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Guerra del Pacífico

Para otros usos de este término, véase Guerra del Pacífico (desambiguación).
«Guerra del Salitre» redirige aquí. Para la guerra precolombina, véase Guerra del Salitre (México).

Guerra del Pacífico


Esquema de los territorios bolivianos, chilenos y peruanos antes
de la guerra. Las fronteras Bolivia-Perú y Bolivia-Argentina antes
de la guerra no estaban definitivamente fijadas. La línea negra
continua señala las fronteras definitivas establecidas después de
1929.

Fecha Operaciones Bélicas:


Bolivia y Chile: 1879 - 1880
Chile y Perú: 1879 - 1883
Estado de Guerra:
Bolivia y Chile: 1879 - 1884
Chile y Perú: 1879 - 1883

Lugar Costa y mar de Bolivia; costa, mar y


sierra del Perú en Sudamérica

Casus belli Violación del artículo 4 del Tratado


limítrofe entre Bolivia y Chile,
ocupación chilena de Antofagasta y
activación de la alianza peruano-
boliviana.

Conflicto Causas varias: económicas, geopolíticas


y territoriales.

Resultado Victoria de Chile.


Consecuencias  Firma del Tratado de Ancón entre
Chile y Perú.

 Firma del Pacto de


Treguaindefinido entre Chile y
Bolivia.

 Firma del Tratado de 1881 entre


Chile y Argentina.nota 1

 Mediterraneidad de Bolivia.

 Subida al poder de Miguel Iglesias

 Se inicia la Guerra Civil


Peruana de 1884-1885.

 Se inicia en 1884 el Litigio de la


Puna de Atacama entre Bolivia,
Chile y Argentina.

Cambios  Anexión del Departamento del


territoriales Litoral en 1884, posteriormente
cedido por Bolivia perpetuamente
a Chile en 1904.

 El Departamento de Tarapacá es
cedido por Perú a Chile en 1884.

 La Provincia de Arica es ocupada


temporalmente por Chile en 1884 e
incorporada a perpetuidad por ese
paĺs en 1929.

 La Provincia de Tacna en 1884 y


la Provincia de Tarata, en 1885,
son ocupadas por
Chile,Departamento de Tacna
(Chile). Tarata vuelve al Perú en
1925 y el resto de la región
se reincorporó a ese país en 1929.

Beligerantes

Bolivia Chile
Perú

Comandantes
Presidentes de Perú Presidentes de Chile

M.I. Prado (1876-1879) A. Pinto (1876-1881)


L.de la Puerta (dic. 1879)
N. Piérola (1879-1881) D. Santa María (1881-1886)
F. García C. (1881)
L. Montero (1881-1883)
M. Iglesias (1883-1886)

Presidentes de Bolivia
H. Daza (1876-1879)
N. Campero (1879-1884)

Fuerzas en combate
Ejército de Bolivia Ejército de Chile
Ejército del Perú Armada de Chile
Marina de Guerra del Perú

Bajas
Muertos: Muertos:
12.934-18.2131 2.425-2.7912
Heridos: Heridos:
7.891-7.8961 6.247-7.1932
Muertos en acción y heridos:
4.367-10.4671

[editar datos en Wikidata]

La Guerra del Pacífico, también denominada Guerra del Guano y del Salitre, fue un conflicto armado acontecido entre 1879 y 1883 que enfrentó
a Chile contra los aliados Bolivia y Perú. La guerra se desarrolló en el océano Pacífico, en el desierto de Atacama y en las serranías y valles
peruanos. La guerra fue un hito dramático en la historia de América del Sur y es una de las principales de finales del siglo XIX, por lo que ha atraído
una considerable atención académica.3
En febrero de 1878 Bolivia estableció un nuevo impuesto a la empresa chilena Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta (CSFA), en
violación4 del tratado de límites de 1874 que prohibía nuevos impuestos o el aumento de estos. Chile protestó y solicitó someter el pleito a un
arbitraje, pero, el gobierno boliviano de Hilarión Daza consideraba el asunto como interno y sujeto a la jurisdicción de las cortes bolivianas.5:32 Chile
insistió y advirtió al gobierno boliviano que Chile no se consideraría ligado al tratado limítrofe de 1874 si Bolivia no suspendía el impuesto. Por el
contrario, el gobierno boliviano rescindió la licencia a la compañía chilena, embargó sus bienes, y los puso a remate. El día del remate, el 14 de
febrero de 1879, las fuerzas militares chilenas ocuparon la población boliviana de Antofagasta sin resistencia, una ciudad mayoritariamente habitada
por chilenos y avanzaron en pocos días hasta el paralelo 23°S. La zona entre el Río Loa y el paralelo 23°S permaneció bajo soberanía boliviana.
El Perú, que había firmado con Bolivia un Tratado de alianza defensiva con carácter secreto, ordenó preparar sus fuerzas militares y simultáneamente
envió un diplomático a Chile para mediar. Ante el avance chileno en territorio disputado, el 1 de marzo, Bolivia se declaró en estado de guerra contra
Chile. Cuando Perú se negó a permanecer neutral, Chile declaró la guerra a ambos aliados el 5 de abril de 1879. El 6 de abril, el Perú declaró
el casus foederis, es decir, la entrada en vigor de la alianza secreta con Bolivia.
El politólogo Ronald Bruce St. John señala en The Bolivia-Chile-Peru Dispute in the Atacama Desert:
Aunque el tratado de 1873 y la imposición del impuesto de los 10 centavos aparecen como causa de la guerra, hubo razones más profundas y fundamentales que
desencadenaron las hostilidades en 1879. Por un lado, la fuerza, prestigio, y relativa estabilidad de Chile comparado con el deterioro económico y la inestabilidad
política que caracterizó a Perú y Bolivia después de la independencia. Por otro lado, estaba en curso una lucha por la hegemonía económica y política en la región,
complicada aún más por una profunda antipatía entre Perú y Chile. En ese ambiente, la vaguedad de las fronteras entre los tres países, añadido al descubrimiento de
valiosos depósitos de nitrato y guano en los territorios disputados se combinaron para producir un conflicto de dimensiones insuperables.6
En los primeros seis meses se definió la supremacía naval, indispensable para continuar la guerra en las zonas costeras del desierto de Atacama, en
aquel tiempo accesibles solo por mar. Bolivia abandonó militarmente la guerra en 1880 tras la derrota aliada en la batalla de Tacna. El ejército del
Perú fue derrotado un mes después en la batalla de Arica. Luego, tras vencer en las batallas de Chorrillos y Miraflores al ejército peruano organizado
en Lima, las fuerzas chilenas ocuparon aquella ciudad en enero de 1881. Después de estos sucesos la guerra entre Chile y Perú continuó por dos
años más entre los remanentes del ejército, guerrillas y montoneros peruanos contra las fuerzas chilenas de ocupación, hasta la firma delTratado de
Ancón en 1883 en la que Perú, entre otras cosas, cedió el Departamento de Tarapacá y le fueron retenidos las provincias de Arica y Tacna.
Bolivia, que se había mantenido expectativo, firmó con Chile un Pacto de Tregua Indefinido en 1884 con lo que finalizaba el estado de guerra entre
ambos países y aceptaba, por omisión, la anexión a Chile de la franja 23°S-24°S y la ocupación militar chilena de la zona entre el Río Loa y el
paralelo 23°S. Las fronteras definitivas se fijaron en el Tratado de 1904 entre Chile y Bolivia y entre Chile y Perú en 1929 en el Tratado de Lima, tras
el cual Chile devolvió Tacna al Perú y Arica fue cedida a Chile.

Índice
[ocultar]

 1Antecedentes
o 1.1Conflicto limítrofe boliviano-chileno
o 1.2Tratados de límites de 1866 y 1874
o 1.3Tratado secreto de alianza entre Perú y Bolivia de 1873
o 1.4Monopolio peruano del salitre
 2Crisis
o 2.1El impuesto de los 10 centavos
o 2.2Rescisión de contrato, cobro de impuestos y ocupación chilena de Antofagasta
o 2.3Mediación de Perú, declaraciones de guerra y casus foederis
 3Desarrollo de la guerra
o 3.1Fuerzas en guerra
o 3.2Campaña naval
o 3.3Campañas terrestres
o 3.4Concentración de fuerzas aliadas en Tarapacá y Arica
o 3.5Resistencia boliviana en el litoral y la división errante de Campero
o 3.6Campaña de Tarapacá
o 3.7Situación interna en los países beligerantes hasta la caída de Iquique
o 3.8Campaña de Tacna y Arica
o 3.9Expedición de Lynch
o 3.10Conferencia de paz de Arica
o 3.11Campaña de Lima
o 3.12Situación interna en los países beligerantes luego de la ocupación de Lima
o 3.13Campaña de la Breña
 4Fase final de la guerra
o 4.1Tratado de Ancón y Guerra Civil Peruana
o 4.2Pacto de tregua entre Bolivia y Chile
 5Análisis de la guerra
o 5.1Estrategia, medios y tecnología militares
o 5.2Intervención extranjera
o 5.3Trato a combatientes
o 5.4Saqueos y requisiciones
 6Consecuencias de la guerra
 7Postguerra
o 7.1Tratado de paz entre Chile y Bolivia
o 7.2Tratado de Lima
 8Véase también
 9Notas
 10Referencias
 11Bibliografía
 12Enlaces externos

Antecedentes[editar]
Véase también: Anexo:Línea de tiempo de antecedentes de la Guerra del Pacífico

Conflicto limítrofe boliviano-chileno[editar]


Artículos principales: Cuestión del Paposo y Corredor de Atacama.

Al iniciarse la época republicana, Chile, Perú, Bolivia y Argentina aceptaban que sus fronteras debían ser las mismas de la administración colonial,
norma conocida como Uti possidetis iuris. Sin embargo, la administración española nunca había tenido interés en definir estrictamente límites
precisos entre regiones que le pertenecían, por lo que estos eran a menudo difusos, contradictorios y a menudo sobre territorios desconocidos,
inhabitados o inhabitables por su clima o lejanía.7:11-12 Respecto al desierto de Atacama, Chile desde 1822 señalaba "el despoblado de
Atacama" como límite,8:157 Bolivia consideró desde 1825 la costa en cuestión como perteneciente a la provincia de Potosí9:9.
A principios de la década de 1840 se descubrieron en Tarapacá y Antofagasta grandes acumulaciones de guano y salitre, fertilizantes que
empezaban a ser muy cotizados en el mercado mundial. Incidentes y reclamos entre Bolivia y Chile se sucedieron en los años siguientes, mientras
que las diplomacias de ambos países argumentaban respectivamente sobre los derechos que tenían en la región, exhibiendo documentos coloniales
sobre la jurisdicción de la Audiencia de Charcas o la Capitanía General de Chile.10:206-2077:16
Por ley del 25 de junio de 1863 la Asamblea Legislativa boliviana autorizó al Ejecutivo declarar la guerra a Chile, aunque solo después de que se
agotaran todos los recursos por la vía diplomática que dieran un resultado favorable a Bolivia.10:207 Pero el Tratado de alianza defensiva y ofensiva
entre Perú y Chile (1865), al que adhirieron poco después Bolivia y Ecuador para enfrentar a España en la Guerra hispano-sudamericana puso un
paréntesis al asunto, considerándose secundaria cualquier otra disputa que no fuera el enfrentar al enemigo común.7:17
Tratados de límites de 1866 y 1874[editar]
Artículos principales: Tratado de límites entre Bolivia y Chile de 1866 y Tratado de límites entre Bolivia y Chile de 1874.

Tras la guerra con España, Bolivia y Chile reanudaron las negociaciones y firmaron su primer tratado limítrofe el 10 de agosto de 1866, que fijó el
paralelo 24°S como límite (norte-sur) y se debían compartir a medias los derechos de exportación de minerales extraídos entre los paralelos 23°S y
25°S. En 1871, el gobernante boliviano Mariano Melgarejo, bajo cuyo gobierno se firmó el acuerdo, fue derrocado y reemplazado por Agustín
Morales, quien, siguiendo la corriente de la opinión pública boliviana, consideró nulos todos los actos del gobierno anterior. Pero como no se podía
abrogar unilateralmente un acuerdo internacional, abrió negociaciones con Chile para revisar el tratado de 1866.11 Se discutieron diversos aspectos
sobre la aplicación del tratado de 1866, como la definición de "minerales", la inclusión (o exclusión) del rico yacimiento de plata Mineral de
Caracoles en (de) la zona de beneficios mutuos, y las dificultades en Bolivia para transferir el 50% del impuesto recaudado en la zona a Chile. El 5 de
diciembre de 1872 se firmó el acuerdo llamado de Corral-Lindsay que fue aprobado en Chile pero, por influencia del Perú, que quería para Bolivia un
mejor arreglo, o, en todo caso, intervenir como mediador junto con Argentina, no fue aprobado en Bolivia.12
Finalmente, Bolivia y Chile firmaron un nuevo tratado de límites el 6 de agosto de 1874, por el cual Chile renunció al 50% de los impuestos en el
territorio 23°S-24°S a cambio de la promesa de Bolivia de no incrementar los impuestos a los capitales y negocios chilenos durante 25 años. La
frontera permaneció en el paralelo 24°S.10:216 En esa ocasión, Chile condonó las deudas bolivianas provenientes de la no transferencia del 50% del
impuesto recaudado por Bolivia en la zona de beneficios mutuos. En un protocolo adicional firmado el año 1875, ambos países acordaron, entre
otros, someter a arbitraje posibles divergencias en la aplicación del tratado.
Tratado secreto de alianza entre Perú y Bolivia de 1873 [editar]
Artículo principal: Tratado de Alianza Defensiva (Perú-Bolivia)
Caricatura publicada en noviembre de 1879 en la revista chilena "El Barbero". Daza (a la izquierda), Prado, y el presidente argentino Avellaneda (con el sombrero de
cilindro) se unen para contrarrestar, infructuosamente, la supremacía militar chilena durante la guerra, representada por una inmensa bala de cañón que ha puesto el
chileno Santa María.

