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Termodinámica II
II
Unidad 4. Mezclas reactivas
Termodinámica II
Índice
Presentación de la unidad
Propósitos
Competencia específica
Foro de dudas
4.1. Combustión
Cabe señalar que la combustión no es más que la reacción química de algunas sustancias para
generar otras nuevas y en el proceso se libera calor, mismo que funge como fuente de calor
externa en los dispositivos productores de energía que se presentaron en la Unidad 2. Ciclos
termodinámicos. Entonces, se anticipa que se deben considerar las reacciones químicas a
través de balances de masa y energía para analizar el proceso de combustión.
donde cabe recordar que los hidrocarburos están compuestos principalmente de hidrógeno y
carbono, y en menor cantidad ―pero no menos importantes―, de algunos otros componentes
químicos. Los principales productos generados de la reacción son dióxido de carbono,
monóxido de carbono y agua, junto con otros productos que resultan importantes
contaminantes del medio ambiente.
Ahora bien, las sustancias que reaccionan con oxígeno son frecuentemente llamados
combustibles, los hidrocarburos son algunos de ellos. A ambos compuestos (oxígeno e
hidrocarburos) se les denomina reactantes. Los componentes formados después de la
combustión se llaman productos de la combustión o simplemente productos. A continuación
se menciona brevemente algunos combustibles de gran interés en la industria.
El carbón que se conoce comúnmente sigue siendo una fuente importante de energía que se
ha utilizado por muchos años. Está compuesto de carbono (C), azufre (S), hidrógeno (H),
nitrógeno (N), oxígeno (O), ceniza y algunas impurezas cuya masa es despreciable. La
proporción en la que estos componentes están presentes varía mucho dependiendo del
yacimiento y del proceso de extracción y procesamiento. El componente principal del carbón es
el carbono y generalmente para su análisis se considera que está compuesto enteramente de
éste elemento; aunque se puede hacer un análisis más fino si se consideran los demás
componentes.
El petróleo crudo proporciona varios hidrocarburos que se utilizan como combustibles, los
cuales son separados o destilados del mismo petróleo. Todos éstos representan una enorme
fuente de energía por lo que son muy importantes en la industria. Los combustibles derivados
del petróleo crudo se pueden clasificar en los siguientes grupos:
1. Gasolinas
2. Destilados y residuos
3. Gas licuado del petróleo (LP)
4. Queroseno y combustibles Jet
Los destilados son mezclas de hidrocarburos que tienen temperaturas de ebullición más altas
que las gasolinas y generalmente se utilizan para el acondicionado de ambientes y para los
motores Diesel ligeros. Los combustibles residuales son empleados en motores Diesel más
grandes y para algunas aplicaciones de calentamiento. Ambos combustibles usualmente se
denominan gasóleos, combustibles Diesel o simplemente Diesel, debido a que dichos
combustibles se emplean principalmente en estos motores, donde la ignición debe ser auto-
inducida por la presión. Por esta razón, las características del Diesel deben ser diferentes a las
de las gasolinas.
Por otra parte, así como para las gasolinas, para el Diesel existe una escala que evalúa la
calidad del combustible llamada centanaje. El combustible Diesel de mayor calidad es el
hexadecano, C16H34 (o cetano) y el de peor es el heptametilnonano, C16H16. Se le asigna el valor
de 100 cetanos al primero y 15 al segundo para identificar la calidad del combustible, según sus
propiedades de ignición.
Los gases LP, incluyendo el gas natural, se obtienen directamente de los yacimientos de
petróleo o se refinan comercialmente de éste último, ya sea en forma gaseosa o líquida. El gas
natural tiene un alto porcentaje de metano, CH4 y para fines de análisis se puede considerar
que está constituido en su totalidad por este hidrocarburo. El gas LP está compuesto
principalmente de gas propano, C3H18, mientras que el gas butano se compone de 95% de
butano químico, C4H10.
Ya sea dicho que la combustión es el proceso por medio del cual los reactantes (hidrocarburos
y oxígeno) reaccionan para transformarse en los productos (CO2, CO y H2O, principalmente),
por medio de un proceso químico de oxidación; además de liberar una cantidad importante de
calor. Ahora es momento de analizar el proceso químico que ocurre.
donde A, B, etc., representan las especies químicas de los reactantes y L, M, etc., las especies
químicas de los productos. Los factores i son conocidos como coeficientes estequiométricos de
las diferentes especies. En el ejemplo de la combustión del metano, A = 1, B = 2, L = 1, M =
2. Si se considera otra reacción química, los coeficientes estequiométricos obviamente serán
distintos e incluso puede haber más de dos reactantes y productos.
