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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0939/2016-S2

Sucre, 7 de octubre de 2016

SALA SEGUNDA
Magistrada Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción de libertad

Expediente: 15725-2016-32-AL
Departamento: La Paz

En revisión la Resolución 2/2016 de 29 de junio, cursante de fs. 17 a 19,


pronunciada dentro de la acción de libertad interpuesta por David Mamani
Patana contra Andrés Mamani Luica, Juez Público Mixto Civil y Comercial,
de Familia, Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de La
Asunta del departamento de La Paz; y, Miguel Robles Calderón, Fiscal de
Materia de Chulumani.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Por memorial presentado el 28 de junio de 2016, cursante de fs. 3 a 5, el


accionante asevera lo siguiente:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

El Juez Público Mixto Civil y Comercial, Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal


Primero de La Asunta, le aplicó la medida cautelar de detención preventiva, por la
presunta comisión del delito de feminicidio; tiempo después de que la investigación
penal identificó e individualizó al verdadero autor del ilícito penal, solicitó la
cesación a su detención preventiva; en audiencia llevada a cabo en el Centro
Penitenciario de San Pedro de La Paz, la señalada autoridad jurisdiccional mediante
Resolución de 20 de junio de 2016, le negó dicha solicitud. Contra esa decisión,
interpuso de forma oral recurso de apelación incidental y no obstante que solicitó
se remitan obrados ante el Superior en grado, el Juez de la causa en un acto de
negligencia y contrariando lo dispuesto por el art. 251 del Código de Procedimiento
Penal (CPP), hasta la interposición de la presente demanda constitucional, no
remitió antecedentes, generándole no solo dilación, sino también retardación de
justicia.

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En similar sentido, el codemandado Miguel Robles Calderón, Fiscal de Materia de
Chulumani, desplegó una actitud negligente, por cuanto a sabiendas que ya se
sentenció al autor del hecho criminoso, omitió dar cumplimiento a la conminatoria
hecha por la autoridad jurisdiccional, por la cual, se le ordenó emita el respectivo
requerimiento conclusivo en relación a su persona, omisión que no solo vulnera su
libertad física, sino su derecho a ser procesado en sujeción a un debido proceso.

I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

El accionante alega la vulneración del derecho al debido proceso y a la libertad


física, citando al efecto, los arts. 23, 115 y 125 de la Constitución Política del Estado
(CPE).

I.1.3. Petitorio

Solicita se conceda la tutela demandada y se disponga que el Juez Público Mixto


Civil y Comercial, de Familia, Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de La
Asunta del departamento de La Paz, remita la apelación incidental que interpuso
ante el superior en grado y que el Fiscal de Materia de Chulumani cumpla con la
conminatoria que le fue ordenada y dicte el respectivo requerimiento conclusivo.

I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías

Efectuada la audiencia pública el 29 de junio de 2016, según consta en el acta


cursante de fs. 15 a 16 vta., se produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación de la acción

El accionante se ratificó de manera in extensa, en el contenido de la demanda


interpuesta.

I.2.2. Informe de las autoridades demandadas

Andrés Mamani Liuca, Juez Público Mixto Civil y Comercial, de Familia, Niñez y
Adolescencia e Instrucción Penal Primero de La Asunta del departamento de La Paz,
en audiencia, informó que: a) El 20 de junio de 2016, el imputado David Mamani
Patana, dedujo recurso de apelación y solicitó se remitan antecedentes ante el
superior en grado. Su autoridad conforme al art. 251 del CPP ordenó que dentro del
plazo de veinticuatro horas y previa notificación a las partes se disponga su
remisión; b) Dentro del proceso penal que se sigue contra el accionante por la
supuesta comisión del delito de feminicidio, se hallan como sujetos procesales la
Defensoría de la Niñez y Adolescencia de La Asunta y Chulumani, esta última, no
concurrió a la audiencia de cesación a la detención preventiva, por lo que en
cumplimiento de la SCP 0220/2014 de 5 de febrero, establece que la remisión de la
apelación ante la Sala Penal debe ser previa notificación a las partes, ordenando la
notificación a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de Chulumani; c) Fue la
defensa del ahora imputado, quien persuadió a éste para que no firmara nada,

