JOAQUIM ROMAGUERA I RAMIO
HOMERO ALSINA THEVENET
(Eds.)
TEXTOS
Y MANIFIESTOS
DEL CINE
CATEDRA
Rr seerLa importancia del cine sin actores
DziGA VERTOV
Afirmamos que, pese a la existencia relativamente larga del
concepto «cinematografia», pese a la multitud de dramas psicol6-
gicos, seudo-realistas, seudo-histéricos y policiacos puestos en
circulacién, pese al nimero infinito de salas de cine en activo, no
existe cinematografia bajo su forma auténtica y que sus tareas
fundamentales no han sido entendidas.
Nos attevemos a lanzar esta afirmacién refiriéndonos a las
informaciones de que disponemos sobre los trabajos e investiga-
ciones Ievados a cabo aqui y en el extranjero.
eCuél es la causa?
La causa es que la cinematogtafia sigue yendo por mal ca-
mino. :
El cine de ayer y el de hoy siguen siendo Gnicamente un
asunto comercial. El desarrollo de la cinematografia esta dictado
Gnicamente por unas consideraciones de beneficio. Y no hay nada
sorprendente en que el gran comercio de los films-ilustraciones de
novelas, de romances y de seriales pinkertonianos haya deslum-
brado a los productores y les haya atraido a él.
Cada film no es mas que un esqueleto literario envuelto en
una cine-piel.
En el mejor de los casos, bajo esta piel aparece una cine-grasa y
una cine-carne. Pero nunca vemos una cine-osamenta. Nuestro
film no es mas que el famoso «pedazo sin hueso» ensartado en una
vara de madera de 4lamo, sobre una pluma de oca de literato.
41Resumo lo que acabo de decir: no existen obras cinematogréfi-
cas. Existe una combinacion de las cine-ilustraciones con el teatro,
la literatura, la masica, con todo lo que se quiera, durante todo el
tiempo que se quiera.
Entiéndaseme bien. Aplaudiriamos con todo nuestro corazén
la utilizacién del cine en beneficio de todas las ramas del saber
humano. Pero definimos estas posibilidades del cine como unas
funciones anexas ¢ ilustrativas. No olvidamos ni un solo instante
que la silla esta hecha de madera y no de la laca que la cubre.
Sabemos perfectamente que la bota est hecha de cuero y no del
betdn que la hace brillar.
Pero el escandalo, el error irreparable, es que sigdis conside-
rando que vuestra mision es la de lustrar con betan cinematografi-
co los zapatones literarios de unos y otros (si se trata de un film de
gran espectaculo, digamos que son zapatos franceses de tacon alto).
Recientemente, creo que con motivo de la presentaci6n del
decimoséptimo Kino-Pravda, un cineasta dijo: «Qué horror! Son
zapateros y no cineastas.» El constructivista Alexei Gan, que no
estaba lejos, replicé oportunamente: «Que se nos den mas zapatos
de esta clase y todo ira bien.»
En nombre del autor del Kino-Pravda, tengo el honor de
declarar que se siente muy halagado por esta apreciacién sin
reservas preferente a /a primera obra zapatera de la cinematografia
sovittica,
Es mejor que ser un «artista de la cinematografia soviétican.
Es mejor que ser un «realizador artistico».
Al diablo el betin. Al diablo las botas embetunadas. Que se
nos den botas de cuero. Alineaos con los kinoks, primeros cine-
zapateros soviéticos.
Nosotros, zapateros del cinematégrafo, os decimos a vosotros,
limpiabotas: «No os reconocemos ninguna antigtiedad en la fabri-
cacién de las cine-obras. Y si se puede hablar, en general, de la
antigtiedad como de un privilegio, este derecho nos pertenece
enteramente.»
Y lo poquisimo que hemos realizado en la practica es mucho
mas que vuestro nada producido en tantos afios.
Hemos sido los primeros en hacer films con nuestras manos
desnudas, unos films quiza torpes, palurdos, poco brillantes, unos
films quizi un poco defectuosos, pero en todo caso unos films
necesarios, indispensables, unos films ditigidos hacia la vida y
exigidos por la vida.
42Nosotros definimos la obra cinematografica en dos palabras: ¢/
montaje del «Yo veo».
La obra cinematografica es el estudio acabado de la visién
perfeccionada, precisada y profundizada por todos los instrumen-
tos Opticos existentes y principalmente por la camara que experi-
menta el espacio y el tiempo.
El campo visual es la vida; <
la materia de construccién para el montaje es la vida;
los decorados es la vida;
los artistas es la vida.
No impedimos ni podemos impedir que los pintores pinten
sus cuadros, que los miusicos compongan para el piano y los
poetas compongan para las damas. Dejémosles, pues, que se
diviertan.
Pero se trata de juguetes (incluso cuando estan fabricados con
talento) y no de una cosa seria.
Una de las principales acusaciones que se nos inflige es que no
somos accesibles a las masas.
Aun admitiendo que algunos de nuestros trabajos sean de
dificil comprensidn, obliga esto a deducir que ya no debemos
hacer el menor trabajo serio, la menor investigacién?
El hecho de que las masas necesiten faciles folletos de agita-
cién, gobliga a deducir que no les interesan los articulos serios de
Engels y de Lenin? Quiza tenéis entre vosotros un Lenin de la
cinematografia soviética y no le dajais trabajar bajo el pretexto de
que los productos de su actividad son nuevos e incomprensibles...
Pero nuestro trabajo no tiene nada que ver con eso. De hecho,
no hemos hecho nada que sea més inaccesible a las masas que
cualquier cine-drama. Muy al contrario, al establecer una relacion
visual muy precisa entre los temas, hemos disminuido considera-
blemente la importancia de los rétulos y con ello hemos aproxi-
mado a la pantalla cinematografica a espectadores poco instruidos,
cosa de gran importancia en el momento actual.
Y como para reirse de sus nodrizas literarias, he ahi que
obreros y campesinos se muestran mis inteligentes que sus desco-
nocidas nifieras...
De esta manera nos encontramos frente a dos puntos de vista
extremos.
El primero es el de los kinoks que se han fijado como
objetivo la organizacién de la vida real...
43El otro es la orientacién hacia el drama artistico de agitacién
con sensaciones fuertes 0 aventuras.
Todos los capitales estatales y privados, todos los medios
materiales y técnicos estén puestos actualmente en el segundo
platillo de la balanza, en el platillo «artistico-propagandista».
En cuanto a nosotros, nos acercamos igual que antes al
trabajo con las manos desnudas y esperamos confiadamente que
llegue nuestro turno de apoderarnos de la produccién y de
alcanzar la victoria.
(Estenograma abreviado de la intervencion de Dziga Vertov
con motivo de un debate de la ARRK! el 26 de septiembre
de 1923.)
* Asociacién de Trabajadores del Cine Revolucionario.
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