En la práctica, la combustión se realiza empleando aire como oxidante, ya que utilizar oxígeno
puro resultaría muy costoso. El aire es fácil de conseguir y con costo mínimo. Claro que el aire
común contiene otras sustancias, además de oxígeno y pueden reaccionar con el combustible
para formar otros productos. La composición del aire puede variar dependiendo de la región
donde se lleve a cabo la combustión y de contaminantes presentes en él debido a otros
procesos que se realicen. Sin embargo, se puede dar una composición media del aire
constituida por un 77.11% de N2, 20.90% de O2, 0.33% de CO2, 1.49% de argón, Ar, y 0.17% de
otras especies. Para fines ilustrativos se pondrá a considerar que el aire está compuesto de
21% de oxígeno y 79% de nitrógeno, por volumen, es decir, por cada 21 mol de oxígeno habrá
79 mol de nitrógeno en el aire. En otros términos, se podrá escribir:
En las unidades previas ya se consideró el peso molecular del aire con valor 28.97 que en la
mayoría de los casos puede aproximarse como 29.0 en los cálculos descriptivos.
Se puede definir el requisito o demanda teóricos de oxidante justo como se hizo con el oxígeno.
En el caso de la combustión del metano, la reacción estequiométrica con aire se escribe:
Observen que en ningún caso aparece el oxígeno como producto de la combustión y se asume
que el nitrógeno no sufre cambios químicos. Entonces, la demanda teórica de aire para la
combustión de metano es de 2 mol de aire, mientras que para el propano es de 5 mol de aire.
A partir de estos ejemplos, resulta claro que no siempre se tendrá una demanda teórica de
oxidante, pudiéndose suministrar más o menos el necesario para la combustión completa de los
reactantes. Cuando se suministra menos aire (oxidante) se habla de una deficiencia de
oxígeno (o de aire), lo cual indica que se habrá suministrado un porcentaje de 0 a 100% de aire
de la demanda teórica. Cuando se suministra más oxígeno a través del oxidante se dice que
hubo un exceso de oxígeno (o de aire) que indicará que se suministró más del 100% del valor
teórico. (Shapiro, 2008). Por ejemplo, 50% de suministro de aire teórico significa que se ha
proporcionado la mitad del oxígeno necesario para la combustión de los reactantes. 200% de
suministro de aire teórico significa que se ha proporcionado el doble del oxígeno necesario para
la combustión. Alternativamente se utilizan los nombres de exceso porcentual y deficiencia
porcentual de oxígeno (o aire) para referirse a los conceptos anteriores sólo que estas
cantidades se dan con respecto al 100%. Es decir, un suministro del 150% de aire significará un
exceso porcentual de aire del 50% y un suministro de 80% implicará una deficiencia porcentual
del 20%. En el primer caso, por ejemplo, la reacción del propileno se puede escribir como:
En una reacción real, el exceso o deficiencia de oxígeno, así como diversos factores de
temperatura y presión, ocasionan que existan otros productos de combustión como el monóxido
de carbono. Pero como se mencionó antes, se consideran situaciones ideales en favor de la
claridad de los conceptos.
Otra manera de representar la relación entre el combustible y el aire que se suministra es por
medio de las relaciones o razones aire-combustible y combustible-aire. La primera,
denotada por AC (AF), se define como la cantidad de aire suministrado entre la cantidad de
combustible. La segunda, CA (FA), es el recíproco de la anterior. Estos coeficientes se pueden
dar en base molar o en base masa. Por ejemplo, en el caso de la combustión de propano, el
balance químico indica que son necesarios 23.8 mol de aire (5 mol de O2 y 18.8 mol de N2) por
cada mol de combustible. Por lo tanto, la razón aire-combustible en base molar es:
Una forma más de evaluar el exceso o deficiencia de aire es por medio de la razón de
equivalencia, definida como el cociente entre la razón combustible-aire empleada realmente y
el correspondiente valor estequiométrico. (Wark, 1984). Es decir:
CAreal
𝜙=
CAesteq
Nótese que un valor de menor que la unidad implicará un exceso de oxidante (aire u oxígeno)
y entonces la mezcla se denomina pobre o débil. Si el valor de es mayor que la unidad, el
combustible es el que está en exceso y la mezcla se denomina rica. Esta razón de equivalencia
es mayormente utilizada en análisis de la operación de motores de combustión interna de
ignición por chispa o de turbinas de gas.
