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Primera edición
Diseñado por Creador
holacreador.com
Agradezco de corazón a todas las personas que como tú, están pasando
por momentos fuertes o leves de ansiedad, ya que es para todos ustedes a
quien les escribo y son la fuente de mi motivación. Así es que en primer
lugar te agradezco a ti, por tu valentía al vivir lo que estás viviendo y por
tu confianza en adquirir éste libro.
Sé como la oruga
26
Entendiendo a la ansiedad
¿Qué es la ansiedad?
Aclarando un poco las definiciones que lees afuera
30
30
¿Qué es el estrés?
49
51
54
54
55
57
Encuentra tu propósito
60
Revísate médicamente
61
Proceso
64
64
Primer paso
66
66
68
68
69
69
Déjalo venir
70
haz un alto,
74
83
84
El autocuidado es fundamental
86
Aumenta tu autoestima
86
87
Estás a salvo,
91
Modelo ABC - DE
92
93
94
105
106
107
109
110
Tus acciones refuerzan tus creencias
110
111
112
112
113
114
115
116
116
Cuarto paso
121
122
122
Enfrenta tus miedos en dos sentidos
125
126
127
127
Yo merezco
Quinto paso
132
132
133
134
136
Conclusión
Prólogo
Estoy convencida de que las “enfermedades” mentales o los trastornos
emocionales, son consecuencia de un desajuste y desequilibrio interior, el
cual podemos aceptar, asumir y restaurar para transformarlo a nuestro
favor.
No creo que las personas estén predestinadas al sufrimiento ni el cuerpo
a la enfermedad, sino todo lo contrario, creo que estamos destinados a
vivir con plenitud, salud y dicha real.
Por supuesto que creo y estoy convencida de que podemos vivir sin
ansiedad elevada, no creo que se trate de que aprendas a vivir con ella o a
sobrellevarla en tu vida, como un adjunto que arrastras con el pie. No, se
trata de que dejes de verla como algo malo y negativo, y la veas como lo
que realmente es: la mejor oportunidad para abrir tu mente a la realidad,
ser tú mismo y desaprender lo que te impide ser feliz.
Yo sé por experiencia personal que esto es posible, pues yo solía creer que
toda mi vida iba a estar triste o melancólica, que difícilmente dejaría de
ser una persona ansiosa, inclusive, llegue a considerar el suicidarme con
tal de no seguir viviendo con tanto sufrimiento, con miedo a enloquecer o
morir en cualquier momento.
Esto mismo es lo que deseo para ti y por lo que escribí ésta guía, para que
puedas liberarte realmente de lo que te hace sentir aprisionado y sin aire
por respirar, que transformes la ansiedad en libertad y puedas volver a
experimentar lo que es estar vivo, en paz y tranquilo.
¿Por qué “Dale alas a la ansiedad”?
El proceso se llama “Dale alas a la ansiedad” porque cuando tienes
ansiedad, es como si te sintieras una oruga en proceso de convertirse en
mariposa; confundida, arrastrándose por los suelos, con ganas de volar,
pero limitada por algo que te duele, que te pesa, te aprieta y no te deja
salir a respirar.
Es por esto que darle alas a la ansiedad es darte alas a ti mismo, dejando
salir a tu verdadero ser que ha estado escondido dentro de ti, quizás,
porque lo querías proteger de no salir lastimado o porque ya te habías
olvidado de que estaba ahí.
Sé como la oruga
Te invito a que seas como la oruga, que a pesar de que ella creía que su
mundo y su realidad era estar apretada y sin poder moverse, sigue su
instinto y se sumerge en la sabiduría de la naturaleza, y a pesar del dolor
de la transformación, se deja llevar hasta que de repente, se encuentra
volando libre por las montañas.
Será con tus propios recursos, con tu propia esencia y con tu propio poder
personal, con los que saldrás adelante de ésta situación, pero necesitas
confiar que tienes lo necesario dentro de ti y que eres lo suficiente, sí, así
como eres.
Yo tan sólo te guiaré para que descubras eso que existe en tu interior. Las
respuestas son tuyas, quien tomará el camino eres tú, quien en el fondo
sabe lo que necesita para sanar eres tú, quien tiene los ingredientes para
curarse eres tú, yo nada más estoy aquí para proponerte una forma de
revolverlos y crear tu propia receta.
Una vez que escuches ese mensaje y hagas los cambios necesarios en tu
vida, la ansiedad disminuirá hasta desaparecer, y si alguna vez vuelve a ti,
será como una mariposa que se posa sobre tus hombros de manera
pacífica, para volverte a decir que es momento de hacer un alto en tu vida
y transformarte en algún sentido.
Estoy convencida de que en caso de que no fuera tu parte espiritual la que
organizó todo esto, entonces es tu instinto de supervivencia, pues hasta la
más dolorosa de las enfermedades es generada para avisarnos de un
desequilibrio interior, para que repongamos los daños y sigamos
viviendo.
Y si tú lo decides, esta “enfermedad” puede ser la mejor oportunidad para
comprender ciertas cosas que te permitirán vivir mucho más feliz de lo
que imaginabas.
Los tipos de mensajes que nosotros mismos nos hacemos llegar a través
de la ansiedad pueden ser varios, quizás que es momento de recuperar lo
que te apasiona, que necesitas tiempo para ti y cubrir tus necesidades
básicas, tanto físicas como emocionales, o quizás te quiere decir que no
puedes seguir guardando tus emociones y que necesitas aprender a
expresarlas, que necesitas reconocer el poder en tu sensibilidad en lugar
de querer esconderla, o tal vez, te generaste ansiedad para decirte que
necesitas hacer un alto en tu vida y evaluar hacia dónde quieres seguir
caminando.
Pero para poder empezar a calmar cada una de estas capas, es importante
estar dispuesto a sentir lo que sientes, enfrentar lo que está pasando
contigo, verlo de frente, vivirlo y no querer quitarlo. Pues quizás logras
calmar tu capa física con otros medios, pero ésta capa tan sólo está
reflejando lo que las otras están tratando de decir.
En resumen:
Puedes elegir practicar cada una de estas habilidades durante todo un día
y así las vas viviendo en tu interior. Estas son:
• Paciencia
• Apertura
• Constancia
• Valentía
• Autocompasión
• Objetividad
• Auto observación
• Querer ser feliz
Paciencia
Te pido paciencia porque será paso a paso que irás viendo los resultados,
fortaleciéndote para pasar al siguiente cada vez, hasta llegar al último que
es la libertad, pero no puedes llegar a la libertad si previamente no
pasaste por la transformación interior.
Por eso, cada vez que te encuentres desesperado o con prisa, queriendo
ver resultados “a la de ya”, recuerda que necesitas activar la paciencia.
Esto no significa que no te puedas curar en menos de 1 año, claro que sí,
yo lo logré en 3 meses, pero depende mucho de tus recursos personales,
de los estresores reales que existan en tu vida, de tus creencias, de tu
situación familiar, del apoyo que recibas de tu alrededor y de tu
disposición para generar el cambio.
Apertura
Ten apertura también para modificar lo que sea que tengas que
modificar, ya sea tu dieta, tus horarios, tus hábitos o la manera en la que
te relacionas con los demás, y por favor, no creas que porque así
aprendiste a ser o actuar, significa que no puedas cambiar. Tampoco
creas que porque ya intentaste algo y antes no te funcionó, ahora no te
podrá funcionar, y mucho menos creas que porque lo intentas una vez y
no obtuviste el resultado que querías, significa que no avanzaste y que
después no seguirás avanzando.
