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t/fMANUEL KANT
Respuesta ci la pregunta:
n
debería, sin embargo, ser contestada antes de comen liza el intento de conciliación entre judaismo y mo
zar a actuar como un iluminista. ¡Y no he encontrado dernidad iluminista en aquella Alemania; ... •
aún respuesta a ella por ninguna parte!” (ibidem). Un último aspecto-'del .artículo de Méndelssoohn
De esta observación polémica nace un debate de au- es el de una suerte de memento mori, que previene
toesclarecimiento, valga la metáfora, cuyas condicio en este caso sobre los daños que sobrevienen cúando
nes generales estaban ciertamente preparadas por el se alcanza el punto máximo de cumplimiento del
anhelo de identidad módérha de los ilum inistas\
proceso fonhativo y educativo, pues luego no le que
Sus temas fundamentales son el papel de lo religioso» da sino degenerarse. Así, al máximo de cultura le
como sentimiento y como institución clerical, en un sigue, por una especie de filosofía de la historia inexo
mundo que aspira á ser regido por la razón y la vir
rable, el lujo ,pervertido, la superstición o la escla
tud; y, quizás m ás importante aun hasta qué punto
vitud; el iluminismo^ por su parte, desemboca en la
la libertad, constrüctura y meta a la vez, no debe
irregularidad, el egoísmo y la anarquía.
recibir alguna limitación para poder edificar ese mun
do. En caso afirmativo^ ¿quién y cómo la imponeP Todas estas cuestiones aparecen en el escrito kan
tiano, obviamente enfocadas desde una perspectiva
M ás atención le concede a este segundo cuerpo de
personal y no asimilable, sin fricciones, á las otras
problemas Moisés Mendelssohn, en su escrito: “Sobre
con las que traba un comercio d e ideas. , . ,
la pregunta: ¿qué es iluminar?” (IV, Septiembre de
1783, pp. 193-200)- Su idea rectora es la predestina
ción del hombre a la libertad, con rasgos particula
CATALOGOS
res para cada individuo, perb como realización de su
esencia para el género humano en su conjunto. Este
proceso formativo y educativo, la Bildung, se añicula
en las esferas de la cultura y del iluminismo. L a pri
mera concierne a los aspectos prácticos, ligados al SRLj
perfeccionamiento y embellecimiento de las costum
Distribuidora de libros — Importación/Exportación
bres, artes y trabajos. L a segunda tiene un carcicter
más bien teórico: le es propio el acceso racional ti CATALOGOS ED ITO RA
las- cosas y ¡a utilización de las mismas en función
vital. Lo social está ligado a la primera y cada si Novedades de nuestro sello
tuación impone grados distintos de desarrollo cultu Colección Armas de la Crítica, dirigida por
ral; lo humano se vincula directamente al iluminis David Viñas.
mo: ni siquiera en tin aislamiento total podría el Oscar Terán, En busca de la ideología argentina.
hombre prescindir del Aufklarung, pues entra aquí
Juan José Sebreli, Martínez Estrada, u n a rebelión
en juego lo que lo define como hombre> prioritario
inútil.
respecto de su condición (culturalj de miembro de
la sociedad civil o política.
D e la misma colección
Esta distinción le permite a Mendelssohn afrontar
el tema de los posibles conflictos enUe los rasgos esen Beatriz Sarlo, El imperio de los sentimientos.
ciales y los inesenciales del hombre y del ciudadano,
a los que la búsqueda de la-libertad debe dar res Próximos títulos
puesta, pues en el caso más agudo (la contraposición
de lo esencial de uno y otro) el Estado va a su ruina. Diana Guerrero, Arlt, el habitante solitario.