Hasta ahora se ha considerado una combustión ideal donde todos los reactantes se
transforman en sus respectivos productos. En particular, el carbono se transforma en CO 2, pero
en una combustión real, existe una combustión incompleta del carbono, formando CO por
medio de la reacción C + ½O2 CO. Esto se debe a que el oxígeno tiene una mayor afinidad
para reaccionar con el hidrógeno que con el carbono, de modo que normalmente, todo el
hidrógeno contenido en los reactantes se transforma en agua. Esto significa que si no hay
suficiente oxígeno para garantizar la combustión completa, es el carbono el que tiene una
reacción incompleta. De hecho, aun cuando se suministre exceso de oxígeno en la mezcla,
generalmente hay CO en los productos de la combustión. Esto puede deberse a un mezclado
incompleto de los reactantes o a un tiempo insuficiente para que la combustión sea completa.
Aunado a esto, el nitrógeno del aire y en el combustible si existiera, reacciona parcialmente con
el oxígeno para formar óxidos de nitrógeno. Si bien es cierto que la cantidad de estos óxidos es
muy pequeña (menos de 2000 partes por millón), son contaminantes del aire
Conservación de la masa
Para ello, se valdrá del principio de conservación de la masa, pero antes se asumirá que en
la combustión no existen reacciones nucleares que modifiquen la cantidad de masa al
transformar los reactantes en los productos. (Shapiro, 2008). Esto ocurre generalmente, a
menos que la combustión sea demasiado violenta o genere temperaturas muy elevadas. En el
caso de que no ocurriera una reacción nuclear, se puede aplicar con toda confianza el principio
antes mencionado. Para ilustrar la aplicación del principio de conservación de la masa, tal como
se analiza el siguiente ejemplo:
Se hace reaccionar gas propano con una deficiencia de aire del 20%. Para determinar la
ecuación de la reacción química se asumirá, como antes, que todo el hidrógeno se convierte en
agua, pero el carbono se transforma tanto en CO como en CO2. La ecuación estequiométrica
para la combustión del propano, como ya se determinó, es:
Con 20% de deficiencia de aire o en otras palabras, con 80% del aire teórico, la reacción se
puede escribir:
O bien, como:
Lo que conduce a que a = 2 y b = 1. Así, la ecuación estequiométrica para este caso es:
Es importante señalar que los valores de a y b cambiarán si se utiliza otro porcentaje del aire
teórico. Por otra parte, esta ecuación no será aplicable al proceso de combustión real porque
puede haber O2 en los productos, además de pequeñas cantidades de otras especies químicas.
No obstante, se puede utilizar esta ecuación como una primera aproximación de lo que debe
producir la reacción en cuestión.
El balance de masa es muy útil para determinar la ecuación estequiométrica de las reacciones
teóricas, pero ¿qué pasa en las reacciones reales? A menudo no se conocen las cantidades de
reactantes, pero si se pueden conocer las cantidades de los productos. Existen varios métodos
e instrumentos para la determinación de estas cantidades, entre ellos están el analizador Orsat,
el cromatógrafo de gas, el analizador infrarrojo y el detector de flama ionizante. El análisis de
los productos de la combustión se puede dar en base seca o base húmeda. En base seca no se
indica el porcentaje de agua en los productos, pero, aunque no se reporte este porcentaje, no
se disminuye la utilidad de tal procedimiento. Por ejemplo, el analizador Orsat, determina la
proporción presente de los productos de la combustión. A partir de dichos datos y utilizando un
balance de masa como el mostrado anteriormente, se pueden determinar las proporciones de
los reactantes. Las proporciones se dan en porcentaje de la cantidad total de productos de
modo que siempre es conveniente hacer el balance tomando 100 mol de productos secos. Con
esto, los porcentajes serán las cantidades molares (o másicas) de los productos. No debe
representar un problema el realizar este tipo de balances si se toman en cuenta estas
observaciones y se emplea el análisis del ejemplo anterior.