Frente al ímpetu de las inversiones y trabajo chileno en Tarapacá y Antofagasta,10:212 el Perú sintió amenazada su supremacía en la costa del
Pacífico y firmó el 6 de febrero de 1873 un tratado secreto cuyas intenciones eran, según lo hecho público 6 años después, proteger la integridad y
soberanía de los países firmantes. Argentina fue invitada a firmar el pacto, su gobierno se mostró de acuerdo y solicitó la aprobación del parlamento.
Efectivamente, la Cámara de Diputados en Buenos Aires aprobó la adhesión al pacto13 y agregó una partida de $6 000 000 al presupuesto para la
guerra. Pero Bolivia y Argentina disputaban la zona de Tarija y no lograron un acuerdo. Argentina propuso entonces a Perú un tratado Perú-Argentina
(sin Bolivia), pero Perú rechazó la oferta. Así pasó el año 1873, y a fines del 1874 llegó a Chile la fragata blindada Blanco Encalada que dio la
supremacía naval a Chile. Tanto Perú como Argentina no quisieron comprometerse en un tratado contra Chile. Sin embargo, cuando afloraron
nuevamente, en 1875 y 1878, las tensiones fronterizas por la Patagonia, Argentina buscó ingresar al pacto, pero el Perú diplomáticamente rechazó la
iniciativa.9:100 Asimismo, al comienzo de la guerra, Perú y Bolivia proyectaron ofrecer a Argentina los territorios chilenos desde el 24°S al 27°S a
Argentina a cambio de su ingreso a la guerra contra Chile.149:527-528
Los historiadores consideran que el verdadero objetivo del tratado era imponer a Chile las fronteras convenientes a Perú, Bolivia y Argentina por
medio de un arbitraje obligado de la alianza mientras Chile fuese militarmente débil, es decir antes de la llegada de las fragatas
blindadas Cochrane y Blanco Encalada. Gonzalo Bulnes lo sumariza sosteniendo que "La síntesis del tratado secreto es: oportunidad: la condición
desarmada de Chile; el pretesto para producir el conflicto: Bolivia; la ganancia del negocio: Patagonia y el salitre;"7:63 en palabras de Jorge
Basadre, "El Perú defendiendo a Bolivia, a sí mismo y al Derecho, debía presidir la coalición de todos los Estados interesados para reducir a Chile al
límite que quería sobrepasar";15 Pedro Yrigoyen lo explica señalando que "perfeccionar la adhesión de la Argentina al Tratado de alianza Perú-
boliviano, antes de que recibiera Chile sus blindados, a fin de poderle exigir a este país pacíficamente el sometimiento al arbitraje de sus pretensiones
territoriales".16
El historiador peruano Jorge Basadre señala que uno de los motivos del Perú para firmar el tratado, además de proteger sus salitreras, era el temor
en Lima a que Bolivia fuese atraída por Chile a una alianza contra Perú que ocuparía Tacna y Arica para entregarlos a Bolivia a cambio de entregar
Antofagasta a Chile.10:212
El tratado es en sumo grado controvertido, historiadores peruanos lo consideran legítimo, defensivo y circunstancial, además de conocido por (el
espionaje de) Chile. Historiadores chilenos, por el contrario, lo consideran agresivo, causante de la guerra, y escondido frente a Chile. Las razones de
su secreto, la invitación a Argentina y la razón por la cual Perú no permaneció neutral en circunstancias que Bolivia no había cumplido el acuerdo de
1873 al firmar el tratado de 1874 sin informarle,17 son discutidas hasta hoy.18
Monopolio peruano del salitre[editar]
Véanse también: Monopolio peruano del salitre y Era del Guano.

Los ingresos provenientes de la exportación del guano, que en las décadas anteriores había sido el sostén de la bonanza económica peruana,
comenzaron a caer en la década de 1870. Consciente de ello, el gobierno de Manuel Pardo y Lavalle creó por ley en 1873 un estanco del salitre, por
el cual las empresas productoras debían regular su producción y los precios de acuerdo a las políticas del gobierno con el fin de evitar que el guano y
el salitre, peruanos, compitieran. Pero aun antes de entrar en vigor la ley, el gobierno debió retirarla porque sus costos serían mayores a las
ganancias obtenidas.19 En 1875 el mismo gobierno decidió estatizar todas las empresas salitreras y de esa manera controlar el precio del salitre.nota 2
El proyecto del gobierno peruano debió enfrentar para ello a la Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta (CSFA), una empresa chilena,
radicada en Valparaíso, con una minoría de 34% de capital británico (Casa Gibbs de Londres) que tras los avatares de la política interna boliviana
obtuvo el 27 de noviembre de 1873 una licencia del gobierno boliviano para explotar los depósitos de nitrato del Salar del Carmen y Las Salinas en
Antofagasta libre de impuestos por 15 años, además del derecho a construir un ferrocarril desde Antofagasta al interior.nota 3
Las salitreras operadas por la CSFA en Bolivia impedían al Perú controlar el precio internacional del nitrato,19:124;1309:137 por lo cual el gobierno
peruano trató de hacer valer su influencia sobre Bolivia para impedir esa competencia. Por medio de un testaferro, Henry Meiggs, Perú compró las
licencias bolivianas de explotación de los recién descubiertos depósitos de "Toco", al sur del río Loa,9:137 impidió la firma del acuerdo Corral-Lindsay y
quiso impedir la firma del tratado de límites de 187420 (que eximía de impuestos a las compañías chilenas del salitre) e imponer una mediación de
Perú y Argentina para definir las fronteras de Chile.12 En 1878 el socio británico de la CSFA, que era también encargado de vender el salitre peruano
en Europa, la Casa Gibbs, presionó a la gerencia de la CSFA para que limitara su producción y advirtió a la gerencia que tendrían dificultades
administrativas en Bolivia por encargo de un gobierno "limítrofe" (the interest of a neighbouring Govern-ment [sic]) si no reducían sus expectativas.21
:69 En el cenit de la crisis, el 14 de febrero de 1879, se esperaba que el cónsul peruano en Antofagasta sería el mayor postor en el remate de la

CSFA.9:164

Crisis[editar]
El impuesto de los 10 centavos[editar]
Artículo principal: Impuesto de los 10 centavos

En 1875, el municipio de Antofagasta había intentado imponer un impuesto de 3 centavos a la CSFA, pero el Consejo de Estado, presidido
por Serapio Reyes Ortiz, quien sería durante la crisis Ministro de RR.EE. y posteriormente Presidente de Bolivia, había rechazado el impuesto "por
violar el Tratado de Límites de 1874 y la licencia de noviembre de 1873".9:138-139
En 1878, el congreso de Bolivia se abocó al estudio de la licencia a la CSFA de noviembre de 1873, basándose en una interpretación de la ley del 22
de diciembre (que dio lugar a la licencia de 1873) que entendía que todas las renegociaciones debían ser aprobadas por el congreso. La empresa
sostenía que solo en caso de desavenencia entre el gobierno y la empresa. Finalmente la Asamblea Nacional Constituyente mediante una ley del 14
de febrero de 1878 aprobó la licencia a condición de que la compañía pagara un impuesto mínimo de 10 centavos por quintal de salitre exportado.
Para la CSFA, el cobro del impuesto de 10 centavos sobre quintal exportado violaba la licencia de noviembre de 1873 y el artículo IV del tratado de
límites de 1874 en que Bolivia se comprometió a no subir durante 25 años los impuestos a las empresas chilenas. Por ello, la compañía se negó a
pagar el impuesto, solicitó y obtuvo la representación del gobierno chileno, desencadenándose un conflicto diplomático, amén de un conflicto interno
en el gobierno chileno pues algunos de sus miembros eran accionistas en la CSFA y otros tenían intereses invertidos en Bolivia que temían perder si
el conflicto llegaba a mayores.
A lo largo de los meses siguientes, el gobierno boliviano se abstuvo de implementar la ley mientras se discutían las objeciones presentadas por el
gobierno chileno. El 8 de noviembre, el canciller chileno envió una nota al gobierno boliviano indicando que el Tratado de 1874 podría declararse nulo
si se insistía en cobrar el impuesto, renaciendo los derechos de Chile anteriores a 1866. Aunque ambas partes propusieron la resolución del conflicto
por vía de un arbitraje, tal como lo contemplaba el Protocolo de 1875, este no llegó a realizarse ya que mientras el gobierno de Chile exigía que se
suspendiera la ejecución de dicha ley hasta que su legalidad fuese determinada por un árbitro, el gobierno de Bolivia exigía que el blindado Blanco
Encalada y sus fuerzas navales se retiraran de la bahía de Antofagasta.
Rescisión de contrato, cobro de impuestos y ocupación chilena de Antofagasta [editar]
Artículo principal: Desembarco chileno en Antofagasta

El 6 de febrero, aduciendo que la CSFA no había aceptado la nueva ley, el gobierno de Bolivia rescindió el contrato con la CSFA y ordenó embargar y
rematar sus bienes para cobrar los impuestos generados desde febrero de 1878.
En la mañana del 11 de febrero durante una sesión especial del gabinete chileno, se recibió un mensaje del ministro plenipotenciario chileno en
Bolivia en que se comunicaba la cancelación de la licencia, el embargo y el remate de los bienes de la CSFA por parte del gobierno boliviano. Ante
esa situación el presidente chileno Aníbal Pinto ordenó la ocupación de Antofagasta, que fue realizada sin resistencia el 14 de febrero de 1879 por
200 soldados chilenos entre el aplauso de la población mayoritariamente chilena.22 La guarnición boliviana del lugar ante la imposibilidad de resistir se
retiró al interior.
Mediación de Perú, declaraciones de guerra y casus foederis[editar]
Artículo principal: Mediación de Lavalle

Véase también: Expulsión de chilenos de Perú y Bolivia en 1879

La medida de fuerza del gobierno chileno inició gestiones diplomáticas en las tres cancillerías. Sin embargo, la mutua desconfianza aumentaba con
los preparativos bélicos en los tres países, y las demostraciones "patrióticas" en las calles impedían un acercamiento de las posiciones. En los tres
países había fuertes corrientes públicas que pregonaban la guerra y hacían temer a los mandatarios que si no iban a la guerra serían depuestos por
los partidarios de la guerra. Más todavía, Hilarión Daza, el dictador boliviano, a pesar de ser el peor preparado para la guerra, decretó una serie de
medidas contra residentes chilenos en Bolivia y sus propiedades.
El 16 de febrero, llegó a Lima el ministro boliviano Serapio Reyes a fin de exigirle al gobierno peruano que cumpliera con el tratado de alianza
defensiva de 1873. Las noticias de la ocupación de Antofagasta llegaron a La Paz el 22 de febrero, por una carta enviada por el cónsul boliviano en
Tacna. El 26 de febrero, Daza decretó el estado de sitio en Bolivia.
Perú trató de persuadir al gobierno de La Paz para someterse a un arbitraje con la misión de José Luis Quiñones,10:230- y ordenó preparar su armada
y alistar su ejército5:37mientras intentaba obtener de Argentina por lo menos barcos de guerra como empréstito o en compra.23:151 Para mediar en el
conflicto, envió a su ministro plenipotenciarioJosé Antonio de Lavalle a Chile con una oferta de mediación bajo la condición de que Chile se retirase
de Antofagasta, pero sin garantía de que Bolivia levantaría el embargo de la propiedad o suspendería el impuesto.24 El canciller chileno inquirió al
plenipotenciario peruano sobre la existencia de un "Tratado Secreto" firmado con Bolivia en 1873. Lavalle, que a más tardar lo conocía desde el inicio
de su viaje, soslayó la pregunta y le indicó que en la comisión diplomática del congreso a la que él había pertenecido no se había tocado ese tema.
El 1 de marzo, el gobierno de Bolivia emitió un decreto en el que declaró en estado de guerra, la interrupción del comercio y las comunicaciones con
Chile, la expulsión de los residentes chilenos, el embargo de sus bienes, propiedades e inversiones, y reversión de toda transferencia de intereses
chilenos hecha con posterioridad al 8 de noviembre, cuando el gobierno chileno había advertido de las consecuencias de la no suspensión del
impuesto en cuestión.
El 17 de marzo el ministro plenipotenciario de Chile en Lima exigió al gobierno peruano una declaración de neutralidad. Tres días más tarde, el
presidente peruano reconoció ante el representante chileno que el tratado secreto existía y que convocaría al congreso peruano para el 24 de abril a
razón de evaluar qué actitud tomar ante Chile y Bolivia.7:148 Ambas medidas, la mediación y la convocación al congreso, fueron entendidas en Chile
como un ardid peruano para ganar tiempo.23:152
Por otra parte, tras la ocupación de Antofagasta, las fuerzas chilenas habían consolidado la ocupación de los territorios comprendidos entre los
paralelos 23ºS y 24ºS que Chile consideraba suyos tras la violación del tratado. Luego a consecuencia de la declaración de guerra de Bolivia se
continuó el avance sobre el litoral boliviano hasta la desembocadura del Río Loa, la frontera sur del Perú. El 21 de marzo fueron ocupados, de forma
paralela, los puertos de Cobija y Tocopilla, ambos sin resistencia. El 23 de marzo, tuvo lugar el combate de Calama, en la que los soldados chilenos
vencieron a un grupo de milicianos bolivianos organizados en el sector, y ocuparon dicho poblado. El gobierno chileno consideró este avance solo
como temporal a causa de una necesidad militar y ofreció a las autoridades civiles bolivianas continuar en sus funciones lo que fue rechazado.nota 4
El 5 de abril, Chile declaró la guerra a Bolivia y Perú. Al primero por la imposibilidad de lograr un acuerdo con las autoridades bolivianas y al segundo
por no declarar su neutralidad y considerar la espera de la resolución del congreso peruano como un mero ardid para prepararse militarmente para
una confrontación. El 6 de abril Perú declaró elcasus foederis conforme al tratado de alianza con Bolivia.10:250

Desarrollo de la guerra[editar]
Fuerzas en guerra[editar]
Artículos principales: Combatientes al inicio de la Guerra del Pacífico, Ejército de Bolivia durante la Guerra del Pacífico, Ejército de Chile durante la
Guerra del Pacífico y Armada de Chile durante la Guerra del Pacífico.
Véase también: Economía de la Guerra del Pacífico

Véase también: Armas usadas en la Guerra del Pacífico

Véase también: Prensa en la Guerra del Pacífico


Fuerzas de los ejércitos de tierra

Chile Perú Bolivia

En enero 1879, antes de la guerra

2440n 1 5557n 2 1687n 3

En enero 1881, ocupación de Lima

ante Lima: 27 000n 4 Ejér. de Lima: 25-35 000n 5 En Bolivia: ?

en Tarapacá y Antofagasta: 8000n


6 en Arequipa: 13 000n 7

en Chile: 6000n 8 Ejér. del Norte: (unido al de Lima)


1. Volver arriba↑ Sater, 2007, p. 58 Table 3
2. Volver arriba↑ Sater, 2007, p. 45 Table 1
3. Volver arriba↑ Sater, 2007, p. 51 Table 2
4. Volver arriba↑ Sater, 2007, p. 263
5. Volver arriba↑ Sater, 2007, p. 274
6. Volver arriba↑ Sater, 2007, p. 263
7. Volver arriba↑ Machuca, Francisco. Las cuatro campañas de la Guerra del Pacífico. p. 341.
8. Volver arriba↑ Sater, 2007, p. 263

 Diferentes estimaciones por autor son dadas por Valentina Verbal Stockmayer, pág. 153

