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CONTRACAI{TO A

\TALT STIHTTMAN
(canto a nosotros mismos)

Utszl
Yo,
Contracanto a un célebre
poena de Wah Witman un hijo del Caribe,
publicado en 1g55
con el útulo de Canto
"
mí l)rccisamente antiliano.
mismo (Song of myselg que
se inici.a asi l)roducto primitivo de una ingenua
c:riatura borinqueña
"Yo, Wal, Wbitman, un ccsmos, y un obrero cubano,
un bijo de i,fanbaüan. " nacido justamente y pobremente,
cn suelo quisqueyano.
Recorrido de voces,
lleno de pupilas
que a través de las islas se dilatan,
vengo a hablarle a \Valt \lhitman,
un cosmos,
un hijo de Manhattan.
Preguntarán
¿quién eres tú?
Comprendo.
Que nadie me pregunte
quién es \üfalt \X/hitman.
Iría a sollozar sobre su barba blanca.
Sin embargo,
voy a decir de nuevo quién es lralt IThitman,
un cosmos,
un hiio de Manhattan.

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)
Tib: una vez un rerrirorio puro.
Arboles y terrones sin (¡Oh, Walt \Thitman de barba luminosa...l)
rúbricas ni alambres.
Hubo una vez un territorio Era el ancho Far-'West y el Mississippi y las
sin tacha.
Hace ya muchos años. Montañas
Más J.l; padres de los Rocallosas y el Valle de Kentucky
padres "ná
las llanuras jugaban y las selvas de Maine y las colinas de Vermont
a galopes de búfalos.
Las costas infinitas y el llano de las costas y más...
¡ugaUan tm p..trr.
Las rocas desceñían " de diamantes. Y solamente
su vientre
Y las lomas jugaban a faltaban ios delirios del hombre y su cabeza.
cabras y gacelas...
Solamente faltaba que la palabra
Por los claros del bosque mío
la brisa regresaba
cargada de insolencias penetrara en las minas y las cuevas
de ciervos n iO.Out.,
que henchían de simiente y cayera en el surco y besara la Estrella
los poros d. t" tr.d..
Y era una tierra pura poblada Polar. Y cada hombre
Donde un terrón tocaba
d. ,orp..r"r. Ilevara sobre el pecho,
la semilla
precipitaba a un bosque bajo el brazo, en las pupilas y en los hombros,
de dulzur a fragante.
Le acometía a veces su caudaloso yo,
un frenesí d" ;.i;;
que exprimía los
álamos, los pinos, los abetos,
su permanencia
y enfrascaba en racimos en sí mismo,
la noche y to, p"lr"¡.r.
minas y bosques y praderas y lo volcara por aquel desenfrenado territorio.
".t11 de ar.o¡relos
cundidos
y ,rubes f u.rimate,

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Que nadie me pregunte
quién es rX/alt rVhitman Hubo vna vez un intachable territorio puro.
A través de los siglos Solamente faltaba que la palabra
.
m10
iría a sollozar sobre su barba
blanca penetrara su régimen oscuro.
He dicho que diré
Sin embargo,
y estoy diciendo
quidn era el infinito y luminoso el yo que iba a decirla esfaba allí
pero cogido
rüralt rü(/hitman,
un cosmos como un pez
en su red de costillas.
¡un hijo de Manhafiant
Estaba
pero interno, pero adusto y confinado
y amaba y deshojaba sus novias amarillas.
Afuera estaba el firme sistema delaLey.
Estaba la celosa
regulación de la conducta.
LaLey del algodón,laLey del sueño,
la Ley inglesa, dura y definitiva.
Y apenas
un breve yo surgía entre dos párpados,
se iluminaba el cumplimiento de la Ley.
Y entonces,
cada cual derogaba su yo desestimado
entre el musgo, la sombra, la amapola
y el buey.

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Y un día ¡Oh,'!íalt \fhitman, tu barba sensitiva


