Sei sulla pagina 1di 3

DISCURSO LICENCIATURA IV MEDIO

Por Francisca Gómez

Muy buenas noches a todos, una noche especial; el punto culmine de una larguísima etapa. Estar
aquí es el esfuerzo y la resiliencia durante años de desarrollo de nuestras propias vidas, somos
adolescentes listos para partir y conocer el mundo fuera de cualquier burbuja.

Dicen que las casualidades no existen, que las personas se cruzan en nuestros caminos por alguna
misteriosa y necesaria razón, y creo que nosotros, este hermoso curso es de las casualidades más
bellas que nos pudo haber pasado, cada uno significa mucho para el otro, somos esenciales y
juntos nos complementamos, aprendemos de nuestros compañeros pese a todas las diferencias,
que nos han puesto en más de alguna adversidad en este larga etapa pero el perdón de los
errores que cometimos nos liberó de un peso para el alma.

Si volvemos atrás, el tiempo parecía eterno, momentos como este estaban tan lejos, y hoy nos
damos cuenta de lo engañador y fugaz que todo fue pero no solo para nosotros, nuestras familias
nos han acompañado mostrando un apoyo incondicional y son los responsables de nuestro
encuentro en este lindo colegio que nos ha acogido, valorado y querido como uno más, no del
simple montón. Infinitas gracias a todos quienes han hecho esto posible, la formación de la
generación 2016.

Hay tanto que rememorar, éramos un grupo de niños llenos de ilusión, anhelando ser bomberos,
carabineros, futbolistas o veterinarios incluso algunos en su mundo de fantasía deseaban ser un
entrenador pokemón, tantas niñas bailando al ritmo de las divinas y recreos con la infaltable
dicha: “pillan las mujeres,” gritaban los hombres mientras se esfumaban en este tan conocido
patio, en el patio “grande” como lo llamamos, el mismo al que corríamos en nuestros últimos días
al sonar el timbre, al círculo amarillo a jugar volei, a las bancas a tomar sol o simplemente a
descansar después de abrumadoras clases que no volverán igual. Ahora nuestros sueños son más
grandes, inconmensurables y realistas, enfocados en lo que queremos llegar a ser, en los
proyectos de vida a concretar, en lo que queremos devolverle a quienes estuvieron con nosotros
día a día y sobre todo en la búsqueda de nuestra pasión, vocación y la tan esperada felicidad.
En una de las tantas despedidas de nuestros profesores, conocimos la metáfora del tren de la vida,
la cual decía que la vida era un viaje, con muchos embarques y desembarques, al nacer nos
subíamos a este tren y conocíamos a los primeros pasajeros que nos acompañarían, nuestros
padres, y luego subían los amigos, algunos pasaban desapercibidos, otros se quedaban mucho
tiempo en el viaje, como nosotros, mientras que habían pasajeros que subían a hacernos
compañía pero por razones del destino debían partir, dejando un gran espacio que nunca podría
volver a ser ocupado, una huella imborrable de amistad y cariño en nuestro corazón. Al tren de
nuestra generación, subimos todos en diferentes momentos, y un pasajero importantísimo
desembarcó; Romina, amiga nuestra, te recordaremos por siempre, tu carisma, belleza,
generosidad y entrega es inolvidable, por ti nos unimos y trabajamos, conocimos el valor que
muchas veces no le concebimos a la vida. Sabemos que estas acá, en algún lugar con tu hermosa
sonrisa y destellantes ojos, deseándonos lo mejor en el futuro próximo. Te queremos mucho y
extrañamos, gracias por haber sido parte de nuestras vidas.

Compañeros, casi hermanos, aprovechemos las oportunidades que nos entrega la vida, vivamos
sin miedo, sin temor, obremos correctamente y sobre todo demostremos los valores que nos han
inculcado, responsabilidad de los actos que cometemos, de las palabras que decimos y errores,
solidaridad hacia quienes nos necesitan, regalemos sonrisas, amor y buenos deseos, respeto hacia
todo lo que nos rodea, la naturaleza y seres de convivencía, tolerancia a esta sociedad en brusco
desarrollo, diversa y desentendida y honestidad, sobre todos a nosotros mismos, no nos
mintamos, no dejemos de hacer por el qué dirán, seamos sinceros con lo que sentimos, porque si
lo somos estoy segura que allá afuera habrán 30 excelentes personas, capaces de resolver
cualquier problema, de ayudar sin esperar nada a cambio, personas de valiosos aportes y que
saldrán adelante pase lo que pase.

Lo que vivimos durante estos años, ya es pasado, y afortunadamente nada de eso cambiará,
siempre seremos compañeros, recordaremos nuestras bromas con alegría, un montón de
anécdotas que debemos seguir coleccionando, no dejemos que el tiempo nos separe
abruptamente, porque si hay algo que aprendimos si o si, es que cuando estamos juntos es
imposible pasarlo mal.
Nos despedimos de este gran colegio, de todo el cuerpo docente, cada uno sabe la importancia,
cariño y espacio que se ganaron en nuestros corazones, su entrega diaria por acompañarnos,
enseñarnos y sobre todo ayudarnos es impagable, también a todos los alumnos que integraron
esta linda etapa, que veían al cuarto medio con cariño y admiración, los lazos de compañeros son
indestructibles, siempre seremos realinos y les deseamos lo mejor a las generaciones posteriores,
que nunca deje de ser una hermosa familia educativa.

Queridos compañeros, los agradecimientos infinitos son para ustedes, por este curso único que
formamos, por conocer el verdadero significado de la amistad, por valorar nuestros talentos y
virtudes y también por aceptar y sobrellevar los defectos, nunca olviden de donde vienen y los
maravillosos amigos que somos.

Hasta siempre curso querido, hasta siempre vaqueros, hasta siempre generación 2016.

Potrebbero piacerti anche