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aludiendo que la Resolución que rechazó la cesación a la detención preventiva era
aberrante; por consiguiente, resulta incongruente que exija el cumplimiento de lo
dispuesto por el art. 251 del CPP, cuando se negó a notificarse con la mencionada
Resolución; y, d) El accionante solo demostró que incumplió su deber de proveer
los recaudos para la remisión de la apelación y que actuó negligentemente, razón
por la cual, además de originar su propia dilación, obstaculizó de manera temeraria
para que los antecedentes del citado recurso no sean elevados ante el Tribunal de
alzada, por lo pide se deniegue la tutela impetrada.

Miguel Robles Calderón, Fiscal de Materia de Chulumani, a pesar de su legal


notificación, no remitió informe alguno y menos se hizo presente en la audiencia
señalada.

I.2.3. Resolución

El Juez Público Civil y Comercial de Partido del Trabajo, Seguridad Social y de


Sentencia Penal Primero de Chulumani del departamento de La Paz, pronunció la
Resolución 02/2016 de 29 de junio, cursante de fs. 17 a 19, por la cual, concedió
parcialmente la acción de libertad interpuesta, denegó la tutela en relación al
Juez Público Mixto Civil y Comercial, de Familia, Niñez y Adolescencia e Instrucción
Penal Primero de La Asunta del citado departamento; y, concedió respecto al Fiscal
de Materia de Chulumani, disponiendo que dicha autoridad en el plazo de
veinticuatro horas, emita el respectivo requerimiento conclusivo. Dicha Resolución se
fundó en los siguientes puntos: 1) El art. 160 del CPP establece que las resoluciones
deben ser notificadas en el mismo acto procesal, actuación que fue cumplida por el
Juez demandado, ya que según acta de 20 de junio de 2016, se notificó con la
resolución que rechazó la cesación a la detención preventiva, tanto al Fiscal de
Materia hoy demandado y a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de esa misma
localidad, más no así a su similar de Chulumani, por advertirse negligencia del Oficial
de Diligencias; 2) Además se constató que el abogado defensor del ahora
accionante no contribuyó con la remisión de la apelación interpuesta, por cuanto no
cumplió con los recaudos de ley y asumió una actitud negligente; y, 3) Corresponde
aplicar el principio in dubio pro reo, consagrado en el art. 116 de la CPE, a favor del
imputado David Mamani Patana, ya que el representante del Ministerio Público, no
obstante su legal notificación con la conminatoria, no dictó ningún requerimiento
conclusivo respecto al nombrado imputado.

II. CONCLUSIONES

Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen


las siguientes conclusiones:

II.1. Por escrito de 10 de junio de 2016, David Mamani Patana, manifestando que
el verdadero autor del hecho de feminicidio guarda detención preventiva, y
toda vez que su persona no es autor del mencionado ilícito, pidió al Fiscal de
Materia hoy demandado, dicte el requerimiento conclusivo de sobreseimiento
a su favor (fs. 2).

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II.2. Mediante acta de 13 de junio de 2016, se establece que David Mamani
Patana, fue remitido con detención preventiva al Centro Penitenciario de San
Pedro de La Paz, por la probable comisión del delito de feminicidio.
Asimismo, consta que el nombrado imputado solicitó ante la autoridad
jurisdiccional la cesación a su detención preventiva (fs. 1).
II.3. Del acta de audiencia pública de 29 de junio de 2016, se infiere que el ahora
accionante dedujo recurso de apelación contra la Resolución de 20 del igual
mes y año, que rechazó su cesación a la detención preventiva, advirtiendo
que la autoridad fiscal no dio cumplimiento a la conminatoria emitida por la
autoridad jurisdiccional (fs. 15 a 16).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

