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UNIDAD I
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Portugal dedicó sus esfuerzos en la búsqueda de la ruta para llegar al Asia. Es así que el
Príncipe Enrique el Navegante fundó una Escuela de Navegación, en Sagres, donde se
adiestraron navegantes, pilotos y cartógrafos.
Las expediciones portuguesas venían explorando el litoral Occidental del Africa rumbo
hacia el Sur partiendo del Cabo Bojador y los descubrimientos fueron:
En 1432, Gil de Enaes llegó a la costa del Río de Oro.
En 1472, las islas de Porto Santo, Madera y Azores. El Cabo Verde. Golfo de Guinea,
las islas de Fernando Pó y la desembocadura del Río Congo.
En 1486, Bartolomé Díaz descubrió el extremo del continente africano, lo llamó Cabo
Tormentoso, más tarde el Rey Juan II la denomino Cabo de Buena Esperanza.
En 1498, Vasco da Gama al servicio de Portugal, explorando dicha ruta llegó a
Calicut, India, regresando con sus barcos cargados de especias.
Descubrimiento de América.
Seis años antes que Portugal llegara a la India, había ocurrido el más grande
acontecimiento histórico del siglo XV, fue el descubrimiento de América por Cristóbal
Colón.
En esta época flotaba en el ambiente la idea de llegar al oriente navegando por el
occidente, de acuerdo con la teoría del Italiano Paolo Toscanelli, y sobre todo Colón que
deseaba descubrir nuevas tierras.
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Colón ofreció sus servicios al Rey Juan II de Portugal, quien le negó su auspicio,
entonces pasó a España junto a los Reyes Católicos Fernando e Isabel.
Mediante los ruegos del prior del convento de Santa María de la Rávida, Fray Juan
Pérez, la reina accedió a financiar la expedición que se compuso de tres carabelas: La
Pinta, La Niña y La Santa María.
Surcando las naves el inmenso Océano Atlántico hacia lo desconocido Colón,
después de pasar por las Islas Canarias y el Mar de los Sargazos, en la madrugada del
12 de octubre de 1492, el marinero de nombre Rodrigo Sánchez de Triana anunció la
llegada a tierra con el grito de: ¡Tierra! Habían llegado a la Isla de Guanahani, que Colón
bautizó con el nombre de San Salvador.
Ya a su regreso, descubrió también la Isla de Haití y Santo Domingo.
Con su cargamento de piedras preciosas, oro e indios, además de animales
exóticos, se presentó el descubridor ante los Reyes, sus protectores, a dar cuenta del
viaje.
Luego emprendió Colón tres viajes más, murió en Valladolid 20 de mayo de 1506,
triste y olvidado, sin conocer la grandiosidad de su obra el descubrimiento del Nuevo
Mundo.
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1.3 - LA BULA DE ALEJANDRO VI
Apenas conocido el descubrimiento de Colón, la Corona española gestionó ante el
Papa Alejandro VI la consagración de su derecho. El Papa promulgóla 1ª Bula
Intercoetera, en fecha 3 de mayo de 1493, otorgando a la Corona de Castilla y Aragón
las tierras descubiertas, con el deber de evangelizarlas, más sin establecer demarcación.
La 2ª Bula Intercoetera, de fecha 4 de mayo de 1493, es la verdadera bula de
demarcación, concede a la Corona de Castilla y Aragón todas las islas y demás tierras
situadas a partir de una línea imaginaria o meridiano situado a 100 leguas al Occidente de
las Islas Azores y de las Islas del Cabo Verde.
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Primera cláusula
Segunda cláusula
Tercera cláusula
Cuarta cláusula
Los españoles podrían navegar libremente por la zona portuguesa para dirigirse a
su demarcación. Sin embargo, se les prohibía hacer exploraciones en esa zona, y si los
navíos encontraran alguna tierra, ésta habría de ser entregada al rey portugués.
Los representantes de uno y otro reino elaboraron dos originales del citado
acuerdo, uno en castellano y otro en portugués, que en el plazo de cien días, debían ser
ratificados por separado por los respectivos monarcas, Juan II y Reyes Católicos, e
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intercambiados después, de modo que cada uno conservara en su poder el ejemplar del
rival.
A mediados de 1513, Vasco Núñez de Balboa llegó a las tierras del cacique Comagre,
en las costas del Caribe panameño. El jefe indígena temeroso de las armas y los perros
de los extranjeros se sometió pacíficamente, incluso aceptó bautizarse. Las joyas de oro y
piedras preciosas que consiguieron los hispanos en el pueblo de Comagre, provocaron
una feroz disputa a la hora de la repartición entre los soldados. Esto fue observado por
Panquiaco, el joven hijo del cacique, quien, sorprendido de la avidez de los barbudos por
el oro, le contó a Balboa que cruzando la cordillera había un mar muy grande y que
navegando hacia el sur encontraría un poderoso reino muy rico en metales preciosos.
Por fin, en la mañana del 25 de setiembre los indios le dijeron a Balboa que estaban
frente a la última montaña que debían escalar para ver el otro océano. El capitán español
ordenó acampar a sus hombres y él subió sólo hacia la cima. Jadeante y emocionado
llegó a la cúspide y se convirtió en el primer europeo en ver el Océano Pacífico. Cayó de
rodillas, inclinó la cabeza e hizo una oración. Luego se puso de pie y llamó a sus
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soldados, quienes corrieron hasta su jefe y contemplaron la inmensidad del Mar del Sur,
el nombre que le acababa de poner su descubridor, (hoy Océano Pacifico).
Juan Díaz de Solís, quién salió en tres carabelas de San Lucas en 1515,
descubrió el estuario del Río de La Plata, al cual lo llamó “Mar Dulce”. Al desembarcar en
la Banda Oriental del Uruguay junto con 8 hombres para explorar, fueron todos
acribillados a flechazos por un grupo de indios guaraníes o charrúas. Solo dos carabelas
regresaron a España.
Una nave y 18 hombres habían protagonizado la hazaña de dar la vuelta al mundo por
la gran ruta desconocida por primera vez.
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1528 SEBASTIAN GABOTO – Descubrimiento del Paraguay por agua.
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El territorio otorgado era dilatado e impreciso, por desconocimiento del continente sud
americano.
Tenía la opción de fundar tres pueblos y designar sucesor. Estas fundaciones fueron
realizadas en el rio de la Plata, en febrero: Buenos Aires; en junio: Corpus Christi; en
setiembre: Buena Esperanza, todos en 1536, estas fundaciones fueron totalmente
abandonadas por la hostilidad de los indios.
En cuanto a las inocupaciones, las 200 leguas de la costa sobre el Mar del Sur, hoy
Océano Pacífico, desde el límite de la jurisdicción de Diego de Almagro, nunca fueron
incorporadas a la acción conquistadora y fundacional orientada desde Asunción. Más
tarde desde el Perú, se inicia la fundación de Chile con lo que se pierde, totalmente,
aquellos territorios.
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Asunción - “Madre de Ciudades”, desde la cual salieron las expediciones
fundadoras de numerosos pueblos y ciudades de la región como Santa Fe y Buenos
Aires, se desarrolló un proceso que comprendió la utilización de la población indígena en
el régimen de las encomiendas y el paulatino mestizaje a través del connubio de los
varones españoles con las mujeres indígenas, en una institución que se denominó el
“cuñadazgo”.
La expansión asuncena dio lugar a la ocupación de la región del Guairá, las causas
de estas expediciones se debe a la necesidad del gobernador Irala de alejar de Asunción
a rivales políticos potenciales.
VILLA RICA DEL ESPIRITU SANTO – 1570, fundada a 300 km. Del Rio Paraná, por
el Capitán Ruy Díaz de Melgarejo.
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CONCEPCIÓN DEL BERMEJO – 1585, Alonso de Vera, apodado “Cara de Perro”
sobre el Bermejo.
SAN JUAN DE VERA DE LAS 7 CORRIENTES – 1588, fundado por Alonso de Vera,
apodado “Cara de Perro”.
Objetivos:
1- Afianzar las poblaciones intermedias para la comunicación con la costa del Atlántico
2- Proporcionar a los españoles indios en encomienda, muy escasos en la comarca
Asuncena.
3- Contrarrestar la oposición al gobierno asunceno por Ontiveros.
En 1559, Chávez fundo nueva Asunción a orillas del Guapay, al poco tiempo se
encuentra con otro capitán español proveniente del Perú, Andrés Manso, que alegaba
derechos sobre la región. El conflicto jurisdiccional derivado de ese encuentro, fue
dirimido por el Virrey del Perú.
Con ello Asunción pierde amplísima jurisdicción por la capitalidad que ejercía.
Las fundaciones de los tres fuertes realizadas por el Adelantado Don Pedro de
Mendoza en 1536: las de Buenos Aires, Corpus Christi y Buena Esperanza, fueron
abandonadas en 1541 por la hostilidad indígena. Por orden del gobernador Domingo
Martínez de Irala, esto significó el completo abandono del estuario.
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años más tarde, con recursos humanos y materiales, ganado mayor y menor proveídos
por la colonia asuncena, se recuperó toda la región del Estuario.
Todo ello hizo que el U.P. de facto redujera el ámbito de la provincia, apenas al
territorio enmarcado entre los grandes ríos de la Cuenca del Plata.
GLOSARIO
BULA: es un documento sellado con plomo sobre asuntos políticos o religiosos en cuyo
caso, si está autentificada con el sello papal, recibe el nombre de bula papal o bula
pontificia.
INTER CAETERA: significa “entre otros/as” en latín bajo,con este nombre se conocen
tres bulas promulgadas por la Santa Sede en el siglo XV.
UTI POSIDETIS: del latín, “como poseías poseerás”.El principio ha sido utilizado para
establecer las fronteras de nuevos estados surgidos tras un proceso de independencia
(descolonización), como por ejemplo el caso de los países latinoamericanos, con el objeto
de asegurar que las fronteras mantuvieran los límites de los viejos territorios coloniales de
los cuales emergieron.
CAPITULACIONES: son contratos firmados entre los monarcas con particulares para
emprender determinadas acciones.
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UNIDAD II
En 1607, el gobernador Hernandarias propuso que con las ciudades del Guaira y sus
territorios: Villa Rica del Espíritu Santo, Ciudad Real y Santiago de Jerez, se constituya
una gobernación independiente, a los efectos de una mayor atención de su gobierno y
defensa. El virrey del Perú marqués de Montes Claro, recomendaba este proyecto con
algunas modificaciones:
1. Que la gobernación del Paraguay se integre con Asunción y las ciudades del Guairá;
2. Que la gobernación del Rio de la Plata se integre con Buenos Aires, Santa Fe,
Corrientes y Concepción del Bermejo.
En 1617 el Rey don Felipe III, por cedula Real del 16 de diciembre, dispuso la división
de acuerdo con la recomendación del Virrey del Perú. Y ello constituyo una gran pérdida.
Porque, al constituirse (erigirse) la gobernación del Rio de la Plata Asunción no solo
perdió su Capitalidad, sino además su litoral sobre el marítimo, y quedo como provincia
mediterránea. (Dependiente y explotada por Santa Fe y Buenos Aires).
Del Guaira o Paraguay con 4 poblaciones: Asunción; Villa Rica; Ciudad Real
y Santiago de Jerez.
Del Rio de la Plata también con 4 poblaciones: Buenos Aires; Santa Fe;
Corrientes y Concepción del Bermejo.
La más importante para nuestra historia es que desde allí quedamos sin costa
sobre el mar y de allí en más surgen todas las complicaciones.
Se estableció puerto preciso en Santa Fe, para controlar las embarcaciones e
imponer varios y pesados impuestos.
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Apenas afianzados los portugueses con las fundaciones de San Vicente y Sao Paulo,
inician por decisión de un grupo de aventureros armados, una sistemática irrupción al
oeste de la demarcación de Tordesillas. Realizaban depredaciones cuyo único objetivo
era apoderarse de los bienes de los pueblos jesuíticos del Guairá, y también de los indios
para ser llevados como esclavos en las fazendas del litoral. Estas incursiones de los
bandeirantes se inició en 1580, extendiéndose por más de medio siglo.
Esto causó el éxodo de las poblaciones de las reducciones del Guairá, causando la
ruina y abandono de otras poblaciones como Ciudad Real y Santiago de Jerez.
Pero el peor castigo para la provincia fue la creación del Puerto Preciso en 1739, de
esta manera lo que hacía era, estrangular a la provincia.
En 1724 por una Cedula Real el Rey Felipe V, dirigido al Obispo del Paraguay
dispuso que con el de Buenos Aires debieran determinar los límites de la jurisdicción, de
acuerdo “a las erecciones de las Iglesias y a la posesión y costumbres en que estuvieren”.
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Los Obispos encargados de la delimitación del territorio fueron Fray José de Palos por
Paraguay y Fray Pedro Fajardo por Bs. As. Ellos nombraron compromisarios para estudiar
las cuestiones a resolver, el P. Anselmo de la Mata de San Ignacio Guazú, y el P. José
Insaurralde, Superior de las Misiones del Paraná y Uruguay.
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el rio Paraná y el rio Paraguay. (Este tratado constituyó una gran pérdida de territorios
para España y un éxito para la diplomacia portuguesa).
En 1777, Pedro de Cevallos, Virrey del Rio de la Plata, retomó por la fuerza la Colonia
do Sacramento. Ese mismo año Carlos III y su hermana María I de Portugal, acordaron
firmar otro nuevo acuerdo, negociado José Moñino, Conde de Floridablanca por España y
Francisco Inocencio de Sousa Coutinho, por Portugal. “Tratado de San Idelfonso” es mas
ventajoso que 1750 en la región del Atlántico y el rio Uruguay, en general consagró las
usurpaciones portuguesas al occidente de la línea de Tordesillas. A partir de la
desembocadura del Pepiry en el Yguazú, la línea limítrofe siguen los mismos puntos
geográficos señalados en el Tratado de 1750 (Tratado de Permuta). En cuanto a los
límites los demarcadores no llegaron a acuerdos sobre los 2 ríos fundamentales para la
conexión del Paraná y Paraguay. Los dos ríos cuya identidad se cuestionaba era el
Ygurey, afluente del Paraná y el Corrientes afluente del Paraguay.
Desde la creación del Virreinato del Perú en 1542, mantenía la capitalidad de los
territorios de la Cuenca de la Plata, ejercida con criterio egoísta en todas ordenes de la
actividad provincial; en lo político con principios de sometimiento a la autoridad Virreinal;
en lo económico, estableciendo a Lima como obligado centro y única vía comercial, para
las provincias del Rio de la Plata. Causando serios perjuicios para la economía de la
región por las dificultades de comunicación y transporte, los reiterados impuestos; en lo
Judicial las razones de distancia y dificultad en las comunicaciones.
Dos siglo más tarde se había modificado esta situación porque se tornaban peligrosas la
integridad y seguridad del dominio español, por:
El renovado peligro portugués, que cada vez se adentraba más en dominios españoles.
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El creciente comercio ilegal o contrabando, por navíos ingleses en el litoral del estuario
(entrada) del Rio de la Plata.
Esto pesó considerablemente en la decisión del monarca español, Carlos III y sus
consejeros y dispuso la creación del Nuevo Virreinato, “EL VIRREINATO DEL RIO DE
LA PLATA”, por Cedula Real en 1776 cuya jurisdicción abarcaba los actuales territorios
de Argentina, Uruguay, Río Grande del Sur y Santa Catarina, actual Brasil, Paraguay,
Bolivia y el norte de Chile. La creación del nuevo Virreinato del Río de La Plata desligó al
Paraguay del Virreinato del Perú. La capital del nuevo virreinato se hallaba en la ciudad
de Buenos Aires. Y la Audiencia con sede en Bs. As.
La máxima autoridad en el virreinato era el virrey, que representaba a la autoridad real (es
decir, al rey de España) en el territorio. Al frente de las intendencias había un intendente.
La administración de cada gobernación estaba a cargo de un gobernador.
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Las audiencias se ocupaban de la administración de justicia, y también tenían
atribuciones en el campo eclesiástico (como el control y cobro de un impuesto llamado
diezmo). La audiencia de Buenos Aires se creó en 1783. Los cabildos eran los órganos de
gobierno de las ciudades. Tenían funciones administrativas y judiciales; las
administrativas eran ejercidas por los regidores, que tenían bajo su responsabilidad la
salud, las obras públicas, la inspección de los mercados y de los precios, el control de la
policía y de las cárceles, y la organización de las festividades; las funciones de tipo
judicial estaba en manos de los alcaldes, que eran dos. Los miembros del cabildo eran
elegidos cada año entre los vecinos de la ciudad.
La capital del virreinato del Río de la Plata era Buenos Aires, que, al independizarse de
Lima, consolidó su predominio como centro económico, político y administrativo sobre el
resto del territorio rioplatense. En torno al puerto de esta ciudad se desarrolló un activo
comercio. Por ello, la zona del litoral adquirió mayor importancia que los territorios del
interior del virreinato.
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El gobernador Intendente del Paraguay Pedro Mello de Portugal solicitó al Virrey la
devolución del territorio de Misiones. El Márquez de Loreto, Virrey Nicolás del Campo
concedió los 13 pueblos, los 17 restantes quedó a la Intendencia de Bs. As., y otra vez el
límite fue el rio Paraná.
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En 1805 la Junta de Fortificaciones y defensa de Indias, sugería al Rey la unificación de la
provincia del Paraguay y el territorio de Misiones con sus 30 pueblos bajo un solo
gobierno. Carlos IV dio curso a la sugerencia y al año siguiente, el teniente coronel
Bernardo de Velazco y Huidobro fue nombrado Gobernador intendente del Paraguay.
Desde la creación del Virreinato del Rio de la Plata, la creación de la Intendencia del
Paraguay y los cambios de jurisdicción de Misiones tuvieron sus consecuencias
Para ello se reclutaron tropas de las provincias vecinas entre ellos la de Paraguay, la
participación paraguaya en la defensa del Rio de la Plata contra los Ingleses fue muy
importante en cuanto a proyecciones. Por la idea difundida en Montevideo por los
Ingleses, la idea de libertad política y comercial.
Al término del siglo XVIII, del periodo colonial, ya quedó definida la jurisdicción territorial
del Paraguay, independiente era la misma proyección de la división de 1617. Sólo faltaba
restar los territorios cuestionados por la voracidad de los vecinos, la región del Jaurú y el
Negro, como entre los ríos Corrientes y Apa y el sector oriental de las Cordilleras del
Amambay y Mbaracayú, por los portugueses y Brasil; las Misiones Allende el Paraná y el
Chaco meridional por la Argentina.
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GLOSARIO
IRRUPCIÓN: invasión, acto por el cual una persona invade un lugar, por la fuerza.
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UNIDAD III
Desde el preciso momento que llegaron al fuerte brasileño de Miranda las noticias de la
revolución emancipadora del 14 de mayo contra el gobierno colonial del Paraguay, hubo
en las fronteras del norte una marcada actividad de unidades militares con la evidente
intención de aprovechar la incertidumbre que se vivía en Asunción.
Estaba concordada la libre navegación de los portugueses por el río Paraguay hasta río
Apa, en tanto que españoles tenían licencia de remontar el río hasta el Jaurú. En
precaución al avance de los inquietos vecinos, la Junta Superior dispuso la prohibición de
la bajada de los portugueses hasta Concepción.
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Concepción Juan Manuel Gamarra negociaba con el oficial portugués Antonio José
Rodríguez la desocupación pacífica de Borbón. El brasileño alegaba haber recibido
órdenes de su comandante en Mato Grosso de ocupar la posición, ante el abandono de la
tropa paraguaya que se había mudado a Peña Hermosa, hostigada por el hambre y la
indiada amenazante. Correspondió al capitán Juan de Echagüe recibir el fuerte, al
producirse el retiro de las fuerzas portuguesas.
Espínola obró con tan poco acierto, tanto en Villa del Pilar como en Asunción, que el
rencor del pueblo volvió a encenderse contra él; rencor que subió de punto, cuando el
enviado argentino dio a conocer una credencial secreta, cuyo tenor autorizaba la
remoción de Velasco.
Este, al tanto de todo, le ordenó se dirigiera a Villa Concepción. No obstante logró fugarse
para Buenos Aires, a pesar de una doble expedición que salió de la capital con el intento
de apresarlo.
El resultado de su misión fue nulo, contribuyó sin embargo a exaltar el ánimo de los
paraguayos ante tal fracaso de la diplomacia argentina.
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3.4- CONGRESO DEL 24 DE JULIO DE 1810.
Manuel Belgrano, vocal de la misma Junta, fue designado general en jefe del ejército,
teniendo como segundo al mayor general José Ildefonso Machain, paraguayo al servicio
de los porteños. Belgrano salió de Buenos Aires a principios de setiembre con 200
soldados y llegó a San Nicolás de los Arroyos, donde se le incorporó una fuerza de 357
hombres. Al poco tiempo de allí, sabiendo la Junta que la situación en el Paraguay era
más seria de lo que se había pensado, envió nuevas tropas a su general, el cual tuvo
como base de su ejército un contingente de 950 hombres.
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La Batalla de Paraguarí el 10 de enero de 1811, comenzó con la derrota y huida de
Velazco y otros jefes y oficiales españoles, esta batalla culminó victoriosamente gracias a
la enérgica reacción de los jefes y oficiales paraguayos. Belgrano se retiró con su ejército
y se atrincheró detrás de las defensas naturales del Río Tacuary, donde fue alcanzado
por las fuerzas paraguayas.
El día 10 aparece en escena el canónigo Molas, conversando con Belgrano a orillas del
mismo rio Tacuarí, vale decir en el escenario de la batalla.
BELGRANO:
CAPELLAN:
Excmo. Señor: Mis paisanos tenían toda libertad cuando el Congreso general del 24 de
Julio, y el Sr. Velazco únicamente propuso su parecer fundado en las solidas razones.
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Los europeos que hay en la Provincia no se convenza V. E. que sean capaces de
violentarnos, y nosotros sabríamos defendernos de ellos como ha visto V. E. en la batalla
de Paraguarí, y en la de ayer.
BELGRANO:
Estos pocos europeos los han cegado, para que no conozcan la esclavitud en que los
tienen.
CAPELLAN:
También hay en mi Patria sujetos de luces, y dirección que puedan discernir esa ilusión y
esclavitud que supone V. E.
BELGRANO:
Como haremos, que esta Provincia quede unida a la Capital, y olvidar los resentimientos
que hasta aquí hemos experimentado tan infelizmente.
CAPELLAN:
BELGRANO:
La Excma. Junta no amenazó a la Provincia sino a los Jefes: pero por que no quieren
obedecer a la Junta cuando ella es la Capital
CAPELLAN:
Buenos-Aires no tiene autoridad por Capital de subyugar a las demás Provincias, sino
únicamente representar sus derechos peculiares, como cada Provincia los tiene, y la
autoridad del Virrey, que se tomó el Pueblo, no debe extenderse a las demás Provincias,
porque ya cesaba esta.
Partido Porteñista:
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surgió el Partido Porteñista, no solo en Asunción, sino también en Concepción y
Yaguarón.
Entre los Porteñistas en Paraguay estaban Pedro Somellera, asesor del gobierno; los
sacerdotes José Félix Sarmiento, José Baca y otros connacionales, eran partidarios de la
unión con Buenos Aires.