(¡Oh, \X/alt lVhitman de barba insospechada...l) era una red al viento!
al pie de la palabra Vibraba y se llenaba de encendidas figuras
yo de novias y donceles, de bravos y labriegos'
resplandec ió la palabr a de rudos mozalbetes camino del riachuelo'
Democracia. de guapos con espuelas y mozas con sonrisa'
Fue un salto. de marchas presurosas de seres infinitos'
De repente de trenzas o sombreros...
el más recóndito yo Y tú fuiste escuchando
encontró su secreto beneficio. camino por camino
Libertad de Trabajo. Libertad de Conciencia. golpeándoles el Pecho
Libertad de Palabra. Libertad de Camino. palabra con Palabra.
Libertad de aventura, proyecto y fantasia, rwhitman de barba candorosa,
¡Of,, vutt
Libertad de fracaso, de amor y de apellido. alcanzo por los años tu roja llamatada:'
Libertad sin retorno ni vértices ni orugas.
Libertad de quererme y mirarme en su pupila.
Libertad de la dulce asamblea que tengo en mi
corazón
contigo y con todala infinita humanidad que rueda
través
de todas las edades, los años, las tierras, los países,
los credos, los horizontes... y fue la necesaria
instalación del júbilo.
Las colinas desataron luceros y luciérnagas.
Las uvas se embriagaron de vino y de perennidad.
En todo el territorio
se hizo Ia gran puerta de la oportunidad
y todo el mundo tuvo acceso a la palabra
.
mlo.

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voz de barítono
v vo el predicador con mi
7 que tengo mi cara
t ,r, doncella que tengo mi contorno
Los hombres ayanzaron con su suerte y yá Umeretriz
capilán de mi plata
robusta y masculinur.rooror". , r" comerciante,
pilotearon 10s barcos yyo "
y los días. En la ruta pelearon con los indios el ser humano
para rní' sobre mí'
y las indias. En las noches contaron sus historias en pos de la fortuna
y ciudades. En la brisa colgaron sus camisas detrás de mí'
y caminos. En los valles pusieron diligencias Y con el mundo entero
a rn\ voz'
y ciudades. En la brisa colgaron sus camisas a rnis Pies, sometido
y el olor de los pechos procedentes del hacha --
recogiáo en mi esPalda
y a veces se extraviaron en las sombras ; la estatura de lala cordillera
llanura Yo
Yo

de un vientre de muchacha... y tas esPigas de


de los arados Yo
Aquel territorio fue creciendo hacia arriba v "f t"tPfá"dor
de los arroyos Yo
y bacia abajo. Y las orillas
Rascacielos Y el corazÓn de la amatista Yo
y mlnas rt
vvO
lVhitm^t,u'
',Valt
se iban alejando de la tierra,
cosmos,
unidos y distantes.
Los más fuertes, los más iluminados, los más un hiio de Manhatfan"'l
capaces de violar un camino, fueron adelante.
Otros quedaron atrás. Pero la marcha
seguía sin sosiego, sin volver la mirada.
Era preciso
confianza en sí mismo.
Era preciso
fe.
Y suavemente se fbrjó la canción:
yo el cow-boy y yo el aventurero
y yo el pioneer y yo el lavador de oro
y yo Alvin, yo William con mi nombre y mi suerte de
barajas,

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¡Secreta marav\lla de una historia que nace...! Porque


Con aquel ancho grito ¿qué ha sido un gran poet^ indeclinable
fue construida una nación gigante. sino un estanque límPido
Formada de relatos y naciones pequeñas donde un pueblo descubre su perfecto
que entonces se encontnban como el mundo semblante?
entre dos grandes mares... ¿Qué ha sido
Y luego sino un Parque sumergido
se ha llenado de golfos, islotes y ballenas, donde todos los hombres se reconocen
esclavos, argonautas y esquimales...
por el lenguaje?
Por los mares bravíos ¿Y qué
empezó a Vansitar el clíper yanqui, sino una cuerda de infinita guitarra
pueblos
en tieffa se elevaron estructuras de acero, donde pulsan los dedos de los
su sencilla, su ProPia, su fuerte Y
se escribieron poemas y códigos y mármoles
verdadera canción innumerable?
y aquella nación obtuvo sus ardientes batallas
\ü/alt rWhitman' que viste y
y sus fechas gloriosas y sus héroes totales Por eso tú, numeroso
que tenían aún entre los labios deliraste
la fragancia la palabta precisa pata c ntar tu pueblo'
y el zumo que en medio de la noche dijiste
de la tierra olorosa con que hacían su pan,
su trayecto y su equipaje... y el pescador se comprendió t-" * tü
Y aquélla fue una gran nación de rumbos y y el cazador se oyó en mitad de su disparo
albedrío. y el leñador se conoció en su hacha
Yelyo y el labriego en su siembra y el lavador
rotación de todos los espejos á. oro .. ,,., semblante amarillo sobre el agua
-la
sobre una sola imagen- y la doncella en su ciudad futura
que crece Y que madura
halló su prodigioso mensaje primitivo
en un inmenso, puro, territorio intachable baio la saYa
que lloraba la ausencia de la palabra y la meretriz en su fuente de alegtía
la
mío. y el minero de sombra en sus pasos debajo de
patria".