El accionante alega la vulneración de sus derechos al debido proceso y libertad


física, manifestando que el Juez Público Mixto Civil y Comercial, de Familia, Niñez y
Adolescencia e Instrucción Penal Primero de La Asunta del departamento de La Paz,
contrariando el art. 251 del CPP, hasta la fecha de interposición de la presente
acción tutelar no remitió ante el Tribunal de alzada la apelación que interpuso
contra la resolución que rechazó su solicitud de cesación a la detención preventiva;
y, que el Fiscal de Materia de Chulumani, a pesar de su legal notificación con una
conminatoria efectuada y; no obstante, a que el verdadero autor del delito de
feminicidio guarda detención preventiva, no remitió el respectivo requerimiento
conclusivo de sobreseimiento a su favor.

En revisión, corresponde analizar si tales argumentos son evidentes a fin de


conceder o denegar la tutela solicitada.

III.1. Alcance y finalidad de la acción de libertad

De acuerdo a la norma contenida en el art. 125 de la CPE, la acción de


libertad, define su alcance señalando que: “Toda persona que considere que
su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es
indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer
Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por
cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier
juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde
tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las
formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”, acción tutelar
que conlleva un triple carácter: preventivo, correctivo y reparador,
reforzando su carácter de acción de defensa oportuna y eficaz no sólo como
acción destinada a proteger los derechos de libertad personal y de
locomoción, ahora también el derecho fundamental a la vida cuando está
íntimamente ligada a aquellos (SSCC 0023/2010-R y 1245/2010-R),
constituyendo su finalidad que el órgano jurisdiccional que conozca este
medio de defensa, ordene el cese de la persecución indebida o el

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restablecimiento de las formalidades legales, guarde la tutela a la vida y en
su caso, restituya el derecho a la libertad.

En concordancia con la normativa señalada supra, el Código Procesal


Constitucional respecto al objeto de esta acción tutelar, en su art. 46
establece que: “La acción de Libertad tiene por objeto garantizar, proteger
o tutelar los derechos a la vida, integridad física, libertad personal y libertad
de circulación, de toda persona que crea estar indebidamente o ilegalmente
perseguida, detenida o procesada, presa o que considere que su vida o
integridad física está en peligro”. Señala además, que ésta acción tutelar
procederá cuando cualquier persona crea que su vida está peligro, que este
ilegalmente perseguida, indebidamente procesada e indebidamente privada
de su libertad personal (art. 47).

III.2. Sobre la celeridad procesal

Al respecto, la SCP 0572/2013 de 21 de mayo, citando a la SC 1945/2011-R


de 28 de noviembre, entre otras estableció que: “De acuerdo al art. 178.I
de la CPE (116.X CPEabrg) la celeridad es un principio que informa a la
administración de justicia, cobrando mayor relevancia aún en procesos o
solicitudes en las que se encuentre involucrado el derecho a la libertad
física, así lo ha entendido este Tribunal en su reiterada jurisprudencia
relativa al tema, cuando ha señalado que: 'toda autoridad que conozca de
una solicitud en la que se encuentre involucrado el derecho a la libertad
física, tiene el deber de tramitarla con la mayor celeridad posible, o cuando
menos dentro de los plazos razonables, pues de no hacerlo podría provocar
una restricción indebida del citado derecho, lo que no significa, que siempre
tendrá que otorgar o dar curso a la solicitud en forma positiva, pues esto
dependerá de las circunstancias y las pruebas que se aporten en cada caso,
dado que se reitera la lesión del derecho a la libertad física, está en la
demora o dilación indebida de una solicitud de tal naturaleza, vale decir,
que si la solicitud es negada de acuerdo a una compulsa conforme a Ley no
es ilegal siempre que esa negativa se la resuelva con la celeridad que exige
la solicitud' (SC 0224/2004-R de 16 de febrero)’”.