Grupo Autonomista:
Partido Españolista:
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“revolucionarios”, hombres de luces, valentía y patriotismo, asumieron la responsabilidad
histórica de liberar al Paraguay del yugo español y constituirlo en una nación libre y
soberana.
Pedro Juan Caballero, Vicente Ignacio Iturbe, Fulgencio Yegros, José Gaspar Rodríguez
de Francia y otros ilustres próceres venían desarrollando con normalidad los planes
revolucionarios para independizar el Paraguay; las reuniones “secretas” se hacían en la
casa de la familia Martínez Sáenz, actual Casa de la Independencia, con mucha cautela y
prudencia de parte de los amotinados, pero aun así, toda Asunción hablaba de la
conspiración; incluso en la Casa de Gobierno se sabía de los planes.
Iturbe dio de inmediato aviso a Caballero de que la conspiración estaba descubierta quien
resolvió, sin pérdida de tiempo, dar golpe esa misma noche. A fin de avisar “el Santo y
Seña”, Doña Juana María de Lara Vda. de Bedoya fue a la Catedral y arrodillada junto a
la pila de agua bendita iba transmitiendo a los conjurados la hora y el santo y seña que
era “independencia o muerte”.
Así, en la noche del 14 de mayo, Pedro Juan Caballero, Vicente Ignacio Iturbe y otros
compañeros se apoderaron del cuartel de la plaza, que estaba a cargo del oficial de
guardia Mauricio José Troche; intimaron al gobernador Velazco, pusieron en libertad a
más de 30 presos políticos y así iniciaron la revolución.
El pueblo y las tropas invadían la plaza al grito de “Viva la unión” y, en la madrugada del
15 de mayo, el capitán Caballero exigió a Velazco la entrega de todas las armas, la
admisión de dos diputados adjuntos al gobernador, la separación de los funcionarios
españoles y de todos los miembros del Cabildo, que ningún buque saliera de Asunción y
que el emisario portugués José de Abreu no abandonara la ciudad.
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En principio Velazco trató de resistir la imposición, contestó en términos vagos la petición
de los revolucionarios y negó rotundamente acuerdo alguno con Abreu, pero luego se dio
cuenta de la inutilidad de su resistencia y optó por aceptar las condiciones impuestas.
Se divulgó el 17 de mayo el primer bando del nuevo gobierno, el Triunvirato. Dicho bando
decía:
1°) Que el gobernador Velazco y los oficiales habían convenido en que el primero actuase
asociado con el doctor Francia y el capitán Zeballos, hasta tanto los vecinos de la
provincia estableciesen el régimen y forma de gobierno.
2°) Que las intenciones del nuevo gobierno y de la oficialidad no eran las de entregar o
dejar la provincia al mando, autoridad o disposición de la de Buenos Aires ni de ninguna
potencia extraña.
3°) Que el pueblo debía permanecer tranquilo, en la seguridad de que todos tendrán la
protección de las leyes. Por tanto, debían abrirse las tiendas y casas de comercio,
mercados y proveedurías, reanudándose las ocupaciones y negocios.
4°) Que se exigía la entrega, en el plazo de 24 horas, de las armas de fuego, cortas o
largas, así como de la pólvora, munición y plomo, en poder de los particulares.
En los días siguientes se tomaron nuevas medidas de seguridad. Fueron apresados los
coroneles José Teodoro Fernández y Juan Manuel Gamarra, y los capitanes y marineros
de los barcos, propiedad de los europeos anclados en el puerto.
El teniente Abreu fue nuevamente al cuartel a pedir que lo dejasen partir. Se le contestó
que ya estaba por llegar “el nuevo gobernador” Fulgencio Yegros y que, una vez que
arribase, se decidiría su suerte.
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3.10- LA JUNTA SUPERIOR GUBERNATIVA Y NOTA DEL 20 DE JULIO;
COMENTARIO.
El 15 de mayo de 1811 el gobernador Velazco había entregado las llaves del Arsenal así
como de la Real Hacienda al comandante del Cuartel General Capitán Pedro Juan
Caballero.
Durante el primer día se dio lectura a los bandos publicados el 17 y 30 de mayo, así como
el del 9 de junio en el que se comunicaba la destitución de Velazco. Además se dió
lectura a la carta de Carlos Genovés a Velazco y un Discurso General escrito por Francia
pero suscripto por ambos consocios.
El 20 de julio de 1811, la Junta Superior Gubernativa, a instancias del Dr. Francia, remitió
una célebre nota a la Junta de Buenos Aires en la que se expresaba que la entonces
Provincia del Paraguay tenía todas las intenciones de confederarse con las otras
provincias del depuesto Virreinato del Río de la Plata, no obstante resolvió gobernarse por
sí misma pues la revolución contra el dominio español no hubiese tenido sentido si el
resultado fuese “cambiar de amos”
La nota del 20 de julio fue muy importante porque en ese entonces, la Junta porteña no
reconocía la independencia paraguaya, pues consideraban al Paraguay parte de sus
dominios. Buenos Aires, como sub-metrópoli de los intereses británicos en la región,
quería mantener sus privilegios comerciales y de todo tipo. Paraguay supo defender
dignamente su soberanía.
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3.11- MISIÓN BELGRANO – ECHEVERRÍA.
Cuando Francia permitió el ingreso de Belgrano y Echevarría, una vez que recibió de
Buenos Aires la contestación a su nota del 20 de julio de 1811, su trato para con ellos fue
demostrativo del respeto al general y su comunión en el proyecto americanista,
esmerándose la Junta de Asunción en ayudarlos y atenderlos en sus dificultades, tanto
durante el viaje como durante su estadía en aquella ciudad. Las negociaciones fueron
conducidas directamente por Francia, que se ocupó hábilmente en mantener aislados a
los delegados de Buenos Aires de contactos personales con otros funcionarios
paraguayos, en especial con aquellos vinculados a los intereses comerciales porteños,
salvo en aquellos casos en que el protocolo lo exigiera.
El temor al bloqueo porteño o a una invasión del imperio, llevaba a muchos paraguayos a
considerar las exigencias de los comerciantes porteños como un mal menor, dejando de
lado los principios de la independencia americana sostenido tenazmente por Francia, y
debilitando su posición en las negociaciones sobre todo frente a Echeverría de quien
desconfiaba.
De allí las maniobras y estratagemas de Francia respecto a los contactos con los
enviados por la Junta de Buenos Aires.
La base de las negociaciones fueron las exigencias de la nota enviada a Buenos Aires el
20 de julio. La contestación a esa carta, enviada por Buenos Aires el 28 de agosto, no se
oponía a reconocer el derecho de Paraguay a gobernarse a sí mismo con independencia
de Buenos Aires. Establecía que los paraguayos podían llevar una vida autónoma, a título
provisional, hasta la reunión del congreso general al que se comprometían a enviar
diputados. Como se ve, las condiciones de negociación de Belgrano y Echevarría era
prácticamente coincidente al haber, justamente, reconocido su mandante como justas y
apropiadas las exigencias de Francia.
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3.12- TRATADO DEL 12 DE OCTUBRE DE 1811 Y PRIMERAS CUESTIONES
DIPLOMÁTICAS.
Firmado el Tratado del 12 de octubre, los delegados porteños regresaron a Buenos Aires.
En ese marco, la Junta Superior Gubernativa del Paraguay y los comisionados de Buenos
Aires negociaron un tratado, que fue suscrito el 12 de octubre de 1811. Por el mismo, el
Paraguay reafirmó su independencia y la posesión de territorios disputados,
comprometiéndose en contrapartida a una problemática alianza, concebida en términos
tan ambiguos que nunca llegó a cumplirse y sí a provocar desinteligencias entre las
partes. En el tratado se determinó que el gobierno de Buenos Aires, de conformidad con
su contestación del 28 de agosto, se allanaba a la independencia paraguaya y no pondría
reparo al cumplimiento y ejecución de las resoluciones del Congreso de junio de 1811.
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y común libertad”. En cuanto a los límites, se dejó al Paraguay en posesión del partido de
Pedro González y del departamento de Candelaria, hasta tanto el Congreso General
determinase “la demarcación fija de ambas provincias”. De esta forma, el territorio
misionero quedó dividido: los departamentos de Santiago y Candelaria permanecieron
bajo la jurisdicción del Paraguay, y los de Yapeyú y Concepción, bajo la de Buenos Aires.
El departamento de Candelaria comprendía tres pueblos en la margen derecha del
Paraná y cinco en la margen izquierda del mismo río.
A objeto de soltar las ultimas amarras que tenían al Paraguay ligado al viejo régimen
colonial. La Junta Superior Gubernativa resolvió consolidar con la independencia Judicial
la Independencia Política adquirida en mayo de 1811, con ese objeto de remitir a la Junta
de Buenos Aires una nota en que exigió el envió de todas las causas civiles y criminales
que se encontraban en la antigua capital del Virreinato. El Gobierno de Buenos Aires
reconoció la justicia del reclamo, satisfizo este pedido ordenando que se hiciera la
devolución solicitada.
GLOSARIO
ESTRATAGEMAS: son tretas, trucos del que se vale una persona. Fingimientos,
Artimañas.
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UNIDAD IV
La Junta Superior Gubernativa encabezada por Fulgencio Yegros y el Dr. J.G. Rodríguez
de Francia, respondieron al emisario q no podían resolver sobre la cuestión q debían
esperar la elección del nuevo gobierno.
El Consulado elegido con los mismos hombres Francia y Yegros, y su respuesta “ni
reconocimiento de la autoridad, ni envío de Diputados a Bs As, ni prestar ayuda ni
renovación del Tratado del 12 de octubre, adoptándose el nombre de República que
sustituyó al de Provincia. Poco después Yegros se aparta del gobierno y Francia declara
oposición a la idea de confederación paraguayo-argentina. Ante la negativa recibida,
Herrera se marchó amenazante, y tales amenazas se efectivizó en lo económico: trabas a
la navegación y al comercio, la imposición de impuestos a exportaciones (mercaderías)
paraguayas.
Los gobiernos no eran capaces de resistir estás rebeliones en gran parte, porque el
estado aún era débil en lo político y, más aún, en lo financiero, situación que no les
permitía comprar las alianzas. Esto nos dice que las élites políticas no estaban lo
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suficientemente unidas para frenar las constantes rebeliones y golpes de estado que el
periodo presenta.
Doctor José Gaspar Rodríguez de Francia como el primer caudillo paraguayo, porque fue
el principal líder político de la independencia paraguaya y participante en la primera junta
de gobierno de 1811. Además, no podemos negar que coincide con varias características
más, como la ruptura de la dependencia colonial; el buscar el bien de la población,
especialmente de las clases más desprotegidas de la sociedad paraguaya, como los
pequeños estancieros y los campesinos; el descalificar a los otros líderes políticos; su
carisma hizo posible que sus compañeros políticos lo nombraran “Dictador Supremo de la
República”, primero, y luego “Dictador Perpetuo”.
Establecida la dictadura, fue suprimida toda clase de actividad política. La simple emisión
de opiniones desfavorables al Gobierno era castigado como un crimen ordinario; las
cárceles se poblaron de desafectos a la Dictadura y a ella se iba a parar por simples
delaciones. Las persecuciones estaban principalmente dirigidas contra las clases
pudientes. A la prisión seguían las confiscaciones de bienes; muchas familias de la
aristocracia quedaron en la indigencia.
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de Manuel José de Olavarrieta, estuvo en la capital y mantuvo contacto con los
principales caudillos militares, ofreciéndoles la ayuda argentina para derribar al dictador.
Vargas fue descubierto y metido a la cárcel, pero las reuniones de descontentos
continuaron realizándose clandestinamente en Asunción. Los planes subversivos tomaron
fuerza con tal motivo. Anónimos delataron al doctor Francia la conspiración, pero éste no
atinaba a tomar medidas contra la flor y nata de la sociedad paraguaya y los más
prominentes jefes militares que aparecían complicados. Ya no vaciló cando uno de los
conjurados, en el secreto de la confesión, descubrió los planes. El viernes Santo de 1820
el dictador debía ser asesinado al salir por la tarde a dar su paseo de costumbre. El
capitán Montiel era el jefe del complot. Inmediatamente fueron apresados todos los
sindicados, entre ellos los Yegros, Iturbe, Montiel, Aristegui y Acosta. La sombra cayó
sobre Asunción.
El 17 de julio de 1821 fue puesto frente a un piquete de fusileros Fulgencio Yegros, el jefe
militar de la Revolución. Los fusilamientos continuaron durante los días siguientes, siendo
ajusticiados cerca de un centenar de personas, lo más caracterizado de la sociedad
paraguaya. No quedo ninguna cabeza saliente; desaparecieron las fortunas. Francia
gobernó, desde ese momento, solo y sin rivales, escaparon a apartados sitios del campo.
Todos los españoles, sin excepción con el obispo y el ex gobernador Velazco a la cabeza,
fueron encarcelados. Permanecieron en la prisión durante años, y sólo fueron liberados
después de pagar exorbitantes multas, que les arruinaron. Velazco murió en una celda.
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Los santafecinos fueron arrojados a la cárcel, donde permanecieron ignorantes de la
causa de su prisión hasta la muerte del dictador. Los argentinos en general fueron objeto
de persecución implacable.
Francia no solo fue jefe de Estado sino también de la Iglesia paraguaya. Suspendió al
obispo sin consultar con Roma y declaró que el Gobierno “no está, ni puede, ni debe estar
ligado y ceñido a ninguna de las llamadas prácticas y disposiciones canónicas; siendo y
debiendo ser solamente su regla el interés del Estado”. Francia decretó que para poder
alistarse en las cofradías o congregaciones religiosas debía acreditarse previamente un
verdadero patriotismo y adhesión a “la justa, Santa y Sagrada causa de la Soberanía de la
República”.
Con la detención del tráfico fluvial al Sur se completó la clausura del país. Desde
entonces, invisibles e impenetrables montañas se levantaron en torno del Paraguay. El
territorio de la República fue señalado como cárcel inviolable de todos sus habitantes.
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Había órdenes estrictas para impedir la salida de ninguna persona y el solo intento se
pagaba con la muerte. Los extranjeros que se hallaban en el Paraguay, en su mayoría
comerciantes tuvieron que acompañar a los nativos en su suerte. Cuando el cónsul inglés
en Buenos Aires se interesó por la suerte de sus compatriotas, Francia le contestó que
habiendo ellos aportado por su voluntad “era natural que se acomodasen con las leyes
temporales que exigiese la situación y circunstancias políticas del país”. Si el alejarse del
país era empresa quimérica, el entrar en él era peligroso. Los miembros de una
expedición dirigida por el francés Pablo Soria, que estudió las posibilidades de
navegación del Bermejo, fueron enviados en Villa Real.
Toda correspondencia con el exterior quedó cortada. Los oficios que venían para el
dictador eran admitidos, pero no contestados, y sus portadores quedaban prisioneros.
Traer una carta para el doctor Francia se volvió empresa suicida. Ya nadie quería hacerlo,
en vista de lo cual idearon los gobernantes de Corrientes el recurso de valerse de los
indios y el dictador ordenó que éstos fueran “severamente escarmentados”. El dictador
necesitaba divulgar en el exterior sus puntos de vista sobre los derechos territoriales del
Paraguay. Así se supo que el Paraguay reivindicaba enérgicamente sus derechos sobre
todo el Chaco, hasta el río Jaurú al Norte y hasta la isla del Atajo al Sur, y sobre la
Misiones hasta el río Uruguay. Estas reivindicaciones eran reivindicadas por varios fuertes
y se procedió a la ocupación permanente de las Misiones al Sur del Paraná. La violación
de la soberanía nacional aparejaba terrible sanción. El mundo supo que no se violaba
impunemente derechos territoriales del Paraguay.
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Se permite el comercio terrestre con Brasil por Itapúa
El Paraguay no podía producir todo cuando necesitaba. Le hacían falta armas, ciertos
tejidos y drogas; necesitaba dar salida al excedente de su producción. No era posible
mantener la clausura absoluta, sin peligrar los objetivos que con ello se perseguía. En
1823 el dictador había decidido abrir un respiradero al país, permitiendo que en Itapúa se
efectuara intercambio de productos entre comerciantes paraguayos y brasileños. El
comercio estaba sujeto a reglas estrictas para que no se perjudicara a la economía
paraguaya ni se burlase el régimen del aislamiento. Itapúa era un sitio muy apropiado
para la vigilancia. Los comerciantes brasileños podían pagar en numerario sus
adquisiciones, pero de ningún modo admitir que los paraguayos hicieran lo propio: los
primeros enviaban muestrarios de sus mercaderías a Asunción. El dictador elegía aquello
que debía quedar para el Estado e imponía, a su arbitrio, los precios en productos
nacionales. El resto quedaba entregado al juego de la competencia. Este comercio por
Itapúa se mantuvo durante todo el periodo dictatorial.
Otra acción trascendental del Dr. Francia, es que reivindicó los derechos de la república
a los territorios de las Misiones hasta sus confines, de acuerdo con la decisión de 1805,
que incluyó todo el territorio de Misiones, en la jurisdicción paraguaya al unificar su
gobierno con el Paraguay, que ejercía capitalidad. Además, reivindicó por primera vez
durante la época independiente las jurisdicciones territoriales de la república que luego
serían cuestionados por Argentina, Brasil y Bolivia; el Chaco desde la Isla Atajo, el
Bermejo hasta el Jaurú y la banda izquierda del Alto Paraguay, el Río Blanco.
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4.6- RELACIONES CON EL BRASIL; EL CÓNSUL CORREA DA CÁMARA EN
ASUNCIÓN.
1810 – 1822, las relaciones en primer momento se constituyó por parte de Portugal, a
través de su Corte instalado en el Brasil, con su tradicional política de penetración y
usurpación, en plena jurisdicción española había fundado y ocupaban: Cuyabá, Coímbra,
Corumba, desde donde constituía un peligro para la frontera nor–oriental del Paraguay.
Correa da Cámara cumplió sus promesas. Volvió a Río de Janeiro, donde se hizo
extender credenciales como encargado de negocios ante el Gobierno del Paraguay y con
plenos poderes para ajustar y firmar con los plenipotenciarios “que fueran designados por
el Supremo Dictador Perpetuo del Paraguay” un Tratado de Paz, de Amistad y de
Comercio. Al mismo tiempo eran embarcadas en una nave especialmente fletada las
armas y municiones solicitadas por Francia y se le dieron instrucciones para reprimir las
tropelías de los indios en el Alto Paraguay, a cuyo efecto quedó también designado
comandante del Fuerte de Coímbra y sus fronteras. Desde el 27 de septiembre de 1827
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hasta el 12 de junio de 1829 esperó vanamente Correa da Cámara, en Itapúa, la
autorización para seguir el viaje a Asunción o que se le permitiera cruzar el territorio de la
República hasta Coímbra. En esa última fecha el delegado de Itapúa le leyó un oficio del
dictador en que le decían que no se le permitirían pasaportes por considerar inoportuna
su legación, pues sus actitudes “no manifestaban sinceridad y buena fe, sino más bien
siniestros fines y sospechosas intenciones”
Político: el Estado paraguayo, no era sino la voluntad del Dictador, no había Constitución,
distribución de poderes, ni leyes que estableciera derechos y garantías de los ciudadanos.
Estos solo tenían obligaciones precisas. Lealtad a la Independencia y soberanía a la
Patria, acatamiento estricto de las disposiciones del Gobierno y respeto a las personas y
los bienes ajenos.
La renta del Estado provenía de los derechos de explotación que alcanzaba hasta un 9%
del valor del producto; el diezmo; la venta de sellos y estampillas de correo; los bienes de
los que mueren intestados; las multas y confiscaciones y el producto de la exportación de
las numerosas estancias y bosques de la patria.
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Los gastos eran extremadamente reducidos, pues, se limitaba a lo necesario para
mantener las tropas, pagar un reducido sueldo a los funcionarios públicos comprar
algunas armas y municiones para el ejercito. La mayoría de los gastos eran controlados
por el Dictador. Siempre quedaba superávit a favor del tesoro fiscal.
A la muerte del Dr. Francia el Paraguay estaba materialmente rico, pero desprovisto de
educación cívica que es necesaria para el progreso efectivo y real de una nación.
Cultural: en materia educativa, una larga noche se abatió sobre el país, pues trascurrió
un cuarto de siglo sin que se graduara en él, ni siquiera un estudiante de nivel elemental y
sin que pudieran salir del país, ni aun para estudiar.
El Dictador solía repetir y poner en práctica esta máxima: “Minerva duerme, mientras
Marte vela”, así justificaba la clausura de Colegios y Conventos a lo largo y ancho del
territorio. A su muerte la formación intelectual era nula.
Soberanía Territorial: La Independencia Nacional era una realidad, que había hecho
convicción en muchos países. Salvo la Argentina, que seguía obstinada en su negativa.
Además formó una solida unidad nacional de la capacidad de autoabastecerse.
GLOSARIO
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UNIDAD V
Una sucesión de gobiernos provisorios a la muerte del Dr. Francia, condujo a la reunión
de este Congreso que inauguró su sesión el 12 de marzo de 1841, su mentor fue don
Carlos Antonio López. El Congreso estableció una nueva forma de gobierno: el Consulado
para cuyo desempeño se eligió a Don Carlos Antonio López y Don Mariano Roque
Alonso, por un periodo de tres años. En materia de política exterior el Congreso opto por
dos medidas importantes:
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En 1841 llegaron a Asunción los plenipotenciarios correntinos Gregorio Valdez y Juan
Mateo Arriola, quienes firmaron con los Cónsules dos Tratados:
1 – Amistad y libertad reciproca de comercio habilitándose para el efecto Villa del Pilar
para el comercio por vía fluvial y Paso de Patria, Yabebyry e Itapúa para el terrestre.
2 - Los miembros de ambos Estados eran considerados como naturales de uno y otro país
para el uso libre de sus derechos.
2 – Las tierras del Campamento conocido como San José de la Rinconada y de los
pueblos extinguidos de la Candelaria, Santa Ana, Loreto, San Ignacio Mini, Corpus y San
José hasta la tranquera de Loreto; a la Argentina San Carlos, Apóstoles, Mártires y los
demás que están en la costa del río Uruguay.
3 – La Isla Apipë y las que se hallan más cerca al territorio de Corrientes quedan a su
favor y a favor de la Republica del Paraguay las que estén en igual costa.
Al conocer el hecho el Dictador Rosas, negó toda validéz a los tratados alegando que las
partes carecían de soberanía.
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franjas horizontales, colorada, blanca y azul. De un lado el escudo nacional con una rama
de palma y una oliva entrelazadas en el vértice y abiertas en la superficie, resaltando en el
medio una estrella. En la orla una inscripción que dice “Republica del Paraguay”. En el
lado opuesto, un circulo con la inscripción “Paz y Justicia”, y en el centro un león en la
base del símbolo de la Libertad.
1º) Que el Paraguay, desde el Congreso general de 1810 quedó libre de Buenos Aires; y
que la Independencia paraguaya fue reconocida explícitamente por el gobierno de las
Provincias Unidas del río de la Plata en 1811.
2º) Que el gobierno de Buenos Aires, postergando el derecho de las gentes y la sagrada
fé pública, violó manifiestamente todas las condiciones confeccionadas por el tratado de
alianza del 12 de Octubre de 1811; que el gobierno paraguayo lo declaró roto y se
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desprendió en 1813 de dicho tratado, y de todas las relaciones con Buenos Aires, y se
declaró independiente de todo poder extraño.