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cr.nndo el alto predicador, bajando Ia cabeza,
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cntre dos largas manos, decía
Nadie supo qué noche desgreñada,
y se enconrraba unido al fundidor un rostro frío, de baio celentéreo,
/lt lr..,a.ao.
y al caminante oscuro de suave polvareda se halló en una moneda. Qué reseco semblante
y al soñador y al trepador se pareció de pronto a un círculo metálico y sonoro.
y al albañtl terrestre parecido a una lápid,a Qué cara seca vio en circulación de mano en mano.
y al labrador y al teiedor Qué seca boca dijo de Pronto
y al marinero blanco parecido a un pañuelo... yo
Y el pueblo entero se miraba a sí mismcr y empezÓ a conjugarse, a cumplirse y a multiplicarse
cuando escuchaba la palabra en todas las monedas.
En monedas de oro, de cobre, de níquel,
y el pueblo entero se escuchau" J,.or, mismo en monedas de manos, de venas de vírgenes,
cuando escuchaba ala palabra de labradores y pastores, de cabreros y albañiles.
yo, rü/alt }Thitman un cosmos, Nadie supo quién fue el desceñido primero.
¡un hijo de Manhattan...l Mas se le vio una mañana adquirir el crepúsculo.
Porque tú eras el pueblo, tú eras yo, Mas se le vio otra maiana comprar la conciencia.
y yo era la Democracia, el apellido del pueblo, Y del fondo de los ríos, de los barrancos, de la médula
yo era también Valt Vhitman, un cosmos, de los arbustos, del filo de las cordilleras,
¡un hijo de Manhattan...! pasando por torentes de sudor y de sangre,
surgieron entonces los Bancos, los Trusts, los
monopolios,
las Corporaciones... Y, cuando nadie 1o supo,
fueron a dar al\í la cara de la niña y el cotazÓn
del aventurero y las cabriolas del cow-boy y los
anhelos
del pioneer... y todo aquel inmenso territorio
empezó a circular por las caias de los Bancos, los
libros
de las Corporaciones, las oficinas de los rascacielos,
Ias máquinas de calcular...
y yal

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se levio una mañana adquirir la gran puefa
de la 11
opoffunidad
y ya más nadie tuvo acceso a la palabra Preguntadlo a la noche y al vino y ala aurora...
mío
y ya más nadie ha comprendido la palabra Por detrás de las colinas de Vermont, los llanos de
yo.
las costas,
por el ancho Far-\Zest y las Montañas Rocallosas,
por el valle de Kentucky y las selvas de Maine,
Atravesad las fábricas de muebles y automóviles, los
muelles,
las minas, las casas de apartamientos, los ascensores
celestiales,
los lupanares, los instrumentos de los artistas;
buscad un piano oscuro, revolved las cuerdas,
los martillos, el teclado, rompedle el arpa silenciosa
y tiradl^ sobre los últimos rafes de la maüugada...
Inútilmente.
No encontraréis el limpio acento de la palabra
yo.
Quebrad un teléfono y un disco de baquelita,
arrancadle los alambres a un altoparlante noctumo,
sacad al sol el alma de un violín Stradivarius...
Inútilmente.
No encontraréis el limpio acento de la palabra
yo.
(¡oh, rx/alt tü7hitman, de barba desganada!)
¡Qué de rostros caídos, qué de lenguas atadas,
qué de vencidos hígados y arterias derrotadas,..!
No encontraréis
más nunca
el acento sin mancha
de la palabra
yo.

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6t
12 En medio de un volumen salino
allá viene caYendo Chile."
Ahora,
Vienen todos. Allá vienen cayendo'
escuchadme bien:
Cuba trae su dolor envuelto en un estremecimiento
si alguien quiere encontrar de nuevo
de comparsas.
Ia antigua palabta
México trae su rencor envuelto en una sola mirada
yo
fronteriza.
vaya a la calle del oro, vaya a rValt Street.
Y Haití, y Uruguay y Paraguay, vienen cayendo
No preguntéis por Mr. Babbin. Él os lo dirá. Y Guatemala, ¡l Sált'a,ior y Panamá, vienen cayendo'
Babbitt, un cosmos, Vienen todos. Vienen caYendo'
-Yo,
un hijo de Manhattan.
No preguntéis por Mr. Babbin, os lo he dicho'
É1 os lo dirá
todos esos pueblos en azítcat, en nitrato,
las Antillas -Traedme
-Traedme en estaño, en Petróleo, en bananas,
sobre varios calibres presurosos, sobre cintas en
de ametralladoras, sobre los caterpillares de los
almíbar
tanques
traedme todos esos Pueblos.
traedme las Antillas
No preguntéis por Mr. Babbitt, os 1o he dicho'
Y en medio de un aroma silencioso Vienen todos, vienen caYendo'
allá viene la isla de Santo Domingo.
la América Central.
-Traedme
Y en medio de un arom pavoroso
allá viene callada Nicaragua.
--Traedme la América del Sur.
Y en medio de un arom pesaroso
allá viene cojeando Venezuela.
Y en medio de un celeste bogotazo
allá viene cayendo Colombia.
Allá viene cayendo Ecuador.
Allá viene cayendo Brasil.
Allá viene cayendo Puerto Rico.