Cuando el conflicto envuelve, en cambio, determi Rosemary Jackson, Fantasy: literatura y subversión.
naciones inesenciales, es racional que intervengan re
glas resolutivas; o bien, cuando se contraponen lo
esencial y lo inesencial del hombre mismo, es racio Pídalo en su librería o en:
nalmente prudente tolerar lo inesencial sin eliminar
lo, para salvaguardar la cuota de verdad entremezcla Avda. Independencia 1800 Tel. 38-5708
da en é l Como acontece con los prejuicios religiosos ( 225) Buenos Aires, Argentina
'y/fr políticos. Una temática, ésta, cara a quien simbo
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El ilúminismo es el anandono toda vez que, simplemente, se lo
que el hombre hace de su minoría IMMANUEL KANT deja en libertad. Pues siempre, in
de edad, en la cual se encontraba cluso entre los ungidos cómo tuto
por .m propia culpa. L a minoría res de la gran mftsa, se encontra
de edad consiste en la incapacidad rán algunos hombres que piensen
de servirse del propio entendimien por sí mismos y que, una vez que
to sin ser guiado por otro.3 Esta RESPUESTA A LA se liberan solos del yugo de la
minoría de edad es autoctdpa- minoridad, expandirán én torno a
PREGUNTA: ¿QUE ES
ble, cuando su causa no reside en sí el espíritu de una evaluación
una insuficiencia del entendimien EL ILUM INISM O? 1 racional del propio valor y de la
to, sino en la falta de decisión y vocación distintiva del hombre:
coraje para utilizarlo sin ser guia pensar por sí mismo. Con una pe
do por otro. ¡Sapere audel ¡Ten culiaridad: el público que prime
(v. Diciembre 1783, p. 516) 2
el coraje de servirte de tu propio ro había sido puerto bajo el yugo
entendimiento! Éste es, pues, el de estos tutores, termina obligán
lema del iluminismo.4 el peligro que las amenaza si pre dolos a permanecer subyugados
tenden caminar por sí solas- Aho también ellos. Como acontece
L a pereza y la cobardía son las
ra bien, no es un peligro tan gran cuando ailgunos de estos tutores,
causas, por las cuales un número
de, como para que no aprendan incapaces de todo iluminismo, in
tan elevado de hombres permane
finalmente a caminar, luege de al citan al público a la sedición. Esto
ce con agrado en la minoridad du
gunas caídas. Sólo que los ejem demuestra cuán nocivo es inculcar
rante toda su vida, pese a qué la
plos de tales accidentes infunden preuicios: quien así lo hace, o sus
naturaleza los ha liberado desde ha
temor y suelen provocar un re descendientes ,acaban sufriendo la
ce tiempo de toda guía ajena (na-
traimiento frente a todo intento venganza de sus sometidos. La con
turaliler maiorennes); causas que
ulterior. clusión de todo es que el camino
explican también por qué a otros
les resulta fácil convertirse en tu En consecuencia, todo individuo del público hacia el iluminismo es
encuentra difícil liberarse de una muy lento. Una revolución logra,
tores de aquéllos. ¡Es tan cómodo
minoría de edad, que se le ha vuel tal vez, abatir un despotismo per
ser menor de edad! Si tengo un
to algo casi natural .Incluso sien sonal y una opresión rapaz y au
libro que piensa por mí, ui conse
te afecto por ella y, por el momen toritaria, pero no producirá jamás
jero espiritual en lugar de mi con
to, es incapaz de servirse del pro una verdadera reforma en la ma
ciencia moral, un médico «pie me
pio entendimiento, porque nuncá nera de pensar; más bien, nuevos
prescribe mi dieta, y así en más,
se le permite intentarlo. Preceptos prejuicios servirán —al igual que
yo mismo no tengo que eíforzar-
y fórmulas, instrumentos mecáni los anteriores— como riendas para
ine por nada. Me basta pócler pa
cos de un uso o, mejor, de un mal domeñar a la gran masa que no
gar, para no tener que pensar;
uso racional de sus dotes natura piensa.
