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UNIVERSIDAD NACIONAL

“SANTIAGO ANTÚNEZ DE MAYOLO”

ESCUELA DE POSGRADO

DOCTORADO EN EDUCACIÓN

“CAUSAS ECONÓMICAS, SOCIOPOLÍTICAS Y EDUCATIVAS DE LA


CORRUPCIÓN EN LA GESTIÓN PÚBLICA EN LA REGIÓN ANCASH-2017”

PRESENTADA POR:

ELING L. CAMONES BAZAN

Huaraz – Perú
2017
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La corrupción es un fenómeno que se ha insertado en todas las esferas a una


escala mundial, algo parecido a una pandemia. En sí, el génesis de esta
pandemia probablemente engloba a un sinfín de factores que podrían, a
primera vista, estar desligados; sin embargo, guardan una estrecha relación.
Así, en primera instancia podríamos considerar que como lo consideraba
Lenin (1920) el modo de producción necesariamente creará un contexto de
choques de agentes de la producción: el amo y los obreros. Y esta diferencia
de acceso a los mecanismos para no morir de hambre creará una serie de
decisiones para los menos favorecidos. Otro factor, que probablemente esté
imbuida en esta realidad sería el de la educación, pues si esta institución no
desarrolla mecanismos para intentar desarrollar la inteligencia moral, la
rentabilidad de lo que se prioriza para ser aprendido, probablemente esté
colaborando en sí para este fenómeno. Y como no existe, el escrúpulo moral
socialmente se desconoce autoridad, leyes, punición. Son consideradas
categorías ignotas y si así lo son, están convencidos que no hay delito. Y si
esto es así se desencadena una serie de nuevos valores humanos que se
aproximan bastante a la deshumanización.

Probablemente estos factores incidan en el auge de la corrupción en nuestra


sociedad, tanto así que en la región Ancash, parte de la realidad mundial,
también se ve inmiscuida en diversos casos de actos de corrupción y, con
más claridad, en la gestión pública. En los últimos 15 años los protagonistas
de estas series policiales son los funcionarios públicos que ostentaron cargos
políticos. Desde presidentes de la región, consejeros, alcaldes, regidores,
funcionarios con cargos de confianza. La razón tiene varias aristas como se
ha podido explicar de la corrupción a escala mundial. Sin embargo, en
nuestra región la corrupción en algunos casos nos ha hecho rememorar a
grandes capos de la mafia internacional, pero ¿cómo se ha podido llegar a
esta realidad plagada de corrupción en las esferas de la gestión pública? ¿por
qué la región Ancash de un tiempo para acá se ve en las portadas como la
región en la que se perpetra más casos de actos de corrupción en la gestión
pública?, ¿qué factores están influyendo en este sentido?

Por ello, a la luz de la reflexión inicial se plantea el problema descrito de la


siguiente manera:

¿Qué causas están detrás de la materialización de la corrupción en la gestión


de la región Ancash?

2. HIPÓTESIS
Las causas que están detrás de la materialización de la corrupción en la
gestión pública de la región Ancash son de corte socioeconómico y educativo.

3. OBJETIVOS
Determinar que las causas socioeconómicas y educativas inciden en la
materialización de la corrupción en la gestión pública de la región Ancash.

4. JUSTIFICACIÓN
El trabajo monográfico se justifica, pues el análisis y su posterior arribo a las
conclusiones ayudarán de cierta forma a entender a la sociedad en general
las casusas que están detrás de este fenómeno. Asimismo, este sería
considerado un aporte para entender la figura de este fenómeno.

5. MARCO TEÓRICO

5.1. Delimitación del término “corrupción”.

Mirko Lawer (2017) entiende de que el término corrupto puede estar


corrompiéndose, porque está convencido que nadie se atreve a llamar a
otro ladrón, estafador o asesino en público sin anteponerle el cauteloso
adjetivo presunto, para evitar el riesgo de una demanda de difamación y
calumnia, pero corrupto parece tener licencia en este terreno.
Así, ahora son llamados corruptos no solo los sentenciados por actos
definidos como corrupción, sino también aquellos de quienes se
sospecha, por su mala reputación o sus contactos de cualquier tipo con
efectivas situaciones delictivas. Incluso se aplica a personas integrantes
de partidos, empresas u otros tipos de organización en que se ha
comprobado corrupción.