Constancia
Imagínate, se dice que se necesita practicar la mitad del tiempo que llevas
con un mal hábito para observar un cambio. Por eso insisto en que
realices todos los ejercicios que te voy proponiendo y que seas constante
en ellos.
Valentía
Autocompasión
Objetividad
Otro ejemplo es que si te vas a acostar en la noche pensando “el día fue
horrible”, necesitarás pensar en un momento del día que fue bonito para
ti, y entonces, ya no puedes decir que todo el día fue horrible. O bien, te
puedes preguntar, del 1 al 100, en qué porcentaje fue horrible y en cuál
fue bonito.
Auto observación
Sé que esto puede sonar un poco raro, pues, ¿cómo no habrías de querer
ser feliz? ¿quién no querría ser feliz? Desgraciadamente, hay muchas
personas que sin darse cuenta no creen merecer ser felices, o en el fondo
les gusta sentirse mal por las ganancias que obtienen, o bien, se
obsesionan con las mentiras de la mente aún sabiendo que no son verdad.
Ojalá que sí quieras ser feliz, pues a partir de esto, llevarás la mitad del
camino recorrido.
Hazlo diferente
Así es que vayamos por un poco más de claridad sobre lo que te está
pasando.
Ansiar es querer que algo suceda o que algo deje de suceder, y en este
caso, lo que se ansía es que tu cuerpo deje de sentirse tan extraño y que
no vuelva a sentirse así de extraño. Lo que ansías es sentirte en paz, pero
el simple hecho de ansiarlo es lo que no te permite experimentarla.
La ansiedad tampoco es algo con lo que tienes que lidiar toda tu vida en el
sentido de que “estarás enfermo por siempre”, puedes restablecer tu
equilibrio y llevar una vida “normal” aunque claro, no la vida normal de
estar explotando a tu cuerpo y en ambientes estresantes, sino una vida
normal equilibrada donde cubres tus necesidades físicas y emocionales.
• tensión física
• tensión mental
• tensión emocional
Así es que como verás, para poder entender a la ansiedad hay que
entender cómo funciona el estrés, pues eso es lo que realmente empezó a
generar las sensaciones extrañas en tu cuerpo ante las cuales te asustaste
y ahora tienes ansiedad por quitarlas o que no vuelvan a aparecer.
Todo esto hace que vivas acumulando la tensión, como te decía a nivel
físico, emocional y mental.
Veamos ahora cómo es que se generan éstas tensiones. Has de saber que
tu cuerpo no está por separado, no tienes por un lado tu cuerpo, por otro
tus emociones y por otro tu mente. En realidad todo está interconectado,
lo que sucede en un área sucede en la otra.
Por otro lado, tus emociones se expresan de manera física, por lo que la
mayoría de tus síntomas físicos o son producto de 2 factores princiaples:
de una mala posición o por apretar realmente alguna parte por mero
estrés
por experimentar emociones que en su momento no identificas ni
canalizas
Tensión física:
permanecer en una misma posicion por mucho tiempo
al querer protegerte de no salir lastimado aprietas el pecho
¿Qué es el estrés?
Tenemos mal entendido que el estrés es nuestro enemigo, que debemos
de vivir sin estrés y que debemos emprender batallas campales contra él.
Pero en realidad el estrés es bueno y positivo, nos permite movernos,
avanzar, alcanzar nuestras metas y despertarnos por la mañana. El
problema aparece cuando no sabemos usar ni canalizar este estrés, y
cuando lo generamos por razones que no son justificables. Es entonces
que vivimos con demasiado estrés, y este se acumula y se convierte en
ansiedad.
Todo esto lo hace tu cuerpo, para poder atacar a la amenaza que tienes
enfrente o salir corriendo de ella.
Estas acciones las logra a través del sistema nervioso central que se
encuentra en tu cerebro, el cual le manda a su sistema nervioso periférico
y autónomo la señal de que se activen para sobrevivir. El sistema nervioso
autónomo es el que está dividido en dos partes: el sistema nervioso
simpático, que es el encargado de activar al cuerpo en todas éstas
increíbles funciones de alerta, y el sistema nervioso parasimpático que se
encarga de relajar y reponer la energía una vez que el peligro pasó.
Por eso es lógico que después de vivir tanto tiempo sintiéndote en peligro,
activando tu cuerpo hacia amenazas, las cuales puede ser que ni si quiera
atenten contra tu vida, es que tu cuerpo empieza a manifestar tantos
síntomas tan extraños y temerosos. Pero si no fuera por el estrés, no
habríamos llegado hasta donde estamos ahora y no podríamos movernos
para actuar cuando sí lo necesitamos.
Cualquier cosa hoy en día puede ser percibido como un peligro o amenaza
para tu bienestar, casi, de la misma magnitud que si tuvieras un león
frente a ti. Tus peligros dependerán del tipo de creencias que tengas en
tu mente, las cuales generan esos requisitos (no necesarios) de lo que
crees necesitar para alcanzar tu bienestar o sobrevivir.
Y así nos la podemos vivir todo el día en alerta, con el sistema simpático
dando lo mejor de sí, usando los recursos internos, acumulando la
adrenalina generada, con el cuerpo preparado para atacar o huir, pero eso
sí, sentados frente a una computadora o acostados aburridos en nuestras
camas.
Más adelante, debiste haber cubierto esta necesidad al ver que tus papás
eran capaces de protegerte de los peligros y que estaban presentes y
atentos a ti para que pudieras interiorizar ese sentido de seguridad y
convertirte después en tu propia fuente de protección.
Entonces, ¿cuál sería un peligro real? algo que tienes enfrente en éste
momento y que atenta contra tu vida ahora, algo que en el momento te
activa para poder enfrentarlo y sobrevivir. ¿Cuál es el peligro irreal? El
que solamente existe en tus pensamientos y en el futuro, el que a pesar de
las pruebas de la realidad que lo desmienten, insiste en asustarte, el que
se alimenta de la imaginación y de la obsesión.
Así es que como verás, todo esto puede ser un poco complejo, y es por
esto que necesitamos ir paso a paso desenredando la telaraña, pero no te
pongas ansioso, yo te iré guiando y verás que sí existe la luz al final de las
sombras.
Para reforzar lo hasta aquí visto, te pido que leas el post de La ansiedad es
un llamado a tu evolución.
¿Cuál es la parte positiva?
La parte positiva dentro de todo esto, es que además de dolor y enojo
dentro, también tienes una capacidad impresionante de amar. Existe
dentro de ti mucha luz que has querido proteger, así como una alta
sensibilidad que quizás ni te acuerdas que existe, pero créeme, ahí está.
Además, como aprendiste a irte a tu mente, es casi seguro que seas una
persona muy inteligente, con una gran capacidad de razonar y cuestionar.
Así es que vamos a utilizar todas esas habilidades y cualidades que tienes
para ordenar lo desordenado y llevar luz hasta los rincones más oscuros.
Y es por esto que sientes todos los síntomas tan extraños en tu cuerpo,
pues te está queriendo avisar que lo has tenido en alerta demasiado
tiempo, que necesita liberar toda esa energía acumulada (pues no has
estado por la calle corriendo y atacando) y que necesita descansar.
Esa energía que no has liberado, se acumula alterando las señales que
manda tu sistema nervioso central a tu sistema nervioso autónomo, que
literalmente es como un sistema de cableado interior que regula las
funciones de tu cuerpo.
