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1) Tanto el paciente como el terapeuta deben afrontar el duelo de la finalización del vínculo terapéutico en psicoterapia breve. 2) El paciente puede experimentar ansiedad, temor o hostilidad ante la separación, mientras que el terapeuta puede resistirse al desprendimiento. 3) Es importante que el terapeuta interprete la transferencia para evitar reacciones negativas en el paciente y complicaciones en la separación.
1) Tanto el paciente como el terapeuta deben afrontar el duelo de la finalización del vínculo terapéutico en psicoterapia breve. 2) El paciente puede experimentar ansiedad, temor o hostilidad ante la separación, mientras que el terapeuta puede resistirse al desprendimiento. 3) Es importante que el terapeuta interprete la transferencia para evitar reacciones negativas en el paciente y complicaciones en la separación.
1) Tanto el paciente como el terapeuta deben afrontar el duelo de la finalización del vínculo terapéutico en psicoterapia breve. 2) El paciente puede experimentar ansiedad, temor o hostilidad ante la separación, mientras que el terapeuta puede resistirse al desprendimiento. 3) Es importante que el terapeuta interprete la transferencia para evitar reacciones negativas en el paciente y complicaciones en la separación.
Acerca de la terminación del tratamiento en psicoterapia breve
Tanto el paciente como el terapeuta deben afrontar el duelo de la finalización del
vínculo terapéutico. Los resultados del tratamiento estarán relacionados por la capacidad de ambos de tolerar la separación de la terapia de tiempo limitado.
Reacciones causadas en el paciente por la separación: Afectara al paciente
con intensidad variable en cada caso, lo cual depende de su estructura psíquica. Pacientes con un yo relativamente fuerte aceptan mejor la separación y la viven como una oportunidad de poner en práctica lo aprendido. Otros se conformas con un alivio sintomático y así desean el término del tratamiento (prefieren que la terapia sea lo más corta posible).
Otros presentan ansiedades, temor a la muerte y locura. Esto es en pacientes
que sueles establecer vínculos simbióticos, regresivos y dependientes, o en los que el terapeuta fomento una dependencia regresiva. Manifestaciones directas de pesar y preocupación o indirectas como en el sueño. Suelen presentar ansiedad y hostilidad a raíz de la separación vivida icc .como un abandono de parte del analista. En estos pacientes que no toleran la separación es importante ver cuál es el destino de la transferencia, sobre todo cuando el terapeuta puede perder el control de la situación. Se puede producir distintas reacciones vinculadas entre sí, superponiéndose o presentándose de forma sucesiva, y acompañadas de defensas maniacas:
a) Nuevos conflictos: al final del tratamiento por aportes espontáneos del
paciente de material ajeno al foco. Esto está motivado icc por el deseo de permanecer ligado al terapeuta, tratando de generarle interés por otros padecimientos (seducción por el material) o por preocupación y culpa por dejarlo solo, expuesto a peligros de conflictos no resueltos para conseguir que el tratamiento se alargue. Procurara que el paciente tome cc de las motivaciones de su actitud. b) Retrocesos y empeoramientos: Intento de evitar ser dado de alta y el dolor que conlleva la separación del terapeuta (beneficios secundarios). El paciente que presentaba mejorías, puede presentar una reaparición de sus síntomas iniciales, incremento de ansiedad, depresión, trastornos somáticos, etc. Señalar al paciente su intención icc de obtener ganancias secundarias a través de las recaídas c) Hostilidad transferencial: hacen peligrar los resultados del tratamiento. Hay que interpretar la hostilidad ya que al sentir la separación como un abandono, puede generar las demás complicaciones, o por su sabia, echar por tierra lo logrado en terapia, ya que el mantenimiento de la mejoría dependerá de sus posibilidades de introyectar y conservar una imagen buena del terapeuta, lo cual será posible si prevalece una transferencia positiva el terminar el tratamiento. d) Acting out: Se produce ante el incremento de la ansiedad por la pérdida (separación). Hay que hacer una compresión psicologica del conflicto del paciente por medio de interpretaciones “transferenciales” para tratar de evitar las actuaciones. e) Reacción terapéutica negativa: Se produce por la interrupción brusca del tratamiento por parte del paciente, quiere abandonar al terapeuta para no sufrir de manera pasiva lo que vive como un abandono por parte del terapeuta. Reacciones causadas en el terapeuta por la separación La separación repercute más en el terapeuta que en la paciente, tienen dificultades de desprendimiento. Se resisten a reconocer los progresos del paciente y obran fomentando en este la neurosis transferencial y la regresión en su afán icc de perpetuar su dependencia, evitando la ruptura del vínculo que le depara gratificaciones. El mecanismo de defensa ante la ansiedad de separación es la negación del conflicto y su proyección masiva en la paciente, interviniente (interpretando) para inducir la dependencia regresiva.