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Si queréis encontrar el duro acento moderno Porque


de la palabra pueblos
¿qué ha sido la ventura de los
yo sino un cambio continuo, un movimiento
id a Santo Domingo. eterno,
Pasad por Nicaragua. Preguntad en Honduras. un fuego infinito que se enciende y que se
Escuchad al Perú, a Bolivia, a la Argentina. apaga?
Dondequiera hallaréis un capitán sonoro ¿Qué ha sido
un yo. sino un chorro incontenido'
Un jefe luminoso, espejo aYet de oteros Y Palmares,
un yo, un cosmos. hoy nube blanca?
Un hombre providencial, ¿Y qué
un yo, un cosmos, un hijo de su patria. sino una brega infatigable
Y en medio de la noche fragorosa de la América en que hoy manda un puñado de golosos
escucharéis, detrás de madureces y fragancias, y mañana los Puños deliciosos,
mezclados con sordos quejidos, con blasfemias y fragantes Y frenéticos del Pueblo
gritos, innumerable?
con sollozos y puños, con largas lágrimas y largas Por eso tú, innúmero'Walt \7hitman,
aristas y maldiciones largas que en mitad de la noche dijiste
un yo, \Valt \7hitman, un cosmos, yo
un hijo de Manhattan. y el herrero sonoro se descubriÓ enlallama
Una canción antigua convertida en tazón de fuerza y el forjador Y el fogonero
entre los engranajes de las factorías, en las calles y el cuidador del faro, celeste de miradas,
de las ciudades. Un yo, un cosmos, en las y el fundidor Y el leñero
guardanayas, y la niña celeste colando la albotada
y en los vagones y en los molinos de los centrales. y el pionero Y el bombero
Una canción antigua convertida en razón de sangre y y el cochero y el aventurero y el arricro"'
de miseria, Tú,
un yo, un tü(/alt Whitman, un cosmos, que en medio de la noche dijiste
¡un hijo de Manhattan...! Yo, $(i'alt \flhitntnn, tll'¡ L'tlÉnltlt
un hijo dc ManhattÉl1

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y un pueblo entero se descubrió en tu lengua 7i
y se lanzó de lleno a construir su casa, Y ahora
hoy, ya no es la Palabta
que ha perdido su casa, yo
hoy, la palabra cumPlida
que tiene un puñado de golosos sonrientes y la palabra de toque para elllpezar el mundo'
engreídos, Y ahora
hoy, ahora es la PaTabta
que ha cambiado el fuego infinito que se nosotros.
enciende y que se apaga Y ahora,
hoy... ahora es llegada Ia hora del contracanto'
hoy no te reconoce Nosotros los ferroviarios,
des garra do rü7alt \Ilhitman, nosotros los estudiantes,
porque tu signo está gumdado en las cajas de los nosotros los mineros,
Bancos, nosotros los camPesinos,
porque tu voz está en las islas guardadas por arrecifes nosotros los Pobres de la tierra,
de bayonetas y puñales, los Pobladores del mundo,
porque tu voz inunda los decretos y los centros de los héroes del trabajo cotidiano'
Beneficencia con nuestro amor y con nuestros puños'
y los juegos de lotería, enamorados de la esPetanz '
porque hoy, Nosotros los blancos,
cuando un magnate sonrosado, los negros, los amarillos,
en medio de la noche cósmica, los indios, los cobrizos,
desenfrenadamente dice los moros Y morenos,
yo los rojos Y aceitunados,
detrás de su garganta se escucha el ruido de la los rubios Y los Platinos,
muchedumbre unificados Por el Úab^io,
Por la miseria, Por el
ensangrentadas explotadas refugiadas silencio'
hombre solitario
que torvamente dicen Por el grito de un
rú que en medio de la noche'
y escupen sangre entre los engranajes, con un Perfecto látigo,
en las fronte¡as y las guardarcayas...
¡Oh, Walt rVhitman de barba interminablel

