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Tracto vocal semiocluido

Los ejercicios con tracto vocal semiocluído son aquellos que modificando las dimensiones de esta
estructura buscan crear un ambiente beneficioso para la vibración de las cuerdas vocales. Dentro
de estos tenemos a la fonación en tubos de cristal y bombillas, ejercicios vibratorios, humming, /β/
prolongada, etc.

Historia

El uso de distintas posturas de tracto vocal para beneficiar a la vibración de las cuerdas vocales
tiene su base en un fenómeno que se aplica desde el siglo XIX en el canto lírico y que se conoce
como cobertura. Este fenómeno nace en Italia y se populariza en Europa gracias al tenor Gilber
Duprez.

La primera referencia escrita que se tiene sobre el uso de ejercicios con tracto vocal semiocluído,
data de los años 1899 y 1904 y se encuentra en los trabajos de Spiel, quien realizaba ejercicios de
humming en pequeños tubos de cristal de 12 cm de largo y 1 cm de diámetro. En el año 1927,
Engel sugirió un trabajo donde el sujeto debía estrechar la cavidad oral para producir una voz más
eficiente. En el año 1963, Aderhoid describió un método para actores, donde éstos debían cubrir
su boca con su mano y generar sonidos. De esta manera se provocaban oclusiones y semi
oclusiones que favorecían sus emisiones. Entre los años 50 y 60, Husson expone el concepto de
impedancia reflejada y de esta manera, desde esta visión explica como las técnicas vocales que
incluyen o no a la cobertura pueden incidir sobre el comportamiento de las cuerdas vocales
durante el canto.

En Europa, durante la década de los 60 especialmente en Finlandia y Noruega se popularizó el uso


de tubos de cristal sumergidos en el agua para trabajar la hipernasalidad y con el principio que si el
sujeto no cerraba el esfínter velofaríngeo la posibilidad de generar burbujas era nula. El encargado
de popularizar este tipo de trabajo fue Antti Sovijärvi, quien al ver los positivos resultados en estos
pacientes extendió su práctica hacia algunos cantantes quienes mencionaron sentir una fonación
más libre luego de su utilización.

Linklater, en el año 1976, empezó a utilizar vibraciones de labios y lengua en el entrenamiento de


sus alumnos de teatro con la finalidad de hacer más libre la emisión de la voz hablada. Mientras
que, en el año 1987, Coffin creó el ejercicio de onda estacionaria, donde una vocal era cantada
mientras el sujeto cubría su boca completamente para luego liberarla en una emisión nueva que
se encadenaba a la anterior.

En el año 1987, Benoît Amy de La Bretèque realiza los primeros ejercicios vocales dentro de una
bombilla. El autor menciona que todo nace por curiosidad. Al poner una bombilla de 0.2 cm de
diámetro en su boca declara tener sensaciones extrañas. No obstante, y a pesar del éxito que tuvo
consigo mismo, el autor declara que, al usarlo con sus pacientes, en algunos se apreció una laringe
apretada y forzada.

En el año 2002, Titze con la finalidad de generar un calentamiento vocal para cantantes que fuera
más efectivo, introduce el uso de “drinking straws” (bombilas para tomar líquidos) o “stirring
straws” (bombillas para revolver el café). Este trabajo con bombillas sin utilizar al agua como
intermediaria se conoce como “terapia de resistencia al flujo”.
En el transcurso del año 2003, Titze menciona que el grado de interacción que existe entre el
tracto vocal y las cuerdas vocales está gobernado por el estrechamiento del tubo epilaríngeo.
Adicionalmente, explica que la utilización de ejercicios con tracto vocal semiocluído logran un
ambiente que supone los efectos que se dan con el entrenamiento enfocado en este tubo
configuración que se adquiere en aquellas voces denominadas como “resonantes”.

Ejercicios con tracto vocal semiocluído generalidades, aplicación y beneficios.

TERAPIA DE RESISTENCIA AL AGUA.

El principio fundamental de este método es que el paciente emita sonidos dentro de un tubo
manteniendo un extremo dentro del agua. Esto cambiará la magnitud de la impedancia de salida
que existe en el tracto vocal cuya cantidad estará controlada por la profundidad en la inmersión
del tubo.