Es por eso que sientes síntomas tan extraños que parecen asustarte,
porque las señales están alteradas además de desgastadas, para esto, es la
importancia de tomar vitamina B, ácidos grasos, hacer ejercicio, aprender
a relajarnos y mejorar nuestra alimentación.
Así es que un punto muy importante que te voy a pedir, es que dejes de
ver a tu inocente cuerpo como el enemigo, que dejes de querer dominarlo
o sedarlo, y que mejor te dediques a escucharlo y cuidarlo, pues si alguien
sabe lo que está haciendo en ésta historia de la ansiedad, es él.
Personalidad
Comportamientos
Creencias
Estilos de pensamiento
Circunstanciales
Físicos
Recuerda que sea cual sea tu causa o tu disparador, en éste proceso los
trabajaremos de forma integral, sin embargo, si ya identificaste que tu
causa es algo en específico, te recomiendo que busques apoyo con algún
terapeuta de tu ciudad para que te ayude a sanar éstas experiencias de
una forma más directa.
• Ansiedad generalizada
• Ataque de pánico con o sin agorafobia
• Fobias (específica y social)
• Hipocondría
• Estrés postraumático
• Obsesivo Compulsivo
Ésta subida se puede dar en diferentes tiempos, y la evolución del
trastorno dependerá de cada persona. Por ejemplo el trastorno por estrés
postraumático se da muy rápido después de experimentar algo realmente
estresante que no pudiste canalizar. Mientras que la evolución del
trastorno obsesivo compulsivo quizás pueda tardarse años, o el ataque de
pánico se de en un par de meses.
Sea cual sea el diagnóstico que te han impuesto o autoimpuesto, ésta guía
pretende ayudarte con la ansiedad en términos generales. Te recomiendo
que te olvides por un momento de tu diagnóstico y simplemente te veas a
ti mismo como alguien que por ser demasiado sensible, apegado a sus
pensamientos y descuidado con su cuerpo, ha generado ansiedad como
un aviso de que es momento de hacer un alto y rectificar el camino.
Quizás ya habrás leído en el blog mi insistencia con éste tema, aún así es
importante que te aclare la definición de la palabra trastorno, la cual es a
la que yo me remito. Tras=detrás, torno= giro, o sea, girar hacia tras, o
sea, dirigirte al lado contrario de lo natural, o sea, que vienes en sentido
contrario al que en realidad quieres ir.
Trastorno significa que llevas mucho tiempo haciendo algo que te está
haciendo daño, y que es momento de hacer un alto y cambiar de
dirección, aunque ésta sea para el lado contrario al que venías. Hay una
frase que dice “ya encontré el sentido de la vida, es para el otro lado”.
Para leer más sobre esto lee el post de “Qué es el trastorno de ansiedad
generalizada”.
5 = muchísimo
4 = mucho
3 = mas o menos
2 = poco
1 = nada
Avisos Cognitivos
1. Pensamientos obsesivos
2. Pensar en el futuro
3. Pensamientos agresivos
Avisos Emocionales
4. Angustia
5. Nerviosismo
6. Miedo o susto
7. Irritabilidad
8. Vacío
9. Aprehensión
10. Intolerancia o desesperación
Avisos Conductuales
Avisos Físicos
Miedos
28. Enloquecer
29. Morir
30. Perder el control
31. Desmayarte o desfallecer
32. Enfermar
33. Hacer el ridículo
34. Estar sólo
35. Salir a la calle
36. Rechazo o crítica social
Otros avisos
Ansiedad extrema
Si te encuentras aquí, necesitas saber que sólo tienes un camino hacia
dónde avanzar: hacia abajo. O sea, tienes todas las posibilidades de
disminuir la ansiedad que presentas, no tienes por qué vivir así.
Seguramente la calidad de tu vida ha disminuido, te sientes perdido y
sofocado, con ganas de salir corriendo y desaparecer. Pues bien, te
recomiendo que realices el trabajo y actives la paciencia dentro de ti para
observar los resultados.
Ansiedad intensa
Quizás no estás al borde del precipicio pero así te sientes, esto significa
que ya llevas mucho tiempo aguantando la ansiedad en tu interior y que
ahora está saliendo con tanto malestar para que hagas ese alto que bien
sabes que necesitas hacer en tu vida. Te recomiendo que empieces a
trabajar pronto, para que no siga subiendo, y que descubras qué te está
generando ésta ansiedad en tu vida para que lo enfrentes de inmediato.
Ansiedad elevada
Si bien la ansiedad que sientes no te impide llevar tu vida, seguramente es
algo molesto que no te permite disfrutar de ella. Por eso sí es importante
que empieces a trabajar en ti para descubrir qué es lo que te viene
molestando, y que aprendas a manejar el estrés interior para que no se
aumenten los niveles del mismo.
Ansiedad moderada
Quizás estás pasando por un momento de muchas tensiones en tu vida o
por una crisis emocional, puedes aprovechar éste momento para
modificar ciertos patrones de conducta y pensamiento que te estén
generando el malestar, y aprender a canalizar tus emociones para que no
se conviertan en síntomas físicos que te impidan llevar tu vida con
tranquilidad.
Poca o nada
Te recomiendo que tengas un registro de las cosas que estás haciendo
para sentirte bien, y que las tengas presente para que sigas haciéndolas y
te mantengas en éste estado óptimo de salud.
El punto es que los síntomas nos ayudan a ver qué tanta ansiedad traes
dentro, son el aviso que nos da nuestro cuerpo de que necesita de nuestra
atención, más no es a lo que debes atender, ya que son la punta del
iceberg. Claro que al inicio trabajaremos en que esos síntomas
disminuyan y sepas qué hacer cuando llegan, pero por favor, disminuye la
atención que les pones, para que se la puedas poner a lo demás.
Digamos que con estos tres fenómenos, estamos viendo por nuestro
propio bienestar, y lejos de preocuparnos, hemos de empezar a hacer por
nosotros mismos lo que estas estrategias están buscando: descansar,
reponer energía, contactar con nosotros mismos.
Quizás nada más necesitas de una guía que te de claridad de los pasos a
seguir para recuperar tu camino, pero la decisión de caminar siempre te
corresponderá a ti, los pies que recorrerán el camino siempre serán los
tuyos, y si me lo permites, yo feliz de caminar a tu lado en ese recorrido
por el que algún día pasé.
Digamos que estas ganancias o ventajas son las que hacen que sigas
teniendo ansiedad a pesar de que has intentado varias cosas, o quizás son
por las que en un inicio empezaste a manifestarla en tu vida.
Una vez que reconozcas éstas ventajas, necesitas ver de qué otras formas
vas a cubrirlas o alcanzarlas, para que dejes de recurrir a la ansiedad para
obtenerlas. Normalmente las ventajas son necesidades emocionales de tu
niño interior que están siendo indirectamente cubiertas gracias a la
ansiedad.
Para saber si estás listo para curarte de la ansiedad, éstas ventajas deben
de ser menos que las desventajas, de ésta forma podemos ver que estás
listo para dejar de sentir ansiedad.
Por ejemplo:
Ventajas
Total: 52
Desventajas:
Total: 54
A partir de éste ejemplo, ésta persona a penas está lista para dejar la
ansiedad, pues hay muy poca diferencia en los totales. Sin embargo, si
está lista. Ahora, quizás te preguntas cómo puede cubrir por ella misma
las ventajas que recibe.