otros se ocuparán de esa tarea fas
tidiosa, en lugar mió. Que la m a les, son los cepos que le impiden El iluminismo no exige más qué""1
yor parte de los seres humanos (y zafarse de una ininterrumpida mi libertad y, en verdad, la menos
entre ellos la totalidad del bello noría de edad. Incluso quien se nociva de todas: la de hacer uso
sexo) considere el paso a la mayo librara de ellos, saltaría con mu público de la propia razón en to
ría de edad, en sí mismo -penoso, cha inseguridad la zanja más es dos los ámbitos. Pero por todas
como muy peligroso, es la ocupa trecha, por no estar 1 abituádo a partes oigo exclamar: ¡no razonéis!
ción de aquellos tutores, que han semejante libertad de n evimientos. El oficial dice: ¡no razonéis, adies
asumido —con amabilidad súma Son, pues, muy poco.^ quienes, a tróos! El inspector fiscal: ¡no ra
la tarea de supervisar a los demás. través de un trabajo personal del zonéis, pagad! El clérigo: ¡no ra
Luego de haber atontado a su grey propio espíritu, lograr abandonar zonéis, creed! (H ay un solo señor
y de haberse precavido escrupu la minoría de edad a ia vez, en el mundo que dice: ¡razonad
losamente de que estas mansas caminar con paso sei o o. cuánto queráis y sobre lo que
criaturas no osarían dar i.n solo En cambio, es bien ¡r isible que queráis, pero obedeced!). Aparece
paso sin el andador en que las pu un público se ilum in; a sí mis por todos lados una limitación de
sieron, estos tutores les muestran m o 5; más aun, es ca i inevitable la libertad. Pero, ¿qué limitación
es un impedimento para el ilumi servaciones sobre los errores del algo verdadero o que, en todo ca
nismo y cuál, por el contrario, lo t servicio militar y las px*esente al so, al menos no encierren rad a
favorece? Respondo: todos deben público* para que las juzgue. El que contradiga ]a religión inte
gozar libremente del uso público contribuyente no puede negarse a rior- Ya que, si creyera encontrar
de la propia razón, ya que es lo cumplir con las exigencias fiscales; algo contradictorio en tales pre
único que promueve el iluminis una crítica impertinente a tales ceptos, no podría ejercer su fun
mo entre los hombres. E l uso pri gravámenes, cuando debe pagarlos, ción con buena conciencia y de
vado de la razón, en cambio, de , puede incluso ser castigada como bería renunciar. En consecuencia,
be ser a menudo limitado estre | un escándalo (ya que induciría a el uso que de su razón hace al
chamente, sin que ello signifique resistencias generalizadas). Pero guien encargado de enseñar ante
trabar el progreso del iluminismo tampoco implica falta alguna de su comunidad, es meramente un
en especial. Por usó público de la , respeto hacia sus deberes como uso privado, pues su comunidad
propia razón entiendo aquél que ciudadano si, en cuanto docto, ex es una reunión de tipo familiar,
cada uno hace, erl cuando docto, presa públicamente sus ideas so por grande que fuera. Respecto de
delante de todo el público del mun bre la inconveniencia o la injus tal uso, en cuanto sacerdote, no es
do de lectores. Llam o uso privado ticia de tales impuestos. Lo mis libre ni lo debe ser,, porque su$
el que debe hacer de su propia mo ocurre con un clérigo, cuya tareas le son impuestas. Por el
razón aquél, a quien se le confía obligación es predicar a sus cate contrario, como docto que con sus
el ejercicio de una cierta función cúmenos y a su comunidad en escritos le habla al público propia
o cargo civil. Ahora bien, para conformidad al símbolo de la igle- mente tal, esto es, al mundo, por
muchas cuestiones que conciernen cia en la que oficia, pues se ló ha ende, cuando el clérigo hace uso
al interés comunitario es necesa aceptadó fcn ella bajo esta condi público de su razón, goza de una
rio un cierto mecanismo,, por el ción. Pero como docto, tiene total libertad ilimitada para servirse de
cual algunos miembros de la éo- libertad, e incluso la misión, de su propia razón y para hablar en
munidad deben comportarse de comunicar al público tanto sus primera persona. L a situación con
un modo meramente pasivo, para pensamientos —cuidadosamente traria, a saber: cjue los tutores del
que, a través de una unanimidad examinados y bien intencionados- pueblo (en cuestiones religiosas)
artificial, el gobierno los encamine sobre los defectos de ese símbolo, deban ser a su vez menores de
hacia fines públicos o, al menos, como también las propuestas para edad, es un sinsen’tido que perpe
les impida destruir esos fines. Por una mejora institucional de la re túa los sinsentidos.
