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PSICOONCOLOGÍA. Vol. 5, Núm. 2-3, 2008, pp.

359-381

CÓMO APOYAR AL CUIDADOR DE UN ENFERMO EN EL FINAL DE


LA VIDA

Wilson Astudillo*, Carmen Mendinueta** y Patricia Granja***

* Centro de Salud de Bidebieta-La Paz de San Sebastián*


** Centro de Salud Alza San Sebastián**
*** Universidad Católica de Quito***

“No es un hombre más que otro si no hace más que otro”.


Don Quijote, I, Capt. 18

Resumen Abstract

El cuidador de un enfermo en el final de The one who takes care of a patient during
la vida debe ser objeto de una especial pro- the end of his life, must be especially protected
tección por parte de la comunidad, no sólo by its community, not only as he is the last
porque es el último eslabón de una cadena and stronger link of a chain of solidarity but
de solidaridad sino también porque necesita because will also need social support in order
diversos apoyos para ayudar al que sufre un to take care the one who is suffering, this
padecimiento progresivo a sobrellevar mejor will allow him to endure this process, facing
esta etapa, a reencontrarse consigo mismo y his own reality and enabling to face death in
a afrontar la muerte en paz. Para que ello su- peace. For these objectives to be reached, the
ceda, el equipo sanitario deberá reconocerle health team must recognize the caregiver as a
como parte de un triángulo terapéutico – fa- part of a therapeutic triangle in which family–
milia– paciente y equipo– y ser sensible a sus the patient– and physician– are one unit;
problemas, manteniendo una actitud proactiva maintaining all the time a constant proactive
en todo momento para ayudarle a comunicar- attitude to communicate with the patient,
se bien con el enfermo, a formarse para su through a process of education that improves
cuidado, a prevenir y resolver sus numerosos his caring skills, identifying and resolving
problemas, entre ellos el agotamiento, y a dar- potential problems and defining strategies
le el apoyo de una red socio-sanitaria que le that would satisfy care giver’s needs with the
permita también satisfacer sus propias necesi- support of a social – sanitary network.
dades físicas y emocionales sin aislarse de sus
otros seres queridos. Key words: The end of life, carers, pallia-
tive care, education needs, burnout, search
Palabras clave: Final de la vida, cuidador, for meaning.
cuidados paliativos, necesidades formativas,
síndrome de estar quemado, búsqueda de
sentido.

Correspondencia:

Wilson Astudillo
Centro de Salud de Bidebieta.
Paseo Julio Urquijo, 24.
20016 San Sebastián
E-mail: wastu@euskalnet.net
360 Wilson Astudillo et al.

El progreso de la enfermedad termi- en dos grandes ejes que se entrelazan


nal impone a los cuidadores del pacien- entre sí: 1) El informativo, básico para
te un peso físico y psicosocial muy im- elaborar el diagnóstico, tratamiento, la
portante, que varía según se encuentre participación del paciente y del cuida-
o no encamado, si se le asiste en casa o dor en la planificación y toma de deci-
en el hospital, su grado de preparación siones trascendentales, y 2) La relación
para atenderle y su voluntad para im- de ayuda, de acompañamiento sobre
plicarse en el proceso. Los cuidadores sentimientos y emociones que haga
son como los ojos y oídos del equipo posible que el cuidador se sienta com-
que le permiten conocer cómo se en- prendido y apoyado en su labor. Tiene
cuentra el enfermo, sus necesidades y componentes verbales y no verbales
respuesta a los tratamientos y cuáles que adquieren en esta etapa una gran
son sus principales apoyos emociona- relevancia.
les, los que le administran sus alimen- La esencia de la comunicación es la
tos, medicación y su soporte en la toma escucha activa, esto es, la creación de
de decisiones. Cuidar a un paciente un ambiente acogedor que permita al
en el final de la vida o a una persona cuidador y a su familia abrirse al médico
dependiente es una de las actividades y al equipo a una conversación relajada,
más dignas y merecedoras de reco- donde puedan compartir y sincronizar
nocimiento social, pero para hacerlo sus expectativas sobre la situación y es-
bien requiere que entre los cuidado- tablecer un verdadero proceso de in-
res y el equipo se desarrolle una bue- tercambio y de confianza que sirva de
na comunicación para reconocer bien ayuda a unos y otros y donde el hablar
sus problemas y se les proporcione al y escuchar tengan la misma importan-
menos una formación sanitaria básica, cia(1,2). Facilita al equipo orientarse sobre
así como el apoyo continuado de una la preparación del cuidador, su nivel de
red social para que sean capaces de comprensión, educación, sus necesida-
sobrellevar la situación. En este artícu- des, sus temores y determinar su po-
lo revisaremos cómo el equipo puede tencial para participar adecuadamente
colaborar con el cuidador para hacer en la asistencia. Permite detectar cómo
más eficiente y satisfactorio su trabajo transcurre el “tempo” del enfermo y del
y darle protección. cuidador porque todos nos movemos a
distintos “ritmos”, sobre todo los sani-
Importancia de una buena comunicación tarios y los pacientes(3-4). La enfermedad
tiende a marcar un ritmo lento. Sentar-
Una relación efectiva equipo —fami- se a su lado y escucharles con tranquili-
lia (cuidadores)— enfermo es un ele- dad significa modificar nuestro “tempo”
mento clave del triángulo terapéutico para adaptarlo a los del paciente y de su
para conocer las necesidades del pa- familia, por lo que es preciso preparar
ciente en el final de la vida, adaptar los el encuentro y escoger un sitio adecua-
cuidados a sus requerimientos y brin- do. La relación de ayuda permite cono-
dar soporte a los que le asisten (cui- cer otras inquietudes así como reducir
dadores o familiares) para resolver los la sensación de ansiedad, impotencia,
problemas que se les presente, porque el miedo ante los acontecimientos y el
todos ellos viven el proceso y sufren y sufrimiento que tienen normalmente
lo que se haga por uno repercute en el los familiares y personas cercanas al
otro. La comunicación procurará girar paciente.
Cómo apoyar al cuidador de un enfermo en el final de la vida 361

En nuestra cultura la familia es un familia suelen estar muy pendientes de


agente esencial que acostumbra a re- todo lo que pasa a su alrededor porque
clamar para sí una autonomía total y un viven una gran cantidad de emociones
consentimiento informado real mien- negativas de angustia o sufrimiento; de
tras puede ejercer un paternalismo puro ahí la importancia de cuidar los detalles
y duro con el enfermo, no siendo raro de cómo se habla y de que el trato al
que llegue a bloquear un acercamiento enfermo y a su familia procure ser más
mutuo entre éste y su médico. Es com- cálido y más cercano que nunca, porque
prensible que la familia tenga miedo a es posible hacer daño sin querer con
las consecuencias de la información si comentarios banales que pueden ser
debe sobrellevarla luego en solitario(5). malinterpretados(2). En ocasiones, sus
El temor y la tensión resultante impiden deseos de un cambio pueden ser tan
o dificultan todo el proceso de adapta- fuertes que cuestiones sin importancia
ción a la muerte, por lo que es mejor se malinterpreten, generando sin que-
hablar con los familiares sobre sus senti- rer falsas esperanzas. No siempre es po-
mientos y preocupaciones y obtener de sible evitarlo porque como dice Aristó-
ellos unas buenas razones para no decir teles, “el placer y el dolor excesivo, tur-
al enfermo la verdad, tras establecer el ban el entendimiento”. La enfermedad
coste emocional y el efecto que tiene grave golpea brutalmente al enfermo y
sobre ellos. Se hablará con la familia so- a su familia y ante ella , la perspectiva
bre cómo influye la enfermedad en sus vital cambia, la percepción del tiempo
diferentes miembros y la necesidad de se altera y la consideración de lo que es
esforzarse por comprender que no to- prioritario, importante o no varia total-
dos aceptan por igual la evolución del mente; comprenderlo de verdad es lo
proceso. Así, mientras unos se mantie- que conducirá al imprescindible cambio
nen en la negación, otros pueden estar en la actitudes de todos los profesiona-
en la fase de aceptación, hecho que es les(3). Sólo una comunicación empática
natural y comprensible de acuerdo a la y comprensiva, en la que en algún mo-
mayor o menor cercanía de las personas mento se expliciten las reticencias y se
a su ser querido. Conocer este hecho hagan aflorar los sentimientos negativos
les ayudará a aceptarse y apoyarse mu- facilita que se pueda ofrecer compañía,
tuamente. Por este motivo, se procurará ayuda o consuelo, especialmente si se
establecer con ellos desde un principio quiere atenuar el síndrome de las “des”:
un diálogo que les permita mejorar la desasosiego, desánimo, desolación, des-
comprensión de las reacciones del en- aliento, desgracia, desencanto, desazón,
fermo (identificar y reconocer), hablar desconcierto, desamparo y desconfian-
sobre sus sentimientos y preocupacio- za que les afecta en esta situación(3). Se
nes con el equipo, y a éste detectar la ha demostrado que un protocolo nor-
sobrecarga en el cuidador, a través del malizado de escucha activa y diez mi-
empleo de la Escala Zarit (6). nutos extras de interacción adecuada
Los miembros del equipo pueden entre los profesionales y los familiares
facilitar la comunicación entre los fami- contribuyen a atenuar sensiblemente
liares y el paciente y ayudar a derribar su sufrimiento. No es tan importante el
las barreras de la comunicación, la cons- tiempo absoluto que dure la entrevista
piración de silencio, que afectan al cui- sino la sensación de ser escuchados y la
dado del paciente. Por la dificultad de coherencia que muestran los distintos
su situación, tanto el enfermo como su miembros de un equipo.
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Preocupaciones de la familia y lización) tienden a ser factores impor-


