ayer
y mañana sitúan los hechos narrados como alejados de la perspectiva temporal del hablante,
en tanto que hoy los representa como cercanos (cuando no coincidentes) al presente en que
se produce la comunicación.
Otro tanto puede decirse de ahora y entonces, que se reparten los papeles del siguiente
modo: ahora alude al mismo momento en que se efectúa la comunicación (reforzado a veces
con el identificador mismo), y ello aunque se expresen hechos pasados o por venir pero
inmediatamente cercanos, de ahí que pueda coexistir con presentes, pasados y futuros:

Ahora hace sol


Ahora [mismo] vengo
Han entrado ahora [mismo]
Comió ahora
Nos despedíamos ahora [mismo]
Los veré ahora
Nos recibiría ahora
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Como variantes del peninsular ahora [mismo] (para expresar inmediatez), existen en el
español de América ahora no más y, en contextos temporales, ahí mismo, ya mismo y ahí
no más:
Ahora no más tengo que dejarte
Y ahí mismo ya se largó a caminar
Ya mismo te me vas de aquí
Al oír esto, ahí no más agachó la cabeza

En cambio, el alejamiento respecto del acto comunicativo lo mismo puede plantearse


respecto del pasado que del futuro, razón por la cual entonces suele comparecer con formas
verbales pasadas (perfectivas o imperfectivas) o futuras, indiferentemente:

Entonces fue cuando vino a casa


Lo traíamos [habíamos traído] entonces
Entonces tendríamos [habríamos tenido, hubiéramos tenido] problemas
Entonces será [habrá sido] tarde

2.1.2. Otro grupo de adverbios que contribuye a especificar la temporalidad expresada en


el verbo es el constituido por ya, todavía, aún; siempre, nunca y jamás; por un lado; y
pronto, enseguida (o en seguida) temprano y tarde, por otro. La diferencia fundamental
respecto de los anteriores radica en que éstos no muestran «deixis» temporal, sino que más
bien apuntan a otros valores: aspecto, “reiteración”, negación temporal, afirmación, etc.

2.1.2.1. Los tres primeros, más que temporales propiamente dichos, son adverbios
aspectuales, puesto que ya se diferencia de todavía y aún porque el primero viene a señalar
la conclusión del proceso verbal, mientras que todavía y aún apuntan a su continuidad o no-
conclusión. Todo lo cual se manifiesta en su vinculación con los morfemas verbales del
siguiente modo: teniendo en cuenta que de todas las formas verbales sólo el pretérito simple
y las formas compuestas -debido al participio- muestran aspecto perfectivo y que el pretérito
imperfecto y el resto de las formas verbales son imperfectivas, lo esperable es que los
citados adverbios tuvieran una combinatoria correspondiente. Así ocurre en los siguientes
ejemplos en que todavía (y aún) es incompatible con las formas perfectivas, que requieren
ya:

Ya vinieron los estudiantes (*Todavía vinieron los estudiantes)


Los padres ya han asumido la situación (*Los padres aún han asumido la situación)
Ya habían devuelto los libros (*Todavía habían devuelto los libros)
La noticia ya habría sido publicada (*La noticia aún habría sido publicada)
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Sin embargo, ya también es compatible con las formas imperfectivas, dado que su valor
aspectual terminativo se impone al no-terminativo del verbo, de manera que hay contextos
en que podemos encontrarlo alternando con todavía:

Todavía me acuerdo de aquello / Ya me acuerdo de aquello


Aún tengo los libros / Ya tengo los libros
De ella todavía sabremos algo / De ella ya sabremos algo
Para eso aún dispondremos del dinero / Para eso ya dispondremos del dinero
Todavía teníamos esperanzas / Ya teníamos esperanzas
Sabíamos que aún era diputado / Sabíamos que ya era diputado
Todavía desearía optar a la presidencia / Desearía ya optar a la presidencia
Aún querrían vernos / Querrían vernos ya

La existencia de negación puede invertir las posibilidades combinatorias de ambos


adverbios, tanto en oraciones asertivas como interrogativas:

¿Aún no han llegado los estudiantes? (*¿Ya no han llegado los estudiantes?)
Los padres todavía no han asumido la situación (*Los padres ya no han asumido la
situación)
¿Todavía no habían devuelto los libros? (*¿Ya no habían devuelto los libros?)
La noticia aún no habría sido publicada (*La noticia ya no habría sido publicada)

Todavía puede, en oraciones negadas, situar una acción inmediatamente pasada en


contacto con un presente, como sucede —según los datos de Ch. Kany— en el español
americano:

Todavía no le pido nada (= he pedido)


Ya se metió el sol y todavía no bajas (= has bajado)
No nace todavía el que tenga que derrotar a mi general (= ha nacido)

2.1.2.2. Por lo que se refiere a siempre, nunca, jamás, constituyen también una oposición
basada en lo siguiente: siempre implica afirmación temporal, en tanto que nunca y jamás
comportan la negación de cualquier periodo de tiempo, y por eso mismo no manifiestan ni
restricción ni incompatibilidad -salvo la señalada- con las diversas formas verbales:

Yo siempre dudo [dudaré, dudaba, dudé, he dudado...]


Jamás nos tendrán [tienen, han tenido, etc.] en cuenta
Nunca se enteraron [enteran, enteraban, enterarán, etc.] de nada
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Nunca y jamás a veces se agrupan para intensificar la negación de lo expresado por el


verbo al que se agregan:

Eso no lo sabremos nunca jamás

2.1.2.3. Tampoco tienen limitación alguna para combinarse con los diversos tiempos
verbales los adverbios: temprano, pronto, presto, rápido y enseguida, que se oponen a
tarde por su mayor o menor cercanía al momento presente en que se produce el mensaje:

Hoy llegaron temprano


Pronto se celebraría la fiesta
Acudid presto
Las elecciones serán rápido
Nos habían atendido enseguida

Pero, como se trata de una temporalidad relativa, que depende de la consideración del
hablante y del contexto, son adverbios fronterizos entre lo temporal y lo modal, de ahí que
muchas veces obedezcan tanto a la pregunta de cuándo como a la de cómo, y que en las
ecuacionales sea éste el relativo que las focaliza:

¿Cuándo se celebrarán las elecciones? —Pronto


¿Cómo llegaron? —Tarde, rápido, enseguida
Pronto es cuando [?como] se celebrarán las elecciones
Tarde [rápido, enseguida] es como llegaron

En realidad es lo que ocurre con muchos de los adverbios procedentes de adjetivos, que
alcanzan su plena adverbialización con sólo neutralizarse morfológicamente o a través del
sufijo -mente: rápido o rápidamente, recientemente, simultáneamente, etc.

2.1.3. Adverbios temporales son asimismo los relativos cuando, cuándo, mientras y las
expresiones una vez y nada más, así como los comparativos antes, después, primero y
luego. Como se irá viendo, no todos tienen capacidad para subsistir en la oración como
sintagmas temporales; algunos son signos autónomos cuando expresan otras significaciones
pero dejan de serlo precisamente en construcción temporal. En cualquier caso, todos ellos
recogen la significación de otras unidades léxicamente más concretas que aparecen a ellos
pospuestas para especificarlas temporalmente y, en el caso de los comparativos, también
para manifestar la base de una comparación. Su relación con las distintas formas verbales
dependerá, por tanto, del tiempo del verbo subordinado (cap. IV).
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2.2. LOS ADVERBIOS COMO SUSTITUTOS

Algunos de los adverbios temporales suelen aparecer en la oración representando a otras


unidades en la función de complemento circunstancial. Su capacidad sustitutoria consiste en
recoger o reiterar la significación de otros sintagmas que han sido previamente mencionados
(anáfora) o que se mencionarán posteriormente (catáfora).
De entre los temporales, los más propicios para funcionar como sustitutos son aquellos
que comportan «deixis», es decir, aquellos que sirven para ubicar temporalmente el
enunciado, tomando como referencia última al emisor y el momento del acto de habla: tal es
el caso de ayer, anoche, anteanoche, hoy, ahora, mañana, pasado mañana y entonces;
adverbios que sólo consiguen su plenitud de sentido en el contexto o en las circunstancias en
que se produce la emisión del mensaje.
Otros adverbios como ya, todavía, aún, siempre, nunca, jamás, pronto, enseguida, tarde
y temprano, son meramente «descriptivos», puesto que carecen de capacidad mostrativa o
deíctica. Vinculados todos ellos a los morfemas verbales, se limitan a reproducir la
conclusión, la duración o el grado de prontitud en que se realiza lo denotado por la oración
principal.
En cuanto a los relativos, el interrogativo cuándo no funciona nunca como sustituto, ya
que -como cualquier interrogativo- no se refiere a otras unidades sino que son éstas las que,
al constituir su respuesta, se refieren a él. Lógicamente, tampoco el átono cuando tiene
capacidad sustitutoria sino meramente fórica. Y otro tanto puede decirse de todas aquellas
unidades adverbializadas que sólo alcanzan la significación temporal gracias a la presencia de
las unidades que les siguen y, en consecuencia, no son independientes, como nada más que,
una vez que, según, conforme, etc.
Finalmente, el relativo mientras y los comparativos antes, primero, después y luego
tampoco son, en rigor, sustitutos sino más bien unidades con orientación catafórica a las que
puede reducirse el complemento circunstancial que encabezan.

2.3. LOS ADVERBIOS TEMPORALES COMO NÚCLEOS DEL GRUPO NOMINAL

Todos los adverbios mencionados tienen en común la expresión de la temporalidad en


diversos modos, pero difieren en la posibilidad o imposibilidad de llevar adyacentes propios
con los que formar un grupo sintagmático nominal.

2.3.1. Todavía se caracteriza por no admitir especificación alguna; nunca encontraremos


algo parecido a *todavía que no te he visto no podré decírtelo.
Tampoco temprano, pronto, presto, rápido, recientemente, etc. la admiten, al menos
como unidades autónomas; por eso resultan inviables secuencias como: *llegaron temprano
que nosotros,*recientemente que oyó aquello se marchó, *pronto que lo supieron se
echaron a la calle, etc.
Sólo como unidades comparadas permiten llevar subordinada una comparativa, pero
entonces se subordinan a más, menos, etc.:
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Llegaron menos temprano que nosotros


Partirán tan pronto como puedan
Resolverán el problema más rápido [rápidamente] de lo que pensamos

2.3.2. Ayer, hoy, ahora, mañana, entonces, siempre y nunca pueden recibir la
incrementación de una oración relativa o en aposición:

Ayer cuando lo vi me saludó amablemente


Ahora que lo dices lo recuerdo perfectamente
Hoy cuando vengas tráeme el libro
Te lo explicaré mañana que tendré más tiempo
Lo tendremos en cuenta entonces, cuando recibamos la comunicación
Siempre que lo necesitaba tenía su ayuda
Nunca que lo encuentro me saluda

2.3.3. Algunas conjunciones adverbiales de hoy se han formado históricamente sobre la


base de un antiguo adverbio incrementado de este modo. Tal es el caso del actual
transpositor explicativo causal ya que, cuyo proceso evolutivo tiene su origen en la
frecuente combinación del adverbio temporal ya + una relativa especificativa de que. En la
variante americana del español todavía existe existe como construcción temporal en
ejemplos del tipo de los siguientes:

Ya que están bien torneadas las velas, Fulgencio les graba su sello de garantía
[“Una vez que están bien torneadas...”]
Ya que pasó el peligro, salió a la calle
[“En cuanto pasó el peligro...”]