La experiencia indica que el diámetro que tenga el tubo también cambiará el grado de impedancia.
Siendo mayor cuando el tubo es más estrecho. De esta forma, Sovijärvi postula que con estas
graduaciones se puede trabajar en la hiper e hipofunción: En caso de hiperfunción, el paciente
mantiene el extremo libre del tubo sumergido en el agua cerca de uno o dos. Se busca que las
burbujas generadas sean sutiles.

En caso de hipofunción, como sucede en las parálisis y paresias cordales, el tubo de resonancia
puede ser usado a 5-15 cm bajo la superficie del agua. En este ejercicio es de particular
importancia saber que la fonación será extremadamente corta, como si fueran ejercicios de
empuje. Adicionalmente, se busca que las burbujas generadas sean más exageradas que en el caso
anterior.

El efecto que crea este tipo de ejercicio puede ir orientado a la forma en que se controla y genera
la presión subglótica. Lo anterior está relacionado a la impedancia existente en el tracto vocal. El
cambio en la impedancia que genera el tubo en el agua produce una variación a la resistencia del
flujo de aire, de esta manera: Mientras más cerca de la superficie esté el tubo, existirá menor
resistencia al flujo espiratorio. Mientras más lejos de la superficie esté el tubo, habrá una mayor
resistencia al flujo espiratorio.

El trabajo con este tipo de técnica podría ayudar a la creación de una mayor presión subglótica y
por otro a su control y mejor manejo. Esto último puede incidir en el grado de acercamiento de las
cuerdas vocales, de esta forma:

- Cuando la presión subglótica aumenta, el contacto cordal será mayor y más fuerte (aumenta la
amplitud de movimiento de las cuerdas vocales).

- Cuando la presión subglótica disminuye, el contacto cordal será menor y más suave (disminuye la
amplitud de movimiento de las cuerdas vocales).

TERAPIA DE RESISTENCIA AL FLUJO

Para titze, su utilización tenía las siguientes particularidades


-Impedancia. La cantidad de impedancia que ofrecerá el sistema será mediada con el diámetro de
la bombilla. De esta manera, si se necesita más impedancia se usarán “stirring straws” (menor
diámetro) y “drinking straws” (mayor diámetro).

- Largo de la bombilla. El largo de la bombilla no importa, lo único significativo en este tipo de


trabajo es el diámetro que tenga el dispositivo.

En base a esto, Titze explica que la bombilla se debe ubicar con un extremo en los labios y con el
otro al aire. Con esto, se emitirán sonidos cómodos que de forma progresiva y gradual irán
subiendo o bajando en cuanto a tono. De esta forma, se comenzará en el rango de notas que
están en el tono medio hablado y se harán desplazamientos tonales en pequeños intervalos, hasta
cubrir una extensión de dos octavas. Luego de esto, el sujeto puede empezar a entonar una
canción simple mientras sigue con la semioclusión.

Mara Behlau agrega a lo anterior lo siguiente:

- Se debe buscar la sensación de resonancia en la región facial.

- No se debe escapar aire o existir espacio entre la bombilla y los labios.

- El ejercicio se realiza por un minuto (con los descansos que sean necesarios entremedio).

- Se puede llegar hasta los 3 minutos de ejercitación por serie.

- En un regimen de calentamiento vocal el uso de semioclusiones debe ser progresivo.

Titze menciona que deben ir de las de mayor impedancia hacia aquellas que ofrecen menos
resistencia. De esta manera, una rutina de ejercicios que incluya este método debe seguir la
siguiente sucesión:

1. Alta resistencia (pequeño diámetro) stirring straw.

2. Menos resistencia (gran diámetro) bombillas de beber drinking straw.

3. Bilabial o labiodental fricativa

4. Vibración de lenguas o labios

5. Consonantes nasales

6. Vocales /u/ e /i/.

VIBRACIÓN DE LABIOS/LENGUA

Berhman, propone algunas formas de aplicación para trabajar con la vibración de lenguas o labios.
La primera va orientada al calentamiento y enfriamiento vocal y al trabajo de la musculatura que
controla el flujo espiratorio, mientras que la segunda se relaciona con el control de la hiperfunción
durante el habla.

Primera aplicación

Primera parte
En esta primera tarea, las vibraciones sin voz son usadas para trabajar con la musculatura
respiratoria en niveles propios del habla conversacional.

Los pasos a seguir son los siguientes:

1. El sujeto debe prepararse para la vibración con una “respiración cómoda”, evitando el uso de
rigidez abdominal durante la espiración.

