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Armando Barrios
Al este de la Plaza, en la fachada del llamado Edificio del Museo, podemos ver un mural del gran
artista venezolano Armando Barrios. Barrios utilizó en su obra el morado, azul, amarillo y
blanco, colores que le otorgan una cierta distinción al edificio donde se encuentra ubicado.
Año: 1953
Ubicación: Plaza del Rectorado, Edificio del Museo. Fachada oeste al extremo norte [1]
Oswaldo Vigas
Próximo a la Plaza del Rectorado, en la fachada del edificio del Museo, está ubicado el mural
“Composición Estática- Composición Dinámica” de Oswaldo Vigas, uno de los cuatro que este
artista creó para la Ciudad Universitaria. Junto al mural de Armando Barrios, nos proporciona
una vista pictórica, con formas y colores dinámicos.
Año: 1954
Tipo: Mural.
Junto a la Plaza del Rectorado encontramos otra obra de Oswaldo Vigas, titulada “Un Elemento
Estático en Cinco Posiciones”. Este mural de fondo gris con destellos de color, adorna una de las
fachadas del Edificio de Comunicaciones.
Junto a la Plaza del Rectorado encontramos otra obra de Oswaldo Vigas, titulada “Un Elemento
Estático en Cinco Posiciones”. Este mural de fondo gris con destellos de color, adorna una de las
fachadas del Edificio de Comunicaciones.
Nombre de la Obra: Un Elemento Estático en Cinco Posiciones
Año: 1954
Tipo: Mural
Francisco Narváez
Si caminas por la Plaza del Rectorado, notarás que no es como una plaza cualquiera: no hay
fuentes, ni asientos. Tampoco tiene un gran monumento en su centro, pero si tiene una gran
escultura en uno de sus extremos.
Año: 1954
Tipo: Escultura
Material: Bronce
Reloj
La Torre del Reloj
Construido en 1953, Carlos Raúl Villanueva diseñó este campanario moderno con la ayuda del
ingeniero Juancho Otaola, quien ideó la forma de su base, de tres soportes entrelazados.
“En el diseño del reloj de la Ciudad Universitaria de Caracas, yo respeté, porque no quiero ser
injusto, el volumen diseñado por Villanueva. Era el mismo reloj, con la diferencia en las piernas,
que eran tres. Yo no cambié nada de lo que él quería. Vi el dibujo y le dije, Tigre, porque así le
decía, yo lo veo bien, pero a mí me parece una tontería hacer eso así. Esto hay que hacerlo más
puro. [Villanueva le contestó] ¿Y qué llamas tú más puro?”…
Otaola hizo la forma de la base de la torre del reloj con tres lápices con las puntas insertadas en
un cartón, a lo que Villanueva exclamó: “¡Carajo, si esto es lo que yo quiero!” [1] Y así se fue
creada la torre del reloj
Ubicado al noreste de la Plaza del Rectorado, el reloj puede ser observado desde varios ángulos,
ya que cuenta con tres discos que marcan la hora. Gracias a su altura puede ser visto desde lejos
y gracias a sus potentes bocinas sus campanas pueden oírse desde puntos lejanos del campus.
La torre del Reloj de la Ciudad Universitaria se ha convertido con el paso de los años no sólo en
un punto de referencia del campus, sino todo un símbolo de la UCV.