cuidadores tantes de preocupación para los familia-
res. Un diálogo constructivo con ellos
En la enfermedad crónica la familia puede facilitar un acuerdo sobre cómo
tiende a aglutinarse o a desintegrarse, actuar con el enfermo y, a la vez que se
por lo que debemos identificar precoz- le ofrece ayuda o consuelo, favorece su
mente los riesgos, los problemas que acercamiento y reduce su aflicción. (ver
presenten, para abordarlos lo antes tabla 1).
posible(7). El grupo ha de reestructurar- Muchos de los problemas que se de-
se en el campo social para asumir las tectan en la atención del paciente pro-
tareas que anteriormente realizaba el vienen de las condiciones emocionales
enfermo, más aún si éste es el cabeza y sociales que viven las personas, e in-
de familia, situación que provoca en fluyen de forma significativa en la enfer-
muchas ocasiones efectos negativos en medad y en la ansiedad que les acom-
la vida de quien lo atiende con dete- paña(9)) Así , en un estudio catalán(10) se
rioro económico (reducción o pérdida encontró que los aspectos psicosocia-
de trabajo), malestar emocional y cam- les de la enfermedad (83%) y los sínto-
bios en su salud, especialmente cuando mas físicos (17%), eran más importantes
el paciente se encame y necesite más para las familias, mientras al enfermo
ayudas. Su deterioro progresivo y la per- parecían preocuparle más estos últimos
sistencia de los síntomas no controlados (67,4%) en relación a los psicosociales
satisfactoriamente (anorexia, cansancio, (32,6%). Los pacientes, en general, de-
debilidad, dificultad y dolor en la movi- sean información menos detallada que

Tabla 1. Necesidades del cuidador(7,8)

• Tiempo
• Información adecuada sobre el proceso que afecta al enfermo y su posible
evolución
• Mejorar su comunicación
• Facilitar su participación en el cuidado del enfermo
• Saber organizar su tiempo y aprender a delegar tareas
• Valorar los recursos de los que dispone: los apoyos físicos de otras personas,
la disponibilidad de tiempo y los deseos de compartir el cuidado que tienen
otros miembros de la familia
• Conocer cómo obtener ayuda (amigos, asociaciones de voluntariado, servi-
cios de bienestar social: ingresos de respiro, ayudas institucionales de cui-
dadores por horas...)
• Recibir apoyo emocional y relevos en el cuidado
• Asesoramiento para cuidar de sí mismo
• Asesoramiento en la toma de decisiones
• Mantener, si es posible, sus actividades habituales
• Acompañamiento en la agonía y en el duelo
• Planificar el futuro y prepararse para recuperar la normalidad tras el falleci-
miento de su ser querido
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sus cuidadores sobre los síntomas po- de mediana edad, cónyuges del enfer-
tenciales futuros y el proceso de fallecer mo, predominando en unas encuestas la
y agradecen más saber que no tendrán esposa o pareja, seguida de la relación
dolor, que se mantendrá su dignidad y filial. La existencia o no de cuidadores
que serán bien cuidados. Agrafojo(11), en familiares es un predictor importante
otro trabajo, reveló que las principales de institucionalización de enfermos cró-
demandas de pacientes y familiares en nicos y ancianos discapacitados, por lo
la terminalidad fueron: a) soporte emo- que un buen apoyo familiar puede evitar
cional; b) asesoramiento (aunque saben o reducir el ingreso de esas personas(12).
la existencia de algunas ayudas específi- Para Mor y Hiris(13), si el cuidador prima-
cas, no conocen cómo ponerlas en prác- rio es la esposa o hija, el enfermo tiene
tica: pensiones de invalidez, viudedad, una mayor posibilidad de morir en su
orfandad, baja laboral, cambio de póli- casa y la muerte en este lugar es cinco
zas de seguros, conseguir plaza para un veces más frecuente que si los esposos y
minusválido, una beca para estudios de los hijos son los cuidadores. La cuestión
sus hijos….; c) recursos técnicos: (camas económica es esencial en el domicilio
articuladas, sillas de ruedas, muletas, an- porque si ésta es precaria, la atención
dadores, colchones antiescaras); d) co- no siempre será lo más satisfactoria, en
ordinación con otros servicios (funda- especial si no existe un equipo de cui-
mentalmente con centros de servicios dados paliativos público. Otros factores
sociales) para agilizar expedientes y así importantes son la edad de los cuida-
poder enmarcar algunos de los temas dores, su formación para atenderle, la
que les preocupan con ayuda de abo- progresión de la enfermedad, las necesi-
gados, procuradores, jueces y notarios; dades crecientes del cuidado, la falta de
f) ayudas económicas y g) personal de relevos y no poder repartir los tiempos.
asistencia domiciliaria. Un bajo nivel cultural es más común en
Las familias en España son las prin- personas por encima de los 65 años, sin
cipales proveedoras de cuidado, pero educación escolar, inmigrantes y con
esta situación ha variado en los últimos enfermedades crónicas y se ha asociado
tiempos porque los cambios demográ- con un peor pronóstico de salud, una
ficos actuales favorecen la presencia de menor satisfacción del paciente con el
familias nucleares de pequeño tamaño cuidado, peor seguridad del enfermo y
con muy pocos cuidadores, lo que ha costos de salud más altos. Se sospechará
determinado que existan tres tipos de que los cuidadores son analfabetos por
pacientes: a) con sufrimiento intenso los siguientes aspectos(14):
que requieren atención directa en una
unidad de cuidados paliativos; b) con su- — No saben los nombres de medica-
frimiento leve-moderado y con una bue- mentos o por qué éstos han sido
na red social de soporte, que pueden ser prescritos
cuidados en el domicilio, y c) con sufri- — Son más pasivos en el encuentro
miento controlado que no pueden ser clínico y raramente hacen pre-
cuidados en el domicilio por su escaso guntas
soporte social y son subsidiarios de un — Tienen dificultades para comple-
segundo nivel asistencial como los cen- tar solicitudes
tros sociosanitarios. Muchos cuidadores — Manifiestan problemas para mo-
conviven con el enfermo, siendo un por- verse en los circuitos sanitarios,
centaje muy alto de los mismos mujeres procedimientos y consultas
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Una escasa alfabetización, no siem- dor y deben incluir aquellas que mejo-
pre fácil de detectar, impacta en la ca- ren su participación en el proceso de
pacidad del cuidador para administrar toma de decisiones, aumentar su acce-
las medicaciones apropiadamente, mo- so a recursos educativos, entrenamiento
verse adecuadamente por el circuito en el cuidado de los enfermos y contar
sanitario y afecta a los aspectos éticos con el equipo médico en la resolución
como el consentimiento informado. El de las crisis.
nivel cultural es un elemento a tener en
cuenta para evitar el uso del lenguaje Elaboración de un plan de trabajo
científico y emplear el más sencillo po-
sible, por lo que se procurará mejorar Una vez que el enfermo entra en la
la comprensión de las indicaciones con fase final de la vida, el equipo procu-
la ayuda de dibujos y escritos muy sen- rará tener una reunión con éste para
cillos para reforzar (pero no sustituir) conocer sus deseos de ser atendido en
la comunicación oral e involucrar a los casa o en el hospital para contrastarlos
equipos multidisciplinares y recursos posteriormente con los de la familia y
comunitarios, particularmente a los ser- planificar con ellos cómo hacer frente
vicios sociales. a sus diversas necesidades físicas, emo-
cionales y socioeconómicas mediante
La formación de los cuidadores un reparto de las tareas y responsabili-
dades entre los distintos componentes
Los cuidadores no sólo demandan de la unidad familiar(13,15-17). Es preferi-
seguridad, destreza o habilidad técnica ble que en esta reunión los cuidadores
del equipo, sino también una formación sean los que tomen primero la palabra,
que les permita ejercer bien sus tareas, lo que permite explorar el modo en que
administrar medicamentos, alimenta- se está viviendo el proceso, hasta dónde
ción y otros cuidados físicos, además comprenden los hechos y, sobre todo,
de la atención al sufrimiento cuando cuáles son sus esperanzas en relación
esté presente. Agradecen que se pro- con el enfermo. Escucharles permite
muevan reuniones periódicas del equi- demostrarles interés por lo que está
po para informar y capacitarles en las ocurriendo y facilita que se “vacíen” los
tareas asistenciales y el autocuidado(15,16). sentimientos negativos, tan frecuentes,
Es interesante fomentar su participación de culpa o de negación de la realidad.
en la valoración y control de los sínto- Hay que aprender a suscitar preguntas
mas, por lo que es útil instruirles sobre y escuchar activamente para disminuir
cómo hacerlo con una escala graduada de forma significativa el impacto emo-
de cero (ausencia del síntoma) a diez (la cional y las tendencias ansiosas y depre-
mayor intensidad del mismo). Las ne- sivas de los familiares. Muchas veces se
cesidades del paciente cambian con el siente la actitud tensa de algún familiar
progreso de la enfermedad, por lo que y se puede presentir que algo no anda
se requiere ayuda para mantener su hi- bien. A veces, señalarlo puede ayudar a
giene personal, alimentación, moverse expresar los sentimientos. Diversos es-
o caminar. Si no se cubren bien estos tudios sugieren que mejorar la comuni-
aspectos, las personas encuentran difícil cación con el cuidador en los aspectos
funcionar o interactuar en otros niveles no técnicos del cuidado tiene un efecto
más altos. Las estrategias educativas son significativo sobre la satisfacción y bien-
básicas para reducir el estrés del cuida- estar del paciente. Si bien la habilidad
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científico-técnica es importante, más lo cia y cómo cuidarse a sí mismos. Dado