3º) Que en 1842 nada más hizo que renovar y ratificar esa declaración absoluta y
definitiva de su independencia y soberanía nacional, para el único fin de pedir el
reconocimiento general de las naciones; y que sólo por un acto de deferencia y amistad
con el gobierno argentino, lo incluyó en esa generalidad no obstante su anterior
reconocimiento.
1 – La Alianza tenía por objeto oponerse a que el Gral. Juan Manuel Rosas continúe en
el uso del poder despótico, ilegítimo y tiránico que se había abrogado.
2 – Obtener el reconocimiento público y absoluto de la independencia del Paraguay y del
derecho a la navegación libre por los Ríos Paraná y del Plata.
El conflicto entre Buenos Aires y Corrientes seguía indeciso hasta que en 1847 Urquiza y
el Gobierno de Corrientes firmaron el “Acuerdo de Alcaráz” que implicaba un
entendimiento contra Rosas, invitando a Don Carlos a adherirse al acuerdo, éste se negó,
volviendo así a su tradicional posición de neutralidad.
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Así en el año 1852, el Gral. Urquiza al frente del ejército entrerriano – correntino y con
ayuda de fuerzas brasileñas y uruguayas atacó a Rosas en Caseros, obteniendo un
completo triunfo. La Confederación Argentina, estableció la ciudad de Paraná como
capital y al Gral. Urquiza para regir los destinos de la Nación.
Una vez culminado la batalla de Caseros con la derrota de Rosas, Urquiza designado
para regir los destinos de la Nación, este reconoció lo injusto que sería seguir
desconociendo los derechos de Paraguay, de ser República independiente. Con tal
motivo envió a Asunción al Dr. Santiago Derqui, a solucionar en nombre de la
Confederación todas las cuestiones pendientes.
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El gobierno paraguayo renuncia por este tratado al extenso territorio de Misiones de la
banda izquierda del río Paraná, de importancia estratégica para la comunicación terrestre
con el Brasil y otra salida al río de la Plata. Y se pone punto final al problema de límites,
que era una barrera a la expansión del comercio paraguayo.
Al año siguiente, Urquiza reclamó la entrega del territorio de Misiones, declarando don
Carlos A. López los tradicionales derechos del Paraguay sobre dicho territorio y que
serían entregados en ejecución plena del Tratado de 1852 cuya ratificación seguía
pendiente de sanción en el Congreso Argentino.
Tras laboriosa gestión y no sin vencer graves obstáculos se firmaron los tratados, cuyas
principales estipulaciones establecían paz y amistad entre las partes, y la libre navegación
del río Paraguay hasta Asunción, y del río Paraná hasta Encarnación
En 1856 llegó a Asunción un nuevo plenipotenciario el Gral. Tómas Guido, quien expuso
pretensiones territoriales desorbitadas: el territorio de Misiones y todo el Chaco.
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1 – La navegación por los ríos Paraná, Paraguay y Bermejo es completamente libre y
común para los buques mercantes y de guerra, paraguayos y argentinos conforme a las
disposiciones vigentes.
2 – Quedaba aplazado el arreglo de límites entre la República del Paraguay y la
Confederación Argentina, no obstante se declara que en el Paraná la Isla de Yacyretá
pertenece a Paraguay y la Isla de Apipé a la Argentina, de conformidad a las
disposiciones vigentes.
Urquiza avanzó sobre la ciudad; pero no entró en ella por la fuerza, sino que acampó en
el pueblo de San José de Flores y presionó al gobierno porteño a aceptar la paz. Sólo
después de la renuncia de Alsina y la mediación de Francisco Solano López, se firmó el
Pacto de San José de Flores o de Unión Nacional. Por éste, la provincia de Buenos Aires
se reincorporaba de derecho a la República Argentina.
La exitosa gestión paraguaya, tan elogiada por la buena fe y celo con que fue
desempeñada, por sus consecuencias, fue la más funesta de las equivocaciones políticas
de López. Se eludió la Alianza propuesta por Urquiza y se ofreció exitosa mediación que
salvó a la oligarquía porteña de una segura derrota, y estos no se conformaban de ser
miembro de la Confederación, pues quería ser Capital y cabeza, preparándose para ello
su resurgimiento en un futuro inmediato, con la ayuda de la política expansiva brasileña,
ambas instrumentadas por el imperialismo económico inglés.
En 1861, Mitre derrotó a Urquiza y Buenos Aires, y su política entraron a regir desde el
Río de la Plata.
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GLOSARIO
ABROGADO - ABROGAR:Suspender o dejar sin vigor una ley o una costumbre mediante
una disposición legal. Abolir.
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UNIDAD VI
A fin de dar fuerza y resonancia a su posición Pedro II, envió al Paraguay al Dr. José
Antonio Pimenta Bueno, quien llegó a Asunción en 1844, y en el palacio en emotiva
ceremonia anunció oficialmente el reconocimiento.
En 1847 el Dr. Andrés Gelly fue acreditado como Encargado de Negocios de la República,
en Río de Janeiro. El Dr. Gelly llevó la Misión de recuperar una alianza con el Imperio, en
los términos del Tratado de 1844, naturalmente dirigida contra Rosas.
En Río de Janeiro, Gelly presentó al Barón de Cayrú dos proyectos de tratados: uno de
alianza ofensiva y defensiva, y otro de límites. Este último no fue considerado, no así el de
alianza, que en definitiva el Consejo de Estado resolvió que no podía ser aceptado por
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innecesario, ineficaz y peligroso, pero la diplomacia y los hombres de gobierno estimaban
que la independencia del Paraguay era fundamental para la estabilidad del Imperio.
Gelly se encontraba todavía en Río de Janeiro cuando se informó de que la Corte de San
Cristóbal había resuelto destacar un nuevo Encargado de Negocios al Paraguay. El
nombrado fue el Coronel de Ingenieros PEDRO DE ALCÁNTARA BELLEGARDE. La
designación no se dio a conocer ni siquiera confidencialmente a Gelly, quien no se
ofendió por esta falta de elemental cortesía. La importante novedad informó, a su vez, al
Presidente López. Decía que Bellegarde llevaba instrucciones de prestar sus
conocimientos científicos al Paraguay en caso de necesidad, y, agregaba que se trataba
de un sujeto recomendable a todos respectos, como hombre de mundo, de sociedad, y
como militar.
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14º -El Presidente del Paraguay se obligaba a coadyuvar con el Emperador del Brasil a
mantener la independencia del Uruguay. La duración del tratado era de seis años y el
canje de ratificaciones debía realizarse en Asunción.
Don Carlos había ofrecido para asegurarse la cooperación militar brasileña en la guerra
por la independencia nacional, no debilitaron su voluntad de velar por la intangibilidad de
la soberanía territorial, apenas ella fuera lesionada sin consentimiento del Paraguay. Es lo
que quiso hacer el Imperio del Brasil cuando comenzó a avanzar en las tierras situadas al
sur del río Blanco. El gobierno paraguayo notificó al Encargado de Negocios del Imperio,
Pedro Alcántara Bellegarde, que el Paraguay estaba resuelto a impedir la fundación de
nuevos establecimientos, tolerando los ya existentes a título meramente precario, a la
espera de un ajuste definitivo de límites. La notificación no fue tenida en cuenta y los
brasileños fundaron en 1850 un fuerte en Pan de Azúcar, o Fecho de Morros, estratégica
posición que domina el Alto Paraguay. López ordenó, entonces, que se aprontara en Villa
Concepción una expedición para desalojar a los ocupantes de Pan de Azúcar y de todos
los establecimientos civiles que se encontraban al norte del río Apa. Intervino Bellegarde,
quien se dirigió al comandante del fuerte y al presidente de Matto Grosso para pedirles la
evacuación de Pan de Azúcar. Las autoridades brasileñas se negaron a desocupar el
punto, alegando que estaban allí en cumplimiento de órdenes superiores. Las fuerzas
paraguayas avanzaron entonces sobre el Fuerte y lo desalojaron el 14 de octubre de
1850, después de sangrienta refriega.
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recabar informaciones sobre la aplicabilidad del Tratado de 1850, (Tratado Varela –
Alcántara Bellegarde) vigente, así como la gestión de un Acuerdo definitivo sobre Límites.
Moreira fue recibido y acreditado por la cancillería Imperial quien no mostró ningún interés
en la alianza, pues, había desaparecido el peligro rosista.
Benito Varela, ministro de Relaciones Exteriores, le envió una nota en estos términos:
Siendo notorio en esta capital que V.S., con olvido del indeclinable deber que le impone la
misión que le fue conferida por su Gobierno para representarle ante la República, se ha
permitido faltar públicamente al respeto y a las consideraciones recomendadas por todos
los gobiernos en sus órdenes e instrucciones a sus agentes diplomáticos, y se ha
dedicado a la intriga e impostura, en odio al Supremo Gobierno de la República, S.E. el
Sr. Presidente de la República me dio orden de comunicarle que este Ministerio de
Relaciones Exteriores suspende toda correspondencia con V.S. hasta que de entera
satisfacción al Gobierno de la República sobre sus referidos procedimientos ofensivos y
hasta que haga sincera protesta de guardar en adelante la fidelidad y el respeto debido al
Excmo. Sr. Presidente de la República, quedando en la inteligencia de que en caso
contrario S.E, está dispuesto a mandarle sus pasaportes y dar las debidas explicaciones
al Gobierno de S.M. el Emperador del Brasil.
55
guerra podía terminar con estas dificultades”. Estaban suspendidas, de hecho las
relaciones con el imperio del Brasil.
Estaban muy exaltados los ánimos en Río de Janeiro, por ello decidió enviar al Paraguay
a una poderosa flota de guerra al mando del almirante Pedro Ferreira de Oliveira, se
dirigió al Río de la Plata para llegar al Paraguay con severas exigencias: una amplia
satisfacción por la ofensa inferida a un representante del Imperio, la firma de un tratado de
libre navegación, que debería obtener por cualquier medio y si se dieran las condiciones,
acordar un tratado de límites atendiendo a las pretensiones imperiales.
El almirante, ante la alarma argentina por la presencia de las unidades de guerra del
Brasil, afirmó que su misión era pacífica y no habiendo estado de beligerancia con el
Paraguay, no necesitaba la venia de Buenos Aires, ni del gobierno confederado de
Paraná, para remontar el río.
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La presencia de naves de guerra extranjeras en aguas territoriales estaba prohibida por
decreto. El barco norteamericano “Wáter Wich”, al mando del comandante Page, que
venía haciendo relevamiento del curso de los ríos de la región, solicitó permiso para
ingresar en el río Paraná. Advertido Page de que el pasaje del brazo norte, frente a la
fortaleza de Itapirú, estaba vedado a los buques de bandera extranjera, desoyó la
advertencia y ordenó al capitán de la nave que avanzara.
El coronel Wenceslao Robles comunicó al presidente, que no siendo atendidos sus avisos
de detener la marcha del barco, había ordenado abrir fuego de artillería, causándole al
intruso serios daños, un muerto y heridos.
No se habían enfriado aún los cañones de Itapirú, cuando ya llegaba a las Tres Bocas la
imponente flota de guerra del emperador Pedro II compuesta de veinte naves con más de
120 bocas de fuego. Advertido por las defensas costeras de Paraguay que solamente
sería recibido en misión pacífica y de acuerdo a las normas de estilo, el almirante Ferreira
comunicó al ministro José Falcón que venía como plenipotenciario y que estaba dispuesto
a dejar su escuadra fuera de las aguas territoriales.
Falcón recomendó a Ferreira que, pese a que todo el apresto bélico de la armada a su
cargo constituía una injuria y una humillación a la República, el presidente accedía a
recibirlo siempre y cuando se aviniera a arribar en condiciones pacíficas, como
correspondía a la misión que decía representar. “Si por desgracia para ambos Estados,
V.E. no quisiese prestarse a este paso conciliatorio, e insiste en remontar el río Paraguay
con su fuerza naval, V.E. habrá iniciado las hostilidades a la República y cargará con la
responsabilidad de agresor gratuito y no provocado”.
El paso siguiente fue llegar a un acuerdo sobre los derechos de navegación, punto
independiente de la cuestión de límites. Se firmó un Tratado de Comercio y Navegación
en abril de 1855, por el que Paraguay concedía al Brasil el paso franco de sus
embarcaciones hacia sus provincias del norte, limitándoles sólo, el tonelaje y el número
de vapores así como la cantidad de bocas de fuego de los mismos.
Don Carlos, antes de fenecer el plazo estipulado en el acuerdo, destacó a Rio de Janeiro
a uno de sus más experimentados hombres: don José Berges, quien tuvo por interlocutor
nada menos que a José María da Silva Paranhos, en representación de los intereses de
Pedro II.
El Canciller Imperial renovó la pretensión de la línea del Paraná, las Cordilleras y el Río
Apa, hasta el río Paraguay, alegando el Uti Possidetis, sin embargo no pudo probar la
existencia de ninguna posesión brasileña que gane a la posesión paraguaya de Borbón o
Fuerte Olimpo.
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Berges sostenía la línea del Paraná, Ygurey, el Blanco hasta el río Paraguay, alegando el
Uti Possidetis, justificando ventajosamente con el citado Fuerte Olimpo. Propuso el
nombramiento de una comisión para verificar la existencia de posesiones de las partes en
la zona litigiosa, que fue aceptada por Paranhos.
Las negociaciones se dieron lugar en marzo y abril de 1856. Como ninguna de las partes
cedió en sus reivindicaciones, se convino un protocolo especial de aplazamiento por seis
años. El “statu quo” acordaba otro periodo de neutralización de la zona en litigio. Fue
firmado un Tratado de Amistad y Navegación de los ríos Paraná y Paraguay, sin las
reglamentaciones y reservas estipuladas en el Tratado de Francisco Solano López y el
almirante Ferreira. El 6 de abril de 1856 comenzó a correr el plazo de seis años del
arreglo diplomático Berges-Paranhos.
El Tratado y la convención fueron canjeados en Asunción ese mismo año con lo que entró
plenamente en vigor.
En los primeros mese de 1862, patrullas paraguayas pudieron comprobar que los
brasileños habían penetrado en la Zona Neutralizada, entre el río Blanco y el río Apa,
estableciendo los Fuertes de Miranda y Dorados, en abierta violación a los Tratados de
1855 y 1856.
GLOSARIO
59
UNIDAD VII
60
La libre navegación del río Paraguay, hasta Asunción, y la derecha del Paraná,
desde donde le pertenece seguramente con sus buques y cargamentos a todos los
lugares y puertos.
De la misma manera serán tratados y considerados los ciudadanos paraguayos
que llegaren a arribar a los puertos de los Estados Unidos con cargamento, en buques
paraguayos o norteamericanos.
Sin embargo, el Tratado López-Pendleton no fue canjeado y fue sustituido por otro
firmado en 1859.
7.4- INCIDENTES VARIOS
A) LA CUESTIÓN HOPKINS
A fines de 1853 estaba de regreso Hopkins, quien había formado en su país la “United
State and Paraguay Navegatión Co”, además venía investido de las funciones de Cónsul
de su país. Contrato técnicos y adquirió maquinarias diversas, con el propósito de instalar
industrias diversas en el Paraguay y dedicarse al comercio en toda la Cuenca del Rio de
la Plata, 2 barcos que había contratado sufrieron en el trayecto averías graves perdiendo
buena parte de las maquinarias y mercaderías. Con lo que pudo salvar y la ayuda del
Gobierno, en dinero y locales la empresa comenzó a trabajar. Al año siguiente, un
incidente entre el hermano de Hopkins y un soldado, determinó el deterioro y rompimiento
de las relaciones hasta entonces cordiales. El Gobierno canceló el Exequátur del Cónsul y
le exigió la desocupación de los locales en que estaba la fábrica y mercaderías.
B) LA CUESTIÓN WATER WITCH
En 1854 llegaba a aguas paraguayas el vapor norteamericano delacápite, con el
enunciado propósito de realizar exploraciones científicas y levantamiento cartográfico de
los ríos. Su Comandante Thomas Page, había recibido instrucciones de su Gobierno para
gestionar la ratificación del Tratado López – Pendleton, la nota que traía para el Gobierno
paraguayo, estaba redactado en inglés, la que fue devuelta por el Canciller Falcón con
indicación de que la misma debe ser redactada en español, o ser acompañada el original
con copia en este idioma. En noviembre el “Water Witch”, arribó a la capital al amparo
de sus cañones, procedió a embarcar a Hopkins. En febrero de 1855, el Water Witch, a
despacho de la advertencia del Comandante del Fuerte de Itapirú sobre el Paraná,
penetró el canal conducente al fuerte vedado a la navegación regular. Se efectuaron
disparos de advertencia de la artillería del fuerte y ante la inobservancia, ya al blanco, del
que resultó el barco norteamericano con averías, heridos y un muerto, de cuyas
circunstancias fue informado al Gobierno norteamericano.
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C) EL INCIDENTE FITZPATRICK
En 1856, llegaba a Asunción un nuevo enviado norteamericano con una propuesta de
enmiendas de formas al Tratado López – Pendleton, y su canje. El Gobierno paraguayo
ya lo había ratificado, y el Canciller Nicolás Vázquez se negó a introducir las enmiendas;
Fitzpatrik dejó Asunción desairado.
7.5- EXPEDICIÓN NAVAL CONTRA EL PARAGUAY
En 1857 el presidente James Buchanan, informó de los referidos incidentes al Congreso y
este autorizó al presidente a adoptar las medidas pertinentes, en consecuencia fue
alistada la poderosa fuerza naval con 19 barcos de guerra, James Bowlin comisionado
para tratar el asunto debía exigir:
Reparación por las pérdidas y daños sufridos por la compañía de Hopkins
Excusas por el ataque al Water Witch.
Indemnización para la familia del marinero muerto a bordo de dicho buque.
7.6- MEDIACIÓN DEL PRESIDENTE URQUIZA
La llegada de la poderosa flota norteamericana al Rio de la Plata, provocó graves
preocupaciones al presidente Urquiza, quien decidió ofrecer su mediación, la que fue
aceptada por el comisionado Bowlin.
Don Carlos aceptó entrar en negociaciones, toda vez que la flota norteamericana quede
fuera de las aguas territoriales nacionales. Aceptó el comisionado norteamericano y arribó
a Asunción a bordo del Fultón. Gracias a la gestión de Urquiza se llegó a un acuerdo
sobre:
Firma de un nuevo Tratado de Comercio y Navegación
Explicaciones al Gobierno de los Estados Unidos por los incidentes ocurridos
Saludo a la bandera norteamericana con la salva de 21 cañonazos, a ser
retribuidos en igual forma por el Fultón, al pabellón paraguayo.
Pago de una indemnización de 10 mil dólares a los familiares del marinero muerto
en el Water Witch
La reclamación de la United States and Paraguay Navegatión Co. Se acordó
someter a decisión arbitral.
7.7- TRATADO VÁZQUEZ – BOWLIN.
Firmado el 4 de febrero de 1859, establecía en sus principales cláusulas: que la República
del Paraguay, concedía a los ciudadanos de los Estados Unidos de América, la libre
navegación del río Paraguay en todo el curso que le pertenece a la República, con
sujeción a los reglamentos policiales y fiscales del país, pudiendo descargar todo o parte
62
de sus cargamentos en los puertos de la República; y las mismas concesiones a los
ciudadanos paraguayos que llegaren a arribar a los puertos norteamericanos.
7.8- ACUERDOS EN ASUNCIÓN Y DECISIÓN ARBITRAL EN WASHINGTON.
Para integrar el Tribunal Arbitral que debía entender en la reclamación de Hopkins fue
enviado a Washington José Berges; el Gobierno norteamericano designó a Cabe
Johnson.
Estudiados los antecedentes y alegatos expuestos, el árbitro norteamericano hallo
injustificada las pretensiones de la referida compañía, en agosto de 1860 fue firmada la
Sentencia Arbitral, en la que se declaraba al Gobierno de Paraguay, no ser por ningún
derecho responsable de una indemnización o compensación pecuniaria cualquiera a favor
de la “United States and Paraguay Navegatión Co”.
GLOSARIO
63
UNIDAD VIII
Si bien no todavía en el plano oficial, las relaciones con Inglaterra se inician en esta época
con la llegada a Asunción de John Robert Gordon, en octubre de 1842 con pasaporte
expedido por el ministro inglés en Buenos Aires. Las informaciones de Gordon sobre el
ambiente y la opinión que existía en Buenos Aires en relación a Paraguay, fueron
decisivas para la reunión del Congreso de 1842, que ratificó la Independencia Nacional.
En enero de 1846, llegaba a Asunción el Capitán Charles Hotham, representante del
ministro inglés en Montevideo, para informarse sobre la posición paraguaya. Don Carlos
le dio a conocer las condiciones previas:
CANSTATT:
LITLE POLLY
El gobierno concedió una indemnización sin que ello implique una aceptación de
culpabilidad por parte de Paraguay.
64
TACUARI
El jurista argentino fue designado como Encargado de Negocios del Paraguay ante el
gobierno británico, el que se negó a admitir sus cartas credenciales en tanto no tuviera
satisfacción la reclamación de Henderson. Las actuaciones de Carlos Calvo fue dinámica
y eficiente, recabó la opinión de un afamado internacionalista inglés, Roberto Phillimore,
quien dio plena razón al Paraguay y logró sensibilizar al gobierno británico, quien
convencido de la justa posición paraguaya, dispuso que el ministro inglés en Buenos
Aires, Eduardo Thornton, se traslade a Asunción para negociar el arreglo con el gobierno
paraguayo en abril de 1862.
65
En 1853 se firmaron tratados con representantes de Estados Unidos, Francia, Cerdeña e
Inglaterra, en los que se reconocía la soberanía de la nueva nación y se declaraba abierto
al comercio internacional al río Paraguay
En esta forma el Paraguay rompía su «fabuloso aislamiento». Una nueva etapa de su
historia se iniciaba con el ajuste de estos acuerdos. Buques de todas las banderas
surcaban las aguas de sus grandes ríos. El comercio tomaba rápido desarrollo y una era
brillante de progreso se proyectaba sobre el presente y porvenir de la república. La
concordia y la buena inteligencia con las naciones americanas y europeas, bien pronto
colocó al Paraguay entre los países más respetados y prósperos del hemisferio.
La primera legación que la República del Paraguay acreditara en países de Europa, fue
confiada al ciudadano, general Don Francisco S. López. Tuvo por objeto canjear la
ratificación de los tratados firmados el 4 de Marzo 1853, con Inglaterra, Francia e Italia.
Además, llevaba el importante encargo de negociar con España un tratado de amistad
que pusiera término a todo vestigio de desinteligencia, estableciendo buenas y cordiales
relaciones entre ambos países, unidos por vínculos de origen, religión, idioma,
costumbres y afectos.
66
El tratado no se pudo ajustar a causa de las exigencias presentadas por España, en lo
relativo a la nacionalidad de los españoles residentes en el Paraguay y de sus hijos
nacidos en el país.
El plenipotenciario paraguayo no quiso admitir las exigencias de la ex metrópoli, sin
exceder sus instrucciones y tuvo que retirarse o Francia, donde estaba también
acreditado.