Conservación de la energía
los valores presentados en dichas tablas no son valores absolutos y deben tomarse con
reserva.
Recuerda que la energía interna de un sistema está bien definida hasta una constante aditiva,
lo cual significa que se puede tomar cualquier sistema como referencia de valor cero y
especificar los valores de la energía interna con respecto a dicho sistema. Lo mismo ocurre con
la entalpía e incluso con la entropía de los sistemas. En el caso de los sistemas no reactivos,
éste no representa problema alguno, ya que los balances energéticos involucraban diferencias
de energía interna, entropía o entalpía, de modo que las constantes aditivas se anulan al
momento de calcular las diferencias. Esto se podía hacer porque los componentes de la mezcla
permanecían inalterados ―químicamente hablando― en el proceso; así que siempre se tenía
una entalpía (energía interna o entropía) inicial y una final para cada componente. En el caso de
las reacciones químicas, ya se puede realizar el balance como en el caso anterior debido a que
hay especies químicas que dejan de existir y se generan otras nuevas. En estos casos no
siempre hay estados inicial y final. No obstante, aún se puede desarrollar un balance energético
si se calculan adecuadamente las energías internas, entalpías y entropías. Por el momento se
avoca a la entalpía y se dedica un subtema posterior para tratar con la entropía que necesita un
espacio aparte debido su gran importancia teórica.
Para fines prácticos, se le asigna un valor cero de entalpía a las especies químicas estables de
un estado en particular llamado estado de referencia estándar definido para Tref = 298.15 K
(25°C) y pref = 1 atm. El término estable significa que las especies son químicamente estables y
no se transforman (de manera significativa), espontáneamente en otras especies. (Shapiro,
2008). Las especies pueden permanecer así por un periodo de tiempo tan largo como se
necesite. Ten en cuenta que no todas las especies son estables en estado de referencia
estándar y sólo a las que lo son, se les puede asignar el valor cero de entalpía. Por ejemplo, en
las condiciones de dicho estado, el hidrógeno, oxígeno y nitrógeno tienen formas estables en
forma molecular a saber H2, O2 y N2. Por lo tanto, la entalpía de estas especies en el estado de
referencia estándar es cero. Por otro lado, los mismos elementos en su forma atómica (H, O,
N), son inestables en las condiciones de presión y temperatura mencionadas, por lo que su
entalpía será distinta de cero.
Como ejemplo, se considera un reactor (puede ser la cámara de combustión de algún motor)
donde se deposita carbón y oxígeno a Tref y pref, los cuales reaccionan completamente para
formar dióxido de carbono de acuerdo a la ecuación estequiométrica:
𝐶 + 𝑂 → 𝐶𝑂2
donde la entalpía del estado final es debida a los productos y la inicial debida a los reactantes.
Ahora, si la combustión es completa, el número de moles de C es igual al número de moles de
O2 y por lo tanto, el número de moles del producto CO2 también es el mismo. Conservando la
nomenclatura de 𝑛CO2 , el balance queda:
Como los reactantes se encuentran a Tref y pref, la entalpía del carbono y del oxígeno molecular
es cero (recuerda que se elige el cero de entalpía para los compuestos estables en el estado de
referencia estándar). Considerando lo anterior y despejando la entalpía para el CO2 se tendrá:
𝑄
ℎCO2 =
𝑛CO2
Así, la entalpía específica del carbono en el estado de referencia estándar es igual al calor por
mol transferido a los alrededores a través del reactor. Midiendo este calor cuidadosamente se
encuentra que se necesitan -393,520 KJ para formar un mol de dióxido de carbono.
𝑄̇
ℎCO2 =
𝑛̇ CO2
∆𝐻 = 𝐻𝑝𝑟𝑜𝑑. − 𝐻𝑟𝑒𝑎𝑐.
= ∑(𝑛𝑖 ℎ𝑖 )𝑝𝑟𝑜𝑑. − ∑(𝑛𝑗 ℎ𝑗 )𝑟𝑒𝑎𝑐.