será si va acompañada de la capacidad que estas habilidades de cuidado no se
de escuchar, de sentir con los que su- generan de forma espontánea, el profe-
fren, su compasión o empatía, que son sional de atención primaria (sobre todo
componentes de pleno derecho dentro de enfermería) tendrá que aportar su
de los requisitos exigibles a un buen orientación en casi todas las ocasiones
profesional de la Medicina(3). Se apre- sobre la atención física con indicacio-
ciará más nuestra oferta de asistencia nes prácticas sobre cómo atenderle en
si la entienden y acogen como una co- la cama, la prevención de úlceras por
operación que reconozca y apoye sus presión, la higiene, los tipos de comi-
potencialidades antes que como una das, ingesta y excreta, administración de
intromisión. fármacos, el uso de medicación de res-
La decisión del lugar de atención de- cate y qué hacer en caso de una crisis.
pende del tipo de enfermedad y la rela- Es aconsejable tener en casa repuestos
ción entre su situación funcional y la ca- de los materiales que utilice el enfermo
pacidad del entorno sociofamiliar para (palomillas, agujas, sondas, bolsas de es-
cuidarle en casa(15). Una visita a tiempo tomas…) para, en caso de que resultara
al hogar evitará los sentimientos de de- necesario cambiarlos, facilitar el trabajo
cepción y frustración que pueden apa- a los profesionales que acudan a domi-
recer en aquellas familias mal informa- cilio. La educación sobre el cuidado del
das que se habían planteado otros obje- enfermo, las visitas regulares del equi-
tivos o esperaban resultados distintos(7). po, el interés que éste les demuestre, su
Diversas herramientas como la Escala experiencia, su buen hacer, su disponi-
de capacidad de cuidados en Domicilio bilidad para tranquilizarles, en especial
(ECCD)(18) y el Home Death Assesment si acogen favorablemente sus inquietu-
Tool, por otro lado, sirven para evaluar des, pueden cambiar positivamente sus
la capacidad de apoyo asistencial e ins- recuerdos de estos momentos, más aun
trumental familiar(19). Para Cecily Willia- si se pasa del consejo a la acción y se
ms, “la experiencia práctica de visitar a trata de encontrar una solución satis-
los pacientes en sus hogares y en su en- factoria a sus problemas prácticos, bien
torno proporciona, con una sola ojeada con ayuda de Bienestar social o del vo-
y cinco minutos de escucha, mucha más luntariado.
comprensión que todo un volumen de En cuanto a la organización del cui-
cuestionarios llenos“. dado es de mucha ayuda confeccionar
un plan de actividades que permita
La organización del cuidado detectar con mayor claridad las tareas
a realizar(17,20) (ver tabla 2). El cuidar de
Las enfermedades graves provocan otro debe dejar tiempo a los propios
muchas demandas en las familias que cuidadores para que mantengan su en-
no están preparadas para asumirlas torno, sus relaciones y puedan encon-
plenamente, por lo que es necesario trar cómo recargar su energía. Se pro-
procurar intervenir en cuatro aspectos curará designar a un cuidador principal
primordiales: una información sobre entre los posibles cuidadores, que ac-
cómo atender los cuidados físicos del tuará como puente entre la familia y el
paciente, cómo organizarse y el mate- equipo y que ayudará a cubrir algunas
rial que sería conveniente tener a mano; de las necesidades básicas e instrumen-
cómo actuar si se presenta una urgen- tales para la vida diaria del paciente la
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mayor parte del tiempo. La distribución reacciones indeseables, direcciones y


del trabajo o de las cargas para evitar teléfonos de las personas que puedan
lo que se denomina “la pérdida de sí ser de interés o que desean intervenir,
mismo” y el agotamiento del cuidador las necesidades percibidas y las diver-
principal, es un aspecto a consensuar sas ofertas de ayuda que se han hecho
en el ambiente familiar y el resultado tanto de parte de la familia como de
del reparto debería cumplirse casi a amigos(20). El cuidador debe saber orga-
rajatabla, porque además de cuidar al nizarse y conservar bien la información
que lo necesita, es una forma esencial relevante sobre todos los asuntos que
de cuidar de sí mismos. afectan al paciente, por lo que es reco-

Tabla 2. Planificación de actividades diarias(17)

• Elaborar una lista con las tareas que se deben realizar


• Ordenarlas según su importancia, empezando por las más esenciales
• Anotar por cada tarea el tiempo que se necesita
• Hacer otra lista con las actividades que nos gustaría realizar
• Ordenarlas según la importancia que se les dé
• Anotar para cada actividad el tiempo que se necesita para llevarla a cabo
• Hacer ahora una única lista con ambas actividades siguiendo el orden de
importancia

Si no hay tiempo para todas las ta- mendable disponer para esa finalidad
reas y actividades que se ha anotado, de una carpeta con separadores, hojas
el cuidador deberá posponer para otro plásticas transparentes o un archivador
momento las que están en los últimos y notas adhesivas. Ésta llevará su nom-
lugares de la lista para cuando disponga bre y procurará contener los siguientes
de tiempo extra. Les será muy útil ofre- compartimentos:
cerles la disponibilidad telefónica del
equipo y del médico y enfermero para a. Identificación personal: nombre,
consultar sus dudas, hacerles visitas dirección, teléfonos, fecha de nacimien-
más frecuentes conforme progrese la to, Documento Nacional de Identidad.
enfermedad para interesarse en cómo b. Familia y amigos: nombres, direc-
mejorar sus técnicas de cuidado al en- ciones, números del teléfono del traba-
fermo y en cómo ayudarse a sí mismos. jo y de casa de los principales familiares
El cuidado de enfermos , además , pue- o amigos.
de requerir aprender nuevas destre- c. Números de la Seguridad Social y
zas, conocer los servicios disponibles, otros seguros
cómo coordinar los diversos recursos y d. Información sanitaria/profesiona-
cómo moverse en el sistema sanitario, les médicos
motivos por los cuales, el equipo puede — Informes de anteriores ingresos,
sugerir, como una medida útil al cuida- analíticas, hojas de interconsultas,
dor, dotarse de una carpeta organiza- información relevante sobre aler-
dora para colocar en ella los informes gias, intolerancias medicamento-
médicos, la hoja de medicamentos, las sas, situación afectiva
Cómo apoyar al cuidador de un enfermo en el final de la vida 367

