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Jordan King

Spanish 451
Sección 3
14/10/2015
Los heraldos negros por César Vallejo
Me parece que César Vallejo tiene un poco de pesimismo. Es fácil a entender porque él
escribe así. El mundo de 1918 era muy caótico y oscuro, llegando a los fines de la Primera
Guerra Mundial. Era el conflicto más grande de la historia de la humanidad y la introducción de
nuevas formas de torturar y matar a sus enemigos. Vallejo usa palabras que reflejan la
violencia: “...golpes en la vida”, “golpes como el odio de Dios”, y “golpes sangrientos”. También,
escribe de que estos “heraldos negros” podrían ser “los potros de bárbaros atilas”, significando
que una destrucción aún más grande viene. Tal vez la voz poética incluye Atila aquí para
mostrar que la sociedad antes era como Roma: fallado e imperfecto, pero mejor que la
anarquía que trajo su destrucción.
El estado mental y espiritual de Vallejo en este poema muestra la tristeza y depresión
que ha experimentado el pueblo común. Este tiempo en historia no era fácil para la gente
normal, tanto la guerra mundial y la depresión económica que afectó todo el mundo. El hombre
no solamente enfrentó la violencia, pero también la pobreza. “…el hombre…Pobre…pobre!”
llama atención a la condición deprimida del hombre. El arte y la literatura de este tiempo
proyectan la agonía y pena que sienten el soldado tanto a la gente común, y Los heraldos
negros es un ejemplo perfecto de esta mentalidad.
La matanza de los soldados y los ciudadanos inocentes era tan inmenso que muchos
observadores empezaron a preguntar porque Dios permitiera que tantos murieron. Creo que
Vallejo estaba experimentando este sentimiento también. No sé si Vallejo creció religioso, pero
si tuviera fe en algún tiempo, pienso que había perdido algo de su fe por ver este conflicto
mundial. En algunos otros poemas, Vallejo incluye Dios pero como una figura ausente o
enfermo, incapaz de ayudar o aliviar el sufrimiento del hombre. El dicho “Yo no sé”, muestra la
inseguridad de la voz poética, que no tiene guía ni sentido de justicia. Para mí, sentí que la
parte que dice “de alguna fe adorable que el Destino blasfema”, es una evidencia clara de que
la voz poética no cree que su fe en Dios no será suficiente contra la fuerza del “destino”
mundano de tristeza y sufrimiento.
Algo que no me quedó muy claro era el estado del hombre en los últimos versos. Un
hombre, después de recibir una palmada, “vuelve los ojos locos”. Puede ser que el hombre
natural, representado por “los ojos locos”, salga de la sociedad cuando están afligido por todos
estos conflictos y sufrimientos. Tal vez Vallejo ve que poco a poco la sociedad está volviendo a
la anarquía. Puede ser que estos “heraldos negros” son los cuatro jinetes del Apocalipsis,
trayendo el fin del mundo.

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