2. Se comienza a botar el aire en forma de vibraciones de lengua o labios (las vibraciones deben
ser áfonas, suaves, controladas y prolongadas).

3. Las vibraciones van creciendo en cantidad e intensidad.

4. El objetivo es siempre mantener cada vibración pareja, sin cortes y sin cambios de intensidad o
ritmo durante su ejecución.

Segunda parte

En esta segunda tarea, el desafío es añadir voz a la vibración pareja del trabajo anterior. De esta
manera los pasos a seguir serán los siguientes:

1. Realizar el ejercicio como en la tarea anterior.

2. Reproducir una suave emisión durante la vibración. Percibir la sensación en la región anterior de
la cavidad oral.

3. Si ayuda, se pueden realizar cambios tonales sutiles (idealmente en rangos dentro de los límites
conversacionales).

4. Finalmente, los cambios tonales se van aumentando hasta llegar a una extensión cercana a la
octava.

5. Siempre se debe observar que la emisión sea regular y sin quiebres.

Tercera parte

En esta aplicación se busca realizar un trabajo donde el control respiratorio y fonatorio se


produzca con cierto grado de disociación. El objetivo es mantener la espiración e intercalar con
períodos áfonos y con fonación. De esta forma:

1. El sujeto comienza con una vibración sin voz. Realiza esta tarea tal como en la primera
aplicación.

2. Una vez se esté realizando la vibración, el sujeto procederá a introducir un sonido dentro del
rango conversacional.

3. Luego, el sujeto comenzará la vibración con voz y se detendrá cuando el terapeuta se lo indique.

4. De esta forma, el sujeto podrá entremezclar períodos con emisión y períodos áfonos mientras
realiza la vibración (recordar que puede ser labial o lingual).

5. Una vez el sujeto haya realizado esta tarea se pueden realizar deslizamientos hacia los tonos
agudos o graves.
6. El número de repeticiones queda sujeta a criterio del tratante.

Segunda aplicación

El ejercicio usa vibración de lengua o labios al inicio de una lista de palabras, las cuales se
extrapolarán a frases. Esto ayuda a iniciar de forma apropiada la emisión. Sirve de mejor manera
en aquellos sujetos que tienen una emisión soplada.

El ejercicio

1. Empezar con una vibración de lengua o labios, en un tono similar al usado en el habla.

2. Repetir esto hasta que la vibración sea cómodamente producida y con un flujo de aire constante
(sin cortes).

3. Producir series de palabras con “br” en un inicio, donde la /r/ se hará prolongada y se
remarcará.

4. Se puede utilizar el dífono /tr/ como inicio.

5. Se recomienda utilizar palabras que terminen con fricativas o con consonantes sonoras para
facilitar la sensación de continuidad en el flujo de aire.

6. Se alarga la vibración lo que más se pueda.

7. Ejemplo de palabras (en español): Brrrrrrrrrrrrrrazo, Breeeeeeeeeeenda, brrrrrrrrrrrrote,


brrrrrrrrrrrrrindis, brrrrrrrrrravo, trrrrrrrrrrrres, trrrrrrrren, etc.

8. Se utilizan estas mismas palabras en frases, por ejemplo: Trrrrrrrrrae la brrrrrrujula Brrrrrrrruno
brrrrrrromea con sus brrrrrrazos.

9. Luego se eliminan las vibraciones prolongadas y se le pregunta al paciente por las sensaciones
post ejercicio. Se continúa emitiendo otras frases con la finalidad de ver el estado de tensión que
utiliza el sujeto.

HUMMING

Se presentan dos modalidades de intervención, la primera correspondiente a Aronson y la


segunda a Behlau.

Propuesta de Aronson

Aronson, basándose en lo explicado por Linda Rammage explica una serie de pasos para trabajar
con ejercicios nasales, cuyo objetivo es la adquisición de una voz resonante:

1. El sujeto debe estar sentado o de pie, con una adecuada relación entre cabeza, cuello y tronco.

2. Se le solicita al paciente realizar el sonido “hmmm” – recordar que la boca está cerrada. Esto se
repite la cantidad de veces que sean necesarias.

3. El paciente empieza a realizar este “hmmmm” de manera más larga y sostenida.


4. Se le pregunta al paciente si siente vibraciones y en qué parte de la cara o cavidad oral las va
percibiendo.

5. Una vez se ha sentido la vibración, el sujeto debe empezar con cambios tonales. Primero se hará
dentro de los rangos cómodos en el habla y luego se buscará una extensión mayor con el ejercicio
de sirena vocal. Esto se puede repetir la cantidad de veces que el sujeto quiera.