III.3. La celeridad procesal en los trámites vinculados al derecho a la


libertad y el denominado hábeas corpus traslativo o de pronto
despacho

La SCP 0183/2012 de 18 de mayo, señaló que: “La jurisprudencia del


extinguido Tribunal Constitucional, ha sido uniforme al sostener: ‘…que el
derecho a la libertad física, supone un derecho fundamental de carácter
primario para el desarrollo de la persona, entendimiento que se sustenta en
la norma prevista por el art. 6.II de la CPE, pues en ella el Constituyente
boliviano ha dejado expresamente establecido que la libertad es inviolable
y, respetarla y protegerla es un deber primordial del Estado. Atendiendo
esta misma concepción de protección es que creó un recurso exclusivo,

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extraordinario y sumarísimo a fin de que el citado derecho goce de especial
protección en casos en que se pretenda lesionarlo o esté siendo lesionado’
(SC 0224/2004-R de 16 de febrero). La misma Sentencia, en base a la
premisa de que el derecho a la libertad es inviolable señaló que: ‘…toda
autoridad que conozca de una solicitud en la que se encuentre involucrado
el derecho a la libertad física, tiene el deber de tramitarla con la mayor
celeridad posible, o cuando menos dentro de los plazos razonables, pues de
no hacerlo podría provocar una restricción indebida del citado derecho, lo
que no significa, que siempre tendrá que otorgar o dar curso a la solicitud
en forma positiva, pues esto dependerá de las circunstancias y las pruebas
que se aporten en cada caso, dado que se reitera la lesión del derecho a la
libertad física, está en la demora o dilación indebida de una solicitud de tal
naturaleza, vale decir, que si la solicitud es negada de acuerdo a una
compulsa conforme a Ley no es ilegal siempre que esa negativa se la
resuelva con la celeridad que exige la solicitud’. Razonamiento que también
es asumido por el Tribunal Constitucional Plurinacional en virtud al nuevo
orden constitucional, que consagra al principio de celeridad como un
sustento de la potestad de impartir justicia según el art. 178.I de la CPE, el
que debe primar en aquellos casos donde se encuentra vinculado el derecho
a la libertad como concluyó la SCP 0017/2012 de 16 de marzo, cuando
refiere: ‘Que en todo trámite judicial, específicamente en el procedimiento
penal, toda solicitud en la que se encuentre involucrado el derecho a la
libertad física o personal, debe tramitarse con la mayor celeridad posible o
dentro de un plazo razonable’.

En ese sentido el Tribunal Constitucional en la SC 0044/2010-R de 20 de


abril desarrolló el hábeas corpus traslativo o de pronto despacho
concluyendo que esta tipología de hábeas corpus: ‘Se constituye en el
mecanismo procesal idóneo para operar en caso de existir vulneración a la
celeridad cuando esté relacionada a la libertad y devenga de dilaciones
indebidas, que retarden o evitan resolver la situación jurídica de la persona
que se encuentra privada de libertad’. Siguiendo este razonamiento la SC
0078/2010-R de 3 de mayo, desarrolló supuestos en los cuales se considera
actos dilatorios en el trámite de la cesación de la detención preventiva, a
saber: ‘a) En lugar de fijar directamente la fecha y hora de la audiencia y
notificar a las partes, se dispongan traslados previos e innecesarios no
previstos por ley; b) Se fije la audiencia en una fecha alejada, más allá de lo
razonable o prudencial. Plazo que puede ser en un límite de tres o cinco
días máximo, dependiendo de la particularidad de cada caso, cuando por
ejemplo existan varias partes imputadas o victimas múltiples que tengan ser
notificadas, o por la distancia donde se deba efectuar un determinado acto
previo y esencial como sucede con algunas notificaciones, o que el juzgado
este de turno, etc. Con la excepción única y exclusiva en los casos que
exista complejidad por la naturaleza propia y la relevancia del proceso,
como los derechos e intereses comprometidos y relacionados a la petición;
situación que deberá ser justificada por la autoridad judicial competente a
momento de señalar la fecha de audiencia, teniendo en cuenta la