Podría pensarse que con aún ha ocurrido algo parecido; pero no es así. El actual aun
concesivo que a veces introduce oraciones adverbializadas temporales o condicionales:

Aun cuando somos pocos, podremos hacerlo


Aun si tuvieramos dinero, no podríamos comprarlo

no se deriva del aún temporal, sino que desde los orígenes del idioma ambos han funcionado
como unidades distintas: éste como adverbio tónico equivalente a todavía; aquél como
elemento átono ligado a la cuantificación intensiva y a la concesividad.

2.3.4. Los relativos, por su parte, merecen una consideración especial, pues cuándo sólo
encabeza oraciones interrogativas (directas o indirectas), y sólo lleva como elementos
subordinados oraciones e infinitivos:
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El problema es cuándo hacerlo


¿Cuándo te va a llamar?
Dígame cuándo vendrán
No saben cuándo pagar

Cuando (átono) adverbializa oraciones y sustantivos (véanse & 3.1.1. y 4.1.,


respectivamente), pero no lleva adyacentes propios:

Cuando llegó a casa a las tres, estaba herido


(*Cuando de las tres llegó a casa, estaba herido)

Tampoco forman grupo nominal una vez, nada más, según y conforme, pues, en tanto
que unidades temporales, carecen de la autonomía necesaria para ser elementos nucleares.
Sólo mientras podría ser determinado por una oración relativa, aunque en el español actual
se siente como arcaico y lo más habitual es utilizarlo sin el que:

? Estudiad mientras que yo salgo


No dijeron nada mientras yo estuve allí
Mientras yo estaba en el cine ellos salieron de compras

y ligado al modo subjuntivo, produce estructuras en que la significación temporal tiende a


confundirse con la condicional:

Mientras estudie, no tendrá problemas


Mientras yo esté ocupada, no podremos viajar

2.3.5. Por lo que se refiere a los comparativos (con la excepción de primero) admiten
como elementos subordinados no sólo oraciones relativas introducidas por que, sino también
en función de complemento determinativo, es decir, sustantivadas por la conjunción que y a
la vez adjetivadas por la preposición de:

Hacedlo antes que sea tarde


Debéis salir antes de que ella llegue
Después que leas el escrito, me dirás si te gustó
Lo capturaron después de que lo delataran
Luego que tengas preparado el libro, envíamelo por correo
Luego que cenaron, se fueron para casa
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Como se puede observar todos ellos tienen la doble posibilidad de construirse con o sin
de; sólo antes rechaza esta preposición cuando su significación temporal se torna en la
nocional de “preferencia” que tiene en construcciones como antes que la devoción es la
obligación; antes son mis dientes que no mis parientes.
Otra característica de estos adverbios es la de poder llevar como subordinados infinitivos
en lugar de oraciones, en cuyo caso en lugar de que se utiliza como elemento subordinador
único la preposición de. El verbo principal y el infinitivo pueden tener el mismo sujeto o
cada uno el suyo propio:

Ella hace las compras antes de ir a clase


María recibió los libros antes de ir su hija al campamento
Después de avisarme a mí avisó a todos los demás
Lo convenciste tú después de convencerlo yo
Luego de saludar a los presentes pronunció su discurso
Podríamos recabar esa información luego de entrevistarme yo con él

En fin, en mayor o menor medida, todos ellos pueden recibir como adyacentes
sustantivos o pronombres personales a través del comparativo que o de la preposición de.
No obstante, primero y luego han caído prácticamente en desuso sustituidos por antes y
después:

Antes del concierto hubo una presentación


Todos ellos llegaron antes que nosotros
?Primero que la boda celebraron el compromiso
Después de la juventud llegará la vejez
Se marcharon para Madrid después que sus hijos

2.3.5.1. Estos adverbios pueden constituir grupo adverbial con sustantivos léxicamente
temporales, que, bien solos o bien con algún adjetivo cuantificador, siempre se anteponen al
comparativo como sintagmas subordinados. A ellos hay que añadir temprano y tarde
cuantificados por más:

Ellos lo habían conocido años antes


Nos enteramos tiempo después
Instantes más tarde se presentó en la sala
Hoy comimos una hora más temprano

Como se puede apreciar, el grupo comparativo-temporal está siempre dispuesto a recibir


como subordinados, del sustantivo o de la combinación ‘sustantivo + adverbio’, a ciertos
cuantificadores:
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Lo habían conocido muchos años antes


Llegaremosunos cuantos meses primero que tú
Se licenció muy poco tiempo después
Unos instantes después amanecía
Se presentó unos cuatro días más tarde
Mañana irá a la oficina muy pocos minutos más temprano

Tenga la composición que tenga, el adverbio admite llevar preposición, pero ésta no es
necesaria para relacionarse con el verbo y sólo contribuye a tipificarlo semánticamente:

No tuvimos noticias hasta [años] después


Eso lo sabíamos desde [bastantes meses] antes
Se citaron para [varias semanas] más tarde

Pero esta estructura no sólo incluye como elemento nuclear a los adverbios
temporales.También resulta semánticamente temporal -y comparativa- cuando intervienen
algunos de los habituales locativos: concretamente los direccionales atrás y adelante:

Tres lustros atrás esto era impensable


Ha venido planteando esto desde años atrás
Reconsiderarían la cuestión meses más adelante

Lo peculiar de esta construcción es que a veces sólo alcanza el significado temporal a


condición de que comparezca el sustantivo que determina al adverbio, ya que, ausente éste,
el grupo puede resultar léxica y hasta sintácticamente incongruente.
Otro tanto puede decirse de los grupos introducidos por las denominadas “preposiciones
impropias”, pues no son otra cosa que unidades adverbiales que asumen la significación de
tiempo por contagio sintagmático con ciertos sustantivos temporales a ellos pospuestos y
relacionados mediante preposición:

Compareció en la reunión más allá de las tres


Lo recibirá dentro de dos días
Tardaron en verse cerca de una década
De aquí a dos años será presidente

2.4. LOS ADVERBIOS TEMPORALES Y LAS PREPOSICIONES


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Del mismo modo que algunos adverbios admiten llevar términos subordinados y otros no,
también difieren en su posibilidad o imposibilidad de llevar preposiciones, o de llevar unas u
otras, en función del grado de congruencia léxica entre éstas, la significación adverbial y el
propio verbo de la oración.

2.4.1. Entre los que no admiten preposición se cuentan los aspectuales todavía, aún y ya;
aunque este último tiende a usarse con desde coloquialmente, a veces reforzado con mismo:

Debes considerar esa posibilidad desde ya [mismo]


Ya mismo te atiendo

El relativo mientras y el comparativo luego suelen limitarse a llevar para, sobre todo con
ciertos verbos con proceso orientado a una posterioridad; ello en nada impide la realización
de una oración a ellos subordinada:

Dejaremos esta cuestión para mientras comemos


Tengo reservada una noticia importante para luego

2.4.2. Los restantes adverbios son incompatibles con las siguientes preposiciones: ante,
bajo, con, contra, en, según, sin, tras y durante. Ayer y mañana rechazan, además, la
presencia de por, pero en cambio admiten a y hasta:

Habían pospuesto la reunión a ayer


Hasta mañana no sabremos lo que pasó

Cuando se trata de expresar un lapso temporal, éste puede ser delimitado con cualquiera
de los adverbios mediante la correlación preposicional de ... a ...:

De entonces a ayer han pasado varios años


De ayer a hoy han sucedido cosas
Conoceremos los hechos de hoy a mañana
De ahora a entonces tendremos tiempo para hablar
De ahora a cuando se marchen pasará algún tiempo

Aunque, en realidad, tales preposiciones no son otra cosa que variantes de la fórmula
desde ... hasta:

Tenemos de plazo desde ayer hasta mañana


Lo tendremos con nosotros desde hoy hasta entonces
Podremos salir desde ahora [mismo] hasta las diez
21

Desde entonces hasta ahora habrán podido solucionar el problema


Permanecerán con él desde mañana hasta cuando encuentren casa
No habrá agua desde antes de mediodía hasta después de las ocho

con la sola diferencia de que éstas pueden aparecer indicando el «origen» o el «límite final»
por separado, en cuyo caso son extensibles a otros adverbios como antes y después:

No lo hemos visto desde ayer


Hasta ayer no habíamos tenido tiempo

Desde hoy habrá agua en abundancia


No tuvimos noticias de ella hasta hoy

Desde mañana te las arreglarás tú solo


Hasta mañana no habrá clase

Eso lo sabemos desde antes [de lo sucedido]


No tendremos agua suficiente hasta después [del verano]

Estaremos aquí hasta cuando empiece a cantar


Desde cuando vino no ha habido paz entre nosotros
¿Desde cuándo no los has visto?
¿Hasta cuándo no los verás?

(Adviértase en este último grupo de ejemplos cómo el cuando átono es equivalente a


que, en tanto que el tónico o interrogativo no lo es: estaremos aquí hasta que empiece a
cantar; desde que vino no ha habido paz entre nosotros / *¿desde qué no los has visto?;
¿hasta qué no los verás?).
La delimitación de un determinado trecho temporal es expresable asimismo mediante su
correlación a través de entre...y:

El plazo previsto era entre ayer y hoy


Debemos realizar el trabajo entre hoy y pasado mañana
Entre ahora y entonces habrá tiempo para decidirse

2.4.3. Por lo demás, ninguno de los adverbios señalados presenta incompatibilidad alguna
con para:
22

Habían fijado reuniones para ayer, hoy y mañana


Para ahora tenemos suficiente trabajo
El viaje estaba previsto para entonces
Los libros estarán preparados para pronto
¿Para cuándo tendremos noticias de ellos?
Dispondremos del dinero para cuando esté listo el proyecto
Su mujer lo abandonó para siempre
Dejaremos la tertulia para antes o después de la cena

pero únicamente hoy, ahora, y los relativos cuándo y cuando, admiten combinarse con por:

Dígame por cuándo serán las elecciones


No trabajaremos más por hoy
Ya han hecho bastante por ahora
Nacerá por cuando nazcan las flores
¿Por cuándo nos visitarán?

En cuanto a las preposiciones hacia y sobre, aunque infrecuentes, sólo parecen aptas
para incrementar a ayer, hoy, mañana y al interrogativo cuándo, aportándoles el significado
de «aproximación», o mejor dicho, añadiendo al significado de «indeterminación» el
«determinado» que tiene de por sí el adverbio; nótese que no son posibles *hacia ahora o
*sobre entonces.

Habían pensado salir hacia ayer


Sobre hoy o mañana nos darán la respuesta
¿Hacia cuándo llegarán?
Hoy no sabían sobre cuándo podrían entrevistarse
23

CAPÍTULO III

SUSTANTIVOS EN FUNCIÓN DE COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL DE


TIEMPO

3.1. LOS SUSTANTIVOS CON PREPOSICIÓN

Como se ha visto, muchos de los adverbios señalados son introducidos en la función de


complemento circunstancial por ciertas preposiciones que no tienen más misión que la de
especificarlos semánticamente; de ahí que unos las admitan y otros las rechacen, o que unos
admitan unas y otros requieran otras, dependiendo de la compatibilidad léxica entre la
unidad adverbial y el verbo con que se relacionan. Dicho de otro modo: las preposiciones
que a veces incrementan a los adverbios son puros caracterizadores léxicos, pues en realidad
no las necesitan para funcionar como complemento circunstancial. En cambio, cualquier otro
sintagma o grupo nominal, para ocupar el hueco funcional de los adverbios, deberá
experimentar un cambio de categoría, es decir, una adverbialización.