— Medicamentos, esquema de las Disponer en una sola carpeta de los


tomas, formas de administración informes sanitarios, la medicación que
— Nombre, dirección, teléfono del toma, los teléfonos de los profesiona-
médico, centro de salud, emer- les que intervienen en su tratamiento
gencias y farmacéutico y cuidados y los otros elementos de
— Números de teléfonos de otros la lista, permite a cualquier profesio-
especialistas y nombres de medi- nal una rápida visión de conjunto de
camentos que ellos hayan prescri- cómo está el enfermo. Muchas fami-
to lias se quejan de que falta una conti-
— Nombre de los enfermeros que nuidad de cuidado cuando el paciente
atienden al paciente. va del hospital a casa o una residencia
— Hojas para que los médicos y en- alternativa y encuentran que los ser-
fermeros escriban la evolución o vicios están fragmentados. Ignoran los
cambios que se hacen en la medi- recursos disponibles o son incapaces
cación en la visita. de obtener servicios porque saben de
e. Listado de necesidades. Es esen- la dificultad de negociar en un sistema
cial disponer de una lista de las cosas complejo, siendo, por tanto, la coor-
o actividades que se pueden necesitar dinación esencial para asegurar que
cubrir tanto en relación con el enfermo el paciente reciba la información ne-
como para facilitar el acompañamiento cesaria y los servicios con un mínimo
de la familia al ser querido, porque muy esfuerzo. Hay que tener en cuenta que
a menudo los familiares o amigos pre- algunas personas están más dispuestas
guntan cómo pueden ayudar. Disponer a colaborar que otras y que cuando no
de la lista de las posibles necesidades se obtiene suficiente ayuda, pueden
que hay que cubrir, sirve de orientación ser diversos los motivos: algún miem-
para canalizar la buena voluntad de es- bro no es capaz de ver la magnitud del
tas personas. Es también de interés co- problema y su importancia o, tal vez,
nocer datos sobre agencias de cuidado se sienten culpables por no colaborar
domiciliario. más, tendiendo a “escaparse”. En oca-
f. Registro de fuentes de ayuda loca- siones hay que volver a intentarlo de
les: direcciones y teléfonos de asocia- otra forma. En las familias conflictivas
ciones relacionadas con la enfermedad, es a veces útil que sea un profesional
servicios de voluntariado, Cruz Roja, o un amigo el que actúe como media-
Bienestar social y otras instituciones pú- dor para llegar a un acuerdo de cómo
blicas. Existen teléfonos como el Teléfo- distribuir la responsabilidad de cuidar
no Paliativo, Asociación contra el cáncer, al familiar. Cada grupo familiar es dis-
Hilo Dorado, Hilo de Plata, Teléfono de tinto(20-21).
la Esperanza, etc., que pueden prestar Con relación a las complicaciones
diversos apoyos. potenciales en esta etapa final como la
g. Asuntos legales: En caso de existir, hemorragia masiva, crisis convulsivas o
el Testamento vital o Delegación de dere- disnea, vale la pena indicar a los cuida-
chos o Directrices previas, para orientar dores que éstas son infrecuentes y, si
sobre lo que se debe hacer en caso de se producen, el paciente será sedado y
que el enfermo pierda su conciencia. no sufrirá. Se les indicará para qué se
h. Arreglos finales: Seguros que cu- emplean los diferentes medicamentos,
bran el funeral, publicación de esquelas, las preparaciones de rescate, diazepam
etc. rectal, o las dosis extra de neurolépti-
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cos. Si el enfermo tiene un riesgo alto La toma de decisiones


de complicaciones (tumor adyacente a
la tráquea o un vaso sanguíneo) y quie- La familia siempre guarda el deseo
re morir en casa, los médicos y enfer- y esperanza de que la muerte transcu-
meros tratarán con su familia esta po- rra de la mejor manera posible pero
sibilidad para asegurar que tengan se- duda si podrá estar o no bien prepa-
dantes y toallas oscuras. Los afectados rada para afrontar las posibles crisis y
por cáncer pulmonar se preocupan, por el momento final. Por lo general, aun
ejemplo, de que puede llegar un mo- aceptando que los tratamientos hayan
mento en que no puedan respirar, pero sido correctos y adecuados, se consi-
la mayoría de las personas con este tu- dera que la información recibida ha
mor mueren por sus efectos generales sido insuficiente y poco clara. Por este
sobre el cuerpo y tienden a apagarse motivo, es útil desde un principio ir to-
lentamente. Se les tranquilizará dicién- mando conjuntamente con ella peque-
doles que no sufrirán y que estarán dis- ñas decisiones de forma escalonada,
ponibles medicamentos para aliviar la prudente o razonable, haciéndose car-
disnea. Se explicará a los cuidadores, go de todas las dimensiones presentes
cuando llegue el momento, que en la en la relación clínica (hechos, valores,
fase de la agonía la alimentación ya no emociones, deberes y normas) para ir
es necesaria pero sí lo es mantener hú- marcando el camino. El profesional, me-
meda la boca con ayuda de una gasa diante un diálogo honesto, procurará
empapada o hielo triturado y, en ocasio- escuchar al paciente e incorporar esta
nes, de hidratación por vía subcutánea, escucha como una variable indispensa-
porque en esta etapa, los enfermos no ble que le permitirá proponer el o los
experimentan hambre ni sed y puede cursos de acción posibles. La confian-
agravarse su final por un aumento de za, el compromiso y la responsabilidad
secreciones, vómitos, etc., salvo si se de esta forma de proceder les permitirá
usan opioides a dosis altas (para redu- seleccionar la mejor opción entre las
cir su toxicidad) o una posible urolitia- disponibles y facilitará la toma de deci-
sis. Es importante no tener al enfermo siones difíciles más tarde, en particular
completamente dormido para evitar la cuando se plantee la suspensión de un
aparición de escaras (salvo que se haya tratamiento(22-24). Cuesta menos decidir
iniciado la sedación) y comunicarse con cuando se ha previsto con anterioridad
él a través del tacto y del masaje sua- lo que puede ocurrir. Se puede pactar,
ve aunque esté inconsciente. Es esen- por ejemplo, que si se llega a produ-
cial subrayar a la familia que durante cir el fallo renal, no se iniciará diálisis
el final de la vida, lo que más necesi- o si aparece una parada cardiaca no se
ta el moribundo, una vez controlados le reanimará. A veces, la familia siente
sus síntomas (dolor, malestar, etc.,) es un peso excesivo de responsabilidad y
la compañía de sus seres queridos, por es incapaz de manifestarse claramente,
lo que no es conveniente que éstos se más aún cuando de ellos depende el
dejen atrapar por aquellas obligaciones futuro de su familiar, por lo que el pro-
cotidianas que otros pueden hacer en fesional, lejos de separarse del proceso
su lugar y que empleen, si les es posi- de decisión o de mantenerse en una
ble, ese tiempo valioso con el enfermo neutralidad cómoda, tendrá que deci-
para expresarle su afecto. dir con su experiencia, acompañar a la
persona enferma y comprometerse con
Cómo apoyar al cuidador de un enfermo en el final de la vida 369