6. El sujeto debe ser capaz de notar que las sensaciones de vibración son mayores en algunos
tonos y menores en otros.

7. Luego, el paciente emite su voz naturalmente y siempre con la percepción de vibración en las
regiones anteriores de la cara. Esto le ayudará a enfocar y a manejar de mejor manera la
resonancia en la emisión. En esta instancia, el sujeto emite palabras y oraciones que empiecen con
sonidos nasales.

Propuesta de Behlau

Esta autora lo que propone es la emisión de la consonante “m”, con la boca cerrada y luego la
inclusión de “n”, ya sea de manera aislada y sostenida y con el tiempo en escalas que se
representarán con el ejercicio de sirena vocal. Los objetivos que busca este ejercicio es reducir la
resonancia faríngea, dándole más foco a las sensaciones anteriores, disminuir el esfuerzo vocal y
mejorar la proyección de la voz gracias a las propiedades de disipación que entrega el uso de la
cavidad nasal.

Dentro de los pasos que se sugieren para este ejercicio, tenemos la producción de:

- “Mmmm” en solitario, de manera alargada y con una sensación de garganta abierta que se
puede conseguir simulando la posición de un bostezo (siempre con la boca cerrada).

- “Mmmm” alargada y luego “nnnn” en las mismas condiciones. Siempre se deben percibir las
sensaciones anteriores.

- “Mmmm” en solitario asociada a cambios tonales y ejercicios de sirena vocal. También se puede
utilizar la consonante “n”.

- “M” o “N” asociada a vocales. De esta forma emitir, por ejemplo: “Mini-mini-mini-mini…” -
“Mmm” o “nnnn” prolongadas asociadas a ejercicios vibratorios. Por ejemplo:
“m...brrr...m...brrr...” o “n...drrr...n...drrr...n...”

TÉCNICA DE /Β/ PROLONGADA

Según lo indicado por Patricia Farias, la principal finalidad de este ejercicio es el descenso de la
posición de la laringe, el que es un factor de suma importancia en la función vocal, cambiando la
longitud del tracto vocal e incluso el grado de contacto entre las cuerdas vocales. Los cantantes
líricos tienden a utilizar una posición laríngea más baja para favorecer la protección, aducción y
actividad muscular de las cuerdas vocales. Es por esta razón que dentro de un plan de
calentamiento vocal para cantantes o en pacientes con una hiperfunción es beneficioso utilizar
ejercicios como la /b/ prolongada.
La consigna que se le da al paciente es: Realice una “bbbb…” en su tono cómodo inflando bien las
mejillas. Debemos tener en cuenta que el ejercicio debe realizarse con apoyo diafragmático y
manteniendo una presión oral constante en el tiempo.

Una vez logrado el primer paso, se efectúan diversos tonos en vocalizaciones de /b/ prolongada
de dos maneras:

a) con legatos ascendentes y descendentes

b) con glissandos.

El primero tiene por objetivo elongar la cuerda vocal con saltos tonales; mientras que en el
segundo la elongación de la cuerda es progresiva y pasa por todos los tonos existentes entre el
inicial y el último.

La aplicación que propone la autora (con mejillas infladas) es novedosa y no cuenta con una
documentación necesaria para corroborar sus beneficios, de esta manera y con el uso de un
electroglotógrafo, se comparó el ejercicio de /b/ con y sin mejillas infladas. Como tarea, se le
solicitó a una paciente con hiperfunción que realizara en primera instancia una /a/ a un tono e
intensidad cómodos, y luego una /b/ en el mismo tono, sin y con mejillas infladas
respectivamente.

Los resultados expresados vienen a corroborar lo mencionado por la autora, la emisión de la /b/
prolongada con las mejillas infladas ayuda a mantener una elevada presión intraoral y con esto, de
forma pasiva ayudar en a disminuir la hiperfunción en las cuerdas vocales mediante el descenso
laríngeo.

La técnica con la mano en la boca puede suplir el efecto provocado al inflar las mejillas. La /b/
producida de forma natural mostró tener peores resultados que la utilizada con las mejillas
infladas. Sin embargo, su mayor repercusión fue en la generación de sensaciones anteriores, las
cuales pueden ayudar a la adquisición de una voz resonante.

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