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VÍAS DE ADMINISTRACIÓN
ADMINISTRACIÓN INTRAVASCULAR
ADMINISTRACIÓN INTRAMUSCULAR
ADMINISTRACIÓN SUBCUTÁNEA
ADMINISTRACIÓN INTRATECAL
ADMINISTRACIÓN PULMONAR
ADMINISTRACIÓN ORAL
A. Desintegración
Una droga para la administración oral debe ser presentada en una forma
farmacéutica que sea estable durante el almacenamiento y conveniente para la
ingesta. Pero esa misma forma farmacéutica también debe exponer la droga a
los fluidos del TGI antes de que pueda ser absorbida. Algunas drogas pueden
ser administradas como jarabes, pero muchas no son lo suficientemente
estables en esta forma. Las tabletas deben mantenerse íntegras cuando están
secas, pero deben desintegrarse rápidamente en los fluidos del TGI. El uso de
distintos excipientes para mantener la integridad de las tabletas y darles forma
puede producir grandes variaciones en la velocidad y, lo que es más
importante, en el grado de absorción. Un ejemplo es el incremento en el grado
de absorción de fenitoína cuando un fabricante en Australia cambió el
excipiente sulfato de calcio a lactato de sodio. Antes de 1969 no se había
evaluado que menos de la mitad de la dosis era absorbida de las tabletas que
contenían sulfato de calcio. Por lo tanto, fue una sorpresa cuando los pacientes
con regímenes de administración establecidos con tabletas conteniendo sulfato
de calcio desarrollaron severos síntomas tóxicos luego del cambio a lactato de
sodio. El incremento en el grado de absorción produjo que se absorbiera y
distribuyera mucha más fenitoína que antes, alcanzando concentraciones
tóxicas.
Como una alternativa a las tabletas, se puede diseñar cápsulas que
liberen la droga en las condiciones ácidas del estómago o en las alcalinas del
duodeno. Ciertamente se puede buscar alguna forma de recubrimiento si la
droga es de sabor realmente desagradable. La necesidad de romper el
recubrimiento o cápsula puede demorar la absorción, pero generalmente no
más que desde una tableta. Algunas veces, parte de la dosis está recubierta de
tal manera que la absorción de las partes tiene lugar a distintas velocidades,
produciendo una liberación sostenida de la droga. Los recubrimientos y
cápsulas aumentan el costo de la droga.
C. Solubilidad en lípidos
Para llegar del lumen del TGI a la sangre, la droga debe atravesar el
epitelio. Es necesario que la sustancia sea lo suficientemente liposoluble para
que atraviese las membranas celulares y que la absorción se produzca a una
velocidad apreciable. Los fármacos muy polares o iónicos que no sean
reconocidos por uno de los sistemas de transporte específico, como por
ejemplo, los aminoglucósidos como Gentamicina, deben ser administrados por
inyección.
E. Superficie de absorción
La mayor parte de la absorción a partir del TGI tiene lugar en el intestino
delgado, ya que los intestinos presentan la mayor superficie de absorción; la
presencia de macrovellos y microvellos en el epitelio del intestino delgado
determinan un área de 120 m2 disponible para la absorción. Además, la
presencia de bilis y la gran irrigación sanguínea son factores que favorecen la
absorción intestinal.
F. Digestión
Los procesos digestivos previenen el empleo de la ruta oral para la
mayoría de los péptidos y proteínas. La insulina es un importantísimo ejemplo.
Las drogas también pueden ser degradadas por las enzimas presentes en la
pared intestinal; es el caso de la Tiramina, que es sustrato de la
monoaminooxidasa. Algunas drogas son hidrolizadas en el medio ácido
estomacal, como por ejemplo, la penicilina G y la Eritromicina.
H. Emesis y diarrea
La emesis puede reducir la absorción al expulsar parte o toda la dosis.
La diarrea puede reducir la absorción si la droga es arrastrada por el TGI
demasiado rápido como para ser absorbida.
I. Efecto de primer paso
La mayor parte de la droga es absorbida en el intestino delgado. Éste se
encuentra irrigado por las venas mesentéricas, las cuales se vuelcan a la vena
porta, que conduce la droga al hígado. La sangre fluye luego a través de la
vena hepática hacia el corazón. Ya que los hepatocitos son el sitio de
metabolismo de muchas drogas, la droga puede ser metabolizada en el hígado
antes de alcanzar la circulación sistémica. En este caso, se dice que el fármaco
ha sufrido el efecto de primer paso. La importancia del efecto de primer paso
depende de la capacidad del organismo para metabolizar esa droga en
particular, la velocidad de metabolización y la velocidad de absorción.
Algunas drogas para las cuales el efecto de primer paso hepático es
significativo son adrenalina, nitroglicerina, Propranolol, Lidocaína, Imipramina,
Morfina, Naloxona, Verapamil. La consecuencia de este efecto es una
reducción en la cantidad de droga que llega a la circulación sistémica y, por lo
tanto, al sitio de acción. Aún cuando la biodisponibilidad sea baja como
consecuencia del efecto de primer paso, la comodidad de la administración oral
determina en muchos casos que sea la ruta elegida, siempre y cuando la
biodisponibilidad no sea muy variable.
ADMINISTRACIÓN BUCAL
ADMINISTRACIÓN RECTAL
ADMINISTRACIÓN TRANSMUCOSAL
BIBLIOGRAFÍA