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Sebastián De la Jara

Lugar: Santiago de Chile Editorial: Editorial Taurus Año: 2012


Autores: Sol Serrano, Número de Páginas: 489 ISBN: 978-965-347-370-4
Macarena Ponce León,
Francisca Rengifo.
ED.AL

Tema hasta ahora definido: Inicio y desarrollo de la escolarización primaria en el


sector rural de la comuna de Paine 1920 – 1930.
Hipótesis del libro:
El tomo, considerando el contexto histórico, está enfocado entre los años 1880 – 1930,
periodo marcado por diversos hitos que cambiaron tanto la fisonomía política como social de
nuestro país. Por ejemplo, políticamente: La crisis de estado nacional liberal (1880 – 1891)
y el creciente nacionalismo post guerra del pacifico. Socialmente, los conflictos dados por la
organización de los sectores obreros y el surgimiento de la cuestión social. También,
conflictos internacionales como la competencia entre las naciones industriales europeas que
derivó, finalmente, en la primera guerra mundial (Pag. 13). El libro, luego, abarca al periodo
parlamentario de principios del siglo XX, hasta finalizar en la consecuencia para Chile
posterior a la gran depresión de 1929.
Los autores sostienen, en primer lugar, que la educación estuvo en el centro de las
transformaciones, siendo un agente democratizador de la sociedad chilena (Pg. 14). Esto se
vio reflejado en como el mayor acceso a “las letras” permitió a sectores más vulnerables:
obreros, pueblos indígenas, campesinado e incluso las mujeres, adquirieran mayor conciencia
de su situación y mayores herramientas para articular sus demandas al estado y, por tanto,
mayor participación en la toma de decisiones en las políticas públicas.
Por otro lado, al contrario de lo que se piensa, los autores sostienen que el gobierno entre
finales del S. XIX e inicios del XX, no constituía un estado débil, sino, más bien, ansiaba
reforzar su poder por medio de políticas públicas programáticas (pág. 15); políticas públicas
las cuales fueron sacralizadas, por ejemplo, en la discusión de la ley de instrucción primaria
obligatoria, originándose un creciente debate social donde los sectores políticos discutían
entorno al derecho a la educación y si está era legitima para los sectores marginados de la
sociedad. Como consecuencia, cuando fue promulgada la constitución de 1925, se defendió
la libertad de enseñanza como una garantía constitucional.
Sin embargo, los autores sostienen que, a pesar del creciente auge de la educación primaria
publica, los sectores rurales fueron menos permeables a estos cambios, tanto limitados por la
marginación geográfica, como la difícil adaptación del campesinado al emigrar a la ciudad,
cristalizándose en su paupérrima calidad de vida, por tanto, los autores concluyen que: “fue
la pobreza la que impidió que los niños llegaran a la escuela” (pág. 16), en efecto, se aprecia
una alta abstención de asistencia. Claramente, no constituía un error del estado, sino que “la
Sebastián De la Jara

inflación, el aumento del costo de vida, hacía que los grupos populares requieran de la mano
de obra infantil para la sobrevivencia”. (Pag 17).
Los autores, por otro lado, hacen también referencia a los cambios en los métodos de
enseñanzas y programas de estudios. La “reforma de 1885” fue un punto de quiebre, ya que
la educación se volvió de carácter más científico, siendo más asimilable para el desarrollo
infantil. (Pág. 19). Al mismo tiempo, se aborda la importancia de las asignaturas de historia
y educación civil, como elementos fomentadores de la cohesión nacional, o la educación
física con objetivo de “reformar a través del cuerpo, fomentar las buenas costumbres y
vigorizar la raza” (Pag 20).
A pesar de que el libro valora los grandes avances en materia educacional gestionada por el
estado, reconocen que hubo ciertos actores sociales, en los cuales los cambios pedagógicos
fueron nulos, tales son los casos de los obreros industriales, ya que estos puestos de trabajos
no requerían de peones instruidos, sino disciplinados. “generando una desvinculación entre
el proceso de industrialización y la estructura laboral del periodo” (Pag 21).
La interrogante, finalmente, que deja el libro es si acaso los esfuerzos estatales de educación
persiguieron objetivos políticos – culturales, o, más bien, sociales – económicos. Aun así, se
sabe que la educación en su mayoría no fue un mecanismo de ascensión e igualdad social,
pero sí logró el tránsito hacia una sociedad más abstracta y letrada. Económicamente,
tampoco incidió de gran manera. Lo que sí, la educación abrió las puertas hacia un estado
más democrático y permeable.
Sebastián De la Jara

Relación con el tema de investigación:


La presente investigación se dispone a reconstruir la formación publica, primaria y rural que
se manifestó en lo que hoy llamamos “Santiago rural sur” correspondiente a las provincias
del Maipo y Talagante”, si es posible, en la medida de que los documentos lo permitan, la
investigación se enfocara a un espacio geográfico más reducido, “comuna de Paine”.
Ahora bien, con respecto al libro, los capítulos II, III, IV y V, nos servirá como instancia de
introducción para comprender la realidad educacional nacional y su evolución durante la
segunda mitad del siglo XIX y principios del XX. El capítulo II servirá para conocer en Chile
desafíos educacionales a enfrentar, el analfabetismo, por ejemplo, del cual nuestro objeto de
estudio no sale de dicha norma. El capítulo III, nos introducirá acerca de los modos de vida
de los sujetos históricos que nos interesa, es decir, campesinos. El Capítulo IV y V nos
informa de las primeras reformas a los programas de educación y el mejoramiento de los
materiales e infraestructura escolar, en este punto, es necesario relacionar dichas reformas
con la aplicación efectiva en nuestro campo de estudio, educación básica en el área rural.
La hipótesis de trabajado escogida surge a partir de una intención de profundizar en torno al
capítulo III, el cual describe la educación y la vida en el ámbito rural, por ende, el trabajo no
constituye un ataque al planteamiento de los autores, pero si como punto base de partida para
estudiar a mayor profundidad el desarrollo de la escuela pública en dichos sectores. Aun así,
se hace notar que la delimitación de “sector rural” es muy amplia, planteando que la
implementación de políticas públicas para la instrucción primaria fue más bien difícil, debido
a factores tanto sociales como geográficos.
Sin embargo, surge la duda con respecto al sector “Santiago rural sur”, debido a que,
geográficamente, solo se encuentran a no más de 50 kilómetros desde el centro de Santiago
y la brecha social no supuso un impedimento para la alfabetización del campesinado, tal
como testifican algunas fuentes, por lo que, posiblemente, el influjo y llegada de las políticas
educacionales pudo haber tenido un comportamiento diferente a lo que respecta a las demás
áreas rurales del país. Por lo tanto, podemos plantear que, si bien, la educación primara en
áreas urbanas no es igual al de áreas rurales, el sector “Santiago rural sur”, pudo haber sido
un espacio donde la ley de instrucción primaria penetró de mejor manera, a diferencia de
otros sectores rurales.
Sebastián De la Jara

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