El paciente no necesariamente vive la separación como algo penoso y
angustiante cuando se siente capaz de enfrentar los problemas de ahí en adelante.
Cuando el terapeuta fomenta la natural tendencia regresiva del paciente
sobre la base de una extrapolación de la técnica psicoanalítica (uso sistemático y reiterado de interpretaciones transferenciales, de material ajeno al foco, aumento de frecuencia y periodicidad de sesiones, uso de diván, actuación poco activa del terapeuta, etc) el proceso se complicara más (ninguno de los dos aceptara la separación) y podrá desembocar en un recontrato, como una necesidad mutua de prolongar la relación. Aspectos técnicos
Terapeuta debe abordar el problema de la separación. Para esto se necesita
interpretar la transferencia, ya que dejarla de lado significaría correr el riesgo de exponer al paciente a sufrir algunas de las consecuencias antes mencionadas.
1) Remontarnos a los primeros contactos con el paciente, ya que el problema
se plantea desde el comienzo en que se efectúa una indicación de psicoterapia breve. Los pacientes que soportan mejor la separación es debido a la capacidad yoica de tolerar la frustración. Por esto es importante hacer una evaluación previa de las funciones del yo mediante datos clínicos y test psicológicos (proyectivos), que servirá para el diagnóstico, pronostico y tratamiento. Cuando existe la condición de tolerancia ante la separación y además el paciente esta atravesando un problema actual y está motivado para hacer una psicoterapia, es la condición propicia para emplear este método. Por el contrario, no es indicarle en pacientes que tengan poca capacidad para soportar y elaborar duelos y una modalidad simbiótica, muy regresiva y dependiente de sus relaciones de objeto, por ende más proclive a las reacciones antes mencionadas y con menores posibilidades de éxitos terapéuticos. 2) El siguiente paso será el contrato en especial con pacientes que tienen a desarrollar una intensa regresión en su vínculo terapéutico. En P.B hay que evitar facilitar o incrementar esta regresión, delimitando los objetivos del tratamiento. Sesiones: cuidado con la frecuencia. Duración: a veces es preferible otorgar un tiempo suficiente, de modo que se pueda destinar una parte del mismo a analizar el duelo por la separación, sin que ello nos quite tiempo del abordaje de la situación crítica (objetivo) 3)Las complicaciones podrán evitarse o atenuarse si el terapeuta hace bien su trabajo, logrando ajustarse al encuadre de la P.B, es decir, que estimule en el paciente la iniciativa personal con un criterio prospectivo, en lugar de fomentar la neurosis transferencia y la dependencia regresiva. Debe ser capaz de renunciar a las gratificaciones que ofrece la relación y aceptar las condiciones que impone P.B. Se requiere que tenga un Insight de esta problemática y un autocontrol de sus tendencias naturales a establecer una modalidad simbiótica de relación con el paciente- El manejo de la relación transferencial por parte del terapeuta y su capacidad para superar sus propios conflictos que pudieran derivar de la pérdida del paciente como objeto gratificante, tendrá una influencia decisiva en el modo en como termine el tratamiento y la separación. Cuando el terapeuta no puede controlar esta situación la separación se hace más difícil para ambos, más perturbadora y frustrante: se genera una actitud regresiva y dependiente, privados del objeto gratificante, sensación de desilusión por el tratamiento interrumpido. 4) Mantener algún contacto con el paciente luego de haber terminado el tratamiento para que no se sienta abandonado y conservar la transferencia positiva. Solicitar la paciente que haga saber al terapeuta sobre su estado por cartas o llamadas. Se recomienda mejor hacer entrevistas de seguimiento. El fin de P.B es que el paciente este en condiciones de vivir una experiencia estimulante y resguardadora, a partir de la comprobación de que su auto desenvolvimiento es ahora posible. En cuanto al terapeuta se espera que encuentre gratificación en los resultados terapéuticos.