ella porque sus opiniones serán siem- con los comités de ética de atención
pre muy útiles. Así en el cáncer avanza- primaria y de los hospitales de referen-
do existen varios factores que pueden cia) deberían servir de punto de parti-
ayudar a tomar la decisión de mantener da hacia una atención asistencial más
una actitud terapéutica activa o adoptar acorde con las necesidades reales del
sólo unas medidas meramente sintomá- enfermo y de la enfermedad. Si bien se-
ticas como son: la edad del paciente y ría altamente deseable que el paciente
su sensación o no de haber completado opine sobre este particular, el estudio
su misión; su actitud (y la de su fami- SUPPORT, mencionado por Hernan-
lia) ante la enfermedad, desesperanza, do(24) hecho con 7.000 enfermos, en-
negación, etc.; el problema de base y contró que el 50% de los mismos no
la presencia de otras enfermedades, los desea hablar sobre este tema, por lo
objetivos del paciente, de la familia y que queda hacerlo con sus cuidadores
del personal sanitario en el final de la y la familia.
vida, los síntomas (número, severidad Tanto el inicio como la retirada te-
y repercusión), las cargas (también las rapéutica tienen la misma categoría
económicas) y los riesgos y los posibles moral y son importantes para la con-
beneficios del tratamiento, la respuesta secución de los fines de la Medicina,
a otras medias previas y las cargas (o uno de los cuales es conseguir cuando
sobrecargas) de trabajo que se asocian la curación no es posible, una muerte
a cada posible opción. Una vez tomada en paz. Es un problema que en ocasio-
una decisión, se debe mostrar apoyo y nes puede resolverse con la llamada
respaldo a la actitud que el paciente y “prueba terapéutica”, que consiste en
la familia hayan adoptado(21-24). Hay que tomar un curso de acción de las posi-
dejar claro, no obstante, que la respon- bles opciones existentes con el obje-
sabilidad de esta decisión no le compe- tivo de comprobar su resultado. Si el
te al profesional de forma exclusiva por curso de acción escogido no consigue
lo que el compartirla no supone una alcanzar los fines que el paciente desea
dejación de su deber. y se habían acordado, éste se abando-
Los cuidadores pueden manifestar nará y será preciso buscar nuevamente
en ocasiones diferencias sobre cómo el más apropiado según estos fines in-
consideran que debe ser el final de la dividuales. La determinación del bene-
vida. Así, para unos éste se basará en ficio la ha de realizar, en primer lugar,
un alivio adecuado de los síntomas, del el propio paciente (o su representante)
sufrimiento y una compañía afectuosa pues lo beneficioso es muy subjetivo.
y para otros, en el empleo de la más Un concepto cada vez más aceptado es
alta tecnología, lo que traerá problemas evitar el encarnizamiento terapéutico,
sobre cómo decidir qué hacer en esta que enlaza con el tema de la limitación
etapa. Las estrategias deliberativas, la del Esfuerzo Terapéutico (LET) el cual
participación, la búsqueda de consen- es un asunto polémico, porque no se
so en la comunicación con el paciente trata sólo de “dejar de hacer”, sino de
y los cuidadores, tienden a ser esencia- adoptar una actitud proactiva que in-
les para la resolución de conflictos. La cluye añadir o modificar medidas de
generalización de documentos legales acuerdo a los objetivos terapéuticos
tales como el Testamento vital y las Di- del momento(22-24). Se refiere a no iniciar
rectivas anticipadas, órdenes concretas o a retirar un determinado tratamiento,
y consensuadas (a poder ser también con el que no se generan beneficios
370 Wilson Astudillo et al.

para el paciente, tanto en situaciones suele ser la inestabilidad del entorno


en las que éste puede o no decidir por laboral y familiar. La presencia de de-
sí mismo. Su justificación se basa ante terioro cognitivo en los meses previos
la percepción de desproporción entre a la muerte se considera un factor con
los fines y medios terapéuticos. La de- capacidad para predecir la aparición
cisión compartida del profesional con de una mayor carga de síntomas en la
los cuidadores es así mucho más rea- última semana de vida(26). Uno de cada
lista, alejándonos de una mera oferta dos cuidadores de un paciente con
de posibilidades. La LET deja entonces cáncer presenta niveles altos de ansie-
de ser “limitación” para pasar a ser ade- dad y uno de cada cuatro niveles altos
cuación proporcional del tratamiento, de depresión. A más sobrecarga, más
como consecuencia de la deliberación depresión(27). Durante las crisis de una
libre entre el paciente, el cuidador y enfermedad grave, las familias quieren
el profesional, que se fundamenta en más que nunca, recibir una informa-
una relación asistencial terapéutica que ción honesta sobre la condición del
busca la participación y crece en mutua paciente, su progreso diario, los cam-
confianza. bios en su estado clínico y pronóstico
y se quejan a menudo de la falta de
PROBLEMAS DE LOS CUIDADORES información o problemas para comu-
nicarse con los sanitarios. Por su parte,
Las causas reconocidas de sufrimien- los clínicos, a veces, procuran evitar
to de los cuidadores principales son la los encuentros con los miembros de
tarea asistencial, observar el deterioro las familias por temor a que sus de-
del paciente, en especial de tipo cogni- mandas sean excesivas. El desarrollar
tivo, sus vínculos afectivos con éste, la las estrategias apropiadas para atender
naturaleza irreversible de la situación estas necesidades requiere sensibili-
que implica la muerte próxima, la es- dad para aceptar las variaciones en los
trechez económica y no saber cómo estilos individuales de afrontar el es-
actuar en las diferentes fases(25). Existe, trés, el estado emocional del paciente
por lo general, un periodo de adapta- y las necesidades cambiantes del cur-
ción al cuidado que puede variar se- so de la enfermedad. Si bien muchas
gún las personas con una rápida o len- personas son capaces de sobrellevarla
ta aceptación de la situación, una fase aceptablemente, las crisis emocionales
intermedia, de duración variable, con de la enfermedad pueden, en algunas
crisis ocasionales, que se deben pre- ocasiones, comprometer seriamente
ver y una fase final que normalmente su resiliencia habitual.
conlleva más intensidad de atención. El En un estudio de Schultz y Beach(28),
proceso de ajuste suele acompañarse se reveló que las esposas de pacien-
de tensiones y dificultades que harán tes ancianos que realizaban la función
necesario el empleo de habilidades de de cuidadoras crónicas, presentan un
afrontamiento, no sólo por parte de los riesgo de mortalidad 63% más alto
cuidadores sino también para el enfer- que los controles, con un aumento de
mo que a veces reacciona contra los la aparición de complicaciones en las
que más le quieren. Durante este pro- enfermedades más frecuentes de este
ceso pueden aparecer sentimientos de grupo de edad. Los problemas físicos
ira, enfado y frustración, sin saber, a ve- más referidos fueron: dolor del aparato
ces, cuál es el motivo. La consecuencia locomotor, cefaleas de características
Cómo apoyar al cuidador de un enfermo en el final de la vida 371

tensionales, astenia, fatiga crónica y las las emocionales, ya que contrariamen-


alteraciones del ciclo sueño-vigilia. El te a lo que ocurre con pacientes con
cuidado crónico conlleva un deterioro demencia, no hay relación de la clau-
de la función inmunológica de los cui- dicación con una mayor dependencia.
dadores, a expensas de una reducción Muchas veces requieren ayuda para
de sus niveles de inmunidad celular, lo distribuir sus tareas, para la rotación
que los hace más susceptibles a deter- en el cuidado, explicaciones sobre la
minadas infecciones víricas(29). Los tras- alimentación y nutrición y consensuar
tornos psíquicos alcanzan un 50%, son con ellos los objetivos terapéuticos,
a menudo difíciles de verbalizar y se así como sobre lo que se puede hacer
definen como somatizaciones o como para despedirse, resolver algunos asun-
términos vagos del tipo de “desánimo” tos pendientes y estar con él enfermo y
o “falta de fuerzas”. Los cuidadores cuidarle.
presentan una alta tasa de automedica- Noguera(32), en un estudio realizado
ción, especialmente de psicofármacos en 100 cuidadores (mujeres en su ma-
y analgésicos. No se ha demostrado, sin yor parte) de enfermos en el final de la
embargo, que exista un mayor consumo vida (supervivencia media de 30 días)
de alcohol entre los cuidadores si los encontró una elevada tasa de sobrecar-
comparamos a la población general de ga y de trastornos de estado de ánimo,
su mismo grupo de edad(30). El cuidador con un nivel mayor de 5 en una escala
crónico es una persona especialmente de 0 a 10. A la pregunta de: “¿Existe algo
vulnerable, por lo que es preciso que que le preocupe?”, 80 de los cuidadores
en el ámbito de la Atención Primaria respondieron que su máxima preocu-
se realicen todos los esfuerzos enca- pación era el paciente, 25 de ellos mos-
minados a la detección precoz de sus traron especial angustia por el momen-
posibles patologías. to de la muerte, 10 tenían temor por las
La claudicación familiar se produce complicaciones que pudieran surgir, 7
cuando todos los miembros en su con- por el futuro de la familia y uno por la
junto son incapaces de dar una respues- situación económica. Este autor consi-
ta adecuada a las múltiples demandas y dera que, dada la alta prevalencia del
necesidades del paciente. Se refleja en estrés emocional del cuidador y la ele-
la dificultad para mantener una comu- vada asociación con morbilidad física y
nicación positiva entre el paciente, sus emocional en los familiares, se deben
familiares y el equipo de cuidados. Pue- diseñar intervenciones sistemáticas
de ser un episodio momentáneo, tem- para la sobrecarga y del estrés emo-
poral o definitivo, que se expresa por cional del cuidador como parte de los
el abandono del enfermo. Su detección protocolos profesionales en cuidados
precoz se hace mediante la Escala de paliativos. En cuanto a sus expectativas
Zarit, que en su versión reducida ha de autoeficacia, se observa que los cui-
demostrado ser útil y de fácil mane- dadores suelen sentirse muy capaces
jo en una población de familiares de de cuidar adecuadamente a su familiar
pacientes no sólo para diagnosticarla, enfermo y que presentan un alto nivel
sino también para poder cuantificarla y en cuanto a sus expectativas de resul-
hacer un seguimiento posterior(6,12,31). La tados. Según cómo se manejen estas
mayor parte de los cuidadores tienden situaciones, de cómo se haya podido
a claudicar en mayor o menor grado, generar un clima de confianza, permi-
no tanto por las cargas físicas como por tiendo que se expresen y articulen los
372 Wilson Astudillo et al.