cierto, en estos casos no está per ligión y de la estructura eclesiás
Pero una sociedad de clérigos,
mitido razonar: se debe obedecer. tica. Nada de esto puede ser una
cómo podría ser un sínodo ecle
:o en la medida en que esta carga moral para su conciencia.
siástico o una ‘ clase” venerable
parte de la máquina estatal sé con Pues lo que él enseña en confor
(como la llaman los holandeses) ¿no
sidera a sí misma miembro de to midad a su tarea (como funcio
estaría, acaso, justificada a obli
da una comunidad, más aún: de nario de la iglesia), no lo está
garse recíprocamente, por un ju
la sociedad cosmopolita, por ende, proponiendo como algo que pue
ramento sobre un cierto símbolo
como un docto que con sus escri de enseñar según su opinión per
invariable, a ejercer una tutoría
tos se dirige al público —entendido sonal, sino como ún encargo se
superior sobre cada uno de sus
en su significado propio—, puede gún instrucciones ajenas y en el
miembros y, a través de ellos, so
en verdad razonar, sin que ello nombre de otro. Dirá: nuestra
bre el pueblo y, de este modo,
perjudique las diversas funciones iglesia ensaña ésto o aquello y he eternizar tal tutoría? Digo que
que le caben, como parte, en cuan aquí los argumentos a los que re
ello es absolutamente imposible.
to miembro pasivo. De este modo, curre. Deducirá para su comuni Un contrato semejante, estipula
sería pernicioso que un oficial, a dad de fieles todas las ventajas do para excluir todo ulterior ilu
quien sus superiores le ordenan prácticas, a partir de pieceptos minismo del género humano, es
algo, expusiera en voz alta sus re que él no subscribiría con convic totalmente nulo e inexistente, por
zones acerca de la oportunidad o ción plena, pero a cuya enseñanza más que lo hubieran ratificado el
la utilidad de ,1a orden. Debo puede sin embargo comprometer poder soberano, la dieta imperial
obedecer. Pero sería injusto prohi se, pues no es absolutaimente im y los tratados de paz más solem
birle que, como docto, haga ob posible que en ellos se esconda nes. Ninguna época puede compro
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meterse por juramento a poner a ción religiosa inmutable y que na al punto de favorecer el despotis
su sticesora en condiciones tales, die puede poner en duda públi mo espiritual del algunos tiranos
que le sea imposible ampliar sus camente, aunque dicha unión no dentro de su Estado, en contra de
conocimientos (ante todo los más durara más que la vida de un los restantes súbditos.
urgentes), purificarse de errores y, hombre. Está prohibido porque Si se pregunta, entorices, si vi
en general, progresar en el i umi- ello aniquila y vuelve infructuosa vimos ahora en una época ya ilu
nismo. Elío constituiría un crimen toda una época del camino de la minada, la respuesta es negativa.