Encuentra tu propósito
¿Para qué quieres vivir? yo sé que ésta pregunta puede ser tan existencial
que te genere ansiedad, quizás es ésta pregunta la que la ansiedad te está
pidiendo que respondas y la clave para sanarte. Si todavía no sabes cuál
es tu propósito de vivir, tan sólo te pido que te abras a descubrirlo
durante tu proceso de sanación.
Por ejemplo:
Si tienes otros propósitos en la vida, por los que quieres luchar para salir
adelante de la ansiedad, también anótalos y tenlos presente.
Revísate médicamente
Otro punto importante antes de iniciar el proceso es que te revises
médicamente. Normalmente la ansiedad, por sus síntomas, nos hace
creer equivocadamente que tenemos alguna enfermedad grave, no es a
ésta enfermedad a la que me refiero cuando digo que necesitas revisarte
medicamente.
Acude a una consulta con un médico general, para que te mande hacer
estudios de química sanguínea y de balance hormonal, éste último sobre
todo si eres mujer.
Eso es lo que te pido en este primer paso, que estés dispuesto a darte un
tiempo para ti para empezar a hacer las cosas de manera diferente, para
que observes dónde estás parado, qué hay a tu alrededor, qué es lo que
está pasando y puedas entonces sí, dar un paso hacia delante corrigiendo
tu rumbo hacia donde sí quieres ir.
La tensión interior se genera cuando dos partes se oponen entre ellas, por
lo que cuando una de esas partes haga la paz y renuncie a la lucha, la
tensión empezará a bajar. Y esa parte necesitas ser tu, ya que tu cuerpo
tan sólo está haciendo lo mejor que puede. Es lógico que te resistas a la
ansiedad y lo que sientes, pues la percibes como una amenaza contra tu
bienestar, pero como bien dijo Carl Rogers “a lo que te resistes persiste”.
O sea que tu crees que al resistirte a la ansiedad estás haciendo algo por
eliminarla, pero en realidad la estás aumentando. De la misma forma,
olvídate de querer aprender a controlar, eliminar o dominar a la
ansiedad, pues estarás haciendo lo mismo que te la generó. Cada vez que
pienses “necesito controlar esto, necesito eliminar la ansiedad, necesito
erradicarla y dominarla”, cambia tu pensamiento por “necesito aceptar lo
que siento, quiero aceptar lo que siento, acepto lo que siento”.
El seguir con lo que estás haciendo funciona una vez que hiciste el alto,
aceptaste lo que sentiste y canalizaste la energía al exterior, pero sin
hacer esto, tan sólo estás dejando de poner atención a algo que la
requiere.
Tengo la teoría de que si aceptas los primeros síntomas que tienes, éstos
no tienen que evolucionar en un ataque de pánico. Normalmente lo que
sucede es que empiezas con un pequeño síntoma que tu interpretas como
peligroso y como señal de que “está por empezar el ataque”, al hacer esto,
te pones más nervioso, intensificas tu atención a los síntomas
desagradables y de cierta forma te generas el ataque.
Por ejemplo, yo pensaba que cuando empezaba con el pulso acelerado era
señal de que me iba a poner mal, entonces me tomaba el pulso y
empezaba a buscar otras señales para asegurarme de que el ataque de
pánico no se intensificara, pero lo único que lograba con esto, era
generarlo. Entonces, lo que aprendí a hacer fue a tomar al pulso
acelerado como pulso acelerado, sentirlo y dejarlo fluir, sin relacionarlo
con que iba a generar otros síntomas, pues en ese momento, ya me estaba
adelantando al futuro, y recuerda que la ansiedad es generada por vivir
con la mente en el futuro.
Sé que esto es fácil de decir y no tan fácil de poner en práctica, pero aún
así necesitas empezar a hacerlo. A estas alturas seguramente ya te diste
cuenta que por más que pienses algunas cosas horribles o que sientas
otras aún peor, sigues aquí y no has cometido ninguna locura ni te has
muerto.
Necesitas remitirte a los hechos y ver que lo que sientes son sólo eso:
pensamientos, sensaciones y emociones fugaces, que llegan y se van, pero
dependerá de tu actitud, qué tanto tiempo se quedan.
Déjalo venir
Y dejé venir todas las sensaciones sin ponerles un límite o freno, sin
pensar, simplemente me llené de temblor, de llanto y si, de miedo
también. Pero hubo un momento en el que toda esa explosión de energía
cesó y entendí realmente que no me iba a matar.
Ese fue el último ataque de pánico que sentí, pues dejé de tenerle miedo.
Así es que esto es lo que más te recomiendo, que te dejes sentir e invadir
por las sensaciones, pues sólo así podrás descubrir la verdad y dejar de
creer en mentiras, ya que la realidad es que el ataque de pánico no te
matará ni volverá loco, tampoco te hará perder el control, pero por más
que yo u otros psicólogos te lo digan…no lo creerás, lo tienes que
comprobar por ti mismo.
Reflexión del Paso 1
Para concluir el primer paso, te recomiendo que hagas una reflexión
sobre las siguientes preguntas:
• Alerta y relajación
• Pasado, presente, futuro
• Ignorancia, atención, obsesión
• Sueño y vigilia
• Actividad (ejercicio, trabajo, esfuerzo) y descanso
• Dar y recibir
• Cargar energía y liberar energía (alimento, arte, naturaleza)
• Sentir y expresar
• Pensar, sentir y actuar
• Autocuidado y cuidado de los demás
• Superyó, yo, ello
• Vida terrestre y espiritual
Alerta y relajación
El estar en alerta no necesariamente es algo malo, como ya te lo platiqué
antes, es lo que nos permite sobrevivir, pero, no podemos estar en alerta
todo el tiempo, así como tampoco podemos estar en relajación todo el
tiempo. Sin embargo, si creo que hay diferentes grados de alerta y
diferentes grados de relajación.
Es probable que te pongas alerta cada vez que salgas a la calle por miedo
a que te pase algo, o en tu relación de pareja por miedo a ser lastimado, o
frente a tus papas por miedo a ser defraudado de nuevo, o simplemente
frente a la vida por miedo a sufrir. Pero ¿qué crees? el estar alerta no te
protege ni resuelve lo que temes, tan sólo te genera ansiedad.
Si ahora tú crees que la vida no merece ser vivida, que todo es tristeza y
decepción, que no existe la bondad a tu alrededor, o cosas por el estilo,
claramente estás en la obsesión y viviendo en una realidad mentirosa.
Sueño y vigilia
El cuerpo necesita del sueño para reponer la energía gastada durante el
día, y aunque el cerebro sigue funcionando, lo hace activando otro tipo de
ondas, las cuales permiten que tengas una buena memoria, concentración
y lucidez durante el día. Cuando pierdes el equilibrio en ésta área, te
darás cuenta que en el día estás más somnoliento, que te cuesta trabajo
concentrarte y pensar claro, quizás hasta tengas momentos en los que ves
sombras pasar o sientas que alucinas movimientos o sonidos.
Actividad y descanso
El descanso es diferente al sueño. Con descanso me refiero a cambiar de
actividad. Por ejemplo, si tu actividad es trabajar, descanso es salir a
pasear, o si tu actividad es el paseo, tu descanso será ponerte a trabajar.
Aquí lo importante es que de cada actividad necesitamos un descanso,
inclusive si disfrutas de esa actividad.
No es que la actividad sea mala en sí, sino que todos podemos entrar en
un “burnout” cuando solo hacemos una misma cosa por mucho tiempo,
ya que ahí es donde depositas tu atención y concentración y ésta se puede
desgastar.