Sin embargo, salta la interrogante ¿a qué se le llama corrupto? La Real


Academia Española (2014) lo delimita así:

Del lat. corruptus.


1. adj. Que se deja o ha dejado sobornar, pervertir o viciar. U. t.
c. s.
2. adj. desus. Dañado, perverso, torcido.

No obstante, diversas instituciones han considerado desde su perspectiva


una aproximación a la delimitación del vocablo corrupto. Por ejemplo,
Díaz (2003, p.142) lo precisa como: “un vicio, un abuso, una mala
costumbre en el manejo de la cosa pública”.

Por otra parte, Artaza (2016) entiende que “no se puede llamar a algo
corrupto sin una referencia implícita a algún ideal y a la decisión de
cuándo se altera o desnaturaliza el mismo”. Por su parte, la Convención
de las Naciones Unidas contra la Corrupción, en su Capítulo III, titulado
“Penalización y aplicación de la ley”, exige o recomienda, en su caso, a
los Estados Parte la penalización de una serie de conductas, entre las que
destacan: a) el soborno de funcionarios públicos nacionales; b) soborno
de funcionarios públicos extranjeros y de funcionarios de organizaciones
internacionales; c) la malversación o peculado, la apropiación indebida u
otras formas de desviación de bienes por un funcionario público; d) el
tráfico de influencias; e) el abuso de funciones; f) el enriquecimiento ilícito;
g) el soborno en el sector privado y; f) la malversación o peculado de
bienes en el sector privado.
Artaza (2016) concluye que “cuando se habla de corrupción se estaría
haciendo alusión a un concepto centrado en la infracción de tales deberes
(por lo general asociados a la función pública) con el propósito de
beneficiar indebidamente a quien infringe tal deber (por lo general
decisorio) o a un tercero. Asimismo, Joseph Nye (citado por Mavila, 2012,
p.33) precisa que la corrupción es “aquella conducta que se desvía de los
deberes normales de un cargo público por consideraciones privadas,
pecuniarias o de estatus; o aquella que viola normas restrictivas de cierto
tipo de influencias de beneficio privado”

En cambio, existen otras líneas que entienden que la corrupción posee un


atributo de consecuencia negativa: “La corrupción es un obstáculo para el
uso eficiente y eficaz de los recursos, y un riesgo para el desarrollo
económico y las estructuras democráticas”. (Bohem & Graf, 2009)

En contraste, en el portal de Transparencia Internacional


(https://www.transparency.org/) entiende que la corrupción:

consiste en actos cometidos en un alto nivel de gobierno que


distorsionan las políticas o el funcionamiento central del Estado,
permitiendo a los líderes beneficiarse a expensas del bien
público. La pequeña corrupción se refiere al abuso cotidiano del
poder confiado por funcionarios públicos de nivel bajo y medio
en sus interacciones con ciudadanos comunes, que a menudo
están tratando de acceder a bienes o servicios básicos en
lugares como hospitales, escuelas, departamentos de policía y
otras agencias.

La percepción en nuestro país de la corrupción es, en algunos casos,


unánime. Valdez (2016, p.18) en un trabajo de investigación llegó a la
siguiente conclusión con respecto a los índices de percepción de la
corrupción:
“Según el nivel socioeconómico en los estratos A y E no tienen
bien diferenciada los niveles de percepción de corrupción en
cambio en los estratos B, C Y D la mayoría de personas tienen
una percepción de un sistema muy corrupto”.

Según la región en todas las regiones la mayoría de personas


tienen una percepción de un sistema muy corrupto, pero es más
notoria esta diferencia en la región Lima, seguida de la región
Norte y la región Sur.

5.2. Causas

Por su naturaleza:

5.2.1. Endógenas
Estas causas están relacionadas directamente con el individuo.
Están consideradas en este apartado:
 Falta de valores humanistas
 Carencia de una conciencia social
 Falta de educación
 Desconocimiento legal
 Baja autoestima
 Paradigmas distorsionados y negativos
 (Consumistas, materialistas)

5.2.2. Exógenas
Estas necesariamente están vinculadas con la sociedad.
 La impunidad de los actos de corrupción
 Los modelos sociales que transmiten “valores”.
 Un excesivo poder discresional del funcionario público.
 La concentración de poderes y de decisión en ciertas
actividades del gobierno.
 El soborno internacional.
 El control económico o legal sobre los medios de
comunicación que impiden se exponga a la luz pública los
casos de corrupción.
 Salarios demasiados bajos.
 Falta de transparencia en la información concerniente a la
utilización de los fondos públicos y de los procesos de
decisión.
 La poca eficiencia de la administración pública.
 Y una extrema complejidad del sistema.