contra la naturaleza humana, cu humanidad hacia su perfecciona Pero vivimos, sí, en tina época de
yo destino originario consiste pre miento, perjudicando así a toda iluminismo. Falta, sin embargo,
cisamente en ese progreso. Y la la posteridad- Es cierto que un mucho para que los hombres, tal
posteridad está plenamente justifi hombre (en lo concerniente a su como están las cosas y tomadas en
cada si rechaza esas decisiones, sola persona y exclusivamente por su conjunto, sean capaces o pu
por haber sido tomadas de una algún tiempo) puede diferir el dieran sér puestos en la condición
manera incompetente y criminal. iluminismo sobre lo qiie debe de servirse del propio entendi
L a piedra de toque para evaluar saber; pero renunciar al mismo, miento en las cuestiones religiosas,
todo lo que puede decidirse como ya sea —y peor aun— con re con firmeza, rectitud y libres de
ley para un pueblo, reside en de lación a su posteridad, equi todá guía ajena. Sólo que ahora
terminar si ese pueblo se daría a vale a violar y pisotear los sagra se les ha abierto el camino para
sí mismo tal ley. Ello podría ocu dos derechos de la humanidad. que trabajen libremente por tal es
rrir si ese pueblo estuviera, por Mas lo que un pueblo nunca pue tado. Tenemos signos \ claros de
así decir, a la espera de promul de llegar a decidir sobre sí mismo, que los obstáculos a la generaliza
gar una ley mejor —a la mayor menos aun puede decidirlo el mo ción del iluminismo o al abando
brevedad posible— para obtener narca sobre su pueblo, pues su no de la minoría de edad auto-
un cierto ordenamiento. Al imsmo prestigio legislativo se funda en el culpable van perdiendo su fuerza.
tiempo, se debería dar libertad a hecho de que su voluntad concen D esde esta perspectivá, nuestra
cada uno de los miembros de la tra la voluntad de todo el pueblo. época ¿s la época del iluminismo
sociedad, en especial a los cléri Un monarca atento a que todo o el siglo de FedericoJ
gos, para que —en calidad de doc perfeccionamiento, verdadero ó Un príncipe que no encuentra
tos— hagan públicas, mediante es presunto, se concilie cóii el orden indigno de ú decir que para él es
critos, sus observaciones acerca civil, puede permitir a sus súbdi un deber no prescribir nada a los
de los defectos dé la institución tos que hagan lo que por si solos hombres en las cuestiones religio
actual.. Sin embargo, el orden ins consideren necesario para la sal sas, sino más bien dejarles la m á
tituido permanecerá vigente has vación de sus almas. Esto no le xima libertad, y que, por ende,
ta que la nueva comprensión de concierne. Sí le cabe, en cambio, rechaza la tolerancia, por ser una
estas cuestiones no se haya hecho prevenir que nadie impida vio fórmula arrogante, es él mismo un
pública y no haya sido hasta tal lentamente a nadie trabajar con príncipe iluminado y merece ser
punto corroborada, que, mediante toda su capacidad para determi apreciado por el mundo y la pos
un acuerdo de las opiniones (aun nar y promover lo que considera teridad como el primero que libe
que no las de todos), pudiera ele adecuado a tal fin. El monarca ró al género humano de la mino
varse al trono una propuesta de estaría perjudicando su propia ma ría de edad, al menos en lo que
protección para aquellas comuni jestad si se mezclara en estas hace a la acción de gobierno, y
dades que se hubieran unido pa cuestiones, sometiendo a inspec dejó a todos la libertad de servir
ra mejorar las instituciones reli ción gubernativa los escritos con se de la propia razón en todo lo
giosas, siguiendo —digamos— sus los que sus súbditos buscan es concerniente a la conciencia moral.