3.1.1. Son los sustantivos (y las unidades sustantivadas) los que con más fuerza reclaman
preposición para funcionar como complementos circunstanciales, en cuyo caso, además de
funcionar como elementos adverbializadores, las preposiciones cumplen el papel de
semantizar a su término, aportandole matices varios; si bien no todas son adecuadas para
expresar tiempo: ante, bajo, con, contra y sin. son rechazadas tanto por los adverbios como
por cualquier otro sintagma nominal. El resto comparece con el complemento circunstancial
en los contextos que siguen.
24

La preposición a suele aludir al momento puntual en que se produce lo referido por la


oración, pero siempre que le siga un sustantivo identificado o actualizado por el artículo, y
sobre todo si se trata de un numeral:

Te recogerán a las cuatro


Traerán los libros a la tarde o al anochecer
A su llegada el presidente hablará con los periodistas
Al final se hicieron la foto
A un gesto del rey, acudieron varios cortesanos
A los cinco minutos salió de la sala
Al otro día se presentó con su amigo

Los sustantivos referidos a un determinado periodo del día suelen acompañarse de a, por
y de:

Lo vi por la tarde, por la mañana, por la noche


Ensayan por las mañanas
Por las noches suele leer
Los saludaré a la tarde o a la noche (de uso dialectal)
Salió de madrugada
Duerme de día
Estudiaba de noche

A veces el sustantivo es menos específico y se refiere a un espacio tamporal más amplio y


léxicamente impreciso, como sucede en los siguientes, encabezados por a, que no llevan más
actualización que la que les confiere el morfema de plural:

A principios, a mediados o a finales de junio tienen vacaciones

Otro tanto puede decirse del significado temporal expresado por en con sustantivos en
singular o en plural, con artículo o sin él; aunque en no pocos casos se requiere que éstos
estén cuantificados o que formen grupo, lo cual favorece que la expresión a veces tenga
valor durativo:

Vendrá en junio
En invierno hace frío
En ocasiones es mejor no hablar
En años [días, meses, semanas, etc.] no supimos nada de él
En cinco minutos escribió la carta
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Murió en la tarde de ayer


Fue feliz en su niñez
Superó su timidez en pocos días
En cuarenta años se acumularon fortunas
En todo aquel tiempo no conseguí conocerlas
En un momento conoceremos el resultado
Hizo lo que le pidieron en tres horas

Pero sentido durativo es el que expresa, si no en exclusividad sí más propiamente, la


preposición durante ante sustantivos que, no obstante, exigen estar actualizados de algún
modo (con el artículo, numerales. etc.):

Nos veremos durante la fiesta


Trataremos esa cuestión durante la reunión.
Durante esta semana no pude verlo
Los obreros guardaron silencio durante un rato
Pudimos hablar durante dos horas
Durante dos minutos se produjo una tensa calma

Si el sustantivo está cuantificado, precisa o imprecisamente, también llega a expresar


duración con la preposición por:

Estuve en la estación por dos horas


Te presto el libro por una semana
Se fue a Rusia por una temporada

Otra significación al alcance de las preposiciones es la de «aproximación», que


normalmente aportan por, hacia y sobre:

Las cigüeñas vienen por febrero


Eso sucedió sobre los años sesenta
Hacia el verano podremos vernos

Para, por su parte, suele tener sentido prospectivo respecto del tiempo expresado por el
verbo principal, pues siempre orienta el cumplimiento de la acción hacia una posterioridad:

Lo dejamos para el lunes


Para el próximo día tenemos bastante tarea
Te espero para las vacaciones
26

La reunión estaba prevista para el mes pasado

El origen temporal o punto de partida en que tiene lugar el proceso verbal es expresado
habitualmente por la preposición desde, mientras que para señalar el límite final se utiliza
hasta:

No lo hemos visto desde la semana pasada


Desde que lo supimos no sabemos qué hacer

Disponemos de los libros hasta el próximo curso


Hasta el día cuatro no podrán atenderlo

Desde y hasta representan, en realidad, el término «ex quo» y «ad quem»,


respectivamente; esto es, el punto de partida y de finalización de un lapso temporal cerrado;
entre ambos puede introducirse la conjunción copulativa y:

Disponemos de los libros desde hoy [y] hasta el próximo curso


Tenemos tiempo para hacerlo desde este momento [y] hasta el año próximo
Las reuniones duraban desde medianoche [y] hasta las cuatro o las cinco de la
madrugada

No obstante, en contextos negativos hasta no indica exactamente el final del proceso,


sino más bien su comienzo. En efecto, considerando la secuencia siguiente:

Hasta el próximo año no habrá elecciones

se puede apreciar cómo hasta marca “el final de la inexistencia de elecciones”, pero al
mismo tiempo “el periodo temporal en que comenzará el proceso electoral”.
En los usos americanos hasta interviene, con el mismo significado, en oraciones de
modalidad afirmativa; es decir, implica negación:

Hasta las tres iré [“Hasta las tres no iré”]


Siempre viene hasta la madrugada [“Nunca viene hasta la madrugada”]
Yo lo supe hasta hoy en la mañana [“Yo no lo supe hasta hoy en la mañana”]

La expresión de un determinado trecho temporal no es exclusiva de la correlación


preposicional desde... hasta, pues también son capaces de expresarlo las fórmulas de...a,
entre...y:

De ocho a nueve toca el violín


27

Descansamos de viernes a lunes


Los excursionistas llegarán entre las cuatro y las seis

Por otra parte, la preposición tras sirve para ubicar la acción verbal con posteroridad a
lo expresado por el sustantivo que constituye su término:

Tras la tempestad viene la calma


Tras su partida todo cambió en aquella casa

Los relativos cuando y mientras adquieren un valor cercano al de las preposiciones y


expresan el significado de duración cuando van ante sustantivos (para su combinación con
oraciones, véanse & 4.1. y 4.2.2., respectivamente), pero, al contrario de lo que ocurre con
la preposición durante, rechazan la presencia de cuantificadores:

El atentado ocurrió cuando nuestra visita a París (*Cuando dos horas...)


Cuando las elecciones el niño cumplía años
Mientras la guerra la gente pasaba hambre (*Mientras todas las guerras ...)
Todas las papeletas se repartieron mientras la cena

Cuando puede intervenir, además, en una estructura comparativa de igualdad como la


que presentan los ejemplos siguientes:

Llegué cuando tú [llegaste]


Se enteró cuando [se enteró] su hermano
Me licencié cuando [se licenció] María

posibilidad que comparte con donde y como: vive donde [vive] Carlos; hablan como
[hablan] los niños, etc.

3.2. LOS SUSTANTIVOS DE SIGNIFICACIÓN TEMPORAL

3.2.1. Ya se ha visto cómo los sustantivos (y también otras unidades sustantivadas, según
se verá) precisan de preposición para funcionar como complemento circunstancial. No
obstante, existe un grupo de ellos que, aunque no la rechaza, lo cierto es que no la exige. Se
trata en general de aquellos que, por denotar «tiempo cronológico», expresan una
temporalidad en cierto modo cuantificada, sea precisa o imprecisamente. Entre los que
manifiestan cuantificación precisa se encuentran: segundo, minuto, hora, día, noche,
mañana, tarde, semana, mes, mediodía, medianoche, atardecer, etc. En los de
28

cuantificación imprecisa se incluirían, entre otros: tiempo, temporada, momento, rato,


instante,vez, etc.
Efectivamente, los que nombran los días de la semana, el sustantivo víspera, y su
derivado antevíspera, pueden (en singular o en plural) funcionar sin preposición como
complemento circunstancial, aunque no de la misma forma que los adverbios, pues exigen
llevar artículo:

Juan marchó el lunes


Nos visitaron el martes
Se presentan los miércoles
Se reunían los jueves
Vendré el viernes
Los sábados no tengo tiempo
El domingo tienen fiesta
Ellos acudirán la víspera o la antevíspera

Como se puede ver, estos sustantivos no tienen plena autonomía, ya que no son posibles
secuencias como:*Juan llegó lunes, *nos visitó martes, *se presenta miércoles, etc.
Presente el artículo, sí admiten -como otros adverbios- incrementarse con ciertas
preposiciones que los caracterizan léxicamente con significados varios:

Llegará hacia el lunes


El rodaje comenzará sobre el martes
Para el domingo tenemos fiesta
Desde el martes no habrá clase

Una excepción a esto la constituye el español de América, que aún conoce la


construcción apositiva con el sustantivo día:

Mal hecho que trabajes día domingo


Yo iré el día martes
La audiencia de los días jueves es característica

El resto de los sustantivos temporales debe llevar preposición, y sólo puede prescindir de
ella a condición de formar grupo con otros sintagmas, que pueden ser adjetivos, calificativos
o determinativos (excepto los posesivos), pero también sustantivos o adverbios relacionados
con ellos a través de la preposición de:

(En) estos últimos días se ha publicado una noticia preocupante


Sólo estaremos un segundo
La esperaron en el aeropuerto dos horas
29

Tardaron algún tiempo en contestar


Estuvieron sin luz varios días
Lo supimos este martes
La semana pasada no hubo clase
Rara vez nos acordamos de ella
Los aviones bombardearon toda la noche

Lo decidieron el año de la crisis


Nos vimos la noche de autos
El año de la riada estábamos en Valencia
Siempre vienen la semana de Pascua
Se pasó la noche de ayer pendiente de su padre

A veces el sustantivo temporal forma grupo con ciertos cuantificadores que se le


anteponen, dando lugar a una construcción partitiva:

La mayor parte del tiempo estudia


Las más de las noches no duerme
La mayoría de las veces no asiste a la reunión
Estuve sin verlo cantidad de días
Nadó el doble de tiempo

pero el hecho de que el encabezador del grupo sea el cuantificador hace que la significación
predominante no sea la temporal sino la cuantitativa; más concretamente, la duración o
cantidad temporal (no tanto, o raramente, la ubicación en el tiempo).
Repárese en que las unidades que acompañan al sustantivo temporal son variables pero
imprescindibles para que el grupo siga funcionando como complemento circunstancial; lo
cual indica que la relación que mantienen entre ellos no es la subordinación sino la
solidaridad. Podría decirse que este tipo de relación es un mecanismo más de capacitación
para la función adverbial, semejante al de las preposiciones.