𝑖 𝑗
por lo que el balance de energía, después de despreciar los efectos potenciales y cinéticos
además de suponer que no se realiza trabajo, será:
De esta forma resulta más claro que tanto los reactantes, como los productos tienen dos
contribuciones a la entalpía en sus estados correspondientes; la de formación y la de cambio de
estado. En términos matemáticos, la entalpía específica neta de un compuesto a una
temperatura y presión arbitrarias será:
donde h(T, p) y h(Tref, pref) son, la entalpía del compuesto a T y p en base a un estado de
referencia distinto encontrado en las tablas u obtenido por medio de la integración de cpdT, si no
se contará con valores tabulares, y la entalpía del compuesto basado en el mismo estado de
referencia. Al sustituir esta relación en el balance energético de la reacción se obtiene:
𝑄 = ∑ {𝑛𝑖 [ℎ𝑓0 + ℎ(𝑇, 𝑝) − ℎ(𝑇𝑟𝑒𝑓 , 𝑝𝑟𝑒𝑓 )] } − ∑ {𝑛𝑗 [ℎ𝑓0 + ℎ(𝑇, 𝑝) − ℎ(𝑇𝑟𝑒𝑓 , 𝑝𝑟𝑒𝑓 )] }
𝑖 𝑝𝑟𝑜𝑑. 𝑗 𝑟𝑒𝑎𝑐.
𝑖 𝑗
En esta expresión se han despreciado los efectos de las energías, cinética y potencial, y se
supuso que no se realiza trabajo. El valor de Q puede ser positivo o negativo dependiendo de
las especies químicas que reaccionan. Si Q es positivo significa que se suministró calor para
que se realizará la transformación, y se dice que la reacción es endotérmica. Mientras que si Q
es negativo, significa que la transformación liberó calor a los alrededores y se dice que la
reacción es exotémica. (Shapiro, 2008).
Hay un detalle final con respecto a los valores que se toman como referencia. Recuerda que las
tablas de propiedades termodinámicas para los diversos compuestos muestran valores de ℎ𝑓0
para una fase particular de cada sustancia, por lo que cabe la pregunta ¿cuál entalpía de
formación elegir al momento de realizar un análisis energético para un proceso dado? La
respuesta es simple y sólo se debe corregir cuando esto ocurra, considerando que la entalpía
de transformación (hfg) de fase líquida a gaseosa es la diferencia entre las entalpías de
formación del compuesto en sus respectivas fases. Es decir:
También ten en cuenta que las entalpías de formación varían con la presión, pero las
correcciones que se deben realizar debido a la dependencia con la presión son muy pequeñas
y se pueden despreciar.
En la sección anterior se realizó el balance energético de una reacción para una masa de
control y un volumen de control (se te invita a que determines cuál es cuál). En ambos casos se
requirió del conocimiento de las entalpías de formación, así como de la diferencia de entalpía
entre los estados inicial y final para cada especie química. Sin embargo, en muchas situaciones
prácticas no se conocen dichos valores e incluso, no se conoce la composición específica de la
mezcla reactiva. De cualquier modo, sería deseable conocer el calor energético del combustible
en una reacción. Para ello se utilizan dos tipos de instrumentos, el primero de ellos es la bomba
calorimétrica, de volumen constante, que sirve para combustibles líquidos y sólidos; el
segundo es un calorímetro a régimen permanente en el que se prueban combustibles
gaseosos. Dentro de ambos dispositivos se hacen reaccionar completamente los combustibles
con los oxidantes y se mide el calor liberado en el proceso. En el caso de la bomba
calorimétrica, el calor se divide sobre la masa (o número de moles) para obtener la entalpía de
la reacción. En el caso del calorímetro a régimen permanente, el flujo de calor es el que se
divide sobre el flujo de masa, dando de nuevo, la entalpía de la reacción. (Shapiro, 2008). A las
entalpías medidas por medio de estos dos métodos se les conoce como entalpías de reacción,
hR y generalmente se obtiene en el estado de referencia estándar denotándose como ℎ𝑅0 . Si se
aplica un balance de energía al proceso para determinar la entalpía de combustión se tendrá:
𝑄 = ∑ {𝑛𝑖 [ℎ𝑓0 + ℎ(𝑇, 𝑝) − ℎ(𝑇𝑟𝑒𝑓 , 𝑝𝑟𝑒𝑓 )] } − ∑ {𝑛𝑗 [ℎ𝑓0 + ℎ(𝑇, 𝑝) − ℎ(𝑇𝑟𝑒𝑓 , 𝑝𝑟𝑒𝑓 )] } ,
𝑖 𝑝𝑟𝑜𝑑. 𝑗 𝑟𝑒𝑎𝑐.