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con un salario oscuro, 16
con un puñal de oro y un semblante de hiemo,
Y un día,
desenfrenadamente grita
en medio del asombro más grande de la
historia'
yo pasando a $avés de muros y murallas
y siente el eco cristalino la risa y la victoria,
de una ducha de sangre
encendiendo candiles de iúbilo en los ojos
que decididamente se alimenta en
y en los túneles Y en los escombros
nosotros nuestra y definitiva!
¡Ott, Wut, Whitman de barba
y en medio de los muelles alejándose Nosotros para nosotros, sobre nosotros
nosotros y delante de nosotros.,'
y al pie del horizonte de las fábricas i..og.r.*os puños y semilleros de todos los pueblos
nosotros y .t .ur."ra de hombtos y brazos reunidos
y en la flor y en los cuadros y en los túneles los plantaremos repentinamente
nosotros ü, calles de Chile' de Ecuador y Colombia'
y en Ia alta estructura camino de las órbitas ".,
de Perú y ParuguaY,
nosotros de El Salvador Y Brasil,
camino de los mármoles en los suburbios de Buenos Aires y de La Habana
nosotros y allá en Macorís del Mar, pueblo pequeño y mío'
camino de las cárceles iro.tdo rincón de aguas perdido en el Caribe'
nosotros donde la sangre tiene
cierto rumor de hélices quebrándose en el
río"'
proletaria!
¡Oh, \Valt \)lhitman de estampa
Por las calles de Honduras y el Uruguay'
Por los campos de Haití y los rumbos de Venezuela'
En plena Guatemala con su joven espiga'
En Costa Rica Y enPanamá'

/+ 75
En Bolivia, enJamaica y dondequiera,
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dondequiera que un hombre de traba,jo
se trague la sonrisa, ¿Por qué queríais escuchar a un poeta?
se muerda la mirada, Estoy hablando con unos y con otros.
escupa la garganta silenciosa Con aquellos que vinieron a aparlarlo de su pueblo,
enla faz del fusil y del jornal. a separarlo de su sangre y de su tierra,
¡Oh, ITalt \X/hitman! a inundarle su camino.
Blandiendo el corazón de nuestros clías delante
de
Aquellos que lo inscribieron en el ejército.
nosotros, Los que violaron su barba luminosa y le pusieron un
nosotros y nosotros y nosotros. fusil
sobre sus hombros cargados de doncellas y pioneros.
Los que no quieren a'X/alt rü/hitman el demócrata,
sino a un tal lü(/hitman atómico y salvaie.
Los que quieren ponerle zapatones
para aplastar la cabeza de los pueblos.
Moler en sangre las sienes de las niñas.
Desintegrar en átomos las fibras del abuelo.
Los que toman la lengua de rvalt \x/hitman
por signo de metralla,
por bandera de fuego.
¡No, lX/alt \fhitman, aquí están los poetas de hoy
levantados para justificartel
,*¡Poetas uenld.eros, leuantaos, porque uosotros debéls
Jrxtiflcarme!',
Aquí estamos, tüfalt \7hitman, para justificarte.
Aquí estamos
por ti
pidiendo paz.
La paz que requerías
para empujar el mundo con tu canto.
Aquí estamos
saivando tus colinas de Vermont,

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tus selvas de Maine, el zumo y la fragancia de tu tierra,
tus guapos con espuelas, tus mozas con sonrisas,
tus rudos mozalbetes camino del riachuelo.
Salvándolos, \Valt \7hitman, de los traficantes
que toman tu lenguaje por lenguaje de guerra.
¡No,'$Valt \7hitman, aquí están los poetas de hoy,
los obreros de hoy, los pioneros de hoy, los campesinos
de hoy,
firmes y levantados para iustificarte!
¡Oh, \Valt \lhitman, de barba levantada!
Aquí estamos sin barba,
sin brazos, sin oído,
sin fuerzas en los labios,
mirados de reojo,
rojos y perseguidos, o
llenos de pupilas
que a través de las islas se dllatan,
oo
llenos de coraje, de nudos de soberbia
que a través de los pueblos se desatan,
con tu signo y tu idioma de \X/alt \Thitman
aquí estamos
en pie
para justificarte,
¡continuo compañero de Manhanan!

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