Dar y recibir
Es muy común que las personas que tienden a la ansiedad han generado
cierto grado, o mucho, de codependencia. Esto es, que tus relaciones se
basan en la dependencia emocional, lo cual te hace sentir que es tu
responsabilidad cubrir las necesidades de la otra persona y hacer todo lo
posible porque esté bien. Una cosa es dar por amor, y otra cosa es dar
por miedo.
Cuando das por miedo, lo haces desde el estómago, y cuando das por
amor lo haces desde el corazón. Muchas veces al dar por miedo, generas
una incapacidad para decir que “no”, pues sientes que no tienes el
derecho de hacerlo, y entonces dices que sí a todos, menos a ti mismo.
Por eso es importante que empieces a cambiar éste hábito de hacer a los
otros tu prioridad y olvidarte de ti mismo, pues esto genera que descuides
tus necesidades, acumules enojos y generes ansiedad.
Sentir y expresar
Este es un equilibrio que perdemos muy fácil en la vida. Date cuenta
como la mayor parte del día, si es que no su totalidad, estás sintiendo, ya
sea que sientes paz o que sientes inquietud, pero estás sintiendo, y
casualmente, es de lo que menos hablamos y lo que menos expresamos.
Por favor revisa el post de ¿Te sientes desconectado de los demás?. Pues
necesitarás volver a abrirte a los demás y dejar de cerrar tu corazón,
sabiendo que nadie tiene el poder de lastimarte más que tu mismo y
dejando de esperar que todos te entiendan a la perfección. ¿Cómo van a
entenderte si al guardar todo lo que sientes esto se hace más intenso? Es
por eso que entre “ansiosos” nos entendemos mejor, pues somos un
bonche de intensos apasionados dramáticos que necesitamos dolor en
nuestra vida para sentir que vivimos.
Necesitas alimentar, nutrir y cuidar tanto tu cuerpo como todas las demás
áreas de tu ser, y de ésta forma ninguna de ellas llegará a avisarte que
necesita de tu atención.
Tampoco creo que la espiritualidad sea por una necesidad del ser humano
por darle explicación a lo que no lo tiene, sino que en realidad, como
seres humanos, somos algo más que un cuerpo con cerebro, y la vida es
algo que más que una secuencia de sucesos. Entiéndase vida espiritual en
ésta guía como el ver los sucesos desde una perspectiva más alta o mayor,
encontrar sentido y propósito a la existencia, descubrir la sincronicidad
de los sucesos y dejar de verlos como aleatorios, entender que todo lo que
sucede tiene un propósito, simplemente si así lo decidimos, y sobre todo,
que somos creadores de nuestra propia experiencia.
He observado que a las personas con ansiedad les puede llegar a agobiar
la vida terrestre, mientras que al mismo tiempo pueden experimentar un
“sin sentido” espiritual, aunque antes se hubieran considerado muy
espirituales o religiosos. Este “sin sentido” llega porque los síntomas de
la ansiedad elevada, como la despersonalización o irrealización,
literalmente nos separan de la experiencia, para protegernos del dolor, y
entonces la experiencia parece tan mundana y ácida que entonces sí, nos
sentimos meramente cables que responden a la ley de causa y efecto, nos
podemos sentir sin influencia sobre nuestra experiencia, y que los seres
humanos somos despreciables y la realidad que hemos creado también.
Y creo que esto nos sucede precisamente para que revaluemos el sentido
de nuestras vidas, la manera en la que vivimos la espiritualidad y nuestra
vida terrestre. Para que tengamos los pies en la tierra pero la mirada
puesta en el cielo, para que nos sintamos capaces de sobrevivir en ésta
jungla de cemento como muchos dicen, pero sin convertirnos en zombies
que caminan guiados solamente por sus instintos.
TIP: cada vez que veas un árbol que te llame la atención, ve y abrázalo. Siente
su solidez, su fuerza y su estabilidad de estar conectado al suelo, conecta con
esa estabilidad tú mismo, aprópiate de ella, y de paso, escucha si el árbol te
quiere compartir algo de su infinita sabiduría.
TIP: Abre tu memoria y haz una lista de todo lo que sí recibiste de niño, lo más
objetivo que puedas, e intenta sanar a tu niño interno recordándole el amor
que sí recibió.
El autocuidado es fundamental
Por favor no dejes pasar más tiempo y éste mismo día o semana ocúpate
de lo que has venido aplazando que represente autocuidado para ti,
quizás es ir al dentista, cortarte el cabello, ponerte una mascarilla o
hacerte los análisis, lo que sea importante para ti.
Aumenta tu autoestima
¿Qué límites necesito poner a los demás para cuidarme más a mi mismo?
Para lograr con éxito éste paso es sumamente importante que te atrevas a
considerar que puedes estar equivocado, y que te abras a nuevas
posibilidades, aceptando que si hoy te sientes mal no es porque estés
enfermo o tengas algún defecto, sino porque no has aprendido a
interpretar la realidad de manera correcta, y por favor, no te culpes, muy
pocos de nosotros lo hacemos, nuestras familias y la sociedad en general
tienen una manera de pensar un tanto peculiar que nos hace daño.
Por otro lado, si en algún momento tu vida fue fuente de tensión o estrés
directo en su momento presente, seguramente aprendiste a fugarte al
futuro o al pasado, negando o evitando la realidad para dejar de sufrir.
Así es que otra forma de pensar mentiras es cuando nos vamos al pasado
o al futuro, normalmente si nos vamos al pasado tendemos a la depresión
recordando las partes negativas, y si nos vamos al futuro tendemos a la
ansiedad, imaginando los peores escenarios. Por esto mismo en éste
paso aprenderás un poco más sobre cómo vivir en el presente.
Modelo ABC - DE
El modelo ABC fue creado por Albert Ellis, uno de mis psicólogos
maestros favoritos, quien esquematizó una realidad: los acontecimientos
(A) son interpretados a través de nuestros pensamientos (B) (belief en
inglés) y a partir de ésta interpretación son nuestras consecuencias (C) a
nivel emocional, físico y conductual.
Para la recuperación lo que hay que hacer es debatir (D) con los
pensamientos utilizando métodos como el diálogo socrático, la
investigación o la búsqueda de pruebas en la realidad, para generar un
efecto (E) diferente la próxima vez que nos topamos con esos
acontecimientos, modificando con esto nuestra filosofía de vida, de tal
forma que nos provee de bienestar en lugar de sufrimiento emocional.
Por eso insisto tanto que te vuelvas como un científico y que antes de dar
por hecho las creencias que tienes sobre cómo funcionas tu, los demás o
la realidad, realices la investigación correspondiente.
Por ejemplo:
(A) empiezas a sentir un hormigueo
(B) piensas “¿qué me está pasando? Esto no es normal”
(C) sientes miedo, aumentas tu atención al hormigueo, tensas el cuerpo
(B) vuelves a pensar “seguro algo malo sí me está pasando” (porque te
sentiste mal de pensar lo primero).
(C) aumenta tu ritmo cardíaco, empiezas a sudar, te obsesionas más con
esto
TIP: para terminar con éste círculo vicioso practica el responder en lugar de
reaccionar. Esta es una habilidad de la meditación y consiste en observar lo
que estás sintiendo y elegir la respuesta, en lugar de seguirte como coche en
automático hacia la reacción. Elige que tu respuesta sea observar y dejar pasar
el síntoma o el pensamiento.