Los documentos que se insertan a continuación informan con precisión de las
negociaciones infructuosas entabladas por el representante paraguayo con la Corte de
Madrid, en el desempeño de su misión especial.
El Plenipotenciario paraguayo dirigió al Ministro de Relaciones Exteriores de España,
Señor Don Angel Calderón de la Barca con fecha 6 de Junio de 1854 la nota siguiente:
El General López sostenía el principio del“Ius Soli”, en virtud del cual la nacionalidad
está regida por el lugar de nacimiento, sin tener en cuenta la nacionalidad de los padres.
El Canciller español, en cambio apoyándose en el principio del “Ius Sanguinis”, decía
que la nacionalidad de los padres se trasmite a los hijos, sin importar el lugar del
nacimiento, buscaba consagrar en el tratado la cláusula por la cual un hijo de español
nacido en el Paraguay pudiera optar por una u otra nacionalidad. Tal pretensión fue
rechazada enérgicamente por el plenipotenciario paraguayo.
Por las leyes de la República, como por las de toda nación civilizada, de toda nación que
respeta y aprecia, los deberes de un ciudadano, por las leyes de España, de Inglaterra y
demás naciones cultas, todo el que nació en su territorio es ciudadano, súbdito
paraguayo, español, inglés, etc., y es considerado y tratado como tal en todo caso,
cualquiera que sea la nacionalidad extranjera, o pabellón a que se haya acogido. El
Gobierno del Paraguay, siguiendo el ejemplo de naciones tan adelantadas, mantiene y
mantendrá rigurosamente este principio tan importante, tan fecundo en consecuencias y
tan moral. La relajación de tal principio daría lugar al escándalo de que un ciudadano que
hubiese atentado contra su país, se presentase de nuevo en él cubierto con una
nacionalidad extranjera, y haciendo alarde de su impunidad.
Por una tan poderosa consideración, el Plenipotenciario del Paraguay jamás consentirá
que el hijo de un español, inglés o francés nacido en el Paraguay, deje de ser paraguayo
por haber tomado una nacionalidad extranjera; tómela si le conviene, pero hágalo
sabiendo que la República le considera y tratará siempre como un ciudadano de ella y
sujeto por esta calidad a los deberes que le impone.
67
Le es muy penoso al infrascrito no poder prestarse a los deseos de S. E. el Primer
Secretario de Estado, y solo le consuela la convicción de que el Gobierno de la República
del Paraguay y él, han hecho todo lo posible por ajustar y concluir un tratado de paz y de
amistad con S. M. C. El que firma se permite asegurar a S. E. el Primer Secretario de
Estado que espera que esto no disminuirá, ni alterará las buenas disposiciones del
Gobierno de la República hacia los súbditos de S. M. C., tratando a los que lleguen a ella
con todas las consideraciones de una nación amiga a quien la ligan antiguas y fuertes
relaciones.
8.4- RELACIONES CON BOLIVIA; RECONOCIMIENTO DE LA INDEPENDENCIA
NACIONAL.
Producida la comunicación de la solemne declaración del Congreso Nacional de 1842, el
gobierno boliviano reconoce, fue el primero en reconocer nuestra independencia por
Decreto de la Convención Nacional que establece:
Esta cuestión va a dominar por casi un siglo las relaciones paraguayo – bolivianas. El
Chaco en su totalidad estuvo siempre en jurisdicción paraguaya desde los días iniciales
de la conquista y colonización hasta el advenimiento de la independencia. Los derechos
del Paraguay se apoyan no solamente en títulos jurídicos, cédulas reales,
pronunciamiento de virreyes y gobernadores sino también el Uti possidetis, mediante
fuertes, poblaciones y reducciones en la banda derecha del río Paraguay hacia el Jaurú.
Producida la independencia nada cambió, el Dr. Francia en más de una ocasión señaló la
soberanía de la República sobre ese territorio desde el Jaurú hasta el Bermejo.
68
En 1843, se publicó en Bolivia el primer mapa del país del que tenemos noticias, el citado
mapa, fue elaborado por el Coronel de ingenieros Felipe Bertres y en el aparece toda la
ribera occidental del río Paraguay desde el río Negro, como soberanía paraguaya.
Del referido mapa oficial, surgen conclusiones lógicas muy interesantes a saber:
a) Bolivia no pretendía aun ser ribereña del río Paraguay, al sur del río Negro, en
consecuencia y conforme a ese mismo mapa.
b) Bolivia reconocía la soberanía del Paraguay sobre las ¾ partes del Chaco, incluso
hasta el Bermejo.
El Tratado de 1852 consagró el derecho paraguayo sobre todo el Chaco, al norte y al sur
del Pilcomayo. Contra sus estipulaciones, el encargado de negocios de Bolivia en Buenos
Aires, Juan de la Cruz Benavente, creyó necesario protestar, por considerar a su patria
ribereña en la costa occidental del río Paraguay entre los grados 20, 21 y 22. La promesa
no fue dirigida al Gobierno paraguayo, sino al de la Confederación. Era la primera vez que
Bolivia manifestaba pretensiones sobre una parte del Chaco.
El Chaco en su totalidad estuvo siempre en jurisdicción paraguaya desde los días iniciales
de la conquista y colonización. Los derechos del Paraguay se apoyan no solamente en
títulos jurídicos, cédulas reales, pronunciamiento de virreyes y gobernadores, sino
también el Uti possidetis, mediante la creación de fuertes, poblaciones y reducciones en la
banda derecha del río Paraguay hacia el Jaurú.
69
Paraguay, puerta de entrada al país en el Alto Paraguay, y bastión de su defensa. No
alega título alguno que pudiera amparar su pretendido derecho sobre dicho territorio y
sobre un establecimiento que jamás fue suyo, ni nunca había cuestionado.
GLOSARIO
IUS SOLI: principio por el cual la nacionalidad está regida por el lugar de nacimiento.
70
UNIDAD IX
Poco después empieza la guerra civil uruguaya, iniciado por Venancio Flores con el
aparente apoyo del gobierno argentino que enturbió cualquier negociación.
En 1.863 el Gobierno Colorado del Gral. Flores inició desde Bs. As., la rebelión contra el
gobierno constituido, ejercido por el partido blanco, cosa que fue negado rotundamente
por el presidente Mitre, pero comprobado después con la utilización de barcos argentinos
para el envió de armas y municiones a las costas uruguayas.
71
Cuando fue muy evidente la ayuda argentino brasileña a Flores, López salió en defensa
de la soberanía uruguaya pidiendo explicaciones a los gobiernos argentinos y brasileños,
a más de ofrecerse como Mediador en el entredicho entre argentina y Uruguay, la que
fue rechazada por Mitre.
Uruguay de ser un país AMIGO pasó a ser un ENEMIGO y parte de la triple alianza contra
el Paraguay.
Las relaciones no eran muy cordiales pues se mostraba muy exigente con el pedido de
compromiso de intervención paraguaya en el Rio de la Plata, que fue resistido por López
y Berges. Lapido objetó al gobierno paraguayo de hacer conocer a Bs. As. la nota oficial
uruguaya, con relatoría de agravios del Gobierno Argentino al Gobierno y soberanía
Uruguaya.
A pesar de las tirantes relaciones entre Lapido y el gobierno paraguayo, Solano López
seguía atentamente los acontecimientos desarrollados en el Río de la Plata a través de
informes pormenorizados que recibía permanentemente. No era secreto para nadie su
aspiración de hacerse escuchar en el Río de la Plata, reeditar aun con mayor resonancia
el papel de mediador y árbitro que cumpliera en 1859. Lapido trabajó por ese lado, hasta
prometerle que en todo arreglo se le daría al presidente del Paraguay la parte más
honrosa y expectable en relación a todos los demás gobiernos. Solano López aceptó el
ofrecimiento. Lo grave de esta situación es que la Cancillería uruguaya jamás dio
autorización para hacer este ofrecimiento, y solo era una maniobra de Lapido.
72
9.5- MISIÓN VÁZQUEZ SAGASTUME Y DE LAS CARRERAS. CORRESPONDENCIA
BERGES – ELIZALDE CON MOTIVO DE LOS PEDIDOS DE EXPLICACIÓN.
A más de insistir que López oficie de Mediador entre el gobierno uruguayo y brasileño.
73
9.6- SARAIVA – ELIZALDE - FLORES – THORNTON Y LA REUNIÓN DE PUNTAS DE
ROSARIO. EL FRENTE ANTI – PARAGUAYO.
La diplomacia oriental era realizada con hipocresía, pues mientras Lapido buscaba en
Asunción no ser tan intransigentes con el gobierno argentino, el plenipotenciario oriental
en Bs. As., en negociaciones secretas, donde se deja en claro que el Gobierno Argentino
no es responsable de todo cuanto ocurra, firmando en 1.863 un Protocolo mediante el
cual se dejaba:
GLOSARIO
74
UNIDAD X
Sin haber recibido aún ayuda externa, y atacado por las tropas de Venancio Flores, los
invasores brasileños, la escuadra imperial y un importante apoyo logístico del gobierno
argentino, el gobierno uruguayo se vio obligado a rendirse.
Solano López solicitó autorización al presidente argentino Bartolomé Mitre para atravesar
territorio argentino, rumbo al Uruguay, con sus tropas, solicitud rechazada por Mitre.
Haber permitido que tropas beligerantes atravesaran por su territorio hubiese constituido
un abandono de la posición hasta entonces públicamente neutral de la Argentina; por otro
lado, el gobierno argentino simpatizaba con el Partido Colorado del Uruguay. En
respuesta, tropas paraguayas ocuparon la ciudad de Corrientes en abril de 1865, forzando
a la Argentina a entrar en la guerra, aliada con Brasil y el nuevo gobierno uruguayo. A
partir de ese momento ya puede hablarse de «Guerra de la Triple Alianza».
75
10.3- NOTA DEL 30 DE AGOSTO DE 1864 Y OTRA, DEL GOBIERNO PARAGUAYO A
LA LEGACIÓN BRASILEÑA EN ASUNCIÓN Y RESPUESTA.
76
10.5- SOLICITUD DE TRANSITO Y NEGATIVA DEL GOBIERNO ARGENTINO.
Ya guardadas sus espaldas, López se dispuso para emprender operaciones contra los
brasileños que estaban operando en el Uruguay. Urquiza le sugirió que solicitara permiso
del gobierno argentino para cruzar el territorio intermedio, prometiéndole su alianza si
Mitre rehusaba concederlo. Considerando el Paraguay históricamente suyas las Misiones
que se interponían entre sus tropas en operaciones y las del Brasil, ese permiso era
innecesario, pero López se avino a solicitarlo para asegurarse la cooperación de Urquiza,
de capital importancia dentro de sus planes. El 14 de enero de 1865, el ministro Berges
solicitó el permiso de tránsito, recordando como precedente el paso de la escuadra
brasileña en 1855. Urquiza abogó ante Mitre para que se concediera la autorización, pero
el gobierno argentino la denegó. Al mismo tiempo estipuló una eventual alianza con el
Brasil para el caso de que las fuerzas paraguayas violaran el territorio argentino.
Desde la época de don Carlos A. López, Buenos Aires se había convertido en el centro de
la oposición organizada contra el gobierno paraguayo, a la vista de las autoridades
argentinas.
Algunos emigrados paraguayos como Carlos Loizaga, Pedro Manuel de la Peña y otros
habían fundado periódicos. El Grito paraguayo y El Clamor de los Libres.
77
10.8- INFORME DE GUILLERMO LETTSON, MINISTRO INGLES EN EL RÍO DE LA
PLATA.
GLOSARIO
BELIGERANTE: Se aplica a la potencia, estado, grupo que está en guerra, o que está de
parte de alguno de los contendientes.
78
UNIDAD XI
Finalmente el capítulo XVI descubre las intenciones tantas veces anunciadas de que sólo
la guerra haría declinar a Paraguay en la empecinada defensa de su territorio. Dice así:
“Para evitar las discusiones y guerras que traen consigo las cuestiones de límites, queda
establecido que los aliados exigirán del Gobierno del Paraguay que celebre con los
respectivos Gobiernos, tratados definitivos de límites sobre las bases siguientes:
La República Argentina será dividida de la República del Paraguay, por los ríos Paraná y
Paraguay hasta encontrar los límites con el Imperio del Brasil, siendo éstos por la margen
del río Paraguay y la Bahía Negra.
El Imperio del Brasil se dividirá de la República del Paraguay: Del lado del Paraná, por el
primer río debajo del Salto de las Siete Caídas, es el Ygurey, y desde la embocadura del
Ygurey, y por él arriba hasta encontrar sus nacientes. Del lado de la margen izquierda del
Paraguay, por el río Apa, desde su desembocadura hasta sus nacientes. En el interior de
las cumbres de las sierras del Mbaracayú, siendo las vertientes del Este del Brasil y las
79
del Oeste del Paraguay, y tirándose de la misma sierra líneas las más derechas, en
dirección a las nacientes del Apa y del Ygurey”.
En la parte final del articulo XVIII expresa: “Este tratado se mantendrá secreto, hasta que
se consiga el fin principal de la alianza”.
Que siendo una de las medidas necesarias para garantir la paz con el Gobierno que se
establezca en el Paraguay, no dejar armas ni elementos de guerra, las que se
encontraren serán divididas por partes iguales entre los aliados.
Que los trofeos y botín que fueron tomados al enemigo se dividirán entre los aliados que
hayan hecho la captura”.
Desde que se inauguró, el actual gobierno provisorio ha seguido con gran interés el curso
de los acontecimientos que se desarrollaron en los Estados del Plata, una lucha que
habrá de ocasionar males no solo a los Estados que en ellas están empeñados, sino a
toda América del Sur.
80
En 1870, terminó la guerra con un Paraguay destrozado y a merced de la voluntad del
Brasil y de sus socios. En el Perú, para la mayoría de los que seguían los
acontecimientos, la guerra había sido injusta, cobarde, que estaba sustentada por el afán
de conquista en una relación de fuerzas asimétricas.
Poco tiempo después los mismos países ofrecieron mediación, en cuya oportunidad el
señor José Lastarria, ministro chileno en Buenos Aires, recibió por propia boca del
canciller argentino Rufino Elizalde, la información de que el ofrecimiento sería rechazado.
El gobierno de Colombia por nota de su canciller Dr. José Rojas Garnado a los gobiernos
aliados, también protestó enérgicamente “el gobierno colombiano a la vista de diversas
publicaciones oficiales de que tiene conocimiento, no vacila en manifestar que, si como
parece revelar el Tratado del 1º de mayo de 1865, de la Triple Alianza contra la República
del Paraguay, pudiese tener por objeto el dar como resultado la desmembración del
Paraguay o aniquilamiento de su soberanía e independencia, el gobierno y pueblos de la
unión, fieles a los principios del respeto inviolable a todas las entidades autonómicas y
libres de este continente, no podrían permanecer indiferentes si tal acto se consumase,
acto que podría exponer a la muerte más tarde, a otras nacionalidades del nuevo mundo”.
81
11.6 - OFERTA DE MEDIACION DE LOS EE.UU. DESESTIMADAS POR LA
ARGENTINA.
En 1866, el Congreso de los EE.UU. de América recomendó al Poder Ejecutivo ofrecer los
oficios amistosos del gobierno para establecer la paz entre el Paraguay y la Triple Alianza.
En cumplimiento de las pertinentes instrucciones, el ministro norteamericano en Bs. As.
General Alejandro Asboth, trasmitió al gobierno argentino la oferta de mediación. El 29 de
enero de1867, el canciller Elizalde respondió que el gobierno argentino agradece este
paso amistoso de los EE.UU. y llegada la oportunidad le sería muy satisfactorio hacer uso
de las proposiciones que ha presentado de una manera tan amistosa son negatorias de
los nobles propósitos que tuvo en vista.
Renovó su insistencia el ministro Asboth señalando: “que las mutuas ofensas de las
respectivas partes contendientes, pueden llevarse a un arreglo satisfactorio y que una
paz duradera en las regiones de la Pata y Paraná, solo puedan asegurarse sobre una
base firme y sólida por medio de las debidas negociaciones diplomáticas y no por la
fuerza de las armas”.
A esto le contestó Elizalde: que el gobierno argentino tiene que abstenerse de entrar en
las observaciones que no se refirieren a la oferta de mediación amistosa del gobierno de
los EE.UU. aunque reconoce el noble sentimiento que lo ha inspirado.
El Dr. Andrés Lamas, ministro de su país en el Brasil, dirigió con fecha 28 de febrero
1867, al consejero Albuquerque ministro de Relaciones Exteriores del Imperio, una
comunicación confidencial de la más alta importancia por el carácter y competencia de su
autor, sobre la oferta de mediación de los Estados Unidos. El Dr. Lamas era partidario de
la triple alianza, y amigo personal del Emperador Pedro II y de los generales Mitre y
Flores, autores del tratado de 1º de Mayo 1865, lo que da mayor importancia al contenido
de su carta confidencial. El honorable diplomático oriental empieza por observar al jefe de
la cancillería imperial que la declaración hecha por el Emperador Don Pedro II, que “no
estaba dispuesto a tratar con el general López, ni con persona de su familia sometida a su
influencia”, era tan extrema y absoluta, que comprendía hasta las capitulaciones,
puramente militares. Que tal resolución era bajo todos sus aspectos inautorizada e
insostenible. El tratado de la triple alianza no la autoriza: ese tratado tiene por fines
82
obtener la reparación de las injurias y perjuicios recibidos del Paraguay y garantías de
seguridad y de paz futura. La guerra no es, ni puede ser más que el medio de obtener
aquellos fines; y ese terrible medio sólo es justificable en cuanto es absolutamente
necesario. Si se presenta algún otro que satisfaga los fines de la guerra repelerlo inlímine,
es despojar a la guerra de toda legitimidad y de toda justificación. La guerra convertida en
venganza, en satisfacción de odio o de orgullo, teniendo por fin abatir y destruir, es una
atrocidad, un crimen.
Oír, no es ceder, no es transigir sobre lo que no sea transigible. La guerra tiene sus reglas
dictadas por la razón, por la humanidad, por la civilización. En el extremo de no oír para
obtener los fines de la guerra sin mayor efusión desangre, ni oír ni tratar, ni contestar las
proposiciones del enemigo, de no admitirlo ni aun a capitular militarmente, todas aquellas
reglas son violadas: y esas reglas son sagradas, por que tienden a economizar el
derramamiento de sangre y la destrucción innecesaria. Por otra parte el tratado de la triple
alianza debe ser atendido con arreglo a los principios eternos de la razón y de la justicia.
Con arreglo a los principios que resguardan y garanten la independencia y los derechos.
83
Es probable que principie entonces la guerra con los obstáculos de la naturaleza, con las
arideces y las devastaciones del suelo con el fanatismo y el patriotismo de la población; la
guerra irregular que no da descanso, que arroja la muerte con mano invisible desde el
bosque impenetrable, desde el peñasco inaccesible, desde el bañado invadeable. Pero si
llegamos, ¿que encontraremos al fin?, ésta es una de las más grandes cuestiones que
nos ha creado la resistencia del Paraguay. Si el Paraguay continúa resistiendo como
hasta ahora, estamos condenados a acabar de destruir la población viril del Paraguay,
casi toda su población, porque la crudeza de López, ya nos ha obligado a matar a
ancianos y niños. No me sorprendería que tuviéramos que matar mujeres.
Al fin nos vamos a encontrar con el cadáver del Paraguay, triste y deplorable fin por cierto,
El tratado de la triple alianza ha estipulado y garantido la Independencia del Paraguay, por
esa independencia es la condición de paz entre las naciones aliadas. El Paraguay
convertido en cadáver va a perturbarla, profundamente.
Siguieron las operaciones militares, la flota aliada forzó el paso a Humaitá y algunas
unidades llegaron hasta Asunción, significó el aislamiento de nuestro ejército a cuyo frente
se hallaba el Mcal. López.
84
también un acuerdo de paz Gould sometió a consideración de Luis Caminos, a cargo de
la cancillería, las bases de las negociaciones, las que aceptadas en principio, fueron
formuladas a las altos mando aliados y de allí a los respectivos gobiernos.
A su regreso del Campamento aliado, Gould presentó las bases modificadas en los
siguientes puntos:
1º Una conferencia secreta y previa aseguraría a las potencias aliadas la aceptación, por
parte del gobierno del Paraguay, de las proposiciones que estuvieren dispuestas a
hacerle.
Intimado para que dentro del plazo de 12 horas, contadas desde el momento que la
presente nota fuese entregada y sin que se suspendan las hostilidades, deponga las
armas terminando así la larga lucha.
La respuesta de V.E. servirá de gobierno a los infrascriptos que tomarán como negativa
si al final del plazo marcado, no hubiese recibido cualquier contestación de la presente
nota.
El Mariscal, cuando recibió esta nota, mandó a reunir a todos los jefes y oficiales y les
hizo presente que acababa de recibir una comunicación de los jefes aliados, en la que se
le intimaba a él y a todos ellos a rendición, a ver si estaban dispuestos a aceptar dicha
intimación. Todos a una sola voz contestaron que prefieren mil veces la muerte antes que
sufrir semejante ignominia.
85
GLOSARIO
“SINE QUA NON”: la condición sin la cual no se efectuará una cosa o se tomará como no
hecha.
86
UNIDAD XII
En tales reuniones ya se perfilaban claramente dos grupos antagónicos, dos bandos con
ideas bien definidas.
Viaja una delegación paraguaya a Buenos Aires para recabar la autorización. En la capital
porteña fue debatido largamente el asunto por los representantes aliados. Apoya el
pedido el canciller argentino Mariano Varela, siendo Presidente Domingo Faustino
Sarmiento. En cambio, el brasileño José María Da Silva Paranhos hacía objeciones. Pero
primó la doctrina de Varela, de espíritu amplio y generoso, quien en aquella ocasión
sostuvo que “la victoria no da derechos”. Se sugirió que el gobierno provisorio en
gestación fuese integrado por tres ciudadanos, y el representante brasileño Paranhos,
diplomático sagaz y de amplia visión, trata de localizar a los hombres que mereciesen su
entera confianza, para dichos cargos. Uno de ellos fue CIRILO ANTONIO RIVAROLA,
quien desde ese momento fue “su” hombre.
87
Que el establecimiento del gobierno paraguayo, no altera ni los fines de la alianza
y deja subsistente los derechos de los beligerantes.
Resolvieron autorizar el establecimiento del gobierno provisorio y tratarlo como
amigo.
88
El gobierno provisorio debe su existencia al buen acuerdo de los gobiernos aliados y de
ellos espera que pesaran bien si es justo y político el acto que así lo priva de una
jurisdicción tan antigua como el Paraguay mismo.
Sostenía Argentina, que le pertenecía exclusivamente y que su posesión por parte del
Paraguay ha sido una usurpación a sus derechos y además que la victoria no da
derechos a las naciones aliadas para declarar por si límites suyos, que los límites deben
ser discutidos con el gobierno que se establezca en el Paraguay y que su fijación será
establecida en los Tratados a celebrarse después de exhibidos los títulos en quecada uno
apoyaba sus derechos.