3.3. LAS LOCUCIONES Y EXPRESIONES ADVERBIALES

Muchos de los adverbios comentados proceden de ciertos sustantivos o adjetivos, que a


fuerza de combinarse con preposiciones se han configurado en una sola palabra. Pero no
faltan en el paradigma adverbial del español actual casos similares en que tal combinación
también se ha fijado, sólo que conservando su independencia gráfica; se trata de las llamadas
“locuciones adverbiales”, que adoptan formas varias.
Algunas están constituidas por ‘preposición + adjetivo’ inmovilizado morfológicamente o
sustantivado por el artículo neutro lo:
30

De pronto nos sorprendió a todos con un poema


Por último, nos ofreció una larga lista de títulos
Se pondrán a trabajar de inmediato
Esas reticencias vienen de antiguo
En breve saldremos de viaje
A diario va a la ciudad
En lo sucesivo tendremos que contar con ellos

Y otras se han estabilizado con una determinada preposición y un sustantivo de


significado temporal, bajo la forma de singular o plural, y con o sin artículo pero “fijado”:

A veces cumple los compromisos


Sólo puede leer a ratos
Estudia y trabaja al tiempo
Por el momento no tenemos noticias de él
Por momentos se me presentan varias dudas
De momento no podrán gastar demasiado
No se puede comer y cantar a la vez

La locución puede estar formada por un grupo trabado por solidaridad, de tal manera que
el segundo sustantivo, semánticamente temporal, es variable pero imprescindible:

En el transcurso de la semana [del mes, del año, etc.] tendremos noticias de él


Sabremos algo a lo largo del día
A partir de su nombramiento ejerció como director
Las elecciones se celebrarán en torno a mayo

Como también es imprescindible en algunos casos la presencia de un segmento oracional:


es lo que sucede en las denominadas “locuciones conjuntivas”, del estilo de: al paso que, a
la par que, a medida que, en tanto que, a nada que, etc. (véase cap. IV).
La adverbial es una clase abierta capaz de ampliarse de este modo, o también por la vía
de la solidaridad entre adverbios o sustantivos temporales, incrementados a veces por
adjetivos y casi siempre con preposiciones fijas; el resultado son construcciones como
éstas:

Vienen a vernos de cuando en cuando


De vez en cuando se presenta con un regalo
Eso sólo ocurre de siglo en siglo
Estas previsiones se cumplirán a medio [corto, largo] plazo
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El Estado sería cada vez más pobre


Pregunta por vosotros a cada momento
Él se divierte a todas horas
Los controlaban minuto a minuto
Nadie lo recuerda hoy [en] día
Está al llegar de un momento a otro
De tarde en tarde nos encontramos en el parque
Me llamaba una y otra vez
Por una vez pudo defenderse solo
De repente se echó a llorar

Algunas de estas frases adverbiales admiten gradación, así que de nuevo estamos ante
expresiones mitad temporales mitad cuantitativas:

Vienen a vernos muy de cuando en cuando


Muy de vez en cuando se presenta con un regalo
Eso sólo ocurrirá muy a largo plazo
Bastante de tarde en tarde nos encontramos en el parque

Las expresiones adverbiales, como se ve, constituyen estructuras intermedias entre la de


los sintagmas adaptados a la función de complemento circunstancial y la de los adverbios
propiamente dichos, por eso resulta difícil decidir cuándo se trata de una locución o cuándo
de un sustantivo ligado, con mayor o menor frecuencia, a una determinada preposición.
32

CAPÍTULO IV

LAS ORACIONES ADVERBIALES DE TIEMPO

Del mismo modo que los adverbios y otros sintagmas nominales, también las oraciones
tienen la posibilidad de integrarse en el enunciado oracional como segmentos en función de
complemento circunstancial, con el objeto de indicar el momento o el periodo temporal en
que se realiza lo expresado por el verbo nuclear de la oración (o verbo principal).
Los hechos referidos por esta clase de subordinadas pueden ocurrir en un tiempo
simultáneo, anterior o posterior al de la oración principal. También pueden expresar
simultaneidad reiterada o un determinado trecho temporal contemplado en sus límites, esto
es, en su origen, en su finalización o en ambos a la vez.

4.1. TEMPORALES QUE INDICAN «SIMULTANEIDAD»

Una de las unidades más identificadas con la significación temporal es cuando, que
normalmente ubica lo referido por su oración como vagamente paralelo a lo expresado por
la principal.
Se trata de un relativo que, como cualquier otro, puede referirse a un antecedente al que
especifica o explica del siguiente modo:

El momento cuando llegaron no era el más oportuno


Conviene esperar al día [año, mes, instante, etc.] cuando se celebren los
acontecimientos
Llegó entonces, cuando era oportuna su visita
33

No obstante, dado que el antecedente es siempre un adverbio (o unidad adverbializada)


de significado temporal, lo normal es que se prescinda de él y sea cuando el que se haga
cargo de tal significación, que se concreta en su relación con la oración principal. Cuando
acumula, además del significado léxico de tiempo, los valores gramaticales de la preposición,
del artículo y del que relativo, los cuales le permiten adverbializar directamente la oración y,
al mismo tiempo, funcionar dentro de ella como complemento circunstancial. (Con todo,
este relativo –al igual que como y donde– también puede dar lugar a una subordinada de
carácter sustantivo, como es el caso de esta oración atributiva ecuativa: cuando lleguen será
el momento apropiado para decírselo). En cualquier caso, la oración subordinada viene a
expresar una acción que se toma como referencia temporal.
En la relación de «temporalidad» intervienen no sólo el relativo y los contenidos
expresados sino también los tiempos verbales de ambas oraciones (el de la principal y la
subordinada): normalmente indica «simultaneidad» o «coincidencia puntual» cuando las
formas verbales pertenecen al modo indicativo, sean éstas presente o pasado, y se refieran a
hechos concluidos (aspecto perfectivo) o en continuidad (aspecto imperfectivo):

Cuando quiso trabajar no lo dejaron


Entró cuando tú saliste
Cuando me levanté vi a María llorando
Sale del trabajo cuando tú entras
Cuando no sabe qué hacer, juega al parchís
Cuando ha ido de viaje ha llamado a casa

(Nótese en los últimos ejemplos, con formas verbales en presente, la equivalencia de


cuando con siempre que: sale del trabajo siempre que tú entras; siempre que no sabe qué
hacer juega al parchís; siempre que ha ido de viaje ha llamado a casa).

Este adverbio relativo no tolera en la subordinada la presencia de las formas verbales


futuras, es decir, ni el futuro propiamente dicho ni el potencial; de manera que cuando la
acción de la oración principal está orientada al futuro se impone en la subordinada el
presente o el imperfecto de subjuntivo:

Te daré el libro cuando vengas (*Te daría el libro cuando vengas)


Llámame cuando quieras (*Cuando querrás llámame)
Lo haríacuando tuviera tiempo (*Lo haría cuando tendría tiempo)

4.2. TEMPORALES QUE INDICAN «DURACIÓN»


34

4.2.1. Las oraciones adverbializadas por según [que], conforme [que] y a medida que
(entre otras) caracterizan semánticamente a la oración que introducen con el sentido de
duración en coincidencia con la situación o acontecimiento designados por la principal; por
ello suele haber correspondencia entre el tiempo del verbo principal y el de la subordinada:

Los apresaban según [que] salían


Surgieron otros problemas conforme se incrementó el tráfico
Les entregaban el premio conforme [que] pasaban por el estrado
Recordaba su infancia a medida que el tren se alejaba
Ha habido nuevas escuelas a medida que ha aumentado el número de niños

La noción de progresión simultánea implícita en el transpositor hace que en muchos de


esos casos -no en todos- resulte más adecuada la perífrasis continuativa de gerundio como
núcleo verbal de la subordinada:

Los apresaban según [que] iban saliendo


Conforme [que] vayan creando puestos de trabajo, la situación mejorará
Pagan los trabajos conforme [que] los vamos terminando
A medida que fue cumpliendo años, ganó en sabiduría

Estas unidades introductorias son signos dependientes, dado que son incapaces de
subsistir por sí solas, es decir, al margen de la oración que introducen; en efecto, las
secuencias anteriormente señaladas no soportan la supresión de la oración temporal al
margen de su transpositor: *los apresaban según; *la situación mejorará conforme;
*recordó su infancia a medida; etc.
No se trata, por tanto, de unidades adverbiales sino que su función se reduce a capacitar
la oración para que pueda ejercer la función propia de los adverbios.
En fin, el mismo significado durativo comunican expresiones tan frecuentes en el habla
coloquial como de la que, y la variante hispanoamericana en lo que:

De la que vienes compra el periódico


En lo que me detengo se me escapa el muchacho.

4.2.2. También existe concordancia temporal entre los verbos de la oración principal y la
subordinada cuando ésta viene encabezada por al tiempo que, a la vez que, al par que y
mientras [tanto (que)], en tanto [que] -que también expresan simultaneidad durativa-, sólo
que estas unidades, al contrario que las anteriores, tienen autonomía para subsistir solas
como adverbios:

Trabaja al mismo tiempo [que estudia]


35

Gritarán al tiempo [que salten]


Se recogía el pelo a la vez [que bailaba]
Hice algunas cosas mientras [comiste]
Al par [que los mantendrían contentos], los viajes los entretendrían
Mientras [ellos hacen las maletas], nosotros saldremos de compras
Les leyeron las instrucciones en tanto [fueron pasando]

El modo verbal es decisivo para interpretar estas últimas oraciones como temporales,
pues con subjuntivo resultarían condicionales (no podréis leer en tanto veáis la televisión;
María les resolvería el problema en tanto que ellos hicieran la cena).Por lo que se refiere a
mientras que, se usa también como adversativo, para indicar divergencia, contraste de
acciones o cualidades: tu hermano trabaja sin parar, mientras que tú no haces nada.
La oración subordinada no lo es respecto del verbo principal sino del adverbio temporal
(con orientación anafórica); la oración simplemente lo complementa subordinándosele como
adyacente suyo.
Como puede observarse en los ejemplos, la correlación verbal que se establece entre
oración principal y subordinada es la esperable: las formas de la perspectiva de presente
(presente de indicativo - futuro - presente de subjuntivo) se reclaman entre sí; y lo propio
sucede con las del pasado (pretérito imperfecto y pretérito perfecto de indicativo - potencial
- imperfecto de subjuntivo).

4.2.3. Esta misma correlación temporal se observa en las introducidas por el afirmativo
siempre, sus correspondientes negativos nunca, jamás, y la expresión adverbial cada vez
[que], que expresan continuidad o reiteración de hechos puntuales. También en este caso se
trata de unidades autónomas (es decir, adverbios) a los que la subordinada complementa
como adyacente suyo (salvo jamás, que en esta construcción ha dado paso a nunca):

Te he atendido siempre [que me has consultado]


Siempre [que vengo] te encuentro cantando
Nunca [que lo he visto] me ha saludado
Se lo decía cada vez [que lo veía]
No lo volvería a ayudar nunca [que se lo pidiera]

Hay que advertir que el distributivo cada, continuando una tendencia abortada del
español antiguo, se utiliza desligado del sustantivo vez en la mayor parte de las regiones
hispanoamericanas:

Cada que llueve, me ataca el reumatismo


Cada que venía provocaba un pleito

4.3. LAS CONSTRUCCIONES HACE TIEMPO Y HACE TIEMPO QUE...


36

4.3.1. Una estructura especial dentro de las subordinadas temporales durativas la


constituye el verbo hacer en forma impersonal (3ª pers. del sing.) + un sustantivo
(cuantificado o no) de significación temporal, o bien un adverbio cuantificador:

La había visto hacía tiempo


La trato hace más de dos años
Lo leí hace muchos meses
Se lo entregaron hace cuatro días
Hace poco no teníamos ni idea

La peculiaridad de este tipo de oración es que no precisa de adverbializador alguno para


funcionar como complemento circunstancial, esto es, como adverbio. El verbo hacer y el
sustantivo (o el cuantificador, en su caso) constituyen una perífrasis léxica de significado
cuantitativo-temporal que se traduce en solidaridad formal, capaz por sí misma de
transponer el grupo a categoría adverbial.
Pero para ello la subordinada temporal debe ir detrás del verbo principal, en cuyo caso
hacer no funciona como verbo, dado que está impedido para recibir un complemento
directo, como muestra el hecho de que el sustantivo no admita ser sustituido por los
referentes propios de esta función (*la trato los hace). Sin embargo, sí puede tomar las
preposiciones desde y hasta:

La trato desde hace más de dos años


La atendí hasta hace unos meses

4.3.2. Si no es así, es decir, si se antepone, el verbo hacer se mantiene como núcleo de la


oración, dando paso a una construcción alternativa:

Hace más de dos años que no la trato


Hacía tiempo que la había visto
Hace muchos meses que lo leí
Haría cuatro días que se lo habían entregado
Hacía bastante tiempo que lo sabíamos
Hace varias horas que se fue de casa

y en tal situación recupera la posibilidad de llevar complemento directo: ¿más de dos años
hace ya que la tratas? —los hace ya; pero no admite preposición, pues no es posible algo
así como *desde hace más de dos años que la trato.
Parece ser que la oración de hacer es oración a costa de que la otra, gracias a la acción
transpositora del que conjunción, se convierta en segmento nominal capaz de expresar
«cantidad de tiempo transcurrido»; de manera que, otra vez, la significación temporal se
encuentra solapada bajo la cuantitativa: de hecho, la construcción es interrogada por cuánto
(y no por cuándo): ¿cuánto hace que no la tratas? —más de dos años.
37