Generalización excesiva
Esta es otra habilidad que tenemos las personas ansiosas que nos
creemos brujos, la de adivinar el futuro. En lo personal no creo que
tengamos la capacidad de adivinar el futuro, más si tenemos el poder de
crearlo a través de nuestras visualizaciones positivas, como con el poder
de las conductas autoconfirmatorias que verás más adelante.
Magnificación
Quizás acabas de tener una crisis de ansiedad, la cual fue muy parecida a
las demás e inclusive en menor intensidad, pero al terminar tu lo vivirás
como si hubiera sido la peor de todas. Esto se debe a que magnificas las
experiencias en base a tus emociones y a tus filtros mentales. Así es que
para dejar de magnificar será importante que empieces a evaluar con
números, del 1 al 10, la mayoría de las situaciones dramáticas que
experimentas, para ver si realmente fueron tan dolorosas como las estás
viendo.
Recuerdo que durante el embarazo tuve un día en el que casi me desmayo
mientras esperaba que me dieran comida para llevar en una fondita,
estaba en medio de una señora que parecía hecha de azúcar por su
ternura, y de un señor alto y fornido con cara de “yo protejo a todos”,
además, frente a mi estaba Socorrito, la dueña de la fondita a la cual
conozco desde hace mucho. Por un momento el calor de las hoyas me
invadió, dejé de sentir mis piernas y la vista se me nubló, agarré del brazo
a la señora de mi derecha y lo único que le dije es “estoy embarazada, me
desmayo” (se me veía poco la pancita).
Minimización
Entonces date cuenta cuando minimizas lo positivo, así como los avisos
de tu cuerpo o los sucesos en tu vida. Y aquí, si tiendes a magnificar, no
te vayas a ir a ese extremo, simplemente dale el valor que tiene cada cosa
por lo que es y ponle la atención que se merece, tanto lo positivo, como lo
negativo.
Deberías
Los deberías, qué gran tema. Por mucho tiempo nuestra sociedad se ha
regido por “el deber ser”, y metafísicamente hablando se sabe que fue una
era necesaria por la que nuestros padres o abuelos tuvieron que pasar
para generar lo que hoy ha estado dando frutos, sin embargo, las nuevas
generaciones, y algunos más despiertos de las pasadas, no toleran vivir
bajo los “deberías” y con mucha razón, pues en la vida no se debe, se elije
y se quiere.
Recuerda que aquello que elijas hacer, ha de ser por amor y no por miedo,
y cuando actúas en base a los “deberías” estás actuando por miedo, pues
significa que de no hacerlo, recibirías algún especie de castigo. Es por eso
que cuando sentimos que no cumplimos con nuestro deber como hijos,
pareja, padres, empleados, ciudadanos o hijos de Dios, nos sentimos
culpables.
Así es que en verdad, de todo corazón, olvídate de los deberías que tienes
autoimpuestos o que sientes que otras personas te imponen, tu no debes
de nada (y aquí si me permito decir nada), aunque en realidad, sí hay una
excepción, tu no debes de nada, más que de ser feliz.
Olvídate de los deberías, y verás que serás mucho más feliz de lo que
imaginabas, y eso no significa que te vuelvas rebelde ni nada por el estilo,
significa que serás libre.
Poner etiquetas
• Definición: Dar por hecho que uno mismo o los demás son de cierta
forma a partir de su comportamiento
• Ejemplo: Soy un incompetente, eres un malagradecido
• Cómo debatirlo: Hablar del comportamiento, del presente y no de
la forma de ser
Las etiquetas también nos llenan de presión, pero sobre todo, nos limitan
nuestra expresión libre y espontánea. Estamos acostumbrados como
seres humanos a delimitar las cosas para poder entenderlas y predecir sus
respuestas, para sentirnos a salvo de que entendemos que “así es”. Y lo
mismo hacemos con nosotros y con los demás.
Algunas etiquetas que no nos permiten sanar de la ansiedad son las de “es
que soy…complicado, aprehensivo, controlador, ansioso, depresivo,
oscuro, dramático, insaciable, inseguro, miedoso”.
Y una cosa es que has aprendido a actuar de esa forma, y otra cosa es que
así seas. Realmente no creo que puedas ser ninguna de estas u otras
etiquetas negativas, pues en su mayoría son comportamientos que
aprendiste a hacer para protegerte, y los has confundido con tu esencia.
En esencia tan sólo somos amor, alegría, curiosidad quizás… pero la
mayoría de lo que creemos que somos, lo aprendimos a ser, y por lo
mismo, lo podemos desaprender.
Por otro lado, poner etiquetas a los demás también nos puede generar
mucho malestar, confundimos sus comportamientos con su esencia y con
su verdadero ser, y los juzgamos de antemano y los limitamos a ser
diferentes, y cuando lo son, lo sesgamos con nuestro sesgo de atención y
seguimos confirmando que es como creemos o más bien, como queremos
que sea.
Así es que separa comportamientos del ser, tanto tuyos como los de los
demás, y atrévete a mirarte a ti y a los demás como si fuera la primera vez
que abres los ojos a este mundo.
Sé que este tema es difícil, pues quizás puedas pensar “pero ¿qué hay de
un asesino? Sería 100% responsable de su acto”, pero, yo te diría que esa
responsabilidad es compartida con el gobierno, con la sociedad y con su
familia, ya que el que exista una persona con tal déficit en su
personalidad, significa que viene acarreando situaciones genéticas y
sociales de las cuales no podríamos llevar una cuenta, y no sabría qué tan
consciente fue de la decisión que tomó en su momento como para decir
que fue nada más su culpa.
Sin embargo, las decisiones que tomamos sobre nosotros mismos, si me
atrevo a decir que son exclusivamente nuestra responsabilidad, pero no
porque algo salga mal, significa que tenemos que culparnos.
Razonamiento emocional
Por ejemplo, pensar que porque te sientes mal, algo malo va a pasar, ahí
estás adivinando el futuro y razonando emocionalmente, otra es que
porque cuando estuviste con una persona te sentiste mal, esa persona te
genera malestar y debes evitarla. Estoy de acuerdo que hay personas que
te pueden activar malestar, pero será a partir de tus interpretaciones y
estilo de afrontamiento poco asertivo, y no la persona en sí.
Inferencias arbitrarias
Por ejemplo, pensar que nunca te vas a sanar porque eres de tez blanca,
sería algo totalmente irracional, pero tu lo infieres así porque… se te
ocurrió. O que si sales y ves una flor amarilla te sentirás mal, porque las
flores amarillas tienen el poder de hacerte sentir mal.
Tomarlo personal
El tomar las cosas de manera personal es algo que Miguel Ruíz en su libro
de los 4 acuerdos nos recomienda para ser más felices, y con mucha
razón. Cuando creemos que el mundo gira a nuestro alrededor, que las
demás personas hacen lo que hacen por nuestra existencia, cuando
creemos que lo que nos dicen va directamente para lastimarnos o cuando
una persona se va creemos que fue por nuestra culpa, lo estamos
tomando de manera personal.
Rara vez las cosas que hacen los demás tiene que ver contigo, esto es
porque cada quien tiene su visión de la vida y vive generalmente
proyectándose en los demás. Esto es, que vemos en los demás lo que
nosotros somos. Si estamos enojados, veremos a las personas que nos
rodean como personas amargadas, si estamos felices, los amargados nos
pasarán desapercibidos. De la misma forma, el que alguien te diga algo,
normalmente es su proyección, y tu misión es analizar si te hace sentido
eso que te dijo para tu propia mejora, pero si no te hace sentido, hacerlo a
un lado.