valores y las preferencias del paciente, saber cómo se encuentra el cuidador es


y de cómo se presente la ayuda al fami- preguntarle sobre ello, utilizando la Es-
liar para encarar los tan frecuentes sen- cala del paso del tiempo de Bayés(4) ,
timientos de culpa y cualquier otro tipo con la que se observa que éste pare-
de emoción negativa, puede derivarse ce que pasa más rápidamente cuando
un efecto beneficioso que cura, suaviza la relación con el enfermo se percibe
y alivia, o por el contrario, uno negativo como buena, convirtiéndose así el he-
que acrecienta el dolor. Los cuidadores cho en una tarea agradable y positiva.
agradecen recibir muestras de recono- Los cuidadores primarios tienden a ma-
cimiento a su labor y escuchar que los nifestar que el tiempo se les hace lar-
sentimientos de confusión, ansiedad, go a medida que avanza la enfermedad
tristeza, ira e incluso culpabilidad que y se aproxima la muerte del enfermo.
pueden experimentar sus miembros, Sólo los cuidadores que estén auxilia-
son perfectamente normales y que no dos por algún tipo de servicios sociales
estarán solos cuando haya que tomar pueden mantener el afecto y calor hu-
decisiones más conflictivas, por ejem- mano por largo tiempo. Si se integran
plo sobre procedimientos delicados en nuestro sistema de atención los re-
como la reanimación. Ayuda hacer- cursos ambientales y técnicas terapéu-
les ver, como dice Ramón Bayés,”que ticas destinados a mejorar la relación
el tiempo que le queda al paciente es enfermo-cuidador, podríamos facilitar
un tiempo de vida y no de una espera en un futuro un mayor bienestar para
angustiosa ante la muerte” y hacerles ambos en esta etapa.
sentir que son una parte vital de la co- Las estrategias que los médicos y
munidad social. psicólogos pueden usar para suavizar
los componentes emocionales y psi-
EL APOYO EMOCIONAL AL CUIDADOR cológicos de la enfermedad incluyen:
eliminar o paliar los factores de estrés
Cuidar sin descuidarse significa en el hospital si el enfermo está ingre-
aprender a dosificar el esfuerzo, saber sado, mejorar las condiciones físicas
expresar sanamente lo que se siente, para los acompañantes nocturnos, de-
poder desahogar la tensión emocional, sarrollar materiales informativos apro-
preservar una parte de tiempo para sí piados a las necesidades variables del
mismos y saber pedir y recibir ayuda(33-36). paciente y cuidador, enseñarles diver-
Por ello, es de mucho interés traba- sos estilos de afrontamiento y técnicas
jar con el cuidador principal y valorar de intervención de crisis, programas de
cómo le está afectando la situación, si relajación y de reducción del estrés a
está sobrecargado, de qué ayuda dispo- grupos identificados de pacientes y cui-
ne, si hay signos de conflictos internos dadores, y proporcionar a los cuidado-
y si éstos le llegan al enfermo. Le suele res la asistencia de grupos de apoyo o
resultar difícil asumir la idea de la muer- de autoayuda(31). En el plano emocional,
te por no saber con precisión cuando el equipo ha de procurar cubrir las ne-
será el final, lo que le genera ansiedad cesidades del enfermo y soportar el es-
sobre si está haciendo bien las cosas. trés emocional que le genera la nueva
La percepción del paso del tiempo de situación al cuidador. Muchas veces es
los cuidadores no siempre coincide con preciso recordarles que también tienen
la del enfermo, que suele ser “larga o unos derechos para su propia protec-
lenta”(33) . Un elemento interesante para ción personal (ver tabla 3).
Cómo apoyar al cuidador de un enfermo en el final de la vida 373

¿Cómo dar apoyo emocional? Para viven a través de la información y la re-


ayudar a alguien es preciso que la per- flexión, para tratar de extraer nuevos
sona que desee hacerlo haya aprendido significados y cambiar su perspectiva
primeramente a manejar y confrontar sobre los problemas o decisiones que
sus propios miedos, la angustia asociada han de tomar. El counselling nos es útil
a ellos, los sentimientos de impotencia para saber cómo actuar en el contex-
y frustración generados por los deseos to de una relación terapéutica de tipo
imposibles, las creencias erróneas, las deliberativo fundamentada en las ac-
reacciones impulsivas o los comporta- titudes y principios de la ética clínica
mientos de evitación. Como dice Pilar moderna(34,35).
Barreto(35), “es necesario haber reorde- Los otros miembros de la familia, los
nado sus propias prioridades en la vida amigos cercanos y personas significati-
y en la profesión y haber establecido vas pueden tener un gran impacto sobre
un buen canal de comunicación desde la experiencia de los pacientes, su salud
una relación esencialmente empática y felicidad mucho más que cualquier
que permita facilitar sus manifestacio- sanitario, por lo que el equipo deberá
nes para aceptar el impacto emocional ofrecer oportunidades para que se pro-
de la situación de cuidado”. Hay que duzcan esos encuentros. Cuanto mejor
realizar un trabajo de confrontación funcione su red social de apoyo, más
de las emociones con los cuidadores protegidos estarán los enfermos y sus
desde la empatía con el momento que cuidadores que pueden intervenir en el

Tabla 3. Los derechos de los cuidadores.

• El derecho a dedicar tiempo y actividades a sí mismos sin sentimientos de


culpa.
• El derecho a experimentar sentimientos negativos por ver al enfermo o estar
perdiendo a un ser querido.
• El derecho a resolver por sí mismos aquello que seamos capaces y el derecho
a preguntar sobre aquello que no comprendan.
• El derecho a buscar soluciones que se ajusten razonablemente a sus necesi-
dades y a las de sus seres queridos.
• El derecho a ser tratados con respeto por aquellos a quienes soliciten con-
sejo y ayuda
• El derecho a cometer errores y a ser disculpados por ello.
• El derecho a ser reconocidos como miembros valiosos y fundamentales de
la familia, incluso cuando sus puntos de vista sean distintos.
• El derecho a quererse a si mismos y a admitir que hacen lo que es humana-
mente posible.
• El derecho a aprender y a disponer del tiempo necesario para hacerlo.
• El derecho a admitir y expresar sentimientos tanto positivos como negativos.
• El derecho a “decir no” ante demandas excesivas, inapropiadas o poco rea-
listas.
• El derecho a seguir la propia vida.
374 Wilson Astudillo et al.