89
12.6- ARGENTINA SE AFIRMA EN EL CHACO
Solucionado el entredicho argentino – brasileño, mediante gestiones del Gral. Mitre en Río
de Janeiro, lo que suponía el apoyo brasileño a la Argentina en las negociaciones con el
Paraguay, el presidente Sarmiento encomienda lo mismo a Mitre a abrir las negociaciones
en Asunción. Las instrucciones del canciller Tejedor eran terminantes en cuanto a la línea
del Paraná y Villa Occidental y su territorio en el Chaco.
90
El Canciller Tejedor seguía insistiendo por el Chaco al Norte del Pilcomayo y
especialmente por Villa Occidental, hasta que el mismo Pte. Salvador Jovellanos le
manifestó que la línea del Pilcomayo era lo último a que podía llegar, estando dispuesta a
retirarse de la presidencia antes de hacer otra concesión.
Con Brasil:
91
La importancia de la indemnización de los gastos de la guerra que hizo el gobierno del
Brasil y los daños causados a las propiedades públicas.
La importancia de los daños y perjuicios causados a las personas del referido Estado.
4 – Los prisioneros de guerra que no hayan sido restituidos aún a sus respectivos países
lo serían inmediatamente.
El Tratado estipulaba:
1º - La República del Brasil se divide con la República del Paraguay por el canal del rio
Paraná desde donde comienzan las posiciones brasileñas en la boca del Yguazú, hasta el
Salto Grande de las siete caídas del mismo Paraná. De ahí sigue una línea recta, por los
territorios más elevados a encontrar a la sierra del Amambay. Prosigue por lo más alto de
esta sierra, hasta la naciente principal del rio Apa y baja por el canal de éste, hasta la
boca en el márgen oriental del rio Paraguay. Todas las vertientes que corren para el norte
y pertenecen al Brasil y las que corren para el sur y el oeste pertenecen al Paraguay. La
isla de Fecho de Morros es de dominio del Brasil.
2º - Tres meses más tarde del presente Tratado procederán a la demarcación de la línea
divisoria donde fuere necesario y de conformidad con lo estipulado en el artículo
precedente.
3º - Si una de las partes no nombrase al comisario encargado de la demarcación, el
comisario de la otra parte contratante procederá a la demarcación y ésta será juzgada
válida mediante la inspección y parecer de un comisionado nombrado, por el gobierno
argentino y uruguayo.
Los Tratados de paz y límites respectivamente, fueron aprobados en el Paraguay por ley
del 26 de enero de 1872 y efectuado el canje de ambos en fecha 26 de marzo del mismo
año en Rio de Janeiro.
A la firma de los reiterados tratados con el Brasil, la Argentina reaccionó con una medida
a todas luces arbitraria, creada por Decreto de 1872, la Gobernación de los territorios del
Chaco con Villa Occidental como capital.
La firma de los respectivos acuerdos paraguayo – brasileño causó indignación en el
gobierno argentino cuya cancillería recriminó agriamente a la brasileña.
92
Con Uruguay:
El plenipotenciario uruguayo José Sierna Carranza firmó en el mes de diciembre de 1873
tres tratados:
De Convención Postal;
Tratado de Paz, Amistad, Comercio y Navegación; y
Tratado de Extradición.
El gobierno argentino, por su parte, no aceptó la invitación sino después que Sosa
aseguró por escrito sus verdaderos propósitos. Sosa, a quien el cambio político operado
en el Paraguay no podía arredrar, persistió en desempeñar el papel que el anterior
presidente le había asignado. “Los hombres del Imperio, escribió a Jovellanos, están
íntimamente persuadidos de que harán de mí lo que quieran, y tan cierto es, que ni
siquiera me hacen caso ni me conceden importancia alguna, creyéndome persona de la
familia y no tienen por qué reprocharnos esta conducta, desde que no hacemos con ellos
sino exactamente lo que ellos hacen con nosotros”.
93
Los negociadores brasileños, seguros de que Sosa cumpliría sus instrucciones,
declararon que la última palabra estaba a su cargo y que el Brasil no haría sino apoyarla.
Enorme fue la estupefacción cuando llegado el momento de concretar el arreglo, Sosa
aceptó sin discusión la fórmula propuesta por Tejedor, según la cual el Paraguay cedía la
Villa Occidental hasta el arroyo Verde, a trueque de la cancelación de la deuda de guerra.
Y aunque Río Branco y Carabellas empeñaron sus esfuerzos para reprimir la
insubordinación de Sosa, no pudieron evitar que el 20 de mayo de 1875 se firmaran dos
tratados sobre esas bases.
La venganza de los diplomáticos brasileños fue pronta, terrible y eficaz. Mientras Tejedor
se entretenía en Río de Janeiro provocando enojosas cuestiones de etiqueta, emisarios
especiales brasileños acortaron distancia y llegaron a Asunción con instrucciones
terminantes. El presidente Gill era un prisionero de los brasileños; hacía poco había
escrito al Vizconde de Río Branco implorándole una recomendación para los diplomáticos
brasileños que se mostraban esquivos, y gracias a esa recomendación continuaba
gobernando. No fue nada difícil al nuevo ministro del Brasil, Pereira Leal, obtener, sin
aguardar siquiera los textos originales, y sobre la base de copias proporcionadas por la
legación del Brasil, la desaprobación de los Tratados Sosa-Tejedor, como se hizo el 12 de
junio. Y la demanda de Pereira Leal, el negociador Jaime fue destituido de su cargo,
declarando “traidor a la patria” y exigida su extradición. El desquite del fracaso de Río
Branco fue completo, pero desde ese mismo momento el presidente Gill, humillado en su
patriotismo, se preparó a desprenderse de la tutela brasileña. Por lo menos se había
salvado la Villa Occidental, que la diplomacia paraguaya estuvo a punto de ceder. El
Brasil, pese a todo, había prestado un gran servicio al Paraguay.
Machain – Yrigoyen:
94
En el contexto de un Imperio brasileño acosado por los problemas económicos y un
gobierno argentino que deseaba solucionar la cuestión con el Paraguay para atender
otros problemas emergentes con Chile, llevó a ambos negociadores a acordar que:
El presidente de los Estados Unidos de América, Mr. Rutherford Hayes, dictó su fallo el 12
de noviembre de 1877, en vista de las exposiciones y documentos presentados por
Paraguay, por García y Benjamín Aceval.
Decía el fallo de Rutherford Hayes: “Hago saber que yo, Rutherford B. Hayes, presidente
de los Estados Unidos, debiendo tomar un veredicto, y tomando en consideración las
referidas exposiciones y documentos, vengo a decidir por el presente que la expresada
República del Paraguay tiene legal y justo título a dicho territorio, situado entre los ríos
Pilcomayo y Verde, así como la Villa Occidental comprendida dentro de él”.
95
legal del Paraguay a la región del Chaco Boreal, que fue exitosamente presentado por
Benjamín Aceval en Washington en 1878. Falcón también participó en las negociaciones
de paz con Argentina, y finalmente ocupó un lugar en la comisión internacional que
determinó la procedencia de los reclamos pecuniarios que surgieron a raíz de la guerra.
Durante ese tiempo, también escribió el borrador de sus memorias o apología. A pesar de
que nunca fue publicado, su mensaje central de patriotismo, enmarcado por una insistente
advertencia sobre los peligros del autoritarismo, es tan vigente hoy como lo era en la
década de 1870: “tomen ejemplo los pueblos y miren al espejo en que verán pintada la
República del Paraguay en esqueleto, en escombros, en miserias y lo que es más, bajo la
presión extraña, para que no descuiden entregar sus destinos como el Paraguay a manos
de un tirano que la posteridad maldiga eternamente”. Éste fue su legado al país y al
mundo.
GLOSARIO
ESTUPEFACCIÓN: Sorpresa o asombro tan grandes que dejan al que lo padece atónito e
incapaz de reaccionar.
96
UNIDAD XIII
Tan firme e irreversible era la posición del demarcador paraguayo que hubo de
suspenderse la demarcación a la referida naciente principal, la diplomacia brasileña
presionó entonces en Asunción, hasta lograr por un acuerdo de gobierno que el
paraguayo acepte la línea del arroyo Estrella.
Con este despojo, la República perdió otra fracción más de su territorio; unos 1860 km 2 de
yerbales. Interin, seguían los trabajos de relevamiento planialtimétrico en la zona de
trabajo, demarcación y colocación de hitos. En ese lapso, oficiaron de comisarios
demarcadores por el Paraguay el capitán de Fragata Domingo A. Ortiz y por el Brasil el
coronel Rufino Eneas Gustavo Galvao.
El Dr. Irala sustituyó al Dr. Pedro P. Peña en la Cancillería, en el Gabinete del coronel JA
Escurra. Cuando meses más tarde se conoció el texto del tratado de Petrópolis, el
canciller Irala cumplió ante su colega brasileño José María da Silva Paranhos, Barón de
Río Branco, la exposición y defensa de los derechos del Paraguay sobre territorios de la
banda derecha del río Paraguay. Por el referido Tratado 17 de noviembre de 1903 y con
prescindencia del Paraguay, el Brasil cedió a Bolivia parte de ese territorio, con acceso al
río Paraguay. Frente al hecho consumado, por un lado, y ante el inconcluso litigio
97
paraguayo-boliviano, por el otro, el canciller Irala no tenía otra alternativa sino el recurso
diplomático de una resalva, que lo utilizó mediante una exposición explícita, mesurada y
firme.
No puede ser ajeno, dice la nota, a estadista tan versado en las cuestiones
internacionales de Sud América, como V.E., que todavía el Paraguay no ha conseguido
llegar a un ajuste de límites con Bolivia, V.E. no ignora que la fórmula que resume
nuestras declaraciones en cuanto al límite del norte del Chaco, es que él coincide con el
límite sud del antiguo gobierno de Chiquitos y la cuestión única que sostenemos y
podemos sostener con Bolivia, es precisamente ésa: definir la jurisdicción que alcanzaba
aquel gobierno al tiempo de la independencia, cuyo Uti possidetis es la norma a que se
sujetará la solución.
Ahora bien, ocurre que en el artículo 1° del Tratado de Petrópolis, se establece, que la
frontera entre el Brasil y Bolivia comienza al norte de Bahía Negra,la región litigiosa donde
aún no se ha llevado a cabo la demarcación entre el Paraguay y aquella república. Claro
es pues que, los derechos que esa nación amiga pueda tener en ese territorio son
inciertos y eventuales, y sólo después de un Tratado en que se examinen los títulos
respectivos que acrediten el dominio o prueben la posesión, podría ser ella tenida por
limítrofe con el Brasil en esa parte, si las conclusiones del litigio le son favorables. En
caso contrario, sería el Paraguay quien tendría que convenir el límite interior con el Brasil.
98
13.3- TRATADO IBARRA – MANGABEIRA, COMPLEMENTARIO DE LÍMITES.
El artículo 1º estipuló: “De la confluencia del Río Apa, en el Río Paraguay, hasta la
entrada o desaguadero de la Bahía Negra, la frontera entre los Estados Unidos del Brasil
y la República del Paraguay es formada por el álveo del río Paraguay, perteneciendo la
margen izquierda al Brasil y la margen derecha al Paraguay”.
El artículo 3º previó la formación de una comisión mixta para levantar la planta del río
Paraguay, con sus islas y canales, y determinar dentro de su curso la línea pactada.
El Tratado fue aprobado por ley del Congreso Nacional, de fecha 19 de octubre de 1929.
Es verdad, como recuerda la nota de 1962, que por el artículo 10º le incumbió a la
Comisión Mixta de Límites y de Caracterización de la frontera Brasil-Paraguay
actualmente en funciones, la reparación o sustitución de los hitos de la frontera común,
demarcada de 1872 a 1874, que estuvieran deteriorados o destruidos, manteniendo sus
respectivos sitios, y también la intercalación de nuevos entre los ya existentes, pero de allí
no cabe deducir, como lo hace el Brasil, nada que fundamente sus pretensiones a la
totalidad de los saltos. Y menos aún cabe esta deducción si se tiene en cuenta que ese
mismo artículo estipula expresamente que deben ser observadas las prescripciones del
tratado de límites del 9 de enero de 1872 y lo que se contiene en el Acta de la 18ª
Conferencia de la Comisión Mixta, firmada en Asunción el 24 de octubre de 1874. Ni en
ese tratado, ni en la mencionada acta nada hay que implique la atribución al Brasil de la
soberanía exclusiva sobre la totalidad de los Saltos del Guairá.
99
13.5- DEMARCACIÓN DE LÍMITES; TRABAJOS EN EL TERRENO, SITUACIÓN
ACTUAL.
Con todo, fueron tantos los errores y tales las alteraciones producidas en su trayecto por
la naturaleza y el tiempo, que la demarcación de 1872-1874 no pudo servir de base para
la nueva caracterización dispuesta por el Protocolo Moreno- Mangabeira.
Los seis hitos clavados en aquella campaña habían desaparecido, devorados por la selva,
sin dejar rastros, y los cambios sufridos en la orografía de los lugares recorridos fueron de
tal magnitud que las especificaciones registradas en las actas de 1872-1874 carecieron
de utilidad. Este cúmulo de circunstancias hizo necesario que la actual Comisión Mixta
prescindiera de las actuaciones anteriores para operar sobre el terreno con la sola
sujeción a los términos del Tratado de 1872.
En la presente campaña, con el pleno acuerdo de las dos delegaciones y sin objeciones
de los gobiernos, se ha venido procediendo “ab initio”, como si nunca se hubiera
efectuado la demarcación de 1872-1874. Este fue el procedimiento seguido hasta el hito
341/IV, a veinte kilómetros, de los saltos. Y hasta ese punto, el Brasil no opuso ningún
reparo a la tarea caracterizadora, efectuada concienzudamente, teniendo a la vista
únicamente el Tratado de 1872. Pero he aquí que el Brasil se niega a dar validez a los
trabajos realizados en el último tramo terrestre y rehúsa esperar su culminación antes de
tomar medidas para la explotación de la energía de los saltos.
100
Los Últimos Veinte Kilómetros
En consecuencia, es por ese ramal, y no por el del sur, por donde deben demarcarse los
límites, conforme al Tratado Loizaga-Cotegipe, hasta dar en el río Paraná, al norte de los
Saltos del Guairá que, quedan dentro de la soberanía paraguaya, confirmando los
dictados del derecho y de la historia. Se explica que el Brasil quiera descalificar la labor
de sus propios delegados que llevó a resultados irrecusablemente favorables a los
seculares derechos del Paraguay.
El Protocolo de 1930 contiene una frase suplementaria que aclara el concepto que
presidió su concertación. Dice que la Comisión Mixta renovará y construirá hitos en las
tierras altas de la referida frontera, indicadas en aquel Tratado (de 1872). Indicación
precisa que los trabajos de la Comisión Mixta deben ir por las tierras altas en toda la
extensión de la frontera señalada por el Tratado de 1872 y no solo entre los hitos
plantados hasta 1874. Vale decir que confirma la regla inamovible de las altas cumbres
como pauta para la caracterización de la frontera. Así lo entendieron las dos delegaciones
y desde el primer momento se pusieron a la tarea de buscar esas altas cumbres mediante
relevamientos aerofotogramétricos y altiplanimétricos que arrojaron la inapelable
conclusión de que las tierras altas, o altas cumbres, son las del ramal norte de la serranía
del Mbaracayú.
101
El Punto Terminal
También asegura el documento del Brasil que el punto terminal de la línea seca, y por
tanto de los últimos 20 kilómetros, ya está fijado en la margen derecha del río Paraná, “en
frente a la Quinta y más importante de las Siete Caídas”. No consta, de ninguna manera,
que la Comisión Mixta llegara el 30 de marzo de 1874 frente a la Quinta Caída, como dice
la nota de 1962.
El Acta de la 11ª Conferencia de esa fecha, solo registra la llegada de la Comisión Mixta a
un lugar “sobre la margen derecha del Paraná y frente al salto de las Siete Caídas”, lugar
que, según el Acta referida, es el extremo de la línea Oeste-Este, que partiendo del mojón
del Ybycuí, viene por lo alto de la Sierra del Mbaracayú hasta este Salto”. La única
especificación es que la línea llega hasta el salto siguiendo por lo alto del Mbaracayú: no
se detiene frente a él, ni menos frente a cualquiera de las caídas.
Empezaron así los trámites legales, quedando la defensa de los derechos paraguayos a
cargo del asesor jurídico de la citada Comisión y eminente jurista el profesor Ramiro
Rodríguez Alcalá. Volvía así a la contienda a la que había concurrido como oficial de la
reserva del Ejército Paraguayo, solo que ahora pelearía la defensa de los derechos de
nuestro país con la pluma. Y lo hizo, hay que decirlo, ad honórem, pues, como él mismo lo
afirmara, consideraba que ello era un deber suyo para con la patria.
102
Guaira o Sete Quedas y la demarcación de límites de la línea seca que, del salto de las
Siete Caídas debe continuar por la cumbre de la sierra, hasta donde concluye.
GLOSARIO:
CONFLUENCIA: Lugar donde confluyen o se juntan los caminos, los ríos, etc.
HITOS: Mojón o poste de piedra que indica una dirección en los caminos o señala los
límites de un territorio.
103
UNIDAD XIV
Mediante los convenios Caminos Rodríguez – Larreta 1905, y Caminos – Zeballos 1909,
la Comisión Mixta de peritos terminó su cometido elevando un Informe Memoria realizado
por Elías Ayala y Domingo Krause. Por sus conclusiones que reconocía el brazo sud
como frontera regular, este informe constituía una base positiva para la solución del pleito.
Ratificado sería el fin de esa cuestión, no obstante ello, la solución del conflicto quedó
aplazada.
La definición vino recién en el año 1921, con la exposición de motivos del Canciller
Pueyrredón.
En 1921 el Canciller argentino Dr. Honorio Pueyrredón pretendió desconocer todos los
tratados científicos realizados, proponiendo la identificación del brazo principal por el
simple procedimiento de confrontación de mapas citados en el Tratado de 1907, (Caminos
– Zeballos), los Mouchez y Brayer con el terreno.
La Tesis Pueyrredón motivó en marzo de 1925 un extenso alegato del entonces canciller
paraguayo Manuel Gondra, que nunca pudo ser rebatida por el canciller argentino.
El 5 de julio de 1939, durante la visita del presidente electo del Paraguay general José
Félix Estigarribia a Buenos Aires, el ministro de relaciones exteriores argentino José María
Cantilo y el ministro plenipotenciario paraguayo en Buenos Aires Higinio Arbo, firmaron el
tratado Complementario de Límites.
104
aquí seguirá el curso actual del brazo sur a que se denomina “Esmeralda”, límite ente
Bolivia y Paraguay.
2ºPara determinar la línea de frontera entre Salto Palmar y Horqueta en la zona excluida
del artículoprecedente, se resolvió crear una comisión mixta, compuesta de técnicos
paraguayos y argentinos que estudiarán la zona comprendida entre los siguientes puntos:
Por el norte desde Horqueta siguiendo por los esteros formados por el brazo norte del río
Pilcomayo, hasta el fortín argentino Corrales, por el sur desde el punto Horqueta
continuando el cauce seco del Pilcomayo hasta el fortín Salazar y desde este punto a
Salto Palmar y por el este, la línea comprendida entre el fortín Corrales y Salto Palmar.
105
En agosto de 1954, el gobierno argentino, que ya había condonado la deuda de guerra,
procedió a devolver los trofeos, traídos a Asunción en un buque de la armada argentina,
por una calificada delegación encabezada por el propio Presidente de la Nación
Argentina, Gral. Juan Domingo Perón, e integrada por el canciller, Dr. Jerónimo Remorino
y distinguidas personalidades civiles y militares, y una dotación de escolta del Regimiento
de Granaderos a Caballo “General San Martín”.
GLOSARIO
106
UNIDAD XV
Bolivia acababa de perder su litoral sobre el Pacífico después de una corta guerra con
Chile, y para suplir esa pérdida y asegurarse una nueva comunicación libre con el exterior
sus gobiernos pusieron sus esperanzas en la obtención de un puerto en el río Paraguay;
pero esto no era posible sin la cesión del Chaco, o de parte de él, por el Paraguay, al cual
un fallo arbitral acababa de reconocer “justo y legal título” a ese territorio.
Terminada la guerra, Bolivia pretendió hacer valer las revérsales como titulo de su
renovada pretensión sobre el Chaco. A tal propósito fue enviado como plenipotenciario a
la República Argentina y a al Brasil, el Dr. Mariano Reyes Cardona.
La cancillería imperial por nota a la legación boliviana en Río de Janeiro aclaró el alcance
de las revérsales, expresando que ellas garantizaban a Bolivia el derecho de exponer sus
reclamaciones, no su derecho sobre el Chaco, ya que ello hubiera significado otorgar a
Bolivia al carácter de un cuarto aliado sin obligación pero con derechos.
107
15.2- EL PRESIDENTE RUTHERFORD B. HAYES ANTE LA PRETENSIÓN
BOLIVIANA.
Habiendo sido negada por los aliados la intención boliviana de hacer valer las revérsales;
Bolivia busco hacer valer sus derechos ante el árbitro de la cuestión paraguaya –
argentina, Rutherford B. Hayes, mediante una nota y memorándum de abril de 1878.
Este fue otro intento fallido por parte de Bolivia de hacer reconocer sus supuestos
derechos sobre el Chaco.
Después del fallo y puesto el Paraguay en posesión del territorio que había recuperado,
creyó Bolivia llegado el caso de exponer directamente sus aspiraciones. Fue comisionado
en Asunción el doctor Antonio Quijarro, quien, sin hacer ninguna exposición de los títulos
que Bolivia pretendía aducir, señaló las conveniencias económicas que reportaría al
108
Paraguay la cesión de una parte del litoral y el consiguiente encauzamiento del comercio
boliviano hacia el río de la Plata por territorio paraguayo.
Poco antes el empresario Francisco Javier Bravo había obtenido del Congreso paraguayo
concesiones para establecer en el Chaco colonias y ferrocarriles en conexión con Bolivia,
de modo que las proposiciones de Quijarro, amistosamente planteadas, encontraron
atmósfera favorable en las esferas oficiales, donde se creyó que ellas aportarían la
solución de los angustiosos problemas económicos y fiscales en que se debatía el
Paraguay.
Suarez Arana estableció una población en Bahía Negra, en el lugar denominado Puerto
Pacheco que incluía oficinas administrativas de la firma privada denominada Empresa
Nacional de Bolivia. La soberanía paraguaya era ahí reconocida a través de
intervenciones de autoridades judiciales y policiales. Luego dicha Empresa fue cedida al
gobierno boliviano y un día pretendió desconocer la autoridad paraguaya, colocando
además en el portal del edificio el escudo y la bandera boliviana.
109
El gobierno paraguayo reaccionó enérgicamente los emblemas bolivianos fueron
arrancados y enviada al lugar una unidad de la de guerra para averiguar los hechos e
informar al gobierno.
El Encargado de negocios interino de Bolivia, Dr. Claudio Pinilla, presento una nota el 15
de octubre de 1888, con consideraciones en relación a los pretendidos derechos
bolivianos sobre el Chaco alegando:
110
El asunto era y es así esencialmente histórico y práctico, no siendo posible resolverlo
acertadamente, sin estudiarlo con madurez, en los documentos o títulos de los
gobernadores, en las Leyes Indias, en las obras de los historiadores y geógrafos, en los
juicios de los peritos, y en las discusiones que ilustran la verdad y el derecho de los
Estados. Por consiguiente, antes de celebrarse un tratado de límites, debió agotarse los
medios que la ciencia y la experiencia enseñan para descubrir la verdad, puesto que no
se trataba de crear nuevos linderos A las naciones contratantes, sino de consignar las
divisorias existentes, desde los más remotos tiempos del coloniaje. De esta consideración
nace que, fueron muy ligeros e incalificables los mandatarios de la República, al arreglar
los límites del Estado con Bolivia, sin exhibición de títulos, discusión ni examen de los
antecedentes de la historia, en los tratados de 1879 y 1887.