Por el factor de estudio:

5.2.3. Económicas

A) Rol del Estado en la economía

a) Excesiva intervención del Estado en la economía


Manzeti (1993, citado por Orrego, 1999, p. 116) explica que
la realidad económica de posguerra de los países
subdesarrollados fue dominada por modelos de desarrollo
económico donde los gobiernos tenían un rol fundamental.
Este no solo regulaba la gran mayoría de las actividades
socioeconómicas, sino que también se había transformado en
el principal productor, empleador y consumidor en muchos de
esos países.

Tres factores han sido mencionados para explicar esta


situación: la gran cantidad de dinero involucrada en cada una
de las decisiones de los funcionarios públicos en dichas
áreas, la gran discrecionalidad funcionaria y falta de
competencia entre ellos, causada por el carácter monopólico
de muchas de dichas empresas o servicios, que debilita aún
más la responsabilidad pública de los mismos, la numerosa y
compleja regulación que estas agencias generan para el
sector privado.

b) Debilitamiento y disminución de la capacidad operativa


del Estado.

La crisis económica de los ochenta hizo que tanto los


gobiernos de los países en desarrollo, así como las agencias
multilaterales se concentraran fundamentalmente en la
contención de dicha crisis. El principal problema de esta
estrategia, al menos desde el punto de vista de la corrupción,
ha sido el excesivo énfasis en la reducción del tamaño del
apartado del Estado, el cual ha traído consigo la disminución
de la capacidad operativa del mismo para cumplir sus otras
obligaciones.

Pichón (1994, citado por Orrego, 1999, p.117) indica que no


se ha comprobado fehacientemente que exista relación entre
sueldo y corrupción, ya que como se observa en nuestro
entorno funcionar de alto nivel e ingreso económico están
inmersos en casos millonarios de corrupción.

a. Reforma económica sin los debidos resguardos


institucionales. La generalizada idea de que una de
las principales causas de corrupción en países en
desarrollo es la excesiva injerencia económica del
Estado, ha hecho que muchos vean en las políticas de
desregulación económica y privatización de empresas
y servicios públicos una respuesta inmediata y efectiva
a este problema.

c) Estatutos de contratación débiles entre el sector público


y el privado
El hecho de que los Estados manejen sumas altísimas en la
contratación de bienes y servicios de privados en los
mercados, hace que hoy incluso más que ayer esta área sea
un gran foco potencial de irregularidades.
El problema no radica solo en la toma de decisiones en una
adjudicación o contrato, sino de manera muy especial en los
procedimientos previos de acreditación de contratistas.

B) Actores externos
Se podría considerar en este punto que, los actores internos son
los miembros del Estado, en contraste, los externos son los que
solo están relacionados o vinculados de una u otra manera. Por
ejemplo, el narcotráfico y otras mafias pueden corromper a los
principales y/o agentes del estado, utilizando la extorsión y/o
violencia. Asimismo, el sector privado es quien ejerce la fuerza
corruptora en relación a los miembros de Estado, casos patentes
pueden ser las grandes transnacionales. A su vez, las
comunidades internacionales con sus secretos bancarios han
permitido un sinfín de acciones como lavado, crímenes de cuello
blanco, entre otros.

No cabe duda, que este factor ha sido una de las detonantes de la


exteriorización de los actos de corrupción en la región Ancash, pues
hasta hace quince años atrás los actos de corrupción eran poco
perceptibles y eso fue, necesariamente, porque en aquellos tiempos
la región no manejaba presupuestos que de seguro que en esos
tiempos ni se imaginaban que Ancash iba a manejar. La raíz de la
corrupción podría atribuírsele a este factor con mayor incidencia,
pues se ha visto que el acceso al poder del Estado te permite
acceder a manejos presupuestales, entonces la contrariedad se
inicia, me corrompo o no me corrompo, o esta otra, los corruptos y
los de las manos limpias.
5.2.4. Sociopolíticas
El factor político considera aspectos de la vida política de ciertas
sociedades, Orrego (1999) lo entiende en tres aspectos:

A) Partidos políticos
No se puede negar que los partidos políticos juegan un papel en
la determinación de la génesis de la corrupción.

a) Práctica clientelísticas.
Aquí se entiende que el estado es un “botín” que se debe
repartir entre los correligionarios y simpatizantes una vez
alcanzado el poder. Una de las manifestaciones más dañinas
del clientelismo es aquella según la cual la administración del
estado cambia de color político entre una elección y otra, en
una proporción muy significativa.