En la primera estructura, la expresión temporal tiene libertad total para anteponerse o


posponerse al verbo principal (leí una novela hace semanas ~ hace semanas leí una
novela). En esta otra, en cambio, la oración transpuesta no suele adelantarse a la principal,
aunque sí puede hacerlo su referente (pronominal o adverbial) acompañado de las
preposiciones de o desde:

Hacía varios días que no la veía —> De eso hacía varios días
Hace tres años que no sabemos nada de él —> Desde entonces no sabemos nada de él

Sólo en los casos de enfatización o tematización resulta normal su anteposición, como


por ejemplo en

Que no lo veo, hace por lo menos dos años

En cualquiera de las dos construcciones, la subordinada funciona como adverbio que


señala duración o delimita el periodo temporal en que tiene lugar lo referido por la oración
principal.
El español americano dispone de otras variantes de esta construcción: a) con el verbo
hacer no ya no como impersonal sino en concordancia con el sustantivo temporal; b) la
expresión con hacer coexistiendo con la más antigua de haber; c) con el verbo haber
repetido; d) con el verbo ir + para + el sustantivo cuantificado; e) sin verbo alguno, es decir,
con el adverbio ahora + un sustantivo o cuantificador; y f) con el sustantivo temporal
precedido de las preposiciones a o de. Algunos ejemplos:

a) Hacen algunos días que no lo siento (coloquial, vulgar)

b) Hace un año a que nos encontramos

c) Ha tres meses ha que no lo veo

d) Va(n) para dos años que no viene

e) Ahora tiempo quiso hacer un molino [= hace tiempo (que) quiso hacer un molino]
Ahora poco la robaron [= hace poco (que) la robaron]

f) Te veo de mucho tiempo [= te veo después de mucho tiempo ~˙no te veo desde hace
mucho tiempo ~ hace mucho tiempo que no te veo]
A los tiempos que no te veo [= después de cuánto tiempo que no te veo ~ cuánto tiempo
hace que no te veo].
38

4.4. CONSTRUCCIONES QUE EXPRESAN «DELIMITACIÓN DEL PERIODO TEMPORAL»

El periodo temporal en que se produce lo referido por la principal puede también


delimitarse, señalando su origen y su finalización. La correlación modal-temporal entre los
dos segmentos temporales sigue siendo la misma.
Ya se han descrito las construcciones en que tales significados son expresados por
adverbios (cap. I & 2.4.2.) y sustantivos (cap. III. & 3.1.1.); se han reservado para este
epígrafe aquellas en que la construcción acoge una oración sustantivada por la conjunción
que y al mismo tiempo adverbializada -como cualquier otro sustantivo- con una preposición
que necesariamente ha de ser entre, desde o hasta:

Pasaron tres horas entre que fue y vino


No hemos vuelto al parque desde que lo arreglaron
No podré verte hasta que acabe el curso

De estas tres preposiciones, entre marca el trecho temporal en que tiene lugar el proceso
indicado por los verbos subordinados, mientras que desde sólo alude al inicio u origen.
Hasta, por su parte, señala el límite final para que comience a cumplirse lo señalado por la
oración principal, por eso interviene en oraciones negadas; la negación puede, incluso,
extenderse a la subordinada:

Hasta que no me avisen no acudiré


No tendrán paz hasta que no cumplan lo prometido

Es asimismo en oraciones negativas donde hasta puede incrementarse con el


cuantificador tanto:

No aparezcas por aquí hasta tanto no te lo ordenen


Guardaremos el secreto hasta tanto que él no se muera

Pero, dejando a un lado esta última construcción, lo normal es que la oración


adverbializada por hasta únicamente admita ser sustantivada previamente por la conjunción
que, pues cuando lo es con el si completivo ni es preposición ni funciona como transpositor.
En oraciones como nos preguntó hasta si sabíamos bailar o de ella me interesa hasta si
tiene perro, funciona como elemento intensivo que no estorba en absoluto la función de la
oración completiva (nos lo preguntó; de ella me interesa todo).
Con todo, la delimitación del periodo temporal es más evidente cuando hasta entra en
correlación con desde, ambas aplicadas ahora a oraciones sustantivadas por que, según la
fórmula desde que...hasta que...:

Estudia desde que amanece hasta que se pone el sol


Tuvo problemas desde que nació hasta que cumplió los cuatro años
39

Desde que lo admitan hasta que se matricule pasarán quince días

Ese lapso de tiempo, como ya se ha visto, puede reducirse a señalar sólo el comienzo o
sólo el final del proceso verbal del siguiente modo:

Estudia desde que amanece / Estudia hasta que se pone el sol


Tuvo problemas desde que nació / Tuvo problemas hasta que cumplió los cuatro años
Pasarán quince días desde que lo admitan / Pasarán quince días hasta que se matricule

lo cual pone de manifiesto que cada una de las oraciones adverbializadas actúa por
separado. Incluso puede (aunque raramente) intercambiarse el orden sin más consecuencias
que el establecimiento de una pausa que marque adecuadamente los dos extremos del
periodo temporal:

Estudia hasta que se pone el sol, desde que amanece


Tuvo problemas hasta que cumplió los cuatro años, desde que nació
Pasarán quince días hasta que se matricule, desde que lo admitan.

4.5. TEMPORALES QUE INDICAN «ANTERIORIDAD» O «POSTERIORIDAD»

Desde la función de complemento circunstancial la oración subordinada también puede


situar lo expresado por la oración principal en un momento «anterior» o «posterior».

4.5.1.El adverbio antes (y en menor medidaprimero), especificado por un sintagma


nominal u oracional (cap. II, & 2.3.5.), sitúa la acción del verbo principal como anterior a la
manifestada por el subordinado que, por lo tanto, será posterior; en realidad, es esta
correlación «anterior-posterior» la que fundamenta la estructura comparativa.
La oración subordinada a ellos puede ser una relativa introducida por que o una
sustantiva adjetivada por la preposición de, pero en cualquier caso el modo exigido es el
subjuntivo, según las conocidas reglas de la correlación temporal: cuando el verbo principal
está en pasado, el de la subordinada ha de estarlo también; y si está en presente, las formas
requeridas son las del presente del subjuntivo:

Lo ayudarán antes [de] que sea tarde


Cantó la canción antes [de] que le hubieran colocado la partitura
Lo avisarían antes [de] que llegaran
40

4.5.2. La correlación inversa -«posterior-anterior»- es la que se da entre lo señalado por


la oración principal y la subordinada con los adverbios comparativos después y luego en la
misma estructura que los anteriores, sólo que éstos no imponen restricciones modales, pues
admiten tanto el subjuntivo como el indicativo, respetando, eso sí, la concordancia temporal:

Después que hace el trabajo se acuesta


Te contestaré después de que estudie bien la respuesta
Después que ya ha pasado lo peor no tendrá problemas para aceptar tu propuesta
La población se tranquilizaría después de que pasara el huracán
Saldremos luego que hayamos terminado
Luego que llegó habló por teléfono con él

Señalen anterioridad o posterioridad, de nuevo estamos ante estructuras adverbiales,


dado que adverbial es su elemento nuclear, pero la oración en sí misma no lo es, pues no se
subordina directamente al verbo sino que funciona como término adyacente (o como
complemento determinativo, con de) de un sintagma nominal al que especifica y al que, en
definitiva, se puede reducir:

Lo ayudarán antes
Debe arreglar la situación primero
Se acuesta después
Luego habló por teléfono con él

4.5.3. Unos y otros pueden dar lugar a una estructura no idéntica, pero sí análoga, a la
comparativa, especialmente cuando la subordinada participa del mismo verbo que la
principal y se establece contraste entre ciertas unidades; pero en tal caso ya no admiten la
preposición de si finalmente no aparece el verbo subordinado:

Lo ayudarán antes que tú [lo ayudes] [*Lo ayudarán antes de que tú ]


Irá primero que nosotros [vayamos] [*Irá primero de que tú]
Se acuesta después que yo [me acuesto] [*Se acuesta después de que yo]

4.6. TEMPORALES DE «ANTERIORIDAD INMEDIATA»


41

Las anteriores construcciones con antes y primero expresan simple anterioridad, sin
matices sobre la mayor o menor cercanía al momento en que se producen los hechos
narrados por la oración principal. Pero el español dispone de elementos especializados para
expresar, con una oración, anterioridad inmediata. En este caso, la subordinada adverbial
entra en tres tipos de construcción, dependiendo del grado de autonomía de las unidades que
la introduzcan y de la libertad que tenga para permutarse respecto de la oración principal.

4.6.1. Un tipo de subordinación temporal es la que muestran las oraciones encabezadas


por los transpositores así [que], apenas [que], nada más [que], tan pronto como [que] y
no bien:

Así que bebió el vino se emborrachó


Ellos irían a la sede así que conocieran el resultado de la votación
Merienda apenas sale del colegio
Apenas lo supo emprendió el viaje
Llegó nada más marchaste tú
Nada más que le hablan se sobresalta
Tan pronto como me lo dijiste me di cuenta
Se fueron de vacaciones tan pronto que le concedieron el permiso
No bien comienza a bailar la gente rompe a aplaudir

algunos de los cuales establecen una correlación continuativa con cuando:: no bien ...
cuando; apenas ... cuando, etc.

No bien me había dicho esto, cuando cayó desmayada


Apenas salió el sol cuando partieron precipitadamente
Nada más abrió la ventana cuando se desató una fuerte tempestad

Estas unidades tienen la particularidad de poder funcionar como adverbios en otros


contextos, aunque con otro significado («modal», «cuantitativo», etc.) que nada tiene que
ver con el temporal: así bebió el vino; apenas sale; no tengo nada más; sólo comió; hizo el
trabajo, pero no bien.
Sin embargo con el significado de «anterioridad inmediata» carecen de autonomía, puesto
que no subsisten al margen de la oración subordinada; es su integración en ésta la que los
convierte en transpositores de sentido temporal, pero la temporalidad se esfuma en cuanto
pasan a funcionar como adverbios.
Idéntico significado aportan a su oración en cuanto [que] ysegún que (unidad esta última
oscilante entre preposición y adverbio), pero ninguna de ellas tiene autonomía para
prescindir de la oración que subordinan:

Nos escribió en cuanto llegó a su destino


42

En cuanto [que] lo sepas comunícamelo


Se quita los zapatos según llega a casa

A éstos hay que añadir las expresiones americanas en cuanto y...; a lo que, lo que; no
más [que]; al no más:

Me quiero marchar en cuanto y pueda [= me quiero marchar en cuanto pueda]


A lo que di la vuelta, me robaron [= según me di la vuelta se marcharon]
Lo que llovió se empaparon los campos [= nada más que llovió se empaparon los
campos]
No más que llegue, lo haré [= tan pronto llegue, lo haré]
Ya lo presentía yo al no más verte de nuevo [= ya lo presentía yo apenas te vi de nuevo]

4.6.2. Distinta de las anteriores es la construcción a que dan lugar las unidades al poco e
inmediatamente, puesto que tienen la posibilidad funcional de subsistir como temporales:

Al poco [que salieron] llegaste tú


Te reconoceré inmediatamente [que te vea]

en estas secuencias, por lo tanto, el verdadero complemento circunstancial es el adverbio, y


la oración que le sigue no es otra cosa que una relativa que le sirve de especificación.