ArtilleríaF 1

Calibre Cañón Alcance Proyectil


Modelo Cantidad
mm kg m kg

Chile

Cañón de montaña Krupp M1873 L/21 12-16 60 107 2500 2.14

Cañón de campaña Krupp M1867 L/25 ? 78.5 ? 3000 4.3

Cañón de montaña Krupp M1879 L/13 38 75 100 3000 4.5

Cañón de montaña Krupp M1879-80 L/74 24 87 305 4600 1.5

Cañón de campaña Krupp M1880 L/26 29 75 100 4800 4.3

Cañón de campaña Krupp M1873 12 87 450 4800 6.8

Armstrong M1880 (de bronce) 6 66 250 4500 4.1

Modelo 59 Emperador 12 87 ? 323 11.5

Cañón de campaña La Hitte M1858 4 84 ? 342 4035

Cañón de montaña La Hitte M1858 8 86.5 ? 225 4035

Perú

Cañón White (de montaña) 31 55 ? 2500 2.09


Cañón White (de campaña) 49 55 ? 3800 2.09

Cañón Grieve (de acero) 42 60 107 2500 2.14

Bolivia

Cañón de montaña Krupp M1872 L/21 6 60 107 2500 2.14

1. Volver arriba↑ Sater, 2007, p. 64-67

Es opinión entre los historiadores neutrales que ninguno de los beligerantes estaba preparado para la guerra, ni financiera ni militarmente.5:7 Ningún
país tenía un estado Mayor,5:24 ni suficientes ambulancias,5:89 ni servicio de abastecimiento.5:24 Sus naves de guerra se encontraban en pésimo
estado.5:106 En el caso de Chile, por ejemplo, la dotación militar efectiva había sido reducida continuamente de 3776 a 2400 soldados desde 1867 a
1879.26:140 y ninguna de las unidades estaba estacionada al norte de Valparaíso, a más de 1700 km de Iquique26:143 y significaban solo el 0,1% de la
población. En la armada de Chile al final de la guerra, el 53% de los primeros ingenieros, el 20% de los segundos ingenieros y el 8% de los
aprendices eran extranjeros.5:105 El gobierno del Perú había cesado el pago de la deuda externa y en Bolivia había epidemias y hambre.
Según W. Sater, Chile y Perú llegaron a enlistar temporalmente al 2% de su población masculina y Bolivia solo el 1%.5:21-22 Se debe considerar que
ambos ejércitos aliados profesionales del comienzo de la guerra fueron desbandados tras la batalla de Tacna y debieron ser reagrupados o formados
nuevamente.
Los aliados tenían, a primera vista, algunas ventajas sobre el país del sur. Su población y sus tropas doblaban a las chilenas en número y el puerto
peruano del Callao era con sus defensas de artillería casi inexpugnable para la flota chilena y ofrecía un refugio seguro a las naves peruanas. En el
Callao una firma inglesa ofrecía los servicios de un dique flotante para naves de hasta 3000 t lo que permitía complicadas reparaciones de sus
barcos, de lo que hizo uso reparando sus naves antes de la guerra27:119. Quizás fueron estas las razones por las que la prensa internacional en un
comienzo dio por segura la derrota de Chile.282930 La ambivalente actitud argentina y el permanente conflicto araucano ensombrecían las expectativas
chilenas.29:109Como afirma Basadre sobre la opinión pública de su país:10:240 Se desconocía entonces el verdadero poder de Chile y las espantosas
consecuencias de la guerra, y se creía, por las gentes poco avisadas, que, como en conjunto, los países aliados eran más extensos que Chile,
lograrían la victoria finalmente.nota 5 Otros observadores10:253 hicieron un análisis más profundo, que mostraba ventajas chilenas tanto políticas como
militares. Chile tenía desde 1833 un régimen político estable que le había permitido desarrollar y fortalecer sus instituciones. Entre ellas, su ejército y
su armada tenían un mando formado en una escuela de oficiales,5:44 tropas fogueadas en la guerra de Arauco27:43 y uniformidad en el armamento
(casi todos los fusiles chilenos de infantería, Comblain y Gras, usaban munición de 11 mm con vaina metálica y poseían bayoneta). La armada de
Chile poseía 2 blindados que eran, por el espesor de sus corazas, casinota 6 imbatibles para la armada del Perú. Aunque existieron en Chile disputas
entre militares y civiles por la dirección de la estrategia, siempre hubo un primado de lo político por sobre lo militar.33:616 Su abastecimiento desde
Europa podía realizarse a través del Estrecho de Magallanes que solo una vez fue amagado por la Marina del Perú.
En los ejércitos aliados, la falta de dedicación a sus funciones profesionales llevó a una situación en que se tenían varios tipos de fusiles con
munición diferente para cada uno y a veces sin bayoneta, haciendo más difícil la instrucción de los reclutas, la manutención del equipo y el
municionamiento durante la guerra. (W. Sater lista 11 tipos diferentes de fusiles aliados y solo 5 chilenos). La Armada del Perú tenía antes de la
guerra una buena parte de sus tripulaciones formadas por chilenos y tras su expulsión solo pudieron ser reemplazados por otros extranjeros. Los
aliados tampoco poseían una artillería ni caballería comparable a la chilena. Al contrario del chileno, el abastecimiento aliado pasaba a través de
terceros países, sujetos a la influencia de la diplomacia y la armada de Chile.
A ello se debe agregar que una vez en posesión de los recursos del guano y del salitre de Tarapacá, Chile percibió ingresos que le permitieron
financiar la guerra, los que le faltaron al Perú y que tras la ocupación de Tacna y Arica, el comercio boliviano hacia y desde el Pacífico fue controlado
por Chile.
Campaña naval[editar]
Artículo principal: Campaña naval de la Guerra del Pacífico
Buques capitales de Chile y Perú al comienzo de la guerra5:113-114

Potencia
Desp. Velocidad Blindaje Artillería Año de
Barco de guerra Caballos de
(t.l.) (Nudos) (Pulgadas) principal Const.
vapor

Chile

Cochrane 3560 3000 9–12.8 hasta 9 6x9 Inch 1874

Blanco Encalada 3560 3000 9–12.8 hasta 9 6x9 Inch 1874

Perú

2x300–
Huáscar 1130 1200 10–11 4½ 1865
pounders

2x150–
Independencia 2004 1500 12–13 4½ 1865
pounders

W. Sater advierte que hay numerosas diferencias entre los autores sobre los datos técnicos de los buques, quizás
porque se refieren a diferentes momentos.

A comienzos de la guerra era evidente que antes de cualquier operación militar en un terreno tan difícil como el desierto de Atacama, debía ganarse
el control de los mares. En esta campaña solo se enfrentaron las fuerzas navales de Chile y Perú, ya que Bolivia no contaba con una, y si bien el
gobierno de este país intentó recurrir al corso para suplirlo, esto no prosperó.3435
El poder de la escuadra chilena se basaba en las fragatas blindadas gemelas, Cochrane y Blanco Encalada. El resto de la escuadra estaba formada
por las siguientes naves de madera: las corbetas Chacabuco, O’Higgins, Esmeralda y Abtao, la cañonera Magallanes y la goletaCovadonga.
Los buques capitales de la escuadra peruana eran la fragata blindada Independencia y el monitor blindado Huáscar. Completaban la escuadra
peruana los monitores fluviales Atahualpa y Manco Cápac, la corbeta de madera Unión y la cañonera de madera Pilcomayo.
Con el objetivo de asfixiar la economía peruana de exportación y forzar la salida del Callao de la escuadra peruana para dar una batalla en altamar, la
escuadra chilena bloqueóel puerto peruano de Iquique desde el 5 de abril y también bombardeó los débilmente defendidos puertos de Pabellón de
Pica, Huanillos, Mollendo y Pisagua. Sin embargo, la flota peruana, escabulló el combate con unidades chilenas que fueran superiores y utilizó el
espacio y el tiempo dado para una estrategia mas audaz de ataque a las líneas de transporte y a los desguarnecidos puertos chilenos, entre otros.
Durante esas operaciones ocurrió el 12 de abril el combate naval de Chipana, sin un claro vencedor.
El 16 de mayo el grueso de la flota chilena salió de Iquique con dirección al Callao con el objetivo de batir la flota peruana, dejando a sus dos buques
de menor poder para mantener el bloqueo del puerto. El mismo día, salieron del Callao los dos buques capitales del Perú rumbo a Arica. Durante la
navegación se cruzaron ambas fuerzas sin avistarse debido a que los peruanos navegaban cerca de la costa y los chilenos mar adentro. En Arica el
alto mando naval peruano se enteró de la situación en Iquique y envió a sus buques a romper el bloqueo.
El 21 de mayo, en el combate naval de Iquique, el monitor blindado Huáscar logró hundir a la corbeta Esmeralda. En el mismo día, la fragata
blindada Independencia se enfrentó con la goleta Covadonga, la que astutamente dirigida logró que su adversario encallara en el combate naval de
Punta Gruesa, en su afán de espolonearla, y que terminó sufriendo el bombardeo de esta. El resultado de ese día en Iquique y Punta Gruesa caló
hondo en ambos países: en Chile aumentó el fervor patriótico y en Perú, si bien se levantó temporalmente el bloqueo de Iquique, le costó la pérdida
de la unidad mas poderosa de su armada.5:137 El 1 de junio, el grueso de la escuadra chilena volvía de su infructuosa expedición al Callao
enterándose de los hechos y restableciendo el bloqueo de Iquique hasta el 2 de agosto.
Pese a la inferioridad técnica en la que ahora se encontraba la marina peruana, el monitor blindado Huáscar logró con sus correrías mantener en
jaque a la escuadra chilena durante 6 meses en las que atacaba sorpresivamente transportes chilenos, hostilizaba sus líneas de comunicación,
bombardeaba instalaciones militares de los puertos y evitaba con su velocidad a los blindados chilenos, incluso en ciertas ocasiones intentó
torpedearlos, pero sin éxito. El punto culminante de las correrías del monitor blindado Huáscar fue la captura del vapor Rímac con el regimiento de
caballería Carabineros de Yungay a bordo, el 23 de julio. La captura del vapor Rímac causó una crisis en el gobierno chileno que provocó la renuncia
del gabinete y del jefe de la armada de Chile. La corbeta Unión que también participó en estas correrías para hostilizar a las fuerzas chilenas logró
incluso fondear en Punta Arenas, zarpando con ese objeto de Arica el 31 de julio y llegando a ese lugar el 16 de agosto, para intentar capturar
transportes con armas que debían pasar por ese puerto. Aunque no logró su objetivo, fue una demostración de decisión y capacidad de los marinos
peruanos.
Tras las reparaciones de caldera y carena de los buques capitales chilenos, la flota chilena fue organizada en 2 divisiones destinadas solo a la
eliminación del Huáscar. El 8 de octubre, fue capturado el Huáscar en el decisivo combate naval de Angamos. La corbeta Unión, por su parte, logró
escapar de los otros buques chilenos gracias a su mayor velocidad.
A partir de Angamos, la escuadra chilena pudo convoyar y apoyar al ejército en sus operaciones en tierra, así como también a hostilizar las costas
peruanas y bloquear sus puertos para impedir el abastecimiento del ejército peruano o la llegada de refuerzos. Técnica y númericamente disminuída,
la escuadra peruana se limitó a abastecer en lo posible sus fuerzas terrestres evitando enfrentamientos con la flota adversaria. Los intentos de los
agentes del gobierno de adquirir nuevas unidades navales de consideración en el extranjero fracasaron. Durante este período se producen algunas
acciones como la captura de la cañonera Pilcomayo el 18 de noviembre y algunos enfrentamientos en Arica, tras el inicio del bloqueo de aquel puerto
por buques de la flota chilena el 28 de noviembre y que se extendió hasta el 7 de junio de 1880, cuando fue ocupada por el ejército chileno.
En la etapa final de la campaña naval, la flota chilena sostuvo un bloqueo en el Callao iniciado el 10 de abril de 1880. Durante esas operaciones se
dieron varios enfrentamientos menores entre unidades chilenas y peruanas, y también la flota chilena realiza bombardeos a las defensas del puerto.
En estas acciones, los peruanos logran hundir con el uso de artefactos explosivos y torpedos la goleta Covadonga, el transporte artillado Loa y la
torpedera Janequeo. Pese a esos pequeños triunfos peruanos, la escuadra chilena mantuvo el bloqueo firmemente y luego, tras las derrotas del
ejército peruano en Chorrillos y Miraflores, ocurridas el 13 y 15 de enero de 1881 respectivamente, donde además algunos buques de la escuadra
apoyaron al ejército chileno atacando las posiciones peruanas cercanas a la costa, la autoridad naval peruana en el Callao ejecutó el 17 de enero la
destrucción de las baterías y los buques que aun le quedaban a la marina peruana, entre ellos la corbeta Unión, para evitar su captura por los
chilenos.
Durante la campaña de la Breña los buques chilenos transportaron destacamentos y material de guerra por la costa peruana. En la fase final de esa
campaña, en 1883, la torpedera Colo Colo fue transportada por ferrocarril desde el puerto de Ilo hasta Puno, y de allí lanzada a las aguas del lago
Titicaca para patrullar la zona y evitar el posible uso militar de esta vía por fuerzas peruanas o bolivianas.
Campañas terrestres[editar]
Artículo principal: Campañas terrestres de la Guerra del Pacífico
Foto que muestra al minero de Copiapó Tránsito Díaz, Cabo 2° del Ejército de Chile, mutilado en el Desembarco de Pisagua. La foto pertenece al "Álbum de inválidos
de la Guerra del Pacífico", una serie de 130 registros fotográficos ordenados por el gobierno de Domingo Santa María para demostrar el otorgamiento de pensiones y
prótesis a los heridos de guerra.36 4.081 soldados chilenos regresaron inválidos, 10% del total de la movilización.nota 7 En el año 2008, 280 mujeres recibían pensión
estatal en Chile por ser hijas o viudas de veteranos de la guerra.37:20;30