111
15.5- TRATADO ACEVAL – TAMAYO Y BENÍTEZ – ICHAZO, LÍNEA LIMÍTROFE.
112
Benítez – Ichazo, Línea Limítrofe
Este Tratado Benítez- Ichazo, por el que perdíamos un área de 220.675 Km, más de las
2/3 partes del Chaco, no fue aprobado por los congresos de Bolivia ni de Paraguay. En el
año 1905 Bolivia fundó los fortines Guachalla y Ballivián. Por este motivo, y en vista de no
haberse llegado a una solución con los tratados anteriores, nuestro representante
diplomático en La Paz, doctor don Pedro Peña, presentó una nota protesta haciendo al
113
gobierno boliviano responsable del hecho y pidiendo explicaciones y el retiro inmediato de
las guarniciones militares de los puntos mencionados.
El Canciller Fabio Queirolo contesto que el propósito de obrar con aciertos en sus
relaciones con el gobierno boliviano, el paraguayo dispuso en virtud de una ley, el estudio
de los territorios del Chaco, del dominio histórico del Paraguay.
El Dr. Quijarro se dirigió de nuevo a la Cancillería sobre el proyecto de ley del Poder
Ejecutivo para la creación de 3 distritos electorales en el Chaco, dos de los cuales están
situados en la zona litigiosa comprendida entre Bahía Negra y el Rio Pilcomayo. Y
protestando por los sucesos de Bahía Negra o Puerto Pacheco.
Poco después se dirigía al nuevo Canciller Juan Cancio Flecha, planteando la reapertura
de negocios sobre la cuestión de límites.
A juicio de la Cancillería paraguaya no basta alegar la existencia del litigio para ser
admitido el hecho. Es preciso un acto de posesión o un titulo de dominio admisible que
haga controversible la posesión y el dominio de Paraguay. El Paraguay espera que sus
114
títulos y derechos sobre las lagunas Cáceres, Mandioré, Gaiba y Ubera, no sean
perjudicados por las ocupaciones bolivianas que hubiere dentro de los límites de la
antigua provincia del Paraguay.
La República del Paraguay, desde el Pilcomayo hasta Bahía Negra, cuenta con
importantes poblaciones, verdaderos pueblos que deben tener su representación en el
Congreso nacional y nada más natural y legítimo que se establezcan distritos electorales
que se proyecta, en cumplimiento de la Constitución del Estado.
La respuesta del canciller Juan Cancio Flecha, el 8 de enero 1902, un día antes del
derrocamiento del Presidente Emilio Aceval y de su alejamiento del Ministerio de
Relaciones Exteriores, Flecha a través de una brillante exposición de los antecedentes de
la controversia del Chaco, así como los derechos de Paraguay sobre dicho territorio:
115
Ese año fue acreditado como plenipotenciario en Asunción el Dr. Emérito Cano, con
precisas instrucciones de distraer con negociaciones la atención del gobierno y opinión
pública del Paraguay. Entretanto, se iniciaba la penetración boliviana mediante la
construcción de caminos carreteros, el establecimiento de fortines y guarniciones
militares.
En 1890, a pedido del gobierno, escribió una exposición de los derechos del Paraguay
sobre el Chaco en base a documentaciones, posteriormente, editó en Buenos Aires, en
1893, su obra intitulada “Los límites de la Antigua provincia del Paraguay”, reivindicando
el río Parapiti como límite occidental del Paraguay. Este trabajo le valió su designación
como miembro correspondiente de la Real Academia de la Historia de Madrid.
Manuel Domínguez:
Como los demás integrantes de su grupo, Domínguez escribe cuando todavía está muy
vivo el recuerdo de la Guerra de la Triple Alianza y en su obra trata de afirmar los valores
espirituales de una nación que renacía de la catástrofe.-
De sus varios libros de ensayos sobresalen en particular: “El alma de la raza” (1918), “El
Paraguay, sus grandezas y sus glorias” (1946), “Estudios históricos y literarios” (1956) y
“La traición a la patria y otros ensayos” (1959).-
Junto con Fulgencio R. Moreno los máximos expositores de los derechos del Paraguay a
través de exposiciones orales y escritos. El mismo expuso y defendió:
116
más arriba. Tampoco Bolivia podía legítimamente avanzar de oeste a este, trasponer
dichas coordenadas, venirse a este lado, porque de hacerlo, habría invadido las
posesiones paraguayas de 1907, las habría atropellado. Y el Paraguay no “avanzó ni
innovó” nada, más allá de esas líneas (las de los meridianos 62º 20’ y 61º 30’) y sí Bolivia
avanzó a este lado con sus fortines después del Ajuste Soler-Pinilla. Ningún fortín
paraguayo se encuentra más allá de dichos meridianos y, después del ajuste precitado,
Bolivia, atropellando la zona inhibida, construyó sobre el Pilcomayo Linares, Margariños,
Esteros y más tarde Saavedra, Muñoz, Sorpresa, Tinfunque, Arce, etc.
Violó las líneas del statu-quo según ella misma las entiende o interpreta. Al amparo de los
desiertos, sobrepuso sus ocupaciones a las posesiones paraguayas, ocupaciones
clandestinas que nada valen ante las nuestras, públicas, pacíficas, continuas; desde 1885
en el interior del Chaco. No se conciben dos posesiones diferentes de una misma cosa.
Como prueba gráfica del avance de Bolivia a este lado de la línea inhibida, basta mirar el
mapa de David Alvéstegui, (mapa de la Frontera con el Paraguay 1926). Allí están
ubicados los fortines bolivianos al Este del 61° 30’, barra de hierro que debiera ser
infranqueable. Sus fundaciones son, todas, posteriores a 1908, año en que la posesión
más oriental de Bolivia sólo había llegado “hasta Guachalla”, pues parece que Ballivián
entonces se encontraba a la derecha del Pilcomayo.
Conclusión: Bolivia violó el statu-quo del 1907, según la propia interpretación boliviana y
por ello rehusó en Buenos Aires el arbitraje sobre el punto. ¡Un escándalo! Pero hay otro
escándalo mayor - el siguiente: “Bolivia reconoció diez y seis veces la validez del
laudo Hayes y después atropelló la zona laudada”
GLOSARIO
AVENIMIENTO: Reconciliación.
117
UNIDAD XVI
Una de las causas de la Guerra del Chaco fue la aplicación, a partir de 1810, entre los
nuevos estados emergentes en el mapa americano, de una figura jurídica conocida como
Uti-possidetis juris, que en el caso de Bolivia le otorgaba cierta calidad de sucesora de la
antigua Audiencia de Charcas, aunque esta condición tenía poca consistencia, porque
nunca, en todo el periodo colonial, fueron definidos los límites de las circunscripciones
españolas en América. Justamente esa situación fue la que originó los problemas que el
Paraguay tuvo con sus vecinos directos y que desembocaron, tanto en el conflicto con la
Triple Alianza (1865-1870), como en el conflicto paraguayo-boliviano, entre 1932 y 1935.
Debido a los fracasos diplomáticos por lograr una definición satisfactoria de los límites
entre Bolivia y el Paraguay, aquel país llevó adelante un plan de penetración en el
territorio chaqueño para respaldar sus pretendidos derechos sobre la región. Para
contener dicho avance, el Gobierno paraguayo fundó varios fortines que sirvieron de
muralla de contención a la ocupación boliviana.
118
Desde meses más tarde, el 20 de abril el canciller contestó manifestando que ignoraba
que los puntos ocupados por los fortines Ballivián y Guachalla, estuvieran dentro del
territorio paraguayo y que su gobierno se hallaba convencido de que aquellas comarcas
bolivianas por toda clase de consideraciones de hecho y de derecho y que si no se tuviera
firma convicción del absoluto dominio no había acometido la exploración a que se refiere,
pues la política de su país es de respeto al derecho ajeno. Agregaba que desde los días
de la conquista española los llanos de Manso y Chaco Boreal estaban dentro de la unidad
de la Audiencia de Charcas, afirmando que el Pilcomayo corría íntegramente en su
territorio jurisdiccional, hasta salir frente a Asunción.
En agosto de 1928 tuvo lugar otro hecho grave: la captura de oficiales bolivianos de alta
graduación, que luego fueron liberados, la quema del fortín boliviano Vanguardia, la
captura de fortines paraguayos por Bolivia y el inminente inicio de hostilidades el
Paraguay comenzó a impulsar obras de defensa en el Chaco con la apertura de caminos,
tendidos de líneas telegráficas y la construcción de nuevos fortines. A raíz del ataque al
fortín Vanguardia, el Gobierno boliviano expulsó al encargado de Negocios paraguayo,
Elías Ayala, y el Paraguay expulsó al representante diplomático boliviano en Asunción,
doctor Bailón Mercado. El mismo día de la expulsión del personal diplomático boliviano en
Asunción, el Gobierno de ese país decretó una movilización general. Como represalia por
el ataque e incendio de Vanguardia, el 14 de diciembre, el ejército boliviano, con las
pocas tropas disponibles, atacó y ocupó sorpresivamente los fortines paraguayos
119
Boquerón y Mariscal López, matando a una veintena de hombres incluyendo al
comandante de este fortín, capitán Aparicio Figari, y la aviación boliviana arrojó bombas
sobre Bahía Negra, aunque estas no explotaron.
Los ataques de fortines establecidos en el Chaco, tanto por fuerzas paraguayas como
bolivianas, desembocaron en un peligroso estado de beligerancia que por poco llevo a la
guerra. La falta de preparación de ambos ejércitos fue el factor determinante de la
postergación del conflicto. A raíz del ataque paraguayo al fortín Vanguardia, fuerzas
bolivianas capturaron los fortines paraguayos Boquerón y Mariscal López, además de
producir la ruptura de relaciones diplomáticas entre los gobiernos de Bolivia y el
Paraguay. Ante esta situación, el Gobierno paraguayo ordenó, el 16 de diciembre de
1928, la movilización “a los individuos de tropa de la reserva del Ejército Permanente y
Armada, a todos los ciudadanos hábiles para el servicio de las arma” de 20 a 29 años de
edad. Igualmente, creó el cargo de Comandante en Jefe del Ejército y Marina Nacionales;
la Inspectoría General del Ejército; la Junta de Aprovisionamiento y el Consejo de
Defensa Nacional. Mientras tanto, la comisión militar de compra de armamentos suscribía
contratos con fábricas europeas.
120
La penetración del ejército boliviano materializada con la fundación de los mencionados
fortines y la indeclinable posición paraguaya que reivindicaba a su soberanía todo el
Chaco dio lugar a que el gobierno ofreciera sus buenos oficios en la búsqueda de una
solución amistosa. Ambos gobiernos aceptaron el ofrecimiento y designaron a sus
plenipotenciarios por el Paraguay el Sr. Adolfo Soler y por Bolivia el Dr. Claudio Pinilla, se
firmo en Buenos Aire el Convenio Soler Pinilla que establece:
2° La zona a someterse a dicho arbitraje queda entre el paralelo 20°30’ y la línea que en
sus alegaciones sostenga al N. el Paraguay en el interior del territorio, entre los
meridianos 61º 30’ y 62°.
6º En caso que una de las Partes Contratantes no ratificase este ajuste, se entenderá
como prorrogado el statu quo, el cual será fielmente observado bajo la garantía del
gobierno argentino.
121
4° Declarar caduco el ajuste Soler-Pinilla.
Este Protocolo fue aprobado por ambos gobiernos el día 28de agosto de 1913.
Por Protocolo firmado en Asunción el 19de julio de 1915, entre don Fulgencio R. Moreno y
el doctor Ricardo Mujía, se prorrogó hasta el 28 de julio de 1916 la vigencia del statu quo.
En este término las negociaciones debieron llegar a un acuerdo directo o á un arbitraje.
En vista de no haberse llegado a la solución del diferendo en el tiempo fijado, en fecha 21
de noviembre 1916 los mismos señores vuelven a prorrogar la vigencia del statu quo
hasta el 17 de junio de 1917, el que a su vez fue nuevamente prorrogado hasta el 17 de
junio de 1918.
Estos tratados, al contrario, sirvieron como un arma más en poder de Bolivia, ya que,
aunque caducos, por ellos renunciamos a una parte de nuestro territorio a favor de ella,
dándole más alas a sus pretensiones, al comienzo modestas.
Esta mentalidad de “no buscar tres pies al gato” se mantuvo hasta el comienzo de la
guerra.
El Acta firmada por el Ministro de Relaciones Exteriores del Paraguay, D. Rogelio Ibarra,
juntamente con el Encargado de Negocios de Bolivia, D. Benjamín Mujía, por la que se
122
declararon inexistentes las notas mencionadas, dice en uno de sus párrafos: “En mérito a
las antecedentes manifestaciones declararon (Ibarra y Mujía), en nombre de sus
respectivos gobiernos, que estos habían observado siempre, con toda lealtad, el modus
vivendi y Status Quo, establecido desde el 12 de enero de 1907.
Este incidente, que tuvo mucho eco en la prensa opositora, motivó un comunicado del
Ministerio del Interior del Paraguay, negando la penetración.
El 25 de febrero de 1927 muere en Sorpresa (60° y 24º), el Teniente Adolfo Rojas Silva.
Este oficial había salido en exploración de Mariscal López hacia Sorpresa. En dicho lugar
fue apresado y luego asesinado. Los restos de este primer mártir paraguayo del litigio del
Chaco descansan en el lugar de su sacrificio, a 50 leguas acá de la zona delimitada como
litigiosa.
Este doloroso incidente renovó con nuevos bríos nuestro interés en el asunto. Nos
recordó de nuevo que huestes extranjeras hollaban nuestra heredad. Un grito clamoroso
se extendió de un confín a otro del país, pidiendo respeto a nuestra soberanía.
Las Delegaciones comunicaron al Gobierno Argentino sobre los puntos en que disentían.
123
16.6- LA CONFERENCIA DE BUENOS AIRES 1927/28.
La delegación boliviana en cambio sostuvo que la cuestión de fondo no era la línea del
Status quo, sino la búsqueda de un acuerdo de partes sobre el problema de límites o de
determinación de la zona a ser sometida a arbitraje.
124
16.7- INCIDENTE DEL FORTÍN VANGUARDIA Y CONFERENCIAS DE WASHINGTON;
SOLUCIÓN DEL PROBLEMA.
125
proponer planes de arreglo de un Proyecto de Convención para someter a un Tribunal de
arbitraje la contienda del Chaco, excluyéndose de la competencia del Tribunal del
territorio laudado por el presidente Hayes a favor del Paraguay y estableciéndose que,
cualquiera que fuese la decisión arbitral, sería adjudicado a Bolivia el puerto de Bahía
Negra. Tanto el Paraguay como Bolivia rechazaron esta fórmula de arreglo.
1° Mutuo olvido de las ofensas y perjuicios causados por cada una de las partes a la otra;
126
16.9- LOS APORTES DE FR MORENO Y JL MALLORQUÍN EN APOYO DE LOS
DERECHOS DEL PARAGUAY.
Desarrolla esta tesis, fría y cerebralmente pensada para excluir el territorio del Chaco del
conflicto, y de toda polémica, estableciendo de esta forma la traba de la Litis en la realidad
jurídica del problema, y así lo hace” demostrando con pruebas históricas y geográficas de
evidencia innegable y otros documentos del más alto valor, que el dominio paraguayo al
occidente de su río desde el Pilcomayo hasta las posesiones brasileñas ejercido sin
interrupción y sin reclamo por más de medio siglo de su vida independiente, como en todo
el tiempo colonial, no reclamado, sino por el contrario reconocido por el gobierno de
Bolivia en diversas ocasiones durante ese período, cerraba toda posibilidad a las
pretensiones posteriores, ocasionalmente surgidas sobre dicha zona territorial, que el
Paraguay nunca pudo admitir a pesar de su política cordial con la nación hermana; porque
tal hecho a todas luces improcedente e inadmisible, dentro de los principios del derecho
internacional y del derecho publico americano, importaría para nuestro país la posibilidad
de someter a discusión nuestra propia soberanía”.
En varias páginas en las que revela un profundo conocimiento del Derecho Internacional
Público, de su doctrina, y de los antecedentes históricos del caso, de muestra
fehacientemente que no se trata de una cuestión territorial sino de una mera cuestión de
límites, y que una creencia errónea se debe a la deliberadamente extraviada opinión
pública en uno de los dos países.
En el debate sobre el “Uti possidetis de facto” enfrente al “Uti possidetis de jure”, revela
una claridad, una sensibilidad jurídica, propia de Papiniano. Compite en este pasaje su
versación jurídica, su documentación, su argumentación de derecho comparado, su estilo
forense y la profunda convicción en la causa que defiende.
“Es verdaderamente sensible que el Señor Ministro de Bolivia no hubiera ilustrado más
esta materia, dice. Y renglones más abajo incursiona en el tema. “El principio adoptado
por las naciones Americanas para la determinación de sus fronteras en el Uti Possidetis
de 1810, esto es que cada nación se constituía dentro de la entidad territorial que tenía
127
como Colonia Española, al proclamarse la independencia”. “El Uti possidetis de 1810 es
un principio del derecho público americano”. Con él, se ha buscado como base para la
Paz del Continente, un hecho, una realidad. “La Posesión Efectiva”.
La labor de Moreno en este largo debate a más del mérito jurídico, tiene el de haber
creado la conciencia nacional de la legitimidad de los derechos sobre el Chaco. Ha
infundido en los hombres el pensamiento supremo de Patria y creó una conciencia
colectiva de legitimidad de nuestros derechos que hizo invencible al pueblo cuando la
línea de fortines se convirtió en una frontera de sangre.
Por obra de Moreno nuestros soldados fueron al Chaco con la íntima convicción,
arraigada en el alma, de la mística de la lucha y de la verdad. Sabían que la verdad
estaba con ellos y eso les dio fuerzas para vencer nuestra falta de preparación, nuestra
pobreza y a un enemigo tenaz y aguerrido.
Junto a esos centinelas invisibles que santificaron con su sangre la tierra chaqueña, está,
también, haciendo guardia de nuestra soberanía, Fulgencio R. Moreno.
A los un año y poco de comenzada la guerra se extinguió la vida mortal de Moreno, en los
momentos en que se estaba gestando la victoria de Campo Vía, y la leyenda dirá: Que
Moreno al abrirse los establos de los caballos apocalípticos fue ante el Tribunal Supremo
del Todopoderoso a presentar sus alegatos, a reclamar justicia para el pueblo paraguayo,
y que fue escuchado.
Escribió, “El Paraguay como primera y más antigua de las provincias del Río de la Plata,
con mayor razón tenía el carácter distintivo, propio de una nacionalidad. El alma de una
128
patria futura soberana e independiente, ya se hacía sentir en ella bajo el coloniaje, ante
sus vecinas. Se constituyó en República, tomando por base toda la jurisdicción de la
Provincia, conforme al principio del Uti Possidetis de 1810, derecho que deriva de la
posesión real y efectiva, que el gobierno del Paraguay ejerció en toda esa vasta región,
antes que nadie, de un modo pacífico y jamás interrumpido. Esta posesión continua cerca
de cuatro siglos consecutivos, se funda pues en los derechos inconmovibles del
Paraguay, constituyendo la raíz misma de su nacionalidad, y por tanto sólo de acuerdo
con ella debe discutirse y resolver la cuestión de límites con Bolivia”.
GLOSARIO
STATU QUO: loc. lat. Significa 'en el estado en que' y se usa, especialmente en la
diplomacia, para designar el estado de cosas en un determinado momento.
129
UNIDAD XVII
Informado el suceso el Teniente Coronel José Félix Estigarribia, ordenó la retoma del
fortín Carlos Antonio Lópezy Bolivia ordenó el ataque de los fortines paraguayos Corrales,
Toledo y Boquerón, que fueron ocupados casi simultáneamente, ambos gobiernos
dispusieron el retiro de sus Delegaciones de la Conferencia de Washington,
inevitablemente la guerra estaba en marcha.
130
17.3- DECLARACIÓN AMERICANA DEL 3 DE AGOSTO DE 1932
La disputa del Chaco era susceptible de una solución pacífica, para lo cual pedían a
Bolivia y Paraguay que sometieran inmediatamente la solución de la controversia a un
arreglo por arbitraje
La respuesta boliviana de esa misma fecha decía que la nueva doctrina no alcanzaba a
Bolivia, porque no perseguí en el Chaco la reivindicación de lo que le pertenece. Y
agravaba: “Deseamos terminar la cuestión del Chaco, estando el país resuelto aun a los
sacrificios cruentos en defensa de su territorio. La nación necesita romper la barrera que
le impide el acceso a su litoral sobre el río Paraguay, para comunicarse con el mundo”.
131
mundo, con paso de violencia, a expensas de un país débil. Los neutrales, por
consentimiento nuestro, no ejercían más que buenos oficios, admitidos por el derecho
internacional. Ahora se alza con el papel de tutores y de jueces, pretendiendo tomar
conocimiento de nuestros asuntos, ejerciendo jurisdicción que no le hemos conferido”. Y
agregaba: “Posiblemente algunas de las naciones que concurren a consumar esta
injusticia tengan en el futuro motivo de arrepentirse de haber sentado este injusto
antecedente”.
Debe recordarse que el ejército boliviano había ocupado los fortines paraguayos Toledo,
Corrales y Boquerón.
La Cancillería boliviana respondió, su conformidad para una tregua pero de 20 sobre las
bases de las posiciones actuales, es decir sin abandonar los fortines paraguayos ya
ocupados.
La Comisión de Neutrales siguió proponiendo formulas sin lograr el acuerdo de las partes,
nuevamente se dirigió a la Cancillería paraguaya, exponiendo una nueva fórmula
destinada a lograr el cese de las hostilidades y el arreglo definitivo de la disputa del Chaco
por medio de arbitraje. Las bases propuestas consignan:
132
El convenio no afectaría la posesión jurídica o los derechos de las partes.
Inmediatamente después del canje de las ratificaciones del convenio de las partes
negociarán las bases del arbitraje.
Dos días después la Cancillería paraguaya se dirigía a la Comisión de Neutrales,
señalando que las propuestas no son satisfactorias ni justas las bases propuestas.
El delegado del Paraguay ante la Comisión de Neutrales, Dr. Juan José Soler en
cumplimiento de las instrucciones del gobierno amplió las consideraciones en que se
fundaba el disentimiento de la referida propuesta y anunciaba el retiro de la delegación
paraguaya, esto no importa el rechazo de arbitraje.
Ante esta circunstancia poco tiempo después la Comisión de Neutrales dio por terminada
sus gestiones.