Las posibilidades para llegar a lograr el ansiado poder es muy


disputado, por ello, los partidos políticos se agencian de
diversos mecanismos para poder alcanzarlo: ofrecer a sus
correligionarios o no la posibilidad de la asunción de un cargo
o beneficio económico si se llegase al poder a cambio de
porcentajes para la campaña política.

b) Tutelaje o monopolio partidista.


La falta de mecanismos efectivos de participación y
fiscalización de los ciudadanos en la vida política ha
fortalecido la preminencia excesiva de los partidos políticos
como intermediarios entre el estado y los ciudadanos. Y esta
situación es la que permite que se desarrollen todo tipo de
tráfico de influencias, asignación de proyectos y beneficios
sociales por razones y a cambio de adhesión política, y la
politización de la administración pública
Entonces podemos entender que el proceso de adhesión
política no es necesariamente por línea ideológica sino es
porque los partidos políticos representan la gran posibilidad
de acceder al Estado, al poder de este y así –quizá– tomar
decisiones para el beneficio de colectivo o para el beneficio
personal.

c) Alto y creciente costo de la vida política


El costo de hacer vida política es altísimo pues se tiene que
satisfacer muchas necesidades: el acceso a los medios de
comunicación, el pago de estudios de opinión y la asesoría de
especialistas en comunicación entre otros. Todo este motiva
al financiamiento y los llamados a este rubro, por lo general,
son las instituciones privadas quienes se ven interesados
poder acceder al Estado y sus reglas por este medio.

d) Débil concepto de legalidad y autoridad


“En sociedades donde la vigencia socialmente arraigada del
concepto legalidad y autoridad está debilitada, la propensión
a que existan conductas corruptas es mayor”.

Un factor que debe considerarse es la independencia que es


la «piedra angular» de cualquier sistema de justicia, que
garantiza la decisión imparcial de los conflictos y asegura la
separación de la función judicial del poder político. (Mavila,
2012, p8)

B) Sistema de gobierno

a) La excesiva extensión del secreto o reserva de la gestión


pública.
Esta poca o nula transparencia administrativa permite el
accionar de situaciones que no necesariamente se ciñen al
marco legal. Por ejemplo, los casos que devienen de este
secreto o reserva están relacionados con gastos corrientes y
el mal uso de gastos de inversión.

b) Falta de alternancia política


“Sistemas que permiten que gobiernos de coalición o
unipartidistas se prolonguen por largo tiempo, llevan en sí
mismo el germen de la corrupción. Sea por falta de control,
acostumbramiento al poder, lealtad partidaria, o simplemente
falta de exposición a verdaderas competencias, siempre es
más fácil que quienes detentan el poder por mucho tiempo
sucumban a la tentación de creer que el Estado les pertenece,
o al menos que pueden actuar como si fuera sin correr serio
peligro”.

c) Descentralización acelerada
Aun cuando los procesos de descentralización política y
administrativa son vistos por muchos como un resguardo más
que una fuente de corrupción, lo cierto es que hay varias
razones para pensar lo contrario. Por ejemplo, dichos
procesos generalmente no han sido suficientes ni
simultáneamente acompañados del necesario fortalecimiento
de la capacidad técnica, la institucionalidad contralora y a
gestión fiscal de las municipalidades. Por otra parte, el
aumento de recursos para administrar y la poco o nula idea
de gestión eficiente permite altos índices de corrupción.

C) Régimen político
El funcionamiento del sistema político es una causal para estas
realidades.

a) Debilidades del sistema democrático.