4.6.3. Finalmente, la noción temporal de anterioridad inmediata también puede expresarse


mediante una “continuativa” con cuando, del tipo de las siguientes:

Ya había bajado por la escalera, cuando se presentaron sus padres


Apenas se había dormido, cuando de repente comenzó a sonar la alarma

Lo peculiar de esta construcción es que la oración subordinada expresa el hilo del relato,
mientras que la principal señala la circunstancia inmediatamente anterior a aquel
acontecimiento. Dicho de otro modo: en la “continuativa” el foco temático está en la
subordinada, limitándose la principal a indicar lo circunstancial; de ahí que no pueda
alterarse el orden entre ellas, frente a lo que ocurre en la “no-continuativa”, que es
libremente permutable:

Cuando se presentaron sus padres, ya había bajado por la escalera / Ya había bajado por
la escalera, cuando se presentaron sus padres

Cuando comenzó a sonar la alarma, apenas se había dormido / Apenas se había


dormido, cuando de repente comenzó a sonar la alarma.
43
44

CAPÍTULO V

CONSTRUCCIONES INCIDENTALES DE SENTIDO «TEMPORAL»

5.1. EL SENTIDO «TEMPORAL» COMO PREDICACIÓN SECUNDARIA

Hasta el momento se han descrito las unidades de significación temporal que, bien sea
como adverbios (signos autónomos) o bien capacitadas por ciertos elementos transpositores
(signos dependientes), se integran en la oración como elementos directamente subordinados
al verbo principal, con el fin de determinar el «tiempo» (en sus diversos matices) en que
tienen lugar las acciones por él señaladas.
Pero esta significación también puede ser expresada desde fuera del alcance de los
morfemas del verbo principal, es decir, bajo la forma de función incidental.
Las unidades en tal situación suelen presentarse entre pausas, iniciando, concluyendo o
insertándose en la oración, y no guardan relación directa con el núcleo verbal de la oración.
No son, sin embargo, autónomas sino subordinadas, puesto que no subsisten al margen del
grupo oracional en que se incluyen como incisos. Su misión consiste en expresar
lingüísticamente alguna de las «circunstancias» que pueda resultar relevante para que la
oración en su conjunto (y no sólo el verbo) adquiera pleno sentido en su relación con la
realidad extralingüística, es decir, con la situación, el contexto, el emisor, etc.
Esas significaciones circunstanciales -que surgen del contraste relacional entre el
segmento incidental y la oración principal- son diversas: causa, condición, concesión, modo,
etc. y todas ellas constituyen una predicación que, por expresarse en unidades que quedan
fuera del alcance de los morfemas verbales, se denomina “predicación secundaria” para
diferenciarla de la predicación primaria o principal que se realiza en el verbo de la oración.
45

La predicación incidental que aquí interesa en concreto es, lógicamente, la que consiste
en situar temporalmente los hechos narrados, sólo que tomando como punto de referencia
no el momento del acto de comunicación sino la predicación de la oración principal.
Existe predicación secundaria en las denominadas «construcciones absolutas» de
participio, y también en las de infinitivo y gerundio, cuando comparecen en la oración como
incisos. Pero, en realidad, cualquier sintagma, de cualquier categoría, es capaz de expresar
una predicación secundaria, siempre que se presente en función incidental.
Por limitarnos a las que, desde su contraste con la oración principal, manifiestan más
claramente el significado temporal (por encima de otros), se pueden aducir algunos adjetivos
adverbializados por las preposiciones de, desde y hasta:

De mayor, será una persona adorable


Desde bien pequeños, caminaban descalzos
Hasta viejo, no alcanzó la sensatez

así como otros que, encabezando el segmento incidental, llevan subordinado un sustantivo
que constituye su tema:

Sucio el mantel, tendremos que cambiarlo


Libres de trabas, los funcionarios trabajaron más contentos
Brillantes los candelabros, lucirán mejor

También algunos adverbios o sustantivos adverbializados -generalmente de significado


locativo- expresan tiempo gracias a ciertos adverbios «perfectivos» o «imperfectivos», los
cuales, curiosamente, están incapacitados para aparecer solos como incidentales:

Una vez aquí, nos dijeron que no podrían ayudarnos


Todavía en casa, supimos que ella se salvaría
Ya en la esquina, debes seguir por la derecha

5.2. LAS CONSTRUCCIONES DE INFINITIVO, GERUNDIO Y PARTICIPIO DE SENTIDO


«TEMPORAL»

Infinitivo, gerundio y participio son formas que participan tanto de las características del
verbo como de las que tienen los sintagmas nominales: como nombres, deben subordinarse a
un verbo en forma personal a la manera de los sustantivos, adverbios y adjetivos,
respectivamente, dado que carecen de los morfemas verbales de modo y de perspectiva
temporal, necesarios para constituir oración independiente. Tampoco comportan los
morfemas subjetivos de persona y número, por lo que no pueden establecer la relación
formal de sujeto. Como verbos, en cambio, pueden recibir complementos, salvo el participio,
46

que, dotado de los morfemas nominales de número y género, está impedido para llevar los
signos morfológicos de complemento directo, complemento indirecto y atributo (lo, los, la,
las, etc.). Si bien nada impide que su significado léxico -común al de las formas personales-
sea especificado por un sustantivo que represente a su sujeto lógico o argumental (o en el
caso del participio, a su objeto). Así que -al menos el infinitivo y el gerundio-, aunque no
forman oración, sí mantienen su condición originaria de verbos de forma semejante a los de
las oraciones subordinadas, ya que tienen capacidad para recibir adyacentes sin necesidad de
transpositor alguno.
Ya se ha señalado cómo estas formas carecen de morfemas temporales y, por tanto, son
incapaces de ubicar temporalmente lo referido por su propio lexema. Sin embargo sí pueden
expresar el tiempo en que se produce lo denotado por la oración en que se integran, debido
en parte a que encierran en sí mismas una cierta temporalidad potencial: el infinitivo
representaría al proceso temporal visto en su propio transcurso, y de ahí su valor progresivo
u orientado hacia su realización. Con el gerundio se alude a un punto del proceso en que una
parte del tiempo se ha consumido y otra se mantiene en potencia, y por eso tiene valor
durativo. El participio representaría la culminación del proceso en que el tiempo se ha
consumido completamente; su valor es, pues, el perfectivo. De todos modos, la
temporalidad de estas formas no deja de ser puramente léxica y tiene más que ver con el
aspecto (perfectivo o imperfectivo) que con la perspectiva temporal expresada
morfológicamente en las formas personales.
Es en construcción absoluta cuando los infinitivos, gerundios y participios consiguen
verdaderamente temporalizar lo predicado en la oración principal del siguiente modo.

5.2.1. EL PARTICIPIO

Las construcciones absolutas de participio constituyen la construcción incidental más


reconocida, por cuanto que se presentan en el enunciado como segmentos que, aislados
mediante pausa y sin más conexión gramatical con el resto oracional que su subordinación a
éste, conforman una predicación secundaria que viene a expresar las «circunstancias» en que
se produce la predicación primaria o principal.
En este tipo de estructura el participio funciona como núcleo verbal al que se subordina
un sustantivo (o pronombre) que representa al sujeto u objeto argumental; la relación formal
se manifiesta en la concordancia de género y número entre ambos.
Del contraste entre el grupo así constituido y la oración principal surgen significaciones
relacionales varias como las de causa o condición (comenzado el acto, los asistentes
entraban precipitadamente; disgustado Juan, no nos apetecerá salir, etc.), aunque la
significación que subyace en cualquier caso y, sin duda, la que predomina con mayor
frecuencia es la anterioridad temporal -debido quizás al carácter perfectivo del participio-.
Todo lo cual puede observarse en las secuencias siguientes:

Terminada la cena, los invitados se dispersaron


Elaborados los planes de estudio, serán aprobados por la comisión
Restaurados los monumentos, parecían otros
Muerta ella, la casa fue vendida inmediatamente
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Preparadas las cosas, emprenderemos el viaje

La subordinación del sustantivo respecto del participio queda de manifiesto por la


posibilidad de eludirlo en el contexto adecuado, es decir, cuando se omite por haber sido
mencionado previamente; la construcción no se altera por ello:

La cena fue a las nueve. Terminada, los invitados se dispersaron


Estos son los planes de estudio; elaborados, deberemos enviarlos para su aprobación
Los monumentos estaban deteriorados, así que, restaurados, parecían otros
La madre vivió muchos años allí, pero, muerta, la casa fue vendida inmediatamente
Traed las cosas, porque, preparadas, emprenderemos el viaje inmediatamente

Sí se altera levemente, en cambio, cuando el sustantivo no aparece junto al participio


porque se presente integrado funcionalmente en la oración principal o porque aparezca
reproducido en ella por algún signo léxico o morfológico, en cuyo caso más que “absoluta”,
la construcción sería “semi-absoluta”. Nótese cómo en algunas de las oraciones que siguen
tal sustantivo lo mismo puede integrarse en la cláusula que en la oración principal
indiferentemente:

Decididas las mujeres a manifestarse, emprendieron la marcha


Decididas a manifestarse, las mujeres emprendieron la marcha

Roto el cenicero, ya no sirvió para nada


Roto, el cenicero ya no sirvió para nada

Preparado el papel, lo enviaron a reciclar


Preparado, enviaron el papel a reciclar

Bien aconsejada su hija, la mandaron al extranjero


Bien aconsejada, mandaron a su hija al extranjero

Colocadas las mesas, comenzaron a distribuirlas


Colocadas, comenzaron a distribuir las mesas

En cualquier caso, todas ellas ven reforzada su significación de anterioridad con la


presencia de algunos de los adverbios o elementos transpositores que introducen a las
oraciones o infinitivos temporales correspondientes:

Después de terminada la cena, los invitados se marcharon


Una vez decididas, las mujeres emprendieron la marcha
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Apenas salido el sol, sadremos de viaje


Muerta ya su madre, los hijos se dispersaron
Nada más colocadas, comenzaron a distribuir las mesas

Cabe señalar, por último, que la construcción de participio no siempre es incidental sino
que también puede integrarse en la oración, pero a costa de que participio y sustantivo sean
solidarios; obsérvese el contraste en las siguientes parejas de ejemplos:

Se fueron terminado el concierto (*Se fueron terminado) / Terminado el concierto, se


fueron (Terminado, se fueron)
El autobús partió reunidos los excursionistas (*El autobús partió reunidos) / Reunidos
los excursionistas, partió el autobús (Reunidos, salió el autobús).