Ante esto lo que pienso es que ésta persona se lo está tomando persona,
atribuyéndose algo negativo sin saber mi historia detrás. ¿Cuántas veces
no haces esto tu también? ¿creer que las acciones de los demás tienen que
ver contigo? Como te digo, sería mejor preguntar antes de llegar a estas
conclusiones.
Pero…¿por qué habríamos de querer confirmar algo que nos hace mal?
Simplemente para tener la razón. Al cerebro no le interesa hacerte sentir
bien, sino que lo que piensa sobre la realidad, se siga viendo reflejado en
la realidad. Es una manera de sentirnos seguros en cuanto a que “tengo
razón en esto” aunque “esto” sea negativo y distorsionado.
Otro ejemplo es el clásico “no hay hombres buenos para mi”, o, “las
mujeres guapas no se fijan en mi”, si tu tienes alguna de estas creencias,
cuando vayas caminando por la calle tu atención se dirigirá a fijarse en
los hombres “malos” si eres mujer, o en cómo te ven las mujeres “feas” y
no las guapas. Y si abrieras tu atención a toda la realidad, te darías
cuenta que sí hay hombres buenos para ti, nada más que no te fijas en
ellos porque no te conviene, y que las guapas si te voltean a ver, nada más
que sería demasiado bueno para tu baja autoestima.
La realidad es mucho más rica y cambiante que los conceptos que pretenden
contenerla. Octavio Paz
Estos esquemas son los que hay que modificar, pues al hacerlo, dejarás de
creer en creencias contraproducentes que te hacen daño y bajos los cuales
actúas e interpretas la realidad. Al modificar tus esquemas negativos
dejarás de generar pensamientos automáticos equivocados ante lo que
sucede fuera y dentro de ti, estos pensamientos automáticos son los que
distorsionan la realidad cuando sucede en el momento presente.
Los principales esquemas que yo he visto que generan ansiedad son los
de:
Y es por esta sensibilidad que estos eventos te afectaron más que a otros,
y que te llevaron a llegar a conclusiones y creencias equivocadas sobre ti,
la vida y los demás.
Por eso se trata de conocer cuáles son esas creencias y debatirlas con la
realidad, pues son las principales causantes de que hoy te sientas en
peligro, cuando no lo estás.
Cualquiera que sea la razón por la que no cubriste tu necesidad de
sentirte seguro y amado, es importante que sepas que no existen
culpables, estamos inmersos en ésta sociedad a la cual necesitamos poner
un alto y volver a nuestras raíces, a una vida más tranquila donde
tenemos tiempo de generar apego afectivo con nuestros bebes, donde
tenemos tiempo de descansar, de tomar las decisiones que queramos sin
presión a ser el mejor o el más rápido, de atrevernos a abrir nuestros
corazones sin miedo a salir lastimados, de volver a confiar en el otro…
pero en fin, esto es otro tema.
Y es así que entras en el estilo de vida que te hace daño, haciendo cosas
que no te gustan, ocultando tu verdadera esencia, ocupándote más de los
demás que de ti mismo, descuidando tu cuerpo, negando tu sensibilidad y
sobre todo, acumulando tus emociones de enojo y frustración.
Además son estas creencias básicas, las cuales te hacen creer que estás en
peligro cuando en realidad no lo estás, son las que te convencen de cosas
que no son verdad y que no van a suceder, pero tu crees tanto en tu
mente, que prefieres no ponerte en riesgo y dejar de salir de casa o evitar
estar sólo a toda costa o alejarte de los lugares que crees que te generan
ansiedad.
Digamos que cada vez que haces algo en función a esas creencias
equivocadas, las estás confirmando y fortaleciendo. Esto lo haces
principalmente con la evitación de las cosas que has relacionado con la
ansiedad. Y aquí es importante que distingas entre las cosas que sí te
pueden aumentar el estrés por sí solas y las que no tienen nada que ver
pero tu crees que sí por una experiencia pasada.
Hacemos esto sin darnos cuenta para que después podamos voltearnos,
agachar la cabeza y decir “ven… nadie me hace caso, nadie me escucha,
nadie me entiende”, y con esto, nuestra mente queda feliz de ver que tuvo
la razón.
Todas las creencias pasadas son las que te generan ansiedad, pero una vez
que desarrollaste esta ansiedad, existen otras creencias que hacen que
prevalezca y se aumente.
Por otro lado, los pensamientos negativos específicamente que tienen que
ver con ser agresivo o hacer daño a los demás, vienen por la tensión
mental y emocional (de enojos y frustraciones) que necesita salir a tu
conciencia de alguna forma y lo hace a través de estos pensamientos, es
un aviso de una sombra que necesitas iluminar, más no la advertencia de
un daño que estés por realizar ¿ok?
TIP: aplica esto mismo a la ansiedad en general, cada vez que llegue,
pregúntate ¿de qué me estará queriendo avisar? ¿qué acabo de pensar que no
es verdad? ¿qué acabo de hacer que va en contra de mi mismo?
Para este punto, imagina que los pensamientos son como aviones que van
volando en el cielo, te hacen sentir su presencia, los observas por un par
de segundos, y los dejas pasar. Al observarlos, puedes ser consciente de
qué te está queriendo decir ese pensamiento, quizás que acababas de ver
una imagen que te recordó algo negativo, o que hiciste algo que iba en
contra de ti, le agradeces que te dio esa información, y lo dejas pasar,
permitiendo que se pierda en el cielo como lo haría un avión.
2. Ponerle límite a tu irracionalidad
Por eso te digo que es último recurso para terminar de deshacerte del
pensamiento negativo.
... y cuando abrí los ojos a la realidad
logré despertar a la verdad.
Cuarto paso
Paso 4: Confía en ti y enfrenta tus miedos
El miedo llamó a la puerta, la confianza abrió y afuera no había nadie.
Proverbio chino.
De niños es natural que tengamos miedo cuando nos damos cuenta que
somos vulnerables, que existen los peligros y que nuestros papás no
siempre estarán ahí para protegernos, además, hacemos uso de la
imaginación, la cual se puede ver magnificada por el mal uso de los
videojuegos y los programas de televisión.
Tampoco puedes seguir esperando a que llegue alguien y salte por ti, o te
construya un puente de acero con triple resguardo para que puedas
cruzar. Si sucediera esto, tan sólo te debilitarías, desconectándote aún
más de tu fuente de poder. Necesitas saltar, no hay de otra. Pero no te
preocupes, con los ejercicios que te presento más adelante te presto un
paracaídas.
TIP: Haz un ejercicio en el que interiorices o actives dentro de ti las fortalezas
que percibes que tienen los demás, o esas cualidades que te permiten sentirte
seguro o segura a su lado. Si ves que esa persona con la que te sientes a salvo
tiene la cualidad de ecuanimidad, entonces practica durante una semana esa
cualidad. La idea es que actives dentro de ti lo que ves en los demás, lo cual,
seguramente tu lo llevas dentro pues eres capaz de verlo.