En este apartado conforman como parte de las debilidades
del sistema democrático es la poca independencia de los
medios de comunicación, si bien se la considera como
protagonista de la lucha contra la corrupción, ahora se piensa
todo lo contrario. A esto, hay que sumarle la escasa
participación popular, es decir, que los ciudadanos no tienen
canales efectivos para poder manifestar su disconformidad o
conformidad con los procesos políticos que se desarrollan.
Asimismo, la falta de independencia efectiva de los demás
poderes del Estado.

b) Mayor complejidad de vida social.


Las fuerzas atomizadoras del mercado, más las
complejidades producidas por distintos fenómenos ligados a
la modernidad, han hecho que se reproduzca una pérdida de
la capacidad integradora de los mecanismos democráticos
tradicionales.

El poco interés de las personas por participar en actos de


fiscalización y evaluación de la gestión pública.
La cultura consumista y las prácticas políticas clientelísticas. La
primera es algo que se extiende con la economía de mercado y que
produce efectos desintegradores en materia de probidad pública. No
hay duda que la sociedad ensalza el éxito fácil y rápido. Lo
importante es tener, sin importar cómo.

Asimismo, la descentralización acelerada ha sido otro factor que ha


influido necesariamente en la materialización de los actos de
corrupción, pues, mucho poder para poca capacidad de gestión
pública.
5.2.5. Educativas
Sin duda la educación es, quizá, la piedra angular para el control y
menoscabo del fenómeno de la corrupción.

A) Escasa o nula idea de inteligencia moral en los hogares


La frase “la educación viene de casa” probablemente sea
considerado un axioma en este contexto, pero la realidad de
muchas familias es que, aparte de ya no ser funcionales y
nucleares se ha roto la imagen de la inteligencia moral, pues
muchas familias entienden que dicha virtud no les ayuda a
vestirse, alimentarse, etc., por ello el nuevo valor (antivalor) es
patear el tablero de la inteligencia moral.

Desde que un padre o una madre no sea honesto al recibir un


vuelto de más, entregar billetes falsificados ya está formando al
nuevo ciudadano en la nula idea de inteligencia moral. Esto,
como es obvio, traerá cola más adelante o, quizá, lo practique ya
en su entorno vivencial. Cuántos niños, por ejemplo, no han
devuelto los vueltos a los padres, han escondido los exámenes,
o, pese a que los padres saben de su responsabilidad palmaria
en una travesura ellos arguyen un sinfín de argucias para negar
tal acción.

Probablemente, en los hogares se sienten las bases de la


inteligencia moral, solo así podríamos en cierta medida afianzarla
en la escuela, de lo contrario, la batalla ya estaría perdida antes
de empezar.

B) Currículos que no contempla el estudio de la corrupción.

Los planes curriculares que han sufrido ligeras modificaciones en


aspectos más temáticos que esenciales cambios.
La corrupción probablemente esté presente en muchas de las
materias que se aborden, sin embargo, el currículo no ha
reparado en dichas situaciones para generar una reflexión sobre
este particular.

La razón de esta realidad, es porque como lo precisa Gimeno


Sacristán en su obra, en alusión al enfoque por competencias en
las instituciones básicas no se considera la competencia para
criticar al sistema, por qué, porque eso hoy por hoy es
considerado un delito.

La mejor manera de prevenir los actos de corrupción es creando


mentes críticas, sin embargo, pareciera que el Ministerio de
Educación se ha encargado de preparar unos planes curriculares
para evitar eso, sería interesante que los estudiantes reflexionen
que no hay necesidad de ganar sumas exorbitantes para formular
proyectos de ley, derogar normas que afectan al plural de la
población, etc. Es como la analogía de las drogas, aunque tal vez
no quepa aquí, que si se legalizaran el precio de la droga se
devaluaría, se evitaría los ajustes de cuenta, los sobornos a
funcionarios de las aduanas, de modo análogo, si se entendiese
que para servir al país no se requiere de sumas exorbitantes,
quizá, solo quizá se podría disminuir este fenómeno.

Dicen que estudiamos nuestra historia para construir desde el


presente nuestro futuro, pues algo anda mal. La educación en
general se ha convertido en la historización de casi todo lo que
se pueda estudiar: historia de la computación, historia de la
filosofía, historia de la psicología, historia de la economía, y,
curiosamente, hasta historia de la historia. Los billetes y nuestras
monedas nos revelan eso.
C) Agentes educativos que no educan con el ejemplo.
Como agentes educativos consideramos a aquellos que
intervienen de manera directa e indirecta en la formación de los
estudiantes, por ejemplo, los profesores.