propias nociones de la cuestión, clarecer sus opiniones. Aun cuan Bajo su égida, clérigos dignísimos,
más cofnprensivas. Sin que ello do lo hiciera guiado por su alta sin menoscabo de sus deberes pro
signifique poner trabas a qui enes comprensión personal de lá cosa* fesionales, exponen —en calidad
se encuentran satisfechos con las pues estaría igualmente exponién de doctos— sus juicios y opiniones
instituciones antiguas. Lo que no dose al reproche: Caesar non est —divergentes aquí y allá de las
está en absoluto permitido es unir supra grammaticos.6 Más grave es tradiciones— al examen libre y pú
se en conformidad a una constitu cuando rebaja su poder superior blico del mundo.8 Mayor validez
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tiene esto para quién no está de ráis, pero obedeced! El curso ist Aufklárung? Aufsatze zur Geschichte
der t'nilosopnie, Gottingen 19752, pp.
limitado por ningún deber oficial. de los asuntos humanos toma aquí £>5-01; y E. BAHK (H rsg ), Was ist
Este espíritu de libertad se expan un cariz extraño e inesperado; Aufklárung? Tkesen und Definitionen,
Stuttgart 1974, pp. 9-17, Asimismo, las
de hacia el exterior, allí donde apenas lo contemplamos en su con ediciones a cargo de H. R E ISS, Kant’s
debe luchar con obstáculos exter junto, vemos cuán paradójico es Folitipal Writings, Cambridge 1970; N.
M ERKER, Kant. Stato di Uiritto e So-
nos, provocados por un gobierno todo en él. Un grado mayor de cietá Civiie, Ron^a 1982; H. W ISMANN,
que no tiene en claro sus funcio libertad civil parece ser ventajo en la edición dirigida por F. Alquié:
I. Kant, Ouevres Fhüosophiques, II,
nes- Pues éste tiene ante sus ojos so para la libertad del espíritu
Paris 1^85; E. EST1U , I. Kant, Filoso
un ejemplo nítido de cómo la li del pueblo y, sin embargo, le po fía de ía historia, Buenos Aires A9642.
bertad no acarrea ningún proble ne límites infranqueables; un gra 2 Kaht remite a la pregunta que J.
ma a la tranquilidad pública y a do menor de aquella libertad, en F. Zóllner (1753-1804) formula ea una
cambio, permite generar el espacio nota de su artículo: “¿No es, acaso,
la solidaridad comunitaria. Los aconsejable una sanción ulterior al m a
hombres van abandonando la bar que el espíritu popular necesita trimonio mediante la religión?",' publi
barie con su propio esfuerzo, con para expandirse según toda su ca cado en el vol. II de la Berlinische Mo-
natsschtift (diciembre 1783, pp. 508-
tal que no se los mantenga en pacidad. Si ésta es la dura cáscara 517). Allí leemos: "¿Q ué es el ihimi-
ella artificiosamente. bajo la cual la naturaleza protege nismo? Esta pregunta, casi tan impor
tante como la de ¿Qué es la verdad?,
He puesto el acento principal la semilla por la que siente más debería^ sin embargo, ser contestada
cariño, a saber: la inclinación y antes de comenzar a actuar como un
del iluminismo, entendido como iluminista. Y no he encontrado aún res
abandono que el hombre hacé de la vocación por el libre pensa puesta a ella por ninguna parte” . L a
su minoridad autoculpable, pre miento, esto tiene un gradual efec respuesta de Kant aparece en la revis
ta berlinesa el 12 de diciembre de 1784
ferentemente sobre las cuestiones to retroactivo sobre el modo de (IV, pjp. 481-494).
religiosas, pues, en lo que hace a sentir dél pueblo ( gracias a lo
3 Esta figura de la minoría de edad
las artes y las ciencias, quienes en cual éste se vuelve cada vez más y de sif abandono como equivalente al
ellas dominan no se interesan por apto para actuar libremente) y fi uso de razón proviene de los ámbitos
jurídico y teológico: cf. Hinske, op.