5.2.2. EL GERUNDIO

Las construcciones descritas no son exclusivas del participio, pues el gerundio -y, como
se verá, también el infinitivo- puede asimismo ser núcleo de una cláusula absoluta o semi-
absoluta, ya que tiene la posibilidad de expresar su propio sujeto en un sustantivo o
pronombre subordinado directamente a él, o integrado de algún modo en la oración principal
(bien sea expresado léxicamente o simplemente en la desinencia verbal):

Saliendo de casa, me encontré a Juan


Representando la función, el telón se vino abajo
Entrando su madre, ésta nos preguntó por las niñas
Rezando el “ángelus”, los niños comenzaron a reír
Teniendo problemas, no vivíamos bien

Como se puede ver en estos ejemplos, la semántica del gerundio (dado su valor durativo)
favorece que la temporalidad se concrete en simultaneidad o en duración respecto de lo
nombrado por el verbo (“en el momento en que salía de casa encontré a Juan”, “mientras
tuvimos problemas no vivíamos bien”). Pero no siempre es así, pues, dependiendo de las
significaciones implicadas, en ocasiones lo que predomina es la noción de anterioridad
inmediata, como sucede en la mayoría de los casos en que el gerundio admite ser
incrementado con la preposición en o cuando el verbo de la principal orienta su proceso
hacia el futuro:

(En) llegando Ud. a la plaza, gire a la derecha


Teniéndolo todo preparado, comenzaríamos la obra rápido
Enterándonos del asunto, podremos actuar
Entrando tú, todos se callan
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Es asimismo el significado de anterioridad el que manifiesta el gerundio del verbo haber


cuando, junto con el participio, da lugar a la forma compuesta:

Habiendo dicho esto, el orador se retira por el foro


Habiendo firmado el documento, se proclamó al presidente
Habiendo leído el libro, podrás comentarlo mejor

Por lo demás, si la construcción que acoge al gerundio se pospone a la oración principal


concluyendo el enunciado, le aporta a éste una información nueva a modo de comentario
final, en cuyo caso se presenta como “continuativo” y, en consecuencia, ya no expresa
simultaneidad ni anterioridad inmediata, sino que presenta la acción como posterior a la
previamente dada; es lo que ocurre en ejemplos como los que siguen (aunque no son
recomendables normativamente):

En ese momento finalizaron los rumores, guardando todos un absoluto silencio


El presidente pronunció su discurso, retirándose [a continuación] a descansar
El ministro anunció severas restricciones, provocando con ello la confusión

5.2.3. EL INFINITIVO

De todas las unidades que introducen un complemento circunstancial de tiempo, sólo


algunas admiten llevar infinitivo en lugar de oración, lo cual se debe a la naturaleza del
adverbio o de la unidad transpositora. No lo admiten los transpositores cuando, según,
conforme, a medida, en tanto, en cuanto; y los adverbios a la vez, de paso, entre tanto,
mientras, cada vez, siempre, nunca y jamás. En cambio, sí pueden llevar infinitivo los
siguientes adverbios:

Gritarán al [mismo] tiempo de saltar


Me comunicó la noticia nada más llegar
Los vi antes de comer
Se acuesta después de hacer el trabajo
Luego de preparar la maleta se tomó un descanso
Al poco de salir llegaron ellos
Enseguida de decirlo tú lo entendí

así como las preposiciones tras, hasta y la compuesta entre ... y:

Tras haberla visto el médico quedó ingresada


Estaré con ellos hasta iros vosotros
50

Entre ir y venir pasaron tres horas

Pero, como se puede observar, a la vez que contrastan temporalmente con el verbo
principal, admiten (aunque no imponen) un sujeto propio y exclusivo: o sea, forman una
construcción similar a las del participio y gerundio, pues también el infinitivo es capaz de
actuar como núcleo verbal respecto de un sustantivo o pronombre que, sin capacitador
alguno, se le subordina para especificar a su sujeto real.
No obstante, el grupo resulta más claramente incidental cuando el infinitivo viene
precedido de la forma contracta de a + artículo (al), en cuya situación el contraste de la
cláusula con la predicación oracional hace emerger la significación de anterioridad
inmediata:

Al llegar yo, María se asustó


Al partir la naranja, me saltó el jugo

En algunas zonas americanas interponen entre la preposición y el infinitivo el adverbio no


más, como elemento reforzador del significado temporal:

Al no más llegar, lo vi sentado en la puerta


Al no más rayar el día, decidió abandonar el hogar

Por lo demás, existen las mismas posibilidades que para el participio y el gerundio de
formar cláusula absoluta o semi-absoluta, según que ésta acoja unidades completamente
aisladas de la oración principal o que se encuentren en ésta representadas de algún modo:

Al localizar el gato al ratón, se oyó un ruido estruendoso (absoluta)


Al localizar al ratón, el gato corrió tras él (semi-absoluta)

5.3. Aunque en este capítulo nos hemos limitado a consignar las construcciones absolutas
en que la significación predominante es la temporal, conviene destacar el hecho de que
infinitivo, gerundio y participio contribuyen también, en idénticas condiciones contextuales,
a la expresión de otros matices circunstanciales. Así ocurre en los ejemplos siguientes, en
que las nociones que sobresalen en la construcción de participio o de gerundio son la causal,
la condicional y la concesiva, respectivamente:

Deshilachada la túnica, no sirve para ir bien vestida


Estudiando con ganas, la física no te hubiera resultado tan pesada
Si tienes coraje, teniendo tú bien poco, podrás salir adelante
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Una situación ligeramente distinta presentan las cláusulas de infinitivo, pues si bien son
capaces de expresar las mismas significaciones que el participio y el gerundio, necesitan
relacionarse con la oración mediante una preposición específica: a + artículo para la
temporal y causal, por para la causal, de, con y a (en expresiones exclamativas) para la
condicional y sin para la modal. Algunos ejemplos:

Al no llamarme por teléfono, me preocupé


Por haber hablado tú, hemos de sufrir las consecuencias
De tener dinero, sus padres viajarían el doble
Con haberlo sabido vosotros antes, hubiéramos tenido más tiempo de pensarlo
¡A tener menos años, ya os enseñaría yo lo que es bailar!
Sin decir una palabra, María recogió sus cosas y huyó de casa
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EJERCICIOS

I. Teniendo en cuenta el modo y el tiempo verbal, añada a las siguientes oraciones


los adverbios temporales ayer, hoy o mañana según corresponda:

1. .......... vimos una película de terror


2. .......... no hemos tenido tiempo para atenderla debidamente
3. .......... ordenarán las fichas
4. El concierto anunciado no se celebrará hasta ..........
5. .......... no conocíamos la noticia

II. Complete adecuadamente las oraciones con los adverbios siempre o nunca:

1. .......... tienen problemas allí donde van


2. Por estas fechas .......... hemos recibido algún regalo
3. .......... le cuentan nada
4. Cuando está ocupado no nos escucha ..........
5. .......... se ha prestado a ayudarme

III. Introduzca los adverbios ya o todavía [aún] según corresponda:

1. ........... nos devolvieron los libros


2. Cuando llegaron al hospital, él .......... había fallecido
3. No quiere acostarse, pues su hijo .......... no ha llegado
4. .......... no ha vuelto a casa
5. .......... podemos salir nosotros, puesto que ella no quiere hacerlo
6. Suponía que .......... no lo habrían trasladado
7. Finalmente, .......... he podido verla
8. Así vestido, lo veíamos .......... más interesante
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9. Limpias, las paredes .......... parecían otra cosa


10. Con ese peinado .......... estás mejor

IV. Complete los siguientes adverbios con oraciones relativas especificativas allí
donde sea posible:

1. Todavía (haber llegado) .......... no he podido visitarla


2. Ahora (estar aquí) .......... hablemos de este asunto
3. Ellos salieron del trabajo temprano (nosotros) ..........
4. Mañana (reunirse) .......... aprovecharán para verse
5. Haremos públicas las calificaciones pronto (tenerlas) ..........
6. Ayer (intervenir) .......... tuvo oportunidad de decirlo
7. Hicieron el libro rápidamente (poder) ..........
8. Luego (escucharlos) .......... deberían devolverme los discos
9. Ya (verse) .......... tendréis ocasión de discutirlo
10.Aún (tener la oportunidad) .......... no sabríamos qué hacer

V. Incremente el adverbio con una preposición cuando sea posible:

1. No tratarían esta cuestión .......... mientras no llegaran sus hermanos


2. Tengo reservado un dinero .......... luego que me retire
3. .......... mañana no se resolverá nada
4. .......... ayer .......... pasado mañana no tendrán clase
5. .......... ahora están trabajando bien
6. No se ha examinado .......... todavía
7. .......... entonces ya no habrá remedio
8. .......... ayer .......... hoy han ocurrido muchas cosas
9. .......... entonces no había podido estudiar
10. Estudia .......... muy temprano

VI. Sustituya los complementos circunstanciales por los adverbios que


correspondan (conservando la preposición, en su caso):

1. En este momento me iba a la estación


2. No me gusta dejar esto para el domingo
3. Espero que llegues a tiempo
4. No me esperes: llegaré a las cinco de la madrugada
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5. En ningún momento está pendiente de nosotros


6. El próximo curso ya habrás superado todo
7. Su madre no ha ido al cine ni una sola vez
8. Espera un momento; en un segundo te atiendo
9. María trabaja día a día
10.Desde el atentado no suelen salir solos

VII. Añada a los adverbios siguientes sustantivos que especifiquen su significación


temporal:

1. Nosotros habíamos conocido a su padre .......... antes


2. Cambió de parecer .......... después
3. Celebraron la reunión .......... más tarde
4. Entraron en clase .......... luego que nosotros
5. Pudieron verse .......... más temprano de lo previsto

VIII. Agregue a las expresiones temporales algún cuantificador preciso o impreciso:

1. ......... meses después tuvimos noticias suyas


2. Llegaron a casa ......... más temprano que tú
3. ......... días antes de incorporarse al trabajo tenía todo preparado
4. Lo admitieron como administrativo ......... más tarde
5. Los habíamos visto ......... horas antes.

IX. Complete las oraciones siguientes con alguna locución o frase temporal:

1. .......... la ropa esté planchada, colóquela en los armarios


2. Sólo ..........vienen y me traen un ramo de rosas
3. ¡A ver si acabamos .......... con ese maldito asunto!
4. .......... salían, les daban un disgusto
5. Este niño se está volviendo .......... impertinente.
6. Juan .......... pregunta por ti
7. .......... nos encontramos tranquilos
8. El abuelo está lúcido ..........
9. Están al caer ..........
10. Si quieres llegar .........., tienes que salir ya.
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11. No te ayudo más: .......... te defenderás sola


12. El enfermo está mejorando ..........
13. Está diciéndome .......... lo listo que es
14. No hacen nada .......... del día
15. .......... de la semana tendremos que realizar el trabajo.

X. Resuelva las subordinadas adverbiales de las frases siguientes con un infinitivo o


una oración, o con ambos, según convenga:

1. Tras .......... (salir) de la cárcel, abandonó el país


2. Pase a la sala después .......... (ellos, facturar) el equipaje
3. Está enfermo desde .......... (nacer)
4. Vivió con dificultades hasta .......... (conseguir) su último trabajo
5. No sale nunca antes.......... (preparar) la comida
6. Entre .......... (ella, pensarlo) y .......... (hacerlo) pasarán tres horas
7. A medida .......... (crecer), los niños se forman como personas
8. Los estudiantes podrán colocarse en cuanto .......... (licenciarse)

XI. Sustituya los infinitivos, gerundios y participios por oraciones temporales que
indiquen «anterioridad», «duración» o posterioridad»:

1. Al llegar, siempre me llama por teléfono


2. Limpiando el techo, se cayó de bruces
3. Entregaron las invitaciones, marchándose inmediatamente
4. Elegidas las representantes, dará comienzo el debate
5. Pasado su cumpleaños, le regalarían la bicicleta
6. Viniendo para casa, me asaltaron unos ladrones
7. Al llegar los reyes, comenzará la ceremonia
8. Viéndolo, recordaba su infancia.
9. Al ir al cine, podría adquirir el vídeo
10.Preparando la merienda, normalmente escucho música.