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razonabilidad; c) Se suspende la audiencia de consideración, por causas o
motivos que no justifican la suspensión, ni son causales de nulidad. Tal el
caso de la inasistencia del representante del Ministerio Público o de la
víctima y/o querellante, si es que han sido notificadas legalmente y no
comparecen a la audiencia. En el caso del Ministerio Público al estar regido
por el principio de unidad tiene los medios para asistir a través de otro
fiscal, en cuanto al querellante al ser coadyuvante y estar notificado, su
participación en potestativa en dicho acto, y por ende su inasistencia no
vincula a la autoridad jurisdiccional al estar cumplida la formalidad. No
obstante, en caso de que la suspensión se deba a la a la falta de
notificación o a la inasistencia del propio imputado, no existe dilación
indebida ni afectación a derecho alguno, en cuyo caso deberá fijarse nueva
fecha de audiencia conforme a las directrices expuestas’.

En base a este razonamiento jurisprudencial estos supuestos son ampliados


en la SC 0384/2011-R de 7 de abril, incluyendo el siguiente supuesto: ’d)
Interpuesto el recurso de apelación contra la resolución que rechaza la
solicitud de cesación de detención preventiva, los antecedentes de la
apelación no son remitidos por el juez a quo dentro el plazo legal de
veinticuatro horas establecido por el art. 251 del CPP salvo justificación
razonable y fundada ante el tribunal de apelación, o se imprima un
procedimiento o exigencias al margen de la ley’. Supuesto cuyo
razonamiento también es recogido por el Tribunal Constitucional
Plurinacional en la SCP 0022/2012 de 16 de marzo, que relieva que la
celeridad con la que debe obrar el órgano jurisdiccional en casos
relacionados con la libertad de las personas no solo se limita al
señalamiento oportuno de la audiencia de medidas cautelares; sino esta
obligación también comprende la remisión de actuaciones ante el tribunal
de alzada dentro el plazo de veinticuatro horas previstos por ley, en caso de
haberse interpuesto recurso de apelación”.

III.4. Análisis del caso concreto

Ingresando al análisis del caso, el accionante centra su demanda señalando


que la autoridad jurisdiccional hoy demandada, incumplió el art. 251 del
CPP, por cuanto no remitió su recurso de apelación -que interpuso contra la
Resolución que le negó su cesación a la detención preventiva- dentro del
plazo de veinticuatro horas ante el Tribunal de alzada; y, que la autoridad
codemandada, en su condición de Fiscal de Materia de Chulumani omitió
dar cumplimiento a la conminatoria que hecha por el Juez Cautelar, para
que dicte el respectivo requerimiento conclusivo en relación a su persona.

De la revisión objetiva de antecedentes, se advierte que evidentemente el


Juez Público Mixto Civil y Comercial, de Familia, Niñez y Adolescencia e
Instrucción Penal Primero de La Asunta del departamento de La Paz, ordenó
la detención preventiva de David Mamani Patana a ser cumplida en el
Centro Penitenciario de San Pedro de La Paz, por la presunta comisión del