Con la extensa costa peruana sin protección naval desde octubre, excepto puntualmente por su poderosa artillería costera, las fuerzas chilenas
pudieron elegir el lugar donde continuar la guerra. Según Carlos Dellepiane,38:76- existían tres alternativas, la zona de Lima, Arica-Tacna y Pisagua-
Iquique. Lima era el centro político del Perú, pero su ocupación no garantizaba la rendición. Arica-Tacna era un centro de las comunicaciones con la
zona sur, puerto usado por Bolivia y daba acceso a la zona de Arequipa. Tarapacá, es decir Pisagua-Iquique, era la fuente de la riqueza peruana, de
donde se extraía el guano y el salitre y donde los aliados habían concentrado sus fuerzas militares. Arica e Iquique eran cada uno compartimientos
estancos sin acceso expedito por tierra al resto del Perú.39 J. Basadre cita la posibilidad de un desembarco chileno cerca de Lima ya en 1879 y señala
al historiador chileno Wilhelm Ekdahl que hubiera aconsejado abandonar el sur del Perú y fortalecerse en Lima hasta restablecer el equilibrio naval o
encontrar nuevos aliados. Pero, contradice Basadre, hubiese sidotremendo y humillante rendir esas regiones, además de una pérdida económica
enorme y por lo demás inútil, pues Chile se interesaba por los ingresos salitreros provenientes de Tarapacá, y su ocupación sin resistencia hubiese
significado probablemente el fin de la guerra.40:15Debe agregarse, por el lado de Chile, que al comienzo de la guerra, la organización, conocimiento y
experiencia estaban todavía lejos del nivel alcanzado en 1881.
La guerra terrestre puede ser dividida en cuatro campañas, donde las tres primeras llevaron sucesivamente a la ocupación chilena de las regiones de
Tarapacá, Arica-Tacna, y Lima y la cuarta, la campaña de la Breña, desarticuló la última resistencia peruana. Sin embargo, existen otros hechos
militares de la guerra terrestre que no van necesariamente incluidas en esas cuatro campañas, como la resistencia boliviana en el litoral, la
expedición de Lynch a la costa norte del Perú y la ocupación de Arequipa, que algunos la consideran aparte.
Concentración de fuerzas aliadas en Tarapacá y Arica[editar]
El 7 de marzo, al comienzo de la mediación de Lavalle, salieron los primeros batallones peruanos desde el Callao (algunos desde Ayacucho) rumbo a
Arica, Iquique, Pisagua y Molle. Algunos se formaron con voluntarios, peruanos y bolivianos, de la zona. En total, según Dellapiane, 4452 soldados
estacionados en Tarapacá y 4000 en Arica.38:62- El 30 de abril llegaron a Tacna desde La Paz tras 13 días de marcha 4500 (6000 según Dellepiane)
soldados bolivianos bajo las órdenes de Hilarión Daza para unirse a las fuerzas peruanas mandadas por el generalJuan Buendía y Noriega y tomar el
mando del ejército aliado. Las fuerzas aliadas se distribuyeron en torno a los lugares donde se podía esperar un desembarco chileno: Iquique-
Pisagua (Buendía) y en Arica-Tacna (Daza). También habían refuerzos, en Arequipa al mando de Lizardo Montero y en el sur de Bolivia al mando de
Narciso Campero, que debían confluir a la costa una vez conocido el lugar del desembarco. Sin embargo, las fuerzas militares de Montero no fueron
movilizados a tiempo. Los últimos refuerzos, cerca de 1500 hombres, llegaron el 1 de octubre a Iquique.38:67
Resistencia boliviana en el litoral y la división errante de Campero[editar]
Tras la resistencia en Calama, el más importante enfrentamiento en el Litoral fue el combate de Río Grande el 10 de septiembre de 1879, donde se
pone fin a las montoneras bolivianas de la zona.[cita requerida]
El 11 de octubre salió de Cotagaita la 5.ª División del ejército boliviano bajo el mando de Narciso Campero en una penosa marcha falta de pertrechos
y municiones con órdenes y contraórdenes a través del altiplano.9:355-365 (ver desplazamientos en Mapa de desplazamientos de la 5. división) Un
destacamento de esta división avanzó hacia el oeste y enfrentó a algunos piquetes enemigos en Chiu-Chiu (2 diciembre) y en el combate de
Tambillo (6 diciembre),9:366-367 que sería la única victoria alcanzada individualmente por los bolivianos en la guerra.[cita requerida] Otro destacamento
emboscó una partida de chilenos en Canchas Blancas.9:367-368
Campaña de Tarapacá[editar]
Artículo principal: Campaña de Tarapacá
Véase también: Desembarco chileno en Pisagua

Desembarco y marcha de tropas aliadas y chilenas durante la campaña de Tarapacá, en noviembre de 1879.

El ejército chileno comenzó la invasión del Perú el 2 de noviembre de 1879 con el desembarco de 9900 hombres y 880 animales en Pisagua, 550 km
al norte de Antofagasta, en una de los primeros desembarcos anfibios de la era moderna. Tras la neutralización de las baterías costeras por la
artillería naval los atacantes desembarcaron desde botes de fondo plano (especialmente construidos) y vencieron a las fuerzas bolivianas y peruanas
que defendían el puerto. Tras la ocupación del puerto y la zona aledaña fue enviado al interior una avanzada de caballería para obtener información
del enemigo. En el trayecto enfrentó y derrotó una avanzada de caballería aliada el 6 de noviembre en el combate de Pampa Germania (o Agua
Santa). Las fuerzas aliadas se desplegaron para atacar a los chilenos desde Iquique por el sur, y desde Arica por el norte. Sin embargo, Daza, que
dirigía las fuerzas venidas desde Arica, inexplicablemente, volvió al norte sin entrar en batalla. Las fuerzas chilenas acampadas en Dolores derrotaron
a las aliadas venidas desde Iquique el 19 de noviembre en la batalla de Dolores (o San Francisco) tras la cual el puerto de Iquique, bloqueado ahora
por tierra y por mar, se entregó sin resistencia el 23 de noviembre. Posteriormente, una división chilena que avanzó en persecución de los aliados fue
derrotada el 27 de noviembre en la batalla de Tarapacá, un pequeño poblado ubicado en el interior de la región. Pese al triunfo, los aliados sin
refuerzos ni apoyo logístico para mantener la posición y rechazar nuevos ataques se retiraron a Arica en una penosa marcha. Con este hecho finalizó
la campaña y Chile quedó dueño de la región que había albergado al 10% de la población del Perú y le daba a este un ingreso anual de ₤ 28 millones
por la producción de nitrato.41
Situación interna en los países beligerantes hasta la caída de Iquique [editar]
Chile tenía un gobierno elegido y estable, pero los desastres de la campaña naval demostraron que los estrategas de su flota no estaban preparados
para la guerra y durante las campañas terrestres el ejército tendría también problemas de abastecimiento, ambulancias y mando. Los desaciertos
desataron la ira popular y habían obligado al gobierno a cambiar al "esclerótico"5:137 comandante en jefe de la armada Williams Rebolledo por
Galvarino Riveros y al "avejentado"5:170 comandante en jefe del ejército Justo Arteaga por Erasmo Escala, quien posteriormente renunciaría por
desavenencias con el ministro de guerra Rafael Sotomayor, quedando al mando del ejército Manuel Baquedano. En el plano de alianzas, Chile
buscaba segregar Bolivia del pacto con Perú.9:289-295 G. Bulnes escribe: El objeto de la política boliviana era ahora el mismo de Antes: conquistar
Tacna i Arica para Bolivia, colocar a esta como Estado intermediario entre Chile i el Perú, creyendo que de esa manera Lima i el Perú entero se
someterían a las condiciones de paz que se les impusieran. Esto se llamaba en el lenguaje convencional de los iniciados «arreglarse con Bolivia».42
:14nota 8
Asimismo, el gobierno debía negociar con Argentina un tratado que fijase la frontera e impidiera su entrada en la guerra al lado de Perú y
Bolivia. En el plano técnico, el gobierno de Chile reorganizó el ejército en divisiones, unidades que pueden vivir y combatir aisladamente, para lo que
es necesario que tengan todas las armas (infantería, artillería, caballería) y los requeridos servicios (intendencia, sanidad, estado mayor, etc),
impidiendo así que el comandante en jefe tuviera que dirigirse, para una operación cualquiera a cada uno de los jefes de cuerpo.
Tras la ocupación de la zona salitrera de Iquique, el gobierno chileno privatizó las oficinas que habían sido nacionalizadas por el estado peruano
devolviéndolas43 a los tenedores de bonos peruanos. La alternativa de crear una empresa estatal que gestionara la producción y venta del nitrato fue
desechada por onerosa dado que el estado chileno debía financiar la guerra y movilizar al frente de guerra una parte importante de su fuerza de
trabajo además de que los acreedores europeos de los bonos peruanos exigían el pago de sus deudas. En 1879 el estado chileno comenzó a cobrar
un impuesto de $0,40 por quintal métrico (100kg) de salitre exportado y en 1880 el impuesto aumentó a $1,60 por qm.44
Perú y Bolivia habían acordado en el Protocolo de Subsidios que Bolivia debería pagar los costos de la guerra, lo que provocó resentimientos y
temores en Bolivia dado que hipotecaba los ingresos fiscales bolivianos en circunstancias que allí se veía el envío del ejército a Tacna como una
ayuda de Bolivia a Perú, mas aun cuando se supo que no sería enviado a expulsar a los chilenos de Antofagasta sino que permanecería en Tacna
para proteger la provincia peruana de Tarapacá. Cuando Daza y sus oficiales llegaron a Tacna pudieron cerciorarse de que la capacidad militar
peruana no era la imaginada por ellos y que su permanencia en el poder estaba en juego si era derrotado el ejército aliado. Querejazu sugiere que
Daza utilizó la oferta chilena de una salida al mar por Tacna y Arica para presionar al Perú a revisar el Protocolo de Subsidios, lo cual logró.
Se puede solamente especular sobre las verdaderas razones que llevaron a Daza a retirarse a Bolivia antes de la batalla de Dolores, algunos dicen
para conservar intacto su regimiento de los colorados, la base de su poder político en Bolivia. Sin embargo, su vergonzosa retirada solo aceleró su
caída y fue reemplazado por Campero. Querejazu considera que las marchas y contramarchas dadas por Daza a Campero con su división son una
prueba de que Daza había sido comprado por Chile.
Dentro del gobierno de Campero se acentuaron las corrientes partidarias de romper la alianza con Perú y aceptar la oferta chilena de Tacna y Arica.
Aunque esta opción nunca fue totalmente descartada, la alianza con Perú permaneció e incluso, tras la caída de Tacna y Arica fue aprobada la
creación de los Estados Unidos Perú-Bolivianos, que nunca tuvo aplicación práctica. Bolivia cooperó con Perú con armas y dinero, pero sus fuerzas
en Oruro nunca intentaron recuperar Antofagasta.
La situación interna en Perú era complicada. Prado, al parecer contra su voluntad, declaró la guerra a Chile obligado por el tratado alianza de 1873 y
por las presiones internas a pesar de no tener fondos para financiar la guerra y sin crédito internacional debido a las continuas cesaciones en el pago
de la deuda. Para asumir el mando del ejército y dirigir la estrategia militar, Prado relegó la gestión del gobierno al vicepresidente Luis La Puerta de
Mendoza.40:34- Debido al bloqueo chileno de los principales puertos peruanos de exportación, los ingresos fiscales peruanos en 1879 (8.078.555
soles) disminuyeron a la mitad de lo calculado para ese año (15.257.698 soles) y, por el contrario, los gastos fiscales en guerra aumentaron más del
triple (55.050.000 soles). A falta de un sistema tributario eficaz, Prado debió financiar la guerra con donativos patrióticos, empréstitos, cesación de
pagos de deudas, emisión de más monedas y también en un aumento de los impuestos.40:34- El desastre político del gobierno puede ser medido en la
cantidad de ministros de hacienda que tuvo su gobierno solo en 1879: Izcue, Quimper, Pazos, Arias, (Piérola rehusó una oferta), Arenas, otra vez
Quimper, Denegri. En el aspecto político-militar se enjuició al capitán de navío More Ruiz32:220 por la pérdida del buque Independencia y al general
Buendía40:46 por las derrotas en Tarapacá. El 19 de diciembre de 1879, conocida la caída de Iquique y Pisagua, Prado salió del Perú para, según él,
acelerar las compras de material de guerra en EE. UU. y Europa. La historia ha condenado su salida como una deserción.40:54-56
Tras la partida de Prado, Nicolás de Piérola Villena dio en diciembre un golpe de estado y asumió como dictador del Perú. Pierola creó el Inti
(moneda), renegoció la deuda externa, reconoció una controvertida deuda peruana a la firma Dreyfus y dividió el ejército del sur en dos: el primero
bajo el mando de Lizardo Montero compuesto por unidades en Tacna y Arica, el segundo se compuso de las tropas acantonadas en Arequipa (más
otras que llegarían) bajo el mando de Pedro A. del Solar. Muchos historiadores ven razones políticas en una partición que definitivamente debilitó la
defensa de la región.45 Piérola ha sido criticado por la forma dictatorial de ejercer el poder, por su sectarismo temeroso a posibles opositores, por su
frivolidad en el vestuario y sus decretos pomposos y la falta de control en los gastos, pero también debe decirse que desplegó un enorme esfuerzo
para obtener nuevas fuentes de financiamiento, modernizar el estado, dar igualdad a los indígenas y renegoció (sin éxito) la deuda y la consignación
del guano peruano.40:100-122 J. Basadre lo critica pero a su vez considera su labor un acto de abnegación y hasta de heroísmo, pues instauró su
Dictadura en un país territorialmente invadido, políticamente perturbado, navalmente desaparecido, militarmente maltrecho, económicamente
exangüe y contra el cual se preparaban a dar sus golpes decisivos los poderosos y arrogantes vencedores en la campaña marítima y en la campaña
de Tarapacá.40:57
Campaña de Tacna y Arica[editar]
Artículo principal: Campaña de Tacna y Arica
Desembarco y marcha de tropas aliadas y chilenas durante la campaña de Tacna y Arica, de enero a junio de 1880.

Inmediatamente después de la batalla de Dolores, el ministro de guerra en campaña, propuso al gobierno chileno continuar con un desembarco cerca
de Lima para acortar la guerra. Pero dentro del gobierno se insistió en la realización de la llamada "política boliviana" que aseguraría la paz futura.
Por esa razón, finalmente el gobierno decidió ocupar la región que es la salida natural de Bolivia al océano.
Tras un desembarco de reconocimiento el 31 de diciembre de 1879 cerca de Tacna y que se extendió hasta Moquegua, 11 000 soldados chilenos
fueron desembarcados desde el 26 de febrero de 1880 y durante varios días en Punta Coles, cerca de Ilo, sin ser atacados por los aliados.
Paralelamente a esto, se envió una expedición de 2148 soldados a Mollendo, con el objetivo de destruir la infraestructura del puerto e impedir el
abastecimiento de la guarnición de Arequipa que se hacía desde este lugar.46 Las operaciones en Mollendo fueron entre el 9 y el 12 de marzo,
finalizando con el éxito de sus objetivos pero con grandes desmanes en el puerto ocasionados por algunos soldados chilenos que luego serían
severamente castigados por el alto mando.47
En el avance chileno, tras el desembarco de sus fuerzas, se sucedieron varios enfrentamientos. El 22 de marzo se libró la batalla de Los Ángeles,
donde las tropas chilenas derrotaron a una división peruana posicionada en una fuerte defensa natural, y cortaron con ello las comunicaciones de
Tacna y Arica con Arequipa, es decir el resto del Perú. El 26 de mayo el ejército chileno derrotó a las tropas aliadas en labatalla de Tacna (o Del
Campo de la Alianza). El 7 de junio las últimas tropas aliadas fueron derrotadas en la batalla de Arica. Tras esta campaña los ejércitos profesionales
del Perú y Bolivia dejaron de existir. Perú debió formar un nuevo ejército5:256 y Bolivia no continuó su participación militar en la guerra aunque si apoyó
al Perú con armas y dinero. Ningún gobierno boliviano aceptó, durante la guerra, las ofertas chilenas de ocupar Tacna y Arica.
Expedición de Lynch[editar]
Artículo principal: Expedición Lynch

Expedición de Lynch a Chimbote, Supe, Paita, Eten e islas de Lobos de septiembre a octubre de 1880.