Miedo a morir
Si te da miedo lo que piensen los demás de ti una vez que mueras, tienes
que trabajar con tu necesidad de ser bien visto, de quedar bien y de
agradar a los demás. Para lo cual hay ejercicios increíbles donde te
obligas a ti mismo a quedar mal de vez en cuando y ser mal visto para
darte cuenta que no es el fin del mundo. Cuando tenemos éste tipo de
miedos es porque en realidad tu no te aceptas a ti mismo, tú te rechazas a
ti mismo y has creado una imagen que no es la verdadera, la cual te tiene
confundido creyendo que ese es el que eres. Pero no es así, el que
verdaderamente eres está por ahí escondido y quiere salir, nada más que
tu necesidad de quedar bien no se lo permite. Si te identificas con este
miedo es sumamente importante que empieces a liberarte.
Miedo a sufrir
Si te da miedo sufrir, es porque en realidad hoy estás sufriendo, y en éste
caso, lo que necesitas hacer es empezar a liberar los dolores acumulados,
atreviéndote a contactar y recordar las experiencias que te han generado
este dolor, hablando de ellas aunque sea con el espejo o con la silla vacía,
pero necesitas liberar las emociones reprimidas en relación a éstos
eventos dolorosos, para que dejen de convertirse en sufrimiento.
Miedo a la soledad
Por un lado necesitas enfrentar tus miedos de la punta del iceberg, para lo
cual nos ayuda mucho la terapia conductual, y por otro lado, necesitas
enfrentar tus miedos profundos. En ésta guía te voy a proponer los pasos
para enfrentar tus miedos de la punta del iceberg pues normalmente son
los urgentes, y al hacerlo liberamos energía para trabajar con los demás.
Pero te invito a que utilices las estrategias y ejercicios que te recomiendo
y los apliques para enfrentar tus miedos profundos, y llegues a nuevas
conclusiones sobre ellos.
Ahora, tu crees que tus miedos están fundamentados y que son lógicos o
hasta reales, pero no son tan lejanos al monstruo del clóset o la mano
negra debajo de la cama (a ésta también le temía y saltaba de la cama a la
puerta para que no me atrapara). Ambos miedos son irracionales y
distorsionados, te hacen sentir débil y te debilitan más cada vez que crees
en ellos, solamente que ahora se disfrazan de otras cosas para no parecer
tan infantiles.
Así es que convierte tus miedos en retos, desarrolla nuevas habilidades y
conquista el monstruo del clóset que te tiene asustado.
Así es que sea cual sea tu miedo, necesitarás activar la imaginación para
crear los pasos previos que te irán acercando a exponerte a él. Por
ejemplo, si te dan miedo las alturas, primero empiezas por asomarte de
un barandal de 1 metro, después te asomas un poco más, después te
subes al segundo piso y empiezas acercándote de lejos, y así hasta que
puedas aventarte del paracaídas.
Después, vas a enlistar tus miedos de menor a mayor, para que puedas ir
enfrentando los que son más fáciles, ganando confianza y fortaleza. Ante
cada miedo aprenderás a usar tu imaginación pero de forma positiva,
haciendo uso de la visualización, con lo que primero enfrentarás lo que
temes en tu mente, y después en la vida real.
Por eso es la analogía con la oruga de ésta guía, por eso necesitas darle
alas a la ansiedad; para transformarla y darte alas a ti mismo. ¿Qué más
ansiedad puede haber al estar atrapado en un capullo, transformándote,
muriendo a ti mismo? Y ¿qué más libertad puede haber que volar por los
aires hacia donde quieras?
Libertad y responsabilidad
Es por esto que los últimos pasos de éste proceso constan en recordar
cómo vas a amarte y qué quieres manifestar en tu vida.
Estos son los dos primeros pasos del proceso de confianza de Coscatl DO
en donde yo trabajé por 4 años, y cada vez les veo más su importancia en
vivir libres de ansiedades y depresiones.
Es mejor que te quieran por quien eres genuinamente que por quien
pretendes ser. Y te repito, decirte que sí a ti mismo es todo un acto de
valentía. Ser congruente contigo mismo no es fácil pero es la clave para
sentirte libre otra vez.
Para ser auténtico deberás perder el miedo a ser visto, a que los demás te
pongan atención (mientras que en el fondo puede ser esto lo que
realmente quieres), necesitarás quererte a ti mismo y aceptarte por quien
eres, sin pretender ser alguien más, dejándote de comparar con los
demás.
Lo que quiero decirte con esto, es que necesitas tomar las riendas de tu
vida, porque de lo contrario, alguien más las tomará por ti, y de ahí viene
tu enojo e insatisfacción. En el momento que tomes tus decisiones,
asumes tus consecuencias y te libres de las culpas o responsabilidad sobre
los demás, volverás a ser libre y no habrá cabida para la ansiedad.
TIP: Durante todo un día actúa como si no te importara lo que piensen los
demás de ti, enfocándote en complacerte sólo a ti
siendo congruente contigo mismo.
La codependencia que generamos con la ansiedad
TIP: Ríete de tus pensamientos. En algún libro budista leí por ahí que el grado
máximo de sabiduría consistía en ser capaz de reírte de tus pensamientos. No
se trata de dejar de tener pensamientos, sino de que puedas observarlos desde
el observador consciente que eres, veas su irracionalidad, y puedas reírte de
ellos. Así es que practica el genuinamente ver lo ilógico de tus pensamientos y
de una forma amable contigo mismo, búrlate de ellos como lo harías de un
amigo con el que te llevas muy bien.
Y después de la ansiedad… ¿qué?
Después de la ansiedad... a disfrutar, a vivir tu vida, a ir tras tus sueños y
alcanzarlos, a experimentar la vida y gozarla con todo lo que tiene por
ofrecerte.
De igual forma te recomiendo que hagas tu plan anti recaídas, para que
seas consciente de qué mensajes son los primeros que te manda tu
cuerpo, antes de que empiece a gritarte porque no la haces caso. Tú
mejor que nadie sabe cómo funciona tu cuerpo, para eso, necesitas
aprender a habitar en tu cuerpo, para lo cual te recomiendo que
practiques Mindfulness, es la herramienta que en mi caso personal mas
me ha ayudado para lograr éste punto.
Una vez que respondas éstas preguntas, haz lo que es necesario hacer, y la
ansiedad se podrá volver a ir. Aunque en verdad espero que no llegue a
ansiedad y tan sólo percibas estrés elevado.
La tristeza puede estar presente en nuestra vida pero no tiene por qué
evolucionar en depresión, al igual que el miedo nos puede tocar la puerta
para que lo enfrentemos y no se tiene que convertir en ansiedad, de
repente nos podemos mal pasar y descuidar nuestro cuerpo, pero no
hemos de permitir que se convierta en agotamiento, de vez en cuando nos
podemos quedar callados sobre lo que sentimos, pero no por eso nos
tenemos que guardar las emociones.
Así es que pasemos a los ejercicios que te ayudarán con todo este tema.
La felicidad es como una mariposa,
mientras más la persigues,
más huye,
pero si pones tu atención en otra cosa,
ella suavemente llega a
posarse sobre tus hombros.
Viktor Frankl
Conclusión
En verdad espero que ésta guía te haya ayudado a transformar la
ansiedad en libertad, y que no simplemente dejes de tener los síntomas
negativos, sino que puedas experimentar lo positivo de estar vivo, que
recuerdes quién eres y que compartas todo lo magnífico que es tu ser con
los demás, enriqueciéndote por esto.
Y de ahora en adelante, no te pido que vivas sin miedo, sino que vivas con
la confianza necesaria en ti para poder enfrentarlo. Recuerda que tú
tienes el poder, la libertad y el derecho de vivir tu vida como quieres
hacerlo, de regenerarte después del sufrimiento y de experimentar la
plenitud de ser tu mismo.