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delito de feminicidio; en audiencia de consideración de cesación a la
detención preventiva celebrada el 20 de junio de 2016, la citada autoridad
jurisdiccional le negó dicha solicitud, originando que el accionante
interponga de forma oral e inmediatamente el recurso de apelación
incidental; por lo tanto, a partir de ese día el Juez referido tenía el plazo de
veinticuatro horas para emitir el respectivo decreto ordenando la remisión
de actuados y posteriormente similar plazo, conforme previene el aludido
art. 251 del CPP para remitir dicho recurso ante la Sala Penal de Turno del
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz; es decir, acorde al
Fundamento Jurídico III.3 del presente Fallo, una vez interpuesto el recurso
de apelación, las actuaciones pertinentes deben ser remitidas ante el
Tribunal de alzada, en el término de veinticuatro horas -previa notificación a
las partes con el decreto de remisión de actuados- a efectos de que el
Tribunal ad quem, sin más trámite, resuelva dicho recurso en audiencia en
el plazo de los tres días siguientes de recibidas las actuaciones; labor que
no fue cumplida por el Juez Público Mixto Civil y Comercial, de Familia,
Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de La Asunta, toda vez
que, desde 20 de junio de 2016 (fecha de interposición del recurso de
apelación) hasta el 28 del igual mes y año (fecha de presentación de la
presente acción de amparo constitucional), transcurrieron cinco días hábiles,
sin que la autoridad demandada cumpla con su obligación inexcusable de
enviar los respectivos antecedentes de la apelación, ya que a partir del
lunes 20 de junio de 2016, tenía el plazo de veinticuatro horas para dar
cumplimiento a lo dispuesto por el art. 251 del CPP, que para fines de
cómputo adecuado se cuenta sin incluir el martes 21 del igual mes y año,
por ser feriado nacional (año nuevo aymara), resultando por ello que el
plazo de las veinticuatro horas, fenecía el día miércoles 22 de junio de
2016; y el hecho de que esta autoridad jurisdiccional sostenga que no se
cumplió con la misma, debido a que fue el propio imputado por persuasión
de su abogado defensor quien no quiso firmar ningún actuado después de
la apelación presentada originando su propia dilación y obstaculización, no
es un supuesto que amerite incumplir lo dispuesto por el aludido artículo,
toda vez que por abstracción del art. 160 del CPP, la notificación al
imputado y recurrente con su propia apelación interpuesta, se dio en el
mismo acto, por lo que se vulneró el debido proceso en su componente de
celeridad procesal en los trámites vinculados al derecho a la libertad.

Por su parte, el Fiscal de Materia hoy demandado, si bien en función de su


rol de acusador público inició la investigación penal y requirió la detención
preventiva del imputado David Mamani Patana; sin embargo, no observó los
principios de objetividad y celeridad, establecidos en el art. 5 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público (LOMP), ya que no obstante de tener
conocimiento que el autor del hecho de feminicidio, persona distinta al
accionante, guarda detención preventiva por haber aceptado el hecho y
haberse acogido a la salida alternativa de aplicación de procedimiento
abreviado, no dio cumplimiento a la conminatoria que le fue ordenada por
la autoridad jurisdiccional, por lo cual, se le ordenó emita el respectivo

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requerimiento conclusivo con relación al accionante, hecho que también
lesiona el principio de celeridad, máxime si dicha autoridad fiscal, no se hizo
presente en la audiencia señalada y menos remitió informe alguno.

En consecuencia, el Juez de garantías, al haber concedido parcialmente la


acción tutelar interpuesta ha evaluado correctamente los alcances de la misma.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Segunda; en virtud de la


autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado y el art. 44.1 del Código
Procesal Constitucional, en revisión, resuelve: CONFIRMAR en parte la
Resolución 2/2016 de 29 de junio, cursante de fs. 17 a 19, pronunciada por el Juez
Público Civil y Comercial, de Partido del Trabajo y Seguridad Social, y de Sentencia
Penal Primero de Chulumani del departamento de La Paz, y en consecuencia,
CONCEDER la tutela impetrada, en relación al Juez Público Mixto Civil y Comercial,
de Familia, Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de La Asunta del
mismo departamento, disponiendo que dicha autoridad dé cumplimiento a lo
expuesto en el presente Fallo; y, CONCEDER la tutela respecto al Fiscal de Materia
de Chulumani, en los términos expuestos por el mencionado Juez de garantías.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

Fdo. Dra. Mirtha Camacho Quiroga


MAGISTRADA

Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales


MAGISTRADO

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