Tras la ocupación de Tacna y Arica el gobierno chileno creía que Perú y Bolivia aceptarían la cesión de Tarapacá y Antofagasta o que por lo menos
Bolivia buscaría asegurar una salida al mar y dejaría la alianza con el Perú. Sin embargo una corriente de la opinión pública chilena sostenía que la
única forma de lograr la paz era la ocupación de Lima. Con la intención de evitar la continuación de la guerra con una invasión a Lima, el gobierno de
Chile preparó una expedición al norte del Perú que debía demostrar al gobierno de Piérola su propia incapacidad de continuar la guerra contra Chile.
La expedición a Mollendo realizada entre el 9 y el 12 de marzo tuvo el mismo fin.
El 4 de septiembre zarpó de Arica una expedición de 2200 hombres al mando del capitán de navío Patricio Lynch, con el fin de imponer cupos de
guerra a las ciudades del norte del Perú y a los ricos hacendados del norte, dañar bienes fiscales y por último impedir el desembarco y tránsito de
armas.
El gobierno de Piérola declaró el pago a Lynch como traición a la patria de tal manera que los propietarios en Chimbote, Paita, Chiclayo y
Lambayeque, quedaron entre dos fuegos a elegir: la destrucción de sus bienes por Lynch o más tarde por Piérola. Algunos pagaron, otros no. Como
resultado de las contribuciones de guerra se habían logrado reunir 29 050 libras esterlinas, 11 428 pesos de plata, 5000 pesos en papel moneda,
algunas barras de oro y plata y gran cantidad de mercaderías y productos de esas regiones. Lynch capturó además un envío marítimo para el
gobierno peruano, consistente en 7,5 millones de pesos impresos (billetes y estampillas) proveniente de los Estados Unidos. Durante la expedición,
las fuerzas chilenas encontraron en las haciendas peruanas a cientos de trabajadores chinos culí en condiciones de semiesclavitud, algunos de los
cuales al ser liberados se incorporan voluntariamente a las fuerzas de Lynch como apoyo logístico, y también en la posterior campaña de Lima.48 La
expedición duró 2 meses y sin la oposición de fuerzas peruanas.42:553-565
Aunque los historiadores chilenos estiman que la actividad desplegada por Lynch tuvo base en el Derecho internacional, por ejemplo, Diego Barros
Arana cita como base legal de la acción el artículo 544 del Le droit international codifié de Johann Caspar Bluntschli49[cita requerida]50 y Sergio Villalobos
invoca los Principios del derecho Internacional de Andrés Bello,23:176 también la consideran dañina para la imagen de Chile; Gonzalo Bulnes
escribe: el glorioso ejército de Chile se presentaba ante el mundo civilizado como demoledor de injenios de azúcar, i como destructor de edificios de
labranza.
Conferencia de paz de Arica[editar]
Artículo principal: Conferencia de Arica

El 22 de octubre de 1880 delegados de los tres países en guerra se reunieron a bordo del barco de guerra norteamericano USS Lackawanna (de
1862), anclado frente a Arica, para una conferencia de paz gestionada por los representantes de los EE. UU. en los países beligerantes. Chile exigió
la cesión de las provincias de Antofagasta y Tarapacá (desde la quebrada de Camarones al sur), una indemnización de $20 millones de pesos oro, la
desmilitarización de Arica, la abrogación del tratado secreto y la devolución delRimac así como de las propiedades embargadas a los ciudadanos
chilenos. Los aliados se negaron a hacer cesiones territoriales y la conferencia fracasó.
Los historiadores han concluido que los gestionadores estadounidenses habían transmitido las exigencias de los beligerantes de una forma diluída,
poco realista, para lograr la reunión, pero esto causó decepción en los participantes.51:60 El ministro plenipotenciario de EE. UU. en Bolivia Charles
Adams había asegurado a los aliados que en caso de no llegar los beligerantes a un acuerdo, los EE. UU. impondrían a Chile un arbitraje favorable a
los aliados. Por esa razón para los gobiernos de Campero y Piérola era mejor no entregar los territorios ocupados y dejar a los EE. UU. imponer la
paz sin cesión de territorios.51:59-605242:447
Tras el rechazo de los países de la alianza a aceptar la entrega de Antofagasta y Tarapacá, continuó en Chile el debate sobre el camino a seguir para
obtener de los aliados un tratado de paz duradera que reconociera la entrega de Antofagasta y Tarapacá: esperar en Tacna un cambio de opinión en
Lima o La Paz u ocupar Lima. Finalmente se decidió que la ocupación de Lima era la única alternativa viable.42:430
Campaña de Lima[editar]
Artículo principal: Campaña de Lima
Desembarco y marcha de tropas chilenas durante la campaña de Lima, de noviembre de 1880 a enero de 1881. El largo trayecto desde Pisco a Chilca fue hecho solo
por la Brigada Lynch.
Muros calcinados y derruidos de Chorrillos, otrora suntuoso balneario de la aristocracia limeña, después de la batalla de Chorrillos. La línea de defensa peruana
durante la batalla terminaba en el balneario, que fue cañoneado, incendiado y al final de la batalla se combatió casa por casa. Después fue saqueado por algunos
destacamentos chilenos.40:150

Para la campaña de Lima el ejército chileno fue aumentado en 20 000 plazas y llegó a enlistar 41 000 hombres en total, distribuidos desde los fortines
de la guerra en la Araucanía, en el sur de Chile, hasta Lurín.5:263 El 19 de noviembre de 1880 el ejército expedicionario del norte comenzó a
desembarcar en Pisco, Paracas, Lurín (artillería) y Curayaco (22 de diciembre) hasta completar 27 0005:263 soldados, que se concentraron en Lurin, a
36 km al sur de Lima antes de continuar hacia Lima.
Piérola, que inicialmente esperaba un desembarco chileno al norte de Lima53:335, tras los desembarcos entre Pisco y Lurín (al sur de Lima), ordenó
preparar dos líneas de defensa sucesivas al sur de Lima: el ejército de línea debía detener la invasión en Chorrillos. En caso de fracasar, una
segunda línea de defensa constituida por un ejército de reserva formado por reclutas limeños organizados por gremios, otros traídos de las provincias
mas los remanentes de la primera línea y la guarnición del Callao, debía derrotar al supuestamente debilitado ejército chileno en Miraflores.
La línea principal era la de Chorrillos de aproximadamente 15 km de largo, compuesta de baterías de artillería, ametralladoras, minas personales,
fortificaciones y trincheras para los defensores, ubicadas sobre elevaciones naturales de la zona (280 m en el Morro Solar y Monterrico, 170 m en
Sta. Teresa y San Juan53:253) escarpadas y arenosas que van desde Chorrillos por el Morro Solar, Santa Teresa, San Juan, por los cerros de
Pamplona hasta Monterrico Chico. Cerca de Santa Teresa y de San Juan pasaban los caminos que iban desde Lurín a Lima y serían por lo tanto
importantes objetivos del ataque.
La segunda línea de defensa era menos fuerte y consistía en 7 reductos fortificados pero aislados que cada 800 m debían impedir la entrada de
tropas chilenas a la capital.
En el estado mayor chileno existieron dos planes alternativos para vencer las líneas de defensa peruanas establecidas en el plano de la costa. El
primero era un ataque frontal. Según Manuel Baquedano, jefe de las fuerzas invasoras, el ataque se haría por terrenos conocidos y caminos amplios
sin grandes exigencias a la disciplina y entrenamiento de la tropa, se mantendría un lugar seguro en caso de retirada (la Tablada de Lurín), se
contaba con el apoyo de la armada por la izquierda y por último la posibilidad de romper las líneas peruanas por la extensión de estas. El otro plan,
de José Francisco Vergara, el nuevo ministro de guerra en campaña de Chile, era un ataque envolvente por la derecha, siguiendo el lecho del río
Lurín, por el camino de Manchay hacia el noreste hasta Ate, permitiendo con esto tomar Lima sin disparar un tiro y luego caer por la espalda a las
defensas peruanas. Ambos planes tenían ventajas y desventajas. El plan de Vergara evitaba el ataque frontal sangriento del primero, hacia inútiles
los atrincheramientos y fuertes peruanos, generaría un efecto moral negativo en los peruanos y cortaba la línea de retirada peruana hacia la sierra,
pero perdía el apoyo naval y necesitaba una marcha larga por un terreno angosto de quebradas y desfiladeros susceptibles a sorpresas, un terreno
dificíl para conducir los bagajes y la artillería de arrastre, marchar en un terreno sin aguada para abastecer al ejército y en caso de derrota se les
podía cortar la retirada a Lurín. Finalmente, Baquedano y su estado mayor impusieron el plan de un ataque frontal contra las líneas de defensa
peruanas.53:368;369
Batalla de San Juan y Chorrillos
Artículo principal: Batalla de San Juan y Chorrillos

Martiniano Urriola (con uniforme), quien en 1883 comandó la ocupación de Ayacucho, y Marcos Maturana (con poncho), jefe del Estado Mayor del Ejército
Expedicionario en la campaña de Lima, observan los cadáveres de los sirvientes de un cañón peruano tras la batalla de Chorrillos.

A las 16:00 horas del 12 de enero de 1881 las tres divisiones que formaban el ejército chileno comenzaron a salir por diferentes caminos del
campamento de Lurín hacia las defensas de Chorrillos para enfrentar desde las 5:00 horas del día siguiente a los cuerpos del ejército peruano
comandados por Iglesias (Morro Solar-Santa Teresa), Cáceres (Santa Teresa-San Juan) y Dávila (San Juan-Monterrico chico). Ante el empuje
chileno, las fuerzas peruanas debieron abandonar San Juan y Santa Teresa a las 9:00 horas33:658-661 para reorganizarse, algunos en Chorrillos, otros
en Morro Solar, donde Lynch había sido rechazado tempranamente en el intento de desalojar a Iglesias de esa posición. Con los refuerzos llegados
del centro, los chilenos lograron vencer las defensas peruanas del Morro Solar cerca de las 12:00 del día.33:658-661 La batalla continuó en el balneario
de Chorrillos donde se atrincheraron en casas y azoteas los peruanos desalojados del Morro Solar, Villa, Santa Teresa y San Juan, apoyados entre
otros por un tren blindado enviado desde Lima. A las 14:00 horas los chilenos habían vencido la primera línea de defensa de Piérola.
Batalla de Miraflores
Artículo principal: Batalla de Miraflores

Tras la derrota peruana de Chorrillos se acordó en el Armisticio de San Juan, una tregua para fijar condiciones que reestablecieran la paz, pero por
causas no aclaradas el 15 de enero se inició la lucha en la segunda línea de defensa de Miraflores, que comenzó cuando las fuerzas chilenas todavía
no se habían alineado frente a la defensa peruana. Las fuerzas peruanas hicieron al comienzo bastante presión a una de las divisiones chilenas en la
batalla, pero con la reorganización y contraataque chileno se vieron sobrepasados y fueron derrotadas.
Crítica
La división de las fuerzas peruanas en dos líneas ha sido criticada. El analista militar y escritor Francisco Machuca cita a Napoleón Bonaparte: El
general que conserva parte de sus fuerzas para servirse de ellas al día siguiente esta perdido.53:361 Después de las batallas, hubo saqueos en
Chorrillos por algunos destacamentos chilenos y también en Lima por soldados peruanos dispersos que luego fueron controlados por la organización
de residentes extranjeros.
Las batallas de Chorrillos y Miraflores han sido las mayores batallas en la historia de América del Sur, en consideración al número de combatientes:
45 000 en Chorrillos y 25 000 en Miraflores.33:658-661 Se estima el número de soldados muertos entre 11 000 y 14 500 y los heridos en 10 144.5:348-349
Ocupación de Lima y el Callao
La ocupación de Lima por el ejército chileno se inició el 17 de enero, ese mismo día eran destruidos los fuertes del Callao y las naves peruanas
restantes de su marina fueron varadas, incendiadas o hundidas por orden de la autoridad naval para evitar su captura por fuerzas chilenas que al día
siguiente ocupaban el puerto.54:159 Se restableció el orden en la capital, en las zonas de ocupación, y se reiniciaron las actividades. Tras el regreso a
Chile del general Baquedano con parte del ejército, asumió brevemente con el cargo de jefe del ejército de ocupación Cornelio Saavedra y luego fue
remplazado, también brevemente, por Pedro Lagos. Por último, Patricio Lynch quedó a cargo de la plaza y de los territorios ocupados, de norte a sur
de la costa peruana, hasta la finalización de la guerra en 1883. El contingente del ejército chileno que mantendría la ocupación de parte del territorio
peruano, desde este momento hasta el final de la guerra, variaría entre 9997 a 12 769 hombres distribuidos en distintos puntos.55:227-230
Situación interna en los países beligerantes luego de la ocupación de Lima [editar]
Véase también: Tratado de 1881 entre Argentina y Chile