cuidado de sus hijos, hacer la compra, al ser querido, el no permitir que na-
pagar recibos, o cualquier otra de las die comparta su cuidado, un consumo
muchas tareas que una persona ocupada excesivo de alcohol, de fármacos o la
de un enfermo debe realizar pero que aparición de enfermedad, etc. Es im-
ahora no lo puede hacer. Su presencia portante animarles para que busquen
permite que la familia y los cuidadores consejo médico sobre sus síntomas fí-
se sientan entendidos y acompañados sicos y saber si están utilizando méto-
para poder abordar desde la acogida y dos correctos de atención al enfermo.
el respeto, sus temores, deseos y nece- En este caso y si se prevén síntomas
sidades. difíciles de controlar a domicilio o si
se percibe una posible claudicación fa-
Medidas de apoyo para evitar el burnout miliar por la presencia de depresión,
ansiedad, cansancio, etc., se puede su-
Los cuidadores de enfermos con gerir a la familia el traslado a tiempo
cáncer en fase avanzada o con trastor- al hospital. Hay datos que demuestran
nos degenerativos crónicos pueden que la intervención de equipos de cui-
experimentar malestar emocional y dados paliativos mejora la satisfacción
niveles altos de sobrecarga para cuyo del cuidador.
manejo requieren ayuda. Su necesidad Los mejores antídotos para preve-
más frecuente es “saber cómo enfren- nir y superar la crisis de claudicación
tarme a los sentimientos de pérdida”, del cuidador son una atención integral,
seguida de “saber cómo controlar mis personalizada e interdisciplinar del
emociones”, “poder hablar y desaho- equipo sanitario al enfermo, la auto-
garme sobre lo que me preocupa” y formación del cuidador y el apoyo al
“tener la seguridad de que el enfer- grupo familiar, con una buena infor-
mo sufrirá lo menos posible”(27,32). Pro- mación continua y adecuada sobre el
porcionar cuidados personales y una estado y las necesidades del paciente,
atención individualizada es siempre las familias o ambos por parte del equi-
una actividad difícil y absorbente. Esta po sanitario, así como la acogida y la
posibilidad de ser absorbido o incluso expresión emocional de sus sentimien-
“quemado” por el cuidado ajeno está tos, mediante la escucha activa a la vez
muy bien ilustrada en la película Hable que se le da o se buscan diversos apo-
con ella, de Pedro Almodóvar, cuyos yos bien familiares o del entorno insti-
protagonistas no son en realidad las tucional. En todo caso se debe resaltar
dos mujeres enfermas, sino sus cuida- el esfuerzo que está llevando a cabo
dores: dos hombres que, según reza el la familia y el valor de su presencia
guión, son “incapaces de hacer daño”, tanto para el paciente como para ellos
pero que viven básicamente aislados, mismos. Es un elemento que todos
con problemas de comunicación: ha- los profesionales sanitarios debemos
blan demasiado, o demasiado poco, procurar facilitar siempre al menos a
o a la persona equivocada(22). Por esta un cierto nivel, especialmente en los
razón, el equipo procurará detectar a cuidados paliativos, donde el impacto
tiempo los signos de agotamiento en el emocional a lo largo de todo el proce-
cuidador, como la solicitud de hipnó- so de morir es muy intenso. Según la
ticos o de energizantes y preparados complejidad del problema se requiere
vitamínicos (pérdida de energía, fati- una formación más especializada en
ga crónica), los posibles malos tratos counselling(34-36).
Cómo apoyar al cuidador de un enfermo en el final de la vida 375

El equipo puede ayudar a los cuida- voluntad para así contemplar la realidad
dores haciéndoles conocer las señales desde otro ángulo, sólo entonces, los
de alerta más comunes que deben sa- cambios posiblemente nos angustiarán
ber detectar a tiempo para prevenir las menos y podremos ser más flexibles”.
complicaciones que pueden surgir y La autoformación del cuidador es un
con consejos para cuidarse a sí mismos factor importante en la prevención del
y a tratar de encontrar un sentido a lo burnout, por lo que debe estimularse
que les ocurre. Entre estas señales se que ésta incluya los siguientes aspec-
mencionan: cambios frecuentes de hu- tos: a) adquisición de pautas de comu-
mor, falta de concentración, pérdida de nicación y relación interpersonal; b)
apetito o comer demasiado, olvidar las conocimiento de sus propias dinámicas
cosas, problemas para conciliar el sue- personales, en especial las que le han
ño, fumar o beber más de lo normal, llevado a aceptar esta función; c) inten-
encontrarse continuamente cansado y tar distribuir el trabajo de cuidados más
la sensación de soledad y desamparo. equitativamente entre los cuidadores y,
Los cuidadores necesitan consejos para d) saber cómo conseguir el auxilio de
descansar y cuidarse a sí mismos, bien algún tipo de servicios sociales. El cui-
a través de proteger su propia salud, dador paliativo deberá adquirir también
durmiendo lo suficiente, alimentándo- destrezas de autocontrol que no siem-
se bien, haciendo ejercicio o descan- pre son técnicas simples y aprender a
sando, aceptando la ayuda, simpatía considerar las situaciones estresantes
y comprensión de sus amigos y otros como oportunidades y retos y no como
familiares y del equipo, porque deben experiencias negativas o catástrofes. Es
afrontar una pérdida afectiva más o me- importante procurar buscar un senti-
nos inminente mientras están al mismo do positivo a las cosas que nos suce-
tiempo en contacto continuo con el su- den y considerarlas como un factor de
frimiento, la rabia y la impotencia(21). Es crecimiento personal para enriquecer
básico que los cuidadores mantengan nuestra vida. Esta actitud nos permitirá
sus vínculos afectivos que amortiguan sobrellevar el cuidado del ser querido
el estrés y la tensión, a pesar del ex- sin quemarnos(37). Algunos autores con-
ceso de trabajo y que no se alejen de sideran útiles los siguientes aspectos
sus amigos y familiares, por lo que de- para llevar una vida menos tensa y más
ben disponer siempre de algún tiempo adaptada(8) (ver la tabla 4).
libre para hacer las actividades que les
gustan. El humor, un abrazo y un inter- Medidas institucionales
cambio abierto de las cosas, pueden
significar mucho cuando la situación Las instituciones pueden beneficiar
se complica. María Colomer, Presidenta al cuidador de muchas formas. Así, una
de Payasos sin fronteras dice: “La risa buena atención domiciliaria puede y
es terapéutica, es beneficiosa, alivia y debe empezar con un alta hospitalaria
relaja tensiones; es un buen antídoto de calidad, en la que exista una adecua-
y un buen anestésico; es la expresión da información escrita y oral al paciente
emocional de un estado deseable, aun- y a sus cuidadores sobre la evolución
que momentáneo, de la felicidad. Si so- predecible del proceso clínico en el do-
mos capaces de ejercer nuestro sentido micilio, con un informe de enfermería
del humor como nuestro caleidoscopio al alta sobre los cuidados que precisa,
personal, al que podemos girar y girar a el mantenimiento telefónico de contac-
376 Wilson Astudillo et al.

Tabla 4. Medidas de autocuidado.

• Intentar encontrar las motivaciones personales para realizar este trabajo.


• Procurar tener “un egoísmo altruista” y cuidar de nosotros mismos (y tam-
bién de los demás) y hacer acopio de la buena voluntad, la estima y el apoyo
social en nuestras relaciones sociales.
• Mantener la vida privada con ocupaciones que nos hagan olvidar la función
que realizamos cuando no estemos en ella.
• Tratar de desarrollar una capacidad de escuchar más efectivamente y saber
aceptarse a uno mismo tal como se es, evitando culpar a los demás cuando
las cosas no van tan bien como nos gustaría.
• Evitar que circunstancias básicamente neutras e inocuas se vuelvan causas
de estrés para dejar a un lado cualquier causa a la que no merezca la pena
hacerla frente.
• Cultivar el buen humor, que también puede desarrollarse por aprendizaje e
intuición. Ayuda a relajar tensiones, mejora la comunicación y es el lubrican-
te de las relaciones humanas.
• Buscar más tiempo para descansar de las exigencias de la vida a través de
hacer pausas y cambiar de horario de actividades.
• Intentar hacer bien la labor que debemos, pero de distinta forma, fomenta la
sensación de autonomía, libertad y autoconfianza.
• Aprender a decir “no” para evitar sobrecargarse de actividades y tareas, para
no sobrepasarse de los límites de la capacidad de adaptación propia y caer
en “el estrés por defecto”.
• Cultivar la espiritualidad, una filosofía personal de la enfermedad, de la
muerte y del papel que uno tiene en la vida.
• Aceptar que la vida se estructura y mantiene por procesos, tareas y sucesos
incompletos y procurar dejar de preocuparse sin necesidad por cosas que
no pueden cambiar.

