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Universidad EAN.
Facultad de ingeniería.
Principios básicos y cálculos en ingeniería química.
Los muñecos de la muerte
12 de Mayo de 1993. Bangkok, Tailandia.
Sobre las cuatro de la tarde se informa a las autoridades de la ciudad sobre un incendio
en una fábrica de muñecos situada a las afueras de Bangkok.
Se estima que esta desgracia ocurrió debido a un corto circuito que altero una de las
maquinarias, provocando el fuerte incendio. Esta tragedia dejó 200 víctimas y 540
heridos.
Según se informa en otras versiones del gobierno, el incendio se produjo por faltas
técnicas en los equipos, las cuales no habían sido inspeccionadas durante 6 años.
“Todos los supervivientes incidían en las casi nulas condiciones de seguridad y
evacuación de los edificios”. (País, 1993)
Según Prida Chikhaowang "Este fuego es el cuarto en pocos meses" (País, 1993)
Era evidente el debilitado estado de la construcción, la precaria atención a los
trabajadores y la mala administración que se tuvo de los recursos.
Sin duda alguna, toda las empresas deberían implementar este modelo para tener una
relación directa frente a las necesidades que se presenten en los empleados, identificar
sus peligros, establecer los correctos parámetros de protección, y sobre todo, la
puntualidad, transparencia y buen manejo de los procesos que se presenten en la planta.
Según el código de ingenieros, “el profesional debe siempre tener presente que la
sociedad delega en él una gran responsabilidad, encargándole la realización de sus más
importantes proyectos, o bien designándolo en funciones relevantes”.
Con este parámetro se entiende que la responsabilidad depositada en un ingeniero debe
ser el pro activo del cambio en la sociedad y el cuidado de la misma. Con el accidente
de Bangkok evidentemente esto no se refleja, pues además de los daños materiales,
psicológicos y pérdidas humanas, el deterioro ambiental que provocaron perjudico a
más de 300.000 habitantes aledaños a la fábrica.
Ahora. ¿Cuál es nuestra labor como ingenieros para que catástrofes como la de Bangkok
no sucedan y los daños ambientales puedan ser nocivos?
Pensar en grande es la clave. Desde el entorno en el que nos desenvolvemos debemos
buscar estrategias para biodegradar los materiales que en diferentes casos pueden tener
otro uso.
¿De qué manera? ¿Con qué proceso? ¿La adecuación del mismo contamina el
ambiente? ¿Es económico? ¿Suple necesidades?
Todos estos cuestionamientos son claves en el desarrollo del mismo, pues la viabilidad
para adecuar este proceso y diseñar nuevos productos depende de la demanda necesaria.
Desde ahora, como ingenieros agentes de cambio, se debe pensar en un beneficio social
y ambiental que mejore las prácticas poco éticas y evitar que se fomente la
deshonestidad laboral, pues esto trae consigo problemas colaterales que causan daño en
el entorno social.
País, E. E. (1993, May 12). Los muñecos de la muerte. Retrieved February 6, 2016,
from http://elpais.com/diario/1993/05/12/ultima/737157601_850215.html