ejercer una tutoría sobre sus súb nalmente influye incluso sobre los cit., pp. 544 ss.f 567. De hecho, la com
ditos; además, la minoría de edad principios del gobierno, que ter paración entre el desarrollo de los pue
mina por encontrar provechoso blos y la evolución del niño hacia su
en religión no sólo es la más da madurez es un locus difundido en el
ñina, sino también la más humi tratar al hombre, que es más que ideario iluminista. Basta pensar en
una m áquina ,9 conforme a su dig Rousseau.
llante de todas. Pero el modo de
pensar de un jefe de Estado que nidad.* 4 Proviene de Horacio, Epistulae, I,
2 (Ad Lollium), verso 40. En 1736, el
favorece el iluminismo no se de conde fe. C. von Manteuffel funda en
tiene allí y comprende que, in Berlín una Sociedad de amigos de la
verdad y hace acuñar una moneda, en
cluso respecto de su legislación, Konigsbérg, Prusia, setiembre 30 de 1784 una de cuyas caras se ve un busto de
no hay peligro en permitir a sus Minerva flanqueado por las cabezas
* ,En el Semanario de Büsching, del de Leibniz y de Wolff, con la inscrip
súbditos hacer uso público de la ción Sapere aude; y en la otra cara, la
13 de setiembre, leo hoy -nlía 30 dél
propia razón y exponer pública friismo mes— el aviso de la respuesta leyenda: Societas Alethophüorum ah E.
que diera el señor Mendelssohn a la Christophoroy S. R. I. Com. de Manteuf
mente al mundo sus pensamientos fel ínstituta Berol, M DCCXXXVI. Ha-
misma pregunta, publicada en la Re
sobre una legislación mejor, cri vista mensual de Berlín. No dispongo zard indica que la frase horaciana apa
ticando con franqueza la actual. aún de la misma, pues en caso con rece como epígrafe del Free Thinhers,
trarío, hubiera demorado la presente, London 1722; cf. P. HAZARD, L a pen-
Tenemos un brillante ejemplo de sée européenne au XV III éme. siécle.
que ahora puede valer como testimonio
ello en el monarca que honramos, del acuerdo que el azar impone a las Notes ét Referenees, Paris 1946, p. 36.
ideas.10 Venturi ha seguido la evolución semán
segundo de ningún otro. tica del “ lOsa saber]’ particularmente
en el munao moderno y en su peculiar
Pero quien, fuerte en su ilumi significado iluminista: cf. F. V EN TU RI,
nismo, no teme a las sombras y, “ Con tribu ti ad un dizionario storico.
NOTAS: Was ist Aufklárung? Sapere aude", en
al mismo tiempo, dispone de un Rivteta storica italiana, 1959, I, pp.
ejército numeroso y bien discipli 1 Para el texto hemos utilizado la 11^-130; asimismo, véase L. FIRPO,
reproducción del original en: N. HINS- “Contributi ad un dizionario storico.
nado para garantizar la tranqui K E (H rsg), W as ik Aufklárung. Bei- Ancora a proposito di ¡Sapere aude!’",
lidad pública; sólo él puede decir tráge aus de~ BerlWschen Mónatsschrift, en idem, 1960, I, pp. 114-117. Sobre
Darmstadt 1981, pp. 452-465. Hemos la difusión del motto en Alemania, cf.
lo que no se osaría decií en una tenido en cuenta las versiones cuidadas Hinske, op. cit., pp. 515 y 567-568.
pequeña república: ¡razonad cuán- por H. Maier en la edición de la Aca
demia Real Prusiana (vol. VIII, pp. 5 En el siglo 18, el sustantivo “ pú
to~"qúéráis y sobre lo que que 35-42), J. Z EH BE (H rsg), I. Kant, W as blico” indica, en alemán, las personas
46
que habitan un detérfninado ámbito
geográfico-político, y también el con
junto de lectores (cf. Bahr, op. cit., p.
58). L a idea fundamental kantiana alu
de a los actores de ese espacio público
en evolución, la Oeffentlichkéit, entre
la estatalidad y la privacidad. Kant Jo
especifica poco después.