Esta declaración recordaba a los beligerantes que en el derecho positivo existían normas
vigentes de estricta aplicación al caso, como las Convenciones de La Haya de 1899 y
1907, el Pacto de la Sociedad de las Naciones y la Convención Interamericana de
Conciliación (Washington, enero de 1929). A continuación los firmantes acordaban:
133
1) Invitar a las Repúblicas de Bolivia y Paraguay a realizar un supremo esfuerzo de
concordia deponiendo la actitud bélica, paralizando toda movilización y evitando el
estallido de la guerra;
2) Ofrecer conjuntamente sus servicios amistosos a Bolivia y Paraguay para recibir de
ambas naciones y tramitar debidamente cualesquiera sugestiones o proposiciones
tendientes a producir la solución conciliatoria, de acuerdo con la declaración firmada el 3
de agosto por diecinueve países de América y en relación a la Comisión de Neutrales;
3) Mantenerse unidos para ofrecer su adhesión y su colaboración a la Comisión de
Neutrales reunida en Washington, a fin de evitar la guerra entre las Repúblicas de Bolivia
y Paraguay, en su carácter de países limítrofes;
4) Comunicar simultáneamente esta declaración de lealtad internacional, amistad y
pacifismo a los gobiernos de Bolivia y Paraguay y a la Comisión de Neutrales radicada en
Washington.
El 22 de septiembre de 1932, la Comisión de Neutrales propuso a los gobiernos de Bolivia
y Paraguay que acordaran terminar las hostilidades y sometieran la disputa a un arbitraje.
Los términos del mensaje fueron enérgicos: la Comisión enviaría una delegación al Chaco
para verificar el fin de las hostilidades, e informaba a las partes que si alguna violaba el
compromiso de terminar la disputa, la Comisión de Neutrales “declarará que ese país es
el agresor, y sugerirá que todos los gobiernos de América retiren a sus representantes
diplomáticos y consulares de dicho país”.
Respuesta de Paraguay:
Por “Cuestión integral del Chaco” debe entenderse todo diferendo existente o que surja en
razón del conflicto entre Paraguay y Bolivia, ya sea de territorio, de límites o de cualquier
otro asunto que tenga atingencia con dicho conflicto. La cancillería paraguaya, nota que
esta nueva proposición no armoniza con la del 25 de agosto. En vez de la terminación de
las operaciones bélicas se habla de una suspensión de hostilidades, lo cual confirma la
sospecha de que las negociaciones se harían bajo un arcifinio precario.
134
Respuesta de Bolivia:
Que el conflicto del Chaco Boreal podía ser resuelto por medio del arbitraje.
El área territorial comprendida entre el río Verde, desde su nacimiento hasta su
desembocadura en el Paraguay y siguiendo por ésta hasta el paralelo 20º y luego por el
meridiano 62º hasta su confluencia con el río Pilcomayo, será sometida a estudios de una
nueva Comisión de delegados de Bolivia y Paraguay, que se reunirá en Río de Janeiro
dentro del plazo máximo de 30 días, la que será sometido a un arbitraje de Tribunal
constituido.
Respuesta Paraguaya
135
Chaco es una unidad geográfica e históricamente sería posible sólo por cesión del
legítimo dueño a favor de quien no tiene ese derecho.
La zona atribuida al Paraguay es aquella parte del Chaco que le pertenece por sentencia
judicial. La zona que se le atribuye a Bolivia no le pertenece por ningún título conocido,
contiene posesiones paraguayas de antigua data y ha estado bajo la posesión del
Paraguay sin discontinuidad. Los títulos del Paraguay sobre esta zona son idénticos a los
que tiene sobre el resto del Chaco, pero están homologados por la justicia internacional.
La zona Hayes no puede ser objeto de compensaciones. El plan es repartir tierras a
expensas exclusivas del Paraguay.
La tesis paraguaya: El Paraguay sostiene que todo el Chaco es suyo y esta dispuesto a
probarlo. No solamente el Chaco le pertenece al Paraguay, sus derechos van más al
norte de los límites de esa región, en la parte hoy ocupada por Bolivia.
GLOSARIO
136
UNIDAD XVIII
Ambos países tienen la obligación de solucionar su conflicto por medios pacíficos, para
ello recomienda
Para eso se formo una comisión Negociadora que fue enviado por la Liga para preparar
en consulta con los gobiernos interesado el compromiso de arbitraje.
137
Cesación inmediata de las hostilidades y retiro de los beligerantes; los paraguayos el
litoral y los bolivianos a Villa Montes y Roboré. Reducción de ambos ejércitos al mínimo
requerido para seguridad interna. Bajo control de la Liga de las Naciones, hasta la
terminación del litigio, para iniciar investigación sobre causa y fijar responsabilidad.
Expreso que basto una reunión para comprobar que las partes solo estaba de acuerdo
sobre un punto la inutilidad de continuar con las negociaciones. Y con ello pone término a
sus gestiones en marzo de 1934
El Dr. Justo Pastor Benítez trasmitió sus observaciones a la Liga y resalta la unilateralidad
de criterios de los redactores del informe, parece una crítica al Paraguay y una excusa a
Bolivia. Denota la clara intención de hacer caer sobre Paraguay la culpa del fracaso de
las negociaciones, en cambio la conducta boliviana no so le critica nada.
138
18.6- EL CONSEJO Y LA ASAMBLEA DE LA LIGA DEBATEN LA CUESTIÓN;
RECOMENDACIONES DEL COMITÉ CONSULTIVO.
A pesar de las reiteradas demandas del Paraguay; la Liga eludió siempre proceder a la
investigación conducente a establecer la responsabilidad de la guerra, inhabilitándose así
voluntariamente, a aplicar las únicas sanciones admisibles en el caso de un conflicto
desencadenado. Es de pública notoriedad y de clara evidencia que el Paraguay es víctima
de un condenable delito del derecho de gentes. “El Comité Consultivo, al levantar
unilateralmente el embargo, ha convertido una medida de represión indirecta a la guerra
en sanción contra uno de los beligerantes. Semejante sanción no está prevista en el
Pacto y, por lo tanto, ninguna autoridad de la Liga pueden dictarla sin quebrantar el
compromiso recíproco que vincula a los miembros de la sociedad. Esta extralimitación de
poder se agrava por la circunstancia de ser el embargo unilateral, un medio de ayudar al
indudable agresor, a obtener lo que no ha podido conseguir por el empleo de propias
fuerzas largamente preparada.
139
18.8- EL CANCILLER JUSTO PASTOR BENÍTEZ Y LA EXPOSICIÓN DE LOS
DERECHOS DEL PARAGUAY A LA ASAMBLEA DE LA LIGA.
El canciller paraguayo, Justo Pastor Benítez, respondió que cualquier arreglo provisional,
a base de la retención de fortines paraguayos en poder de Bolivia, constituiría un grave
peligro para el Ejército y las poblaciones civiles de la zona, lo que no era admisible.
Bolivia, que tropezaba con inconvenientes en su movilización, aceptó el armisticio, pero
por un mes. La Comisión de Neutrales se dirigió entonces al Paraguay haciéndole notar la
“inmensa responsabilidad que correspondería ante la conciencia americana al país que
iniciara la hostilidades”. El canciller Benítez rechazó el anticipado cargo, pues la conducta
paraguaya consistía precisamente en permanecer fiel a las proposiciones de la Comisión
de Neutrales a la doctrina americana. La verdadera intención boliviana al aceptar el
armisticio por treinta días se puso de relieve cuando los neutrales pidieron la suspensión
de la movilización. La respuesta boliviana decía que esa proposición era inadmisible
“porque nos dejaría librados a la discreción paraguaya”.
GLOSARIO
140
UNIDAD XIX
A propuesta del canciller chileno Miguel Cruchaga Tocornal, quien había propuesto la
firma de pactos de honor, entre los beligerantes y los limítrofes. Comprometiéndose a
cesar la guerra y no continuarla en el futuro.
Por Paraguay el canciller Dr. Luis A. Riart; Dr. Vicente Rivarola; Secretario el Dr. Efraín
Cardozo; Asesor Militar Coronel Juan Manuel Garay. Por Bolivia: canciller Dr. Tomas
Manuel Elio, Dres. Bautista Saavedra; Carlos Calvo; Juan María Zalles; Diez de Medina;
entre otros.
141
Obligación de no hacer nuevas adquisiciones de material bélico
4. Queda reconocida por los beligerantes la declaración del tres de agosto de 1932
sobre adquisiciones territoriales.
La Comisión Militar Neutral queda a cargo del control del cumplimiento de las medidas de
seguridad.
Para buscar la solución del problema de fronteras entre el Paraguay y Bolivia, inauguró
sus deliberaciones en Buenos Aires, el 1° de julio de 1935 la Conferencia de Paz,
integrada por representantes de los ex beligerantes y de Argentina, Brasil, Chile, Estados
Unidos, Perú y Uruguay, bajo la presidencia del canciller de la Argentina, doctor Carlos
Saavedra Lamas. La jefatura de la Delegación paraguaya fue confiada al doctor Jerónimo
Zubizarreta.
Una vez cumplido los requisitos previos de la ratificación del Protocolo, fue convocada la
Conferencia de Paz, que inicio sus deliberaciones en Bs As el 1 de julio de 1935.
Dr. Gerónimo Zubizarreta; como Pte., y los Dres. Vicente Rivarola; Higinio Arbo; César
Vasconsellos y Efraín Cardozo Secretario el Dr. Julio Cesar Chávez.
La delegación boliviana:
Dr. Tomás Manuel Elio, como Pte. Bautista Saavedra y Carlos Calvo.
Dr. Carlos Saavedra Lamas, Luis Podestá Costa, Isidro Ruiz Moreno, Roberto Lévillier.
La delegación Chilena:
La delegación Brasileña:
José Carlos de Macedo Soares, Dr. José Bonifacio de Andrade e Silva, Dr. José de Paula
Rodríguez Alvarez, Edmundo da Luz Pinto, José Roberto de Macedo Soares.
142
La delegación Peruana:
La delegación Uruguaya:
Conformada por jefes militares de Argentina; Brasil; Chile; Perú y los EEUU de América.
Sus funciones:
Una iniciativa de esta Comisión fue la entrevista de ambos Comandantes en Jefe, sus
respectivos Estados Mayores y la presidencia de los miembros de la Comisión. Los
Generales José Félix Estigarribia por Paraguay y Enrique Peñaranda por Bolivia, se
entrevistaron en el mes de julio, sucesivamente el 18 en Puesto Merino, el 23 en
Capirendá y el 31 en Villa Montes en ambiente cordial.
Todas las medidas de seguridad fueron ejecutadas de inmediato sin mayores obstáculos,
la desmovilización comenzó a partir del 2 de julio de 1935, para el 20 de setiembre, el
ejército boliviano había desmovilizado 54.105 hombres y el Paraguay 46.515 hombres.
Una vez terminada su labor regreso a Bs. As. a presentar su informe a la Conferencia de
Paz. En fecha 25 de octubre de 1935, y dio por terminada oficialmente la guerra.
143
La Delegación paraguaya rechazó terminantemente el proyecto, por considerar que
vulneraba gravemente “sus intereses y derechos fundamentales”. Decía la nota
paraguaya: “Las líneas que sugiere son puramente geométricas, vale decir artificiales.
Sólo alcanzamos a ver en él un criterio puramente transaccionista, que por resultar en
desmedro del ya escaso patrimonio territorial de nuestro país, nos es imposible aceptar”.
Y continuaba: “Bolivia apeló a la guerra para apoderarse de ese mismo territorio. El litoral
fue el norte de la invasión boliviana y el propósito quedó frustrado por la guerra misma.
¿El Paraguay ha de pagar esa conducta, que le ha costado sangre y dolores, con el
premio de una concesión que importaría el sacrificio de una gran parte de su territorio”.
La Delegación paraguaya sostuvo que por los usos internacionales no cabía la liberación
total de los cautivos sino después del Tratado definitivo de Paz. Bolivia alegó que la
declaración de terminación de la guerra equivalía a ese tratado a los efectos de la
devolución de los prisioneros.
144
subsistencia, después de la declaración de terminación de la guerra, era objeto de
controversias, y al reconocimiento de la doctrina del 3 de agosto.
Pocos días después, y antes de comenzar a ejecutarse las previsiones del acta
Protocolizada, en el Paraguay el movimiento revolucionario del 17 de febrero de 1936,
desplazó del poder al Partido, asumió la presidencia de la República el coronel Rafael
Franco, quien confió la cartera de Relación Exteriores al Dr. Juan Stefanich.
La delegación ante la Conferencia de Paz quedó integrada de la con los Dres. J. Isidro
Ramírez y Miguel Angel Soler, y el Sr. Marcos Antonio Laconich como secretario. No
obstante haberse pronunciado en contra del Acuerdo en nuevo gobierno se avino a
cumplir el compromiso contraído. En pocos meses y antes del acuerdo de paz, los
prisioneros fueron repatriados.
Entre una y otra línea de posición de los ex beligerantes, la Comisión Militar neutral había
establecido una zona intermedia bajo la vigilancia y control de una policía militar integrada
por efectivos de uno y otro ejército, bajo el mando de un miembro de dicha Comisión
Militar Neutral; el coronel uruguayo José E. Trabal.
145
19.8- EL ACUERDO DEL 9 DE ENERO DE 1937.
El gobierno de Rafael Franco firmó con fecha 9 de enero de 1937 un acuerdo sobre libre
tránsito comercial por el camino internacional que une Bolivia con Argentina, y el control
por una policía paraguaya a lo largo de la línea de hitos del lado paraguayo.
Como la definición no llegaba, a mediados del año 1937 el gobierno argentino comisionó
al coronel Schwiethzer pará preguntar al coronel Franco sobre un posible arreglo de
fronteras. La respuesta de Franco fue transmitida al presidente argentino y era
consecuente con la firmeza del primer día: “la línea de hitos y el arbitraje de derecho al
norte” tal como lo indicamos. Esto consta en el libro blanco de la Cancillería Argentina.
Cuando del mismo tuvo conocimiento el coronel Rafael Franco, bajo qué condiciones, se
puso a lagrimear y comentó: "¿porqué no habré firmado; yo tuve la oportunidad de
firmar hasta la línea de hitos y no lo hice; porque quería para mi patria hasta el río
Parapiti, y ahora esto?".Lagrimeando por lo ocurrido, decía con un dolor real, que
explotó cuando se enteró de que también fue partícipe de la entrega y del tratado el
propio general Estigarribia, al que fulminó justificadamente con el mote de "TRAIDOR A
LA PATRIA".
GLOSARIO
146
UNIDAD XX
En febrero de 1938 el presidente Justo entregaba el poder a Roberto M. Ortiz. José María
Cantilo remplazó a Saavedra Lamas en la Cancillería y en la presidencia de la
Conferencia de la Paz. En abril, la Conferencia destacó de su seno dos Delegaciones,
una a Asunción y otra a La Paz, para tratar directamente con los Gobiernos y pulsar la
opinión pública sobre las posibilidades de un acuerdo directo. Los delegados no pudieron
lograr la aceptación de las fórmulas de arreglo que presentaron, pero se percataron del
anhelo de paz que movía a uno y a otro país.
147
20.1- OPOSICIÓN DE LA NUEVA DELEGACIÓN PARAGUAYA AL ACUERDO DEL 9
DE ENERO.
Desde Esmeralda sobre el Pilcomayo, una línea en dirección noreste hasta el fortín “27 de
noviembre”, de ahí hacia el este pasando por las lagunas situadas en el tercio medio del
camino Ravelo – Ingavi, continua por el Cerro Cristian, pasando entre los fortines Paredes
y Pando, y la laguna sin nombre y proximidades del fortín Galpón, a 7500 metros más
arriba de Bahía Negra, incluía que Bolivia debía de entregar al Paraguay la suma de
(200.000) doscientas mil libras esterlinas.
La cabecera sobre el litoral del río Paraguay y el retroceso de las posiciones ocupadas en
los puntos del interior.
148
Con esto se abandonaba un extenso e importantísimo sector territorial, escenario de
grandes esfuerzos, sacrificios y rutilantes victorias, de incalculables riquezas.
Apenas una semana más tarde, el 9 de julio de 1938, se firmó el acta secreta y con ello se
consumaba el gran fracaso del gobierno en la Conferencia de Paz. Y se institucionalizó la
farsa. Con ello se retrotraía la línea de ocupación del ejército unos 50 Km2 de lo que se
había recuperado.
149
20.7- EL TRATADO DE PAZ, SU RATIFICACIÓN CON PLEBISCITO.
150
con fecha 15 de julio último. El 21 del mismo mes fue firmado, en la ciudad de Buenos
Aires, en un acto público y solemne.
Artículo 1 °. Queda restablecida la paz entre las Repúblicas de Paraguay y Bolivia (Bolivia
y Paraguay).
Artículo 2°. La línea divisoria en el Chaco entre Bolivia y Paraguay (Paraguay-Bolivia) será
la que determinen los Excmos. Presidentes de las Repúblicas Argentina, Brasil, Chile,
Estados Unidos de América, Perú y Uruguay, en su carácter de árbitros de equidad,
quienes actuando ex aequo et bono, dictarán fallo arbitral de acuerdo con ésta y las
siguientes cláusulas.
a) El laudo arbitral fijará la línea divisoria Norte en el Chaco, en la zona comprendida entre
la línea de la Conferencia de Paz, presentada el 27 de mayo de 1938 y la línea de la
contrapropuesta paraguaya presentada a la consideración de la Conferencia de Paz el día
24 de junio de 1938, desde el Meridiano del Fortín 27 de Noviembre, es decir,
aproximadamente Meridiano 61º 55' Oeste de Greenwich hasta el límite Este de la zona,
con exclusión del litoral sobre el río Paraguay al Sur de la desembocadura del río Otuquis
o Negro.
b) El laudo arbitral fijará igualmente la línea divisoria Occidental en el Chaco, entre el río
Pilcomayo y la intersección del meridiano del Fortín 27 de Noviembre, es decir,
aproximadamente 61° 55' Oeste de Greenwich con la línea del laudo por el lado norte, a
que se refiere el anterior acápite.
c) Dicha línea no irá en el río Pilcomayo más al Este de Pozo Hondo, ni al Oeste más allá
de cualquier punto de la línea que, arrancando de D'Orbigny, fue señalada por la
Comisión Militar Neutral como intermedia de las posiciones máximas alcanzadas por los
ejércitos beligerantes al suspenderse los fuegos el 14 de junio de 1935.
Artículo 3°. Los Árbitros se pronunciarán oídas las partes y según su leal saber y
entender, teniendo en cuenta la experiencia acumulada por la Conferencia de Paz y los
dictámenes de los Asesores militares de dicha entidad.
Los seis Presidentes de las Repúblicas citadas en el Artículo 2°, quedan facultados para
expedir el laudo directamente o por medio de Delegados Plenipotenciarios.
Artículo 4°. El laudo arbitral será expedido por los Árbitros en el plazo máximo de dos
meses, contados a partir de la ratificación del presente Tratado, obtenida en la
oportunidad y forma estipuladas en el Artículo 11°.
151
Artículo 5°. Expedido el laudo y notificado a las Partes, éstas nombrarán inmediatamente
una comisión mixta, compuesta de cinco miembros nombrados, dos por cada parte y el
quinto designado de común acuerdo por los seis Gobiernos Mediadores, a fin de aplicar
sobre el terreno y amojonar la línea divisoria trazada por el laudo arbitral.
Artículo 6°. Dentro de los treinta días de expedido el laudo, los Gobiernos de Paraguay y
Bolivia (Bolivia y Paraguay) procederán a acreditar a sus respectivos representantes
diplomáticos en La Paz y Asunción (Asunción y La Paz) y dentro de los noventa días,
cumplirán el laudo en lo principal bajo la vigilancia de la Conferencia de Paz a quien las
Partes reconocen la facultad de resolver en definitiva las cuestiones prácticas que puedan
presentarse con tal motivo.
Artículo 7°. La República del Paraguay garantiza el más amplio libre tránsito por su
territorio y especialmente por la zona de Puerto Casado, de las mercaderías que lleguen
del exterior con destino a Bolivia, y de los productos que salgan de Bolivia para ser
embarcados por dicha zona de Puerto Casado, con derecho para Bolivia de instalar sus
agencias aduaneras y construir depósitos y almacenes en la zona de dicho puerto.
Artículo 9°. Las Repúblicas del Paraguay y Bolivia (Bolivia y Paraguay) renuncian
recíprocamente a toda acción y reclamación derivadas de las responsabilidades de la
guerra.
152
Artículo 11 °. El presente tratado será ratificado por el plebiscito nacional en el Paraguay y
por la Convención Constituyente de Bolivia; en ambos casos la ratificación deberá
producirse en el término de veinte días contados a partir de la fecha de suscripción de
este Tratado. El canje de ratificaciones se efectuará en el más breve plazo ante la
Conferencia de Paz.
Artículo 12°. Las partes declaran que en caso de que no fuese obtenida la ratificación a
que se refiere el artículo anterior, el texto y contenido de este Tratado no pueden ser
invocados para fundar sobre ellos alegatos, ni pruebas en ulteriores instancias, o
procedimientos de Arbitraje o Justicia Internacional.
153
Firman: CECILIO BÁEZ, JOSÉ FÉLIX ESTIGARRIBIA, LUIS A. RIART, EFRAÍM
CARDOZO, Eduardo Diez de Medina, Enrique Finot, José María Cantilo, José de Paula
Rodríguez Alves, Orlando Leite Ribeiro, Manuel Bianchi, Spruille Braden, Felipe Barreda
Laos, Luis Fernán Cisneros, Eugenio Martínez Thedy, Isidoro Ruiz Moreno, P. Santos
Muñoz".
En la zona Norte la línea partirá de la intersección del Meridiano 61º 56' 57" Oeste de
Greenwich y el paralelo 20° 5' 01 " de latitud Sur (27 de Noviembre o Gabino Mendoza)
para seguir en la línea recta al punto más alto del Cerro Capitán Ustares, de allí seguirá
en línea recta hasta la intersección del camino Ravelo-Ingavi con el linde Sur de la
Cañada del Palmar de las Islas; desde este punto, también en línea recta, a la
intersección del Meridiano de Fortín Paredes con el paralelo de Fortín Ravelo, de allí en
línea recta, al punto más alto del Cerro Chovoreca; de allí bajará en línea recta hasta la
intersección del paralelo 19° 49' 40" de latitud con el río Negro u Otuquis y siguiendo por
el thalweg de dicho río terminará en la desembocadura del mismo en el río Paraguay a los
20° 9' 58" de latitud Sur y 58° 10' 12" Oeste de Greenwich.
En la zona Oeste la línea partirá de la intersección del Meridiano 61º 56' 59" Oeste de
Greenwich y el paralelo 20° 05' 01 " de latitud Sur (27 de Noviembre o Gabino Mendoza) y
bajará en línea recta en dirección S.S.O. hasta encontrar el punto llamado Villazón a 15
kilómetros al S. O. de Yrendagué, de ahí en línea recta hacia el Sur hasta encontrar el
camino que va de Estrella a Capirenda (Capitán Carreras Saguier) a 10 kilómetros al
154
Oeste de Estrella; de ahí seguirá en línea recta hasta terminar en el thalweg del río
Pilcomayo a los 62º 37' 19" de longitud Oeste de Greenwich.
El Colegio Arbitral a demanda de la Delegación Paraguaya, aclaró que los fortines Patria,
Galpón y Yrendagué, quedaban dentro de la jurisdicción del Paraguay, de acuerdo a la
sentencia Arbitral.