XII. Transforme las construcciones de participio en una oración subordinada con


cuando y ponga el verbo de la principal en el «tiempo» correspondiente:

1. Acabada la conferencia, la gente se marchó


2. Descolgados los cuadros, pintarán las paredes
3. Desinfectada la herida, la enfermera habrá de poner la venda
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4. Hechos los deberes, los niños normalmente juegan


5. Anotada nuestra dirección, la secretaria recogería los impresos

XIII. El verbo hacer interviene en dos tipos de construcción temporal. Transforme


(si ello es posible) cada una de las siguientes en la alternativa correspondiente (por ej.:
hablamos de ello hace tiempo —> hace tiempo que hablamos de ello) :

1. Hace dos horas que se acostó


2. No me sentía tan contenta desde hace años
3. No supe de ella hasta hace poco tiempo
4. No hacía ni dos días que había estado con él
5. Hizo ahora dos años que estuvo en Cuba

XIV. Intente reducir las subordinadas temporales a la unidad que las introduce:

1. Nos contó lo sucedido mientras comíamos


2. Cuando entraba en casa recogía el periódico
3. Siempre que tiene tiempo se presta a ayudarnos
4. Me iba convenciendo conforme hablaba
5. En cuanto se enteró de lo que pasaba nos lo comunicó.
6. Trabaja a la vez que estudia
7. Al poco de terminar sus estudios encontró trabajo
8. Según llegaba a casa abría el correo
9. Procuraron ponerlo en antecedentes antes de que lo supiera
10. De la que sales intenta hablar con ella.

XV. A partir de las unidades adverbiales cree oraciones subordinadas temporales:

1. Nos harían el traje a medida (disponer de la tela) ..........


2. Apenas (llegar a casa) .......... se sentaba a descansar
3. Sólo (encontrarla) .......... se ruborizaba
4. Se puso a trabajar tan pronto (poder)..........
5. Así (resolver su situación) .......... se acabaron sus problemas
6. Estudiaba a la vez (comer) ..........
7. Recogen las invitaciones conforme (dárselas)..........
8. De paso (leer) .......... subrayaba el libro
9. No podrás leer en tanto (ver la televisión) ..........
10.Nunca (preguntarle) .......... le ha contestado
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XVI. Convierta en aceptables las expresiones temporales que siguen:

1. Tendremos todo preparado domingo


2. Tenían previsto verse noche
3. Semana iremos de vacaciones
4. No han hecho nada año
5. Vez tendrían que avisarnos a tiempo
6. Lo supimos el día
7. La tarde no había ocurrido nada
8. Lo contratarán la temporada
9. Llegaron aquí el mes
10.Permaneció con nosotros momento

XVII. A partir de las expresiones locativas siguientes construya complementos


temporales:

1. Se encontrarían a lo largo del camino


2. Celebraron la reunión en torno al museo
3. De aquí a Zaragoza pasarán seis horas
4. A partir de Benavente el viaje a Madrid se hace más corto
5. Kilómetros atrás el coche funcionaba mejor
6. Les permitirán actuar dentro de la catedral
7. Hemos vivido mal cerca de la fábrica
8. Permanecerán acampados más allá del río
9.Unos metros más adelante encontraréis trabajo
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SOLUCIONES A LOS EJERCICIOS 1

I 1. Ayer [hoy] vimos una película de terror. 2. Hoy no hemos tenido tiempo para
atenderla debidamente. 3. Mañana [hoy] ordenarán las fichas. 4. El concierto anunciado no
se celebrará hasta mañana. 5 Ayer no conocíamos la noticia.

II. 1.Siempre [nunca] tienen problemas allí donde van. 2. Por estas fechas siempre hemos
recibido algún regalo. 3. Nunca le cuentan nada. 4. Cuando está ocupado no nos escucha
nunca. 5. Siempre [nunca] se ha prestado a ayudarme.

III. 1. Ya nos devolvieron los libros. 2. Cuando llegaron al hospital, él ya había fallecido.
3. No quiere acostarse, pues su hijo aún [todavía] no ha llegado. 4. Todavía [aún] no ha
vuelto a casa. 5. Ya podemos salir nosotros, puesto que ella no quiere hacerlo. 6. Suponía
que aún [todavía] no lo habrían trasladado.7. Finalmente, ya he podido verla. 8. Así
vestido, lo veíamos aún [todavía] más interesante. 9. Limpias, las paredes ya parecían otra
cosa. 10. Con ese peinado ya [aún, todavía] estás mejor.

IV. 1. Todavía [*] no he podido visitarla. 2. Ahora que estamos aquí hablemos de este
asunto. 3. Ellos salieron del trabajo temprano [*]. 4. Mañana cuando se reúnan
aprovecharán para verse. 5. Haremos públicas las calificaciones pronto [*]. 6. Ayer cuando
intervino tuvo oportunidad de decirlo. 7. Hicieron el libro rápidamente [*]. 8. Luego que
los escucharan deberían devolverme los discos. 9. Ya [*] tendréis ocasión de discutirlo. 10.
Aún [*] no sabríamos qué hacer.

V. 1. No tratarían esta cuestión [*] mientras no llegaran sus hermanos. 2. Tengo


reservado un dinero para luego que me retire. 3. Hasta mañana no se resolverá nada. 4.
Desde ayer hasta pasado mañana no tendrán clase. 5. Por ahora están trabajando bien. 6.
No se ha examinado [*] todavía. 7. Para entonces ya no habrá remedio. 8. De ayer a hoy
han ocurrido muchas cosas. 9. Hasta entonces no había podido estudiar. 10. Estudia desde
muy temprano.

1 Con el signo [*] se señala que la solución no es posible.


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VI. 1. Ahora me iba a la estación. 2. No me gusta dejar esto para entonces. 3. Espero que
llegues pronto. 4. No me esperes: llegaré tarde. 5. Nunca está pendiente de nosotros. 6.
entonces ya habrás superado todo. 7. Su madre no ha ido al cine jamás [nunca]. 8. Espera
un momento; enseguida [ahora] te atiendo. 9. María trabaja continuamente [siempre]. 10.
Desde entonces no suelen salir solos.

VII. 1. Nosotros habíamos conocido a su padre años [días...] antes. 2. Cambió de


parecer tiempo [meses...] después. 3. Celebraron la reunión días [semanas...] más tarde. 4.
Entraron en clase segundos [minutos...] luego que nosotros. 5. Pudieron verse horas
[minutos] más temprano de lo previsto.

VIII. 1. Varios [algunos...] meses después tuvimos noticias suyas. 2. Llegaron a casa
algo [mucho...] más temprano que tú. 3. Dos [unos...] días antes de incorporarse al trabajo
tenía todo preparado. 4. Lo admitieron como administrativo poco [bastante...] más tarde. 5.
Los habíamos visto unas [varias...] horas antes.

IX. 1. Una vez que [en cuanto...] la ropa esté planchada, colóquela en los armarios. 2.
Sólo alguna vez [alguna que otra vez...] vienen y me traen un ramo de rosas. 3. ¡A ver si
acabamos de una vez con ese maldito asunto!. 4. Cada vez que salían, les daban un disgusto.
5. Este niño se está volviendo cada día más impertinente. 6. Juan a menudo [a ratos...]
pregunta por ti. 7. Por el [un] momento [una vez...] nos encontramos tranquilos. 8. El
abuelo está lúcido por momentos [de vez en cuando...]. 9. Están al caer de un momento a
otro [en cualquier momento...]. 10. Si quieres llegar con [a] tiempo, tienes que salir ya. 11.
No te ayudo más: en adelante [en lo sucesivo...] te defenderás sola. 12. El enfermo está
mejorando de día en día [de hora en hora...]. 13. Está diciéndome a todas horas [a cada
momento...] lo listo que es. 14. No hacen nada a lo largo [en el transcurso...] del día. 15.
En el transcurso [a lo largo] de la semana tendremos que realizar el trabajo.

X. 1. Tras salir de la cárcel, abandonó el país. 2. Pase a la sala después de que ellos
facturen el equipaje. 3. Está enfermo desde que nació. 4 Vivió con dificultades hasta
conseguir [que consiguió] su último trabajo. 5. No sale nunca antes de preparar la comida.
6. Entre pensarlo [que lo piense] y hacerlo [que lo haga] pasarán tres horas. 7. A medida
que crecen, los niños se forman como personas. 8. Los estudiantes podrán colocarse en
cuanto se licencien.

XI. 1. Cuando llega [en cuanto llega, nada más llegar] siempre me llama por teléfono.
2. Mientras limpiaba [cuando limpiaba] el techo, se cayó de bruces. 3. Entregaron las
invitaciones, e inmediatamente se marcharon. 4. Una vez que [en cuanto, nada más que]
elijan a las representantes, dará comienzo el debate. 5.. En cuanto pasara [cuando pasara,
nada más pasar…] su cumpleaños, le regalarían la bicicleta. 6. Mientras venía [conforme
venía, cuando venía, al paso que venía...] me asaltaron unos ladrones. 7. Después que
lleguen [luego que lleguen, nada más llegar...] los reyes, comenzará la ceremonia. 8.
Conforme lo veía [mientras lo veía...] recordaba su infancia. 9. De paso que iba al cine,
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podría adquirir el vídeo. 10. Entre tanto que [mientras...] preparo la merienda,
normalmente escucho música.

XII. 1. Cuando acabó [hubo acabado] la conferencia, la gente se marchó. 2. Cuando


descuelguen los cuadros pintarán las paredes. 3.Cuando haya desinfectado [desinfecte] la
herida, la enfermera habrá de poner la venda. 4. Cuando acaban los deberes, los niños
normalmente juegan. 5. Cuando anotara [hubiera anotado] nuestra dirección, la secretaria
recogería los impresos.

XIII. 1. Se acostó hace dos horas. 2. [*]. 3. [*] 4. Había estado con él no hacía ni dos
días. 5. Estuvo en Cuba ahora hace dos años.

XIV. 1. Nos contó lo sucedido mientras. 2. [*]. 3. Siempre se presta a ayudarnos. 4. [*].
5. [*]. 6. Trabaja a la vez. 7. Al poco encontró trabajo. 8. [*]. 9. Procuraron ponerlo en
antecedentes antes. 10. [*].

XV. 1. Nos harían el traje a medida que [dispusieran de la tela] 2. Apenas llegue a
casa, se sentará a descansar. 3. Sólo que la encontraba, se ruborizaba. 4. Se puso a trabajar
tan pronto [como] pudo. 5. Así que resolvió su situación, se acabaron sus problemas. 6.
Estudiaba a la vez que comía. 7. Recogen las invitaciones conforme se las van dando. 8.
De paso que leía subrayaba el libro. 9. No podrás leer en tanto que ves la televisión. 10.
Nunca que le ha preguntado, le ha contestado.

XVI. 1. Tendremos todo preparado para el domingo [este domingo, próximo domingo,
el domingo que viene...]. 2. Tenían previsto verse por la noche [esa noche, aquella noche,
la noche siguiente...]. 3. Esta semana [la semana que viene...] iremos de vacaciones. 4. No
han hecho nada durante el año [este año...]. 5. Otra vez [para otra vez, alguna vez...]
tendrían que avisarnos a tiempo. 6. Lo supimos el día anterior [que ocurrió...]. 7. Esa tarde
[la tarde en que hablé con él...] no había ocurrido nada. 8. Lo contratarán la temporada
próxima [esta temporada, la temporada que viene...]. 9. Llegaron aquí el mes previsto [de
noviembre...]. 10. Permaneció con nosotros un momento.

XVII. 1. Se encontrarían a lo largo del verano [del mes, del día...] 2. Celebrarán la
reunión en torno al mes de diciembre [a las tres, el día quince...] 3. De aquí a entonces [a
las cuatro, a mediodía...] pasarán seis horas. 4. A partir de las doce [ahora, la
madrugada...] el viaje a Madrid se hace más corto. 5. Días atrás [meses atrás...] el coche
funcionaba mejor. 6. Les permitirán actuar dentro de un rato [dos meses, un momento...] 7.
Hemos vivido mal cerca de una década [seis años...]. 8. Permanecerán acampados más
allá de tres horas [dos semanas...]. 9. Unos años [días...] más adelante encontraréis
trabajo.
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BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

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