El 15 de junio de 1881 Domingo Santa María fue elegido presidente de Chile, cargo que asumió el 18 de septiembre, y el nuevo congreso fue elegido
en 1882, como estaba previsto por la ley.
Por otra parte, Chile con Argentina atravesaba momentos tensos, ya que pese a que este último país se había declarado neutral al comenzar la
guerra, amenazaba entrar a la contienda para obtener ventajas en sus negociaciones limítrofes con Chile40:1442:443- y era conocido que permitía en su
territorio el transporte de armas para los aliados, ejercía influencia en Europa y los EE. UU. para detener el avance chileno en la guerra y defendía
una indemnización monetaria para Chile en vez de la cesión de territorios. Además existía en su población una fuerte corriente de apoyo a la causa
aliada con la que alentaba esperanzas entre los aliados de que podría entrar en la guerra contra Chile.56 El 23 de julio de 1881, Chile y Argentina
firmaron un tratado de límites en que, entre otros, se transaba la Patagonia oriental por la Patagonia occidental y el Estrecho de Magallanes,
poniendo fin a las posibilidades de que Argentina interviniera en la guerra.
En Bolivia, el vicepresidente de la nación, Aniceto Arce fue desterrado por apoyar una paz con Chile y el gobierno continuó su apoyo al Perú. En
Perú, Nicolás de Piérola, quien abandonó Lima ante los desastres militares en la defensa de la capital y la posterior ocupación chilena, trasladó su
gobierno en la sierra central, negándose a negociar la paz con cesión territorial y decidido a proseguir la lucha. Paralelamente a estos sucesos, en
Lima una junta de vecinos notables se reunieron el 12 de marzo de 1881 y eligieron a Francisco García Calderón como Presidente Provisional de la
República estableciendo una gobierno civil en Perú, llamado también gobierno de La Magdalena, que en un comienzo fue tolerado implícitamente por
Chile en contraposición a la autoridad de Piérola. García Calderón trató de unificar al país por lo que su gobierno, con la aprobación de las
autoridades chilenas, organizó fuerzas militares que fueron enviadas a la sierra en busca del reconocimiento a su autoridad, generándose algunos
enfrentamientos militares entre los partidarios de García Calderón y Piérola.57
El gobierno chileno intentó acordar la paz con García Calderón esperando que aceptara, entre otras cosas, las exigencias de cesión territorial, pero
este rechazó esa condición en particular para terminar la guerra prefiriendo en su lugar una indemnización pecuniaria. El factor que más influyó en la
negación peruana a la cesión fue la política de mediación estadounidense durante la administración del presidente de los EE. UU. James A.
Garfield (marzo a septiembre de 1881) y su secretario de estado (ministro de RR.EE.) James G. Blaine, llevada a cabo por su representante en Lima
Stephen A. Hurlbut, que alentó a los políticos peruanos a no suscribir la entrega de Tarapacá, sugiriendo que los Estados Unidos de América
respaldarían a Perú y Bolivia y no permitirían la desmembración territorial del primero. Además, Hurlbut convenció a Lizardo Montero y a Andrés
Cáceres, dos militares que serían de gran relevancia durante este período de la guerra, para que abandonasen a Piérola y apoyasen a García
Calderón para lograr un frente unido, lo que luego efectivamente sucedió: Montero fue nombrado vicepresidente y Cáceres segundo vicepresidente
de Calderón, mientras que Piérola al verse aislado políticamente se alejó (temporalmente) del país. El intervencionismo estadounidense en la guerra
se debió en parte a los negocios privados que llevaron a cabo sus diplomáticos y la presión de algunos acreedores del Perú.58 Con la muerte del
presidente Garfield en septiembre, la toma de posesión de la presidencia de Chester A. Arthur y su nuevo secretario de estado, Frederick T.
Frelinghuysen y la posterior acusación en el senado norteamericano contra Blaine por tráfico de influencias llevaron a EE. UU. a firmar con Chile el
Protocolo de Viña del Mar59 en que EE. UU., entre otros, acepta el derecho de Chile de anexar Tarapacá como indemnización de guerra.40:200 Hurlbut
murió en Lima y en su reemplazo asumió William H. Trescot como ministro en Lima. Finalmente, la paz se lograría posteriormente sin la mediación de
los EE. UU., y los intentos estadounidenses por acabar con la guerra solo habían servido para prolongarla al crear expectativas en los aliados.60:45
El 28 de septiembre Lynch prohibió el ejercicio de autoridades no establecidas por la ocupación. García Calderón fue detenido el 6 de noviembre y
deportado a Chile, pero antes, el 29 de septiembre, nombró a Lizardo Montero, jefe del ejército del norte en Cajamarca, como sucesor. Montero
instaló su gobierno en aquella ciudad aunque luego se trasladaría a Huaraz, dejando a Miguel Iglesias como jefe político y militar del norte, y a
comienzos de 1882 estableció su sede de gobierno en Arequipa. Chile no reconoció la autoridad de Montero sobre Perú, pero si lo hizo el gobierno
boliviano dirigido por Campero con quien trabajó para proseguir la guerra, adquiriendo armamento en Europa y Estados Unidos, organizando un
ejército en Arequipa y colaborando hasta cierto punto con las fuerzas que organizó Cáceres en la sierra central.
Campaña de la Breña[editar]
Artículo principal: Campaña de la Breña

La resistencia peruana basada en una guerra de guerrillas fue organizada con tropas regulares e irregulares por el ahora38:390 general Andrés A.
Cáceres (centro), L. Montero e M. Iglesias (norte) y P. del Solar (sur)38:389 aunque Dellepiane nombra la relación entre ellos como tortuosa38:390 debido
a sus luchas internas. La breña de los Andes Centrales presenta una topografía adecuada para las guerrillas, y además existían elementos humanos,
aunque sin entrenamiento y con escaso armamento para una lucha prolongada. Para el ejército invasor, la región era insalubre
(piques y disentería),33:306 desconocida, de difícil acceso y el suministro debía hacerse por el largo y peligroso camino a Lima, comprarlo a elevados
precios a los lugareños o requisarlo, lo que provocaba aun más la resistencia peruana.
También el factor información jugaba en contra de las tropas chilenas: mientras Cáceres era informado por la población de cualquier movimiento,
número o siquiera intención de los chilenos, estos a menudo no sabían cuál dirección seguir en la persecución de las fuerzas peruanas. El ferrocarril
desde Lima llegaba solamente hasta Chicla. La guerrilla obligaba a los invasores a dispersar sus fuerzas, volviéndolas vulnerables a ataques en
masa de estas fuerzas irregulares. Las ciudades y poblados de la región eran ocupados y desocupados por los rebeldes según hubiese o no fuerzas
militares chilenas en ellas evitando así un combate frontal entre ejércitos regulares. De hecho la primera batalla de Pucará y la batalla final en
Huamachuco fueron los únicos enfrentamientos dirigidos por Cáceres, desde la creación de su ejército. Combates, escaramuzas, persecuciones y
emboscadas fueron la norma de enfrentamiento.
Si bien en la campaña de la Breña hubo varios focos de resistencia liderados por distintos caudillos peruanos, las operaciones principales de esta
etapa de la guerra fueron las expediciones enviadas a la sierra central de Perú, la mayoría para combatir las fuerzas organizadas por Cáceres, y la
expedición sobre Arequipa para desarticular la última fuerza peruana de consideración organizada por Montero en esa ciudad.
Expedición de Letelier[editar]
Artículo principal: Expedición a Junín de 1881

La primera expedición chilena de importancia a la sierra para combatir la resistencia peruana fue enviada por el coronel Lagos, jefe del ejército de
ocupación en esos momentos, y encomendada a 700 hombres bajo el mando del teniente coronel Ambrosio Letelier que la efectuó el 15 de abril de
1881, es decir, apenas tres meses de ocupada Lima. Sus fuerzas marcharon desde esa capital y ocuparon en forma sucesiva desde Cerro de Pasco
(norte) hasta Huancayo (sur) y desde Chicla (oeste), la última estación del ferrocarril de Lima, hasta Tarma (este). Todavía no se había formado una
resistencia organizada, por eso una pequeña fuerza pudo ocupar una región tan vasta y dispersar fácilmente a las pocas agrupaciones armadas. Sus
resultados fueron devastadores por los atropellos que Letelier cometió contra la población de la zona, provocando la rebelión de los campesinos y el
reclamo de los ciudadanos de países neutrales. El contraalmirante Lynch, que remplazó en mayo a Lagos en su cargo, ordenó el regreso inmediato
de la expedición al conocer las tropelías de Letelier en la zona.
Al emprender Letelier su retorno a Lima, a mediados de junio, ocurrieron varios enfrentamientos entre destacamentos chilenos y grupos armados
organizados. Con su llegada a Lima el 4 de julio, Letelier fue sometido a una corte marcial por apropiación indebida de dineros y enviado a Chile.5:312
Expedición de 1882[editar]

Combates en la Sierra durante 1882 (excepto el de San Pablo que ocurrió en el norte).

Soldado chileno Luis Sanjurjo61 con abundantes verrugas "mulares", o enfermedad de Carrión, contagiado seguramente en una de las quebradas templadas de la
cuenca del río Rímac durante la campaña de la Breña.62
La resistencia militar liderada por Cáceres en las regiones sur y centro andinas se acentuó luego de la primera expedición chilena a la zona.
El segundo año de ocupación, 1882, el gobierno en Santiago ordenó a Lynch enviar una expedición de 5000 hombres a la sierra para acabar con el
ejército de Cáceres que se concentraba en Chosica, a las puertas de Lima. El 1 de enero comenzaron a movilizarse las fuerzas chilenas desde Lima,
divididas en dos columnas, bajo el mando de Lynch, ejecutando un movimiento de tenazas y persecución. Más tarde el coronel José Francisco Gana
Castro tomó el mando para ser sucedido después por el coronel Estanislao del Canto Arteaga, que continuó las operaciones militares con 2300
hombres en persecución de Cáceres que se retiraba al interior. El 5 de febrero logró alcanzarlo y darle batalla en el Primer Combate de
Pucará aunque sin resultados concluyentes. Cáceres prosiguió su retirada hacia Ayacucho para poder reorganizar sus diseminadas fuerzas en ese
lugar y luego lanzar una contraofensiva. El coronel Del Canto por su parte ocupó el valle del Mantaro distribuyendo sus tropas por toda la zona.
Las tropas chilenas, con la expresa orden de ganarse la buena voluntad de la población mediante un comportamiento correcto, habían ocupado
sucesivamente Tarma, Jauja, Huancayo hasta Izcuchaca. Pero la contraofensiva de Cáceres en conjunto con los ataques de las fuerzas irregulares
de campesinos, enardecidos por la expedición de Letelier el año anterior, impidieron cualquier tipo de confraternización entre los chilenos y los
pobladores del valle. El 9 y 10 de julio la guarnición chilena en Concepción fue aniquilada por una fuerza conjunta de regulares y montoneros
peruanos. Debido al hostigamiento del enemigo, la falta de aprovisionamiento y las enfermedades la fuerza expedicionaria chilena se tuvo que retirar
de la zona bajando a Lima en los primeros días de agosto. La fuerzas chilenas durante la expedición sufrieron la pérdida de 534 hombres: 154 en
combate, 277 por enfermedad y 103 por deserción (20% aprox.).33:306 Por su parte, Cáceres sufrió fuertes perdidas entre muertos en combate y
enfermedad y también deserciones, por lo que debió aumentar sus fuerzas con nuevos reclutas para futuras acciones militares.63
Grito de Montán[editar]
Artículo principal: Grito de Montán

Entre tanto, Miguel Iglesias, ex-ministro de defensa de Piérola antes de la caída de Lima, y que había sido nombrado jefe político y militar del norte
peruano tras la ocupación de Lima, había organizado las fuerzas de ese sector para hacer frente a las expediciones chilenas. Pero Iglesias, luego
del combate de San Pablo el 13 de julio y la posterior ocupación chilena de varios poblados de la zona, entre ellos Cajamarca el 8 de agosto, llegó al
convencimiento de que la guerra debía ser terminada o que destruiría al Perú. Desde su punto de vista, era inconcebible que continuara la sangría
cuando resultaba evidente que la derrota peruana era irreversible. Muchos observadores neutrales eran también de la misma opinión. En Europa y el
resto de América se veía con escándalo que la guerra continuara indefinidamente.
El 31 de agosto, Iglesias lanzó el Grito de Montán exigiendo la paz, aun con cesiones territoriales, y proclamó su autoridad sobre siete departamentos
del norte peruano: Piura, Cajamarca, Amazonas, Loreto, Lambayeque, La Libertad y Áncash. El 1 de enero de 1883 una Asamblea designó a Iglesias
como Presidente Regenerador del Perú. Lynch, aunque escéptico al comienzo con este suceso, tras la desafortunada experiencia con García
Calderón y luego con Montero, lo apoyó por orden del gobierno chileno. Montero y Cáceres no reconocían la autoridad de Iglesias, por el contrario,
mantenían la idea de seguir la lucha contra las fuerzas chilenas hasta alcanzar una paz sin cesión territorial. Debido a la posición tomada por Iglesias
frente a la guerra con Chile, se dieron varios enfrentamientos en el norte peruano entre las tropas organizadas por el gobierno iglesista y fuerzas
opositoras.64
El 3 de mayo el gobierno de Iglesias acordó con Chile, luego de una discusión previa iniciada por sus respectivos representantes, las bases de la paz
definitiva. Iglesias firmó este convenio posteriormente en Cajamarca.33:420
Expediciones en 1883[editar]
Operaciones en 1883

abril-julio
septiembre-noviembre
Mapa a la izquierda, Arriagada persigue a Cáceres hasta Yungay y Cáceres persigue a Gonzales hasta Huamachuco. Mapa a la derecha, ocupación de Arequipa y
Puno por Velásquez. La ocupación de Ayacucho por Urriola no aparece en los mapas.