Es común oír a los estudiantes que, al menos, una vez en su vida


estudiantil han pagado a sus profesores para salvar materias que
comprometían su promoción o los ubicaban en riesgo
académico.

Cuando un adolescente o, incluso, niño se expone a este tipo de


actos probablemente su inteligencia moral queda en una
situación comprometedora y, a su vez, desfigura la imagen de
profesor, de modelo, hasta quizá, de canon. Por ello, lo que viene
después es nada, pues ya se han trastocado valores y,
probablemente, estos sean asumidos como parte de la
supervivencia académica.

D) Medios de comunicación sensacionalistas


Para culminar, los medios de comunicación hacen un flaco favor
en la incentivación de la transparencia de gestiones públicas,
análisis políticos con matices para toda la familia. En vez de ello,
se tiene cuestiones policiales: asesinatos, asaltos, muertes,
como lo precisa Giovanni Sartori (1997) todos lamentamos la
muerte de una o varias personas, pero llegar al extremo de
analizar el lugar de los hechos, entrevista a los que estuvieron
cerca de los sucesos, microondas por doquier; realmente es una
exageración, nos estamos convirtiendo de Homo Sapiens a
Homo Videns.

Los programas televisivos en la ciudad de Huaraz, por ejemplo,


aún están en pañales. Muchos de ellos carecen de editores,
directores de prensa, en sí, carecen hasta de conciencia moral,
pues, somos testigos de coberturas a ciertos candidatos que,
pese a tener denuncias y otras sospechas de poca honestidad
son entrevistados reiteradas veces, lo cual, nos hace dudar de la
credibilidad que pueden manejar.

En cuanto a los programas radiales, podemos observar que


muchos de los hombres de prensa lanzar afirmaciones de corte
informativo y los hacen pasar como si fueran conocimientos
acabados y corroborados. Esto último es más peligroso aún,
pues a la ligera sueltas epítetos a funcionarios que
presuntamente estén involucrados en actos de faltas como abuso
de autoridad son calificados como “corruptos”. En general, la
presan radial es mala, pésima, sensacionalista y, hasta, vulgar y
grotesca.

La prensa escrita igual, pasa por esa misma categorización,


existe una pobreza de información calificada e, incluso, arbitrada
pues los errores son el pan de cada día.

Por ello. Díaz (2003) considera que es imprescindible que desde


la educación se materialice algunas acciones:

1. Educar en y para la ética, es no sólo posible sino necesario


en la perspectiva de formar ciudadanía y democracia.
2. Aunque se deben conocer elementos teóricos sobre la ética,
ésta se debe reflexionar desde las acciones cotidianas.
3. Quien se forma desde perspectivas éticas debe pasar por
procesos de movilización de su vivencia histórica, para desde
allí comprometerse con cambios actitudinales.
4. En procesos educativos se hace necesario aportar elementos
teóricos y prácticos para que los participantes incidan como
multiplicadores con quienes interactúan.
5. Se requiere didactizar la enseñanza de la ética, cuando es
abordada desde espacios educativos formales.
6. Como cualquier otro conocimiento, la ética no se aprende sino
desde la acción participativa del ciudadano, en el proceso
educativo.
7. Se requiere crear condiciones de autonomía y ejercicio de la
libertad, para construir colectivamente desde los espacios
educativos que se comparten, visiones éticas.

5.3. Modelo principal-agente-cliente

Si bien el agente es contratado para actuar en representación del


principal, este puede traicionar los objetivos del principal en aras de su
interés personal; se corrompe. La proporción básica de este modelo es
que el agente actuará corruptamente cuando sus beneficios netos
(comisión, soborno, ayuda a familiar o partido, etc.) sean superiores a sus
costos netos (probabilidad de ser descubierto y castigado, más la
magnitud del castigo económico, penal o administrativo) Si suponemos
que el principal sabe que esto va a ocurrir, entonces es probable que este
tome las medidas necesarias para inducir al agente a actuar en forma
correcta, o al menos para hacerlo en un nivel que considere óptimo.
(Orrego, 1999, p.98)

Finalmente, este modelo también incorpora al cliente. Este participará en


el arreglo corrupto (sea adecuándose a él o tomándolo) mientras los
beneficios netos de hacerlo sean superiores a los costos netos. El
principal también tratará de inducir o moldear el comportamiento del
cliente.