𝑖 𝑗
Se obtendrá el balance de energía para una reacción a condiciones arbitrarias, dado por:
Esta ecuación sirve para encontrar cantidades de calor o para calcular temperaturas
adiabáticas de flama, mientras se cuente con los valores de la entalpía de reacción de un
proceso específico, en lugar de las entalpías de formación. (Shapiro, 2008).
Por otra parte, al combinar las últimas tres ecuaciones se puede encontrar una expresión para
la entalpía de reacción a cualquier temperatura, dada por:
ℎ𝑅 = ∑ {𝑛𝑖 [ℎ𝑓0 + ℎ(𝑇, 𝑝) − ℎ(𝑇𝑟𝑒𝑓 , 𝑝𝑟𝑒𝑓 )] } − ∑ {𝑛𝑗 [ℎ𝑓0 + ℎ(𝑇, 𝑝) − ℎ(𝑇𝑟𝑒𝑓 , 𝑝𝑟𝑒𝑓 )] }
𝑖 𝑝𝑟𝑜𝑑. 𝑗 𝑟𝑒𝑎𝑐.
𝑖 𝑗
Hay dos tipos de valor calórico, el primero es el valor calórico superior (qH), o bruto, y es el
que se obtiene cuando toda el agua formada por la combustión es líquida. El segundo es el
valor calórico inferior (qL), o neto, que se obtiene cuando toda el agua formada por la
combustión está en fase de vapor. La diferencia entre ambos valores a 25°C es simplemente la
entalpía de evaporación para el agua. Entonces:
𝐾𝐽
𝑞𝐻 − 𝑞𝐿 = 2442.3
𝐾𝑔 𝑐𝑜𝑚𝑏.
Este valor es la entalpía de evaporación dado en términos de masa de agua producida por
unidad de masa de combustible.
Actividades
Al efectuar un proceso de reacción química, sea visto que, si no se realiza trabajo y los efectos
de la energía cinética y potencial son despreciables, se transfiere una cantidad de energía en
forma de calor, el cual puede ser liberado hacia los alrededores o puede servir para incrementar
la temperatura de los propios productos. Recuerden que en los motores de combustión interna
y turbinas, se desea que el aumento de temperatura sea máximo porque de esta manera se
obtendrá el mayor trabajo posible. Por lo tanto, es deseable que en una combustión, no haya
pérdida de calor hacia los alrededores y que todo éste se utilice para elevar la temperatura de
los productos. En el límite en que el proceso ocurre adiabáticamente, se tendrá el máximo
aumento de temperatura. Al respecto, conocer el aumento máximo de temperatura es de gran
interés en la industria y en particular en cohetes o turbinas, ya que en base a esto, se determina
el tipo de material a utilizar y el riesgo que hay de una explosión. A la temperatura máxima se le
conoce como temperatura adiabática de flama o de combustión adiabática (Ta) de la mezcla
reactiva. Es posible determinar dicha temperatura por medio de un balance de energía como los
que ya se han desarrollado en esta unidad. (Rolle, 2005). De acuerdo con estos balances, en
régimen permanente y bajo condiciones adiabáticas, se tiene que:
∑ {𝑛𝑖 [ℎ𝑓0 + ℎ(𝑇, 𝑝) − ℎ(𝑇𝑟𝑒𝑓 , 𝑝𝑟𝑒𝑓 )] } = ∑ {𝑛𝑗 [ℎ𝑓0 + ℎ(𝑇, 𝑝) − ℎ(𝑇𝑟𝑒𝑓 , 𝑝𝑟𝑒𝑓 )] }
𝑖 𝑝𝑟𝑜𝑑. 𝑗 𝑟𝑒𝑎𝑐.
𝑖 𝑗
La máxima temperatura calculada de esta manera generalmente está varios cientos de grados
por encima de la temperatura medida en la reacción real; esto se debe a varias razones pero
las principales son que, raras veces la combustión es completa; es muy difícil aislar
completamente el reactor donde se lleva a cabo la combustión, de modo que siempre habrá
pérdidas de calor; y debido a las altas temperaturas, algunos de los productos de la combustión
se disociarán en otras especies químicas. (Shapiro, 2008). Cabe señalar que por lo regular,
dichas reacciones secundarias son endotérmicas y consumen parte de la energía liberada por
la reacción de interés.