Al inicio del tercer año de ocupación, y con la expectativa de firmar la paz, el gobierno en Santiago ordenó a Lynch enviar una nueva expedición para
desbaratar las fuerzas lideradas por Cáceres, que aun se oponía al acuerdo entre el gobierno chileno y el de Iglesias para finalizar la guerra.
Políticamente, la expedición tendría además la misión de dar a conocer, explicar y exigir apoyo para el gobierno de Iglesias por lo que también se
ordenó tratar correctamente a la población civil y pagar por los productos recibidos para sostener a las tropas, aunque se debía ajusticiar a todo
regular o irregular peruano de la resistencia tomado prisionero y también a los oficiales que los dirigían, de los cuales varios habían sido
anteriormente prisioneros en la campaña pasada y al ser liberados habían incumplido su promesa de no levantarse en armas contra el gobierno de
ocupación.
El plan de Lynch era perseguir, encerrar y abatir con dos divisiones a las fuerzas de Cáceres, que en esos momentos se encontraba en Canta, y si
escapaba, realizar una persecución sostenida empujando al general peruano por el Callejón de Huaylas hacia el norte donde otra división menor le
obligaría así a dar la batalla decisiva, si no era derrotado antes. El 7 de abril el coronel Juan León García salió de Lima con 1800 hombres para atacar
a las fuerzas de Cáceres que se encontraban en Canta, pero este, enterado del avance chileno, se retiró hacia Tarma produciéndose solo algunos
enfrentamientos entre los pequeños destacamentos desplegados por ambas fuerzas durante la persecución. Casi paralelamente a la división de León
García, salió a mediados de ese mes de Lima hacia Lurín el coronel Del Canto con una fuerza de 1500 hombres que tenía la orden de dirigirse a
Chicla para apoyar el despliegue de los destacamentos comandados por el coronel Martiniano Urriola que estaban despejando el sector de los
montoneros que rondaban. En Chicla se reunieron las tres columnas chilenas el 3 de mayo, y J. León G. tomó algunas tropas de Del Canto y de
Urriola, para continuar la persecución de Cáceres hacia Tarma pero el jefe peruano se había retirado de ese lugar enfilando hacia el norte el 21 de
mayo. El 26 de mayo llegó Del Canto a ese poblado, tomando por orden de Lynch el mando de todas las fuerzas, que eran 3334 hombres, y prosiguió
la persecución de Cáceres pasando por Palcamayo, Junín, Carhuamayo, San Rafael, Salapampa, Chavinillo y Aguamiro. En este último lugar llegó el
12 de junio el coronel Marco Aurelio Arriagada, que tomó el mando de la división y continuó la marcha al norte siguiendo al ejército de Cáceres.
Para Arriagada y Cáceres el trayecto significó graves pérdidas. Las fuerzas chilenas llegaron hasta Yungay el 23 de junio solo para constatar que
Cáceres había abandonado la ciudad. Sin información fidedigna a disposición, la división chilena marchó de vuelta hacia el sur, creyendo,
equivocadamente, perseguir al general peruano. Arriagada, al no encontrarlo, abandonó la persecución y volvió a Lima el 5 de agosto contabilizando
un total de 732 bajas (21%) de los cuales hubo 130 muertos por cansancio, 28 desaparecidos y 574 enfermos, sin muertos en combate.33:462 Por su
parte, a Cáceres se le habían unido las fuerzas del coronel Isaac Recavarren en Yungay, y creyendo que Arriagada todavía lo perseguía,
continuaron la marcha hacia el norte para evitar el encumbramiento de Miguel Iglesias. Previendo ese desarrollo, Lynch que había situado una
división en el norte al mando del coronel Alejandro Gorostiaga con 1000 hombres, le ordenó a este jefe cerrarle el paso a Cáceres hacia Cajamarca
en Huamachuco reforzando además sus fuerzas que llegaron a contabilizar 1736 hombres.65
El 10 de julio las fuerzas de Gorostiaga derrotaron a las de Cáceres en la batalla de Huamachuco, con grandes bajas en el ejército de Cáceres, y
decepción entre quienes se oponían a la cesión de territorios. Todo ello consolidó al gobierno de Iglesias, al convencerse sus detractores de la
futilidad de continuar la guerra. Con este triunfo, la última fuerza peruana de consideración era el ejército de Montero en Arequipa de 550066 hombres,
por lo que el mando chileno envió en septiembre hacia esa ciudad una fuerza de 640033:292 hombres al mando del coronel José Velásquez
Bórquez para derrotarlos, y, simultáneamente, se envió una expedición de 1554 hombres al mando del coronel Urriola para pasar por Jauja y
Huancayo, ocupar Ayacucho e impedir que Montero la ocupase y uniese sus fuerzas en la sierra central con las reducidas fuerzas de Cáceres. El 1
de octubre, luego de varios enfrentamientos menores con montoneras que fueron dispersadas, Urriola entró en Ayacucho donde Cáceres se había
asentado tras Huamachuco. Cáceres se vio obligado a retirarse hacia Andahuaylas. Por otra parte, el 29 de octubre, la ciudad de Arequipa, donde
Montero concentraba las últimas esperanzas de resistencia, capituló y fue ocupada pacíficamente por las fuerzas del coronel Velásquez tras un
alzamiento en aquella ciudad que obligó a Montero y su comitiva a huir hacia Bolivia, alejándose este jefe peruano en forma definitiva de los
acontecimientos de la guerra y trasfiriendo su poder a Cáceres.33:556 El mando chileno completó la ocupación militar de la línea Mollendo-Arequipa
con la ocupación de Puno, que era, desde el Perú, la puerta de entrada a Bolivia. En cuanto a Urriola, enterado de la ocupación de Arequipa y ante la
falta de suministros se retiró de Ayacucho el 12 de noviembre, y tras algunos combates menores con las montoneras durante su regreso, llegó a Lima
el 12 del mes siguiente. Algunos poblados de la sierra central quedaron custodiados por destacamentos chilenos hasta la consolidación de la paz con
Perú a mediados de 1884.33:565-566
El éxito de las operaciones militares chilenas finalizó la resistencia peruana, afianzó el gobierno de Iglesias para obtener la paz definitiva con Perú y
ejerció presión militar sobre el gobierno boliviano para encaminarlo en la misma dirección.33:559

Fase final de la guerra[editar]


Tratado de Ancón y Guerra Civil Peruana[editar]
Artículo principal: Tratado de Ancón

Véase también: Guerra Civil Peruana de 1884-1885

El 18 de octubre de 1883, Chile reconoció oficialmente al gobierno de Iglesias sobre Perú y el 20 de octubre se firmó el Tratado de Ancón, que
posteriormente fue aprobado por la Asamblea Constituyente del Perú. Este acuerdo estableció, entre otras cosas, la cesión definitiva de la región de
Tarapacá a Chile y la ocupación de las provincias de Arica y Tacna por un lapso de 10 años, al cabo del cual un plebiscito decidiría si quedaban bajo
soberanía de Chile, o si volvían al Perú. El 23 de octubre Lynch se retiró de Lima que fue ocupada por las fuerzas de Miguel Iglesias,33:525 para asumir
el gobierno del Perú. El 4 de agosto de 1884 las últimas fuerzas expedicionarias chilenas abandonaron el puerto del Callao y el resto de los territorios
ocupados al norte de la línea del río Sama.
La base de la resistencia de Cáceres, que había sido hasta entonces la rebelión de campesinos e indígenas contra los chilenos, había cambiado y las
montoneras luchaban ahora contra "los blancos", chilenos o peruanos. En junio de 1884 Cáceres aceptó el Tratado de Ancón, como un hecho
consumado.33:604
Florencia Mallon considera que las verdaderas razones de Cáceres eran que:
Mucho antes que la guerra civil terminara, Cáceres se convenció que para construir una alianza que lo llevara al palacio presidencial, el tenía
que aunar fuerzas con los hacendados como clase, incluidos aquellos que habían trabajado con los chilenos. La única manera de hacerlo era
dando a los hacendados lo que ellos pedían y reprimir a las guerrillas que habían hecho posible la campaña de la Breña67
Después de la guerra, las diferencias entre Cáceres e Iglesias dieron origen a una guerra civil entre los partidarios de ambos líderes, que finalizó
luego de varias acciones militares en 1885 con el triunfo del primero.
Pacto de tregua entre Bolivia y Chile[editar]
Artículo principal: Pacto de Tregua entre Bolivia y Chile de 1884

Bolivia desde su retirada de la guerra había tomado una actitud expectativa, pero tras el acuerdo Perú-Chile de 1883 (Tratado de Ancón) y la
movilización de tropas chilenas a su frontera, firmó el 4 de abril el Pacto de Tregua entre Bolivia y Chile de 1884, por el cual, entre otros, aceptó la
ocupación de Antofagasta por Chile y puso fin a las hostilidades, que solo podrían ser reanudadas con un aviso de un año de anticipación.nota 9

Análisis de la guerra[editar]
Estrategia, medios y tecnología militares[editar]
Daños provocados por un disparo delHuáscar en la corbeta Abtao durante elSegundo combate naval de Antofagasta. La guerra ocurrió durante una fase de
rápidos adelantos técnicos y los buques participantes tenían blindaje, ametralladoras, propulsión a vapor y cañones de retrocarga pero
tambiénvelamen y espolón. De hecho la Esmeraldafue hundida por el espolón del Huáscar y Prat murió al intentar capturar el blindado peruano por abordaje.

El control del mar fue esencial para la ocupación de una región desértica accesible casi solo por la costa: el abastecimiento de agua, alimento,
munición, forraje, refuerzos y armas era más rápido y fácil por mar que a través del desierto o de las montañas. Pero mientras la armada chilena
intentaba bloquear los puertos peruanos, la marina peruana realizó una estrategia más atrevida, actuando agresiva y dinámicamente contra los
puertos y las líneas de transporte chilenas, demorando 6 meses el comienzo de los desplazamientos militares chilenos, a pesar de la superioridad
numérica de las fuerzas navales de Chile. Tras la eliminación de losbuques capitales del Perú, fue imposible detener los desembarcos chilenos y
los defensores se encontraban a cientos de kilómetros de las ciudades proveedoras mientras que las tropas chilenas tenían barcos proveedores
solo a pocos kilómetros de la costa.
Las tropas chilenas utilizaron una temprana forma de la guerra anfibia, que combinaba las fuerzas navales, del ejército, unidades especializadas
y lanchas de desembarco de fondo plano especialmente construidas para ello.68
La estrategia militar chilena enfatizó el ataque preventivo, ofensivo y la combinación de armas, movilizando y desplegando sus fuerzas antes que
sus contendores y llevando la guerra a los territorios bolivianos y peruanos.69:163 El ejército chileno desembarcó tropas en lugares determinados
para separar a las agrupaciones aliadas y aislarlas de sus ciudades proveedoras.
Perú y Bolivia presentaron, en tierra, con pocas excepciones, una guerra defensiva, basándose en lo posible en fortificaciones con artillería y
minas.
Tras la ocupación de Lima, la guerra tomó otro cariz, el teatro de guerra fue la sierra peruana con una considerable densidad de población que
daba apoyo, cobijo y abastecimiento a las guerrillas y montoneras. En cambio las tropas chilenas se encontraban lejos de sus fuentes de
abastecimiento, ya fuesen las ciudades peruanas costeras ocupadas o sus naves. Más aun, la geografía le era desconocida, difícil de transitar, y
expuestos a emboscadas.
Ambos bandos utilizaron la tecnología militar moderna, tales como artillería y fusiles de retrocarga, ametralladoras, torpedos, torpederas y buques
blindados. Perú utilizó minas terrestres y Chile lanchas de desembarco. Durante la guerra Perú desarrolló el submarino Toro que no alcanzó a ser
utilizado y fue autohundido. Además, se diseño en Perú unglobo aerostático como arma de observación y como instrumento para el disparo de
proyectiles desde el aire, pero la falta de tiempo y de dinero no hicieron posible concretar el proyecto.40:129
Para la movilización de tropas a los frentes de batalla, además del uso de la vía naval en buques de transporte y las marchas a pie, se utilizó el
transporte ferroviario que era una tecnología que ya estaba incorporada por lo menos en Chile y Perú desde mediados del siglo XIX, permitiendo
de este modo movilizar pertrechos y tropas de una forma más rápida y con mayor comodidad, aunque la línea férrea no siempre llegaba a todos
las zonas donde se desarrollaban las acciones militares. En el caso de Perú, este también utilizó trenes blindados.
William F. Sater sostiene que las ventajas de las nuevas tecnologías como el fusil de retrocarga, con estrías, el casquillo metálico, los torpedos,
los ferrocarriles y los telégrafos no fueron utilizados consecuentemente por los beligerantes, en parte por falta de infraestructura, conocimientos,
personal adecuado o por faltas en la estrategia militar.
En la búsqueda de las razones del desenlace, el historiador estadounidense W. Sater postula que Chile venció a los aliados gracias a su control
sobre el Estrecho de Magallanesque le permitía abastecimiento expedito al contrario de los aliados que dependían de terceros países para
transitar sus materiales, a su infraestructura civil y sus instituciones políticas, y lo mas importante, gracias a las cualidades intelectuales y
experiencia práctica de su cuerpo de oficiales. La estabilidad política había permitido formar generaciones de oficiales con, por lo menos,
conocimientos básicos de su oficio.5:353
Sater resalta el valor y la tenacidad de unidades militares aliadas que resistieron hasta más allá de su deber y la inteligencia de oficiales como
Grau y Cáceres.5:354 También es extraordinariamente severo en calificar a los estrategas chilenos: J. Arteaga como "senescente",5:353 E. Escala
como "retrógrado obsesivo",5:353 Baquedano como "primitivo",5:353 W. Rebolledo como "hipocondríaco"5:356 y a Simpson como "alcohólico".5:356
Durante la guerra, el buque estadounidense USS Wachusett (1861) estaba estacionado en el puerto del Callao bajo las órdenes del
capitán Alfred Thayer Mahan para proteger los intereses de sus conciudadanos. Posteriormente escribió The Influence of Sea Power upon
History una obra que realza la importancia del poder naval en la historia.7071
Intervención extranjera[editar]
Artículo principal: Intervención extranjera en la Guerra del Pacífico

Véase también: Mito de la "ayuda inglesa"

Los intereses comerciales y financieros en la zona estaban de acuerdo en que la guerra no les era favorable porque por un lado afectaban las
vías del comercio y navegación, por otro lado dificultaban el pago de las deudas de los países beligerantes. Por esa razón siempre buscaron
terminar la guerra.72
Tras la ocupación chilena de Tarapacá, los gobiernos de Perú y Bolivia trataron de involucrar a los Estados Unidos de América a su favor para
impedir la cesión de territorios a Chile.60:41 El representante boliviano en los EE. UU. ofreció concesiones de guano y salitre a inversionistas
estadounidenses a cambio de una protección contra Chile.73:13160:42 Los grupos de intereses acreedores del Perú, "Credit Industriel" y "Peruvian
Company", ofrecieron al presidente peruano García Calderón pagar la deuda externa peruana y las reparaciones de guerra a Chile a cambio de
los derechos sobre la explotación y comercio del guano y salitre peruanos. Con la aquiescencia de García Calderón comenzaron a hacer lobby en
los EE. UU. para impedir la cesión de territorios, siendo apoyados por el secretario de estado estadounidense James G. Blaine.
Por su parte los diplomáticos estadounidenses temían una intervención de las potencias europeas contraria a su Doctrina Monroe que disminuiría
sus expectativas de expansión económica en Latinoamérica. Sin embargo, también había intereses económicos personales en el asunto, cuando
el representante de EE. UU. en Lima, Stephen A. Hurlbut, aceptó una propuesta peruana de entregar Chimbote como base naval a los EE. UU.
más concesiones carboníferas, en que estas últimas quedarían a su nombre. En ese momento Hurlbut envió una carta a Patricio Lynch
advirtiéndole que los Estados Unidos de América no permitirían la cesión de territorios peruanos.73:132 En 1881 asumió el poder en los EE.
UU. Chester A. Arthur, que no estaba dispuesto a inmiscuirse de tal manera en los asuntos sudamericanos.
El historiador estadounidense Kenneth D. Lehmann comenta la política de su país con las siguientes palabras:
Washington se había inmiscuido en una controversia sin tener una proposición realista: el anhelo moralizante de los EE. UU. tenía un aire de
hipocresía a la luz de su propia historia, y las amenazas veladas no eran plausibles.60:45
En cuanto a una intervención de Gran Bretaña en la guerra, el historiador marxista británico Victor Kiernan, tras un detallado análisis de los
documentos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña (Foreign Office) enfatiza que ese ministerio nunca contempló intervenir
ni intervino activamente en el conflicto, pero en cambio, estaba sumamente preocupado de no favorecer a algún beligerante dado que tras
la Guerra de Secesión, los EE. UU. obtuvieron mediante las Reclamaciones de Alabama una indemnización británica por la construcción y
venta secreta de barcos británicos a los confederados.74
Durante la guerra los beligerantes pudieron comprar armas en Europa y EE. UU. tantas como pudieran pagar (aunque no en Gran Bretaña) y
firmas como la internacional Baring Brothers no tuvieron escrúpulos en negociar con ambos lados.75:129 76 Por ejemplo el Perú entre 1879 a
1880 adquirió armas en los EE. UU., Europa, Costa Rica y Panamá, que eran descargadas en el Caribe panameño, transportadas por tierra
al Pacífico y de allí al Perú en los barcos Talismán, Chalaco, Limeña, Estrella, Enriqueta, y Guadiana.77
Trato a combatientes[editar]
Véase también: Culís en la Guerra del Pacífico