La clave en este modelo es la labor del principal, pues tiene la tarea de


crear incentivos, tanto positivos como negativos, para que tanto el agente
como el cliente eviten caer en corrupción desarrollando diversas acciones.
Sheifer y Vishny (1993, citado por Orrego, 1999) entienden de que el
agente puede ser tentado para materializar un actor de corrupción en dos
casos: Sin robo, cuando el agente acepta o propone coimas para agilizar
trámites. Con robo, cuando el agente afecta directamente a las arcas.

Sin robo Con robo


El agente de aduanas solicita o El Funcionario esconde la
acepta coima para agilizar el operación y lo maquilla con un
paso en la aduana. precio diferente.

Según esta teoría, la penalización o el aumento de las penas existentes


para la corrupción puede incrementar el monto del soborno que cobra el
funcionario público, pero no cambia la esencia del problema. Esto se
explica por dos argumentos dados por los autores: a) si la probabilidad de
ser descubierto y la magnitud de la pena son independientes del monto
del soborno y la cantidad de personas que lo pagan, el agente seguirá
cobrando la misma “coima” mientras la pena no sea tan alta que haga no
rentable la corrupción. b) Si la pena es proporcional al monto de soborno,
entonces el agente bajará el monto del soborno y aumentará el número
de clientes afectados, es decir, mayor sea el soborno menos clientes
afectados.

En contraste, en nuestro país al “principal” y al “agente” se les atribuye la


denominación de “funcionarios públicos” que según el Código Penal lo
precisa así:

«Se consideran funcionarios o servidores públicos: 1) Los que


están comprendidos en la carrera administrativa; 2) Los que
desempeñan cargos políticos o de confianza incluso si emanan
de elección popular; 3) Todo aquel que independientemente del
régimen laboral en el que se encuentre, mantiene vínculo
contractual o laboral de cualquier naturaleza con entidades u
organismos del Estado y que en virtud de ello ejerce funciones
en dichas entidades u organismos; 4) Los administradores o
depositarios de caudales embargados o depositados por la
autoridad competente, aunque pertenezcan a particulares; 5)
Los miembros de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional; 6)
Los demás indicados por la Constitución y la Ley

5.4. Especies de corrupción

5.4.1. Extorsión: Es cuando un servidor público, aprovechándose de su


cargo y bajo la amenaza, sutil o directa, obliga al usuario de un
servicio público a entregarle también, directa o indirectamente, una
recompensa.

5.4.2. Soborno: Es cuando un ciudadano o una organización, entrega


directa o indirectamente a un servidor público, determinada
cantidad de dinero, con el propósito de que obtenga una respuesta
favorable a un trámite o solicitud, independientemente si cumplió o
no con los requisitos legales establecidos.

5.4.3. Peculado: Es la apropiación ilegal de los bienes por parte del


servidor público que los administra.

5.4.4. Colusión: Es la asociación delictiva que realizan servidores


públicos con contratistas, proveedores y arrendadores, con el
propósito de obtener recursos y beneficios ilícitos, a través de
concursos amañados o, sin realizar estas (adjudicaciones
directas), a pesar de que así lo indique la ley o normatividad
correspondiente.

5.4.5. Fraude: Es cuando servidores públicos venden o hacen uso ilegal


de bienes del Gobierno, que les han confiado para su
administración. 6. Tráfico de influencias: Es cuando un servidor
público utiliza su cargo actual o sus nexos con funcionarios o
integrantes de los poderes ejecutivo, legislativo o judicial, para
obtener un beneficio personal o familiar, o para favorecer
determinada causa u organización.

6. CONCLUSIONES

 Sin duda, el aspecto socioeconómico tiene incidencia hegemónica en el


origen de la corrupción en la gestión pública de la región Ancash. Se
podría afirmar que este factor ha sido que ha acentuado la corrupción en
la gestión pública, pues, el manejo de presupuestos o actividades
relacionas a ella ha implicado actos dolosos que han concluido y han sido
considerados como actos de corrupción.

 El aspecto educativo es otro de los factores que colabora en la


materialización de la corrupción en la gestión pública de la región Ancash.
Pues tanto los agentes educativos, así como las autoridades centrales no
apuestan por políticas educativas que atenúen estas cuestiones.
7. REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

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