Y así el Comandante en Jefe del Ejército en Campaña se empeñó con tanto afán a costa
de tantos sacrificios.
La Delegación del Paraguay, cuya presidencia había sido confiada por el nuevo Gobierno
a J. Isidro Ramírez, se negó a reconocer en su amplitud las facultades que la Conferencia
155
de la Paz alegaba poseer, expresando que en el Chaco no había ninguna zona neutral y
que la única “línea de separación”, consagrada por los protocolos era la de los hitos,
sobre la cual admitía a la comisión militar solo una misión de vigilancia.
Bolivia, por su parte, aceptó la nueva reglamentación, que le permitía usar, sin el control
paraguayo, el camino Villa Montes-Santa Cruz, parte del cual, al terminar las hostilidades,
había quedado bajo la jurisdicción paraguaya. El debate que con este motivo se suscitó
malogró la reanudación de las relaciones diplomáticas, que se había acordado bajo los
auspicios de la Conferencia.
Sobre el Tratado escribió: Se proclama que el Tratado salva el litoral del río Paraguay y su
correspondiente hinterland. ¿Es qué ese litoral y su hinterland estuvo amenazado
después de la guerra?. Es decir, el Tratado salva lo que no estaba perdido, o sea no salva
nada. Para eso, para conservar la posesión del litoral, el Paraguay se desprende de otro
río, el río de petróleo que corre en el subsuelo hacia el otro extremo del Chaco,
bordeando la cordillera de los chiriguanos. A cambio de lo que poseemos, entregamos
también lo que poseemos; agua contra petróleo, y el agua y el petróleo son nuestros. Y
también se proclama que el Tratado salva la zona Hayes. Refrenda esto una tesis
boliviana que nadie pudo considerar en serio: que el fallo Hayes era para Bolivia "res inter
alios acta", un título paraguayo inútil, improcedente en el litigio. Y sobre el arbitraje Ex
aequo et bono; "Punto fundamental de la defensa jurídica del Paraguay era el arbitraje de
derecho
Ceder en este punto era renunciar de una vez y para siempre a la oportunidad de hacer
valer nuestros derechos, de hacer pesar en la balanza nuestros títulos históricos,
geográficos y jurídicos; era desligar a los árbitros de la obligación de ceñirse a la justicia,
de fundar el laudo en el derecho estricto de las partes.
GLOSARIO
PLEBISCITO: Consulta en la que se somete una propuesta a votación para que los
ciudadanos se manifiesten en contra o a favor.
La disputa por los Saltos del Guairá se recrudeció en los años 1960. El descubrimiento del
potencial hidroeléctrico del Río Paraná colocó a Brasil y Paraguay nuevamente en ruta de
colisión. Estas posiciones fueron difíciles de conciliar y en caso que el aspecto común del
problema hubiera sido pasado por alto, el mismo hubiera tenido implicancias adversas de
largo alcance para las políticas energéticas del Brasil en el área.
En 1962, por primera vez se pensó en la idea de que los dos países se unieran para
producir energía en conjunto. En 1965, el diálogo retrocedió con el desplazamiento de un
destacamento militar brasileño para el área en litigio. Ante la amenaza de una nueva
guerra, Paraguay y Brasil intensifican la búsqueda por una solución diplomática. La
inauguración del Puente de la Amistad alimentó el clima de cooperación al ofrecer la
perspectiva de exportación de los productos paraguayos a través del territorio brasileño.
En 1967, una Comisión Mixta fue creada para implementar el Acta del Iguazú. El
consorcio formado por las empresas IECO y ELC venció la licitación internacional para la
realización de los estudios de viabilidad y para la elaboración del proyecto de la obra. El
26 de abril de 1973, Paraguay y Brasil firmaron el Tratado de Itaipú, instrumento legal
para el aprovechamiento hidroeléctrico del Río Paraná por los dos países.
157
Solamente una pequeña parte del área en litigio no fue inundada. Las tierras en cuestión
fueron transformadas en reserva ecológica binacional, bajo la conservación de la Itaipú. El
financiamiento se realizó por medio de crédito de corto plazo otorgado por instituciones
financieras privadas y por bancos estatales extranjeros. La deuda terminará de ser
pagada en 2023.
En 1962 y 1963, las relaciones entre los dos vecinos alcanzaron un punto crítico con
relación a un proyecto en estudio en el Brasil para la construcción de una planta
hidroeléctrica en el lado brasileño del río, que hubiera requerido que la desviación de
parte de las aguas del río Paraná arriba de los saltos en territorio brasileño sea devuelta
millas abajo de los saltos. La planta, que debía ser localizada en territorio brasileño,
hubiera hecho uso de la diferencia en el nivel de las aguas río arriba y río abajo de los
saltos para producir energía eléctrica para el uso exclusivo del Brasil.
El Paraguay protestó contra lo que dio en llamar una violación de su territorio debido a
que la acción del Brasil hubiera cambiado las características físicas de los saltos que el
Paraguay reclamaba, que se encontraban dentro de su jurisdicción nacional. A ello siguió
una contestación brasileña inmediata, rechazando la protesta del Paraguay y alegando
que debido a que los saltos se encontraban en el territorio soberano del Brasil, el Brasil
podría utilizarlos del modo como lo deseare.
158
21.3- LA CUESTIÓN DE LA FRONTERA SECA; OCUPACIÓN BRASILEÑA EN UN
SECTOR, AL SUD DE LA LÍNEA DE LAS CUMBRES. NOTAS DE LA CANCILLERÍA
PARAGUAYA; DEL 25 DE SETIEMBRE DE 1965 Y DEL 14 DE DICIEMBRE DEL
MISMO AÑO, Y RESPUESTA DE LA EMBAJADA BRASILEÑA EN ASUNCIÓN.
La delimitación en este tramo de la frontera fue establecida por el Tratado de 1872, que
dice: por el álveo del río Paraná. Por el Salto Grande de las Siete Caídas continua la línea
divisoria por el más alto de la Sierra de Mbaracayú hasta donde ella termina.
En 1927 fue firmado con el Paraguay un nuevo Tratado Complementario para definir el
límite a lo largo del río Paraguay, que no había sido incluido en el Tratado de 1872 (No se
sabía a quién correspondían las tierras de la margen derecha del río, si al Paraguay o a
Bolivia). La principal finalidad de este tratado sería establecer la manera como deberían
ser definidas las islas, en este tramo de la frontera (De la confluencia del río Apa, en el río
159
Paraguay, hasta la entrada o desaguadero de la Bahía Negra). En este Tratado no hay
cualquier referencia a la línea seca.
Una nueva nota de la cancillería paraguaya, del Dr. Raúl Sapena Pastor, a la embajada
del Brasil en Asunción, en fecha 25 de setiembre de 1965, precisaba el criterio paraguayo
en relación a los trabajos de caracterización, demarcación y colocación de hitos:
Los seis hitos colocados por la Comisión Mixta demarcadora de límites (1872- 1874),
todos ellos fueron ubicados sobre el río Apa y la Cordillera del Amambay. El último hito
llamado Ybycuí, ubicado entre las cordilleras Amambay y Mbaracayú, al llegar al Salto de
las Siete Caídas los demarcadores dejaron expresa constancia que de acuerdo con las
instrucciones de los señores Comisarios, no se coloque el “mojón”, por ser este “Baliza
Natural e Inmutable”.
160
Mi gobierno ha recibido información sobre el hecho muy reciente de que en junio un
destacamento Militar compuesto con un sargento y siete soldados se han instalado en el
sector antes mencionado, o sea en el hito 341 /IV, manifestando verbalmente los
miembros del destacamento a la Comisión Demarcadora de Límites que traían
instrucciones precisas de instalarse en Puerto Renato, pero sin embargo, el destacamento
se encuentra instalado en la zona donde la frontera debe ser caracterizada y los límites
fijados mediante últimos hitos a ser colocados e inaugurados sobre la cumbre del
Mbaracayú.
En el mes de junio de 1965, por instrucciones del gobierno militar, un destacamento militar
compuesto por un sargento y siete soldados se instalaron en el trecho de 20 km de la
línea de límites no caracterizada aún entre el hito 341/IV y el Salto del Guairá (Puerto
Renato para el Brasil). Días después el destacamento fue reforzado con unidades
mecanizadas dependiente de una división de ejército. Ante la protesta del gobierno
paraguayo, el presidente del Brasil mariscal Humberto Castello Branco, respondió que el
contingente militar se explicaba “por la necesidad de mantener, en aquel punto, un
mínimo de vigilancia para prevenir la formación de eventuales grupos guerrilleros y
combatir, más eficazmente, las operaciones de contrabando”. También alegó que el
territorio ocupado estaba totalmente en territorio brasileño y que no era área de litigio,
dado que la frontera había quedado definitivamente demarcada desde 1874.
La actitud inamistosa y provocativa del gobierno militar llevó las relaciones bilaterales a
una situación de crisis y de suma tensión. El Paraguay consideró agotadas todas las
posibilidades de obtener resultados positivos de los intercambios de puntos de vista
mediante notas oficiales. Por lo que su Gobierno comenzó una actividad informativa
amplia sobre el diferendo, principalmente a las cancillerías americanas y europeas y al
cuerpo diplomático acreditado en Asunción, como también en los foros internacionales. A
su vez, todos los medios periodísticos, la opinión pública y el pueblo paraguayo en
general inició una campaña férrea y tenaz en defensa de los derechos del Paraguay
manifestándose en señal de protesta ante las oficinas diplomáticas y comerciales
brasileñas en Asunción.
161
recorrer territorio brasileño de "Norte a Sur se prolonga e interna unos 300 metros
aproximadamente en la zona situada al Sur de la línea de la cumbre entre el hito 341/1V y
el Salto del Guairá".
Las relaciones entre Paraguay y Brasil todavía permiten el diálogo cordial y amistoso y la
solución de un problema de frontera que ha estado pendiente un siglo, puede requerir
algún tiempo más. Pero lo que no se puede esperar, ya cuando más pasa el tiempo más
se debilitan las relaciones, y más con la presencia de las fuerzas militares brasileñas en la
zona donde la Comisión Mixta debe colocar hitos de límites.
162
evaluación de las posibilidades económicas, en particular de los recursos hidráulicos,
pertenecientes en condominio a los dos países, del Salto del Guairá o Salto Grande das
Sete Quedas. Y en el Punto IV: Concordaron en establecer, desde ya, que la energía
eléctrica eventualmente producida por los desniveles del río Paraná, desde e inclusive el
Salto del Guairá o Salto Grande das Sete Quedas hasta la boca del río Yguazú, será
dividida en partes iguales entre los dos países. Siendo reconocida a cada uno de ellos el
derecho de preferencia para la adquisición de esta misma energía a justo precio, que será
oportunamente fijado por especialistas de los dos países, de cualquier cantidad que no
sea utilizada para la satisfacción de las necesidades del consumo del otro país.
Además el Brasil aceptó retirar del territorio paraguayo el destacamento militar, que fue
comunicado a nuestra Cancillería por un mensaje, contestando el gobierno paraguayo su
agrado por esta decisión, dejando a salvo sus derechos de condominio y soberanía. Cabe
mencionar que el presidente Stroessner había invitado para integrar la Delegación
paraguaya al miembro de la Cámara de Representantes Dr. Fernando Levi Rufinelli.
Para dar cumplimiento a los Puntos III y IV, se acordó mediante Notas Revérsales
suscriptas el 22 de febrero de 1967, la conformación de la Comisión Mixta Técnica
Paraguayo-Brasileña. En febrero de 1968 fue creada la Comisión Mixta Técnica
Paraguayo- Brasileña para la implementación del "Acta de Foz de Yguazú", que solicitó a
varias consultoras propuestas para realizar el estudio sobre el aprovechamiento del Río
Paraná.
Este, el Tratado de Itaipú fue suscripto en Brasilia el 26 de abril de 1974 entre los
cancilleres de Paraguay y Brasil, en solemne ceremonia que contó con la presencia de los
presidentes Alfredo Stroessner y Emilio Garrastazú Médici. En su preámbulo fue
incorporada el “Acta de Foz de Yguazú”, constituyéndose en el instrumento legal eficaz
para el aprovechamiento hidroeléctrico conjunto del río Paraná. En mayo de 1974 fue
creada la Entidad Binacional Itaipú, para gerenciar la construcción de la central
hidroeléctrica más grande del mundo. El inicio efectivo de las obras ocurrió en enero del
año siguiente.
Concuerdan los dos países que cualquier energía eléctrica que se pueda producir por el
desnivel del río Paraná en los tramos río Yguazú-Salto del Guairá, será dividida en partes
iguales entre los dos países. Y se reconoce el derecho de preferencia para la adquisición
de la misma energía producida, a justo precio, de cualquier cantidad que no sea utilizada
por el otro país para cubrir las necesidades del consumo del otro país (Punto Cuarto del
Acta).
En la práctica numerosas veces han sido modificados aspectos sustanciales del mismo.
En consecuencia se ha contemplado en el Acta de Foz de Yguazú el derecho de
preferencia, así como del justo precio por la energía, y mediante sucesivas Notas
Revérsales, cambios fundamentales que hacen a la marcha de la Hidroeléctrica de Itaipú,
como el “Anexo A” de 1986 que se debía llegar a un acuerdo sobre un nuevo Anexo que
terminó por Notas Revérsales que fueron firmadas el 21 de diciembre de 1995, y
aprobadas por Ley Nº 312 del 17 de mayo de 1994.
Sin entrar en el contenido de las modificaciones de los Anexos, debemos destacar que en
el derecho internacional las “Notas Revérsales” son acuerdos en donde dos Estados se
hacen concesiones recíprocas, y nada impide a ambos países que puedan llegar a la
modificación del precio justo por la energía que solicita el Paraguay, “como una base
esencial del consentimiento de las partes en obligarse por el tratado”. Este es un
requerimiento clave: la piedra de toque es que si el cambio ha ocurrido respecto de ciertas
circunstancias que existían en el momento de celebrarse el tratado y cuya subsistencia
las partes asumieron como la base necesaria de las obligaciones aceptadas por ellos, de
tal modo que cabría decir que en ausencia de tales circunstancias, el tratado no se habría
concluido.
164
Es de aplicación estricta el artículo 62 (inc. b y c) de la Convención de Viena sobre el
Derecho de los Tratados de 1969, ya que existen obligaciones que todavía deben
cumplirse en virtud del tratado. Razón por demás concluyente para que hoy, a 36 años del
Tratado, se puedan revisar los puntos controvertidos, y la propuesta de precio justo,
delimitación de fronteras, la libre navegabilidad del río Paraná, mediante exclusas que por
Nota Reversal Nº 8 del 26 de abril de 1973, así se dispuso y no tuvo ni principio de
ejecución, circunstancias que han cambiado.
El protocolo inicial para determinar el uso de los saltos se firmó el 1 de febrero de 1925,
en Estados Unidos. Sin embargo, no sería hasta enero de 1958 que se crearía la
Comisión Mixta Técnica Argentino-Paraguaya, a cargo del estudio técnico de
aprovechamiento del río. Presentado este, el 3 de diciembre de 1973 se suscribió en
Asunción el Tratado de Yacyretá, por el cual los dos Estados se comprometieron a
emprender en común la obra. Para ello se fundó la Entidad Binacional Yacyretá: en
condiciones igualitarias para ambas partes, a la cual se le asigna la capacidad jurídica y
responsabilidad técnica para realizar los estudios y proyectos, para su ejecución.
La represa fue inaugurada el 7 de julio de 1998 por los Presidentes de Argentina Carlos
Menem y su par de Paraguay Juan Carlos Wasmosy, día en que se pusieron por primera
vez en función las 20 turbinas al 60% de su capacidad de producción máxima.
Desde el 12 de febrero de 2011 a las 12:00 la represa opera con su cota máxima de 83m,
alcanzándose la máxima capacidad de producción de energía permitida por el diseño
original de 20.700 GWh/año y una potencia de 3100 MW.
165
GLOSARIO
BALIZA: Señal fija o móvil que se pone en la tierra o sobre el agua para marcar una zona.
166
UNIDAD XXII
167
que sus intereses geopolíticos y geoestratégicos compitieron casi siempre con los de la
Argentina desde mediados del siglo pasado.
Argentina fue el primer país en reconocer el gobierno de facto del General Andrés
Rodríguez, generando fluido contacto entre ambos países tanto a nivel de Cancilleres
como los jefes de estados. Las relaciones con el Brasil prosiguieron en el mismo plano de
cordialidad que antes, pero ya equilibradas con la Argentina.
Los cuatro Estados Partes que conforman el MERCOSUR comparten una comunión de
valores que encuentra expresión en sus sociedades democráticas, pluralistas, defensoras
de las libertades fundamentales, de los derechos humanos, de la protección del medio
ambiente y del desarrollo sustentable, así como su compromiso con la consolidación de la
democracia, la seguridad jurídica, el combate a la pobreza y el desarrollo económico y
social con equidad.
Con esa base fundamental de coincidencias, los socios buscaron la ampliación de las
dimensiones de los respectivos mercados nacionales, a través de la integración, lo que
constituye una condición fundamental para acelerar sus procesos de desarrollo
económico con justicia social.
Así, el objetivo primordial del Tratado de Asunción es la integración de los cuatro Estados
Partes a través de la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos, el
establecimiento de un Arancel Externo Común (AEC) y la adopción de una política
comercial común, la coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales y la
armonización de legislaciones en las áreas pertinentes.
168
internacional. En Ouro Preto se puso fin al período de transición y se adoptaron los
instrumentos fundamentales de política comercial común que caracterizan a la Unión
Aduanera.
Así, los Estados Partes se propusieron iniciar una nueva etapa, con miras a alcanzar un
mercado único, que genere un mayor crecimiento económico de los Estados Partes a
través del aprovechamiento de la especialización productiva, las economías de escala, la
complementación comercial y el mayor poder negociador del bloque con otros bloques o
países.
Mercosur Político
El MERCOSUR sienta las bases fundamentales sobre las que se enmarcan las relaciones
entre los Estados Partes y representa, por sobre todo, un Acuerdo Político.
En este contexto, los cuatro Estados Partes del MERCOSUR, junto con Bolivia y Chile,
han constituido el "Mecanismo de Consulta y Concertación Política", que permite
consensuar posiciones en materias de alcance regional que superan lo estrictamente
económico y comercial.
En ocasión de la X Reunión del Consejo del Mercado Común (San Luis, 25 de Junio de
1996), se suscribió la "Declaración Presidencial sobre Compromiso Democrático en el
MERCOSUR", así como el Protocolo de Adhesión de Bolivia y Chile a dicha Declaración,
instrumento que traduce la plena vigencia de las instituciones democráticas, condición
indispensable para la existencia y el desarrollo del MERCOSUR.
Posteriormente, en la Reunión del Consejo del Mercado Común de julio de 1998, los
Presidentes de los Estados Partes del MERCOSUR y de las Repúblicas de Bolivia y Chile
169
suscribieron el "Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático", por medio del
cual los seis países reconocen que la vigencia de las instituciones democráticas es
condición indispensable para la existencia y desarrollo de los procesos de integración, y
que toda alteración del orden democrático constituye un obstáculo inaceptable para la
continuidad del proceso de integración regional.
Mercosur Económico-Comercial
La conformación y consolidación del MERCOSUR como Unión Aduanera entre los cuatro
países implica la administración subregional de las políticas comerciales, dejando atrás el
recurso de adopción de medidas unilaterales de esta naturaleza, asegurando conductas
previsibles y no perjudiciales para los socios.
En ese sentido, la entrada en vigencia de un Arancel Externo Común (AEC) implica que
las eventuales modificaciones de los niveles de protección de los sectores productivos
deban ser consensuadas cuatripartitamente, brindando un marco de mayor previsibilidad
y certidumbre para la toma de decisiones de los agentes económicos.
La nueva política comercial común tiende a fortalecer y reafirmar los procesos de apertura
e inserción en los mercados mundiales. El MERCOSUR fue concebido como un
instrumento para la más adecuada inserción de nuestros países al mundo exterior,
valiéndose del AEC como un instrumento para la mejora de la competitividad.
170
convertirse en una ventaja fundamental, pues otorgará un marco muy propicio para atraer
a los capitales. Aun con todas las dificultades derivadas del difícil escenario económico
internacional y de los inconvenientes resultantes de los procesos de restructuración de las
economías internas, el MERCOSUR ha sido uno de los principales receptores mundiales
de inversión extranjera directa.
Así, en el año 2000, los Estados Partes del MERCOSUR decidieron encarar una nueva
etapa en el proceso de integración regional, que tuvo como objetivo fundamental
consolidar el camino hacia la Unión Aduanera, tanto a nivel subregional como externo.
En este marco, los Gobiernos de los Estados Partes del MERCOSUR reconocen el rol
central que tienen la convergencia y la coordinación macroeconómica para profundizar el
proceso de integración.
2) convergencia del arancel externo común y eliminación del doble cobro del mismo,
4) fortalecimiento institucional y
En torno a la temática de la eliminación del doble cobro del AEC, el primer avance
sustantivo ocurrió en el año 2004, mediante la aprobación de la Decisión CMC Nº 54/04,
que fijó las directrices para el proceso de transición hacia el pleno funcionamiento de la
Unión Aduanera. La reglamentación de la Decisión CMC Nº 54/04 fue aprobada en el año
2005 mediante la Decisión CMC Nº 37/05.
171
el propósito de estimular la incorporación de valor agregado a los productos originarios de
la Unión Aduanera y la promoción de nuevas actividades productivas.
En ese sentido, se estableció el principio de que los bienes importados desde el resto del
mundo, que cumplieran con la política arancelaria común, recibirían el tratamiento de
bienes originarios del MERCOSUR, tanto para su circulación dentro del territorio de los
Estados Partes como para su incorporación a los procesos productivos. Con la finalidad
de permitir la implementación de lo establecido en el artículo 1° de la Decisión CMC Nº
54/04, se prevé:
El Consejo del Mercado Común aprobó en el año 2007 el Sistema de Pagos en Monedas
Locales para el comercio realizado entre los Estados Partes del MERCOSUR, con el fin
de reducir los costos financieros en las transacciones comerciales y contribuir al
incremento del intercambio de bienes entre los países miembros. Dicho sistema fue
ampliado en el año 2009 para transacciones de cualquier naturaleza realizadas entre los
Estados Partes del MERCOSUR, mediante la aprobación de la Decisión Nº 09/09.
Con el fin de facilitar la aplicación del Régimen de Origen MERCOSUR tanto para las
autoridades competentes como para los operadores comerciales, el Consejo Mercado
Común aprobó la Decisión Nº 01/09, mediante la cual se unificaron todas las normas
referidas al Régimen de Origen MERCOSUR.
172
En el segundo semestre de 2009 la Comisión de Comercio del MERCOSUR aprobó la
Directiva Nº 30/09 que prevé la sustitución progresiva de los certificados de origen en
papel por certificados de origen digitales, lo cual contribuirá a facilitar el comercio entre los
Estados Partes.
• Convención sobre los Derechos del Niño: Firmada el 4 de abril de 1990; Entrada en
vigencia el 25 de octubre de 1990.
173
6. Convenio de Berna para la Protección de la Obras Literarias y Artísticas - Acta de París
de 1971 - Enmendado en 1979
GLOSARIO
174