tos con los familiares de los pacientes Primaria de las diferentes comunidades
más complejos, una guía de práctica autónomas; la Ley 41/2002 de Autonomía
para entregar a los familiares sobre los del Paciente, la Ley de Cohesión del Sis-
cuidados que necesitan los enfermos en tema Nacional de Salud (mayo 2003), y la
sus domicilios y la posibilidad de que Ley de Autonomía Personal y atención a
pueda retornarse al hospital si hay com- las personas en situación de dependen-
plicaciones, sin pasar por urgencias(38). cia (2006). Requiere, no obstante, que
La atención domiciliaria, en particular los profesionales también se sientan
de los enfermos al final de la vida, pue- motivados a través de medidas como las
de mejorar porque cuenta con una base siguientes(38):
legal muy sólida capaz de proporcionar
una satisfacción a las múltiples necesi- • Una adecuación de las plantillas
dades de este colectivo. Se apoya en la no sólo en base a los datos de-
Constitución España, artículos 41,49 y mográficos, sino también del ni-
50, la cartera de Servicios de Atención vel cultural y económico, número
Cómo apoyar al cuidador de un enfermo en el final de la vida 377

de personas mayores, dispersión sonas disponen de un adhesivo en su


geográfica. tarjeta sanitaria en el que se lee Per-
• Reorganización interna del traba- sona Cuidadora de Gran discapacidad.
jo, sobre todo cuando haya pa- Las Unidades de atención al usuario se
cientes que requieran una gran encargan de facilitar el acceso de los
frecuentación e intensidad en su cuidadores a gestiones que realicen en
seguimiento para tener más dis- los centros de salud o que se eviten
ponibilidad de tiempo asistencial los desplazamientos innecesarios de la
fuera de la consulta. cuidadora. En los centros de especia-
• Formación continuada de los pro- lidades y hospitales se coordinan las
fesionales en aspectos bioéticos y citas y pruebas para que se hagan en
psicosociales. un solo día. Se dispone de un circuito
• Formación y soporte a los cuida- diferenciado para estos cuidadores y se
dores informales de los pacientes está trabajando para que dispongan de
incluidos en la Ley de Dependen- un circuito preferente en el transporte
cia. sanitario. Esta es una idea muy adecua-
• Implementar estrategias de coor- da que debe implantarse en muchos
dinación entre el nivel hospitala- sitios y sería muy útil en la atención de
rio, los servicios sociales y la aten- las familias de los enfermos en el final
ción primaria. de la vida, colectivo de una gran fragili-
• Evaluar y consensuar un sistema dad, donde el desenlace puede ocurrir
de valoración integral y multidis- en cualquier momento, lo que debería
ciplinar. hacer que las ayudas solicitadas en este
• Integrar en los servicios de aten- caso se concedan con la mayor rapidez
ción domiciliaria la valoración de posible. Andalucía va a poner en mar-
riesgos en el hogar y la provisión cha igualmente, a lo largo de este año
de ayudas técnicas y adaptacio- 2008, una Escuela de Pacientes, donde,
nes. a través de talleres, pretende formar a
pacientes, cuidadores y miembros de
Muchas veces ponerse en su situa- asociaciones de enfermos y consumi-
ción es lo que ha hecho surgir intere- dores en el manejo de sus dolencias.
santes ideas, como lo que ha creado Considera que es importante que los
la Junta de Andalucía a través de Plan pacientes y otras personas relacionadas
de Atención a los Cuidadores fami- con ellos conozcan cómo se desarrolla
liares por el que 11.238 personas que su enfermedad, cómo evoluciona y de
ofrecen este servicio a los enfermos qué manera se pueden presentar sus
afectados por una gran discapacidad, síntomas, con lo que podrían informar
cuentan con preferencia en el acceso más adecuadamente a los servicios de
a los centros sanitarios y en la gestión urgencia, o reconocer como normales
de los trámites administrativos. Se ha algunos síntomas que se presentan en
acompañado de una inversión de 1,8 el curso de su patología.
millones de euros en material para do-
micilios. El cuidador suele ser un fami- Reflexiones finales
liar directo de un paciente con altos
niveles de dependencia, por lo general La proximidad de la muerte produ-
con encamamiento prolongado y un ce en los enfermos diversas inquietu-
deterioro cognitivo grave. Estas per- des existenciales y espirituales que a
378 Wilson Astudillo et al.

veces se atreven a compartir con sus so en su vida gracias a los recuerdos, lo


cuidadores en forma de preguntas di- que hace excepcional la experiencia de
fíciles como: ¿Por qué me ocurre a mí acompañarles.
esto?, ¿he hecho algo malo en mi vida?”, En la fase de duelo, muchos cuida-
“¿quién cuidará de mis seres queridos?”. dores están de acuerdo en que la ex-
Muchas veces más que una respuesta periencia de haber cuidado al enfermo
nos piden que actuemos como una caja produce también aspectos positivos, un
de resonancia para poder expresar sus sentimiento de satisfacción y de utili-
dudas o temores y se tranquilizan de dad que potencia el altruismo, nuevos
saber que también a nosotros nos asal- aprendizajes, cambios de valores, el
tan las mismas incógnitas y no siempre autoconocimiento y autoestima, mejo-
tenemos respuestas. Por este motivo ra la relación con otras personas y las
puede ser útil recordar a los cuidado- relaciones familiares. Sin embargo, al-
res la importancia de la relación de gunos cuidadores necesitan diversos
ayuda para escuchar al enfermo, saber apoyos porque su pérdida suele tener
estar y ayudarles a revisar los hechos efectos emocionales diferentes en el
positivos de su vida para hacer que superviviente en función no sólo de su
sienta que su existencia no ha sido en biografía sino también de las circuns-
vano. Si como sugiere Frankl(39), “para tancias, de la importancia que tenga la
superar o paliar el sufrimiento ha de pérdida para el superviviente y de lo
dársele un sentido”, tal vez, para dar imprevisto de la misma(41). Por este mo-
sentido al sufrimiento de una vida que tivo, el equipo debe procurar mantener
termina habría que intentar dárselo a contacto con la familia y cuidadores, en
la vida entera en perspectiva(22). “Darse, especial si el fallecimiento fue difícil
ser útil a los demás y mejorar su mun- y en corto tiempo, si el doliente vive
do, constituye una poderosa fuente de solo o tiene una personalidad patoló-
significados para la vida”(40). La relación gica previa. Es preciso recordar que el
de ayuda es un intercambio humano duelo empieza antes de la muerte del
enriquecedor, en el que se procuran enfermo y que puede hacerse mucho
captar las necesidades del enfermo proporcionando ayuda a los familia-
para que éste pueda encontrar nuevas res y cuidadores de forma anticipada y
posibilidades para afrontar su situación manteniendo después la puerta abierta
y aclarar sus temores, a la vez que se le para la comunicación con los dolientes.
ofrece contención, se fomenta su au- Esto le permitirá detectar precozmen-
toestima y se potencian sus valores es- te un duelo patológico, presente hasta
pirituales y culturales(37,41). Para Frankl, en un 16% de los deudos en el primer
“No sólo son significativas la creativi- año. Cuando un grupo familiar culmina
dad y el goce; todos los aspectos de la con éxito un acompañamiento, se de-
vida son igualmente significativos, de sarrolla entre los participantes una se-
modo que el sufrimiento tiene que ser- rie de sentimientos de solidaridad y de
lo también”. En esta etapa existen mu- apoyo mutuo que les hace más fuertes,
chas posibilidades de vivir momentos tanto individual como colectivamen-
positivos, intensos y únicos con el ser te para enfrentarse a otras situaciones
querido gracias a la comunicación más que les depare la vida y eso se debe
profunda y a la intimidad que se produ- a la sensación del deber cumplido, de
ce, porque el enfermo percibe y desea haber estado dónde y cuándo había que
compartir también lo que ha sido valio- estar(42). Todo lo que se ha experimenta-
Cómo apoyar al cuidador de un enfermo en el final de la vida 379

do juntos contribuye posteriormente a liativos. En: Astudillo W, Mendinueta C,


integrar sus recuerdos(43), a facilitar que Astudillo E, editores. Medicina Paliativa,
acepten la realidad y les ayuda a sentir Cuidados del enfermo en el final de la
que la vida sigue siendo valiosa, incluso vida y atención a su familia. 5 ed. Bara-
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