Actividades
En el caso de la entropía, hay una manera de evitar esta arbitrariedad en la elección del estado
de referencia. Experimentalmente se encuentra que la diferencia de entropía para todas las
reacciones que involucran estados líquido y cristalino tiende a cero a medida que se aproxima
al cero absoluto de temperatura. Este dato llevó a postular que la entropía misma tiende a un
valor cero a medida que se aproxima al cero absoluto de temperatura. Y de ahí surge el
enunciado que se conoce como la tercera ley de la termodinámica y es importante, para fines
teóricos y prácticos.
Para los propósitos del curso, se puede enunciar la tercera ley como:
𝑝
𝑠𝑎𝑏𝑠 (𝑇, 𝑝) = 𝑠 0 (𝑇) − 𝑅𝑙𝑛
𝑝𝑟𝑒𝑓
Si ahora, se considera una mezcla de gases ideales se podría aplicar la ley de Gibbs-Dalton, y
la entropía del componente i-ésimo, se debe evaluar a la temperatura T y presión parcial pi. Es
decir, si(T, pi). La presión parcial está dada por pi = yip, donde yi es la fracción molar del
componente i, y p es la presión de la mezcla. Entonces, la ecuación anterior para cada
componente, después de omitir el subíndice que indica absoluto que ya no es necesario por no
generar confusión, se escribe:
𝑝𝑖
𝑠𝑖 (𝑇, 𝑝𝑖 ) = 𝑠𝑖0 (𝑇) − 𝑅𝑙𝑛
𝑝𝑟𝑒𝑓
O bien:
𝑦𝑖 𝑝
𝑠𝑖 (𝑇, 𝑝𝑖 ) = 𝑠𝑖0 (𝑇) − 𝑅𝑙𝑛 ,
𝑝𝑟𝑒𝑓
donde 𝑠𝑖0 (𝑇) es la entropía absoluta del componente i a la temperatura T y presión pref.
La entropía total de la mezcla estará dada por:
Actividades
La energía liberada en una reacción, se puede utilizar por ejemplo para calentar un gas hasta
una temperatura alta, por lo que se convertiría en una fuente de calor para una máquina
térmica. De acuerdo con la segunda ley de la termodinámica, la eficiencia de la máquina no
puede exceder la eficiencia de Carnot. Por lo regular, en las máquinas reales la eficiencia no es
muy alta, ya que es del 40% aproximadamente. Sin embargo, para una reacción química, sería
más importante preguntar ¿cuál sería el trabajo máximo posible obtenido de una reacción
desde un estado inicial hasta un estado final?
Un caso especial de la relación anterior tiene lugar cuando los reactantes y productos se
encuentran en equilibrio térmico con los alrededores a la temperatura T0. En tal caso, los
valores de h(T, p) y s0(T) para cada especie se miden a la misma temperatura T0. Por lo tanto:
ℎ𝑖 − 𝑇0𝑆𝑖 = ℎ𝑖 − 𝑇𝑠𝑖 = 𝑔𝑖
La función gi se denomina energía libre de Gibbs específica. (Shapiro, 2008). Por lo tanto, si
los estados inicial y final son tales que las temperaturas son iguales a T0:
𝑊ú𝑡𝑖𝑙 = ∑ 𝑛𝑖 𝑔𝑖 − ∑ 𝑛𝑗 𝑔𝑗
𝑝𝑟𝑜𝑑 𝑟𝑒𝑎𝑐
La energía libre de Gibbs gi se encuentra de la misma forma que la entalpía hi, es decir:
0 0
𝑊ú𝑡𝑖𝑙 = ∑ 𝑛𝑖 𝑔𝑓,𝑖 − ∑ 𝑛𝑗 𝑔𝑓,𝑗
𝑝𝑟𝑜𝑑 𝑟𝑒𝑎𝑐
Observa que en este caso especial, la única información que se necesita es el valor de la
energía de Gibbs de formación.
con ∆𝑆𝑡𝑜𝑡 el cambio total de entropía de todos los componentes que intervienen en el proceso.