Véase también: Derecho internacional humanitario durante la Guerra del Pacífico

El teniente de artillería Solo Zaldívar, con dos soldados, dan sepultura a un grupo de tres soldados bolivianos muertos en la batalla de Tacna. El
promontorio que se ve tras el grupo está formado por la tierra que ya cubre a otro grupo más numeroso de muertos.
Los tres beligerantes adhirieron a la Convención internacional de la Cruz Roja que protegía a heridos, prisioneros, refugiados, civiles y otros
no-combatientes.5:90
Al comienzo de la guerra 30 00078 chilenos fueron expulsados de Perú (plazo de 8 días) y Bolivia (plazo de 10 días) y sus propiedades
confiscadas; la mayoría de ellos terminaron en puertos, botes y pontones peruanos a la espera de alguna oportunidad de ser transportados a
Chile en barco. Se estima que 700078 de ellos se enlistaron en los batallones chilenos que salían hacia el norte y su resentimiento tendría un
impacto sobre la guerra.23:160 En Chile, los ciudadanos peruanos y bolivianos no fueron expulsados.23:162
Los tres ejércitos beligerantes son acusados de cometer saqueos, peruanos y chilenos se acusan mutuamente de haber rematado tras los
combates a soldados enemigos heridos.23:167 El historiador peruano Hugo Pereyra Plasencia opina que:
Hay que tener muy claro que el conflicto no fue un enfrentamiento entre demonios y ángeles, sino (lo que es muy diferente) entre invasores e
invadidos. Los excesos ocurrieron en ambos bandos. Las atrocidades cometidas por las fuerzas chilenas, además de haber sido
objetivamente más numerosas, tenían su origen y fisonomía en una guerra de agresión y de invasión, lo que sin duda las hacía pasibles de
una condena más contundente. No obstante, las mujeres muertas durante el exterminio de la guarnición chilena de Concepción, en julio de
1882, hacen recordar que no hay guerra que no sea cruel ni inhumana, por más explicaciones que se den a los hechos.79
Dado que la ley internacional no permitía ataques de civiles contra fuerzas de ocupación, el líder de la resistencia peruana en la Sierra,
Andrés Avelino Cáceres, justificaba los crímenes peruanos contra los prisioneros y enfermos chilenos con el argumento:
Declarados fuera de la ley, anatema que los excluye hasta del seno de la humanidad, no se creían obligados a reconocer en sus opresores
derechos que se les negaba.80
En los casos chilenos, tras el saqueo de los muelles de Mollendo en 1880 se ejecutaron varias condenas contra participantes
habidos. Después de la batalla de Chorrillos murió el oficial de estado mayor Baldomero Dublé Almeyda cuando intentaba junto a
otros oficiales contener los desmanes de algunos insubordinados chilenos, y las tropelías de Letelier en 1881 fueron condenadas por
la justicia militar.
Más allá de la carnicería en la guerra irregular de la Breña, en que el ejército chileno no consideraba como soldados regulares a los
montoneros y guerrilleros23:167 quienes eran sometidos a escarmiento y represalias crueles,23:239 y en que las tropas chilenas a veces
cometían abusos contra sus pobladores que desataban venganza tras venganza, en el Perú se desarrollaba un conflicto étnico y
social entre su población indígena,81 los trabajadores chinos esclavizados en Perú8283 y los blancos y criollos de la clase dominante.
El 2 de julio de 1884 el guerrillero Tomás Laymes y tres de sus hombres fueron ejecutados en Huancayo por las fuerzas de Cáceres
debido a las atrocidades cometidas por las guerrillas contra las poblaciones peruanas de villorrios y ciudades.81 En Ayacucho, la
población indígena se rebeló contra "los blancos" y en Chincha la población negra se organizó en bandas contra los dueños de las
haciendas de "Larán", "San José" y "Hoja Redonda". Solo el ejército peruano logró reprimir la revuelta.84 Pero también había
tensiones étnicas entre negros y chinos. En Cañete, 2000 chinos fueron masacrados por negros en las haciendas "Montalbán" y
"Juan de Arona".855:324
Saqueos y requisiciones[editar]
Véase también: Expoliación de bienes culturales peruanos durante la Guerra del Pacífico

Caricatura publicada en la revista chilena El Padre Cobos en 1882. El Ministro Balmaceda lava sus manos en inocencia y ordena al intendente de
Santiago, Mackenna, deshacerse del pesado león peruano. La élite de Santiago observa con placer la llegada de la estatua. El padre Cobos y un
niño negro juegan alrededor de la escena.

Los saqueos y las contribuciones de guerra durante el conflicto han sido olvidados en Chile pero son fuente de resentimiento en
Perú. El historiador chileno Milton Godoy Orellana86 distingue cuatro casos: 1) saqueos en Chorrillos y Miraflores 2) saqueos en Lima
cometidos por peruanos antes de la entrada de las tropas chilenas a la ciudad 3) confiscación de locomotoras, rieles, imprentas,
armas, etc, realizada por el ejército ocupante. Estas expropiaciones estaban permitidas por las leyes de guerra del siglo XIX. El
gobierno chileno las dirigía a través de la "Oficina Recaudadora de las Contribuciones de Guerra" cuyas tareas eran hacer inventario,
confiscar, registrar y confirmar el envío a Chile tanto como el destinatario y el remitente. El propósito de la confiscación era obtener la
paz. No existe una lista general de los bienes confiscados, pero muchos de los envíos quedaron registrados en cartas oficiales y
privadas, artículos en periódicos, listas de cargas navieras, etc. 4) la requisición de bienes culturales peruanos. El desarrollo de las
normas internacionales relacionadas con la protección de los objetos de gran valor cultural se desarrolló en los siglos XVIII y XIX, pero
la idea de proteger los bienes culturales surgió en Europa en el siglo XVIII.87
El Código Lieber de 1863, que protege incondicionalmente los objetos de arte en un conflicto armado (Art. 35), expresamente
consiente la utilización de propiedad cultural como reparación de guerra (Art. 36).88 El historiador chileno Sergio Villalobosseñala que
los Estados Unidos de América aceptaron en 1871 la confiscación de obras de arte, pero que el proyecto de una declaración
internacional concerniente a las leyes y costumbres de guerra de 1874 consideraba que los objetos de arte debían ser protegidos.23
:230
En marzo de 1881 el Gobierno de Ocupación requisó 45 000 libros de la Biblioteca Nacional del Perú,23:230 pero de hecho muchos
de ellos fueron vendidos por peruanos en Lima por lo que es discutido cuantos de los libros quedaron en manos chilenas.
Cuando en marzo de 1881 comenzaron a aparecer los libros, la opinión pública en Chile comenzó a discutir sobre la legitimidad de la
confiscación de libros, óleos, estatuas, etc, o "robo internacional" como lo describió un periodista del periódico La Época. El 4 de
febrero de 1883 en una sesión de la Cámara de Diputados de Chile, el diputado Augusto Matte Pérez interpeló al ministro del
interior José Manuel Balmaceda sobre los "oprobiosos y humillantes" cargamentos de bienes culturales peruanos. El diputado Montt
exigió la devolución de los bienes y fue apoyado por sus colegas McClure y Puelma. El ministro prometió impedir futuras exacciones
y repatriar los objetos mencionados en la discusión. Asimismo, en 1884, Ricardo Palma,89 una vez nombrado director de la Biblioteca
Nacional del Perú, solicitó y obtuvo del presidente Domingo Santa María la devolución de 10 000 libros sustraídos.nota 10 Sergio
Villalobos considera que no había justificación para el robo.23:233

Consecuencias de la guerra[editar]
Artículo principal: Consecuencias de la Guerra del Pacífico

Restos humanos de soldados bolivianos, chilenos y peruanos exhumados de tumbas temporales para ser sepultados definitivamente en el
Mausoleo de Tacna en 1910.92

La Guerra del Pacífico tuvo una serie de consecuencias económicas, políticas, territoriales y sociales entre los beligerantes. Hubo
cesiones de territorio definitivo y temporalmente, la pérdida o el acceso de nuevos recursos naturales, cierto grado de resentimiento
en los países vencidos, y además provocó una serie de disputas y reclamaciones futuras entre los involucrados que serían resueltos
con nuevos acuerdos internacionales.
Chile, tras su victoria, tomó posesión no solo de una importante extensión territorial, sino también de enormes depósitos salitreros,
guaneros y cupríferos que beneficiaron ampliamente la construcción de nuevas obras públicas, como puertos y ferrocarriles y obras
sociales que modernizaron el país, así como también sirvieron para potenciar las fuerzas armadas, convirtiéndose en una de las más
fuertes del continente. Por otra parte, Chile también con la victoria en la guerra aumentó su influencia política en la región y que se
vio posteriormente reflejada en algunos sucesos como la crisis de Panamá en 1885 con una demostración de poder.93 Durante los
siguientes años, Chile tendría que hacer frente a una serie de disputas con Bolivia y Perú, pero también con Argentina.
El salitre fue la principal fuente de riqueza de Chile hasta el descubrimiento del salitre sintético por los alemanes, durante laPrimera
Guerra Mundial, y la Gran Depresión en 1930 que pondría fin al auge salitrero.
Para Perú la guerra, además de la perdida de territorio y los valiosos recursos del lugar, significó la destrucción de parte de la
infraestructura del país y la ruína de su economía en muchos aspectos, que llevarían al país a un período conocido como
la Reconstrucción Nacional donde se trabajaría en la recuperación o resurgimiento económico, pero también político y social.
También el país debió pasar por grandes divisiones sociales producto de la guerra, por un lado estaban los campesinos indígenas
agrupados en la Sierra, y por el otro, los terratenientes. Las autoridades peruanas de turno debieron someter a esos campesinos
para evitar una rebelión generalizada. Posteriormente, Perú debió saldar con Chile los asuntos pendientes del Tratado de Ancón,
entre ellos, la suerte de Tacna y Arica con el plebiscito previsto, que por variadas razones no pudo llevarse a la práctica provocando
varias tensiones entre ambos países. Al final, luego de varias negociaciones, se lograría la firma de un tratado por el cual se
resolvieron los asuntos pendientes.94:473
Con respecto a Bolivia, con la anexión chilena de su litoral, perdió su única salida soberana al océano Pacífico, quedando relegada a
una condición de mediterraneidad, y perdiendo igualmente los recursos naturales del lugar. Las negociaciones para la firma de un
tratado de paz tardaron hasta 1904 en lograr un éxito. Paralelamente a la cuestión del litoral, estaba el asunto de la Puna de
Atacama de 75 000 km². Al finalizar la guerra Chile consideraba suya esa zona según el Pacto de Tregua. El Litigio de la Puna de
Atacama fue una disputa de límites entre Chile, Bolivia y Argentina, la cual se resolvió en 1899 mediante un arbitraje estadounidense
que resolvió que una parte menor de la Puna de Atacama quedaba para Chile y el resto para Argentina.95
Adicionalmente, luego de finalizada la guerra, surgieron reclamos por los daños causados por la guerra a las propiedades nacionales
de países neutrales. En 1884 se constituyeron los Tribunales Arbitrales cada uno con tres jueces, uno nombrado por Chile, otro
nombrado por el país del demandante y el último juez nombrado por Brasil, para de esa manera, juzgar sobre reclamaciones de
ciudadanos de Gran Bretaña (118), Italia (440), Francia (89) y Alemania. El tribunal italiano acogió demandas de ciudadanos belgas y
el tribunal alemán de ciudadanos austriacos y suizos. Ciudadanos españoles se entendieron directamente con el Estado de Chile y
los estadounidenses no se acogieron a la medida en aquel entonces. De acuerdo a las normas internacionales para aquel entonces
vigentes, fueron desatendidos los casos en que: los extranjeros tenían residencia habitual en los países beligerantes, el lugar en
cuestión había sido zona de combate (el caso de Chorrillos, Arica, Miraflores, Pisagua y Tacna) y los daños habían sido causados
por soldados fuera de la jerarquía (desertores, perdidos). Solo un 3,6% de la cantidad demandada fue concedida por los tribunales.23
:259-262

Postguerra[editar]
Tratado de paz entre Chile y Bolivia[editar]
Artículo principal: Tratado de 1904 entre Chile y Bolivia

Véase también: Mediterraneidad de Bolivia

La paz definitiva entre Chile y Bolivia fue sellada con el "Tratado de 1904 entre Chile y Bolivia", por el cual Bolivia definitivamente
reconoce la permanente soberanía chilena sobre el Departamento del Litoral. Chile, a su vez, garantizó libre tránsito de bienes
bolivianos, exentos de impuestos, entre los puertos chilenos y Bolivia, además de la construcción del Ferrocarril Arica-La Paz.
Sin embargo, el tratado de paz entre ambas naciones ha sido origen constante de tensiones diplomáticas entre Chile y Bolivia,
durante el siglo XX y comienzos del siglo XXI, debido a que Bolivia perdió el acceso soberano al océano Pacífico.
Tratado de Lima[editar]
Artículo principal: Tratado de Lima

Véase también: Controversia de delimitación marítima entre Chile y el Perú


La guerra entre Perú y Chile concluyó con la firma del Tratado de Ancón, mediante el cual la región de Tarapacá fue cedida a Chile y
las provincias de Arica y Tacna quedaron bajo administración chilena por un lapso de 10 años, al cabo del cual un plebiscito decidiría
si quedaban bajo soberanía de Chile, o si volvían al Perú.
Sin embargo, este nunca pudo llevarse a cabo y no fue hasta 1929 que se firmó el Tratado de Lima, que contó con la mediación de
Estados Unidos, que decidió que gran parte de la provincia de Tacna fuese devuelta al Perú mientras que Arica y el resto quedara
definitivamente en manos de Chile.
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