Al realizar algunos cálculos sobre la exergía en algunos sistemas reactivos, suelen necesitarse
realizar operaciones y cálculos muy grandes y complejos, por lo tanto, sería conveniente idear
métodos y dispositivos para que se aproveche este enorme potencial de trabajo. La manera
convencional para lograr esto es efectuando el proceso de combustión adiabáticamente para
utilizar los gases producto, que se encontrarán calientes, como fuente de calor de alguna
máquina térmica. Esto se puede realizar por medio de varios dispositivos como motores de
combustión interna o turbinas. Donde ―como es sabido―, en el proceso se pierde exergía y el
trabajo real de la máquina térmica es una fracción del trabajo útil máximo.
Cabe mencionar que las máquinas reales térmicas rara vez alcanzan eficiencias térmicas
mayores al 50% de modo que el trabajo real sería por mucho del 34.5% (0.69 X 0.50 X 100%)
de la exergía química de los reactantes. (Shapiro, 2008). Resulta claro entonces que las
irreversibilidades asociadas a la combustión adiabática de hidrocarburos provocan una
disminución drástica de la exergía química de los reactantes. Así mismo, la eficiencia de la
máquina térmica y la reacción en su conjunto, tienen dos fuentes de disminución, una debida a
la pérdida de exergía química en la combustión y otra debida a la eficiencia distinta de cero de
la propia máquina térmica.
Sería conveniente desarrollar un proceso de reacción que disminuya las irreversibilidades para
así aumentar la eficiencia del sistema completo. Una manera de lograrlo sería controlando la
reacción para que no ocurra de manera violenta. Es decir, hacer que el proceso de reacción sea
lo más cercano a uno cuasiestático reversible. Las celdas de combustible son dispositivos que
aprovechan este hecho y transforman la energía química de las reacciones que ocurren dentro
de ella, en energía eléctrica que posteriormente se puede transformar en trabajo mecánico u
otro tipo de energía. Cuando la diferencia de potencial entre el ánodo y el cátodo es pequeña,
las reacciones ocurren de manera prácticamente reversible. Así, el trabajo eléctrico se aproxima
mucho a la exergía química de la reacción. Por ejemplo, las primeras celdas de combustible
funcionales utilizaban hidrógeno y oxígeno como combustible y oxidante respectivamente, y se
utilizaron en misiones espaciales tripuladas. Actualmente hay gran interés en desarrollar celdas
de combustible más eficientes y que además, utilicen hidrocarburos gaseosos y aire como
reactantes.
Actividades
Autorreflexiones
Recuerda ingresar a la Planeación del docente en línea, ya que te proporcionará las líneas de
reflexión acerca del aprendizaje de la unidad 4.
Una vez que reflexiones sobre tu aprendizaje debes entregar tu reporte en la herramienta de
Autorreflexiones, recuerda subir tu archivo después de asegurarte que se trate de tu versión
final.
Es importante que entregues sólo un archivo por unidad, para poder obtener e 10% de tu
evaluación final.
Cierre de la unidad
Ahora que has concluido la unidad estás en condiciones de analizar sistemas de mezclas
reactivas para diversos propósitos, ya sea para desarrollar un combustible más adecuado y
limpio para motores de combustión interna o turbinas, o para desarrollar celdas de combustible
que hagan más eficiente el aprovechamiento de la exergía química. Se espera que lo aprendido
en esta asignatura te sea de gran utilidad en el ejercicio de tu profesión y con el tiempo te
conviertas en un técnico o ingeniero muy productivo.
Por haber concluido la unidad y, por lo tanto el curso, te brindamos las más sinceras
felicitaciones. ¡Sigue adelante!
Con el propósito de que conozcas de una manera sencilla cómo es el funcionamiento de una
celda de combustible de hidrógeno y sus aplicaciones, te recomendamos visitar una publicación
de la Academia Mexicana de Ciencias y el Departamento de Química del IPN, en la dirección:
http://www.relaq.mx/RLQ/h2.html, en este portal encontrarás información sobre un vehículo
desarrollado en el CINVESTAV del IPN.
Fuentes de consulta
Básica:
Moran, M. J. y Shapiro, H. N. (2008). Fundamentals of engineering thermodynamics.
6ªed. Inglaterra: John Wiley & Sons.
Complementaria:
Rolle, K. C. (2005). Thermodynamic and heat power. 6ª ed. USA: Pearson Prentice Hall.